Entre Nos - Fundación Proa

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Marzo / Junio 2015


Arquitectura. Pintura. FotografĂ­a. Cine. Teatro. Cultura popular


Fundación Proa, Buenos Aires

Fundación Proa. Diciembre 2016 – Febrero 2017


Este catálogo es publicado en ocasión de la exhibición Entre-Nos. Crónicas de República de La Boca, presentada en Fundación Proa entre diciembre de 2016 y febrero de 2017, en el marco de los festejos institucionales por los 20 años Proa en el barrio de La Boca. — Organizada por Fundación Proa, Buenos Aires — Auspiciada por Tenaris – Organización Techint

CATÁLOGO Investigación y textos: Sergio Baur - Mercedes Chezo - Luisa Tomatti Leandro Listorti y Andrés Levinson, Museo del Cine “Pablo Duckros Hickens” Diego Kehrig - Marcos López Diseño gráfico: Rafael Medel López - PROA — Copyright de los textos © los autores

Primera edición 2017 ISBN de la coleccion: xxxxx --- Deposito legal: xxxxxx Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser fotocopiada ni reproducida total o parcialmente por ningún medio o método sin la autorización por escrito de los editores.


CREDITOS DE LA EXPOSICIÓN Fundación Proa, Buenos Aires

Auspicios: Tenaris – Organización Techint Concepto / Comisión curatorial: Sergio Baur - Jorge Cordonet Mercedes Chezo – Víctor Fernández - Diego Kehrig - Adriana Rosenberg Organización: Fundación Proa, en colaboración con Ateneo Popular de La Boca, Impulso. Agrupación de Gente de Arte, Museo de Bellas Artes “Benito Quinquela Martín”, y Museo Histórico de La Boca Producción: Cintia Mezza - Cecilia Jaime - Ana Schwartzman Santiago Bengolea Investigación: Luisa Tomatti - Catalina Fara Diseño expositivo y Montaje: Pablo Zaefferer Registro y Conservación: Soledad Oliva - Pia Villaronga Imagen y Gráfica: Emiliano Miliyo - Guillermo Goldschmidt Audiovisuales: Doppler Studio - Armando Freeze Durand IAA/FADU/UBA - Graciela Raponi - Alberto Boselli SUDESTE imagen y Diseño - Diego Cortese Maquetas: Emiliano Miliyo Educación: Paulina Guarnieri - Rosario García Martínez - Camila Villarruel Educadores: Noemí Aira - Juan Carlos Urrutia - Cora Papic Montajistas: Andrés Arzuaga - Nicolás Gullotta - Lukas Luna Rosas Hernán Salvo - Leonardo Zito Prensa: Josefina Insausti – Víctor López Zumelzu

Fundación Proa Av. Pedro de Mendoza 1929 C.A.B.A., 1169, Argentina


Colecciones / Prestadores Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori Museo de Bellas Artes “Benito Quinquela Martín” Museo del Cine “Pablo Ducrós Hickens” Museo de la Ciudad de Buenos Aires Colección Mauricio I. Neuman Colección Traba Delia Cancela Galería Vasari Diego Kehrig Eduardo Lerchundi Agradecimientos Fundación Proa agradece a las personas e instituciones cuya generosa colaboración hizo posible la muestra de la exposición: Archivo General de la Nación-AGN Archivo Museo de la Ciudad Archivo Vaggi Biblioteca del Istituto Italiano de Cultura Ente de Turismo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Fondo Nacional de las Artes Gerencia Operativa Supervisión de Patrimonio Urbano, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Museo de la Pasión Boquense Cati Bónica Facundo de Zuviría Hilario. Artes, Letras y Oficios Kado Kostzer Paz Lucero Jorge Mara Marina Pellegrini Cora Roca Alejandro Saderman Luis Sessa y a todas las colecciones particulares, un especial agradecimiento.


Entre-Nos. Crónicas de La Boca Índice El Barrio

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Arquitectura

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Pintura

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Cine

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Fotografía

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Cantina

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Instituciones Culturales

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Teatro

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El barrio en imรกgenes Luisa Tomatti


Caminito, el Riachuelo, Quinquela, los conventillos, el tango, Boca Jr, las cantinas, son solo algunas de las palabras que usaríamos para describir aquello que se encuentra al recorrer las calles de La Boca. Éstas definen una constelación de imágenes que atravesamos antes de ingresar al edificio de Fundación Proa y constituyen un imaginario sobre la identidad de uno de los barrios más característicos de Buenos Aires. Presentadas como un abecedario, las imágenes que conforman este montaje en formato de videowall, son también documento de distintas miradas y temporalidades sobre este recorte urbano. Como un álbum de fotos al que volvemos para conocer la historia familiar, estas imágenes revisitan lugares, hechos y personajes emblemáticos a través del tiempo, recorren sus transformaciones brindando una perspectiva actual y llenándolos de vida. Al zambullirnos en esta constelación de documentos anticipamos los diferentes núcleos que componen la exhibición -arquitectura, cine, teatro, pintura-, y también somos testigos de las

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distintas maneras en que estos espacios fueron y son vividos por sus diferentes actores. Los conventillos y los inmigrantes que habitaron y actualmente habitan la traza urbana del barrio, tan particular con sus límites difusos entre el adentro y el afuera; las cantinas y cafés, puntos obligados de reunión e intercambio de ideas, génesis de revueltas populares; Caminito, sitio privilegiado para el teatro porteño en el siglo XX, calle destinada al comercio y a la creación artística. Dentro de una extensa lista de palabras seleccionadas, éstas conforman también invariables espacios físicos de sociabilidad, que se reformulan permanentemente y resignifican las distintas maneras en que los habitantes del barrio se apropian de su identidad y hacen de ella no solo su hábitat, sino también, un modo de vida. Estos grupos de “palabras en imágenes” se tocan, enfrentan y atraviesan permanentemente, encarnando apenas una de las formas en que puede manifestarse este “espíritu boquense” que constituye la naturaleza propia de un barrio que es usina permanente de cultura y resistencia.

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Arquitectura Mercedes Chezo


Vivir en el “conventillo” La ciudad de Buenos Aires inicia su proceso de transformación y expansión urbana a raíz del fuerte crecimiento demográfico que experimenta a partir de 1870 a causa de las múltiples corrientes inmigratorias recibidas, lo que generó cambios de distinta índole, entre ellos la densificación del centro de la ciudad y el encarecimiento del valor del suelo. Sumado a la necesidad de dar vivienda a gran cantidad de gente y con el éxodo de las familias más pudientes hacia los “pueblos veraniegos” de Belgrano y Flores, que buscaban escapar de las epidemias de enfermedades infecciosas, como la fiebre amarilla que azotó la ciudad en 1871, se vio la oportunidad de realizarles mínimas adaptaciones a las ahora vacías “Casas de patios” y convertirlas en casas de alquiler o “conventillos”. Es así que esos grandes caserones, donde todas las habitaciones se vinculaban por una galería perimetral en torno a un patio central, modelo tipológico que se remonta a la “casa pompeyana”, recibieron a gran cantidad de familias de inmigrantes. Cada una de ellas integradas generalmente por cinco o seis miembros, o por un grupo de hombres solteros que repartían el costo del alquiler, residían en una habitación con el consecuente hacinamiento y falta de condiciones de habitabilidad.

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De esta manera el patio, con los locales sanitarios exentos (baños y cocinas de uso común, construidos en un volumen independiente de las habitaciones) se convirtió en el espacio protagónico de este tipo de viviendas, siendo esta condición particularmente visible en el barrio de La Boca por la importancia y valor identitario que adquiere su fuerte relación espacial y simbólica.


El Patio La vida familiar y el vecindario del “conventillo” se condensan entonces en el patio, un espacio vacío sin una forma estrictamente definida producto de la necesaria separación entre los volúmenes de viviendas construidas en el lote. Estos bloques edilicios fueron habitados generalmente por inquilinos, en su mayoría inmigrantes italianos, españoles, y en menor medida de otros países del centro de Europa llegados principalmente entre 1880-1930.


En estos espacios vacíos se desarrollaba una verdadera convivencia de culturas, no exenta de las dificultades de compartir el desarraigo, la mixtura de idiomas y dialectos y la necesidad de adaptarse a un nuevo medio. Ellos resultaban contenedores de la vida cotidiana. Lugares de reunión y festejos, charlas con mate y juegos de niños o simplemente el lugar de tender la ropa para que se seque al sol. La vida social e íntima discurría en estos ámbitos donde se congregaba la “gran familia”.

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Hoy estos patios siguen siendo el corazĂłn de estas viviendas, aĂşn pueden verse ciertas formas de habitar que permanecen, ciertos modos de apropiaciĂłn que mantienen sus connotaciones.

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La escalera, la galería, el corredor, el balcón: Circulación y observación

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La función y sentido espacial del patio no puede comprenderse sin las escaleras, las galerías y los corredores de acceso. Espacios intermedios y de transición entre el estar adentro de las habitaciones, el circular al patio y el transitar el pasillo o corredor hacia la vereda. Dichos componentes fundamentales para la vinculación de los lugares construidos, materializaban no sólo una necesidad funcional del acceso, sino la posibilidad de “balconear” hacia el exterior, generando una paulatina pérdida de los filtros y límites físicos conforme se transcurrían.

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Como recompensa o valor agregado por abandonar la intimidad, según como quiera interpretarse, se podía observar el vecindario y alcanzar visuales a más larga distancia. Éstas aparecían entre los techos de los otros conventillos o de improviso entre las separaciones de las paredes configurando particulares perspectivas fugadas en diagonal, planos abiertos o entrecortados según las circunstancias interrumpiendo la definición básica de los límites.

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Los balcones, un espacio de expansión, permanencia, contemplación y observación del “otro”, un lugar donde vincularse con el afuera y tener incluso momentos de introspección y juego. Infaltables en las construcciones residenciales del barrio, son también elementos singulares de la expresión estética del edificio a través de sus barandas de hierro con motivos curvilíneos y detalles ornamentales, o bien de balaustradas.

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¿Adentro o afuera? Es posible percibir un paisaje heterogéneo, diverso, profuso, espontáneo y cambiante, casi tanto como la motivación de los inmigrantes para llegar hasta estas latitudes, pero que en la repetición y la continuidad en el tiempo queda representado un nuevo lugar de pertenencia.

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La vereda y la calle: prolongación del habitar La aventura de circular por las veredas de La Boca implica el esfuerzo de subir y bajar escalones cada cien metros cuando menos, producto de idear una solución técnica para proteger y permitir el acceso a las viviendas, en tiempos de inundación.

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Es precisa la descripción que la Dra-Arq. Graciela Silvestri hace en su libro El color del río sobre la cronología de decisiones y medidas adoptadas para llevar a cabo estos movimientos topográficos artificiales en el barrio, por lo que resulta pertinente citarla: Desde 1885, una comisión formada ad hoc por el intendente Alvear intenta paliar las características del barrio que ha crecido “sorpresivamente” en terrenos inundables. “Nadie creyó que allí, en un suelo geológicamente tan inadecuado, y materialmente tan amenazado y peligroso, quedaría establecido un barrio, no un suburbio de Buenos Aires sino todo un pueblo […] un sitio cuyas condiciones son semejantes a las de Holanda” Memorias Municipales (1885), Buenos Aires, 1886 La comisión propone entre otras medidas urgentes poner a disposición de los habitantes la arena del dragado del Riachuelo para levantar en algunos puntos el suelo del barrio. En 1889 se promulgó una ordenanza por la cual el nivel del cero de la edificación debía estar a 15.30m del cero de las obras de salubridad; en 1898 se eleva este nivel en treinta centímetros. En 1901, la comisión especial nombrada en el lugar del disuelto Concejo Deliberante (comisión en la que se encontraba el prestigioso higienista Emilio Coni) sanciona un proyecto relativo a obras de relleno y nivelación. En 1904 una ordenanza fija la cota 15,60 para todos los pisos bajos de La Boca. El levantamiento del nivel de las calles que se inicia a raíz de este decreto permitió que en menos de seis años, según Carlos María Morales, el barrio se transformara por completo “con calles pavimentadas y edificios de material”, elevando su cota en más de un metro y medio. Los propietarios, obligados más por el levantamiento material de las calles que por una ordenanza abstracta, se habían visto obligados a terraplenar. Sin embargo,

a pesar del entusiasmo con que Morales y el propio Coni describen los efectos de estas medidas, nivelaciones y terraplenamientos debieron haberse hecho sólo a medias, ya que en 1919, cuando el directorio de Obras Sanitarias eleva su proyecto para desagües pluviales de la Capital, vuelve a fijar la cota 15,60 para el área y explica su insistencia en que, por la carencia de una autorización legal para elevar los niveles de las calles, este problema se había dejado siempre de lado. El proyecto fue aprobado, pero para su concreción habría que esperar la sanción de la Ley N°11.744 de 1933, que autorizó las obras. En ella se obligaba a los propietarios a rellenar sus terrenos hasta la cota establecida en el proyecto para facilitar el desagüe normal sobre las cunetas de los nuevos pavimentos. Sin embargo como puede comprobarse aún hoy, muchos edificios -especialmente aquellos “de material”- mantuvieron sus viejos niveles. Las continuas idas y vueltas alrededor del tema de las cotas mínimas de levantamiento de calles y terrenos se deben también a los distintos entes que tuvieron injerencia sobre este problema fundamental para el barrio. En 1934 la Municipalidad y Obras Sanitarias de la Nación llegan a un acuerdo respecto de la cota. Las obras de desagües pluviales para la Capital, entre las que se cuentan algunas mejoras específicas para La Boca y Barracas, recién son completadas después de 1936. Hacia 1940, las altas veredas y las casas hundidas, que hacen de La Boca un paisaje tan particular, ya resultaban una forma reconocible, pero los problemas no se habían remediado. 51


1949- nivelación calle Brandsen

Si bien en la actualidad las inundaciones ya no son un problema, y la elevación de las aceras no cumplen la función por la que fueron creadas, representan una huella referencial en el perfil urbano, donde también pueden re-editarse formas de habitarlo y una singular relación entre usuarios locales y transeúntes esporádicos.

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Así como ese hábito de sentarse en el umbral de la casa, o en la Plazoleta de los Suspiros, espacio convocante para la reunión de vecinos sin distinción de clases sociales, para nuestro tiempo ésta puede ser una costumbre “de barrio” o casi hasta de pueblo, aunque se reconoce una familiaridad en esa actitud que gana el espacio público transformado en otros paseos y con otro equipamiento urbano.

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En las fotos históricas volvemos a descubrir los rubros habituales de antaño tales como sastrerías, tiendas de “festones, bordados y vainillas” y los infaltables vendedores ambulantes.

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El mapa referencial del entorno barrial se completa con imágenes que nos devuelven a la conciencia la iconografía popular en los locales de souvenirs temáticos de diversa índole, ya sea en alusión a lo local o, de manera desprejuiciada si son relativos a contextos foráneos y que se introducen sin mediar una reflexión acerca del entorno. En contraste a esto, los locales comerciales de abastecimiento diario permanecen, aunque hayan mutado sus formas de venta y exhibición como son los autoservicios, los maxiquioscos.

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El barrio, espacio pĂşblico, hitos culturales, usos recreativos y turismo

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1931- vista calle de La Boca

Las esquinas son el punto de encuentro para viejos almacenes, cafés-bares con sus vidrieras desde las cuales leer la escena urbana o un periódico, pizzerías, bodegones -sin olvidar las prácticamente extinguidas y famosas cantinas boquenses- y restaurantes, sitios gastronómicos muy “porteños” pero que a la vez en el barrio, y a lo largo del tiempo, han sabido recrear un ambiente particular y una fama de arrabal. 59


La Perla – más de 80 años de existencia, Punto de reunión de la Orden del Tornillo.

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Algunos continúan siendo más fieles a su historia incluso con sus menúes y clientes habituales, otros, llegan a la actualidad marcados por un afán turístico y la visita a lo largo de su existencia de ilustres vecinos y míticos personajes del mundo artístico, del espectáculo, del ámbito deportivo y político confiriéndoles una fama que en algunos casos llega a ser internacional. Y por otra parte, es posible agregar otros espacios transformados o inventados en una fusión contemporánea de esos usos tradicionales combinados con requerimientos culturales.

La buena medida, Suárez 101.

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Los hay más sobrios, austeros o simples en sus interiores, o bien profusos en materiales de revestimientos e icónicos en cuanto a sus elementos decorativos, haciéndose presente también “el filete”: técnica de dibujo y pintura sobre diversos soportes -vidrieras, espejos, cartelería publicitaria, papelería, mobiliario entre los destinados a este rubro comercialque buscaban personalizar un ambiente y establecer un diálogo cómplice y tácito entre el dueño del establecimiento y los clientes. El medio para lograr esto eran los motivos mitológicos, religiosos, ídolos populares, frases, sentencias y refranes representados a través del impacto cromático y el juego de luces y sombras para corporizar los volúmenes aplicados sobre superficies planas.

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Sin dudas, esta expresión popular que debía ejercerse con gran destreza artesanal constituyó un verdadero oficio porteño que en La Boca supo adquirir su propio tinte de identidad y hoy vive un resurgimiento tanto en la transmisión de la técnica tradicional como en la difusión de su valor cultural, además de ser incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 1 de diciembre de 2015, tal como lo fue el Tango en el año 2009 compartido con Uruguay como tradición rioplatense donde se combina la música, la letra poética y la danza. Lo cierto es que todos estos componentes materiales e inmateriales son un eslabón fundamental en la cadena de rincones simbólicos del barrio de La Boca.

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El paisaje urbano-arquitectónico El carácter mixto del paisaje residencial del barrio, está dado por la relación que se establece en el perfil de la cuadra por la articulación de las “Casas de chapa y madera”, singularidades constructivas y espaciales de La Boca, y las populares “Casas chorizo” y la “Casa de altos”, para viviendas unifamiliares y colectivas respectivamente, que exceptuando también sus particularidades en este entorno, han sido además las viviendas de mampostería más desarrolladas en toda la ciudad de Buenos Aires en los momentos de su expansión y consolidación entre 1880 y 1940, pudiéndose localizar las más tardías en los suburbios de la Ciudad.

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Se pueden distinguir dos tipologías arquitectónicas vernaculares diferentes, es decir ejecutadas por idóneos constructores, que dieron respuestas adecuadas a las necesidades espaciales y funcionales con los materiales propios del lugar, vinculados en un proceso de transculturación, adaptación e hibridación, que permitió arribar a un resultado propio.

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En esta mixtura de materiales, sistemas, tecnologías y formas de ocupación del espacio de la parcela o predio, se establece un patrón de altura en los edificios entre los nueve y doce metros, lo que constituyó casi el único parámetro de homogeneidad en el perfil urbano, hecho que aún puede rescatarse en grandes sectores del barrio y que definen la percepción de la escala.

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La continuidad del perfil puede estar alterada por grandes hitos urbanos como la cancha de Club Atlético Boca Juniors, enormes predios industriales, infraestructuras como la ex Usina Ítalo-Argentina de Electricidad o más tarde conjunto de viviendas de interés social como Catalinas Sur.

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“Casas chorizo y casas de altos” de La Boca La “casa chorizo” (1890-1925) es una sucesión de habitaciones que ventilan a un patio lateral a través de una galería de circulación que las vincula también con la parte principal de la casa ubicada al frente. El acceso a la vivienda es lateral alineado al patio y al zaguán, espacio -hall- posterior al ingreso. La “casa de altos” (1900-1940) es el resultado de superponer en un piso alto la misma planta de la casa chorizo. De esta manera dos familias ocupaban el mismo terreno, cada una con su vivienda e ingreso independiente. Como variantes según el tamaño del lote puede tener mayor número de departamentos, o un local comercial en la planta baja. Las fachadas respondieron a distintos lenguajes o “estilos”, mayoritariamente eclecticismos de filiación italiana, art nouveaux y modernistas, y en menor medida se construyeron otras tipologías con lenguajes: neocoloniales, art déco y racionalistas.

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Casas de chapa y madera, una “Arquitectura sin arquitectos” en alusión a Bernard Rudofsky

El barrio de La Boca se asentó sobre terrenos anegadizos y blandos por su proximidad al Riachuelo. La mano de obra conocía las técnicas de ensamblaje de la madera y los revestimientos metálicos por trabajar en los astilleros y los materiales eran fácilmente transportables, permitían una rápida ejecución y en general eran reutilizados de otros usos. Lo que hoy podríamos denominar como una “actitud amigable con el ambiente”, fueron experiencias pragmáticas, factibles y orgánicas para un contexto y vida nómades.

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Morfología y forma de ocupación del terreno: Las “casas de chapa y madera” están formadas por varios bloques o volúmenes independientes, característica dada por su técnica constructiva, y dispuestos en el terreno en forma de “E”, “C” o “L” según el tamaño del lote, y articulados entre sí por los espacios libres de circulaciones y patios.

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Por sus materiales y tecnolĂłgicas pueden clasificarse en: Casas de madera, construidas Ă­ntegramente en ese material, sĂłlo las cubiertas eran techos inclinados de chapa de acero cincado.

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Casas de chapa y madera, estructura portante y paredes compuestas por un esqueleto o bastidor de madera -sistema que recrea el balloon frame- al cual se fijaban tablones machihembrados o solapados en el interior. El exterior era revestido con chapas de acero cincado sinusoidales y posteriormente pintadas.

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Sistema constructivo mixto, combinación de la construcción de ladrillos y la de “chapa y madera”. Planta Baja de ladrillos y revoque, planta alta de chapa y madera

Planta baja de ladrillos con revoque y planta alta de chapa y madera.

Bloque de chapa y madera y fachada de mampostería con revoque

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Lo hรกptico: Cornisas, guardapolvos y marcos de ventanas, treillage, barandas, mamparas y color Los detalles ornamentales con formas clรกsicas pero reproducidos en madera y aplicados sobre la chapa, la variedad de materiales, texturas y el color potencian la condiciรณn hรกptica y sensorial de cada elemento.

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El sistema constructivo En el esquema se muestra el sistema constructivo empleado y que en el artículo “Madera y chapa en el barrio de La Boca”, publicado en la revista Summa Temática N°2 del año 1985, se describe como: La estructura de las casas de madera es liviana, constituida por elementos vinculados entre sí. Puntales de madera dura como fundación hincados en el terreno, unidos por tirantes de (3” x 10”) ensamblados y abulonados a los pilotes. Sobre estos tirantes base a 0.60m o 1.90 m del nivel del suelo, se encastran parantes (3” x 3”) vinculados en su parte superior por una solera. Los cerramientos laterales forman una trama constituida por los parantes y tablas exteriores horizontales machihembradas del 1” por 12”, complementada en algunos casos, por tablas interiores de 1” por 5” y revestimiento exterior de chapa de hierro cincado acanalada. Las primeras casas de La Boca se construyeron sin este revestimiento exterior dando testimonio de ello algunos ejemplos existentes. Las aristas de los encuentros laterales, se materializan con tapajuntas o cantoneras de chapa lisa.

Sistema tipo balloon frame

Las cubiertas son de chapa acanalada, a dos o cuatro aguas. En cuanto a su estructura se alternan los techos de poca pendiente con los armados sobre pequeñas cabriadas apoyadas en los parantes laterales, que pueden o no complementarse con aleros ornamentados con cenefas de madera o chapa. Los cielorrasos al igual que los pisos, son de tablas de madera machihembradas.

Las aberturas son similares en casi todos los casos: puertas de tablero de madera en su parte inferior y vidrio en la superior con postigos interiores y ventanas de varias medidas pero de estructura semejante, con postigos interiores o persianas venecianas en madera. Artículo escrito por María del Carmen Porta, Silvia Quintans, Susana Mesquida, Patricia Andrada, Alcira García, Norma Volpini, Juan Fricia, Cristina de Echeandía, Lucía Calcagno, Doris Mougthy, Herman Schevach y Mónica Lacarrieu. 79


Tanto la industrialización en madera como en acero galvanizado recrean, potencian y optimizan conceptos y lógicas de montaje relativas a procesos de prefabricación que estuvieron presentes en los orígenes constructivos del barrio. Ambos incorporan en el interior de las paredes las aislaciones térmicas, acústicas y contra incendios apropiadas para garantizar las condiciones de habitabilidad, seguridad y confort contemporáneas.

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Arquitectura contemporånea construida con sistemas industrializados en acero galvanizado Vivienda en New Orleans -EEUU– Estudio OJT

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Vivienda en Suecia– Arq. Tommy Carlsson

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Casa en São Francisco de Paula– Studio Paralelo Rio Grande do Sul - Brasil

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Casa en São Francisco de Paula– Studio Paralelo Rio Grande do Sul - Brasil

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Capas y texturas de una identidad El ADN del barrio queda contenido en los fragmentos, superposiciones, yuxtaposiciones, hibridaciones, en un in between (estar entre) lo diferente en el espacio y lo diferido en el tiempo por una acumulación de capas de apropiación que alcanza la escala territorial. Huellas en el tejido urbano Podría decirse que el barrio de La Boca posee un trazado urbano orgánico porque la tradicional cuadrícula se fue acomodando, tanto en su orientación como en el tamaño y geometría de sus manzanas, al límite sinuoso del borde del Riachuelo o mejor dicho la “Boca del Riachuelo”. El territorio quedó surcado y dividido con las vías del ferrocarril del Sud, infraestructura que vinculaba el puerto y el interior de la provincia de Buenos Aires para el traslado y comercio de productos.

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Ca. 1895 Rimathe

Intensa actividad portuaria hasta su desactivaciรณn total en 1970.

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La matriz productiva, comercial y de transporte: puerto – ferrocarril, se completaba en tierra con las barracas, edificios de acopio y estiba de mercaderías.

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La arquitectura industrial como los edificios de Descours Cabaud Cía., Bachino Industry, las barracas: Espada, Merlo y el “Conjunto Barraca Peña”: la barraca, la vieja estación de ferrocarril y el puente, entre otras estructuras constituyen importantes piezas urbanas de enorme valor simbólico para la identidad del barrio.

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Las vĂ­as del ferrocarril y las calles Garibaldi y AmĂŠrico Vespucio.

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El parcelario es irregular, tanto en tamaño como en geometría, consecuencia de la convivencia de lotes de gran dimensión ocupados por estructuras industriales y depósitos, y predios más pequeños de uso residencial. Esta peculiaridad de inserción e imbricación de dos escalas dan cuenta del fuerte vínculo y proximidad entre el lugar de trabajo y la vivienda. 93


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El tranvía, infraestructura urbana documentada en las fotografías. Todavía es posible hallar algunos rastros de las vías de ese antiguo transporte insertas en el asfalto.

Ca. 1900 AGN 1938 Imágenes de Buenos Aires 1915-1940

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Relecturas contemporรกneas de la rivera y Vuelta de Rocha, paseo peatonal e infraestructura de contenciรณn.

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El Puente transbordador histórico (1914) Almirante Brown, símbolo de La Boca y del patrimonio industrial. La postal se compone además con el puente Nicolás Avellaneda y la Vuelta de Rocha, despejada de barcos.

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Pintura


Entre-Nos Crónicas de La Boca

Pocos barrios de la ciudad han sido descriptos por espías y diplomáticos, declarado su independencia, con sendas comunicaciones al Rey Humberto I de Italia, o que escritores como Jorge Luis Borges hayan imaginado que en sus orillas se produjo la fundación de Buenos Aires: Dicen que en el Riachuelo, pero son embelecos fraguados en la Boca. De metáforas e historias, de testimonios y pinceladas, de películas y crónicas, el barrio de la Boca se caracterizó desde mediados del siglo XIX por albergar a numerosas nacionalidades de inmigrantes, que encontraron de este lado de la ciudad su deseo de atravesar fronteras. Los artistas plásticos fueron atraídos a La Boca, no sólo por el ambiente de bohemia que caracterizaba a sus calles y habitantes, sino también por haber sido protagonista de movimientos anarquistas y socialistas. El estallido de los acontecimientos que originaron la Semana Trágica de 1919 en los talleres Vasena, los barrios de Barracas y de La Boca fueron el escenario de esas luchas. Como testigos de ese episodio en la sala 2 de PROA, se levantan las columnas de hierro de los talleres Vasena, pertenecientes al origen del almacén naval que albergaba este edificio. 102


Exhibir el arte que inspiró el barrio de La Boca desde sus orígenes, constituye una tarea más cercana a la catalogación que a la posible metodología expositiva. Por ello las obras que aquí se presentan, constituyen una representación simbólica que proyecta el espacio externo en los límites de una muestra. Desde los primeros artistas rioplatenses que mostraron en los libros de viajeros la imagen del Riachuelo hasta el presente, los artistas acuden al barrio como una forma de vida, a veces nucleados por propuestas estéticas, otras motivados por movimientos sociales y políticos. En ese museo imaginario de los llamados artistas de la Boca, ésta exposición se extiende más allá de los muros de PROA hacia otras colecciones de arte, como la de los museos de Bellas Artes de La Boca “Benito Quinquela Martín”; el Nacional de Bellas Artes; el Museo Sívori, el Ateneo Popular de La Boca; Impulso. Agrupación de Gente de Arte y Letras; el Museo del Cine de Buenos Aires “Pablo C. Ducrós Hicken”; el Museo Histórico de La Boca y, seguramente, a otros ámbitos públicos y privados en cuyas colecciones se conservan las obras de estos artistas.

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Carlos Enrique Pellegrini Buenos Aires, La boca del Riachuelo cerca de Barracas Litografía Imprenta Lemercier – Guttero, Alfredo Paisaje( isla Maciel), 1928 Oleo sobre cartón Colección Traba – Collivadino, Pío Isla Maciel, S/F Oleo sobre cartón Colección Neuman


Stagnaro, Orlando Vuelta de Rocha, Riachuelo, 1912 Oleo sobre tela Colecciรณn Neuman


Quinquela Martín, Benito S/T, 1962 Oleo sobre tela Colección Neuman


Lacรกmera, Fortunato Marina, ca. 1940 Oleo sobre cartรณn Colecciรณn Traba


Daneri, Eugenio Crepúsculo en el Riachuelo, S/F Oleo sobre tela Colección Neuman


Lacรกmera, Fortunato Desde mi estudio, Ca. 1930 Oleo s/hardboard Colecciรณn Museo Benito Quinquela Martin


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Lacámera, Fortunato Desde el estudio de Victorica, S/F Oleo sobre tela Colección Neuman – Miguel Carlos Victorica Dibujo sobre papel Colección Cavarra


Lacámera, Fortunato Sabado inglés,ca. 1945-1946 Oleo sobre cartón Colección Traba


Ferrini, Luis Anocheciendo, 1945 Oleo sobre tela Colecciรณn Neuman


Diomede, Miguel "Vuelta de Rocha", 1941 Oleo sobre cartรณn Colecciรณn Traba


Vento, Vicente S/T, S/F Oleo sobre tela Colección Neuman – Lacámera, Fortunato La Boca del Riachuelo, S/F Oleo sobre tela Colección Neuman



Maccio Romulo Niebla en el Riachuelo,2001 Acrílico sobre tela – Collivadino, Pío Viejo rincón, S/F Colección Neuman – Quinquela Martín, Benito Incendio en Necochea y Brandsen, 1948 Colección Neuman


Daneri, Eugenio S/T, 1962 Oleo sobre tela Colecciรณn Neuman


Ferrini, Luis Sudestada, 1945 Oleo sobre tela Colecciรณn Neuman


Ferrini, Luis Mañana LLuviosa, 1949 Oleo sobre tela Colección Neuman – Tarde de Agosto, 1949 Oleo sobre tela Colección Neuman




Bellocq, Adolfo Historia de Arrabal, 1922 XilografĂ­as ColecciĂłn Sergio Baur


Giordano La Rosa,Mario S/t, ca. 1930 Oleo sobre tela montada sobre cartรณn Colecciรณn Traba


Quinquela Martín, Benito Chimeneas en La Boca, S/F Colección Neuman – Día de trabajo, 1972 Colección Neuman – Collivadino, Pío Puerto, S/F Colección Neuman



Vigo, Abraham Reunión Óleo sobre tela Museo Sivori – Fin de jornada, 1936 Óleo sobre tela Museo Sivori


Quinquela Martín, Benito Postal firmada por Quinquela Martín, 1961 Oleo sobre tela Colección Neuman – Ferrini, Luis Noche de San Juan, 1944 Oleo sobre terciado Colección Museo Benito Quinquela Martin – Gorrachategui, Claudio Bar boquense, 1972 Oleo sobre hardboard Colección Museo Benito Quinquela Martin




Leandro Listorti AndrĂŠs Levinson


El paisaje de La Boca en el cine

El primer film con sonido óptico realizado en nuestro país fue ¡Tango!, en 1933, protagonizado por Libertad Lamarque, Tita Merello, Luís Sandrini y Pepe Arias, los cuatro habrían de convertirse en grandes estrellas del cine argentino. Parte de la acción de este film transcurre en La Boca, a orillas del Riachuelo. Antes y después el barrio fue escenario de una larga lista de películas que encontraron en las calles, los barcos y el puente, un ambiente orillero, pintoresco, humilde y futbolero. De este modo, el cine contribuyó a construir la mitología boquense. La inmigración italiana, las casas de chapa de colores, los marineros, el mundo de trabajadores por un lado y delincuentes por otro se dieron cita en el barrio a través de las películas. Así, conformaron un modo de pensar y describir La Boca, reafirmado en el tango, la literatura y la pintura que permanece casi intacto hasta hoy. La solidez de esta recurrencia se confirma en los films documentales y noticieros cinematográficos que construyen de un modo realista un mundo similar. No obstante conviene preguntarse cuánto de todo esto conforma la identidad de La Boca para sus vecinos, aquello que se proyecta hacia adentro del barrio parece querer distanciarse de los tópicos del cine. Esta distancia entre cine y realidad no es nueva, de hecho tiene mas de un siglo: es célebre el espanto de Máximo Gorki al entrar por primera vez a una sala cinematográfica y comprobar que la realidad que le habían prometido estaba habitada por fantasmas. 134


Curaduría y realización: Leandro Listorti y Andrés Levinson Producción: Museo del Cine de Buenos Aires “Pablo C. Ducrós Hicken” Conservación: Amalia de Grazia Biblioteca: Celeste Castillo, Romina Spinsanti Colección: Museo del Cine de Buenos Aires “Pablo C. Ducrós Hicken” Agradecimientos Javier Trímboli (Coord. Archivo Histórico RTA) Maricel Collorichio Guillermo Pauletto (Transfer Archivo Histórico RTA)

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Tango 1933 – El canillita y la Dama 1971 – Riachuelo 1934



La Tigra 1954 – Edad Dificil 1956 – La Mary 1974




Pobre mi madre querida 1948 – El crack 1960 – Apenas un delincuente


Bruma en el Riachuelo, 1942 Pedro Maratea tomando las manos a Aída Luz. – Héctor Quintanilla y Aída Luz sujetando por los brazos a Olinda Bozán.


El centroforward muriรณ al amanecer, 1961 Luis Medina Castro llevado en andas por una multitud.


La barra de la esquina, 1950 A la izquierda el actor José Marrone, en el centroel cantante de tangos Alberto Castillo y cierra la escena el actor Jacinto Herrera. – Alberto Castillo tomando por los hombros a María Concepción César. Sentado el actor José Marrone, junto a Hugo Chemín y Salvador Fortuna. – Ricardo Lavié, María Concepción César, y Tito Licausi.



Pobre mi madre querida, 1949 Emma Gramรกtica


Riachuelo, 1934 Maruja Pibernat en un conventillo y en una baranda.



FotografĂ­a


Escenas y rincones. Fotografía de La Boca

En esta sala se destaca la mirada particular de los artistas que le dan al barrio una impronta diferente a la documentación histórica. La visión de los fotógrafos que observan el barrio a través de su cámara, dialoga en esta sala con la observación técnica y específica de la arquitectura y el paisaje característicos de La Boca: las casas de chapa y los conventillos, el río y el puente.

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Horacio Coppola La Vuelta de Rocha, 1936


Horacio Coppola Riachuelo, Puente Almirante Brown, 1931



Horacio Coppola Calle California, La Boca, 1931


Sara Facio Conventillo en la Boca, 1965


Sara Facio Portuario, 1962


Sara Facio Riachuelo, 1964


Sara Facio Nuevo Emigrante de la boca, 1997


Anatole Saderman El Chalet


Anatole Saderman Escaleras – El Puente


Anatole Saderman El Balcon de Victorica


Anatole Saderman El Puerto


Anatole Saderman De Visita


Anatole Saderman Vecinos


Aldo Sessa Volviendo a Casa. La Boca, 1959


Aldo Sessa Riachuelo.La Boca, 1959


Aldo Sessa Usina del Arte. La Boca, 1966


Aldo Sessa Remolcador. La Boca, 1966


Aldo Sessa Sacando un barco. La Boca, 1980


Aldo Sessa "Shute". La Boca, 2001


Aldo Sessa Pescadores. La Boca, 1962


Aldo Sessa Festejando un gol. La Boca, 1968 – El nonno. La Boca, 1964


Aldo Sessa Conventillo. La Boca, 1958


Facundo de Zuviria Publicaciรณn, 2009



Cantina Melina Di lorio


IL PICCOLO VAPORE (Buenos Aires, 2007. Fotografía Color 107x123 cm)

La instalación, IL PICCOLO VAPORE recrea la última cantina del barrio de La Boca, a modo de gesto final de resistencia poética ante el avance del progreso. Resistir. Volver a vivir. Insistir con la idea que “mi barrio es mi mundo”, pintar la aldea para ser universal. La recreación de la cantina, rescata su color local. IL PICCOLO VAPORE es hoy este rinconcito de La Boca para que los visitantes tomen sus selfies, no pretendo otra cosa con el arte, más que entretenerse sanamente y en familia. Marcos López

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La Cantina Il Piccolo Vapore es la única cantina italiana que se mantiene en pie desde los años 60 en la tradicional calle Necochea de la República de La Boca. En nuestros orígenes, fuimos un bodegón que recibió a inmigrantes y trabajadores del puerto que, reunidos en un ambiente de hermandad, gozaban juntos de buena comida, música y bebidas. Con el correr de los años, la calle Necochea o Camino Viejo se fue convirtiendo en el polo gastronómico por excelencia donde la gente amanecía luego de noches interminables de música y baile y donde se disfrutaban los platos más típicos de la cocina italiana. Hoy en Cantina Il Piccolo Vapore recuperamos esa tradición que caracterizó al barrio y resurgimos como mítico lugar de reunión y festejo popular. Melina Di Iorio

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Instituciones culturales


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Ateneo Popular de la Boca


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Fundado el 7 de diciembre de 1926 por iniciativa del historiador Antonio Bucich y un grupo de jóvenes nucleados a partir de un anuncio aparecido en el periódico Ideas. La primera asamblea se llevó a cabo en Aristóbulo del Valle 471, sede de la Universidad Popular de La Boca. Desde su fundación lleva a cabo su actividad cultural ininterrumpidamente. Actualmente su sede se encuentra en Benito Pérez Galdós 315, donde funciona desde 1970. Fundamentos “Levanta una tribuna de ideas para poner en contacto directo al pueblo con los directores y pensadores de la nueva generación, cuyo acceso será libre.” “Tiene por principal finalidad la divulgación de la cultura y la extensión intelectual. Contemplará los problemas sociales en procura de soluciones equitativas” “Es casa de estudio, abierta a las aspiraciones de mejoramiento cultural y simpatiza con todas las inquietudes intelectuales, a las que brinda su protección y estimulo” Apoyada en un “sentimiento vigoroso y amplio de argentinidad. Impulso de la fraternidad”

Estatutos, Ateneo Popular de La Boca, 1932


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El Ateneo se instala en el mapa de la cultura desde fines de la década del veinte y, de manera progresiva, afianzó su búsqueda a través de un accionar reflejado en múltiples actividades; transformándose en uno de los ejes fundamentales de la vida cultural y social local. El Ateneo fue parte de la necesidad de nuclearse iniciada con la ola inmigratoria del siglo XIX y, por lo tanto, no fue ajeno a las relaciones con los diferentes actores barriales, colaborando y cooperando con ellos. Dotado de características únicas, forjó lazos con similares centros de cultura nacionales y latinoamericanos, manteniendo un activo intercambio.

Comisión directiva en 1936: Roberto Ferro, Constancio Fiorito, Ernesto Chavez, Romualdo Boggiano, Antonio Bucich, Ángel Cassinelli, Luis Gonella, Adolfo G. Ovejero, Fortunato Lacámera, Martín Trabuco, José Zelasco, Juan Zanchetti, , Eduardo Attardi, Vicente Vento. Fotografía publicada en La Nación, 6 de diciembre 1936

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Concursos y salones Salón de Artistas de La Boca (1929-1935) Salón de Artistas Noveles de La Boca (1936 – 1946) Salón de Grabadores Boquenses (1940) Premiados destacados: Miguel Diomede (1° premio de pintura en el 1º Salón de Artistas Noveles de La Boca en 1936), Orlando Stagnaro (1° premio de escultura en 1937, con un retrato de Diomede)

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Jurados destacados: M.C. Victorica, F. Lacámera, R. Forner, H. Butler, E. Centurión, E. Larrañaga, A. Bigatti, J. E. Payró, L. Falcini y J. Romero Brest; que demuestran la amplitud de criterio que caracteriza a la Institución.

Raquel Forner. 16 de abril 1936. Carta de aceptación de participación como jurado para el premio “Alfredo Guttero”

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2° Salón de Artistas de La Boca, 1932. J. B. Musso, A. Bucich, B. Quinquela Martín, Vicente Vento, M.C. Victorica, R. Capurro, L. G. Ferro, entre otros.


Libro de firmas. 2° Salón de Artistas de La Boca, 25 de octubre al 4 de noviembre 1932. En esta página las firmas de Benito Quinquela Martín, Miguel Carlos Victorica, Fortunato Lacámera, Cata Mortola de Bianchi, Vicente Vento y Roberto Capurro, entre otros.

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“Este tercer Salón de Artistas de la Boca, no solamente demuestra la constante floración de pintores, que ya cuenta con verdaderos maestros, sino que, personalmente, me llena de íntima satisfacción pues viene a comprobar mis augurios de hace veinte años, cuando me fue dado inaugurar la primera muestra.” Atilio Chiappori, 26 de abril 1936. Libro de firmas, APLB

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“Visitando esta exposición organizada por el Ateneo me detengo en la sección de Noveles Boquenses mientras mi recuerdo se remonta a veinte y cinco años atrás, cuando en este mismo salón yo exponía mis primeros cuadros.” Quinquela Martín, 1 mayo 1936. Libro de firmas, APLB

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1°Concurso de fotografía artística (1936)

Premio “Intendencia Municipal” – Premio La Nación – Segundo premio


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Se realizan concursos literarios, históricos y periodísticos; fomentando la actividad de los jóvenes escritores e investigadores del barrio de La Boca y de la ciudad: _Certamen Histórico y literario “Motivos de La Boca el Riachuelo” _Certamen literario del cuento boquense “Roberto Mariani” _Premio de Poesía _Certamen Literario “Francisco Isernia” _Salón del Poema Ilustrado

Exhibiciones de artes plásticas Las artes plásticas son uno de los pilares de las actividades culturales del Ateneo desde su fundación; la participación de artistas de heterogéneos orígenes y fama fue una constante a lo largo de toda su historia. Su actividad se inserta así dentro de densas redes tejidas entre artistas e instituciones dentro del campo artístico porteño.

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1945 Juan Batlle Planas

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Exposición póstuma de Víctor Cúnsolo. Organizada por el Ateneo en Amigos del Arte. El museo Municipal de Bellas Artes (hoy “Eduardo Sivori”) adquiere la obra Niebla en la Isla Maciel (1930) para su colección. Coleccionistas privados también adquieren obras en esa ocasión.

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1939. Alfredo Guttero y sus amigos. con obras de: Bigatti, Cúnsolo, Domínguez Neira, Guttero, Forner, Pisarro, Tiglio y Victorica. Realizada en el Salón Ligure. – 1940. Horacio Butler Prólogo de Julio Payró. – 1946. Cuarta Muestra de Arte Concreto-Invención Prólogo de Edgar Bayley: “El nuevo arte, la pintura”.

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Conferencias y cursos Cursos “Alfrefo Guttero” de divulgación de la Historia de las Artes Plásticas Cursos de Extensión Cultural de Historia Argentina Cursos “Esteban Echeverría” de divulgación literaria argentina Cursos “Julián Aguirre” de divulgación de la Música Nativa Algunos conferencistas destacados: Julio Payró, Jorge Romero Brest, Carlos Astolfi, Enrique de Gandía, Emilio Burucúa, Clorindo Testa

1940. Conferencia de Margarita Sarfatti: “El Movimiento Pictórico del Novecento Italiano”. Presentada por Jorge Romero Brest, en el Centro de Maquinistas Navales


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Actividades culturales

Público en la presentación del Coro de niños del Ateneo, dirigido por Kurt Phalen. Caminito, 1960.


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Actos y conmemoraciones Ateneo cultivó la memoria y el desarrollo de la identidad nacional a través de la conmemoración de fechas patrias y la organización de homenajes a próceres argentinos a través de su Comisión de Historia. Instaló placas conmemorativas en la ciudad y colaboró con el emplazamiento de monumentos en el barrio. Asimismo realizó publicaciones de temas históricos, acuñó medallas a través de su Comisión de Numismática.

Medalla conmemorativa de la inauguración de la Escuela-Museo “Pedro de Mendoza”, 19 de julio 1936


Publicaciones Periódicos y revistas

Riachuelo (1931 – 1933).

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Vida del Ateneo (1937 – 1942) – Pórtico (1941 -1946)




Publicaciones destacadas Antonio Bucich. Un artista del novecientos boquense. Santiago Stagnaro, 1959 Antonio Bucich. Luchas y rutas de Sarmiento, 1942 Antonio Bucich. Esteban Echeverria y su tiempo, 1938 Antonio Bucich. La Boca del Riachuelo en la Historia, 1971. Segunda edición 2013 Marcelo Olivari. La escuela bella. Los motivos de Benito Quinquela Martín, 1935 Enrique de Gandía. León Pancaldo y la primera expedición genovesa en el Río de la Plata, 1937 David Tiempo. Allá junto al río… Ensayo biográfico de La Boca del Riachuelo

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Socios y colaboradores Los personajes

“Tengo cincuenta cosas en la seseras [sic] pero la emoción sólo me deja firmar con cariño y respeto a los muchachos del ‘Ateneo’”. Juan de Dios Filiberto, 19 agosto de 1931. Libro de firmas, APLB

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Actividades destacadas en la actualidad Exposiciones de artes plásticas Antonio Oriana. Dibujos y esculturas Grupo Graburatoris. Libros de Artista Fernando Prada. El color del silencio Participación con patrimonio de la institución en la muestra Víctor Cúnsolo en Espacio de Arte Fundación OSDE Música Grupo "Los Históricos Tanos y Músicos de La Boca“ Grupo “Classic Camera Ensemble” Literatura Roque Vega La Boca soñada, cuentos y música Actividades con la comunidad “Astilleros de Colores”, actividad creativa para los niños de las distintas salas de 5 años del Jardín N°1 del barrio de La Boca. Concursos y salones Concurso anual de Manchas “Antonio J. Bucich” Concurso de cuento breve “Ateneo Popular de La Boca 90 años” Salón de Pintura de La Boca, organizado en conjunto con Agrupación Impulso y el Museo “Benito Quinquela Martín”

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Complejo Quinqueliano


El 1° de abril de 1933 Benito Quinquela Martín ofreció un terreno de su propiedad, en carácter de donación, al Consejo Nacional de Educación para construir un edificio de tres pisos. La planta baja y el primer piso estarían destinados a una escuela primaria, el segundo para un Museo de Artistas Argentinos y el tercero para vivienda y taller del artista. El 19 de julio de 1936 se inauguró la Escuela Pedro de Mendoza con una idea de integración cultural, basada en la conjunción del arte y la pedagogía. Quinquela Martín realizó dieciocho murales en el interior del edificio. El complejo se completó en 1971 con la inauguración del Teatro de la Ribera en el terreno contiguo.

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Museo de Bellas Artes de La Boca “Benito Quinquela Martín” El 19 de julio de 1938 abrió sus puertas, en el mismo edificio de la Escuela Pedro de Mendoza, el Museo de Bellas Artes de La Boca cuya colección, representativa de la historia del arte nacional, se conformó con obras de artistas argentinos figurativos.

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“El pensamiento de la Comisión ha sido el de que el Museo ostentara dignamente la representación total de la República, sin descuidar el completarla con la incorporación de obras de los precursores e iniciadores de las artes plásticas en el país, de las cuales ya figuran algunas. (…) se ha tratado de reunir a los paisajistas, los figuristas, los retratistas, los costumbristas, los cultores de interiores, de naturalezas muertas, de flores, etc.” Catálogo del Museo. 1948

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Actualmente el museo ocupa una superficie total de aprox. 3000m2, repartidos en cuatro niveles. En el primer piso se encuentra el archivo documental de Benito Quinquela Martín y la biblioteca del museo. En el segundo piso se ubican cinco salas de exposición, donde se exhiben obras patrimoniales y se realizan exposiciones temporarias. También se encuentran las salas destinadas a reserva técnica y restauración de obras. El tercer piso corresponde a la casa-museo de Benito Quinquela Martín, donde se conservan sus muebles y objetos personales, y se exhiben sus obras. En las cuatro terrazas se exponen esculturas del patrimonio.

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El Museo contaba al momento de inaugurar con un patrimonio de 500 obras. Actualmente la colección está conformada por 1256 obras, de las cuales 94 son de autoría de Benito Quinquela Martín. La colección presenta una homogeneidad estilística que muestra las diversas tendencias figurativas del arte argentino desde fines del siglo XIX.

Fernando Fader. Diligencia cruzando el arenal, óleo s/tela, 88 x 164 cm, 1908


Alfredo Lázzari . Olavarría e Irala, óleo, 60 x 80 cm

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Teniendo en cuenta, entre otras causas, la ubicación del museo, frente al histórico Riachuelo de los Navíos, que, con el andar del tiempo, ha dado carácter y vida a la zona, he organizado una sección o Sala de Arte Naval, que a la fecha ostenta una importante colección de ‘mascarones de proa’, algunos antiquísimos y hasta históricos, que diariamente son motivo de renovado interés y curiosidad de parte de los visitantes. Esta Sala de Arte Naval es única en su género en América del Sur.” Quinquela Martín sobre la Sala de Arte Naval Expediente 2456 – M – 1938 (B 28, p.39)

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Eduardo SĂ­vori. La muerte del marino, Ăłleo s/tela,190 x 242 cm, 1888


Pío Collivadino. Paseo Colón, óleo s/tela, 84,5 x 72 cm, 1925

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Valentín Thibón de Libian. Cabaret , óleo s/tela, 68 x 62 cm – Forner. El manto rojo, óleo s/tela, 135 x 75 cm, 1941



A .Gramajo Gutiérrez. Feria de Simoca, óleo s/tabla, 80 x 100 cm, 1937


Benito Quinquela MartĂ­n. La ciudad futura, aguafuerte, 65 X 50 cm. c.1940



Pedro Zonza Briano. Venus argentina, bronce, 1938 – Lucio Correa Morales. Soldado, terracota, 1892


De acuerdo a su ideario fundacional, la Institución como Museo- Escuela cumple múltiples funciones, entre ellas: desarrollo de proyectos, programas y actividades artísticas, culturales y educativas de inserción socio-comunitaria; relacionados con el contexto de origen y proyección nacional e internacional. Realiza muestras temporarias de artistas argentinos, publica catálogos y libros de difusión del patrimonio nacional. Se organizan charlas, seminarios y visitas guiadas regularmente.



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Teatro de la Ribera El Teatro de la Ribera es otra de las donaciones del Benito Quinquela Martín para el fomento de la cultura local. Se ubica junto a la Escuela-Museo completando el complejo quinqueliano. Fue inaugurado el 27 de octubre de 1971 con la obra Allá en la Boca de entonces.

Benito Quinquela Martín y público asistente a la inauguración del Teatro de la Ribera, 1971.



El teatro tiene capacidad para 643 espectadores. La sala está compuesta por una platea baja y una platea alta. El escenario tiene 11 metros de embocadura y 14 metros de profundidad. En la sala y en el hall de ingreso, se destacan ocho murales realizados por Quinquela Martín que reflejan la vida cotidiana del barrio de La Boca. El teatro ha sido recientemente restaurado, recuperando su colorido y esplendor original. Cuenta con una programación que se renueva constantemente, en la que se presentan obras clásicas y de autores contemporáneos.

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Agrupaciรณn Gente de Artes y Letras Impulso


José Pugliese, periodista boquense propuso la creación de una nueva institución artística en el barrio. Se reunieron el 23 de marzo de 1940 en el taller de Fortunato Lacámera en Pedro de Mendoza 2087 Estuvieron presentes también José Luis Menghi, Arturo Maresca, Pascual Ragno, Mateo Scagliarini, Carlos Porteiro, Alejandro Frecero y Antonio Carotenuto El mismo año se instalaron en el local de Lamadrid 355 donde la institución continúa funcionando actualmente

FUNDAMENTOS “Reunir bajo un techo común a todos los artistas plásticos y a quienes se sientan partícipes de sus inquietudes. Propender por todos los medios a su alcance a la divulgación del arte en todos sus aspectos. Auspiciar toda exposición que realicen sus asociados. Procurar de los poderes constituidos de la Nación mejoras y nuevas normas para la mayor difusión del arte en el pueblo. Sostener un local para exposiciones, conferencias, conciertos y otros actos artísticos y culturales. Mantener relaciones con todas las entidades afines y colaborar con toda iniciativa tendiente a favorecer el arte y a los artistas.” 258


Primera reuniรณn de la Comisiรณn Directiva, junio 1940

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Actividades Exhibiciones de artes plásticas Las artes plásticas son el eje que articula las actividades culturales de Impulso, con la participación heterogénea de artistas de diversas estéticas e ideologías. La primera exposición individual de un artista en la institución fue la de Miguel C. Victorica en octubre de 1940.

Inauguración de la muestra de M. C. Victorica, 1940 En la fotografía: O. Stagnaro, J.Rosso, J.Bassani


Primer acto en Impulso, agosto de 1940. – Primera exposición inaugural colectiva en agosto de 1940.

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Conferencias Desde su fundación, la Institución organizó conferencias de las más variadas figuras de la cultura nacional e internacional. Se combina la inauguración de las exposiciones de arte con la presentación de conferencistas entre los que se destacan: Jorge Romero Brest, Ramón Gómez de la Serna, Juan C. Miraglia, Francisco Póliza, Nalé Roxlo, Manuel Mujica Lainez, Kurt Phalen, Germán Berdiales y Álvaro Yunque.

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Actos y conmemoraciones La Agrupación fue una gran impulsora de actividades y homenajes a las figuras barriales, con la colaboración de otras instituciones como el Ateneo Popular de La Boca y el Museo “Benito Quinquela Martín”, los Bomberos Voluntarios de La Boca, entre otras. En 1941 Miguel Carlos Victorica obtuvo el Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Bellas Artes. Impulso organizó una celebración en el barrio. Se iluminaron y decoraron las calles por las que el artista fue llevado por un carro triunfal proporcionado por los Bomberos Voluntarios de La Boca. Fue acompañado por una banda de músicos y comitivas de las diferentes agrupaciones barriales, para cerrar con un banquete popular.

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Publicaciones Libros

Antonio Porchia. Voces, 1943. – Antonio Porchia. Voces, segunda parte, 1943. – José Pugliese. La Boca del Riachuelo. Sus calles, plazas y puentes. Origen, evolución y significado de sus nombres, 1978.


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Socios y colaboradores Los personajes

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Cena de camaradería, década del ´50. Porchia, Menghi, Ferrini, Miraglia y O. Stagnaro, entre otros


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Fundaciรณn Museo Histรณrico de La Boca


La Fundación Museo Histórico de La Boca se fundó en 1987 con el objetivo de preservar y estudiar el pasado del barrio. Su sede se encuentra en el antiguo edificio del Nuevo Banco Italiano (construido en 1910), en la esquina de la calle Lamadrid y la avenida Almirante Brown. Es el primer museo de la inmigración ligure en el mundo.

Hall de entrada al Museo con la placa dedicada “A los italianos de la Liguria fundadores de La Boca del Riachuelo y a todos los inmigrantes que contribuyeron a la gloria de su cultura”


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La creación del Museo Histórico tiene como antecedente a la Comisión de Historia y Numismática, integrada por A. Bucich, A. Fiorito, E. de Gandía, C. Astolfi y R. de Castro Estévez, formada en 1937 en el Ateneo Popular de La Boca. En 1968 A. Bucich y Rubén Granara Insúa, siguiendo las actividades de la antigua Comisión, crean el Seminario y Archivo de Historia de La Boca del Riachuelo que dio origen al proyecto del Museo Histórico de La Boca.

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La colección del museo tiene origen en el material perteneciente al historiador Antonio J. Bucich y a Rubén Granara Insúa, que comprende documentos, bibliografía, prensa periódica, fotografías y objetos de la historia cultural del barrio de La Boca. Las piezas se exhiben en los 2000 m2 del edificio repartidos en diversas salas y patios. Continúa en la actualidad ampliando su patrimonio y trabajando en el estudio del pasado y presente del barrio a través de actividades como: Registro y Arqueología del catastro boquense Realización de exposiciones temporarias Registro de historia oral de las “voces boquenses” Investigación de genealogía y heráldica de apellidos Estudios ligures y de la lengua genovesa Salón literario 277


Su ideólogo y actual director es Rubén Granara Insúa, quien también es el presidente de la III República del La Boca.

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Rubén Granara Insúa en uno de los patios del Museo. Foto: Daniela Dini – Escudo de la República de La Boca. 279



Teatro Diego Kehrig


1957

Los chismes de las mujeres

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Autor: Carlo Goldoni Traductor: Tulio Carella Escenografía: Cecilio Madanes Luis Diego Pedreira Diseño de Vestuario: Luis Diego Pedreira Iluminación y Sonido: Alfredo Galante Leopoldo Rodríguez Asist. de Dir.: Ricardo Leygualda Administrador: Kive Staiff Dirección: CECILIO MADANES


1958

Las picardías de Scapin

Autor: Molière Traductor: Rafael Alberti María Teresa León Goyri Escenografía: Leandro H. Ragucci Diseño de Vestuario: José Varona Coreografía: Mercedes Quintana Asist. de Dir.: Jaime Jaimes Ricardo Leygualda Administrador: Antonio Soto Dirección: CECILIO MADANES

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1959

La zapatera prodigiosa

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Autor: Federico García Lorca Escenografía: Leandro H. Ragucci Cecilio Madanes Diseño de Vestuario: José Varona Música: Rodolfo Arizaga Coros: Pedro Valenti Costa Asist. de Dirección: Víctor Fassari Julio Katzaf Administrador: Antonio Soto Dirección: CECILIO MADANES


1960

Una viuda difícil

Autor: Conrado Nalé Roxlo Escenografía: L. H. Ragucci - C. Madanes Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Iluminación y Sonido: A. Galante - L. Rodríguez Asist. de Dir.: Héctor J. Aragones Asist. de Prod.: Miguel Ángel Lumaldo Administrador: Antonio Soto La Burrita “Perica” donada por el Jockey Club de Córdoba Dirección: CECILIO MADANES


1961

Il corvo

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Autor : Carlo Gozzi Traductor: Tulio Carella Escenografía: Leandro H. Ragucci Cecilio Madanes Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Asist. de Dir.: Héctor Jacinto Aragones Asist. de Prod.: Miguel Ángel Lumaldo Dirección: CECILIO MADANES


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1962

Las de Barranco

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Autor: Gregorio de Laferrere Escenografía: Leandro H. Ragucci Cecilio Madanes Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Iluminación y Sonido: Alfredo Galante Leopoldo Rodríguez Asist. de Dir.: Héctor Jacinto Aragones Asist. de Prod.: Miguel Ángel Lumaldo Administrador: Antonio Soto Dirección: CECILIO MADANES


1963

Los millones de Orofino

Autor: Eugene Labiche Traductor: Luis Saslavsky Escenografía: C. Madanes – M. Á. Lumaldo Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Coreografía: Olga Francés Cecilio Madanes - Emilio Bius Traspunte: Víctor Rey Efecto de lluvia: Emilio Tedesco Administrador: Antonio Soto Dirección: CECILIO MADANES

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1964

La pérgola de las flores

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Autora: Isidora Aguirre Compositor: Francisco Flores del Campo Escenografía: Miguel Ángel Lumaldo Director de orquesta: Roberto Lar Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Coreografía: Crandall Diehl Tapa Programa de mano: Carlos Alonso Administrador: Carlos Carro Dirección: CECILIO MADANES


1965

La verbena de la paloma

Autor: Ricardo de la Vega Compositor: Tomás Breton Escenografía: Guillermo de la Torre Director de orquesta: George Andreani Diseño de Vestuario: Eduardo Lerchundi Coreografía: Oscar Aráiz Administrador: Carlos Carro

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1966

Mil francos de recompensa

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Autor: Víctor Hugo Traductor: Luis Saslavsky Escenografía: Miguel Ángel Lumaldo Diseño de Vestuario: Claudio Segovia Asist. de Dir.: Héctor Aragonez Dirección: CECILIO MADANES


1968

El sueño de una noche de verano

Autor: William Shakespeare Traductor: Manuel Mujica Láinez Escenografía y Luces: Cecilio Madanes Diseño de Vestuario: Delia Cancela Pablo Mesejean - Claudio Segovia Coreografía: María Fux Dirección: CECILIO MADANES 293


1972

Los chismes de las mujeres

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Autor: Carlo Goldoni Traductor: Tulio Carella Escenografía y Luces: Luis Pedreira Cecilio Madanes Apuntador: Ariel Rossi Producción: Rosita Cetkovic Asistente: Susana Zarate Dirección: CECILIO MADANES


2015

Los veraneantes

Autor: Máximo Gorki Adaptación: Lautaro Vilo Escenografía y Vestuario: Cecilia Zuvialde Iluminación: Facundo Estol Música: Adolfo Oddone Asistente: Igncio Ansa Dirección: Lautaro Vilo 295


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2015

La historia de un Soldado

Autor: Charles Ferdinand Ramuz Músico: Igor Stravinsky Traducción: Beatriz Sarlo Escenografía y Vestuario: Minou Maguna Iluminación: Facundo Estol Coreografía: Edgardo Mercado Dirección Escénica: MARTÍN BAUER Dirección Musical: SANTIAGO SANTERO

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2016

Jettatore

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Autor: Gregorio De Lafèrrere Escenografía y Vestuario: Gabriela Aurora Fernández Iluminación: Matías Sendón Diseño Coreográfico: Manuel Attwell Asesoramiento de peinados y maquillaje: Mónica Gutiérrez Asist. de Dir.: Pablo Elías Quiroga Dirección: MARIANA CHAUD


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2016

Un Poyo Rojo

Coreografía: Nicolás Poggi -Luciano Rosso Producción: Un poyo rojo Dirección: HERMES GAIDO

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proa


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