e t e l l i B Menos intermediarios, más beneficios
D PLUS
esde que el mundo es mundo, muchas personas se han obsesionado por ganar mucho, mucho, mucho dinero. Este es su objetivo.
Tienen la creencia que solo al ganar, amontonar, reunir… mucho, mucho, mucho dinero, con ello, alguien les extenderá un pasaporte hacia la felicidad.
No tengo nada en contra de los que les dan a sus vidas el sentido y objetivo de amasar capital. Ellos sabrán. El tema es el camino (No confundir con la obra de Escribà de Balaguer).
Les parece que pueden vivir en veinte mansiones, conducir treinta coches al mismo tiempo y comer veinte veces al día, sin morir en el intento. Y claro, necesitan mucha pasta.
Y el camino de muchos es: para llegar al capital final, cuantas menos manos intervengan, mejor. Se trata de eliminar intermediarios. Del árbol al plato del comensal.
No me refiero a espaguetis, fetuccini, ni… me refiero a euros, dólares, libras, etc.
Junio 2022
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Pero resulta que no. Que te mueres, pero tus riquezas se quedan. ¿Y entonces, para qué tanta pasta? Alguno no se ha enterado todavía.
Ya los antiguos faraones enterrados con sus ushebtis, arcas, hornacinas con joyas y piedras preciosas, incluso algunos enterrados con la familia y sirvientes, creyeron que se podía viajar a otros mundos llevándose sus riquezas.
De esto Amancio Ortega e Isak Andic saben un rato. “Yo me lo guiso y yo me lo como”. Pero hay que ser finos. Vamos a llamarlo, como si yo hubiera estudiado en la mejor escuela de negocios (que no es así) negocios verticales. Barrunto que, en nuestro sector, dentro de muy poco va a estallar un volcán que el de la isla de La Palma será un ... juego de niños.