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Encuentro Literario Autobiogrรกfico
Opalina Cartonera 3
Que no se te olvide recordar Encuentro Literario Autobiográfico Opalina Cartonera 2017 Diagramación a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Laguna Verde, Valparaíso, Chile por Opalina Cartonera
“Colección Ciudad de Los Sueños” Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor
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Prólogo
¿Por qué escribimos? ¿Para quién escribimos? ¿Qué escribimos? Vocación, para otros una necesidad vital, tal vez para conectarnos, para reconectarnos, para recordar o para crear. Sin duda alguna todos tenemos recuerdos, recuerdos que por una u otra razón fueron especiales, recuerdos de infancia, adolescencia, del día a día. Estos recuerdos, en algún momento desconocido cruzan el umbral y se convierten en relatos. Hoy, comenzamos con este librillo con ilusión de que nuestros recuerdos, nuestros relatos, también formen parte de la historia de quienes lo leerán en un futuro. Esperamos que quien esté leyendo ahora este prólogo encuentre aquí un relato que lo transporte a su recuerdo. La compilación de estos cuentos no tiene otra finalidad más que la de hablar de nosotras mismas sin culpas, un espacio de expresión literaria desde nuestra unificación. Esta creación representa una diversidad de estilos literarios, de vida y de formas de ver la realidad. Desde sus diferentes visiones, experiencias, memorias y consciencias imaginativas se encuentran en un punto en común, el desarme.
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Nace en El Salvador III región pre cordillera de Chile, allí vivió hasta los 12 años disfrutando el viento de la montaña desértica. Luego, con su familia emigra hasta La Calera. En el año 1993 estudia Educación en Valparaíso en la Universidad de Playa Ancha. Actualmente, vive en Valparaíso junto a su hijo, desempeñándose como Profesora en el área de Educación Especial.
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EN EL CAMINO Mi trabajo como orientadora juvenil me gusta, me hace sentir orgullosa, aunque reconozco que a veces es cansador escuchar y atender a las necesidades de los demás. En todo caso, me las arreglo para recargar energía con un cafecito o alguna talla con la secretaria o con la vecina de la oficina del lado. Hoy es viernes y mi cuerpo lo sabe, sabe que a la hora de almuerzo nos juntaremos con la Paula y su marido más el grupo de amigos de siempre, y cómo olvidarlo si el famoso whatsapp no paró de sonar en la semana con los acuerdos para reunirse, el último hoy a las 8.00 am que decía “Francisca recuerda el almuerzo de hoy”. No nos vemos desde hace un año, pero sé que me espera la típica conversa de cuando éramos jóvenes y las mismas preguntas de siempre, ¿Dónde fueron de vacaciones? ¿Cuándo van a tener guagua? Y la infaltable lista de logros económicos y académicos que se arma entre todos, competencia de la que nadie queda fuera. A la hora del almuerzo, dicho y hecho. Por suerte que durante el postre surgió la idea: “Podríamos ir a laguna verde”. Me entusiasmé, cambiar un poco la escenografía diaria es refrescante. No nos demoramos nada en estar todas las parejas de acuerdo y entonces nos fuimos en caravana. Me encanta la playa, el viento en la cara, en el pelo, la arena tibia, el ritmo de las olas que es como respirar, el mar tan infinito que te invita a aventurarse. Una tarde rica con la natura. Ya cuando empezó a bajar el sol decidimos regresar, así que nuevamente a los 10
autos y partimos. Luego, de algunas curvas en subida el primero de la fila se detuvo en un mirador y el resto lo seguimos. Al bajar me di cuenta que era para observar la postal de la puesta de sol, el típico cliché de las parejas y el sol dorado que se hunde en el mar, sólo que esta vez acompañado de una “improvisada” once, ya que de repente se abre un maletero donde había sándwiches, termos y tazas y como en automático las mujeres partimos a buscar la comida para llevarle a las parejas de cada una. Es en el preciso momento en que estoy tomando la taza cuando me detengo a pensar: ¡¿por qué?! Recién ahí, después de tantos actos distintos, pero iguales. Me siento obligada a hacerlo y veo la obligación en los movimientos de las otras; Me siento desconcertada y al mismo tiempo despierta, sin embargo, el sentimiento es la represión, porque a pesar de mi reflexión continué haciendo lo mismo que las demás, sin comentar. Me tomé ese té con la intención de que nos fuéramos ya de ahí, fue un té muy sin sabor y un pan que no me quitó el hambre. Ya en casa todo me parecía cuestionable y decidí entonces aceptar mis dudas y desafiarme a no marcar ritmos ajenos y hubo quiebre y hubo llanto por cierto, pero también hubo consuelo. “…Sufrir es parte de la vida” dice una canción en mi cabeza, “…Este es el funeral de mi dolor” dice la estrofa que sigue. Así, pienso en abrirme paso sin sentir obligación, haciéndole honor a mi nombre que significa: mujer abanderada- mujer libre. Haciéndome honor a mí misma, haciéndole honor a todas, porque al fin y al cabo todas somos libres nos llamemos Juanas, Rosas o Franciscas. 11
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Nací hace 39 años dentro de una familia compuesta por mi madre Marta, mi padre Sergio y hasta ese momento mi hermano Marcelo; en años posteriores llegaría un nuevo miembro al clan, mi hermano Patricio. Mi vida entera dentro de esta red, ha sido una oportunidad para aprender del amor, la solidaridad, el esfuerzo, la diversidad, pero sobre todo de mi misma en su compañía. En este espacio amoroso siempre se pudo pensar y dialogar desde distintas veredas, de ello me di cuenta en la adolescencia, período en el cual surgieron las primeras preguntas acerca de las motivaciones y la existencia humana, lo que me llevó a mis primeros estudios de grado y a titularme como Psicóloga. Hoy, adentrándome a un mundo hasta ahora desconocido que me tiene completamente seducida y que espero me albergue por años. 13
DES – CUBRIR Aquella tarde me encontraba sentada en el muelle, mi corazón latía tan fuerte como uña tronadura subterránea, sentía mi respiración agitada y mis manos parecían temblar. Las personas transitaban despreocupadas en sus rutinas, su caminar era desigual y sus miradas ajenas. El muelle a pesar de las historias vividas lograba darme un tiempo de valioso alivio. Más, esa tarde de colores electrónicos yo no hacía otra cosa que contemplar mi vida. Una y otra vez me invadían preguntas que no lograba entender ¿quién había sido yo en ese momento?, ¿qué podría decir?, ¿cómo podía explicarme lo que se había desatado en mi interior?, ¿cómo seguiría mi presente? El recuerdo de aquellos instantes en que su figura era nítida y el calor de su cuerpo parecía vibrar. ¿Cómo había sucedido todo?, ¿cómo podría explicarme aquel sentir?, ¿qué se había despertado en mí, que no conocía verdaderamente?, ¿cómo podría controlar el deseo de estar ahí otra vez? El momento fue eterno y fugaz, lleno de contradicciones, pero sentía en mis ojos un brillo especial, la luz de ser mi propio cómplice, lo cual me llenó de valor para poder abrir las alas y volar sin saber hasta dónde podía llegar. Había aceptado una invitación sin regreso y lo peor era sentir que iría hasta el final, sin importarme nada más que yo misma. No sabía realmente si había habido alguna vez, en que había recorrido mi cuerpo de esa manera, con tanto 14
encuentro y tanto juego. No sabía realmente cuales eran las motivaciones de aquel momento, pero tampoco me importaba tanto, solo sabía que era yo misma en un nuevo presente. Así fue como estuve envuelta en aromas a oleos y maderas, así fue como sin poder predecirlo gozaba de mi completa desnudez y movimiento, así fue que me moví sin culpa ni recelos, sin temores ni vergüenzas, asilada en imágenes transgresoras y revolucionarias que personificaban toda mi fuerza interior. De esa manera concluí que todo ello era mucho más de lo que había imaginado alguna vez de mi misma y de la vida, ya que habían muchos mandatos familiares que obedecer, y que aunque no eran pocos los que se verían afectados por mi confesión, mi verdad era egoísta pero era solo mía y ello se constituía en un valioso poder. Encendí mi cigarrillo mientras caminaba devuelta hacia aquel muelle que tantas veces me había albergado y sentí como el humo avanzaba prófugo en mi interior, mientras mi corazón me hacía retumbar. Esa sensación me hacía recordar que había una verdad oculta e insospechada, una verdad que solo yo conocía, que podía o no develar, pero el abandono resultó ser más cómodo y el silencio un buen aliado para aquella tarde de colores electrónicos.
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Nacida en Santiago de Chile el año 1984. Criada en el Plan de Valparaíso, Sector el Almendral. Nieta de Eduardo, Berta, María, Rubén y Yolanda. Hija de Patricia, Pedro, Ximena y Roberto. Hermana mayor de once hermanos/as. Madre de Nahual Azul. En ocasiones, posee la capacidad de volar a grandes alturas y otras veces se introduce en profundidades sombrías para encontrar sus propias respuestas. El cuento Racconto en una escalera, representa una nueva forma de entrar en ese espacio sombrío, oculto y a veces ignorado de sus memorias emocionales. 17
Racconto en una escalera Fue un día Domingo al atardecer, entré a ese lugar, ahí me encontré con largas y ondeantes escaleras de madera, bien pulidas, aseadas, limpias con prolijidad. Pienso en lo que es una escalera, una construcción que te puede llevar a varios espacios, en la cual podemos subir o bajar, puede disponer de varios tramos separados por descansos y sirve para comunicar diferentes alturas. Me afirmé de las barandas, un olor a madera de casa porteña que me lleva a mi más tierna infancia. Recuerdo cuando visitábamos a la Tía María y nos tirábamos sentados cuesta abajo, y la Nonna nos decía: - Cuidado con los riñones, niña. Hermosos e intensos encuentros familiares, juegos, comidas, peleas, cigarros y el infaltable sábado gigante en el televisor marca Phillips. Al llegar al segundo piso del espacio, frente a mi veo un sillón verde oscuro, similar al que vi durante toda mi infancia. Tardes enteras sentada junto a Nonna, quien mientras fumaba su Advance largo, me contaba infinitas historias de su vida, muchas ya me las sabía de memoria, sin embargo, siempre había algún nuevo detalle que incorporar. En esos momentos, yo creía fehacientemente cada uno de sus relatos. Bueno, y ahora creo que la verdad única no existe, es diversa, subjetiva y modificable según la realidad de cada uno o cada una. Retomando esa tarde de día domingo, mientras subía la escalera, sin entender como, recordé un trabajo 18
personal pendiente, explorar en todos los ritmos con los cuales vivo, incluso con los más inusuales, así que subí lento, despacio, paso a paso, así también evitaba tropezarme, ya que eso me suele suceder en estos eventos sociales. Sigo subiendo por la escalera, apoyando mi brazo derecho en la baranda, lo observé y lo puse encima con lentitud, sintiendo la temperatura y textura de la madera. Mientras intentaba sentir el brazo derecho, pensaba en este brazo, cuanto lleva tatuado. Desde que nací este ha significado un sinnúmero de desafíos. En el momento de mi nacimiento, quedé atrapada en la pelvis de mi madre, siendo arrancada desde mi brazo derecho, debido a esta negligencia, me cuesta moverlo con precisión. Es aquella parte del cuerpo que me demanda más atención. Ese domingo antes de llegar a ese lugar, había sido un día difícil e intenso, de esos que apenas puedes levantarte. Eso, me pasa al menos una vez al mes y como ya entiendo lo que viene después, solo dejo que suceda. Así que intenté meditar y de esta forma ver más allá de esta emoción. En ese momento, sonó el timbre, era Daniel, un gran amigo. Era el momento de salir y dirigirnos al evento de día domingo que nos habíamos propuesto asistir. Luego de haber subido aquella simbólica y reveladora escalera, ya situada en el lugar para comenzar a ver la obra, me senté cerca de los barrotes de la misma. En ese momento sentí la necesidad de registrar las sensaciones que emergieron, dándome cuenta que ese día, era de aquellos en que puedo sentir y comprender los significados o quizás la sincronías de este procesos. En ese momento pude ver 19
hermosas construcciones, nuevas imágenes, sonidos y movimientos propios de la obra que presenciamos, creaciones que propician un estado introspectivo, melancólico y que a su vez se vuelve una necesidad de desaparecer y volver a nacer. Cuando nací en esta vida, mi madre casi muere. Sin embargo, no la dejé partir, un parto de una chica veinteañera, en una familia en los años 80. Mi abuelo, un uniformado partícipe de la dictadura chilena, de aquellos hombres con inteligencia práctica y racional, con múltiples identidades, de esos que pueden aplicar la razón en su trabajo y expresión de la emoción en casa, con los suyos. - Si el te amaba, el te amaba… Decía mi tío, cuando tuvimos esa conversación una tarde húmeda y calurosa en Nueva York. Unas cuantas cervezas en un bar del barrio de inmigrantes de clase media, yo evidenciando el trabajo del abuelo y él mirándome con cara sorpresiva y evasiva a la vez. Ahí, con una actitud reveladora, tal como la de una impresora de papel, imprimiendo los textos olvidados en un computador. Con mi tío, hace casi veinte años que no nos veíamos y yo en esa conversación sólo imprimí lo que nadie quería hablar. Mientras recuerdo estos sucesos, la obra ya había finalizado, me sorprendo de cómo ese día domingo, aquella escalera unificó diversas espacios de mi vida.
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Licenciada en Artes de la Representaciรณn, Actriz y Monitora Teatral. Es escritora, cuenta cuentos, profesora, mamรก y hasta ahora, todo lo que se le venga en gana. Hay tanto que decir de nosotras, tanto, como nosotras queramos saber. Hablar de ser mujer me resulta mucha mรกs interesante que el aspecto curricular. Luchona, conectada con el presente e intentando vivir sin culpa.
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NINFÓMANA La solitaria mujer, salió de su solitaria casa. Si, porque esa casa estaba repleta de acuarios sin peces, casuchas sin perros, jaulas sin pájaros y aunque parezca increíble de cama, pero no de cualquier cama, de cama de dos plazas. Salió a caminar por su solitario vecindario, porque no lograba concebir sueños, sueños en los cual lograra conversar, circular y mezclarse con otros seres como ella. En sus sueños existía tan sólo una persona, ella. Ella rodeada de acuarios sin peces, casuchas sin perros, jaulas sin pájaros y aunque parezca increíble de cama carente de dos plazas. Ella sabía mejor que nadie lo que ella necesitaba, no eran peces, perros, pájaros ¿drogas?, ella estaba necesitada de algo húmedo que corriera por sus piernas, de espasmos, ella estaba necesitada de hombre, pero no de cualquier hombre, de un hombre con su gran miembro erecto circulando por su casa, persiguiéndola y haciéndole el amor de manera violenta en el acuario, la casucha, la jaula, en cualquier parte, menos en la cama inexistente de dos plazas. Cuando volvió de su caminata nocturna y se recostó en su solitaria cama, pensó que tal vez no debió matar a cada hombre de ese pueblo en el cual vivía después de haberle hecho el amor, porque si bien es cierto cada acto era una pequeña muerte, nunca se sabe cuando ella iba a volver a tener curiosidad por refugiarse en otros órganos. 23
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EPÍLOGO Esta creación es el resultado del Encuentro de Construcción Literaria Autobiográfica Valparaíso 2017. El proceso creativo se inició desde una experiencia terapéutica de transformación, llevando a las participantes a un viaje con tres momentos, cada momento finalizaba con el uso de nuestros propios registros de bitácoras, lo que permitieron la resignificación de nuestros procesos internos. El primer momento nos llevó hacia el recuerdo con alguna vivencia, experiencia de vida, desde un quiebre de esquemas personales, un proceso de crisis. Nos conectamos con este proceso de desarme, con la finalidad de encontrar una parte de del ser, se busca una conexión con el caos interno. Visualizamos ese momento o estado intentando “vernos”, integrando a este espacio sensaciones del cuerpo físico, emocional y mental, respondiendo a interrogantes tales como ¿cómo me veo en ese proceso de crisis? “Salgo de un pozo de agua con la ropa mojada” (Kala) “Me atrevo a transitar” (Eli) El segundo momento del Viaje nos conduce hacia construcción de la propia realidad (desate personal), como un proceso de transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma. Esta instancia, se presenta como una oportunidad para actuar. “Trabajo para mi mujer piola” (Paulina) 25
La tercera parte de este viaje es cuando aflora la creación desde la sombra (co-creación). Una nueva conexión con el cuerpo, emoción y mente de este nueva yo después de la crisis. El resumen de las vivencias y de nuestro encuentro nos situó en un nuevo espacio de co-construcción desde nuestras similitudes y marcadas diferencias.
Complicidad Conexión Redes Reconocimiento Movimiento Diferentes planos Observar Jugar Disfrutar
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FACILITADORAS
Paulina Muñoz Bastías, Licenciada en Artes de la Representación, Actriz y Monitora Teatral. Es escritora, cuenta cuentos y profesora de reforzamiento curricular. Docente habilitado (Licenciada en Artes de la Representación) Amplia experiencia en Educación. Incorpora metodología propia que vincula el arte, el ludo y la didáctica teatral, capacitando a profesores e impartiendo clases de reforzamiento de Lenguaje, Matemática, Cs Naturales y Sociales desde pre-kínder a 6° básico por medio de su propia metodología. Logros en proyectos que van desde la habilitación de Biblioteca CRA, hasta incentivo de lectura tanto para pre-escolar como básica, organizaciones de tertulias literarias, creación de concursos literarios, entre otros. Además posee conocimientos en escritura creativa, cuenta con diversas publicaciones y reconocimientos.
Carla Martínez Espinoza: Inicia sus conocimientos en la formación universitaria a través del camino de la Educación Parvularia y Educación General Básica (Nb1). Se desempeña durante siete años en el aula donde incorpora la innovación artística y terapéutica con la comunidad educativa. Así mismo, comienza a desarrollar iniciativas en torno a la importancia del apego y la 27
crianza consciente en el desarrollo de los niños/as. De forma simultánea manifiesta un profundo interés por la expresión del cuerpo, vivenciando experiencias relacionadas con el yoga y la danza para niños/as, lo que la lleva a integrar de forma espontánea y con fluidez estas disciplinas en el aula, armando y desarmando diversas metodologías. Posee un diplomado en Arteterapia y a partir de este proceso, realiza experiencias para mujeres, niños/as, familias y equipos pedagógicos. En la actualidad se encuentra en proceso de tesis de un Magíster en Educación Emocional, programa dirigido por Juan Cassasus, en la Universidad Mayor, sumergiéndose en la creación de un método del desarrollo de la consciencia a través del cuerpo, emoción y mente. Por otra parte, integra conocimientos desde la espiritualidad reconociendo su impulso emocional que la caracteriza, en la realización de lecturas de aura y tarot terapéutico, como herramientas para que los/as demás puedan desarrollar su consciencia y lugar en el mundo según sus propias construcciones.
Valparaíso, DICIEMBRE 2017
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se terminĂł de imprimir en el mes de diciembre del 2017 en los talleres de editorial Opalina Cartonera
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Los libros de la editorial opalina cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaciรณn, delicadeza y Carรกcter
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