Libro don Belisario Piña

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CUENTOS&MENTIRAS De don Belisario PiĂąa Un Tesoro Humano Vivo.

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L CUENTOS&MENTIRAS De don Belisario Piña, Un Tesoro Humano Vivo. Título original: Cuentos&Mentiras, de don Belisario Piña, un Tesoro Humano Vivo Autor - cultor: Belisario Piña Pardo Gestor y recopilador: César Muñoz Gutiérrez. elmagodelarbol@mail.com Ilustradores: Carmen Quiroz L. & César Muñoz G. Colaboradores: Círculo de Narradores Orales de Chile & Cía. Erase que se Era Santiago, septiembre 2017

Gallina Tuerta Publicaciones 2017 Diagramación a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Laguna Verde,Valparaíso, Chile por Publicaciones Gallina Tuerta Primera edición

“Colección Recolección” Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas- 3.0 Unported

Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor


CUENTOS&MENTIRAS De don Belisario PiĂąa Un Tesoro Humano Vivo.



“Soy un halcón solitario Del pueblecito de Nos Y por voluntad de Dios Mi nombre es Belisario Al subir a un escenario Yo saludo a todas las niñas Que son el fruto de la viña Que me vienen a escuchar Todas me quieren probar Porque mi apellido es Piña”.

Belisario Piña.



Prólogo 11 Sobre el género: La Mentira 12 1- Don Abraham Cuevas 15 2- Amigo no lo conozco 18 3- Santito y la Rusia 23 4- Potrillo con corbata 26 5- Pancutras 29 6- Sonia y el mal impuesto 33 7- Los tres amigos 37 8- Hacha chica, hacha ancha 42 9- La luna de miel 44 10- Los viejitos 48 11- La viejita limosnera 51 12- Adiós palomita voladora 54 13- La lengua de la vaca 58 14- Un muerto casi mata a tres vivos 62 15- Ni ni ni – na na na 66 16- Once huevo frito 70 17- Amigo litre 75 18- La mujer hambrienta 78 19- Décima de Don Arnoldo a su amigo Belisario 81 Reseña del cultor 82



Los cuentos y mentiras que se presentan en este libro han sido seleccionados y registrados directamente de la voz del cultor y representan una de las diversas formas de la oralidad vigentes, que se ha podido identificar en la actualidad. Los relatos presentes, se basan en una estructura narrativa sustentada en la oralidad, en el uso de modismos, refranero y picaresca popular. También, el humor presente en cada historia refleja el imaginario y acervo campesino arraigado en el pensar y el hablar de su cultor, por lo tanto, comprender el tenor de cada historia y de quien narra es un ejercicio al que se invita a explorar sin prejuicios, ya que la oralidad, es sin duda un proceso dinámico que se recrea constantemente en el tiempo y que va dejando huella del decir de otras épocas y contextos culturales. Un apartado especial, tienen algunas décimas incluidas en este libro, que hacen referencia al cultor o se asocian a un relato picaresco de su autoría. Esta forma poética, es una expresión más que practica el autor. Por último, es preciso mencionar que las ilustraciones de cada relato, corresponden a un trabajo delicado y dedicado de forma exclusiva para evocar una posible imagen que pueda despertar en cada historia.


La Mentira, cuento de mentiras o mentirillas, es un género de la oralidad construido sobre la estructura de un relato que contiene un contrasentido en su argumento, con una lógica indiscutible pero absurda. Es un cuento imaginado a partir del cual se trata de hacer creer en el oyente la veracidad de un imposible. Esta forma narrativa también encontrada en versos y cantos, es cultivada por un narrador(a) oral tradicional, que generalmente cuenta en primera persona y que posee una gran destreza de la lengua, una fuerte imaginación, una rapidez en la expresión verbal y gestual y una gran capacidad de improvisación para que el oyente pueda enganchar en el relato y creer lo que está escuchando. Normalmente, este tipo de narración se apoya en la oposición de los elementos presentes en el relato. Como por ejemplo: “…Un rio caudaloso se desbordo quemando plantas y árboles e incendiando todo un valle, mientras un ciego veía como una liebre volaba y un mudo llamaba a un sordo que escuchaba tranquilamente un concierto de músicos mancos…” Sin embargo, en otras versiones, pueden ser simplemente relatos con mucho humor y gracia en la narración y que generalmente finalizan con un remate. Las Mentiras pueden ser la ocasión de un juego o desafío donde varios narradores tratan de sobrepasar al otro con mentiras más grandes. Esto permite también que el narrador invite a su auditorio a explorar en la lengua y a escapar de sus límites, dando paso a verdades que se


escapan de la misma realidad y que ejercitan y hacen flexible el imaginario y simbólico colectivo. Según Gustavo Roldan, “Los exagerados o mentirosos, siempre nos han hecho reír, pero además nos hacen ver el tamaño real de las cosas, la verdadera dimensión de las cosas, suele ser un tincazo a las conciencias”. A lo que Cervera otro investigador agrega: “Las mentiras o patrañas, lejos de empañar la verdad, alertan sobre visiones tergiversadas de la realidad, engendran humor y potencian la creatividad por comparación”. Los cultures de esta forma oral en Chile son escasos, sin embargo, se tienen nociones de algunas zonas del país donde se cultiva esta práctica muy ligada al mundo rural y al tiempo de reposo que sigue a las faenas campesinas, donde hombres y mujeres se cuentan historias y anécdotas que superan la realidad. El 2016 el Círculo de Narradores Orales de ChileCINOCH, postulo a don Belisario Piña Pardo, al programa de Tesoros Humanos Vivos, del Consejo Nacional de las Cultura y las Artes, instancia que otorgo a don Belisario la categoría de destacado Tesoro Humano Vivo 2016, por su labor como narrador oral tradicional o Mentiroso, constituyéndose este como un referente reconocido por su valor y contribución a la preservación de nuestro patrimonio cultural inmaterial.

Cecilia Beuchat Reichardt (1997) Poesía, mucha poesía en la educación básica. Editorial Andrés Bello



Este era un huaso que se llamaba Abraham Cuevas, un día, aburrido del campo quiso probar suerte y partir a la capital. -Voy a ir a Santiago a buscar trabajo, aquí ya no hay que hacer en el campo. Eran los años 45-50 cuando el medio de transporte era el tren, que se demoraba casi días enteros en llegar a Santiago. El tren de los curaos, le llamaban, venia la gente tomando, traían arrollaos, pedazos de chancho, huevos duros, pollos cocios, la pile cuestiones pa’ hacer los trayectos. Cuando llego Don Abraham Cuevas a Santiago, traía su maleta de mimbre con ropa, en un saco queso, pan, una botella de vino, y charqui, se hizo un cigarro y salió a la calle, saco un cigarro, le dio una fumada, luego le pego una masca al charqui y se quedó mirando para todos lados, cuando de repente aparece un joven, y le pregunta: -

¿Qué busca amigo? Donde alojar esta noche. mire ve esa lucecita roja que da vuelta allá arriba, Claro, claro ahí hay una puerta colora, hay puede alojar. ¿Cómo se llama usted? - Abraham Cuevas. - Preciso el nombre poh señor, usted golpea nomas y le van a contestar de adentro.


- ¿Le llevo la maleta? - Yapo, gracias. Y el hombre se fue pa’ otro lado y no se supo más de él. Entonces, llego a la puerta colora y golpeo y de adentro dice la regenta: - ¿Quién eh? - Abraham Cuevas! - No, tan todas ocupas la chiquilla… No era na pensión.

Glosario Cocio: Igual cocido. Regenta: uno de los apodos dados a las mujeres encargadas de las casas de citas.



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Esto sucedió en los años 60 cuando trabajaba en un fundo, veo en el diario un día: “se necesita administrador agrícola para el sur”, presentarse en Huérfanos 5010. Voy y en el segundo piso golpeo en la oficina y… adelante hombre buenos días señor. Buenos días Vengo por el aviso del diario. Ah, muy bien yo necesito alguien que sepa del trabajo agrícola, que me cuide el campo y lo animales, porque yo tengo animales! A ver tu papeles. Ah muy bien, estas pintado para mi fundo ¿cuándo te quieres ir? cuando usted diga, Mañana mismo si quiere. Yasta poh! Toma! aquí tiene las llaves del auto, (una camioneta Chevrolet 4x4) yo me quedo aquí unos meses porque estoy resolviendo unos asuntos, voy a llamar a mi señora para que me venga a buscar. Pero señor y me va pasar el auto Sipo, hombre o ¿quieres llegar a pata a Chillan? si es lejos la cuestión. Metio pa’ la cordillera pa’ arriba. Tú vas a llegar al fundo y el primero que te va recibir es el perro. Y allá tengo un empleao que te va ayudar y te va a mostrar el fundo, y van a ver los animales y toda la cuestión.


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Y llego entonces en la noche. Y me recibe un perro grande y un hombre, un huaso chicoco, bien mal agestado y me dice. -Buenas noches! ¿usted es el patroncito que envió el patrón? Sí, yo mismo. Yapo bienvenido! yo soy el empleao del fundo, para servirle. Pasé nomas por aquí que mi señora se está bañando y enseguida lo atiende. Y me quedo esperando en el living, cuando viene saliendo la señora del baño, con una pura toalla envuelta… pero que mujer más lindas, piel blanquita, ojos claros, pelo castaño, despampanante, linda. Buenas noches, vengo en seguida, dijo la mujer. ¿Y ella es su señora? Claro ella es poh. Pa’ entro yo me dije, y este gallo se come esta tremenda mujer, no puede ser. No se preocupa ni de su persona y tiene mujer tan linda. Esta tiene que ser mía. Oiga y ¿vamos a ir a conocer el fundo? Claro que si, mi patrón me dijo que le sirviera en todo, vamos a tener que salir todo el día porque es bien grande la estancia. Al otro día ensillan unos caballos, la señora les prepara unos huevos duros, un pollo cocido, pan y una botella de vino para el camino. Y todo el rato pensando y se me ocurre algo. ¿El patrón le dijo a usted que tiene que hacerme caso en todo lo que yo le mandara?


- Claro, yo tengo que hacerle caso en todo lo que me pida. - ya, entonces yo te voy a mandar pa’ Santiago. - ¿Pa’ Santiago? Es que yo no conozco la capital. - No te preocupes, yo te voy a dejar al terminal de trenes y se demora tres días en llegar allá, cuando llegues debajo de un techo grande, te bajas y sales a la calle. Busca donde alojar por allí, al ladito hay un hotel en San Alfonso. - Ya señor, pero ¿a qué voy a ir? - A dejar una carta mía. - Yapo - Mira, en la calle anda harta gente, pero cuando veas a un hombre bien alto y apurado, bien terniado, con un bolsón maletín de estos tipo, James Bond que se usa ahora. A él lo seguí y le entregas esta carta, y que la lea. Así que al otro día salió a la calle, a la Alameda y empezó a mirar, a la 8 de la mañana cuando andan todos camino al trabajo, cuando viene un hombre de terno y corbata caminando a todo tranco con un bolso a lo James Bond. - Señor, señor mi patrón le mando esta carta. - ¿Qué? - Mi patrón - Y ¿de dónde? - Del sur. Me dijo que le llevara la respuesta. - Ya, sígueme, ven para acá. Paréntesis del narrador ( chuta el gallo pa’ misterioso.)


- espérame hay, en esa sala, yo voy a la oficina mía y te llamo enseguida. - El hombre se sienta, abre la carta y lee: “amigo que no lo conozco, ni lo quiero conocer, entreténgame este huaso, pa’ gozar con su mujer”, deme su respuesta en tres días. - Tres días espero el huaso, hasta que recupero la carta con la respuesta, el huaso se devolvió llego al fundo, se encontró con el patroncillo y su mujer muy alegres y sonrientes y le entrego la carta. Este la leyó pa’ callado y dijo: (Remate) “Amigo, en verdad yo no lo conozco, ni lo quiero conocer, pero presénteme a la mujer del huaso, pa’ gozarla yo también”.

Glosario: Empleao: empleado Llegar a pata: expresión popular para señalar que se llega a un lugar caminando. Terniado: expresión popular para referirse a una persona vestida con terno. Pa’: apocope, contracción de “para”



Relato anecdótico tipo picaresco, referido por Santito Rubio de cuando era joven con su amiga la Rusia. Era joven el Santito y un día la Rusia le dice: Oie, Santo, ¿sabi vo lo que es el acto sesual? -

¿El acto sesual? No. Oie, dice que es regüeno. Quizás poh, yo no sé lo que es. Sipo, porque yo le pregunte a mí mama, y me pego unas palmas. Y me corretio… “Anda molestar pa’ otro lao chiquilla de porquería”. - Pregúntale tu a tu amigo! - No sé na’ yo. Pasaron los días y no llega un grupo de cabro de la universidad a acampar unos días, y venían bien preparados, todos con parejas, carpas y vieron al Santito y le preguntaron: - Oiga, ¿podemos acampar por aquí? Claro que si po. Y al otro día que estaban desayunando los muchachos, la Rusia y el Santito le llevan pan amasado y la Rusia se acerca a uno de los muchachos y les pregunta: - Oiga, ¿usted sabe lo que es el actos sesual? - ahh, ¿qué no sabes tú?


- no! Le dijo la Rusia, porque si ustedes saben pa’ que nos digan. - yapo, nosotros les vamos a enseñar después. Y le enseñaron bien enseña a la Rusia, y las muchachas a Santitos iban bien preparados pues todos llevaban sus gorritos. Así aprendieron el Santito y la Rusia y después se fueron a practicar pal cerro, mientras cuidaban las ovejas y empezaron ahí el acto sesual, cuando la Rusia le dice al Santito: - Oie, Santito que rico esta esto, pero sale mejor o nos van a ver. Y Santito se sale pero se le queda adentro el gorrito. Y dice Santito que como tenía los dedos cortitos, no podía sacarlo y la Rusia decía hay, hay… Santito asustado miro pal lado y veo unas pajas de teatina, y pesco una teatina y se la metió para sacar el gorrito. Y la Rusia hay, hay, hay, de repente junta las piernas y no se le va pa’ entro el gorro y la pajita. Y no me van a creer amigos, que a los nueve meses nació un cabro chico con chupalla y con paragua. Glosario: Sesual: sexual Regüeno: muy bueno Gorrito: referido al preservativo


Teatina: espigas de paja. Chupalla: sombrero de paja rĂşstico.


En el fundo de la Punta, había un empleo llamado Rosalindo Silva. Rosalindo era un hombre mayor, tenía dos hijos; Tanito y Raulito el regalón. Un día Rosalindo le dijo a Raulito: - Raulito hijo mío, ensílleme la yegua preña porque vamos a ir a la Punta. Lugar que quedaba a una hora de camino para pagar una plata y pasar donde un fulano a buscar unas herramientas. Se fueron a la Punta e hicieron todas sus diligencia y pasaron a servirse algo y donde Manolito Pinto, una cantina que vendían puro vino nomas, no había que comer, así que había que puro tomar. Y se curaron allí, sin comer. Y así tomando llego la noche y montaron a la yegua preña para volver, estaba todo oscuro y de repente la yegua se detiene y se pone a miar y a Rosalindo no se le cae el sombrero. Entonces le dice a Raulito: - Raulito mijo, me le cayó el sombrero, búsquemelo! Búsquelo! Raulito se baja y buscando el sombrero estaba en medio de la oscuridad y la yegua seguía miando dejando el barrial y Raulito buscando por detrás de la yegua encuentra el sobrero y alegre, - aquí esta!! Y no se


refala y se va de golpe disparado con el brazo y el sobrero en la mano (fuish) todo pa’ entro por el poto e’ la yegua que estaba miando con la cola para, y oscuro y todo y tironeando, saco el sombrero pero le quedo la cinta del sombrero a dentro, y luego llegaron a casa al otro día, y no va la señora a sacar leche al establo y justo estaba la yegua pariendo y sale un potrillito lindo. Y la señora grita: - Rosalindo, rosalindo ven a ver hombre, el potrillo nació con corbata.

Glosario: Miar: forma popular del verbo orinar La Punta: Fundo del nombre La Punta.



- He preguntado harto y me han dicho que es pantrucas pero la gente acá en el campo le dice pancutras. A mí me gustaba harto el vino, por eso uno tiene harto amigos. Yo vivía por aquí por Romeral, y un día me convidaron para la punta, el fundo La Punta, con unos amigos que puro tomaban y cantaban pero ni un platito de comida, ni na, así que hay estuve tres días y el día miércoles me vengo con harta hambre y voy pasando por donde Manolito Pinto, el que vendía vino y había hay unos conocido amigos mío. - Ehh Lalito, venga para acá, bájese, bájese, pase a tomarse un trago e’ vino. Pero a ellos yo les compraba vino, ellos ofrecían al puro presto. - Pucha Lalito pídase un jarito de vino, - pídase un chuico mejor, dijo Zamorano, y vamos pa’ la casa de Picarquin más acá. - Usted pida, no que Manolito le fía a usted. - Ya manolito páseme un chuico e vino, le dije yo. Y anótemelo. Partimos, llegamos a la casa de Zamorano y estaba su señora, la señora Sofía y entonces le dice: - Ya veni otra vez con gente pa’ ca a tomar a la casa. - Saen que más si quieren tomar vayan allá al pajal.


Y nos fuimos al pajal, onde tiene los fardos de paja para darles a las bestias. Puta y se hizo re tarde, así que no echamos a dormir allí y amaneció, y los dos con cualquier hambre. Y zamorano dice: - Voy a decirle a esta mujer que nos haga una sopa, un caldo más que sea, un caldillo cualquier cosa. - Y teni plata pa’ darle a la vieja? - Si, algo me queda. Y voy a hablar con la eñora. - Señora Sofía, le dije, porque no nos hace un caldito, no mata una gallina y nos hace una cazuelita. - Si quiere una pantruquita le hago con charqui - Bueno! Le dije yo. Yapo, entonces la señora empezó a preparar, a machucar el charqui un poco lo hecho a cocer, empezó a hacer la masa. Y el hombre además era capataz tenia hartos perro pa’ andar cuidando, tenía un perro viejo, que ya no salía al campo, viejo sin diente pasaba hay echao al lao del brasero, brasero e’ campo. - Ponle unos palitos de leña al fuego pa’ que hierva más luego la olla. Puro litre y quillay verde que había, que hacia media humareda. Hace la masa la señora, hace la marasca, las corta y estira para pancutra y empieza vuelta pal otro lao a tirar la masa a entro e’ la olla, haciéndole el quite al humo y no le achunta nunca así que la masa sale más allá y el perro aprovecha y la agarra en el aire y se las va comiendo.


Puta de cuarenta que tiraba a la olla, el perro se comía unas 20. Entonces yo no dije ninguna cosa, me quede mirando nos mas. Termino de tirar todo las masas que tenía y dijo, voy a darle un hervor más. - Claro, le dije yo. El perro llenito y al rato la señora que va mirar la olla y dice: - Mira niño por dios que me quedó caldua la olla, como si yo la había hecho más espesa. - Nimporta señora, si un caldito caliento, nomás necesitamos. Le pague y le pedí una fuente para llevarle al amigo Zamorano pal pajal y cuando vio la olla caldua me dijo: - Y esto cocino esta vieja? - No, hombre es que el perro viejo que teni en la cocina se comió todas las pancutras. - Perro e’mierda lo voy a agarrar a palo. Entonces se para el Zamorano, deja la olla a un lao y parte pa’ la casa, y no se dio ni cuenta que el perro me había seguido y se quedó escondió, me quedo mirando y metió el hocico a la olla y se comió too lo que le quedaba la olla. Así que yo le deje nomas. Y pesque mi sombreo mi caballo y me fui a engañar las tripas a otro lao. Glosario: Lalito: apodo del nombre Eduardo Eñora: forma popular campesina de decir señora Caldua: que tiene mucho caldo y poca menudencia. Nimporta: No importa.



Recuerdo que en todo pueblo chico había un doctor para todo, para el cabro chico, la señora embaraza, el abuelito, para todas las cosas. Yo vivía en San Francisco de Mostazal y estaba don Luis Aguilar, un viejito chico con su farmacia, era un viejito chico harto sabio, sabia harto, había estudiado bastante. Y un día me fui a trabajar pa’ la punta y allá estaban la familia Romero, seis hermanos, cinco hombres y una mujer y la mama viuda. Entonces un día se enferma la hermana, la Sonia, y se apretaba la guata, toda la noche igual. entonces dijo el hermano mayor, el Remigio: - ¿Qué te pasa? No me deci lo que teni. - No sé lo que me pasa me duele tanto la guata, me ha hecho hasta gomitar. - Mama! Mande mañana mismo a esta a onde el doctor Aguilar. - Claro, voy a ir a lesiar, creí que no hace frio en la mañana. Tres horas de camino pa’ allá de a caballo. - Es que vay a ir, vay con el Lito, (el hermano más chico) y la yegua tordia. No vay a ir na a la escuela, vay a ir con esta otra y preguntai al señor Aguilar, que es lo que tiene la Sonia porque esta cabra e’ moleera no me dice nada mí. Vo te poni una frazada en las piernas pal frio y la manta de castilla. Llegaron entonces al otro día donde el doctor Aguilar, anotaron a la Sonia una señorita y al rato la llaman:


- “Señorita Sonia Romero”. Se para la Sonia pa’ entrar y atrás la va siguiendo el Lito. - No Lito tu quédate aquí nomas. - Pero es que mi hermano me dijo que le preguntara al doctor que lo que tu teni. - Pero después te digo, después te digo, si tiene que examinarme primero el doctor. Entonces pasa la Sonia y el doctor le dice: - mmm pa’ que la voy a examinar si ya se lo que tiene. Se le nota en la vista que está esperando. - Si se doctor, pero es que no sé cómo decirle a mi mama, en mi casa me van retar, capaz que mi hermano mayor el Remigio me pegue. - Bueno pero es que hay que darle un nombre a eso. - ¿y cómo? - Mira, déjame a mi nomás. Mira! cómprate estas pastillas, pa’ que sepan que viste al doctor. Cuando salen de la oficina del doctor, salta el Lito y pregunta: - Doctor ¿Qué tiene mi hermana? - Mira, lo que tiene tu hermana, es un “Mal impuesto”, nomás, se le va pasar luego, así que tranquilo nomás. Y se sobaba las manos el doctor, así. (gesto de sobarse las manos) - Si porque mi hermano me dijo que le preguntará. - Si, por eso te digo que lo que tiene es un “Mal impuesto”, nomás se le va pasar luego.


Y se fuero, entonces compraron algunas cosas y se volvieron pa’ la casa. Y en el camino el Lito iba repitiendo a cada rato, - Mal impuesto, Mal Impuesto, Mal impuesto, para que no se le olvidara el nombre. - Cabreate con la lesera ohh - Pa’ que no se me le olvide poh. Llegan a la casa como a las 6 de la tarde con frio en pleno invierno, y están todos los hermanos y la mama preparando la once, sirviéndose unos mates y miraron todo a la Sonia, esta colora de frio o vergüenza no quería ni hablar, entonces dice el hermano mayor, el Remigio: - Bueno y que tiene esta cabra e’ moleera. Y salta el Lito y dice: - Dijo el doctor que se lo “habían puesto”, que se lo “habían puesto”! - Nooo tonto, el Mal impuesto, dijo Sonia. - La misma güea, la misma güea, no más poh. (REMATE) Glosario: Cabro chico: referido al niño Guata: estomago Tordia: tipo de yegua Cabra e’ moleera: forma popular de referirse a una muchacha que hace enojar. Cabreate: expresión de enojo. La once: merienda consumida en Chile durante la tarde. Güea: Cosa



Éramos tres amigos que nos criamos juntos, de chicos, con la onda en la mano íbamos a cazar pajaritos, y en el tiempo de los cocos nos íbamos a las palmas (mes de abril), paso el tiempo y llegamos a hombres y trabajamos juntos, y cada uno se casó con sus mujeres y nos íbamos juntando de vez en cuando a buscar cocos al fundo de las Palmas, había una corría de palmas, todas jutas, una hilera de varias palmas, en las quebradas. (Y el zorro cuando cae el coco, cae con una cascarita amarilla que tiene afuera. Y el zorro va y pesca el coco y no se lo come hay mismo, se lo va a comer al monte. La astucia del zorro por eso es que yo lo admiro). Así que yo siempre cuando iba solo iba buscando las huellas del zorro y traía más cocos de los que traían mis amigos. Íbamos todos los años pero había que poner cuidado de que el ovejero pasara a las 9 de la mañana por ahí, nosotros íbamos a las 5 de la mañana, eran dos horas de camino, era lejos. Un día uno de nuestros amigos le salió una pega para Maipú, cerca de la Rincoda. Así que se fue pa’ allá. Y pasaba el tiempo y mi otro amigo me decía todos los días: - Pucha que echo de menos a mi compadre. - Y por qué no lo vay a ver, tay todo los días con la misma tonada. - ¿Pero que le llevo? si estoy tan repobre y me le ocurre a mí decirle: - Puta, llevale coco, - Hay esta poh, acompáñame mañana a buscar cocos.


Chuuta y era un día e’ trabajo perdió poh. - Anda solo a buscar cocos - Nooo poh, acompáñame, pa’ que nos recordemos cuando íbamos a buscar cocos cuando éramos cabros. Yapo, lo acompañe a buscar cocos, trajimos medio saco de cocos y en la tarde ante de cortar cada cual pa’ su casa, me dice: - Oie anda a dejarme al tren mañana. - Anda lesiar pa’ otra parte, ándate en la micro que pasa a las 8, pasa la micro afuera, que te cuesta irte hay. - Es que no sé bajarme en Maipú, me puedo perder. - Y en cual tren queri irte? - En el de Leida, de las 8 y media, pa’ estar todo el día con mi compadre allá. Yapos, ensillé los caballos al otro día y lo fui a dejar a Leída, puta y nos dejó el tren, no alcanzamos a llegar. - Y ¿qué vamos hacer ahora? - Pucha esperemos el bus de las 10 y media. Y eran dos horas que había que estar esperando - Quédate solo - Nooo, acompáñame no más. - Vamo a tomar desayuno entonces, - ¿Dónde? - Donde Manolito Abarca, le dije yo. El viejo todavía no se levanta pero le golpeo la ventana y me atiende al tiro. Se levanta el viejo, me tiene guena a mí. Llegamos a su ventana y le grito: - Manolito!! Y oigo su palabra que dice: - Que andai haciendo hijo e’puta?


- Vengo a tomar desayuno. Levántese para que me haga un parcito de huevos - Y por qué andai tan temprano? - No, vengo a dejar a este fulano al tren y nos dejó, así que vamos a esperar el de las 10 y media. - Ya, ya, ya voy… pasen nomás. Así que nos sirvió dos paila de huevos, y este fulano de mi amigo le pide un jarro de vino. - Y ¿pa’ qué le pediste vino? - Pa’ que tomemos poh. - Se te ocurre, vamos a tomar vino en ayuna. Entonces, nos miramos y nos pusimos a tomar. A las 10 ya estaba recurao. Pero volvimos a la estación. - No te vay a quedarte dormido! - Dile vo al gallo que corta los boletos que me deje en Maipú. No vi que yo soy “recorto” tu teni ma lavia pa’ palabriare. Entonces, cuando llego el tren yo le dije al boletero: - Oiga, aquí el amigo, lleva aquí este saco, ¿ve? Por favor avísele en Maipú pa’ que no se quede dormido. Yapo, este se va y cuando van llegando a Maipú, el boletero empieza a anunciar: - Maipú, Maipú! El hombre medio curao, despierta desaforado y se baja y no se le queda el saco arriba y cuando va partiendo el tren se acuerda y empieza a gritar: - Oiga, pare, pare, pare! - A los curaitos no se les para, le gritan del tren - Tírame los cocos entonces! Tírame los cocos que sea! REMATE


Glosario: Repobre: muy pobre Puta, pucha: exclamación popular de molestia Me tiene buena: sentir agrado por alguien Fulano(a): hombre o mujer sin nombre Recurao: muy ebrio Medio curao: en un nivel de ebriedad Curaito: expresión popular para referirse a una persona que siempre esta ebria pero que no causa molestia. Gallo: apodo para referirse a un hombre. Recorto: expresión para referirse a alguien que es tímido Tener más labia: expresión para referirse a alguien con personalidad Palabriar: expresión popular para referirse al verbo conversar



Había una vez un leñador que estaba cortando unos maitenes al lado de su casa, y cortaba con un hacha chica, entonces le hizo falta el hacha ancha, la más grande y le grito a su esposa: - Oye tráeme el hacha ancha - Pa’ qué quiere la chancha este hombre? Piensa la señora. Pesco entonces la chancha del corral y se la llevo, amarradita. - Oye mujer como me trae la chancha - Es lo que me pediste, pos hombre. La chancha. Enojado, hombre bruto le dio una fleta a su mujer y no viene pasando un hombre a caballo por el camino y le dice: - Oiga ¿por qué le pega a su mujer? - Por l’hacha - Ahhh péguele nomás entonces.

Glosario: Fleta: paliza



Una huasita llega de emplea a Santiago y como no faltan los frescos, un hombre que era junior en el banco la enamoro y le dijo que trabajaba en el banco en un puesto muy importante así que la huasita le creyó, estuvieron de novios un año y se prepararon para casarse. Entonces ella contenta, llego donde su familia y amigas y les cuenta que se iba a casar con un cabro que trabajaba en el banco. - Y tú? - Sí, yo. - Uhhh y tiene un buen puesto, claro por algo trabaja en el banco. Ella toda creída, con una vanidad tremenda, les cuenta que se va ir a pasar la luna de miel a Miami. -

¿Para dónde vas ir niña? A Miami poh, a Estados Unidos poh tonta a Miami Maiami, se pronuncia poh tonta Bueno como se pronuncie la lesera pero para allá vamos a ir a pasar la luna de miel nosotros.

Llega la semana del matrimonio haciendo los preparativos para el día viernes, conversando a los conocidos, a la vecindad que se iba a Miami a pasar la luna de miel. El día jueves, le dicen a su prometido en el banco: - Oye hombre, vamos a cambiar unas oficinas, de sucursal, así que necesitamos tramitar hartos documentos, así que hay harta pega y no podemos


darte permiso pa’ que te vayas de viaje. Así que aprovecha el fin de semana no más. Chuta llega el hombre a la casa lamentándose, y le cuenta a la huasita: - oie no voy a poder ir na a Miami, tengo mucho trabajo en el banco. No vamos a poder ir. - Ahh no sé yo, yo voy igual a Miami, porque le tengo a todo el barrio contado que voy a pasar la luna de miel a Miami. Así que me voy sola no más. Se fue entonces al aeropuerto, tomo el vuelo y llego a Miami. Y en el avión mismo se hizo de un par de amigas, entonces las otras ya eran vivarachas viajaban de hace tiempo por todo lados, a Estados Unidos. - Y ¿vienes sola? le peguntan - Claro, yo le dije a todas mis amigas, familia, mis tías que venía a Miami y ahora mi marido no pudo venir. - Pero aquí te buscamos uno pos tonta. - Hay ¿Cómo?, si ya estoy casa. - Pero no muerta poh niña. Y le buscaron un hombre encachado pero era que lamentablemente era un cafiche regrande, pasaban en puras fiesta nomas y ligerito se le acabo toda la plata que llevaba y desapareció el hombre. Quedo sin plata para devolverse y dijo: - Uhh y ahora ¿qué hago para devolverme? - Mandale a pedir plata a tu marido, ¿no trabaja en el banco? Claro pos tonta, hay pide un préstamo algo. - ¿Y cómo lo hago pa’ hacerle? así por ser.


- Anda al telégrafo y le telegrafías. Porque si le mandas una carta quizás cuando llegue. Y ella llega hay y le escribe una pile de cuestiones y el encargado le dice: - nooo, así no es, usted tiene que escribirle en puras claves. - ¿Qué quiere usted? - Que mande plata. Estoy sin plata y yo no me voy a prostituir. - Hay esta poh. Mire tiene que poner en el telégrafo seis P, pp – pp -pp - Y ¿qué significa? - Poca Plata, Peligra Poto, Posible Puta. Entonces le llega al fulano el telégrafo, y no sabía que quería decir así que empezó a preguntar a sus compañeros en el trabajo, y nadie sabía hasta que el jefe, le dijo: -anda donde el telegrafista, al mismo correo, allí te dirán. Llega donde el telégrafo y le dice: - Buenas tardes, quisiera saber ¿qué dice aquí? - Puta, hombre aquí esta re fácil, clarito, las seis P, aquí dice: Poca plata, peligra poto, posible puta. - Chuuta y yo ¿cómo le mando plata para allá?, yo quería enviarle plata y cariños. - Yasta poh, ¿cómo se llama usted? - Carlos. - Pero ahí está poh. Las seis C. - Cobra Caro, Cuida Culo, Cariños Carlos.


Glosario: Ligerito: rรกpido Una pile: un montรณn En puras: solamente


Había un matrimonio de viejitos como yo que vivían cerca de la estación del tren. Por cualquier cosa peleaban. “Que el té está muy caliente”, “que está muy frio”, “que estay hediondo”, “que esta sopa es pura agua”. Por cualquier cosa peleaban, se había hecho costumbre ya. Entonces un día el viejo se enojó y le dijo. - Me tienes tan cabriao vieja por las recrestas, cualquier día voy a pescar el tren y me voy a ir a la loma de las rechuchas. No voy a volver más a verte vieja mierda. - Ándate poh!! Y se fue poh, la señora pensó que se iba ir un día, pero pasaron unas semanas y el caballero no volvía. Paso el mes y no volvía. - Voy a irme a buscar a este hombre. Así que se fue a la estación y en la boletería. -

¿Qué desea señora? Deme un boleto pa’ la loma de la rechucha. ¿qué? Deme un pasaje pa’ la loma de la rechucha. Pa’ ir a buscar a mi marío. - Señora, no hay estación que se llame así. - No, si mi marido se fue pa’ allá. Porque un día se enojó con migo y me dijo; - “mañana mismo voy a tomar el tren y me voy a ir a la loma de las rechuchas”. Me dijo.


Y la señora insistía, insistía… y tan cabriao tenía al boletero que le dijo: - Te voy a dar un pasaje vieja culiá pero vay a llegar el día el pico.

Glosario: Cabriao: expresión referida a una persona que está molesta Recrestas: expresión popular para exclamar múltiples emociones Rechuchas: expresión popular para exclamar múltiples emociones Culio(a): grosería Pico: uno de los tantos apodos del miembro masculino



Cuando yo llegué a San Francisco de Mostasal, no hallaba como tener una polola. Sin conocer el ambiente, ni todo el pueblo. Y un día un amigo me dijo: - Oiga amigo Piña, ¿qué va hacer mañana domingo? - Nada poh, no sé. - Vamos a al pueblo de San Francisco de Mostasal - Vamos poh. Claro, él iba a ver una polola que tenía allá. Eran 10 kilómetros a caballo. Llegamos allá, dejamos las bestias amarradas en una parte. Fuimos a la plaza donde estaba su polola y yo tocando el violín. Chuta y yo me dije, ¿Cómo me hago el simpático?, a ver si le levanto la polola a este diablo. Siempre cuando cabro uno con la pillería. Entonces, veo una viejita acurrucadita pidiendo limosna en la plaza de San Francisco de Mostasal. Y les dije: - ¿Quieren que haga grita a esa viejita, como una micro vieja? les dije yo. - ¿Cómo? - Yo la voy a hacer que grite igual que una bocina de esas micros viejas. Déjenme nomas. Nos acercamos a la viejita y le dije yo: - Abuelita, ¿por qué está sentada aquí tan temprano al frio? - Estoy pidiendo una limosnita.


- Bueno ¿y no tiene familiares usted que no la cuidan? Le dije yo. - No, es que me echan temprano de la casa pa’ acá, para que venga a pedir limosnas. - ¿Y mucho tiempo que está aquí? - No, de la mañana temprano. - No, le digo yo, le pregunto ¿si hace mucho tiempo que está haciendo esto? - Si, mijito. - Oiga, le dije yo ¿y de cuándo que no se echa una cachita usted? - Uuuuuyyyyyyy…. Me dijo la viejita igual que las bocinas de las micros viejas.

Glosario: Polola: expresión popular chilena para referirse a la persona que mantiene un relación amorosa con otra. Cabro: expresión popular para referirse a un niño o joven. Cachita: expresión popular y diminutivo de cacha referido al acto sexual.



Este era un curita joven que llega a remplazar a un curita viejo en un pueblito, y el curita joven bonito, llamo la atención de sus feligreses mujeres que comenzaron a asistir a la misa como nunca. Los domingos iban las mujeres jóvenes por montón. Pero había una que no iba nunca a misa, y un día las amigas partieron a verla y le dijeron: - Oye, tonta, anda a misa, llego un cura pero que es un “churraso”. Tienes que ir a verlo, llegan a doler las muelas, de lindo que es. Y la convidan a ir a misa. Va el domingo a misa y lo vea la mujer y queda encanta, así que espera que termine la misa y se va al confesionario y el padre le dice: - Cuénteme hija ¿en que la puedo ayudar? - No padre, no vengo a confesarme, lo mío no es cuento, ni mentira, lo mío es un deseo. - ¿Qué deseo? - Que usted sea mío! Me habían dicho que usted era lindo pero en persona es más lindo, más bello y como puede haber un desperdicio de hombre como usted padre. Tiene que ser mío. - Ahí hija por Dios, dijo el padre. Pero no dijo nada, ni que sí, ni que no. Se persigno nomas el padre. - Nos vamos a poner de acuerdo. - Pero ¿cómo lo hacemos? Hija por Dios.


- Cuando usted visite a sus feligreses, le van a pasar un caballo para que recorra. Y pasa por mi casa donde hay un sauce frondoso y abajo una piedra grande de moler y usted pasa afuera y canta esta canción: “Adiós palomita voladora”… si estoy sola yo le voy a cantar: “Aquí está tu negra encantadora”, y usted sigue, da la vuelta al cerro hasta la vertiente y yo voy a ir a buscar agua y allá nos encontramos. En esa época se usaban unas calabazas largas malcornadas para colgarlas y llevarlas al hombro, una a cada lado. Y cantaron varias veces la canción, unos seis meses, bien seguida unas dos veces por semana y no llega un día a los oídos del marido, a los meses después de varias canciones, Los rumores. Se dio cuenta el marido y le tiro los chirolazos, así que se dejaron de cantar la canción por harto tiempo. Ella no aguanto un día, y llega un domingo después de misa en la iglesia el curita y le dice a la mujer: - ¿Qué te has hecho que no has venido, ni me has cantado la canción? - No, es que mi marido anduvo sospechando, escucho algo por ahí. Por eso hubo que alejarse. Pero ahora domingo está en la casa él, así que vaya hoy. - Pero ¿Cómo si esta tu marido ahí? - Lo voy a dejar barriendo el patio, y yo voy a buscar agua. Llega la mujer de misa y pesca las calabazas y le rosea el patio y dice:


- Barra el patio usted mi vida mientras yo voy a buscar más agua. - No, -dijo el hombre - yo voy a buscar el agua, estoy yo aquí en la casa. - No mía amor, usted trabaja toda la semana al sol, y su mujer tiene la obligación de tenerle las cosas aquí en la casa. Barra el patio nomas usted. - Ya mija, vaya nomas usted. Cuando se va, el hombre termina de barrer el patio, y sospechando hace un fuego y lo pone en la piedra de moler. Porque ella acostumbraba a volver y sentarse en la piedra heladita debajo del sauce a descansar, se sentaba de piernas abiertas y siempre con el chamarico pelado, porque iba preparada, sin tapabarro. Y cuando la vio bajar el hombre, al venir de vuelta, tenía la piedra limpia pero caliente, y ella llega y dice: ahí que vengo cansada hijo por Dios! Abre el vestido y se sienta…, y le llego a chirriar el chamarico, con la piedra caliente. Y se pierde otra vez, no fue más donde el cura. Y un día el curita la echo de menos y va a visitarla, pasa por su casa y canta: “Adiós palomita voladora”… y no sale el marido por la ventana y canta: “Tiene el poto quemado por eso no sale ahora”. Glosario: Churraso: apodo para referirse a un varón bello. Chirolazo: insinuación o indirecta. Chamarico: se refiere a las partes íntimas de la mujer. Mija: transformación o forma diminutiva de la palabra hija.



Para el tiempo de la cereza en Curicó, Romeral se necesita harta gente para cosechar, entonces cuando yo estaba joven, me fui a esas tierras a la corta de cerezas. Llegué a un fundo a pedir trabajo. Hablé con un capataz y me contrataron un día lunes. - ¿Cómo se llama usted amigo me dijeron? - Costino, dígame Costino nomas. Siempre me cambiaba nombre. - Oiga amigo, este domingo hay partido, los recibimientos son rebuenos ¿quiere ir? - Pero ¿va gente? - Claro, hay comida, cueca, rancheras, hay de todo. - ¿y chiquillas? - Un monto! Llego el domingo y fui, y cuando iba llegando pase justo por un rosal, y yo como siempre enamorado, cabro joven, corte varias rosas, las limpié de las espinas, y me las guarde para regalarlas. Llegué a la cancha, termino el partido y empezó el recibimiento, la comida, unos muchachos preparándose para cantar. Pero les digo: - yo canto mal, yo ladro, no lo niego, pero esos muchachos aullaban. Así que yo les dije: - mientras ustedes se preparan yo voy a cantar. Con el permiso de los maridos presentes, no se pongan celosos, voy a hacer una humorada. Voy a cantar algo.


Entonces me voy por la primera mesa que había y empiezo a cantar: “Anoche soñé contigo, soñé y soñaba, que te tenía en mi pecho, que me acostaba en tu lecho y tú me abrazabas”. Y voy repartiendo las rosas entre las mujeres, veintidós rosas, repartí pero me quedo justo una señora joven, bonita sin rosa. No tenía más, así que, terminé de cantar y les dije a los muchachos que comenzaran a tocar para sacar a bailar a la señora que deje sin rosa. Me acerque la saque a bailar con el permiso de marido y le dije: - me va a disculpar, quedo sin rosa usted, pero mañana le voy a llevar una rosa más linda que todas. - ¿Mañana? - Si mañana como a las 11. - Yapo, mi marido sale temprano a dejar a los niños a la escuela y después se va a las estacas a preparar los alambrados y cercas para los fundos, después llega como la una a almorzar. Yo no le había preguntado tantas cosas, ella solita le me dijo todo eso. Así que al siguiente día partí en la mañana, había pedido permiso un rato y paso por un rosal, saco la rosa más linda y llego a la casa de la señora. Entro y veo un pajal, un galpón grande donde guardan la paja para los animales. Y viene ella saliendo por el portillo del pajal con tres huevitos en la mano y por un costado cerquita había una vaca pastando. Ella me ve, abre los ojos y dice:


-

¿y qué hace usted aquí? Vengo a regalarle la rosa que falto. Pero por Dios! Y ¿a esta hora? Usted me dijo que su marido, no estaba que llegaba más tarde. (y mi padre siempre me enseño que la mujer está diciendo que no pero está diciendo en verdad que si y mirando donde va a caer, donde va a posarse). Y ese momento hay que aprovecharlo.

yo le hice caso a mi padre, entonces nos fuimos al pajal, le tome los huevitos y los deje a un lado y nos pusimos a hacer lo que teníamos que hacer. Y la vaca vio movimiento y acostumbrada a que hay le dieran comida, yo estaba en el momento culminante como dijo mi padre y llega la vaca por detrás y me pasa la lengua por el poto, - ahí!!!! – ¿Tan feliz lo hago? – si…. mi amor. Que áspero es el amor.



-¡Hay pa’ la pura micro nomás!No importa si yo tengo un resto, ya poh voy a Santiago a buscar unos remedios, recibo los remedios y a eso de la una de la tarde, me doy la vuelta y me vengo; en ese tiempo eran famosas las micros Santiago Rengo y una de esa micros viejas tomé, y no queda en pana en la ruta, un poquito más allá y yo antes de bajar le digo: oiga amigo por qué no me devuelve el pasaje pa’ tomar otra micro? - No, no yo no devuelvo plata a las seis pasa la otra. - pero yo tengo que llegar a las cinco y media a San Francisco de Mostazal pa’ tomar la micro pal campo. - -bueno es problema suyo! no es mío. Era por ahí por el mes de mayo, hacia frio estaba nublado como para llover y ahí empiezo hacer dedo y va una camioneta grande, con dos caballeros de sombreo, huasos los dos, y dicen: -Oye cabro, si quieres te vas arriba, atrás con el otro! Súbete. Entonces cuando me subo a tras me doy cuenta que llevaban un ataúd, por eso dijeron ándate con el otro. Pasamos por el puente Maipo, donde había una piedra


grande suelta, se daban la pasa los autos de allá y de acá y entonces empezó a llover con ganas, así que yo veo que el ataúd iba vacío y para no mojarme me meto al ataúd, acostadito calentito, cuando ya pasando al peaje se suben tres cabros más que estaban haciendo dedo y les dijeron váyanse con el otro atrás. Ellos subieron y hablaban del presidente Alessandri de la época, que había puesto un peaje y yo escuchando todo en el ataúd, cuando para saber si había dejado de llover levanto la tapa y digo: -¿paró de llover cabros? y saltan dos de los cabros, con la camioneta andando y el otro grita. -¡paren, paren, El muerto, el muerto se paró! se bajan los gallos de la camioneta y dicen: -¿Oye que paso aquí cabros? - es que empezó a llover, vi el ataúd y me metí dentro. -¡Pero mira lo que hiciste! Señalando a los dos muchachos tirados en el camino quejándose casi muertos. -¡No lo levante usted!- le dije yo, llame al carabinero más seguro. -Si po’ te vas a ir preso- me dijo. Le dije: -Si po’ si sé-. En esas me dan ganas de echar la corta, pasé por una cerca y me fui por el bosque pa’ arriba y llegué a mi casa, ahí estaba mi hermano que venía de Rancagua, y le digo -¿vas a ir a Rancagua mañana? me dice –si-. -Tráeme el Rancagüino- le digo -¿ Y pa’ que querí al Rancagüino? - tráemelo nomas, vas a ver que voy a salir en las noticias.


Entonces al otro día, llega el hermano con el Rancagüino como a las dos de la tarde y me pasa el diario, intrigado, y yo veo la portada y le digo mira! Y en la portada decía: (Remate) “¡Un muerto casi mata tres!”.

Glosario: Tengo un resto: expresión popular referida al hecho de tener algo de dinero. Echar la corta: expresión popular para referirse al verbo orinar. Rancagua: Ciudad de la sesta región de Chile. Rancagüino: Periódico popular de la zona.



Relato referido por Santos Rubio. Hacen un evento pa’ allá pa’ arriba en las minas e invitan un conjunto musical de Santiago para que vaya animar y uno de los artistas era amigo el Santo, Santito Rubio. - Convidemos a Santito! vayamos con el viejo, ustedes saben que es noble y con él tenemos cháchara para todo el camino. Van al evento, son bien recibidos y se termina como a las 1 o 2 de la mañana y se vienen, van por el camino de puros cerros y les dan ganas de echar la corta, para el fulano que iba de chofer y se bajan todos a echar la corta y Santito también, estaba todo oscuro y Santito no terminaba. Suben todos arriba del vehículo y se echan a andar y como a un kilómetro se preguntan: - echaste al Santo arriba?, - no va contigo adelante, - no yo voy solo aquí adelante. - pero como dejamos a Santito botado, vamos a buscarlo! Lo devolvieron a buscar ¿y cuando iban a encontrarlo? le tocaron la bocina, gritaron su nombre y na, entonces dijeron ya vámonos no más, este Santito es capaz de llegar a Santiago antes que nosotros así que, vamos nomas.


Y empieza andar Santito cansado, solo por los caminos, como a las dos y media de la mañana, dice: - no estuviera el diablo por aquí pa’ que me lleve a casa, y el diablo no se hizo esperar, aquí estoy poh, sáqueme del camino don diablo, quiero irme a Santiago, pa’ mi casa. - yapo! Te llevo a casa, te llevo al apa? - Yapo! le dijo Santo. Se monta Santo sobre la espalda del diablo y caminaron un buen rato, y el diablo era diablo pero se cansó igual, Santo estaba gordo, pesaba como cien kilos. Entonces descansaron un rato y Santito dijo: - te llevo yo un rato, - pero ¿cómo? Si tú eres ciego. - tú me dices a la izquierda o a la derecha, yo te llevo, y se monta el diablo. Y después de un rato Santito también se cansó y paro. - ¿cómo lo hacemos diablo? yo anduve harto contigo en la espalda. - Cantemos una canción poh, cuando termine uno nos cambiamos. - yapo! monta Santo y canta “ausencia”, - es cortita. dijo, - son cinco estrofas nomas. Canto la canción, terminó y se bajó y el diablo se puso a cantar “reticencia”, que era una canción más larga, así que anduvo harto el diablo arriba de Santito y cuando termino el diablo dijo: - Y ahora ¿cuál vas a cantar? - Voy a cantar una cueca. - Ah, que bueno se dijo el diablo, las cuecas son cortitas. Pero se le ocurrió preguntarle cual iba a cantar,


- la cueca Ninini, - no la conozco dijo el diablo, - es muy relinda dijo el Santo. y se monta sobre el diablo y ahí va cantando como una hora, puro “nininini…”, el diablo venia cabriao ya. - la cueca larga oh! - y eso que me falta la otra parte - ¿Cuál? (remate) - Nanana… y siguió cantando hasta que el diablo lo dejo de vuelta en su casa, ma rojo de cansado de lo que el diablo era.

Glosario: Llevar al apa: llevar a cuestas, sobre la espalda.



Mis hermanas eran tres, la mayor era bien huasita, pololeaba con un gallo que cazaba conejos, de eso nomas vivía. Un día, estaba mi mama bajo la parra, como a las cinco de la tarde, tomando mate y ahí llega la mayor: - Mamá me quiero casar, me voy a casar! - ¿y con quien te vas a casar? ¿con el pillaconejo? Ese no tiene donde caerse muerto, si no pilla conejo hoy día, mañana no tiene que comer, no, no, no! yo le busco con quien casarse, no venga a porfiar. - Mamá yo también me quería casar - dijo la segunda, vos te vas a casar con ¿quién? ¿Con el que Piñizca la luna? a ese lo mantienen los viejos, el papa no tiene que comer, No, no, no, yo voy armar el casamiento de las dos. - ¿y con quién mamá? Le dice la mayor, - Usted, con este caballero que era curita y se retiró pa’ casarse y la tonta lo dejo plantado en la iglesia y a vos con un marino mercante de San Antonio, un caballero jubilado, - Pero mamá esos son puros viejos!! - pero son de la alta alcurnia. y llega la tercera, y dice: - ¿cómo tontas lesas, van a dejar que las casen con esos viejos que apenas andan? Se andan pisando las patas unos con otros. - y tú quieres casarte con ese pillaconejo, remendón de zapatos, que no tiene a donde caerse muerto, donde dormir, anda allá abajo de lo espinos. Dice la madre.


- pero tiene lo que uno necesita. Dice la hija mayor. (que necesitara esta cabra me dije yo). La cosa es que llego el día domingo y llegaron los viejos a ponerse de acuerdo para el casamiento, llega el ex cura y el marino mercante, que no era marinero ni dueño del barco gallo… armaron el casamiento ahí y se ponen de acuerdo para la luna de miel. - usted concuñado como buen marino, dijo el cura ¿Dónde va a pasar la luna de miel? - Yo a mi Rosalía la voy a llevar al puerto de Valparaíso, a una residencial con vista al mar dijo, y ¿usted? - bueno yo todavía tengo derecho al monasterio en Santiago, asi que la voy a llevar para allá que es tranquilito. - ¿y usted concuñado? le dicen al remendón de zapato - Yo, allá abajo en los espinos, no, no concuñado llévela pa’ Melipilla por ultimo, nosotros le hacemos una colecta. Y llega el dichoso día del matrimonio y mi mama curiosa no sabía cómo les iba a ir en la noche de boda, en la luna de miel porque eran puros viejos, el único joven era el pillaconejos. Entonces mi mamá se pone de acuerdo con mis hermanas para llamarlas al día siguiente y preguntarles cómo les fue, pero como tenía que ir a un teléfono del negocio, para hablar con discreción le dijo que cuando hablaran le iba a preguntar ¿cuántos huevos fritos habían logrado comerse sus esposos? refiriéndose al acto sexual… se van a la luna de miel, y mi mamá parte temprano con el reboso abrigada, como a las ocho de la mañana al teléfono del negocio y


yo la voy siguiendo por detrás para saber cómo les fue a mis hermanas: - y vos pa’ donde vay, dice mi madre? - a conocer el teléfono, que no lo conozco, no ya váyase pa’ la casa no más, - no poh mamá, déjeme ir a conocer el teléfono de don Luis, allá hay un perro grande la puede morder a usted sola, yo la acompaño, - bueno vamos entonces. Y en un pasillo grande al medio estaba el teléfono. A las nueve, nueve y cuarto suena el teléfono de Valparaíso, - Halo mija? - si mama soy la Rosalia. - ¿Cómo le fue con el marino mercante mijita? ¿Cuántos huevos fritos se comió su esposo? - Dos mami y estuvo a punto de comerme el tercero, pero no fue capaz… - y para que más po mijita está bien. Al rato, llama la de Santiago del monasterio, la segunda hija. - halo mija ¿cómo le fue a usted, cuantos huevos se comió el curita?, - Mamá el curita se comió un puro huevo frito, quiso comerse el segundo pero no le dio para más. Al rato llama la Adela la mayor. - Halo mija ¿cómo le fue? ¿cómo les fue a mis hermanas primero con los viejos? - Mira, el marino se comió dos huevos y casi el tercero, el curita se comió un huevo y no dio pal segundo. - y a vos como te fue? (Remate):


- El mío se comió once huevos frito y le paso la lengua a la paila.

Glosario: Pillaconejos: persona que caza conejos. Piñisca la luna: persona de gran altura, estatura. Leso(a): persona tonta. Mija(o): contracción popular de hijo o hija.



Este era un gallo bien inocente, llegaba a ser tonto, pero hombre bueno pal trabajo no he visto jamás. Un día de verano llega a trabajar de albañil a una casa de campo donde estaba yo trabajando también, los patrones estaban de vacaciones en Viña y yo estaba terminando mi trabajo y me venía para mi casa pronto a San Francisco de Mostazal. Y le digo: - oiga amigo, usted se va quedar solo esta semana, así que si quiere conversar con alguien tome este camino por aquí y en el cerro, va encontrar gente para pasar la tarde, para conversar por allá, son buenas conversa, lo hombres de campo, viejos nobles viven en el cerro. El hombre fue una tarde camino al cerro y vio que venía un campesino con un saco y saludaba a los árboles, les hacia el gesto de saludo con una mano y doblaba por un caminito. Raro le pareció al hombre ver saludar a los árboles y ligerito una viejita venia también con una cesta llena de hierbas y saludaba también a los árboles y después doblaba por un caminito. Hasta que el hombre llego y saludo a los viejitos del cerro, y tomando mate estuvieron y el hombre le pregunto por la gente que había visto que saludaba a los arboles abajo en el camino. - Ahh es que deben haber saludado a los Litres ¡claro! si esos arbolitos hay que saludarlos no ve que si no se hincha uno, le da una alergia regrande.


- ¿Si mi caballero? Que raro, ¿A dónde se ha visto saludar a los árboles? - Pero si así es la cosa, justo en el bajo, por el camino donde venía hay uno de estos arbolito bien grade, a ese yo no lo salude un día y que me haya dado una alergia y me hinche como un sapo, así pue amigo cuando baje, lo saluda para que no le afecte. La naturaleza es muy sabia. - ¿Y cómo a mí no me paso nada, cuando pase por ahí? son puras lesera. - Es que usted antes no sabía, pero ahora sabe poh amigo, así que tiene que saber saludarlo y decirle buenas días o buenas noches amigo Litre. Estuvieron hablando harto del campo y de la vida, oscureció y como a las diez de la noche el hombre se despidió del viejito: - hasta maña amigo – hasta mañana amigo, venga cuando quiera nomas por aquí, y ya sabe salude al Litre. Y comenzó a bajar por el camino del cerro y el viejito que le gustaba hablar, era también bueno para las bromas, así que rapidito se paró, tomo un caminito de atajo que tenía y se sabía de memoria, llego hasta donde estaba el Litre antes que el hombre, lo saludo y se encaramo en una de sus ramas escondido entre las hojas, cuando de pronto viene pasando el hombre, queda mirando el árbol, mira para todos lados y dice: - buenas noches amigo litre! Y de arriba el viejito responde: buenas noches buen hombre! (Remate) - ahhh rechucha, ¿responde también el árbol?.


Y del susto llega dar un salto, que llega a dar arriba del mismo รกrbol.

Glosario: Litre: รกrbol nativo de Chile y la zona central, de gran popularidad en torno a su corteza y follaje que causa alergia en ciertas personas. Rechuchas: expresiรณn popular chilena de exclamaciรณn.


Vi comer a una seĂąora un lindo zapallo asado tres patos escabechados y cinco kilos de mora coloco en la tostadora diez panes con mantequilla una fuente de sopaipilla para empezar a desayunar y parece que iba a arreglar cinco litros de frutilla


Como a la media mañana Un sanguche se preparo Medio chancho le coloco Con cinco tarros de salsa Dijo con esto me basta Para poder almorzar Tengo de chicha un lagar Venido desde Cauquenes Doscientos cuatro pequenes Dos pavos pa’ casueliar

Hambre le dio enseguida Como a las tres de la tarde Sin hacer mayor alarde se comió quince gallina un ternero de la vecina lo cocino hecho estofado teniéndolo preparado lo comenzó a remojar con agua ardiente de Parral que tiene noventa grados


El postre se preparaba antes de irse a la cama doscientos cuatro manzanas de un kilo se las mandaba de bajativo tomaba de cerveza en un barril y para poder digerir y así poder dormir comiendo otro sanguches soñaba así por mil…?

Y por fin al otro día esta buena señora se tomó sin más demora cien litros de leche fría de verla causo alegría y del suspiro que dio cuando al baño se sento lo partio de parte en parte llego hasta el planeta marte del peo que se tiro.


“Hoy yo nombro a Belisario Y lo pongo por testigo Gran cantor y gran amigo De un modo extraordinario Voy haciendo el comentario Que me hace sentir airoso Porque canta muy gustoso De un extremo a otro extremo Es el cantor que tenemos El poeta mentiroso”.

Décima de Don Arnoldo Madariaga a su amigo Belisario


Don Belisario Antonio Piña Pardo, nació el 20 de octubre de 1938 cerca de San Antonio. Hijo de la señora Rosa Pardo y de don Federico Piña, hombre inquilino del Fundo la Marquesa, agricultor innato, muy sabio en su quehacer y también muy refranero. Desde temprana edad, precisamente desde los 12 años, don Belisario Piña ha vivido sumergido en la vida rural, en el trabajo con la tierra, los animales y en el campo, donde el saber tradicional de su entorno han formado su carácter chispeante y su espontanea personalidad, manifestado en la sabiduría de su poesía popular, el verso y la décima que cultiva con gran maestría y expresión. Sin embrago, no ha sido solamente en dichas expresiones tradicionales que don Belisario Piña se ha destacado, sino que también, en la narración de Mentiras, genero particular de la oralidad que mescla la estructura de un relato o cuento donde lo inverosímil se presenta con gran énfasis y gracia. Dicha forma, la ha cultivado de manera anecdótica y muchas veces inconsciente de su capacidad y amplio repertorio que maneja. Las Mentiras, que Don Belisario Piña conoce y narra con ejemplar destreza, son fruto del saber heredado, de su experiencia de vida, de su personalidad y de los años de amistad y cercanía que compartió junto a un gran cantor, poeta y payador referente para muchos cultores tradicionales, Don Santos Rubio, quien le entrego su


repertorio de Mentiras y quien declaraba frecuentemente que don Belisario Piña, contaba las Mentiras mucho mejor que él. En la actualidad don Belisario Piña, reside en la comuna de San Bernardo localidad de Nos, es socio honorifico del Círculo de Narradores Orales de Chile – CINOCH e invitado a numerosos eventos de carácter tradicional, donde destaca su personalidad y gracia para los versos y sobre todo para narrar cuentos y mentiras, donde el público que lo escucha se maravilla y disfruta con admirable atención sus divertidos relatos que mesclan la picardía, el ingenio, el humor y lo anecdótico de sus historias. Su presencia y condición natural de narrador contienen un gran valor al momento de narrar su amplio repertorio de relatos, que cuenta ágilmente, destacando allí su calidad expresiva, su lucidez, su palabra enraizada, su gesto certero y su imaginario, que proyecta con total facilidad en quienes lo ven y escuchan, sin duda un cultor de los pocos que existen en el género, un cultor referente de nuestro patrimonio, un Tesoro Humano Vivo.

César Muñoz G.



CUENTOS&MENTIRAS De don Belisario Piña, Un Tesoro Humano Vivo. se terminó de imprimir en el mes de octubre del 2017 en los talleres de Gallina Tuerta Publicaciones

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Los libros de Gallina Tuerta Publicaciones SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaciรณn, delicadeza y voluntad

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