SACSAYHUAMÁN: EL EXILIO DE LOS SHUK’TARS
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SACSAYHUAMÁN: EL EXILIO DE LOS SHUK’TARS J. P. CIFUENTES PALMA Ilustración Portada: Javiera Quiñones Castillo Opalina Cartonera 2019 Diseño y diagramación a cargo de Juan Canales Impreso en Laguna Verde-Valparíso, Chile por Opalina Cartonera Primera edición
“Colección Recolección” Contacto autor: juanpix85@gmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas- 3.0 Unported
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SACSAYHUAMÁN: EL EXILIO DE LOS SHUK’TARS
“No sé si los mundos están habitados, y como no lo sé, voy a verlo”. (“De la tierra a la luna” de Julio Verne)
“El tiempo comenzó de nuevo con una explosión parecida a un torrente de aire cuando entra en una cámara de presión” (“Los Cantos de Hyperion” de Dan Simmons)
“- Pero ¿Por qué? - Porque sabía que nunca nos rebelaríamos por nuestra cuenta, así que no nos ha dejado otra salida” (“El Imperio final” de Brandon Sanderson)
A ellos, los que aĂşn no llegan
Yo, el elegido, el primero de los últimos hombres, el antiguo, el habitante del olvido el que descansa entre las brumas y la nevisca yo, quien ha portado la identidad del sol, la grandilocuencia de la luna, el polvo estelar, la última mirada al caos, entre Centurión y Titán desfalleciendo entre Orantes y Hertópolis. He dado mi alma en parte de garantía de jupiterianos y andrómacos. Tres vidas han transcurrido desde la insurrección de la serpiente y así, en el devenir de la luz vuelvo nuevamente al principio mirando las estrellas, a los antepasados, a quienes nos vigilan desde la Nebulosa 34K27M. Vuelvo a la intemperie, congrego a las legiones, llamo a los exiliados, resucito a los caídos porque el fin del fin se aproxima como bola de cebo que baja por la mejilla la nieve, de tan blanca
se ha convertido en mármol como los habitantes de Muriac III antes de la tercera restauración del cosmos, en la quinta edad lunar, ante el canto de los vencedores y el lamento de los vencidos contemplé el fin y no pude resistir la desesperanza. Huí de allí… Me alejé a la penumbra para reconciliarme con la muerte tantas muertes, tantas, tantas que aún tengo pesadillas en las noches de Venus.
El color que me hizo sangre, la sangre que me hizo viviente, lo viviente que me hizo caos, el caos que me hizo único, lo único que me hizo templo, el templo donde claman mi nombre, nombre que no se hace agua, agua que no es viento, viento que no es tierra, tierra que no es fuego, fuego que inunda todo. Aguas quemando huesos. gritos barbáricos, escandinavos, argentinas sombras le rodean, imperios que pulsan temblores; lamentos para calmar a las horas en donde el tiempo no es tiempo. Atemporal, todo es atemporal planos, superficies, centros, longitudes y perímetros la doceava parte del todo, la desazón de los derrotados cuex itarco pak dolem th’kirek a’ator menjo repetían una y otra vez ¡Mi-go!, ¡Mi-Go! Mientras el suelo se fragmentaba en billones de trozos asimétricos.
Vuelo alto, vuelo lejos, vuelo corto, vuelo a ras, vuelo, vuelo, alzo mis alas al infierno, alzo mis alas al infinito, alzo mis alas al inquisidor, alzo mis alas al inmortal, alzo mis alas al inmoral, polvo subiendo en las nubes lo gris, lo negro, lo blanco azufre y magnesio corran y vuelen escapen entre las estrellas, ninguna caverna ofrece refugio. Tres segundos a los caídos -¡Mi-Go! Y después el silencio.
Nébula IV, hogar de hogares región del firmamento donde el sol no brilla; frío en la eterna noche, piel camaleónica, azabache, inmundas palabras roen en el silencio son maldiciones, son llantos… mi alma, mi séptima reencarnación se siente angustiada ante la capa de huesos destruidos en donde posan mis calzados. Almas errantes que carecen de esperanza Que carecen de ojos, que carecen de boca, Que carecen de energía Sobrevivientes del tercer fin Reacios a relacionarse entre ellos, Arrastrándose como víboras, Abandonando ser bípedos, Nebulianos con abdomen inflado por la hambruna Insensatos de la materia, Creyentes de una superioridad Dada por los antiguos, Creyentes de ser conocedores De las artes oscuras De la tridimensionalidad del tiempo Manipuladores de la realidad. Veneno recibieron por sus actos, Recopiladores de la soberbia Ingenuos, ingenuos, INGENUOS.
Las hojas caen y suben en un constante Devenir rutinario Yacen los milenarios consumiéndose lentamente Mientras las fugaces atraviesan Por las siete lunas de Sacsayhuamán. Lo que alguna vez fue un imperio paradisiaco Ahora solo contiene el nauseabundo olor De la madera carbonizada Son los sobrevivientes de la hecatombe, Los heraldos del nuevo amanecer Sin raíces, sin hojas, sin flores, Sin frutos. Los milenarios se niegan a la extinción De un planeta agonizante Sufren en filas interminables, Altos, aún majestuosos, Sienten el ardor de las llamas Devorando sus cortezas; Sus hombros sostienen el peso del pasado Y sus ojos catatónicos Se camuflan entre la espesura, El silencio y el abandono.
Prรณfugos, Figuras eternas de la intemperie Vagabundeando en la nada Sitiados en el todo Observadores del fin Desde su platea lunar.
Temeroso ante la ausencia de sonidos Vagabundea entre los huesos venusianos Su piel arrugada por el cataclismo, Su mirada perdida por los recuerdos El aire cálido enrarecido por el dióxido El mercurio destruyendo el interior De los sobrevivientes N’gollyang cae al piso De tan débil fue incapaz de sostener el mundo Su exoesqueleto, tan frágil y pequeño, Se entremezcla con la arena de magnesio Sin amigos, sin presente, Sin futuro, sin destino El último N’gollyang muere a las 11 AM Lloremos, lloremos.
Durante milenios fue considerada La joya extrasolar Con calles de oro, Un mar de cristal, Ciudades subterrรกneas, Muy cerca del Seol Con civilizaciones telepรกticas Impregnadas por un misticismo supremo. Hoy, Su nombre no es mรกs que una leyenda Que ha transitado de generaciรณn en generaciรณn.
Sarracenos, legiones enteras devoradas O el mar aguanta las imágenes prohibidas O las olas se impregnan con la savia de los gle’e Hasta socorrer al magma infravenoso Que sostiene a Sacsayhuamán. Lugar inhabitado, oscurecido por el caos Fraude al redil apoteósico Invento de los arcanos para controlar la barbarie Signos insospechados de alcohol Quebrazón de palabras irreconocibles En la bastedad del cosmos Sacsayhuamán surge en la polvareda Del escondite de los arcanos, Se ilumina cada cinco billones de años luz Cuando realizan la monstruosidad del firmamento Luego, Las hojas caen Las estrellas se apagan, Se convierten en supernovas, La insurrección de los agujeros negros En la danza macabra y mortuoria La aspiración a la grandeza, La sonrisa satisfecha de los arcanos, Los protectores del universo, Los elegidos, los dioses antiguos y los nuevos Los inventores y destructores Juegan con sus hilos sedosos Sosteniendo a infinidad de sedimentos Y nos manipulan a través de la plegaria Mientras la oscuridad acecha.
Desde las profundidades del abismo, Desde la oscuridad de su territorio, Desde la falta del oxígeno, Desde la gravedad, desde la monstruosidad, De los fósiles resucitados, Desde el silencio de los caídos En tierras ajenas, añejas Llora en silencio Cuando la cobardía triunfó En la noche sin retorno.
Primero fue el azul, después el rojo, El violeta luchó durante horas y siglos Pero fue traicionado por el anaranjado; El amarillo abdicó de la grandeza Uniéndose a las llamas que invadían De extremo a extremo del universo 14 Los colores sobrevivientes Se camuflaron en el negro Del hollín y las grises cenizas.
Insurrección. Después, el eterno sueño del condenado Penetración tras la cortina de humo, Gritos barbáricos saliendo Desde la boca expuesta a los tentáculos, Las ventosas de los arcanos Y su aguijón destripando a diestra y siniestra Ambición, caos, hambre, placer, seducción, Deambulan entre las calles acechando entre las sombras Camuflándose entre lo negruzco y los ladridos De los perros que huyen atemorizados cuando los observan El arcano está de caza, está famélico Y ha tendido la red entre las calles Rozas y Rodríguez Mientras sus súbditos buscan entre la costanera A las víctimas ideales de su gran sacrificio. Una pareja sale tarde desde el cine, Ingenuos, van comentando la aparición de Mi-Go Entre la brisa marítima de una noche invernal Solo el quiltro leproso de la esquina Se percató del par de tentáculos Que secuestró a los amantes Hasta desaparecer en medio de la jungla citadina. Cuando despertó Ella estaba desnuda y amarrada Entre las rocas Mientras el mar, extrañamente en calma, Acariciaba sus senos dulcemente. El arcano apareció junto a tres súbditos Quienes traían una antorcha encendida en su mano
Ella intentó gritar Pero sus labios estaban sellados Por ventosas que succionaban hasta la tiroides. De pronto, uno de los súbditos cercenó el pezón derecho Y con su mano arrugada se lo entrega humildemente al arcano La sangre empapó la piel aterciopelada de la muchacha Y decenas de ventosas se aferraron a ese cuerpo Devorando cada centímetro Hasta que solo quedó su cabellera ondulada Que comenzó su peregrinaje Entre la fresca brisa marina Negándose a abandonar la miseria de su cuerpo Despidiéndose de ese rostro, de esas manos, De esa cintura, de esos senos, de esas piernas. El arcano levitó por la playa Hasta la caverna rocosa formada por el paso del tiempo Allí estaban los restos del amante Los escasos huesos que eran roídos Por sus pequeños hijos Que aullaban de felicidad Espantando el inútil minuto de silencio por los caídos.
Las multitudes de ghe’erts se acoplan Bajo las aguas turbias, Apolilladas, Las ganancias se multiplican En silenciosos ruidos Invisibles, destellos profundos De miradas que permanecen en silencio No existe Leviatán, no hay tabla de las morales, Huyeron los tres mandamientos de la robótica Los ghe’erts se ríen de Asimov Ríen como bestiecillas en celo, Ríen como niños huérfanos En el largo orfanato del cosmos.
Murió una niña en la ribera del The’os, Murió de lepra, Contaminada por la política oscura De los gobernantes de Sacsayhuamán Y su pacto terrorífico con los arcanos. La epidemia se extendió por el desierto de H’ill Y cayeron los fuertes, Se desintegró el imperio de los Shuk’tars Y todo se redujo a polvo, Un polvo seminal Que poco a poco Se agota, se agota Gota a gota, Agota, Gota.
Después de las 10 pm en Sacsayhuamán La diversión aumenta Considerablemente en los suburbios de An’hol, Las noches se asfixian de prostitutas De sacsayhuamanas de quince años, Todas pintarrajeadas Excesivamente maquilladas con el rojo Pasional y avinagrado De adolescentes que piensan que lo tienes todo, Sacsayhuamanas que buscan ser desvirgadas antes Del cumpleaños número dieciséis Antes de ser vendidas a los militares arcanos Y ser enviadas como prostitutas por toda la galaxia 13XT5. Ellas bailan como endemoniadas Se mueven, se contonean, se sobajean Hay fricciones entre el miedo y el aire fresco de la noche, Y terminan en los cementerios de N’gollyang Mutiladas, Violadas, Torturadas Como una perra vieja, Cubierta su piel con el rojo de la muerte.
Aumentan los suicidas En los barrios oscuros de An’hol, La capital se adormece en el dolor, Aumentan los problemas Y se busca con urgencia A los dadores de la felicidad A los N’gollyang Que están siendo cazados por predecir el futuro, A los shuk´tars, los imperiales, Dueños de la felicidad y la esperanza, Pero no hay soluciones, Todo se extermina, Se suicidan las noches, los abismos, Se suicida el sexo, Y todo se termina En un solo punto: la estupidez. En lugar de resistencia Las sacsayhuamanas se sometieron, En lugar de rebelión Creyeron en los cantos de sirena De los viejos arcanos. Nunca lloraron a sus hombres, A a los caídos en la guerra contra los MI-GO Nunca buscaron a sus hijos desaparecidos Las sacsayhuamanas no pensaron en la extinción Mientras eran violadas por los arcanos.
Pobres árboles de la colina Wno’ort ¿Qué culpa tienen ellos?, ¡Qué culpa tienen! ¿Para qué humillarlos? ¡Déjenlos en paz! Para eso están las rejas, Para eso existe el veneno, No te cuelgues de un árbol milenario ¡Sacsayhuamán!, el árbol No tiene culpa de tu pobre existencia.
Si existiera el botón para eliminar De una buena vez a todos los que no Dejan de pensar en el pasado Yo lo apretaría. Mi alma está aburrida de escuchar lo mismo Desde el desierto de H’ill Hasta las playas del The’os Sacsayhuamán se está pudriendo Con la filosofía engañosa de los arcanos Y el miedo a los MI-GO, Mientras los escuadrones de ghe’erts Van de ciudad en ciudad Persiguiendo a los N´gollyang. El progreso está cerca Y se escuchan las amenazas De los extrasacsayhuamanes Que nos vienen a invadir.
Protesto por ser un N’gollyang, Protesto por ser poseedor de sucesos del futuro, Protesto por conocer la verdad de los arcanos Y ser incapaz de convencer a las Sacsayhuamanas Protesto por la crueldad de los ghe’erts Porque nadie hace nada Y los mismos monstruos de siempre nos gobiernan Por perder las alianzas con Muriac III Y el paraíso existente en Nébula IV Por solicitar ayuda de Namor y los escogidos Y encontrar solo el ruido de los huesos Quebrándose Protesto porque nuestra extinción es inminente Y las visiones del pasado son un elixir Entre las pesadillas del futuro.
Hay libertad para matar, Hay libertad para ser un corrupto, Hay libertad para que los N´gollyang mueran, Hay libertad para estafar a las niñas Hay libertad para pelear por el poder entre Los ghe’erts y los arcanos Hay libertad para destruir el medioambiente, Hay libertad para alabar a MI-GO Para que desaparezcan los hombres, Para que se escondan en Muriac III. Hay libertad para injuriar a todas, Hay libertad para soñar con un nuevo día En que todo lo que existe ahora Se quintuplique infinitamente Hay libertad para pensar morbosamente Con que esta pesadilla se terminará algún día Aunque sepamos que es una mentira.
Los ghe’erts están felices, Con sus tácticas prehistóricas Incapaces de volver con nuestros ancestros, Se termina el ciclo de los N´gollyang Mientras nos escondemos en el desierto de H’ill.
Ya no nacen niños ni niñas Ya no existen sacsayhuamanes Hace tiempo que nacen solamente bestias arcanas Y se fabrican a gran escala los ghe’erts. Mis padres son unos caníbales Y mis vecinos son unos MI-GO. La ciudad se reduce a una jungla Y vivimos en cuevas Somos N’gollyang de las cavernas Ya no hablamos Y solo nos entendemos con los golpes Nuestra poesía es la violencia Ya no existe el planeta de Sacsayhuamán Ya no soy un N’gollyang Soy una simple bestia de la jungla De los chacales dientes de sable.
No es necesario esconderse en la colina de Wno’ort Porque su presencia está en el aire, Cada respiración, Cada latido, Cada suspiro que vuela por el viento Tan libremente, Tan espontáneamente. Condena nuestra existencia Escuálida y primitiva Yo quiero una nueva era del hielo Una en donde No exista Sacsayhuamán Y solo exista un mundo libre.
Pienso en el futuro Y tu futuro estĂĄ en las alturas Construye metrĂłpolis Se convierte en un arcano Y nosotros No somos absolutamente Mas que polvo mĂstico.
Durante mil años gobernaron En tiempos de paz y sabiduría Ahora nos sentamos en el suelo, Rodeados de hormigas Palabras transitan Como humo de cigarrillos, La salud de los shuk’tars Se agota Tras ser exiliados a Alpha Centurión Sus vidas se marchitan en el viaje cósmico, Las heridas se agudizan, Los shuk’tars no sobreviven a errar En lo sideral Fueron vencidos por los MI-GO, Fueron vencidos por los arcanos, Fueron vencidos por los ghe’erts, Fueron compadecidos por los N’gollyang, Fueron traicionados por las sacsayhuamanas. Adiós shuk’tars, adiós.
Se fue la sonrisa de los niños En las escuelas rurales Se fue la magia de la inocencia En revueltas políticas Cuando no sabía nada, Recuerdo las tierras Inmaculadas de felicidad, Las flores que poco a poco Se marchitan tristemente ¿Dónde están los shuk’tars? Se fue la última despedida De los N’gollyang y sus predicciones, Perecemos Segundo a segundo Cuando no sabía nada La vida, la vida.
Adelante, adelante Marchan las tropas de ghe’erts Por las calles de An’hol Mientras llevan encadenados A los últimos N’gollyang.
Para los que viven En las sombras, en depresiones, Entre los nudos mentales Entre la inhóspita galaxia NGC 474 Se ofrecen ondas violentas Que recorran los poros de la dermis Que cubran los ojos negros Y fortalezca los tentáculos. NGC 474 se alza Desde la materia oscura a la luminosidad Con un halo de ensoñación Destinado al caos.
Si eres un fiel Representante de lo olvidado Si perteneces A los aborrecidos Te ofrezco ondas violentas Para saciar tu garganta Para dar aliento a tus escuรกlidos latidos Que poco a poco Sobreviven A los lรกtigos De MI-GO, de los arcanos, De los arcanos, de los arcanos.
No retrocedan La mañana está dispuesta a mancillar sangre El apurado tránsito de las nubes Que sobrevuelan por los tejados Mal iluminados por Orente. Esto es para ti, Para ti que huyes al bosque de Jav’ Para ti que mientes con tus envenenadas Palabras que tiras al aire Como un cruel dardo somnífero. Esto es para ti, Para ti que no reconoces el arte de la guerra Que ya nada es idóneo ni maravilloso. Esto es para ti, Para ti que olvidaste escribir poesía Amorosa y mística Cuando luchaste junto a nuestros hombres Contra el nuevo imperio de los arcanos Destruyendo a cada sacsayhuamán Mientras ustedes corrían a esconderse En el bosque de Jav’ No escucharon las profecías De los N’gollyang Ni los consejos desde Muriac III Creyeron ser invencibles, Creyeron ser superiores a los MI-GO, Engañaron al anciano, al joven. Al niño, a cada sacsayhuamán Que luchó por ustedes, que urió por ustedes,
Que desapareció por ustedes Mientras eran perseguidos por los ghe’erts Y huían en sus naves a rumbos desconocidos No miren atrás, Sacsayhuamán Se liberó de vuestra plaga Y ahora podremos velar por Nuestros caídos.
Ríen y no hay preocupaciones En sus rostros blanquecinos como la nieve mortuoria Antes de la tormenta de Igno’lhky ¿Qué pasará con ustedes? Adónde les conducirá la alcantarilla Recorriendo los bajos fondos Encontrando algún demonio solitario Que necesite conversar con ustedes Para salir de su estado depresivo. ¿Sabrán nadar?, ¿Qué hay después del sonido del agua? Recorren ríos, mares, océanos, Se evaporan al calor del sol Y se humedecen con el viento y la lluvia. Viajan de ola en ola A través de islas, islotes, archipiélagos, Arrecifes de coral, O permanecen estancados en el pozo, En el asqueroso y oscuro hoyo Que todo lo ve, todo lo escucha Todo lo sabe, todo lo comprende Pero que nada le importa ¿Se encontrarán los androides con la muerte?. Los arcanos cuidan sus almas ¿Adónde irán? Tan veloces como torpedos Construidos en NGC474.
¿Adónde irán? Tan inocentes como el nacimiento de un MI-GO ¿Podré algún día conectarme con ellos? Quizás en otro cuerpo, En otra mente, En otra vida.
1 La miseria se encontraba escondida Entre las humillaciones y los silencios De cada uno de los miembros del templo de MI-GO Adiós, las lágrimas recorren Montañas y sembrados Poco a poco se agotan las margaritas Desencadenándose ilusiones, Prisiones como amargas lluvias De otoños húmedos. No hablamos de nada, De nadie más que de nuestras Estupefactas sombras que nos cubren Ante los ataques despiadados De la menor agresividad de nuestras virtudes. Siempre me ha gustado la vida, Nos enfocamos en las desgracias del otro, En las barbaridades, En las enfermedades desengrasadas Añejas, huecas, oxidadas, Perfumadas como minutos De agonías, minutos de muerte, Segundos de sueños que se agotan… Se agotan poco a poco, Paso a paso, Tiempo a tiempo, Espacio a espacio Hasta evaporarse en una miserable Gota armónica que suspira
El último aliento, La última estación, los últimos acordes Que entonan los N’gollyang Antes de cambiar su máscara puritana Por la lujuriosa máscara nocturna De un viernes desenfrenado Por las calles de An’hol Alcoholizado con semen, risas, drogas Y la muerte que se acaba en palabras tortuosas, En palabras inolvidables, En caricias que se convierten, En gritos despiadados que susurran Angustiados recuerdos de un mañana Que se niega a retomar su senda, Que se esconde En las campanas de la misa del gallo, En las faldas de los sacsayhuamanes Que jubilosos van rumbo a la guerra, De las sacsayhuamanas que abren sus piernas Y permiten el concierto sexual De una flauta mágica Envalentonándose en mágicas manos Que recorren oscuras siluetas, Oscuras partituras, oscuras manifestaciones, Oscuras vaginas que explotan, Que se desintegran entre muslos y testículos, Billones de años de esclavitud. Cuatrocientos latigazos y los dioses enemigos. Guardad silencio por los mortales, Las páginas se agotan en fosforescencias Y la multitud se ilumina con los sueños
De nuestras asesinas salivas. 2 Una cosa inesperada, Así nos define la historia Cosas Simplemente “cosas”, Eso somos, Unos bichos raros Que se extinguen en círculos cerrados, Nos reunimos a la luz de las lunas, Fumamos rabia, fumamos impotencia, Nadie nos acepta, nos apedrean Porque somos bichos raros, Somos perversos, Extremadamente inútiles, Extremadamente idiotas, Extremadamente perversos, Reubicados en el desierto de H’ill, Nos involucran con el fin, Pero no reconocemos ese código, Nio reconocemos ninguna señal, Nuestros hermanos son los olvidados, Los perversos N´gollyang se esconden No nos quieren junto a los nuevos creadores, Nos abandonan en calles asquerosas y periféricas, No somos traidoras, no somos asesinas, No somos religiosas, no somos fanáticas, No somos endemoniadas, No somos nada más, nada, nada.
3 ¿Te sorprendieron las declaraciones de los arcanos O los sermones últimos de los N´gollyang? Adiós, palabras que vuelan a través del viento, Agotadas sonrisas que se extinguen, Para que sufran los de siempre, Las murallas permanecen en su sitial, La luna contempla impertérrita nuestras plegarias Sí, también lloramos, Aunque está prohibido Porque nadie nos cree, Nadie dice la verdad, nuestra verdad, Estamos huérfanas.
La caricia se ausenta en cúmulos y gemidos, Los gemidos recorren las largas avenidas del silencio Que permanece tranquilo ante nuestro libertinaje Que no dice nada, que no mira, Que respeta nuestro sufrimiento, Nuestra vorágine columna invertebrada De recuerdos flagelados del pasado Angustioso que plantamos Un viejo día como una semilla De esperanza en los suelos magullados De tanta hipócrita vida rutinaria. Es en estas condiciones, En medio de estas alternativas Navega mi alma por las aguas profundas del Kro’h, Profundos sentimientos no me acechan, Últimamente todo se torna vacío Prefería lo oscuro, el vacío angustia, Angustia la vida, angustia la muerte, Angustian los N’gollyang, angustian los sueños Y qué diremos de las fantasías noches, De los ideales días, De los atardeceres esperanza Que han brotado de una mente Que busca, busca y busca Para terminar enterrados en el olvido De una patada imprudente, De una región transparente, De una nación transparente, De una poesía transparente
Y así… Aparece el desenfreno, No hay desaceleración, No hay intermedios entre tu nombre Y mi imprudente apellido seminal, Gozamos de salud Pero nos encanta la enfermedad, Esa inquietante incertidumbre De encontrar un día nublado Que sea eternamente eterno.
Nos fuimos… Así, sin pedir autorizaciones, Sin pedir nada. Simplemente, aceleramos el paso Nos escabullimos por regiones Inexploradas, inútiles, abandonadas Cubiertas de fango, sangre, poesía, Heridas por doquier Ninguna lesión fatal, por suerte, Fuimos fuertes… No huimos del paraíso Tal vez nos equivocamos, Extraviamos el rumbo Tal vez esto no sea lo que se dijo ¿Estuvimos en el paraíso? Tengo serias dudas, muchas interrogantes, Demasiadas preguntas pero no sé O no encuentro O tal vez no quiera Preguntarle a alguien Lo mejor es callar… No quisiera ser mudo, Prefiero la locura Imprudencia de un escape Fulminante, explosivo, ingenuo Caminamos por el bosque de Jav’ Se extravían los pasos, La noche, las almas, los pensamientos Todo, todo. Escapados del paraíso entre paraísos Entre selvas y selvas
Entre montañas y montañas Entre arcanos y MI-GO Entre los centenares de ghe’erts Vislumbro que no hay alternativas, Lo mejor es escapar Otra vez, De nuestro querido, rutinario Y aburrido paraíso sacsayhuamán.
Con respecto a lo que se dijo ayer, Con respecto a lo que no se dijo ayer Con respeto, respeto sus opiniones Antes de comenzar el ritual del sacrificio Respecto a esas palabras Se respira respetos a cada instante Los shuk’tars prefirieron el infierno O tal vez el invierno del Paraíso Cuando lograron huir de los ghe’erts. No hablemos de eso, No hablemos de nada, No hablemos de fronteras, No hablemos de noches Y déjenme decir esto, Lo de antes, eso, lo omitido, Lo que repetí cuatro veces Mientras torturaban a tres niños sacsayhuamanes No hay respeto, Mientras la invasión se extiende por el planeta Con extravagantes siluetas En innumerables piruetas, En mágicas máscaras Mientras el caos lo inunda todo.
Tráeme un poco de felicidad Para sobrevivir a la noche Antes que se agoten los minutos Tráeme un poco de miseria Para mis pies cansados De tantas madrugadas huyendo, Tráeme un poco de ti para permanecer Aislado en tu contemplación Tráeme un poco de esperanza Mientras los arcanos destruyen Nébula IV Tráeme un poco de esos sueños que ya no tengo Porque olvidé la contraseña de mi alma Tráeme un poco de alimento para solidificar Mis escuálidos huesos Y si puedes, tráeme un poco de tu corazón Para comérmelo poco a poco Hasta que no existan latidos Mas que el sonido angustioso De la destrucción del planeta sacsayhuamán.
Así, la vida se cubre de pesadillas Cuando dos arcanos fijan su mirada En algún objetivo planetario. A nuestros humildes ojos Que navegan por tierras inhóspitas Bajo el alero de interrogantes Y escuálidos rostros que nos absorben Por el infinito silencio De esos crepúsculos. Los arcanos deambulan sin prisa De un lugar a otro Manipulando a los MI-GO Y a sus perros soldados Así, a la luz de ese fogón de humo De las historias de antaño y pasado, Añejo cubierto de polillas en extinción. Cuando los arcanos pronuncian las sentencias Se acabarán las lluvias fugaces del verano, Regresaremos a un estado de génesis, Nos acercamos nuevamente Al eterno diluvio Pero no habrá un arca, No habrá un profeta N’gollyang Que sobrevive a la tormenta. Los arcanos son un virus que lo infecta todo La cama se pudre, Las ´sabanas se llenan de una lepra
Insospechadamente libidinosa Con crueles mentiras que se acercan, Los remolinos, los engaĂąos, las tenues miradas Dan lugar a la insaciable bofetada del cielo, No se aceptan los microbios, Se prohĂben las relaciones. Cuando los arcanos nos crearon, Cuando los arcanos nos destruyeron, Cuando los arcanos juegan a ser justos.
Morir en la eterna pregunta ¿Para qué vivo? Es vivir en la eterna certeza De vivir para la muerte ¿y a quién debo adorar? a MI-GO, A los arcanos, El de la vida o el de la muerte. Las preguntas nunca se agotan Siempre existirán tres preguntas Antes que una tímida respuesta, Los cielos nublados, Las noches calientes, La vida pasajera, La muerte imprudente, La respuesta innecesaria, La pregunta sobrevive: ¿por qué?.
Nos dieron hasta por la axila, Nos dieron hasta por el cuello, Nos dieron hasta por el ombligo, Nos dieron hasta por la lengua, Nos dieron hasta por las rodillas, Nos dieron hasta por el prepucio, Nos dieron hasta por las fosas nasales, Nos dieron hasta por los poros de la dermis, Nos dieron hasta por las pupilas, Nos dieron hasta por las orejas, Nos dieron hasta por el cuero cabelludo, Nos dieron hasta por la planta de los pies, Nos dieron hasta por las tetillas, Nos dieron hasta por los rollos de grasa, Nos dieron hasta por el talón de Aquiles, Nos dieron hasta por la trompa de Eustaquio, Nos dieron hasta por las gónadas, Nos dieron hasta por el recto, Nos dieron hasta por el bazo, Nos dieron hasta por el apéndice, Nos dieron hasta por las pestañas, Nos dieron hasta por las costillas, Nos dieron hasta por la espalda, Nos dieron hasta por la glotis, Nos dieron hasta por los vasos sanguíneos, Nos dieron hasta por cerebelo, Nos dieron hasta por el encéfalo, Nos dieron hasta por el colon ascendente,
Nos dieron hasta por los dientes careados, Nos dieron hasta por las uñas, Nos dieron hasta por el codo, Nos dieron más arriba de los hombros, Nos dieron hasta en las mejillas, Nos dieron en el coxis, Nos dieron en los glúteos, En dieron en la frente, Nos dieron día tras día Hasta que uno a uno Fueron desapareciendo los sacsayhuamán, Exiliándose los shuk’tars Y apagándose la voz de los N’gollyang.
Norte y sur Norte cercado de sombras y flagelos, Sur agobiado de mujeres tristes, Un letargo permanente, Permanente, permanente Los demás sobra, sobran las palabras Es espacio se reduce a una enorme Ecuación arcaica denominada Cultura por antiguos filósofos Y los profetas N’gollyang En sus rituales de visiones sin sentido. Perfume de mujeres, sacsayhuamanas, Ignorancia de los hombres, Espejos que se abren en un nuevo mapa, Homogéneo y esperpéntico, Los cuchillos se alargan por la planicie, Las manos ensangrentadas, Las filas interminables de ghe’erts Cazando, torturando, Riendo a carcajadas La saliva se agota en los sedientos La hiel se contamina de hambruna Mientras el ocaso sobreviene tras el arcoíris.
Agosto aparece lejano en el horizonte No hay esperanzas de primaveras, Nos refugiamos tras el ingrato invierno Juntamos nuestras manos para permanecer calientes, No reconocemos los sueños de la realidad Todo es blanco, simplemente Una niebla permanente Tras el estallido de Sacsayhuamán, Un largo grito que termina En esa escala desconocida, Se sustentan los ideales, Se sustenta la imaginación, Se borra cualquier vestigio de civilización Desaparecemos en un último silencio. Luz de agosto, las últimas gotas de sangre, Las últimas palabras del último N’gollyang Los últimas ritmos de un corazón agotado, Las últimas miradas de un día que expira En un silencioso anochecer, silencioso.
Las multitudes se alejan del horizonte En tus manos, solo en las tuyas, No hay silencios que iluminen La noche del fuego permanente, Todo se contagia de agonías, El fuego aumenta, Los bosques se consumen, Peligra la cultura, peligra el pasado, El presente, no hay futuro Prohibido hablar de sacsayhuamán De los tiempos felices, De las paz con Muriac III Del paraíso de Nébula IV. ¿Quién te cuidará sacsayhuamana? Volarás libremente por el viento húmedo del The’os Recorrerás la colina de Wno’ort, Nada detendrá a los arcanos, No hay nada bajo su abismo, Las multitudes de sacsayhuamanas Incapaces de llorar, cierran sus ojos, Unen sus manos hasta ser un solo cuerpo Y cuatro cosas te dirán los MI-GO esta mañana: Que te olviden, cuatro Que no te ayuden, tres Que sufras, dos Que desaparezcas, uno. Lo demás es nebulosa Un punto que no se une con nada,
Una fugaz luz incandescente Hasta la oscuridad del universo.
“No viajar a la luna, ¡Repito!, No viajar a la luna. Amenaza inminente”.
El último número es treinta y tres, gemidos Shuk’tars, sobrevivientes, exiliados, Vacíos, el alma en una palabra Los arcanos nos convirtieron en nómades, Sin naturaleza sacsayhuamana La débil cuerda algún día cederá, Entonces dirán las primeras notas De los refugiados en el cristal de porcelana. No hay tormentas porque no hay tiempos que sobrevivan A la muerte, el aguante de jornadas en tinieblas Quieren habitar las calles del pasado, Los MI-GO, los salvajes ghe’erts No hay puntos de equilibrio en las débiles fronteras. Arrojando la piel por la ventana, la última carta, El último elixir de gemidos, Los treinta y tres viajando a la velocidad de la luz Y mucho más allá de lo imaginable En la pequeña nave de la esperanza, En un caótico refugio, alterado el espanto, Las despedidas de sus manos sucias Para terminar concluyendo Alegando, rogando, rugiendo Que la vida se acuerde de ellos Y la muerte les comprenda.
Hay días y días Que pasan volando como si nada existiera La tierra, la roja tierra ensangrentada El mar, el negro mar de anonimatos El aire, el grisáceo aire contaminado El fuego, la débil llamada que se agota El shuk’tars, el ocaso de una civilización extinta Hay días y días Que pasan volando como si nada existiera.
Navegamos sin rumbo, a la deriva En el sueño de los sobrevivientes Lejos de nuestro hogar Cerca de la materia oscura Los datos siguen marcando negativo Aún los espías de MI-GO nos vigilan ¿Adónde huir? Una pregunta sin respuesta.
Que entre mis pases y compases Tu nombre se aproxime Como un relámpago que busca el rugido del trueno Sin misericordias, ni fronteras Más allá del océano de tus pulmones, Arrojada a las aguas amargas de la impaciencia Del notable suceso de un día de esperanza Alguna señal eclesiástica, El último mensaje de los N´gollyang Profetizando la recuperación de los años añejos, Como el viento que regresa cada otoño Como la fugaz primavera que lo inunda todo. Lejos, muy lejos, queden Los recuerdos de ignorantes preguntas De sueños aterciopelados con piedras del camino, Me personifico en alegrías, Comparo mi rostro con las nubes grisáceas, Me recubrió en imágenes pasajeras Y lo demás sobra, Sobramos nosotros… Nuestros cuerpos, nuestras mentes, Nuestros espacios, nuestros silencios, Nuestras ideas, nuestras risas, Nuestros nombres, nuestras imitaciones, Solo sobrevive eso que llaman amor, Y que consume mis lóbregos pantanos Que me agotan, me abastecen De los manjares más individualizados De la tormentosa vida,
Entonces, desfallecemos, desfallecemos, Que sobre todo, Que nada sea permanente Todo sea mutable La vida, la pordiosera vida, Que se extingue sin tu presencia Entonces, atorméntenme Mátenme, azótenme, Cubran mi cuerpo con el vacío Porque lo demás no importa. ¡Qué me importa la vida!, ¡Qué me importa la muerte!, Que me importa el mundo Si mi nombre no está en sus labios Si mi rostro no recuerda en los sueños, Si mis labios no encuentran El dulce maná de su boca, ¡qué importa lo demás!, Todo sobra, sobramos, Tú, yo, todos, sacsayhuamán, Sobretodo: Sacsayhuamán.
Reunión vigente, murmullos, Prisa, nervios, decisiones Nuestra órbita se aproxima A un gran temor y a una gran sorpresa ¿Sobreviviremos a una supernova? ¿Alcanzaremos a huir antes de ser Absorbidos por el agujero negro?.
Imposible sobrevivir a la supernova A la velocidad, al tiempo, al destino Única salida: una cápsula para dos tripulantes Dos shuk’tars. ¿qué será de los otros treinta y uno? ¿sobrevivirán en la pequeña cápsula? ¿quién irá?, ¿quién?, ¿quién? ¡Quién!.
Quisiéramos ser perfectos, Quisiéramos ser los mejores Quisiéramos confiar nuevamente, Amar nuevamente, Pero nuestra voz se extingue En la condena de los arcanos. Imaginamos un futuro, Imaginamos un pasado, Imaginamos una nueva Sacsayhuamán, Imaginamos a nuestros hermanos N’gollyang Que se esconden en los bosques de Jav´ Que se escondían en los bosques de Jav´ Hasta la explosión de Sacsayhuamán. ¿Qué hacemos?, somos esto, extraños, Extraños que buscan un sentido para sobrevivir Nos alejamos, escapamos, huimos, Permanecemos en silencio.
Quisiera que sonrieras, Quisiera que me miraras, Quisiera que me dijeras te amo Quisiera abrazarte hasta quedar en coma, Pro no hay enfermedad en mi cuerpo Que ensucie a este silencio, Escapo de todos, Escapo menos de ti, Escapo de mi nombre, Escapo de mi pasado, Pero no reconocer mi voz Que grita te amo. ¿Qué hago?, soy esto, extraño a tus ojos, Un extraño que busca un sentido para sobrevivir Pero no te alejas, escapas, huyes Y yo permanezco en silencio. Entonces, Vivir es morir Vivir es morir, vivir es morir, Vivir es morir con tu nombre En mis pestañas ensangrentadas. Imagino un futuro, Imagino un pasado, Imagino besándote, Imagino amándote Y te escondes en un árbol Me tratas como a un extraño
Y permanezco allí Mientras te subes a la cápsula Sin despedirse, sin mirar atrás Y permanezco allí Nuevamente situado En esos extraños senderos.
Y de pronto, todo se volviรณ oscuridad.
Yo soñé alguna vez con reconquistar las estrellas Beber del manantial paradisiaco de Nébula IV O la exoticidad de un beso de una sacsayhuamana Pero me equivoqué, otra vez, en la fecha de partida La confusión se apoderó de mí Y quedé en la periferia de no escuchar a nadie… A nadie que me diga que los shuk’tars existen, Las vueltas y revueltas se adjuntan En pequeños corpúsculos que se agotan En esa imagen que refleja ese grisáceo espejo Que alguna vez hablaba a raudales. Yo soñé con el desierto de Hi’ll Y terminé adormecido en una cápsula sin destino Mis piernas insensibles, rígidas Al no ser utilizadas durante años de exilio Ahora sueñan… Sueñan con An´hol, con los jardines resplandecientes Con las calles de oro, con el mar de cristal, Pero el sueño se convierte en realidad Mi compañera me abraza y reconozco Que no hay un mejor sacsayhuamán Que el que encuentro entre los treinta y uno Todos esos shuk’tars que nos despiden con envidia, Llenos de gemidos Y suspiros sexuales e imaginativos Antes de abrazar a la supernova.
La cápsula se cierra, Sacsayhumán está en mi corazón, Está en el exilio de los shuk’tars, está en este inicio del peregrinaje.
SACSAYHUAMÁN: EL EXILIO DE LOS SHUK’TARS J. P. CIFUENTES PALMA se terminó de imprimir en el mes de agosto del 2019 en los talleres de Opalina Cartonera
Los libros de la editorial opalina Cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaciรณn, delicadeza y amor
V OP!