Disparas tú, disparo yo / L. S. Cubillos

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L. S. Cubillos

Disparas tú, disparo yo

Opalina Factoría ~3~


Disparas tú, disparo yo L. S. Cubillos Opalina Factoría 2016 Diagramación a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Valparaíso, Chile por Opalina Factoría Primera edición

“Colección Ecolección” Contacto autor: luis_araucaria@hotmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor ~4~


Disparas tĂş, disparo yo

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“ Solo al muerto en incendio “ Oscar Hahn

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UN VIENTO IMPRECISO

Si de tanto y tantos abrazos desnudos no aprendimos nada sobre las puestas de sol, y los cuerpos se rompieron como olas floreciendo y los rostros se perdieron en el olvido y su ventana. Yo aun caminaría sobre los soles negros que quemaron el viento de nuestro amor dispersos en esta mañana como cruces quietas. Ahora, si de pronto camináramos por el sendero de la soledad, y tu mano cierta en el corazón apretando la arena que cae sobre la piel, y los guijarros rompiendo la zozobra de esta mañana enmarañada sobre las pupilas de los pies descalzos. Yo aun caminaría sobre los soles negros que quemaron el amor de perdidos deseos dispersos en estos parajes, eternamente.

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Estos números no alcanzan para contar la mitad del mundo, no alcanzan para atrapar sueños atrapados por los olores del aire y sus vespertinas, tampoco para jugar un solitario con tu cuerpo, ni para ocultar el rostro de tus hijos - hermosos, pletóricos por lo cierto – Solo alcanza para ver caracoles cruzando la arboleda de su vida dejando su hilo de vía láctea; trasnochando los parpados de la emoción. Alcanza para medir la distancia de los cuerpos habitados. Alcanza para buscarte en la neblina del roció, en un mar de verano haciendo agua en la bóveda del cielo. Alcanza para remedar el dolor fumando su pipa en silencio. Alcanza para buscar las orillas del asombro, las primeras lluvias. Alcanza para que el odio de tus enemigos se pierda en el vació del cenagal. Alcanza para buscar y encontrar el deseo de la noche en que la luna escribe tu silueta de carne y gacela. Estos números son un vestido de la desnudes de plazas llenas de manos y saturados cuerpos danzando la hecatombe de la alegría. ~ 10 ~


Estos nĂşmeros son los fantasmas del espejo, son las muestras de sangre de nuestras soledades, son los zapatos de difuntos arrepentidos por no tener deseos. Estos nĂşmeros son el soplido de los dioses, somos nosotros arrepentidos del infinito, son las calles desiertas en un mar de dudas, pero alcanza para sostener nuestras almas y amarnos cuando estamos mĂĄs solos.

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LA BELLEZA CRUCIFICADA SOMOS NOSOTROS

Se nos cayó el amor, el viento en los cuerpos nos derrumbo en las olas como escaleras detenidas, nos dejo un ruido de aviones para siempre y nosotros desnudos corriendo bajo la lluvia como semáforos de cualquier ciudad detenida. Ya no volveríamos al lugar donde nacimos, los hijos han crecidos en sus almas en sus cuerpos y tratan de reconocer el abismo, los demás piensan que estamos locos dicen que es necesario que dejemos vivir, que me ha dado por gemir, como el que más, cada vez que no te encuentro. Y tu soterrada y dispersa tu humanidad al viento en los caminos de estas playas. Son 50 y tantos de un ocaso transitorio de un pueblo abandonado a las lluvias, a los ojos, pero la juventud resiste en sus avenidas atiborrando las calles de gente circulando con su ruido como luna eterna de los nombres. Y aunque el hombre incongruente persista en talar los árboles en podar nuestros pájaros milenarios; ~ 12 ~


sobreviviremos a nuestros desvaríos a nuestros huesos tristes y devastados. Y porque los crujidos de la belleza tienen que tornarse finitos, y luego se nos caiga la piel como andrajos en el paraíso y su reloj. No perderemos la memoria por el bien de la vida. Ahora que la tierra cubre el cielo de cruces y un viento de deseo nos despercuda se abrirá el amor para sacudir al mundo, para que te sientas saludable; aunque eso se llame estar peor. Aun así estaremos por la victoria de los huesos desnudos y llorando hasta el fuego de nuestras bocas.

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SACRIFICIO SOUL

Se buscaron eternamente como estambre a los rayos de sol, Se subrayaron en todos los poemas de amor, Se cortaron los cuerpos con vidrios de la aurora, Se mordieron hasta el infinito Se chuparon la sangre y nada los detuvo. Hoy vagan en el aliento de la costa fabricando sus propios torpedos para entrar al cielo. El volcán gime para sus adentros: a los cataclismos vivientes a la rosa que perdió las espinas al jardinero que azota su alma con la sangre del subsuelo al hombre que busca su mujer en las estepas de los sueños. Se buscaron eternamente como carne a las carnicerías, como ventolera de tornado, y se giraron como la rueda y nada los contuvo en los claros de su nostalgia, y hoy bailan en el ángulo de la puerta desnudos y pegados a sus cuerpos como siameses. Se sacrificaron por el sueño incandescente fabricaron su propia fabrica a imagen y semejanza, el viento iconoclasta los disperso como semillas, ~ 14 ~


el silencio de la pradera hablo por aquellos durmientes. No pudieron con su realidad. se buscaron efĂ­meramente como corazones a su taquicardia. Hoy vagan en las tinieblas del maĂąana.

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DE QUÉ HABLAMOS CUANDO NOS HABLAN?

No se canta en español 10 canciones vulgares por nada, también se canta para abrigar la lujuria para alegrar el corazón madrugador, el ocaso en los cuerpos a la deriva de su barro, se canta en la mañana miscelánea por el cuerpo hundido en el ostracismo y la raigambre. Dime que la tierra es redonda como el corazón corrompido por el tiempo, como una marca de ganado por la espalda, es cierto que no estamos solos solo estamos es cierto por la poesía por el día que relumbra el vacío en los ojos. Los años derretidos por el hombre en su vientre donde nacen las quimeras el instinto, tu otoñal lozanía curtida de arrugas, la pesadez de las puertas en invierno, como una marca de ganado en la espalda. Ahora los cielos se destruyen a vista y paciencia del hombre aleteando profundidades exactas que realzan la pureza del aire, pero todo es un espejismo los días son noches, los hombres jamás dejaran de ser niños.

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Somos una mascarada del dolor con la tierra aprisionada en los pies, si no nos matan nos morimos solos con fe en el espanto y la estupidez. Se desespera el hombre por su pronta recuperación cuando a derrotado todo lo que le servía, como pudo adorar su efímera vida si dejo de buscar sus niños perdidos para siempre, el centro de la emoción derrotada, la ciudad convertida en el ocaso de los mares: por el bien de estos parajes, lo inmediato, los grandes mundos se hilan sosteniéndose en el abanico de los cuervos hilando humo.

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EL VIENTO ANCLÓ RAÍCES EN EL CORAZÓN a Hugo Brunett I Que paso amigos míos, con los caminos del ayer? se los comieron los peces atragantados de murallas, en los días hieráticos y pomposos de los vinos baratos y la juventud dispersa, en un rincón de allá por Quinta Normal. Declarábamos que los sueños serian bombas de otros cielos y no bombas atómicas de nuestra destrucción, mientras caminábamos descalzos bajo los faroles de Santo Domingo con Velásquez la vieja, agreste el paso doble de la militancia en los humos sagrados y libertarios. La noche para siempre detenida.

ll En el entreacto inerte los cuerpos rodaron nuestras cabezas del entretecho, sin darnos cuenta de la desnudes del día. De lo que vendría, de lo que dejábamos, remojando nuestras diamantinas y trisadas alas en las vespertinas de las veredas idolatradas. ~ 18 ~


Aunque nos sobro sol y el amor daba sombras en los laberintos del mañana, se nos murió el adiós, el viento en las venas. Como nuestras soledades, acuñadas como enjambres en el trafalgar indolente de la humanidad. Mientras en el deambular del entrecielo las copas de los árboles bailaban a nuestro favor, del viento las veredas y las remembranzas de los años como daguerrotipos del silencio.

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POETICA

Buscamos el oficio de madrugada, la soledad en el horizonte de amigos muertos buscando sombras de poemas por las calles, oteando el rastro indómito de aquellos poetas de los cielos para copiarlos y no deletrear ningún título que destruya el robo asqueroso de esta moción de ninguneo. Buscamos la tinta que reverbera la levadura de los orines florecida como huerto desastroso, como muralla borrada y vuelta a escribir como ruido agorero de lo que nos asistirá. Buscamos el amor en las piernas del mañana. Tratamos de encontrar el furor de la imaginación en lo naciendo, que todo lo creado nos sea dado por necesidad, que lo obrado sea hijo del rigor, solidarizando con los fantasmas que nos pueblan.

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VUELO

Hay un desgano intrínseco, enorme en el hombre de parecerse a los pájaros compañeros del único idioma del mundo. Volar, volar por los arrecifes de los sueños, con adivinas mascaras, hoy, con hojas de hierba sucedánea, mañana, llenos de arreboles y solsticios y desnudos como pájaros libres en lontananza. Como niños libres para la eternidad, para defender la única patria que asoma por encima de los cerros, el rostro de los silencios esclarecedores la sed de la agonía por vivir.

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SALMO

Madre tierra, recoge nuestros huesos desparramados en la oscuridad del ser en las lágrimas de tu hirviente sexo, que los caminos se habrán de puerta en puertas que tu vientre sea nuestro aire, persevera por nuestros ojos olores y costillas del mañana, lava las barriadas de todo mal. Edifica sobre nuestros cuerpos el diluvio de vivir, lluvia y arco iris de nuestros hijos, que los pesares sean las dichas de nuestra perenne soledad. Danos tu fortaleza no nos defiendas de todo mal. Que nadie nos vea caer de los andamios aunque sea por iniciativa propia. Madre tierra, a ti lego mi fortuna huesos, húmeros, vértigo del alma, mas huesos que adornen las esfinges de nuevas direcciones, vestigios del corazón.

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RECORDATORIO

Hoy hemos visto a la muerte rugiendo como gran ramera de la tierra creando sus labios usándolos a destajo y siniestra, sabiendo lo bien que en hileras vamos condenados a estacionarnos en los paraderos ensimismados del alma. Hoy hemos visto a la muerte buscando en nuestros sueños barriendo nuestras veredas leyendo los diarios de nuestros vecinos codificando nuestro pasado husmeando nuestra cedula de identidad. Hoy hemos visto a la muerte amenazándonos de vida eterna cerciorándose que tenemos hijos que tenemos deudas porque vivir que amamos a los amigos que aun nos quedan. Hoy hemos visto a la muerte por el bien de todos nuestros muertos por el bien de todos estos vivos y su soledad, hoy hemos visto a la muerte haciendo el amor con dios hincándole su diente de leche a esta humanidad. ~ 23 ~


EL MIEDO

El miedo que la noche engalana bifurcado por secretos parajes lleva un destino de olas y miserias, rompeolas que trisan la piel. El eco lúgubre de esta estación de trenes que desfallece mientras aguardo ensimismado en los recuerdos. El miedo te atrapa y no quieres avanzar dices que no es nada, que es una aureola de la vida, pero algo hay en la oscuridad que resplandece y te hace rogar por un tren de pasajeros que no existe en esta estación abandonada. Trémulo de flores muertas y pasto seco canto a las estrellas, hiriente y pasivo sobrecogido en mi interior, en mi nada. Tiendo mi cuerpo y recobro mi pasado el miedo me da aire y me deja vivir, solitario de espejismos, llevo el pavor en la sangre.

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TOP MODEL

Llego como un recuerdo de la belleza en el desamparo triste de la soberbia, Vivió a la moda los últimos 15 años de un ruido de 30 bienaventurados días y murió sin que nadie recordara su nombre en los 15 minutos de su olorosa fama. Busco el reencuentro de sus padres en el fondo del mar, góndolas de su paciencia los derroteros de su alma, naufragio del mundo a sus pies en los rostros hirientes del dinero. Pero hoy nadie recuerda su pasarela, su cuerpo desnudo, una rosa en la mano entrelazando la calavera, el sendero del caminar en el abandono de sus seguidores. Vivió como un recuerdo de su belleza ensanchando el amor como histeria. Quebrada sombra en las alas de su olfato mal adherido a los trajes de su piel. ~ 25 ~


DE AQUELARRES Y TROPIEZOS

Tuviste sueños, tuviste hermosos hijos, pero nadie te quiso más que la muerte que rondaba las carnicerías para echarte el guante que se acostaba con tu sombra solo para herirte solamente en las cantinas y bares te dejaba quieto para que existieras en ella era una fiel compañera tu perra inconmensurable que solo a ti ladraba. Saliste un día de tantos al trabajo al oficio pensando como derrochar sangre tinta para alejarla la escarcha cundía como camino por el corazón su sexo era mi vida en aquellos días de tropiezos y vente conmigo para siempre. Trasnochaba y la luna era oscura como mi nombre trastocaba todo lo que podía salvarte ella era mi horizonte en aquel concierto donde el público no existía solo un dueto sempiterno oscuro y placentero pero triste al fin. Hoy día pegado a su aire espero un futuro mejor radiante e infinito el porvenir de este sietemesino arrodillado de estampas atragantado de estrellas, ~ 26 ~


tuve muchos sueĂąos maravillosos pero uno solo es el verdadero en este rincĂłn.

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ES POCO LO QUE SE PUEDE DECIR DEL FRÍO

Cuando caminas desnudo y el fuego crepita tu deseo la buhardilla resplandece, pero el frió es petrificado, solo tú te consumes como el fuego de los primeros días que quemaba como el hielo, tras restaurar las heridas las hacia lluvia del alma. El hambre que poseemos es sed de sol de calentar sexos derruidos por la mano efímera llena de sangre. Y adentro del cuarto el bullicio del silencio. Es poco lo que se puede decir del frío cuando se desangra el día en los caminos del vagabundo. Tus mejores muertes; escarcha de un río sobre la piel. Mientras este hombre lleva el mundo en su espalda limpia ventanales acosando la visión del desamparo, su caminar es suplicio del amor devastado. También se olvida su paciencia hacia el calor del cuerpo el descanso hiriente en los rostros invernales. El frío que todo lo puede, cuerpo, alma, tierra, llegó para alumbrar los seres para siempre. La humana miseria es culpa del dinero de los días comprados para el vivir.

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Mientras este hombre lleva el mundo en su espalda. Para saber sufrir, el friรณ es una cรกrcel de la soledad del fuego. Y adentro del cuarto el bullicio es silencio.

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LLUVIA

Llegamos demasiado tarde esa noche, todo estaba repartido, las migajas de las sobras centelleaban arriba de la mesa como monedas de oro. Los que no teníamos camas estábamos agazapados como baratas en un rincón de la hospedería, la cloaca apestaba, afuera la lluvia gemía como el alma de dios. Todo era un karma en la campiña transitoria, y este era el único lugar de la tierra donde reposar el cuerpo y hacerle el quite a la naturaleza. Mientras afuera la azotea del cielo se desbordaba. Llueve sobre el apocalipsis de la tierra. Llueve sobre las manos del amor en días festivos. Sobre los niños felices de mostrar su infinita alegría en esta lluvia que moja el corazón. Sobre los niños entumidos que vagan por la tristeza de los cielos. Sobre las mujeres parturientas que esperan la lluvia que las hará dueñas del mundo. Siento el olor de la tierra en mis narices la quietud del pueblo bien soterrado, en esta parte bienamada del sueño todavía permanecen chimeneas que adornan el aire, ~ 30 ~


las mujeres después de la lluvia salen a tender sus sueños vírgenes,

las calles resplandecen en los adoquines y los niños detrás de los rocíos y la pelota de trapo, los hombres acodados fumando sus pipas de agua en los vestigios de sus hombros después del trabajo y pensando en lo que vendrá después de la lluvia. Llueve sobre las horas de espera en el regreso a casa. En el trabajo mortificador pero liberador, Por más que deletrees el agua que cae de lo infinito siempre te apabullara la sombra de la neblina infinita, el día cansado de un cuerpo a otro, el molino que gira sus aspas de aguas difuntas de lluvia. Pero sigue lloviendo sobre los cuerpos solitarios que buscan un tazón caliente de amor. También llueve sobre el amor de los cuerpos furtivos. Llueve por el silencio de las voces por los cuerpos mutilados sobre la sangre de miles de inocentes.

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SOLITARIO DE ESPEJOS

Esta noche me he perdido para siempre Del parque a la casa, vistiendo la sombra de gala Para vagabundear con los amigos A los enemigos los visitare más tarde Cuando el sol guarde las espuelas y renazca la luna Me he perdido para mí mismo, no para los demás Para los que visten de dios, monedas Para los que visten de naturaleza, amor Para los niños cedo todo, lo que he recogido Estos largos años a la orilla del mar Dulces de neón, palabras simples y un rostro barbado Que es también una mirada límpida y pensativa. Pero las últimas noches han sido famélicas Sin pastillas para renacer Los espasmos mueven la cortina de los perros Que aguardan en un rincón del jardín Me ha llevado demasiado lejos la soledad Pueden tirarme en la casa del frente, pero no botare Las banderas que acogí con desgano en un sitio de la vida Pero que hoy renuevan mi alma Libertad para vivir Sueños eternos Y trabajar en lo propio, He ahí la consigna del autodidacta Una manzana agusanada se puede comer Tienes que lavar la herida del corazón ~ 32 ~


Y ya está Solo por la vida y acompañado por los demás. No nos enseñaron a ser dioses Ni mercachifles de la seguridad de otros; Solo pasaba por aquí le musite al oído Y se le abrieron los ojos en respuesta. No nos perdimos porque nunca nos tuvimos Solo aire y un puñado de tierra al viento No sabemos que nos depara el futuro Solo la mañana con su quejido de humanidad Y en cambio vivimos llenos de espejos Pensando que el recuerdo nos despertara Se oyen pasos en la prisión de al lado Y un murmullo de esperanzas bien aquietado Llega al corazón y rebota en la piel de esta habitación Las paredes se quejan de esta libertad Asustadas como palomas de la paz.

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PAZ en memoria de Jorge Cienfuegos Paz para ti, para tu aire que existo tu aliento de caracolas, tu verbo desnudo. Paz para los que dejaron que el amor corriera a raudales en las laberínticas calles del agreste paraíso, o que llenos de él, el sueño de la desesperación pudo más que encontrar el sueño de la tarde aquella. Para los que buscaron el silencio el pan en las almohadas, paz para ellos. Paz para los astronautas que nos han traído la luna en bandeja, y la han declarado desierta de amor y gravedad. Paz para los entumidos en las cenicientas calles de la emoción. Paz para el nembutal, el debutal y sin olvidar el amprozolan. Paz para la neblina en la cabeza y el sol en lontananza. Paz también para los perseguidos y opacados en aras de la humanidad y muertos por sus razonamientos o por el delito de no tener lo que robaba: ~ 34 ~


la pobreza los redima, nada de remordimientos tardíos, su corazón proveerá la comarca el fuego los redimirá. Paz para los cuerpos destruidos por los hoyos negros del corazón, para los que te mataron y estando vivos todavía vagan en las tinieblas del día. Paz para su tormento que siempre existirá. Paz para el recuerdo, siempre tiene que haber una luz que nos lleve a buen puerto, al patio de la pobreza donde todos los sonidos se despiertan. Paz para el olvido que nunca nos contamine en el desquite de la vida. Paz para el bosqueparque que siempre cobijara nuestra naturaleza. Paz para los niños llenos de estrellas, acertijos y un sueño por nacer. Paz para los rostros por venir, los hijos por crecer, la sombra que aquieta los espacios el día que perdurara en las manos del tiempo. Paz para mis amigos que veo de tarde en menos el rosario de lo cotidiano nos encadeno a su aire. Paz también para nosotros que estando ciegos de soledad ~ 35 ~


un libro pudo mĂĄs que todo los nĂşmeros de todos los telĂŠfonos del mundo.

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ESTAMOS EN PAZ

Hoy, hemos madrugado temprano en las manos del día, las casas están vacías en los patios circulares, redoma del hombre los patios duermen. Las palomas saludan el estival sol que cubre los cuerpos de los entumidos trabajadores. Luego el mundo también duerme en sus camas ateridas de sangre. No te he buscado para silenciarte en tu oropel, tu lágrima caída en la calle del barrio cimentando oleadas de nubes por descubrir. Las piedras son estrellas que brillan en el fondo del mar a través de ellas veremos la luz de los incendios de los días mortificados por los trabajos esporádicos. Las lagunas de aquella ciudad dormida. Te he buscado sobre tu pasado, tu alma, sobre la tragedia circundando la vida la herida de los inspectores los circunspectos de ojos abrigados por la soledad, la mirada de la mañana sin montaña, los cuerpos ateridos en la piel del invierno. La ciudad convertida para que pudieras nacer. Cuando joven no tenías sembrada el alma, ~ 37 ~


todo el mundo preguntaba por ti, por tus actos tus inacabadas conquistas y tus derrotas seguras. Esta vez no morimos en vano moriremos por apreciar la muerte que vendrรก con su vaso en vino su jamรกs en mano por los trabajos terminados. Ahora duerme en silencio la ciudad.

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Ă?ndice

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Disparas tú, disparo yo L. S. Cubillos se terminó de imprimir en el mes de octubre del 2016 en los talleres de editorial Opalina Factoría

www.opalinacartonera.blogspot.com

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Los libros de la editorial opalina factoría SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicación, delicadeza y amor

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