Lecturas en la Sech / Varios Autores

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Lecturas

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Varios autores Opalina Cartonera 2018 Diseño y diagramación a cargo de Juan Canales Impreso en Laguna Verde-Valparíso, Chile por Opalina Cartonera Primera edición

“Colección Recolección” Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas- 3.0 Unported

Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor


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Escribir es un acto individual, íntimo, un gesto único e irrepetible. Leer a viva voz, oír lo que el otro ha escrito es un momento de comunión, compartir la revelación del autor. Este libro da testimonio de momentos de lecturas colectivas, las voces que aquí se dan cita han leído juntas en la Sociedad de Escritores de Chile durante el año 2019. Diversas, dan cuenta de la riqueza de estos encuentros y de esa magia que se produce cuando las palabras llenan el espacio. Jorge Arévalo, con un ritmo intenso, en siete poemas con profundidad y belleza da cuenta de procesos existenciales que rodean al hombre. Eugenia Contreras, poesía precisa con imágenes muy suyas, en medio de brumas de nostalgia y preguntas. Edith Contador, una mirada que capta la sociedad con sutileza y compromiso. Sissi Fuenzalida, provocadora, consciente, una voz que innova. Carlos León, desde la metafísica, desde el ser, textos complejos y perturbadores.


Manuel Mamani, poesía exacta con imágenes claras llenas de belleza. Marcelo Valdés, un tono que despierta, textos urbanos, directos, poesía en marcha. Juan Húsar, textos nacidos de la sociedad, literatura que se encuentra con el hombre en medio de procesos dialécticos. Todos tienen en común que escriben en conexión con el mundo en que viven, su trabajo da cuenta de la manera en que su entorno trasciende en cada línea de sus textos. Un honor participar de esta publicación.

Paulina Correa


JORGE ARÉVALO


Tienes razón mucha razón hemos llegado a un tiempo en que la sola mención del verbo amar nos amenaza como una araña de rincón el alma y nos acecha el sexo y la testa nosotros los de entonces venimos de vuelta con un ramo de flores secas en la mano y no es bueno que tentemos a la primavera nosotros atamos nuestra soledad con una camisa de fuerza y escribimos en la herida que abre entre los dedos el filo del papel damos de morir a las palomas y ahogamos el corazón en el vino de una jarra sorda tienes razón mucha razón al pensar que no somos sino moscas aleteando a muerte dentro de un plato de vinagre nosotros somos ancianos tratando de enterrar nuestra infancia en una tumba sin nombre tú y yo somos niños tratando de huir de nuestras madres y sabemos de la peor manera que hay golpes como del odio de Dios palabras que atraviesan la inocencia a la velocidad de la luz y se alojan en el cuerpo como balas en un maniquí de gel tienes razón mucha razón hemos llegado a un tiempo en que la verdad es una mentira piadosa y usamos el verbo amar como un arma de extinción masiva nosotros los de entonces venimos de vuelta con un puñado de semillas amargas nosotros escribimos en la piedra que el dolor no nos venció y llevamos en el pecho la fragancia de un durazno abierto al sol.


Es temprano para hablar contigo en francés en ruso o en chino mandarín tengo un boleto para ver el fin del mundo en primera fila y un billete falso para pagar una hora de felicidad en un motel de lujo es temprano para escribir nuestro próximo capítulo es tarde para negar que tu imagen sepulta el lustre del espejo tú sabes que digo te quiero cuando escribo muérete en la puerta de tu casa cuando olvido que la venganza es un plato que se come sobre el ataúd de un niño muerto estoy con mi rencor sólo el tiempo que tarde en morirme es muy temprano para componer un soneto y tarde para mear sobre la tinta derramada estoy con tu recuerdo el tiempo que tarda en vaciarse una botella de vodka los años en que ocuparé mi sepultura por dentro . El corazón tiene razones que la razón no entiende. Blaise Pascal

Encierro mi deseo de amar en una celda de castigo me siento con él hablo en buen romance le pido que calme las pasiones le ordeno en diversos tonos que no me haga esto otra vez que guarde silencio porque en boca cerrada no entran elefantes lo condeno a cuarenta días de pan y agua a un cuarto oscuro en que las lauchas le roen las uñas de los pies pero es en vano mi deseo de amar se ríe de mi en mis barbas el amor tiene razones


que la razón no entiende responde con la mueca de un bufón macabro pero yo no doy más a las tres de la mañana voy por él lo amarro de manos y tobillos cubro su cabeza con una capucha del ku klus klan y golpeo duro con una llave inglesa dos tres cuatro veinte veces hasta que mi deseo de amar es un saco de vidrio molido un cachorro que dejó de aullar al fondo de un tambor de agua.

Mi vida pasa por la cuerda de un violín por el cable de los audífonos llevo un mapa de tu cuerpo calcado en mis labios y en mis huellas digitales el mar es una piedra que golpea la razón el veneno cierra las marcas que el amor abre en el cuero cabelludo y en la palma de la mano el oleaje es un nudo ciego que se ata y desata con el llanto de tus ojos sólo un tonto se pone a correr / cuando la lluvia le besa los pies sólo un sabio apuesta el sombrero en una mano de póquer sabiendo que perderá también sus zapatos el tiempo es un hilo de agua enrollado en un canasto de mimbre . Sólo un tonto se pone a correr / cuando la lluvia le besa los pies, versos de la canción ¨Si no oigo a mi corazón¨ del músico Argentino Pedro Aznar.


Ducho en la pelea y miedoso en el amor no soy tan valiente como para olvidar tu boca la suavidad de una gota de aceite al lubricar las sílabas de tu piel hija de la greda galope de espuma marcado en la piedra de nunca acabar tú no te bañas en una tina llena de leche de burra por no borrar tu origen palillo de canela clavo de olor de los marineros que besan y vuelven con un ancla de humo entre las manos cuerpo hecho a la medida del placer máquina de matar la gallina desde las patas al cogote audaz en la lucha y cobarde en el amor no soy tan valiente para olvidar la elevación de tus pezones ni esa leche de loba en celo que abulta mi aguijón.

Las olas van y vienen sin pausa mi corazón va y viene de mi nostalgia a tu alegría la música se marea de tanto dar vueltas y vueltas en el tocadiscos el puente de la guitarra deja pasar un acorde limpio como el suspiro de un bebé que va dormir para siempre antes de la próxima coma las olas hacen taco pasan por un cuello de botella descienden como plumas sin alas y rozan la suavidad del fondo tu alma se reúne en la punta de la aguja y crece como el genio de una lámpara mágica las olas van y vienen con mi deseo de perder la razón antes que la muela del juicio van y vienen como la necesidad


de alimentarme de tus pechos duros de dolor y fertilidad entre la noche y el amanecer naufragan amor y deseo entre el alba y el ocaso una estrella fugaz raya el cielo y nuestra boca parcha un beso en el filo de un relámpago.

Poco a poco se agrieta la sonrisa en el rostro la procesión va por dentro el otoño sopla con fuerza el hormigón los letreros luminosos de las casas comerciales el otoño levanta balas de goma y pétalos blancos y los hace girar con ira en torno al ojo del ciclón la hojarasca es un río duro que aplasta mi corazón con su aplanadora flotante lentamente se cuela el frío en los huesos y una mañana nos blanquea las sienes los poemas de Neruda se pegan a las ruedas del camión de la basura porque al mundo le gusta cuando calla la procesión es persona non grata una caravana de indocumentados cumpliendo las leyes de la melancolía poco a poco se agrieta la primavera de la infancia lentamente se rompe el fuego de la juventud la hojarasca nos quiebra los ojos con su rueda de terciopelo amarillo.


Eugenia Contreras


Ventanas al frente mirando como ratas sin tiempo con la razón fracturada en balcones conspiran. Hemos quedado enlutados por el abandono. La soberbia emerge como niño enmantillado bajo la hermandad del averno. La ciudad constipada retornará. Retornará con ojos lluviosos en madrugada. El silencio será aún más profundo y pedirá misericordia ante su cobardía. Fantasmas comenzarán su despedida. Volverás en sonrisa recogida.


La infancia, carrusel de dulces voces: incita deseos de podredumbre. El llanto perdido en la noche al caer el día es tan solo un negativo de una mala foto. Fantasmas desgastan la piel, la visten con una calvicie prematura. Como plaga de termitas devoran las paredes de la casa hasta derrumbarla. Profanando el templo ante los ojos de su Dios. Dejen a los niños jugar en paz con los ángeles de la inocencia. Que esa paz no venga de ti, camuflado en pasillos oscuros alumbrados con velas. Con el sexo colgado en la cruz. De rodillas en penitencia ante una malgastada redención. Entre misas y diezmos. Entre paraíso y tinieblas.


El deseo siempre prima a la razón. En su casa encubriendo una mentira. Inventando un cuento que el niño está cansado de escuchar bajo protección de la sagrada familia. ¡En su cuarto están robándose la noche! Maldiciendo al padre al hijo y al espíritu santo. La campana replica palabras que avergüenzan, obliga a esconderse tras un cuaderno. Caricias, cubren con lo prohibido amordazando sus temores. No existe lugar lejos de la mirada doliente. Egoísmo enfermo de ladrón. Disfrazado de ángel robándose las flores Por los siglos de los siglos el siempre estará ahí: el ladrón de sonrisas.


La tarde me seduce mientras la vida se desprende a jirones. Un parque. La laguna. Figuras refugiadas en su palabra. Encerrada en tristeza irremediable flota en mi mente. Si bien olvido la intención de este juego, los sueños son verdaderos pero prefiero callar para no despertar el pasado. La casa antigua vive, resiste ante un recuerdo de calle adoquinada. ¡Hallamos un bosque! Secos aullidos bajan de las ramas. El vestido rojo se rinde a su sonrisa. Tan manchada se desprende la inocencia de un país, delirando amarantos en una ciudad dormida. Escondida en un por qué, mantengo mi cabeza cautiva; que esculpe el miedo y el temple soñado en un paseo de tarde.


Caben en mi mano incontables planetas. Frutos de invierno, de soledades, alterados sin rumbo giran. La tarde pronto caerá en el rostro del jardín. Una manzana se hace jugo en tu boca y tú sonríes mirando al cielo sentada en un cajón acompañada de pájaros anaranjados, sin mancharte, sin tocar el suelo. “Veinte años no es nada” Suena un Tango revelando la última hora de una febril mirada. Mi madre escucha a Gardel. Es la hora, es el día. Cosecho las póstumas flores antes de terminar mi sueño, antes de caer con la tarde en el olvido. En la finura de la noche me quedo con ella.


La vida es una esfera de colores. Cada día un nuevo amanecer. A veces el mismo igual que en cada noche la misma mirada oculta en la ventana. Los pies torcidos se mueven sin cansarse buscando un equilibrio en su color. Cuando todo se matiza en rojo, a borbotones la sangre tiñe el río. Los peces lanzan piedras recriminándome. La vida es una esfera lastimada. Cuando brilla amarillo penetrante, las flores del jardín alcanzan el cielo. Liberadas las aves salen de sus escasos nidos. Cuando verde se torne la mirada ocultándome entre signos, no todo estará perdido.


Perdida en el blanco, las manos han ido desapareciendo, olvidados los dedos de uno en uno. Para no enlutar con escritos superficiales, es mejor arrojarlas al vacío. Un aliento frío. Violento. Es el que roba mis ojos, mi voz. Voz transmutada por el grito de infantes decapitados bajo la luz de un falso amor. Revienta mis tímpanos, arrancándome las ropas: nada tienen que cubrir. He perdido todo. No soy un hombre que lucha por su verdad. Tampoco una mujer sumisa en el borde de la cama. Menos un niño prematuro olvidado en una incubadora. Los sueños han desaparecido. En un lecho de rosas tal vez era una apariencia. Suspendida en un plan oscuro llamado conciencia.


Vestida de lila sombrero plateado y lentejuelas. Escaso canto de aves. Algunos retoños sacrificados ante la lluvia. Veredas desempolvadas por el tenue hilo de invierno. Él va parido por la calle resistiendo una sensualidad descolgada de los sueños que se asoma por el abrigo. En las sábanas queda la piel y los hedores de la resignación. El corazón interpretación de tonada muerta que excede lo apacible del día. Posiblemente exagere, es él quien finge que la calle está vestida de lila con sombrero plateado y lentejuelas. Es él quien ha extraviado de su rostro el escaso canto de las aves. Y la lluvia ¿Dónde la ha dejado? Las veredas que se deslizan por el hilo de invierno tejerán su tumba en esta ciudad, presenciando la pérdida total de su humanidad.


Será fácil hablar desde la mirada insoluble que atraviesa el bosque. Esferas transparentes magullan la piel dibujando en ella nuevos continentes. Abismos troquelados como mariposas, pierden sus alas en reinos insulares. Vuelven como ángeles purgados. Será fácil descubrir que estamos solos en el ocaso de nuestras vidas. Dejaremos al tiempo cubrir de polvo los fríos espejos que, cansados observan la caricaturesca sonrisa de los soñadores. ¡Qué fácil! Desaparecer entre la niebla de un abrazo, sin huellas, sin culpas; rodeados de aquellos que dicen NO a la discriminación y son los primeros en hacerlo. Juzgar a los infelices. Abrir la puerta de un cuarto vacío y perdernos en un abismo obsceno. ¡Tengo miedo! De esta ofendida conciencia que interrumpe el pasar de los días. Tanto miedo de lo fácil que será.


Trato de no mirar por dónde camino. Esquivando la basura de ciudadanos impúdicos. Desde una torre que roza el cielo invocando al Dios de las quimeras como muchos he visto el cuerpo arrojado. ¿Que habrá allá abajo? Literalmente solo asfalto, un chicle pegado, un escupitajo, y de un moribundo la colilla de su último cigarro. ¡Más abajo! Volviendo a lo que nos convoca al borde de esta cornisa compartida con palomas, reclaman espacio picoteando mis pies. Me arrancaré los ojos para no ver lo que hay al final cuando las luces comienzan su ascenso. Tampoco quiero falsear mis convicciones. Enlistaré el corazón para el reciclaje al igual que el hígado, riñones y córneas. Si es que allá abajo el suelo quema,


dejaré los pies descansar sobre hierba de primavera. Dejaré la voz. Iré sin gritos, sin arrepentimientos. No quiero escuchar reclamos ni llantos. Dejaré los oídos con sus orejas. También los aros de luna creciente regalados por él cuando dijo que me amaba. Y allá abajo ¿Qué olor tendrá? Aroma a conflicto, letras ahogadas sin compasión. ¿Habrá baño con papel doble hoja? Podría servir para escribir una última frase “Estoy bien, me voy, pero no vuelvo” Es mejor no arriesgarse. Dejémoslo para otro día, hasta que pueda pensar como existir sin un baño.


EDITH CONTADOR


(A los niños de la guerra) Los ogros a puerta cerrada desayunan. Sentados devoran el pan del genocidio. Adornan la mesa del Acuerdo-des-Acuerdo. En el techo del cielo cuelgan móviles, trenzas, juegos, brazos de niño, semilla desperdigada en el aire. Un bufón trajeado negro mastica pan, relame huesos fracturados. Los zapatos quedan solos, miran solos, andan solos. El desgarro se pliega a la herrumbre. Pobre niño-pobre muerte. Hasta tu voz difunta se estremece. Allá por la puerta cerrada del mundo, sale un niño al pórtico de la geografía. Yace en mi ocio la misericordia, Yace con un bronceado perfecto, con un cáliz seductor de licor dulce, mientras las olas rompen como ráfagas. Sórdidos Acuerdos-des-Acuerdos en Siria, Afganistán, Norteamérica, Israel, Francia. La misericordia en mi regocijo se enreda. Duermo en sábana blanca, niño blanco.. ¡Qué irónica humanidad la mía! Recostada en la hamaca leo un libro de cuentos. La mesa del genocidio deja entrar la muerte. un vademécum de éxodos, migraciones, huidas. Ah! misericordia la mía, leo, releo historias de ogros, y en lívidas páginas la Franja de Gaza en separata,


reporta la partida inasible de un niño sacro. ¡Ah que perezosa humanidad la mía!

Díganle a Chile que no llore, que la palabra es pañuelo, que la sangre que arrastra el río, hace crecer palomas en los hombros del obrero. Díganle que se desvista y muestre cicatrices, que no se lastime oyendo en júbilo a la hiena. Díganle que en la osamenta del hermano, se yergue una y otra vez la memoria, y que aún vive el puma oculto en la piedra. .¡Que alimente una y otra vez la memoria el artesano. Entréguenle el pañuelo donde está escrita la palabra Que el monte se vuelva pecho, su tierra hogaza. Y el desierto… ¡Que puede pedir Chile al desierto! ¡Que reciba su llanto el desierto! y el aullido del lobo sea su calma enfurecida, y sea aparejo el taladro del minero. Díganle que arranque la mordaza, que levante el vuelo, aún al cóndor le quedan alas y no pierde libertad al rugir el sable. Entréguenle veta y arado, que no llore el olvido. Díganle que no se pierda en la falacia que amenaza la memoria. Que el pañuelo lleno de palabras es brisa


brisa de arcilla y roca ungida en metales. Díganle a su frontera que reverbere y vuelva. Grande voz la suya gritando a la muerte larga. Eco- palabra, eco-montaña, eco-pañuelo, Aún se ve la cicatriz del quebranto, Díganle a Chile que no llore, que no llore que flamea larga la memoria en su pañuelo..

Tejida con vestigios de lana que arranca el lobo a la oveja, el poder de la pancarta no es su tela, ni sus bastiones son jinetes mirando al cielo. Es la palabra que flamea, es una consigna, es un techo desnudo en la mediagua. El poder de la pancarta no es el lienzo, es su voz, entretejida en la protesta ésa voz que pincela con sangre el vocablo, ésa sábana desteñida tanto abrigar dolores. No es el lienzo, no, es grito plasmado al aire Es la ola enorme que lleva libre tejida en manifiesto. ¡hey, hey! aquí se escribe la historia, aquí en la pancarta está la semilla del hombre, aquí, la congoja., lágrimas que lavan la tela. No está en lienzo el poder de la pancarta, está en la bofetada al poderoso, en el oleaje del rebaño.


Salvavidas- salvapobres- salvamarchas la Pancarta. Que la tejen, que flamea, que vuela, que muere, Insigne, sopla arpegios, es la lucha, no es la tela. Son las manos urdiendo lema, en lana de oveja, por el lobo usurpada.

Disculpa señor por masticar lentamente la hostia, como cuando hace el amor un hombre. Por mirar en misa la espalda de un anciano y pensar que en el infierno se pudrirá por contar tantos y tantos pecados.. Disculpa por reír, cuando el cura empina el cáliz Y vocifera castigo per secula seculorum, al devoto que omite dádivas a la iglesia. Mis disculpas por leer a Freud, y soñar sentado en la misma letrina que ocuparon amándose mis padres. Por comer cordero un viernes santo (dócil animal del sacrificio) y enrollarme al cuello una serpiente, para conocer el otro lado del paraíso. Por recordarte sólo en un terremoto y salir corriendo de la iglesia de 1900 ( a Dios gracias Patrimonio Nacional). Por quedar el domingo de ramos enredada en brazos de un pagano,


ungiendo mi cuerpo con agua bendita y laurel en flor. PLASE MY APOLOGIES GOD, MY APOLOGIES.

(Poema a Violeta Parra) Escribe con tu lengua múltiple la poesía- divierte la palabra en un baile perpetuo. Mira donde no ven otros ojos, hazte pupila de felino o alondra. Si habita en el sosiego del camposanto, una voz de príncipe muerto de siglos, dibújala a oscuras, tocando la oquedad con el grito del silencio. Ves una lápida esperando tu telar de greda? No distraigas-tu poesía hará de ella una semilla. La flor habla con la luna despacio, des-pa-cio. ¡Descubre lo que dice esa flor a la luna¡ Libera un murciélago de la roca, sonríe al murciélago y escribe un poema, ¡hazlo morir de tanta vida Violeta.! El arco iris reposa en su marmita, no separes tu lengua del arcoíris. Convierte en abanico un pez, píntale hojas de calendario mágico, llévalo a nadar sobre un suspiro, a ovular su canto en la nube.


¡Hazlo poesía, despiértalo, hazlo poesía! Dibuja con tu múltiple y frenético puño, un tatuaje colgado al amor. Busca en la mínima gota de lluvia un rostro sin nombre, ríe de la inmensidad de la palabra, ríe del cantar aciago a la vida. ¡Hazlo poesía Violeta, hazlo poesía ¡ Marcha y reanuda el andar sin huella, recoge la polvareda antes de la huida, recoge el a-rras-trar y a-rras-trar de palabras. vuelve tu pluma mariposa verde dormida. Sácala del polvo y haz nacer un poema.. Sacude la noche, busca versos, en tu frente escribe versos de fuego. Hombre- hombre, rapsodia mujer- mujeres, sirenas. Amor boca-miel, run-run, furia-vida, río-sed, ¡Haz un poema Violeta, hazlo morir de tanta vida!

Al huir del roce de mi helada rodilla en su espalda, Nicanor cayó desde el lecho a la bacinica floreada de su abuela. Cayó desplomado en el suelo de pino Y mi sombra solemne rió a carcajadas, mientras la orina le mojaba el zapato.


Evadió mi mano fría que tocaba su espalda. se ocultó en la cortina que cubría la ventana, ventana tapada con madera vetusta de pino. Tenía más años que la bacinica de su abuela el Anti poeta. Galardonado en Inglaterra, España sabía que lo seguía la parca. que sin pudor lo abrazaba ante el estupor del pueblo, el poblado en risas lloraba pidiendo en algarabía, que los brazos de la muerte soltaran a Nicanor Parra. al traspasar la puerta que era de pino y sellada. yo, muerte me vestí de fiesta y pasé frente a la iglesia con mi traje de madera oscura, barnizada del color de la orina recostada en el fondo, de la bacinica floreada, de la abuela de Parra.

La comunidad circense envuelve su carpa en el cielo raso del mundo. El payaso vendió maní, maní del bueno, un aromo en flor su cabellera, Era un charco el vaivén de sus pasos, lentejuelas caídas de la noche, Un trapecista enmudeció su voz y la cuerda silbó muerte. ¡Ay que acallado silencio, serpiente en vuelo el que


baila! Trompetas y clarinetes enfilan risas, El payaso vendió maní, maní del bueno, Tormenta de risa y canto, púrpura sus mejillas. ¡Ay de la blanca oscuridad rondando la pista! El colchón de trapo herido sobre la carpa duerme, el payaso duerme, el artista duerme, el mago duerme. Y el maní también descansa en la comunidad circense. Vuelve el mástil erguido al tambor y palma. Un hombre cruzó la pista bajo el manto sagrado. Era la triste confesión del demonio, El clamor de la urbe recibió su bocanada de fuego. Un traga-fuegos muere con su grito de miedo itinerante. Tragasables, tragafuegos, tragavidas, Hay un temblor de mimo amordazado por el hambre. Hambre de todos, comunidad de pueblo, comunidad itinerante. El músico y su repertorio rallado al ding dong, ding de bailarina. El payaso esconde el último maní en un bolsillo roto. ¡Ay que fuerza lleva su canasta de trapos y disfraces! Bajan suben andamios bajan- suben- cuerdas. Lianas de pueblo en orfandad urbana. El trenzado de manos duras se vuelca en grito y aplauso. Comunidad de lentejas, de sábanas, plateas y risas. Maní del bueno, maní de circo, cabellos de aromo en flor.



SISSI FUENZALIDA


Dame tu arrebol destellando luz entre las fibras de tus barbas. Inquiétame con risa de costa, cosquilléame los pies de arena vegetal. Trae tus dedos Liguanos a tejer caricias en mi tacto. Baila, Sincroniza tu astro-lengua Saborea mi cuello sideral. Ambicióname, dame el ruego de tus fauces, deposítalo, deslízalo, hunde tu rauda esperanza.


Quita las distancias sagradas, ya no las quiero chasconéame con viento raco los notros y peumos adorna mi canelo busto con tus minerales dedos salinízame con tu lengua de litio extiende tu pampa en mi humedal entra desierto a mi bosque lluvioso quédate sumerge y emerge cerros de mil colores en nueve ríos cómeme fruto norte sur


Cuídese me dice yo me cuidaré de sus ojos pusilánimes de sus muslos, boyas, señal febril De esta pulsación compartida Como olas y barco sin dirección Me cuidaré de usted capitán inseguro vaivén de vientos de fluviales de oceánicos vientos.


Tiene el vientre sombreado noche entre las piernas, en sus ojos lluvia, en la boca rugidos de tormenta Se eriza cuando callas, grita cuando hablas; No tiene piel Ella se rasguña la escarcha. Tiene el corazón peludo, garras en el cerebro, alambres de púas en vez de pelo, son para rasgarte el cuello. No es normal, es herida de mujer. Tenía el rostro fino, las mejillas color rosa, mirada inocente,


labios rojos ternura. Pudo ser estrella, Pudo cantar en la luna, Pudo tocarte Y

perfumarte,

Pudiste quererla Contenerla. Pero temiste al perfume, te aterrorizó la inocencia, corriste a buscar la niebla la agrediste. Ahora no la culpes por ser otra, Ni por cambiar de un azote, Sólo aguanta las sábanas frías y el desgarro de tus carnes.


Muñeca Rusa Muñeca Barbie Perdida, Robada, le falta una pata. Muñeca chascona, Muñeca que mueve el puño Muñeca golpeada.


- ¡Vecino!, ¡ven! pase a la calle canábica y pastabasera Roja de gárgolas graznan -¡pacos!, ¡vienen los pacos! duras en puesto de guardia.

Long taild fuegos y artificio entiéndase X llegó la droga.

Roja en fe de predicadores engrillados a su pastor carcelario.


Roja de muertos (varias veces y de distintas formas; muertos)

algunos se jalan un reggaetรณn a toda potencia para ensordecer gritos en el barrio.


Salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job. (Libro de Job) Querida Tribulación: Yo amada por las bestias sus demonios me besaron el aullido de mis fauces las despojó desarmada por la tormenta trepé sus vientos bailé amenazante volando techumbres del pensamiento


llenó de culpas mi reflejo seducido por fuego no se contuvo y me incendió soy la imagen insurrecta del agua arrullé su fragilidad emancipé su ductilidad he sido amada por la adversidad sí he sido amada no por mérito más bien por gracia



CARLOS AUGUSTO LEÓN


Oigo tu respiración en el vacío como notas de amor que entibian embriagueces y voluptuosidades que acallan los gritos del alma. La contemplación de tus pliegues son ensueños de videntes, Iluminaciones que gratifican y hacen olvidar la visión de un rio de cadáveres.

He visto la muerte agazapada sobre mi cuerpo Más alguien me dijo que no era la muerte Pero mi ser casi desangrado -a punto de dar el último suspirosupo que era ella. Por algún capricho del destino de mi existencia mis ojos se abrieron abruptamente Y la lujuriosa anciana comedora de almas huyó despavorida.


Albergué la esperanza de no encontrar a nadie ese día Tomé toda clase de precauciones para que así ocurriese Permanecí oculto todo el día. Por la noche, la necesidad de higiene y alimentos me hicieron salir de la habitación Crucé la terraza y bajé la escala Ocupé el baño del patio Y luego, cuando traté de introducirme en la cocina Observé con asombro como la casa respiraba.

Languidece la luz y los besos de la tarde cierran el círculo de silencio y comunión mientras los focos se inclinan sobre la ciudad


en un sueño donde se ha encontrado la forma y la formula para observar los edificios que extienden sus brazos que recubre una coraza perfecta con la bella imagen de una ninfa embriagadora que sonríe y me alivia de la nausea demoledora que provoca el crecimiento de los egos inauditos. ¡Vengan a mí todos los locos! Bella, como todas las razones encontradas en los desvaríos acumulados sobre un puente circular donde respiro y la luna acaricia la frente de mi amada loca. Entonces surge una canción: Una canción que habla de desiertos y de calles de almas en pena y de oscuridades que resplandecen Una canción que habla de la búsqueda de la estrella y de tu risa al otoñar Que habla del vacío, del infortunio y del murmullo a medianoche.


Las escaleras sostienen mi cuerpo que conduce a su alma por laberintos con infinidad de puertas que ocultan insondables misterios. Sin embargo, las escaleras giran, ascienden y descienden como en un dibujo de Escher. Las superficies planas se tornan tridimensionales y los cuerpos tridimensionales se vuelven planos. Finalmente, logro abrir una puerta y traspaso el umbral a través de las penumbras, cuando las sombras se disipan distingo la figura de una bella mujer que absorbe a cucharadas, lo que pareciera ser un delicioso manjar desde un pocillo que su otra mano sostiene. Por alguna razón que no he podido comprender he caído de espaldas y la hermosa mujer, de negra cabellera, cae sobre mí y nos besamos hasta que mi corazón pareciera querer estallar.


Una bomba de sodio reconstruyo mi memoria molecular Ciertas imágenes y conceptos constituyeron la terapia neurofisiológica Que culmino con mi pensamiento transformado en substancias; operativa, curativa, constructiva, concreta, material y evolutiva. Estos elementos se incrustaron en mi corteza mental, ya no fui mas una visión ciega que podía ver sin comprender, sin conexión entre la visión de la vista y la conciencia visual. Mis neuronas especializadas en reconocer caras convirtieron la oscuridad en expresión y supuse que la principal misión de la filosofía era la claridad, odie a los filósofos, odie el sicoanálisis, odie toda doctrina de lenguaje críptico y toda forma de hacer del pensamiento algo impenetrable, comprendí que las filosofías insignes que no saben de la mente, transitan por caminos estériles, pues así y todo me acerque al fascinante misterio de comprenderme y entender mi mentecerebro y su propiocepcion, es decir el sentido que me informa de la posición de mis miembros. Predominó en mí la autoconciencia, la conciencia nuclear que me indica que estamos aquí en un lugar y sentimos, pensamos y experimentamos, esto me obligó a ser un tipo específico y a entender que la conciencia extendida es nuestra historia personal, pues todo lo que


afecta a mi retina, mi nervio óptico y mi corteza visual modifica mi estructura cerebral. Finalmente llegue a la conclusión de que soy un animal y el resultado de una selección natural.

En una oscura y tibia noche de verano -con la luna roja de un bosque en llamasen la que he invocado sobre una colina a la compañera y amiga de mi alma bailamos la "danza pagana". Al son de tambores y flautas ancestrales -asistido por el único dios desbordante de energía; sin cruces ni símbolos adorados por ciegos y locosnuestros cuerpos desnudos y sudorosos


no tuvieron descanso. Dando vueltas y vueltas alrededor de un fuego fatuo la piel enrojecida y el espíritu encendido y extasiado -espíritu que clama por un retorno a la naturalezalatió hasta el fin; hasta caer exhaustos. Después de girar mil veces con los brazos extendidos y dando saltos -bebiendo elixires amargos; que enardecieron nuestros vientres excitadosla verdad en su esencia primitiva -pero en un sentido salvaje y nuevonos fue revelada.


Es temprano por la mañana y una delgada y fría llovizna cae sobre la ciudad Estoy parado frente a un espejo cuya imagen que muestra es de efecto ovoide Observo por la ventana el tránsito de los vehículos y el deambular de los transeúntes, mis pensamientos cambian con la misma frecuencia que las luces del semáforo de la esquina Me esfuerzo en querer olvidar ciertas voces que persisten como ecos fantasmales La lluvia hace que por fin las calles y las veredas se vean limpias y brillantes Infinidad de almas apuran el paso, como deseando llegar a alcanzar su destino Y entre tanta multitud: ¿Dónde está mi alma querida, mi querido corazón? Una pertinaz ventisca conmueve las ajadas hojas de los desnudos arboles del invierno, ahora la lluvia es más


intensa y obliga a la gente a abandonar las calles y la plaza Hoy no hay aves azules en el cielo y los perros de la calle buscaron un lugar donde ocultarse. La ciudad se torna cada vez más fría, como blanca se torna la montaña por la nieve En la entrada de un jardín, un achinado león de piedra, espera impacientemente la primavera Entre los cerros, el rio como una excitada culebra, se desplaza hacia el oeste en turbulentas aguas Más tarde, cuando anochece, la oscuridad del invierno es más intensa y las luces son más tenues, la avenida ha quedado desolada como aquel lejano camino que recorrí una noche de verano En el calor de mi cuarto Rosita y yo sonreímos en una fotografía.


Extraño día! _En el que deseo escribir_ (“barrocamente”) ¡utilizando los signos gramaticales! “Un rayo blanco” _asomó su brazo por detrás de la cordillera_ cuando la lechuza decidió, que era hora de echar sus plumas a dormir. Después de haber observado, ¡como! -dos hombres de color- ¡asaltaban a un paisano! sobre “el puente de las ratas”! Luego “yo”, por la mañana; corría desesperadamente -para llegar a tiempo- ¡a enfrentarme con mi destino! Más el tren tuvo la mala idea, de detenerse, ¡por más de la cuenta! ¡Y el “amor”!… ¡desapareció!… “como el suspiro de una monja desilusionada”. “El guardia de la farmacia se volvió loco”… y sus emociones brotaron, como una melodía discordante y disonante. ¡Tuvo momentos de risas y de llantos!; “Pensamientos oscuros” ¡E iluminadas revelaciones!... revelaciones, que ni el más bendito de los santos… ¡pudo haber imaginado!... posteriormente, no volví a ver a este señor. Ni bien la hora señalada se cumplió; “modernos automóviles”; ¡despegaron a toda velocidad por la avenida! El banquero de la esquina los miraba _con una benévola sonrisa_ (desde su brillante ventanal) seguramente _pensando… en sus cuantiosos réditos. Una bella mujer _ parecida a otra bella mujer_ observaba su propia sonrisa “en un cartel de publicidad”. En el cielo


_: “el teleférico”, transportaba a familias; ¡radiantes y felices! ¡Extraño personaje!... surgido desde la oscuridad de la noche; justo en el “dulce momento”, en que mi amada acariciaba, con sus finos dedos, mis mejillas. Luego de ciertas palabras, por él pronunciadas; me dije: ¡es un genio!… ¡y los genios no se ven todos los días! ¡Benditas sean las noches en que me fue dado el amor y la genialidad! Luego vinieron las reuniones; vinos, algarabías y versos… y mi amada… ¡desapareció! Luego vino otra amada, ¡y también desapareció! Comprendí que para mí, “el amor era como la música”; y que solo… ¡debía durar un instante!. Pues bien, a veces, “la vida consiste en un largo paseo por los caminos de la desolación”, y en lo posible; “en perfeccionar el carácter”. Mientras; doy vueltas sobre mí mismo, como un animal hambriento y enjaulado, ¡con ansias de morder los barrotes de la jaula! ¡Y comer carne cruda! En definitiva, ¡el instinto doblegó mi razón!... ¡¿Y mi espíritu?!… ¡¿Dónde está mi espíritu?!... ¡¿podré reencontrarme con él?!... lo que sí sé, es que; “la montaña no llegará hasta aquí”. Por el momento, _aún estando inmóvil_ “mi corazón desnudo palpita aceleradamente”. ¿Tal vez piensa, qué el tiempo se termina?... ¡Y el viento sopló y otra vez quebró una hoja!!!


MANUEL MAMANI


Queriendo, En la promesa joven de los aĂąos, Cabalgar, bajos los brillos de las eras; Ser el punto alto de las carteleras, Renacer, en los almanaques vivenciales; Conocer, los mantos que cubren Las atenciones secuenciales. Los oĂ­dos se tornan un muro seco y Desprendido; Avanzo a raspones, Por senderos de oro opaco y endurecido. Queriendo, En la promesa joven de los aĂąos, Controlar las razones; Recorrer escenarios, Luchador incansable, pirata de corsarios. Abyectos son mis ojos diluyendo las promesas, Manejados por mis manos inexpertas; Como hojas secas al valor de las palabras, Suenan frases oscilantes; Creando sendas invisibles y arrogantes.


Me vi reflejado en una obra suscrita, Me vi en un castillo, bajo estepas, Colindaba con rosales y la ausencia; Los años no son magos, Que recrean la verdad y la paciencia. El desenfado crece, Aflora, inmóvil el desdén, la ansiedad Las indolencias, el fin retórico Que marcan las vivencias. Primitivas se tornan Las arcas oscuras, Y me queman las promesas. Los años no son jóvenes, Son lindas azucenas que se marchitan, Junto a la piel, las palabras, El amor, las apariencias.


Descongelé un sentimiento antiguo, Anidaba en él caras pedregosas y una lágrima; Desde sus aristas imperfectas desgrané hasta el centro, Había una silueta inmóvil y cotidiana. Asomaron colores vivos, en los bordes toque escamas, Cortinas envolventes y una almohada; Logre precisar encuentros subterráneos, Definí una sonrisa de emociones impermanentes. Halle objetos perdidos, Como una reliquia escaza y olvidada; La auténtica y simple “Felicidad.” Desde el fondo se profundiza un camino extenso, Ramales profundos y frutos asoman en lo alto; Mire mis manos, jóvenes paladines del futuro, Y reacciono en silencio. Aprendiendo a soslayar el presente, Cambiando el tiempo a la palabra; El sentido a la pregunta hasta saber lo necesario y útil, Para enfrentar la tormenta. Guardé nuevamente aquel sentimiento, Disolviendo una gota de agua en un ventisquero Oxidado; Que se quedará inmóvil, Hasta la primavera del sol temprano.


El alma inquieta, frágil, necesita zapatos. Para encontrar la fortaleza en su andar, pasos definidos; Entre umbrales de avances constantes, Y con ellos, nutrirse de fuegos lacustres, macerados por las tormentas, Del solsticio ocasional y expectante. El alma inquieta y frágil necesita zapatos, De formas tan variadas como miradas hay; En las capitales cosmopolitas y divagantes. Los hay respingados y punzantes, otras veces cómodos, Y sencillos, como los espíritus de las bondadosas personas. Germinadoras del campo bien labrado. También los hay livianos, Plumas coloridas impermeables; Otras veces sugerentes ventanas de pasarelas despampanantes, incrustadas en las ferias atiborradas de costumbres multitudinarias. El alma inquieta, frágil, necesita zapatos. Sin embargo necesita representar a través del tiempo, Y hasta el final de nuestros días fecundos; La personalidad intrínseca y auténtica, fiel reflejo de nuestra, Imagen residual, considerando que todo es una ilusión.


¡Zapatos!, zapatos hay de diferentes tipos y modelos, Razones, procedencias y realce entre sus pares; O avanzadas técnicas para alcanzar sus sueños, Simulando vuelos de pájaros que cubren momentáneamente, Instantes lozanos del cielo estival, exhibiendo a cada segundo; Un espectáculo impredecible. Zapatos hay de diversos materiales, a veces, imitando pasos de gacelas, En badanas y cueros de otros distintos animales; Otras veces permeables y texturados, momentos de brillantes charoles, Otros de opacas gamusas elegantes, tacones interminables, Plataformas y aplicaciones, Aún que sean nuestra protección diaria al clima. A suelos existentes, sucedáneas piedras moldeadas, arcillas, limos polvorientos, Rocas desgastadas o de cantos vivos, caminaremos junto a ellos; Y darle paso a nuestra alma frágil y aventurera, A nuestra alma inquieta, a nuestra alma con zapatos.


Hoy los vidrios rotos se esfumaron, Y el tiempo de los taninos almendrados; Han vuelto a florecer en su sabor magnánimo y frutoso. No basta con incluir el agua como ingrediente programado y elocuente; Ni elegir las semillas adecuadas en un ambiente requerido y necesario. Hay más que una superficie nivelada para cosechar un campo fertilizado, De recuerdos alfombrados al compás de un viento criogénico; Transmitiendo los secretos de la primavera. Hay más que simples medidas y superficies removidas, Para lograr un color y una cepa llena de sabores y pueblos iluminados; Los taninos hoy embellecen las formas que han mantenido al tiempo, De las injusticias y las carencias. Han florecido a través de ingredientes principales del crecimiento, Espontaneo e imperecedero; La pasión y la esperanza, principal emblema de nuestra historia, Que nos devuelve la vida y nos hace enamorarnos.


Pensar, De que esta hecho el aire; Si bajo los ríos estoy vibrando, Tras las alas me encaramo atrapando estelas con mi espuma abrazadora. Hace siglos me narran en historias de veleros desojados, Que transitaran en el leve margen; De la lluvia desterrada, Y mi cuerpo emergente. Pensar, De que esta hecho el aire si no tengo abrigos, ni manos secas; Si el polvo sucumbe en mi esencia y vegeta en el fondo, Danzando al vaivén de mi fragancia diluida. Pensar, De que esta hecho el aire si te veo con mi piel, Que transforma tus colores al siseo de mis fluidos transparentes. ¡Tu piel no es la mía! No tengo uñas ni recuerdos alfombrados, Con texturas emplumadas y tibias; Trascienden por mis extremos sumidos profundos, Acicateados por cardúmenes en mí acelerado pecho templado.


¡No respiro aire! Ni me siento en tu mesa; Me traslado frente a tu casa, Y reflejo praderas, puertos y playas. No sé del aire, no sé del hada ni del centauro, En mi hombro hay sirenas y peces guardianes, Poseo misterios que a Neptuno encargo y veo apacible Los montes me engalanan con su presencia maciza. Yo estuve en tus montañas, Fueron mi escenario, mis bailes primeros, Mi santuario, ahora parte del mundo, Que me visita a diario. Pensar de que esta hecho el aire, Si estoy armado de ciclos milenarios, Deshielos profundos, subterráneos brazos; Atiborradas nubes, que planean en mi lomo retocado. ¡Soy el mar¡ que inunda tu sombra, Desaparece en mi lecho y permanece inmóvil fuera de mis labios; ¡Soy la calma¡ a la sed tuya, A los pasos y distancias, a la bravura del silencio. Tal vez el aire es mi opuesto En el espacio que cubro con mi aliento; Donde las aves vuelan sobre rocas y cenizas, Y se siente distinto en las selvas que enmarañan los humanos.


Tal vez el aire es mi complemento, Mi lĂ­mite, mi sustento, Para no vaciarme al inmenso reino Del universo.


Como hacer que las distancias se acercaran, Evitando dibujar en los cuerpos celestes tú nombre; Como hacer que la concavidad de la tierra se invirtiera, Para tocar tus manos y estrecharlas cuando necesito, Un respiro de aliento en la inmensidad de la incertidumbre. Si más pudiera mirarte tendría ojos en el aire, Para estar presente en la cotidianeidad de tus pasos inquietos; Que buscan mantener vivo un hogar tranquilo, Lleno de detalles y colores luminosos. Si más pudiera mirarte tendría ojos en el aire, Y con ellos sembrar a tu lado jardines de alegría y luces; Que fortalecen el espíritu transformando la nostalgia en esperanza, La tristeza en confianza, la vacía decadencia en primaveras nuevas. Si más pudiera mirarte tendría ojos en el aire, Y así a cada segundo mirar tu rostro que me invita a contemplar; La vida bajo un embrujo de bellas melodías ancestrales, Deseando a cada segundo la oportunidad de renacer junto a tus labios; Ciclo milenario de tonalidades que me llevan inexorablemente a encontrarte.



MArcelo VALDÉS


Echarle limón echarle Coca Cola echarle Sprite echarle hielo echarle poco tomar en vaso chico.

Día Primero: 1 fanshop de medio 1 completo italiano el “Master of Puppets” de Metallica Silvia Saint Día Segundo: 1 shop de medio 2 completos italianos el “ Ride the Lightning” de Metallica Jenna Jameson


Día tercero: 2 shops de medio 2 completos italianos el “Kill 'Em All “ de Metallica Mia Khalifa Día cuarto : 3 shops de medio 1 completo dinámico el “ The number of the beast “de Iron Maiden Alexis Texas Día quinto: 3 cervezas escudo de litro 1 completo el "Bark At The Moon" de Ozzy Osbourne Shu Qi Día sexto 6 cervezas Báltica de litro el “ Dinasty “ de Kiss Sasha Grey Día Séptimo Cansancio resaca y dormir todo el día.


Si por casualidad ud. fue uno de aquellos que vio un gato en una lata de cerveza Becker, permĂ­tame decirle y de acuerdo a la cantidad de usted. beba que puede ser capaz de ver tambiĂŠn un lagarto en una lata de Cristal un elefante en una lata de Mahou una jirafa en una lata de Arsenal love un cordero en una lata de Austral un burro en una lata de Budweiser un pegaso en una lata de Antillanca un unicornio en una lata de Kunstmann a Paula en una lata de Paulaner al Che Guevara o Mao en una lata de Heineken y hasta un oso en una lata de Bear Beer.


Estoy muerto mi entierro fue ayer llego gente que nunca esperaba ver entre todos hipรณcrita multitud vi tus ojos que siempre fueron mi luz , estoy muerto abrazado al ayer de que fuimos o de que pudimos ser , la miseria a la que nos somete el mal de corruptos a quienes hay que fusilar.


I En el Wonder Bar nos pusimos a chupar no recuerdo mรกs. II a Pilar Sordo solo brutos oyendo palabras necias. III Me gustan lolas y me gustan las viejas me gustan todas IIII Que requisito dime yo necesito para tu besito ? V Pablo Neruda dice Pablo de Rokha que compris el pan VI


Tanto lamento mejor curarse raja despuĂŠs les cuento VII Pablo Neruda me dice el Vicente le debis veinte VIII Ay Pedro Prado los pĂĄjaros errantes donde volaran ? IX Pablo Neruda Me dice la Gabriela pongai la tetera .


El animal mata en medio de su oscuridad mata por hambre mata por necesidad la humanidad mata en medio de su claridad mata por placer mata por divertirse y a veces protesta, a veces protesta contra su dolor.

Me carga la Bip, me carga la bip del transporte pĂşblico de pasajeros hace ruido en el micro y en el metro cada vez que suena es un asalto al obrero ( bip bip bip ) Me carga que seamos tan brutos con el producto interno preocupados de los evasores


y no de los invasores que saquean nuestros recursos (Rip Rip Rip ) me carga la bip , me carga la bip la economía solo avanza cuando al empresario le crece la panza ( sip sip sip ) me carga la bip, me carga la bip en la mañana le eche dos mil pesos y voy a tener que cargarla de nuevo ( hip hip hip )

No está Evelyn en el bar Pips ahora y de improviso todo se hunde la oscuridad espesa del abismo domina la existencia las sabandijas pueblan las calles la vida se vuelve de blanco y negro un nuevo golpe de estado bombardea las calles el suelo se parte en mil pedazos el cielo se quema el frio enreda el alma se hace intomable la cerveza y las canciones de Pink Floyd suenan como reggaetón en los parlantes del wutlitzer.


El mar; mi único y nuevo horizonte yace debajo de mi cama y ante mi vista inmensa se asoma al levantarme cada noche de insomnio junto a la ventana, solitario recorro la plataforma recuerdo una vida pasada Jeroglíficos como entender esta locura llamada muerte sin explicación o sin necesidad de explicación como construir una geografía especial para poner lo que nos gusta y arrojar lo que detestamos en la hora silenciosa de esta ciudad muerta + El lunes es el día más odiable el día en que recordamos en que nos convertimos. Y muy pocas veces Mia Wallace baila en mi living. muy pocas veces con Nancy Malone vamos a un mundo que no nos pertenece.


Otro sur es ese /de volcanes apagados , la tristeza de quienes ya no piden monedas ni para comer ni beber .En la orilla algo cae, Don Benito en el parralino : un pipeño/ la cerveza helada , la quinta después del muelle , la vigésimo noventa y seis antes de la muerte y otra y otra y otra y otra ¡ , las banderas chilenas de plástico me saludan , el memorial humilde a Pedro Aguirre Cerda y María Paz ¡ María Paz ¡, ¿Dónde está la fabulosa María Paz ? con sus miradas podría alimentar las depresiones de todas las eras !!! , el parrón magnifico que saciaría la pena del mundo, de este mundo irresponsable en el alud de sus horarios .El barril, las mesas vacías donde no entra bien la luz y si las bicicletas proletarias del trabajador xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx No entiendo la pena cuando debieses estar feliz, fueron tal vez, demasiados golpes. Irreversible se vuelve la tragedia. Las manos caminan, no hay cierto cuerpo, cierta cara, cierta familia. Mi tristeza no debiese insultar esta inmensa alegría que siento, pero bastó ver la cordillera en Puente Alto para dejarme arrastrar. Soy solitario y ebrio, no me interesan vuestras fotos dulzonas


En distintas horas / distintos tiempos/ distintos lugares/ la misma violenta bala que se dispara Violeta Parra, me alcanza. El gatillo jala, pólvora de pena y rabia/ huelo ceniza levantándose y la sangre que salpica la tristeza arrojada. La misma bala que cala , cruzando el hemisferio oscuro que el tiempo traza ,impacta en el corazón negro pintado, hastiado ,derrumba con la misma ira a José Asunción Silva , el pecho le hace trizas / es la esperanza /esa muerte es salida o es entrada? / la misma bala a Antero de Quental cruza el umbral , Dios muerto descansa en la divinidad fría y gris de un convento, llegado el momento , la misma bala lo alcanza. lo atrapa, un diente filudo , colmillo de la desgracia / lo mastica/ lo traga y es la vida riéndose a carcajadas y la muerte quien te abraza . En distintas horas / distintos tiempos/ distintos lugares/ la misma violenta bala que se dispara Violeta Parra, la misma bala nos alcanza , en la sien derecha cae José de Larra y en un retrete de un café de la plata : Paco López Merino de otro impacto en la sien eternamente también se desmaya. La misma violenta bala que gala de mala fama tala y destroza el corazón de Jacques Rigaut en Paris, y en otro país calla la voz áspera del Rock, Kurt Cobain dice adiós y la misma bala nos alcanza y en el despertar de la republica oligarca de mi país polvorín, donde abundan el asco y la cizaña : el revólver de Balmaceda escupe el sin sabor de los frustrante , intención de mejor atraviesa al presidente de las grandes alamedas, en medio de la traición perece Allende y es esa misma bala que viaja y alcanza a Pablo de Rokha ; el más


potente de los gemidos y la angustia fue peor para Joaquín Edwards Bello y esa bala lo buscó la misma bala, esa misma también a Luis Emilio Recabarren padre de la patria obrera lo atrapa en su habitación cerrada. Esa misma bala, la misma violenta bala que mata a Violeta Parra nos alcanza.

Volveré hacia ti / tras aquel tiempo gris/ algún día entenderás/ el sentido del bien y el mal/ oscura libertad de elegir al final/ volví a nacer sin entender/ lo que en sueños vuelvo a ver. A veces cuando sale el sol / ya no quiero despertar/ los días pasan sin sentido/ pudiéndolo evitar/ en cada paso, cada huella/ vuelvo a la verdad/ que me hace recordar/ lo que pasamos atrás. yo seré para ti oscuridad en tu luz / angustias sin comprender/ el real secreto del ayer. Moriré/volveré/viviré/ naceré naceré/ volveré/ viviré/ moriré.



Paulina Correa


A veces hay que respirar profundo y pasar de largo, usted me entiende, y tener consideración por los valores ajenos, por sus creencias, por lo pudores y la costumbres. No, no me contradiga, que Dios existe si para él existe, porque así lo quise yo con sus ideas. No hay caso, le digo que no hay salida, porque por más que usted me de consejos no se los voy a oír, porque usted no lo conoce, es una persona recta, con la moral bien puesta, no como yo, nada que decir. Claro que se puede intentar, pero eso que usted me dice es válido con gente que transa sus valores, sin conciencia, liviana, que se levanta y se cambia de principios como de traje, él no es así. Ya, yo le entiendo lo que propone, total usted es el psicólogo, pero disculpe, creo que le falta mundo a usted, no conoce gente como él, no, no digo que sea perfecto, pero cree en su mundo perfecto, tiene sin duda eso que llaman fe. Ya, si yo sé que estamos en el 2019, ese argumento suyo es relativo, él vive en un tiempo que no es este, y yo lo respeto. Me dijo que no le hiciera daño, y por no hacerlo capaz que sí se lo hago, que eso es el nudo de la situación, ve usted, que hay un punto, en que un no es un si y viceversa, y ahí es donde decidí huir. No, no, esto no tiene que ver con mi historia, más bien con la de él, la mía ya está bien complicada, que hace


rato que lo vengo a ver a usted, no es queja, no es que no avance en la terapia, pero ya son años. La pregunta que me hace es de fácil respuesta, es como slogan de campaña, claro que lo quiero, sino no me daba estos trabajos, me salía más fácil no evitarlo, no evadir su compañía y seguir adelante hasta que la cosa esté más complicada y ahí lo pase mal él, ya sabe por sus creencias, por sus dudas, que en realidad son certezas. Trato de solucionar esto y le doy salida. No, no estoy evadiendo, no, no, usted lo cree pero en realidad lo que hice fue afrontar el asunto, mostrarle lo peor de mi, o al menos lo que le iba a alejar, y resultó, porque es causa efecto, infalible. No se ría, mire que eso de un terapeuta no lo esperaba. Ya, que es un recurso infantil, se lo concedo, como de teleserie, o de los trece años, pero sabía que si yo lo hacía se iba a alejar. Que tremendo para usted oír estas niñerías de adultos, pero bueno, en las redes sociales todos los adultos se portan como niños. A esta edad, y hablando de esto con usted, en vez de algo sesudo como mi futuro, o la muerte, o quizás la felicidad, pero lo que pasa es que es un tema de afectos, y me pongo sentimental y por ahí hasta le digo que lo hice por amor, y le viene la carcajada a usted, que le doy permiso. Debe ser la formación de colegio de monjas, lo del auto sacrificio, quizás que otra idea desviada en mi cabeza, pero el asunto es que como lo amo no lo veré más. Interesante, como me dice eso y corta la sesión, que ya es tiempo, ah ya retomamos la sesión siguiente, bueno,


pero puede anotar ahí que tengo pena, bueno en fin, el martes, si me queda bien el martes.

A las ocho de la mañana del martes 30 de abril todo se veía normal, el rito de la ducha larga y meditada, la conversación vaga con el taxista, quizás un dolor en el pecho. Andando la mañana fue parte de la cadena de formalismos de la empresa, tuvo dos reuniones y buscó en su celular alguna señal de lo que llamaba su vida personal. Al medio día la cosa iba peor, sin embargo forzó el paso por el estrecho parque del edificio corporativo, trato de dar la imagen de que todo iba bien, comió escuetamente y se dispuso a ver la agenda de la tarde, a esta altura un sonido agudo salía de su garganta. A las cuatro y media tuvo reunión de programación, tomó acuerdos rápidos, al hablar se cansó más de lo previsto y al pararse se mareaba. Hacía tres años justos había sentido lo mismo, lo había dejado pasar, como dejaba todo en lo que fuera su vida, y había terminado en infarto. Ordenó los papeles sobre el escritorio, reviso los cajones, guardo en su bolsillo dos efectos personales. Al día siguiente era feriado, con suerte lo resolvía todo en veinticuatro horas.


El uber avanza en medio del taco, afuera de su medio protegido ella empieza a sentir que tiene miedo, pero el conductor la mira de reojo, pone el aire, ambos van en silencio. Urgencia está vacía, menos mal, la recepcionista la hace firmar papeles, abre su ficha, la ingresan, le ponen la pulsera con su nombre. El pasillo es el mismo de entonces, trata de controlar el miedo, sabe que es peor, pero la a medida que la silla avanza siente algo nuevo, tal vez pena. En la camilla espera al médico, bajo la almohada tiene el celular, ve tres correos de la oficina, contesta uno. Le avergüenza la situación, duda, pero al final envía un mensaje, una especie de botella al mar. El médico llega, el protocolo se cumple, en minutos está llena de cables, verifican los signos vitales, la pasan a exámenes. Le dan un poco de aire, no, parece que no es lo mismo, se da cuenta que sonríe, no es lo mismo, la pasan a rayos, a scanner. Son las ocho de la noche, falsa alarma, el médico le explica lo que tiene, no es de riesgo vital, pero debe cuidarse, con sus antecedentes. Debe hacer reposo, el médico saca un talonario le hace una licencia. Ella solo escucha la primera frase, luego empieza a pensar en qué hará en lo inmediato. Es de noche, toma un taxi, abre el celular, el mensaje que ha enviado no lo han leído, trata de borrarlo pero no se puede, manías de Messenger. En el camino para en una farmacia, se toma ahí la primera dosis, el taxi la deja en su casa, saluda con un gesto al conserje, sube y trata de parecer animada.


Abre la puerta de las habitaciones de sus dos hijos, saluda, pregunta por el día, llegan dos o tres frases, ellos siguen viendo sus computadores. En su habitación trata de nuevo de borrar el mensaje pero no puede, revisa las recetas, bota la licencia al papelero, se tiende en la cama y revisa los correos de la oficina, contesta dos. Son las tres de la mañana del primero de mayo, el dolor agudo al pecho la despierta, alcanza a marcar al servicio de rescate, le pasa a su hijo mayor la carpeta con los seguros y papeles, lo ve parado en la puerta mientras la sacan, ya tiene veinte años, sabrá que hacer, es lo último que piensa antes de perder el conocimiento. Todo está muy correcto, los hijos callados sentados frente al ataúd, un arreglo floral del trabajo, la capilla vacía, los empleados esperan el turno para salir al parque y concluir el entierro. En un café, alguien revisa mensajes pendientes, responde, llama, nadie le va a contestar.


Estaban jodidos. Esa era la convicción que la invadía esa tarde de otoño. La sede estaba solitaria, saludó al pasar a los pocos que había, esos infaltables, como ella. La reunión era en el último piso y maldijo mientras subía las escaleras. No traía nada preparado, las preguntas de su interlocutor condujeron al tema. Al costado una joven anotaba, increíble que aún hubiera militantes de esa edad, parecía inteligente, intervenía. Esto es como el box, peleas a varios rounds, lo malo es que llevamos varios perdidos. Ser asesor cuando se va ganando no es gracia, es en la derrota donde se miden los guapos, pero en el escenario actual habría que ser mago además. El hombre la oye, asiente, se sumerge en lugares comunes, ella se pregunta cómo es que ha llegado a la posición que ocupa, en fin tratan de comunicarse. La idea que empezaba a exponer no era suya, la había tomado en el camino, un predicador en una plaza gritaba ¡La verdad no hará libres!, flor de slogan. Quizás si decimos la verdad, si soltamos que vemos la sociedad desde lo que somos, de lo que hemos sido, desde nuestra historia, que vemos carencias e inequidades, porque nosotros las pasamos, quizás ese ejercicio nos de verdad. El candidato oía, pero sus ojos no estaban ahí, podría ser que se había ido a una población de San Bernardo, a una casa corvi, a un plato de pantrucas, a un tiempo en que sí tenía calle, sí oía a la gente, a los vecinos que


regaban el antejardín, las mujeres con los carros de la feria, antes. Ella seguía hablando, no es más de política el tema, es de humanidad, de inequidades y justicia, de ver la vida del otro y tratar de hacerla mejor. No vuelva a pedir sacrificios colectivos, que la gente ya no es grupo, es individuo, eso es el reto, háblele al hombre, dígale que su vida es la que debe mejorar, ya nadie quiere un valle de lágrimas compartido. Comenzó a hacer un diagrama en una pizarra, los tiempos, las ideas fuerza, el cómo, los aliados, los riesgos, los números. Al final el silencio, las miradas, la apuesta está hecha, el hombre asiente, hace unas preguntas y quedan para una próxima vez. No tiene la fuerza, piensa, mientras lo mira, quizás en la campaña cambie, a algunos les pasa, no es su primera vez, pero los tiempos no son buenos, quizás tenga una oportunidad. La calle está helada, toma un taxi y sube por la alameda, se pregunta por qué fue, ¿hábito?, ¿convicción, ¿nostalgia?, soledad, terrible soledad. No hizo familia, hizo partido, sabe de memoria los resultados de cada distrito, no recuerda al último pariente que la llamó. El bar es acogedor, pide una sopa de cebolla y una copa de vino, solo una, piensa. La conocen, come a solas ahí siempre, trata de no contestar el celular en ese tiempo, es su momento, quizás lee algo, literatura, nada de prensa a esa hora, quiere descansar. El celular lleva rato vibrando, molesta se decide a contestar. Es el candidato, le pide que vaya a su casa, le


explica que no puede que tiene compromisos personales, mira el plato enfriarse mientras el hombre insiste, de manera patética le dice que es grave. Al menos vive cerca, piensa, mientras va de camino, se mira en el espejo retrovisor del taxi, tiene aire cansado. El lugar es simple, se nota el hombre solo , sin familia. Ella entra y le dice sin vueltas, hábleme de la urgencia. Él da rodeos, se abriga con un chaleco y se sienta en un piso bajo, por un momento se ve como un niño. Tiene una mirada clara, algo raro y valioso en el ambiente, deben recordar hacerle fotos en ese ángulo. Ella se acomoda, trata de llevarlo al tema, al final él le dice que no quiere ser candidato.

Nunca le ha tenido apego a nada. Son las tres y cuarto de la mañana, desde el cerro Santa Lucía llega un oleada de olor a árbol, a pasto, a tierra mojada, quizás fue eso, el aroma fuerte a vida que la despertó. Qué hacía ahí parada, esperando un uber, en realidad esperando la nada que encontraría en su cama. Unos minutos, la calle mojada, la gente de paso, la noche, vidas presumibles camino a ninguna parte, como la suya.


Levanta la mirada hacia la ventana del séptimo piso, la oscuridad tras la cortina es solo apariencia, ahí hay más luz que la que ha tenido en toda su vida, y eso asusta. Al llegar el conserje la mira molesto, es un hombre viejo, la idea de una mujer que sale y entra de su casa a esas horas le da mala espina, a ella su corte de pelo militar le da mala espina, entra y ya en el hall se está arrepintiendo de subir. El ascensor le parece opresivo, llega al departamento y se sirve un gin tonic, se queda mirando por el ventanal la noche, las luces en los edificios del entorno. Son las cuatro de la mañana y sigue ahí pensando, en el bolsillo el celular vibra, mira el mensaje, él ha despertado. No suele avergonzarse por nada, pero el llamado de atención ha sido más bien un gesto de afecto. No contesta, no sabe que decir. Quizás deba decir la verdad. Son las cinco de la mañana, el departamento está a oscuras, nada de lo que está ahí le importa. Se acomoda el pelo, siente las manos húmedas y tensión en el estómago. Se siente absurda, fuera de lugar, pero ya ha tocado a la puerta. Después viene el abrazo, y aceptar que no quiere salir más de ahí.


No tenía padres. Eso la había definido en la primera infancia. Las otras niñas tenían una variedad y cantidad de parientes relevante, los lucían como una posesión valiosa, citaban a menudo eventos en que el padre intervenía como una suerte de Batman salvador. Ahora crecida, no tenía marido, las mismas niñas, adultas, narraban episodios en que el hombre proveía de protección y suministros, algunos incluso lujos, solo con dar una suave inflexión al tono de la voz, las peticiones eran satisfechas. Sentada en el hall del Banco, mientras revolvía con suavidad su café, observaba los movimientos de la gente en el cowork space, todos clientes, mediana edad, satisfechos de la vida. Se acercó a la caja, saludo sonriente, puso frente al empleado la querida pistola máuser del abuelo, en la puerta su amante bloqueaba el paso con una pajera. Ya le había dicho la abuela, lo mejor es ser independiente.


Bandejón Central, Alameda sin delicias, desagüe del barrio alto, marchas impúdicas. Oídos sordos y bocas apretadas, cemento hirviendo, Alameda esquina ninguna parte. Isla mugrienta de desechos humanos, cartones, trapos, algo parecido a una mujer se asoma de un cubil. No mires para el lado que la ves, Un turista le toma una foto, La sube en facebook, en instagram, pobreza made in Chile, En segundos sus ojos tristes y sus greñas son virales, La baba de la pasta base es trend topic. Alameda con calle Nueva York, en la Bolsa especulan con tu futuro y el mío, Apuestan a las almas que llenarán el bandejón Central. Santiago emprendedor, un viejo profesor baila desnudo en Ahumada, por monedas también canta el himno nacional, Los pacos se lo llevan, Lo ocultan en las mazmorras empapeladas de cartolas de AFP, Le explican que haría bien en morir rápido, Que su tiempo se ha vencido. Bandejón central,


dos seres tienen sexo bajo una carpa de montaña, o capaz que hagan el amor, ahí donde el plástico neutraliza su olor y su existencia, metáfora de camping de los servicios sociales, quizás es amor a la vida, un gesto de sobrevivencia, un desagarro del alma que quiere seguir viva. Los pacos les gritan que es falta a la moral, en este país sin moral. Los apalean para separarlos, para que nadie pueda ver que están ahí. Pero no importa, los conductores solo ven basura, Una carpa ensangrentada, Si tienes suerte nunca estarás ahí, No lo pienses, acelera, Si tienes suerte nunca estarás ahí.


De noche, como corresponde. Entornada la puerta, entornados los ojos, Tu mano firme en mi espalda, la sonrisa ancha, de triunfo a tres cuerpos, y entonces la luz de la ciudad baja, tenue, despreciando la modernidad. Me da por ponerme en muñeca brava, en quitarte el control del paso, en colgarme de tu nuca sin aviso. Paso de tango en Cumming, flor de media noche, así como se debe, la luz brilla en el cuello de tu camisa, dos giros y me puse maleva, y tus ojos ahora están graves, me acerco, y los labios tensos no saben que esperar, corazón de tango, así como me enseño el abuelo, giro de piernas que cortan el aire, te rozo la mejilla, anuncio de que, quizás, algo va a pasar, farol, noche y después, muñeca brava, tibieza sin control, noche de tango en Cumming, olor a madreselvas, quizás un suspiro quedo, beso robado de sorpresa,


así a ritmo de antaño, bandoneón y vino tinto, y tus ojos sorprendidos, un giro y mano en mano, sonrisa ancha de varón.



JUAN HÚSAR DE LA POESIA


Todas las energías son necesarias, todo el poder de los guerreros espirituales son urgentemente necesarios. ¡Vamos! levántate tierra, levántate montaña, levántate río Biobío, levántate volcán Llaima, debe amanecer un nuevo crisol de libertad para tu pueblo, padre Arauco amanece subversivo, compañero Lautaro despierta indómito, cerro Ñielol magnífico espíritu de la semilla de la tierra, únete a la lucha junto a tu amado pueblo nación mapuche. Que salten las piedras desde el corazón de la madre tierra, que suenen los cultrunes a lo largo de todo el territorio de la wall mapu, canten pifilcas, canten insolentes trutrucas, salgan a marchar lanzas y boleadoras vestidas del espíritu de Galvarino, cabalguen insolentes, agresivos poderosos, magníficos toquis Curillanca, toqui Michimalonco, a combatir toqui Lientur contra los invasores Forestales. ¡Adelante! choque de palines mapuches, toquis y caciques urgente a cabalgar por los campos y las tierras usurpadas, a liberar a la madre Araucanía de la odiosa lacra militarizada, enviada por los zánganos de la esclavitud del poder institucional y sus patrones los empresarios. Grandiosas araucarias, el pueblo mapuche les necesita, en la batalla por expulsar a las huincas empresas forestales de sus suelos sagrados ancestrales, multicolores de insurgentes e indómitos piñones, como desobedientes proyectiles en vuelo feroz despierten,


despierten, cien veces despierten, vengan a levantar sus raíces como un puño cantando desde las alturas la sinfonía de la libertad, almas de viejos sabios araucanos transfórmense en lanzas inspiradoras de la guerra patriótica mapuche, por recuperar las aguas, los ríos, por recuperar el corazón hermoso de los machitunes y guillatunes. Volcánica sangre y piel araucana a rebelarse, reino animal mapuche lancen sus telúricos rugidos, a ustedes se les convoca a las barricadas libertadoras desde la ñuque mapu, con extrema urgencia les necesitamos al lado de los weichafes mapuches. ¡Vengan hermanos! juntos debemos liberar nuestra tierra. Marichiweu, marichiweu, marichiweu


Cuerdas de la memoria, cuerdas de la Patria Nueva, cuerdas de la dignidad, cuerdas de un canto fracturado, destrozado por entonar armonías y letras pensantes, acribillado por entonar letras conscientes, letras humildes y obreras, dibujaste combativamente una guitarra elaborando en los campos de la esperanza, una guitarra fabricando el canto popular en las industrias de los overoles libertarios, una guitarra luminosa construyendo en las grandes alamedas, asesinado canto mutilado, canto silenciado por los estandartes uniformados e infectados de odio y muerte. Víctor Jara canto despedazado a culatazos por perros sangrientos, militares bastardos, militares, militares gusanos traidores, botas cobardes y asesinas, bestias patriotas temerosas de tu canto, de tus letras con sabor a población, con sabor a barro de pueblo, milicos infernales, demonios temerosos de tus notas musicales con sabor a pan amasado, temerosos de tu sonrisa con sabor a pala, chuzo y casco de obreros, ejército de Chile, ejército de cobardes y asesinos, canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva, frase gloriosa magnífica batallando desde el Monte Olimpo de los cantores. Víctor, gran ausente, te seguimos escuchando en nuestros corazones guerreros y soñadores. Víctor, poderoso y gigante se sigue escuchando el rasgueo de tu: Ni Chicha ni Limoná, que nos sigue señalando la porfía de anhelar la toma del poder, la toma popular de la primavera, tus acordes insurgentes y subversivos se siguen escuchando a lo largo de nuestras banderas de


resistencia, tu marchas por las grandes alamedas más vivo que nunca cuando nosotros marchamos, tú estás lanzando junto a nosotros las mismas piedras del coraje contra los engendros que humillan al pueblo, engendros llamados demócratas, tropa de parásitos civiles, apóstoles decadentes que se disfrazan de demócratas, traicioneros leprosos. Víctor Jara estás presente en nuestras barricadas entre los neumáticos insolentes te vemos flamear como una antorcha universal de la libertad, eres pan de ideas en los paros y tomas de estudiantes. Víctor Jara, eres Víctor Jara convertido en bombas molotov viajando por el aire contra los nefastos represores sanguinarios del arcoíris descompuesto y putrefacto, Víctor Jara, te nombramos rebelión por todo el mundo, te elaboramos como una barricada de volantines en primavera. Víctor Jara, todos los días amaneces como la Cordillera de los Andes llamándonos a cantar tu voz en los muros inútiles y subversivos de nuestras poblaciones. Compañero Víctor Jara, estás presente y hecho lanza araucana contra los invasores forestales, te has convertido en el grito de millones de seres humanos que soñamos un mundo más humano, más libre, con más justicia social. Compañero Víctor Jara, eres el grito de millones que queremos despertar en un mundo más alegre, con más vida, con más paz, tu canto es el amor, es el puño latinoamericano soberano que amasa el sueño del continente libre.


Hilo rojo que asalta en cada instante de la vida el sueño de los guerrilleros del Monte Olimpo, hilo rojo serpenteando el canto íntimo del corazón, convirtiendo el aire que se respira en un exquisito gas contaminante para los besos de las araucarias, hilo rojo maldito y santificado sensualmente de una escala real de sonrisas, hilo rojo perturbador de las horas de cada nuevo amanecer de guindas desnudas, hilo rojo siniestro destino manjaroso idolatrado y coloreado desde la distancia, hilo rojo dulce con sabor a suspiros nocturnos, que aparece entre las sábanas de un sándwich de carne magnética de frutilla con papas doradas, hilo rojo despiadado que con solo tres parpadeos contados milimétricamente, destruye todas las dictaduras del mundo, hilo rojo abanico de alegrías seductoras, hilo rojo de textura en la piel con sabor a miel enloquecedora, hilo rojo que canta y encanta como susurrando un tutti frutti de melodías amantes, hilo rojo de oídos metálicos milenarios, donde cada día se preparan como un desayuno mortal el colgar de distintos estilos de aros, hilo rojo que fabrica un abrazo tan exquisito, que locamente comienza en el inicio de la humanidad, y de manera soberbia y erótica concluye en una habitación de sandías azules lujuriosas del Titanic, hilo rojo de movimientos de polen placenteros, que provocan la tercera guerra del cortocircuito de una ensalada a la chilena.


Ebriedad infinita de tanto beber la delicadeza cristalina de tus manos me fascinan, me hechizan, me transportan, me silencian, me elevan por sobre otras galaxias, me hacen beber tu paz y armonía, me paralizan, tus manos me imantan, me liberan, me encadenan, me derrotan, me llenan de colores, tus manos las navego, me hundo en ellas, tus manos tus dedos la fibra erótica de tu piel y de tu sonrisa; Imagen exquisita de manjar sonriente, de frutilla parpadeante tan frágil como el oxigeno de tu silencio que me alimenta y me embriaga mil veces., dejo la siembra de manifestar que tus manos son mi revolución de la seda, tus manos están entre mis manos, tus manos se pierden entre mis manos, tus manos y mis manos entre jugueteando son una sola mano, tus manos extendidas como una alameda de las delicias incendian mis manos, tus manos desnudas y latiendo como un arcoíris son amadas por el galopar ardiente de mis manos.


El amor, la palabra amor debería estar como consigna perdurable de la vida en nuestro escudo nacional. El amor, la palabra amor debería ser el oxígeno infinito que pudieran respirar los millones de habitantes de las naciones del mundo. El amor, la palabra amor debería ser el combustible mágico con los cuales los automóviles pudieran transitar sin contaminar nuestro aire ni contaminar nuestro medio ambiente. el amor, la palabra amor como el pan con mantequilla, tal vez como el pan con chancho, quizás como un jamón palta alimentando los estómagos de millones que sufren el hambre mundial. El amor, la palabra amor intensa y urgente necesidad de los corazones rodeados de tanta guerra inútil y estúpida. El amor, la palabra amor como un solo y amplio gobierno planetario, que alegre las pieles de manera constante y nos permita escuchar el canto de los colibríes danzantes. El amor, la palabra amor como un único cristalino océano de frutillas doradas y perfumadas de polen. El amor, la palabra amor como la brisa de la libertad que hace mover las hojas en otoño para que caigan convertidas en puro amor de la madre naturaleza. El amor, la palabra amor como un gigante sol iluminando una primavera eterna sobre las cabezas de los girasoles de crema de oro. El amor, la palabra amor como guirnaldas de liliums colgando de los postes de luz eléctrica. El amor, la palabra amor como las frutas y verduras cantando un villancico a la cintura del taj mahal. El amor, la palabra amor como una ensalada de invierno


amándose con la primavera. El amor, la palabra amor en los refrescos de miradas que se asaltan en los muros de los palacios de gobierno. El amor, la palabra amor reemplazando la oscura existencia de la organización de las naciones unidas. el amor, la palabra amor como ondas radiales tomándose todos los satélites espías, besando el amor la palabra amor a los seres interplanetarios de los otros mundos y galaxias. El amor, la palabra amor es la misma sonrisa tierna y cristalina de nuestra luna de queso. El amor, la palabra amor la podemos dibujar en los muros libres de las estrellas, la orden máxima que mandata el corazón es amarse, amarse, amarse.


Violeta, sinónimo de acordes y rasgueos rupturistas, nunca tu canto se vistió de alfombras burguesas, nunca tu guitarra se sentó a comer junto a los patrones de la miseria, hermosa parra de color violeta, de cuerdas cantoras fabricadas con los aires alegres del campo, contestataria voz de agudas, punzantes e incomodas letras, las que hacían estallar los oídos de una sociedad dormida, paralizada, no pensante, acartonada; y tu obrera del amor Violeta, armada de canciones llenas de humanidad ahí estabas, gran Parra de las grandes parras de violetas insolentes altivas; para oír tu poderoso y taladrante canto, no necesitabas de aquellas escandalosas luces obscenas, luces vestidas de corbatas indecentes absolutistas; para que tu canto fuera fuerza y convicción no necesitabas ni de escenarios ni de micrófonos, pues tu bella madre parra cantora Violeta eras de la tierra, eras del aire rebelde, inútil y subversivo, florecías en los campesinos, florecías en las manos de los mineros, florecías junto a los estudiantes, eras de la esperanza, florecías en los colores y aromas del pan amasado, florecías, cantabas desde una olla mapuche, florecías desde las sopaipillas de la tierra araucana, te alzabas desde las alas de las araucarias, Violeta querida, guitarrera fabricante de ritmos revolucionarios, bella jardinera, le damos gracias a la vida porque la historia te dio a nacer gigante y llena de todas las flores musicales en nuestras tierras. GRACIAS A LA VIDA que nos dio tanto y tanto de tus fuerzas cantoras GRACIAS A LA VIDA porque


supimos que un Santo Padre vive en Roma, GRACIAS A LA VIDA por que pudimos viajar en una alforja junto a Run Run que se fue pal Norte. GRACIAS A LA VIDA porque nos contaste Que Pena Siente el Alma, GRACIAS A LA VIDA porque ayer como hoy sabemos, que son los propios chilenos quienes le roban su pan y nos sigue doliendo la pena que tiene Arauco, GRACIAS A LA VIDA porque fuimos invitados a un Casamiento de Negros, GRACIAS A LA VIDA porque desde arriba nos quemaba el sol cuando nos volvimos a la pampa. GRACIAS A LA VIDA porque una carta nos reflejó en cada una de sus líneas. Y porque sabes, querida Violeta, aun somos con alevosía encarcelados, golpeados, engrillados y arrastrados por las calles porque apoyamos las huelgas y los paros, GRACIAS A LA VIDA porque seguimos escuchando como sonríen los presidentes cuando le hacen promesas al inocente, Violeta Parra aun sigues viviendo en millones de guitarras, gracias por tu legado maravilloso, hermoso porque tú no te vendes, porque eres harina, eres trigo, eres viento, No te disfrazas de payaso para ganar aplausos, Violeta Parra de las violetas te amamos por toda la eternidad, tú eres de nosotros, tú eres de nosotros, tú eres de nosotros., Recordada Violeta Parra, eres nuestra canción eterna.


Algún día América tendrá una voz de continente, Una voz de pueblo unido, una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino. Necesitamos un solo coro sinfónico de banderas unidas, que se abracen todos los territorios, queremos ver hermanadas a todas las aguas, ríos y océanos que rodean nuestro continente; si bien estamos separados por la cordillera de los andes, que esta majestuosa dama blanca con elegancia y delicadeza se caiga pedazo por pedazo y permita unir nuestras miradas, que se unan, necesitamos sentirnos en un gran abrazo de todos(as), necesitamos que nuestras pieles de distintos colores sean una sola piel, forjada en los multicolores de la libertad y la unidad latinoamericana necesitamos estar y ser, que todos los instrumentos musicales de cada nación se fusionen y formen un gran conjunto de todos los pueblos, abrazo latinoamericano, como una oleada de millones de sonrisas flameando como una bandada de palomas libertarias, que se alce en un solo puño de republicas la unidad de todas las resistencias y las ansias de construir entre todos(as) la gran patria donde todos los acentos, y razas sean respetados en su dignidad y en sus derechos, que se unan el harina y levadura de muchas mesas de distintas familias, y juntos amasen la gran tortilla popular, donde coman todos los estómagos de cientos de miles de corazones, que en conjunción de sonidos se unan todos


los himnos patrios del continente amerindio, y nazca el canto de todas las sangres que florezca patria de multitudes, que nazca el alma llena de banderas, que el pueblo, todos los pueblos, estén mano con mano en un solo pueblo unido, que jamás tenga que ser vencido, necesitamos gritar un solo grito de unidad, organización y lucha, necesitamos ser una sola fuerza de primavera, que empuje el paso firme y la decisión latinoamericanista de ser gigantes en construir nuestra independencia económica, política, militar y social, abrazo latinoamericano consigna urgente, que nos llama a unir nuestras inspiraciones, por romper definitivamente con las cadenas de la esclavitud y la explotación, a manos del poder del imperio de estados unidos, pasión, amor, independencia continental, patria grande te queremos, a recuperar lo nuestro, nuestras riquezas, nuestra historia, nuestra libertad, si somos pueblos, todos seremos uno solo .


Te mencionamos de diversas maneras, te llamamos con distintos nombres. Muchos te gritan como un alarido de fiesta, cientos zapatean y alzan sus pañuelos honrando tu nombre, muchos adornan calles y pasajes saludando tu multiplicidad de colores, muchos repintan sus casas, elevan sus volantines, colocan en el mástil de su casa en lo más alto el emblema nacional, festejando tu llegada florida con aroma de primavera. Pero tú, doloroso, tenebroso, oscuro septiembre llevas un solo apellido, tu bombardeado septiembre, llevas un solo apellido, tu traicionado septiembre llevas un solo apellido, tu asesinado, mutilado, septiembre mes de la patria y de la no patria llevas un solo apellido, tu apellido es Allende, Salvador Allende es tu apellido mes de la obscena patria, mes de la indecente patria, mes de la fracturada geografía patriota, mes de la gran puta patria. Patria esa hueá rancia, patria esa hueá que huele a podrido, mes de la ensangrentada patria, mes de la traición patriótica, mes de las carniceras, leprosas y excrementadas glorias del ejército. Septiembre, tu apellido es Salvador Allende, un apellido donde caben miles y miles de amigos, hermanos, compañeros(as), padres, madres, hijos(as). Septiembre, un fusil que se convirtió en apellido de marca perdurable made in Allende; un universal apellido donde se atrincheró el canto de Víctor Jara, un apellido donde se colorearon las esperanzas de millones de sonrisas, donde se hermanaron brochas, rodillos, cascos y cuadernos de los verdaderos patriotas.


Septiembre, tu apellido combatiente, inútil y subversivo es Salvador Allende, suena tan frágil y amargo decir septiembre, tu mes de la ramera patria, al nombrarte te oyes como un grito de espanto manchado de sangre, el solo hecho de saber que llegarás oscurece muchas conciencias y derrama lágrimas de muchas sensibilidades, al carajo, cien veces al gran carajo tu primavera, si hasta los pétalos de tu campo de flores bordados, las putrefactas glorias del ejército las bañaron en sangre. Septiembre, en el calendario resaltas con tu amanecer maldito, aviones y helicópteros cercenaron tu sonrisa enfiestada de chicha y empanada. Un solo apellido te recorre desde la memoria asesinada, tu magnífico y alegre septiembre te ahogaste en una copa de acidez y ríos de sangre, suenas septiembre con una cueca silenciosa, muda, suenas con esa misma cueca y tonada acribillada por tus engendrosos militares patriotas, los mismos perros infernales que se proclaman libertadores de Chile. Perros uniformados de colmillos ensangrentados, viles soldados cobardes, cobardes, cobardes, tú septiembre, llevas en tu porfiada memoria el legado glorioso de un fusil esperanzador y dignificante made in Salvador Allende. Que nadie lo olvide, que lo sepan todos los planetas y sistemas solares, que lo sepan en todos los continentes de la subversión, que lo sepan quienes defienden sus recursos naturales, que lo sepan las páginas históricas de la renacionalización del cobre, que septiembre el noveno mes de nuestra existencia lleva un solo apellido, que lo sepa ese medio litro de leche, que lo sepan las calles, los muros pintados, los overoles y cascos que pintaron color


esperanza las grandes Alamedas, sepĂĄmoslo ayer, hoy, maĂąana, pasado. La llegada de septiembre se viste de un solo apellido, Salvador Allende.


Se cita al rebaño de ovejas de un país sin nombre y sin apellido, sin bandera, sin escudo nacional, sin identidad cultural, sin derechos, sin espíritu de lucha, sin vida, un país o casi un país que vive en un granito de tierra, se ruega concurrir sin levantar la voz y con la cabeza agachada, serán testigos de cómo se remata un país. Cabe consignar que contamos con la asesoría del poder judicial, del sucio manejo mediático de la prensa y en caso de algún desorden en esta ceremonia, a la cual han sido citados tenemos de nuestra parte a los lamebotas, que nunca faltan los honorables del ejercito de la republica sin nombre, pues bien rebaño de ovejas, nosotros los lobos les queremos bien tranquilitos, siéntense y no hagan mucho ruido, además no sacan nada con reclamar, como ustedes mismos dicen. En aquel salón cabían perfectamente las 17.574.003 ovejas del país sin nombre, estaban muy apretadas e incómodas pero ninguna se atrevía a reclamar, se hablaban despacio al oído, pero seguían muy ordenaditos. De pronto irrumpió el lobo mayor acompañado de una tropa de lobos de terno y corbata, no tengo mucho tiempo para estar aquí con ustedes así es que haremos esto muy rápido._ exclamo; casi gritando el lobo mayor, las ovejas del país sin nombre levantaban la cabeza, escuchaban y volvían a agachar la cabeza, al salir del salón las 17.574.003 ovejas se dieron cuenta que habían


sido privatizadas la cordillera de los andes, la salud, el agua en un 100%, el paseo ahumada en un 65% había sido privatizado, una oveja dijo nos quitaron el cerro Santa Lucia, el San Cristóbal, otra exclamo con un poco de rabia, vendieron el parque radal 7 tazas, el Estadio nacional, el Parque O’ higgins, el parque Quinta Normal, se sentía en el aire un poco de irritación y algo de molestia, una oveja de color grito al resto de las ovejas, estos chuchesumadres nos vendieron casi todo, al tiempo que otra decía, pero que sacamos con reclamar, para que perder el tiempo, otra oveja decía que vamos a hacer, aguantar no mas poh, claro no queda otra, para que seguir reclamando…si no nos van a hacer caso, luego las ovejas se fueron tal como llegaron con la cabeza agachada y en silencio cada una a sus hogares a dormir, pues al otro día debían levantarse como a las cinco de la madrugada para poder tomar un transantiago y así llegar a buena hora a sus trabajos.




se terminรณ de imprimir en el mes de junio del 2019 en los talleres de Opalina Cartonera


Los libros de la editorial opalina Cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaciรณn, delicadeza y amor

V OP!




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