Historias de Rosita / Sebastián Altamirano

Page 1

1


2


Sebastiรกn Altamirano

Opalina Cartonera 3


HISTORIAS DE ROSITA Sebastián Altamirano Opalina Cartonera 2017 Diagramación a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Laguna Verde, Valparaíso, Chile por Opalina Cartonera Primera edición

“Colección Ciudad de Los Sueños” Contacto autor: prisionero182@hotmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor

4


Sebastiรกn Altamirano

5


6


Prólogo

Historias basadas en noches de celular, altas horas de la noche, con una Rosa del Norte Que habita cerca de Rondizzoni en las noches y en el día en merced. Con sus ojos negros guardan una lagrima por Roldan. Hace 20 años en una escuela con número y letra, con corbatas con elásticos y sueños por cumplir. Historias basadas en noches de celular, altas horas de la noche, con una Rosa del Norte Que habita cerca de Rondizzoni en las noches y en el día en merced. Con sus ojos negros guardan una lagrima por Roldan. Hace 20 años en una escuela con número y letra, con corbatas con elásticos y sueños por cumplir.

7


8


9


10


I

En un canal estrecho, una pequeña embarcación intentaba esquivar aquel acantilado que pudiera destruir la delicada estructura de madera. Rosita estaba a cargo. A su cuerpo el timón que mantenía tenazmente la trayectoria de aquel navío. La lucha era titánica en la cubierta, mientras en sala de máquinas, el motor del barco al máximo, casi a punto de reventar de la presión del vapor. Y el esfuerzo realizado era tremendo por parte de los pistones, que chirriaban en la sala de máquinas. La humareda lo en volvía todo lo que no salía expulsado por la chimenea, producto del carbón coque que es elocuente. De un momento a otro una gran ola azotó la delicada embarcación ¡La fuerza era descomunal!, cayendo del barco nuestra capitán Rosita. Todo era un sueño, con las colchas enredadas, su cuerpo en el suelo y una sonrisa por lo ocurrido en este raro sueño, de una noche de invierno en una cabaña, cercana al mar.

11


II

Rosita jugaba una tarde de verano en una plaza cercana a su hogar, su hermano mayor Roldan, quien tiene un pequeño triciclo, con el cual disfrutaban en aquella plaza todas las tardes. La labor de la pequeña era de empujar a su hermano. La idea era dar un par de vueltas a la plaza. Él siempre se aprovechaba un poco de las ganas de la pequeña en disfrutar de ese momento donde él le pasaba el triciclo para dar una vuelta. Era el momento más esperado del día cuando su hermano le pasaba el bólido. Tan solo con sentarse y soltase el pelo, tomaba el manillar y pedaleaba a más no poder por las baldosas. El sonido que esta provoca, con una lata amarrada a una de las ruedas, le daba un sonido muy parecido a una motocicleta, y giraba en círculo cada vez que su hermano le quitaba la vista. Él se daba cuenta, pero no decía nada, ya que comprendía que era justo. Al final de su viaje por la plaza, su hermano le pedía el triciclo y decía pícaramente: ¡mañana te dejaré que des una vuelta, pero con el compromiso que me empujes otra vez!. La pequeña, feliz por ese pequeño momento de la tarde, donde pudo disfrutar el triciclo azul, de su hermano Roldan.12


III

Rosita jugaba una mañana con unas bolitas en el patio de su casa. De repente su padre la llama: ¡Rosita, le traje un regalo!. La pequeña al escuchar a su padre, corrió con su corazón agitado, por la sorpresa de aquella jornada. -Toma Rosita, esto es para ti- envuelto de una manera especial. La pequeña lo tomo sorprendida, y no dudo ni un segundo, rompiendo el envoltorio. El regalo era nada menos que una pequeña muñeca, se había quedado enamorada de ella, la misma que vieron cuando fueron al centro comercial, pero que por problemas económicos había sido imposible comprar. Fue amor a primera vista de la pequeña, sus ojos estaban encandilados por el regalo de su padre.

13


IV

Un día de verano corriendo de un lado a otro, con su globo amarillo, estaba la pequeña Rosita. Jugaba en una plaza, que le quedaba cerca de su hogar. Rosita una niña pícara y muy activa de grandes ojos negros, le pregunta a su madre: -Mamá ¿le puedes atar un hilo a mi globo? -¡Claro que sí, Rosita! Que entretenido, te cuento, yo cuando chica mi mamá me hacía con papel de diario, unos chonchones, con un poco de hilo le hacía unos tirantes y corría por todo el campo. - Mamá ¿y cómo es eso?, ¿tú me harías uno? - ¿Quieres que te haga un chonchón? - Sí mamá, quiero correr con él, ¿me enseñarías como hacer uno? - Claro que sí. Vamos a la casa y te hago uno, ¿qué te parece? - Sí, ¡vamos corriendo mamá! Vamos apúrate mamá - Tú no te cansas nunca, como lo haces jajajaja. Ellas no vivían tan lejos de la plaza, al caminar unos cien metros llegaron a su hogar. 14


- Déjame ver donde tengo papel de diario. Pon atención, esta es la forma en que se hace uno: tú tomas el papel, lo cortas con una tijera y lo dejas cuadrado, acto seguido realizas un par de dobleces de esta forma y con un palito de fósforo le haces un par de agujeros, con un poco de hilo haces los tirantes, una vuelta para este lado ¡y listo! a jugar... - Vamos Rosita, a jugar a la plaza en este lindo día – Siiiii, quiero correr con mi chonchón por toda la plaza.

De esa forma continuó toda la tarde, disfrutando su chonchón.

15


V

Una mañana Rosita miraba una ventana de su casa. En un rincón dos pequeñas gotas de agua que corrían en paralelo. Una de ellas era más pequeña. - ¡Vamos tu puedes! - le gritaba emocionada. - ¿Qué pasa Rosita, con tanto grito? - le pregunta su madre - ¿qué pasa? - Nada malo, mamá. Lo que pasa es que dos pequeñas gotas de agua corrían por el cristal de la ventana, yo alentaba a la más pequeña. - Mmm, ¿y quién gano? le pregunta con una sonrisa su madre, - La más pequeña, fue muy emocionante. Le respondía Rosita a su madre. - Me parece. Rosita le responde con una angelical sonrisa. - Lave sus manos -dice la madre- prepararé la mesa, es hora de almorzar.

16


VI

Un día cualquiera, Rosita jugaba en un parque con una pequeña mariposa de muchos colores, que revoloteaba cerca a la pequeña Rosita. Ella con verla quedo encantada, y corrió tras ella por un par de minutos, pero escapó fuera de su alcance cansada de tanto correr. Rosita se sentó por un momento en el pasto de la plaza, muy cansada cerrando sus ojos, acurrucándose a un costado de un árbol. Su madre la observaba sentada en un banco a un costado de la pileta, atenta a todo lo que realizaba la menor. Cuando Rosita se quedó dormida, la miró tiernamente y una sonrisa afloró de su boca. Acto seguido, caminó donde se encontraba acurrucada su hija, la tomó con mucho cuidado y se dirigió a su hogar. Al pasar unos minutos, después de ingresar a su casa, acuesta en su cama a Rosita. Su madre se dirige a la cocina a realizar sus labores. Al pasar una hora Rosita despierta - Mamá ¿dónde estás? - En la cocina hija ¿quiere un jugo?

17


- Sí, mamá. Te cuento que tuve un sueño súper lindo. Corría tras una mariposa de muchos colores - Jajajaja –ríe su madre. - ¿De qué te ríes mamá? - ¿Estás segura que estabas soñando? - Parece, no sé, era todo muy real jajajaja. Y las dos se largaron a reír de lo ocurrido en ese día.

18


VII

Un día le pregunta muy intrigada Rosita a su mamá: ¿Que está haciendo? - Estoy preparando la harina para hacer un rico pan amasado. - Mmm que rico ¿y cómo se hace? - Ven te enseñaré. Primero iremos a buscar la tabla de amasado, una vez que la tengamos realizaremos nuestro trabajo de amasado. - ¡Que rico! -responde emocionada Rosita-. - Espérame sentadita, no juegues con la harina. - No mamá -con una sonrisa pícara le respondeDe vuelta la madre dice: - Tenemos todo listo para realizar nuestra tarea. Primero tienes que colocar la harina sobre la base de madera y con las manos haces un pequeño volcán, aplicamos la levadura, un poco de sal, unas gotas de aceite, vertimos el agua tibia y amasamos la mezcla. - ¡Que entretenido! -replica Rosita. - Toma una poco de masa para que aprendas, y cuando seas adulta realices lo mismo con tus hijos. 19


- Sí, claro mamá. Al pasar unos minutos la masa estaba lista. - La dejaremos leudar un rato. Ahora vamos a usar el horno. Se abre la puerta de la cocina, esto siempre debes realizarlo con la ayuda de un adulto y nunca sola –dice la madre-. - Claro mamá. - Sobre todo con el fuego. - Como usted diga. - Se abre la llave de paso del gas, se encienden los quemadores, se cierra la puerta y esperamos la temperatura que corresponde para depositar los bollos de pan. Rosita estaba muy contenta, sería la primera vez que ayudaba a su mama a hacer un rico pan amasado. - ¡Está lista la temperatura del horno! Ahora colocamos los bollos de masa en el horno y a esperar que la masa se cocine. Al pasar un tiempo empezó a salir un rico olor. El pan estaba casi listo - Rosita ¿por qué no coloca la mesa para que tomemos once?. - Claro mamá -le responde muy animosa-. 20


Todo estaba listo. - ÂĄRosita venga ahora, viene el momento de sacar los panes del horno!, traiga el canasto grande, depositaremos los panes calentitos. - ÂĄQue rico! Yo quiero uno con mantequilla. De esa forma terminaron su dĂ­a.

21


VIII

Surcando el cielo azul se encontraba un pequeño volantín tricolor, con la estrella solitaria en su cuerpo. Estaba unido a la tierra con una larga y delgada línea de vida, y al final estaba la pequeña Rosita, que se deleita con su movimiento rápido de manos, que guía a nuestro intrépido volantín a surcar el cielo en busca del Sol.

22


23


24


se terminĂł de imprimir en el mes de noviembre del 2017 en los talleres de editorial Opalina Cartonera

25


Los libros de la editorial opalina cartonera SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicaciรณn, delicadeza y Voluntad

26


27


28


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.