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Vanessa Parada SepĂşlveda
Trama celeste
Opalina FactorĂa ~3~
Trama celeste Vanessa Parada Sepúlveda Opalina Factoría 2016 Diagramación a cargo de Juan Canales Diseño por Francisco Escobar Impreso en Valparaíso-Chile por Opalina Factoría Primera edición
“Colección Ecolección” Contacto autor: vparadasepulveda@gmail.com Este libro se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercialSinDerivadas- 3.0 Unported Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor ~4~
Trama celeste
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Has existido siempre y existirĂĄs siempre (no sĂłlo en ĂŠste, en todos los universos).
Ernesto Cardenal
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Alquimia del caos Escondida bajo el tejido, guardamos la estela de un rayo. Principio del principio, ignición de la alquimia del caos. De un caos en calma, invisible y permeable. Que rige y da línea al vacío [aparente], agrupando lo que Es en tramas de poder. Urdimbre conectada a lo eterno. El orden del sin sentido, somos un salto al vacío. Y Penélope hilvana las líneas del infinito a la sien del hombre que espera, que avanza sin tregua olvidando recordar que algún día, que no era aún día, aferrado al verbo, amaneció, del negro mar, la perla, y creció fundida al sol, prendida al ancho mar, la HUMANIDAD.
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Creación Late el verso y la noche oscura estalla. Aúlla, se rompe, dejando ver su tez dorada. El canto se desgrana dando al sentido un nombre, a la materia, morada y al sueño, horizonte. Vibra la aurora quemando la montaña, y comienza la mañana que ha de durar eones.
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Dentro del bosque Cuando llamaron al orden, hui. Me perdí dentro del bosque y encontré la verdad inquieta, que existe dentro de todo planeta. El vacío del horizonte forjado de sinrazones, más lógicas que el nombre que la materia y el tiempo. El sentido del caos. El desorden que habló en el principio del cosmos. Que resuena, que vibra, que inquieta el sentido. Un eco celeste en la palabra del loco. Una estela de éter más allá del dios del hombre.
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La noche Se extendió la noche. El negro barco de la noche llegó sin aviso, cubrió el mar y despejó la playa. Entonces, desembarcaron las penurias del mundo y tomaron rumbo hacia las gentes de todos lados. Se adueñaron de sus mentes, embriagaron sus latidos y sumergieron sus vientres en el eterno olvido. Así, la noche se extendió con sus miles de sombras y hubo sufrimiento en la tierra. Generación tras otra intentaron ir a alguna parte, fuera, inventando soles, agotando la posibilidad de hallar la realidad infinita. Coexistieron con sus sombras, desde ellas, para ellas, sin levantar la vista de la proyección ajena, sin reconocer la luz más allá de lo que toca.
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La nueva aurora De la tierra agonizante, el duelo de miles brotó, quebrando el manto, abriendo paso a la nueva aurora. Mañana, fecunda de ira, de ensoñaciones vanas. Consumada una una noche sin luna. en la misma penumbra parida. En la danza de los hijos y los hijos de sus hijos, se colmó el vaso y alzó la marea se dañó la urdimbre de Penélope y su espera.
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Memoria de sal La memoria forjada a sal engendrada en el primer llanto Al secarse culpó al mundo, que sin ser tierra, fue rumbo, uno de sangre y cenizas Vertido en la miel desnuda donde el rumbo parió niñas de labios rojos y dulces ojos, Ignorantes del dolor Y quisieron regar la tierra, quisieron abrazar su fruto. Quisieron amar al mundo y el rumbo se les negó. Segadas en la inconsciencia, sólo quedó intuición. Canciones y danzas durmieron en las venas de quienes vinieron. Brujas y arpías Incomprendidas. ¡Qué bellas se vieron! marcadas de sal sus rosadas mejillas.
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Nací Nací de una lágrima de luna, trozo de estrella perdido. Perdido en el caos incierto del inquieto mar prematuro. Arribé a la costa y me vi rodeada de altos escombros, escalinatas sin forma ni escaño; ahogando el querido retorno. Mil años cubrieron mi cuerpo esperando la tierra insuflara de éter, aliento sin tiempo, mi cuerpo vacío llenara.
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Pretérita […]SEGUIR fingiendo ser un ser, sin ser Ser o no ser, es la cuestión buscar la raíz de la ecuación. Soy x, la incógnita ajena, sin norma Sin tiempo, ni forma De añoso cuerpo e información latente Soy patente Grabado de pasados precedentes, Somos un relato, trenzado de innumerables soliloquios. Somos confuso brebaje de fenotipos y fonemas. Una siembra de semillas y hoy es primavera.
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Incierto Contra el viento que sopla en la horas rotas; navegante a flote, lejos de la costa. Distante. Sobre a un barco errante, incierto a cada momento, vulnerable al oleaje, al viento. Sobre un mar de frรกgiles voces: que construyen y deforman cualquier estado aparente de seguridad impaciente o imponente paz.
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Eterno En el aire preconsciente de mi mente bordada, vagan imĂĄgenes celestes de una maĂąana estrellada. Recuerdo omnipresente de un horizonte lejano, que me teje el aliento de inquietante vacĂo. El eterno anhelado que dificulta el presente. Que me impide la vida, que me pide la muerte.
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Sin sentido Hace frĂo: te has ido y quiero buscarte en otra parte, alcanzarte en otra vida, Te has ido y no te encuentro. Ni en trozos de las almas de la gente que pasa, No estĂĄs y comienzo a imaginar que no hay mĂĄs en esta vida, que debe terminar.
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Vacío Hace kilómetros de cielo hubo un tiempo en que el mundo bailaba en los ojos. Ya que con poca experiencia se ríe y llora mejor, con más libertad y menos recuerdos. Ahora, los días pasan blancos llenos de una falsa compañía, y todo cuesta un poco más: comer, dormir… soñar. Soñar no cuesta nada, dicen. Soñar y nada más. La hora pasa y me atrapa no me deja respirar No hay llanto no hay anhelo no hay nada nada más.
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Fin horizontal Una tras otra caen y brotan, tiĂąendo los labios, sin freno, las gotas. Ahogando gemidos dentro de la boca. Cascabeles las piernas, tintinean derrota en su cuerpo sin fuerza, sin calor, ya sin gotas. Se rinde y se encoge, tumbado sin dueĂąo. Horizontal ha quedado, abandonado de sueĂąos.
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Puede la noche ¿Es invierno ya? ¿Tan pronto se hace tarde? El péndulo marca las horas veloces. Gota a gota, verso a verso, se consume el cuerpo, se nos muere el tiempo. Un poco cada vez al ver la luna, un poco más al llegar el sol. Con ternura me aclara el alba que, insidiosa, deja su hebra de plata en un rincón de mis labios. La aurora reluce sobre la almohada y trémula, una sonrisa escarba en mis mejillas nocturnas, cinceladas de rocío. Se estiran los labios en un acto rebelde, pero el manantial de la noche se hace río y la penumbra llueve mi cara En mis ojos, aún duerme la aurora y la noche se teje en mi cabeza. ¿Puede la noche esconderse en la memoria, escocer el alma, hendir mi calma? Puede la noche teñir mi sangre y derramarse en sudor sobre la cama. ~ 22 ~
HĂşmedo, cortante, el frĂo inunda las sĂĄbanas, agrieta la almohada, se apodera del aire.
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Un día más Me ato los cordones y se encima la aurora, Siento latir mis venas, mis pies pidiendo ayuda. Pero pronto se adormecen y logro restar un día más, segundo tras segundo, uno menos a los que seguirán. Por la noche, libre de calzado, me lamento. Cierro los ojos y tiemblo temo al día que se acerca.
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Cuando hay dolor Aguanta muerde la almohada grita al cielo No busques respuesta Alega la falta llora el entonces golpea el aire Sin estudiar la culpa Baja los hombros abraza el momento esconde la cara Vuelve al origen
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Despedidas Adioses omitidos escalan los muros, bravos y dolidos, ensordecedores Te roban el sentido, las interpretaciones. Y el Segundo pasa nos deja una nueva pĂŠrdida, un nuevo olvido Hurgando lo incierto, lo desconocido. En permanente duelo, en permanente olvido SĂłlo queda el vacĂo, Valor sin sentido.
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Dormido El insano intento de permanecer se torna obsoleto, trae desastre te asfixia en lamentos se regenera el tiempo, no existen fronteras. Eres dios en la tierra y tu fe, orgullo. Ego que engendra ego impaciente. Que vuelca segundos en el mar de lo efĂmero. Fisura celeste en la realidad que haz creado soĂąando despierto, viviendo dormido.
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Me vi Sin recuerdos ni presagios sin juzgar ni olvidar dejé mis párpados atrás y bajé buscando latidos Me deslicé en el vacío, espejo sin tiempo -una brecha, un momento-, donde era yo sin creerlo Me vi: delgada, famélica mordiéndome los dedos, los labios, pellizcando, sin cesar, mi cara, restregándose el cabello, moribundo. Me vi: mirándome, con ojos de agua arrastrándome sin fuerzas, ansiosa. Encogiendo el cuerpo en un ovillo modulando palabras sin decir Descifré que esperaba por mí buscando, sin saber cómo. Una piel, una voz, un sentido; el calor de unos ojos en calma. La llamé por su nombre que también era el mío me acerqué y murmuré "está bien" Y por justa medida, así fue. ~ 28 ~
Despierta Y, cuando lo importante perdió sentido, mis sentidos entendieron que era inútil continuar. Dejaron mi carne y fueron a algún otro lugar. Desprovista de todo me vi, ya no busqué más, en esta vida o en otra. Despierta, libre de apego. Despierta, libre de mi.
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Verso, uniVerso hilvanado Azules las hebras del verso, tejidas de frases, hiladas, cosidas al inefable tiempo, teĂąidas de hambre y carnada. De nudos plagadas, las hebras, enlaces de luces pasadas. Soles primitivos, seĂąales esperando no ser olvidadas Verso, uniVerso hilvanado, tensado de hado y de tiempo Desgarrado, trenzado, zurcido deshecho y vuelto a empezar.
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Ă?ndice
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Trama celeste Vanessa Parada SepĂşlveda se terminĂł de imprimir en el mes de noviembre del 2016 en los talleres de editorial Opalina FactorĂa
www.opalinacartonera.blogspot.com
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Los libros de la editorial opalina factoría SON OBJETOS DE ARTE COMPLETAMENTE ARTESANALES - fabricados con nuestras patas delanteras todos hechos con dedicación, delicadeza y amor
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