Cuando se aborda el tema del impacto del cáncer en hombres, el de próstata y el de
estómago atrapan la máxima atención durante el análisis de la mortalidad, en vista
de que la suma de estos dos tipos de tumor, suman el 50% de los fallecimientos
por cáncer en hombres.
De manera general, se puede decir que ambos tipos son enfermedades de lento
desarrollo; sin embargo, tienen grandes diferencias en las posibilidades de
detección temprana, lo que los convierte en un desafío para el sistema de salud
Mientras que la detección del cáncer de próstata se basan en el tacto rectal y
el antígeno prostático en sangre, el de estómago, como se abordó en boletines
anteriores, tiene aspectos mucho más complejos en el proceso de detección para
poder establecer la alerta en el periodo asintomático.
Eso sí, ambos comparten barreras culturales que afectan el autocuidado y la
detección temprana y, por eso, es necesario mayor impulso en la educación pública
para que los hombres sepan reconocer el nivel de riesgo que tienen y puedan