DIORAMA #18 AQUALUNG Y RONNA ERICA DE MISIONES CASA RESOAGLI LOS NUÑEZ Y RUIZ GUIÑAZÚ ANTOLOGÍA ENFERMIZA MAX & BOB
COLABORACIONES Gustavo Galarza Carlos Lezcano Melisa Ross STAFF Griselda Cazorla Martin Gomez Kennedy CONTACTO infodiorama@gmail.com 03783 15796411. proyectodiorama.com Revista mensual gratuita. Tapa: Marcos Ramirez www.nderamirez.com
PERCURSORES DEL ROCK EN LOS 80’s
AQUALUNG Y RONNA Por Carlos Lezcano. Pasado el Corrientes Rock, festival organizado por el Instituto de Cultura de Corrientes, los recuerdos nos llevan a la década del 80 y la evocación de dos bandas insignias. La memoria me lleva a la década del 80. En esos años se realizó un encuentro de Rock en el Teatro Vera con un programa que incluía a las dos bandas que dejaron una marca en todos los que vivimos nuestra “juventud” en esos años. Se trata de Aqualung y Ronna. Eran años en que costaba mucho conseguir discos de grupos internacionales, aunque como pasa siempre, a pesar de todo lográbamos que los famosos vinilos suenen en esta ciudad periférica de los centros de producción y de difusión. Pelos largos, vaqueros desalineados y noches interminables de música compartida con amigos era el sino de esos días. Tal vez como un adelanto de lo que sería el destape posterior a la democracia Willy Suchard organiza ese festival en el Vera casi como un oxímoron de esos tiempos. Ronna estaba integrada por Micky Getzrow en guitarra, Daniel Landriel en guitarra y Luis Vervek en batería. Por otro lado Aqualung lo formaban Willy Suchard con un piano Fender Rhodes, Adolfo “Zurdo” Billordo en guitarra, Raúl “Japonés” Peloso en bajo, Héctor “Bartolo” Aguirre en batería (que se nos fue en diciembre del año pasado). El nombre de esta última era una cita del legendario disco de Jethro Tull de 1971 y del tema del mismo nombre que escribiera Ian Anderson en un homenaje a un vagabundo que veía constantemente en Londres. Pero esta era sólo
Micky Getzrow y Juan Carlos Bernardi una de las influencias del grupo. Eran los años del rock sinfónico de Rick Wakeman, Led Zepelin, Yes y Génesis. Tal vez no es cierto que todo tiempo pasado fue mejor, pero al menos hay que reconocer que los integrantes de estos grupos tenían una gran erudición musical que va de la música antigua a la barroca, de la clásica a la popular profana. Monstruos musicales arreglando voces, y multinstrumentistas extraordinarios.
Esta era la información musical de estos “chicos” que irrumpían en la ciudad de Corrientes con una actitud diferente. Sin connotaciones ideológicas tal vez pero con una impronta del joven que siente, que necesita expresarse con otro lenguaje. Con otros imaginarios y en libertad. Tal vez, la que el tiempo histórico le negaba a la nación. Los antecedentes nacionales no eran de los más roqueros por entonces, el eco de “la felicidad” se traducía en un ja, jaja o los sucunduneros todavía paseaban por la playa en alpargatas y en Mar del Plata. Willy me confirma desde Asunción, “Aqualung tocó esa noche Caminata en el desierto y Tristeza de un 20 de febrero, mis primeras composiciones, muy influenciadas por el rock sinfónico y cuestiones adolescentes”. Vía mail, me cuenta que Argenta es anterior a “Aqualung”. “La banda ya estaba formada con Tete Picchio, Japonés Peloso, Miguel Matusevich y Bartolo Aguirre y yo... cuando nos separamos se formó Aqualung con el Zurdo en guitarra”. Ronna esa noche hizo una versión de Cocaine (1977) de Eric Clapton y temas propios. Esta banda recibió influencia de Clapton, de Jimmy Hendrix, Rolling Stones y Led Zepelin claro. Lamentablemente no conozco registros de esa noche.
Unos años después llegará la banda de Claudio Moglia llamada The Lobsters y otra llamada Halito Urbano. Pero en 1983 se crea Klan con Federico De Piaggio en bajo, Claudio Moglia en guitarra, Luis Palma en voz y Darío Bechara en batería, que mueve gente a los shows. El tema que todos cantaban en esos encuentros era “Rocanroleando”. Más que una gran letra se trató de una gran actitud rockera. Para mediados de la década Moglia se irá a Buenos Aires igual que Willy. Nace “El Ex” con Micky Getzrow en guitarra y voz, Juan Carlos Bernardi en guitarra, Sapo Bechara en batería, Luis Palma en voz y Pigui Pisarello en bajo. Suenan temas como “Juntos es mejor” y “Como en la calle”. El recital es el 22 de junio del 85 a las 22 en el Teatro Vera. Mientras esto pasaba, el país se horrorizaba por los testimonios que se escuchaban en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que llevaba adelante el llamado Juicio a las Juntas Militares que gobernaron el país durante el Proceso de Reorganización Nacional que a fin de ese año condenaría a los comandantes en jefe. Eran años de explosión democrática, revisión de los años de plomo y libertad. Todo se pagaba en Australes incluso el rock and roll. La entrada del Vera, esa noche del 85, costó 2 Australes.
JOSÉ SACRISTAN EN RESISTENCIA
CAMINANDO CON ANTONIO MACHADO
Luego de su reciente y exitosa temporada regresa a la Argentina, y llega por primera vez al Chaco el actor español José Sacristán con el espectáculo “Caminando con Antonio Machado”, exquisito recital de poesía, junto a Facundo Ramírez en piano.
GIRA ARGENTINA 2011 Sacristán ha decidido recorrer gran parte de la Argentina y el Conosur ya que se presentará en Montevideo, Uruguay, en Santiago de Chile, y de allí a la Región Cuyana actuando en Mendoza, San Juan y pasando por Río Cuarto. Durante el mes de noviembre “Caminando con Antonio Machado” se presentará en varias ciudades de la Provincia de Buenos Aires: Olavarría, Necochea, Balcarce, Darregueyra, Bahía Blanca, Coronel Pringles, Benito Juarez, Campana y San Nicolás; y del sur como Viedma, Puerto Madryn, Trelew, Comodoro Rivadavia, Esquel, Bariloche, Zapala y dos presentaciones muy especiales en el Teatro Argentino de La Plata y en el Teatro Nacional Cervantes. Sacristán presentará “Caminando con Antonio Machado” el jueves 13 a las 21:30 horas, en el Complejo Cultural Guido Miranda. ENTRADAS Las entradas ya están a la venta con un valor anticipado de $ 90, $110 y $130 en las bolearías del Complejo Cultural Guido Miranda.
ENCUENTRO DE REVISTAS INDEPENDIENTES
ERICA DE MISIONES
Por Griselda Cazorla. El 4 y 5 de noviembre, en la misionera ciudad de Posadas, tendrá lugar la cuarta edición de ERICA, Encuentro de Revistas Independientes y Comunicación Alternativa. Este encuentro, muy importante para los medios independientes de la región, será uno de los cónclaves donde los medios emergentes se conozcan entre sí, se dialogue entre los pares y se tomen nuevas acciones a fin de seguir luchando por una forma de trabajo no tradicional, que cada vez más espacios gana en cuanto al ámbito de la cultura y el periodismo. Curiosos y por considerarnos parte de ERICA, como revista independiente de Corrientes, Diorama entrevistó a Javier, uno de los fundadores de este encuentro. En una nota imperdible para los que eligieron dedicarse a escribir, publicar y difundir contenidos por cuenta propia, Javier nos cuenta de qué se trata ERICA. Primero, para tener una referencia en el tiempo, quiero saber cómo es que surge en Misiones este encuentro de revistas independientes. Un breve repaso en el que podes mencionar a los medios y el porqué se generó esto (o sea, cuál fue la necesidad que impulsó este primer encuentro). El ERICA surgió como iniciativa de la revista Identidad Urbana, cuando en la propia publicación empezamos a tener problemas para poder seguir editando. Sabíamos que había otros grupos que estaban pasando por lo mismo o que ya habían atravesado situaciones similares y por eso decidimos juntarnos para compartir experiencias y tropiezos. Pero a su vez queríamos invitar también a todas las personas posibles a que se acerquen al Encuentro para que conozcan más de estas publicaciones, de las historias de esta gente que vive motivada por la producción editorial. Entonces nos volcamos por hacer del mismo ERICA, una revista en sí. Donde había actividades específicas para los editores, pero también para estudiantes y público en general.
Rocambole en la edici贸n 2009
Bicicletas en la edici贸n 2010
Esta es la cuarta edición de ERICA, me gustaría saber qué cambios notas en cuanto a las editoriales y revistas independientes en este lapso de tiempo. Las revistas independientes y el periodismo alternativo ya no son cenicientas en el medio, sino que ya se plantean otro tipo de necesidades, más organizativas, ya no buscando ser visibles, sino como opción en cuanto al tráfico y calidad de la información. Para vos, ¿cambió el paradigma? Hubo grandes cambios que fueron favorables para el sector. Por un lado la Ley de Medios en cuanto a la comunicación en sí dio un gran respaldo a la apertura de nuevos canales de información pero las revistas quedamos afuera de esa normativa. Por esa y otras razones se creó hace unos meses la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA) que con mucho éxito está llevando adelante la tarea de dar más visibilidad y mejores herramientas a las publicaciones argentinas. Esto es posible gracias a una nueva forma de consumir cultura por parte de la sociedad donde ya no son únicamente los medios tradicionales los que copan la parada, sino que además los pequeños medios están ganando terreno y creo en parte eso es posible también gracias al trabajo organizado.
Si bien la actividad está en plena ebullición en el centro del país y en los polos, como Misiones, ¿qué elementos crees son los que despiertan el inicio en el hacer del ámbito autogestivo?, sobre todo en el editorial. Desde la experiencia podemos decir que en nuestro caso lo que nos llevó a hacer Identidad Urbana y el ERICA es que hay cosas que no podes esperar que pasen, que sí o sí tenes que arreglártelas como puedas y hacerlas vos mismo. Veíamos siempre que en Buenos Aires y otras grandes capitales había una gran actividad de muestra e intercambio de material independiente que a nosotros nos queda lejos. Entonces en lugar de lamentarnos que estábamos tan aislados, decidimos hacer en Misiones una actividad con particularidades propias que dentro de todo sirvan para satisfacer una demanda del sector para conocer y mostrar lo que cada grupo hace, y por otra parte brindamos a la ciudad un humilde aporte cultural, una actividad más que año a año sigue sumando cada vez más adeptos. En cuanto a la revista, todo surgió por parte de mentes inquietas que necesitaban hacer cosas para expresarse, para medirse también a lo mejor y demostrar que pese a la corta edad se podían hacer cosas interesantes. Porque generalmente se dice que los jóvenes “están en la pavada” y nosotros no nos sentíamos identificados con esto. Pero tampoco hay en Posadas muchas opciones, y lo que te gusta hacer tenés que generarlo. Por eso dimos vida a Identidad aunque ya desde el 2002 venimos dando vueltas en forma aislada con otros proyectos que resultaron menos reconocidos. ¿Qué faltaría para afianzar una red mas regional en cuanto a esta forma de hacer y decir de este nuevo periodismo? Ese es un tema del que ya hemos hablado entre un gran grupo de gente del NEA y es algo que no hemos podido solucionar. Siendo
Goyo / Ioshua Cumbiagei 2009
Bonsembiante 2008
autocrítico, creo que la falta de gestión o el “no saber por dónde ni cómo empezar” nos han jugado una mala pasada. Y lo de una red regional es vital para todos los proyectos del NEA porque si no nos agrupamos corremos riesgo de morir en el intento por sostener nuestros proyectos si queremos mantener en alto la bandera de la “independencia”. En este momento estamos queriendo hacer una especie de censo regional para ver cuantos somos, que hacemos, y cómo. Porque tenemos que conocernos, dialogar y cooperar entre todos para que podamos hacer lo que nos gusta sin tanto sufrimiento. Y también para demostrar, ¿Por qué no?, que el NEA también existe y produce. Por ahí la producción norteña está media escondida porque está dispersa. Pero ojalá que todos lleguemos a cristalizar nuestros esfuerzos. Podemos agregar que luego de 4 años de remar y remar con el ERICA estamos aprendiendo un poco a llevar adelante esta actividad y tenemos la satisfacción de contar con la visita del Director de Industrias Culturales de La Nación, Rodolfo Hamawi. La visita de ese señor es muy importante porque eso representa
para nosotros que la región está cobrando algo de esa “visibilidad” de la que hablábamos. Esto no es un punto de llegada, al contrario: es un punto de partida y todo un compromiso que debemos asumir. En ese sentido queremos aprovechar para acercarle unos estudios sobre la industria cultural y su impacto como generadoras de recursos sociales, culturales y económicos. El encuentro tendrá lugar en el Museo de Bellas Artes Juan Yaparí, donde habrán talleres y conferencias en forma simultánea. Por otra parte, integrantes de la flamante Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA) también integrarán la lista de invitados de este año. Entre las confirmaciones que faltan, se encuentran Osvaldo Daniel Ripoll, actual presidente de la Asociación Argentina de Editores de Revistas (AAER) y ex director de la legendaria Revista Pelo y el conocido fotógrafo y productor audiovisual Germán Sáez. + info: www.ericademisiones.wordpress.com
CASA RESOAGLI
100 PRIMAVERAS Por Melisa Ross. Bajando por Rioja, casi llegando al Río, se erige un testigo gris del siglo XX. Hoy sede del Hostel Bienvenida Golondrina, la Casa Resoagli abrió una vez más sus puertas a locales y visitantes para festejar su centésimo Septiembre. El ciclo aniversario incluyó varias noches de música en vivo; así pasaron por el Patio del Jazminero la guitarra de Pablo Antúnez y los ritmos centroamericanos de los Bicharacheros, que lo convirtieron el en pista de baile tropical. También hubo jornadas de cine debate y quedó abierta la exposición de las obras y dibujos de Jorge Tirner y Diego Figueroa. Especialmente celebrada fue la llegada de la primavera, combinando cumpleaños y transición hacia la estación predilecta de los anfitriones. Ale Marasso, Emma Sanauria, Guido Lovato y Emiliano Polo invadieron las salas comunitarias con sonidos acústicos y eléctricos, mientras en el patio pintaban en vivo Estrella Molina, Laura Seniquel, Caro Levitt, Gustavo Mendoza, Fabián Roldán, Walter Sandez y en la terraza Altares intervenían los pinceles y aerosoles de Marcos Corvalán. Entre los artistas participantes se encontró también Elisa Martínez, amiga de la casa desde que, en el 2009, se hizo cargo junto a un selecto grupo de delicados obreros de la para nada modesta tarea de devolver este antiguo edificio completamente recuperado, resucitado.
Cuando estudiante de Bellas Artes en el Instituto Josefina Contte, tomó un taller (no sabe explicar si por azar o intuición) que luego le valdría una importante beca para estudiar Restauración en Buenos Aires. Desde entonces, lleva casi 30 años en una profesión que, asegura, la eligió a ella. Trabajó durante toda una década en el Museo Vidal y luego en el Proyecto TAREA de la Fundación Antorchas en Buenos Aires, emblemático plan de rescate del Patrimonio Argentino de los siglos XVII y XVIII y de suma importancia a nivel sudamericano. Desde entonces ha participado en la recuperación de numerosos hitos arquitectónicos y artísticos: el Museo del Cine, Murales de la Ciudad de Buenos Aires, la Colección Costantini para la del MALBA, los marouflages en la sala principal de Teatro Colón, la Universidad Torcuato Di Tella, el Museo de Arte Moderno.
El Hostel cuenta entre sus más recientes logros. Casona clásica de principios de siglo encargada por y para la familia homónima en 1911, permanecen hasta hoy en su fachada las iniciales del primero dueño: ER, Edmundo Resoagli. Desde entonces sirvió a los más diversos propósitos (desde familiares hasta educativos), hasta que los actuales dueños decidieron refuncionalizarla. Así comenzó el proceso de restauración, en que puesta en valor y obra civil van de la mano. “Es importante documentar desde el punto de vista histórico la tarea de restauración, hace que el trabajo no quede en una mera actividad técnica, todo lo que se pueda aportar al mismo, lo enriquece” nos explica Elisa. Para ello confeccionó historia clínica, diagnóstico y propuesta de trabajo. Las tareas fueron: Restauración de Vitrales, Restauración de Pinturas Ornamentales en los Techos y de algunos Pisos. Todo lo que se ve hoy, es original recuperado. Sólo se integró material nuevo en los lugares estrictamente necesarios, donde se había desprendido un fragmento del muro o fracturado una moldura. Particular fue el caso de los vitrales, algunos cuyos vidrios estaban rotos y debieron reponerse por otros nuevos muy similares.
Se mantuvo la distribución de planta de la casa, aunque se modificaron algunos sectores (como la cocina y los sanitarios) en vistas a su nueva funcionalidad en el Hostel. No se cambió mucho más que algunos colores en paredes de habitaciones y patios. También en los techos, en algunos sectores planos, la pintura original al encontrarse muy pulverulenta casi se había perdido. Allí fue necesario aplicar veladuras, pero siempre respetando el estilo ornamental de principios de siglo. En palabras de la propia restauradora: “En esta tarea de conservar y restaurar ante todo intento respetar la impronta del tiempo. Mi escuela es la italiana, donde a pesar de las distintas intervenciones, se respeta el paso del tiempo en un objeto. Nunca se trata de simplemente pintar encima o borrar y hacer de nuevo sino de ser lo más fieles posible”. Loable fue la iniciativa de Flor Rodríguez, actual dueña, quien tomó la decisión respetar el espíritu histórico de este antiguo edificio, capaz de narrar a través de sus detalles todo un siglo transcurridos bajo sus puertas y a través de sus galerías, y a la vez actualizar su potencial permitiendo que otras nuevas historias puedan gestarse allí. Historias golondrinas, políglotas ahora, que
se pasean por habitaciones bautizadas según anécdotas y personajes que reviven constantemente los mitos de la casa. Nada más acorde a los tiempos que nos tocan. Junto a Elisa y a todos los amigos del Hostel, celebramos el nuevo año de un sobreviviente, y celebramos también la iniciativa ejemplar de revalorización del patrimonio histórico, fundamental para una ciudad que hoy busca afirmarse como polo turístico-cultural. Son oportunidades como estas las que nos permitirán redefinir la identidad de la ciudad que queremos ser. Y es que el patrimonio no es sólo un sitio, sino sobre todo los sueños y proyectos que sobre él tiene la comunidad a la que pertenece. La muestra de las obras y murales producidos durante el ciclo aniversario puede visitarse hasta el 10 de Octubre, de Lunes a Sábados de 10 a 21hs en La Rioja 455. Recomendamos aprovechar la ocasión para pasear por los salones y disfrutar de la historia viva.
+info: www.bvngolondrina.blogspot.com
LOS NUÑES CON RUIZ GUIÑAZÚ
FUEGO EN LA CASA DE LAS CULTURAS Por Griselda Cazorla. Si bien octubre es mes de lluvias, en el ciclo de música “Aire, Tierra, Fuego y Agua” que propone la Casa de las Culturas de Resistencia, el Fuego será el elemento bajo el cuál se presenten Los Nuñez con Ruiz Guiñazú, el 14, desde las 21.30 hs., en el Auditorio, con Seba Ibarra de anfitrión. El chamamé de los hermanos misioneros y el percusionista “Chacho” Ruiz Guiñazú invadirá el Auditorio de la Casa de las Culturas, para, como ellos mismos afirman, “traer los colores, matices, sonidos y paisajes del Litoral” en esa música que bien saben hacer. Diorama te muestra, en esta entrevista con “Pico” Nuñez, el presente de estos músicos, embajadores del chamamé. Desde Corrientes los tenemos muy presentes por la actuación que dieron este año en el Festival Nacional del Chamamé. Luego siguió la etapa de grabación del segundo disco, Chamamé, que hoy están presentando en diferentes lugares del centro del país. ¿Qué repercusión tiene esta difusión del género, junto al virtuosismo de Los Nuñez como propuesta, en el público que es ajeno al género, por distancia y por gustos musicales? La verdad que para un músico, y más aun siendo del genero, poder expresarse en un espacio como el Cocomarola y ver a todas esas personas esperando recibir y sentirse parte de la música que es la protagonista fundamental, es muy emotivo y también guardamos buenos recuerdos de ese día.
Luego de presentarnos en el festival de Corrientes, Cosquín y tantos otros eventos dentro del país, continuamos con la idea de realizar un nuevo disco, trabajo que emprendimos junto a mi hermano Marcos, El “Chacho” Ruiz Guiñazu, Los Años Luz Discos, y todo un equipo de personas que se sumaron para que sea una realidad “Chamamé”, así lo bautizamos en homenaje a este género que aprendimos a escuchar en nuestra familia. En la actualidad, tenemos la posibilidad de tocar por el país y Europa, creemos que el género está pasando por un momento bueno ya que se está haciendo escuchar y los distintos realizadores de eventos convocan a músicos chamameceros.
Pero no debemos olvidarnos de todo el trabajo que durante muchos años realizaron grandes constructores como Cocomarola, Isaco Abitbol, Blas Martínez Riera, Don Ernesto Montiel, Tarrago, Raúl Barboza, Avelino Flores, Rudi y Nini Flores, Los de Imaguaré, Mateo Villalba y podría seguir enumerando a tantos grandes que dieron y dedicaron su vida a difundir el género y hoy como jóvenes músicos vemos que el Chamamé ya está instalado y tiene su lugar. Nos queda tomar esa posta y continuar trabajando para que este género sea más conocido aún, así como también las distintas expresiones musicales de nuestro Litoral Musiquero, que tratamos de pintar con las composiciones que realizamos y vemos la reacción del público que asiste a diferentes conciertos ya sea en nuestra tierra como en otros escenarios importantes del mundo, creemos que las personas se sienten tocadas por lo que escuchan y sucede en el escenario, realmente vivimos experiencias muy emotivas al ver la reacción del público, que a veces es gente que viene de escuchar jazz, música clásica u otras expresiones pero que también se sientan a escuchar a este género que es pura música que tratamos de expresar con el alma.
¿Qué propuesta traen en vivo a Resistencia? Va a ser un recorrido sobre su cancionero, los dos discos, material actual?. Me gustaría saber si van a invitar a algún músico de la zona. Vamos a presentar temas del nuevo disco “Chamamé” como así también, de “Tierra de Agua”, composiciones del grupo y un paseo por las obras de destacados compositores del género. La verdad que no hemos invitado pero si anda el Coqui Ortiz seguro lo invitamos a cantar algo. El segundo disco “Chamamé”, terminó de definir aún más la marca registrada de Los Nuñez con Ruiz Guiñazú, ¿en este momento del año, tienen objetivo de grabar otro disco o están capitalizando este material con las presentaciones en vivo? Bueno, la verdad que es un momento muy lindo porque consolidamos el proyecto junto al “Chacho” Ruiz Guiñazú, este percusionista que hace su aporte desde sus instrumentos al género, por lo pronto lo estamos presentando este disco que nos está dando muchas satisfacciones en lo que va del año, como también hay proyectos junto a Años Luz, pero tenemos muchas ganas de seguir tocando el disco, y celebramos que hayan espacios como la
Casa de las Culturas de Resistencia en donde músicos y otras expresiones del arte se den cita y puedan expresarse muy agradecidos por la invitación, es una emoción muy grande para nosotros reencontrarnos con el público y amigos chaqueños. En todo el mes de septiembre se hicieron sentir mucho por estos lados los festejos por el día nacional del chamamé. ¿Tienen alguna influencia en particular de alguno de los correntinos? Me gustaría saber de quién y porqué. Y si se puede, una definición del chamamé compuesto por ustedes, sus fuentes y musas. Cuando comenzamos a escuchar Chamamé, lo hicimos de la mano de nuestro abuelo Damacio (a quien le dedicamos Tropero y Acordeonista) nuestro padre, tíos, en reuniones familiares allí empezamos a tener contacto con el género, y luego cuando comencé a estudiar el bandoneón, había que buscar gente que toque el instrumento y llegó a mis manos, me acuerdo, un casette en el año 92 del grupo Reencuentro y allí me termino de atrapar al escuchar al Gringo Sheridan tocar, como así también, a don Isaco, Blasito y otra persona a quien admiramos mucho, Don Bruno Mendoza, fueron influencias fundamentales para nosotros. En la actualidad estamos componiendo y tratando de dejar nuestro humilde aporte al género y a los demás géneros de nuestra provincia de Misiones.
El Chamamé es la expresión más popular y columna vertebral musical que tiene nuestro Litoral, es la forma de expresar lo que a veces las palabras no alcanzan, es el sentimiento de poder llegar al otro y abrazarlo como hermano, es la posibilidad de poder expresar el alma, en un chamamé, no admite fronteras, es tan misionero, como correntino como chaqueño, como formoseño como santafesino, es parte de la música popular argentina, es la expresión genuina de nuestra gente que desde cada región y con su realidad cultural lo toma y lo hace suyo, y expresa todo su sentimiento en una guitarra, en un acordeón, en un bandoneón o en la voz, y arrancan desde el fondo de su humanidad un buen “Chamamé”, como dice Julian Zini, que es como una víbora hermosa que parece estar en celo y se enrrieda y se enrrieda hasta clavar su veneno en los tobillos del damo, así es el chamamé sentimiento puro. Fotos: Lula Bauer
ANANGA RANGA TALLER
PALIMPSESTO PARRINCESTO
ANTOLOGÍA ENFERMIZA Esta joyita de la literatura regional cuya compilación corre por cuenta de Tony Salazar, de Ananga Ranga Taller ya está a la venta en el espacio de Ateneo Corina Pitau, del Espacio Alternativo de Diseño, sito en el Centro Cultural Alternativo de Resistencia. EMPRESA PIRATA Después del vilipendio antológico de “Poemas con Famosos” el Ananga Ranga Taller no madura y lanza esta nueva antología enfermiza que surge del indiscreto deseo de conocer y exhibir qué poema ajeno rescatan los poetas de la vasta biblioteca universal. Tarea ardua o misión imposible, elegir Un poema entre los tantos leídos y relamidos en la vida. Pero este deseo impertinente, atizado aún más por la curiosidad, no se conformó con el apriete electivo, sino que nos impulsó a solicitarles que expliquen brevemente el atractivo que dicho poema ejerce sobre ellos, poetas-lectores. Y para finalizar, ya obsedidos por el fisgoneo, les demandamos sin escrúpulos que intenten una nueva versión del poema elegido. Difícil, sacrílego, generoso, inmodesto, inocente… y demás adjetivos son insuficientes para dimensionar las pretensiones de esta empresa pirata que 28 astutos y devotos poetas lograron cumplir con elegancia.
Palimpsesto tituló Gérard Genette a su estudio sobre las diversas relaciones que mantienen los textos entre sí. Y nosotros, comprendiendo el carácter dialógico de la literatura y buscones precisamente de ese contacto textual, le encimamos la palabra Parrincesto. Para sumar a esa idea de copresencia efectiva de un texto en otro, que es la intertextualidad, la sensación enfermiza de acoplarse a un padre que se lo mata para convertirlo en hijo al que se lo monta con la misma intención sexhomicida, y de paso sentir a flor de piel –in Bloom- la angustia de las influencias. Pero esto en verdad nada tiene que ver con el contenido del libro. Había que ponerle un título original y escandaloso para llamar la atención, y pobremente se nos ocurrió este parásito para citar. ¡Viva la heteroglosia y el diálogo con ideas ajenas! ¡Mueran los salvajes plagiarios! Y como dijo Crist-Eva “todo texto es la absorción o transformación de otro texto”. Así que Amén.
Decíme, che ¿uno sólo, o varios cocodrilos? ¿le dan al trago tus guardias? Princesita soy incapaz de poner un pie luego otro en el espacio-entre ladrillos. No sé nadar, no quiero ensuciarme la ropa y después tener que ir, mmm, donde las lavanderas. Yo sólo quiero ser señor del reino éste sacarle la lengua desde arriba a todos esos giles de trovar dulce que se ejercitan con paciencia en salto con garrocha y serenatas con covers de Pretenders. Vos tejé una buena trenza que por verte he dejado asuntos importantes pendientes, eh, pendientes Me importa poco si estropeo tu cuero cabelludo Dale tiráme un rizo aunque sea.
de “El detector de princesas y otros cuentos”. Eugenia Segura
VERSIÓN VINTAGE DE RAPUNZEL, PERO CON PUENTE LEVADIZO
¿Quién te puso allá tan cerca de las nubes y no blanqueando trapos al costado del río con la camisa arremangada, mmm, hasta los codos?
Siempre me fascinó esa cuestión de los arquetipos que se ponen en juego en los cuentos infantiles, que a veces contienen pedacitos de sabiduría ancestral –y entonces son muy liberadores- y a veces son verdaderas tecnologías de dominio, primorosamente ilustradas, con las que se intenta formatear subjetividades y disciplinar los cuerpos desde la más tierna infancia –y entonces son traumatizantes. Hay toda una biopolítica –del poder o de la gracia- en el modo en que cada época y cada cultura los hace, los versiona y reversiona, de qué manera se transmiten, qué elementos permanecen y cuáles se alteran. Basta pensar en las versiones de Disney, o en esa versión (obligatoria para todos los niños sanjuaninos en edad escolar) de Blancanieves en la que los siete enanitos vienen cantando maravillas de la Barrick Gold Corp.[1] Pero todo esto lo pensé después, claro. En esta versión vintage de Rapunzel la primera impresión es, precisamente, la que cuenta. Cuando lo oí por primera vez era una niña analfabeta (por ende, tenía poquísima data sobre lo que es el género, literario, y del otro), y en las infinitas veces en las que me lo habrán tenido que repetir para que me durmiera, siempre me quedaba esta inquietud, rayana en la desconfianza: cómo le debe haber dolido a esta tipa que un idiota que seguramente debe pesar un montón de kilos más que ella (si es tan musculoso y azul como el texto dice) le tire el pelo de esa manera. En vez de dormir, me quedaba pensando en que nadie que tuviera el pelo largo podría escribir una cosa así, esto debe habérsele ocurrido a alguna persona rapada o, directamente, calva. Pero ¿con qué fin? Podía ser por la mera envidia, o bien, para amedrentarnos. Como si ya no tuviéramos suficiente contener que desenredarlo todos los días. En el poema que hice, ya de adulta, hay un intertexto con “¿Uno solo o varios lobos?”, de Deleuze (que es a su vez un remix de
un texto de Freud); y con una teoría de Héctor Libertella sobre los géneros literarios, pero casi ni se notan. Hay también un rechinar de dientes en el narrador o punto de vista que elegí para versearlo. Lo situé en el Medioevo para resaltar la actualidad de un pseudoarquetipo de tipo abundante en esta fase de la civilización occidental que nos toca vivir. Fundamentalmente es un chiste, y es un bajón tener que explicarlo. También podría ser que Rapunzel, allá en lo alto de la torre, fuera un muchacho de pelo largo, y ahí te quiero ver. Pero esa es otra historia. Eugenia Segura nació en Mendoza, en 1978. Produjo los ciclos de poesía y performance: Priapismo (biblioteca itinerante, revista y performances, 1998-2000), La voz obra (2002), Secretos de eficacia (2003), la ópera-animé Bonus Track (premio Escenarios 2004). Es coeditora de Protocultura. Colabora en Eloísa Cartonera. Publicó La traición de Sarah Kay (2005). Estudia Letras en la UBA. (1) Esto está pasando, ahora ya. Posta.
MAX & BOB EL PARQUE MITRE Y GINEBRA
Por Gustavo Galarza. A mí leer sobre Dylan me encanta. Todos se fanatizan, hablan de su música y de su vida, de sus letras y de sus libros, y todo es supermítico y al re palo. Dylan se convierte sin escalas en una especie de hombre santo. El tipo que vio la luz. Parece que hay un par de biografías y estoy seguro que, de tener el tiempo, las leería con avidez. También vería la película de Scorcesse. Ahora, el tema es que sus discos me aburren. No quiero ser irrespetuoso. Pero al mismo tiempo quiero ser honesto. En 1997, yo estaba en Suiza tratando de escaparme de mí mismo (deporte que practico con pasión). En un momento, caí en un restaurante de alemanes intransigente que se la pasaban presionándome para que trabajara. Si no, me echaban a la calle. Así que día y noche trataba de cumplir. Pero las madrugadas eran mías. A veces apenas me pedían que lavara los platos y se iban a dormir. Yo tenía solamente dos discos. El último de Dylan que había salido ese año, Time out of mind, y Crackle Hut de un combo liderado por Max Roach. Cuando me quedaba solo probaba siempre primero el de Dylan. Pero no había caso. El disco me gustaba, lo podía escuchar. A veces incluso lo escuchaba entero. Ahora, cuando empezaban a sonar Max y sus muchachos, la cosa cambiaba. De repente me sentía acompañado. Ya no había un borracho dándome la lata. Había cinco tipos que una noche de 1958 se habían juntado en Chicago para tocar un rato. Kenny Dorham en la trompeta y Hank Mobley en el tenor, al unísono o puliendo como artesanos sus solos, me hablaban directamente. “Vamos, vamos, arriba” y yo trapeaba con más fuerza. Los otros tres hacían una base perfecta. El pianista, Ramsey Lewis, tenía ese toque limpio pero ligero que me encantaba y era obvio que los precisos palos de Max se llevaban
muy bien con los graves de George Morrow (un negrazo medio desconocido que en Audio blues hacía un solito lento y canchero que me rompía la cabeza). Lo de ellos era una especie de bop bien colado y justo. Después del primer tema, que le daba nombre al disco, seguían swingueando. Yo terminaba la primera pasada del suelo y ni me había dado cuenta. Una vez el turco que traía la mercadería se atrasó. Sonaba That ole devil love, una balada suave y melancólica donde el solo de Dorham casi me hacía llorar. Me lo dijo en francés: “Oui, cela je l’entends” (sí, eso yo lo entiendo). Nos quedamos un rato callados esperando que el tema terminara. No sé que le recordaba a él la música, pero a mí me sonaba a Guido Spano a mi casa, a noches enteras tirado en la cama leyendo, a los días de lluvia en el Parque Mitre cuando el asfalto se moja y brilla Ahora, cuando escucho el disco, me acuerdo de Ginebra, de la aventura europea y de cómo, aunque estés en otra parte, el idioma universal del jazz siempre te devuelve algo. Sin pedirte nada, sin exigirte adhesiones, sin contarte nada más que lo estrictamente necesario.