Diorama #10

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DIORAMA N°10 Corrientes Subsecretaría de Cultura de Corrientes, Teatro Oficial Juan de Vera, Subsecretaría de Turismo de Corrientes, Museo de Bellas Artes, Museo de Artesanías, Centro Cultural Punta Tacuara, Extensión Universitaria, Hotel Guaraní, Hotel Orly, Hotel San Martín, Hotel Corrientes, Hotel Costanera, La Rozada, La Alondra, Bienvenida Golondrina Hostel, Café El Mariscal, Fanáticos Sports Bar, Picasso Pub, Alcázar, La Esquina del Jockey, Tía Doris, Vinos a Mano, Alejandro Couffeur, La Tablita, Los Chachis, La Cresta, Kito Propiedades, Librería El Estudiante, Recife, Primo Tattoo, Struck, Hang Loose, Vía Véneto, Royal Music, Blue Touch, Hilikus Tattoo. Resistencia: Instituto de Cultura del Chaco, Museo de Medios, Centro Cultural Leopoldo Marechal, Museo de Bellas Artes “René Brusseau”, Teatro Guido Miranda, Hotel Lemirson, Hyatt Hotel, Hotel Covadonga, Wild Tribal Tattoo, Tabú Remeras, Viejo Café.

COLABORACIONES Gustavo Galarza, GabiRubi, Agustin Cowper Coles, Iliana Lifschitz. STAFF Griselda Cazorla Martin Gomez Kennedy CONTACTO infodiorama@gmail.com 03783 15796411. www.proyectodiorama.com www.facebook.com/proyectodiorama Revista mensual gratuita. Tapa: Gabi Rubi www.gabirubi.blogspot.com

Foto: MAD

DISTRIBUCIÓN







HUGO JUTINIANO

DE OFICIO PINTOR En la comunidad correntina de pintores, Hugo Justiniano, quién también es docente, es un bicho raro. Dice que “capaz por haragán nomás pinto”, sabiéndose virtuoso también con la escritura. A este “bicho raro” lo encontramos una siesta en su taller, ubicado en un barrio bien tranquilo de nuestra ciudad. Y allí hablamos del arte, de qué al angaú es el arte, de su carrera, sus proyectos actuales y su afán por la investigación sobre los grandes pintores correntinos, como Castagnino, Longa, Negro, Ballerini y otros. Justiniano nace en La Leonesa, pero de adolescente se establece en Corrientes para estudiar la carrera de Bellas Artes, en ese entonces un magisterio de 7 años, en el Instituto Josefina Contte, del cual egresó como profesor en pintura y grabado.


La sensación al hablar con Hugo es de estar ante una persona con una gran calma externa, pero cuya mente funciona a mil revoluciones, denostando una gran inteligencia y sensibilidad a medida que avanzamos con la entrevista. Siempre activo, Hugo realizó su última muestra de pinturas en Resistencia, el año pasado, pero entretanto se entusiasmó con un proyecto único en Corrientes, que indaga en la valoración del legado de grandes pintores locales por parte de quienes poseen dichas pinturas, que a la postre está registrando en fotos y testimonios, a la vez que de este trabajo seguramente saldrá una nueva serie de pinturas. También expuso otras series de pinturas: “Malabares por la moneda” (2004) y “¿Que ngaú es arte?” (2008). “Mi historia tiene que ver con la pintura, anduve haciendo un montón de cosas y no sabía bien qué hacer cuando hice la serie de los malabaristas. Se llamó ‘Malabares por la moneda’, porque me pareció que yo hacía lo mismo, ya sea desde la docencia o pintando, hacía malabares para ganar una monedita”.



“En esa época estaba pintando el Teatro Vera, y entonces laburando con José Antonio (Ramírez, director del teatro), me dice que Miguel Angel parece que usaba verdes y rosados. Fui probando en esas gamas y con el tiempo la pintura se vuelve más opaca”. “Con ‘¿Qué ngaú es el arte?’ el título original era “Qué ngaú”, pero después Nico Toledo le puso el texto y quedó “qué ngaú es el arte”. A raíz de ver dos muestras, como asiduo al museo, relativamente nuevas, de las veinte que había en el año en el museo, empecé a preparar telas, no sabía bien qué iba a hacer. Y preparé papeles también. Ahí empecé a escribir cosas que había visto o queme habían llamado la atención en esta discusión sobre el espacio de legitimación del arte. Escribí ‘Milo Lockett cuando sea grande quiero ser como vos’, pensando en esta idea de disfrutar de la pintura, sin pensar en las discusiones o cuestionamientos, y empecé a copiar cosas que veía en las calles, las paredes pintadas, el grafitti. Porque creo que la intervención en el muro es una expresión del poder, del poder constituido que organiza y permite ese discurso en el espacio público, es casi una propaganda”. “Y la intervención popular y de apropiación realmente es la que va y pinta arriba, eso me parece que es lo valioso de la apropiación, y una resignificación, en todo caso. Y entonces copié un poco eso, lo grafitero. Después comencé a pensar en los dibujos que uno hacía cuando era chico, una tía me dijo una vez “así no se dibuja el mástil”, o me corregían los dibujos, porque yo hacía lo más parecido a lo que veía, era para mí la lógica de la representación”. “Entonces empecé a superponer las diferentes representaciones, entonces para esta serie trabajé por etapas, haciendo referencia a diferentes registros, el grafiti callejero, el dibujo de otros artistas y el desnudo femenino. Pero no porque me interese pintar una mujer desnuda, sino porque es lo menos cuestionable de pintar en el arte tradicional”.


“Al comenzar esta serie no pensaba en lo que hacía, primero escribía, pasaba el blanco con rodillo y hacía los dibujos infantiles, después le copiaba a Milo, por ejemplo, después pasaba el rodillo de nuevo y por último hacía una mujer con un desnudo que no es actual. Eso se veía todo junto y cuando pasaba el fijador todo se transparentaba y frente al desnudo nadie se cuestionaba si eso era arte. De ahí la idea de “qué ngaú…” “Trabajé y sigo trabajando así, no pienso que cada cuadro sea un enigma o un mensaje, sino que toda la producción en el contexto va dando diferentes alternativas. Con esa serie fui viendo qué pasaba y, por ejemplo, en Corrientes, me compraron los dibujos, en los que casi no se veía el fondo, porque en realidad lo que querían, y lo que más les interesaba y más veían era solamente el dibujo de la mujer. Y en Resistencia fue diferente, había un chico que le mostraba a la mamá una figura que le llamaba la atención, entonces los chicos miraban unas cosas y los adultos otras”. La pintura, el registro de los grandes pintores correntinos en marcha, la docencia. Para Hugo todo está relacionado con una forma de vivir.


“Trabajo mucho en el nivel terciario, no se si es por suerte o porqué, porque también me voy desconectando un poco de la cultura visual adolescente, y además trabajo en la escuela de bellas artes, entonces eso me da una especie de retroalimentación de información. Tengo dos mañanas, y los horarios me ayudan a organizarme, y a veces no pinto, leo”. Hugo también desarrolló un gusto por la fotografía, y en 2005 ganó un reconocimiento en el Salón Regional de las Artes Visuales por “La Pequeña Creación”, aunque reconoce que “me limita, aunque hice fotografías intervenidas, pero me pareció que para seguir con eso tenía que dejar un montón de cosas y no sabía bien adónde ir con eso”. Siempre a la búsqueda, Hugo se dedica actualmente a la recopilación de información sobre los cuadros que se encuentran en Corrientes, en manos públicas o privadas, del legado de los maestros correntinos. Retratando a sus dueños y grabando el testimonio y recorrido de la obra hasta su morada actual, en lo que podría ser un invaluable trabajo de investigación sustentada en la significación del arte hoy día. Pero eso será tema para otra nota.


LOS NUÑES CON RUIZ GUIÑAZÚ

GRACIAS POR VENIR Un crítico de arte decía, al hablar sobre una obra, que cuando la sensibilidad es grande las palabras sobran. En el caso de la música que nos regalaron los hermanos Juan y Marcos Nuñez, junto al cordobés Chacho Ruiz Guiñazú y Hernán Prado en el Festival del Chamamé, cualquier adjetivo queda chico, así que sólo diremos que con esta humilde nota intentamos una aproximación al universo de estos “monstruos” del chamamé. Segunda noche del Festival del Chamamé, versión 2011, en la pantalla gigante del anfiteatro se anuncia a “Los Núñez”, recién habían pasado Los Alonsitos seguidos de Rudi y Niní Flores. Alguien dice “estos misioneros la rompen”.


Y allí estaban, dos hermanos, acordeón, guitarra, bajo y cajón peruano, Los Nuñez con Ruiz Guiñazú. Lo que siguió sólo podrán recordarlo quiénes se dejaron llevar por su sonido litoraleño, bien chamamecero, invitando a recorrer montes, selvas, picadas y ríos. Sorpresa de la noche si la hubo, en un punteado que dejó muda a la platea del festival, a punto de explotar, el sonido baja rotundamente, teniendo su mejor expresión de desconcierto en la cara de Marcos, el virtuoso guitarrista del conjunto misionero. “Son los tiempos de la tele, estamos atrasados” justificaba un integrante de la organización. Aplauso cerrado, algunos silbidos, después Los Nuñez terminarían de conmover en el escenario de la peña. Dos noches después logramos dar con Marcos entre el público, mientras Juan tocaba en el Osvaldo Sosa Cordero con las Aymama, revelación del festival. Y nos decía. “Fue una alegría venir acá a tocar, es la primera vez para nosotros, como grupo, como Los Nuñez, en otras oportu-


nidades, para acompañar a otros artistas hemos estado, pero la verdad que esto nos dejó muy contentos. Somos de Campo Viera, Misiones, y estábamos cerquita para poder compartir esta fiesta”. La génesis de este conjunto, cuenta Juan “tiene casi veinte años, esto comienza en el 90 o 92, cuando empezamos a tocar con mi hermano, venimos de una formación de músicos casi familiar, por mi viejo y amigos. Empezamos con la música desde muy niños y hace 18 años que estamos en esto”. Asombró mucho, para quiénes no los habíamos escuchado nunca, el chamamé visceral y a la vez psicodélico que ofrecieron. “Mi familia es de sangre guaranítica. De parte de mi madre son casi todos paraguayos, y de parte de padre también. Es una sangre netamente guaraní”. Más atrás en el tiempo, Los Nuñez fueron convocados por el Chango Spasiuk, más precisamente para Tarefero de mis pagos. “Tuvimos una etapa muy linda que compartimos con el Chango, muchos años de tocar por todos lados y de grabar un disco que, la verdad, nos dio muchos frutos a nosotros y a él, y gracias a ese disco giramos por todo el mundo. Es una alegría haber vivido eso


con él y Tarefero ha sido un discazo para la historia de la música, porque repasamos una historia para el género chamamecero, llevándolo a Londres, a festivales internacionales, recibiendo el premio World Music”. “Yo como músico vivo la música acá, sin subestimar a nadie, me siento igual acá, en una plaza o en mi casa, el sentimiento es el mismo, sea ante una multitud, donde la música llega a más personas, cambia la energía nomás, pero el sentimiento es el mismo”. “La música que hacemos la hacemos de corazón, con el corazón, y si produce algo en la gente y se acepta, sería como una meta lograda para nosotros. Laburamos desde ese punto”. Este año los verá terminando su segundo disco, hermano de “Tierra de Agua”, editado por Los Años Luz Discos. “Va a ser el segundo disco con Chacho Ruiz Guiñazú, está invitado Raúl Barboza. Empezamos a grabar el 21 de febrero y va a estar saliendo a la calle en abril, con temas nuevos, con una propuesta bastante nueva. Esperemos que eleve a ‘Tierra de Agua’, que nos dio grandes satisfacciones. Estamos muy contentos por el momento que estamos viviendo, de la aceptación donde tocamos, es la alegría más grande”.


TREMOR

ESA MUSIQUITA La revista Martín Fierro, en su primer número de 1924, en letras de Oliverio Girondo exclamaba “Martín Fierro tiene la necesidad imprescindible de definirse y llamar a cuantos sean capaces de percibir que nos hallamos en presencia de una nueva sensibilidad y de una nueva comprensión, que al ponernos de acuerdo con nosotros mismos, descubre panoramas insospechados y nuevos medios y formas de expresión”. Girondo anticipaba el comienzo de la vanguardia en la letras argentinas en ese período, y esta nota tiene como objeto a la música de vanguardia, más precisamente a Tremor, trío de música que se apropia de la herencia folclórica de nuestro país, reinventando el género con la inclusión de nuevos sonidos generados por la aplicación de la tecnología y la electrónica. Al mando de Tremor se encuentra Leo Martinelli, multinstrumentista y productor independiente, acompañado por Camilo Carabajal en percusión y Gerardo Farez, sintetizadores, melódica y voz. A la postre los acompaña en sus presentaciones VJ Matapixels. Este trío se presentó el pasado mes en nuestra ciudad, como parte del line up de la primera Rave chamamecera llevada a cabo en nuestra ciudad, de antesala al Festival Nacional del Chamamé. Bien es sabido que el perfil de esta fiesta tradicional de los correntinos tuvo una apertura inusual en cuanto a otros géneros musicales, y la rave chamamecera fue prueba de ello, despertando indignación en músicos tradicionalistas, chamameceros de pura cepa, y por otro lado, reconocimiento por parte de generaciones más nuevas, que conviven con estilos musicales de los más variados.


Fotos: MAD


Diorama rescata en esta nota el show que presentaron estos músicos, en diálogo con Leo Martinelli, cara visible e impulsor de este proyecto independiente. Desde la grabación de sus discos hasta su distribución y venta, este trío trabaja de forma independiente, seña de estos tiempos en que se abrió la jugada tras la crisis a principios de 2000. Sus presentaciones los han llevado a girar más por Europa y Estados Unidos que tierra adentro. Sobre esto Leo aclara que “no lo buscamos, sucedió. De hecho me apena un poco porque me gustaría que la cosa sea más pareja, y hay un plan para la segunda mitad del año, de hacer una movida por todo el país”. “Tremor nació como resultado de una búsqueda, no hay un plan de llegar a la radio, de hacer un videoclip, pasa por otro lado, de alguna forma hay una cosa filosófica respecto de las cosas que queremos respaldar, y cuando surgió esta posibilidad de tocar en el festival del chamamé a nosotros nos interesó mucho hacer fuerza para eso”.


“Sobre todo porque lo que se busca no es un folclore electrónico, para mí eso no es nada original, ponerle un bit a una chacarera, entonces estamos a favor de una mirada desprejuiciada y de rescatar cosas de nuestra identidad, porque sino corrés el riesgo de que se vuelva una pieza de museo, una cosa cristalizada que se queda en el tiempo”. “El folclore es indestructible, nos encanta, pero también esta bueno jugar con esta herencia que nos pertenece a todos, desde el más chamamecero hasta el tipo que vive en un piso 14 en Buenos Aires, somos todos hijos de la misma tierra”. Sobre los días que transcurrieron en Corrientes, Leo afirmó que “nos sentimos súper bien, antes y después del show. Se acercó mucha gente que conocía lo que hacemos, lo cual fue una sorpresa porque no estamos en canales masivos. La gente fue súper cálida y nos vamos contentos, fue ciento por ciento positivo y creo que hay una necesidad colectiva, tanto nuestra de comunicarnos como de un público que quiere escuchar otras cosas. No digo que seamos buenos o malos, pero si tenemos nuestra personalidad y creo que hay gente que tiene ganas de escuchar otras propuestas, otros sonidos”.


Tremor tiene editados dos discos “Landing” (2004) y “Viajante” (2008), “y actualmente estamos editando un disco nuevo, con el cual estamos muy entusiasmados, seguimos en la misma búsqueda, yendo por diferentes lugares, reinventándonos. De movida hay instrumentación nueva, usamos un ñorquin, que es un instrumento mapuche, hay otros ritmos, hay voces en algunos temas, cosa que para nosotros es una instancia nueva”. “No quiero caer en hacer canciones porque perdería cierto encanto, estamos encontrando una forma y un lenguaje, pero la idea para nosotros es meternos en un lugar de riesgo, no repetirnos”.


En cuanto a las influencias de Tremor, Leo admite que “hay como un bagage amplio de gustos. A mí me gusta la música concreta, con objetos domésticos, la música experimental, la electrónica, el folclore y también por el rock. Por la actitud del rock, por la potencia en lo que hacemos, la crudeza, que es la misma que tiene el folclore. Yo siempre digo que el folclore es más rockero que el rock”. “Lo que me gusta del folclore es la mezcla de intensidad emocional, bastante tribal por un lado, pero también cierto grado de aspereza. La música amable no me gusta. Lo lindo de los folclores del mundo es el sabor a tierra que tienen”. “Nosotros tratamos de que nos pase lo mismo con nuestra música, si bien usamos tecnología y podemos tener una fidelidad de sonido, tratamos de que haya esa crudeza y ese espíritu tribal”. Por Griselda Cazorla + info: www.zzkrecords.com www.myspace.com/thesoundoftremor


GUAUCHOS

LA GIRA SINDOR Y UN DISCO BAJO EL BRAZO Por Griselda Cazorla Glorioso el sábado que a un grupo de formoseños se les ocurrió aceptar la invitación del amigo Ramiro Berentz y recalar en estas tierras y mostrar lo que mejor saben hacer: música del litoral. Música que pinta paisajes y un imaginario nutrido por influencias del folclore y del rock es lo que trajeron por estos lados los formoseños de Guauchos. Con temas de su primer disco, recién salido del horno, y otros nuevos, esta banda deleitó a Corrientes y Diorama fue a su encuentro.



Este proyecto musical, joven, nace de la amistad entre Fede Baldus (voz y guitarra), Juan Manuel Ramírez (batería, bombo leguero y programaciones), Lucas y Albano Caballero (guitarra y coros y bajo respectivamente), Mauro Cerimele (acordeón) y Juan Miguel Castellani (guitarra eléctrica), allá en el 95, en su Formosa natal. Tras idas y vueltas y asociaciones con otros músicos, pero siempre con la amistad como hilo conductor, Guauchos toma forma en 2004. Juan Manuel arranca la entrevista contando que “hace muchísimo tiempo tocamos juntos, pero por cuestiones de la vida cada uno estuvo en bandas diferentes. Tocamos desde los 10 años juntos, empezamos jugando. Después del secundario cada uno fue a estudiar fuera de Formosa y ahora vamos y venimos a Buenos Aires”. “Guauchos arranca cuando Fede y Lucas se ponen a componer algo así como un rock de 6x8 con todo el aire del folclore, toda la métrica del folclore. Escuchábamos chacareras y zambas en nuestras casas y tocábamos el rock que escuchábamos, es algo natural mezclarlos”. La gira sindor que los trajo a Corrientes y Chaco tuvo como principal motivo el lanzamiento, todavía no oficial, de su primer disco. “Hay diez temas nuestros y dos covers, uno de Jacinto Piedra y otro de Cuti Carabajal. De esos temas hicimos nuestra versión, siempre buscándo el yeite entre el rock y el folclore”. Lucas dice que “siempre que escribimos, escribimos desde nuestras vivencias y también desde las experiencias visuales y sensoriales. El paisaje donde nos criamos, el río, el monte formoseño están presentes. En el arte de tapa se puede apreciar un paisaje bien formoseño. Esos dibujos los hicieron los chicos con los que hicimos nuestro primer video. Fueron hasta Formosa, sacaron fotos y dibujaron sobre ese registro. También animaron en video el tema Chakarenga”.


www.myspace.com/aloguaucho

Los chicos grabaron en Formosa y mezclaron en Buenos Aires, en un arduo ir y venir según las posibilidades y tiempos de cada uno. En esas idas y venidas nunca dejaron de tocar en vivo, presentándose mayormente en Entre Ríos y lugares cercanos a Baires. Este verano les tocó moverse por la zona, algo inusual ya que pisaron Corrientes y Resistencia por primera vez. “Está buenísimo porque en cada lugar el público tiene su propia personalidad, su idiosincrasia, entonces en Santiago del Estero es una experiencia, y en San Telmo otra. Tocar en Corrientes es diferente, porque es como más fácil transmitir lo que queremos decir. Es una visión más regional lo que se aprecia, justamente por el folclore, y en esta nueva era de bandas con identidad propia creo que se van gestando un nuevo estilo que hace característica a una zona. Quizás en cincuenta años digan que los ritmos que nosotros hacemos son la identidad que hacen a un estilo formoseño, o litoraleño o argentino”.


“Este estilo está en todas nuestras canciones, hay chamamé, hay guadañas, nos encanta y nos parece muy interesante que se conozca en el mundo entero. Hay una movida muy grande con el World Music, hay una apertura importante a la música de diferentes lados del mundo, y hay festivales donde se escucha lo que se hace en otros países”. “El disco se editó a través del sello Oui Oui, que es independiente y de Buenos Aires, y llegamos ahí a través de Walter, el baterista de Los Natas, que es quién nos presentó al sello. Esto se editó en diciembre de 2010. En marzo se va a hacer el lanzamiento oficial, junto a los videos que ya hicimos”. “La labor de difusión es vital para hacer conocer lo que hacemos y desde el sello también están preparando viajes al exterior, porque queremos mostrar nuestra voz, nuestro paisaje y nuestros ritmos, todo se va encaminando de a poco”. “Este disco arrancó en un estudio en Formosa, ahí grabamos los diez temas, una vez terminados empezamos a ir a Buenos Aires a mezclarlos de a poco, y en el medio conocimos gente, hicimos conocer nuestra música, todo un trabajo de hormiga porque no es fácil viajar tanto y Buenos Aires es caro”.



“Entendemos el sacrificio que es esto, es muy lindo andar tocando por todos lados pero es duro, hay que tener paciencia, depende de los tiempos de cada persona y cada persona tiene su tiempo y los proyectos también tienen su tiempo de maduración”. “Se puede decir que de 2004 hasta hoy estuvimos trabajando en nuestra relación, en entendernos, en organizarnos. Esta movida implica convivir, pasar todo el día juntos en un lugar reducido y en un momento dado se pierde la euforia y es cuando hay que trabajar en la relación”. “Y ese ciclo de haber editado nuestro primer disco nos encontró este enero grabando nuevas canciones, porque si bien sale ahora, ya estaba terminado hace más de un año. Y como no estamos juntos todo el tiempo, cada uno escucha música, nutriéndose, en una búsqueda con su instrumento, componiendo, probando cosas, agarrando temas, haciendo otras versiones, como un ejercicio y cada uno le aporta otra vez a los temas que van saliendo”. Ser amigos no necesariamente implica estar de acuerdo todo el tiempo. Así lo explica Lucas entre risas “nosotros vivimos peleando para ponernos de acuerdo, todos queremos lo mismo, pero de distinta manera, siempre buscamos el acuerdo”.


Fotos: Damián Benetucci

Fuera de la música, Guauchos busca mucho en la estética de la banda, siempre atentos a lo audiovisual, elemento de peso en sus presentaciones. “Siempre estamos viendo si alguna puesta en vivo nos gusta, grabamos nuestro propio material y otra gente lo edita, el proyecto excede a los músicos”. Y bien quedó demostrado esto en la gira sindor, con el disco bajo el brazo, por Corrientes y Resistencia, donde los Guauchos nos acercaron más a esa identidad de estos tiempos, de mixtura de ritmos, de paisajes en común, de melodías melancolías, donde el folclore el más rockero que el mismo rock.


fotografía: agustín cowper coles, iliana lifschitz producción de arte: iliana lifschitz edición: agustín cowper coles modelo: alina romero







YO UNA VEZ REGALÉ UN DISCO Por Gustavo Galarza


Sabía que era un disco jodido, desde la tapa se podía “escuchar”… Tild… de Scott Walker estaba en mis manos, envuelto en inviolable celofán, importado. Me lo llevo dije, el tipo puso cara de que no era digno de llevarme su única copia de Tild. En la compactera sonaba a nada que yo había escuchado antes, era la iniciación. Todos los adjetivos conocidos no le cabían. Para esa época Tissembaum no se cansaba de presentarme todo tipo de gente, entre ellos estaba el Claudech, un resistenciano de pocas palabras, pegamos onda enseguida y comenzó el tráfico de vinilos y cds de orilla a orilla, aparecieron los Tom Waits, Lou Reed loco de los 70, pinto el rock and roll, yo me acomplejaba con algunos discos maracas que tenía por ahí en mi discoteca que era disecada por Claudech en cada visita y Tissembaum oficiando de afiebrado presentador. Pero tenía el disco maldito…Yo tenía Tild… y a Scott Walker no se le animaba cualquiera. Yo siempre presté discos, nunca fui canuto con la música, regalé muchos discos, hice que me olvide muchos discos, para después volver… Una noche a la salida de Palo y a La Bolsa el programa que hacíamos todas las noches Tissembaum, Pedri y yo en la Rock & Pop, Claudech se llevo Tild. Claudio se llevo las ganas de hablar de música de todos nosotros durante mucho tiempo. Uno no entiende las decisiones de vida de los amigos, menos vamos a pretender entender las decisiones de muerte. Febrero…el tiempo se suspende y el calor rebervera en el Bañado Norte, hace unos días me llamó Berentz y me dijo “dame una mano”, estaba la posibilidad de enganchar a Guauchos, la banda formoseña para un show en Picasso. Creo, sin temor a errarle que se encamina para uno de los gig del año, contundente por demás… algo bueno pasa en Formosa chamigo, no es casualidad que las dos bandas más interesantes del momento vengan de la misma ciudad. Nde Ramírez y Guauchos. Después de bastante tiempo me voy a tomar unas vacaciones, Cosquín Rock es mi destino y espero ver algo interesante, antes nos pegamos una vueltita por Capilla Del Monte, allí nos espera nuestra amiga Mary Jane y sus duendes…cerca del Uritorco.


CINE CORRENTINO PARA TV DIGITAL

QUE BIEN SE TV


Clarisa Navas, Camilo Gómez Montero, Juan María Richieri y Pablo Almirón tienen dos cosas en común. Todos eligieron contar historias detrás del lente de una cámara, y son correntinos. Es así que tras la convocatoria del Incaa y el Gobierno Nacional a producir contenidos locales para la tv digital, que se podrán ver a partir de junio en la implementación de esta nueva forma de ver país adentro, estos correntinos lograron financiamiento para mostrar su ideario, nutrido por historias que transcurren en escenarios locales y son protagonizadas por correntinos. Desde leyendas míticas, pasando por la cotidianeidad de un barrio, redescubriendo la raza guaraní hasta una semblanza de la vida del hombre de río, la propuesta de estos directores correntinos promete avisorar nuevas formas de narración, muy ligadas a nuestra provincia, tanto en la ficción como en lo documental. Clarisa Navas, con la producción de Yaguá Pirú Cine, con “Los Guarangos” plantea un “falso documental” en donde da vida a una logia que se ha ocupado de mantener vivo el espíritu, la lengua, la música y la identidad guaraní a lo largo de muchos años.


Está prevista la participación de canta autores como Pocho Roch y Teresa Parodi y la escritora Marilí Morales Segovia, entre otros. Navas es estudiante de cine en el Instituto Universitario Nacional de las Artes IUNA y se encuentra trabajando actualmente en un proyecto documental sobre la experiencia y vivencia del Bicentenario Argentino en los diferentes puntos del país. Camilo Gómez Montero fue seleccionado, junto a la productora Payé, en la categoría “Series de Ficción”, para llevar adelante una serie que será trabajada en 8 capítulos unitarios de ficción. Gómez Montero recrea mitos regionales con personajes emblemáticos de la mitología local: el Pombero, las Poras de la Guerra con el Paraguay, Mate Cocido y, entre otros, San La Muerte. Paralelamente se encuentra filmando el documental “Buscando al Comandante Andresito”, sobre la mítica figura de Guacurarí & Artigas. En la categoría de “Series Documentales” fue reconocido como primer suplente, Juan María Richieri. Filmará una serie de cuatro capítulos sobre el “Paraná, historias de un río”. Se adentra en personajes que habitan a orillas del río y en sus diferentes oficios:


el mallonero, el ladrillero, entre otros. Richieri estudió cine en la Universidad Nacional de La Plata y anteriormente se desempeñó como productor en “El Señor de los Pájaros” e “Isidro Velázquez, la leyenda del último sapucay”. Pablo Almirón desarrollará dos proyectos. “Galaxia Laguna Seca” y “Apipé, La Isla”. Es descatable que en el proceso de digitalización de la tv argentina, y en esta convocatoria del Incaa, los proyectos presentados en el interior del país superaron en número a los de Capital Federal y Buenos Aires. El trabajo de los directores ya comenzó y la mayoría de ellos filmará desde este mes en Corrientes, con reparto local. Esperamos muy pronto ver nuestro reflejo en Corrientes y en todo el país.







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