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PREÁMBULO PROGRAMA DE MANO Enero y Febrero 2016
SALA GÓMEZ MIRALLES CENTRO DE CINE ENTRADA GRATUITA
INVITADa internacional Valeria Pivato
ENCARGADA DE CONTINUIDAD DE El SECRETO DE SUS OJOS
EL CINE Y... LAS DROGAS
RETROSPECTIVA JOEL E ETHAN COEN
TERRITORIOS ITALIA CONTEMPORÁNEA
CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE FESTIVALES
HACIA UNA CINEMATECA NACIONAL DE COSTA RICA
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Ministerio de Cultura y Juventud Sylvie Durán Salvatierra - Ministra de Cultura y Juventud Max Valverde Soto - Viceministro de Cultura Elena Quesada Serrano - Viceministra de Juventud
Centro Costarricense de Producción Cinematográfica Dirección
Fernando Rodríguez Araya - Director Patricia Castro Muñoz - Secretaria Ejecutiva
Administración
Carolina Thompson Soto - Administradora Karla Castillo Fernández - Contadora Jonathan Gamboa Bolaños - Auxiliar de Contabilidad Didier Ortega Corrales - Asistente de Producción José Luis Salas Barboza - Servicios Generales
Producción
Laura Molina Valverde - Coordinadora Área de Producción José Bermúdez Villalobos - Producción / Comunicación Roberto García Herrera - Producción Vania Alvarado Rivera - Producción David Rodríguez González - Producción / Edición William Miranda Bogantes - Archivo de la Imagen
Preámbulo
Jurgen Ureña - Curaduría y Programación Adriana Campos - Producción José Bermúdez - Comunicación Fabiola Ureña -Artes Visuales David Rodríguez - Diagramación Roberto García Herrera - Revisión Filológica David Rodríguez, William Miranda, Vania Alvarado, José Bermúdez y Didier Ortega - Proyeccionistas
Un espejo posible Jurgen Ureña Programador y Curador del Proyecto Preámbulo
Hace sesenta y cinco años Buñuel recorrió los cinturones de pobreza alrededor del distrito federal mexicano con la idea de hacer una película. Del tránsito por esos barrios marginales y de la adaptación de las propuestas estéticas del neorrealismo italiano a la realidad latinoamericana surgieron, toscos e inolvidables, Los olvidados (1950). La película marcó un camino caracterizado por el abierto rechazo a los modelos narrativos hollywoodenses y el compromiso social. De igual manera, la emblemática obra de Buñuel preludió una especie de subgénero, ampliamente explorado en la cinematografía brasileña sucesiva, dedicado a la problemática de los niños de la calle. En el término de cuatro décadas, el cine de los “meninos da rua” produjo títulos sobresalientes como Río, cuarenta grados (1955) o Pixote, la ley del más débil (1980); sin embargo, estas películas entrañaban una contradicción de fondo: habían logrado una entusiasta acogida en círculos intelectuales y en festivales cinematográficos extranjeros, pero pasaban inadvertidas a los ojos del público popular en el que se inspiraban y al que, en principio, iban dirigidas.
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A inicios de los años noventa, algunos cineastas como Walter Salles, Luis Fernando Carvalho y Fernando Meirelles, plantearon la necesidad de acercar el cine brasileño a su público mediante un lenguaje contemporáneo, nutrido por la estéticas del videoclip y la publicidad, que sin embargo se mantuviera fiel a los principios del Nuevo Cine Latinoamericano. A esa idea la llamaron “el cine del regreso”. Ciudad de Dios (2002) representa un logro mayor dentro de esa idea. Ciudad de Dios es a la vez el título de una película que no deja lugar a la indiferencia y el nombre de una favela como tantas otras: esquina de sueños truncados donde el dolor, la violencia y la muerte están en manos de niños y adolescentes. El filme retrata el crecimiento del crimen y la precariedad en un inmenso suburbio ubicado al oeste de Río de Janeiro y está basado en la novela homónima de Paulo Lins: un texto con trescientos cincuenta personajes y más de un centenar de historias. El nutrido y alambicado argumento del filme enfatiza el escaso valor de la vida, las guerras entre bandas rivales y el poder del narcotráfico en esta parcela de la realidad carioca. La película, que fue vista por alrededor de 4 millones de espectadores en Brasil, logró un efecto movilizador sin precedentes: la comunidad de Ciudad de Dios comenzó a reunirse ante la evidente necesidad de propiciar cambios y el gobierno inició allí mismo un proyecto de transformación de todas las favelas de Río. Durante su campaña electoral, el entonces candidato Luiz Inácio “Lula” da Silva pidió ver la película y quedó tan impresionado que comenzó a hablar de ella en sus discursos políticos. Una vez en la presidencia, “Lula” inició un ambicioso proyecto que incluyó la construcción de centros deportivos y culturales, capacitaciones profesionales y adecuaciones dentro de las escuelas. Durante décadas los gobernantes de Brasil fueron incapaces o indiferentes frente a la problemática social de la favela y sus habitantes entendieron que “vivir en Ciudad de Dios significaba que Dios te había olvidado”. En nuestros días, gracias a la mirada certera y comprometida de esa inquietante obra cinematográfica, es posible pensar en la transformación de una realidad con visos de pesadilla al tiempo que se confirma la vigencia de aquel anhelo de Roberto Rossellini, padre del neorrealismo italiano, cuando afirmaba: “la función del artista es la de fecundar el mundo que lo rodea mediante un lenguaje accesible para todos”.
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Invitada internacional Valeria Pivato Asistente de Dirección, Directora de Casting y Script
Valeria Pivato estudió Diseño y arte en la Universidad de Buenos Aires e inició su carrera en la industria del cine de la mano de talentosos directores internacionales tales como Traktor, Nicolai Fuglsig y Ellen Kuras. Asimismo, trabajó en proyectos cinematográficos y televisivos con Bruno Stagnaro, Paula Hernández, Walter Salles, Miguel Pereira, Pablo Trapero, Juan Solanas y Juan José Campanella, entre otros. En Diciembre de 2013 ganó el Concurso Internacional de Guiones Patagonik con su primer guión de largometraje “Antes y Después…y después otra vez, La Novia del Desierto” es su segundo guión de largometraje.
filmografía selecta COMO ASISTENTE DE DIRECIÓN DIRECTORA DE CASTING Y SCRIPT El hijo de la novia
2001
Luna de Avellaneda
2004
Nordeste
2005
Vientos de agua
2006
Por sus propios ojos
2007
Leonera
2009
El secreto de sus ojos
2009
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El cine y... Las Drogas Sobre la película Miedo y asco en las Vegas Escrito por Alejandro G. Calvo Tomado de la Revista Miradas de Cine # 42, de setiembre de 2005
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Una experiencia lisérgica es algo brillante, vivir de ella, ya es un poco más complejo. Esto lo podría explicar mejor Dennis Hopper, que ya en 1969, totalmente colgado de las drogas y de las armas, retrató el verdadero sueño americano —aquel en que sólo existe el fanatismo y la violencia— arriesgando su salud y la de sus congéneres en la muy cult Easy rider (1969).
doctor en periodismo Hunter S. Thompson (y su alter ego Raoul Duke), también andaba buscando el sueño americano a través de sus reportajes para Rolling Stone, siempre titulados Fear and Loathing in... Así, todo tipo de eventos, desde un atraco a una licorería en México o la Superbowl, eran revisitados por un Thompson con destellos de lucidez entre horas y horas de viaje ácido.
Más o menos por la misma época en que Hopper estuvo al milímetro de acabar en la cárcel o en la tumba, otro aficionado a consumir más drogas que comida, el
Desde luego, eran tiempos duros para Norteamérica: Nixon como presidente, miles de jóvenes siendo devorados por Vietnam, la época hippie había sido devora-
da por la mala gente y la heroína. ¿Qué más se podía hacer excepto drogarse? ¿Qué harán las generaciones actuales de Norteamérica con Bush, Irak y la amenaza terrorista? La recopilación de textos de Thompson a propósito de su reportaje sobre una absurda carrera de motocicletas en Las Vegas se convirtió en un libro, Fear and Loathing in Las Vegas, tan sugestivo como inadaptable, al menos, tan inadaptable como podía ser el delirio de William S. Burroughs en El almuerzo desnudo. Terry Gilliam debió darse cuenta. Si David Cronenberg pudo con Burroughs, él podría con Thompson. Al fin y al cabo el material era el idóneo: dos personajes quijotescos —Duke y el Dr. Gonzo— cuya separación del mundo real venía por la enajenación provocada debido a la ingestión incontrolada de estupefacientes. Gilliam volvía a su territorio favorito: la distancia que separa lo real del sueño. Cuando una realidad es tan sucia como la que habitaba en Norteamérica, si además nos hallamos en el corazón del vicio absurdo, Las Vegas, lo mejor que podíamos hacer es distanciarnos, dejarnos atrapar por el L.S.D., por la mescalina, por la marihuana y la cocaína. Y ya puestos, ¿por qué no un poquito de éter etílico para perder las funciones motoras del
cuerpo? ¿Y unas puntitas de cerilla de adrenocromo extraídas directamente de la glándula pineal de un ser humano con el cadáver caliente? Hunter S.Thompson funcionó como asesor full time para Miedo y asco en Las Vegas, tutelando a Johnny Depp, con quien convivió varios meses y que llegó a mimetizar el comportamiento físico y psicológico de Thompson. Depp se metamorfoseó en las carnes de un yonqui, de ahí su brutal comportamiento en pantalla, perfectamente acompasado por ese tanque llamado Benicio del Toro.
Del cúmulo de situaciones absurdas (más que surreales) que en su
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devenir quijotesco a lo largo de su doble viaje (geográfico y psicológico) van padeciendo, Gilliam adopta una opción moral devastadora: lo cómico debido a lo absurdo distancia al espectador, que directamente alucina en su butaca, para imprimir de fondo un mensaje trágico sobre lo vivido. De la acumulación felliniana de gentío y objetos, de esa sensación de estar en una viñeta de Moebius, todas las secuencias son hilarantes, desencadenadas en un ritmo trepidante, que sólo se detiene para que Duke, ya de bajón, escriba sus crónicas más brillantes, analizando la realidad desde el lugar de un outsider que nada tiene que perder. Tras la risa, entonces, se halla un puño de agrio sabor. Hay una secuencia que tira por tierra esta distancia estética: en ella el psicótico Dr. Gonzo, amenaza a una camarera con un cuchillo. Esta escena, silenciosa, desgarradora, casi inaguantable, elimina toda la fantasía para enfrentarnos con la asquerosa realidad. Nada es lo que parece y poco tiene pinta de acabar bien, que se lo digan a Sam Lowry, supongo. Miedo y asco en Las Vegas es así un film absolutamente pesimista, rodado con la energía
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que te da un momento elegíaco, como hablar con un pato tras la ingestión de magic mushrooms. Gilliam demuestra ser uno de los mejores magos de la imagen moderna, creando secuencias absolutamente delirantes, como la magnífica aventura del Bazooka Circus, donde la acumulación de historias, personajes y objetos es inabarcable para el espectador, demostrando que con Emir Kusturica, es el hijo más obediente del maestro Federico Fellini. Quizás si tiene algo molesto Miedo y asco en Las Vegas es el recurrente truco a lo John Landis del uso y abuso de cameos, pues el guiño fácil puede acabar convirtiéndose en un incordio. De todos estos cameos quizás sólo era necesario uno: el de Hunter S.Thompson en la secuencia del club The Matrix. Al escritor creador del periodismo gonzo le pareció que la película era una “obra maestra”. El 20 de febrero del 2005, Thompson se quitó la vida disparándose a bocajarro con un rifle.
El Cine y... LAS DROGAS Drugstore Cowboy
1989
Trainspotting
1996
Miedo y asco en Las Vegas
1998
Ciudad de Dios
2002
Cartel land
2015
Retrospectiva Joel E ethan Coen En un tres por dos (Fragmento) Escrito por Jurgen Ureña
Tomado del Suplemento Áncora del Periódico La Nación, 9 de marzo de 2008
Cuentan los cronistas malintencionados que los hermanos Auguste y Louis Lumière, padres del cinematógrafo y primeros directores de la historia del cine, gozaban de gran curiosidad y de poca imaginación. Por ello experimentaron con mecanismos de arrastre y secuencias fotográficas pero jamás imaginaron que su invención tendría éxito. Tampoco adivinaron que las películas se convertirían, un buen día, en cajones de sastre, por lo que fue necesario esperar durante casi un siglo, hasta la llegada del ingenio bicéfalo de los hermanos Coen.
clasicismo formal pulcro e inquebrantable, a la usanza de las cinematografías de los años cuarenta. La ópera prima de los Coen se titula Simplemente sangre (1985): una película de culto que presenta algunos rasgos característicos de la filmografía Coen. La estilizada violencia del filme amalgama una serie de referencias que incluyen la literatura detectivesca de Dashiell Hammett y James M. Cain,
Etan y Joel Coen cargan sobre sus hombros con una filmografía celebrada y decididamente singular, compuesta por una serie de largometrajes que incluyen entre sus influencias a Sigmund Freud y Homero; a Akira Kurosawa y el folletín gangsteril; a la comedia de golpes y acrobacias, al Coyote y al Correcaminos. Esta abierta vocación del “todo cabe” contrasta con un
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el cine de Alfred Hitchcock, los road movies estadounidenses y el lenguaje del absurdo expresado en un incómodo cadáver que se niega a permanecer muerto. Con su primer largometraje, los Coen plantan su propia bandera en el paisaje cinematográfico internacional. Desde entonces han cambiado de registro alternativamente y han depurado una estética particular, primero con una comedia cercana a las costumbres del cartoon, titulada Educando a Arizona (1987); después mediante el regreso a las atmósferas cargadas del cine negro con De paseo por la muerte (1990).
filman El gran salto (1994), un divertimento refinado y un homenaje a las cándidas películas de Frank Capra. Esta es también la primera muestra explícita del interés de los cineastas por el retrato social, lo que se confirma dos años después con el estreno de Fargo (1996).
Barton Fink (1991) representa un hito en la filmografía de los hermanos Coen, tanto por el abandono a los ejercicios de relectura, parodia y homenaje, practicados hasta entonces por los directores, como por sus audaces e inéditos alcances estéticos. La película expresa en detalle aquello que ocurre en la cabeza del protagonista, lo que hermana al sinuoso texto con el cine de David Lynch. El resultado es tan brillante como inaccesible para el público mayoritario: aquello que se cuenta en la película no es lo que ocurre en la película. Tras el previsible fracaso económico de Barton Fink, los Coen
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Con Fargo, los Coen ofrecen un ensayo en torno a la gris vida pueblerina y comprueban que la “Ley de Murphy” es peor de lo que imaginamos. En cada rincón del pequeño poblado habita una víctima atribulada dispuesta a convertirse en victimario. A partir de este filme se despejan las dudas: los personajes Coen pertenecen a la curiosa es-
tirpe social del asesino-mártir. Tras la severidad estética de Fargo, los Coen se entregan al gozo despreocupado de dos filmes absurdos, coloridos y caricaturescos: El gran Lebowski (1998) y O brother, where art thou? (2000). Luego llega El hombre que nunca estuvo allí (2001), la “película compendio” que reúne buena parte de sus hallazgos previos y consigue girar un poco más la tuerca del humor corrosivo.
gerada, se concluye que existen muy pocas películas sobre el vacío tan llenas de significación. El hombre que nunca estuvo allí cierra el ciclo iniciado con Simplemente sangre mediante la presencia indirecta de personajes y tramas menores. En nuestros días, todo cinéfilo que merezca el buen nombre sabe que los hermanos Coen han construido un personal universo del revés, siempre dispuesto a derrumbarse sin previo
El espectador de El hombre que nunca estuvo allí se sitúa rápidamente en los predios del film noir , muy cerca de películas como Perdición (Billy Wilder, 1944) y de El cartero siempre llama dos veces (Tay Garnett, 1946), mediante el uso de una fotografía expresionista en blanco y negro, de los motivos de la traición como ruta hacia el crimen y del destino como presencia inevitable. La historia es contada entre pausas por el protagonista del filme, un lacónico barbero dispuesto a vender un matrimonio ruinoso, junto a una anodina vida profesional, a precio de sangre. Si a este esbozo argumental se suma la redención de una pianista joven y bella, las alucinaciones culposas y la conciencia de que todo es una broma exa-
Retrospectiva Joel E Ethan Coen Simplemente sangre
1984
Barton Fink The Big Lebowski
1991 1998
El hombre que no estaba ahí
2001
No Country for Old Men
2007
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Películas del Programa Barton Fink
(Joel Coen e Ethan Coen, 1991) P: Estados Unidos. Dur: 113 min. G: Joel Coen, Ethan Coen. F: Roger Deakins. Con: John Turturro, Cal: +15.
Sinopsis: Barton Fink se dispone a escribir un guion sobre el luchador Wallace Berry, pero sufre un bloqueo mental. Un amable vendedor de seguros, trata de ayudarlo, pero Fink se siente cada vez más incapaz de afrontar su trabajo.
Cartel land
(Matthew Heineman, 2015) P: Estados Unidos. Dur: 98 min. G: Matthew Heineman. F: Matthew Heineman Con: Documental. Cal: +12
Sinopsis: Enfrentando a los vigilantes a ambos lados de la frontera mexicana. Plantea preguntas sobre la anarquía, la ruptura del orden. Sólo queda para los ciudadanos tomar las armas para luchar contra la violencia con violencia.
Ciudad de Dios
(Fernando Meirelles, 2002) P: Brasil. Dur: 130 min. G: Braulio Mantovani. F: César Charlone. Con: Alexandre Rodrigues. Cal: +15.
Sinopsis: Basada en hechos reales, describe el mundo del crimen en un suburbio de Río de Janeiro, desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, época durante la cual el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley en las favelas.
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Conducta
(Ernesto Daranas, 2014) P: Cuba. Dur: 108 min. F: Alejandro Pérez. Con: Armando Valdés Freyre, Alina Rodríguez, Silvia Águila. Cal: TP.
Sinopsis: La vida de Chala, un niño de 11 años, transcurre en un ambiente de violencia, con una madre adicta a las drogas y al alcohol, y perros de pelea que Chala entrena para sostener su hogar. La maestra Carmela es una luz en su diario vivir.
Drugstore Cowboy
(Gus Van Sant, 1989)
P: Estados Unidos. Dur: 100 min. G: Gus Van Sant, William Burroughs. F: Robert Yeoman. Con: Matt Dillon. Cal: +16
Sinopsis: Bob lidera una banda de cuatro toxicómanos que atraca farmacias para cubrir su adicción. Es tan tonto y supersticioso que no permite a sus secuaces que dejen un sombrero encima de una cama, pues eso serían 15 años de mala suerte.
El capital humano
(Paolo Virzì, 2014)
P: Italia Dur: 91 min G: Richard Matheson F: Jack Marta Con: D. Weaver, T. Herbert, L. Frizzell Cal: 12+
Sinopsis: Un ciclista es atropellado por un lujoso todoterreno. El accidente cambiará el destino de dos familias: la del millonario Giovanni Bernaschi y la de Dino Ossola, un ambicioso agente inmobiliario cuya empresa está al borde de la quiebra.
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El congreso
(Ari Folman, 2013) P: Israel. Dur: 118 min. G: Ari Folman. F: Michal Englert. Con: Robin Wright, Harvey Keitel, Danny Huston. Cal: +15.
Sinopsis: La necesidad de dinero lleva a una actriz a firmar un contrato que compromete su identidad e independencia. Tras volver a la escena, será invitada a un congreso, que se desarrolla en un mundo que ha cambiado completamente.
El hombre que no estaba
ahí (Joel Coen e Ethan Coen, 2001) P: Estados Unidos. Dur: 116 min. G: Joel Coen, Ethan Coen. F: Roger Deakins. Con: Billy Bob. Cal: +15.
Sinopsis: Un introvertido barbero de un pueblecito del norte de California, vive insatisfecho con su rutina. Las infidelidades de su mujer le brindan la oportunidad de ejercer un chantaje que podría ayudarle a cambiar su apática existencia.
El secreto de Sus Ojos
(Juan José Campanella, 2009) P: Argentina. Dur: 126 min. G: Juan José Campanella, Eduardo Sacheri. F: Félix Monti. Con: Ricardo Darína. Cal: +15.
Sinopsis: Obsesionado por un asesinato ocurrido 25 años antes, en 1974, Benjamín Espósito, oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista.
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Empleados y Patrones
(Abner Benaim, 2010)
P: Panamá Dur: 64 min G: Abner Benaim F: Alejandra Martín M: Pedro Onetto Cal:TP
Sinopsis: Un documental sobre el tema de Empleadas Domesticas y su peculiar relación con sus empleadores. Ricos y pobres, bajo el mismo techo, comparten vidas enteras y como consecuencia surgen lazos emocionales muy complejos.
Ida
(Pawel Pawlikowski, 2013) P: Polonia Dur: 80 min.G: Pawel Pawlikowski F: Lukasz Zal, Ryszard Lenczewski. Con: Agata Kulesza. Cal: +15.
Sinopsis: Una novicia huérfana descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre, una jueza alcohólica, quien revela su verdadero nombre: Ida Lebenstein, y que el trágico destino de su familia se remonta a la ocupación nazi.
La Hija Natural
(Leticia Tonos, 2011) P: República Dominicana. Dur: 97 min. G: Leticia Tonos. F: Sonnel Velásquez. Con: Julietta Rodríguez. Cal: +12.
Sinopsis: Tras la muerte de su madre, María queda sola en el mundo y emprende la búsqueda de su padre, quien nunca la reconoció como su hija. Esta es la historia de este primer encuentro y de cómo ambos se reconcilian con los fantasmas del pasado.
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Las maravillas
(Alice Rohrwacher, 2014) P: Italia. Dur: 110 min. G: Alice Rohrwacher. F: Helene Louvart. Con: Maria Alexandra Lungu. Cal: +15.
Sinopsis: Gelsomina vive con sus padres y sus tres hermanas. Las chicas crecen al margen de la sociedad, pues su padre prefiere que estén en contacto con la naturaleza. Sin embargo, las estrictas reglas familiares se relajan con la llegada de Martin…
Mia madre
(Nanni Moretti, 2015) P: Italia. Dur: 102 min. G: Nanni Moretti, Francesco Piccolo. F: Arnaldo Catinari. Con: Margherita Buy. Cal: +15.
Sinopsis: Desde el punto de vista de una directora de cine, de unos 40 años de edad, esta película es un análisis sobre el papel dramático que una enfermedad tiene en las dinámicas de familia y sobre la crisis que estos cambios comportan.
Miedo y asco en Las Vegas
(Terry Gilliam, 1998)
P: Estados Unidos. Dur: 118 min. G: Tony Grisoni & Terry Gilliam. Con: Johnny Depp, Benicio del Toro. Cal: +15.
Sinopsis: Un periodista y un misterioso abogado viajan por el desierto en un descapotable rojo, rumbo a Las Vegas. El maletero del coche es una auténtica farmacia: marihuana, 75 pastillas de mescalina, 5 hojas de ácidos y muchas otras drogas.
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No Country for Old Men
(Joel Coen e Ethan Coen, 2007)
P: Estados Unidos. Dur: 122 min. G: Joel Coen, Ethan Coen. F: Roger Deakins. Con: Josh Brolin. Cal: +15.
Sinopsis: En la frontera de Texas, un cazador de antílopes descubre a unos hombres asesinados, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. Esta es la historia de un hombre que se topa con una fortuna que no le pertenece.
Ovnis en Zacapa
(Marcos Machado, 2014) P: Guatemala. Dur: 90 min. G: Enrique Pérez. F: Arturo Juárez, Marco Santanielo. Con: Daniel Gudiel. Cal: +15.
Sinopsis: Supuestos avistamientos de ovnis son reportados en Guatemala. Robert Daneri, un profesor y su equipo de televisión emprenden un viaje que los lleva a cruzar la delgada línea entre el fanatismo, el autoengaño y lo desconocido.
rosado furia
(Nicolás Pacheco, 2014) P: Costa Rica. Dur: 61 min. G: Nicolás Pacheco. F: Alexa Cavaria. Con: Esther Low, Will Lawandi Cal: +15.
Sinopsis: Antes de cumplir sus 30 años, una mujer se harta de la vida de matrimonio con hijos, e intenta revivir la época en que tenía 19 años, cuando aún tenía la ilusión de encontrar a su príncipe azul. Época en la que aún tenía la ilusión.
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Simplemente sangre
(Joel Coen e Ethan Coen, 1984) P: Estados Unidos. Dur: 90 min. G: Joel Coen, Ethan Coen. F: Barry Sonnenfeld. Con: John Getz. Cal: +18.
Sinopsis: Una joven casada y muy seductora cae en brazos de Ray, uno de los empleados de su marido. Enterado por un detective privado de la infidelidad de su mujer y obsesionado por la traición, Julián se decide a preparar el asesinato de ambos.
The Big Lebowski
(Joel Coen e Ethan Coen, 1998) P: Estados Unidos. Dur: 120 min. G: Joel, Ethan Coen. F: Roger Deakins. Con: Jeff Bridges, John Goodman. Cal: +15.
Sinopsis: El Nota es un vago que vive en Los Ángeles. Un día, un par de matones lo confunden con el millonario Jeff Lebowski, con quien este vagabundo solo comparte el apellido. Luego de la confusión, El Nota inicia la búsqueda del gran Leboswki…
Trainspotting
(Danny Boyle, 1996) P: Reino Unido. Dur: 90 min. G: Irvine Welsh, John Hodge. F: Brian Tufano. Con: Ewan McGregor. Cal: + 18.
Sinopsis: Un grupo de jóvenes heroinómanos de los suburbios de Edimburgo no tienen más aspiración que drogarse o conseguir dinero sucio. El único quien, aparentemente, podría escapar de este destino es el protagonista, Mark Renton.
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Tú y yo
(Bernardo Bertolucci, 2012) P: Italia. Dur: 103 min. G: Bernardo Bertolucci F: Fabio Cianchetti. Con: Jacopo Olmo Antinori. Cal: +15.
Sinopsis: Un adolescente de 14 años engaña a sus padres con la coartada de que se va a esquiar con unos amigos para, en realidad, recluirse en el sótano abandonado del domicilio familiar. Allí planea vivir en compañía de sus libros de terror y fantasía.
U
na paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia (Roy Andersson, 2014) P: Suecia. Dur: 101 min. F: István Borbás, Gergely Pálos. Con: Holger Andersson, Nils Westblom. Cal: +12.
Sinopsis: Dos vendedores de artículos de broma viven en una casa abandonada. Cual Don Quijote y Sancho Panza del momento actual, Sam y Jonathan nos conducen por un recorrido caleidoscópico a través del destino del ser humano.
Viva La Libertad
(Roberto Andò, 2013)
P: Italia. Dur: 94 min. G: Roberto Andò, Angelo Pasquini. F: Maurizio Calvesi. Con: Toni Servillo. Cal: +12.
Sinopsis: Enrico Oliveri, líder de la oposición, pierde apoyo y abandona la contienda. Su ayudante sale del apuro al sustituirlo por su hermano gemelo, un enfermo bipolar recién salido del psiquiátrico. El experimento resulta ser un acierto…
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Territorios Italia contemporánea Sobre la película Mia madre Escrito por Horacio Bernades Tomado del Periódico Página 12 del 6 de agosto de 2015
“Quien no lucha ya está perdido.” Suena a consigna política y, sin embargo, se trata de una pancarta personal, escrita seguramente por el familiar de algún paciente grave y colgada de una ventana, en un hospital público de Roma. Cuando Margherita la ve, tal vez le suene a alguna de las consignas levantadas por los obreros de la fábrica en riesgo de achicamiento, en la película que ella misma rueda en ese momento. Ficción y realidad se le cruzan a Mar-
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gherita desde el momento en que a su madre hubo que internarla, producto de una complicación cardíaca. Se cruzan también en la forma misma de Mia madre, la nueva película de Nanni Moretti, que a pesar de ser una de las favoritas de la última competencia de Cannes se fue de la Costa Azul con las manos vacías. Como en la previa La habitación del hijo (y como también en Caos Calmo, no dirigida pero sí escrita por él), el ya sexagenario director
de Caro diario vuelve a abordar en Mia madre el tema del duelo, tratándolo esta vez tal de la forma en que él mismo lo experimentó, durante el rodaje y edición de Habemus Papam: como una suerte de virus, que al creador de ficciones se le mezcla con el producto de su trabajo. El contagio entre vida y obra, entre realidad y ficción, propio de la obra de Moretti, alcanzó su panacea en la trilogía magistral de Palombella Rosa (1989), Caro diario (1993) y Aprile (1998), donde la fusión alcanzaba límites de exultante esquizofrenia. Dado su tema y el mismo hecho de que Moretti no es ya un cuarentón espléndido, es lógico que el tono y exposición de Mia madre sean más contenidos que en aquella trilogía. Los allegros previos dan lugar a un réquiem, no grave ni solemne, pero sí inevitablemente introspectivo. Un poco a la manera de Woody Allen (a quien, al menos en una época, admiraba), Moretti vuelve a sustraerse del rol protagónico, reservándose uno colateral y cediendo el centro de la escena a la sensibilísima Margherita Buy, quien tras El caimán (2006) y Habemus Papam (2011) da un paso al frente en la filmografía del autor. Como Kenneth Branagh en Celebrity y Larry David en Mientras
la cosa funcione, Margherita Buy “hace” de Nanni Moretti, siendo al mismo tiempo otra. Cumple con lo que su personaje de directora les pide a los actores, y ninguno de éstos entiende: que se entreguen al papel, manteniéndose al costado del personaje. Los arrebatos a lo Moretti –el más genial de los cuales es la escena en que, tras haber tomado una decisión que se prueba incorrecta, Margherita les grita a los miembros del equipo por haberle hecho caso, argumentando que “el director es un pelotudo”– son exabruptos de un carácter más frágil y receptivo que el del personaje-Moretti. Atenazada entre el deterioro de su madre y los actings histéricos de la estrella de Hollywood a la que contrató (Barry Huggins, interpretado por un divertido John Turturro), Margherita no explota, como lo haría Moretti en Aprile: implosiona. Se queda perpleja, los ojos muy abiertos, se le escapan soliloquios íntimos en medio del rodaje o estalla en llanto, en una de las mejores escenas, por una banalidad como no encontrar la factura de la luz de la mamma. A la medida de su protagonista, la película entera deviene frágil, receptiva e implosiva. Los gestos más idiosincrásicos, más morettianos, quedan a cargo de mam-
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ma Ada (extraordinaria Giulia Lazzarini), ex profesora de latín que intenta recordar una palabra olvidada o se arregla, coqueta, ante el espejo, tras un regreso postrero a su casa. Efecto seguramente de la medicación, en el curso de la internación mamá Ada comienza a confundir recuerdos, sueños y realidad. Lo mismo le sucede a la película, que halla allí su zona más sugerente, más rica, más interesante. Siempre convencido de que la realidad es mucho más que lo meramente visible, Moretti no discrimina deliberadamente los distintos planos, filmando escenas de sueño como si fueran de vigilia (la muerte de la madre), escenas de ficción como reales (la secuencia inicial) y “onirizando” o teatralizando otras, mediante una iluminación de fuertes contrastes entre sombras cerradas y luces puntuales. Como resultado, el espectador es llevado a un estado de desconcierto o confusión que lo ponen en el lugar de la protagonista. O el de su madre. Hay tal vez en Mia madre alguna tendencia a la reiteración (en el último tramo), alguna insuficiencia (la relación de Margherita con su hija adolescente y su ex, llamativamente poco conflictivas), una retención emocional en algunos tramos excesiva y
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algún riesgo de estereotipo en el personaje del actor narciso. Flaquezas rotundamente salvadas, gracias a un Schumann que en los últimos minutos eleva el nivel emocional y, sobre todo, a un plano final extraordinario, en el que el vacío se hace presente de golpe, quedándose con la última palabra y dejando a la protagonista asomada a él, como el Scottie Ferguson de Vértigo.
Territorios Italia Contemporánea Tú y yo
2012
Viva la libertad Las maravillas
2013 2014
El capital humano
2014
Mia madre
2015
Centroamérica y el Caribe Sobre la película Rosado furia
Escrito por Yoshua Oviedo Tomado de la revista en línea Vivecinescrúpulos del 15 de noviembre de 2014 (Fragmento)
¿Puede una película filmada en Singapur, con actores locales y hablada en inglés, identificarse con el costarricense o la realidad nacional? La respuesta es sí. Rosado Furia, primer largometraje de Nicolás Pacheco extiende puentes entre los dos países. En un momento en que la producción en Costa Rica tiene poco más de cuarenta largometrajes de ficción, la película de Pacheco marca un precedente al distanciarse del sistema hegemónico que regula el hacer cine. La lejanía permite reflexionar sobre la
identidad del cine en el país, además de otorgar una mayor libertad creativa al no tener que responder al sistema de producción que se ha venido estableciendo. Ese carácter de la película puede encontrar eco en la audiencia joven o en espectadores ávidos de algo diferente, de una propuesta que estimule los sentidos y no se quede anquilosada en teorías cinematográficas clásicas. Para ello, el director opta por alejarse de una narración realista, la imagen tampoco nos llega como un documental, ni hay similitud con el
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costumbrismo de otros filmes costarricenses. La construcción dramática del relato es fragmentada, no se llega a conocer del todo el pasado de la protagonista ni es resuelto por completo el nudo dramático. Entonces, ¿qué vemos? El filme se centra en el presente caótico de Sue (Esther Low), una mujer joven que no logra alcanzar un balance en su vida, una clase de extranjera que no encaja en ningún lado ni con ninguna persona. Visualmente, “Rosado furia” se nutre del lenguaje audiovisual del videoclip, con cortes bruscos en las escenas y una preponderancia de la música, aunque por momentos la edición y mezcla de sonido no están del todo finos.
fecta, en ocasiones temblorosa y, en otras, la cámara distancia al espectador de los hechos, con un plano estático del que los personajes se alejan o salen del cuadro. Todo indica una composición reflexiva de la imagen: no se ve una realidad sino una ficción expresiva. El director nos muestra un personaje perturbado que mantiene relaciones difusas: un ex amante, un nuevo romance, una patrona, una cliente, una ex compañera de trabajo. Pero estas relaciones no le llevan a ningún lado.
La narrativa constantemente está cortada, impidiendo al espectador armar lógicamente la historia, pero ¿a qué responde esta necesidad de fragmentación? La atmósfera generada desde los aspectos técnicos provoca una extrañeza al observar los hechos: el espectador no termina de entender lo que sucede porque la propia protagonista no es capaz de hacerlo. El montaje es vital para transmitir todas esas sensaciones: desde cortes abruptos que descolocan, hasta tomas rápidas de la ciudad, siempre se está ante una mirada imper-
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El uso de la banda sonora también descoloca al espectador. Un barullo que está siempre presente, una especie de “ruido” que incomoda, no permite aclarar las
ideas y sumerge al público en el estado de ánimo de Sue y en ese caos en el que no sabe qué hacer. La atmósfera extraña que se percibe no llega a ser explicada. Tampoco tiene que serlo: es un recurso del director. La fragmentación narrativa también puede entenderse como un reflejo de la situación que se vive en Costa Rica. El creciente desempleo, la inseguridad (económica, de vivienda, social, etc.) y una generación que no sabe qué hacer, si seguir los pasos de los progenitores o buscar un camino personal, son temas que se entrelazan con la vida de la protagonista. Sin importar que el filme transcurra en Singapur, la imagen mental que se vende oficialmente de Costa Rica dista de la que nos muestra el director. Un país con una identidad fragmentada, indeciso hacia dónde dirigirse, cuyos habitantes (principalmente los jóvenes) se ven reflejados en Sue, en su impotencia, sus miedos y en ese fantasma llamado Ong Huey Feng, que Pacheco construye hábilmente como vínculo narrativo de los sucesos; un fantasma que acosa y del que se quiere huir, un personaje que está presente durante todo el filme, pero al que nunca vemos, equivalente a todo aquello con lo que se quiere hacer una ruptura.
CentroAmérica y el Caribe Empleadas y patrones
2010
La hija natural
2011
Rosado furia
2014
Conducta
2014
Ovnis en Zacapa
2014
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De Festivales El pasado como un infierno Sobre la película El secreto de sus ojos/ Escrito por Horacio Bernades Tomado del periódico Página 12 del 13 de agosto de 2009
Si una idea anidaba hasta ahora en el cine de Juan José Campanella, era la de que todo tiempo pasado fue mejor. En esa Arcadia, el Alzheimer aún no había minado a la venerada mamá, el padre conocía el secreto del tiramisú y el negocito familiar, el club de barrio y los sentimientos estaban a salvo de la desalmada modernidad. En su regreso al cine, un lustro después de Luna de Avellaneda, la vuelta de Campanella al pasado se ve investida del signo contrario: no representa ya la recuperación del paraíso perdido,
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sino un infierno olvidado, que se hace presente otra vez. La más oscura, seca y trágica de sus películas hasta la fecha, El secreto de sus ojos es también la menos expuesta a simplonerías nostálgicas, sensiblerías balsámicas y apelaciones generalistas. Su sentido no depende de un consenso extracinematográfico previo: va siendo construido por el propio relato secuencia a secuencia, como se supone debería ser. Dos breves autorreferencias dan a pensar que el cambio de marcha
es consciente y asumido. En una de ellas, ese alter ego de Campanella que siempre fue Ricardo Darín tira a la basura la escena que acababa de escribir, llena de añosas cursilerías. Más adelante es el personaje de Soledad Villamil el que echa por tierra con otra escena escrita por él, una acumulación de tics “románticos” que la película simuló hacer propia, hasta el punto de usarla como fragmento de apertura. El movimiento entre presente y pasado le da esta vez estructura a la película, que se basa en la novela La pregunta de sus ojos y que su autor, Eduardo Sacheri, coescribió junto a Campanella.
Darín es Benjamín Espósito, veterano de los tribunales que decide acogerse al retiro y escribir
una novela. En ella intenta reconstruir un episodio trágico que no puede olvidar: la violación y muerte de una maestra, causa llevada por su despacho a mediados de los ’70. Para que lo ayude con algunos detalles, y de paso para volver a verla, Espósito acude a la doctora Irene Menéndez Hastings (Villamil), que en aquel entonces recién se iniciaba y ahora es fiscal de la Nación. Reabrir el caso, ahora literariamente, será reabrir las más profundas heridas. Una de las cuales es, para Benjamín, no haberse animado jamás a confesarle a Irene lo que siente por ella. Los grandes sentimientos están, esas pasiones de melodrama italiano siempre presentes en el cine de Campanella y que incluyen aquí, además del gran amor sofocado (no sólo por Espósito), el altruismo del protagonista, en un momento en que hacerse el Quijote podía significar la muerte (Argentina, 1977) y la trágica lealtad a toda prueba de que hacen gala Espósito y su mejor amigo. Reaparece también el sentido del humor, que, como en una sitcom (Campanella trabaja, buena parte del año, en la tevé estadounidense), aflora en diálogos llenos de chistes y chascarrillos, en esta ocasión al servicio de una verdadera arqueología del habla porte-
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ña en los ’70. Una diferencia con el cine previo del realizador, y de no poca importancia, es el peso que adquiere el personaje femenino, en los films anteriores poco más que un objeto (romántico, de veneración o a la zaga del hombre, como en El mismo amor, la misma lluvia). Linda, piola e inteligente, la doctora Hastings sabe hacerse un lugar en el muy masculino mundo de los tribunales, usando el humor y la ironía, hasta ahora patrimonios exclusivos del varón. Pero si hay en la película un salto cualitativo, éste procede de un giro imprevisto, que allá por la mitad del relato proyecta al orden de lo histórico-siniestro lo que hasta ese momento no pasaba de mero asuntito de crónica policial. A partir de allí la película entera se densifica y resignifica, poniendo al sorprendido espectador frente al más profundo horror de la época. Es cierto que, con alguna excepción (el épico acercamiento en helicóptero a la cancha de Racing, en un momento clave), la puesta en escena no siempre acompaña ese salto a las profundidades, quedando apresada en la clase de corrección naturalista propia de lo que se llama “televisión de calidad”. También es cierto que cierto deus ex macchina romántico, casi en tiempo
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de descuento, parece puesto para aliviar al espectador de la carga de tragedia acumulada. En donde se confirma la infalibilidad de Campanella es no sólo en la dirección de actores, sino en su elección y transformación. Rubión y con arrugas de maquillaje, elogiar a Darín sería, a esta altura, un pleonasmo. La que alcanza una intensidad inédita es Soledad Villamil: cada primer plano de sus ojos expresa, a borbotones, la clase de emociones que las formas judiciales aconsejan acallar.
De Festivales El secreto de sus ojos El congreso
2008
Ida Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia
2013
2012
2014
Programaci贸n Enero J14
V15
4 p.m 7 p.m
Conducta El congreso
J21
Las maravillas (CC)
V22
4 p.m 7 p.m
Una paloma se pos贸 en una rama a reflexionar sobre la existencia
D17 El secreto de sus ojos (CI) Simplemente sangre
S23
D24
El capital humano (CC)
La Hija Natural
The Big Lebowski (CC)
Ovnis en Zacapa
Ciudad de Dios
No Country for Old Men
J28
V29
S30
D31
Mia madre (CC)
Cartel land
Miedo y asco en Las Vegas
Ida
4 p.m 7 p.m
S16
El secreto de sus ojos (CI)
Rosado furia
CC: Funci贸n con cineforo.
CI: Funci贸n con invitado internacional.
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Programación Febrero J4
V5
S6
D7
Ovnis en Zacapa (CC)
Barton Fink (CC)
Tú y yo
Drugstore Cowboy
Trainspotting
V12
S13
D14
Las maravillas
Rosado furia (CC)
4 p.m 7 p.m
Conducta
J11 4 p.m 7 p.m
Empleadas y patrones
J18
Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia (CC)
V19
4 p.m 7 p.m
S20
D21
No Country for Old Men
El congreso (CC)
La Hija Natural (CC)
Mia Madre
Miedo y asco en Las Vegas
J25
V26
S27
D28
Simplemente sangre (CC)
Tú y yo
Ida
Viva La Libertad
El capital humano
CC: Función con cineforo.
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El hombre que no estaba ahí
The Big Lebowski
4 p.m 7 p.m
Ciudad de Dios
Cartel land (CC)
El Centro de Cine y la Sala Gómez Miralles
Centro de cine
AVENIDA 9 MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
INS
CASA AMARILLA AVENIDA 7
PARQUE ESPAÑA
CENAC
A pesar de la proliferación de parqueos y edificios de cajón en San José, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica se levanta en la cima del Barrio Amón, uno de los sectores arquitectónicos más bellos de la capital. En esta vetusta residencia de estilo victoriano, sede de la Legación Norteamericana en 1920, de la Junta Fundadora de la Segunda República en 1948, zarpó en 1973 la navegación de un sueño: la producción de cine en Costa Rica. Del primer impulso nació un cine documental directo y contestatario. No obstante, tras cada estreno del Dar voz a quien no la tiene, no se vislumbraba otro puerto que los estantes de la filmoteca. Había que respaldar el afán de hacer con la misión de mostrar. Por eso, se inauguró en la década de los 90 la Sala Manuel Gómez Miralles, en honor al pionero de la fotografía y del cine documental. Hoy, la Gómez Miralles es sala oscura, butaca fértil y espacio del Proyecto Preámbulo, carta de navegación y estrategia institucional hacia la Nueva Cinemateca Nacional. Cine para mirar y disfrutar; para pensar y educar; cine para trascender.
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PREÁMBULO HACIA UNA CINEMATECA NACIONAL DE COSTA RICA No.4 /PREÁMBULO @PREÁMBULOCR Tel: (506) 2542-5200
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