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La gran labor del perro de asistencia
Adiestramiento
La gran labor del perro de asistencia
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Fuente: Proyecto Bocalán - Ing Juan David Palacino
Generalmente, cuando pensamos en nuestras mascotas imaginamos que ellas dependen de nosotros porque las cuidamos y alimentamos. Sin embargo, el bienestar psicológico y emocional que un perro o un gato pueden traer a la vida de una persona no deben ser subestimados, de modo que en cierto modo nosotros también dependemos de los animales que nos acompañan y con los que compartimos nuestra vida.
Este vínculo se vuelve indispensable en los casos en los que alguna alteración biológica dificulta la vida de un individuo. En este contexto, los perros de asistencia son los mejores aliados para que una persona con discapacidad pueda llevar una vida plena y funcional, al tiempo que ofrecen una compañía y lealtad invaluable.
La sorprendente adaptabilidad de los perros queda plasmada en la diversidad de canes de asistencia existente, cuyo entrenamiento y preparación es diseñado específicamente para la necesidad del usuario final, es decir, la persona con discapacidad. Por ejemplo, para los impedimentos visuales, los perros guían a su cuidador/a a través del espacio, y en el caso de la sordera, los canes indican con
su cuerpo la procedencia de un sonido. Otras modalidades de ayuda es la alerta médica, cuyos animales mediante el olfato detectan cambios químicos peligrosos en las personas (como por ejemplo un bajo nivel de insulina) y les alertan sobre ello.
Como se puede observar, estas son habilidades altamente especializadas que requieren un largo entrenamiento y la asistencia de un profesional. El proceso comienza a partir de los 8 meses (hasta el año de vida) con la socialización del perro con una familia y su adaptación a un ambiente urbano y público. Posteriormente, y hasta los dos años, un entrenador especialista instruirá al can en las destrezas que necesitará para brindar el servicio de asistencia, dependiendo en cada caso del tipo de ayuda que se brindará. Para finalizar, se da paso al proceso de acoplamiento entre el perro y su cuidador/a.
“Consecuentemente, hay que tener en cuenta que la persona (o familia) con la que vive un perro de asistencia debe contar con los recursos económicos y la disposición para cuidar apropiadamente de un ser vivo que le está brindando un servicio vital. Esto incluye fomentar un estilo de vida para el can que le permita conservar las habilidades que aprendió durante su entrenamiento.”
Perro de asistencia
Vive con la persona a la que brinda el servicio y representa una ayuda técnica para sus actividades cotidianas Perro de terapia
Vive con la persona o la organización que brinda la terapia o que realiza la intervención y es un motivador/estimulante en el proceso
Para garantizar estas condiciones, las varias organizaciones que se encargan de formar a los perros de asistencia realizan un cuidadoso proceso de selección de las personas que recibirán la ayuda de sus canes, gestión que incluye entrevistas y visitas al hogar de acogida. Estas inspecciones se mantendrán periódicamente durante toda la vida del perro, para garantizar que se encuentre en un ambiente óptimo.
Para entender mejor el contexto de los perros de asistencia y el valor de su labor, es preciso conocer las dificultades de financiamiento a las que se enfrentan las fundaciones y organizaciones que entrenan a estos canes. Esto se ve agravado por la falta de ayudas económicas por parte del sector público y privado. El Proyecto Bocalán, nacido en Madrid en 2015 de la mano de Fundación Ama, es una de las iniciativas dedicadas a la formación de perros de asistencia, y a la difusión de la importancia de su servicio.
En Ecuador, la propuesta arrancó en el 2018 y un año después lanzaron un curso de formación para entrenadores especializados y posteriormente uno de intervenciones asistidas con animales.
En su misión por incrementar la accesibilidad de las personas vulnerables, con discapacidad y, diversidad funcional a las ayudas y terapias con animales, el Proyecto Bocalán se encuentra trabajando con instituciones estatales y particulares para sensibilizarlas sobre el valor de los perros de asistencia. Como resultado de esta gestión, se está trabajando junto al CONADIS en un proyecto de reglamento oficial para el cuidado y entrenamiento de estos canes.