Decimosegunda Edición Año II Quetzaltenango
Revista Psicoactiva. Todos los derechos reservados.
Dirección editorial, redacción y administración.
El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Los conceptos vertidos en los artículos representan la opinión de los autores y no necesariamente reflejan el criterio o la política oficial de la Revista Psicoactiva. La reproducción parcial o total del contenido de la revista puede hacerse previa aprobación del editor y mención de la fuente.
Psicoactivo Editor. Revista Psicoactiva núm. 12 Quetzaltenango, Quetzaltenango. GUA, C.A. Guatemala
Diseño y Edición Digital
Bryan Castro www.bryancastropoz.com (Quetzaltenango) Teléfono. 7765.5857 © Revista Psicoactiva. © Revista Psicoactiva para su versión digital
Reserva del Derecho de Autor. Consejo de redacción Contacto: psicoactivate2013@gmail.com
03
Revista Psicoactiva No. 12
Editorial Año II Quetzaltenango
Dentro de tu cráneo yace un complejo grupo de células nerviosas, ganglios y otras estructuras especializadas que flotan en un líquido llamado cefalorraquídeo. Convendremos en llamar a esta masa apretujada de millones de tipos de neuronas interconectadas, como Cerebro. Aunque en realidad es solo una parte de tu sistema nervioso puesto que además del cerebro existe una extensa corriente de alambrado periférico que conecta todas las partes de tu cuerpo, desde el centro de tu cerebro hasta la punta de los dedos de tu pie. El cerebro es el órgano más estudiado actualmente, pero es del que menos sabemos, o quizá si sepamos algo, pero la mayoría de eso que sabemos son datos erróneos, falacias sobre su funcionamiento o mitos populares que hacen que tengamos una mala interpretación de lo que en realidad es nuestro cerebro y de cómo funciona. Desde la década de los 90´s han surgido varias disciplinas con enfoque neurológico que abordan todos y cada uno de los aspectos cotidianos de la vida y del comportamiento humano (Cultura, Sociedad, Política,
Marketing, Economía, Educación, Religión, Ética, Filosofía, Estética y Placer, por mencionar solo algunos.) Existe una fascinación por crear nuevas disciplinas a las que se les coloca el prefijo “Neuro”. Desde que Santiago Ramón y Cajal se adentró a bucear entre las neuronas, las mariposas del alma, los científicos han puesto sus microscopios sobre ellas dispuestos a cazarlas con la esperanza de encontrar allí las respuestas a los más grandes misterios de la vida y la experiencia humana. Estudiar el cerebro es sin duda una de las tareas más desafiantes y atrevidas para la ciencia de este siglo y tratar de comprender su funcionamiento es una de las más altas aspiraciones humanas. Incluso, es posible que las ciencias del comportamiento estén al mismo nivel que las ciencias físicas, y quizá logren aportarle a la Humanidad lo que ni políticos han logrado, esto es, una mejor comprensión de nosotros mismos y de los mecanismos neurales que nos convierten en seres humanos. ¡Descubramos pues ese universo dentro de nosotros!
Editor Revista Psicoactiva Quetzaltenango, marzo de 2016
04
Revista Psicoactiva No. 12
Título: Un Creador Desconocido La Esperanza
Risa, tristeza, realidad, fantasía, sueños, religión, ciencia, amistad, ambición, biología, psicología, veterinaria, armas, medicinas, tecnología, arte, cine, cocina, altruismo, genocidio, amor y odio, todo se deriva de una sola fuente: El cerebro, el órgano que la humanidad completa posee y absolutamente nadie entiende en su totalidad, a pesar de que ha sido el creador de toda nuestra sociedad, herramientas, pensamientos y sentimientos desde que el ser humano ha existido han sido pocos los que se han interesado por su estudio. Más bien pareciera que el propio cerebro ha desviado el análisis de sí mismo y lo ha exteriorizado para que las personas no lo conozcan por completo. ¿Cuál es la razón? ¿Por qué ha habido genios expertos en física, astronomía y otras ciencias pero han degradado el estudio de la mente humana
y su órgano? ¿Por qué se sabe de personas inteligentes que son capaces de estudiar cualquier tema pero claman que jamás se interesarían por la psicología? Aún se escucha constantemente de personas diciendo “Yo no creo en la psicología” y en realidad lo que están diciendo es “yo no creo tener un cerebro” porque eso es la psicología, el estudio de la mente humana y la conducta. Aunque el cerebro ha existido durante toda la historia de la humanidad y aún mucho antes, creo que conocemos más sobre el espacio exterior que ese órgano dentro de todas nuestras cabezas. ¿Será que la humanidad le teme a ese fascinante aparato que merece el crédito por todo lo que es el mundo ahora? Porque lo cierto es que lo más importante para las personas es su concepto del “yo” y analizando nuestro cerebro, creo que nos daríamos cuenta que el “yo” es una mínima parte de él. Creemos que somos lo que hacemos, lo que pensamos, lo que sentimos, estamos seguros de tener el control de nuestras vidas. Pero
estudiando al cerebro nos daríamos cuenta de que estamos muy equivocados. Que el talento para cantar, bailar, escribir, programar o analizar que tenemos y que es lo más importante para nosotros, nuestro mayor orgullo es sólo algo insignificante de todo el trabajo que hace el cerebro que además se está encargando de la supervivencia, de la salud, de las emociones, de la estabilidad, del resto del cuerpo, del descanso, de la actividad, de los sueños, etc. Creemos que nos enamoramos de una persona porque es “agradable, divertida e inteligente” pero en realidad nuestro cerebro está captando feromonas, compara imágenes de esa persona con previas experiencias, asocia su voz con sonidos de nuestro pasado, etc. ¿Qué resultados daría
el comprender todo esto y más de nuestro órgano vital? ¿Qué le sucedería a la sociedad si se enterara de que está siendo controlado todo el tiempo por un dispositivo del cual desconocemos su mayor fin? Espero que algún día tengamos todas las respuesta porque si bien es cierto que “TODO LO PSICOLÓGICO ES BIOLÓGICO” también creo en que “TODA LA REALIDAD ES MENTAL”. Y todas las respuestas a nuestros problemas están ahí.
Evelyn A. Selada Psicología Clínica. La Esperanza
06
Revista Psicoactiva No. 12
El origen del Cerebro. Es posible que seamos el producto de miles de millones de años de replicación y complejidad atómica, que nuestro cerebro con su asombrosa inteligencia y su infinita estupidez, no sea más que un capricho de la naturaleza o una exaptación.1 Y que nuestra Conciencia sea un epifenómeno que resulta de determinadas reacciones electroquímicas complejas que
suceden dentro de nuestro cerebro. Quizá la vida sea el resultado de varios procesos moleculares fortuitos, y que el universo y nuestro cerebro sean un accidente, en el que sin recurrir a ninguna providencia divina pueden considerarse, un verdadero milagro.2
1. V.S. Ramachandran. “Lo que el cerebro nos dice” Edit. Paidós, 2012. Pág. 237; “El principio de exaptación no es una alternativa a la selección natural, como creen muchos críticos de Stephen Gould, sino que en realidad complementa y amplía su alcance y su ámbito de aplicabilidad.” 2. David J. Linden. “El cerebro accidental” Edit. Paidós, 2010. Pág. 16; “El cerebro no ha sido diseñado de manera elegante ni mucho menos: es un revoltijo improvisado que, sorprendentemente y pese a sus cortocircuitos, logra realizar una serie muy impresionante de funciones.” El autor más adelante se refiere al cerebro como un Kludge o en español chapuz.
08
Revista Psicoactiva No. 12
El desarrollo del cerebro. El cerebro humano se ve monopolizado por el 70% de nuestros genes. Recientes investigaciones han descubierto los genes que posiblemente impulsaron la evolución del cerebro. La Dra. Katherine Pollard encontró una región del genoma llamada HAR1 implicada en la formación de la neocorteza. También se han identificado otros genes como el ASPM implicado en el crecimiento cerebral y el gen FOX2 implicado en el lenguaje.3 A medida que el embrión se desarrolla prosigue la creación de nuevas células a una velocidad increíble, la diversidad neuronal consiste en varias características como las formas, ubicación, situación, propiedades eléctricas y los neurotransmisores que utiliza cada neurona. Al momento de nacer el cerebro está prácticamente completo pero pronto da lugar a un extraño cambio en su estructura, caracterizado por la elaboración de dendritas y una extensa ramificación para crear muchísimas sinapsis o conexiones.
Las sinapsis son los espacios entre las neuronas interconectadas y se establecen entre un terminal axonal y la dendrita de otra neurona para trasmitir información en forma electroquímica. Las sinapsis son los canales por los cuales se sustentan nuestros pensamientos y nuestros actos, lo que imaginamos y recordamos.4 Con el tiempo la ciencia nos ha ido demostrando que las pasiones no se encuentran en las entrañas ni en el corazón, que el alma no es un ente externo a la materia sino que se encuentra, emerge o se correlaciona en el mismo cerebro, mejor dicho, el funcionamiento del cerebro es la mente. Sabemos que podemos vivir sin piernas, sin brazos e incluso sin un pulmón o un corazón natural, pero difícilmente podemos vivir sin un cerebro, al menos por el momento. Quizá en un futuro lejano seamos capaces de transferir nuestro cerebro a un nuevo cuerpo o descargar muestra mente a un ordenador como predijo Timothy Leary o como apuestan muchos líderes mundiales en neurociencia.5
3. Katherine Pollard citada por Michio Kaku en “El futuro de nuestra mente” 2014. 4. Joseph LeDoux. “Synaptic Self” 2002. Pág. 2; “Mi noción de personalidad es muy simple: es que tu Yo, la esencia de quien eres, refleja los patrones de interconectividad de las neuronas dentro tu cerebro.” 5. G. Marcus y J. Freeman. “The future of the brain” 2015.
10
Revista Psicoactiva No. 12