REVISTA PSYCHOLOGICALLHOME A.C. NO. 15
Nota editorial
Por las psicólogas del Psychologicall Home Tres
Calaveras
Por los psicólogos de la asociación
Poemas acerca de la muerte
Compilados por Psychologicall Home Tres
Sustitución en la Tradición Psic . Nubia Irene Girón Oseguera
Ciclo evolutivo del ser humano y duelo Psic. Ana Esperanza Lara Gutiérrez
Camino de lagrimas.
Aportación de Psic. Cecilia Rojas Urueta
El proceso de duelo: “Cicatrizar la herida” Psic. Cecilia Rojas Urueta
Tanatología. Marisol.
Psic. Marisol Benítez Hernández
Primer capitulo de la Novela: Un asesino en Crisis. Psic. Gabriel Ángel Torres Ramos
Directorio de contacto Psychologicall Home A.C.
ESTIMADO LECTOR: El presente numero esta destinado a abordar la tradición del día de muertos, al igual que nuestra implicación, creación e interacción con la muerte misma.
Por tal motivo integramos en él: artículos de psicología, relacionados con el tema principal de este numero, agregamos rimas en calaveras acerca de los psicólogos de la organización, poemas alusivos a la muerte, algunos cuentos y estrenamos el primer capitulo de una novela, la cual presentaremos en cada número. Mes a mes los psicólogos de “Psychologicall Home A.C.” contribuyen con su empeño , tiempo y experiencia para esta creación, propiciando así una conexión entre el mensaje que quieren mandar los escritores y usted apreciable lector. Agradecemos inmensamente el tiempo que dedica a la reconstructiva lectura de esta revista, esperando que sea de su agrado.
Psic. Marisol Benítez Hernández Psic. Nubia Irene Girón Oseguera Psic. Graciela Fabiola Lara Contreras
Tranquilo Omar caminaba por la calle, cuando de repente, que se le hace presente la muerte. ¿Dígame Señora en que le puedo ayudar?. Fíjate que necesito un Psicólogo que me pueda orientar, ya no aguanto la depresión y todos los traumas. Así que, tu serás una más de mis almas. Ya se lo llevaba rumbo al panteón, gritando él va diciendo “esa no es la solución”, ¡Mejor vaya a Psychologicall Home! Por Cecilia Rojas Urueta Como cada lunes, en el programa de internet, se reunían Edgar, Irene y Jannet. Les gustaba abordar temas de psicología, nunca se imaginarían que la huesuda los escucharía. Estos tres se la pasan alegando No se diga más, me los llevo al camposanto. Por Cecilia Rojas Urueta
En paz Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
SUSTITUCIÓN EN LA TRADICION Psic. Nubia Irene Girón Oseguera
CELEBRANDO EL DÍA DE MUERTOS. Año tras años celebramos diversas festividades, en este mes festejamos el tradicional “Día de Muertos”. Sin embargo cada año vemos menos ofrendas, menos altares y menos flores en los panteones. Será que se esta perdiendo la tradición, o que afrontamos cada vez de mejor manera la cercanía con la muerte. Comencemos hablando, de que es una tradición, la palabra proviene del sustantivo latino traditio, y éste a su vez del verbo tradere, que tiene como definición “entregar”. ¿Qué es lo que se entrega en una tradición? Se entregan un conjunto de patrones culturales, generalmente valiosos, son entregados de una generación a otra. ¿Porque una tradición permanece en la sociedad a través del tiempo? A pesar de los cambios sociales se conservan debido a que sus componentes se adaptan a estos. Lo tradicional coincide así, en gran medida, con la cultura y el folklore o la sabiduría popular.
TRACICION DE DÍA DE. MUERTOS Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza desde el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. La Unesco ha declarado la festividad mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El Día de Muertos es un día festejado también en Brasil, como Dia dos Finados, aunque esta festividad no tiene las mismas raíces prehispánicas que la festividad mexicana. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
México es un país rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida, la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ellas. Cabe mencionar la fuerte influencia de los Estados Unidos que, al menos en zonas fronterizas, se evidencia con la presencia de la fiesta conocida como Halloween, la cual se celebra cada año con más frecuencia y en un mayor número de hogares. Alfredo Espinosa en su libro “Tierras Bárbaras” reflexiona:“ Lo cierto es que Halloween divierte mientras que el día de muertos expresa el alma del pueblo devastado desde su nacimiento, la radiografía de una nación hambrienta y sedienta, por lo menos en su calaca”. De ahí también que exista una inquietud entre los propios mexicanos de querer preservar el Día de Muertos como parte de la cultura mexicana sobre otras celebraciones parecidas.
La vida y la muerte son un símbolo emblemático que ha causado admiración, temor e incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han logrado desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, honrarla, espantarla e incluso para burlarse de ella. La muerta es tan incomprensible, que provoca angustia, pues no hay nadie que pueda contarnos su experiencia. Antiguamente el ritual de día de muertos evocaba esta idea, que nuestros difuntos vienen a tranquilizarnos acerca de lo que aparece al terminar la vida, sin embargo esa idea se a perdido con los cambios culturales, y la muerte cada vez provoca mas angustia. Ante esta angustia el ser humano adquiere mecanismos de defensa, para no afrontar de frente el objeto fuente de esa ansiedad, la repuesta mas apropiada es la sustitución, se trata de sustituir la situación que nos esta incomodando por otra que no produzca estos sentimientos. En el caso particular de la tradición del día de muertos, la idea que me interesa rescatar, es esta respuesta para afrontar la angustia de la muerte. Este afrontamiento es la tradición.
La tradición permite esa cercanía con la muerte sin que esta nos provoque miedo o angustia, este juego es el mismo que experimentan los niños cuando descubren cosas nuevas, es un juego que todos jugamos desde una aceptación cultural. Sustituimos así el miedo a la muerta por un chiste de ella, una adoración o únicamente un respeto, de esta manera se hace menos angustiante el enfrentamiento, de igual manera permitimos incorporar Halloween en nuestra fiesta, porque divierte como dijo Espinosa (2004),
BIBLIOGRAFÍA
Espinosa, A. (2004). Tierras Bárbaras. México: Plaza y Valdés Ochoa, A. (2001). …Y nos volvemos a encontrar: migración, i dentidad y tradición cultural. México: Colegio de Michoacán: Centro de investigación y desarrollo del estado de Michoacán.
López N, J.M. (1973). Dialéctica existencial y Psicoanálisis. México: Galaxia. Braunstein, N. (1986). El discurso del psicoanálisis. Argentina: siglo XXI
Yo no sé escribir calaveras, Pero me obligan de a deberás, Quisiera saber las formas, De participar dentro de la norma, Me da miedo pensar, Que si escribo algo formal, Me tachen de pendenciero, Intentare aportar aunque sea algo financiero, Yo sé que no con dinero, Pero tal vez sea algo en hebreo Y si de plano la riego, Espero no me tachen de ciego, Ya estoy por terminar, hice a la Nubia se enojar, Espero hacerla con esto gozar, y así su cara sonrojar, Por último te doy un Consejo, Espero lleguemos lejos, Con este proyecto tan lindo, Hacer de la psicología un negocio, si es que antes no me rindo, Y ya los puse a temblar, no teman que no tirare la toalla Antes de comenzarme a reclamar, sépanse que no descansare, hasta que todos en psychologicallhome, tengamos una medalla,
Por Edgar Omar Susano Verdin
INSCRIPCION EN CUALQUIER SEPULCRO José Luis Borges No arriesgue el mármol temerario gárrulas transgresiones al todo poder del olvido, enumerando con prolijidad el nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria. Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla y el mármol no hable lo que callan los hombres. Lo esencial de la vida fenecida -la trémula esperanza, el milagro implacable del dolor y el asombro del gocesiempre perdurará. Ciegamente reclama duración el alma arbitraria cuando la tiene asegurada en vidas ajenas, cuando tú mismo eres el espejo y la réplica de quienes no alcanzaron tu tiempo y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra
“CICLO EVOLUTIVO DEL SER HUMANO Y DUELOS” Psic. Ana Esperanza Lara Gutiérrez
{ No me quites mi duelo “El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, Dormir cuando estás cansado, Comer cuando tienes hambre, Estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera en que la naturaleza sana a un corazón roto”
DOUG MANNING.
“Ciclo evolutivo del ser humano y duelos”
El ser humano atraviesa un ciclo de vida; Nacer, crecer, madurar, envejecer y morir. Dicho ciclo permite que el individuo experimente diversos periodos que le permitan adquirir crecimiento, madurez y aprendizaje para las siguientes etapas de su ciclo. Ante el cambio de cada una de las etapas que atraviesa el ser humano durante su ciclo, éste se encontrará en una fase de duelo o pérdida, lo que le ocasionará una crisis vital Autores como Wilhelm ( citado por Slaikel, 2004) mencionan que el término chino de crisis (weiji) se compone de dos caracteres que significan peligro y oportunidad, concurrentes a un mismo tiempo. Mientras que la palabra inglesa se basa en el griego Krinein, que significa decidir. Las derivaciones de la palabra griega indican que la crisis es a la vez decisión, discernimiento, así como también un momento crucial durante el que habrá un cambio para mejorar o empeorar (Lidell y Scott, 2001)
De esta manera es como el ser humano, en el transcurrir de su ciclo evolutivo se estará enfrentando con situaciones de crisis y por consiguiente un desajuste o perturbación emocional, que dependerá de las herramientas y recursos personales con los que cuente para lograr tomar decisiones favorables para dicha resolución. A la reacción natural, personal y psicológica que posiciona al hombre ante la pérdida desde su etapa de infancia hasta la senectud se llama duelo. Freud en su obra “Duelo y Melancolía”, lo define de la siguiente manera: “El duelo es, por lo general, la reacción a la pérdida de un ser amado o de una abstracción equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etc.”.
En el caso del ciclo evolutivo del ser humano, éste va dejando atrás etapas como la infancia, que es la etapa en que el niño adquiere aprendizaje, desarrollo, independencia después de ser un ente vulnerable en donde los cuidados y la protección de su primer objeto de amor son constantes. Esto significa que al dejar esta etapa de apego, ahora el puberto, se enfrenta a la consigna del reajuste para pasar a la posterior etapa, la adolescencia. Dicha etapa es uno de los periodos más complejos del ciclo vital, debido a que la adolescencia es un momento de cambios permanentes, un tiempo de transformaciones que, al igual que otros periodos de la vida, necesariamente debemos de atravesar para crecer. El adolescente en esta etapa de vida presenta un reajuste por los cambios físicos, psicológicos, sociales. Es así como el joven adolescente se enfrenta al duelo de dejar atrás el cuerpo infantil para ahora continuar el proceso evolutivo. La adolescencia es integrarse en ese mundo adulto en donde tendrá que aceptar su nueva configuración de ser humano, su morfología adulta y la capacidad de ejercicio de su genitalidad para la procreación (Aberastury y Knobel, 1993).
Respecto a la siguiente etapa evolutiva, la madurez, se espera que el individuo se encuentre con las capacidades y destrezas plenas, socialmente adaptado, con independencia económica o vida de pareja. Es la etapa del VI y VII estadio según Erickson (Intimidad vs Aislamiento, Productividad vs Estancamiento). La intimidad supone la posibilidad de estar cerca de otros, como amantes, amigos; como un partícipe de la sociedad. Ya que posee un sentimiento de saber quién eres, no tienes miedo a “perderte” a ti mismo, mientras que exclusión es la tendencia maligna de aislamiento máximo. La persona se aísla de sus seres queridos o parejas, amigos y vecinos, desarrollando como compensación un sentimiento constante de cierta rabia o irritabilidad que le sirve de compañía
Por otro lado nos encontramos la productividad como una extensión del amor hacia el futuro. Tiene que ver con una preocupación sobre la siguiente generación y todas las demás futuras. Por tanto, es bastante menos “egoísta”, que la intimidad que se presenta en estadios anteriores. Con la productividad, no estamos esperando, al menos parece que no implícitamente, una reciprocidad en el acto de amar. El estancamiento, por otro lado, es la “auto-absorción”; cuidar de nadie. La persona estancada deja de ser un miembro productivo de la sociedad.
Por último, en el ciclo de vida del ser humano nos encontramos con la vejez, Erikson la llama adultez tardía o madurez, la finalidad es lograr la integridad yoica. El proceso de duelo las personas que se encuentran en esta etapa lo viven con el distanciamiento social, con un sentimiento de inutilidad; todo esto evidentemente en el marco de nuestra sociedad. Existe un sentido de inutilidad biológica, debido a que el cuerpo ya no responde como antes. Las mujeres pasan por la menopausia, algunas de forma dramática. Los hombres creen que ya no dan la talla. Surgen enfermedades de la vejez como artritis, diabetes, problemas cardíacos, problemas relacionados con el pecho y ovarios y cánceres de próstata. Empiezan los miedos a cuestiones que uno no había temido nunca, como por ejemplo a un proceso gripal o simplemente a caerse. Junto a las enfermedades, aparecen las preocupaciones relativas a la muerte. Los amigos mueren; los familiares también. La esposa o el esposo mueren. Es inevitable que también a uno le toque su turno. Al enfrentarnos a toda esta situación, parece que todos debemos sentirnos desesperanzados (Boeree, 2007). Vemos a partir del ciclo evolutivo como la vida se torna en constantes cambios: las situaciones cambian, el cuerpo envejece, las personas se van o mueren. Es la resiliencia lo que le permite al ser humano superar cada una de sus periodos o etapas de crisis.
El duelo no sólo tiene que ver con los cambios en el ciclo evolutivo del ser humano, sino con diversas situaciones a las que se enfrenta el ser humano como la pérdida de seres queridos, cuando termina una relación de pareja, cambio de empleo, la pérdida de salud, pérdida física, pérdida de empleo, etc. Para todas estas situaciones se requiere todo un proceso de elaboración, emplear todos los recursos con los que cuenta el individuo que atraviesa por momentos de crisis o duelos, buscar una forma en que la realidad sea llevadera y positiva.
BIBLIOGRAFÍA
ARCIS, E. d. (2006). DUELO Y MELANCOLÍA (1917) Sigmund Freud. Philosophia.cl , 3-5. Boeree, G. (2007). Teorías de la personalidad. beceneslp , 16-18. (1993). La adolescencia normal. En A. A. Knobel. Argentina: Paidós. Slaekiu, K. (2004). Intervención en Crisis. En K. Slaekiu. México, D.F: Manual Moderno.
Llegó la muerte borracha de tanta sangre tomar, le pregunte ¿dónde andabas, porque te miras tan mal? me contestó: voy llegando de Morelia Michoacán, a la gente de esos lugares les gusta la sangre derramar. Indignado yo le dije: yo soy de esa entidad, y te aseguro amiguita que no todos somos igual. ahí tienes a Susano, un psicólogo ejemplar, de la sociedad lo que él quiere, es el erradicar el mal.
La muerte no conocía las personas responsables, de Morelia sólo sabía lo que en las noticias sale, me dijo- sólo me dices uno, pero no estoy convencida, te apuesto que no existen más personas honorables-. También está Nubia, del Psychologicallhome tres, dedicada, decidida y preparada si que lo es, Y que decir de Irene Alcaraz, c omo se esmera por las cosas mejorar, con su programa de radio hace a la gente vibrar.
Ya no me digas nada, la muerte me contestó, qué no vez que presiento que muy equivocada estoy, Iré al psychologicallhome pues su ambiente me gustó, hace falta más de esta gente para que me apiade yo. Y la muerte nos visitó emocionada se regocijó al saber, que nosotros intentamos implantar el bien, se fue la muerte contenta, complacida de verdad y como recompensa no se llevó a Omar. Por Gabriel Torres
“EL CAMINO DE LAS LAGRIMAS” El dolor ante la muerte de un hijo
Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto. Desde la muerte y durante años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.
{
Un día, cuenta el cuento, aparece un ángel en su sueño. Le dice: - Basta ya. - Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más. El ángel le dice: -¿Lo quieres ver?
Entonces lo agarra de la mano y los sube al cielo. Ahora lo vas a ver, quédate acá. Por una acera enorme empieza a pasar un montón de chicos, vestidos como
angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos. El hombre dice: -¿Quiénes son? Y el ángel responde: -
Estos son todos los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros... - ¿Mi hijo está entre ellos? -Sí, ahora lo vas a ver.
Y pasan cientos y cientos de niños. – Ahí viene -avisa el ángel. Y el hombre lo ve. Radiante como lo recordaba.
Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único chico que tiene la vela apagada y él siente una enorme
pena y una terrible congoja por su hijo. En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza con él. Él lo abraza con fuerza y le dice: - Hijo,
¿por qué tu vela no tiene luz?, ¿no encienden tu vela como a los demás? - Sí, claro papá, cada mañana
encienden mi vela igual que la de todos, pero ¿sabes lo que pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía.
Aportacion de Cecilia Rojas Urueta El Camino de las Lagrimas. Jorge Bucay, 2008.
Estaba Marisol como siempre trabajando despacio Cuan do la muerte le llega por el ciberespacio Ay nanita, grita Marisol aterrada Y se va la muerte muy desconsolada A la mañana siguiente Friéndose unos huevitos Regresa imponen te la muerte Y la deja en los en puros huesitos Marisol asustada, huesudita y sin ilusión Le grita venganza maniaca a la calaca Haciéndose valiente la chamaca flaca no se peina para causar buena impresión. Por Nubia Girón Ya murió Don Omar lo llevaron a enterrar, él fue de todos amigo al fin descansa ya. En su tumba se escribe con afecto muy sincero aquí descansan los restos de nuestro director inquieto.
Por Valeria García Solís
PROCESO DE DUELO “CICATRIZAR LA HERIDA”
Psic. Cecilia Rojas Urueta
Proceso de duelo “Cicatrizar la herida” Sigmund
Freud (1993), llamo duelo a esa reacción que se
genera ante la perdida, ya sea, de un ser amado o de una abstracción equivalente (lugar, trabajo, situación, un ideal). La vida esta llena de pérdidas. La muerte es una de ellas. La
muerte al igual que la vida son momentos o ciclos “naturales” de los seres vivos. Sin embargo, el hombre va adquiriendo o aprendiendo a través de la cultura la manera de concebirla. En muchas culturas ancestrales, se concebía a la muerte como el paso a un “mejor estado espiritual”. Para sobrellevar éste episodio realizaban ritos o rituales con los cuales las personas despedían a sus seres queridos que habían muerto. Estos ritos
ayudaban a sanar
de mejor manera emocionalmente a los
deudos. No obstante, ésta concepción con el paso de los años ha venido cambiando; posiblemente con el afán de evitar la realidad de la pérdida y el dolor.
Se podría decir, que debido al ritmo de vida, a la sensación de
insatisfacción por lo hecho o aplazado. El miedo a dejar ir aquello que queremos; ya no permite asimilar la muerte, ni para la persona que esta por fallecer, ni para sus deudos. O´Connor (2005), describe que a finales del siglo XIX, lo más común era que la gente muriese en el hogar donde había habitado, dándose
cuenta así la proximidad de su muerte, y teniendo con ello la oportunidad de terminar sus asuntos emocionales de su vida en su ambiente familiar; permitiendo también a los miembros de la familia y amigos decir adiós al ser querido, contemplando a la muerte como algo natural. Aunque complicadas, las perdidas son una constante en la vida; además de necesarias, ya que a través de ellas se crece, se aprende. Y somos lo
que somos en este instante, gracias a ellas. Se entiende entonces que, aunque suene a pleonasmo: el duelo duele. El duelo podría semejarse al proceso ante una cortada o raspadura sufrida en el cuerpo por un accidente.
Para la elaboración del duelo, se debe aprender a sanar las heridas que las perdidas (de seres queridos, renuncia consiente o inconsciente de sueños, poder, etapas, entre otras) han provocado. Para ello se
requiere de un proceso que ayudará a lograr la aceptación de la realidad. Puede ser muy complicada la aceptación de la realidad, ya que en ocasiones, algunas personas tienen la sensación de quedar vacios ante la perdida, sienten que han dado a alguien o a algo que ya no esta, o piensan que los dejo.
A veces, se pretender retener física o
emocionalmente a esa persona, situación o momento, que se ha ido
o se quiere ir; lo cual, trae consigo el sufrimiento. Erróneamente, se piensa que para no sufrir o evitar el sufrimiento, se debe evadir el compromiso; sin embargo la clave seria más bien, optar por el desapego: “si mañana esto que tanto placer te da se termina, sé capaz de dejarlo ir, pero mientras está, todo debe ser
compromiso”. El apego se relaciona con el deseo, y si se pierde lo que se desea, por lo general se sufre. (J. Bucay, 2008).
Se entiende, que los duelos son parte importante para nuestro proceso de crecimiento personal. Entre mayor sea el apego a aquello que se pierde, mayor podrá ser el daño que produce la separación. Pero, lo que no es normal es el sufrir. El sufrir es el estado crónico del dolor. Generalmente, el sufrir es racional, paraliza, necesita testigos; contrario al dolor, el cual es solitario, es un vacio. El primero puede no terminar, mientras que el dolor tiene un final.
El sufrimiento,
puede ser generador de lo que se conoce como
depresión. Freud explica la depresión
como resultado de
la baja
autoestima producida por el fracaso de las relaciones amorosas. Según Seligman en Papalia (2002), la falta de convicción en la propia eficacia es el núcleo de su teoría de la indefensión aprendida, esto se puede observar en
acontecimientos tales como la muerte de un ser
querido, el rechazo de un ser querido, una enfermedad, problemas de
dinero o enfrentar cualquier problema que parezca
irresoluble. Es la
aparente irresolucion del problema, la convicción de que nada de lo que se haga podrá superar el terrible golpe que ha traído tal sufrimiento, lo conduce a la depresión.
Freud señala que en el duelo se percibe empobrecido el mundo
circundante de la persona.
¿Entonces qué se podría hacer para
volver a enriquecer ese mundo? Jorge Bucay (2008), nos habla de 20 pasos recomendables en el duelo: 1. Permitirse estar de duelo: date el permiso de sentirte mal.
2. Registra y expresa las emociones: no reprimas, si tienes ganas de llorar hazlo. 3.Tomar tiempo para superarlo: debes tener en cuenta las recaídas (aniversarios, días festivos, lugares importantes) 4.Sé paciente: no te apresures a ti mismo para sentirte mejor.
5.No siempre la fuerza es lo mejor: necesitas sentir dolor y todas las emociones. 6.Aplaza algunas decisiones importantes. 7.No descuides tu salud 8.Agradece y valora las cosas buenas que sigues teniendo (amigos, familia)
9. Necesitas apoyo: no te alejes de amigos y seres queridos. 10. Sé paciente con los demás: los demás no saben o deciden cómo te
debes sentir o por cuanto tiempo. 11.Date permiso de sentirte bien: hay una vida después de la perdida.
12. Confía en ti mismo: el pensamiento positivo te transforma y te ayuda a afrontar. 13. Aunque sea difícil, debes aceptar la realidad 14. Elaborar un duelo no es olvidar, si no recordarlo con ternura 15. Aprender a vivir de nuevo, aprender a vivir sin algo, sin alguien, de
otra forma. 16. Llegado el momento es necesario soltar el pasado. No hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz 17. Definir tu postura ante la muerte, es diferente dicha postura para cada persona (cómo la percibes) 18. Vuelve a tu fé: pueden apoyarse en una deidad, como una manera de tranquilizarse, para aligerar la carga.
19. Busca las puertas abiertas. A veces estamos tan segados por el dolor que no podemos ver la “nuevas puertas”. 20. Cuando tengas una buena parte del duelo elaborado, háblales a otras personas sobre tu experiencia.
Para lograr continuar con los proyectos después de una perdida, es indispensable que las personas sanen emocionalmente (cicatrice la herida) ; para ello es necesario
pasar por etapas, Jorge Bucay,
(2008) identifica a dichas etapas como: a) Herida- Duelo b) Incredulidad- momento de negación y cuestionamiento c) Regresión- explosión dolorosa d) Furia- enojo con aquellos que consideramos responsables de la muerte. Su función es anclarnos en la realidad. e) Culpa- nos empezamos a sentir culpables
f) Desolación- Etapa más temida. Darnos cuenta que no hay nada que hacer. Soledad. g) Fecundidad- transformar esa energía ligada al dolor en una acción. h) Aceptación- separarse. Conciencia de lo que el otro dejo en mi y la conciencia de que aun viven en mi las cosas que perdí.
Es importante preguntarse ¿la ausencia de duelo es patológico?; pues en muchas ocasiones en una perdida o
separación no hay duelo, por
ejemplo, cuando se vive un divorcio muy desgastante los conyugues se sienten aliviados ante la perdida o cuando una persona padece una enfermedad crónica y permanece en agonía mucho tiempo; sin embargo en algunos casos, el verdadero duelo se elaboró antes de tomar la
decisión de separación o la muerte. El proceso de duelo siempre es el mismo, únicamente cambian los tiempos y la intensidad. Siempre hay un duelo frente a una perdida; pero si no lo hay o no lo hubo, estamos hablando del uso de un mecanismo
de defensa, el cual podría estar evitando la conexión con el dolor. Entonces se puede puntualizar que, un duelo ha sido elaborado cuando la persona es capaz de pensar en la perdida sin dolor intenso. Cuando la persona puede adaptarse a nuevos roles. Cuando invierte sus emociones en la vida. No se puede hablar de una desaparición total del dolor, siempre queda algo.
Hay que tener claro que elaborar el duelo no significa olvidar; a
veces pasa mucho tiempo, hablamos tal vez de años para lograr dejar de reclamar lo perdido. Sin embargo, todo ello dependerá de las personas. El tiempo para elaborar el duelo es tan variable, cada uno tiene sus propios tiempos. Para sobrellevar esta etapa, es recomendable acudir a grupos de ayuda o terapia para hacer más
llevadero el proceso.
BIBLIOGRAFÍA •Papalia, D & Wendkos,S (2002) Psicología. Mc Graw Hill.
•O’Connor.( 2005) Déjalos ir con amor. México: Trillas •Bucay, J. (2008) “El camino de las lágrimas”. México: Océano •Freud, S. (1993) Duelo y Melancolía, Obras Completas. Buenos Aire: Amorrortu, Tomo XIV, •Kûbler- Ross, E. ( 2010) La Rueda de la Vida. España: Javier Vergara
En el mercado independencia La muerte dio su rondín Y al ver a Graciela Fabiola Le dijo llego tu fin La psicóloga Fabiola Corrió a su consultorio Pero la flaca dio un salto Que casi olía a velorio Al llegar a la oficina Camila la defendió Pero la seca ladina A las dos las aprendió
Ahora en el más allá Se le tacha de inmoral Por en vida dedicarse A la terapia corporal Por Marisol Btz Hdz
La calaca retrato A la psicóloga Nubia Del sustazo que se dio Desato una fuerte lluvia La psicóloga sonrió Pensando que había ganado Pero la huesuda dijo Esto aún no se acabado Cuando menos lo espero Llego por ella la seca Y la psicóloga Nubia Murió con una gran mueca Por Marisol Btz Hdz
LO FATAL Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!...
Rubén Darío
TANATOLOGIA
«EL SENTIDO DE LA MUERTE»
Psic. Marisol Benítez Hernández
Tanatología
«El sentido de la muerte» El hombre, a diferencia de otros seres vivos, entre ellos los animales, experimenta miedo a la muerte; por tal motivo se ha encargado de estudiar todos los fenómenos presentes en la vida, por su necesidad de encontrar respuestas y entender la esencia de ésta. El hombre ha reflexionado acerca de la muerte y solo se ha encontrado con más dudas acerca de ésta; la existencia de un sinnúmero de explicaciones y definiciones que se le han dado, se ha prestado para confundir más y convertirla en un misterio indescifrable (Sánchez, 2002). Según la mitología griega, Tanatos era la diosa de la muerte; ésta era representada por una guadaña que indicaba que los hombres eran cegados en masa, un ánfora que servía para guardar las cenizas y una mariposa que vuela y era emblema de la esperanza de otra vida. Al hablar de la muerte, un metafísico diría que es el inicio de la vida eterna; un dualista la describiría como la desintegración del cuerpo y la liberación del alma; un materialista afirmaría que es el retorno a la materia; un escéptico aceptaría que es un misterio inescrutable; un poeta la compararía con la noche que jamás termina; un positivista pragmático simplemente concluiría que la muerte es la realidad de la vida. San Francisco de Asís la consideraba como una amiga, como una hermana, pero para la mayoría de los seres humanos es una enemiga que nunca debería llegar.
Respecto al sentido biológico, la muerte parece ser la cesación de toda función celular seguida de cambios físico-químicos que conducen a un daño irreversible de todos los tejidos. En cuanto al fenómeno social, James Carse la define como una exclusión definitiva de la red de conexiones entre las personas, como un rompimiento físico total de las relaciones interpersonales, no obstante subsisten múltiples intentos por mantener viva la conexión (Behar, 2002; Beltrán y Torres, 2011; Sánchez, 2002). Pero, ¿de dónde surgió la necesidad del hombre por descifrar el misterio de la muerte? ¿Cómo inició su preocupación por éste fenómeno? ¿Cuáles son los orígenes de todas las definiciones acerca de esta? ¿Por qué se ha convertido en el mayor temor del hombre?
Sánchez (2002) menciona que desde las Sagradas Escrituras, los primeros seres humanos Adán y Eva eran felices en el paraíso hasta que se les anunció que sus vidas serían mortales; y fue desde ahí que el hombre y la mujer han arrastrado conscientemente a la muerte como una maldición o castigo. De esta forma, el ser humano ha vivido a lo largo de la historia, temiendo el momento final, en el que tenga que entregar su vida a las manos de la muerte; pero su intranquilidad, además de deberse a no saber que le espera después de la muerte, se debe a su deseo de ser inmortal y a su preocupación de no dejar un legado que lo haga trascender a través del tiempo.
Unamuno (1983) afirma que el único problema esencial del hombre es la muerte, pues al descubrirla se descubre el hambre de inmortalidad. Para Freud (citado por Sánchez, 2002), el loco afán de vivir y el pensar que tenemos que morir, son instintos contradictorios de autoconservación y de autodestrucción, instintos que garantizan el ritmo de la creación, la vida y la muerte. Por su parte, Octavio Paz dice que el hombre es el único animal que se rebela contra la muerte, y que su rebeldía se llama cultura o historia. Como puede observarse, las diversas interrogantes y definiciones acerca de la muerte, varían según el enfoque del que sea estudiada, pero todas están encaminadas a descubrir qué destino le espera a la persona después de que la muerte se hace presente; esto debido a la angustia que provoca el no saber que hay más allá, y por el miedo al desprendimiento, ya sea del propio cuerpo o de algún ser querido. Uno de los sufrimientos más grandes a los que el ser humano se puede enfrentar, es a la tragedia de perder un ser amado; de aquí, que a lo largo de los años se hayan creado diversas formas para conseguir que nuestros seres queridos no abandonen por completo este mundo y puedan hacerse presentes por medio de rituales provenientes de diversas tradiciones. En la actualidad, las culturas no han podido desprenderse de esa inclinación innata de querer negar la muerte; la imagen de los difuntos sigue siendo venerada a través de los recuerdos y las acciones que éstos tenían en vida; las cuales viene a convertirse en redes de conexión social a final de cuentas (Sánchez, 2002; Zubiría citado por Beltrán y Torres 2011).
Aun cuando todas estas tradiciones y razonamientos que han surgido con la finalidad de sobrellevar la muerte, no son malas; es preciso mencionar que ésta no debe ser recordada con dolor, ni debe ser un tema que se deba omitir o negar. La muerte es un fenómeno natural que debe ser tomado como tal, las personas no deberían seguir huyendo de ésta, ni hacerse a la idea de que nunca llegará. El dolor inevitablemente estará presente cuando se tenga el conocimiento de que la muerte llegará en un determinado tiempo, ya sea para la misma persona o para un ser cercano; inclusive cuando esta llega por sorpresa, viene acompañada de mucho dolor para la familia o los amigos de la persona que deja de existir. Sin embargo, la realidad es que este dolor puede y debe curarse; en la actualidad, existen personas especializadas para tratar el fenómeno de la muerte y a las personas en las que repercute. Sánchez (2002) asegura que independientemente de que se crea o no en la vida ultraterrena, hay quienes anhelan alcanzar la muerte por padecer enfermedades intratables, acompañadas de dolor y miseria, físicos y morales.,
Montes de Oca (2006) comenta que morir con dignidad puede considerarse un don que dependerá de cómo en vida, se haya abordado la cuestión de la muerte, el dolor y la enfermedad; sin embargo, estos temas no suelen presentarse sino hasta que se tiene conocimiento de que ésta llegará en un tiempo determinado, y es en ese momento cuando se acumulan las preguntas acerca de la disciplina que se encarga de su estudio.
Ante esta necesidad, surgió la tanatología “ciencia de la muerte” cuyo término fue acuñado en 1901 por el médico ruso Elías Metchnikoff; en sus orígenes se consideró una rama de la medicina forense cuyo tratado era la muerte y lo relativo a los cadáveres desde un ámbito médico-legal. Sin embargo, su estudio se inicia con Elizabeth Kübler Ross (1993) quien planteó los aspectos psicológicos y emocionales por los que transita la persona que está a punto de morir. En México, esta disciplina ha sido desarrollada por Alfonso Reyes Zubiría fundador en 1988 de la Asociación Mexicana de Tanatología, donde ha publicado estudios sobre la muerte y el cómo morir. (Behar, 2002; Beltrán y Torres, 2011). La palabra “Tanatología” viene del griego Thanatos, nombre que en la mitología griega se daba a la diosa de la muerte; y del griego logos, el cual presenta varios significados como palabra, razón, estudio, tratado, discurso, sentido, etc. De aquí que la tanatología pueda definirse etimológicamente como “la ciencia encargada de encontrar sentido al proceso de muerte” (Behar, 2002). La tanatología es la disciplina que se encarga del estudio integral e interdisciplinario de la muerte; ésta reúne en su labor, elementos sociales que influyen en cada individuo y busca resolver las situaciones conflictivas que se presentan en torno a la muerte, el deterioro físico, la agonía, entre otros. Además, brinda a las familias la oportunidad de enfrentar la pérdida de una mejor manera, en forma positiva, dándole sentido al dolor; para en el momento en que llegue, pueda ser enfrentada de una manera diferente (Jáuregui, Ortiz, Romero, Salinas y Salinas).
Debido a que la tanatología es una ciencia interdisciplinaria, desprende diversas ramas que se encargan del estudio de este fenómeno desde diferentes perspectivas y enfoques; entre éstas se encuentran: la tanatología psicológica, la tanatología filosófica, la tanatología médica, la tanatología antropológica, la tanatología sociológica y la tanatología pedagógica. Con respecto a la tanatología psicológica, García (2010) argumenta que durante la década de los sesenta, las aproximaciones humanistas de Sigmund Freud, Melanie Klein, Erick Fromm, Gustave Young o Carl Rogers, influyeron en la atención psicológica que los hospitales ofrecían a los familiares de pacientes con enfermedades terminales; el psicólogo con orientación terapéutica se limitaba a escuchar el suplicio de los familiares, los pacientes, los médicos, las enfermeras o las trabajadoras sociales que tenían un contacto directo con enfermos terminales y en muchos de los casos, el terapeuta diagnosticaba un alto nivel de estrés. Debido a esto, desde un enfoque biopsicosocial, la atención tanatológica es definida como una intervención para disminuir el nivel de estrés indicado por percepciones de riesgo y utilidad, creencias en torno a la enfermedad y a la salud, además de actitudes hacia la muerte y la vida. Así pues, los tanatólogos de ésta área de la psicología, surgieron al descubrir la necesidad de tratamiento que presentaban las personas que se encontraban cerca de los pacientes con alguna enfermedad terminal; pero además, se observó ésta necesidad en los familiares de éstos pacientes debido la dificultad para formarse una concepción de la muerte y lo que se derivaba a partir de ella.
Beltrán y Torres (2011), mencionan que existen dos momentos principales para la intervención del tanatólogo: durante el proceso de morir del individuo y en el manejo del duelo de quienes le sobreviven. Además afirman, que la estrategia fundamental de intervención es la entrevista a profundidad tanto para el paciente como para la familia del mismo; a través de ésta se realiza una intervención en crisis en donde los individuos exponen sus sentimientos, aquí, la labor del tanatólogo es canalizar estos sentimientos buscando la reducción de la acción perturbadora que provoca la muerte si ya ocurrió o sobre la posibilidad o inminencia de la misma. Cuando la muerte ya se hizo presente, aparece lo que se conoce como duelo y es esto de lo que se encarga el tanatólogo, pues éste guía el proceso de duelo en las familias.
En la actualidad, la Asociación Mexicana de Tanatología menciona que esta rama de la psicología no solo tiene como objetivo ayudar al paciente a completar un ciclo de duelo adecuado ante la muerte de alguien cercano e importante, ni ante el diagnóstico de una enfermedad fatal; sino ante cualquier tipo de pérdida. De manera que para generalizar el campo de trabajo de la Tanatología se ha acudido a los términos de objeto y catexia, empleados por Freud en su teoría psicoanalítica, ya que la necesidad de desarrollar un ciclo de duelo ante una pérdida es directamente proporcional a la catexia depositada en dicho objeto. Esto quiere decir que entre más catectizado tengamos a un objeto más difícil será la elaboración del ciclo de duelo y así mismo más necesaria.
Desde esta nueva perspectiva, el tanatólogo es el profesional capacitado para ayudar en el proceso de duelo, así como en cualquier tipo de pérdidas significativas, a la persona que muere y a aquellas que lo rodean y su finalidad es procurar que al paciente o cualquier ser humano que sufra una pérdida se le trate con respeto y que conserve su dignidad hasta el último momento. Por esta razón, debe conocer el tema de la muerte y brindar apoyo durante todo el proceso de muerte, en la elaboración del duelo y así lograr vivirlo de una manera positiva. REFERENCIAS 1)
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Beltrán, F. y Torres, I. (2011). Una aproximación a la tanatología. Revista electrónica Medicina, Salud y Sociedad, 1 (3), 1-7.
Bravo, M. (2006). ¿Qué es la tanatología? Revista Digital Universitaria, 7 (8), 1-10. García, C. (2010). La estructura de la actitud hacia la atención tanatológica. Revista Fundamentos en Humanidades 11 (1), 121-132. Jáuregui, H., Ortiz, A., Romero, D., Salinas, I. y Salinas, L. Análisis tanatológico: un comparativo perceptual en las etapas de desarrollo humano. Centro Universitario México. Montes de Oca, G. (2006). Historia de los cuidados paliativos. Revista Digital Universitaria, 7 (4), 1-9.
Sánchez, F. (2002). Tanatología. Presentación del tema, en Acerca de la muerte. Curso de tanatología Colombia: giro Editores Ltda. 9-18.
Corría el mes de septiembre Pasábamos penas y hambre A tiempo como ella sabe y con palabras que no van llegó Nubia y nos propuso retomar un viejo plan Ya estábamos a prisa terminando los preparativos y por una cosa u otra la apertura no se hizo Como buena dama al auxilio llegó la calaca -Psychollogicallhome no las tendrá de banca Yo les tengo una mejor chamba a realizar Triste está mi panteón y ustedes lo vana amenizar Alguien con ese plan no estaba contenta Sonreía y meditaba mientras la miraba atenta Pero a la calaca no tomaría por sorpresa Ya le habían advertido de sus proesas… -Nubia!! No abras la boca te lo advierto Hay cosas raras en ti y eso lo presiento, ya me dijeron que de engañarme tratarás Amarrate este trapito y tu solita te despacharás y no me vengas con que no las vamos a aguantar Y que si cargo contigo me voy a cansar Ya voy anticipando esas cosas que te gusta hacer pero por más que intentes no me vas a convencer.
Nubia un poco emocionada dijo -que tal si me acompañas a llevar este pan en psychollogicallhome nos esperan y les contaré tu plan Ya estando por ahí por que no vas con un colega Y de a grapa Que te haga una que otra prueba Huesudita animate que te conviene, Mira que con el descuento pagarás lo que no tienes -Vamos! No sabía yo de los descuentos A mi sólo me propusieron una cuota sin aumento Marisol tiró a reírse no lo pudo soportar Nubia a la huesuda había logrado engañar Ella como siempre sacó su cámara fantasmal -Una foto!! Una foto!!! Y así recordaremos este final.
CERO Mi saldo disminuye cada día qué digo cada día cada minuto cada bocanada de aire muevo mis dedos como si pudieran atrapar o atraparme pero mi saldo disminuye muevo mis ojos como si pudieran entender o entenderme pero mi saldo disminuye muevo mis pies cual si pudieran acarrear o acarrearme pero mi saldo disminuye mi saldo disminuye cada día qué digo cada día cada minuto cada bocanada de aire y todo porque ese compinche de la muerte el cero está esperando
Mario Benedetti
UN ASESINO EN CRISIS. CAPITULO UNO
Psic. Gabriel テ]gel Torres Ramos
UN ASESINO EN CRISIS Capitulo Uno
Con seguridad el semblante de mi cara palidece al evocar el recuerdo de la historia que estoy a punto de narrar, cuando pienso en ello todavía me pregunto ¿cómo es que llegué a este punto? La verdad es que sólo me deje llevar y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde para cambiar de vida, pudiera parecer muy cómoda esa respuesta que me brindo a mi mismo, y en efecto lo es; es en el resumen de todas las explicaciones posibles que le encuentro a los acontecimientos de los cuales no solo fui testigo, también fui victimario y con el tiempo me convertí en presa, en una victima mas de mis propios actos. Comenzaré en un punto intermedio para que sea más claro lo que aconteció, y por que desde ese día mi vida daría un vuelco tremendo. Mis recuerdos son finos como la punta de un alfiler y hieren de la misma manera, sería absurdo pensar en el arrepentimiento después de lo que viví, por el mundo existe un sin fin de personas transitando por esta tierra que comparten en fantasías todo lo que he llevado a cabo, la diferencia radica en la decisión de actuar entre esas gentes y yo.
Todo comenzó un jueves; me encontraba a dos cuadras de mi casa, regresaba caminando de una visita que hice a una chica, la conocí en la universidad, la cita había resultado buena, nos besamos varias veces y quedamos en salir al día siguiente, el sabor de su boca aún era fresco entre mis labios y no podía evitar saborearlo. Al llegar a la esquina de mi calle, observé el automóvil de mi amigo Rafael Quintana, él se encontraba en su interior, sin saludarlo me subí y pregunté¿A dónde vamos?— No se dignó a mirarme, solo me respondió a su manera —Salió un trabajo, ¿quieres ir?—la pregunta era con sarcasmo, acompañada de una sonrisa burlona, nunca me había negado a acompañarlo a ningún trabajo—Voy por Pancha- Respondí, él se burlaba por ponerle ese nombre a mi 9mm. Bajé del auto con relativa carrera, ingresé en mi casa y saque el arma de la estufa, yo consideraba por alguna razón inexplicable que era un buen escondite (por lo menos era lo que yo creía), vivía solo y nunca cocinaba, me la guardé entre el pantalón y salí de mi hogar. Al subir de nuevo al auto Rafa me dijo que íbamos al centro de la ciudad. Nos estacionamos a media cuadra de un hotel cercano a la vieja central de autobuses. Eran casi las once de la noche, el centro de la ciudad de M… estaba húmedo después de una lluvia tardía que cayó minutos antes, incluso podría decir que se respiraba ya el aire frío de noviembre.
– Ese es – Me dijo Rafael con un tono calmado, encendió un cigarrillo y se recargó en el respaldo. Cada vez que trabajábamos juntos yo me preguntaba como hacía para estar tan sereno. Para mí era difícil, ciertamente estaba acostumbrado a lo que hacíamos, pero nunca pude ignorar los nervios que me recorrían cuando íbamos a matar a alguien. Recuerdo bien al tipo que matamos ese día; Rafa me dijo que se llamaba Vicente Villegas, se bajó de una camioneta del año de color negro. Era mediano de estatura, moreno claro, barba de candado, de unos treinta y cinco años. Pocos minutos después de que lo vimos entrar al hotel, sonó el celular de Rafa, contestó, algo le dijeron y colgó, rápidamente colocó el silenciador. -guachame- me dijo, era la señal para que vigilara.
Se bajó del auto, en ese mismo instante Villegas salía del hotel, se le acercó de frente, con la cabeza ligeramente agachada, yo miraba atónito, lo interceptó al momento que se disponía a abordar su camioneta, sacó la pistola que traía oculta en la sudadera y le pegó un tiro en la cara, Villegas calló de espaldas hasta el suelo, sé que la bala no le atravesó la cabeza, de ser así hubiera impactado en el cristal de la camioneta. Ya en el piso, Rafa le disparó nuevamente, esta vez en la frente, le descargó siete tiros. El cuerpo de Villegas quedó inerte, mi compañero dio media vuelta y se subió al carro, rápidamente nos alejamos del lugar. – ¡Estaba solo! — Pensé en voz alta.
- No estaba solo — Inquirió Rafael Su familia está en el hotel — Sus palabras me helaron, aunque estoy seguro de no haber hecho expresión alguna. Rafa puso un CD de banda muy animado, parecía como si nada hubiera pasado, de pronto advertí que mí arma estaba entre mis piernas, la había sacado para cuidar la espalda de mi amigo, la impresión que tuve al saber que la familia de Villegas estaba en el hotel me turbó de tal manera que olvidé guardarla. •Rafa me asombró en varias ocasiones, sin embargo, esta vez tuve el sentimiento de que mí querido amigo se había despojado de toda vergüenza a la hora de jalar el gatillo, anteriormente me confesó que los remordimientos lo perseguían de forma fantasmagórica, lo acosaban no solo en los sueños, se hacían presentes en cualquier lugar, a cualquier hora. Aunque yo no dudaba de las penurias de Rafa, algo era seguro; esos fantasmas habían desaparecido, no podía imaginarme otra explicación, la saña con la que mato a ese hombre me decía en lo que nos estábamos transformando.
El destino, me guardaba una mala pasada, y el nombre del sujeto muerto en nuestras manos sonaría más de una vez en mi camino. Conocí a Rafael Quintana en la preparatoria, para ser sincero admito que no me hacía gracia en un principio, en realidad me caía mal, aunque de algún modo llamaba mi atención su forma de ser, y ciertamente, su carácter no ha cambiado mucho desde aquellos días. —Me pasa con todos—Me dijo en alguna ocasión, cuando en una borrachera le hice saber que era mi mejor amigo, teníamos 17 años, también le confesé que mi primera impresión hacia su persona no fue la mejor, por eso me respondió de esa manera, de hecho parecía saberlo. Todos comentaban lo mismo, decían cosas favorables y aprobatorias hacia Rafael Quintana y coincidían que en un principio no era su persona favorita. Rafael era fornido, mediano de estatura, de tez morena, con el cabello negro y ligeramente quebrado, tenía cejas muy pobladas y una mirada pesada. Con una personalidad magnética, Rafa casi nunca fue indiferente ni pasaba desapercibido ante las personas, podían llegar a apreciarlo desmedidamente u odiarlo de igual manera.
Nunca fue, a mi parecer, un tipo muy atractivo, aunque traía varias jovencitas tras de él. Por aquella época preparatoriana lo vi pelearse a golpes en diversas ocasiones, no digo que fuera un bravucón ó muy bueno para los trancazos, pero nunca se dejó menospreciar de nadie, no comenzaba las peleas, al contrario, trataba de evitarlas, sin embargo se le sacaba de sus casillas con relativa facilidad, los motivos parecían siempre los mismos—Me tienen envidia—Me decía con cierta arrogancia, pero decía la verdad, al menos así me lo parecía. Llegué a platicar con personas con las que no simpatizaba y descubrí que no les agradaba su mirada, la que de forma permanente fruncía el seño, es lo mismo que yo pensé al principio. Sin embargo, lo que en realidad te da rabia de un hombre como Rafael, es que sabe sonreír y cuando lo hace las personas le sonríen, le brindan el gusto de verle. Si pudiera describir a todas las personas con las que convivía, podría sintetizar que ninguna era semejante, no existía un prototipo de persona que le agradara mas, la variedad era extensa en sus amistades. Parecía encajar con cualquier persona que estuviese dispuesta a brindarle s u amistad.
•Ya en mi casa, después de terminar el trabajo con Villegas, sentado en el borde de mi cama, meditaba en torno a lo ocurrido minutos antes. No parecía un trabajo como los anteriores. Rafa me dijo después de la ejecución, que nos pagarían cien mil pesos, eso no era normal, nosotros, ó más bien él, ponía una cuota que rara vez variaba (treinta y cinco mil pesos por cabeza), la gente por lo regular, preguntaba cuanto cobrábamos, o al menos eso es lo que Rafael me expresaba, lo que me hacía suponer que sin cuestionar nuestra tarifa, ofrecieron esa cantidad, nos arriesgábamos demasiado porque la mafia del centro del país se encargaba de las ejecuciones grandes, además los sicarios no cobraban por ejecución sino que tenían un sueldo y tenían que matar todo lo que les ordenarán por siete mil pesos al mes, eso nos puso en una situación difícil ya que cada muerte atraía a policías y en algunos de los casos a federales y soldados, nada bueno para la mafia, nuestros “contratos” siempre fueron por teléfono, las personas que pagaban nuestros servicios nunca nos conocieron, nosotros a ellos tampoco, jamás hasta ese momento, me pregunté para quien trabajábamos.
La dinámica era mas o menos así: Rafa tenía un conocido al que llamábamos “El Dedo”, que conseguía a las personas que necesitaran de un trabajo, por mi parte, deje que mi amigo se encargara de todo ese movimiento, que a mí se me antojaba bastante desagradable, después de todo, matar personas ya era de por si, un acto que me causaba conflictos con mi conciencia. •Los cobros del dinero eran por medio de una cuenta que abrí con un nombre falso, teníamos una tarjeta de debito y cobrábamos cuando lo requeríamos, por cierto que la cuenta tenía mucho dinero para ese entonces, por lo que recomendé sacar la mayor cantidad posible, después de las ejecuciones Rafa llamaba a su conocido y reportaba que habíamos terminado, el dinero se depositaba la mitad al contactarnos, la otra mitad al terminar el trabajo, por lo regular al día siguiente, después; sacábamos una cantidad determinada que nos cobraba el amigo de Rafa por conseguir el cliente, le era entregada en persona por mi compañero, yo no lo conocía hasta ese entonces. Este a su vez, tenía una labor que, a mi parecer, era de lo más complicado, se encargaba de proporcionarnos las direcciones de nuestras victimas, en la mayoría de los casos teníamos fotografías de los mismos, nombres, edades, profesión, dirección del trabajo y a veces nos proporcionaban datos como queriendo ayudarnos, por ejemplo; en alguna ocasión nos indicaron que un sujeto padecía de una enfermedad del corazón – Como si lo fuéramos a matar de un susto – me dijo Rafa burlándose.
•Para tal caso llevábamos ya un total de veintiún masacrados en catorce trabajos, y eso tan solo en dos años de profesión. Cabe destacar, que en algunas ocasiones matábamos a mas de uno por encargo, no por que fueran parte del contrato, sino por que se encontraban con las victimas, las cuales a su vez, pudimos darnos cuenta en mas de una ocasión, que se trataban de sujetos peligrosos, por que al oír disparos, contestaban el fuego con ferocidad, aunque nunca, hasta ese día, habíamos recibido una bala, y en cambio, no dejamos jamás un solo testigo con vida. Lo extraño que se me hacía este asesinato, me obligó a indagar en lo que ocurría, y decidí actuar al día siguiente Continuara…… En Psychologicall Home Vol. 16
Liliana Bucio con la muerte se encontró La calaca caprichosa, al panteón se la llevó Pero como buen psicóloga, a la flaca hipnotizo Y en menos de una hora, del más allá regresó La huesuda enfurecida una promesa gritó De que me traigo a la Bucio, eso se los juro yo y rápido como el viento, al consultorio llegó sorprendiendo a Liliana en Psychologicall Home Ahí estaba la psicóloga, con su terapia infantil Cuando la muerte canija, le dijo llego tu fin Liliana muy tranquilita, despidió a un chiquitín Y le dijo a la calaca, ahorita te atiendo a ti Ay huesuda testaruda, que haces tú por aquí Ni Susano y sus ideas, me han hecho tanto sufrir La calaca inconsciente, que la quiere persuadir Si te vienes tú conmigo, inmortal vas a salir
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