SEQUÍA Y CAMBIO

CLIMÁTICO: UNA VERDAD INCÓMODA PARA EL PP

El Senado tiene que hablar de la sequía. Hacerlo sobre los efectos -desiguales- en el territorio, en la agricultura, en la ganadería, en la industria, en el abastecimiento domiciliario. También sobre las causas, el impacto del cambio climático. Especialmente, hay que hablar de la gestión de la escasez.

Al PP se le olvida esta cuestión y omite la importancia de los planes hidrológicos y de los planes especiales de sequía. La omisión es deliberada, así puede moverse en la contradicción permanente: mencionar la sequía y a la vez sostener que hay agua de sobra, como dice el presidente de Murcia.

Su única propuesta es el trasvase y, como en Doñana, ofrecer una expectativa de un agua que no tenemos, incumpliendo una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra el Plan Hidrológico del Guadalquivir 2015-2021, aprobado cuando gobernaba el PP.

Es un error enfrentar desarrollo económico y protección ambiental, como fue un error intentar enfrentar salud y economía. Sin medio ambiente, como sin salud, no hay economía. Y es un error dañar la reputación de nuestros productos alimentarios destinados a mercados exigentes con la protección ambiental.

Desgraciadamente, el PP incurre en los dos errores, por insolvencia o por mala fe.