LA UNIÓN DEL PUEBLO - BOLETIN INFORMATIVO - 2015

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LA

UNION

DEL PUEBLO

BOLETIN MENSUAL DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT) AÑO IV ● NUMERO 1 ● 1,00 €. ● ENERO 2012 ________________________________________________________________________________________________________

¡YA SOMOS LEGALES! El PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (ORT-PTE), que naciese de la UNIFICACION en 1979 del Partido del Trabajo de España (PTE) y de la Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT), a pesar de ser la mayor organización política comunista, al margen del PCE, con una militancia ejemplar, altamente concienciada y activa y que contaba con un gran respaldo popular en los años previos a la transición, DESAPARECIÓ en 1980 pillando desprevenidos a los miles y miles de militantes que estaban ajenos a los avatares que se venían sucediendo en las altas esferas del Partido. Las causas que llevaron a la desaparición del PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (ORT-PTE), fueron muchas y variadas, según quien las cuente, no obstante, la realidad fue que DESAPARECIO, sin que ni siquiera su Comité Central tomasen esa decisión, simplemente parte de dicho comité, se desmarcó de la continuidad orgánica en un momento de gran crisis interna, ante la imposibilidad de seguir influyendo en las masas y ante las posturas discordantes que había en el seno del Partido, principalmente sobre la UNIFICACION y las posturas IDEOLOGICAS y ESTRATEGICAS. La desaparición, arrastro a otras muchas organizaciones políticas del entorno comunista, muchos de los ex militantes de la ORT y del PTE pasaron a la inactividad política, otros (los menos), buscaron cabida en organizaciones con representación municipal, autonómica y/o estatal, sobre todos los mas de 400 Concejales (11 de ellos provinciales) y 20 Alcaldes, que fueron elegidos en las elecciones municipales del 1979 previas a la desaparición, donde el partido (la suma de ORT y PTE) consiguió mas de 325.000 votos y otros muchos ex militantes,


continuamos en la lucha en muy diferentes organizaciones sindicales y políticas, así como en movimientos sociales alternativos. Tras más de 28 años desde su desaparición, el 20 de Febrero de 2009, el PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (ORT-PTE), volvió a la vida política. El 7 de Marzo de 2010 el PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (ORT-PTE) celebró en Madrid, un Congreso Extraordinario, en el que se aprobaron las nuevas Bases Políticas, los Estatutos Orgánicos, los nuevos Órganos de Dirección y las línea del trabajo político, así como el cambio de las siglas del Partido en la nueva etapa, (sustituyéndose ORT-PTE por PTE-ORT). Desde entonces una incesante actividad llevada a cabo por el nuevo PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTEORT), formado por un buen número de ex militantes del las antiguos ORT y PTE, así como de otros muchos nuevos militantes provenientes de diferentes organizaciones y activistas independientes sin militancia previa, han hecho posible: - Que el partido se encuentre nuevamente cohesionado como organización en distintas partes del estado. - Que la gran mayoría de organizaciones políticas extraparlamentarias, de nuestra espera comunista, con las que mantenemos relaciones institucionales, reconozcan y se alegren de la vuelta del PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT). - Que nuestra presencia en los entornos de los movimientos alternativos y plataformas sociales, este sirviendo de apoyo a las luchas que éstos vienen manteniendo, especialmente en el Movimiento Republicano. - Que se esté hablando activamente en el seno de diferentes organizaciones comunistas, de la necesidad de la creación de un solo, único y verdadero Partido Comunista (que no el actual PCE), como herramienta imprescindible para la emancipación de la clase obrera. Pero el mayor fruto conseguido de la actividad política de los actuales militantes del Partido es, que el pasado día 22 de Octubre el Ministerio del Interior, una vez exigidas y analizadas TODOS las actas y documentos de las reuniones habidas desde nuestra vuelta, a procedido a la REACTIVACIÓN OFICIAL (legalización inscrita en el Folio 323, Tomo I del Registro de Partidos Políticos) del PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT), con lo que se abre un nuevo camino de legalidad, que nos hará caminar con menores dificultades, hacia nuevas metas revolucionarias en defensa de los interese de la clase trabajadora. En la misma fecha, el Ministerio del Interior ha procedido también a la MODIFICACION OFICIAL del nombre de las siglas del Partido (ORT-PTE por las de PTE-ORT), tal como recogen los nuevos estatutos, aceptados por el citado ministerio y aprobados el 7 de Marzo de 2010 durante el Congreso Extraordinario al que anteriormente hicimos referencia.


Por su lado el Ministerio de Hacienda, ha asignado al PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT), por primera vez en su historia, el CIF DEFINITIVO, que nos habilita legalmente para poder articular todos los aspectos monetarios para nuestra financiación y actividad que la ley nos permite, que necesitemos y que creamos oportunos para el desarrollo del Partido. Llegados a este punto de NO RETORNO y de CONTINUIDAD POLITICA: El PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT) LLAMA a los MILES de ex CAMARADAS, ex SIMPATIZANTES Y AMIGOS, que en otro tiempo formaron parte de la anterior etapa de nuestras organizaciones, a que VUELVAN A NUESTRAS FILAS y REINICIEN LA LUCHA POR EL CAMBIO SOCIAL en defensa de los intereses de la clase trabajadora y el pueblo, como lo hicieron anteriormente en el PARTIDO DEL TRABAJO DE ESPAÑA (PTE) -1968/1979- y la ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA DE LOS TRABAJADORES (ORT) -1969/1979-, precursores de nuestro ACTUAL partido, toda vuestra colaboración será poca. Del mismo modo LLAMAMOS a UNIRSE a nosotros a cuantas pequeñas organizaciones comunistas, locales y/o estatales, activistas y ciudadanos estén interesados en una MILITANCIA ACTIVA, dentro de una organización revolucionaria, con una larga e histórica trayectoria de lucha contra la dictadura de Franco y que reaparece con el mismo espíritu de trabajo y combate de otro tiempo. Estamos creando y desarrollando el NUEVO: PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT)............ PARTICIPA Y AFILIATE. ¡¡ POR LA CLASE TRABAJADORA Y EL PUEBLO !! ¡¡ POR EL PAN, EL TRABAJO Y LA LIBERTAD !! ¡¡ VIVA, EL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES DE ESPAÑA (PTE-ORT) !!

LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS en el siglo XXI.Reflexiones del Secretario General del PTE: Marc P. Palomo: Para centrar el análisis posterior, quiero apoyarme en los planteamientos prácticos del Marxismo expuestos por Lenin y Mao Tse-tung que recoge el documento del Comité Central del Partido Comunista de España a propósito del 1ª de Mayo de 1987, donde decía: “Desde que Marx fundamentó el papel histórico del proletariado


hemos recorrido un largo y sinuoso camino que nos ha permitido acumular la más rica experiencia de lucha que clase anterior alguna. La doctrina de Marx se impuso en dura lucha contra todas las corrientes pseudo-socialistas y anarquistas de su época, fortaleciéndose hasta demostrar su veracidad y poderío”. Así se estableció la primera etapa del marxismo. “Con Lenin, maestro y guía de la Gran Revolución de Octubre, nuestros principios son elevados a una nueva etapa. Lenin resolvió problemas nuevos que la lucha de clases planteaba en el imperialismo: nos dotó del instrumento imprescindible para la toma del poder -el Partido Comunista-, partido de vanguardia del proletariado forjado en la lucha contra el viejo revisionismo y la caduca sociedad explotadora; nos planteó la caducidad de las democracias burguesas y la necesidad de su destrucción por la violencia revolucionaria para implantar la dictadura proletaria como única forma de estado de la nueva sociedad sustentado en la alianza de la clase obrera con las clases revolucionarias de la sociedad para avanzar en la construcción del socialismo hasta el comunismo, la sociedad sin clases”. Así se constituyó la segunda etapa del marxismo (marxismo-leninismo). “Y con el Presidente Mao Tsetung, nuestros principios son elevados aún más. El resolvió la Revolución de Nueva Democracia para países atrasados; desarrolló la filosofía marxista especialmente sobre la contradicción; nos dejó grandes enseñanzas en economía política, principalmente en cuanto a la primacía de la política sobre la economía y la importancia decisiva de las masas en la transformación de la sociedad; hizo aportes en el socialismo científico destacando la fundamentación sobre la lucha de líneas en el seno del Partido; nos enseñó a continuar la revolución bajo el socialismo con la Gran Revolución Cultural Proletaria, eficaz arma para combatir a los elementos burgueses que pugnan por restaurar el capitalismo y para revolucionar constantemente a las masas hasta lograr que el hombre cambie de alma. Así vemos cómo los aportes del Pte. Mao son de indiscutible validez y aplicación”. Así se constituyó la tercera etapa del marxismo (marxismo-leninismo-maoismo). “Pero el marxismo se eleva a cumbres más altas aún. Lenin enseñó - salvo el poder, todo es ilusión- y el Pte. Mao Tsetung plantea -el poder nace del fusil, pues sólo con fusiles transformaremos el mundo- .Nos dotó de la más alta estrategia político-militar jamás lograda: la guerra popular, guerra que se sustenta en las masas bajo dirección del Partido Comunista. La guerra popular es hoy la única y verdadera doctrina militar del proletariado y su forma principal de lucha con la que barreremos al imperialismo y a la eacción mundiales; guerra popular aplicable a las condiciones concretas de cada país, trátese de revolución de nueva democracia, socialista o cultural”>. Pues bien, quiero con lo hasta ahora expuesto, manifestaros mi reflexión sobre el pasado y futuro de los comunistas del mundo, en esta etapa de dominación económica capitalista y su afán de repartirse el mundo:


Que duda cabe que el planteamiento, de cómo llegar al Comunismo, que en su día tenían tanto Lenin como Mao, no tendría el respaldo del pueblo en el momento que vivimos, por las diferencias sociales que había entonces y las que hay ahora. El pueblo hoy, está inmerso en opciones de mejora social y disfrute que la sociedad capitalista le da y está mas alejado de los deseos de lucha revolucionaria y de militancias en organizaciones y partidos políticos, de lo que estaba entonces, lo que hace necesaria una estrategia muy diferente de la que en aquellos tiempos de movimientos sociales repartidos por el mundo, inspiraron las tesis comunistas tal como las conocíamos de la mano de Lenin y de Mao Tsetung principalmente, ya que los fundamentos del marxismo-leninismo, siguen estando vigentes hoy en día, y son necesarios para una mejora real de las clases trabajadoras, pero no así, el camino para llegar a ellos. Hablar hoy en día a la mayor parte de la sociedad y en especial a los jóvenes, de luchar por ejemplo, por la “dictadura del proletariado”, solo haría que alejarnos de las masas, que mayoritariamente están acomodadas y más aún si les decimos que la alternativa para llegar a ello, sería la “lucha armada”. El movimiento de masas, es el instrumento para avanzar en este sentido, las reivindicaciones sociales actuales, son muy diferentes a las de existentes cuando se constituyeron los Partidos Comunistas tradicionales, hoy en día el Movimiento Comunista Internacional tiene que aprovecharse de los recursos que le da la sociedad capitalista, entremezclarse con las clases trabajadoras para lograr pequeñas batallas, con objetivos a corto y medio plazo, que nos acerquen a la mayor rapidez posible, hacia los objetivos marcados por el comunismo. Sin mensajes “utópicos” que no hacen si no, que el pueblo nos vea “alejados de la realidad”, así pues uno de los principales trabajos de los comunistas del siglo XXI es el de “educar a la clase trabajadora” en los tiempos que vivimos hacia la solidaridad y la participación en los movimientos sociales y de masas, para que podamos incidir y controlar (para luego cambiar), los mecanismos con los que cuenta la sociedad capitalista, enseñar a la clase trabajadora lo que es y significa el comunismo, porque sigue vivo y porque es la única alternativa viable para los cambios sociales en el mundo. Por tanto es necesario, adecuar el mensaje y la estrategia, definir nuevas tesis políticas comprometidas con las demandas sociales, que recoja todo lo bueno que tienen las doctrinas, principalmente de Marx y Lenin y que se apoye en las opciones que hoy nos da el capitalismo, como el Marketing, Internet, las Nuevas tecnologías, la Publicidad, la legalidad aparente de Democracia… etc. Por ese motivo, la creación de un “Partido Comunista Común”, que aúne a todos los movimientos comunistas que se desarrollan en cada país, es necesario para conducir este nuevo trabajo y esta nueva etapa de “formación ideológica” de la sociedad.


Para llegar a este nuevo “Partido Comunista Común”, no basta con el desarrollo de un Congreso Constituyente de Unificación de todos los Comunistas, antes de plantearnos cualquier unificación de los comunistas, es necesario que caminemos juntos durante cierto tiempo, que nos movamos en la misma dirección y trabajar por el desarrollo de un Encuentro Estatal de Organizaciones Comunistas, por pequeñas que sean, para sentar las bases del trabajo futuro, sobre la premisa de lo que ya nos une -nuestra filosofía- y con el objetivo de coordinar esfuerzos, compartir metodología, desarrollar acciones y marcarnos objetivos, en resumen de “hablar todos el mismo lenguaje” ante las masas, pues solo así, cuando el pueblo perciba la unidad de acción de los comunistas y perciban que trabajamos juntos, creerán y se unirán a nosotros. Y en este sentido, es necesario crear esa marea de militantes, que trabajen por la unión de todos los comunistas españoles, en un solo partido adaptado al siglo XXI, que bajo la filosofía marxista-leninista, se nutra por un lado de cuantas aportaciones filosóficas han hecho el resto de lideres marxistas a lo largo de la historia y por otro de las experiencias prácticas se vayan produciendo en cualquier parte del mundo y que nos acerquen hacia la transformación de la sociedad capitalista en otra mucho mas justa para el pueblo en general. Es necesario, que de ese Encuentro Estatal de Organizaciones Comunistas, salga la creación de un Movimiento político común de la vanguardia comunista, que conduzca nuestro trabajo Al Socialismo, adaptado a la nueva situación social que vivimos, que reconociendo los logros y beneficios con los que cuenta la mayoría de la sociedad, defienda y coordine, por un lado la solidaridad y la acción entre los partidos comunistas involucrados en este movimiento y por otro lado prepare la condiciones oportunas para que ese futuro Congreso Constituyente de Unificación de todos los Comunistas pueda celebrarse, promulgando ante la sociedad actual, la defensa de la transformación de la sociedad capitalista, en una sociedad socialista, por el propio convencimiento de las masas y no exclusivamente por el “fusil”, como preconizaban Lenin y Mao Tse-tung y como recogen, aún hoy en día, algunos “manifiestos comunistas actuales”, el modo de derrocar el capitalismo, lo marcará la historia en su momento, aunque presumiblemente la respuesta del capitalismo al levantamiento de las masas nos lleve a las “armas”. El desarrollo de un Movimiento Al Socialismo, formado por todos los comunistas, que sirva de “paraguas ideológico común” de todos los comunistas y que coordine la acción, sin perder cada uno su identidad y que servirá también para que la futura unificación de los comunistas, sea bien entendida por los militantes de cada organización y por el pueblo en general. Por todo esto, se hace cada día mas necesario, la creación en España de un nuevo “Partido Comunista” adaptado a los cambios vividos en el siglo XXI, con un funcionamiento interno basado en el “centralismo democrático”, adaptado a nuestro tiempo, se fundamente principalmente en las bases comunes a la mayoría de los comunistas, el Marxismo- Leninismo y que nos guíe al socialismo, como paso previo al comunismo y la sociedad sin clases.


La CUC por la III REPÚBLICA.- Una vez conocidos los resultados electorales del 20 de Noviembre, tenemos que lamentarnos por el importante retroceso que supone, para todos los trabajadores y ciudadanos, la victoria del Partido Popular, que sin lugar a dudas nos llevará a una dura etapa de recesión y merma de los derechos cívicos y sociales conquistados durante años y nos hará pagar mas duramente la crisis en la que nos ha metido el poder económico capitalista y muy especialmente los bancos. Durante años, los gobiernos alternativos del PSOE y del PP han venido practicando políticas económicas encaminadas a hacer más ricos a los poderosos y más pobres a la clase obrera. La socialdemocracia y el neoliberalismo han arropado además un sistema político encabezado por una monarquía impuesta por un dictador fascista y que, entre otras cosas, supone un coste económico de más de 14 millones de Euros y mientras tanto los trabajadores explotados, pasando penurias y sacrificados en esta crisis tan atroz. Las políticas económicas del PP y del PSOE nos han endeudado a todos, convirtiendo en deuda pública la deuda privada de la especulación de los bancos, las constructoras y grandes empresas, deuda cuyo pago quieren que salga del sudor y el sacrificio de la inmensa mayoría de los trabajadores. El PP empeorará la situación con el único objetivo de salvaguardar el capitalismo y de paso a la monarquía que lo sustenta en España. Los trabajadores, si no queremos seguir sufriendo cada vez más, tenemos una gran tarea por delante: cambiar el modelo económico y social que nos arruina, trabajando para ello por desterrar la monarquía y derribar al capitalismo salvaje. Para ello nuestra coordinación en las diferentes luchas sociales, de la juventud, de la mujer, de los trabajadores, de los jubilados, de los inmigrantes, etc., se hace cada día más necesaria. Cambiar el sistema es una cuestión de subsistencia para nuestro futuro. Cambiar el poder de manos es una necesidad que hay que hacer realidad. Sin el poder ejercido por los trabajadores, el beneficio de nuestro sudor y del desarrollo, seguirá cayendo de las manos de los que ahora son poderosos. La lucha por la República es imprescindible para cambiar el sistema; una república donde el poder lo tenga el pueblo, que distribuya más justamente la riqueza entre quienes la generamos y no entre los que hasta ahora se la han apropiado; una república donde la justicia social acabe con la discriminación de la mujer en todos sus ámbitos; que dé esperanza a los mas jóvenes y protección a nuestros mayores; donde los ciudadanos que vivimos en España, indistintamente del lugar del mundo que vengamos, nos sintamos libres; una República que nos haga caminar hacia la única sociedad posible de igualdad: el Socialismo.


Pero para estos grandes propósitos, la clase obrera necesita una herramienta primordial que ahora no tenemos: un Partido Comunista fuerte y verdadero que nos guíe y nos coordine en esa ardua tarea, por lo que es necesario que todas las organizaciones que nos definimos como comunistas hagamos esfuerzos por caminar unidos hacia un mismo objetivo. Si en otro tiempo nuestra unión fue para el derrocamiento del fascismo, ahora debe ser para el derrocamiento de la monarquía y del capitalismo; no hacerlo seria poner excusas, amparándonos en el sectarismo. La desunión de los comunistas hace al capitalismo más fuerte. El movimiento comunista que actualmente quiere representar a la clase obrera española todavía tiene una escasa de implantación en la sociedad; los resultados cosechados en las pasadas elecciones generales por las candidaturas comunistas han mejorado pero son insuficientes, La realidad es que aún no somos capaces de incidir en el tejido social como sería necesario; que esto se alargue en el tiempo de forma indefinida o que invirtamos lo antes posible esta tendencia depende de nosotros y de nuestra UNIDAD. Por esto, las organizaciones que hoy formamos Coordinación de Unidad Comunista (CUC), llamamos a todos los comunistas a no retrasar más nuestra acción conjunta en pro de la emancipación de la clase trabajadora y el pueblo; no hacerlo supondría en sí mismo una traición a nuestros postulados políticos y revolucionarios. Apelamos también al pueblo en general a luchar junto a nosotros por la III República y por una sociedad sin explotadores ni explotados. POR LA JUSTICIA SOCIAL, EL TRABAJO Y LA LIBERTAD POR LA UNIDAD COMUNISTA Y LA UNIDAD POPULAR VIVA LA III REPÚBLICA Y VIVA EL SOCIALISMO COORDINACION DE UNIDAD COMUNISTA: coordinacionunidadcomunista@gmail.com Colectivo Comunista 27 de Septiembre Partido de los Trabajadores de España (PTE-ORT) Unión Plataforma Comunista de Asturias


Sección sobre las BASES POLITICAS DEL PTE.En esta sección iremos dando a conocer, en cada uno del Boletines, todos los contenidos de la Bases Políticas del actual Partido de los Trabajadores de España (PTE-ORT) aprobados el 7 de Marzo del 2010, en su Congreso Extraordinario ó III Encuentro Estatal del PTE (se habían celebrado otros dos Encuentros Estatales más, los días 21 de Febrero y 20 de Junio del 2009 ), que en la historia del Partido supuso el I Congreso Federal del Partido de los Trabajadores de España (PTE-ORT). “Congreso de Unificación entre PTE y ORT del 7 de Julio de 1979. (Comité Central Electo)”

PRELUDIO A LAS BASES POLITICAS.UNA AUTO-CRITICA NECESARIA. 1.- La crisis del socialismo científico en España. La actual grave crisis de los comunistas en España es debida fundamentalmente a nuestros propios errores y limitaciones. En el pasado, ha sido frecuente achacar a factores externos a nosotros el hecho de que no haya sido posible materializar el Estado socialista en España. Ello es ajeno a la realidad y al materialismo dialéctico. La primera condición para aprender de nuestros errores es reconocerlos. El desarrollo del capitalismo español hasta su última fase imperialista, la incapacidad actual del imperialismo monopolista español de desarrollar nuevas fuerzas productivas en armonía con la naturaleza sobre la base de una ciencia y tecnología propias, su sometimiento a la división del trabajo impuesto por los principales monopolios europeos, desguazando nuestra industria y agricultura, quedando como reducto del subsector turístico y estimulador de la creación de capital especulativo mediante el sector inmobiliario. Todo ello, después de cientos de años de desarrollo capitalista, demuestra que el poder de la burguesía se apoya más en nuestra debilidad que en su propia fortaleza. El socialismo científico o marxismo solo se puede desarrollar y revalorizar si se aplica a las condiciones concretas de cada país. Si esa aplicación no tiene lugar, el marxismo entra en crisis y languidece, porque el marxismo no son sólo las obras de Marx, sino también el proceso histórico de la lucha de clases posterior que lo ha de desarrollar en cada país. Las causas de la


actual situación en España, hemos de buscarlas dando prioridad a los factores internos, y estudiando en segundo lugar los factores externos. Ello es acorde con el materialismo dialéctico marxista que señala que, en general, los factores fundamentales en el desarrollo de un fenómeno dado, son las contradicciones internas de ese fenómeno, ocupando los factores externos el lugar secundario. En este aspecto, como en los demás, se trata de recuperar el socialismo científico, desvirtuado en la teoría y en la práctica por el reformismo y el dogmatismo, las dos peores lacras, que actúan de forma conjunta y que hoy en España hasta ahora, han impedido el desarrollo de un potente Partido Comunista. Los comunistas no podemos por menos que asumir la tradición comunista en España y hemos de asumirla con sus aciertos y con sus errores. Por ello no eludimos nuestra responsabilidad colectiva como comunistas tanto en la situación actual, como en sus antecedentes. 2.- La política dependiente de los comunistas en España. El PCE nació al calor de la lucha de clases en España, pero influenciado, como la gran mayoría de los partidos comunistas en sus comienzos, por la primera Revolución proletaria victoriosa, la Revolución de Octubre en Rusia. Durante el período inmediatamente anterior y posterior a dicha revolución, y ante el ascenso de la lucha de clases en Europa, el Partido Comunista bolchevique, alentó la consigna de "Revolución Mundial". El desarrollo de los acontecimientos demostró que cada país tenía un grado de desarrollo del capitalismo diferente, el proletariado un grado de conciencia diferente, y su vanguardia, el partido obrero, un desarrollo y capacidad diferentes. A pesar de la existencia de una Internacional Comunista, los factores internos de cada país pudieron más que la voluntad subjetiva de los bolcheviques. Posteriormente, ante el ascenso del fascismo, la Internacional Comunista, dio la consigna de materializar Frentes Populares en toda Europa. Estas dos consignas, fueron asumidas literalmente por los comunistas en España. La consigna de Revolución Mundial impregnó el concepto de internacionalismo proletario de un carácter seguidísta respecto a todas las políticas y directrices emanadas de la URSS, confundiendo la necesaria identificación ideológica con la imposible identificación de estrategias y tácticas políticas en países distintos. La de "Frentes Populares" fue aplicada en España, dándole soporte fundamentalmente electoral, sin organizar suficientemente al pueblo en la defensa de la acción progresista del Gobierno de Frente Popular. En 1.935, el PCE, aún muy minoritario, comienza a organizar militarmente pequeños destacamentos armados del pueblo. A pesar de dicha debilidad, cuando se produce el triunfo electoral del Frente Popular, se comienzan a acometer medidas antioligárquicas que atentan directamente contra los intereses de la clase dominante. El levantamiento fascista encontró al pueblo prácticamente desarmado y desorganizado pues el PCE aún tenía influencia minoritaria respecto al resto de fuerzas políticas. Las favorables condiciones objetivas, posibilitaron la toma de medidas de Gobierno antioligárquicas por parte de los partidos populares. Sin embargo, no hubo relación entre las medidas tomadas por el gobierno de Frente Popular y el grado de organización político y militar


del proletariado. Por parte del PCE faltó un análisis propio de las condiciones reales de aquellos momentos. El papel de los comunistas en la guerra civil fue heroico. Sin embargo, cuando la guerra civil aún no estaba plenamente decidida, una parte de los dirigentes del Partido, abandonaron España camino del exilio. Este grave suceso, avalado por múltiples testimonios, demostró una importante debilidad ideológica y política en parte del PCE. A partir del término de la guerra, los análisis autocríticos no se producen con la profundidad y sinceridad necesarias, abriendo paso a la teoría según la cual, los factores determinantes de la pérdida de la guerra, fueron los apoyos internacionales al franquismo de italianos y alemanes y la falta de colaboración con la República de los gobiernos europeos "democráticos". La II Guerra Mundial y el papel heroico que en ella jugó la URSS, acrecentó aún más la dependencia del PCE respecto al exterior. A diferencia del PCCh que se atrevió a afianzar su línea política propia aún a costa de desoír los erróneos consejos de Stalin respecto a la alianza con el Kuonmitang, el PCE confió más en el aislamiento internacional del franquismo a la caída del nazismo, que en el trabajo organizado del Partido en el interior. Ello facilitó el abandono del maquis y la falta de reorganización de las fuerzas que quedaron en el interior en los primeros años de la posguerra. El seguidísmo del Partido respecto a la URSS, volvió a manifestarse cuando en 1.956 se celebra el XX Congreso del PCUS. Las tesis de Kruschev aprobadas en dicho Congreso, acerca de la "evolución pacífica al socialismo" y la abolición de la dictadura del proletariado, fueron trasplantadas rápidamente por la dirección del PCE, plasmando dichas ideas en la política de "reconciliación nacional" y "Pacto por la Libertad", que sirvió de base para posteriormente proceder a la reforma del franquismo y a la sumisión a la política del capital monopolista en la actualidad. La colaboración de clases propuesta por la dirección del PCE a partir de la "reconciliación nacional", fue contestada en el interior del Partido, pero solo adquiere relevancia a partir de la confrontación ideológica chino-soviética. Las diferentes escisiones que tienen lugar entonces en el PCE lo hacen al calor del resurgir de la lucha de clases en España, pero dan una importancia esencial a la controversia ideológica entre China y URSS, especialmente a partir de la "revolución cultural" en China. Es decir, a pesar del intento de romper con el reformismo llamado entonces revisionismo (no sólo existe revisionismo de “derechas”, sino también de “izquierda”) se mantienen por parte de los comunistas la política de dependencia, en este caso respecto a China, Albania... De forma constante y afectando a todos los intentos de reconstrucción del Partido, el rasgo común de dicha dependencia se ha convertido en tradicional, impidiendo el necesario análisis concreto de la situación concreta en el país concreto, y castrando la lucha heroica de los comunistas y del pueblo una y otra vez. 3.- Las lacras del dogmatismo y del reformismo en nuestro partido.


Todo ese proceso afectó a nuestro partido. Ello nos llevó a la separación respecto al deseo de unidad de las masas expresado en el carácter asambleario y unitario de todos los procesos de luchas en el movimiento obrero y popular, en las minas, fabricas, en el campo y en los barrios, a partir de los años 60. De hecho, cuando en los 70 el PCE acepta la división sindical futura en base a que los sectores reformistas del capital monopolista están en desacuerdo con un movimiento sindical único como en Portugal, tanto PTE como ORT, en vez de promover la elección de delegados en asambleas unitarias en las fabricas bajo el soporte de las entonces ilegales CCOO para imponer de hecho el sindicato único desde la base, emprendemos la configuración de los sindicatos unitarios al margen de CC.OO, llegando incluso a una subdivisión entre CSUT del PTE y SU de ORT. Aquellos graves errores fueron el inicio del declive de la relativa gran influencia entre las masas de nuestro partido, pues al confundir el factor objetivo que suponen las organizaciones de masas con el factor subjetivo que supone el partido, desnaturalizamos el sindicalismo asambleario y de masas. En los barrios, el relativo protagonismo de lucha que había tenido el partido en la formación de las asociaciones de vecinos sobre la base de movimientos de masas populares de base, no se entendió como una forma de avanzar en la unidad popular en los barrios como germen del futuro poder, y terminó transformándose en una actividad secundaria de los militantes y de proselitismo político. Concretamente la ORT defendía la formación de un Frente Democrático Popular con sus Asambleas Populares, pero ello se establecía como un calco de la estrategia política de la revolución china, ajena a España y su realidad. Ello nos llevó a concebir ese frente como una unidad por arriba entre diferentes partidos populares (algunos ya comprometidos con los monopolios como PSOE y PCE) y nos impidió ver en el movimiento de lucha en los barrios y el surgimiento de las Asociaciones de Vecinos la herramienta para construir las Asambleas Populares desde la base del pueblo en lucha. En el terreno de la estrategia política, la continua dependencia respecto al exterior significó, que en vez de suponer un acercamiento a la realidad social en España, la ruptura con el reformismo se convirtiera en una caricatura. De esa manera se trasplantó la estrategia de los partidos "padres" a la realidad de España, o se copió el proceso histórico de la II República Española y el papel que jugaron en ella el PSOE y PCE para intentar repetirlo, sin entender en la practica que dichos partidos ya no representaban a las mismas clases que 40 años antes. La sumisión al exterior llegaba a tal extremo de cambiar de la noche a la mañana cualquier posición política en la medida que el guía exterior así lo hiciera.


La falta de contacto con la realidad de España de muchas escisiones hizo que, a pesar del proceso degenerativo sufrido por el PSOE y PCE a partir de los años 60, y a pesar de que estos asumen con firmeza los intereses del gran capital español para hacer posible la reforma del estado monopolista y afianzarla posteriormente, muchos comunistas los consideramos en su momentos parte de la “izquierda”. Se han realizado múltiples análisis acerca del desarrollo del capitalismo en España en todas sus épocas, y de la configuración de sus respectivas clases sociales, pero dichos análisis se han limitado a los orígenes económicos y a las repercusiones sociales, pero sin aportar la interpretación política concreta: es decir, qué partidos políticos representan a cada clase en cada momento y la definición clara del carácter de clase del estado. Nuestro partido (tanto PTE como ORT) en vez de hacer una análisis realista del carácter de clase del Estado que promovía la reforma, definiéndolo como Estado que mantenía la dictadura de clase monopolista contra el pueblo, comenzamos a promover la “consolidación y profundización de la democracia”, lo cual significaba de hecho, la consolidación y profundización del poder del estado del capital monopolista. Como consecuencia, en vez de reconocer al PSOE como representante político del capital monopolista enfrentado al pueblo, creímos que su ascenso al gobierno significaría un avance de la “izquierda”. Asimismo, se fue trasladando el centro de la actividad política hacia un enorme esfuerzo de los militantes para conseguir representación política electoral en las instituciones, debilitando al mismo nuestra presencia en la luchas de las masas por sus problemas reales al convertir las organizaciones de masas en que actuábamos en organizaciones dependientes orgánicamente y tuteladas por el partido. Ello supuso un gran desgaste improductivo de los militantes del partido, una separación respecto a las masas, sus necesidades y deseos, la ruina incluso económica para muchos de los camaradas y como consecuencia una gran debilidad y crisis ideológica y política que provocó la desaparición de hecho de nuestro partido. 4. Otros errores. Debimos superar la incapacidad para una actividad revolucionaria diaria orientada en las organizaciones de masas realmente unitarias, cara a ir configurando conforme avanza la lucha de clases el germen del poder popular frente a las Instituciones del gran capital y a los partidos que las sustentan, en su día será imprescindible si se pretende tomar el poder, y realizar el verdadero cambio social.


Como en todas las revoluciones dirigidas por un partido comunista, los órganos del futuro Poder Popular no se crearán después de tomar el poder real, sino en la lucha de masas contra el capital monopolista. España es un país capitalista desarrollado de segundo orden. La política de "cliché" siempre ha sido negativa en el Movimiento Comunista Internacional. Pero en el caso de España, más aún, porque, a diferencia de los países del tercer mundo, no ha habido ninguna revolución en ningún país capitalista desarrollado, del que podamos obtener alguna experiencia. Por tanto, aquí es más absurdo aún trasplantar o depender del exterior. Hoy aún queda otro tipo de dogmatismo referido a los últimos años de muchos comunistas. Es aquel que considera como actividad central la divulgación de los principios marxistas leninistas. Debido a la gran dureza que hoy adquiere la lucha ideológica y política en España, muchas veces se ha considerado imposible efectividad alguna en la lucha de masas y se anula la actividad de base, esperando tiempos mejores, limitándose a la divulgación en estrechos círculos vanguardistas de los principios escritos por Marx, Lenin, etc. y de reflexiones o denuncias generales sobre la situación. De esa manera, coincide plenamente con el reformismo en el abandono de la lucha de masas, de la necesaria fusión de la misma con el partido comunista y del análisis concreto de la realidad concreta en la base de la lucha de clases, haciendo abstracción de una realidad social que debido a lo anterior, se desconoce. El reformismo, la otra cara de la moneda oportunista, hoy, después del derrumbe el Este Europeo, pretende que ha desaparecido la necesidad del cambio revolucionario, del verdadero cambio social. Considera al Estado de Dictadura del Capital Monopolista e Imperialista actual, como un Estado democrático el cual es posible transformar sólo mediante el cambio de correlación de fuerzas electoral, y abomina del poder popular en una sociedad socialista. Depende totalmente de la maquinaria de las Instituciones burguesas, de las cuales es firme defensor, y se ha separado definitivamente de las necesidades de las masas, inculcando en estas, toda clase de falsas ilusiones acerca del parlamentarismo burgués. Sin embargo, la clase monopolista española no ha cambiado su carácter reaccionario. Es más, al aumentar su concentración y poder monopolista ha aumentado su dictadura respecto a las demás clases. Los hechos muestran que de una manera u otra, continúa imponiendo su política e ideología a la sociedad en todos los terrenos. Es más, los hechos muestran, que, al revés de como pretenden el reformismo, mientras mayor es la influencia de estos en la sociedad, mayor es el poder de la burguesía sobre el proletariado, de forma más expeditiva ejerce el Estado monopolista su Dictadura de clase contra el proletariado y las demás clases populares. El método escolástico propio del dogmatismo, nos llevó a los comunistas en España a múltiples deformaciones, entre ellas a considerar la intervención exterior de un país socialista como "deber


internacionalista" al margen de su propia realidad nacional. Ello partía de la confusión entre la lucha de clases en un determinado país capitalista, con la relación entre estados de diferente régimen social. Y en cierta medida se convirtió como coartada para muchos comunistas en España para no afrontar su sacrificio y su esfuerzo en su propio país. Las relaciones entre las clases y en concreto, entre burguesía y proletariado en un país capitalista, supone una contradicción de nivel cualitativamente distinto, a las relaciones entre un estado socialista y un estado capitalista. Si ello no fuera así, si solo existiera como contradicción principal en el mundo la referida entre burguesía y proletariado, ello haría innecesario todo tipo de alianzas y no sería posible la construcción socialista en uno o pocos países, que es lo que ha ocurrido hasta la fecha. El diferente tipo de contradicciones a afrontar por el proletariado en cada caso, que se dan a uno u otro nivel, no significa en absoluto que exista antagonismo en la resolución de ambas. Estratégicamente, la tarea del proletariado en un país capitalista es el derrocamiento de la clase capitalista en su propio país. Dicha tarea condiciona una determinada relación de antagonismo y alianza entre las clases en presencia, así como frente a la superpotencia que favorece dicha dominación. Sin embargo, no es esa la situación en un país socialista, donde el proletariado y las clases populares al tomar el poder, transforman el anterior tipo de relaciones, dando un carácter distinto a su propio país, a las relaciones de éste con la comunidad internacional, y por tanto al tipo de contradicciones a afrontar en la construcción socialista. La contradicción principal significa dos cosas distintas, en cuanto a las tareas revolucionarias inmediatas, para un país socialista y para el proletariado de un país capitalista. El hecho de que un país socialista mantenga relaciones diplomáticas o comerciales con el gobierno de un país capitalista, (todos los países socialistas tienen derecho a comerciar con otros países) no quiere decir en absoluto, que el proletariado de ese país deba "ablandar" su lucha por derrocarlo. No solo no hay antagonismo en ello, sino una lógica profundamente marxista. La historia ha demostrado que la teoría según la cual los países socialistas tienen que ayudar materialmente a realizar la revolución en otros países es unilateral. Dicha concepción del internacionalismo proletario, de hecho, pone como aspecto esencial del proceso revolucionario nacional la ayuda exterior y debilita la necesidad del propio esfuerzo que debe ser el aspecto esencial. La obligación de un país socialista es en primer lugar hacer indestructible su revolución desarrollándola en todos los campos. La ayuda exterior directa y material a otros países no es una obligación incondicional sino una posibilidad adecuada a las posibilidades del país socialista y su proceso de construcción y su decisión soberana.


La concepción de que el internacionalismo consiste en la creación de un centro que decide una política global en los diferentes países se ha demostrado un fracaso absoluto, precisamente porque no ha tenido en cuenta la importancia esencial de los factores internos de cada país. Cuando el objetivo de revolución mundial propuesta por los bolcheviques se diluye en 1918 debido a las traiciones de la socialdemocracia europea, dejando aislada la URSS, se demostró que cada país tiene un grado de desarrollo distinto y ello determina inevitablemente unas características propias que determinan su peculiar proceso histórico. Las posteriores revoluciones habidas después reafirman ese hecho objetivo. Por tanto la aportación a la revolución mundial es inversa a la que hemos defendido hasta ahora muchos comunistas, pues dicha aportación principal no la hace un centro decisorio mundial, sino las diferentes revoluciones que se consolidan en cada país. No hay que descartar la posibilidad de la revolución mundial bajo la dirección del proletariado internacional en torno o para impedir una nueva guerra mundial que podría liquidar gran parte de la población global y del medio ambiente con armas de enorme destrucción, pero incluso esto sólo será posible si, en las condiciones actuales, el objetivo revolucionario continúa establecido por el marco estatal de cada país y es el poder de cada estado el que cada pueblo y cada partido debe tomar, estableciendo las alianzas a su alcance y sus necesidades. Ese es el aspecto prioritario en el que hoy hay que centrar las fuerzas y el mejor aporte que podemos hacer hoy al internacionalismo proletario y a la paz mundial. En la actualidad, otro error del pasado a superar es el adecuar nuestro lenguaje a la comprensión de los diferentes sectores sociales del pueblo. En demasiadas ocasiones la información, la comunicación hacia los ciudadanos, se ha realizado como mera repetición de principios generales, resaltando una fraseología incomprensible en muchas ocasiones para las personas no politizadas, sin apenas abordar y dar alternativas a los temas concretos que interesan a las personas. Si encima ello se realiza de forma innecesariamente extensa, ello se convierte en causa de cansancio que impide la comprensión y disuade el interés. Es imprescindible que los comunistas lleguemos al pueblo en un lenguaje sencillo y directo, abordando los aspectos esenciales que interesan a la sociedad, dando alternativas comprensibles y posibles.

CONTACTO: Apartado de correos 53 – (28690) BRUNETE – MADRID www.partidodelostrabajadores.es info@partidodelostrabajadores.es


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