Ecoplán para la Isla de La Gomera

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Monografías de la Dirección General del Medio Ambiente

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Monografías de la Dirección General del Medio Ambiente

Ecoplán para la Isla de La Gomera

MOPU Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo


Este estudio ha sido realizado por: Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (FEPMA). Dirección del Estudio: — ANTONIO GÓMEZ SAL — CIPRIANO MARÍN CABRERA — CEFERINO MENDARO CERVERA Equipo redactor de los informes Básicos del Ecoplán: — ANTONIO GÓMEZ SAL Enfoque metodológico. Medio Natural y Agrario. Áreas de actuación y propuestas. Discusión y crítica. Seminario MAB. — CIPRIANO MARÍN CABRERA Energía y materiales. Actividades singulares. Agricultura. — CEFERINO MENDARO CERVERA Enfoque metodológico. Población y Análisis sociológico. Turismo y Actividad agraria. Áreas de actuación y propuestas. — ALBERTO LUENGO BARRETO Planeamiento y Vivienda. — FRANCISCO JAVIER GUTIÉRREZ LLARENA Ganadería. — JOSÉ MANUEL NAREDO Informe sobre «Enfoque metodológico en un Proyecto de Ecoplan» (véase anexo). Fotografías: Antonio Gómez Sal. Diseño de portada: Antonio Lenguas Gómez de Segura.

Edita: Centro de Publicaciones - Secretaría General Técnica Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) ÑIPO: 151-88-041-2 ISBN: 84-7433-540-X Depósito Legal: M-14661-1988 Imprime: VALERO Y GONZÁLEZ, S. L. Santa Leonor, 27 - 28037 MADRID


Presentación La introducción de los valores ambientales en los procesos de toma de decisiones y en las soluciones de las políticas sectoriales puede considerarse hoy un hecho indiscutible, al menos desde un punto de vista conceptual. El fracaso de la planificación puramente tecnocrática y desarroUista, sobre todo en sus resultados cualitativos, cristalizó a finales de los años sesenta en la eclosión de todo un nuevo planteamiento: planificación física, ordenación del territorio con bases ecológicas, planeamiento ambiental, etc. Es en este caldo de cultivo donde nace y se vigoriza el concepto de ecodesarrollo, y a nivel de instrumentación, los ecoplanes. Podría resumirse que todo este giro se concreta en aquel enunciado del principio. No se trata de no desarrollar, sino de desarrollar de un modo más ajustado a la realidad ambiental, a los modos y mecanismos de los sistemas naturales, a las limitaciones de la lenta renovación de recursos casi no renovables a la escala humana. «Small is beautiful» fue un slogan bien representativo. Mas, como con todo nuevo paradigma, no ha faltado la necesidad de su revisión crítica y ya ha transcurrido tiempo suficiente, si no para una aproximación histórica, sí para una descripción valorada de su aplicación práctica en estos años. El resultado de este examen, globalmente, es quizá un exceso de utopía o candidez en los planteamientos, y una poca concreción de los sistemas de gestión que hubieran posibilitado de una forma más reahsta su puesta en práctica. Y de ahí viene, tal vez, el reflejo, que hoy vivimos, hacia soluciones menos totalizadoras, más pegadas a la


práctica de cada día y a las aspiraciones de las comunidades, grandes y pequeñas, de alcanzar cotas más elevadas de bienestar a corto plazo: buscar esa congruencia ambiental en cada proyecto y cada actuación. ¿Quiere decir que fracasó, como una utopía más de la tan manida «década prodigiosa», el intento de planificación ambiental? Rotundamente no, pues secuelas suyas directas son esos nuevos planteamientos en lo concreto. Evaluaciones de impacto ambiental, programas de acción en materia de medio ambiente, planes de gestión de residuos y de aprovechamiento de los recursos, etc., son aspectos ya incluso integrados en la normativa de numerosos países desarrollados y en las directrices de organismos supranacionales. Y un efecto de enorme trascendencia fue asimismo el impulso a la captación de conocimientos sobre nuestro medio ambiente que aquellos planteamientos supusieron. Inventarios, cartografía, descripciones en las diferentes áreas temáticas ambientales forman parte hoy día, sin aspavientos, de cualquier plan o proyecto de desarrollo que se precie auténticamente de tal. Si no existe ese conocimiento previo, claramente se intenta su búsqueda como imprescindible. En este contexto es en el que la Dirección General del Medio Ambiente consideró sumamente interesante la financiación del Proyecto Ecoplán para la Isla de La Gomera, y hoy la pubhcación de sus resultados, como ejemplo piloto de captación de datos, elaboración de los mismos y concreción de sus conocimientos en la proyección de actuaciones integradas y sujetas, como condición imprescindible («no matar la gallina de los huevos de oro») para su ejecución, al respeto de unas circunstancias naturales y culturales relevantes a nivel mundial. Por último, no quiero dejar de expresar mi felicitación a FEPMA y sus colaboradores, tanto privados como institucionales, por el entusiasmo aphcado en el trabajo, y por los resultados obtenidos. Madrid, julio de 1988 FERNANDO MARTÍNEZ SALCEDO, Director General del Medio Ambiente


índice Pags.

Prólogo 1. INTRODUCCIÓN 2. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN 2.1. El Medio Natural 2.1.1. Estudios Previos 2.1.2. Caracteres Generales 2.1.3. Análisis y Valoración de los principales condicionantes físicos . . . . 2.2. Poblamiento y Población 2.2.1. El Poblamiento y la Dinámica demográfica 2.2.2. Algunos aspectos cualitativos de la población 2.3. Actividad agraria 2.3.1. Dinámica y producción agraria . . . 2.3.2. Características de los principales cultivos 2.3.3. La Ganadería 2.3.4. La Cultura de La Palma 2.3.5. La Gestión del agua 2.4. Núcleos de población. La Vivienda 2.4.1. La Vivienda, Análisis sociológico 2.4.2. Aspectos formales 2.4.3. Elementos singulares del habitat gomero 2.4.4. Descripción y Valoración de los núcleos poblacionales con mayor interés paisajístico

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Págs.

2.5. Planeamiento 2.5.1. La planificación en la Isla de La Gomera 2.5.2. Turismo 2.6. Energía y Materiales 2.6.1. Gestión de Residuos y Reciclaje . 2.6.2. Energía y participación de Renovables 2.7. Espacios Naturales Protegidos 3. RESULTADOS 3.1. Sectorización del territorio 3.2. Directrices generales 3.3. - Áreas de actuación y propuestas 4. DISCUSIÓN Y CRITICA: EL SEMINARIO MAB-UNESCO LA GOMERA 1987 4.1. Antecedentes y organización 4.2. Resultados del trabajo en grupos 4.2.1. Objetivos del desarrollo 4.2.2. Planeamiento y Turismo 4.2.3. Agricultura y Comercio 4.2.4. Conservación y uso de Recursos . 4.3. Acuerdos 4.3.1. Líneas estratégicas 4.3.2. Actuaciones restringidas en un área piloto: La Laja 5. CONTINUACIÓN DEL ECOPLAN 6.

B I B L I O G R A F Í A E S P E C I F I C A DE

MERA ANEXO I.

LA

178 178 186 211 211 223 232 241 243 244 248 271 273 278 279 282 288 289 291 291 293 297

GO-

Metodología que debe informar un proyecto de Ecoplán (J. M. Naredo) ANEXO II. Personas que han participado en diferentes fases del Proceso de Realización del Ecoplán ANEXO III. Organismos colaboradores

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319 321


Pr贸logo


Una de las líneas fundamentales de actuación de la Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (FEPMA) ha sido fomentar iniciativas que permitan armonizar los intereses de conservación de los recursos naturales de un territorio con la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes, en otros términos lo que se conoce bajo la expresión de «ecodesarroUo», evitando la dicotomía entre los enfoques puramente económicos y los ecológicos. Para lograr un diagnóstico riguroso y científico de un área, es necesario un anáhsis selectivo, una definición metodológica y la consolidación de un equipo de trabajo interdisciplinar que asuma, a través de una constante discusión, la adecuación de los objetivos en función de la experiencia. Los miembros del Comité Científico de FEPMA consideran la posibihdad de una actuación de este tipo en diversas áreas de la geografía nacional. La isla de La Gomera reúne una serie de condiciones idóneas para iniciar una experiencia de ecodesarroUo, por su carácter de sistema relativamente cerrado, singular y todavía bien conservado. Varias visitas de expertos a la isla en las que se estudió el territorio y se establecieron contactos con el Cabildo Insular, Ayuntamientos, responsables del ICÓNA y otras autoridades y especialistas, sirvieron para afianzar la idea de una posible intervención de FEPMA abordando una serie de estudios preparatorios de un futuro Ecoplán. La exposición de los datos recogidos y de las líneas generales de un anteproyecto encontraron una favorable acogida por parte de destacados miembros del Gobierno de Canarias, así como del Gobierno Central y la ilusionada participación de las autoridades y población gomera.

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La Dirección General del Medio Ambiente del MOPU mostró un gran interés por esta iniciativa y prestó todo su apoyo a la misma, firmando, a finales de 1984, un convenio con FEPMA para la realización del Ecoplán, y ahora la Dirección General de Medio Ambiente brinda la oportunidad de dar a conocer el trabajo realizado en esta primera fase. FEPMA agradece la amplia y generosa colaboración y participación de toda clase de instituciones y expertos, nacionales e internacionales, que han colaborado desinteresadamente con nuestro Equipo Redactor y que demuestran la receptividad hacia planteamientos como el nuestro. Las reuniones de especiahstas, celebradas en La Gomera y promovidas por el ICONA, la Secretaría de Estado para la Planificación del Ministerio de Economía y el Comité MAB Español, han servido para perfeccionar nuestra metodología y contrastar el nivel de nuestra aportación en el terreno de los planteamientos de desarrollo equilibrado. Asimismo, las exposiciones del trabajo realizado en los distintos sectores del Ecoplán se expusieron en las reuniones sobre «Medio Ambiente y Desarrollo en Islas» en Formentera, Kerkenah (Túnez) y Puerto Rico, gracias al apoyo del Comité Español del Proyecto MAB. La Gomera se encuentra en estos momentos en un punto de inflexión histórico. El mantenimiento de sus condiciones originales, así como los extraordinarios valores naturales y culturales que atesora, son la causa de una creciente demanda turística. Esta demanda puede provocar la construcción a corto plazo de infraestructuras turísticas, hoteleras, viarias, etc., que en muy poco tiempo, y dada la vulnerabihdad de la isla, pequeña y frágil, determinarían su rápida e irreversible degradación, que a su vez aparejaría la destrucción de los elementos que ahora la hacen atractiva y demandada. Los objetivos de conservación ecológica resultan un tanto palmarios, con el fin de no esquilmar un territorio entre cuyos méritos cabe resaltar el Parque Nacional de Garajonay, declarado recientemente por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, la última mancha extensa del bosque de laurisilva, reliquia del terciario; la existencia de los monumentos colombinos, que atestiguan el paso y estancia de Colón camino del descubrimiento; paisajes de importancia excepcional, así como recursos culturales de primer orden: tradición costumbres, utensilios, folklore, artesanías, etc. Sin embargo, la imprescindible conservación de los valores de la isla no debe operar en detrimento del hombre, del habitante de ella, que reclama una ahneación con las cotas de bienestar alcanzadas en otras áreas del país. La solución más fácil apunta hacia un tipo de desarro-

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lio convencional que pasando por alto las necesidades de conservación propusiera la masificación del turismo, la construcción de hoteles y de nuevas vías de comunicación y acceso, la inadecuada transformación agraria e industrial, etc. Este planteamiento, además de muy costoso, conllevaría las secuelas anteriormente apuntadas, además de provocar graves estrangulamientos a la larga en el propio sistema de desarrollo puesto en marcha. La alternativa, la solución idónea para conjugar ambos objetivos de conservación y desarrollo es, como ya se ha señalado, el ecodesarrollo. Esta aportación que hoy presentamos es uno de los primeros ensayos en esta Hnea que se realiza en España y se basa en el análisis de los distintos sectores que pueden impulsar un modelo de estas características, bajo una perspectiva de ordenación integral. Se propugna, por tanto, una actuación generadora de un proceso de recuperación que garantice un equilibrio ecológico y unas estructuras económicas y sociales «sanas» interdependientes, que haga compatible el desarrollo económico y social con la conservación de la naturaleza, enriquecida por la herencia de siglos de interacción humana. Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (FEPMA). Abril 1987

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1.

Introducci贸n



Cuando se nos planteó la posibilidad de realizar un trabajo relacionado con el análisis territorial y denominado «Ecoplán para la isla de La Gomera», parecía que el concepto ecoplán era suficientemente claro como para articular las líneas maestras del trabajo; es decir, implicaba unos objetivos y una metodología suficientemente definidos. Con este sobreentendido apenas se dio una discusión previa de los supuestos teóricos en los que debería apoyarse tal tipo de enfoque. Contábamos, sin embargo, como fundamento metodológico expresamente concebido para este trabajo con un documento conceptual de J. M. Naredo ^ que representa una toma de postura respecto a lo que el autor denominaba una formulación económica de ecoplán por referencia a una formulación económica corriente. No estamos seguros de que un ecoplán conforme en estos momentos una metodología definida —y, mucho menos, definitiva—, sino que más bien se trata de un intento de formulación de tal metodología, dependiente de la experiencia adquirida a través de estudios y planteamientos concretos. En publicaciones del PNUMA se alude a esta situación: «El término (ecodesarroUo) se aplica a las más diversas experiencias de desarrollo rural, de asentamientos humanos, de desarrollo regional, de desarrollo de una comunidad, y no siempre es definido al usarse... Tampoco se definen y utilizan en forma inequívoca los conceptos de ecosistema, medioambiente, desarrollo, que en definitiva constituyen las bases de una conceptualización correcta del ecodesarroUo» ^. En esta línea, los trabajos realizados sobre La Gomera han dado lugar a una reflexión simultánea y posterior que hemos reflejado en la ^ Ver Anexo. Metodología que debe informar un proyecto de Ecoplán.. J. Manuel Naredo. ^ Primer Simposio sobre EcodesarroUo. México. 1976.

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presente publicación. Las conclusiones (directrices y propuestas) y algunos aspectos de la información fueron discutidas en un seminario organizado por el Comité Español del Programa MAB de la UNESCO, realizado con tal fin en La Gomera en el mes de marzo de 1987. Este seminario supuso la culminación de la primera fase de estudios y en él se establecieron los requisitos y directrices que deberían seguirse para hacer posible el tipo de desarrollo sugerido por el Ecoplán. Las aportaciones del seminario se exponen en el cuarto capítulo de esta publicación. No entraremos en la consideración de la multitud de factores que influyen en la habitualmente indiscutida necesidad de un ordenamiento territorial. Pero parece como si tal ordenamiento fuera enfocado sobre todo hacia objetivos más de desarrollo que de racionalización. De esta forma y generalizando quizá en exceso, en áreas congestivas las previsiones se han visto superadas por la reahdad (fundamentalmente en los años sesenta), mientras que en áreas recesivas o de crecimiento más limitado nos encontramos con que estas previsiones se han centrado en objetivos de desarrollo frecuentemente sobredimensionados, en dudosas y contraproducentes inversiones infraestructurales, o bien en desquiciadas clasificaciones de suelo. Los intentos globales y parciales de reforma o cambio estructural a partir del planeamiento como instrumento, y de presupuestos económicos contra corriente, han sido por lo general inoperantes. De hecho, en la inmensa mayoría de los casos han supuesto directamente el fracaso del plan o su no entrada en vigor. En la actualidad se viene dando una reacción, aiín entre los profesionales más conscientes de esta problemática, contra los planteamientos de índole voluntarista o idealista porque, como hemos dicho, normalmente han dado lugar a documentos de nula viabiHdad. Asistimos así a una confrontación —sin posibles ganadores— entre dos tipos de tendencias o concepciones: el planeamiento como propulsor o motor de un cambio socioeconómico (sea cual sea su contenido), pero sin medios ni fuerzas para trascender el campo de las puras intenciones, o el planeamiento como simple ordenamiento de la realidad, es decir, concebido como una postura técnica y neutral, en la que el principio de pacto con esa realidad se convierte, en el fondo, en el acuerdo con los objetivos y tendencias ya existentes. Ello supone que, salvo en aspectos muy específicos, el planeamiento nada tiene que ver con la definición de los problemas socioeconómicos, sino que simplemente los asume, no correspondiéndole ni la realización de juicios de valor sobre ellos, ni mucho menos una toma de postura, especialmente si ésta conduce a enfrentamientos estructurales: políticos o económicos. La segunda postura, consistente en asumir la realidad tal cual es, llevará a soluciones esencialmente técnicas, en

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absoluto despreciables, pero insuficientes, que en el mejor de los casos suponen un reconocimiento más o menos implícito de la impotencia del planeamiento territorial. En todo caso, el planeamiento no será modificador de tendencias e, incluso, el proceso racionalizador que se atribuye al ordenamiento se verá sistemáticamente puesto en duda por la inatacable irracionalidad presente. El planeamiento será de encargo, los objetivos y las propuestas no surgirán de un análisis amplio multidisciplinar, sino que estarán políticamente prefijados. Estos análisis irán más bien dirigidos a justificar y viabilizar técnicamente programas políticos y muy raramente a discutirlos o transformarlos. Difícilmente se considerarán en este esquema planteamientos puntuales de carácter estratégico que favorezcan cambios progresivos. Los objetivos a cualquier plazo serán forzosamente vagos, en todo caso acordes con la inercia de una realidad dominante. Sin embargo, lo cierto es que no existe racionalización (al menos desde ángulos socioeconómicos) sin enfrentamientos y que, si bien es intítil por lo general un cuestionamiento a determinados niveles con estructuras o intereses poderosos, es posible hacerlo de forma parcial, mediante objetivos de formalización inmediata, con carácter restringido y largo alcance. Pero, por el momento, aunque el contenido que puedan tener los planes de ordenación territorial venga dado por los estudios complementarios de carácter multidisciplinar —cuya importancia ha aumentado últimamente—, éstos carecen de capacidad para hacer propuestas y se centran exclusivamente en un atento examen de la realidad y sus perspectivas, frecuentemente con carácter sectorial. No obstante, al no entrar en el fondo de la cuestión se producen efectos que alcanzan a la propia formalización de un plan, entendido como adscripción de usos del suelo. El caso es particularmente grave en áreas de escasa dinámica económica. Por poner un ejemplo, la deUmitación de suelo agrícola sin entrar en un examen atento de los componentes concretos de este suelo o, más bien, de su tratamiento particular, puede llevar a distorsiones e incongruencias a corto plazo. En el caso de La Gomera, comprobaremos en el anáhsis de los niícleos rurales de las medianías y alturas que su futuro más previsible es la extinción, si no se adoptan medidas económicas y organizativas de carácter agrícola. Podremos asistir a importantes movimientos poblacionales generados por esta situación hacia zonas costeras determinadas, mientras que paralelamente veríamos cómo se construyen carreteras que no conducen a ninguna parte o cómo se instalan cabinas telefónicas en pueblos fantasmas. Este tipo de problemas ha dado lugar a otras directrices de planeamiento, denominadas genéricamente «Planes Integrales» (en el sentido de integración multifactorial), que funcionan en el mejor de los 19


casos paralelamente y casi siempre divergentemente con respecto a los Planes de Ordenación del Territorio de carácter formal. De hecho parece que esta denominación de «integral» lleva aparejada la idea de que el planeamiento convencional es absolutamente inadecuado para los territorios en los que se proponen planes integrales. La característica común a estas áreas parece ser una crisis permanente que impide su normal inserción en el proceso económico y social dominante. Es por ello que los planes integrales se proponen para comarcas deprimidas o para cascos históricos en procesos de degradación, cuya correspondencia formal serían los PERI (Planes Especiales de Reforma Interior). Estos planes integrales ven reducido frecuentemente su papel a la recopilación documental y a la investigación de campo. En el mejor de los casos han llegado a fundamentar peticiones de créditos o subvenciones por parte de las administraciones locales. Es decir, pasan a convertirse en una fuente de información más o menos completa sobre un determinado territorio, con escasa o nula proyección efectiva. Al no tener fuerza legal (en cualquier caso, difícil de imaginar), y por su escasa relevancia pública, los planes integrales han debido adaptarse a las normas de planeamiento vigentes, pues en caso contrario, su ya pequeña eficacia se convierte en imposibilidad absoluta. De ahí que, frecuentemente, tales planes den como resultado, bien enfoques y propuestas extraterrestres, o por contra, acciones puntuales escasamente coordinadas y difícilmente deducibles de las bases de partida. En el mejor de los casos se llega a situaciones de dirigismo paternalista, tipo granja modelo con funcionarios lecheros. Si los planes integrales no se conectan con el planeamiento formal, más vale dedicarse a cultivar el viejo concepto de Plan de Desarrollo, pero ahora microterritorial y sectorial que, así planteado, es competencia de organismos específicos desligados del planeamiento territorial propiamente dicho. Pues bien, dentro de este marco de «planes de contenido» o «planes integrales» se ubica la formulación de un ecoplán. Adoptaremos a un nivel muy general la definición de J. M. Naredo •': «El término ecoplán se emplea para designar un programa de gestión de los recursos de un territorio que evite la usual disociación entre los enfoques económicos y los ecológicos, tratando de reconcihar la utilidad propugnada por aquellos con la estabilidad perseguida por éstos y, en cualquier caso, precisando con claridad el contenido y el alcance de las posibles contradicciones existentes entre ambos niveles». Obviaremos aquí las críticas que, ya desde los planteamientos ecosociológicos de

Op. cit. J. M. Naredo.

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la Escuela de Chicago, se han dirigido al intento de ecosistematizar la actividad social y, en general, la ciencia social. Únicamente nos quedaremos con el hecho de que una visión ecosistémica mal entendida de la sociedad puede quedarse en la localización y el reconocimiento de unidades de funcionamiento autónomo, prescindiendo de una gran diversidad de influencias de tipo económico y político. Como se comprenderá, dicho planteamiento es insuficiente estrictamente aplicado al campo humano, pero ha permitido la incorporación de algunos aspectos metodológicos que, a nivel de interpretación de fenómenos (pero no de propuestas) resultaron útiles. Conceptos como capacidad de carga, estabilidad, flujos de energía y materiales o contabilidad de recursos en términos energéticos, son en cualquier caso operativos para enfocar un problema que, en definitiva, consiste en determinar cuál debe ser el uso más adecuado de los recursos de un territorio, se tengan en cuenta o no las relaciones exteriores de la unidad en estudio. Obviamente, a través de estos instrumentos conceptuales no se logra la objetividad absoluta de una realidad, aunque sí una aproximación a su problemática, en la que siempre nos vamos a tropezar con el difícil escollo de las valoraciones (en términos absolutos o relativos). Así pues, dado el interés de estos planteamientos de ecodesarroUo por diferenciar unidades con cierta autonomía (internamente homogéneas), los intentos de formalizar una metodología y un tratamiento de este tipo se han centrado esencialmente en territorios aislados o muy delimitados. Así pues, estos programas de estudio, con sus correspondientes intentos de formalización, se han desarrollado preferentemente para islas y sistemas montañosos. Hay otra característica importante que se ha buscado por razones evidentes: las áreas elegidas tienen como denominador común un escaso desarrollo o, al menos, una posición fuertemente dependiente del exterior. Los motivos parecen claros: el concepto de unidad funcional se cumple mucho más exactamente en áreas deprimidas, con escaso desarrollo infraestructura!, escasa intervención territorial e inputs y outputs muy concretos y definidos si se elude todo lo referido a fenómenos ilocales (sistemas políticos y económicos globales). Enfocando el tema de otra manera, la exposición puede ser la siguiente: «... mientras que en el ecoplán las decisiones adoptadas han de ser fruto del análisis de las características específicas de los recursos concretos existentes en el territorio y de sus posibles usos, a las que se tratan de ajusfar las dimensiones monetarias, en los enfoques económicos corrientes son los objetivos expresados en términos monetarios los que ejercen un papel condicionante. Es decir, mientras en el primer caso las dotaciones de recursos y el diseño de sus posibles usos juegan el papel de variable independiente que condiciona lo monetario en tanto que variable dependiente, en el segundo se in21


vierten los papeles, erigiéndose las variables monetarias en independientes a las que se somete implícitamente el resto» "*. Precisamente por el carácter inicialmente no monetario de los enfoques de ecodesarroUo, tal concepción sólo puede plantearse con alguna posibilidad en áreas en las que no funciona una economía fuertemente monetarizada o, por decirlo de otro modo, donde las leyes del mercado y de la competitividad no se imponen de forma brutal, condicionando absolutamente las acciones a unos determinados beneficios sin los que tales acciones se tornarían absurdas. Es decir, únicamente en áreas en las que no funciona la economía corriente —^y su recesión demográfica, más o menos espectacular, suele ser la prueba—, el sistema y el conjunto de intereses que lo forman podrá apoyar en mayor o menor medida un enfoque de ecoplán o, al menos, será permisivo con él. La crisis de los años setenta ha tenido mucha influencia en esta actitud, puesto que las áreas deprimidas ya no son vistas como campos de una expansión más o menos inmediata, o como almacenes de una innecesaria mano de obra, y, por lo tanto, condenadas a despoblarse mediante una aplicación estricta de una economía de escala, sino más bien como espacios gravosos cuya extinción no se puede proponer desde ángulos políticos, pero que implican elevados gastos de carácter eminentemente social, por lo que se agradece cualquier intento de solución autónoma. Otro aspecto del problemma, es la fragilidad del entramado económico y social que sustenta la conservación de una diversidad de paisajes y rasgos culturales, cada vez más valorada socialmente, que por su singularidad es riqueza añadida en este tipo de territorios. La destrucción o la modificación profunda de dicha trama (sistemas de producción y organizativos) conlleva la pérdida irreversible, o la conversión en piezas de museo, de los «productos» vaUosos que se pretende conservar. Precisamente otra de las diferencias importantes entre los planteamientos del Ecoplán y los del desarrollo económico corriente radica en el carácter reversible o no de las actuaciones que ambos propugnan. En el segundo caso, el impacto —ambiental, cultural y demográfico— de las realizaciones, generalmente decididas de forma bastante improvisada y desde un prisma parcial, desencadena procesos sin posibilidad de retorno. La aplicación a sistemas tan vulnerables como La Gomera donde, por poner un ejemplo, se conoce muy poco sobre la estructura, aspectos funcionales y métodos más idóneos de conservación de un ecosistema tan valioso como la laurisilva, puede tener consecuencias catastróficas. En el enfoque de Ecoplán es consustancial la evaluación continua y en consecuencia, la regulación (ajuste a las circunstancias cambiantes y según la experienOp. cit. J. M. Naredo.

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cia) de las actuaciones; para ello es preciso tener en cuenta el grado de reversibilidad. Es evidente que la confrontación entre ambos modelos es una lucha desigual e imposible. Sólo una decidida voluntad política, respaldada por una población informada, capaz de gestionar su propio y original esquema de desarrollo, conservando en todo su valor el patrimonio, podría abrir espacios en los que tendrían cabida planteamientos de Ecoplán. Ambos requisitos son difíciles de alcanzar, máxime en épocas de expansión turística en áreas próximas. La naturaleza sostenida cíclica de este mercado, su carácter de expoliador y modificador profundo de rasgos culturales y paisaje, deberían ser argumentos suficientes para apoyar, en lugares donde además de necesario es aún posible, planteamientos de desarrollo equilibrado. El presente trabajo no es un proyecto acabado; lagunas metodológicas y de información que no ha sido posible obtener y elaborar, se han superado con un notable esfuerzo de discusión e interpretativo. No obstante, pensamos que los objetivos, en la Knea de lo expuesto en párrafos anteriores, se han logrado suficientemente. Las líneas básicas del esquema de desarrollo están trazadas; ahora, para la puesta en práctica son necesarios estudios específicos y un grupo estable de trabajo y seguimiento, con actuaciones sobre el terreno. El análisis e interpretación de los distintos componentes del sistema constituido por la realidad actual de La Gomera se exponen en el segundo capítulo y los resultados y propuestas en el tercero y cuarto. En primer lugar, los que fueron consecuencia de los estudios, referidos a las distintas áreas de actuación; en segundo, las recomendaciones (líneas estratégicas) que se adoptaron en el Seminario Internacional organizado por el Comité Español del Programa MAB de la UNESCO para someter a discusión y crítica los resultados del Ecoplán de La Gomera.

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2.

An谩lisis e interpretaci贸n


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2.1. EL MEDIO NATURAL 2.1.1.

ESTUDIOS PREVIOS La información existente sobre aspectos geóticos permite conocer suficientemente el ambiente geológico estructural de la isla, gracias a los estudios de Bravo (1964), Cendrero (1971) y Cubas (1978 a y b). Especialmente el primero de los trabajos citados es útil para conocer (al nivel de detalle requerido en este estudio) la historia geológica de La Gomera y en relación con ella, su morfología actual: tipos de rocas, fases de las emisiones volcánicas, formas de relieve, etc. Los otros autores estudian fenómenos más locales, si bien muchas de sus observaciones son también de utilidad para nosotros, Cendrero se centra en el complejo de las rocas básales que afloran al noroeste, mientras que los trabajos de Cubas (1978) se refieren a la naturaleza petroquímica de las formaciones de rocas sálicas (roques, fortalezas) tan características del paisaje de La Gomera. Los informes posteriores que aportan cartografía sobre aspectos geológicos (EDES, 1970; ICONA, 1983) están basados en gran medida en el trabajo de Bravo (1964). Un mapa de pendientes (escala 1:50.000) complementa algunos aspectos geomorfológicos. En contraste con dichos estudios, la información referente al clima es bastante defidente. Ello se debe al escaso número de estaciones meteorológicas que cuenten con una serie suficiente de años de observación, o la situación de las mismas, sobre todo en cotas más bajas y localidades próximas a la costa. La información climática suele hacer referencia a las situaciones que se producen en la cercana isla 27


de Tenerife (EDES, 1970), extrapolando áreas climáticas que no son del todo equivalentes. No conocemos dato alguno sobre la cuantía de la precipitación en la zona de laurisilva en la Gomera, ni existe tampoco información promediada sobre la regularidad de las precipitaciones entre distintos años, factor que consideramos de capital importancia. Sobre la climatología general de Canarias resulta muy útil la obra de Font TuUot (1983). Respecto a la vegetación, los trabajos con que se cuenta (Ceballos y Ortuño, 1951; Fernández Galván, 1977; ICONA, 1983), constituyen una buena información en lo referente a la distribución de los principales tipos de vegetación potencial que se ha completado con fotointerpretación. El trabajo de Santos (1983) sobre la vegetación de La Palma representa un complemento de gran interés por las equivalencias entre ambas islas. Si bien la vegetación no está tan estudiada en La Gomera como los aspectos geológicos, por lo menos en cuanto a trabajos publicados, la base existente resulta muy valiosa por la diversidad que aporta su carácter integrador del clima, cuya carencia ya se ha apuntado. En fases posteriores de este estudio será necesario profundizar en aspectos tales como la composición florística de las principales formaciones herbáceas y arbustivas, vegetación arvense, y aspectos dinámicos de las principales comunidades vegetales de La Gomera. Los suelos de La Gomera han sido estudiados por Fernández Caldas y col. (1974), que suministran datos sobre los andosuelos de la laurisilva y los vertisuelos de las lomadas del sur.

2.1.2.

CARACTERES GENERALES La isla de La Gomera está situada a 28° de latitud norte y 17° de longitud Oeste. Forma parte del grupo más occidental de islas del archipiélago canario y ocupa una posición central respecto a las islas de Tenerife, La Palma y El Hierro (Fig. 1). La superficie es de 380 kilómetros cuadrados y presenta una forma redondeada, ligeramente ovalada en sentido Este-Oeste. El diámetro en esta dirección es de unos 25 kilómetros siendo de 22 kilómetros en la dirección Norte-Sur. A pesar de su relativamente pequeña superficie, la isla de La Gomera presenta grandes contrastes en lo referente a las características del medio físico y biológico, ello se debe fundamentalmente a dos razones de índole geofísico general:

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— Su gran altitud media y relieve abrupto. — Su situación en la zona de influencia de los alisios del noreste. Ambas circunstancias contribuyen a que La Gomera pueda considerarse como un variado complejo de situaciones ecológicas, a veces a escala muy detallada, dependientes del relieve (pendiente, orientación), de la naturaleza litológica del sustrato y del clima interactuando con la vegetación. El papel de la cubierta vegetal en la captación de agua en las zonas de influencia directa del alisio tiene en La Gomera particular importancia. Además de estos condicionantes generales, el paisaje gomero está fuertemente influenciado por las actividades humanas. La necesidad de vencer las pendientes para aumentar la superñcie del suelo agrícola, oponiéndose a la intensa erosión, ha dado lugar a una impresionante arquitectura de aterrazamientos y bancales que permiten ganar la horizontal incluso en zonas de muy difícil acceso. En otras áreas, el aprovechamiento ganadero tradicional, ha convertido en formaciones abiertas de matorral o eriales, lo que antes fueron comunidades arbóreas densas. Estas actuaciones imprimen fuerte carácter al paisaje y contribuyen a explicar el mosaico actual de comunidades vegetales.

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FIGURA 1

MADEIRA <

o Porto Santo

^

ISLAS SALVAGES

La Palma ISLAS CANARIAS Tenerife La Gomera

El Hierro

Localizaci贸n geogr谩fica

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I

/

O

Gran Canaria


2.1.3.

ANÁLISIS DE LA VALORACIÓN DE LOS PRINCIPALES CONDICIONANTES FÍSICOS

Relieve y lítología La Gomera se presenta en la actualidad como un antiguo edificio volcánico semidestruido y afectado por una intensa erosión remontante llevada a cabo por profundos barrancos que se disponen radialmente. Todos los materiales excepto el cuaternario del fondo y desembocaduras de los barrancos, son antiguos. La última efusión basáltica de importancia se produjo a finales del terciario durante el Plioceno medio o superior, no existiendo por tanto «malpaíses», ni corrientes de lava recientes (Bravo, 1964). La acción erosiva ha desmontado la periferia de la isla y únicamente queda, como resto de una antigua superficie de mayor extensión, la pequeña meseta central relativamente llana, de unos 40 kilómetros cuadrados, que está situada a una altitud media de unos 1.000 metros y ocupa el centro de la isla. Las prolongaciones de esta meseta por las divisorias entre barrancos llegan a veces a las proximidades del mar, como es el caso del Risco de la América y la Montaña de la Caldera. En la Fig. 2, puede verse el relieve de la isla y la situación de las principales entidades de población. Algunos barrancos tienen una gran longitud y desarrollan redes de pequeños barrancos afluentes en la cabecera, siendo además bastante profundos en su tramo medio: son los de la Villa, Hermigua y de Santiago. Otros tienen menor recorrido pero una enorme profundidad, tal es el caso del Valle Gran Rey, con paredes de más de 700 metros, y el de Majona al Noroeste de la Isla. El barranco de Vallehermoso forma más bien una «caldera» abierta y constituida por una red de torrentes de corto recorrido. Entre los barrancos de menor desarrollo podemos distinguir dos tipologías: • Barrancos largos, estrechos y con desarrollo de una «caldera» (red de torrentes abierta en abanico) en la cabecera, como es el caso del Barranco de Erque en el Sur y del de Meriga en el Norte. • Barrancos de escasa longitud. Se trata de barrancos estrechos que se originan en las zonas de medianías o en zonas próximas a la costa, desembocando directamente en el mar. A veces estos barrancos, muy abundantes en las zonas Sur, Este y Noroeste, y menos 31


MAPA 1 DETALLE DEL RELIEVE Y NÚCLEOS DE POBLACIÓN EN LAS DIFERENTES ÁREAS

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Vall«h«rmoso

Son

S«ba$tian

FIGURA 2 abundantes del Norte, llegan a tener también profundas paredes de hasta 500 metros de desnivel, como es el caso del barranco de Gerian y del de Chinguarime. En la Fig. 3 se presentan un corte altimétrico realizado a lo largo del cauce de los barrancos más representativos de las situaciones que hemos comentado. Otro aspecto de la acción erosiva, es la llevada a cabo directamente por el oleaje. Las costas de La Gomera son prácticamente un continuo acantilado cuya altitud varía de 50 a 800 metros. Son frecuentes los desplomes de grandes bloques como los de la Playa del Inglés en Valle Gran Rey, el de Agulo o el más reciente de Cuevas Blancas en el barranco de Majona, que según Bravo (1964) data del año 1949. Las playas son muy escasas, siempre pedregosas y de extensión muy reducida, con la única excepción de la del Inglés en Valle Gran Rey. El retroceso de la costa por la erosión marina ha acortado la red fluvial, dejando colgados en algunos casos los cauces de pequeños barrancos secundarios. En relación con este retroceso cabe destacar la existencia de una plataforma litoral insular relativamente ancha, al contrario de lo que sucede en las islas que han tenido actividad volcánica cuaternaria (Tenerife, La Palma, El Hierro). Este dato refleja la inactividad volcánica de La Gomera en períodos recientes, con escasos aportes y por lo tanto pérdida de terreno en beneficio del mar.

Historia geológica y principales tipos de materiales Las estructuras litológicas que componen la isla pueden considerarse de abajo a arriba como una sucesión de materiales que corresponden a tres grandes tipologías. La primera es un bloque basal de rocas holocristalinas de gran antigüedad geológica. Sobre este basamento se acumulan los materiales efusivos (aglomerados volcánicos y basaltos), que representan con mucha diferencia la mayor proporción en volumen del actual bloque insular. En tercer lugar hay que mencionar los domos sálicos y los sistemas de diques verticales, formaciones reía-

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TIPOLOGÍAS DE BARRANCOS m 1400

1000

33 o

> 500

100

••

9

10

11

12 Km


cionadas con los basaltos pero que por su carácter más local y por su distinta influencia en la morfología actual de la isla, consideramos como un grupo diferente. En La Gomera, al igual que en las otras islas del archipiélago, las efusiones basálticas no se han producido por una chimenea central dominante, sino por el contrario han tenido lugar por conos de emisión pequeños que actuaron simultáneamente o en el transcurso de cortos períodos de tiempo. Estos cráteres, situados también muy próximos en el espacio, representan los lugares en los que la fisura (dique), por la que surge el material basáltico, alcanza la superficie. Las erupciones de basaltos se han producido en La Gomera en tres ocasiones durante el terciario. En el transcurso del largo período comprendido entre unas y otras fases de actividad, los materiales preexistentes se ven fuertemente afectados por la erosión, hasta que un nuevo ciclo efusivo viene a tapar en algunas zonas los antiguos relieves, revitalizando de nuevo el proceso erosivo. Al contrario de los basaltos, las erupciones de rocas sálicas se han efectuado por anchos y cortos diques de sección más redondeada y que atraviesan los materiales basálticos suprayacentes. La influencia de los tres períodos de efusión basáltica que hemos mencionado es muy patente en la geomorfología actual de la isla. Nuestro objetivo en este capítulo es definir una serie de sectores homo-

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géneos que reflejen la relación entre el relieve y la litología. Para ello describiremos brevemente las características más sobresalientes de cada uno de los tipos de rocas qué pueden distinguirse, teniendo en cuenta el carácter que imprimen a los territorios donde están presentes en superficie. Complejo de rocas básales Ocupa un gran volumen en el subsuelo de la isla, su extensión superficial visible es de unos 45 kilómetros cuadrados, aproximadamente la octava parte del territorio insular, especialmente en la zona norte desde los roques de Arguamul hasta la playa de Hermigua, ocupando hacia el interior la práctica totahdad del barranco de las Rosas y el fondo del barranco de Hermigua. Está formado por un conjunto denso de paquetes de diques que se entrecruzan en muchas direcciones y que engloban a rocas de distinta naturaleza, anteriores a los diques que las atraviesan. La composición química de estas rocas plutónicas es fundamentalmente de carácter básico o alcalino. La petrología de este complejo basal ha sido estudiada con detalle por Cendrero (1971). Según Bravo (1964) la meteorización de este complejo basal es muy rápida, debido a la impregnación de pirita cuya alteración descompone las rocas, disgregándolas hasta gran profundidad. De hecho, en este bloque es donde se ha excavado el más amplio barranco (casi una gran caldera) de la isla, el de Vallehermoso.

DIQUE

FIGURA 4 Cráteres alineados a lo largo de un dique de emisión (según Bravo, 1964). La presión hidrodinámica de la lava disminuye con la altura, el volumen emitido va siendo menor. Los diques pueden quedar visibles por la erosión posterior. 36


Basaltos Entre las rocas básales y los materiales que se les superponen existe una gran laguna estratigráfica. El contacto entre ambos tipos de rocas es brusco, quedando cortados los paquetes de diques del complejo basal al nivel de estos contactos. La cobertura inmediata a las rocas básales está formada en primer lugar pot un aglomerado poligénico de pasta volcánica. Forma una roca monolítica donde aparecen englobados en una pasta vitrea un gran número de xenolitos o cantos de distinta naturaleza. En las zonas superiores aparecen intercalaciones de basaltos que van siendo cada vez más frecuentes, de forma que la transición entre los aglomerados y los basaltos se efectúa gradualmente sin existir una separación neta entre ambos. El primer gran grupo de basaltos son los llamados «basaltos antiguos». Forman una gran masa en la estratigrafía volcánica de la isla y su extensión debió ser mucho mayor que la actual, debido a que la erosión ha abierto grandes valles en su masa. En la zona de contacto con los aglomerados estos basaltos están muy alterados, fracturados y comprimidos por el peso que han tenido que resistir. El aspecto de estos basaltos es escoriáceo, de coladas de poco espesor, con escorias intercaladas entre las coladas; a veces amigdaloides, con las amígdalas rellenas de calcita. El buzamiento es bastante pronunciado y siempre periclinal a partir de un difuso centro de la isla por donde se realizaría su emisión, a través de diques con cráteres relativamente pequeños. Una importante malla de diques corta esta masa basáltica, si bien pueden pertenecer a este grupo basáltico o no, ya que los materiales efusivos que se les superponen debieron pasar a través la masa de los basaltos antiguos.

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AGLOMERADOS VOLCÁNICOS COMPLEJO ROCAS - ^ BÁSALES

BASALTOS HORIZONTALES

PITONES PIQUES, BASALTOS ^O.^AS \ (.ANTIGUOS ^^^^f

(ROQUES Y FORTALEZAS) BASALTOS / SUBRECIENTES

1,500

22 Km.

FIGURA 5 Corte esquemático de la estructura geológica de La Gomera. Disposición de los distintos tipos de materiales (basado en Bravo, 1964). La emisión de los basaltos horizontales y los subrecientes data de una misma época (Cendreros com. pers.) únicamente se diferencian en la inclinación de las capas.

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Cuando cesó la actividad efusiva, la altura que alcanzaron estos basaltos debió ser muy grande. Hoy el alto de Enchereda (1.063 metros) al oeste de la isla, punto más elevado de esta, serie, es un simple testigo de estructuras mucho más elevadas y más extensas. Durante el largo período de quietud que siguió a la emisión de estos basaltos, la erosión practicó anchos y profundos valles, y elevados acantilados en la costa. Los barrancos debieron ser unos mil metros más largos y el mar destruyó todas las señales de desembocadura. En las costas actuales aparecen muchos valles colgados, que son reliquias de aquella etapa erosiva. Sobre estos basaltos se han excavado grandes calderas de erosión con paredes verticales muy acusadas. La estructura fundamental de la mayor parte de los grandes barrancos (Santiago, Erque, San Sebastián) se ha formado a expensas de la masa de los basaltos. La segunda serie basáltica, que se superpone a la anterior, son los «basaltos horizontales», llamados así por su escaso o nulo buzamiento. Ello se debe a una gran fluidez en el momento de erupción y a que rellenaron una depresión calderiforme con sus desagües hacia el mar. Al parecer, se trataba de una doble caldera con dos puntos de sahda. Hoy, estos basaltos, ocupan los lugares centrales y las cuerdas más elevadas de la isla, prolongándose por el risco de la América y por el Sobreagulo hacia el mar. En ambos casos terminan en un gran acantillado costero, y posiblemente estos serían los grandes valles de salida de la doble caldera. La existencia de estos basaltos horizontales en las máximas alturas indica también que la isla debió tener una extensión mucho mayor que la actual. El papel de estos basaltos en la morfología actual es muy importante, pues prácticamente en toda su periferia existe un pronunciado escalón o desnivel casi vertical que contornea la meseta central más llana, aunque como hemos indicado, ésta se prolonga a veces hacia las proximidades del mar. Su composición es de basaltos normales, dominando la plagioclasa sobre cualquier otro material. La última emisión basáltica son los basaltos subrecientes, que ocupan una gran extensión en la vertiente sur de la isla, donde alcanzan el mar en muchas ocasiones. La erosión ha formado acantilados de 50 a 150 metros, no tan altos como cuando el mar afecta a las otras formaciones. La morfología de las lomadas de la zona sur (Arguayoda, Los Almacigos, Seima, etc.), con un descenso más suave hacia la costa, es producto de la consolidación de estos basaltos. Las coladas que parecen más recientes alcanzaron el mar en la punta de La Gaviota, donde los acantilados marinos tienen una mínima altura.

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Formaciones de rocas sálicas y sistemas de diques verticales En diferentes lugares de la superficie de la isla afloran una serie de . roques y pitones que llegan a elevarse a cientos de metros sobre el suelo que los rodea. Se trata de chimeneas por donde salieron empujadas, lavas pastosas de composición mucho más acida (rocas sáhcas) que los basaltos. Estas formaciones al quedar desnudas por la erosión de los materiales que las cubrían y las rodeaban, sobresalen destacando claramente en el paisaje. Los roques tienen forma más bien apuntada; las «fortalezas», nombre local que designa una pequeña meseta plana, son también manifestaciones sálicas en las que junto a la chimenea ha quedado una gruesa expansión de lavas. La isla está también atravesada por una red de diques de espesor variable (desde pocos centímetros hasta diez metros), que representan las fisuras por donde fueron emitidos los basaltos. Algunos tienen gran longitud pudiéndose seguir a lo largo de varios kilómetros. Cuando han sido puestos al descubierto por la acción erosiva se les puede ver claramente en las laderas verticales de los barrancos y volviendo a resurgir de nuevo, una vez atravesada la divisoria, en la siguiente cuenca. Sectorización en función de los aspectos geóticos En el mapa n.'Z puede verse la división del territorio insular (sectorización) en función del relieve y litología. Hemos tenido en cuenta las siguientes clases: I . II . III. IV.

Rocas básales. Aglomerados y basaltos antiguos. Basaltos horizontales. Basaltos subrecientes.

Las diferencias no se deben, tanto a la naturaleza química de las rocas, sino a su influencia en el relieve dependiendo de la edad y del grado de erosión. Las manifestaciones de rocas sálicas se reseñan también en el mapa por su interés desde el punto de vista paisajístico, si bien por su carácter disyunto y excesivamente puntual no las hemos considerado como un sector que determine de alguna forma los usos del territorio. Algo muy distinto sucede con las áreas de depósitos cuaternarios (lecho de barrancos y piedemontes), cuya influencia en la ubicación territorial de las actividades agrícolas es esencial. Sin embargo, estos

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Complejo de rocas bĂĄsales

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Basaltos antiguos y aglomerados

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Basaltos horizontales

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Basaltos subrrecientes Pitones y coladas sĂĄlicas Principales cuerdas y divisorias entre barrancos


materiales tienen en La Gomera una distribución también muy local, encontrándose muy relacionados con las actuaciones humanas dirigidas a aumentar la superficie de suelo agrícola (terrazas, obras de riego). El tipo de representación territorial de estos depósitos cuaternarios (área disyunta, situación muy localizada) es muy diferente a los grandes grupos de rocas basálticas; por ello tampoco las hemos considerado en esta sectorización. Clima y vegetación La considerable altitud media de La Gomera es responsable de una enorme asimetría norte-sur en cuanto a clima y vegetación. La vertiente Norte está sometida a la influencia directa del alisio, mientras que en las zonas bajas y en las medianías del sur, la escasez de precipitación es el factor climático más limitativo. La información cuantitativa sobre los aspectos climáticos es bastante deficiente. Ello se debe al escaso número de estaciones meteorológicas que cuenten con número suficiente de años de observación. Las estaciones con algún período útil de datos meteorológicos se localizan además en las zonas bajas o en localidades muy próximas a la costa, por lo que el conocimiento de la cantidad de lluvia y de la temperatura en las mayores alturas es prácticamente inexistente. No obstante, la estrecha relación que se produce en La Gomera entre clima

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y vegetación potencial, con límites bastante definidos, nos permite abordar conjuntamente el estudio de ambos factores con vistas a la delimitación de sectores homogéneos. Antes de entrar en la delimitación de sectores homogéneos en cuanto a la influencia del clima y la vegetación, expondremos brevemente cuáles son los principales condicionantes climáticos que influyen en la aparición de los numerosos topoclimas y cumas locales de La Gomera.

Los alisios Estos vientos son producto de la circulación de capas de aire en torno al anticiclón atlántico o de las Azores. Según la situación de este anticiclón, la influencia del alisio será más o menos constante. En verano tiene un carácter casi permanente, en invierno suelen alternar con otros vientos muy distintos relacionados con perturbaciones en zonas situadas más al norte del archipiélago. La influencia del alisio está muy relacionada con la corriente fría marina de Canarias que se desplaza hacia el Sur bordeando la costa del continente africano. Gracias a esta corriente, y también a los fenómenos de afloramiento de aguas profundas más frías que se produ-

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cen en las proximidades del continente, la temperatura del mar (especialmente en verano) es notablemente baja con respecto a la latitud a la que se encuentra. Al desplazarse el alisio sobre esta superficie isoterma a lo largo de la costa africana, alcanza las Canarias con una temperatura poco diferente a la que tenía en el lugar de origen. El alisio puede considerarse entonces como un viento relativamente fresco y muy húmedo debido al continuo contacto con el mar. La capa de aire del alisio tiene un espesor que varía de unos 1.250 metros en verano a unos 1.650 en invierno. Sobre esta capa se presenta una circulación normal de vientos del NW que son mucho más secos que el alisio y notablemente más calientes. En el contacto entre unos y otros se produce un notable efecto de inversión térmica con disminución de la humedad y subida de la temperatura. Este hecho tiene enorme influencia en el clima de las islas, cuando el alisio encuentra una barrera de suficiente altitud, como es el caso de La Gomera.

Mar de nubes y la niebla goteante La estratificación de la atmósfera antes descrita, da lugar a la formación en la vertiente norte de la isla de una característica capa de estratocúmulos, cuyo límite superior queda justo debajo de la inversión de temperatura, y que actúa de tapadera para el desarrollo vertical de las nubes. Visto desde abajo, este cúmulo presenta un aspecto gris y sombrío recibiendo el nombre de «panza de burro» que se sitúa sobre los 400 ó 500 metros. En las zonas costeras, la niebla es un fenómeno casi inexistente. La condensación de la humedad en las zonas de influencia del aUsio supone un aporte complementario de agua que condiciona de una manera definitiva la existencia del monte verde (laurisilva y fayal-brezal). La importancia de esta niebla goteante ha sido estimada por Ceballos y Ortuño (1951) como de aproximadamente el triple de la precipitación normal que reciben estos ecosistemas. Ello depende mucho de la densidad de la vegetación y del índice foUar (superficie de hojas por unidad superficial de suelo). La influencia del alisio no se reduce a la vertiente Norte, sino que debido a la no excesiva altitud de la isla, rebasa las zonas superiores y se deja sentir en las áreas más elevadas de la vertiente Sur, afectando casi en su totalidad a la meseta central. A la diferencia de temperaturas se deben los fuertes y constantes vientos en algunas zonas del sur y el oeste.

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Vientos fuertes en las zonas sureste y noroeste

FIGURA 6 Esquema de la formación del mar de nieblas entré los 500 y los 1.500 m. Por encima de esta cota el aire es más seco, pero en La Gomera no alcanza la altura suficiente para que exista el piso de pinar canario.

Precipitación directa La precipitación anual media es muy variable de una a otra vertiente (Sur y Norte) de la isla. Desde los 100 milímetros que se reciben en Playa de Santiago hasta los más de 800 en las áreas de Laurisilva. Dos características importantes hacen este factor especialmente limitativo en las zonas bajas del Sur, donde la influencia de la niebla goteante es inexistente. La primera es el carácter chubascoso de las lluvias. Muy frecuentemente, la precipitación se concentra en pocos días; en las zonas secas suele llover menos de veinte días de media anual. Ello tiene graves repercusiones sobre la erosión y sobre las posibilidades de regulación del agua. La segunda es la irregularidad interanual de las precipitaciones; pueden transcurrir varios años sin lluvia en las zonas más áridas, y la precipitación total de los años lluviosos es muy superior a la media. Años «buenos» y «malos» para el secano se suceden de forma poco previsible. Puede decirse en general que las zonas expuestas a los vientos del sector NW-NE son relativamente lluviosas, mientras que en las zonas resguardadas de estos vientos las lluvias son muy escasas. En igualdad de exposición, las zonas más lluviosas se encuentran a niveles entre 750 y 1.500 metros, donde además se recibe (en el caso de la vertiente norte) el muy importante suplemento de la humedad debido a la niebla goteante (precipitación horizontal). La mayor frecuencia de temporales de lluvia tiene lugar en el otoño tardío y a principios de invierno, y suelen producirse cuando se des44


hace la situación normal del alisio, permitiendo la llegada de borrascas o de frentes de aire frío del Atlántico Norte.

El viento El régimen de vientos está muy en relación con la existencia de los alisios. En lugares del Archipiélago en los que el relieve no actúa como barrera, la frecuenica de estos vientos es mínima en enero (del orden del 50 % de los días) y máxima en junio (del 90 al 95 %). La influencia del relieve insular da lugar a importantes modificaciones locales, con fenómenos de encajamiento en los barrancos del Sur, donde se produce un aumento de velocidad del viento (especialmente en cabeceras y medianías), con efectos de succión del aUsio cuando éste rebasa las zonas altas hacia las áreas retalentadas del sur, donde no llega a producir lluvia. En las áreas solanas, el aire al elevarse deja un vacío que tiende a ser ocupado por las masas más pesadas y frías de la vertiente norte. Estos efectos son particularmente notables en zonas como el barranco de San Sebastián o la comarca de Alojera, donde los relieves que las delimitan permiten fácilmente, por su altitud no excesiva, el paso del viento. La frecuencia e intensidad de estos vientos da muchas posibilidades para la utihzación de la energía cólica, pero a su vez representa un factor muy limitativo para la productividad de los cultivos y la vegetación natural, no sólo por su acción mecánica directa sino también por el aumento que provoca en la evapotranspiración. En muchas zonas existen vientos locales (brisas y vientos de montaña-valle) que soplan en distinta dirección a lo largo del día.

Influencia del continente africano El llamado «tiempo Sur» se produce cuando la masa de aire del alisio, que normalmente envuelve las Canarias, es sustituida por otra masa de aire caliente y seco procedente del continente africano. La diferencia de temperatura entre ambas situaciones puede ser del orden de los 15 ° C. Los efectos son muy perjudiciales para los cultivos, no sólo por las temperaturas, sino también por los vientos fuertes de que suele ir acompañado. Afortunadamente, este tipo de influencia es poco frecuente y suele afectar más a ciertas alturas (500-1.500 m.) que a zonas bajas donde el frescor de las masas de aire en contacto con el mar amortigua la brusca elevación de temperatura. 45


Vegetación potencial Unidades de ambiente fitoclimático Teniendo en cuenta que las diferencias en cuanto a productividad potencial de los ecosistemas de la isla de La Gomera son debidas sobre todo al clima y al accidentado relieve, hemos examinado la variación de ambos factores en los apartados precedentes. El neto predomimio de materiales basálticos determina una cierta homogeneidad litológica en comparación con otras islas del archipiélago; por ello la naturaleza de los suelos y su grado de evolución dependen estrechamente de los climas locales. Estos están a su vez muy relacionados con la pendiente y la orientación, factores que condicionan el grado de insolación que reciben las distintas parcelas del territorio dentro de un determinado ambiente fitoclimático. A continuación expondremos las características más sobresalientes de cada una de las grandes unidades de ambiente fitoclimático que pueden distinguirse en la isla. Para ello describiremos las comunidades vegetales más representativas de ellas haciendo énfasis en los factores que las condicionan, habida cuenta de que estas limitaciones o ambientes favorables son el marco donde se organizan las actividades productivas.

Zonas áridas Desde el punto de vista fitogeográfico corresponden al ambiente bioclimático de vegetación termocanaria árida, semiárida y seca, es decir, vegetación potencial de tabaibales, cardonales, matorral y bosque termófilo (durisilva canaria). En el trabajo de Fernández Galván (1977) se considera a ésta última formación vegetal como característica del piso montano subhúmedo, que en la Isla de La Gomera estaría bien representado por el área potencial del sabinar, especialmente en la vertiente Norte.

Tabaibales y cardonales En el sur de la isla, la escasa precipitación determina la existencia de comunidades xerofíticas, tratándose de un área cuya vegetación está muy alterada en la actualidad. Cabe distinguir una franja superior en la que la climatología tendría un cierto carácter mediterráneo sobre todo en función de la distribución de las precipitaciones (véase Informe EDES, 1970); a menor altitud, las condiciones de aridez se hacen más extremas, aunque la distinción entre ambas zonas es difícil debido a la escasez actual de la cubierta vegetal.

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Esquema de la vegetación de La Gomera (basado en Fernández Galván, 1977). Se reseñan los grandes tipos de vegetación potencial explicados en el texto. 1] Comunidades halófilas 2] 2.1 2.2

Tabaibales halófilos (Euphorbia aphylla Tabaibales y cardonales

3.1 3.2 3.3

Sabinares Comunidades termófilas de transición Jarales

4.1 4.2 4.3

Laurisilva Fayal-brezal climácico Fayal-brezal serial

4.4

Codesares

fayal - brezal

3]

so montano húmedo

4]

aurisilva matorral y bosque termófilo

zonas áridas

tabaiba y cardón

O

c >

INFLUENCIA DEL ALISIO


Además de la escasa precipitación anual media y de la fuerte insolación, otro importante factor climático a tener en cuenta, por su influencia sobre la productividad de los ecosistemas en estas zonas áridas, es la irregularidad de las precipitaciones, pudiendo durar varios años los periodos de sequía. A este factor se debe el carácter suculento de las plantas dominantes. En toda esta zona, los factores relacionados con la topografía (pendiente, exposición, pedregosidad) son los que más influyen sobre la distribución de la vegetación. Los suelos presentan muy poco desarrollo y en la mayoría de los casos están decapitados, habiendo perdido por erosión (deforestación, arado, sobrepastoreo) su ya exiguo horizonte orgánico. No obstante, la riqueza en elementos finos de los horizontes actualmente superficiales en los suelos de las lomadas hace que resulten muy aptos para el cultivo, especialmente en regadío. Como hemos indicado, la vegetación se caracteriza por un predominio de plantas suculentas entre las que abundan las especies del género Euphorbia. Su área potencial primitiva podría corresponder según Fernández Galván (1977) a la franja costera inferior a los 300-400 metros y es en ella donde aún se encuentran las comunidades más representativas, si bien los cardonales (Euphorbia canariensis), considerados como la etapa de máxima madurez de esta vegetación, se encuentran relegados por acción antrópica a lugares de topografía accidentada, hallándose también muy aclarados y empobrecidos en es-

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pedes. Buena parte de su área potencial está en la actualidad invadida por tabaibales de Euphorbia berthelotii, matorral de balos (Plocama péndula) y aulaga (Launaea arjjorescens), como ocurre en las terrazas abandonadas del área próxima a San Sebastián y en las lomadas del Sur. Siendo también frecuentes en el área de Alojera-Tazo. Esta vegetación parece tener un cierto carácter colonizador ocupando suelos removidos de antiguos cultivos, ricos en arcilla y escasamente compactados (pertenecientes al grupo de los vertisuelos). En la costa nororiental y hasta alturas de 200-300 metros están bien representados los tabaibales de Euphorbia balsamifera (tabaiba dulce), siendo su presencia más escasa en el sur, si bien se encuentra esporádicamente en laderas de barrancos próximos a la costa (área de Quise, Los Almacigos e Iguala) en zonas pedregosas con suelos escasamente desarrollados. Las comunidades de Euphorbia aphilla están relegadas a la vertiente norte, en zonas cercanas al mar, condicionadas por la influencia htimeda costera y cierta salinidad, en la zona de Arguamul, Punta de las Salinas, Puntallana, presentando un área muy disyunta. Matorral y bosque termófilo (durisilva canaria) Un carácter más mediterráneo del clima (precipitaciones entre los 300 y los 600 milímetros anuales) y mayor regularidad interanual en los aportes de humedad (debidos en parte a la influencia del alisio) determina la aparición en La Gomera de comunidades arbustivas o arborescentes, muy semejantes por su fisonomía al matorral termófilo mediterráneo en las zonas más áridas de la Península, matorral con el que comparten también algunas especies. Este ambiente fitoclimático, representado por sabinares de Juniperus phoenicea muy aclarados, ocupa una considerable extensión en la vertiente norte. Su límite superior se sitúa en zonas donde comienza a hacerse más persistente la acumulación de nieblas (mar de nubes). Por encontrarse fuera de la principal zona de influencia directa de los aUsios, la estacionaUdad respecto a la distribución de la lluvia es más acusada que en las comunidades de monteverde, existiendo un verano claramente seco. La sabina suele aparecer ocupando fuertes pendientes y suelos-pedregosos (donde ha quedado relegada), siendo los ejemplares bastante grandes y de porte arbóreo en comparación con los de la misma especie en la Península. En general no forma comunidad densa, sino más bien se trata de ejemplares aislados entre ribazos y zonas aterr azadas.

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Los suelos de esta zona responden a una topografía muy abrupta, presentando escaso desarrollo y acusada pedregosidad, aunque debido al relieve abarrancado, son apreciables grandes diferencias según la exposición y según se trate de convexidades y concavidades en la ladera. Estas últimas suelen estar transformadas en terrazas, ubicadas a veces en zonas de muy difícil acceso. En el límite inferior, los sabinares llegan a mezclarse con comunidades de Euphorbia aphylla, llegando casi hasta el nivel del mar en algunas zonas. En el límite superior (500 m. aproximadamente) se mezclan con especies típicas de la laurisüva o fayal-brezal. Las formaciones mejor conservadas de bosque termófilo presentan además de la sabina: Olea europea subsp. cerasiformis (acebnche), Maytenus canariensis (peralillo). Sideroxilón marmulano (marmolán), Visnea mocanera (mocan), entre otras. La diversidad florística del matorral termófilo es, según Santos (1983), la más alta de las comunidades que componen la vegetación canaria. Pero también según el mismo autor han sido estas formaciones vegetales las más afectadas por la acción antropozoica (fuego, pastoreo, aterrazamientos para cultivos), debido a las buenas características de los suelos en los que se encontraban. La palmera (Phoenix canariensis) sería también una especie típica de este tipo de vegetación, aunque quizás ocupando las situaciones más térmicas. En la actualidad, la mayor densidad de palmerales se encuentra precisamente en las áreas correspondientes a la vegetación potencial de matorral termófilo. En la vertiente sur, los sabinares ocupan un área más disyunta y se sitúan a mayores altitudes (entre 600 y 900 m.) en las zonas superiores de las cabeceras de barrancos y en algunos puntos de las divisorias, aunque en general se encuentran en estado de degradación muy avanzado, faltando muchas de sus especies características y siendo sólo reconocibles por algunas especies típicas como la misma sabina (muy escasa), el acebnche o el almacigo (Pistacia atlántica). La mayor extensión de su área potencial está ocupada por jarales de Cistus monspeliensis, que sin embargo son bastante escasos en la zona norte. Ocupan una amplia franja entre los 800 y los 1.100 metros según exposición, desde el barranco de Majona hasta el área de Arure. En la zona superior del barranco de Valle Gran Rey y otros puntos dispersos del sur encontramos, junto con los jarales, matorrales densos de escobón (Spartocytisus filipes).

Piso montano húmedo. Laurisilva y fayal-brezal Se localiza en las mayores alturas de la isla, a partir de los 500-550 metros en la vertiente norte y a partir de los 850-900 en la sur. La

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condensación de humedad, debida a la influencia húmeda de las nieblas aportadas por el alisio, provoca una captación de agua suplementaria que es a la vez causa y consecuencia de la existencia de comunidades arbóreas densas. Ello es debido a la elevada superficie foliar (índice foliar alto) que estas comunidades exponen para la condensación del agua y la formación de gotas. El bosque laurifolio de La Gomera es un ecosistema probablemente muy antiguo (los cambios climáticos han sido poco acusados en este ambiente subtropical), y su importancia radica no sólo en su carácter singular, sino también en las numerosas repercusiones favorables que tiene sobre los ecosistemas situados a menor altitud, sobre todo en relación con la regulación del ciclo hídrico. El minino estival en cuanto a la entrada de agua al bosque es probablemente muy poco pronunciado, pues en esta época es cuando más constantemente se producen las nieblas goteantes, pudiéndose decir que la precipitación está casi homogéneamente repartida a lo largo del año. En su estado óptimo, la laurisilva es una comunidad arbórea compleja en la que distintas especies de hoja lauroide comparten la dominancia: Laurus azorica (loro), Ocotea foetens (til). Persea indica (viñátigo). El estrato arbóreo supera los 25 metros formando un dosel denso en cuyo ambiente umbrío abundan los heléchos de diferentes especies y algunas plantas herbáceas. Este tipo de bosque presenta su aspecto más umbrío y característico en los fondos húmedos de las cabeceras de los barrancos orientados al Norte (El Cedro, Los Aceviños, Meriga, La Meseta en el Barranco de Macayo). Cuando el suelo es menos profundo y con menos retención hídrica, en los escarpes y peñascos de las laderas de la vertiente norte, son más frecuentes Picconia excelsa (paloblanco) y Apolonias barbujana (barbusano) que indicarían la transición hacia la vegetación termófila. Hacia la zona de la meseta Central de la isla, y en los linderos de la masa forestal de la zona norte, dominan los loros (Lauras azorica) junto con Ilex canariensis (aceviño) y Myrica faya (faya), desapareciendo el viñátigo y el til, que por ser más exigentes en humedad edáfica quedan relegados a los fondos de barrancos más húmedos y resguardados. La mayor parte de la meseta está ocupada por comunidades de fayal-brezal (Myrica faya y Erica arbórea) que se prolongan hacia el norte por las partes altas de las divisorias entre barrancos. En algunos puntos existen brezales casi puros de parte arbóreo, con una cubierta herbácea muy constante. Las comunidades de fayal-brezal se presentan como orla periférica, y seguramente etapa sustitutiva, de la laurisilva. La transición entre ambas comunidades se realiza de hecho con numerosas introgresiones. La presencia de formaciones de brezal muy abiertas en ciertas 51


>

Tabaibales y cardonales. Piso basal I

Matorral y bosque termófilo

I

Árido

—Sabinar de zonas

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Semi-

secas y jarales

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árido

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L,^ ' . húmedo

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húmedo

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Húmedo

Piso de transición — Sabinar montano

Codesares y brezal soleado Piso montano. Laurisilva y tayai-brezal


zonas de la isla, probablemente tenga relación con una antigua utilización ganadera. El brezo arbóreo y la faya parecen asociarse a la perfección y actúan como especies complementarias. El brezo se comporta como una eficaz especie colonizadora después del abandono de pastizales o de la degradación del bosque lauroide (puede comprobarse en desmontes y márgenes de caminos forestales y en las zonas afectadas por antiguos incendios en el sur de la meseta) formando una comunidad densa en la que posteriormente se instala la faya. La dinámica entre ambas especies y su relación con los pastos y con la evolución del suelo, es un tema que requeriría un conocimiento más detallado. En principio parece que el brezo en formaciones densas acumula en el suelo materia orgánica de lenta descomposición, que provoca una escasa aireación del suelo y la aparición de condiciones que impiden la evolución de los pastos en un sentido favorable. La faya es capaz, en dichas condiciones, de fijar nitrógeno atmosférico mediante su simbiosis con actinomicetos, con lo que las condiciones nutricionales del suelo se verían favorecidas, facilitando el crecimiento de especies herbáceas de interés forrajero. El fayal-brezal se encuentra en toda la periferia de laurisilva (aunque ocupando mayor extensión en el Norte y Nordeste de la isla) y en la zona llana superior donde aparecen ciertas localidades con síntomas de hidromorfía temporal (área de Laguna Grande). Se extiende también por las crestas que hmitan los barrancos hacia la zona norte. Al igual que la laurisilva típica, el índice foUar del fayal-brezal es alto, exponiendo amplia superficie para la condensación del agua. En ambas comunidades el perfil edáfico parece corresponder a una génesis muy antigua (predominan los andosuelos, ranker ándico y tierras pardas ándicas), consecuencia de unas condiciones cKmáticas muy reguladas por la humedad y poco distintas a las actuales. La existencia de perfiles edáficos representativos de la laurisilva en zonas hoy ocupadas por el fayal-brezal puede servir para conocer el área que antiguamente ocupaba el bosque lauroide y su posible área potencial. En las partes más elevadas de la vertiente meridional, el brezal ha sido sustituido por repoblaciones de Pinus radiata y Pinus canariensis. En esta comarca, escasamente influida por las nieblas debido al efecto barrera de la divisoria central y con notable insolación, las condiciones ecológicas sugieren ya la existencia incipiente del piso de vegetación montano seco, que en otras islas está representado por los pinares y codesares de cumbres. En La Gomera no se alcanza una altitud suficiente para el desarrollo de este tipo de vegetación, y sólo aparecen mínimamente representados Pinus canariensis, Chamaecytisus proliferus, Cistus symphytifolius en locaKdades rupícolas: parte alta del barranco de Imada y roque de Agulo, donde también se en53


cuentra muy acantonado el cedro canario (Juniperus cedras). En la parte alta de Igualero y áreas próximas al monte de Garajonay es bastante frecuente el matorral de codesos (Adenocarpus foliosus).

2.2.

2.2.1.

POBLAMIENTO Y POBLACIÓN EL POBLAMIENTO Y LA DINÁMICA DEMOGRÁFICA Diversos factores han influido de manera determinante en la distribución de los asentamientos poblacionales dentro de la Isla. Una topografía extremadamente abrupta, la delimitación de dos áreas climáticas (más húmeda a barlovento y seca a sotavento) con gradientes altimétricos, la disponibilidad de agua y la existencia de suelo apto para cultivos, se han ido combinando para dibujar a principios del siglo XX una ocupación del suelo muy adaptada a posibilidades y limitaciones. A estos factores se sobreimpuso la organización política de la isla basada en el régimen de señorío hasta principios del siglo XIX lo que limitó de forma muy clara las posibiUdades de expansión económica, sobre todo de la capital insular. A todo esto hay que añadir que La Gomera constituye un micromundo insular de 378 kilómetros cuadrados con una población de 14.000 habitantes a finales del siglo XIX, con lo que sus limitaciones pueden parecer bastante obvias. La evolución histórica del poblamiento se ha basado en estos elementos fundamentalmente. Los asentamientos iniciales, tanto en la época guanche como en los primeros tiempos de la Conquista, se acogieron, por lo que sabemos, a las cabeceras de los barrancos, a las zonas más llanas de las alturas del Oeste y del Suroeste y, mucho más tímidamente, a las zonas medias de los barrancos más desarrollados. La única excepción clara fue San Sebastián por su condición de puerto estratégico, cabeza de puente de la colonización y nexo fundamental con el exterior. A partir del siglo XV, otro elemento que influyó en la ubicación interior de los asentamientos fue la inseguridad ante la frecuente presencia de piratas y corsarios. Las únicas fortificaciones existentes en la Isla, aunque débiles y, según Torriany inadecuadas, fueron precisamente las del solitario enclave costero.

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Es difícil precisar la evolución del poblamiento a causa de las carencias documentales. No obstante, en función de los elementos arriba citados vamos a intentar ofrecer un bosquejo de tal evolución. Durante los años que separan el momento de la conquista y el comienzo del siglo XX, la autarquía alimentaria, normal en el medio agrario de esta amplia época, se verá agudizada en La Gomera por las grandes dificultades del comercio interior a causa del quebrado relieve. Ello impidió la creación de mercados de carácter insular, fragmentándose el comercio en multitud de puntos de intercambio determinados por la topografía. De igual manera, excepción hecha de los años inmediatamente posteriores al descubrimiento de América en los que San Sebastián se convirtió en un punto clave para el avituallamiento, las condiciones tampoco eran muy favorables para el comercio exterior, habida cuenta del peso que sobre Is transacciones comerciales ejercían los derechos señoriales de entrada y salida, de la inseguridad del mar (téngase en cuenta que La Gomera se hallaba en la ruta habitual hacia las Indias) y del escaso desarrollo de una navegación comercial, sobre todo si se considera que su único punto claro de destino era un villorrio de 600 habitantes a finales del siglo xvi. Estos hechos tienen que relacionarse estrechamente, como hemos dicho más arriba, con las mejores condiciones cümáticas y topográficas de la zona meridional de la meseta y de las cabeceras altas de los

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barrancos, lo que permitía, al margen de producciones típicas de exportación, una diversificación alimentaria en base a pequeñas huertas familiares y una actividad comercial más intensa. De tal manera que el poblamiento básico de la isla será interior, mientras que las zonas medias y bajas de los barrancos del Norte y el Oeste serán colonizadas lentamente desde aquel poblamiento inicial, a medida que la presión demográfica aumente las necesidades alimentarias. Indudablemente, las alternancias de auge y crisis de la producción de exportación marcarán fases de aceleración o recesión de esta ocupación de suelo, determinando precisamente su lento ritmo. En cualquier caso, este carácter interior de poblamimento es un claro exponente del escaso atractivo que para los pobladores tenía el mar tanto como sistema de comunicación interlocal como exterior. La lentitud con que se colonizan las zonas bajas de la Isla conoce su origen en la escasa dinámica poblacional de La Gomera durante los cuatro siglos considerados. A mediados del siglo XVI la población de la Isla se cifraba en unos 1.500 habitantes, de los que aproximadamente la mitad vivían en la capital insular. En 1877 la población había aumentado hasta 12.000 habitantes; es decir, en 325 años se había multiplicado por ocho. Entre 1877 y 1940 —63 años— la población pasará de 12.000 habitantes a 28.500. Aun teniendo en cuenta que el régimen demográfico antiguo permitía expansiones poblacionales muy pequeñas a causa de la fuerte incidencia de la mortalidad, hay que pensar en otros factores sobreimpuestos que justifiquen el moderado crecimiento. Creemos que la combinación de dos tipos de factores, derechos señoriales y crisis económica, son la clave de la interpretación del fenómeno. Por poner un ejemplo, en la primerai; mitad del siglo xvi La Gomera tiene unos 2.000 habitantes que se habían reducido a unos 1.250 a finales del siglo. Este descenso tien0 su origen en la crisis azucarera del último tercio del siglo XVI. El retroceso de la producción azucarera, a causa de la excesiva competencia exterior, repercute en un doble sentido: directamente, inhibiendo la expansión del cultivo de caña o, más aún, restringiéndolo, con los previsibles efectos demográficos, dado el carácter permanente de la crisis; e indirectamente aumentando la presión impositiva de los señores en un medio de rentas pobres, lo que determina una huida de la población hacia las islas de realengo e, incluso, como polizones, hacia las Indias. Crisis de cultivos de exportación y autarquía agraria serán las constantes de la dinámica poblacional hasta bien entrado el siglo XX. Por otra parte, la irregularidad climática en amplias zonas de la Isla la sometía a periódicas sangrías migratorias, situación que se mantendrá también durante el siglo XX, incluso en épocas de expansión. Así pues, las condiciones de relativa pobreza en que se desarrolla la

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actividad económica gomera durante la época considerada presentan, como hemos dicho, una doble vertiente: los productos de exportación controlados por los señores (azúcar, seda, Uno, orchilla) y una actividad agraria de autoabastecimiento con pequeña proyección exterior. Sin descartar la existencia de un pequeñísimo comercio marítimo entre puntos de la Isla, la evacuación de aquellos productos hacia San Sebastián se debía hacer básicamente mediante rutas terrestres interiores por lo que tales productos eran, por así decirlo, de larga duración no permitiendo este sistema la comercialización de manera generalizada de artículos perecederos ni en la ida ni en la vuelta. Ello abona la teoría de una gran autarquía local de productos alimenticios frescos. No obstante, debía existir un pequeño comercio interlocal en base a productos de media duración y de utensilios (grano, patatas, queso, alfarería...) En todos estos procesos de comercialización e intercambio los asentamientos ubicados en la meseta central y en las cabeceras más altas de barrancos jugaron sin duda un papel muy importante. Algunos datos apoyan esta hipótesis. Las difíciles comunicaciones, aun interiores, por el Norte de barranco a barranco y con la capital insular debían hacer mucho más asequible el tránsito por las alturas del Sur y del Oeste, por lo que la comarca de Chipude se convierte en una importante encrucijada dentro de una ruta comercial de entrada-salida que conectaba con los grandes barrancos del Norte a través de la zona de Arure-Las Hayas, con Valle Gran Rey directamente y con las alturas y las escasamente pobladas medianías del Sur en el camino hacia San Sebastián. Queremos señalar que el relativo desprecio con el que hasta tiempos muy recientes trataron a los habitantes de Chipude los pobladores del resto de la Isla, con carácter unánime, puede tener que ver con el papel mixto (pastores-arrieros y, quizá, fundamentalmente proveedores de cerámica) que jugaron en la economía de la Isla. Este rechazo ha sido muy común hacia etnias con un papel económico similar (maragatos, pasiegos...). En cualquier caso, el carácter terrestre de las comunicaciones y la diferencia entre productos de autoabastecimiento, incluyendo el pequeño comercio interlocal, y de exportación parecen aspectos bastante claros. Únicamente quedan por hacer un par de observaciones para completar un esbozo de las líneas fundamentales de poblamiento y de sus condicionantes. En primer lugar hay que señalar que, de forma esporádica, La Gomera exportó también grano y ganado en vivo, basando tales excedentes en la potencia de las lomadas del Sur y en lo exiguo de la población de esta zona, puesto que su crecimiento se hallaba limitado por el carácter seco e irregular del chma y sujeto a imprevistas y largas sequías; ello da lugar a un poblamiento más o menos estable en las medianías del Sur cuya importancia fluctúa mucho y que determina la aparición de algunos núcleos muy distantes entre 57


sí. En segundo lugar, aunque ya nos hemos referido a ello, hay que recalcar el hecho de que, siempre teniendo en cuenta las alternancias económicas, algunas zonas medias de barrancos del Norte y del Oeste (Monteforte, Cuesta del Ingenio, Guada...) fueron colonizadas de antiguo merced a ese juego de avance y retroceso de algunos cultivos de exportación de los que los señores extraían los mayores beneficios. En función de estos factores, a finales del siglo XIX, la situación es la siguiente: la población se ha ido expandiendo en zonas medias de los grandes barrancos en dirección hacia la costa. Las alturas seguirán teniendo cierta importancia, mientras que las costas permanecerán muy poco pobladas. El poblamiento fundamental será el que ocupa los cauces de los barrancos. Fuera de ellos únicamente encontraremos población en los pequeños barrancos de alturas y medianías altas del Norte, el poblamiento de las lomadas del Noroeste y las alturas del Oeste y del Sur. La población ubicada por encima de 700 metros supondrá en 1900 el 18 % del total insular, correspondiendo la mitad de este porcentaje a la zona de Chipude-Arure. La población netamente costera no supondrá ni el 3 % del total, excluyendo a San Sebastián. En los cauces de los grandes barrancos (Agua Jilva-La Laja, Monteforte, Valle, Valle Gran Rey y Santiago-Benchijigua) se agrupará el 68 % de la población. Esta ubicación en grandes barrancos y el desarrollo del poblamiento en dirección a la costa en torno al eje del barranco, creará unidades productivas y comerciales con una fuerte autonomía. Las relaciones entre estas unidades serán bastante débiles, persistiendo el predominio de las relaciones terrestres efectuadas a través de la Meseta central y por las cabeceras de barrancos. De todas maneras, las diferencias climáticas y algunas pecuUaridades topográficas crean sistemas de ocupación característicos según vertientes. La descripción que hemos realizado conviene de forma básica a la Vertiente Norte de la Isla. En el Oeste, Sur y el Este, se dan variaciones aunque, en líneas generales, la evolución se atenga a las tendencias analizadas. En el Oeste, la ocupación de la Cuenca del Barranco de Valle Gran Rey se verá limitada por las enormes dificultades de tránsito a causa del escalón que le separa de las zonas altas. La capital municipal seguirá siendo Arure hasta finales del siglo XIX y esta entidad dará nombre al municipio hasta 1940. La zona costera estará despoblada hasta bien avanzado el siglo XX. En el Sur, el poblamiento seguirá siendo de alturas hasta la aparición de los enclaves plataneros de la costa en el primer tercio del siglo XX. Las zonas de medianías estarán escasamente pobladas, con fluctuaciones debidas a las variaciones pluviométricas. El barranco de Erque carecerá de población en sus zonas media y baja. El Barran-

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co de Benchijigua, sin embargo, conocerá cierta intensidad de poblamiento en su parte media alta. No obstante, en el Sur el poblamiento se centrará en las lomadas altas y en las cabeceras de barranco. La costa permanecerá prácticamente vacía. En el Este la presencia de San Sebastián condicionará la evolución poblacional de su área de influencia, constituida sobre todo por el Barranco de Agua Jilva-La Laja. El hecho de encontrarse hasta hace poco aquí la teórica capital de la Isla nos empuja a un análisis más detenido. El establecimiento de San Sebastián en el lugar que actualmente ocupa se debió a consideraciones de carácter geopolítico. El lugar poseía la rada más abrigada de toda la isla, lo que garantizaba una comunicación regular con el exterior; por otra parte, la desembocadura del barranco era bastante ampha, lo que facilitó el asentamiento poblacional sobre el mismo puerto. Evidentemente la elección del lugar se hizo más bien mirando hacia el exterior y este hecho condicionó su evolución posterior. Hacia el interior, San Sebastián fue el centro de una actividad recaudatoria de impuestos y tributos y de salida de productos de exportación controlados por la aduana señorial. Nunca llegó a constituirse en centro comercial o de equipamiento insular. Porque a las características geopolíticas citadas se reducirían las ventajas del emplazamiento. El barranco de Agua Jilva-La Laja constituye un ámbito muy aislado por tierra. Además, la distribución de los asentamientos en el resto de la Isla creó hacia el Sur un gran vacío poblacional, condicionado por las dificultades topográficas y climáticas; este hecho propició escasamente las comunicaciones terrestres. Hacia el Norte el muro era aún más eficaz, pues no sólo existía también un amplio vacío de población, sino que la salida del Barranco era dificultosa en extremo. El fracaso comercial de San Sebastián con el exterior, con la única excepción de la primera mitad del siglo XVI, conoce su causa de forma primordial en el fuerte control impuesto por el régimen señorial y, en menor medida, por el aislamiento antedicho respecto al resto de la isla y por lo limitado del territorio accesible desde San Sebastián. De tal manera que hasta muy entrado el siglo XX San Sebastián fue capital efectiva únicamente de los escasos núcleos ubicados en el barranco propio. Salvo por su preponderancia política, la importancia de San Sebastián en la evolución gomera de estos siglos fue muy escasa. A mediados del siglo XVI la población de San Sebastián se cifraba en unos 600 habitantes, que se habían convertido en 1.400 en 1900. Es decir que, mientras la isla multiplicaba por diez su población, San Sebastián ni siquiera lograba triplicarla. Sus posibiUdades de expansión eran ciertamente muy escasas, dependiendo en buena medida de recursos y de la débil relación con el exterior. 59


Así pues, a finales del siglo XIX nos encontramos con una isla sin una capitalidad efectiva clara y dividida en algo más de media docena de comarcas de carácter marcadamente autárquico, con un comercio intercomarcal esporádico y una producción de exportación fluctuante dependiendo de la competencia exterior.

La evolución poblacíonal durante el siglo xx En primer lugar, los elementos históricos analizados seguirán funcionando prácticamente igual, al menos hasta el primer tercio del siglo XX. La abolición de los señoríos a principios del siglo XIX, apenas introducirá cambio alguno en el panorama descrito. La consolidación durante los siglos de señorío de una estructura económica agraria muy definida hace que apenas varíe la relación comercial de La Gomera con el exterior. En segundo lugar, las fluctuaciones poblacionales de La Gomera, según hemos visto, han estado en relación directa con la actividad agraria y únicamente a partir de 1950 comienzan a aparecer de forma clara núcleos de población —^precisamente los más dinámicos— no ligados al sector primario. Ahora bien, dentro de una economía de acusado carácter autárquico, las grandes expansiones poblacionales no han estado sujetas sobre todo a una producción de autoabastecimiento, cuyas limitaciones como soporte poblacional están bastante definidas, sino al auge de los productos de exportación. Susfluctuacionesmarcan bastante bien las variaciones poblacionales. De todas maneras, por el carácter cerrado de su economía y por la importancia habitual del autoabastecimiento, las recesiones demográficas derivadas de las crisis exportadoras serán hasta mediados del siglo XX más suaves en La Gomera que en la mayor parte de las restantes islas del archipiélago. Después de la crisis de la cochinilla a finales del siglo xix, general en las Islas Canarias y moderada en La Gomera por los mecanismos antedichos, las posibilidades de expansión poblacional son sin embargo escasas hasta la introducción masiva de plátano y del tomate, hecho que ocurre durante la primera década del siglo XX. Crecimiento vegetativo, expansión de los cultivos de exportación, dificultades de comunicación interior y atraso de las comunicaciones exteriores, serán los factores internos claves de la evolución. Externamente, las dos guerras mundiales, la guerra civil, sobre todo la posguerra, y, posteriormente, la expansión de Tenerife a partir de los años cincuenta, serán los hechos más influyentes que determinarán las vicisitudes poblaciones a lo largo del siglo. Durante el siglo XX, la evolución poblacional tiene dos períodos muy definidos, siendo la década de los

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cuarenta la que en conjunto marca un cambio de signo. Hasta 1940 tiene lugar un notable incremento poblacional, pasando la isla de 15.358 habitantes en 1900 a 28.571 en el año citado. Por el contrario, a partir de esa fecha, la recesión poblacional se hará sistemática y acusada. De la población de 1940 se pasa a un censo de 18.237 habitantes en 1981 y, aun así, hay fundadas sospechas de que esta última cifra está artificialmente hinchada en 600 habitantes por lo menos. La fase de expansión poblacional no acontece de forma lineal, sino con las siguientes alternativas: — Entre 1900 y 1910 se da un acusado incremento poblacional por el efecto del afianzamiento y expansión de los nuevos cultivos de exportación, apoyados por una favorable coyuntura internacional. La población pasa de 15.358 habitantes a 18.480, con un crecimiento medio anual que supera el 1,85 %. — El crecimiento se modera entre 1910 y 1920 por las dificultades que para las exportaciones supone la primera guerra mundial. Pese a todo. La Gomera crece poblacionalmente pasando de 18.480 habitantes a 20.485, con un incremento medio anual del 1,03 %. — Entre 1920 y 1930 la población crece de forma espectacular a consecuencia del relanzamiento económico europeo, con lo que los cultivos de exportación conocen un nuevo auge. La población es en 1930 de 25.405 habitantes, con un crecimiento medio del 2,14 %. — La década que cierra el período de expansión (1930-1940) es el comienzo de una larga depresión que aún subsiste. La crisis se desencadena a consecuencia de la guerra civil, prolongándose posteriormente a través de la segunda guerra mundial, la crisis posbélica y el aislamiento español de los años cuarenta y de parte de los cincuenta. La población es en 1940 de 28.571 habitantes, suponiendo un crecimiento medio anual de 1,17 % para el conjunto de la década. A partir de 1940 ya no volverá a darse ningún periodo de recuperación. La población de la isla desciende a 28.383 habitantes en 1950 y a 27.790 en 1960. La década de los sesenta es catastrófica. En 1970 la población se ha reducido a 19.339 habitantes. La tendencia al descenso poblacional continúa en los últimos años, arrojando el censo de 1981 la cifra de 18.237 habitantes. Actualmente, en 1984, la cifra debe rondar los 17.000 habitantes, o incluso algo menos. Para entender esta situación sin precedentes en los últimos cien años de la historia de La Gomera hay que tener en cuenta varios hechos. 61


Algunos de ellos son comunes a las islas menores del Archipiélago, pero otros son específicamente gomeros o, al menos, repercuten más en La Gomera que en las otras islas. Todos ellos están estrechamente relacionados, lo que a veces impide una deseable claridad expositiva. Durante los treinta o cuarenta primeros años del siglo, las Canarias seguirán gozando de su posición geográficamente privilegiada en relación a la exportación de los productos tropicales hacia los mercados europeos. Es más, el hecho de que los nuevos productos de exportación (plátano y tomate) sean perecederos dará una nueva importancia a la ubicación del Archipiélago. La Ley de Puertos Francos de 1852 ya había ido consolidando esta relación comercial europea. La Gomera participa también en estas ventajas. Los nuevos cultivos, especialmente el plátano, tienen dos exigencias muy acusadas: ciñen sus áreas de implantación a las zonas costeras (no hay que olvidar que la producción de tomates es de fuera de temporada) y requieren agua abundante y regular. Estos dos aspectos influirán de forma determinante en el poblamiento de la Isla, fundamentalmente en lo que se refiere a la intensificación del poblamiento costero y a la colonización de la costa Sur. Los datos fundamentales de la evolución poblacional según zonas amplias se recogen en la Tabla 1. A través de la tabla 2 se observa que la distribución por vertientes fluctúa poco entre 1900 y 1930. La Meseta Central pierde compara-

TABLA 1 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR ZONAS ESPACIALES „ ^""«^

Norte Oeste Sur Meseta central Comarca de San Sebastián Costa Interior Total

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Porcentajes 1900-1930

.'

45,2 - 44,5 14,2 - 15,1 16,1 - 17,5 9,3 - 6,8 15,2 - 16,1 56,1 - 62,2 45,9 - 37,8 100,0 - 100,0


tivamente bastante peso y el Sur afianza su presencia moderadamente. Las principales variaciones se observan en cuanto a la distribución altimétrica en la que la costa aumenta enormemente su presencia. Este fenómeno, aunque aparezca de forma general en toda la costa insular, adquiere un particular relieve en el Sur. En esta zona la influencia preponderante de la agricultura de exportación, explicable por sus mayores rendimientos, se combinará con la creciente presencia de la actividad pesquera conectada con industrias derivadas. Este fenómeno de concentración poblacional en la costa tiene por su magnitud una importancia insular. La costa Sur pasa de suponer el 2 % de la población total en 1900 al 7,5 % en 1930, siendo en buena medida la responsable del aumento de población costera. Las limitaciones del Sur en cuanto a la disponibilidad de agua en una isla en la que era y es ptíblica se ven paliadas o contrapesadas con tres factores: — La apertura de pozos que se rentabilizan por el alto valor del producto. — La estructura concentrada de la propiedad con un creciente desvío de recursos hídricos hacia la costa. — La implantación de empresas con medios de comercialización a través de barcos propios. Por otra parte el carácter público del agua y por tanto su escasa incidencia en costos, alentará precisamente el desarrollo de la agricultura de regadío en la costa Sur.

TABLA 2 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN LA VERTIENTE SUR (porcentajes)

Costa Interior Total

1900

1930

12,2 87,8 100,0

42,7 57,3 100,0

Fuente: Censos y elaboración propia.

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Estos factores determinarán que La Gomera conozca un desarrollo sureño de la agricultura de exportación comparativamente superior al de las restantes islas, en un momento en que en todas las islas occidentales las comunicaciones terrestres con el sur de sus respectivos territorios eran muy dificultosas o simplemente no existían. Así pues, el carácter marginal de La Gomera no afectó en este caso a la prosperidad de la producción exportadora, pudiendo decirse que tanto a niveles estructurales como infraestructurales la costa sur de la Isla ofrecía mejores condiciones de explotación que la de Tenerife. La expansión de los cultivos de exportación determinó, pues, un crecimiento poblacional acelerado, y al mismo tiempo repercutió en otros sistemas coexistentes. Existió una fuerte relación entre las nuevas implantaciones costeras de plátanos y tomate de fuera de temporada y la agricultura de autoabastecimiento. Pero esta relación no fue exclusivamente de dependencia (traslados poblacionales permanentes hacia zonas costeras dada la dificultad de los traslados diarios) sino de complementariedad. Las necesidades alimentarias de la población costera, agudizadas por el gran aumento poblacional, son cubiertas en buena medida por la producción interior dentro de cada sistema de barranco como reflejo de la pervivencia de una acusada autarquía alimentaria de carácter local, consecuencia de las dificultades de comunicación interior y exterior. Sin duda alguna, la población crece mucho más fuertemente en la costa a causa de la gran con-

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centración poblacional de las épocas expansivas (1900-1910 y 1920-1930), pero los crecimientos del interior también son acusados en estos momentos de expansión. Ello denota una ampliación de los cultivos de autoabastecimiento en las épocas de auge costero. En las épocas de depresión costera el interior también se ve afectado por la recesión, creciendo con tasas sensiblemente inferiores a las de los momentos expansivos. Ahora bien, el repliegue sobre los recursos propios de autoconsumo hace que en las depresiones (1910-1920 y 1930-1940) las crisis demográficas del interior sean menos notorias que en la costa en la que la proletarización y los recursos alimentarios más escasos son determinantes de una fuerte emigración. Esta complementariedad viene además sugerida por el hecho de que a mayor proporción de población costera dentro de un marco territorial autónomo mayor será también, por regla general, el crecimiento del interior. La única excepción de esta regla la constituye San Sebastián capital y su comarca, y se debe precisamente a su fácil conexión ahmentaria con el exterior y al hecho de la gran preponderancia de los cultivos de autoabastecimiento en el mismo San Sebastián. Sobre este panorama de relaciones entre el auge de la agricultura de exportación y la expansión poblacional, gravitan como elementos básicos los factores biolóegicos de la población. Basta una simple tabla 3 para dejar constancia de la particular problemática gomera. La alta tasa de crecimiento natural de La Gomera, producto de una altísima natahdad (fluctuante en torno al 40 % para el período), queda patente en estos datos. Hasta tal punto semejante tasa de crecimiento era insoportable que La Gomera tiene un saldo migratorio negativo aun en los momentos de mayor auge agrícola. Pese a ello sus crecimientos brutos serán muy elevados.

TABLA 3 TASAS DE CRECIMIENTO DE CANARIAS OCCIDENTALES (%) Tenerife

1901-1910 1911-1920 1921-1930 1931-1940

14,6 12,5 16,9 17,8

La Palma La Gomera El Hierro

13,3 11,3 13,7 12,4

22,4 20,6 22,9 24,4

8,7 12,6 15,7 15,1

Total prov.

14,7 12,9 16,8 17,4

Fuente: E. Burriel. Canarias. Población y agricultura en una sociedad dependiente.

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TABLA 4 TASAS MEDIAS ANUALES DE CRECIMIENTO BRUTO (%) Tenerife

2,71 1901-1910 1911-1920 .. . ...0,19 1921-1930 2,15 1931-1940 1,81 Prom. Peri. . . . 1,62

La Palma La Gomera

0,86 0,18 1,06 1,57 0,95

1,87 1,04 2,18 1,18 1,55

El Hierro Total prov.

0,48 0,57 1,11 0,92 0,78

2,22 0,01 1,93 1,69 1,47

España

0,69 0,67 1,01 0,94 —

Fuente: E. Burriel. Op. cit.

Factores de la recesión demográfíca Hemos aludido ya a las crisis bélicas como factor desencadenante de la recesión. Pérdida de mercados europeos y aislamiento español conducirán a una difícil situación. Sin embargo, aunque los factores exteriores serán inicialmente los indudables protagonistas de la crisis, la escasísima resistencia opuesta por La Gomera y, sobre todo, la creciente incapacidad para la más ligera recuperación conocerán causas internas. La evolución del poblamiento presentará diversas características segiin las zonas espaciales. Las costas, por regla general, perderán menos población que el interior, y el Norte, en conjunto, sufrirá una crisis más aguda que el resto de la isla. De todas maneras, comparando las cifras dentro de cada sistema de poblamiento hasta 1950 y, en ocasiones, hasta 1960 el interior reaccionará mejor que la costa a la crisis por efecto del repliegue sobre una agricultura progresivamente de autoconsumo. Sólo hay una excepción clara a esta regla. En el Sur el crecimiento costero será bastante acusado hasta 1950. Esta situación, aun teniendo en cuenta el factor amortiguador, constituidos por la pesca y las industrias derivadas, tiene mucho que ver con las diferentes estructuras agrarias del Norte y del Sur. Merece la pena hacer una exposición más detallada mediante la tabla 5 resumen que a continuación reseñamos:

66


TABLA 5 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR ZONAS ESPECIALES Y ALTIMETRIAS EN PORCENTAJES ACUMULADOS

1930

1940

1950

1960

1970

1981

1950

1960

1970 1981

100 100

104 119

94 122

88 115

59 74

55 54

100 100

93 95

63 61

58 44

100 100

112 122

105 150

108 123

79 64

79 54

100 100

103 82

76 43

75 36

100 100

111 113

97 113

98 102

91 81

104 74

100 100

137 111

158 126

152 104

114 65

100

128

97

120

100 100

106 109

104 107

100 100 100

109 117 113

105 121 112

Vertiente Norte Costa Resto Vert. Noroeste Costa Resto B. V. Gran Rey Costa Resto

100 101 100 90

93 107 72 66

99 35

100 100

96 83

72 52

63 28

69

77

100

98

57

63

138 112

114 57

149 41

100 100

132 105

109 54

143 38

108 112 110

81 70 76

86 54 72

100 100 100

103 92 98

78 58 68

82 44 64

Vertiente Sur Costa Resto Meseta Central B. Aguajilva-La Laja S.S. El Molinito Resto COSTA INTERIOR TOTAL ISLA

Fuente: Censos y elaboración propia.

El crecimiento de La Gomera es, en conjunto, similar al de Tenerife, con la diferencia de que en el caso gomero las tasas surgen exclusivamente de su potencial vegetativo. La capacidad de absorción poblacional de La Gomera será pues muy grande debido a la conjunción de la agricultura de exportación y de la autarquía alimentaria a nivel agrario. Esta gran absorción tendrá dos efectos peculiares: 67


— La ocupación exhaustiva de todo el suelo con una mínima capacidad agrícola, e incluso la utilización de suelo abiertamente marginal. — La progresiva fragmentación de la propiedad a consecuencia de la gran fecundidad. El promedio de hijos por mujer casada fértil será en la primera década de siglo de seis y medio. En los años veinte descenderá a algo más de cinco hijos, manteniendo esta proporción en la tercera y cuarta décadas. Teniendo en cuenta que en el momento de máxima expansión poblacional se ocupó en conjunto el 15 % del territorio insular (en torno a 56 Km^), las densidades medias de población en la superficie utilizada eran altísimas. En 1940 la densidad media de población por kilómetro cuadrado de suelo utilizado era de 510 habitantes. Si además consideramos el hecho de la escasa población del Sur y la gran importancia territorial de los cultivos extensivos en esa vertiente, las densidades del Norte de la Isla, y en general de los barrancos habitados, debían ser auténticamente agobiantes. Las cifras presentan una aceptable fiabilidad salvo para la Meseta Central y para la Vertiente Noroeste. En ambos casos existe la justificada sospecha de que las cifras de población -de 1981 están hinchadas. No obstante las líneas generales parecen bastante claras. Las pérdidas poblacionales son mayores en la costa, como hemos dicho, entre 1930 y 1950. Por el contrario, durante los treinta últimos años el interior perderá mucha más población. Por otra parte, la costa del Norte perderá población abundantemente desde 1940, mientras que la zona homónima del Sur crecerá bastante hasta 1950. En conjunto, el peso relativo de la costa descenderá desde 1930 a 1950 para ir creciendo en importancia a partir de este año. Sin embargo, esta superioridad costera, salvo en el caso de San Sebastián, no se deberá como en los años anteriores, a un mayor crecimiento poblacional, sino a menores pérdidas. El gran descenso poblacional de la costa Norte señala una incapacidad para fijar la población derivada fundamentalmente de tres factores: — Sobrepoblación en la época de expansión platanera. — Disminución de las rentabilidades por excesiva fragmentación de , la propiedad. — Gran extensión de la fórmula de cultivo a partes, derivada en buena medida del mismo hecho migratorio. La distinta evolución de los enclaves del Sur, al menos hasta la década de los cincuenta, se basa en los mismos factores que determi-

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naron su aparición en los primeros treinta años del siglo como dinámicos focos poblacionales: propiedad concentrada, medios de comercialización propios y sobreimposición de las actividades relacionadas con la pesca. El hecho de que, en buena medida, los cultivos del Sur fueran tomateros palió también los efectos de una crisis esencialmente ligada al plátano. No obstante, a partir fundamentalmente de 1960, los enclaves de la costa del Sur entran también en un acelerado y sistemático proceso de despoblación. Esta situación se debe a la combinación de una serie de factores. En primer lugar, la morfología acantilada de la costa Sur Hmita mucho las posibilidades de expansión del plátano. Si a ello añadimos el carácter público del agua en La Gomera (por lo que hay dificultades de desvío hacia los puntos de mayor rentabilidad) y, quizá, deficiencias de gestión por parte de los grandes propietarios, podremos comprender por qué el Sur de la Isla no conoce una expansión de cultivos de exportación semejante a la que ocurre en las restantes islas de la provincia durante los años sesenta y setenta. Además, está el hecho de la progresiva decadencia de la pesca, con el paulatino cierre de las factorías de enlatado (actualmente todas están cerradas y los efectos del cierre de La Rajita aún no están recogidos en el censo de 1981). En lo que se refiere a las zonas interiores de la Isla, la gran crisis se desencadena en 1960, aunque en la década anterior ya habían perdido bastante población. Repetimos que la gran crisis poblacional del período analizado se debe sin duda a la crisis exportadora, pero se ve fomentada por factores internos. Como hemos dicho, los inicios de la crisis están ligados a la Guerra Civil Española y a la Segunda Guerra Mundial, así como a los períodos posbélicos y al aislamiento español. A partir de 1936 hasta bien avanzados los años cincuenta, Canarias estará prácticamente ausente del mercado europeo. El mercado peninsular paliará la situación, pero sólo en parte. Cuando van regularizándose las relaciones con Europa, las mejoras tecnológicas en transportes marítimos e industria del frío han permitido la aparición en los mercados europeos de una competencia americana y africana con mejores precios de producción, lo cual, unido al descenso de los costos de fletes, repercute en mejores precios de venta que el plátano canario. Además, las grandes transnacionales fruteras establecen políticas que en general, perjudican los intereses canarios. La carencia de canales y medios de comercialización colocará al Archipiélago en una situación muy desventajosa que le impedirá una apreciable recuperación del mercado europeo. La caída del plátano en los inicios de la crisis y la falta de plena recuperación posterior hace que se vaya perdiendo la función de com69


plementariedad con la agricultura del interior, derivándose hacia funciones de autoconsumo exclusivamente. Incluso en las zonas plataneras del Norte, las necesidades alimentarias conducen al cultivo asociado del plátano, con lo que los rendimientos se hacen aún más bajos. En esta situación, varios factores incidirán en la total desorganización del antiguo sistema agrario. a) Las altas densidades en el Norte y su influencia en los pequeños tamaños de las explotaciones. En el Sur, pese a las densidades de población mucho más bajas, de hecho existió en las zonas interiores un problema similar al tratarse de áreas cerealistas de secano con un régimen de lluvias muy irregular. b) La peculiaridad migratoria gomera. Aun cuando la emigración a Venezuela tuvo importancia, predominó de antiguo la tendencia migratoria a Tenerife. Este hecho creó una baja moviUdad de la propiedad. El pequeño campesino, dejando aparte la mano de obra peonal, emigraba pero no vendía sus propiedades, que en último término constituían cierta seguridad ante un posible fracaso, sino que las dejaba en cultivo a partes o simplemente las abandonaba. Si a ello unimos la ocupación exhaustiva del suelo con posibilidades agrícolas se comprenderá que a mayor emigración, mayor proporción de suelo abandonado o subexplotado, lo que conduce a un nuevo reciclaje migratorio. c) La mejora de comunicaciones de San Sebastián con el resto de la isla, durante los años cincuenta y sesenta, rompió el tradicional aislamiento en el que se había apoyado la acusada autarquía agraria. Ello ocasionó la irrupción progresiva en el mercado gomero de productos agrarios exteriores a través de San Sebastián, que significativamente hace efectiva su capitalidad por estos años. Dada la escasa rentabilidad de la producción gomera, su carácter irregular y su valoración autárquica, no pudo hacer frente competitivo, por lo que los mercados costeros, perdido cualquier resto de autarquía, pasaron a depender en buena medida de la producción agraria exterior. Este proceso se ve agudizado con la mejora de las comunicaciones exteriores de la Isla. d) Durante los años cincuenta, pero sobre todo a partir de los sesenta, el proceso de consohdación urbana de Santa Cruz de Tenerife creó un área de intensa atracción poblacional. A esto hay que añadir la expansión agrícola del Sur de Tenerife y el auge turístico a partir de 1965. Por primera vez se creará un mercado de mano de obra de cierta importancia y próximo. Esta situación se combina con la extrema crisis del campo gomero, incapaz de proporcionar un sistema de vida estable a una población que, aunque descendente, era excesiva a causa del nivel de de-

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terioro general del sistema agrario. En estas circunstancias no puede extrañar la gran oleada migratoria que reduce la población de La Gomera casi a los niveles que tenía en 1900 y deja a la Isla sin capacidad de respuesta ni adaptación. Así pues, todos estos elementos combinados dieron lugar a la persistente crisis. Mientras que las zonas costeras se estabilizaron o retrocedieron moderadamente, excepción hecha de los crecimientos de San Sebastián y últimamente de las entidades costeras de Valle Gran Rey, el interior de la Isla se sigue despoblando aceleradamente pese a las crecientes dificultades migratorias. La apertura de un mercado de mano de obra y la situación estructural de la antigua agricultura de autoabastecimiento (pequeña propiedad, congelación de suelo cultivado y pérdida del mercado interior de autoabastecimiento), conectadas a la falta de alternativas claras en cuanto a productos de exportación y en cuanto a un desarrollo económico, colocan a la agricultura gomera de autoabastecimiento en una dificilísima situación, perfectamente reflejada en la imparable decadencia poblacional y en la creciente dependencia exterior. La organización agraria ha cambiado totalmente. Si con anterioridad a 1950 existía una acusada complementariedad entre la agricultura de autoabastecimiento y la de exportación, en el momento presente cualquier expansión costera (sea agrícola o terciaria) acelerará la despoblación del interior por atracción masiva de mano de obra. Por tanto, la estabihzación de la población de medianías y alturas pasa por la recuperación del mercado interno de abastecimiento con carácter competitivo, sea cual sea la opción económica adoptada para la costa. En resumen, el hecho claro es que La Gomera ha mantenido sistemáticamente productos de exportación como medio de equihbrar su relación con el exterior. Ahora bien, tal sistema funcionó de forma más o menos estable o, mejor, con crisis controladas mientras predominó un aislamiento exterior e intercomarcal que facilitó el mantenimiento de una producción de autoabastecimiento. Esto es válido incluso para los cuarenta primeros años del siglo XX. Es difícil calcular cuál es la población tolerable en un marco territorial, dada la variabilidad de exigencias vitales y los condicionantes estructurales sobre el uso de recursos. Lo que parece claro es que en 1940 la población gomera era excesiva para una economía de base esencialmente agraria, es decir, directamente hgada a los recursos derivados del suelo. Indudablemente, la abundancia relativa de agua en La Gomera permitió una continua expansión agrícola y posiblemente, en lo que a este recurso se refiere, en 1940 no se habría llegado a un tope de explotación. Pero el carácter público del agua, siendo en principio beneficioso para la agricultura de autoabastecimiento, 71


impidió la utilización preferencial. De todas maneras, mucho más importante que la sobreexplotación de recursos fue la desestructuración de un sistema agrario en el que la carencia o no de agua no fue un factor determinante. Más problemática fue la carencia de suelo que, conectada con la disponibilidad de agua, explica las increíbles ocupaciones agrícolas mediante bancales en zonas regables. Solamente en el Sur la escasez de precipitaciones y de obras de captación hizo valorar el factor agua por encima de la disponibilidad de suelo. Así pues, la introducción masiva de una agricultura industriaUzada de carácter intensivo, orientada hacia la exportación, supone una artificiahzación de la actividad económica —tanto más cuanto que no está ligada a procesos agrícolas complementarios dentro del propio territorio— y permite notables crecimientos poblacionales en base a tal cambio. El problema es que este planteamiento conlleva un gran aumento de la dependencia exterior sin contrapartida. En el actual momento de transición de La Gomera hacia un enfoque más acusadamente terciario de la actividad económica, la artificiaUdad se agudiza, convirtiéndose la base territorial en un campo de operaciones más abstracto, menos limitativo. Este hecho permite teóricamente crecimientos poblacionales más amplios que cualquier otro enfoque a corto y, como mucho, medio plazo, pues la doble dependencia exterior —agricultura de exportación y turismo—, sin consolidación alguna de las actividades que se inician y terminan dentro del propio territorio, no garantiza una aceptable estabilidad. Este aumento de la dependencia exterior exige un detenido estudio de las bases de comercialización de los nuevos productos y medidas de reforzamiento de los mercados interiores. En caso contrario, la acumulación poblacional conseguida de esta manera llevará a una desestructuración aún más profunda del sistema, por lo que las próximas e inevitables crisis —dado el aumento de la dependencia exterior— conducirán a nuevas y más intensas oleadas migratorias y a la búsqueda de una nueva artificialización económica o, en el caso límite, a la financiación por perentorias necesidades sociales de actividades de carácter netamente irrentable, cuyo origen se encuentra precisamente en el descrito proceso de inversiones a corto plazo.

2.2.2.

ALGUNOS ASPECTOS CUALITATIVOS DE LA POBLACIÓN Hasta 1930 la composición sectorial de la población activa se mantiene prácticamente invariable respecto de las últimas décadas del si-

72


glo XIX. El predominio del sector primario y, dentro de él, de la agricultura es abrumador. La presencia dentro del subsector agrario de aparceros tiene una enorme importancia. En este sentido hay que decir que las clasificaciones censales no son demasiado cuidadosas, apareciendo recogidos los sistemas de cultivo a partes como peonales. No obstante, con toda seguridad, al menos en el norte y el oeste de la Isla, este peonaje representa fórmulas de medianería, heredadas, en ocasiones al menos, de la época señorial. La ausencia de una agricultura fuertemente capitalizada, salvo en los enclaves del sur de la Isla y en algunas propiedades de cierta extensión en el norte, impedirá precisamente un desarrollo masivo del sistema peonal, debiendo, por tanto, entenderse que las cifras de peonaje se refieren en buena medida a sistemas de medianería más o menos reconocidos. Estas afirmaciones hay que matizarlas sin embargo a través de una consideración: posiblemente la pequeña propiedad daba lugar, como ocurre actualmente, a un doble empleo de agrícola (medianeros-peones o propietarios-peones). Así pues, en las tres primeras décadas del siglo se da una escasa evolución de las relaciones de propiedad. Únicamente es observable un ligero descenso del peonaje agrícola, unido a un apreciable aumento —al menos en el norte-— del número de propietarios por herencia o, simplemente, a un cambio en los sistemas clasificatorios. Entre 1930 y 1950 se confirma la tendencia anteriormente descrita con un apreciable aumento del número de propietarios y una gran disminución del peonaje agrícola. A partir de los cincuenta los descensos serán sistemáticos tanto entre propietarios como entre peones, aunque más acusados entre estos últimos. En definitiva, como veremos más adelante, la emigración gomera tiene un carácter profesional selectivo, centrándose sobre todo en los niveles menos estables de la agricultura (peones y aparceros, en primer lugar, y pequeños propietarios en segundo). En cuanto al resto de las actividades, las cifras se mantienen también hasta 1930, comenzando una lenta evolución a partir de ese año. En 1950 se ha elevado algo el peso del sector terciario y del sector iiidustrial (por efecto de las industrias conserveras fundamentalmente). Esta evolución se confirma en los treinta años posteriores, aumentando enormemente el peso del sector terciario. La construcción, desde su modestísima representación en 1950, pasa a tener una gran importancia en 1981. La industria se estancará a consecuencia de los cierres de las factorías del sur. La tabla 6 permite comprender mejor los procesos descritos.

73


TABLA 6 DISTRIBUCIÓN SECTORIAL POBLACIÓN ACTIVA GOMERA % VaUehermoso 1887 1930

Agrie, propietario Peón agrícola Resto primario Construcción Industria Sector terciario Población activa

% La Gomera 1950 1981

22,4 28,2 35,5 20,5 64,1 61,8 45,7 20,7 3,7 5,4 1,1 4,3 0,4 0,8 16,9 0,1 0,9 2,8 2,1 0,7 7,6 12,2 33,7 7,5 100,0 100,0 100,0 100,0

Cif. absolutas La Gomera Dif. 1981-1950

-2.277 -3.197 -90 +648 -25 +435 -4.506

Fuente: E. Burriel. Censo de 1981 y elaboración propia.

Desde luego, no se pueden extrapolar las cifras de VaUehermoso a la totalidad de la Isla; pero son las únicas disponibles y las ofrecemos a nivel indicativo de un medio abrumadoramente dominado por la actividad agraria y con escaso peso de la capital insular. Entre 1950 y 1981 se consuma la gran transición gomera. El considerable aumento relativo de los sectores no agrarios se debe sobre todo a la decadencia agrícola pues los crecimientos absolutos en terciario y construcción son bastante moderados. De hecho, si la agricultura no hubiera perdido efectivos entre ambas fechas, el crecimiento de la construcción y del terciario colocaría respectivamente a estos sectores con el 7,25 % y el 15,3 % del total de la población activa en 1981. Ante todo resalta la pérdida de 4.500 activos a consecuencia de la gran crisis agraria. No se puede, por tanto, hablar de momento de un cambio de modelo económico, sino sobre todo de una imparable decadencia agrícola que es el principal motivo de la intensa emigración. No tenemos las cifras de evolución de la población activa según áreas espaciales homogéneas, pero la introducción a la evolución demográfica revela a través de las pérdidas poblacionales y de los procesos de envejecimiento, que son las zonas de pequeño campesinado independiente y de aparcería (medianías y alturas sobre todo) las que más agudamente retroceden a nivel poblacional. Esto es coherente con los datos expuestos.

74


Habitualmente los grandes aumentos de la actividad constructora van ligados al abandono de la actividad agraria. Ahora bien, en La Gomera el retroceso agrario no se relaciona con un potente proceso de urbanización sino de emigración exterior, como última posibilidad vital. San Sebastián de La Gomera es el único punto con un proceso de consolidación urbana apreciable, pero aun así bastante débil. De igual manera han tenido importancia las obras públicas (puertos y carreteras). El crecimiento del subsector de la construcción en La Gomera es bastante acusado en términos relativos. Algo más de la mitad de los efectivos de esta actividad están en la comarca directamente influenciada por San Sebastián. Si creemos los datos del Padrón de 1975, la población activa en construcción crece porcentualmente en casi dos veces y media entre esa fecha y 1981. En las entidades del Barranco de Agua Jilva-La Laja, desde El Molinito a La Laja, el peso de los activos de la construcción era del 58 % sobre el total de la población activa del área en 1981, aunque frecuentemente se da un doble empleo (agricultura y construcción) no recogido en el Padrón ni en el Censo. En esta zona concretamente, el aumento de la construcción y del sector terciario se produce por un efecto combinado de descenso agrario por emigración y de paso a una actividad exclusivamente agraria a otra en los sectores mencionados. En el resto de la isla, pese a un aumento general de la construcción, esta actividad tiene una importancia muy secundaria. Solamente aparece mejor representada en el Barranco del Valle y en el de Hermigua, lo cual señala más una actividad renovadora y de obras públicas que de concentración poblacional. En todos los casos, salvo parcialmente San Sebastián, la construcción se ve incapaz de acoger los excedentes campesinos, por lo que supone un freno muy pequeño a la emigración. No obstante, es uno de los motores de la redistribución poblacional en el territorio, sobre todo influyente en las áreas periféricas de San Sebastián. Este fenómeno de renovación o construcción de viviendas de nueva planta que supera ampliamente las expectativas razonables del mercado de la vivienda es típico de las áreas deprimidas, suponiendo un aplazamiento de problemas pero ni mucho menos una solución. Esta dinámica, pese a que su futuro es oscuro en lo que a edificación convencional se refiere, fija de momento más a la población en las áreas que por una u otra razón tienen cierta actividad edificatoria. En el caso de la comarca de San Sebastián casi un tercio de la población activa se dedica sorprendentemente a la construcción.

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TABLA 7 EVOLUCIÓN DEL PESO POBLACIONAL COMPARACIÓN ENTIDADES MAS DINÁMICAS CON RESTO ISLA (%)

1900

San Sebastián (capital) 9,3 Vallehermoso (capital) 5,6 La Calera 2,7 Playa Calera — La Puntilla — Vueltas — La Rajita 0,2 La Dama 0,3 P. Santiago 0,1 L. Santiago 0,5 Hermigua 5,9 Total entidades . . . . 24,5 Total sin San Sebastián 15,2 Total resto isla . . . . 75,5 Total Gomera 100,0

Peso poblacional 1930 1950 1970

1981

1950

% acumulado 1970 1981

,1

10,0

16,5

22,6

100,0

110,9

143,9

4,3 2,6 0,3 0,2 1,2 0,4 0,8 2,6 1,3 4,3 26,0

3,6 2,7 0,4 0,1 0,8 0,8 1,8 3,1 3,3 3,8 30,4

3,6 2,5 0,9 0,3 2,0 1,5 1,7 2,9 3,5 3,5 38,9

4,2 2,7 1,2 0,4 2,9 1,5 2,0 2,4 3,0 3,5 46,5

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

68,3 62,1 135,9 217,2 176,5 126,9 63,1 64,6 73,0 61,4 86,5

75,6 64,1 173,4 237,9 235,7 125,1 71,3 50,7 57,8 58,8 97,7

17,8 74,0 100,0

20,4 69,6 100,0

22,4 61,1 100,0

23,9 53,5 100,0

100,0 100,0 100,0

74,5 59,5 67,7

74,9 49,0 63,8

Fuente: Nomenclátores y elaboración propia.

En cuanto al sector terciario se halla más extendido por la isla merced al deficiente equipamiento comercial y hotelero de San Sebastián y en virtud de las dificultades intrainsulares de comunicación que limitan el papel de San Sebastián como gran centro insular de servicios. De todas maneras, San Sebastián concentra el 46 % de la población activa del sector terciario, si bien parece que, si no hay cambios económicos importantes dentro de la isla, su capacidad de terciarización se halla en estos momentos agotada, después del empuje dado al sector por las mejoras portuarias. Este sector es bastante menos dinámico que la construcción, aunque notablemente más sólido en lo que a estabilidad y retención poblacional se refiere. De hecho, las zonas más terciarizadas son las que mejor han aguantado por regla general la crisis de los últimos treinta años. Ello determina un poblamiento selectivo. Al incidir la emigración sobre todo en las acti-

76


TABLA 8 DISTRIBUCIÓN POBLACIÓN POR ACTIVIDADES (%)

San Sebastián Vallehermoso (1) .. . Costa V. G. Rey (1) La Rajita La Dama Playa Santiago Lag. de Santiago .. . Total entidades Total sin S. Sebastián Total resto Isla Total Gomera

Agricultura

Pesca

Industria

Construcción

Terciario

. . y terciario

4,7 23,1 36,8 2,6 67,8 10,3 47,8 20,1 34,2 61,8 41,2

2,0 0,0 14,2 30,8 5,1 50,0 8,7 8,6 14,5 0,9 4,7

2,9 6,6 0,3 46,2 5,1 3,4 0,0 4,0 5,1 1,6 2,8

27,9 15,4 2,6 2,6 0,0 6,9 9,0 17,8 8,7 16,1 16,9

62,2 54,9 46,2 17,9 22,0 29,3 34,3 49,3 37,6 18,4 33,7

65,1 61,5 46,5 64,1 27,1 32,7 34,3 53,3 42,7 20,0 36,5

Fuentes: Censo de 1981 y elaboración propia. (1) Padrón de 1981 y elaboración propia.

vidades agrarias menos resistentes, las zonas terciarizadas resaltan su presencia aun cuando pierdan población que en modo alguno puede ser absorbida por el pequeño terciario o la azarosa construcción. De esta manera la distribución poblacional adopta un nuevo paradigma espacial basado en la mayor capacidad retentiva de las actividades no agrarias. Así pues, este proceso se deberá en gran medida no a una concentración poblacional, sino a menores pérdidas. Solamente habrá una real concentración en San Sebastián capital y en la costa de Valle Gran Rey, aunque en esta tíltima zona representa de momento un microfenómeno. Se puede advertir en la tabla 7 que sólo cinco entidades acumulan población de forma real, las restantes entidades pierden dinámica de manera evidente. Entre ellas hay las que plantean una ligera recuperación en la última década (Vallehermoso, La Dama y, en menor medida, La Calera), lo que señala una estabihdad con tendencia a la recuperación; pero otras (Playa y laguna de Santiago y Hermigua) continuarán un descenso poblacional más o menos acusado. Si conectamos estos datos con la distribución de la población activa, obtendremos una visión más clara de las causas del nuevo esquema 77


00

VIARIO Y EQUIPAMIENTO (1981)

Agulo ^ 7 % Costa de Montefofte

2 > >

W /"^ Son Sebosíián

36% Carretera asfaltada

Camino Pista

Lo Domo - Lo Rojito

O A D

Área insular de transportes Área insular de hostelería Área insular de comercio


de poblamiento. Hay que advertir que los datos de población activa no son homogéneos, pues el Padrón no ha elaborado los datos a nivel de entidad, por lo que debemos basarnos, en algunos casos, en el muestreo del Censo realizado por nosotros entre los cabezas de familia. Entre las entidades que acumulan población en mayor o menor medida, San Sebastián se basa en su desarrollo terciario. En la Costa de Valle Gran Rey, pese a la importancia de los servicios, hay una notable presencia agrícola; ahora bien, esta actividad se centra sobre todo en La Calera que, aunque se está recuperando, perdió bastante población. No obstante, el peculiar desarrollo turístico de esta zona, en base a la oferta de plazas en casas particulares, y el deficiente equipamiento facilitan una preponderancia del sector primario que, a veces, es puramente nominal, pues al no estar dada de alta la explotación turística de las viviendas se encubre la situación mediante una profesión agrícola. En otro sentido, la escasa importancia de la construcción se debe al carácter autoconstruido de buena parte de la oferta o de las adaptaciones efectuadas. La otra entidad que acumula población, aunque moderadamente —La Rajita—, no debe su situación al terciario, sino al complejo pesquero industrial, actualmente desaparecido; por las comprobaciones que hemos hecho, se puede afirmar que su despoblamiento es acelerado. Las restantes entidades no han recuperado la población que tenían en 1950. El caso más anómalo lo constituye Vallehermoso que con un amplio sector terciario —el segundo en importancia de la Isla a niveles absolutos y relativos— presenta unos signos bastante débiles de recuperación. Conviene comentar esta situación porque señala bastante bien las repercusiones de la introducción del plátano y del final de la relativa autarquía en la distribución del poblamiento. Vallehermoso fue hasta principios del siglo XX no ya la segunda capital de La Gomera, sino que compartió la capitalidad efectiva con San Sebastián. Al menos el Norte, el Oeste y la meseta de Chipude eran áreas Kgadas de alguna manera a Vallehermoso capital. La introducción del plátano produjo ya una diversificación espacial en el norte. Fruto de ello es el escaso progreso poblacional de Vallehermoso en los primeros treinta años del siglo; a ello se unían las menores posibilidades de expansión del plátano en su territorio. De todas las maneras, Vallehermoso no sólo se había convertido en lugar de intercambio de productos agrarios, sino que desarrolló un mercado más diversificado de otros productos elaborados, al amparo de aquel intercambio. Fue igualmente base operacional de cadenas de vendedores domiciliarios que se implantaron en áreas rurales de difícil comunicación. El arrase del mercado interior a causa de la mejora de las comunicaciones terrestres y marítimas no sólo influye en el mercado 79


alimentario y en la producción agraria, sino que fue limitando la función comercial diversificada de Vallehermoso. Frente al caso de San Sebastián que gana población de forma absoluta y relativa entre 1940 y 1981 e, incluso, frente al litoral de Valle Gran Rey, que aumenta notoriamente su peso relativo, Vallehermoso capital presenta una constante recesión desde 1930, aún más aguda en su comarca inmediata. De aquí que, desde su relevancia insular, se haya visto relegada a un papel secundario. De hecho, la importancia de su sector terciario se debe a que ha sido el área de actividad menos afectada por el carácter selectivo de la emigración; de tal manera que la importancia de sus efectivos queda resaltada por la relatividad de las cifras. En las actuales circunstancias es imposible que Vallehermoso recupere su papel comercial de otros tiempos. Su futuro está ligado en gran medida a la recuperación de la producción de autoabastecimiento en las medianías y alturas del norte y del oeste. Vallehermoso tiene un papel primordialmente agrario y debe ser potenciado. En este sentido parece absolutamente positiva la iniciativa de un mercado municipal de venta en origen, ya en funcionamiento, y la aprobación por parte del Cabildo de la instalación de frigoríficos. Dejando aparte su papel administrativo, que tendrá lógicamente un ámbito municipal, los restantes equipamientos y servicios del terciario dependerán en gran medida del éxito de aquella política agraria. Playa Santiago, con grandes pérdidas poblacionales, es un caso claro de estancamiento agrícola y de fuerte recesión pesquera. El cierre de la factoría conservera ha conducido a una situación de profunda crisis. En modo alguno se puede hablar en este caso de un fenómeno de concentración poblacional, puesto que a partir de 1950 las pérdidas poblacionales son casi tan acusadas como las de las áreas menos dinámicas de la Isla. La situación de Laguna de Santiago, aunque sin conexiones con la actividad pesquera, es bastante similar. La Dama presenta una situación de recuperación, aun dentro de la notable recesión a partir de 1950. Estimamos que en este caso se puede deber a una estructura de la propiedad menos concentrada que en las costas de Alajeró. Los enclaves plataneros y tomateros del sur de la Isla, después de un acelerado proceso de acumulación poblacional hasta los años cincuenta, entran en una fase de aguda decadencia al verse incapaces de absorber no ya los crecimientos, sino simplemente los activos que habían atraído en los momentos de expansión agrícola. Ahora, salvo en el caso de La Dama —y en muy escasa medida—, no pueden evitar constantes pérdidas poblacionales. Este es el grave problema de los esquemas de desarrollo basados casi exclusivamente en operaciones exportadoras. En conjunto lo que aparece claramente es que aquellas entidades con

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escasa presencia del sector terciario y del industrial sufren un acusado descenso demográfico, ligado a la emigración agraria. No se puede hablar por tanto de agudos procesos de concentración poblacional, sino más bien de movimientos migratorios selectivos que hacen resaltar extraordinariamente a nivel relativo el peso de las entidades que pierden menos población o que la acumulan moderadamente. Se debe, pues, repetir que la nueva distribución espacial de la población es más fruto de la decadencia económica que de la introducción de un nuevo modelo económico. Es cierto que el desarrollo de San Sebastián y, sobre todo, de la Costa de Valle Gran Rey suponen los primeros pasos hacia una orientación netamente terciaria cuyas consecuencias, de mantenerse el actual marco socioeconómico, serían la crisis permanente del norte de la Isla, la despoblación del interior y la acumulación poblacional en las dos zonas antes citadas y en algunos enclaves costeros del sur (siempre y cuando se logre implantar un esquema turístico convencional). Este modelo condena a la Isla a una total dependencia económica del exterior y a un nulo control de sus propios procesos. Porque, en definitiva, la situación actual deriva de un modelo acumulativo semejante, salvando las distancias, y representa un pálido reflejo de lo que puede ocurrir en el futuro si no se instrumenta, al compás de cualquier orientación exportadora, una política destinada a conseguir las bases de una autosuficiencia parcial centrada en la actividad agraria y en la producción de energía.

El envejecimiento poblacional Como señala Eugenio Burriel, hasta los años cuarenta la emigración gomera estaba compuesta predominantemente por varones jóvenes y solteros. Aunque ello distorsionaba profundamente la pirámide poblacional, era un regulador muy estabilizado de empleo. En un medio que, hasta la expansión platanera, tenía escasas posibiUdades de absorción poblacional (E. Burriel estima que entre 1860 y 1900 el ntímero de hombres en edad laboral del municpio del Vallehermoso se mantuvo constantemente en torno a 830), la emigración era sistemática pero no ponía en peligro una continuidad poblacional adaptada a necesidades y limitaciones. La expansión agrícola de las primeras décadas del siglo XX aumenta la capacidad de absorción poblacional, mientras que las crisis de los cuarenta últimos años conducirán a una emigración continuada, despobladora y que, en ciertas áreas, pone en duda la presencia humana. Este gran flujo migratorio, sobre todo durante los veinticinco últimos años, ha distorsionado la pirámide de población de forma notoria y peculiar. La evolución de la población por grandes grupos de edades a nivel insular, se refleja en la Tabla 9.

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Prácticamente hasta 1950 la estructura de la población por edades permanece inalterable, con una leve tendencia al envejecimiento a consecuencia de la crisis de los años cuarenta. Pero a partir de esa fecha el envejecimiento se dispara, creciendo notoriamente la presencia de ancianos y disminuyendo la de jóvenes y niños. En el grupo de edades intermedias el aumento se debe también al proceso de envejecimiento, estando mal representadas las cohortes entre veinticinco y cuarenta años. Este envejecimiento varía espacialmente, adaptándose a los diferentes flujos migratorios. El carácter selectivo de la emigración, centrada sobre todo en las ocupaciones agrarias menos resistentes (pequeño campesinado, aparceros y jornaleros), dará lugar a diferencias que se adaptarán a la mayor o menor presencia a mediados del siglo de las profesiones citadas. Evidentemente las zonas del interior son las más afectadas por el envejecimiento.

TABLA 9 EDADES Año

1877 1950 1975 1981

(1) (1) (1) (2)

0-19

20-59

60 y más

50,0 48,6 39,9 37,1

42,4 41,8 42,8 44,8

7,6 9,6 17,3 18,1

Fuente: E. Burriel (1) y Padrón de 1981 (2).

TABLA 10

Edad

-300 m.

300-700

-H700 m.

-300 m. (sin capitales)

Cantidades en tanto por cien

0-14 15-24 25-44 45-59 60 y más

28,1 16,8 23,1 15,7 16,3

28,4 14,8 19,3 16,2 21,2

Fuente: Padrones de 1981 y elaboración propia.

82

27,8 14,8 19,6 16,8 21,0

27,0 16,5 22,1 17,1 17,3


EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN (1981) Y ESTRUCTURA POR EDADES (1981)

1960 = 100 %

0 - 10 •/o Oa - 1 9 % -20 a -39 % -40 a -59 % - 6 0 % y más

00


El hueco problacional que aparece en las edades intermedias más jóvenes, sobre todo en el grupo plenamente productivo, es evidente en el interior de la isla. De igual manera, a partir de los cuarenta y cinco años existe una mayor presencia de efectivos. Lo más peculiar es que, pese a la debilidad de los grupos reproductores, los niños son abundantes, desproporcionadamente abundantes, particularmente en medianías. Este fenómeno se debe sin duda a la persistencia de una alta fecundidad, de tal manera que la reducción del índice de natalidad (pasa del 34,5 por mil en los años cuarenta, al 18,9 por mil en los setenta), no tiene su origen apreciablemente en un acusado cambio de las pautas natalistas, sino en el aumento inusitado de los efectivos poblacionales no reproductores. Basta una comparación con datos estatales para que este hecho quede manifiesto (Tabla 11). Pese a la gran diferencia existente entre los grupos reproductores de ambas series, con gran ventaja para el conjunto de España, La Gomera tiene bastante más población infantil. No obstante, los contrastes espaciales son muy fuertes. Las áreas más dinámicas, aunque han reducido su fecundidad, presentan una estructura poblacional explosiva. En el otro extremo, las medianías y alturas plantean un agudo envejecimiento.

TABLA 11

Grupos de edad

España 1970

La Gomera 1981

1981

Cantidades en tantos por cien

0-14 15-24 25-44 45-64 65 y más . . . .

27,8 15,5 26,5 20,6 9,7

25,7 16,5 24,7 21,9 11,2

Fuente: Censos de 1981 y 1970 y Padrón de 1981.

84

28,2 16,2 21,9 19,8 13,9


TABLA 12 _. j Edad

0-14 15-24 25-44 45-64 65 y más

^, 1,, ,. .j. El Molmito

o c .. S. Sebas.

381,0 193,2 268,8 100,8 56,1

305,8 185,3 250,7 167,7 90,5

Costa Alturas Median. N. ,, ^ „ »T _^ -.7 .1 L V. G. Rey Norte Valleher. Cantidades en tantos por mil

263,6 199,3 227,7 193,1 116,3

272,3 153,5 170,8 212,9 190,6

243,9 133,4 176,5 252,5 193,7

Medianías C Sur

197,8 131,9 183,2 256,4 230,8

Fuente: Censo de 1981 y elaboración propia.

Indudablemente se dan distorsiones provenientes de la intervención de otros factores no ligados directamente a la estructura de edades. Por ejemplo, en las alturas del Norte la fecundidad reciente es muy elevada (3,44 hijos por mujer casada nacida después de 1940), mientras que en las medianías de Vallehermoso Norte y en las del Sur se da un fuerte desequilibrio intersexual. Al mismo tiempo los ritmos migratorios a través del tiempo y su tipología familiar introducen distorsiones que impiden una correspondencia perfecta. No obstante, está claro que el envejecimiento afecta de forma particular a las zonas clásicas de agricultura de autoabastecimiento. Por el contrario, en la zona capitalina se da una auténtica explosión demográfica que agudiza el efecto de aglomeración, pese a que el descenso de la fecundidad en los últimos diez años es notorio. Este envejecimiento de las zonas agrícolas de autoabastecimiento por efecto de la fuerte emigración tiene múltiples repercusiones entre las que señalaremos las más relevantes para nuestros objetivos. — La recesión poblacional a causa de la combinación de envejecimiento con emigración fuerza a considerar muy detenidamente las posibilidades de recuperación poblacional en áreas concretas y a corto o medio plazo. Dado el enfoque del Ecoplán, tendente a evitar grandes intervenciones territoriales —concretadas esencialmente en infraestructura de transportes, construcción turística y, con carácter más restringido, expansión de cultivos de exportación— que dan lugar a bruscos crecimientos poblacionales en las áreas afectadas por esas intervenciones, hay entidades y zonas cuya recuperación no es posible sino a largo plazo. Tal situación 85


afecta, sobre todo, a las medianías del Sur, en las que plantear una recolonización es absolutamente irreal, ya que sus efectivos humanos no garantizan —aun en el caso de la desaparición de la emigración— la supervivencia del poblamiento. El envejecimiento acusado de los efectivos poblacionales ligados a la agricultura del interior de la isla ocasiona un notable descenso de la eficiencia productiva por varias razones. En primer lugar, dada la fragmentación de las explotaciones, la vejez conduce al abandono de las parcelas más alejadas. En segundo lugar, las mejoras tecnológicas tienen una difícil implantación en un medio en el que, a causa de la edad avanzada, los deseos de mejora son escasos. En tercer lugar, se abandonan actividades agrícolas para las que se requiere cierto vigor. El caso más evidente es el de la miel de palma cuya extracción entraña indudables riesgos. En conjunto, actualmente la actividad agraria no sólo sigue retrocediendo imparablemente por efecto de la emigración, sino por sobremortalidad a causa de la avanzada edad media de los pequeños agricultores y aparceros. Otro defecto notable es la deshabitación progresiva —y su abandono— de un patrimonio edificado muy estimable. Este aspecto lo tocamos más detinidamente en el apartado dedicado a la vivienda. Sólo indicaremos aquí que las zonas del interior son las que han conservado asentamiento y casas más interesantes y las que están sometidas más agudamente a procesos de deshabitación y envejecimiento.

2.3. ACTIVIDAD AGRARIA 2.3.1.

DINÁMICA Y PRODUCCIÓN AGRARIA Plantearse lo agrario en una isla en la que hasta 1950 la inmensa mayoría de la población activa (85 %) dependía de este sector es abordar la esencia misma de La Gomera. De hecho, a lo largo de este informe, el tema agrario es el factor fundamental de cualquier intento de comprensión y, por tanto, de actuación; lo recorre y es su pared maestra. El tema agrario, pues, está disperso en nuestra exposición como fundamentación de la dinámica poblacional, de la ubicación de asentamientos, de las transformaciones territoriales, del pai-

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saje; como punto focal de nuestras reflexiones sobre el turismo, las comunicaciones o los sistemas de riego. Es por ello que esta exposición representa únicamente una recapitulación sobre la hipótesis que hemos utilizado en nuestra inte'rpretación del proceso de adaptación de la actividad humana a las condiciones de La Gomera y una aportación —en apoyo de esas hipótesis— de los escasos datos estadísticos existentes. Buena parte de las hipótesis, ante las carencias o contradicciones de las fuentes documentales, se han basado en entrevistas, trabajos de campo y análisis de las intervenciones humanas en el territorio y sus vestigios. Han sido construcciones lógicas a partir de una multitud de indicios. Téngase en cuenta que hasta 1962 no poseemos datos de cierta amplitud sobre la estructura agraria y que aun éstos los hemos tenido que desechar por su evidente incoherencia. En 1972, aunque las cifras son más creíbles, proporcionan una información escasa. Por último, el Censo de 1982 contiene tantos errores que el INE se verá obligado a reeditarlo. Además, las grandes épocas de transición de la economía gomera, primero a principios del siglo XX desde una economía cerealista y ganadera a otra que añade los cultivos costeros de exportación y, después, desde la gran expansión a la permanente depresión, carecen, por el momento, de una descripción precisa. A través de Escolar, Madoz, o Verneau podemos hacernos una idea del esquema productivo de La Gomera durante el siglo xix, pero con una visión poco sistemática y excesivamente generalizadora. En el siglo XX las clasificaciones del INE y de las Cámaras Agrarias aportan datos más concretos, aunque de fiabilidad escasa, mientras que algunos investigadores (E. Villalba Moreno, E. Burriel, W. Rodríguez, Reyes) nos han permitido arrojar alguna luz sobre nuestras hipótesis principales. Quede claro, pues, que esta exposición no es exhaustiva ni pretende serlo, entre otras cosas porque hemos enfocado nuestros análisis esencialmente hacia la agricultura de autoabastecimiento. Los cultivos de exportación han sido tratados en multitud de monografías por lo que únicamente aludimos a ellos de forma superficial.

La agricultura Ofrecemos a continuación una recopilación de las principales hipótesis de trabajo que hemos manejado en relación con la actividad agrícola. — A lo largo de los últimos cinco siglos La Gomera ha articulado dos orientaciones productivas íntimamente relacionadas: Una di87


rígida a las exportaciones de alto valor (sucesivamente, caña de azúcar, orchilla, cochinilla y tomate y plátano) y la otra hacia el autoabastecimiento con excedentes para la exportación (cereales, quesos, ganado en vivo, cera, miel...). El carácter accidentado del territorio gomero y la ausencia de medios de comunicación, tanto en el interior como en el exterior hasta muy avanzado el siglo XX, hizo que el autoabastecimiento fuera muy alto, creándose media docena de comarcas con un acusado nivel de autarquía. Hasta la introducción de los cultivos costeros de exportación, ya en el siglo XX, las limitaciones que el suelo imponía a una agricultura tradicional actuaron de regulador poblacional, de tal manera que el crecimiento de la población, aunque constante, fue bastante moderado, merced a una emigración que equilibraba la población a tenor de los recursos. El agua demográfico de los años cuarenta del siglo xx a consecuencia de la expansión de los cultivos costeros de exportación (tomate y plátano) repercutió, merced al mantenimiento de las dificultades de comunicación, en una expansión paralela de los cultivos de autoabastecimiento.

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• El comienzo de la crisis agraria —con posterioridad a la Guerra Civil— reconoce causas externas, pero se agrava progresivamente por la peculiar estructura agrícola gomera, con unos condicionantes que ya se habían venido gestando y otros de nueva aparición. Los tres puntos fundamentales de este proceso son los siguientes: • Pérdida de los mercados internacionales, general en el Archipiélago, que limita la expansión del regadío así como su rentabihdad. • El gran crecimiento demográfico había ido ocasionando una ocupación exhaustiva del suelo con una mínima capacidad agrícola por lo que existían escasas posibilidades de ampliación, salvo mediante inversiones costosas. El tamaño de la mayor parte de las explotaciones que había ido reduciendo, más que por concentración del suelo en pocas manos, por divisiones entre una prole numerosa. Las necesidades alimentarias imponen aguadamente, particularmente en el Norte de la Isla, la asociación de cultivos de autoabastecimiento y de exportación, con lo que los rendimientos de éstos decrecen y la competencia respecto de otras zonas del Archipiélago se vuelve más difícil. • La mejora de comunicaciones interiores afecta sobre todo a la agricultura de autoabastecimiento que, habiéndose desenvuelto en un medio acusadamente autárquico, no puee hacer frente a una competencia exterior que sustituye el trueque por la valoración monetaria y tiene mayor regularidad y capacidad de abastecimiento. La importante y creciente emigración a partir de 1950 aumenta la presencia de pequeños medianeros apalabrados por pequeños campesinos emigrantes a Tenerife. Ello se traduce en unos excedentes de producción reducidos y caros. Como alternativa a esta situación las tierras son simplemente abandonadas —particularmente el secano cerealista del Sur— pero no vendidas, puesto que los emigrantes a Tenerife conservan sus tierras como una especie de seguro frente al fracaso o, sencillamente, no les compensa el dinero obtenido por la venta de propiedades ínfimas. Ambas situaciones se concentran en una congelación o subexplotación. El agua constituye también un factor fundamental en la expansión y la posterior crisis. La expansión del regadío costero produce un reordenamiento del uso tradicional del agua a principios del siglo XX. Hasta entonces el régimen había sido de «dulas» o 89


Tierras de labor abandonadas Cultivos de abastecimiento del mercado interior Cultivos tradicionales de exportaci贸n Combinaci贸n cultivos mercado interior - exportaci贸n Predominio de la vid Cultivos autoconsumo Frutales N煤cleos ganaderos

> >


derechos de agua indisolublemente ligados a la tierra. Este régimen estaba adaptado a los típicos cultivos de autoabastecimiento de la Isla, aunque a veces se planteasen situaciones de evidente irracionalidad en el uso del agua. Con la creación de las Comunidades de Regantes los recursos hídricos van siendo transferidos a los nuevos cultivos de regadío, sustituyéndose los turnos por riego horario, con lo que, de hecho, el sistema de «dulas» desaparece en beneficio de las zonas costeras, con muy pocas excepciones (Valle Gran Rey, Alojera). Actualmente se puede hablar de acusados procesos de privatización del agua no sólo con finalidades agrícolas, sino en previsión de desarrollos turísticos. — La evolución del uso del agua, propicia, en algunos casos, el abandono de zonas de regadío en medianías a través de un mecanismo por el cual los propietarios de zonas costeras compran tierras en medianías para disponer del agua asignada. Este mismo proceso también se da en sentido inverso con propietarios de medianías. — Por último hay otro factor que, aunque no de forma básica, coadyuvó a la desestructuración del sistema agrario gomero. El sistema productivo campesino se basaba con cierta frecuencia, sobre todo en las medianías del norte, este y oeste de la Isla y menos en la costa, en una distribución vertical de las parcelas de la explotación, de tal manera que de las zonas altas, Umítrofes con o incluidas en el bosque, se obtenían materia orgánica para abonado, guías y soportes para cultivos y forraje para el ganado, además de un amplio uso público del monte. Sin duda era preciso limitar la explotación de estos recursos que en momentos de alta presión poblacional se vieron seriamente comprometidos, pero el proteccionismo a ultranza del bosque y de las zonas periféricas aceleró la decadencia de una fórmula de reconocida complementariedad. La clasificación de las tierras según el régimen de tenencia es particularmente dificultosa en zonas en donde, como en La Gomera, las exportaciones tienen muy pequeño tamaño. El hecho es que, frecuentemente, aunque en los censos aparezcan un crecido número de propietarios, se oculta el hecho de que estos pequeños campesinos tienen otro empleo agrícola como peones o medianeros. A la espera de la corrección de cifras del Censo Agrario de 1982, ofrecemos algunos datos que, en líneas generales, confirman nuestros análisis. Algunos datos del inmediato pasado arrojan parcialmente luz sobre la situación particularmente en el norte de la Isla. En 1965 la propiedad media en Hermigua era de 0,3 Ha., mientras que el 20 % de los agricultores eran medianeros. En este mismo mu91


nicipio, según el Censo de 1972, solamente un 31 % de la superficie agraria estaba cultivada en régimen de propiedad. En Valle Gran Rey, en el mismo año, la propiedad equivalía al 46 % de al superficie cultivada. Según el Catastro de rústica de 1957, en Agulo los propietarios de regadío de 0,01 Ha. a 0,16 Ha. eran 288 (63,3 % del total de propietarios) y controlaban 18,31 Ha. (21,1 % del total de la superficie regada) con una extensión media por propietario de 655 m^. Las cifras para propietarios de 0,16 a 0,32 Ha. eran respectivamente de 81 (17,8 %), 18,56 Ha. (21,4 %) y 2.292 m^. Estas cifras se habían convertido a finales de los años setenta, según datos de la Comunidad de Regantes de Agulo, en lo siguiente:

TABLA 13 EXPLOTACIONES DE MENOS DE 0,40 HA. EN AGULO

N.° propietarios

Superficie (Ha.) '

Superficie

Ha

0,01 a 0,16 0,16 a 0,32

Absol.

%

absol.

%

media (m^)

623 126

73,6 14,9

37,87 29,74

33,5 25,7

599 2.360

Lo que más resalta es el considerable aumento de propietarios mínimos que si bien controlan mayor extensión de suelo regado, reducen el tamaño de su propiedad. Lamentablemente no poseemos los datos de los municipios del sur, en los que la propiedad media es más alta. Las cifras del Censo de 1972 se refieren a todo el suelo de propiedad rústica, por lo que solamente sirven para observar las diferencias entre los municipios del norte y del sur.

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TABLA 14 PESO DE LAS EXPLOTACIONES DE MENOS DE 1 HA. Ha.

Agulo

0,1 a 0,4 0,5 a 0,9 Total

33,8 28,8 62,6

Alajeró Hermigua VaUeherm. V. G. Rey S. Sebast. Total

15,7 10,8 26,6

36,9 29,6 66,5

34,1 22,8 56,9

65,7 15,9 81,6

31,8 13,3 45,1

37,2 20,3 57,5

Como puede observarse existe un dimorfismo entre los tres municipios que conforman el sur de la Isla (Alajeró, San Sebastián y Vallehermoso) y los restantes municipios. Los datos a nivel global pra 1982 son los siguientes:

TABLA 15 EXPLOTACIONES DE MENOS DE 1 HA. Cifras absolutas

Tierras labradas Superf. agraria utilizada

Porcentajes

Núm.

Has.

, ,,. , med. (Has.)

Núm.

Has.

2.472 2.510

1.220 1.344

0,49 0,54

90,1 89,7

62,5 53,2

Aun cuando no nos hallamos en el microfundismo de la zona norte, la Ínfima propiedad tiene una importancia extraordinaria, máxime si consideramos que estos datos se refieren a regadío y secano. En otro sentido, también a nivel general de La Gomera y según los datos del Censo Agrario de 1982, el 31,7 % de las explotaciones de menos de 1 Ha. están cultivadas en régimen de aparcería, lo que denota la gran importancia de este sistema en la pequeña propiedad. Aún así, como decíamos al principio, es muy posible que el número real de aparceros sea mayor a causa del doble empleo agrícola.

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Clasifícación agrícola del territorio La clasificación agrícola del territorio gomero demuestra claramente, según la tabla 16, el retroceso del suelo cultivado y el notable aumento de la superficie labrada abandonada. El resto de las clasificaciones dadas por las Cámaras Agrarias nos hemos visto obligados a reunirías en dos rúbricas, dada la frecuente arbitrariedad con que se manejan los conceptos de «prados y pastizales» y «erial a pastos». En cuanto al tema forestal el Censo de 1962 lo deja sin determinar por lo que nos hemos visto obligados a fusionarlo con utilizaciones ganaderas. De hecho el aumento en 178 hectáreas de esta superficie tan poco homogénea lo mismo puede querer decir que se han llevado a cabo repoblaciones forestales como que superficies labradas han pasado a ser utilizadas de forma más o menos permanente como pastos. Lo que sí está claro es que en 12 años la superficie cultivada se reduce en 560 hectáreas. Los datos anteriores a esta fecha son poco fiables, pero en 1950 se estima que existían unas 1.500 hectáreas de cultivos de regadío y 4.500 de cultivos de secano. Estas 7.000 hectáreas suponían el 18,8 % de la superficie total de La Gomera frente al 4,3 % que supone la superficie cultivada en 1984. Según nuestros análisis, realizados en función de la fotografía aérea y del empleo del agua, en ese último año existían 1.140 hectáreas de regadío, de las cuales 164 eran de riego ocasional, 807 hectáreas de secano y 5.895 hectáreas de pastizales y de tierras aradas y no cultivadas en la actualidad. El sentido general de las cifras es bastante similar, si bien las discrepancias sólo podrán superarse mediante censos agrarios más metódicos. En cualquier caso, lo que queda patente es el gran retroceso de la superficie cultivada, sobre todo de secano. De hecho la importancia de los pastizales significa que zonas cerealistas de la vertiente sur han dejado de ser sembradas, utihzándose para el pastoreo fundamentalmente de ganado caprino. Centrándonos en el análisis de la evolución de las superficies cultivadas, los datos son bastante elocuentes. Los municipios que territorialmente componen el sur son los que de forma clara disminuyen las superficies cultivadas y aumentan las abandonadas. La crisis de cultivos de exportación ha impactado duramente en las zonas en las que empresas de carácter capitalista han dejado de considerar rentable el mantenimiento de cultivos, fundamentalmente del tomate, pero también del plátano, en Playa y Laguna de Santiago. Los datos de Hermigua nos sorprenden bastante, pero no tenemos bases para juzgar su fiabihdad; sin embargo es bastante increíble que en 1972 no tuviera superficies abandonadas. En cualquier caso, el norte húmedo resiste bastante mejor la recesión agraria. Valle Gran Rey constituye un caso aparte, pues la abundancia de agua en la zona de medianías

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y la presencia de un pequeño turismo pueden haber tenido el efecto que se describe a continuación.

TABLA 16 VARIACIÓN SUPERFICIES AGRÍCOLAS 1972-1984 Cifras absolutas (Ha.)

Cultivada regadío . . Cultivada secano . .. Arada y no ocupada

S. Sebas.

Hermigua

Agulo

Valleher.

V. G. Rey

Alajeró

-38 -23 +38

-4 +10 +6

-1 -17 +48

-96 -176 +190

+43 -10 -56

-108 -42 +148

TABLA 17 PORCENTAJES (1972 = 100 %)

Cultivada regadío . . . . Cultivada secano Arada y no ocupada . .

S. Sebas.

Hermigua

Agulo

Valleher.

V. G. Rey

Alajeró

81,9 73,9 102,8

98,4 112,8 —

99,4 87,4 129,1

69,8 51,1 134,9

133,1 90,7 86,3

28,9 53,8 121,5

A la vista de estos datos se podrá comprender el porqué del intenso despoblamiento de la vertiente sur de la Isla, salvo en algunos pequeños enclaves. Otro aspecto importante es la consideración de la evolución de las superficies por grupos de cultivos. Frecuentemente no coincidirán con las cifras totales dadas anteriormente a consecuencia de los cultivos asociados. En las tablas adjuntas se pueden ver los grandes descensos de cereales, leguminosas y tubérculos en régimen de secano y monocultivo. Estos descensos corresponden a producciones de autoabastecimiento ganadero o humano (cebada, millo, lentejas, garbanzos, judías y papas). En cuanto a las hortahzas, el gran descenso de superficie, tanto en régimen de monocultivo como en policultivo, se

95


corresponde con la enorme recesión del tomate, típico producto de exportación. El resto de cultivos hortenses, si bien no pueden ser considerados de autoabastecimiento en su totalidad (pimientos, pepinos y cebollas se exportan en buena medida), presenta signos de cierta recuperación y diversificación, lo que es un signo positivo. No obstante, las hortalizas de autoabastecimiento debieron tener mucha más importancia con anterioridad a la gran crisis. Por último el plátano retrocede dentro de un proceso de sustitución por otros frutales (aguacate, mango...) con mejor mercado exterior. En conjunto, la evolución permite comprobar la recesión de los cultivos fundamentales de autoabastecimiento, siendo particularmente

TABLA 18 SUPERFICIES CULTIVADAS (Ha.) 1972-1984

S. Sebas. 1972-1984

Hermigua 1972-1984

Agulo 1972-1984

Valleher. 1972-1984

V. G. Rey 1972-1984

Alajeró 1972-1984

Cultivo regadío 210- 172 255-251 Cultivo secano . . . . 88- 65 78- 88 Arada y no ocupada 1.377-1.415 0- 6

161-160 135-118 165-213

315-220 360-184 545-735

130-173 108- 98 408-352

152- 44 91- 49 687-835

TABLA 19 SUPERFICIES CULTIVADAS SEGÚN TIPO CULTIVO (Ha.) 1972-1984

Monocultivo 1972 1984 secano-regadío secano-regadío

Cereales Leguminosas . . . . Tubérculos Hortalizas Frutales

96

423-167 31- 39 55-297 0-195 603

113-127 21- 18 28-240 0- 87 571

Cultivos asociados 1972 1984 secano-regadío secano-regadío

0-194 0- 16 1-136 0- 20 0

5-190 7- 4 1- 72 0- 11 0


preocupante la gran caída de estos cultivos en régimen de regadío. En cuanto al secano es más logca la recesión cerealística, sobre todo en el sur, puesto que al margen de los bajos rendimientos, resulta menos trabajoso la utilización de su superficie en pastizales de caprino, pese a la progresiva degradación del suelo. No obstante, buena parte de la superficie que tuvo ese uso está simplemente abandonada. Este análisis aporta una mejor comprensión del alcalde de la subexplotación de recursos y, consecuentemente, de la progresiva dependencia alimentaria del exterior.

TABLA 20 EVOLUCIÓN 1972-1984. CIFRAS ABSOLUTAS (Ha.)

Monocultivo secano regadío

Cereales Leguminosas Tubérculos Hortalizas Frutales

;. ..

-256 -10 -27 —

-40 -19 -57 -108

Cult. asociados secano regadío

+5 +7 0 —

-4 -12 -64 -9

-32

TABLA 21 EVOLUCIÓN 1972-1984. PORCENTAJES

Cereales . . . . Leguminosas Tubérculos.. Hortalizas . . Frutales . . . .

Monocultívo secano regadío

Cult. asociados secano regadío

26,7 67,7 50,9 —

— — 100,0 —

76,0 46,2 80,8 44,6 94,6

97,9 25,0 52,9 55,0 —

97


TABLA 22 EVOLUCIÓN DE LOS CULTIVOS PRINCIPALES

Monocultivo 1972 1984 secano-regadío secano-regadío

Cebada Millo Lentejas Garbanzos Judías Col Tomate Pimiento Ajo Cebolla Otras hortalizas Plátano

333- 7 22-156 12- O 15- O 0-39 0-12 0-133 O- 3 0-14 O- O O- O 0-547

Cultivos asociados 1972 1984 secano-regadío secano-regadío

78- 0 8-127 9- 0 6- 0 0- 18 0- 9 0- 32 0- 5 0- 7 0- 17 0- 0 0-495

0- 2 0-192 0- 0 . 0- 0 0- 16 0- 5 0- 15 0- 0 - 0 0- 0 0- 0 —

3- 0 2-190 0- 0 0- 0

2000000-

0 1 0 1 1 0 2

TABLA 23 EVOLUCIÓN SUPERFICIE LA GOMERA SEGÚN USO AGRÍCOLA (En Ha.)

1972

Cultivado regadío 1.223 Cultivado secano 860 Arado y no ocupado . . . 3.182 Forestal, prados, pastizales y erial 23.886 Improductivo y no agrícola 8.049 Total 37.180

98

Diferencias 1972-1984

1978

1984

1.135

1.020

796

602

3.324

3.556

-203 -258 -h374

23.967

24.044

4-374

7.958 37.180

7.958 37.180

-91 O


Porcentajes 1972

Cultivado regadío 3,3 Cultivado secano 2,3 Arado y no ocupado .. . 8,6 Forestal, prados, pastizales y erial 64,2 Improductivo y no agrícola 21,6 Total 100,0

2.3.2

1978

1984

Diferencias 1972-1984

3,1 2,1 8,9

2,7 2,7 9,6

—0,6 -0,7 +1,0

64,5

64,7

+0,5

21,4 100,0

21,4 100,0

-0,2 0,0

CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES CULTIVOS Huerta-autoconsumo

Patata La papa de regadío puede llegar a alcanzar cotas de 800 metros en regadío. A partir de esta altitud se cultiva generalmente en secano. El consumo de la papa es estrictamente insular. En tierras con disponibilidad de agua suelen darse 2 cosechas al año, seguidas de alguna hortícola de verano (judías, maíz, etc.), y muy excepcionalmente algunos terrenos alcanzan las 3 cosechas. La producción media por hectárea en regadío varía entorno a los 15.000 kilogramos, mientras que en secanos de altura supera rara vez los 10.000 kilogramos. Maíz Se emplean variedades autóctonas, no selectas, destinadas esencialmente a la producción de gofio o como pienso y forraje. Las producciones medias por hectárea no sobrepasan los 5.000 kilogramos.

99


Cultivos asociados En la isla se da la característica singular de cultivos de huerta asociados a la platanera. Estos se producen en cotas relativamente altas y con abundancia de agua. Es frecuente encontrar en estos casos judía y maíz asociados, aunque, como resulta obvio, la producción es muy difícil de calcular. El sistema de riego en esta categoría de cultivos es siempre por inundación, aunque dentro del regadío se producen diversas situaciones que oscilan entre el riego permanente y ocasional. En el apartado de usos del agua exponemos las diferencias en el ciclo,de riego según las distintas cuencas.

Cultivos de exportación

Platanera Es el cultivo dominante en la isla con una extensión cercana a las 900 hectáreas. En esta superficie se incluyen todas las posibilidades del ámbito de la platanera, es decir, asociada a frutales tropicales o a huerta, ya que la extensión del cultivo estricto de platanera sólo asciende a 285 hectáreas. Los métodos de cultivo son los típicos de todas las islas, con plantaciones regulares a marco de 2,50 metros. Las parcelas son abancaladas y modificadas artificialmente con aportes de tierra orgánica, ya que es un cultivo enormemente exigente en tierra y agua. La productividad anual muy variable, oscilando entre 15.000 y 30.000 toneladas/hectárea. El sistema de riego es en su mayoría por inundación, contabilizándose una pequeña proporción en donde se ha incluido el riego por aspersión y goteo.

Tomate Aunque la producción se orientara también al consumo local, le hemos incluido como cultivo de exportación, ya que era la finalidad última de la explotación. El tomate, tras pasar por una época de esplendor, ha decaído radicalmente en los últimos años. Fue un cultivo importante en la Lomada de la Villa y Alojera, si bien en la actualidad tiende a desaparecer, concentrándose casi exclusivamente en Alojera.

100


Por lo general se cultiva en riego por gravedad, habiéndose desarrollado muy poco el goteo. A estos cultivos hemos de añadir la introducción creciente de las especies tropicales destinadas a la exportación. Esta situación se detecta en Tesina y el Bco. de la Villa fundamentalmente. Por lo general se desarrollan sustituyendo a la platanera.

Cultivos de secano Los cultivos herbáceos de secano se reducen al cultivo anual de cereales de invierno, y en menor medida a algunas leguminosas y papas de invierno. En general esta actividad se desarrollo por encima de la cota de 600 metros y hasta el límite superior de los cultivos. La humedad de estas zonas permite casi siempre el cultivo sin necesidad de barbecho. En las zonas altas, se intercala la papa al cereal y en las bajas alguna leguminosa: lenteja, garbanzo, altramuz o papa en ciclo de invierno. En orden de importancia, el cultivo principal es el cereal, superando la cebada al trigo. Se trata de variedades autóctonas rústicas poco productivas, pero bien aclimatadas. La producción media por hectárea no supera los 1.500 kilogramos. La paja se utiliza para alimentación de ganado o forraje, mientras que el grano se destina al consumo humano, aunque una parte de la cebada se destine al ganado.

Viñedos Existe una proporción importante del viñedo, que se cultiva en secano. Ocupa generalmente laderas abancaladas y muy características, como en Tamargada. Aunque el habitat principal esté entre los 600 y LOOO metros, se cultiva en secano hasta cotas de 300 y 400 metros en la vertiente norte. Es posiblemente el segundo cultivo en importancia de la isla. Normalmente, se trata de cultivo único, con formación de pie bajo y en pocos casos dotados de emparrados y espalderas. En la Tabla 24 podemos observar la superficie de los principales cultivos de regadío es la isla.

101


Chumberas Antaño tuvo la chumbera una gran importancia económica en la isla, donde se localizaba fundamentalmente en la vertiente sur, por debajo de los 800 metros. Tras la decadencia del mercado de la cochinilla, este cultivo terminó por abandonarse. En la actualidad se aprovechan esporádicamente sus frutos y también se emplea como forraje. Sin embargo, es necesario señalar que la práctica del cultivo de la cochinilla se mantiene, aunque de forma muy reducida, en Jerduñe y Antoncojo. Se puede observar ocupando las hndes de las antiguas parcelas de cultivo abandonadas. Se trata de una especie en regresión, sobre la que sería importante evaluar sus posibilidades actuales de uso. Pastizal Los pastizales representan una superficie muy significativa en la isla. Ocupan por lo general antiguas tierras de cultivo abandonadas, pero que debido a su fertilidad permiten el desarrollo de una vegetación herbácea aprovechable para el pastoreo. La falta de cuidado de estas extensiones permite que progresivamente el matorral vaya invadiéndolas. El pastizal puro se localiza en una franja inferior a los 600 metros en el norte y a los 800 en el sur. La calidad del pasto es también muy variable. En las zonas más altas aparecen algunas leguminosas, con el trébol y la tedera, aumentando la calidad del pastizal. En cuanto a la utiUdad forrajera del matorral hemos de citar el tagasaste, leguminosa arbustiva asociada frecuentemente a la tedera y aprovechable como alimento para el ganado. TABLA 24 CULTIVOS DE REGADÍO Cultivo

Platanera Platanera asociada con frutales Huerta asociada con plataneras Viñedos Viñedos con riego ocasional Frutales Huerta con riego ocasional TOTAL

102

Has.

285 155 463 20 51 52 112 1.138


2.3.3.

LA G A N A D E R Í A En un territorio como La Gomera, aislado y con una fuerte autarquía alimentaria, es lógico encontrar una profunda tradición ganadera. Aun cuando los datos no parezcan excesivamente fiables, las primeras fuentes documentales del siglo XV hablan de censos de 300 cabezas de vacuno y de 1.000 cerdos, en momentos en que la población insular rondaba los 1.200 habitantes. En 1785, el cónsul de Francia M. Hermann *, si bien no revela la fuente de información, cita la existencia de 2.137 cabezas de ganado mayor (vacuno) y 17.559 de ganado menor para una población que cifra en 6.785 almas. Obviamente la población gomera tenía que autoabastecerse de proteínas animales, utilizando además el ganado como elemento fundamental dentro de un sistema agrario pobre y con relaciones exteriores muy escasas. En la Tabla 25 se expone la evolución de la ganadería en la isla y se muestra el claro retroceso sufrido por la cabana insular desde el año 67 —^fecha en que aparecen los primeros datos modernos— hasta 1982. Pero este proceso regresivo tiene un inicio en fechas anteriores, a raíz de la prohibición en 1951-52 de la utilización de áreas forestales protegidas para el aprovechamiento ganadero por medio del pastoreo. Las áreas protegidas correspondían a lo que en la actualidad es el Parque Nacional de Garajonay. Se incluía, por tanto, toda la meseta central de la isla, caracterizada por la constante presencia de la nubosidad originada por el ahsio. Ello determinaba la abundancia de pasto a lo largo de todo el año y a esta zona eran conducidos los rebaños al comienzo de la estación seca, a excepción de las medianías bajas del sur, permaneciendo allí todo el verano. A la llegada del invierno retornaban a las zonas más bajas, en donde ya, con las primeras lluvias, había posibihdades de alimentación. Se cercenaba así, a falta de medidas compensatorias, un manejo tradicional de ganado basado en el desplazamiento. Es sintomático el hecho de que actualmente ningún ganadero utilice técnicas de conservación de forrajes a pesar de las penurias alimentarias durante la estación seca. Estas medidas conservacionistas se han ido complementando y actualizando a lo largo de los últimos años, culminando con el Plan Especial de Protección y Catalogación de Espacios Naturales de La Gomera de 1983 que contempla una superficie total a proteger de 11.533 Has., un 29,2 % de la superficie insular, localizadas en su mayor parte en áreas de montaña. Las zonas ganaderas ubicadas inicialmente en las cotas altas, dentro de las actuales áreas protegidas o adyacentes a ella (Aceviños, Arure, Chipude, Igualero...), se han visto así enormemente afectadas por estas medidas, hasta el punto de encontrarse la cabana ganadera en 103


trance de desaparición, reducida a un mínimo esquema de autoconsumo. Este hecho ha determinado que el peso de la producción ganadera se encuentre en la actualidad en las áreas meridionales de baja cota, poco afectadas por las medidas administrativas de protección, basándose fundamentalmente en la explotación del caprino, única especie capaz de soportar en condiciones más o menos ventajosas las duras limitaciones que impone ese medio. No obstante, la información que proporciona el censo ganadero tiene una importancia relativa en el análisis del estado del subsector. En La Gomera, salvo en la Lomada de la Villa de San Sebastián, que constituye un caso singular, el sistema de manejo es extensivo en extremo y la aumentación del ganado corre a cargo casi exclusivamente del pastoreo en antiguas zonas cerealistas de secano que proporcionan un pasto de escasa calidad, dependiendo de las características climáticas de ese año y fundamentalmente de las lluvias. La dependencia del medio es tal que de un año al siguiente las explotaciones pueden sufrir fluctuaciones en el número de cabezas de ganado de hasta un 40 %. Por tanto, las cifras que arrojan estos censos son consecuencia directa de las condiciones climáticas que se den en el año de su realización, pudiendo existir diferencias notables con los censos anteriores, lo que nos llevaría a conclusiones erróneas. Nos interesa fundamentalmente el análisis de la dinámica del subsector como medio de llegar a conclusiones independientes de factores transitorios, que lógicamente son necesarios tener en cuenta, pero

TABLA 25 EVOLUCIÓN DEL CENSO GANADERO 1967

1974

1978

UGB

Cabezas

UGB

Cabezas

UGB

L620 L620 1.155 1.155 938 1.233 185 851 128 968 4.643 929 3.588 718 1.730 1.495 598 1.060 424 1.240

938 145 346 496

440 595 3.420 926

440 89 684 370

417 600 4.850 1.139

417 90 970 456

UGB

Cabezas

UGB

Fuente: Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca. Elaboración propia.

104

1982

Cabezas

Cabezas

Bovino .,.. Ovino . . .,. Caprino.,.. Porcino ..,.

1969


que no representan una base de actuación para un futuro desarrollo ganadero. Hecha esta salvedad y según lo expuesto en la Tabla 25, dentro del descenso general que ha sufrido la cabana, podemos ver que las diversas especies han seguido evoluciones diferentes. Así, mientras el vacuno sigue una línea en franca recesión, el caprino, inicialmente en decadencia se recupera a partir del año 1974, en tanto que el ovino y el porcino permanecen más o menos estables. Esto se explica si se tienen en cuenta las funciones que las diferentes especies cumplen dentro del sector agrario. Los bóvidos se han empleado tradicionalmente como animales de trabajo, producción de abono y secundariamente para la producción láctea. Esta función fundamentalmente energética explica el mantenimiento de una raza de escasa producción de leche, que incluso llegaba a ser nula en momentos de intenso trabajo. Resultaban sumamente útiles en muchas explotaciones con tendencia a la autosuficiencia, como animales de tiro y como única contribución a la fertilidad de la tierra de labor. Los elevados requerimientos alimentarios en relación con otras especies eran cubiertos por las áreas forestales y los pastizales «de nadie». En este sentido es bastante significativo el caso de Arure, con limitadas extensiones de pastizales, ya que gran parte de su superficie se dedicaba al cultivo del cereal, y que tras la cosecha de éste instauraba una «ley de rastrojeras» transitoria, de forma que, eventualmente y por un breve período de tiempo, las tierras de labor pasaban a ser terrenos comunales de pastoreo, con lo cual el aprovechamiento de los residuos de la cosecha y la fertilización del suelo agrícola resultaba más eficaz. Su viabilidad fue disminuyendo a medida que las condiciones de pastoreo se fueron modificando y que el peso de la ahmentación recaía en la propia explotación. Por añadidura, el minifundismo se hacía cada vez más acusado como consecuencia del reparto por herencia y la fertilizaciión orgánica era sustituida por abonos de síntesis. Esta reducción ha sido tan drástica que en el momento presente el área de explotación queda restringida a la Lomada de la Villa en donde la existencia de regadío permite dedicar una parte de la explotación, o toda ella, al cultivo de forrajes de alto rendimiento, además de contar con la cercanía de un núcleo de población muy terciarizado (La Villa de San Sebastián) que absorbe las producciones lácteas. Esta situación trajo como consecuencia la sustitución de la raza autóctona por razas especializadas en la producción láctea, en este caso la frisona, o por cruces entre ambas, manteniéndose la raza canaria sólo para el caso de producciones extraordinarias. Así pues, la decadencia del bovino viene marcada por tres factores: 105


a)

el paso de una explotación en pastoreo a un sistema de confinamiento en el que la alimentación suponía una competencia directa con la rentabilidad agrícola,

b)

la reducción de la superficie media de las explotaciones,

c)

la modificación del sistema agrario, que ha pasado de un alto nivel de autarquía a un esquema propio de la agricultura industrial, hasta donde ha sido posible, con fuertes inputs de fertiUzantes y pequeña maquinaria.

El caprino, en cambio, ha estado ligado a la pequeña explotación, principalmente en el área meridional con escasos recursos forrajeros, y forma parte siempre de la cabana familiar para autoconsumo en todo el medio rural gomero. Orientada hacia la producción láctea y su transformación en queso, es capaz de aprovechar alimentos groseros de escaso valor nutritivo como ninguna otra especie. Por esta razón, tras la crisis de los cultivos exportadores en la zona de costa, lo que repercutió fuertemente en las medianías, el pequeño campesinado vio en esta especie la única capaz de proporcionar una renta extra con mínimas exigencias en alimentación. Así pues, aumenta su cabana de autoconsumo en unas cuantas cabezas y comercializa los excedentes en los núcleos de la costa.

106


De forma análoga, los porcinos se encuentran fuertemente ligados al autoconsumo, más aún si tenemos en cuenta que sus productos raramente son objeto de comercialización y que desempeñan el papel de convertir en proteína los deshechos domésticos. No es, por tanto, de extrañar que la cabana porcina permanezca estable, en términos relativos, pese a los altibajos del sector agrario. Por último, el ovino representa el sustituto del caprino en aquellos lugares donde el rigor del clima no permite su utiHzación de forma satisfactoria. Limitado a las áreas de montaña, con escasos contactos con las zonas bajas y alto nivel de autarquía, ha tenido y tiene escaso peso en la producción pecuaria insular. Su estabilidad va aparejada a la general del sector en unas áreas donde el aislamiento amortigua los altibajos. En otro orden de cosas, la involución ganadera hace que las cargas sobre prados y pastizales sean pequeñas, esto es, están infrautiUzadas. Pueden existir excepciones, pero tienen un carácter puntual. A partir de los trabajos de campo, se ha estimado una carga ganadera teórica de 2 UGB para la vertiente norte y de 0,8 UGB para la vertiente meridional. En las tablas 26 y 27 se observa como las cargas actuales se encuentran muy por debajo de su capacidad teórica. Únicamente Hermigua en el año 1974 se aproxima a ella; el resto de los municipios fluctúa entre el 0,17 en Vallehermoso y 0,8 en Hermigua en otro año censado. Es posible aumentar considerablemente la cabana aún en el deteriorado estado actual del pastizal, si bien esto exigiría en muchos casos recurrir a medidas administrativas de carácter jurídico. Hay que considerar que el hecho de estimar cargas teóricas muy débiles se debe a la escasez de pasto durante el período seco con lo cual una mejora de las praderas con especies forrajeras «siempreverdes», capaces de proporcionar aumentos durante este período, supondría un incremento muy importante de las cargas ganaderas. Nos mostramos pues en desacuerdo con algún estudio anterior sobre este tema que afirma que la actividad ganadera tiene poca o nula viabihdad en La Gomera. Por el contrario creemos que no sólo es conveniente, sino además imprescindible, por tres razones fundamentales:

107


TABLA 26 NÚCLEOS GANADEROS MAYORES DE 12 UGB Altitud

Esp. ganadera

(metros)

predominante

550 500 580 700 450 450 400

Núcleos

Manejo

UGB

Produc.

Caprino Caprino Caprino Caprino Caprino Caprino Caprino

Sin estabular Sin estabular Sin estabular Semiestabulado Sin estabular Sin estabular Semiestabulado

40 20 20 14 40 16 16

Láctea Láctea Láctea Láctea Láctea Láctea Láctea

150

Vacuno

Est. permanente

134

..

700 600

Ovino Caprino

Sin estabular Semiestabulado

60 24

Lácteo Cárnica Láctea Láctea

..

826 600

Caprino Ovino

Sin estabular Semiestabulado

24 18

Láctea Láctea

Vertiente Sur Almacigos Arguayoda Benchijigua Las Toscas Quise Seima Tecina Vertiente Este

San Sebastián Ayamosna Echereda Vertiente Oeste Arure Gerián

Es el único medio de reducir las importaciones, y por lo tanto la dependencia exterior, de productos lácteos y cárnicos, aunque sea en escasa medida. Igualmente es el único medio de reducir los fuertes inputs en materia de fertilizantes de síntesis, mejorando al tiempo la calidad del abonado de las explotaciones. Por lo demás, en las explotaciones mixtas la doble actividad agrícola y ganadera permite una mayor eficacia en el reciclaje de recursos. Constituye la cantidad primaria más viable en extensas zonas del área meridional donde la carencia de agua —al menos por el momento— hace inviable una actividad agrícola regular.

108


TABLA 27 EVOLUCIÓN RECURSOS GANADEROS

Municipio

Años

Censo ganadero UGB

Superf. prados y pastizales (Ha.)

Carga ganadera UGB/Ha.

San Sebastián

1974 1978 1984

379 285 351

2.721 2.332 2.332

0,14 0,12 0,15

Al ajero

1974 1978 1984

114 114 213

1.045 1.045 1.045

0,10 0,10 0,20

Hermigua

1974 1978 1984

238 112 158

140 128 128

1,70 0,80 0,80

Agulo

1974 1978 1984

137 139 107

725 210 210

0,18 0,66 0,50

Valle Gran Rey

1974 1978 1984

137 307 386

741 741 741

0,23 0,41 0,52

Vallehermoso

1974 1978 1984

379 256 261

1.434 1.437 1.464

0,26 0,17 0,17

Fuente: Cámara Agraria Provincial y Consejería de Agricultura y Pesca. Elaboración propia.

Características de las explotaciones A efectos metodológicos es necesario diferenciar entre explotaciones ganaderas y explotaciones agrícolas con alguna renta subsidiaria en base a los productos pecuarios. Esta diferenciación se corresponde con el número de Unidades Ganaderas de la explotación (UGB) y con los conceptos de ganadería para autoconsumo y ganadería para abastecimiento del mercado interior. Obviamente, las explotaciones ganaderas y mixtas tendrán un número mayor de UGB y no estarán orientadas hacia esquemas de autoconsumo. 109


RUTAS GANADERAS

2 > >

Rutas de Verano • Rutas de Invierno •Rutas de Invierno y Verano


De modo tradicional, la comercialización de productos pecuarios comienza a partir de cuatro cabezas de ganado caprino y ovino, que traducido a Unidades de Ganado .Mayor (UGB) representa 0,7-0,8 UGB. De la misma forma, en el caso del porcino, la familia rural mantiene un verraco, una cerda y un cerdo de engorde para autoconsumo, lo que supone 1 UGB. En grado menor —aves y conejos— el número es muy variable, pero por lo general puede cuantificarse entre 0,5 y 0,8 UGB. En lo referente al vacuno, su participación en la cabana familiar para autoconsumo es prácticamente inapreciable. Así pues, podemos considerar el límite de autoconsumo sobre los 2-2,5 UGB a partir del cual comienza la comercialización. Esta es la situación entre la familia rural gomera, básicamente dedicada a la actividad agrícola que mantiene una pequeña cabana sin intenciones especulativas y a lo sumo se limita a una reducida venta de excedentes en época de plena producción. Entre 2,5 y 12 UGB se encuentran las explotaciones mixtas, en las cuales el peso de la producción corresponde al caprino que se sustituye por el ovino en las cotas altas. Desde 12 hasta 22 UGB aparecen las explotaciones ganaderas. En La Gomera sólo existen cuatro explotaciones que superan esta cifra: una avícola, dos porcinas y una de vacuno. Al igual que las mixtas están constituidas por ganado caprino y en menor medida por ovino, manteniendo el número de cabezas entre 60 y 100 por explotación. De nuevo La Lomada de San Sebastián consituye una excepción en la clasificación antes mencionada. Un hándicap que es preciso reseñar es que la total ausencia de datos acerca de las explotaciones imposibilita un análisis en base a informaciones cuantitativas que nos permita conocer aspectos importantes de la actividad tales como índices de productividad —ponderada y numérica—, índice de mortalidad, etc., siempre necesarios para conocer el estado de la cabana en cuanto a alimentación y rendimientos. Nos hemos tenido que conformar, pues, con un análisis más general y con un menor nivel de concreción a la espera del establecimiento de controles que por el momento escapan a nuestras posibilidades. Las entidades que podemos considerar con carácter ganadero se encuentran situadas en las medianías de las vertientes meridional, oriental y occidental, constituyendo una franja entre los 400 y 800 metros

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de altitud, integradas por las áreas más deprimidas del medio rural gomero, conforma el habitat más pobre y envejecido de la Isla y el área castigada por la crisis y el abandonismo agrícola, en donde la aridez del clima y la casi nula dispobilidad de agua para riego impiden una producción agrícola regular. No es exagerado decir que salvo raras excepciones, la ganadería se establece como actividad principal donde la actividad agrícola es imposible. En todos los casos, las condiciones son ciertamente precarias, comenzando por las propias instalaciones que, cuando existen, lo que no siempre ocurre, son extremadamente rudimentarias. Por lo general se aprovecha la conformación natural del terreno, preferentemente cuevas y, en su defecto, los taludes naturales. Se completa la obra con paredes fabricadas de mampostería en seco y un techado o semitechado a base de hojas de palmeras y otros materiales de desecho. Esto hace que las dimensiones estén en función de la superficie que los desniveles y huecos naturales proporcionan, y no en función de las necesidades del rebaño. De los ganaderos entrevistados, ninguno hacía cálculos sobre la superficie y el volumen que su rebaño exigía. En consecuencia, las condiciones de manejo, higiene y sanidad son claramente deficitarias. La excesiva promiscuidad —no existen compartimentos independientes para las crías—, la escasa aireación y el nulo aislamiento térmico (frecuentemente producen el efecto contrario al utilizar techados metálicos o de uralita en zonas de gran insolación) generalizan las patologías. Este aspecto se ve agravado por la carencia de asistencia técnica y veterinaria y por la inexistencia de tratamientos preventivos y curativos, deficiencias que el ganadero subsana con mayor o menor fortuna en base a remedios «caseros» tradicionales. La total ausencia de tecnologías, aun de las más elementales, completa un panorama absolutamente deficitario que incide en la baja productividad y rendimiento de las explotaciones y que tienen como únicas ventajas la notable rusticidad y adaptación al medio de las especies explotadas y la ausencia de inversiones.

Caprino Limitada su explotación a las áreas de medianía y a las medianías bajas de las vertientes meridional y oriental, supone la fundamental fuente de ingresos de un buen ntímero de pequeños ganaderos. Su facihdad de movimiento por terrenos intransitables para otras especies, su potente metabolismo capaz de aprovechar en condiciones de

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escasez una gran diversidad de especies forrajeras espontáneas de escaso valor y su sorprendente capacidad de recuperación tras un período de penuria, hacen de este animal el idóneo para este territorio. El principal inconveniente es la escasa capacidad de estas zonas para satisfacer las necesidades de agua de esta especie. Por esta razón se producen frecuentes pérdidas en el rebaño durante la estación seca, que en ocasiones ha llegado hasta un 40 %. Las escasas medidas de mejora y selección, que en La Gomera se reducen a la importación por parte del SEA de machos reproductores procedentes de Fuerteventura y su distribución entre los ganaderos, no han sido suficientes para definir las características raciales de esta agrupación que presenta una diversidad fenotípica enorme. Las capas van desde el blanco hasta el negro, normalmente se trata de animales con biotipo eumétrico (peso medio), mediolíneo (tamaño medio) con formas finas y estilizadas, lo que a priori le da una predisposición a la producción láctea, producción que por los estudios que se han reaUzado puede alcanzar niveles muy interesantes con unos mínimos esfuerzos en la selección y mejora de la agrupación. En la actualidad, esta tarea corre a cargo exclusivamente del ganadero en función de criterios tradicionales y en base a una intuición muy meritoria y acertada, pero que resulta a todas luces insuficiente. Así, caracteres externos como conformación de la ubre, cornamenta, y características de las venas del vientre, adquieren gran importancia en la selección, si bien no existe unanimidad entre los ganaderos respecto a los caracteres favorables. La alimentación de esta especie corre a cargo casi exclusivamente del pastoreo en terrenos propios y/o arrendados mediante contrato verbal anual y mediante pago en quesos. Estos terrenos corresponden en su gran mayoría a antiguos cultivos de cereal actualmente abandonados que presentan un pasto pobre compuesto fundamentalmente por gramíneas espontáneas. En estas áreas de chma árido, este tipo de alimentación crea graves problemas. Hay que tener en cuenta que el período seco tiene una duración cuanto menos de 5 meses, extendiéndose en ocasiones a casi todo el año. En todo caso, la pluviometría no sobrepasa los 300 milímetros anuales. En estas condiciones, el ganadero no utiliza técnicas de conservación de forrajes y además no complementa la dieta con concentrados y aportes vitamínicos, ni aún en momentos especialmente importantes como cubrición, gestación y lactancia. A lo sumo administra complementos de escaso valor como hojas de pitera (agave), tuneras, cañas y eventualmente residuos de cosecha en las explotaciones mixtas. La alimentación es pues muy irregular, alternándose los períodos de abundancia de pastos (diciembre-febrero-marzo) con épocas de escasez durante el período seco que fatalmente coincide con la cubrición y la gestación. 113


En el piano higiénico-sanitario, el ganadero cuenta afortunadamente, con la gran ventaja que representa la inmunidad de la agrupación canaria a la brucelosis (fiebre de Malta) y, según ciertos autores, a la Agalaxia contagiosa. Pese a esto, son múltiples los problemas sanitarios que aquejan al caprino como consecuencia de las deficiencias estructurales, la ausencia de asesoría técnica y veterinaria y la no aplicación de tratamientos preventivos. Los parasitismos pulmonares «moquillo» por su generalización y las mamitis (gangrenosa y bacteriana) por sus consecuencias, causan graves prejuicios en la cabana, mermando notablemente los rendimientos. Las condiciones higiénicas agravan el problema sanitario. En su gran mayoría derivan de las condiciones de manejo como consecuencia de «vicios» tradicionales. La no utilización de camas en las cabrerizas, el empleo de útiles arcaicos y otros «modos» tradicionales como el ordeño por atrás, conforman una situación no normalizada en la cual las condiciones higiénicas de la explotación están exclusivamente en función de la actitud del ganadero. Esta situación resulta insostenible si se quiere aspirar a una comercialización de los productos y derivados lácteos, toda vez que las maneras de elaboración no superarían las restricciones sanitarias administrativas. La producción láctea se comerciahza íntegramente en forma de quesos, necesitándose entre 6 y 8 litros para la obtención de 1 kilogramo. La notable productividad de la cabra canaria, capaz de proporcionar con buenas condiciones de manejo entre 500 y 800 litros por animal y lactación, se ve considerablemente mermada como consecuencia de las deficiencias alimentarias y de manejo anteriormente mencionadas. De forma que la producción estimada de 3,5 litros por animal y día durante el período de máxima producción (enero, febrero y marzo) puede considerarse una cifra elevada, decayendo ostensiblemente a partir de estos meses hasta octubre en que finaliza la lactación. La venta de cabritos para matadero proporciona una renta extra al ganadero, pero esta actividad sufre una fuerte hmitación en La Gomera como consecuencia de tres factores fundamentales: — La obtención del cuajo para la elaboración del queso, principal ingreso del ganadero, toda vez que no se utilizan sustitutos artificiales de este elemento. — La competencia que supone la ahmentación natural de la cría al acaparar gran parte de la producción de la madre, no utilizándose sustitutivos lácteos en el cebamiento.

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DISTRIBUCIÓN DE LA ACTIVIDAD GANADERA

2 > >

Núcleos ganaderos Áreas de mayor tradición ganadera Áreas de escasa o nula tradición ganadera Oí


— Los hábitos de consumo del mercado gomero, determinados precisamente por factores internos, no toleran la comercialización del cabrito más que en una época más tierna. Estos factores determinan una venta excesivamente precoz de las crías que permanecen en cebamiento tan sólo durante 15 ó 20 días, siendo vendidas con unos 3 kilogramos de peso. Asi el ganadero se ve privado de una fuente importante de ingresos en base a la alta rentabilidad del cabrito en cebo precoz —^muy extendida en otras áreas del país— con 90-100 días de cebamiento y unos 20 kilogramos de peso vivo en razas de aptitud láctica. Pero, además, la comercialización del cabrito impone otro condicionante que incide directamente en el sistema de manejo. El consumo de esta carne se reduce exclusivamente a las fechas de Navidad, con lo cual el ganadero se ve obhgado a programar los partos para mediados de diciembre y consecuentemente concentrar la cubrición de las hembras entre los meses de junio y julio, coincidiendo los primeros meses de gestación con el período de máxima escasez de pasto. Esta situación imposibilita manifiestamente el mantener una producción láctea regular y sostenida a lo largo del año, al coincidir en todos los animales integrantes del rebaño el momento de máxima producción, la recesión y la seca. Ello unido al hecho de que este fenómeno tiene ámbito insular hace que la oferta se presente de una forma concentrada y con muy poca flexibilidad. En el mismo orden de cosas, la necesidad de cubrir a las hembras en julio excluye toda posibilidad de programar la monta de las primerizas ante de los 18-19 meses, con el consecuente despilfarro económico. La venta de la producción quesera se realiza exclusivamente en el mercado interior, y de forma directa por el ganadero, bien a minoristas o a particulares fijos. En cuanto a calidad se tienen en gran estima, lo que no es de extrañar, sin contar con la elevada cotización, siempre superior a los quesos importados.

Ovino Casi todas las consideraciones hechas sobre el caprino siguen siendo válidas en el caso del ovino, ya que como hemos mencionado, cumplen la función de sustituir al caprino donde éste es manifiestamente inviable. Raramente su explotación se debe a factores relacionados con la vocación, y esto por una razón muy simple: el ovino en su estado ac-

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tual es más exigente en su alimentación, aunque algunos ganaderos parecen no comprenderlo, siendo su producción menor. Así pues, sólo trataremos los aspectos diferenciales, entendiéndose que las generalidades en cuanto a estructuras, manejo, higiene y sanidad son coincidentes. El primer rasgos diferenciador es el de la mayor altitud a la que este animal es utilizado, sin que ello represente una mejoría notoria en la alimentación. Hay que tener en cuenta que normalmente actúa como factor limitante el período seco y en esta época la pequeña diferencia de cota no representa una mejoría notable, a lo sumo se acorta muy parcamente el período. Lo que realmente se modifica es el sistema de estabulación de esta especie; siempre se trata de una semiestabulación en la que los animales son encerrados desde el atardecer hasta la mañana siguiente en apriscos que en nada se diferencian de las cabrerizas anteriormente descritas. La oveja más extendida en La Gomera es la raza o agrupación autóctona «criolla», con caracteres variables pero que en general corresponden a un biotipo elipométrico (poco peso), brevilineo (poco tamaño) con perfil recto, muy adaptadas al medio y de gran agilidad. Si escasas han sido las mejoras introducidas en los caprinos, menores aún se observan en el caso de los ovinos. Estas se reducen a la importación por parte de la iniciativa privada de reproductores procedentes de la vecina isla del Hierro. Como resultado tenemos animales que se desenvuelven bien en terrenos escarpados de escasas exigencias alimenticias y de una reducida producción: 1,5 litros por animal y día de media, pudiendo llegar muy ocasionalmente a los 2 htros. Son por lo tanto animales muy rústicos y por ello suceptibles de mejorar notablemente en su productividad. Sería deseable la sustitución por ovino en las zonas de montaña que aún utiliza el caprino, obviamente con menores rendimientos que en las medianías. Pero esta sustitución exige un aumento considerable de la producción que la haga capaz de competir. Como ya hemos dicho, pocas son las diferencias que separan a estas dos especies. En realidad, y a efectos prácticos, para el ganadero los ovinos son caprinos con «abrigo de lana» que rinden menos. Lana que por lo demás se desecha al no compensar los gastos de transporte por tener que comercializarse fuera de la isla. Esto ocurre al haberse perdido la tradición del «hilado» y confección de prendas de abrigo, labor que podría tener algún interés dentro de la pequeña industria agroartesanal de la isla.

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Bovinos La explotación de esta especie se circunscribe casi exclusivamente a la Lomada de La Villa de San Sebastián; sólo en la comarca de Alojera y en la zona alta de Arune e Igualero aparece alguna actividad, preferentemente en la raza autóctona «criolla». Como se ha mencionado anteriormente, la Lomada presenta unas características singulares: La disponibilidad de regadío y la presencia cercana de un núcleo importante de consumo le ha permitido seguir desarrollando una actividad de limitadas posibiHdades en el resto del medio rural gomero. A pesar de contar con mayores recursos hídricos y de capital que el resto de las áreas rurales con actividad ganadera; estructuralmente no difiere mucho de la tónica general con un alto porcentaje de explotaciones fundamentalmente agrícolas con algún subsidiario en base a los productos pecuarios. Se observa que un 67 % del total de ellas mantienen una media de 1,4 UGB, por explotación, pero hay que tener en cuenta que un 56 % de estas sólo alcanzan 1,2 UGB lo que quiere decir que un sólo animal en máxima producción, en el resto de estas pequeñas explotaciones el mayor número de unidades ganaderas responde a un mecanismo de reposición de animales de avanzada edad, corresponde pues a un típico esquema de autoconsumo

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en el que se mantiene una sola cabeza que sustituye una vez llega la decadencia productiva. No ocurre así en las explotaciones mixtas y ganaderas —un 26,5 y un 5,8 % respectivamente— en donde el sistema de manejo es más dinámico con una sustitución de los animales a edades más tempranas y un mayor porcentaje de animales en edad aún no productiva. Asimismo, difieren en los criterios de selección: Las explotaciones para autoconsumo eliminan rápidamente los terneros, no apareciendo ninguno con edad superior a 3 meses, lo que indica una clara orientación hacia la producción láctea; por el contrario, las explotaciones mixtas y ganaderas practican alguna actividad de cebamiento de terneros manteniéndolos hasta los 19 meses de edad. De modo general, las terneras sólo se conservan si descienden de animales que han mostrado excelentes aptitudes, en la mayoría de los casos, se adquieren las novillas a explotaciones vecinas o de Tenerife en estado de primera gestación o a lo sumo con uno o dos partos. La necesidad de rentabilizar al máximo posible la explotación bovina obliga a un sistema muy intensivo en que normalmente se programa un primer parto con 23-24 meses de edad, sin que se le administre una dieta compensatoria a la doble necesidad de gestación y crecimiento, con un escaso intervalo entre el parto y la cubrición siguiente que suele ser de 90 días. Este manejo unido a la generalmente deficiente dieta alimentaria ocasiona un fuerte desgaste en los animales que son eliminados habitualmentre tras 4 ó 5 partos, salvo aquellas que muestran cualidades excepcionales. Con la salvedad de una explotación, de reciente implantación, para cebamiento de terneros que incluye razas especializadas de aptitud cárnica —Shorthorn, Averdeen Angus y Charoles— y que por el elevado número de cabezas tiene un elevado peso en la cabana bovina del área; ésta ha derivado hacia la utilización de la raza frisona hasta el punto que un 81 % corresponde a esta raza o a cruces de esta con nuestra «criolla» manteniendo características internas muy próximas a la raza holandesa con capa berrenda en negro y predominancia de las líneas largas. La autóctona criolla antaño única raza utilizada ha descendido notablemente con una participación de un 12,5 % en la cabana actual; el 0,5 % restante se lo reparten otras razas introducidas, Charoles y Pardo Alpina primordialmente. Los alojamientos al igual que ocurre en las otras especies ganaderas son ciertamente precarios, la escasa rentabilidad actual de la explotación bovina no permite grandes inversiones en la explotación. Así los alojamientos se reducen bien a una pared de piedras con un techado de hojas de palmeras y otros materiales de desecho, abiertos por la parte posterior y orientados en el sentido Este-Oeste; bien a un recinto cerrado de 1,7-1,8 metros de altura, carente de aireación 119


e iluminación, en definitiva, ofrece escaso confort y habitabilidad; máxime cuando estos animales permanecen en todos los casos en estabulación permanente. El minifundio generalizado hace que el ganadero disponga de una pequeña superficie dedicada al cultivo de forrajeras de regadío, insuficiente para un sistema de manejo en pastoreo, recurriendo siempre a las especies forrajeras de mayor rendimiento, fundamentalmente alfalfa, muy productiva en esta área, que acepta cortes cada 25 días y por un total de 12 anuales. Junto a éstas, el maíz constituye el otro cultivo generalizado, utilizándose siempre el denominado «millo del país» bien aclimatado y de excelente resultado. Últimamente, y por medio de las Agencias del Servicio de Extensión Agraria (SEA) se han introducido otras especies forrajeras: sorgo, pasto del Sudán e híbridos de éstos, con buenos resultados. Administrados en verde en el caso de la alfalfa y en verde o tras un proceso de oreo en el caso de cereales, estos forrajes complementan una dieta basada en la administración en pesebre de piensos y/o pulpa de remolacha, a razón de dos-cuatro kilogramos por animal y día, productos importados de alto coste que merman notablemente la rentabilidad de la explotación. Completa esta dieta una ración de volumen de escaso valor alimenticio, compuesta por desechos y subproductos agrícolas —^hoja, bellotas y rolos de platanera, hojas de palmera, agave y cañas. Pese a no existir cuidados veterinarios regulares, limitándose a las campañas solitarias promovidas por la Administración, la cabana bovina no presenta un mal estado sanitario, el celo del ganadero, que extrema los cuidados higiénicos, cambiando continuamente las camas y aireando diariamente a los animales estabulados en recintos cerrados, contribuye a mantener a la cabana dentro de un estado aceptable. En la reciente campaña de prevención de la tuberculosis, realizada por la Consejería de Agricultura y Pesca, sólo se ha detectado un caso. Otras patogenias, como mamitis y agalaxia, no aparecen en la cabana, o por lo menos no tenemos constancia de ello. Por lo visto anteriormente, y a pesar de que es necesario un esfuerzo en mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de la explotación, las deficiencias que presentan mayor urgencia se refieren a los aspectos: Estructurales —habitabilidad de las instalaciones—, de alimentación, tecnológicas y de material zootécnico. En este último aspecto hay que decir que las producciones, aun cuando son bajas, resultan aceptables si tenemos en cuenta las condiciones de explotación de estos animales. En todo caso, son superiores a las medias atribuidas al bovino canario —2.442 litros por animal y lactación de 285 días para la raza au-

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tóctona y 2.829 en 292 días de lactación para la frisona canaria. En una muestra que incluía los tres tipos de explotación (de autoconsumo, mixtas y ganaderas), la me,dia estimada resultaba algo superior a los 3.000 litros por animal y lactación para la raza frisona, distribuida en tres fases: Una primera de cuatro meses con una media de 17-19 litros por animal y día; Una segunda que abarca los tres meses siguientes en que la producción baja hasta los 9-10 litros; reduciéndose aun más en la tercera fase hasta el final de la lactación. Por tiltimo, sólo decir que prácticamente toda la producción láctea se destina al consumo en fresco, lo que hace obvia la necesidad de introducir tecnología, tanto en el proceso de ordeño como en conservación y envase para que la comercialización del producto sea factible en el futuro.

Porcino Ya se ha mencionado el papel que cumple la especie porcina dentro de la actividad ganadera insular. De las escasísimas granjas porcinas sólo unas pocas, las de mayor importancia, siguen un estricto control en el manejo, especialmente una de ellas situadas en el Sur de la Isla, que puede constituir un ejemplo de racionalidad en la explotación, ejemplo que resulta muy difícil de seguir para el campesinado medio gomero, dada su escasa capacidad de inversión. La cabana porcina está compuesta, en su gran mayoría por las razas large-white y landrace, razas introducidas, que por su mayor productividad han desplazado a la raza autóctona «cerdo negro». Perteneciente al mismo tronco que el conocido «cerdo negro» de la Isla de La Palmas, se diferencia de éste en un perfil más recto, orejas más cortas y erectas, colmillos sobrasahentes y un carácter notablemente menos dócil. Ambos comparten una característica interesante, su extraordinaria rusticidad que le permite el aprovechamiento de desechos inútiles para las razas especializadas introducidas y, soportar sin excesiva disminución en su rendimiento, condiciones de manejo deficientes en extremo. Aunque no siempre ha sido así, antaño estos cerdos eran criados en piaras, pastando en los montes y alimentándose de raices y heléchos silvestres, cumpliendo un interesante papel en la aireación y desmenuzamiento de la capa superficial del suelo, por su característica forma de comer. Las razas introducidas son sometidas a las mismas condiciones de manejo que sus antecesores. La creencia tradicional de que el cerdo es capaz de soportar todo tipo de ahmentación —^por deficiente que sea— en cualquier estado de conservación y con ausencia de cuidados higiénicos, cobra toda su dimensión en La Gomera, donde las po121


cilgas son construcciones circulares con paredes de piedra que carecen de puerta de acceso, siendo su única entrada por la parte superior. Las pequeñas explotaciones ubicadas en las proximidades de los núcleos rurales costeros no difieren mucho de las condiciones descritas anteriormente. Mantienen un número de reproductores entre 3 y 6 cerdas adquiridas en Tenerife o en el Sur de La Gomera, dedicando su producción a la venta de lechones, con 2 meses de edad y 17 kilogramos de peso, para cebamiento. La alimentación de estos reproductores se basa en la administración de desechos agrícolas y domésticos recogidos en viviendas y establecimientos públicos —bares, etc.—, y en escasa medida en la administración de piensos. En estas condiciones, un large-white, por ejemplo, no alcanza los 80 kilogramos de peso hasta los seis meses de edad, cifra notablemente inferior a las estandarizadas para esta raza; siendo frecuente los problemas sanitarios, fundamentalmente enteritis y colibacilosis, peste porcina y anemia debidas a deficiencias de hierro, los tratamientos preventivos se reducen a las afecciones digestivas y desde hace poco tiempo al control de la peste porcina. Todos estos factores aunados, configuran unas explotaciones de escasa rentabilidad y de reducida capacidad de inversión, condenadas a un estado permanentemente de precariedad económica que impide cualquier iniciativa de mejora estructural y económica. La situación cambia si nos referimos a las que en La Gomera podríamos considerar grandes explotaciones, superiores a 12 UGB, sólo hemos localizado 2 explotaciones de estas características en la Isla. Aquí la existencia de compartimentos unitarios, distribuidos en secciones en función del estado de los reproductores: cubrición, parto, postparto y cría; y la diferenciación de la dieta según estos estados, unidos a los tratamientos regulares contra las enfermedades más comunes (disentería hemorrágica, enteritis, colibacilosis y peste porcina) mejoran sustancialmente la situación del porcino.

2.3.4,

LA CULTURA DE LA PALMA En diversos lugares del mundo se conservan aún técnicas de extracción de la savia de la palma que guardan cierta relación con las empleadas en La Gomera. De la Jubea spectabilis, una palmácea de Chile, se extrae la savia mediante incisiones en el tronco. La producción por este procedimiento es abundante, pero conlleva el riesgo de la extinción de la palme-

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ra con demasiada frecuencia. El concentrado, producto de la ebullición de la savia, constituye la llamada «miel de palma» de los chilenos. Un procedimiento similar está muy extendido en la India, donde se emplea la savia de la Phoenix silvestris, especie muy próxima a la canaria, en la industria azucarera. También en este caso se practican agujeros en el tronco por donde mana la savia hasta casi esquilrhar la palmera. La obtención de savia de palmera, el guarapo de La Gomera, es un fenómeno que encontramos en varios países africanos. Es importante reseñar la multiplicidad de coincidencias entre las prácticas vigentes en La Gomera y las de islas del norte africano como las Kerkennah (archipiélago tunecino situado frente a Sfax), también extendidas en Tiínez. El guarapo que allí se denomina lagmi, se obtiene de forma muy parecida al procedimiento gomero, es decir, rebajando cuidadosamente el cogollo de la palmera hasta formar una superficie circular por donde mana el lagmi. Se recoge entre los meses de abril a octubre. Bastantes referencias nos confirman que en nuestras islas la obtención del guarapo es una práctica muy antigua, incluso anterior a la conquista, y que de él se obtenían variados productos. Gaspar de Fructuoso (1522) en su obra sobre las Canarias nos relata: «...otro provecho de estas palmas es que, dándoles un machetazo en medio del tronco, destilan por él un hcor que usan como vino, tan agradable al gusto que se bebe bien, y hay tabernas de él. Para aprovecharlo mejor se pone una canal desde la herida de la palma hasta la boca de cualquier vasija que quieren llenar, y así sacado no hace falta otra preparación sino beberlo». La variedad de usos y aprovechamientos de la palmera y la relativa sofisticación de estas técnicas nos obligan a pensar en una auténtica cultura. Milagrosamente este conjunto de prácticas ha pervivido en La Gomera con el paso de los siglos desde mucho antes de la Conquista. Estas prácticas eran comunes al resto de las islas, aunque en la actuahdad han desaparecido casi por completo. De la palmera se aprovecha asombrosamente todo, desde el tronco hasta las hojas, desde su savia hasta sus frutos. Su cultivo constituye un modelo de ingenio popular antiguo, una muestra de hasta dónde pueden llegar a utilizarse los recursos aunque éstos sean escasos. La diversidad de aplicaciones nos ayuda a comprender la importancia que la palmera ha tenido y tiene para el gomero. — Sus hojas pencas se utilizan como aUmento para el ganado, representando una gran ayuda cuando los pastos son escasos. 123


Igualmente se emplean en la confección de esteras, sombreros, bolsos y escobas, actividades que en épocas anteriores significaban una gran ayuda para la economía familiar. En un tiempo también fueron empleadas en la confección de patacones, típico embalaje de pescado. El Pirguan ó penca «ripiada», llamando de estas formas al raquis de las hojas, se usa en la artesanía para la confección de cestos, palos de escobas. En aplicaciones agrícolas, para cercas de huertas o fincas, para liños de tomateras o en la confección de parrales. Se extiende igualmente su uso a la construcción de tejados, actuando como elemento de sujeción de las tejas, clavados o atados perpendiculares a las ticeras. Igualmente se suele emplear como combustible. El Talajague o Talahague, base de las hojas que incluye el peciolo, es decir, la parte espinosa trasera que queda una vez cortadas las hojas grandes, conocidas también por pencas, se emplea como leña par tostar gofio o cocinar. En lugares como Tazo o Cubaba se utilizó este combustible en la elaboración de la miel de palma. Otra aplicación menos extendida es la de construcción de cercas espinosas para evitar el paso de animales de una finca a otra. Arropan o Jarropan constituye una maraña de fibras de color marrón que forman un forro al retirar el talajague. Se llegó a utilizar abundantemente en el empaquetado de plátanos. Se añade a la cama de los animales como materia orgánica para la confección de abono. El tronco también es recuperado en muchas aplicaciones. Se construyen a partir de él pesebres y colmenas; prácticamente todas las colmenas de la isla se han construido a partir de los troncos de palmera. Su enorme resistencia a los elementos lo convierten en un excelente material en construcción: en todas las islas se empleaba como techumbre y es frecuente verlos adosados como material de revestimiento en algunos caseríos o bien como base en muros de contención, e incluso en la fabricación de linderos. Las raíces se machacaban extrayendo fibras. Estas fibras eran torcidas a mano con la finalidad de construir sogas, que unidas laboriosamente constituían el material base para la elaboración de las suelas de alpargatas (calzado popular). El guarapo El guarapo es una bebida muy apreciada en la isla. Se consume en fresco, normalmente a pie de palmera, o bien refrigerado, pudiendo

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de esta manera conservarse hasta 48 horas. Existen algunas palmeras dedicadas exclusivamente a la producción de guarapo para su inmediato consumo. El guarapo también puede ser empleado para su transformación en vino de palma o bien aguardiente, aunque actualmente estas técnicas están en trance de desaparición. El vino de palma era el resultado de la fermentación del guarapo en un recipiente. La técnica básica de obtención del guarapo es relativamente sencilla, a pesar de que haya desaparecido del resto del archipiélago. Sin embargo, se conservan en La Gomera algunas variantes de la técnica original que revisten una cierta sofisticación. Debemos atribuir la permanencia de éstas, intactas a lo largo de los siglos, a la enorme importancia que en la vida y la economía del campesino ha tenido la palmera. El asentamiento familiar en zonas de palmeras ha permitido conservar estas labores artesanales hasta nuestros días. La miel de palma se obtiene a partir de la cocción del guarapo. El guarapo se recoge por la mañana y una vez filtrado, limpio de las impurezas que pudo haber recogido, se prepara para cocinarlo en un recipiente metálico o caldero. Ha de ponerse al fuego lo más rápidamente posible para evitar la fermentación. Tradicionalmente el fuego que se emplea es de leña de monte, o bien otras veces se utihza el talajague de la palmera junto a otros residuos vegetales de la zona (chóraseos). A pesar del importante papel social y económico que jugaba la palmera en la vida del gomero, en la actualidad su importancia ha decrecido, quedando muy pocas familias que sigan manteniendo esta cultura. La palmera ha perdido en muy pocos años su enorme peso histórico. De ser un recurso respetado, ya que estaba ligado a la propia supervivencia, se ha pasado a la lamentable circunstancia de que su conservación tenga que afianzarse con la imposición de sanciones. A pesar del enorme potencial que significa su cultivo, la palmera solo es trabajada por unas veinte familias en toda la isla. Estos artesanos están localizados en las zonas de Tazo-Cubaba, Alojera, Taguluche, Macayo y últimamente se ha revitahzado su explotación en el Barranco del Ingenio y Garabato. Aunque existan pocas familias dedicadas a su producción, se empieza a observar que gomeros residentes fuera de la isla retornan por temporadas a la «zafra» de la miel. Incluso algunos se han reinsertado definitivamente tomando como base de su actividad agraria a la palmera. Los palmerales gomeros en plena explotación supondrían un gran potencial agrario, sencillamente cuidando su comercialización. La miel 125


Ni Oí

PALMERALES SIGNIFICATIVOS

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es un producto continuamente demandado desde dentro y fuera de la isla, teniendo enorme aceptación en aquellos lugares en donde se ha realizado su promoción. En la actualidad la producción de miel no sobrepasa los 40.000 litros al año, ya que sólo están en producción unas doscientas palmeras cada año. Sin embargo, las posibilidades de producción son muchísimo más altas. Tengamos en cuenta que según el inventario del ICONA, anteriormente citado, existen unas 115.000 palmeras, de las cuales cerca de 50.000 podrían ser aptas para la producción del guarapo. Si suponemos que, como término medio, cada palmera puede convertirse en guarapera cada cinco años, podríamos tener en La Gomera unas 12.000 palmeras en explotación al año. Pero con el fin de acercarnos un poco más a la realidad potencial, debido a que algunas palmeras son de difícil acceso dado lo abrupto del terreno, otras por alcanzar alturas excesivas, que dificultan su trabajo, y en menor cantidad aquellas desechables por la baja calidad del guarapo, podemos afirmar que al menos el 50 % pueden ser consideradas aptas para una explotación en condiciones normales. Esto nos da el resultado de 6.000 palmeras al año con posibilidad de producir guarapo. Es decir, existe un techo potencial treinta veces superior a la producción actual.

2.3.5.

LA GESTIÓN DEL AGUA La Gomera es la única isla que en Canarias goza de un curioso privilegio: el de la propiedad pública de sus aguas. La antigua estructura «señorial» de dominio de la tierra, generó al fragmentarse toda una serie de derechos adquiridos. A diferencia de otras islas, el agua continuó asignada a la tierra y su uso se reglamentó mediante dulas o derechos de agua indisolublemente ligados a la misma. Pero esta pecuharidad jurídica e histórica no nos debe llevar a engaño sobre el uso del agua. Con la decadencia de las formas de propiedad extensiva de la tierra, surgen sistemas de apropiación del agua, que sin transgredir las antiguas dulas sientan las bases de una auténtica privatización. La dula sólo subsiste en la actualidad, como tal, en muy pocos lugares. Se suele utilizar como «dula» la expresión de un derecho que bien poco tiene que ver con el original; el caso más claro es el del barranco de Benchijigua, que veremos más adelante. Actualmente se puede reconocer como «dula», a algún tipo de derecho vago, no formaUzado, que tiene relación con la gestiónn o asignación de agua. Sin embargo en algunos casos pervive igualmente la 127


auténtica dula. Tal es así en el barranco de La Laja, donde terciados los miércoles el riego debe asignarse a una dula situada en el barrio de Los Chejelipes; ésta hace valer sus derechos en unas aguas controladas hipotéticamente por una Comunidad de Regantes. También se respeta la dula, pero en este caso por un criterio de equidad, en los llamados tomaderos de los Barrancos de La Calle y Monteforte. En estos casos las modernas obras hidráulicas han marginado algunas tierras con derechos adquiridos del agua y, en este ejemplo, la Comunidad de Regantes ha reconocido sus derechos, llegándose al caso de producirse en algunos tramos y zonas una duplicidad de canalizaciones. Estas dulas tradicionales han perdido gran parte de su fuerza originaria en toda la Isla; en municipios como Vallehermoso se conservan, pero no son demasiado relevantes frente a los criterios de la Comunidad de Regantes. En otros lugares en donde aún se mantienen comienzan a sufrir lentos procesos de transformación. Este es el caso de Alojera, donde los nuevos cultivos (el tomate) y la disgregación aún mayor de la propiedad han forzado a buscar en estos últimos años una solución mixta. Esta solución es el riego por turnos respetando algunas dulas; tengamos en cuenta .que existían derechos sobre riegos de fincas, de una palmera aislada, o de una pequeña parcela, imposibles de seguir reglamentados mediante dulas sin provocar enormes pérdidas de aguas, y la solución provisional adoptada ha sido la forma mixta de riego por turnos respetando lo esencial de la dula. Sin embargo, en estos ejemplos, excepto en Vallehermoso, sólo estamos representando las zonas que menos han vivido un sistema de explotación intensiva, ya sea por la poca calidad de los terrenos, por escasez del suelo con posibilidades de riego por gravedad, por su dificultad de acceso o por circunstancias de aislamiento histórico. En reaUdad, de esa inicial homogeneidad del reparto de los derechos señoriales, se ha ido pasando a una situación en que cada cuenca ha ido adquiriendo su propio sistema de gestión de aguas. No debemos olvidar que hasta principios de siglo las diferentes comunidades afincadas en las distintas cuencas geográficas eran prácticamente independientes unas de otras, que tuvieron diferentes desarrollo, sistemas de comunicación con el exterior, etc. El uso del agua sufre su primera transformación radical a principios de siglo. En la primera década, la comunidad más próspera, Hermigua, reglamenta el uso del agua a través de una Comunidad de Regantes. Las primeras normas de esta Comunidad son un ejemplo de cómo se recogen todos los derechos y usos antiguos del agua y se tratan de compatibilizar con el progreso. El progreso a principios de siglo era la platanera. El plátano marcó, a partir de entonces, el siste-

128


ma de gestión de aguas en los municipios hidráulicamente más ricos: Hermigua, Agulo y Vallehermoso. Se impone paulatinamente el riego horario. El turno como herencia de la dula queda desechado y la lógica necesidad de rentabilizar unos cultivos con posibilidades de exportación obliga a adoptar nuevas formas de riego. Vallehermoso y Agulo le sucedieron como Comunidades de Regantes. Era la época dorada de un monocultivo. ¿Pero qué ha significado la introducción de riego horario en el uso del agua? Desde luego ha representado una mayor racionalización de un recurso escaso. Pero también ha significado una enorme ventaja para los cultivos dominantes en cada zona. En la tabla adjunta podemos comparar los ciclos de riego en las diferentes cuencas. AGULO HERMIGUA VALLEHERMOSO

35 días 20-30 días 20 días

Podemos comprobar cómo en cuencas similares se varían los riegos sin una justificación clara. En estos casos la hora de riego se compone del mismo volumen de agua: en torno a las 120 pipas/hora. Analicemos en cambio algunas zonas con riego por turno, con todos los inconvenientes que conlleva. LA LAJA BCO. DE LA VILLA (Margen Dcha.) .. GUADA

18 días 11 días 11 días

Aun considerando las diferencias climatológicas, vemos que existe una gran diferencia en el ciclo de riego. Tenemos que resaltar igualmente que en los casos de la primera tabla el cultivo dominante de la cuenca es el plátano, mientras que en la segunda tabla son los hortícolas. El caso más significativo es el de Valle Gran Rey-Guadá. Los intereses en el riego se han radicalizado más aquí que en ninguna otra zona con la polaridad Valle Alto-Valle Bajo, es decir, huertaplatanera. Tras largo proceso, salpicado de incidentes incluso violentos, la zona alta logra conservar gran parte de sus tradicionales derechos, plasmados en un curiosísimo documento, que reglamenta el riego de manera que existe una división clara en la gestión entre la parte alta y la baja. De esta forma se han conseguido un ciclo de riego más adaptado a las necesidades hortícolas. Con el transcurso del tiempo estos ciclos tan largos y controlados sólo pueden favorecer a determinados cultivos. Y esto es lo que ha ocurri129


do en estas cuencas. Se han hipotecado casi todos los cultivos hortícolas en favor de los de exportación, únicos capaces de resistir ciclos tan largos. De alguna manera, las zonas plataneras han impuesto, sin privatizar, las condiciones en el uso del agua. Ello ha acelerado el hundimiento de la huerta, de los cultivos autosuficientes y por extensión un abandono de las medianías similar al resto de las islas. Condiciones que se agravan ante la total inhibición de la Ley de Aguas en este tema. Se produce la situación inverosímil de que mientras en algunas cuencas falta agua, en otras se llega a despilfarrar. Hoy podemos asistir a un panorama en el uso del agua que difiere en mucho de la pretendida propiedad ptibUca de la misma. La dula sirve en muchos casos como excusa para reclamar un velado derecho a privatizar el agua. En el caso de La Palmita llama la atención la gran diferencia entre la superficie regada en Agulo Casco y la del Valle de La Palmita, siendo potencialmente el Valle una zona en la que se desaprovechan más de 3.000 fanegas de regadío. Esto ha sido posible gracias a la compra de tierras en el valle por parte de los propietarios de la zona platanera de Agulo Casco, o bien al abandono de estas tierras, adjudicándose en otras zonas (es decir, privatizando) las aguas que por derecho estaban asignadas a las tierras del Valle de La Palmita. En los barrancos del Sur de la Isla estos sistemas de pseudoprivatización alcanzan su máxima expresión en barrancos como el de Benchijigua. El procedimiento en este caso ha sido el adquirir la totalidad de las tierras de las zonas altas y medias, llegando a un acuerdo con los antiguos regantes de las zonas bajas al que llaman «dula», pero que en realidad se trata de un acuerdo de cesión de derechos y reparto de agua. La Dama y Playa Santiago han logrado autoasignarse un volumen de agua muy superior al que tradicionalmente les hubiera correspondido. Acaparan las aguas desde Erque al Bco. de Benchijigua y según nuestros cálculos, este volumen es incluso superior al consumo máximo de la superficie regada. Por ello nos tememos que esta larga operación sea la consecuencia de una previsión infraestructural de agua para fines no agrícolas, es decir que tenga como fínahdad última abastecer un desarrollo turístico en la franja costera. Por lo tanto, no se trata de una privatización basada en la especulación del agua como mercancía, como ocurre en el resto de las islas, sino de unos sistemas que garantizan a través de un reparto a todas luces desigual la primacía de determinadas zonas de cultivo sobre otras, e, incluso, de una posible primacía de los usos turísticos. En realidad los precios del agua bien poco tienen que ver en esta problemática. Dada su condición formal de públicas, sólo pagan los gastos generales de la Comunidad y canaleros, que en ningún caso ex-

130


ceden de 4 ptas./m^. El favorecimiento de proyectos dirigidos a la exportación de los recursos agrícolas o turísticos se hace a expensas de un bien público muy barato. Sólo se exceptúan aquellas zonas en las que hay que realizar un bombeo, cuyos gastos corren por cuenta de la Comunidad.

Recursos El mayor volumen de agua disponible en la isla es el procedente de minos (manantiales) que representan el 60 % de los recursos si exceptuamos las captaciones de agua superficiales. Los nacientes o minos aprovechados son muy variables en caudal, desde unos pocos deciUtros hasta 30 litros/segundo. En conjunto, y según el inventario reahzado por el IGME se han contabilizado unos 300 que aportan en conjunto 7 Hm^. Los más importantes están localizados en Guada (Valle Gran Rey) en el conjunto del Cedro y en Erques. Pero a pesar de su dispersión y número, existe un grado de aprovechamiento altísimo. Sobre la superficie de la isla se teje una tupida malla de canahzaciones que permiten captar la mayoría del agua aflorada. En el caso de los pequeños minos, el aprovechamiento se efectúa directamente, llegando a existir sistemas de recogida y reparto muy complicados en proporción al volumen de agua captada. El reparto es tan complejo que en algunos casos, fundamentándose en los antiguos derechos de agua, se reglamenta no sólo el agua aflorada, sino también el uso de las filtraciones o escurres a cotas inferiores. La mayoría de los nacientes se encuentran ubicados entre los 700 y 1.000 metros y, sin embargo, la asignación mayor de estas aguas no se encuentra en la zona de medianías, sino que el mayor volumen se trasvasa a cotas inferiores a los 300 metros. Si se compara el agua captada con la realmente consumida veremos que existe una diferencia importante. Esta diferencia se debe en un alto porcentaje a las pérdidas en transporte. La deficiente estructura de la canalización y su falta de mantenimiento provocan unas pérdidas que pueden estimarse en un 30 %, es decir, más de 2 Hm^. Uno de los factores que han incidido en el deficiente mantenimiento es la gran regresión del regadío en medianías, zona por la que transcurre la mayor parte de la red de canalizaciones. Resulta fundamental, pues, disminuir este volumen tan importante de pérdidas con un adecuado mantenimiento de la red de aguas, objetivo que se vería ayudado con una mayor participación del regadío de medianas y la inclusión de la extensa red de canalizaciones entre los objetivos de la 131


obra pública. El conjunto de canales de la isla debe ser considerado como un patrimonio importante a considerar y mejorar, antes de afrontar obras infraestructurales de mayor envergadura económica pero de menor rendimiento en la captación de aguas. No obstante, cuando nos referimos a pérdidas, dado el peculiar sistema de aprovechamiento de escurres, hacemos referencia a aquellas aguas perdidas por evapotranspiración o que no contribuyen por la locaUzación de las fugas a las recargas de acuíferos inferiores. Esto es importante, ya que el aprovechamiento integral de las aguas no pasa necesariamente por el entubado del total del volumen. Dado los singulares ecosistemas de barrancos en la isla, en algunos tramos esta solución podría tener un impacto difícil de cuantificar. Este es, por ejemplo, el caso de Valle Gran Rey, donde existe una propuesta de canalización cerrada a lo largo del barranco que podría significar la desaparición del cañaveral y cultivos singulares aledaños al cauce. La medida podría transformar radicalmente el paisaje de Valle Gran Rey, a la vez que se correría el peligro de incurrir en un reparto desigual del agua de la zona. En estos casos lo más conveniente sería acometer el problema de las pérdidas de una manera diversificada, con estudios de impacto en cada área. El resto de las captaciones de aguas subterráneas se realizan mediante pozos de galerías. Los 91 pozos inventariados explotan al año un volumen de 4,4 Hm^. Este volumen se podrá ver incrementado tras el resultado positivo de los sondeos del sur realizados por el IRYDA, que podrán suministrar agua a las sedientas lomadas de la zona con unas buenas perspectivas de aumentar la superficie de regadío. No obstante, el aporte mayor de los pozos se encuentra muy concentrado, el empleo del agua está casi exclusivamente orientado a los cultivos de exportación, y en breve plazo a la demanda turística. Las galerías no representan más que el 3 % de las aguas alumbradas, la estructura de la propiedad del agua y la abundancia de manantiales ha impedido que se repitan las situaciones de otras islas. Sólo existen cuatro galerías, siendo la más larga la de Los Berrales en Agulo con un kilómetro. Las galerías situadas en la cabecera del Barranco de Benchijigua no pueden ser consideradas como tales, ya que en realidad se trata túneles que fueron construidos con la finalidad de trasvasar las aguas de un grupo importante de nacientes hacia el sur de la isla, intento que fue abandonado tras la oposición de los afectados. Con respecto a las aguas superficiales podemos afirmar que el grado de aprovechamiento es bueno. Actualmente se capta un 60 % de los recursos superficiales disponibles, de los que más del 90 % se debe a presas y el resto a estanques y canalización de escorrentías. En conjunto, la capacidad de embalse es de 4,8 Hm^. Pensamos que en el

132


futuro sería conveniente orientar la inversión en esta área hacia embalses de pequeña capacidad, pero con una mejor distribución geográfica en concordancia con las necesidades agrícolas dispersas. En esta línea nos parece peligrosa la propuesta del informe EDES de construir el embalse del Gran Arure, embalse que más que justificar la captación de nuevos recursos, representa la concentración de los ya existentes en su zona de influencia en una obra faraónica y desproporcionada. En general nos parece que además de los esfuerzos tendentes a aumentar el volumen de aguas superficiales (especialmente en zonas marginadas como Tazo, con posibilidades de desarrollo agrícola) y a la apertura de nuevos pozos (fundamentalmente en los barrancos del sur de la isla), se debería dar una gran importancia a la mejora de la red de canalizaciones, que con menores inversiones podría garantizar más agua y ampliar la superficie actualmente regada.

El destino del agua El total del agua captada en la isla asciende a 15,5 Hm'', de los cuales un 75 % tiene destino agrícola y el resto para usos urbanos e industriales. Existe una diferencia correspondiente al enorme volumen de pérdidas anteriormente mencionado. Ahora bien, si nos centramos en el regadío, veremos que la situación es absolutamente desigual. La superficie ocupada por la platanera, que representa el 57 % del total de superficie regada, absorbe el 70 % del agua (8 Hm^). En este caso, la asignación de agua al cultivo de platanera parece a todas luces excesiva, ya que en volumen representaría por sí sola el total de las aguas afloradas mediante nacientes. Esta asignación demuestra ser excesiva si consideramos la mala situación por la que atraviesa la producción de platanera en La Gomera, donde incluso se llega a desechar un gran porcentaje de la cosecha. Por contra, la huerta en su conjunto recibe una asignación del 19 % del total de agua. En esta situación límite, y si se prevé la aparición de nuevos sectores consumidores, resulta más que evidente la necesidad de regular la asignación de aguas tendiendo a una mayor diversificación. El no establecer criterios de diversidad, podría conducir a que en un futuro no muy lejano nos encontremos con la desaparición del regadío de huerta y la monopolización extrema del destino final del agua.

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TABLA 28 ASIGNACIONES DE AGUA POR DIFERENTES CULTIVOS

Zona Septentrional CULTIVO

Sup. (ha.)

Plátano Plátano con frutal . . Frutal Huerta con plátano. Viñedos Huertas (riego ocasional) Vid (riego ocasional) TOTAL

Dotac.

Zona Meridional

Zona Occidental

Zona Oriental

Consu.

Sup.

Dotac.

Consu.

Sup.

Dotac.

Consu.

Sup.

Dotac.

(m'/h/a) (hm'/a)

(ha.)

(m'/h/a) (hm'/a)

(ha.)

(m'/h/a) (hm^/a)

(ha.)

(m^/h/a) (hm'/a)

1,07 1,38 0,16 2,95 0,06

142,0 12,8 13,0 90,5 1,5

11.900 10.300 6.800 10.400 4.100

1,69 0,13 0,09 0,94 0,01

7,5 11,0 13,0 30,9 1,5

14.000 10,800 6.800 11.000 4.100

0,10 0,12 0,09 0,34 0,01

60,0 14,5 2,0 95,5 4,0

12.500 10.500 6.800 11.000 4.100

0,75 0,15 0,01 1,05 0,01

75,60 14.150 116,90 11.800 23,96 6.800 246,25 12.000 13,5 4.100

Consu.

65,7 37,2

3.500 2.000

0,23 0,07

15,0 15,1

3.500 2.000

0,05 0,03

5,0 00,0

3.500 —

0,02 0,00

26,3 0,00

3.500 —

0,09 0,00

579,11

5,92

289,9

2,94

68,9

0,68

202,3

2,06

TOTAL = 1.140,21 Ha. = 975,91 riego y 164,3 riego ocasional. Fuente: IGME y elaboración propia.

Características hídrogeológícas De una manera general podríamos describir en La Gomera dos grandes sistemas hidrogeológicos: las zonas de contacto de basaltos horizontales (basaltos de serie reciente) con los sustratos más antiguos y el acuífero basal. En la primera zona es donde se produce el principal aporte de aguas subterráneas de la isla. Prácticamente responden a estas características el 90 % de los nacientes o minos (como se conoce popularmente a los nacientes de poca envergadura), con caudales muy variables que oscilan entre unos pocos decilitros y los 30 litros/segundo. Este tipo de drenaje se localiza fundamentalmente por la vertiente norte de la isla, expuesta a los vientos alisios y que ejercen una influencia decisiva en el caudal de los mismos. La influencia del alisio es vital en este tipo de formaciones, sobre todo en las zonas de batiente y las comprendidas entre una altitud de 700 a 1.000 metros. Los aportes pluviométricos habituales sumados a la singular característica de la precipitación horizontal son los que ocasionan la serie de nacientes localizados en las áreas de contacto entre escarpes basálticos y zonas de almagre. La gran importancia que en este proceso puede tener la precipitación horizontal puede desprenderse de la observación de algunos casos muy especiales. El que la masa forestal actúa como captador de 134


una importante cantidad de agua del alisio, fundamentalmente en las zonas de batiente, ha sido evaluado en algunas experiencias llevadas a cabo por el ICONA utilizando pantallas para niebla. Los resultados de estos experimentos desbordaron con creces las previsiones establecidas. Con respecto a la influencia que sobre los nacientes tiene este tipo de precipitación existen varios ejemplos que corroboran esta hipótesis. Concretamente, en Epina (Agua Oscura), desde el año 1979 en que el IGME viene realizando los controles periódicos en 3 épocas del año (épocas de máximo estiaje, máximo caudal y mediano caudal), uno de los nacientes arrojaba sistemáticamente un caudal de 0,04 ütros/segundo en todos los aforos realizados; observándose en cambio, que en épocas en las que el alisio incidía directamente en este punto y con total ausencia de lluvias anteriores a la medida, el caudal aumentaba hasta los 3 litros/segundo. Otra característica, posiblemente derivada también del mismo fenómeno, es la que se produce con los cursos de agua tras la afloración del naciente en los barrancos de la zona norte. El caudal va aumentando a medida que avanzamos en el curso del barranco debido a toda una serie de aportaciones imperceptibles consecuencia directa del alisio, sin embargo, en la zona sur el efecto es completamente el contrario. El segundo acuífero en importancia es el explotado por las perforaciones de pozos situados principalmente en la costa. Hay que distinguir unos pozos de otros, ya que la mayor parte, con una producción muy pequeña o nula, explotan algunos acuíferos colgados pertenecientes a series situadas por encima de los basaltos antiguos. Y es sobre los basaltos antiguos donde se localiza el acuífero de mayor caudal o acuífero basal, que a diferencia de las explotaciones en acuíferos colgados, cuando se alcanza un determinado grado de sobreexplotación se producen fenómenos de salinización y pérdida de calidad de las aguas. En La Gomera, en comparación con otras islas, no existe una excesiva proliferación de este tipo de pozos, pero en cantidades relativas el aporte de estos pocos pozos representan un caudal muy importante. A esta categoría corresponden 3 pozos en San Sebastián, 3 sondeos y 2 pozos en Playa de Santiago (entre ellos el de más importante caudal de la isla, Los Noruegos: 52 1/s), uno en La Dama (La Rajita: 49 1/s), 5 pozos en Valle de Gran Rey con problemas de salinización y caudales comprendidos entre 15 y 20 1/s, y uno de Hermigua. Calidad de las aguas Las aguas gomeras son por lo general de una excelente caUdad, salvo en algunos casos de pozos que explotan los acuíferos básales en zo135



ñas muy próximas a la costa y cuyos niveles de bombeo están por debajo de la cota del nivel del mar. Las aguas de los nacientes son de gran calidad con tendencia a bioarbonatadas-sódicas, totalmente aptas para el consumo y con conductividades que oscilan entre 200 y 300 hmol/cm, salvo las aguas de nacientes situados en el complejo basal o de aquellos que por su situación se encuentran influenciados por los aportes de fertilizantes y otros productos tras el riego en zonas más altas colindantes. Este fenómeno se detecta fundamentalmente en el Norte de la Gomera; el caso del manantial de Las Verduras (Agulo) es el más significativo al respecto, ya que este naciente aflora a una cota inferior a la zona de regadío de plataneras de Agulo Cascos y en él se detecta un alto contenido de nitratos y nitritos, generados evidentemente por los fertilizantes. El abuso de estos fertilizantes ha traído como consecuencia un aumento progresivo en los últimos años de esta forma de contaminación. Pero exceptuando estos casos aislados, las aguas poseen una calidad similar tanto en el norte como en el sur de la isla para todos aquellos nacientes consecuencia de los basaltos horizontales. Tengamos en cuenta, además, que estas conductividades son muy bajas si las comparamos con las que se admiten para riego en la vecina isla de Tenerife, donde se aceptan aguas hasta de 700 y 100 hmol/cm. Por el contrario, los pozos suministran un agua de peor calidad que la de los manantiales. Según datos recogidos por el IGME, prácticamente el 80 % de los pozos presentan altos contenidos en nitratos, potasio y sulfatos. Este fenómeno se produce especialmente en los barrancos de La Villa, Hermigua y Valle Gran Rey, debido evidentemente a la influencia del abonado de síntesis en los cultivos de exportación.

2.4.

NÚCLEOS DE POBLACIÓN. LA VIVIENDA

2.4.1.

LA VIVIENDA. ANÁLISIS SOCIOLÓGICO La carencia fundamental de la edificación gomera es su escaso empaque. No llega a la docena el número de edificios que pueden ser clasificados como monumentales y, aun así, con criterios amplios. Lo esencial en La Gomera es la presencia de conjuntos por casas de estilo popular y escasa prestancia arquitectónica individualmente consideradas. De aquí que los criterios de conservación y rehabilitación haya que referirlos primordialmente a barrios o núcleos poblaciona137


les completos. El paisaje gomero, al margen de la importancia ecológica y botánica de los restos bien conservados de vegetación natural, tiene un profundo contenido humano. Bancales, palmeras y edificios de estilos populares crean un escenario de alto valor estético y funcional en el que la alteración incontrolada de algunos de estos elementos representa una degradación del aspecto más relevante del paisaje gomero, que es su tratamiento tradicional por parte del hombre. De aquí nuestro interés en analizar los efectos que sobre el patrimonio edificado tradicional han tenido y tienen las grandes emigraciones de los cuarenta últimos años y la introducción de nuevas modas edificatorias. El anáUsis de la vivienda se basa en los datos del Censo de 1981, y son forzosamente muéstrales (70 %), ya que un 30 % de los cuestionarios habían sido enviados a Madrid. Por esa razón, nos referimos a cifras relativas, utilizando únicamente cifras absolutas para dar el marco de referencia de los porcentajes. Los problemas fundamentales que hemos tenido en el manejo de los datos son los siguientes: — Un número apreciable de edificaciones antiguas destinadas en principio a vivienda no han sido recogidas en el Censo a causa de su cambio de uso (establos, graneros, almacenes...). — Frecuentemente el mal estado de la edificación hace que en pequeños núcleos una parte importante de viviendas no sea incluida, con toda razón, en el Censo a causa precisamente de su estado total o parcialmente ruinoso. Sin embargo, desde el ángulo de la recuperación del paisaje humano, estas edificaciones son significativas. — En el municipio de Hermigua y, posiblemente, en el de Agulo está sobrevalorado el número de edificaciones anteriores a 1940. Ello se debe con toda probabilidad a que no se han tenido en cuenta obras parciales de reforma o transformación (aterrazados de tejados, superposición de otro piso, añadidos sustanciales...) que alteran de manera definitiva el primitivo carácter de la edificación. En Alajeró, por el contrario, se han infravalorado los edificios anteriores a 1920. •^- En algunos municipios se han alterado las cifras sobre ocupación de la vivienda. En el municipio de Valle Gran Rey, en su zona costera, aparece como vivienda vacía lo que, según nuestros análisis, es en realidad vivienda de uso turístico. Por el contrario, en Hermigua y Agulo existe una sobrevaloración acusada de vivienda temporal.

138


— En lo que hemos llamado Comarca Noroeste (Taguluche, Alojera, Tazo, Arguamul y Epina) hay un porcentaje de vivienda vacía extraordinariamente bajo para tratarse de una comarca deprimida. A nuestro juicio esto se debe a que las cifras de población han sido artificialmente hinchadas en el Censo de 1981. Con estas observaciones queremos indicar que el análisis de la vivienda es tendencial y estadístico, sujeto a verificaciones de campo que no hemos podido realizar profundamente al acometer este tema, inédito en La Gomera. En el mismo sentido se puede decir que el tratamiento estadístico enmascara algunos aspectos de carácter cualitativo: en núcleos relativamente amplios o dispersos, una baja consideración estadística de la conservación del patrimonio edificado antiguo no impide que conserven zonas diferenciadas y homogéneas de alta cualificación ambiental. Es el caso, por ejemplo, de Tamargada, con áreas espacialmente diferenciadas en cuanto a antigüedad de la edificación. Así pues, consideramos estas páginas como una primera aproximación estadística al tema. Algunos aspectos los hemos confirmado o diferenciado mediante una aproximación de campo, pero otros quedan sujetos a posteriores profundizaciones y estudios de detalle.

139


Características generales Parece conveniente comenzar con una exposición global de la situación edificatoria en la Isla para descender después a unidades espaciales más pequeñas. Los datos sobre edificios están tomados del Censo de edificios de 1980, mientras que los de vivienda están extraídos manualmente del Censo de población y vivienda de 1981. La divergencia de fuentes ha sido inevitable al no existir una estadística unitaria sobre ambos temas. Para evitar excesivas distorsiones utilizaremos cifras relativas sobre las siguientes bases absolutas: según ambos censos, el número de edificios destinados a vivienda familiar era en 1980 de 6.275 y el número de viviendas de 7.785 en 1981. Si bien la indicación estadística es bastante sumaria, una ojeada a la tabla 29 sobre el número de plantas de los edificios permite comprender que el habitat gomero es netamente rural. La preponderancia de la casa terrera es abrumadora; pero, incluso, la presencia de viviendas de dos plantas —que normalmente llevan aparejadas la presencia de otro uso— es muy exigua. Decíamos antes que los datos estadísticos son poco relevantes porque un pequeño número de actuaciones, en el sentido de elevar la altura de la edificación, por ejemplo, puede llevar aparejada la acusada destrucción de un conjunto. En el caso de La Gomera esto sucede en un número reducido de enclaves que, en general, son zonas costeras sometidas a procesos de concentración poblacional por diversos motivos (San Sebastián, Costa de Valle Gran Rey y Playa Santiago). El resto de las intervenciones recientes tienen por lo común volumetrías muy bajas por lo que su reintegración en el medio prexistente ofrece menos dificultades. Es decir, en la mayor parte de La Gomera se han continuado construyendo edificios de una planta o como máximo de dos. Esta edificación de nueva planta lleva a veces consigo cierta degradación de los conjuntos edificados anteriormente, pero representa distorsiones mucho menores que la presencia de edificios altos y, por regla general, los efectos pueden ser corregidos mediante actuaciones de detalle. Con estos datos a la vista se puede comprender que el concepto de vivienda y el concepto de edificio son casi sinónimos en la Isla.

140


TABLA 29 NUMERO DE PLANTAS DE EDIFICIOS DESTINADOS A VIVIENDA FAMILIAR. PORCENTAJES SOBRE TOTAL DE EDIFICIOS. 1980 Número de plantas

La Gomera Cap. Provincia Los Realejos Total Provincia Provincia sin área metropolitana ni Puerto de la Cruz

5 y más

Total

80,0 44,4 57,2 64,9

16,9 30,0 37,7 26,7

1,4 7,6 2,8 3,5

0,6 5,7 0,9 1,9

1,1 12,4 1,4 3,1

100,0 100,0 100,0 100,0

70,8

25,2

2,1

0,8

1,2

100,0

Ello quiere decir que, salvo en San Sebastián y, en menor medida, en la costa de Valle Gran Rey, los análisis sobre vivienda son aplicables prácticamente sin filtros a los edificios, si no en la alta proporción que expresa la tabla adjunta, si en buena medida. Porque si observamos los datos sobre otro programa (número de viviendas según capacidad de edificio) la correspondencia se reduce, si bien sigue manteniéndose muy alta. A pesar de ello hay que suponer que es en los núcleos poblacionales con mayor número de edificios altos donde

TABLA 30 NUMERO DE VIVIENDAS POR EDIFICIO (%) LA GOMERA. 1980 1 vivienda 2 viviendas 3 viviendas 4 viviendas 5 a 10 viviendas 10 a 19 viviendas 20 y más viviendas Total

92,7 4,4 1,0 0,4 0,5 0,8 • 0,2 100,0

141


se produce sobre todo esta falta de correspondencia y, como hemos visto, su número es muy reducido. De esta manera se puede afirmar que la correspondencia entre edificios y viviendas es altísima en la mayor parte de la isla.

TABLA 31 DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LAS VIVIENDAS SEGÚN CAPACIDAD DE LOS EDIFICIOS. 1980

% Viviendas en edificios con 1 viv.. 2 viv. 3 y más Total

La Gomera Cap. Provincial Total Provincial Prov. sin área metropolitana ni Puerto de la Cruz

73,2 22,6 50,7

6,9 5,4 8,5

19,9 72,0 40,8

100,0 100,0 100,0

67,0

8,9

24,1

100,0

Los aspectos más interesantes de este análisis se refieren a la fecha de edificación de la vivienda y a su estado de conservación. Para evitar distorsiones en una fechación de la edificación que, a veces, no ofrece demasiadas garantías, hemos agrupado las fechas en tres intervalos: antes de 1940, de 1940 a 1959 y de 1960 a 1981. No obstante, es imposible, salvo a través de un minucioso trabajo de campo, corregir las cifras de Hermigua y de Agulo.

TABLA 32 FECHAS EDIFICACIÓN VIVIENDAS LA GOMERA. 1981 (%)

Antes de 1940 De 1940 a 1959 De 1960 a 1981* Total

39,2 25,0 35,8 100,0

* Se han eliminado las viviendas construidas en 1981 en San Sebastián y no ocupadas aún.

142


ANTIGÜEDAD Y OCUPACIÓN DE LA VIVIENDA

> >

Antigüedad — • Anterior a 19' ^

1940-1981

íi

Estado de ocupación - Vacía - Ocupación temporal Ocupación permanente Estado de ocupación viviendas anteriores a 1940 - - Temporal y vacía Ocupación permanente


Podemos ver que, a pesar de las grandes pérdidas poblacionales de La Gomera, los procesos de nueva edificación han sido bastante intensos. Pese a todo se conserva un porcentaje muy importante de vivienda anterior a 1940, que, como hemos dicho, es en su mayor parte la típica casa terrera rural, de pobre aspecto pero muy integrada en el paisaje. El principal problema surge del estado de abandono en que se encuentra la vivienda. Casi un tercio de la vivienda se halla vacía, según puede verse en la tabla 33. Hemos rectificado las cifras referentes al estado de ocupación de la vivienda en los municipios de Valle Gran Rey, Hermigua y Agulo. La sobrevaloración de la vivienda temporal en estos dos últimos municipios, perfectamente detectable, no sólo por lo excesivo de las cifras sino por comparación con los datos de 1970, tiene su origen en la indefinición del concepto «vivienda temporal». En realidad revela uno de los problemas claves de la vivienda en La Gomera: los emigrantes gomeros conservan su propiedad inmueble en la isla en un régimen de congelación. Ciertamente pueden utilizar esas viviendas algún tiempo al año, por lo que se trata de un problema de interpretación, pero el término «temporal» no recoge la realidad de la situación. Son en el fondo viviendas disponibles para venta o alquiler (posiblemente congeladas), pero con grandes dificultades por falta de mercado, por mal estado de conservación o por problemas derivados de la propiedad compartida.

TABLA 33 ESTADO OCUPACIÓN VIVIENDA LA GOMERA. 1981. (%)

Permanente Temporal Vacía Total

2.4.2.

Censo

Corrección

60,7 7,8 31,5 100,0

61,9 6,6 31,5 100,0

ASPECTOS FORMALES Posiblemente el aspecto que más llame la atención de la Isla de La Gomera, incluso más que lo impresionante de su paisaje natural, sea

144


precisamente esa lucha entre las difíciles condiciones del territorio y la colonización humana del mismo que se ha traducido en una tremenda cantidad de asentamieijtos en estrecha relación con la obra agrícola de los bancales. Esa relación vivienda-asentamientos-bancales, como forma del paisaje, es precisamente el aspecto patrimonial más importante de la Isla. Si bien, como veremos a lo largo de este estudio, ha existido una total coherencia entre los distintos tipos arquitectónicos que se han ido sucediendo en relación con el territorio y con su propia expresión paisajística, no sucede lo mismo actualmente. Al variar sustancialmente la tecnología constructiva, a la par que toda una serie de factores de diversa índole, por un lado se ha abandonado el patrimonio doméstico existente y por otro, la nueva edificación sufre un grave problema de confusión constructiva, adecuación al terreno y falta de identidad arquitectónica. En un orden parecido de cosas, la ordenación territorial atraviesa un proceso de confusión similar donde se violenta el relieve con trazados de carreteras o pistas poco adaptadas al terreno, o se olvida la ley de oro de la cultura agrícola gomera, «jamás transformar el suelo agrícola». Abordar el estudio de la casa gomera con la finahdad de comprobar si es posible conservar el asentamiento como paisaje o la casa como vivienda actual, y en cualquier caso aprender la lección que conlleva esa arquitectura como adecuación al terreno y como expresión estética, entraña diversas dificultades. Tanto las características intrínsecas de ese patrimonio (que considerada cada casa en sí, puede no tener interés) como la realidad socioeconómica de la isla, que, de una cultura agrícola de medianía con un reparto territorial de asentamientos muy distribuidos y relacionado por una red de caminos de piedra, ha pasado a una economía que, si bien conserva un peso agrícola importante, se decanta cada día más hacia el sector terciario. Es preciso además añadir el problema endémico de la partición de la propiedad, que en La Gomera lleva al extremo de dividir físicamente una pequeña casa en 2 ó 3 pedazos, repartidos a su vez entre un número muy grande de propietarios. Los problemas edificatorios de La Gomera son fundamentalmente de dos tipos: los que afectan a los núcleos concentrados y con una fuerte dinámica urbanística (San Sebastián, Valle Gran Rey, etc.), en edificación de carácter urbano con definición de trama de calles, y los problemas del asentamiento disperso, de la casa aislada entre bancales, a donde normalmente no llega el mecanismo de la legaUdad mu145


nicipal y cualquier pequeña actuación mal ejecutada tiene un fuerte impacto en el conjunto del paisaje del asentamiento. Por lo tanto, hemos decidido enfocar el estudio hacia la problemática de la casa aislada de nueva planta y el añadido o ampliación de la casa existente, que es normalmente la forma de consoUdar la vivienda, con la finalidad de poder disponer de una Normativa formal de la Casa Aislada que podría canalizarse posteriormente a través de un Estudio de Proyectos Tipo y de un Manual de Ampliación de la Vivienda. Para la Casa Urbana, con-definición de frente de calle, entendemos que podría llegarse a la definición de Modelos Formales de Fachada, que incidieran de manera más directa, en el resultado formal de las mismas y que actualmente las ordenanzas urbanísticas existentes son incapaces de reconducir. De la misma manera podrían arbitrarse medidas de apoyo institucional a este tipo de iniciativas, que difícilmente dentro de la órbita municipal y sin apoyo técnico serían capaces de consolidarse. Tipos de arquitectura Clasificación, definición y características Hemos establecido en base al anáhsis realizado, seis tipos de arquitectura histórica, cuyo desarrollo en el tiempo no es cerrado sino que se solapan unos con otros; además, cada tipo es el resultado de la evolución de los anteriores, motivados normalmente por razones de innovación constructiva. Estos seis episodios se han valorado atendiendo a los siguientes aspectos: época, forma en que se construyeron (gestión), tipo de dependencias de que disponían (programa), tipo de planta más representativo de cada episodio, tipo de fábrica, cubierta, estructura, material de cubrición, modelo formal de fachada más común, los acabados, el color, la ventana y la puerta tipo más usual y sus colores. Según esto puede establecerse una definición de los seis tipos de arquitectura obedeciendo a sus características propias. Los distintos conceptos que vienen a continuación están sintetizados en la tabla general adjunta. Esbozamos, pues, lo más brevemente posible el desarrollo del cuadro con una explicación de las tipologías y sus elementos. Tradicional primitivo Se trata del primer tipo de construcción que se produce en la isla. Su período abarca aproximadamente desde 1.500 a 1.700. Este episodio

146


constituye la base de la práctica totalidad de los asentamientos en La Gomera. Son construcciones elementales realizadas con fábrica de piedra y ripio del lugar, adoptando como tipo la nave lineal de 1 y 2 plantas, con cuerpos añadidos anexos. La cubierta suele ser a dos aguas y con estructura de rollizo que paulatinamente y en las estancias de mayor calidad comienzan a escuadrarse. La teja es la del lugar, fabricada en los conocidos «hornos de guisar» o tejeras que, al tiempo que la construcción de la casa, tienen un hondo sentido colectivo. El modelo formal de fachada es producto de la apertura funcional de los huecos, y es notable el sentido del lugar y la adaptación al terreno que manifiestan, a lo cual colabora notablemente el acabado de la piedra que se funde con el mismo terreno del que procede. En una primera etapa la ventana no existe, entre otras razones por la inexistencia del cristal. La solución de la puerta es bastante homogénea, rompiendo el modelo primitivo de la puerta abatible de goznes de bastidor y tablero. La ventana hace su aparición posteriormente, con una solución similar, que luego se convierte en la ventana de dos cuerpos doble abatible, cuyo acabado se deja en el mismo color de la madera.

Tradicional Solapado con el anterior, este episodio abarca aproximadamente desde 1650 a 1860, terminando por consolidar los caseríos y constituyendo la gran base de los núcleos más concentrados de la isla, los cascos de San Sebastián, Agulo y Vallehermoso. La construcción manifiesta ya un claro deseo de mejoría, al incluir una mayor cantidad de materiales como la cal o el cristal, y al sumarse el apoyo decidido de los oficios. El tipo más representativo en este período lo constituye la nave lineal de una y dos plantas y la aparición del pórtico de madera, como prolongación de la estructura de cubierta. Se prefiere generalmente la solución a cuatro aguas, aunque luego se añaden cuerpos anexos de una o dos aguas, que siguen cubriéndose con teja del país. La fábrica, aunque de piedra, se rejunta con argamasa y se acaba con mortero de cal, procediéndose en algunos casos al «lavado» de los sillares de la esquina y a las piedras de gran tamaño de la fábrica. Los huecos se alinean simétricamente con la fachada tanto en horizontal como en vertical, representando el pórtico (o al balcón en el ambiente urbano) su elemento formal más singular. En la última época aparecen los acabados en zócalos y esquinas de pasta de azul añil o ce147


mentó y los colores amarillo gofio y almagre para el resto de la fachada. Se produce en este momento el gran desarrollo de la ventana de tres cuerpos con postigo vertical fundamentalmente en los cascos urbanos y aparece tardíamente la ventana de guillotina. Se consolida definitivamente la puerta de casetones. La madera en exterior siempre va pintada en tonos de verde, marrón o gris.

Tradicional ecléctico Este es el período de transición entre lo tradicional y lo ecléctico que abarca aproximadamente entre 1850 y 1920 y en el que se produce la gran evolución de los detalles constructivos. Es el momento de la construcción de las casas de mayor interés tipológico de la isla, las casas en «L», en «V» y las casas de galería acristalada, de la zona de San Sebastián, Playa Santiago, Hermigua, Agulo y Vallehermoso. Se ve ya la aparición de los maestros de obra y el diseño propio de la vivienda, cuyas estancias comienzan a especializarse funcionalmente, desaparece el horno de pan y aparece la cocina de chimenea, así como el baño. La obra de fábrica se perfecciona y aparece finalmente la construcción de pared con bloque del país, con lo que el ancho de la fábrica pasa de tener 40 ó 60 centímetros a tener 20 centímetro de espesor. El tipo de cubiertas más usual es el de dos o cuatro aguas, sufriendo una evolución la estructura, al optimizar las secciones de las escudrías y evolucionar la forma de las mismas. Se prefiere la cubrición de teja plana con o sin tablero. El modelo formal de fachada termina por regularizarse apareciendo dos, tres, cuatro y cinco huecos. Los acabados son más regulares, desarrollándose algo más los esgraflados en zócalo y esquinas, si bien la coloración de fachada se mantiene. La gran evolución se experimenta en los detalles de carpintería, que abandona la ventana de tres cuerpos de postigo, para desarrollar la ventana de guillotina y pasar a la ventana de dos cuerpos, apareciendo el cuerpo intermedio doble abatible con modelos tan característicos como los de la zona de Hermigua-Agulo o los de Valle Gran Rey. Los tonos son similares, verde, marrón y algo de gris.

Ecléctico Este episodio abarca aproximadamente del año 1910 al 1940 y representa la evolución definitiva de lo tradicional, motivada por cambios

148


TABLA 34 CLASIFICACIÓN DE TIPOS DE ARQUITECTURA TRADICIONAL PRIMITIVO

TRADICIONAL

TRADICIONAL ECLÉCTICO 1850-1920

CONSTRUCCIÓN

Autoconstruido. Ayuda colectiva.

Autoconstruido. Aparecen los maestros de obras y los oficios.

Maestros de Obra. Desarrollo de los oficios.

PROGRAMA (carencias)

Habitaciones indiferenciadas. Importancia del horno. Depedencias animales.

Habitaciones indiferenciadas. Hornos. Aparece la cachucha.

Empiezan a jerarquizarse los espacios según el uso. Aparece la chimenea.

TIPO MAS R E P R E SENTATIVO

Nave lineal de 1 planta. A p a r e c e n las dos plantas y los cuerpos anexos.

Nave lineal de 1 y 2 plts. Aparece el pórtico.

Aparece la casa en «L» en «V» y la galería.

TIPO DE FABRICA

Piedra enrripiada en seco.

Piedra con argamasa.

Piedra con argamasa. Bloque del país.

TIPO D E CUBIERTA (más usual)

A dos aguas anexos.

A cuatro aguas con anexos.

A dos aguas. A cuatro aguas.

E S T R U C T U R A CUBIERTA

De rollizo.

Madera Escuadrada (aparición del artesonado).

Madera Escuadrada (evolución de las secciones de las piezas tipo).

MATERIAL DE CUBRICION

Teja del país.

Teja del país (Mejor moldeado).

Teja plana.

MODELO FORMAL DE FACHADA

Huecos indiferenciados.

Huecos alineados con pórtico.

Huecos alineados a horizontal y vertical. Galería. Aparecen modelos de 2, 3, 4 y 5 huecos.

ACABADOS

Piedra seca. Aparece un mortero oscuro.

Encalado. Piedras lavadas. Aparecen los zócalos y esquinas de añil y pasta de cemento.

Encalado. Esgrafiados en pasta de cemento.

COLOR DE FACHADA

Piedra del lugar amarillo gofio y el almagre.

B l a n c o . A p a r e c e el blanco y algún pastel.

Blanco. Amarillo gofio.

VENTANA TIPO

Un cuerpo. Doble abatibie de bastidor y tablero. Aparecen los dos cuerpos.

2 cuerpos. 3 cuerpos. Desarrollo de la ventana de postigo.

2 cuerpos. Desarrollo de la ventana de guillotina y aparición del cuerpo intermedio abatible.

PUERTA TIPO

Abatible de goznes de bastidor y tablero.

Doble, abatible de goznes de casetones.

Doble abatible de casetones.

COLOR CARPINTERÍAS

Madera gastada. Verde amarillo.

Verde amarillo. Tonos de verde, marrón, gris, beige.

T o n o s de v e r d e , marrón y gris.

con


TABLA 35 CARACTERÍSTICAS TIPOLÓGICAS Y CONSTRUCTIVAS ECLÉCTICO

RACIONALISMO PRIMITIVO

RACIONALISMO POPULAR

CONSTRUCCIÓN

Gran desarrollo de los oficios.

Autoconstruido. Apoyo de los oficios.

Autoconstruido. Ayuda colectiva. Apoyo de los oficios.

P R O G R A M A (carencias)

Se jerarquizan las dependencias. Aparece el baño.

Se completa el programa si bien de forma elemental.

Se jerarquizan las dependencias.

TIPO MAS R E P R E SENTATIVO

Nave lineal de 1 y 2 plantas.

Nave lineal de 1 planta con cuerpos anexos conformando pórtico o jardín delantero.

Aparece la casa con patio en galería, pasillo o patio centrado.

TIPO D E FABRICA

Bloque del país.

Bloque del país.

Bloque del país. Bloque de hormigón.

TIPO D E CUBIERTA (más usual)

Plana.

Plana. A dos aguas.

Plana.

E S T R U C T U R A CUBIERTA

Madera escuadrada en viguetas. Losa armada.

Losa armada. Madera escuadrada.

Losa armada.

MATERIAL DE CUBRICIÓN

Mortero bastardo.

Mortero bastardo.

Mortero fino de cemento.

MODELO FORMA D E FACHADA

Huecos alineados en horizontal y vertical. Aparecen modelos de hasta 7 huecos.

Huecos alineados indiferenciados.

Modelo de 3 huecos,

ACABADOS

Enfoscado y pintado. Aparecen las cornisas y detalles de enfoscado (tirolesas, etc.)

Enfoscado y pintado. Zócalos y esgrafiados elementales.

Enfoscado y pintado. Gran variedad de esgrafiados (colores, texturas).

COLOR D E FACHADA

Blanco. Amarillo gofio y gama de pasteles (gris, azul, etc.)

Blanco.

Gran variedad de colores (blanco, amarillo, azul, verde claro, rosado, etc.).

VENTANA TIPO

2 cuerpos, 1 cuerpo. Desarrollo de la ventana doble abatible de doble guillotina.

2 cuerpos. Ventana doble abatible con montante abatible.

1 cuerpo. Ventana doble abatible.

PUERTO TIPO

Doble abatible de casetones (división en partes).

Abatible de casetones partidos con montante de cristal abatible.

Abatible de casetones partidos.

COLOR CARPINTERÍAS

Tonos de verde, marrón y gris.

Tonos de verde, azul.

Verde, azul, marrón, beige, etc.


ARQUITECTURAS HISTÓRICAS TIPOS MAS REPRESENTATIVOS DE CADA EPISODIO

1

^~

^


sustanciales en la tecnología constructiva y la gran evolución de los oficios. El uso de la fábrica de bloque del país de 20 centímetros de espesor y la aparición del cemento y del hierro, transforman decididamente los detalles y la imagen de esta arquitectura. La cubierta se prefiere hacer plana, incluso en los primeros momentos en que aún no existe la losa armada, utilizándose las viguetas corridas para apoyo de los forjados. El tipo más usual es la nave lineal de una o dos plantas, que en ambiente urbano y entre medianerías completa detrás de la primera crujía, esquemas en «L» o en «V» como los de la Villa de San Sebastián. Es el momento de los acabados de fachada, basados en la técnica de los enfoscados de cal y cemento, cornisas aterrajadas, enfoscados regruesados en esquina y recercos de huecos, enfoscados Uagueados, rayados y zócalos de tirolesas recercados. El color de fachada adquiere más variedad con la aparición de los tonos pastel en gris, azulado, etcétera. La carpintería abandona el plano de fachada y se enrasa con el interior. La ventana se decide por realizarse en un solo cuerpo y aparece la solución de la ventana doble abatible de doble guillotina en contraventana. Se mantienen los mismos tonos de color.

Racionalismo primitivo Dentro de esta etapa, aunque incluido en la simplificación constructiva del «Racionalismo» del momento, queremos denotar este tipo de edificaciones, generalmente autoconstruidas, que enlazan con la tipología de nave lineal de la época tradicional, que si bien utilizan la técnica del bloque del país de 20 centímetros y la losa armada, llegan en algunos casos a emplear la cubierta de madera de teja plana. Dentro de este apartado habría de incluirse igualmente (máxime contando con que estamos en la época de posguerra) toda una gran cantidad de añadidos que, aprovechando las naves de piedra seca, vuelven a utilizar y dar una nueva dimensión a la vivienda al dotarla de nuevas dependencias y servicios. La imagen de esta arquitectura responde al saber popular de las naves hneales de una planta con cuerpos anexos conformando volúmenes que cierran espacios interiores en patio y porches delanteros. Los acabados son muy elementales, generalmente en blanco con esgrafiados remarcando esquinas y remates de cornisas. La carpintería sufre la evolución de lo ecléctico simpUficándose, partiendo del ancho de los casetones, si bien conservando el montante superior de cristal, como recuerdo de su origen tradicional.

152


ESTRUCTURAS DE MADERA

ESTRUCTURA DE ROLLIZOS

1"^^ ESTRUCTURA DE ESCUADRA

153


EJEMPLOS DE SECCIONES DE ESTRUCTURA DE PÓRTICOS

4X9

.4X9

1

8X8 . 4X8

1 1

8X8

1

^7X17

n

154

0/18


Racionalismo popular Si bien en estrecha relación con el episodio anterior y a veces difícilmente separables, ese período abarca desde los años cuarenta a los setenta, en general autoconstruidas, si bien con la participación colectiva y con la ayuda de los oficios (carpintería). Aparecen claramente jerarquizadas las dependencias. El tipo comienza a perder su vocación agrícola, y otras veces aparece su procedencia enmascarada, y aunque el volumen exterior sea continuo, aparece como combinación de naves con patio centrado, patio central, galería interior o simplemente un pasillo que separa dependencias a dos fachadas. La cubierta está resuelta con losa armada y en la construcción de la fábrica de muro de carga aparece finalmente el bloque de hormigón vibrado. A esta época pertenece la utilización del Modelo de tres Huecos, tanto de una como de dos plantas, con una interminable sucesión de soluciones que combinan en fachada tanto el porche como el pórtico o la terraza, y cuyos acabados presentan una inventiva de esgrafiados, por variación de la textura o de los colores que contrastan claramente con el utihzado en la fachada. A esta época corresponden también las soluciones de remates de chimeneas, que, sobre el modelo tradicional de la pirámide, interpretan multitud de soluciones. La carpintería, definitivamente replegada en el interior de la fachada, se simpUfica adoptando generalmente para la ventana la solución doble abatible con contraventana, y para la puerta, la solución abatible con los casetones partidos en el ancho. La gama de colores aumenta respecto a los colores usados tradicionalmente. Desarrollo tipológico y constructivo de la casa gomera Definidos y clasificados los tipos de arquitectura, que podrían asimilarse al concepto histórico de estilo, queremos profundizar en el desarrollo cronológico de los distintos aspectos, tipológicos y constructivos, que en cada episodio histórico estuvieran ligados a la tecnología constructiva y que conforman la expresión y el resultado formal de la casa gomera. Entendemos como TIPO la organización genérica de una vivienda que de manera invariable se repite de unas a otras, interpretando las mismas sus dimensiones y/o proporciones, pero manteniendo lo sustancial. Así, el tipo de casa en nave hneal, la casa en «L», en «V», en patio, etc. 155


Entendemos como MODELO, la superación del concepto de tipo, cuando, de manera específica, el tipo tiende a reproducirse de una forma invariable manteniendo sus dimensiones y sus elementos constructivos más característicos. Queremos apuntar igualmente como concepto de PATRÓN FORMAL PRIMITIVO a ese «germen o embrión tipológico», que como principio arquitectónico de honda referencia territorial constituye la referencia de todo desarrollo tipológico posterior, y que para el caso de La Gomera, lo constituye la nave lineal con cubierta a dos aguas, o para el caso de las islas orientales del Archipiélago lo constituye la casa en «L» con cubierta plana. El patrón formal hace no sólo referencia a la organización de la casa, sino a la expresión arquitectónica como volumen y a su relación territorial. El interés que tiene entender su definición radica en su reelaboración arquitectónica como referencia de origen. El desarrollo cronológico del tipo arquitectónico de la casa gomera mantiene a lo largo de la historia una clara referencia al patrón formal primitivo, la nave lineal con cubierta a dos aguas. La evolución del mismo a través de los diferentes episodios arquitectónicos mantiene la continuidad, y los hallazgos que la introducción de nuevas tecnologías y aportaciones culturales introducen, se producen como evolución de lo anterior, sin suponer una ruptura con las tipologías existentes y en uso. Incluso se dan casos de mantenerse intacto el Tipo, variando la arquitectura del momento (como es el caso de la nave lineal de dos plantas, con la planta baja encajada en el terreno). El tipo de marcado origen agrícola como casa aislada, sigue manteniendo sus características cuando se adapta al frente de un camino o se introduce en el ambiente urbano entre medianeras. Dos aspectos merecen destacarse; por un lado, el análisis de los tipos existentes, y por otro, los tipos más representativos de los diferentes episodios históricos y que expresan la intención de convertirse en modelos arquitectónicos. Durante la época Tradicional-primitiva el tipo más representativo es la nave lineal de una planta con anexo lateral o trasero. Se dan igualmente todas las combinaciones posibles con las naves. Sobre la nave matriz en primera instancia o normalmente por crecimiento de la propia vivienda se van agregando cuerpos anexos que conforman espacios en «L», «T», en «V», etc., a lo cual colabora igualmente el hecho de que la casa hay que entenderla dentro de la estructura de bancales del asentamiento, donde los muros agrícolas delimitan con las fachadas de las viviendas espacios directamente vinculados a su uso. Por hacer una referencia actual, la casa agrícola suele disponer entre su fachada y el bancal de un porche o jardín delantero.

156


Como hallazgo tipológico más representativo aparece el pórtico de una planta, como prolongación de la estructura de la cubierta. En el período Tradicional siguen evolucionando las combinaciones déla nave lineal, consolidándose como modelo arquitectónico la nave lineal de dos plantas con pórtico delantero, donde la escalera se resuelve siempre dentro de la estructura de madera del añadido, ya en piedra o ya como un elemento más de la estructura del pórtico. El desarrollo y consolidación de los núcleos más urbanos, donde las casas se adosan entre medianeras y las parcelas crecen en profundidad permiten la aparición de las primeras casas en «L» y «V», donde la escalera ya se consolida ligada siempre a la galería o corredor. Durante el período de transición hacia el eclecticismo es donde se ensayan nuevos tipos de manera más consciente y entendidos ya de forma unitaria, no como agregación de elementos al final de los cuales se llega al tipo. Así aparecen las casas en «L» de Agulo, Hermigua y Playa Santiago, las casas en «V» aisladas o entre medianerías y las casas de galería, tipos desarrollados siempre entre la relación que establece el patio y el interior a través de un corredor o una galería acristalada. Con carácter general la orientación de la vivienda, o el posible condicionante climático del tipo por motivos de soleamiento es inexistente. La casa se orienta por su situación en el bancal, su relación en el camino, la calle o por la oportunidad del paisaje. En el período ecléctico, si bien siguen construyéndose las casas en «L» o en «V», fundamentalmente en ambientes urbanos, la casa aislada vuelve a preferir el tipo de nave lineal de una o dos plantas. La especialización funcional de las piezas rompe definitivamente el esquema de la crujía única y los cuerpos adosados (que perduran hasta el episodio del racionalismo primitivo), para adoptar esquemas más complejos donde se agrupan en fondo dos o tres crujías a través del esquema de pasillo, galería, patio central o patio centrado, y que, sin embargo, muchas veces es posible descomponerlos como asociación en fondo de varias naves lineales. Con carácter general puede señalarse el esfuerzo que realiza el tipo en su sección para adaptarse a las características topográficas del terreno, el relleno lo hace el bancal para aprovechar la tierra vegetal, y las diferencias de nivel entre las rasantes de la parte delantera y trasera se aprovechan para encajar la casa. Cuando tiene dos plantas, funciona la alta por detrás y la baja entrando por delante.

157


La arquitectura actual, características Posiblemente el aspecto que mayor confusión ha introducido en el actual episodio arquitectónico, es la transformación constructiva ocasionada por el paso del uso del muro de carga a la estructura de pilares, que ocasionó la pérdida de la evolución del tipo a partir de una crujía madre. La gran variedad de materiales que proporciona el mercado, la facilidad de transporte, unido a diversas razones de tipo social o económicas, e incluso la pérdida por parte del gomero de la antigua tradición del «tener una casa bonita por fuera», ha inundado de remiendos y añadidos mal entendidos la práctica totalidad de los caseríos rurales. La fragihdad de los asentamientos más característicos de la isla, cuya arquitectura tradicional primitiva es uno de sus rasgos paisajísticos más importantes, unido a la poca fortuna que la generalidad de la obra nueva presenta, se convierten en dos problemas arquitectónicos en los que habría que ejercer mayor esfuerzo por reconducir. La actual arquitectura se empeña en utilizar soluciones de marcado carácter urbano en cualquier contexto, olvidando la lección del tipo y la adaptación de su sección al terreno. Esto presenta claros problemas de desmonte, con vertidos de escombros en ladera. La cubierta resuelta normalmente con cubierta plana, presenta más problemas por indefinición de la tipología de la casa que por el acabado de la misma, a lo cual por supuesto se añade la mala resolución de los elementos técnicos de la cubierta. Esa idea de que la casa gomera tiene que tener cubierta de teja y además ser blanca, es contraproducente y ahistórica; de hecho la cubierta plana existe desde principios de siglo y no ha pasado nada. Otra cosa distinta es el impacto que produce en un caserío de arquitectura primitiva de piedra y cubierta de teja del país, la introducción de un volumen plano, que en cualquier caso produce un impacto arquitectónico y paisajístico claro. La pérdida de la imagen del modelo formal de fachada apoyado en la resolución de las mismas como un plano de huecos aUneados en horizontal y vertical, es un aspecto de mayor importancia que el dilema cubierta plana-cubierta de teja. El tratamiento histórico del volumen de la casa como sólidos simples sin volados (salvo los añadidos de madera) choca con la utilización indiscriminada del «volado» de las estructuras, con los pilares y forjados tanto en ambientes urbanos como rurales. La simplificación que se hace de toda la tradición de los acabados de fachada, la ehminación del ornamento y el sistema clásico de la historiografía de las partes de la fachada y del sistema de cornisas, se

158


mediatiza con los acabados comerciales o el absurdo de reducir el color a su blanqueado sistemático, cuando la tradición misma posee una gran gama de colores y combinaciones cuyos resultantes están suficientemente proi*? dos, además de la intervención de los puros factores físicos dependientes de color en la climatización y confort de la vivienda. Así tenemos la gama tradicional del blanco, amarillo gofio y almagre combinado con los zócalos y esquinas de pasta de cemento y tonos pastel (azul, gris, verde) del eclecticismo, remarcados entre el gris de los enfoscados de zócalos y cornisas. También la reducción de la variedad y la versatilidad de las soluciones históricas de la carpintería de madera choca con las proporciones y la solución de la carpintería comercial de aluminio, o con el acabado en madera vista de las soluciones standarizadas, que son tan «modernas» como el acabado en aluminio. El predominio del saber popular, el propio gomero que se autoconstruye la casa y la aportación tradicional del maestro de obras y de los oficios (albañilería, carpintería), ha dejado paso a un panorama más complejo, excesivamente burocratizado, sin que la aportación técnica que legalmente se exige (y que normalmente no llega al problema de la casa aislada), sé haya correspondido con una situación real de mejoría. Afrontar el problema de la construcción y ampliación de la casa unifamiliar en contexto rural o del edificio y la casa en contexto urbano, pasa por echarle un vistazo al cúmulo de soluciones tipológicas y constructivas que la arquitectura tradicional ha dejado impreso en los asentamientos de la isla.

Directrices sobre la casa aislada y sobre la fachada urbana. Recomendaciones En la investigación sobre el planteamiento habíamos detectado a nivel urbanístico dos problemáticas homogéneas que afectaban al tema edificatorio. Por un lado el problema de los desarrollos urbanísticos concentrados, de los cascos de San Sebastián y el litoral del Valle Gran Rey y en menor medida Playa Santiago, Agulo y Vallehermoso, y por otro el problema de la edificación dispersa, tanto en los valles más consolidados, algunos con situaciones de cierto carácter urbano como Hermigua, así como el problema de la edificación aislada en caseríos. Como conclusiones se plantean una serie de directrices, junto a unas propuestas concretas a acometer: 159


MODELOS DE VENTANAS MAS REPRESENTATIVOS DE LA GOMERA

DO

^a

u Ul

160


DESARROLLO DE LA SECCIÓN DE LA VENTANA

la Ib 2a ^:^

2b

^ ^ 1

l-i.!R-

'-~^^^^^^^^-^~—~^xAJ

b',j<^^.l..ULiAJ ^

5-6 1. Tradicional Primitivo 2. Tradicional 3. Tradicional Ecléctico

4. Eclecticismo 5. Racionalismo 6. Racionalismo

161


A Nivel Patrimonial y aunque no es cometido específico de este análisis se plantea la necesidad de inventariar la edificación susceptible de ser catalogada a través de la Legislación específica. Delimitar los caseríos rurales más representativos, que aún mantienen sus características. Es cometido conjunto del Ecoplán el proponer experiencias dirigidas en determinados caseríos de la isla (La Laja, Antoncojo, Tamargada, Arguamull, etc.), y dentro de los cuales cabría la definición de los mismos a nivel de Plan Especial y Programa de Rehabilitación. A Nivel del Problema Específico de la edificación aislada en el caserío se plantea la necesidad de elaborar en primer lugar una Normativa Formal de la casa aislada con carácter insular, que para el particular problema de los añadidos podría concretarse en un Manual de Soluciones y para la casa de nueva planta en un Estudio de proyectos Tipo. Igualmente podrían arbitrarse medidas de apoyo institucional como el apoyo crediticio a algunos materiales: por ejemplo, apoyo a la carpintería y al desarrollo de la teja local. A Nivel de Problema de la Edificación Urbana entre Medianeras, se plantea la necesidad de una mayor definición formal de las fachadas a través de una Ordenanza de Fachada basada en el desarrollo de los Modelos, que bien podrían canalizarse a través de los planeamientos municipales.

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Este tipo de normativa se incluye dentro de actuaciones de conjunto a niveles socioeconómicos. El objetivo es, desde luego, proteger y reutilizar el patrimonio histórico conservado, pero somos conscientes de la inutilidad de una normativa como la expuesta, si ésta viene desligada de actuaciones económicas y culturales. Una museificación no sólo es irrentable, sino imposible. Los criterios para elaborar tanto las ordenanzas como las propuestas de carácter proyectual se apoyarían precisamente en intentar compatibilizar la realidad constructiva actual con las aportaciones tradicionales, en cuanto a la recuperación de las tipologías, aprovechamientos de la obra física existente, adecuación de la sección al terreno, cuidado con los vertidos de escombros, modelos de fachadas basados en los planos con huecos alineados, recuperación de los colores y acabados tradicionales, interpretación de la cubierta, carpintería de madera pintada, aprovechando toda la variedad de soluciones existentes, así como en definitiva, tener mucho cuidado en adaptar cada solución a las condiciones reales del entorno y del terreno. 2.4.3.

ELEMENTOS SINGULARES DEL HABITAT GOMERO Balances y paisaje El sistema de asentamientos humanos, marcado profundamente por las disponibilidades de agua y tierra, produjo en el tiempo unas localizaciones puntuales y dispersas, que por sucesivas adiciones de casas fueron colonizando, roturando y construyendo nuevas paredes de piedra seca con el fin de aprovechar y aumentar la capa de suelo vegetal existente. A la cultura neolítica prehistórica de montaña asentada sobre la utilización de una medianía agrícola y con complemento ganadero, que a lo largo del ciclo anual se iba adaptando a las posibiUdades del aprovechamiento de la «sección» de la Isla, se superpuso la colonización de una cultura que en sucesivos episodios históricos, dejó un extenso abanico de caseríos repartidos por los valles y lomadas agrícolas. La Gomera es hoy sin duda, por ello, «uno de los sistemas de bancales más importantes del mundo», donde el interés del paisaje se deriva no tan sólo de lo impresionante de sus formas originales sino en gran medida por la integración y transformación del mismo a través del sistema de caseríos rurales. Una locaUzación precisa que aprovecha las mejores condiciones microclimáticas, donde la vivienda es preciso entenderla como un ele163


mentó más añadido a la estructura del camino que la relaciona con el territorio y el sistema de bancales. Si bien se da toda una gama de sistemas singulares, el repertorio de elementos sintácticos utilizados para la «construcción» del caserío, puede reducirse a una secuencia muy determinada: La pared de piedra seca, dentro de la cual pueden distinguirse, la pared de «secano», que no modifica sustancialmente el terreno y se limita a concentrar la piedra y separarla de la tierra, y la pared de «regadío» que ya es una verdadera obra mural de contención de la capa vegetal. Ambas se adaptan a la curva de nivel. El camino real empredrado, eje ordenador que relaciona el caserío con el territorio. La vegetación de porte, complemento de la agricultura o de las condiciones climáticas del asentamiento. Fundamentalmente hay que distinguir la «palmera canaria» y, con carácter secundario, la «penca», la pimentera, el almendro, etc. Los elementos constructivos singulares, construcciones especializadas para resolver algún problema «tecnológico» o «agrícola» concreto y que completan junto con la vivienda las construcciones del caserío, frecuentemente de propiedad comunal: el estanque, la era, el molino de agua y la tejera.

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Como punto de partida de cualquier actuación territorial o polític de rehabilitación en La Gomera, se exige una mínima base de conc cimiento de las peculiaridades características del caserío gomero, qt sin contener grandes valores arquitectónicos representa el recurso pi trimonial más valioso, el servir de lección histórica de la adaptado en el tiempo entre la obra nueva y el territorio sobre el que se asiei ta. Un valor que lejos de resultar negativo, intensifica el interés d* paisaje y acrecienta la capacidad de formación de suelo. Molinos de agua Durante siglos, los vectores energéticos utilizados en La Gomera fue ron la leña, en escasa medida el carbón y los pequeños saltos hidrát lieos. El diseño autárquico de los modelos de asentamientos en 1 Isla impuso la búsqueda ingeniosa de energía en función de los re cursos locales. La utilización de la fuerza del agua, favorecida por 1 orografía, llegó a alcanzar cotas muy importantes. La historia de La Gomera está muy ligada a la existencia de los mo linos. Fueron famosos los molinos del Cedro, centro importante en tre las medianerías del Sur y el Valle de Hermigua. La historia poli tica y económica de estas comunidades está íntimamente relacionad; con la molienda y el intercambio de grano. Cada valle o caserío pro curaba ser autosuficiente en fuerza hidráulica. Cada grupo natural d( entidades poseía un conjunto de molinos asociados muy ingeniosa mente al sistema de riegos, ya que en el diseño de canalizacione: siempre se procuró que tuviera este doble uso. Los molinos de agua de la isla de La Gomera adquieren aún mayoi importancia si se los contempla como una jparte del conjunto de las obras de riego. La planificación y el diseño del uso del agua de h Isla, la curiosa red de captaciones y canalizaciones, los molinos y las costumbres y usos en el riego, son la expresión física de esa trascendental cultura del agua, marco indispensable para comprender y comenzar a valorar la historia de esta isla. Si bien existieron molinos en otras islas, fundamentalmente en Tenerife y La Palma, en La Gomera éstos tuvieron mayor impacto y desde luego poseían y poseen unas características muy diferenciales. Según nuestros trabajos iniciales, hemos reconocido y acumulado referencias de al menos 40 molinos. Eran de todas clases: con y sin depósito, con turbinas horizontales, verticales, etc.; pero lo que es aun más importante, alguno de los modelos son exclusivos de la Isla, son valores de esa cultura tecnológica autárquica llamada a desaparecer. Nuestra propuesta es la de tratar de reconstruir e inventariar con máxima fidelidad el papel histórico que jugaron estas máquinas y 165


construcciones, así como el de los hombres, auténticos ingenieros naturales que las concibieron e hicieron funcionar. Algunos de ellos pueden aún recuperarse y rehabihtarse; dispuestos con ligeras mejoras para funcionar existen al menos cuatro, que conservan casi toda la maquinaria y un valor paisajístico y arquitectónico innegable en la obra. Y por irónico que nos parezca, tras un abandono de más de 40 años, las modernas técnicas microhidráulicas tendrán mucho que aprender de estos antiguos emplazamientos y diseños. La conservación casi milagrosa de los molinos de agua en La Gomera es un caso inédito de nuestras islas, digno de preservar.

Tejeras Se conservan en La Gomera algunos elementos constructivos, técnicas y usos, a medio camino entre la artesanía y la producción industrial. Los programas de rehabilitación y rescate cultural suelen marginar a este tipo tecnologías, ya que no se trata de elementos catalogados por un valor histórico especial, ni de artesanía según el concepto comercial más difundido, o de procesos de fabricación que tengan un valor mercantil importante. Pero si nos ciñéramos a la eco-

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nomía de autosuficiencia de su entorno adquirirían un valor aceptable, amén de tratarse de técnicas y edificios en trance de desaparecer definitivamente. Uno de estos casos lo representa el conjunto de tejeras u hornos antiguos destinados a la fabricación de la teja, que aún podrían rescatarse junto a las técnicas de elaboración y selección de tierras. Al igual que los molinos de agua, las especiales características socio-económicas de la Isla en nuestro siglo han permitido la conservación, en algunos casos en buen estado, de los antiguos hornos para «guisar la teja». La técnica de la fabricación de teja a partir de las tierras locales subsitió en la isla hasta bien entrado el siglo. Incluso se tienen referencias sobre el desarrollo de esta actividad por parte de emigrantes gomeros en La Guaira y Mérida (Venezuela). La última referencia de fabricación de la teja que hemos podido obtener se sitúa hace más de quince años. La modificación de la tipología en la vivienda, sumada al progresivo abandono de los caseríos, contribuyeron decisivamente a la casi desaparición de la costumbre de fabricar teja en cada verano. Las reposiciones posteriores, si es que existían, se hicieron utiUzando tejas de viviendas abandonadas o bien en base a la importada. La elaboración de la teja nunca se consideró como una actividad mercantil. Su fabricación por cada caserío constituía un trabajo estrictamente comunitario. En la memoria de los últimos artesanos de la teja se recuerda esta actividad como motivo de fiesta. En torno a la fabricación de la teja existían auténticos ritos. En algunos lugares como Epina, la teja era marcada con una señal especial según el destinario. Es posible aún hoy identificar las marcas por casas y famihas. La mayor parte de la teja se reservaba a las familias recientes, ya que la construcción de gran parte de la vivienda también constituía una labor comunitaria. Todos los caseríos de La Gomera poseían al menos un horno de teja. Solamente en una zona hemos podido identificar la existencia de un comercio de la teja. Las Rosas siempre ha tenido el privilegio de considerarse la de teja de mejor calidad. Las tejeras de Las Rosas abastecían a las poblaciones de Agulo y Hermigua, ya que en estas no se encontraban las arcillas apropiadas para su elaboración. Allí se encuentran los mayores hornos de la isla, con capacidad de hasta 4.000 tejas en cada hornada. Es muy posible que la fama de la teja de esta localidad en comparación con las demás sólo sea un producto de su carácter comercial. A diferencia del caso de la conservación o rehabilitación de los antiguos molinos de agua, que en muy pocos lugares pueden tener una 167


aplicación en los esquemas productivos actuales en la isla (salvo con mejoras tecnológicas), los hornos de teja y la técnica de fabricación no constituyen elementos a preservar como tipismo. La fabricación de la teja puede y debe rescatarse como actividad constructiva dentro del marco de la rehabilitación del patrimonio edificado. Las estimaciones realizadas según las referencias de antiguos fabricantes en los hornos de Las Rosas, nos indican que para una fabricación de 4.000 tejas eran necesarias unas 6 toneladas de leña. Estos cálculos se realizaron teniendo en cuenta el número de estéreos que eran transportados antaño por las mujeres desde el monte hasta el horno, sabiendo el número de viajes y la carga media de cada uno. Podríamos considerar que energéticamente esta cifra representa algo más de un tercio adicional de la energía que requiriría para la misma fabricación un horno industrial. Pero en estas cantidades no se contabilizan los gastos de transporte, los tecnológicos y los culturales derivados de la adaptación. Hemos de tener en cuenta que la ubicación de los hornos siempre se encuentra en La Gomera a una distancia prudencial entre el caserío y el primer yacimiento de arcillas aceptables. El consumo se realiza in situ y el combustible para una hornada similar ronda las 18.000 pesetas. La fabricación de una hornada requiriría unas 20 jornadas de trabajo. En estas condiciones la rehabilitación de los hornos de teja no es un objetivo utópico, siempre y cuando no se trate de industrializar el proceso, rebasando los límites de autoconsumo. Existen además serias razones para reconsiderar la fabricación de teja en los hornos locales. Actualmente es bastante común la construcción de viviendas o locales «típicos», esta actividad constituye un auténtico expolio de tejas y elementos singulares de la vivienda rural en abandono. En La Gomera se calcula que más de doscientas mil tejas han sido transportadas desde sus tejados originales a las nuevas construcciones. Esta actitud muy extendida y pretendidamente conservacionista, provoca a la larga un irreversible deterioro del patrimonio arquitectónico. Y en este sentido opinamos que resulta mucho más sensato y barato conservar y perfeccionar las técnicas y las fábricas de antaño que arrebatar sus productos como piezas de museo. 2.4.4.

DESCRIPCIÓN Y VALORACIÓN DE LOS NÚCLEOS POBLACIONALES CON MAYOR INTERÉS PAISAJÍSTICO Se trata de establecer una valoración de las entidades de población desde ángulos paisajísticos y estéticos, en relación a su posible recu-

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peración inmediata. Tal es el sentido de la indicación Entidad seleccionada. Ello no quiere decir que todas las no seleccionadas no permitan una recuperación formal. El criterio que se ha seguido para la selección de entidades es el de máxima conservación de vivienda anterior a 1940 y mínimo de la posterior a 1960. En otro sentido comentaremos únicamente las veinte entidades con mejor posición en la clasificación antedicha. Del resto de entidades reseñaremos sólo aquellas de mayor interés; las capitales municipales, salvo Alajeró, por su mayor complejidad deberán ser objeto de estudios puntuales que determinen las áreas a tratar. Como se observará, el sentido que hemos dado a la recuperación es de conjuntos, el único que tiene validez en La Gomera, puesto que la edificación, en general, tiene un carácter muy modesto.

El Cabrito El 100 % de la vivienda es anterior a 1940; de ellas están vacías el 67 %. Mantiene sólo el 45 % de la vivienda que tenía en 1950. Trece viviendas. Dieciséis habitantes. Acceso sólo por mar. Se carece de información directa. Paisaje de platanera. Palmeral disperso (700 palmeras). PUNTUACIÓN: 3. Entidad no seleccionada.

Seima El 100 % de la vivienda es anterior a 1940. El 100 % de este patrimonio está vacío. Mantiene el 50 % de la vivienda que tenía en 1950. Catorce viviendas. Deshabitada en 1984. Acceso difícil. Paisaje de lomadas secas. Habitat disperso. Palmeras diseminadas (500 palmeras). No seleccionada por sus dificultades de recuperación económica y por las dificultades de acceso. PUNTUACIÓN: 6. Entidad no seleccionada.

Tejiade El 100 % de las viviendas es anterior a 1940 y están vacías en un 88 %. Mantiene el 52 % de las viviendas que había en 1950. Doce viviendas. Un habitante. Dificultades de acceso. Habitat disperso. Paisaje seco de lomadas de escasa relevancia. Entidad interesante que conserva caminos de herradura empedrados. No seleccionada por sus dificultades de recuperación económica. PUNTUACIÓN: 6. Entidad no seleccionada.

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Almacigos El 100 % de las viviendas es anterior a 1940; están vacías en un 67 %. Conserva el 27 % de las viviendas que tenía en 1950. Trece viviendas. Tres habitantes. Dificultades de acceso. Paisaje de lomadas secas. Poca relevancia arquitectónica. PUNTUACIÓN: 2. Entidad no seleccionada.

Benchíjigua El 100 % de la vivienda es anterior a 1940. Están vacías un 70 %. Quince viviendas. Trece habitantes. Accesibilidad media. Habitat disperso. Paisaje de cabecera de barranco de gran relevancia. Amplio palmeral (3.900 palmeras diseminadas) que forma parte importante del entorno. El conjunto tiene una gran fuerza paisajística. Este núcleo no ha sido seleccionado por ser prácticamente de propiedad privada. De todas maneras está sujeto a las mismas dificultades de recuperación económica de las zonas deprimidas del Sur. Sin embargo, desde ángulos arquitectónicos y ambientales es un núcleo claramente seleccionable. PUNTUACIÓN: 10. Entidad no seleccionada.

Jerduñe El 96 % de la vivienda es anterior a 1940. De ella, está vacía el 79 %. Conserva el 61 % de la vivienda que tenía en 1950. Treinta y seis viviendas. Veinte habitantes. El 76 % del total de viviendas está vacío. Acceso fácil. Habitat nuclear. Paisaje abrupto de ladera de barranco muy pendiente. Palmeral diseminado (unas 2.000 palmeras) con poca influencia paisajística. Chumberas. Bancales. Dificultades de reactivación económica. PUNTUACIÓN: 7. Entidad seleccionada con reservas.

Vegaipala El 95 % de las viviendas son anteriores a 1940; esta vivienda antigua está vacía en el 84 %. Conserva el 100 % de la vivienda que tenía en 1950. Veintisiete viviendas. Veinte habitantes. Facilidad de acceso., Habitat nuclear. Paisaje suave de ladera y cabecera de barranco. Palmeral disperso (1.500 palmeras) de gran valor paisajístico. Entidad bastante afectada por la reciente edificación de una casa forestal. Dificultades de reactivación económica. PUNTUACIÓN: 8. Entidad seleccionada con reservas.

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Monteforte El 84 % de la vivienda es aiíterior a 1940 y está desocupada en un 48 %. La vivienda actual supone un 67 % de la que tenía en 1950. Treinta y siete viviendas, desocupadas en un 44 %. Accesible. Habitat nuclear. Paisaje de ladera pendiente de barranco. Bancales. Plataneras. Palmeras. Pese a los datos del censo del patrimonio edificado está muy alterado por reformas totales o parciales modernas. PUNTUACIÓN: 3. Entidad no seleccionada.

Antóncojo El 60 % de la vivienda es anterior a 1940 (vacía en el 60 %). Su vivienda actual es el 113 % de la que tenía en 1950, pese a ello no hay edificación posterior a 1960. Actualmente tiene 43 viviendas de las que están vacías el 57 %. Sesenta y cinco habitantes. Buena accesibilidad. Habitat nuclear. Paisaje alomado quebrado por un abrupto barranco. Chumberas y algunas palmeras relevantes en el conjunto del paisaje. Una reciente pista de penetración del IRYDA sobre trincheras de cemento basada en un viejo camino de herradura ha alterado el entorno. Dificultades de recuperación económica; PUNTUACIÓN: 7. Entidad seleccionada con reservas.

Los Bellos El 67 % de la vivienda es anterior a 1940 (vacía en el 25 %). No hay edificación posterior a 1960. Conserva el mismo número de viviendas que tenía en 1950. Ocho viviendas (vacías en un 50 %). Diez habitantes. Accesible. PUNTUACIÓN: 6. Entidad no seleccionada con reservas.

Tazo El 64 % de la vivienda es anterior a 1940 y está habitada en su totalidad. No hay edificación posterior a 1960. Conserva el 71 % de la vivienda que tenía en 1950. Treinta y siete viviendas de las que están vacías un 6 %. Ciento treinta y cinco habitantes. Dificultad de acceso. Habitat muy disperso. Paisaje alomado de gran potencia. El palmeral más desarrollado y denso de la isla (12.200 palmas). Pequeños bancales de secano y grandes lomadas de cereal. Industria de miel de palma de tipo artesanal muy desarrollada. Aunque sin comprobación de campo, ponemos en duda el nivel de ocupación dado por el censo. PUNTUACIÓN: 9. Entidad seleccionada. 171


Quise El 64 % de la vivienda es anterior a 1940 y está deshabitada en un 86 %. No hay edificación posterior a 1960. Dieciséis viviendas, vacías en un 91 %. Conserva un 76 % de la vivienda que tenía en 1950 Dos habitantes. Dificultades de acceso. Habitat disperso. Ocupa un pequeño barranco entre lomadas. Paisaje relevante. Palmeral disperso bien integrado en el conjunto. Dificultades de reactivación económica. PUNTUACIÓN: 7. Entidad no seleccionada.

Las Toscas El 50 % de la vivienda es anterior a 1940 y está ocupada en su totahdad. No hay edificación posterior a 1960. Ocho viviendas de las que están vacías un 50 %. Dieciséis habitantes. Conserva el 89 % de la vivienda que tenía en 1950. Facihdad de acceso. Habitat nuclear. Ubicada en una cuchilla de barranco el paisaje es espectacular, pero su pequeño tamaño y el hecho de hallarse en el mismo borde de la carretera restan interés a este núcleo. Bancales, chumberas y algunas palmas. PUNTUACIÓN: 5. Entidad no seleccionada. Ibo Alfaro El 76 % de la vivienda es anterior a 1940 (deshabitada en el 50 %). Conserva el 89 % de la vivienda censada en 1950. Ochenta y dos viviendas (desocupadas en un 54 %). Ciento setenta y cuatro habitantes. Facihdad de acceso. La entidad tiene dos núcleos. El núcleo más bajo, aún dentro de las transformaciones, se conserva mejor. La zona alta ofrece un panorama pobre con muchas casas de bloque sin revocar y un edificio reciente de dos plantas y ático particularmente destructivo. Hermosos bancales. Plataneras. Emparrados. Recuperaciones puntuales. PUNTUACIÓN: 4. Entidad no seleccionada.

Piedra Romana El 59 % de la vivienda es anterior a 1940, desocupada en un 46 %. Las viviendas actuales suponen un 108 % de las censadas en 1950. Sesenta y una vivienda (39 % desocupadas). Ciento cincuenta y un habitantes. AccesibiUdad media. Habitat nuclear. No existe una degradación tan acusada como en Ibo Alfaro, pero numerosas renovaciones afectan a la tipología más antigua de la vivienda tradicional mediante el aterrazamiento de techos. Bancales. Platanera. Algunas palmeras. En conjunto, dadas las peculiaridades urbanísticas del con-

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junto del Barranco de Monteforte, esta entidad no tiene gran interés. PUNTUACIÓN: 4. Entidad no seleccionada. Arguayoda El 33 % de la vivienda es anterior a 1940 y está vacía en un 63 %. Conserva el 75 % de la vivienda que tenía en 1950. Treinta y cinco viviendas (el 71 % vacías). Cuarenta habitantes. Dificultades de acceso. Habitat nuclear. El paisaje urbano está bastante degradado, ofreciendo un conjunto pobre. Paisaje de lomada sobre acantilado. Algunas palmeras. Sin embargo muy próxima a Arguayoda se halla una pequeña entidad. El Drago, abandonada hace unos veinte años. El conjunto, pese a encontrarse en un estado total de abandono, es muy aceptable pudiendo plantearse una recuperación en base a los proyectos del IRYDA de expansión del regadío en la lomada de Arguayoda. PUNTUACIÓN de Arguayoda: 4. PUNTUACIÓN de El Drago: 7. Entidad no seleccionada.

Tamargada El 33 % de la vivienda es anterior a 1940 y está vacía en un 67 %. El número actual de viviendas supone el 157 % de las que tenía en 1950. Ciento dieciocho viviendas (el 62 % vacías). Ciento cuarenta y cinco habitantes. Entidad estructurada en tres barrios: Simancas, Mazapeces y Pie de la Cuesta, escasamente conectados entre ellos. Nuestro interés se centra en Mazapeces, si bien los otros barrios también son atractivos pese a las alteraciones. Mazapeces tiene edificación moderna en la carretera, separada netamente de la edificación tradicional en el fondo del barranco. El denso palmeral (3.100 palmeras) crea en conjunción con la edificación un paisaje de extraordinaria belleza. Huertas y bancales. Parras. Facilidad de acceso a la entidad en su conjunto aunque no al barrio de Mazapeces propiamente dicho. Dificultades de reactivación económica. PUNTUACIÓN de Mazapeces: 10. Seleccionado el Barrio de Mazapeces.

Los Aceviños El 75 % de la vivienda es anterior a 1940 y está desocupada en el 69 %. Su censo de viviendas es del 156 % sobre el que tenía en 1950. Ochenta y seis viviendas de las que están desocupadas un 57 %. Ciento cuarenta y un habitantes. Dificultades de acceso. Límite de la laurisilva. La edificación, muy baja, prácticamente desaparece entre la vegetación en la cabecera y el fondo del barranco. Esta edificación 173


está bastante alterada en el borde de la carretera, pero se conserva muy bien en el fondo del barranco y en la zona más próxima al monte. Algunas palmeras, que pasan desapercibidas por la presencia del bosque. Pequeños bancales y huertas. Una iglesia de reciente construcción con bóvedas de cemento al aire, es la principal distorsión del área seleccionada en esta entidad. Zona de recuperación ganadera. PUNTUACIÓN del área seleccionada: 8. Entidad seleccionada. Arguamul El 74 % de la vivienda es anterior a 1940 y se halla vacía en un 65 %. Conserva el 66 % de la vivienda que tenía en 1950. Treinta y ocho viviendas (59 % vacías). Cincuenta habitantes. Acceso difícil. Habitat nuclear articulado en tres barrios conectados. Paisaje de ladera muy pendiente sobre el mar. Pequeños bancales y huertas. Caminos de herradura. Posibilidades de acceso al mar. Palmeral muy integrado en el paisaje (900 palmeras). Presencia de edificación moderna (7 %) que influye muy poco en el conjunto. Dificultades de reactivación económica. PUNTUACIÓN: 8. Entidad seleccionada.

El Cedro El 85 % de la vivienda es anterior a 1940 y está desocupada en un 87 %. Conserva el 88 % de la vivienda censada en 1950. Treinta y ocho viviendas, de las que están desocupadas el 89 %. Quince habitantes. Acceso difícil. Habitat disperso. Actuaciones recientes han alterado el habitat originario, fundamentalmente un intento de construcción de una presa y algunas transformaciones agrícolas. Se encuentra en plena laurisilva, predominando el paisaje natural sobre el edificado. Se está convirtiendo en un área de segunda residencia. No hemos previsto ninguna actuación por hallarse dentro de la laurisilva, situación que crea incompatibilidades, a nuestro juicio, con cualquier uso terciario acusado. No obstante, sería interesante estudiar posibilidades limitadas de acogida para investigadores o profesionales relacionados de alguna manera con el medio en que se halla la entidad. PUNTUACIÓN: 7. Entidad no seleccionada. Targa El 54 % de la vivienda es anterior a 1949 y está vacía en un 57 %. El número de viviendas supone el 129 % de las que tenía en 1950. Dieciocho viviendas (el 54 % vacías). Cuarenta y dos habitantes. Acceso fácil. Habitat nuclear. Paisaje de cabecera de barranco de pen-

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diente suave. Pequeños bancales. Palmeral diseminado de notable efecto estético. La edificación moderna se integra bien en el conjunto. Difícil reactivación económica, dependiente de las actuaciones en Alajeró. PUNTUACIÓN: 8. Entidad no seleccionada con reservas. Alajeró El 62 % de las viviendas es anterior a 1940; de éstas están desocupadas un 46 %. Su censo de vivienda supone el 118 % de las que tenía en 1950. Ciento seis viviendas (38 % desocupadas). Doscientos cuarenta y cuatro habitantes. Fácil acceso. Habitat disperso. Paisaje suave de lomada enriquecido por un abrupto barranco. Bancales bajos adaptados a la lomada. Fuerte influencia de un palmeral diseminado en el conjunto (5.100 palmeras). La edificación más reciente es escasa (8 %) y se halla en general bien integrada en el entorno preexistente, salvo las Escuelas Municipales y el Ayuntamiento. La dispersión permite tratar áreas diferenciadas. Su elección como núcleo de actuación se debe a que es el único núcleo con intereses arquitectónicos y paisajísticos económicamente recuperable en las alturas y medianías del sur. Se trata de potenciar parcialmente su capitalidad. PUNTUACIÓN: 7. Entidad seleccionada.

La Laja El 80 % de la vivienda es anterior a 1940 y está vacía en un 71 %. Conserva el 68 % de la vivienda que tenía en 1950. Noventa y tres viviendas (el 65 % están desocupadas). Ciento treinta y seis habitantes. Accesibilidad aceptable. Habitat intercalar con varias aglomeraciones y casas dispersas. Se halla en el fondo de un profundo barranco, alargándose en kilómetro y medio, aproximadamente. Paisaje rico de bancales y huertas con algunas palmeras intercaladas. El conjunto en su parte media, está algo alterado por dos edificios modernos de dos plantas y un transformador eléctrico. El paisaje desde la zona media es muy rico, con los Roques de Agando y O jila al fondo. PUNTUACIÓN: 8. Entidad seleccionada. El Jorado El 90 % de la vivienda es anterior a 1940 y se halla vacía en un 88 %. Su censo de viviendas es el 115 % del que tenía en 1950. Quince viviendas (vacías en un 70 %). Treinta y un habitantes. Acceso difícil por hallarse aislada en la margen izquierda del barranco de Agua Jilva-La Laja. Habitat concentrado en el fondo y la ladera del barran175


co. Entorno natural poco interesante. Presenta un aspecto bastante pobre por la humildad de su edificación y su estado de abandono. Es un núcleo a tener en cuenta en el conjunto de actuaciones del Barranco de Agua Jilva-La Laja. PUNTUACIÓN: 6. Entidad no seleccionada.

Los Reyes El 71 % de la vivienda es anterior a 1940 y está desocupada en el 70 %. Conserva el 48 % de la vivienda que tenía en 1950. Veinte viviendas (el 64 % desocupadas). Veinticuatro habitantes. El acceso es a pie en el último tramo. Habitat disperso. Pequeño núcleo en la margen izquierda del Barranco de Valle Gran Rey. Constituye el único barrio conservado del conjunto del Barranco. Su elección es testimonial, pero importante, si se quiere proponer un modelo distinto al común en Valle Gran Rey a través de un ejemplo práctico. La palmera tiene una influencia notable en el entorno. Bancales. PUNTUACIÓN: 6. Entidad seleccionada.

Lo del Gato El 46 % de la vivienda es anterior a 1940 y un 83 % de esta vivienda antigua está vacía. La vivienda actual supone el 106 % de la que tenía en 1950. Dieciocho viviendas (el 46 % vacías). Treinta y un habitantes. Acceso difícil. Habitat nuclear. Paisaje rico de pequeños bancales y algunas palmeras en la ladera abrupta del Barranco de Santiago. Intervenciones constructivas modernas que alteran el entorno preexistente. No obstante, su adaptación volumétrica permite fáciles intervenciones de reintegración. Es una entidad aislada en una zona privatizada y presenta dificultades de reactivación econóñiica. PUNTUACIÓN: 7. Entidad no seleccionada.

Epina El 29 % de la vivienda es anterior a 1940 y está totalmente ocupada. El censo actual de la vivienda es el 168 % del que tenía en 1950. Veinticinco viviendas (el 35 % vacías). Cincuenta y cinco habitantes. Buena accesibilidad. El habitat es nuclear diferenciándose el fondo del barranco de la zona de la carretera. Paisaje agrario rico con bancales, huertas y palmeras. Las intervenciones recientes se centran sobre todo en la carretera. El núcleo originario en la ladera del barranco se encuentra en un estado aceptable, pese a algunas intervencio-

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nes que han deteriorado su entorno. PUNTUACIÓN: 7. Entidad seleccionada.

Los Loros El 45 % de la vivienda es anterior a 1940, y está vacía en un 67 %. El número actual de viviendas supone un 190 % de las que había en 1950. Noventa y nueve viviendas (el 61 % está vacío). Se comprende que ha habido un abandono de la vivienda antigua y un traslado a vivienda moderna. Ciento treinta y nueve habitantes. Accesibilidad media. Habitat intercalar con varios núcleos en la abrupta pendiente de la cabecera del Barranco del Valle. La entidad, en su conjunto, está bastante deteriorada por intervenciones recientes. No obstante, un rico paisaje de bancales y palmeras, junto a grupos de casas sin apenas alteraciones, permite elegir parcialmente esta entidad como zona de actuación. PUNTUACIÓN del conjunto: 4. PUNTUACIÓN del área de actuación: 7. Entidad parcialmente seleccionada.

La Palmita El 39 % de la vivienda es anterior a 1940; el 79 % de esta vivienda está desocupada. Conserva el 83 % del censo de vivienda que tenía en 1950. Ciento ocho viviendas (el 37 % desocupadas). Doscientos sesenta y dos habitantes. Accesibilidad aceptable. Habitat muy disperso en el fondo y la ladera del barranco. Estrechos bancales muy adaptados al trazado serpenteante del barranco. Ocurre con esta entidad algo similar a lo que hemos visto en Los Loros, Epina y Tamargada. En conjunto, el patrimonio edificado antiguo está muy alterado. La vivienda a borde de carretera ha sido renovada o edificada de nueva planta en su mayor parte. Pero en el fondo del barranco y en la margen derecha se conservan un rosario de caseríos tradicionales muy interesantes y en buenas condiciones. PUNTUACIÓN del conjunto: 4. PUNTUACIÓN del área de actuación: 7. Entidad parcialmente seleccionada. Las entidades seleccionadas sin duda alguna son: La Laja, en el municipio de San Sebastián; Los Aceviños, en el municipio de Hermigua; La Palmita, en el municipio de Agulo; Tamargada, Los Loros, Arguamul, Tazo y Epina, en el municipio de Vallehermoso; Los Reyes, en el municipio de Valle Gran Rey, y Alajeró, en el municipio de Alajeró. Las entidades seleccionadas con reservas plantean problemas en relación con un programa de reactivación que permite afrontar con realismo su repoblamiento y rehabilitación. Estas entidades con problemas son: Jerduñe y Vegaipala, en el municipio de 177


San Sebastián, y Antoncojo, en el municipio de Alajeró. De todas maneras, desde ángulos arquitectónicos y paisajísticos repetimos que todas las entidades calificadas por encima de 5 deberían ser en un plazo más o menos largo, objeto de un tratamiento rehabilitador. Si en este momento no se incluyen como áreas de estudio y actuación se debe a que presentan problemas o bien de extrema crisis económica y poblacional o bien de concentración de propiedad que aconsejan no elegirlos en primer término como zonas de actuación estratégicas. Estas entidades con interés, pero no seleccionadas son: Seima, Tejiade, Benchijigua y Lo del Gato, en el municipio de San Sebastián; El Cedro, en el municipio de Hermigua; Los Bellos, en el municipio de Vallehermoso y Targa y Quise, en el municipio de Alajeró.

2.5. PLANEAMIENTO 2.5.1.

LA PLANIFICACIÓN EN LA ISLA DE LA GOMERA Resulta al menos contradictorio, el que por im lado se considere a La Gomera como una isla dotada de indudables valores ecológicos y paisajísticos, con una gran superficie calificada de protección, y que por otro, la plasmación de estos valores en el conjunto del planeamiento municipal y supramunicipal en vigencia se encuentre en una situación simplemente desastrosa. La geografía del planeamiento coherente se circunscribe casi exclusivamente al Parque Nacional del Garajonay y su anillo protector, la zona de pre-parque, y al margen de este área de carácter conservacionista, parece como si el interés en una ordenación de la integridad del territorio se diluyera por completo. En una isla de pequeñas dimensiones, pero con una gran diversidad de situaciones, hablar de planificación implica hacerse una composición de lugar sobre toda una serie de actuaciones dinámicas, obras, proyectos y programas de inversión que impactarán sobre la transformación física y económica del espacio insular en su integridad. El lograr un equilibrio efectivo entre los innegables valores ecológicos de la isla y un esquema de desarrollo apropiado, exige un esfuerzo de diseño en la ordenación territorial que no puede reducirse a cercar zonas de interés natural. En estos momentos La Gomera se encuentra en una situación decisoria entre diversos esquemas de desarrollo y múltiples formas de entender la conversación. La despreocupación por la situación del pla-

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neamiento es grave, ya que las iniciativas de los próximos años decidirán casi por completo la especialización o la diversidad funcional de amplias zonas del territorio: transporte, viario, turismo, etc. Opciones que se están produciendo sin valorar los efectos multiplicadores futuros. £1 papel de los Ayuntamientos en la planifícación del territorio La poca capacidad de gestión y de inversión de los Ayuntamientos, condiciona tremendamente su incidencia en la planificación económica de la Isla. El papel soberano que pudiera derivarse de su competencia en la planificación física y urbanística, ha sido por motivos similares bastante deficiente hasta la fecha. — El Municipio de San Sebastián tiene un Plan general del año 62, que se limita a desarrollar el «ensanche» de la capital, sin mayores implicaciones territoriales. El Plan con correcciones sistemáticas de alineaciones, es el principal responsable de los desarreglos urbanísticos del casco histórico de la Villa al asignarle a la manzana una altura segtin el ancho de la calle, lo que en la práctica ha conducido a consohdar edificaciones de hasta 10 plantas junto a casas unifamiliares de dos alturas. En el año 82 se aprobó la Incoación del Expediente de Declaración del Conjunto Histórico-Artístico de San Sebastián, si bien posteriormente no se gestionó el necesario desarrollo del Plan Especial, al objeto de protección y las condiciones de acople de la nueva edificación y la resolución de los problemas morfológicos ocasionados por el Plan General. Al carecer la Consejería de Cultura de capacidad administrativa, el Ayuntamiento concede las hcencias sin cumphmentar la Orden de 20 de noviembre. — En el 80 se comienzan a elaborar unas Normas Subsidiarias Municipales, que después de diversas vicisitudes y en el año 86 se consolidan como Delimitación del Suelo, con la particularidad de incluir en ellas y como suelo urbano la Lomada de Tecina en Playa Santiago, al objeto de recoger una iniciativa turística, de un hotel de 770 camas. — En estos momentos se están volviendo a redactar unas Nuevas Normas Subsidiarias, que deberán resolver la incógnita de las expectativas turísticas apoyadas en un hipotético desarrollo de la carretera del Sur. — El Municipio de Alajeró tiene redactadas y aprobadas inicialmente unas Normas Subsidiarias desde el año 83, que se paralizaron. Deja en suelo riístico los caseríos dispersos, consolida en suelo ur179


baño el casco de Alajeró y Playa Santiago y define en la Lomada de Santa Ana unas 18 hectáreas de suelo para el desarrollo turístico. No consolida la propiedad del Cabildo Insular para el Aeropuerto. — El Municipio de Valle Gran Rey, tiene asimismo aprobado un Plan General viejo del año 71, que se concreta en desarrollar la zona del Delta de Valle Gran Rey y su potenciabilidad turística, sin mayores desarrollos territoriales. El Plan desarrollado luego por un Plan Parcial, define un modelo de ocupación turística de gran viario y gran zonificación que nada tiene que ver con la estructura de la propiedad y la capacidad de gestión privada y municipal. La realidad construida ha ido por caminos menos sofisticados, apoyada en las expectativas de la propiedad, sin urbanización y moviéndose la promoción de la edificación, en su mayor parte, de forma clandestina, existiendo en la actualidad una oferta turística, casi toda «underground», de unas 1.500 camas. Al igual que en San Sebastián, se inició la redacción de unas Normas Subsidiarias Municipales, cuyo avance tuvo gran cantidad de alegaciones, no llegándose a aprobar y estando en estos momentos volviéndose a redactar. — El Municipio de Vallehermoso que ocupa parte Norte y Sur de la Isla, carece prácticamente de expectativas turísticas. Tiene un Plan General viejo, del año 60, que desarrolla el caso de Vallehermoso, estando desde el año 83 redactándose unas Normas Subsidiarias. — El Municipio de Agulo, tiene redactadas unas Normas Subsidiarias, que se han limitado a desarrollar, en detalle y a nivel de Plan de Reforma Interior, el casco de Agulo, estudiando en detalle la trama urbana y la edificación, existiendo una cierta sensibilidad municipal con el control urbanístico del Municipio. — El Municipio de Hermigua, comenzó asimismo a redactar unas Normas desde el 83, si bien no llegaron a tramitarse, estando en estos momentos volviendo a elaborarlas. Como conclusiones del panorama urbanístico municipal, podemos citar las siguientes: — La identificación política en los objetivos del planeamiento municipal, unido a su falta de capacidad de gestión e inversión, han ocasionado a muchos de los Ayutamientos el no poder redactar y tramitar su planeamiento y no controlar los desarrollos urbanísticos. — La indefinición de las expectativas turísticas, para muchos el único motor económico, ha dejado en entredicho la clasificación ur-

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banística y, por lo mismo, la falta de interés municipal en planificar. Al no exitir el planeamiento, como soporte jurídico, administrativo y como garantía urbanizadora, existe actualmente una tremenda carencia de suelo urbano preparado para incorporarse a la demanda de mercado, produciéndose en los lugares de mayores expectativas. Valle Gran Rey, Playa de Santiago o San Sebastián, una picaresca urbanística que se mueve en los límites de la ilegalidad y la clandestinidad. Existe además en los planeamientos, salvo excepciones, una inadecuación instrumental de los mismos, tanto en su forma de abordar el problema de la clasificación del suelo y la definición de las categorías de suelo rústico, como en el tratamiento en detalle de los desarrollos urbanos, en que se suele obviar la estructura parcelaria, las referencias físicas construidas, abusando de los excesos de viario y de los mecanismos complicados de gestión.

Principales actuaciones administrativas supramunicipales La poca capacidad de planificación física y económica de los Ayuntamientos de la Isla convierte la actuación del Cabildo Insular y de las Consejerías del Gobierno Autónomo y los Departamentos Ministeriales cuyas competencias no han sido transferidas, en decisorias en la planificación de La Gomera, toda vez que su capacidad inversora está decantando el modelo económico en un determinado sentido. En líneas generales no existe planificación supramunicipál consolidada, únicamente existieron dos intentos de Plan Insular, el Informe Edes del 70 y el de Dioxiadis del 72, que no se tramitaron y que vienen a defender las tesis de desarrollo «duro», apoyado en el turismo y el desarrollo de las infraestructuras, en base a la inversión estatal. La incidencia de dichos planes tiene más carácter filosófico y doctrinal, en cuanto se ha convertido en justificación técnica de una demanda política en asimilar situaciones que se dan en otras islas, sin tener una verdadera voluntad en controlar las imphcaciones de las mismas en La Gomera. Así la demanda por la construcción del Aeropuerto y la carretera del Sur, tiene más de mito territorial que de necesidad abordable y justificable. El Cabildo Insular canaliza su actuación territorial en su Programa anual de Inversiones, dedicado en su gran mayoría al desarrollo infraestructura! de la Isla (carreteras, agua, electrificación, etcétera). 181


La otra Entidad Administrativa de gran peso específico en la Isla, y con diferencia respecto a las otras islas del Archipiélago, lo es el ICONA. Con la declaración por Ley del Parque Garajonay y su Zona Periférica de Protección, un 20 % del suelo de la Isla pasa a ser administrado de forma autónoma por el ICONA. Esta administración es tanto más eficaz por cuanto, en este caso, se cuenta con importantes recursos económicos y autónomos de gestión. Ello viene además a acrecentarse con la aprobación en el 82 del Real Decreto 1.105/82, sobre «Normas de actuación del ICONA en las zonas de influencia socioeconómica de Parques Nacionales y Reservas Nacionales de caza», que da capacidad y medios económicos para realizar obras de inversión en cualquier punto del territorio municipal afectado por la administración del Parque Nacional, por lo cual toma el ICONA un claro carácter de administración insular. Así los presupuestos en el 83-84 de ICONA en La Gomera superan los 150 millones de pesetas, dineros de inversión y con gran contratación de mano de obra. La consolidación del Parque Nacional, de su Plan Rector de Uso y gestión y la capacidad inversora y de gestión del ICONA introdujo en La Gomera unas nuevas formas de administrar la Isla. Con las transferencias de competencias a la Comunidad Autónoma, este panorama se ha desligado, si bien sigue el ICONA manteniendo el grueso de su capacidad. De entre el resto de las Consejerías Autonómicas, aparte de la consolidación de servicios y equipamientos de Cultura, Educación, Sanidad, etc., merece destacarse la importancia de la Consejería de Obras Públicas, que viene a recoger en su Servicio Hidráulico el plan de balsas del MOPU y el programa de carreteras. En estos momentos se está redactando un estudio de viabiUdad de la carretera Sur, si bien la capacidad inversora de la Consejería está comprometida para los próximos seis años. La Consejería de Turismo y Transporte está comprometida políticamente a la ejecución de la obra del Aeropuerto. La Dirección General de Costas tiene elaborado el proyecto de la Regeneración de la Playa de San Sebastián. Como reflexión general de la actuación supramunicipal, pueden extraerse las siguientes conclusiones: ^ No existe planificación física o territorial previa a la decisión de las obras prioritarias a acometer. — No existe una coordinación clara entre las distintas actuaciones de las administraciones que actúan en La Gomera. — Existe una creencia ciega en que el único motor del desarrollo es

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el turismo, apoyado en el desarrollo de las grandes infraestructuras, carretera del Sur y Aeropuerto. — No existe ningún criterio en el control del impacto ambiental de las obras públicas.

El modelo de desarrollo. Las expectativas turísticas e infraestructurales El nuevo «boom turístico» que experimentan las islas, debido fundamentalmente a la incorporación a la CEE, comienza a hacer sus efectos en la Isla de La Gomera, debido a su cercanía y conexión con el Puerto de los Cristianos y al desarrollo desmesurado de la Playa de las Américas. La demanda turística de La Gomera está comenzando a forzar la oferta de nuevas plazas turísticas en la isla, que hasta la fecha se ha movido en un mercado en su gran mayoría clandestino. La construcción del hotel de 770 plazas en Playa Santiago se convierte en la avanzadilla de unas perspectivas turísticas por explotar, dada la carencia de oferta de camas de calidad, prácticamente inexistentes en la Isla, si descontamos el Parador Nacional y alguna que otra promoción legal de Valle Gran Rey. Actualmente la oferta de suelo urbano turístico en la Isla es prácticamente inexistente, salvo alguna que otra parcela de mediano tamaño en Valle Gran Rey, que en estricta legalidad no podría consolidarse sin justificar sus niveles de urbanización. La oferta de suelo turístico potencial se centra en tres lugares: — En Valle Gran Rey, en todo el Delta Aluvial, desde Las Vistas a la Playa del Inglés, con una superficie de 60 Ha., podían localizarse un techo máximo potencial de 6.000 plazas. — En Playa Santiago, las localizaciones se sitúan en la parte de La Lomada con unas 6 Ha., y en la zona de Avalos y en El Calvo con unas 52 Ha. En total, unas 60 Ha. con una oferta potencial de 2.000 camas. No se consideran viables en el plazo de los próximos diez años, ni la localización de La Caleta en Hermigua, ni las localizaciones del Sur de San Sebastián, toda vez que las mismas implican unos costes infraestructurales de carácter público que no son factibles de acometer en dicho período. Dada la capacidad de gestión e inversión existente se prevé que las localizaciones turísticas se concentren en Valle Gran Rey, Playa Santiago y San Sebastián, con una oferta techo de suelo potencial para unas 12.000 camas, que tendrían que redimensionarse 183


con el soporte infraestructura! y socioeconómico, dentro de los horizontes en los próximos 5 y 10 años.

La problemática urbanística. Directrices para la elaboración de un plan insular de desarrollo La consolidación de la Autonomía Regional y el funcionamiento de la Consejería de Política Territorial, han cambiado el panorama de la planificación en las islas, al introducir un control efectivo en la redacción del planeamiento parcial y municipal, a la vez que se ha definido la figura del Plan Insular por vía de ley parlamentaria y se va a consolidar la ley regional de Espacios Naturales del Archipiélago Canario, así como se han precisado las diferentes categorías del suelo rústico y sus condiciones urbanísticas y de tramitación. Dada la poca capacidad de planificación municipal y la descoordinación administrativa en las distintas inversiones del Cabildo, Consejerías y Gobierno Central, parece desprenderse de esta situación la necesidad de acometer una Planificación Insular, así como el consohdar una Oficina Insular de Planeamiento, que gestione y coordine las obras y las inversiones que se planifiquen. Dentro de este marco institucional es preciso encajar y darle apoyo jurídico al Ecoplan de La Gomera, apoyado en la figura del Plan Insular, si bien con un marcado carácter de Plan de Desarrollo que diversifique los sectores económicos, desarrolle las posibiüdades turísticas y mantenga las características del paisaje gomero. Para ello se proponen las siguientes directrices para la elaboración del Plan Insular de La Gomera: — Definición de la oferta de suelo turístico, concentrada principalmente en Valle Gran Rey, Playa Santiago y San Sebastián. — Definición de las actividades del desarrollo urbanístico de estos tres núcleos (Valle Gran Rey, Playa Santiago, San Sebastián), con encaje de sus parámetros urbanísticos, densidades, tipos edificatorios, abastecimiento de agua, sistema de saneamiento e infraestructuras generales, al objeto de que el Planeamiento Municipal los desarrolle en detalle a nivel de Plan Especial. — Definición en detalle de las diferentes categorías de suelo rústico insular, en base a un estudio pormenorizado de sus valores geológicos, botánicos y paisajísticos, a fin de establecer la protección de espacios naturales de la Isla y de la banda litoral. — Inventario y Catalogación de los Recursos Patrimoniales y Arqueológicos.

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— Estudio racional de la red de carreteras insular, con la definición de la accesibilidad viaria a los caseríos de la Isla, así como estudio de viabilidad de las posibles nuevas carreteras (Sur, Bajada Valle Gran Rey) dentro de las posibilidades económicas del Gobierno Autónomo. Definición precisa de las medidas de control ambiental a que deben estar sometidas las obras y sus remates. — Consolidación de la electrificación y la telefonía insular y estudio alternativo de las medidas de control paisajístico de las redes aéreas. — Plan de desarrollo agrícola y ganadero, protección de suelo de cultivo, y medidas de apoyo al desarrollo agrícola alternativo. — Consolidación de los caseríos de la Isla en Suelo Rtistico, con definición de las obras públicas a acometer para su consolidación y mantenimiento, así como definición de los parámetros urbanísticos y estéticos para su preservación. Medidas de gestión y apoyo técnico y económico para la rehabilitación, ampliación y dotación de servicios a la vivienda tradicional. — Plan Hidráulico Insular, encajado dentro de la estrategia de reforzar el desarrollo agrícola. — Gestión del Plan de Residuos Sólidos, posibilidad de introducir medidas de reciclaje de determinados componentes de la basura. — Definición de la Estrategia Energética de la Isla. — Plan de Actividad Extractiva de la Isla, con definición de las medidas de restauración de las canteras que se consoliden, como medida más eficaz para controlar el deterioro de los Espacios Naturales de la Isla. — Valoración de los recursos humanos y socioeconómicos existentes, como referencia de planificación. — Medidas para el desarrollo de los sectores económicos tradicionales: pesca, artesanía, etc. — Definición de la infraestructura de transporte y de la infraestructura pesquera y deportiva. — Programa de Actuación, con definición de las obras prioritarias y canalización de las inversiones institucionales.

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2.5.2.

TURISMO El marco económico Exponer la problemática y las perspectivas del turismo en La Gomera supone, sobre todo, echar una ojeada hacia el futuro antes de lanzarse directamente a una interesada —^y frecuentemente fútil— evaluación de los recursos existentes de posible uso turístico. En este momento el escaso desarrollo turístico de la Isla y las innegables dificultades para un despegue de cierta envergadura hacen que sea preferible una discusión previa sobre las opciones de desarrollo a una tácita aceptación de indeterminadas líneas turísticas a través de confusos inventarios de recursos o de proyectos de promoción de escasa base comercial. Así pues, nuestra exposición se orientará hacia un examen de las condiciones económicas en las que se plantean las actuales expectativas turísticas y hacia la evaluación de sus repercusiones en el medio gomero. Intentaremos, desde luego, examinar qué recursos turísticos existen en la Isla, pero siempre desde una visión económica global y con un ajuste entre la valoración de esos recursos y el perfil socioeconómico de la clientela deseable. Es preciso reconocer al turismo como una actividad económica importante, generadora de riqueza y de empleo. No obstante existe una diferencia clara en la utilización de este recurso por parte de economías desarrolladas o en el seno de áreas deprimidas. En el primer caso, el turismo, junto con las restantes actividades de exportación, cumple un papel equilibrador o complementario respecto de un proceso económico interior. En el caso de economías dependientes o deprimidas, la exportación —centrada en buena medida en productos primarios o servicios— constituye el mecanismo económico básico, no logrando cubrir habitualmente el valor de las importaciones a consecuencia del dominio de los canales comerciales por parte de las economías desarrolladas, que imponen reglas de mercado altamente favorables a los productos elaborados o fomentan los «taifas» dentro de la competencia mediante la apertura de multitud de puntos de oferta del mismo producto. Normalmente, sobre todo a nivel alimentario y de servicios, se condena a las economías marginales a ser productoras de lo superfino, de aquello que precisamente caracteriza en parte a los elevados niveles de consumo de las economías desarrolladas. Y, con ligeros matices, es lo mismo hablar de papayas, mangos, plátanos o aguacates que de turismo o de producción artesanal, al menos en lo que a procesos de comercialización y repercusiones económicas se refiere y a pesar del superior efecto multiplicador del turismo.

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Es evidente que la creación de mercados interiores y, por tanto, la atenuación de la dependencia exterior debería constituir el ansiado objetivo de países o zonas de-escaso desarrollo económico o muy dependientes. Pero tal objetivo se ve sistemáticamente negado, en términos globales, por la capacidad de maniobra de los económicamente grandes y por la escasa capacidad de consumo de la población local para la que el acceso a sus principales producciones no sólo es innecesario sino imposible. Esta situación se ve casi siempre reforzada por grupos económicos y políticos locales que presionan o son presionados por intereses económicos y por las necesidades —reales o ficticias— más inmediatas de la población. A todo ello se añade que estas producciones están sobredimensionadas extraordinariamente por su destino de exportación y no pueden ser mínimamente absorbidas por el mercado interior, al no constituir (cubrir o suponer) necesidades de consumo básicas de la población. Por el contrario, en este juego de intercambios y especializaciones, las zonas deprimidas se ven obligadas a importar, no ya productos elaborados o industriales, sino de primera necesidad que han dejado de producir a consecuencia de la especialización, entre otros factores. Si las carencias industriales y comerciales fuerzan a producciones exportables de alto valor —y esto, dentro de la lógica del sistema, es normal— lo anormal es la acusada y creciente dependencia exterior en productos alimentarios básicos. Además, la potenciación de producciones agrícolas de alto valor atrae irremediablemente los recursos financieros privados en detrimento de otras producciones de primera necesidad pero aparentemente menos rentables, y aún más agudamente sucede con la inversión turística. Pero es que además el desarrollo turístico produce una concentración poblacional notablemente superior merced a la ubicación en el mismo territorio de productores y de consumidores conspicuos y no productores, con lo que las dependencias exteriores se disparan. En esta contradicción deberían centrarse los planteamientos de una política administrativa coherente y con visión de futuro. En la situación actual es difícil oponerse frontalmente a una estructura económica construida por políticas e intereses de muchos años que afectan a buena parte de la población trabajadora y que, de alguna manera, constituye, por muy artificial e inconveniente que sea, el punto de partida inexcusable para cualquier propuesta económica. Lo que es igualmente innegable es que existe la opción de ir poniendo en marcha mecanismos tendentes a evitar el abrumador predominio de una economía basada fundamentalmente en servicios y exportación y no en producción y autoabastecimiento. En este sentido irá nuestra crítica, coherente con el resto del informe, hacia no comprobados (o negativamente comprobados) «desarrollos» turísticos. En el momento presente en el que el principal pro187


blema no es el dinero real sino la confianza en el dinero o, lo que es lo mismo, la disponibilidad de dinero está escasamente referida a operaciones reales y centrada en intereses creados en torno a operaciones por muy ficticias que sean, parece claro que el factor riqueza no tiene por qué coincidir con el factor autonomía y que habitualmente es contradictorio con él. El máximo nivel de negocio y, por tanto, de inversión será el que pueda proporcionar mayores beneficios a corto plazo y, por ello, al concentrar un gran número de intereses privados, se convertirá en la opción indiscutible, al margen de su conveniencia. Esto parece por el momento inevitable, pero al menos se puede pedir que los planteamientos no sean inconsistentemente coyunturales, enfrenten el problema de la creciente dependencia exterior y no constituyan planeamientos simplemente oportunistas basados en un círculo cerrado y cíclico de intereses y necesidades —apoyados en una política de hechos consumados—, sino en un correcto cálculo comercial a medio y largo plazo. Porque en caso contrario, las cuentas de la aventura ya cristalizada las irá pagando el dinero púbüco en buena medida, con lo que los recursos financieros serán absorbidos por esta actividad conflictiva en detrimento de otras actividades productivas necesarias cuyos planteamientos resultarán enfrentados a y derrotados por necesidades inmediatas. Y el argumento mediante el cual conseguirá preponderar dicha actividad (el turismo en el caso que nos ocupa) y en el que basará sus peticiones y presiones

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para conseguir un apoyo administrativo —tanto en situaciones de crisis como en las de expansión, tal y como está sucediendo en este mismo momento— consistirá en que constituye ya el eje económico de la región sin alternativa posible. Desde luego que, a pesar de todo, con este enfoque parasitario se dará un despegue económico o, mejor, una dinamización, pero a todas luces resulta un planteamiento excesivamente frágil y harto discutible. Centrando la exposición en el tema turístico, el problema surge de la desmedida expansión de la oferta y, más aún, de la expansión de una oferta «porque no existe otro remedio», es decir, porque a corto plazo la única salida económica considerada factible es la utilización turística de los recursos, dependiendo el éxito de la aventura —aparte de las condiciones objetivas del producto y de las posibilidades de comercialización, temas sobre los que se pasa de manera superficial— de la fuerza de los intereses privados que la promuevan y del apoyo de una Administración a la que de forma obsesiva se le hace ver que no existe otra alternativa razonable. La experiencia debería hacernos reconsiderar al menos las implantaciones turísticas en zonas que «no tienen otra salida», sobre todo si se trata de proyectos convencionales. Es cierto que, en principio, casi cualquier sitio —sobre todo en el Archipiélago Canario— es susceptible de un tratamiento turístico, pero ¿a qué precio y con qué repercusiones? En este punto volvemos a retomar la imprescindible intervención administrativa para equilibrar y limitar lo que puede llamarse aventurerismo inversionista en áreas de difícil implantación o de altos costos, introduciendo propuestas inversoras más modestas pero más reales. Comprendemos que esta segunda línea de actuación supone una perspectiva a medio plazo y una dinámica de empleo y de rentas inferiores a la primera línea en la que las repercusiones sobre inversión y empleo son inmediatas, pero cuyos costos se van incrementando progresivamente —entre otras cosas porque muchos efectos multiphcadores inciden sobre actividades económicas dependientes de o radicadas en el exterior—, retrocediendo de manera más o menos paulatina los primeros efectos beneficiosos para estabilizarse en el mejor de los casos. De hecho lo que propugnamos es una equihbrada integración de ambas líneas. La importación de un modelo basado en la artificiahzación económica en áreas de escasa dinámica es muy discutible puesto que se basa en un esquema que, aunque criticable, es funcional en áreas desarrolladas en las que la producción de destino interior tiene una gran importancia y donde un esquema esencialmente exportador resulta inimaginable. De aquí nuestro rechazo, soslayando cualquier discusión sobre este tipo de desarrollo, a la implantación en zonas deprimidas y dependientes de semejante esquema con carácter general o incontrolado. 189


Lo que hemos expuesto hasta aquí puede resumirse en tres condiciones de obligado cumplimiento para cualquier desarrollo turístico en La Gomera: 1. El aumento de necesidades alimentarias de productos frescos deberá cubrirse en buena medida a través de la propia producción gomera. 2. El aumento de consumos energéticos y de agua tendrá que afrontarse parcialmente mediante soluciones autónomas, estableciéndose barreras relativas infranqueables de importaciones de energía del exterior o de trasvases de agua hacia el consumo humano. 3. Las implantaciones turísticas se realizarán no ya en base a una contabilidad genérica de recursos turísticos, sino teniendo en cuenta las posibilidades reales de comercialización y sus canales y el carácter adecuado de los recursos existentes a la clientela deseada.

Coyuntura Turística del Archipiélago Canario Puesto que La Gomera pertenece a las Islas Canarias y participa a niveles generales de su imagen exterior, es necesario exponer algunas consideraciones sobre la problemática turística actual del Archipiélago, relevantes para nuestro análisis. No se trata de una exposición exhaustiva sino circunscrita a aquellos aspectos más relacionados con nuestros planteamientos. El nuevo modelo económico surgido del replanteamiento de los años setenta, aunque inicialmente perjudicó el desarrollo turístico de Canarias, se ha convertido en un factor favorable. La recesión económica y su posterior estabilización impidió el continuo crecimiento de la competencia en medios y largos recorridos turísticos (incluso contribuyó a una mayor prudencia en el crecimiento del área mediterránea), precisamente aquellos que ofrecían características climáticas de invierno que podían competir con el Archipiélago Canario dentro de la modahdad de turismo costero. Por otra parte, la fuerte promoción del turismo peninsular de verano contó con el decidido apoyo de los

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operadores turísticos (merced a los beneficios derivados del empleo del avión para los desplazamientos) y con los problemas que planteaban a nivel monetario para la'clientela española las salidas turísticas al extranjero. De aquí que el bache de la mitad de los setenta haya podido ser superado con relativa facilidad, aunque con un cambio acusado de las características de una clientela definitivamente masificada y de la estructura de alojamiento, adaptada a las nuevas condiciones. Así pues desde el ángulo conyuntural la situación es favorable. Ello no quiere decir ni mucho menos que seamos partidarios de un imprudente expansionismo turístico cuyo inmediato efecto, ya detectado a finales de los sesenta y principios de los setenta, es un recorte neto de los beneficios por exceso de competencia y un descenso de la capacidad económica real de la clientela. Parece que hubiera debido aprovecharse este respiro —que ya se ha terminado— para arreglar la propia casa, con la definición cuantitativa de los factores a considerar en los próximos quince años y la toma de decisiones administrativas pactadas en este sentido. Sin embargo, la expansión de la oferta en el Oeste de Tenerife y las previsiones para Fuerteventura y, en menor medida, para Lanzarote evidencian la invariabihdad de una política turística sumamente peligrosa. Solamente en el Oeste de Tenerife se han abierto durante 1986 unas doce mil plazas turísticas nuevas. En otro sentido, ya nos hemos referido a los intentos de promoción turística de zonas que «no tienen otra salida» económica. En realidad este planteamiento se halla en este momento en situación de congelación en las islas centrales, y es muy difícil reahzar promociones turísticas fuera de las zonas más idóneas que, por regla general, exigen la existencia de playas de arena (artificiales o no), buenas condiciones cHmáticas, desarrollo infraestructural y núcleos urbanos sólidamente consolidados. No ocurre lo mismo en las islas periférica de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en las que ñorecen planteamientos turísticos cuyo caballo de batalla es la selectividad de la chentela. Marginadas en las anteriores expansiones turísticas, ven desesperadamente esta primavera inversionista como una casi postrera oportunidad de ser menos pobres. Proclaman como peculiares su paisaje y su tranquilidad, la conservación de su medio ambiente y, sobre el papel, anuncian su deseo de orientarse hacia una clientela minoritaria que es la única que puede apreciar las citadas peculiaridades. Esto nos lleva a la tópica división entre turismo masivo y turismo de calidad o selectivo que se puso de moda sobre todo en la crisis de los años setenta como fórmula para, frente a la retracción de la demanda, poder seguir edificando mediante una oferta con otra imagen. En este momento mientras que las islas centrales han abandonado los planteamientos selectivos en zonas no promocionadas hasta 191


ahora, sobre todo en el litoral Norte, puesto que, entre otras razones, resulta demasiado evidente su falta de competitividad respecto de las zonas turísticas consolidadas, las islas periféricas de la provincia de Santa Cruz, con pocas opciones para un desarrollo convencional, recogen por regla general la antorcha de las promociones selectivas. No obstante, los argumentos en los que se basan los proyectos de promoción turística en zonas atípicas deben ser considerados con detenimiento pues la mayor parte de las veces son irrealizables por costos, por recursos recientes o por diseños —si es que los hay— inadecuados, por lo que hay que pensar que en el fondo buscan una imposible clientela masiva para zonas que reúnen muy pocas condiciones o no son rentables. En primer lugar hay que examinar con cuidado el adjetivo «de calidad» para determinar en qué medida se refiere a un turismo caro, a un turismo de gustos no masivos (y que, por tanto, no entra dentro de las clásicas exigencias de playa, sol y equipamiento convencional de ocio) o a ambos a la vez. Sea cual sea la respuesta —si bien no se puede minimizar la importancia de la contestación, puesto que condiciona la adecuación entre oferta y demanda—, el problema de este tipo de turismo es que es abiertamente minoritario y que, por tanto, en un mercado canario de carácter masivo', no puede ser promocionado ni comercializado mediante los canales habituales. En otro caso asistiremos a ima justificación cualitativa y a una realidad —abrumadoramente fracasante— cuantitativa. Pero, lo que es peor, las zonas «que no tienen otra sahda» normalmente no presentan recursos turísticos apreciables desde un ángulo convencional en comparación con otras zonas en explotación, salvo su carácter rural; y sobre todo, se han visto marginadas de las oleadas anteriores por la magnitud de los costos de implantación. En segundo lugar, al ser el turismo la hipotética tabla de salvación de un número cada vez mayor de zonas deprimidas, se plantean varios problemas. Uno es la aparición de multitud de puntos con ofertas minoritarias pero amplias, lo que representa una clara contradicción con la propia definición. El otro, hgado al anterior, es que caso de que se quiera afrontar una promoción turística de este tipo, se impone una estricta selección (y no primordialmente en función de la necesidad) de aquellas zonas susceptibles de albergar una clientela de cahdad, ya sea en el sentido monetario o en el de las preferencias. Ahora bien, si de hecho el desarrollo turístico, bien porque las condiciones o los recursos existentes tienen un dudoso atractivo, bien porque de alguna manera no parezcan razonables los criterios de selectividad utilizados o porque no existan canales válidos de comerciaHzación, va a ir derivando hacia un turismo industrial o convencional, entonces se puede afirmar taxativamente que esas zonas que

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se proponen por necesidad no reúnen condiciones para introducirse en un mercado que está muy desarrollado y que es fuertemente competitivo. En otro sentido, los costos excesivos de implantación (carreteras, accesos del exterior, playas artificiales, depuradoras, etc.), exigen imposibles niveles de rentabilidad por lo que es preferible que la inevitable intervención económica de la Administración se dirija hacia otros sectores productivos de mayor impacto social e, incluso, laboral. Este es, a nivel general, el marco que ha de tenerse en cuenta a la hora de introducir o promocionar una zona del escaso desarrollo en el mercado turístico. Para resumir, hay dos aspectos a tener en cuenta: — Las posibilidades de un desarrollo de otros sectores económicos con o sin relación con una promoción turística y su complementariedad con el turismo en el caso de que parezca conveniente su implantación. — Las posibilidades de llevar a cabo una promoción turística en función de la concreta definición del producto a ofertar, de la demanda a la que se dirige, y de los canales comerciales. La comercialización, en el caso de las presuntas zonas de turismo selectivo, constituye el eje del problema hasta tal punto que, a nuestro juicio, deberá rechazarse cualquier proyecto que no defina claramente este aspecto; ello equivale a decir que, en general, pero más concretamente en el caso de desarrollos turísticos no convencionales, promoción y explotación turísticas deben estar íntimamente relacionadas. El Mercado Turístico de La Gomera Los datos sobre el turismo gomero son escasos y frecuentemente confusos porque su implantación es también escasa e irregular. No obstante, los expondremos y comentaremos para, sobre la base de lo existente, poder enjuiciar las previsiones para un futuro ya inmediato. Existen tres tipos de alojamientos, dos de ellos —hoteles y apartamentos— clásicos en el mercado turístico, y el tercero —casas particulares— no convencionales. No ha sido posible diferenciar los apartamentos (cuyo peso es escaso) de las casas particulares. Se aprecia un ampHo predominio del alojamiento extrahotelero (1.400-1.520 plazas, equivalentes a más del 86 % de la oferta total). La distribución municipal de la oferta es igualmente muy irregular. La oferta hotelera se centra esencialmente en el municipio de San Sebastián con un 89 % del total, mientras que Valle Gran Rey acoge en su término en torno al 92 % de la oferta extrahotelera. En conjunto San Sebas193


tián supone el 17 % del total de plazas, mientras que Valle Gran Rey representa el 80 % del total de la oferta. El municipio que les sigue en cuanto a tamaño de la oferta es Alajeró con 2,3 % de la oferta; en los restantes municipios la oferta de plazas es inapreciable. La peculiaridad de la oferta de Valle Gran Rey es que se trata, salvo un pequeño número de plazas en apartamentos convencionales de reducida capacidad, de alojamiento en casas particulares. Segiín Metra Seis, que cita datos del Ayuntamiento, el número de camas en casas particulares o en apartamentos no declarados ascendía en 1983 a 1.000, cifra que se vio incrementada en 300 ó 400 camas más en el curso de un año. Por otra parte en 1984 existían en este municipio 60 plazas en apartamentos legalizados. Estas cifras parecen bastante reales. Según el Censo de 1981 en la costa de Valle Gran Rey (Vueltas, La Puntilla, La Playa Calera y La Calera) existía una gran promoción de vivienda temporal y vacía construida después de 1940. En realidad se trata precisamente de este tipo de viviendas que durante todo o parte del año son explotadas turísticamente y que, sin embargo, son inscritas como vacías o temporales por miedo a un control impositivo. La tabla 36 nos aclara esta situación. Teniendo en cuenta que estas cifras se refieren a una muestra del 70 % y que la tasa del vaciamiento no se corresponde ni mucho menos con el moderado crecimiento poblacional de la zona, hay que sospechar que la temporalidad o el vaciamiento esconden en realidad un uso turístico total o parcial. Calculamos que entre 180 y 220 viviendas (proyectando la muestra al 100 %) tenían un uso turístico lo que supone entre 700 y 800 plazas. Esto concuerda bastante con la cifra de 1.300 ó 1.400 que da Metra Seis para 1984.

TABLA 36 ESTADO DE OCUPACIÓN Y FECHA DE EDIFICACIÓN DE LA VIVIENDA. COSTA DE VALLE GRAN REY Estado de ocupación

Antes de 1940 De 1940 a 1959 . . . De 1960 a 1981 . . . Total

Permanente

Temporal

Vacía

Total

50 47 131 228

12 18 105 135

21 7 19 47

83 72 255 410

Fuente: Censo de población y vivienda de 1981.

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Como hemos visto, esta modalidad constituye el grueso de la oferta turística de La Gomera. El sistema tiene muchos inconvenientes desde el punto de vista del turisnfto convencional, puesto que los canales comerciales que producen son muy débiles. Sin embargo, desde el ángulo de la estrategia del Ecoplán representa una situación muy interesante porque el negocio es gestionado directamente por la población local, con una escasa intervención de intermediarios foráneos, lo cual repercute en unas rentas reales para la población autóctona. No obstante, es preciso organizar esta oferta y controlar los aspectos cualitativos de su funcionamiento, por lo que es aconsejable un apoyo administrativo en ambos sentidos. Somos pues contrarios al dictamen emitido por Metra Seis en el sentido de que «la inadecuación de dichas plazas, en viviendas particulares en una gran mayoría, aconseja ignorar su reahdad ya que habrían de ser sustituidas por apartamentos turísticos en condiciones más idóneas a los fines vacacionales de los visitantes». La escasa capacidad inversora de la población local fomentaría la intervención foránea en gran escala, la emigración de rentas hacia el exterior e, incluso, la disminución de posibilidades laborales a medio plazo. Aun sin tener en cuenta el crecimiento de la oferta en 300 ó 400 plazas, la baja ocupación media anual (en torno al 46 %) aconseja una reorganización de esta oferta, excesivamente fragmentada y de criterios muy individualistas, lo que ocasiona que, salvo en períodos festivos o vacacionales, la ocupación sea débil. En cualquier caso este modelo turístico de casas particulares nos parece mucho más rico y estable que el modelo convencional. Por otra parte el excesivo desarrollo del alojamiento convencional posiblemente elimina progresivamente el alojamiento en casas particulares porque, con toda probabilidad, ambos modelos se dirigen a clientelas distintas e incompatibles. Basta echar una ojeada al informe del MAB, sobre la isla SaUna en las Eólicas para darse cuenta de que este tipo de sustituciones han conducido a una intervención cada vez mayor de capitales foráneos, tanto en inversión directa como en vías de comercialización, y a una progresiva y aguda disminución de la presencia local. En cuanto al resto de plazas hoteleras parece que es más que suficiente para cubrir la demanda actualmente existente, con la excepción del Parador Nacional*. Lo cierto es que el alojamiento hotelero de San Sebastián es en conjunto bastante inadecuado, faltando categorías intermedias lo que hace que sea imposible conseguir alojamiento de cierta calidad a un precio razonable. Posiblemente con mejoras en este sentido se podrían obtener ocupaciones medias bastante más altas. Amplió notablemente su capacidad con posterioridad a este informe.

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Por lo que se refiere al relativamente alto número de viviendas temporales de los municipios de Hermigua, sobre todo, y de Agulo, no tienen ninguna relación con un apreciable movimiento turístico, y además, como ya hemos indicado en el estudio de la vivienda, sus cifras están notablemente sobrevaloradas. En realidad se trata de un gran contingente de vivienda vacía o muy esporádicamente ocupada a consecuencia de la emigración. Durante el año 1983 La Gomera acogió, según estimaciones realizadas mediante encuesta por Metra Seis, a unos 33.073 visitantes que utilizaron alojamientos de la isla al menos durante una noche. Ahora bien según tabla 37, observamos que la amplitud de la estancia fluctúa muchísimo según nacionalidades, lugares de estancia y tipologías de alojamiento. Resumimos las principales reflexiones a que esta situación da lugar: — Los visitantes españoles difieren de los extranjeros en cuanto al lugar de estancia, el tipo de alojamiento utilizado y la duración media de la estancia. — A la vista de estas características es evidente que nos encontramos con dos clientelas con objetivos distintos. A nuestro juicio, mientras que la mayor parte de la clientela extranjera debe ser considerada turística en un sentido estricto (tiempo vacacional), la gran mayoría de visitas de españoles están motivadas por trabajo, negocios, funciones administrativas o visitas familiares. Según nuestras estimaciones, basadas en los tiempos de estancia y en la tipología de los alojamientos utilizados, sólo unos 5.500 es-

TABLA 37 Porcentajes Españoles

Alojamiento extrahotelero Alojamiento hotelero

11,1 88,9

76,9 23,1

San Sebastián (sin apart.) Valle Gran Rey Restos municipios

76,6 11,1 12,3

21,8 76,9 1,4

2,8

10,1

Estancia media (días)

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Extranjeros


pañoles (40 % de esta nacionalidad) pueden ser considerados como demanda turística. — En otro sentido, la breve estancia media de los extranjeros en algunos establecimientos hoteleros da que pensar si no se tratará de una clientela itinerante que reparte su visita a la isla entre varios lugares. EUo haría disminuir el número real de visitantes extranjeros, aunque no repercuta en el volumen de pernoctaciones. — Como hemos visto, la ocupación media del conjunto de las plazas es bastante moderada lo que indica que la demanda no es presionante y que, para su actual nivel de comercialización, la oferta se halla algo sobredimensionada. Existe otra demanda a la que hay que aludir. Se trata del turismo excursionista de un día que no pernocta en alojamientos en La Gomera, línea que controla la casi totalidad del tráfico de pasajeros entre Tenerife y La Gomera. Centraremos la exposición en los no residentes en La Gomera que son los únicos turistas potenciales. En la tabla 38 las cifras dadas representan el movimiento total de pasajeros Tenerife-La Gomera y viceversa, por lo que una misma persona realiza el viaje de ida y vuelta; de aquí que lo correcto sea dividir las cifras entre dos, con lo que se obtendría el número de visitantes de manera mucho más exacta (Tabla 39).

TABLA 38 MOVIMffiNTO DE PASAJEROS EN EL FERRY GOMERA 1983 Residentes La Gomera

Pasaje normal Excursiones organizadas Viajes gratuitos Total

55.000 — 15.000 70.000

No residentes La Gomera

155.000 115.000 — 270.000

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TABLA 39 VISITANTES ANUALES DE.LA GOMERA SEGÚN LOS DATOS DEL FERRY. 1983 No residentes en La Gomera

Excursiones organizadas . Total

77.500 57.500 135.000

Ahora bien, dentro del pasaje normal no se puede pensar que los 77.500 sean turistas. De hecho, según hemos visto, sólo 33.075 visitantes causaron estancia en alojamiento, de tal manera que la mayor parte del resto (44.427 visitantes) no deben ser considerados turistas, sin que son gomeros residentes en Tenerife (unos veinte mil) con posibilidades de alojamiento propio o visitantes por motivos de relación personal, aunque sin duda pueda haber también cierta proporción de turistas de un día en visita no organizada. Así pues, el movimiento turístico anual de La Gomera para 1983 habría que cifrarlo en unos 25.000 turistas que causaron estancia en alojamientos reconocidos o no, 57.500 excursionistas de un día y un número indeterminado —aunque con toda probabilidad bastante reducido— de excursiones en viajes no organizados que a nuestro juicio constituyen una parte del mercado potencial interior. Al hilo de estas consideraciones pensamos que un desarrollo de turismo no convencional (casas particulares rehabilitadas y regentadas por familias residentes en La Gomera) debería orientarse hacia una clientela esenciamente canaria. En otro sentido, el turismo excursionista, si bien representa una posibilidad de promoción para la Isla, será escasamente útil en este sentido, al menos en lo que a cUentela residente fuera de Canarias se refiere. Estos excursionistas están controlados por mayoristas turísticos convencionales y residen en los grandes centros turísticos del oeste de Tenerife. Este hecho nos inclina a pensar que escasamente existirán entre estos visitantes posibilidades de captaciones selectivas, bien por preferencias (turismo incompatible con los grandes centros turísticos), bien por potencia económica (turismo caro). Los canales comerciales deberán ser otros y difícilmente podrán apoyarse en los grandes centros turísticos de Tenerife, si se desarrolla un programa de turismo no convencional. La presencia de mayoristas turísticos en La Gomera ha sido escasa, pero se ha ido incrementando con el tiempo. Los nuevos apartamen-

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tos en Valle Gran Rey y en Playa Santiago están bajo contrato con operadores turísticos. De igual manera existe la misma relación, al menos parcial, con el Parador Nacional y con algunos establecimientos hoteleros de San Sebastián. La dispersión de la oferta en negocios de pocas camas ha impedido la decidida intervención de los intermediarios, cuyo nivel óptimo de funcionamiento sólo se alcanza en alojamientos de grandes dimensiones por la reducción de precio que representa la contratación masiva. De aquí que, pese a los informes de sentido contrario, los proyectos de desarrollo turístico de La Gomera partan de una oferta en establecimientos de dimensiones grandes. El ejemplo más evidente lo constituye la actual edificación en La Laguna de Santiago de un hotel de más de 700 plazas, dentro de un proyecto mucho más amplio.

Evaluación de los recursos de La Gomera aplicados al turismo El hecho de que en La Gomera se estén planteando las posibilidades de un problemático desarrollo turístico se apoya en su latitud, lo que le proporciona un clima suave sobre todo en invierno, y en su condición insular. El resto de recursos, desde una perspectiva convencional hacia la que apuntan de hecho los actuales proyectos, hay que verlos en función de esos dos factores. En realidad las características físicas de esta Isla son bastante similares a las del resto de la provincia de Tenerife, con un Norte más húmedo y menos soleado y un Sur seco de intensa insolación. Por poner un ejemplo, las características del sur de La Gomera, en cuanto a condiciones físicas, sólo presentan una diferencia respecto de las del oeste de Tenerife, consistente en que las costas gomeras son más acantiladas. De tal manera que las posibihdades de acceso al mar son más escasas en La Gomera. Pero en las desembocaduras más amplias de los barrancos las implantaciones turísticas son posibles. El hecho de que las playas sean de «callaos» o de arena, pero muy estrechas y sólo en marea baja, impide «a priori» desarrollos turísticos masivos. Pero esas eran también las condiciones de gran parte del litoral oeste de Tenerife, y la solución, apUcable a La Gomera, fueron (o están siendo) las playas artificiales. De igual manera, los desarroUos turísticos más intensos se han dado en Tenerife en los alrededores de dos núcleos poblacionales de cierta importancia y con posibilidades de acceso al mar (en ambos casos a través de playas de arena) como Los Cristianos y Puerto Santiago. En La Gomera los proyectos básicos del sur se centran igualmente en los alrededores de núcleos poblacionales preexistentes (San Sebastián, Playa Santiago y La Calera). En otro sentido, lo que de manera más evidente retardó el desarrollo turístico del este de Tenerife respecto al Puerto de la Cruz es lo 199


mismo que ha impedido el desarrollo turístico masivo de La Gomera. Nos referimos a las dificultades de acceso dentro del propio territorio (carreteras interiores, estrechas y en mal estado) y con el exterior (lejanía del aeropuerto de Los Rodeos en el caso de Tenerife). La ehminación de estos obstáculos mediante la carretera costera entre San Sebastián y Playa Santiago y de un aeropuerto en Alajeró en conexión con la citada carretera haría posible reproducir, salvando las distancias, el modelo de desarrollo turístico que se consiguió en el sur de Tenerife, mediante la autopista y el aeropuerto Reina Sofía. Tememos que este Proyecto tienda a propiciar un turismo típicamente masivo, en el que el resto de los factores (calidad paisajística de la edificación antigua o popular, tranquilidad, etc.) queden relegados a un segundo nivel de prioridades. Los problemas ambientales provocados por la construcción de la carretera, dado lo accidentado del terreno en la zona, serán sin duda considerables, así como su repercusión sobre las condiciones socioeconómicas y naturales del Sur de la Isla. Es preciso insistir en el inevitable deterioro que a medio plazo sufrirían los recursos antes referidos que en un principio sirvieron como elemento publicitario (calidad del paisaje, etc.), recursos que resultan imprescindibles en las fases iniciales de proyectos semejantes y de los cuales cada vez existe una mayor demanda. Pensamos por ello que un desarrollo turístico masivo sería una orientación no deseable, que pueda acentuar aún más el despoblamiento de las zonas agrícolas de medianías, fomentando la degradación del suelo y paisajística. Los recursos fundamentales en desarrollos convencionales son los que ofrece el oeste de Tenerife y el resto son elementos propagandísticos de la propia promoción, sólo fragmentariamente considerados, y que cada vez irán teniendo un valor más residual. Nuestras reflexiones se han orientado no sólo hacia una consideración de los recursos, sino, sobre todo, hacia la elección de lugares susceptibles de un desarrollo alternativo; en ellos los recursos no son considerados fragmentariamente sino como elementos de una propuesta global. Este ha sido el sentido de nuestra selección de entidades para experiencias alternativas, entre las que se incluye la turística como un aspecto más. No somos opuestos a la creación en la costa de un número limitado de enclaves turísticos convencionales aunque de escaso desarrollo. Lo que debe quedar claro es que, además de ser de tamaño reducido y tipológicamente adecuado, no pueden demandar intervenciones territoriales de carácter impactante (carreteras de colonización, edificios con altas volumetrías, densificaciones y equipamientos urbanos, etc.). Con estos presupuestos de limitación infraestructural, es predecible que el desarrollo convencional será forzosamente escaso al no poder funcionar los canales de comercialización típicos de los grandes desarrollos.

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Desaconsejamos, pues, una intervención turística que haga necesaria la construcción de la proyectada carretera costera por el Sur, que socialmente es irrelevante, por ló que su única justificación es turística. Todo hay que decirlo, esta carretera tiene un costo de más de 100 millones de pesetas el kilómetro, sobre una distancia de unos treinta kilómetros. De hecho, estamos persuadidos de que la insistencia de un aeropuerto —que tendría como máximo un kilómetro de pista, con muy pocas posibilidades racionales de ampliación— no se basa en un desarrollo turístico, pues tanto por movimiento de pasaje como por la alternativa que representa la vía marítima (Ver INECO Plan Director de Transportes de las Islas Canarias, Ministerio de Transportes y Comunicaciones 1981. Tomo 6, páginas 468 y siguientes) sería irrelevante tanto en el tráfico turístico como en el movimiento ordinario de pasaje, sino que representa parte de una estrategia del «fait accompli» cuyo argumento básico sería que una vez construido el aeropuerto (a cargo, por supuesto, de la Administración, pero que beneficia casi exclusivamente a intereses privados que no pueden acometer una obra que convertiría en irrentable cualquier implantación turística) sería absurdo que no tuviera comunicación al menos con la capital insular. Porque, como hemos dicho, no creemos que el proyectado aeropuerto (apto sólo para aviones de pequeña capacidad) pueda convertirse nunca en una puerta de entrada turística importante, sino que dicha puerta estará contituida por la línea Aeropuerto Reina Sofía-Los Cristianos-San Sebastián. De hecho, la carretera costera tendría como principal utilidad la colonización turística del espacio entre San Sebastián y Playa Santiago y como sistema de distribución de la clientela. Por tanto es únicamente la Administración quien puede posibilitar el funcionamiento del esquema centrado en este tramo de la carretera costera del Sur. Pero, como puede verse, dejando al margen los problemas derivados de una intervención de alto impacto y de sus repercusiones en el medio humano y en el natural, lo que parece claro es que, por una parte, el esquema es en sí mismo muy irrentable para una iniciativa privada sin apoyos económicos de la Administración y que, además, los apoyos requeridos no guardan proporción con los beneficios sociales o económicos que se pueden esperar de la operación; por otra parte habría que determinar de una manera seria las posibilidades de éxito de este desarrollo masivo, sometido a costos elevados de «transfers» y enfrentado a una ampliación de la competencia convencional sin precedentes en el oeste de Tenerife y, en último término, en Fuerteventura y Lanzarote, con muchas mejores condiciones para este tipo de turismo. Insistimos en nuestro temor de que el desarrollo planteado sea masivo, ya que de otro modo no tendría sentido el que la Administración afrontara una inversión tan fuerte con la que se podrían conse201


guir desarrollos más estables, sólidos y beneficiosos para la población en otros sectores productivos. Y, desde luego, mantenemos que, por una parte, la inversión en infraestructura nos parece excesiva aun para dar paso a un proyecto de tamaño medio como es el que nos ocupa y, por otra parte, que no vemos claro que el riesgo de la operación venga avalado por posibilidades de éxito. De momento, la ya comenzada construcción de un hotel de más de 700 plazas en La Laguna de Santiago, cuyo destino selectivo real nos permitimos poner en duda, representa un pulso con la Administración a través de hechos consumados. Las reticencias administrativas en lo que se refiere a la construcción del aeropuerto y, por tanto, de la carretera se verán sometidas a una gran presión mediante un método que ha venido dando muy buenos resultados. Como se comprenderá, es posible aplicar a estos presupuestos gran parte de las críticas que hemos realizado al principio de este capítulo. Los cálculos no se hacen siquiera en función de su rentabilidad o de consideraciones sólidas de mercado y, desde luego, no tienen en cuenta políticas económicas globales o los impactos sobre un medio socioeconómico muy frágil y deteriorado ni sobre un medio ambiente de notable cahdad. Hasta ahora hemos analizado la problemática turística en los municipios de Alajeró y de San Sebastián que serían los directamente afectados por las operaciones infraestructurales descritas. El resto de los municipios (que representan más del 60 % del total poblacional) sólo se verían influenciados de manera indirecta. El municipio de Valle Gran Rey tiene las cosas difíciles para un ampHo desarrollo turístico porque, de momento, los problemas implícitos en un acceso rápido por tierra son irresolubles. De todas formas dentro de la lógica de un proyecto turístico de largo alcance, nos preocupa el que pudiera incluso llegar a plantearse la continuación de la carretera costera hasta el mismo fondo del barranco del Valle Gran Rey. Esta carretera presenta aún más dificultades que el otro tramo, por lo que su costo sería muy superior. Por ahora, la clientela de Valle Gran Rey tendrá que adaptarse a la comunicación terrestre existente, por lo que su expansión será limitada. La única alternativa real para este territorio es la comunicación por mar, tema sobre el que volveremos más adelante. En cuanto a los municipios norteños, excepción hecha de la costa sur de Vallehermoso que hay que incluir dentro de lo expuesto para el municipio de Alajeró, además de las dificultades generales que hemos ido analizando para el conjunto de La Gomera, constituyen áreas de difícil implantación del turismo masivo. Por ello recurren a difícilmente imaginables proyectos para un turismo selecto que no lo es siquiera desde los propios proyectos. Por poner un ejemplo, la urba-

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nización de La Caleta en la costa de Hermigua constituye un proyecto de unas 5.000 plazas a ejecutar en diez años a partir de una primera fase de 500 plazas y de inmediata implantación. Basta además considerar que, en este momento, no existe ningún proyecto serio de urbanización turística en el norte de las islas y que Puerto de la Cruz lleva más de diez años estabilizado por imposibilidad de expansión de su oferta. Para estos municipios del norte de La Gomera deben buscarse, de entrada, otras vías. Por nuestra parte diremos que los núcleos seleccionados para experiencias de turismo rural se encuentran en su mayoría en la mitad de la Isla. En cuanto al proyecto de desarrollo infraestructural del sur, tanto VaUehermoso como Hermigua y Agulo se ven escasamente afectados. El aeropuerto sería para ellos una obra inútil, pues equivaldría a dar la vuelta a la Isla. Tenerife está mucho más cerca en tiempo y en dinero a través del puerto de San Sebastián. Claro que, en un estilo de proyectos grandiosos, podría plantearse una carretera que atravesara el Parque Nacional de Garajonay, pero no nos atrevemos a pensar que tal proyecto haya sido siquiera considerado. Frente a lo que nos parecen planteamientos bastante descabellados, nuestra alternativa consiste en mantener y mejorar el actual trazado viario y en considerar la posibilidad de una comunicación marítima para toda la costa sur, para lo que ya existe una infraestructura adecuada (puertos de San Sebastián, Playa Santiago y de Vueltas). Esta alternativa limita, desde luego, los puntos en que puede darse un desarrollo turístico masivo e, incluso, el tamaño de esos enclaves, todo lo cual nos parece muy conveniente. El tema de las evacuaciones urgentes de la Isla por motivos sanitarios se ha enfocado correctamente a través de un helipuerto, aunque, a nuestro parecer, haría falta otra pista quizá en Vallehermoso. Desde nuestra perspectiva, ya hemos expuesto los motivos que nos inducen a apoyar un desarrollo turístico limitado y no convencional (minimización de impactos, aumento de la autonomía económica, afianzamiento de otros sectores productivos, mejores condiciones de competencia...); por ello invertimos el orden de valoración de los recursos. Sin duda, la existencia de un buen cUma y la posibihdad de utilización lúdica de la costa deben tenerse muy en cuenta, pero no como motores sino como factores favorables. A nuestro juicio, son los elementos habitualmente considerados residuales (vivienda tradicional, paisaje, ambiente rural, excursiones...) los que deben prevalecer siendo indeseables los desarrollos que primando los factores típicos del turismo industrial (playas, medio urbano, alojamiento convencional, sistemas de comunicación...) motiven una destrucción de aquéUos. Sin duda tendrá que haber pactos pero no desde una óptica cuya lógica sea que, pese al carácter convencional del turismo pro203


puesto, se intentara compatibilizarlo con la conservación del medio ambiente preexistente, sino exactamente al revés; es decir, se podrá considerar la implantación de un limitado desarrollo convencional cuando no atente contra los planteamientos socioeconómicos y medioambientales básicos cuyo contenido es precisamente el objeto del presente informe. Sin embargo, ni a través del planteamiento vigente, ni de los actuales, proyectos en marcha se observa una consideración de semajantes directrices. Los argumentos en los que se apoya un pretendido desarrollo convencional son, además, tan pobres que desconsuelan: la promesa de empleos y de salir de una situación de pobreza endémica. Ya hemos discutido suficientemente el falseamiento que suponen estas afirmaciones. Por último, si bien desde la óptica de planteamientos económicos exclusivamente monetarios —muy irracionalmente planteados por otra parte— se comprende el interés de implantar un modelo de turismo convencional, no nos parece una solución adecuada a los problemas gomeros, ni siquiera desde la lógica económica dominante. Las peculiaridades de La Gomera —^y, en mayor o menor medida, las de los territorios marginados del desarrollo de los últimos cuarenta años— son fruto de una crisis económica endémica a causa de la escasa viabilidad de los planteamientos económicos ordinarios en ella. Pero es precisamente esta marginación la que, al eliminar los efectos más negativos del desarrollismo a ultranza, ha proporcionado a La Gomera un alto nivel de calidad en su medio cultural y natural. Desde luego, la pobreza ha sido un efecto indeseable que hay que eliminar; pero parecería como si el remedio fuera aceptar y promover el modelo de desarrollo de las Islas Centrales del Archipiélago, como más inmediata referencia. De esta manera desarrollo y destrucción son dos términos directamente ligados, a la vista de lo que ha sucedido y está sucediendo en otros territorios. Sin embargo, son precisamente los elementos que La Gomera ha conservado de épocas pasadas lo que le dan la posibilidad de crear un mercado propio y distinto. Si adopta un modelo convencional, difícilmente podrá no ya competir, sino mejorar su nivel de vida, enfrentada a otras áreas del Archipiélago con mayores ventajas. Solamente un enfoque de otro orden, que se base realistamente en estas dificultades de desarrollo convencional, permiritá que la Isla no sólo supere su permanente crisis, sino que lo haga desde una identidad, evitando los desequilibrios producidos por esquemas de corta visión aunque de satisfactoria rentabilidad a corto plazo para los más potentes y advertidos inversores y evitando igualmente los elementos destructores que han acompañado al desarrollo de los lugares centrales.

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Las bases para un proyecto alternativo de desarrollo turístico en La Gomera Las líneas globales de nuestra propuesta turística se recogen en los siguientes puntos: a) Adaptación de su desarrollo a las necesidades de la población gomera actual, evitando crear aceleradas presiones poblacionales. b) Compatibilización de la actividad agraria y de la turística dentro de un marco netamente agrario, considerando al turismo como una actividad subsidiaria. c) Potenciación de la agricultura mediante rentas y consumos turísticos. d) Evitar la sustitución de la población local por otra foránea de carácter temporal, ya sea como propietarios de viviendas de segunda residencia o como mano de obra. No nos vamos a referir a un posible desarrollo turístico convencional que, a grandes rasgos, deberá limitarse a unas dos mil plazas en toda la Isla, contando con las ya existentes entre apartamentos y hoteles. Si bien es preciso realizar ulteriores estudios de diseño, dimensionamiento y funcionamiento, aportamos a continuación las bases para el desarrollo de un turismo adaptado a las líneas descritas más arriba. Los principales recursos turísticos se derivan en La Gomera de las condiciones naturales y del patrimonio cultural. Las áreas más altamente cualificadas serán aquellas que combinen ambos tipos de factores o más bien las áreas susceptibles de un desarrollo agroturístico serán aquellas que posean ambos factores en alta proporción. Gomo hemos dicho, la valoración de factores naturales y culturales es diferente en una concepción de turismo industrializado y en un agroturismo. Hay que matizar de todas maneras esta afirmación. En el agroturismo ha de estar presente un clima aceptable, sin exceso de lluvias pero sin necesidad de sol constante. Los otros factores como mar y playa son también sin duda elementos valorables pero menos importantes en el agroturismo. De hecho el agroturismo tendería a revalorizar otro tipo de recursos entre otras razones porque en nuestro país las zonas costeras de buenas condiciones están sometidas a realizaciones o expectativas de alto contenido infraestructural. La Gomera participa de las condiciones climáticas generales en las islas occidentales del Archipiélago; el entorno natural tiene una gran calidad —no sólo ya paisajística—, pero, sobre todo, la intervención humana, concretada en los núcleos poblacionales y en las transfor205


maciones agrícolas del paisaje, es lo que puede ser considerado como el rasgo más peculiar y atrayente de La Gomera. Ahora bien, los asentamientos humanos mejor conservados o con mejores posibilidades de recuperación no están ubicados en la costa o tienen difícil acceso al mar, de tal manera que el desarrollo del agroturismo será también interior en La Gomera. Aquí se plantea uno de los factores que dificulta más la planificación de este tipo de turismo. Los núcleos costeros tienen un escaso valor ambiental y únicamente la costa de Valle Gran Rey posee una playa que merezca el nombre de tal. De aquí que sobre esta área se hayan desarrollado expectativas de un turismo convencional. Así pues, la elección, de los núcleos de actuación turística rural se realizará, en cuanto a recursos se refiere, atendiendo a los siguientes factores por orden prioritario. — La calidad de los elementos humanos del paisaje. — La calidad del entorno natural. — La exigencia de factores climáticos mínimos; en este sentido influirá más la temperatura que la insolación, de tal manera que se tendrán en cuenta las cotas altimétricas. — Las posibilidades de un desarrollo agrario. — El tamaño de la población. — La accesibiHdad. — Los factores culturales ligados a la actividad humana. — El equipamiento. En conjunto, un enfoque de este tipo tiende a sobrevalorar factores estéticos basados en condiciones pero no en actividades. La única actividad clara que, hasta el momento, se ha visto en La Gomera es la derivada de posibles excursiones y del conocimiento y compra de productos típicos más o menos artesanales. A nuestro juicio, aunque todo depende del enfoque que se dé a la demanda, estos elementos son insuficientes y plantean graves problemas de diseño. Para estancias de 15 ó 20 días las propuestas excursionistas resultan, a nuestro juicio, insuficientes y no sustituyen a lo que sería la playa o el equipamiento en el turismo convencional, porque, no lo olvidemos, las vacaciones no significan un ocio absoluto, sino un cambio de actividad a ser posible estructurado o sugerido. En este sentido las experiencias de turismo rural se centran también en la oferta de una serie de recursos más o menos especializados según áreas que teniendo como base una calidad medioambiental y una tranquilidad promueven una multitud de opciones de actividad (excursiones, pero

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no como un factor único, utilización de ríos o embalses, actividades deportivas, excursiones a caballo o en bicicleta). Como ejemplo imaginemos la lista de propuestas que, a nivel general, propone el equipo Planta *: «Adecuación de playas fluviales, piscinas y pequeños centros náutico-deportivo en embalses de ríos (escuelas de vela y windsurfing, piragüismo de aguas tranquilas, etc.), selección de tramos de ríos y adecuación de pequeñas instalaciones para poder practicar descensos y circuitos-excursiones en piraguas (aguas bravas), acondicionamiento de terrenos para camping-caravaning, acondicionamiento de terrenos para parques recreativos y para parques de juegos infantiles, adecuación de áreas de «pic-nic» y de acampada en áreas forestales y naturales, selección, preparación y balizamiento de rutas ecológicas o de interés paisajístico, diseño y balizamiento de rutas monumentales y de rutas mixtas de «arte y naturaleza» en distintos medios de transporte, construcción de puestos de observación de avifauna salvaje, acondicionamiento de picaderos para aprendizaje y perfeccionamiento de la equitación y para el inicio desde ellos de rutas a caballo de uno o varios días, creación de servicios de alquiler de bicicletas, construcción de refugios y balizamientos de vías pecuarias, caminos forestales, pistas y sendas para los que deseen realizar por ellos recorridos a pie, a caballo o en bicicletas, etc., de uno o varios días». Tres factores limitan en La Gomera estas actividades complementarias: la topografía abrupta, la escasez de aguas y las limitaciones de suelo de poca pendiente. La mayor parte de las actividades citadas son imposibles en la Isla Colombina. En esta situación, las propuestas de actividades alternativas o complementarias a las derivadas de los recursos paisajísticos y medioambientales deberán basarse en estrategias que combinen la creación de nuevos recursos y el tipo de diseño: 1) La creación de nuevos recursos. A nuestro juicio se centran en esquemas netamente culturales en base a cursos de información, formación y aprendizaje. Estos cursos sean diseñados en base a las actividades existentes (forestales, agricultura, artesanía, gastronomía...,) y a los temas del Ecoplan (energía alternativa, tecnología apropiada, agricultura biológica, rehabilitación y adecuación de la vivienda rural...) y combinados con la actividad excursionista a pie que es la básica en La Gomera. 2) El diseño de la estrategia turística permite varias modalidades, desde el turismo de estancia fija prolongada (15-20 días), hasta el turismo de fin de semana y el turismo itinerante. El primero Equipo Planta. «Programas para el estudio, creación y gestión de una oferta de turismo rural en el municipio de El Burgo»; Madrid. 1984.

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es el que plantea las mayores necesidades de actividades alternativas, si bien se puede conectar con el turismo itinerante. Así pues, el diseño de los programas turísticos está relacionado con los factores citados. Otro problema diferente consiste en el dimensionamiento de la oferta turística rural en La Gomera. En este sentido nos guiamos por dos principios de forma tajante al menos en las fases inciales de desarrollo: — La limitación del número de enclaves susceptibles de una explotación turística. Dadas las dificultades de diseño es preferible establecer algunos pocos modelos que permitan adquirir experiencia sin excesivo riesgo. — Imposibilidad de extender cuantitativamente la actividad turística sin afectar de forma sensible a los presupuestos de un desarrollo equilibrado tal como los hemos establecido. De acuerdo con ello, inicialmente nos planteamos un diseño turístico en un máximo de tres núcleos por varias razones: el carácter polietápico del Ecoplan, la necesidad de ir creando estructuras organizativas sólidas entre el propio campesinado que eviten la irrupción de actividades de carácter esporádico y especulativo y el carácter experimental de las primeras iniciativas que están destinadas a romper frente en cuanto a idoneidad organizativa, diseño y canales de comercialización. En base a pequeñas inversiones, preferentemente incluidas en presupuestos ordinarios (por ejemplo, para la rehabilitación de la vivienda o el equipamiento comunitario) sería posible ir extendiendo un modelo según la potencialidad de la oferta, las disponibihdades y las necesidades de un estricto control de mercado. Con ello pasamos a uno de los aspectos fundamentales en este desarrollo de turismo rural. Las líneas de explotación de estos enclaves de turismo rural las vemos en fórmulas asociativas de los propietarios de viviendas del enclave, residan o no en ellas, aunque tenemos particular interés por los residentes. En este sentido las fórmulas cooperativas agrarias pueden, de alguna manera, estar relacionadas con el asociacionismo turístico. Existen varios aspectos que queremos resaltar: a) Una de las principales dificultades estriba en la división de la propiedad de una vivienda entre varios herederos, lo cual produce frecuentemente desacuerdos que conducen a la ruina del edificio por su inhabilitación para cualquier uso y las dificultades de venta. Este problema habrá que abordarlo desde ángulos legales, con la alternativa de una participación en una explotación turística colectiva.

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b) Otro problema es la ausencia del propietario, a veces en paradero desconocido, lo cual daría lugar a una intervención legal de otro tipo. En otro sentido la Administración deberá intervenir en tres aspectos fundamentales: — Las primeras fases de la organización mediante el asesoramiento técnico y legal y, dependiendo del diseño del producto turístico, la formación profesional o los cursos de capacitación. — La coordinación y comercialización de los enclaves turísticos. Dado el carácter integral del Ecoplan y el carácter puntual y modélico de las actuaciones, debería crearse un organismo ejecutivo de gestión y gerencia con intervención de la Administración, al menos de forma inicial. En cuanto a la comercialización hacemos nuestra la afirmación de que «...la comercialización del turismo rural, como producto artesano que es, plantea dificultades que exigen la colaboración e intervención del Estado tanto indirecta (realización de estudios, labor de promoción, etc.) como directa (desarrollando funciones específicas de la comercialización, por ejemplo, instalando servicios de reserva)» *. — El apoyo técnico a los cursos previstos, que pueden conectarse también en campañas de mentalización para personal especializado gomero (maestros, técnicos, agrónomos, bienestar social, animación cultural, etc.). El turismo rural tiene, por el momento, en España un carácter netamente interior. En el caso de La Gomera, aunque se halla enclavada en un área de turismo convencional y la escasa comercialización existente y nivel de casas particulares (Valle Gran Rey y notablemente menos Playa de Santiago) aporta un notable flujo de turismo extranjero, creemos que las pautas interiores irán teniendo una importancia progresiva, hasta tal punto que el resto del Archipiélago constituirá la clientela primordial del turismo rural gomero. La afluencia puede ser notable en fines de semana y puentes vacacionales que, por la corta duración de la estancia, se adapta a un esquema sencillo excursionista con previsión de pequeñas actividades. El turismo de más larga duración deberá apoyarse en la explotación de nuevos recursos en base a actividades culturales y cursos combinados con la actividad excursionista y el turismo itinerante. En este sentido de la demanda será preciso considerar el actual flujo de turismo canario con dirección a La Gomera que, según parece, se ha desarrollado bastante en el verano y en los fines de semana. Venancio Bote Gómez. «La estrategia del turismo rural en España». Ministerio de Agricultura. Madrid. 1980.

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ARTESANÍA E INDUSTRIAS TRADICIONALES

2

> •-0 >

^

Molinos de agua

¿5i

Pesquería

'^^

Forjas

- ^ 5 ^ Artesanía Q

Artesanía textil

fiü

Tejeras

ü

Cestería

ü

Cerámica

[}0

Edificios de interés


2.6.

ENERGÍA Y

MATERIALES 2.6.1.

GESTIÓN DE RESIDUOS Y RECICLAJE La penetración constante de tecnologías basadas en los recursos no renovables suele obtener un impacto negativo sobre la conservación de técnicas preexistentes que contemplaban un alto grado de aprovechamiento de todo tipo de residuos derivados de la actividad humana. Más aún, en sistemas aislados, como es el caso de La Gomera, el mimetismo tecnológico con los centros económicos dominantes puede conducir a propuestas aparentementes modernas y racionales, pero que en definitiva violentan la racionalidad de soluciones ya experimentadas de adaptación y adecuación al medio. Así, por ejemplo, la introducción indiscriminada de los abonos químicos (más violenta si cabe que en los grandes centros próximos de agricultura industrial como el Sur de Tenerife) ha desplazado en un corto espacio de tiempo una estrategia que daba importancia a la producción de abonos orgánicos a partir de los desechos, restando de camino una importancia vital a los subproductos ganaderos. Aunque esto no signifique un canto bucólico a las antiguas técnicas de aprovechamiento existentes en La Gomera; más bien se trata de una advertencia o denuncia de los efectos secundarios del despilfarro de recursos a que estaría abocada la isla en el caso de una tercialización excesiva. La peculiaridad de los procesos económicos a que ha estado sometida La Gomera durante largos años, permite considerar que la introducción de servicios y técnicas a imagen y semejanza de los centros urbanos podría tener efectos multiplicadores negativos no previstos. La idea general de nuestra propuesta se basa en retomar el hilo de las técnicas de aprovechamiento preexistentes y tratar de establecer el marco de una tecnología apropiada con aquellas soluciones que puedan hacer de puente entre las acertadas soluciones del pasado y las innovaciones tecnológicas actuales. Por regla general, la economía convencional no recoge este tipo de impactos, ni considera a los residuos como una fuente de recursos. No obstante, existen ya muchas tendencias, incluso oficiales, que comienzan a considerar seriamente la posibilidad de reutilización de los desechos o su tratamiento desde una perspectiva energética, ecológica y medioambiental. Es muy grande la variedad de tecnologías surgidas en los últimos años como adaptaciones mejoradas de algunas preexistentes o bien absolutamente innovadoras. Este bagaje técnico 211


permite afrontar en la actualidad el aprovechamiento de los residuos con unos niveles de eficiencia hasta ahora desconocidos. Nuestro objetivo en este trabajo ha tenido, por tanto, diversas facetas: inventariado de los recursos disponibles y potenciales, posibilidades de explotación, análisis comparativo de las técnicas apropiadas, ya sea por la mejora de las aún existentes como de las posibles alternativas, e impacto de estos aprovechamientos en el marco de un plan de autonomía basado en la máxima utilización de los recursos naturales renovables. En el estudio base realizado por ADARO, que con toda su experiencia ha propiciado una metodología e interpretación inestimable, se han tenido en cuenta los datos elaborados en años anteriores por IMPOLUSA y EDES, así como los informes del ICONA y fundamentalmente los datos aportados por el Servicio de Extensión Agraria, sin cuya colaboración hubiera sido imposible realizar esta tarea. Previamente, pensando que una racional asignación de recursos debe tener en cuenta su localización, las cantidades generales y la posible dispersión o inaccesibilidad de las zonas de origen y destino, se ha elaborado una tabla que contempla todos estos factores, con el fin de establecer criterios alternativos de uso y eficiencia de los residuos generados. Inventarios de residuos Residuos agrícolas La platanera y la vid, son los dos únicos cultivos que en la actuahdad generan la cantidad suficiente de residuos como para permitir una posible reutilización o tratamiento concentrado. El residuo de la platanera está compuesto por el rolón o pie, la hoja y el tallo de los plátanos. Las estimaciones realizadas se sitúan en torno a las 27 Tn. de residuos por hectárea. El tallo presenta una ventaja en la recogida, ya que se separa en las empresas empaquetadoras, por lo que su disponibilidad está concentrada en unos pocos puntos. Con respecto a la vid, el residuo está formado por los sarmientos tras la poda y por la granula o desecho del racimo de uva. Una hectárea puede producir entorno a las cinco Tn. de sarmiento y granula por año. En las tablas adjuntas podemos apreciar el volumen de dichos residuos por municipios, los costes estimados de recogida y el equivalen-

212


te energético en T.e.p. (Toneladas Equivalentes de Petróleo). De igual manera se especifican los resultados de los análisis efectuados sobre dichos residuos en cuanto a humedad y poder calorífico. La cantidad de biomasa residual generada por estos conceptos se estima en 18.000 Tn/año. En el caso de la platanera, sólo una pequeña parte se consume como cama para el ganado y como alimento para el mismo, el resto se deja sobre el terreno hasta que se degraden con el mismo. El sarmiento de la vid se suele incorporar también al terreno, o bien, se le prende fuego «in situ» (actividad que es necesario erradicar totalmente), y sólo una parte de la granula se utiliza como ayuda en la alimentación del ganado. Se ha estimado que tras estas variables operaciones, el residuo disponible representa prácticamente el 80 % del total generado, aunque es muy difícil calcular la cantidad que se consume como cama y alimento del ganado. Esto nos arroja una disponibilidad anual de 14.700 Tn.

Residuos Forestales La masa forestal de la isla está actualmente administrada por ICONA, en consorcio con los Ayuntamientos. En la actualidad sólo se utilizan los resultantes de la Hmpieza de las zonas del preparque y montes consorciados, así como la tala de pinos y eucaliptos, laterales de la red viaria y cortafuegos. Dentro del entorno del Parque Nacional se aprovechan los resultantes de limpieza y cláreos. Existe la posibilidad de ampliar la extracción de leña como combustible y cama, en las zonas de fayal brezal degradadas. Esta actividad contribuiría a la regeneración de estas zonas a la par de obtener un beneficio de recursos sustanciales. En la tabla 40 se expresa la cantidad máxima de leña que podría obtenerse sumando este tipo de extracciones. Es el residuo que más se consume en toda la isla. De él se emplean unas 3.000 toneladas al año como leña picada para cama del ganado. La leña se usa igualmente como combustible, tanto en panadería (280 Tn/año) como en otros usos de carácter industrial-artesano: miel de palma (170 Tn/año), destilerías famihares de aguardientes (60 Tn/año), etc. El consumo en el sector doméstico, fundamentalmente en las zonas altas de la isla, se estima como media en tres Tn/año por familia.

213


TABLA 40 CONSUMO ESTIMADO DE LEÑA (Tn/año)

Cama para el ganado Panaderías Ind. Agroalimentaria Miel de Palama Sector doméstico Cerámica TOTAL

2.000 380 170 3.000 200 6.750

El consumo actual de combustibles forestales podría ser incrementado por disposiciones sobre la utilización de la biomasa generada en el Parque o bien sobre aprovechamientos secundarios de monte bajo no cuantificados. Lógicamente los aprovechamientos actuales coinciden prácticamente con las concesiones municipales consorciadas con el ICONA, lo cual no quiere decir que sea el óptimo de utilización, ya que muchas actividades con demanda energética apropiada a la leña han sido cercenadas por la irrupción de los potentes mercados de la vecina isla de Tenerife y otras aún útiles sustituidas por otros productos similares. Sin embargo, es de resaltar que en el conjunto del consumo energético insular, la combustión de madera representa casi el 40 % si exceptuamos lógicamente el sector transportes. Residuos ganaderos La cabana ganadera de la isla se encuentra en la actualidad muy diseminada, estando sin estabular la mayoría de cabezas de ganado. Esto hmita enormemente no sólo las posibihdades de evaluación de residuos generados, sino también la posibilidad de determinados aprovechamientos. Por tanto, en nuestras consideraciones sólo tendremos en cuenta al ganado estabulado. Para los residuos generados en semiestabulación resultaría muy difícil evaluar las cantidades que pudieran ser concentradas en determinados lugares. Según el censo ganadero de 1982, los residuos generados se distribuirían de la siguiente forma:

214


TABLA 41 Tn. estiércol/año

Bovino Porcino Caprino Ovino TOTAL

417 cabezas 2.272 1.139 cabezas 1.298 4.850 cabezas 2.037 600 cabezas 222 5.820

A estas cifras habría que añadirle un 20 % por defectos propios de la elaboración del censo, con lo que tendríamos un total de 6.995 toneladas. De estos datos sólo el bovino y el porcino están en estabulación permanente y la mayor parte del ovino y del caprino en semiestabulación. A pesar de todo, hemos de tener en cuenta que es poco probable que continúe la sistemática reducción de la cabana ganadera local. Es de prever una recuperación que lógicamente hará aumentar la cantidad disponible de estiércol. Residuos Sólidos Urbanos En pocos años, los cambios de hábitos de consumo y la desaparición paulatina de esa mentalidad de recuperación que caracterizaba a las economías familiares de antaño ha significado que la basura se convierta en una fuente de problemas. Hasta una época no lejana, la inmensa mayoría de los residuos orgánicos generados eran reciclados in situ y empleados en la ahmentación del ganado famihar. Otras actividades, como la recuperación de telas y trapos en la elaboración de las famosas traperas, completaban un cuadro en que la producción de desechos era prácticamente mínima. La extensión progresiva del servicio de recogida domiciharia de basura, a pesar de sus evidentes ventajas, comienza a crear en la Isla problemas colaterales de índole ecológica y sanitaria. La mayor parte de los residuos de la isla se acumulan en cinco vertederos, que han ido creciendo incontroladamente a lo largo de los años. En algunos de ellos los vertidos se realizan directamente al mar, incluso con gran peligro de la descarga. Dadas las condiciones sanitarias y el evidente impacto medioambien215


tal que causan estos vertederos salvajes, parece bastante razonable el que se proceda a su sellado en el plazo más breve posible. Estos vertederos y las cantidades estimadas de basuras que acogen son: San Sebastián de La Gomera (Punta de San Cristóbal) Hermigua (Cerca de Casas del Palmar)

1.241 Tn/año. 647 Tn/año.

Agulo (Cerca de Cañada Cabrera)

1.050 Tn/año.

Valle Gran Rey (Montaña La América)

1.164 Tn/año.

Alajeró (Los Maderos)

386 Tn/año.

Pero lógicamente, los vertederos incontrolados no podrán ser cerrados salvo que se cuente con una solución alternativa global. Estas soluciones tienen dos aspectos. Por un lado, en el presente trabajo planteamos la hipótesis del reciclaje integral de losRSU, pero lo que también está claro es que aun adoptando la solución del reciclaje siempre será necesario disponer de un vertedero controlado con carácter insular. En el marco del Ecoplán se elaboró un informe alternativo sobre la ubicación de dicho vertedero insular. Tras barajar todas las variables disponibles que hacían incompatible el uso de determinadas zonas con el emplazamiento del vertedero: características geológicas, proximidad de nacientes, pozos o acuíferos, incompatibilidad con zonas de protección especial o de alto impacto visual, usos agrícolas y urbanos del suelo y posibilidades de comunicación, se eligió el Barranco del Machal en las proximidades de San Sebastián. Además de esta solución de vertedero único, se especificaron una serie de mejoras en el sistema de recogida y dotación de vehículos. A efectos de valorar exhaustivamente tanto las posibilidades de tratamiento y transporte, así como la localización y cantidad de residuos generados, hemos elaborado la Tabla 42 que recoge estas características. Muchas de las entidades reseñadas no poseen en la actualidad servicio de recogida domiciliaria, y dado su escaso grado de accesibiUdad, es bastante poco probable que lleguen a tenerlo en algún momento. La proporción sobre el total de la población es bastante apreciable en este caso, y las soluciones deberán ser forzosamente diferentes a las que se elijan para los núcleos que actualmente poseen servicio de recogida. La generación de RSU, incluyendo solamente los núcleos que poseen servicio de recogida, asciende a 4.500 Tn/año, cifrándose los costes

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TABLA 42 GENERACIÓN DE RESIDUOS SOLIDOS URBANOS

Zonas

Hab. . de . . hecho

Bco. Aguajilvala Laja 4.894 Comarca Chipude 1.354 Bco. Moteforte Liria 3.312 Bco. del VaUe . . . 1.873 Comarca Meriga . 900 Comarca de Alojera 962 Bco. Valle Gran Rey 2.310 La Dama 652 Mediam'as Alajeró 625 Bco. Santiago . . . . 1.080 Medianías VagaipalaBenchijigua 128 TOTALES . . . . 18.090

1 n./jkg/h/dia ^

., . t/ano _„,. RSU

-... . vidrio ^, . t/ano

Mat. orean. ., . t/ano

^ .. Cartón ^, . t/ano

„ , Papel ^, *. t/ano

^^ j. Plást. Chatar. ... grueso t/ano *, . t/ano

Plast. „, film. ^, , t/ano

_, . Vanos ^, . t/ano

0,69 0,56

1.241 122,85 278 27,52

569,67 96,79 31,02 36,26 33,50 22,33 127,60 21,68 6,95 7,22 7,50 5,00

232,58 74,50

0,71 0,73 0,57

860 85,14 500 49,50 190 18,81

394,74 67,08 21,50 22,36 23,22 15,48 229,50 39,00 12,50 13,00 13,50 9,00 87,21 14,82 4,75 4,94 5,13 3,42

230,48 134,00 50,92

0,41

147 14,55

0,86 0,65 0,65 0,59

732 72,47 154 15,24 150 14,85 236 23,36

67,49

11,46

3,67

3,82

3,97

Costes recogida transporte

6,8 0,9 1,6 1,8 0,4 0,7

2,64

39,40

336,00 57,10 18,30 19,03 19,76 12,17 70,71 12,01 3,85 4,00 4,15 2,77 68,85 11,70 3,75 3,90 4,05 2,70 108,30 18,40 5,90 6,14 6,34 4,28

196,17 41,27 40,20 63,25

1,6 2,1

23 2,28 10,56 1,79 0,57 0,60 0,62 0,41 4.511 446,57 2.070 351,83 112,76 117,27 121,77 81,20

6,17 1.208,9

17,2

1,2

0,50 0,68

Los costes de recogida y transporte se refieren a millones de pesetas.


00

TABLA 43 BALANCE GLOBAL/GENERACIÓN DE RESIDUOS

ZONAS

Aguajilva-La Laja Chipude Monteforte-Liria Vallehermoso Meriga Alojera Valle Gran Rey La Dama Alajeró Bco. Santiago Vegaipala Benchijigua TOTALES

RSU t/año

RESIDUOS Der. madera Inertes t/año t/año

INDUSTRIAL Asim/RSU Otros t/año t/año

1.241 278 860 500 190 147 732 154 150 236 23 4.511

RES. AGRI. Platanera Viña t/aflo t/año

277 — 9.157

25 750 600

832

1.000

— 1.942 1.665 — 2.220

91

1.269

10

16.093

RES. FORES. Leñas Brezas t/año t/año

3.873 1.079 2.259 1.277 620 1.493 1.942 447 430 734 85

400 —

25 25 2.825

GANAD. t/año

10.797

10.797 14.219


de recogida en torno a los 17,5 millones de pesetas al año. Es decir, que el servicio de recogida hasta los vertederos anteriormente mencionados asciende a 3.800 pesetas por tonelada y año, cantidad realmente elevada en comparación con otras zonas. Se estima, además, que el volumen de basuras no ascenderá significativamente en los próximos años, aunque nuestras previsiones de generación máximas se sitúan en un techo de 10.000 toneladas al año. En todas estas apreciaciones no se han incluido los residuos generados fuera de las áreas con servicio, si bien, al menos en lo que respecta a la fracción orgánica, ésta es reciclada en su mayor parte para la alimentación del ganado. Por último tenemos en cuenta recuperaciones de subproductos derivados de múltiples actividades que representan en la actualidad un impacto evidente. Este es el caso de los vertidos de aceites y lubricantes, chatarra de vehículos, etc. Estos desechos pueden ser recuperados íntegramente con apenas esfuerzo inversor. Técnicas de aprovechamiento de la biomasa El conjunto de desechos agrícolas, forestales y de biomasa en general representan una cantidad de recursos que en su mayoría se desaprovechan o se emplean deficientemente. Las acciones puntuales de pequeña inversión en este terreno son muy importantes, ya que podrían traducirse en ahorros energéticos importantes y podrían reducir sustancialmente la importación de productos como los abonos. Combustión directa Es el procedimiento más eficaz para convertir en calor la energía química contenida en la biomasa. El rendimiento energético depende fundamentalmente del tamaño de los combustibles, de su homogeneidad y del poder calorífico. Este último se reduce considerablemente según el grado de humedad. En seco (ausencia total de agua) el poder calorífico es similar para todos los materiales biomásicos (4.500 KcaVkg. para los leñosos y la paja, 9.000 Kcal/kg. para las grasas). Un factor fundamental en la eficiencia de la combustión es el que esta se realice en cámaras cerradas. En fuegos abiertos, debido a la pérdida de gases combustibles sólo se llega a aprovechar de un 10 a un 20 % de la energía desprendida. Esta es una consideración de importancia ya que, por ejemplo, en una actividad como la elaboración de la miel de palma se podrían ahorrar al año en torno a las 140 to219


neladas de leña, teniendo en cuenta que la cocción se realiza en fuegos abiertos. La actuación propuesta en este terreno es obviamente la introducción de una tecnología de hornos eficaces, actualmente bastante accesible y de bajo costo. Otra mejora tendente a producir la máxima eficiencia, que de hecho ya ha sido adoptada por el ICONA, consiste en triturar la biomasa leñosa o agrícola hasta astillas de 8-10 centímetros como máximo. De esta manera se consiguen reducir los costos de transporte y aumentar considerablemente la eficiencia energética. Los residuos astillados deben pasar previamente por una ligera desecación antes de su introducción en el horno, desecación que puede realizarse sobre el propio terreno, retrasando la recogida. Las transformaciones necesarias para introducir estas mejoras en las distintas actividades son prácticamente mínimas, reduciéndose a estos sencillos tratamientos y a la adaptación de hornos para que cumplan las mínimas condiciones de rendimiento energético. La importancia de promocionar la biomasa como fuente energética queda de manifiesto al comprobar que en nuestro caso estamos hablando de una disponibilidad superior a las 25.000 toneladas anuales. El poder calorífico de estos residuos permite hablar de una sustitución de 1 kilogramo de fuel por cada 2,5 a 3,5 kilogramos de residuos. Resulta pues, aparentemente contraproducente la tendencia a sustituir el empleo de la biomasa forestal y agrícola por el fuel o la electricidad, sobre todo en la pequeña industria agroahmentaria. En este apartado conviene igualmente recordar que, excepto en el caso de la leña, en la mayor parte de los subproductos agrícolas no se ha estudiado un plan de empleo con fines energéticos. Destacan en este caso el rolón de platanera que podría ser empleado como material combustible tras su desecación y los subproductos de la vid con un alto valor energético. La eficacia de estas medidas de diversificación energética se basa también en la posibilidad de garantizar a los consumidores un suministro continuo.

Pirólisis La piróHsis o carbonización consiste en la descomposición de la materia orgánica en ausencia de oxígeno. Es decir, que a diferencia de la combustión, la pirólisis se realiza en cámaras herméticas. En general, el proceso de carbonización para la biomasa comienza entre los 300 y los 375° C, alcanzando el óptimo en torno a los 600° C. Entre 120 y 170° C se descomponen el agua y los elementos más ligeros: metano, ácido acético, CO, etc. Entre 300 y 400° C comienza

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la carbonización, que genera como subproducto un alquitrán que no arderá hasta que no se superen los 700-800° C y en presencia de aire. El resultado de esta transformación es un carbón vegetal que representa el 25 % del peso de la biomasa inicial, con un poder calorífico de 6.700 Kcal/kg. y con una pérdida del 60 % de las calorías iniciales. A pesar de esta pérdida de poder calorífico, la ventaja del carbón vegetal sobre la leña se encuentra en su mayor facilidad de transporte y en su gran poder calorífico por unidad de volumen. No obstante, para distancias cortas, tal y como es nuestro caso, sigue siendo mucho más rentable, energéticamente hablando, la combustión directa. De todas formas, debemos resaltar que el actual valor del carbón vegetal no se debe fundamentalmente a sus cualidades energéticas, sino a sus propiedades físico-químicas: carbón activo en filtros anticontaminantes, decolorante en la industria alimentaria, fabricación de pilas, etc., que le confieren un valor especialmente alto. De ahí que en los últimos años se detecte una cierta tendencia a la recuperación del carboneo, actividad que reglamentada convenientemente puede constituir una pequeña industria artesanal con gran valor añadido. Si bien entendemos que la mejor manera de utilizar la leña en la isla es por combustión directa, astillándola previamente, debemos observar que en caso de variar las condiciones de extracción podrían producirse excedentes. Estos excedentes son los susceptibles de ser pirolizados. Además, si nos atenemos a los resultados del inventario, podemos comprobar que con una buena diversificación de recursos energéticos de la biomasa, se alcanzarían excedentes en comparación con la situación actual, superiores a las 10.000 Tn/año, lo que podría representar una producción de 2.500 Tn/año de carbón vegetal. En pirolización exiten tecnologías muy desarrolladas y extremadamente asequibles. Tal es el caso del procedimiento carbotecnia desarrollado por los portugueses. La tínica condición en estos procedimientos es la de asegurar una alimentación continua de las instalaciones.

Fermentación anaerobia. Biogás En los últimos años está cobrando especial auge el tratamiento de los desechos orgánicos vía digestión anaerobia, aunque se trata de una técnica iniciada hace cientos de años. A groso modo, este procedimiento consiste en aislar los residuos orgánicos en recipientes estancos especiales (digestores). Durante un 221


cierto período de tiempo se produce la fermentación en ausencia de aire (anaerobia), que es un proceso de digestión de la materia orgánica por medio de ciertas bacterias. Estas bacterias específicas de la metanización no sólo tienen la particularidad de ser estrictamente anaerobias, sino que en el proceso de digestión son capaces de producir biogás. El biogás es una mezcla combustible de metano y gas carbónico fundamentalmente (entre el 50 y el 70 %), además de otros elementos como el nitrógeno, hidrógeno y oxígeno, en menores proporciones. El tratamiento de la materia orgánica vía digestión anaerobia presenta dos ventajas, lo que le diferencia del resto de los tratamientos que se realizan con fines energéticos o bien con la finalidad de obtener sustratos orgánicos para su utilización como abono. La digestión anaerobia o metanización produce por un lado biogás, combustible de un poder calorífico similar al gas ciudad, y por otro lodos y efluentes semilíquidos que son evacuados del digestor tras la fermentación. Estos constituyen un abono muy superior a la biomasa sin tratar. La digestión convierte los nutrientes orgánicos de partida, como el nitrógeno y el fósforo, en formas químicas más fácilmente asimilables por las plantas y, por otra parte, no se pierden las sales minerales (sobre todo el potasio) que pueden reinsertarse de esta forma en el suelo. Si observamos el inventario de los residuos ganaderos en la Isla de La Gomera, sólo dos explotaciones admitirían en la actualidad la aplicación de técnicas de biometanización con cierta rentabilidad. Sin embargo, las pequeñas explotaciones (al menos de más de 10 cabezas de ganado) podrán dotarse de procedimientos sencillos de biometanización, básicamente con el propósito de producir abono. Para ello sería conveniente el experimentar con los pequeños y sencillos sistemas de digestores discontinuos.

Compost El destino actual de una gran parte de los residuos ganaderos y de pequeñas fracciones de residuos vegetales es el abonado de tierras. Por lo general se mezclan con leña picada y otros residuos agrícolas utilizados como cama para el ganado. Pero desgraciadamente este abono, salvo en raras excepciones, suele estar mal acabado (poco hecho) para que pueda cumplir su misión de mejorar el suelo. Es una labor prioritaria el que en la Isla se difundan ampliamente los diversos métodos de compostaje y se utilicen para ello mayores cantidades, ciertamente disponibles, de residuos agrícolas, forestales e incluso urbanos. No debemos olvidar que La Gomera importa anual-

222


mente en torno a las 2.600 toneladas de abonos químicos (2.569 en 1983). La restitución orgánica a la tierra por procedimientos tan sencillos como el compostaje puede en un corto plazo constituir un importantísimo factor en la recuperación de tierras. El empleo creciente de fertilizantes químicos y la poca disponibilidad y calidad de los abonados orgánicos han ido desplazando paulatinamente esta necesaria restitución. De hecho ya han existido proyectos de creación de una planta de compostaje en la isla, incluso se llegó a habilitar una edificación. Sin embargo, dado el volumen de materia disponible consideramos que una planta centralizada sería inviable por múltiples factores: carestía de transporte, gastos de recogida y distribución, etc. Por ello consideramos como opción más acertada la difusión de estas técnicas a pequeña escala y localizadas a pie de explotación.

2.6.2. ENERGÍA Y PARTICIPACIÓN DE RENOVABLES

Energía eléctrica La Gomera posee una central eléctrica instalada en la Villa de San Sebastián, reestructurada y modernizada en los últimos años. Debido a la escala del sistema, la generación de electricidad en la Isla es una actividad cara. El coste de generación se triplica prácticamente en relación con otras zonas y el rendimiento del sistema disminuye en función de la potencia instalada. En la tabla 44 podemos ver el número de Kwh generados y el consumo medio estimado de combustible. En estas condiciones, la diversificación e introducción de nuevas tecnologías en la generación de electricidad se convierte en una hipótesis más que factible por su relación de competitividad en comparación con otros sistemas de mayor envergadura.

223


TABLA 44 CONSUMOS TOTALES DE COMBUSTIBLE EN GENERACIÓN DE ELECTRICIDAD Mwh PRODUCIDOS. CONSUMO DE COMBUSTIBLE POR Kwh PRODUCIDO Año 1982: Tn Mwh g/Kwh

:

2.679 10.784 248

Año 1983: Tn Mwh g/Kwh

3.232 12.317 262

CONSUMO ELÉCTRICO POR SECTORES Concepto

Mwh

Año 1983 Alumbrado doméstico Alumbrado comercial Alumbrado público Total alumbrado Fuerza Motriz Baja Tensión Fuerza Motriz Alta Tensión Total fuerza Total fuerza + alumbrado

3.377 1.667 1.051 5.395 2.405 3.898 6.303 11.698

La red eléctrica de la Isla se ha llegado a completar hace muy pocos años, de ahí que el consumo haya experimentado un crecimiento constante frente a lo que se podría esperar tras el análisis de la evolución socioeconómica. Su estructura anular abarca de una manera ampha la mayor parte de los asentamientos, quedando muy pocas entidades de población sin electrificar, tal como se especifica en la tabla 45.

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TABLA 45 NÚCLEOS SIN ELECTRIFICAR Entidad

El Cabrito Vegaipala Jerduñe Erquito Gerián Quise Tejiade

Municipio

San Sebastián San Sebastián San Sebastián Vallehermoso Valle Gran Rey Alajeró San Sebastián

Familias

Viviendas

4 4 11 8 3 1 2

13 27 36 15 — 16 12

Sin embargo, la extensión de la red, aún mejorando el servicio, ha creado unos efectos colaterales que no se han evaluado en profundidad. En numerosas zonas el tendido eléctrico representa un impacto paisajístico desproporcionado en relación al volumen de la demanda. Se dan casos de tramos con costes superiores a 15 millones de pesetas que prácticamente electrifican una o dos viviendas. Incluso existen nuevas propuestas de electrificación sencillamente disparatadas; como, por ejemplo, el tendido hasta Erque (donde existe una clara posibilidad de aprovechamiento hidroeléctrico a pequeña escala) o bien Vegaipala (entidad con buenas posibilidades de viento). Frente a este tipo de actuaciones sugerimos la posibilidad de realizar estudios de detalle con el fin de dotar a las pequeñas entidades (menos de 10-15 familias) de sistemas autónomos: combinaciones diesel-eóHca, diesel-microhidráuHca o bien sistemas convencionales con apoyo fotovoltaico. En este nivel, los sistemas energéticos alternativos de carácter autónomo pueden llegar a ser más competitivos que los convencionales si contabilizamos correctamente los factores técnicos y económicos que intervienen en los mismos: coste por kilowatio instalado, mantenimiento, coste real de generación; además, todo ello sin valorar el coste añadido del deterioro paisajístico. Quizá esta desproporción entre medios y fines se deba a las abundantes dotaciones del PLANER (Plan de Electrificación Rural) que confiere a sus actuaciones un carácter netamente metropolitano. Aunque es necesario recordar que en el PLANER existe la recomendación precisa de invertir al menos 10 % en nuevas energías en el conjunto de sus actuaciones. El llevar estrictamente a la práctica esta disposición significaría reducir considerablemente el impacto de la red en una isla donde el paisaje es un valor fundamental. Existen otras medidas que ayudarían igualmente a rebajar el impacto de las redes. Una de ellas sería el rediseñar o camuflar los trans225


formadores, se han presentado diseños de revestimiento en piedra o con utilización de colores no impactantes. Otra evidente consistiría en hacer coincidir los soportes del tendido eléctrico con los de la red de telefonía, evitando duplicidad de funciones y consumos de espacio innecesarios. Para estudiar las variaciones en la carga diaria en la Isla hemos elegido una serie de días significativos según criterios generales, en este caso los primeros miércoles de cada mes. La escasa incidencia de la actividad industrial se ve rápidamente reflejada en las curvas, teniendo por lo general las horas punta a partir de las 7 de la tarde. Sin embargo, conviene tener en consideración un factor muy importante: el bombeo de agua. En algunas épocas, sobre todo en la temporada seca, los bombeos llegan a suponer una parte muy importante de la potencia demandada, a veces más del 30 %. En la tabla anexa recogemos los principales pozos y la potencia de las bombas instaladas. El bombeo es uno de los factores que obliga a sobredimensionar la red, representando un consumo muy fuerte sobre el total de la isla, más del 20 %. Por ello consideramos importante el estudio de sustituciones energéticas en este terreno.

TABLA 46 PRINCIPALES ESTACIONES DE BOMBEO Potencia

Pozo Boni Pozo Hargán Pozo Raspadero SS Agrupación Noruega La Rajita El Altito (Comunidad Regantes) Comunidad Calera Comunidad La Puntilla

160 KVA 135 KVA 135 KVA 400 KVA 400 KVA 200 KVA 100 KVA 100 KVA

Posibilidades de las energías renovables La electricidad es un vector energético especialmente adecuado en determinadas funciones, tales como alumbrado, fuerza motriz y algunos usos específicos. En estas ocasiones el rendimiento energético

226


es bueno en relación a otros vectores. En otros casos, como la generación de calor a baja y media temperaturas (30° hasta 100°-200'') la electricidad puede convertirse en un mal negocio; los rendimientos globales del proceso pueden ser del 15 % e incluso inferiores. Aunque se pueda argumentar que si empleamos o disponemos de energías renovables en abundancia el rendimiento pasa a ser un factor secundario, conviene recordar que las nuevas tecnologías energéticas cubren un espectro tan amplio que permiten una adecuación al uso final con la máxima eficiencia. Nuestra estrategia se basa en lograr el máximo grado de sustitución a través de las energías renovables pero teniendo en cuenta la mejor adecuación a los usos finales y la garantía del servicio. Por ejemplo, en el caso de los bombeos de agua a baja cota y pequeño caudal puede resultar superfino recurrir a la energía eléctrica, aunque sea de origen cólico, cuando podemos disponer de molinos de viento de bajo coste y simple mantenimiento. Otro sería el caso de la paulatina sustitución de hornos de leña por sistemas eléctricos o de fuel, siendo el sistema más adecuado el empleo de la leña. Lo mismo podríamos aplicar a la generación de agua caliente sanitaria cuando el balance más favorable corresponde a la energía solar. Sin embargo, las previsiones institucionales preveen un crecimiento en el consumo eléctrico del 10 % anual, lo que obligará a aumentar la potencia instalada hasta casi el doble. Pensamos que la actual potencia eléctrica convencional instalada es más que suficiente para cubrir la demanda en los próximos diez años, ya que debemos contar con los siguientes factores: — Excepto que se produzcan actuaciones institucionales o privadas de envergadura (turísticas, construcción de la carretera del sur. Aeropuerto...) que signifiquen directa o indirectamente un aumento sensible de las actividades consumidoras de electricidad, creemos que la población y la demanda tenderán a estabilizarse en los próximos diez años (ello en el mejor de los casos). En caso contrario habría que evaluar los costes derivados de un aumento brusco de la demanda y cargarlos como en toda buena contabilidad, dentro de los límites legales establecidos, a la actividad o centro que ocasione un redimensionamiento de la oferta eléctrica. — Que en el caso de que se aceptaran los criterios de racionalidad energética para nuevos proyectos de colonización o rehabilitación de zonas, el empleo de las nuevas tecnologías debería jugar un papel fundamental en su diseño y planificación. — La participación de las energías renovales en el conjunto de la potencia eléctrica instalada en la isla pod^a_rebasar con muy poco esfuerzo los 600 Kw. 227


— Aceptar a priori una estrategia de consumo eléctrico convencional creciente, sentando bases de infraestructura no demostradamente necesarias, puede condicionar en alguna medida las posibilidades de esquemas energéticos alternativos. La rigidez en los planteamientos energéticos convencionales implica el aceptar una determinada linea de desarrollo, cuya idoneidad y posibilidad está aún por demostrar. Las fuentes de energía renovables con más claras posibilidades de participación en el conjunto de la oferta de generación de electricidad de la Isla con la cólica y la hidroelectricidad. Las tecnologías solares, tanto la fotovoltaica como la heliotérmica, representan en el primer caso una posibilidad sujeta a las variaciones del mercado de células solares que si se cumplen las previsiones podrán bajar de precio en un plazo de diez años hasta un 20 % de su valor actual y, en segundo caso, se trata de una tecnología muy sofisticada, en fase de experimentación y de costes prohibitivos. Ciñéndonos a un horizonte de dielz años podemos partir de una hipótesis conservadora con una participación en la potencia instalada de unos 500 Kw. eólicos-hidráulicos conectados a la red. Los cuatro saltos hidroeléctricos propuestos en el estudio justifican sobradamente la posibihdad de instalar al menos 300 Kw., mientras que el resto deberá ser cubierto con la participación eólica. Se trata de una hipótesis moderada para los próximos años, incluso dentro de las previsiones y recomendaciones del PLANER. La combinación eólico-hidráulica es de una gran flexibilidad. La producción de hidroelectricidad puede ser delimitada con cierta exactitud ya que está supeditada a las horas de riego, que se planifican según un rígido esquema, en cambio, aún siendo menos previsible la participación eólica, su dispersión permite garantizar una cierta continuidad en el suministro, o al menos prever con cierta exactitud sus variaciones. En los momentos en que la generación eóhca se complemente con la hidráulica estaríamos prácticamente alcanzando la potencia de base o nivel mínimo de potencia demandando por el sistema, y en algunos casos podría rebasarse. Tanto por si se aumenta esta hipotética participación de las nuevas energías, como en previsión de que la potencia de base descienda en algunos períodos por debajo de los 700-800 Kw., se sugiere un sistema de almacenamiento en base a mini-centrales reversibles por bombeo.

228


TABLA 47 EVOLUCIÓN DE LA DEMANDA ENERGÍA ELÉCTRICA ISLA DE LA GOMERA Año

1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980.... 1981 1982 1983

Mwh.

1.211 2.122 2.981 3.886 4.345 5.200 6.340 7.613 9.811 11.822 13.200

Posibilidades de la micro-hidráulica El aprovechamiento de las aguas en La Gomera con fines energéticos cuenta con numerosos antecedentes. En primer lugar, con una larga tradición en la construcción de molinos de agua, basados en una rudimentaria tecnología de turbinas de eje vertical, y posteriormente, con la introducción a principios de siglo de turbinas más modernas que permitieron aprovechar saltos de mayor envergadura. En efecto, durante cincuenta años la Compañía Hidroeléctrica de Monteforte explotó una central de 70 Kw. en el barranco del mismo nombre; llegó incluso a exportar electricidad a la Villa de San Sebastián, convirtiéndose así en la primera central de la isla. Fueron los saltos hidroeléctricos los pioneros en la electrificación de La Gomera, ya que la primera central en San Sebastián se inauguró quince años más tarde que la hidroeléctrica de Monteforté. Además de saltos como el de Monteforté, concebido exclusivamente para producir electricidad, existieron aprovechamientos hidroeléctricos a partir de los antiguos molinos de agua. Un ejemplo de ello lo tenemos en Valle Gran Rey: en la zona de La Calera existían cuatro molinos de agua que aprovechaban las aguas de la acequia principal del Valle Bajo. Tras la adquisición y fusión de los cuatro molinos se logró desviar la acequia, que como en casi toda la isla marcaba su curso según el riego y los molinos. En este caso se conservó la antigua

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obra física, pero se sustituyó la maquinaria antigua, muy poco eficiente, por una turbina inglesa tipo Pelton con una potencia de 8 Kw. Con posterioridad se compatibilizó la actividad de molienda con la instalación de un generador eléctrico, lo cual representó la introducción de la electricidad en Valle Gran Rey por vez primera. El aspecto más curioso e interesante de este caso viene dado por el hecho de que la turbina fue despiezada, y contando sólo con la capacidad técnica de los artesanos de la zona se realizaron dos copias que entraron en servicio en los municipios de Alojera y Barranco de Santiago. De un caso similar se tiene referencia en Agulo, donde fue instalada otra turbina. También en Valle Gran Rey, en la zona de Guada, se reconvirtieron antiguos molinos de agua en los que se instalaron pequeñas turbinas y generadores eléctricos. Por tanto, el empleo de la microhidráulica para obtener fuerza mecánica o electricidad no es un hecho nuevo en La Gomera. Las especiales condiciones sobre las canalizaciones favorecen aún más la posibilidad de retomar y explotar más eficazmente este recurso energético. Sin grandes obras, y adaptándose a la actual estructura de canalizaciones, podrían instalarse con un mínimo esfuerzo al menos unos 200 Kw. basándose en pequeños saltos muy distribuidos. En algunos casos se justificaría su conexión a la red (Monteforte, Agulo y La Encantadora), en otros deberían funcionar como sistemas autónomos. Podrá argumentarse que no se trata de una potencia instalada realmente importante, pero esto es si tomamos referencias urbanas e industriales de grandes consumos. En reaüdad el conjunto de la isla tiene una potencia máxima de demanda en torno a los L700 Kw., y para hacernos una idea, el mayor establecimiento comercial de la vecina Las Palmas tiene mayor consumo eléctrico que el conjunto de la isla de La Gomera. Este potencial significaría que la microhidráulica podría cubrir sin esfuerzos prácticamente el 5-10 % de la potencia eléctrica instalada. Además, la producción hidroeléctrica a pequeña escala es fácilmente regulable, constante y previsible, ya que puede estar sujeta a horarios bastante rígidos; todas estas condiciones favorecen su conexión a la red. Tecnologías Microhidráulicas Apropiadas Los aprovechamientos de interés en la isla se caracterizan por pequeño caudal (entre 15 y 25 1/s.) y por el gran desnivel de los saltos posibles (entre 40 y 200 metros). Estas condiciones limitan por sí solas el tipo de turbinas a emplear. Entre las turbinas disponibles debemos desechar las de tipo BANKI, adaptadas para grandes caudales (más de 100 1/s.) y pequeños saltos.

230


ENERGÍA EOLICA Zonas mayor recursos eólicos y dirección dominante de los vientos

>


Pero las más útiles en nuestro caso serían las PELTON o TURGO, especialmente diseñadas para grandes desniveles y pequeños caudales. Este tipo de turbinas posee varias ventajas. En primer lugar, su bajo coste por Kw. instalado, siempre inferior a las 100.000 pesetas, el mantenimiento es bastante sencillo, y en el caso de potencias muy pequeñas son relativamente fáciles de diseñar y construir en talleres mínimamente dotados. Su rendimiento energético es muy bueno, en torno al 80 %. Son turbinas de mucha potencia en relación con su tamaño, y fundamentalmente, la gama de saltos en que resultan eficaces es muy apropiada (de 12 a 300 metros) y con caudales pequeños (0,1 a 50 1/s.). La potencia de estas turbinas puede variar de 10 w. hasta 100 ó 200 Kw., dentro de este margen se encuentran las posibilidades en La Gomera. Alcanzan grandes velocidades de rotación (de 500 a 3.000 rpm) lo que permite acoplarlas directamente a un generador prescindiendo de un elemento costoso como es el multiplicador. Por ello, las instalaciones resultan sencillas, reducidas, duraderas y económicas. La posibilidad de mantener un número de vueltas constante facilita igualmente la posibihdad de conexión a la red, ya que se genera a potencia constante y se evitan complejos sistemas de control (como ocurre en el caso de la energía eólica).

2.7. ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS En la actualidad el único territorio que cuenta en La Gomera con figura de protección bien definido es el del Parque Nacional de Garajonay, creado por Ley 4/1981, de 25 de marzo. Dicho parque cubre 3.949 Ha. y representa un 10,6 % de la superficie. La ley contempla la existencia de una zona periférica, que cuenta también con un cierto grado de protección. El Parque de Garajonay, ha sido declarado en 1986 por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad, con lo que su carácter de espacio natural único recibe un respaldo y promoción internacional. Según la Ley de Montes de 8 de junio de 1957 se considera de utilidad pública una considerable superficie del territorio isleño (véase tabla, adjunta). La gestión tanto de estos «montes» como del Parque corre a cargo del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA). Este Instituto ha reaUzado en 1983 y para el excelentísimo Cabildo Insular de La Gomera el Plan Especial de Protección y Catalogación

232


de Espacios Naturales, en el que teniendo en cuenta criterios geológicos, geomorfológicos y de vegetación, así como el grado de representación de los ecosistemas analizados, en la isla y en el conjunto del archipiélago, se catalogan y se proponen para protección un total de veinte nuevos espacios, además del Parque Nacional (véase su relación en la tabla y mapa adjuntos, así como su representación por municipios), que en su conjunto suman 11.533 Ha., el 29,2 % del territorio de La Gomera. En este informe se analizan las limitaciones de tramitación de las figuras protectoras en el marco jurídico actual (en particular la Ley del Suelo), siendo la única posibilidad apoyarse en la redacción de un Plan Especial que tendría que realizarse para cada uno se los municipios. No obstante, el informe propone la posibilidad de proteger la unidad 7 (Barranco de Majona), mediante la declaración de Parque Natural dentro del marco de la vigente Ley de Espacios. Naturales

233


Protegidos de 1975, único instrumento válido para aproximarse al grado de protección que dicha unidad merecería, y mientras no se actualice la legislación sobre conservación de la naturaleza. La Ley de Montes brinda también, posibilidades de protección, como declarar «monte protector» a todos aquellos montes incluidos en un espacio catalogado. Es necesario en este contexto hacer referencia a la opinión de los redactores (ICONA, 1983) sobre la utihdad de las propuestas de protección en el diseño de un plan de desarrollo adaptado a las características de La Gomera; así en la justificación del Plan Especial seña-' lan: «entendemos que si se llega a acometer algún día la elaboración de un Plan de EcodesarroUo Integral de la isla de La Gomera, tal como se viene oyendo últimamente, la red de espacios recogida en el presente Plan Especial ha de constituir un soporte clave sobre el que planificar». No queremos terminar estas notas sin mencionar un tema que pensamos debería considerarse: La isla de La Gomera constituye un valiosísimo ejemplo de implicación de las actividades humanas en el medio natural. En ella, no sólo los paisajes y ecosistemas «naturales» son relevantes, sino que casi el mismo valor tiene los ecosistemas rurales, el paisaje humanizado por una ingente labor de lucha contra la gravedad y la erosión. Las figuras proteccionistas no deben sólo afectar al paisaje presuntamente «virgen» o no transformado, sino también al rico patrimonio ecológico y cultural que es consecuencia de una interacción prolongada entre el hombre y la naturaleza. En este sentido, y de acuerdo con los criterios de un conservacionismo moderno, sustentado por los principales organismos internacionales (MAB, Consejo de Europa, Estrategia Mundial para la Conservación de la Naturaleza, UICN, PNUMA, WWF) pensamos que una declaración de Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, debería afectar al conjunto del territorio insular. Ello sería coherente con las actuaciones de ecodesarrollo, y por ello, se recoge como propuesta en los capítulos siguientes de este estudio.

ESPACIOS CATALOGADOS SEGÚN MUNICIPIOS

Ha.

Total

AGULO Riscos de Hermigua Garajonay

234

48 770

818


Ha.

Total

ALAJERO Roque de Imada Pinar de Imada Acantilados de Alajeró La Caldera Garajonay

2 15 176 20 250

463

403 199 1.060

1.662

1.081 164 620 735 303 290

3.193

423 7 559 47 350

2.772

HERMIGUA Riscos de Hermigua y Agulo Enchereda Garajonay SAN SEBASTIAN Majona Puntallana Aguajilva Barranco del Cabrito Los Roques-Cabecera del Benchijigua Garajonay VALLE GRAN REY Pared Izqda. del Barranco de Valle Gran ReyBarranco de Argaga Punta de la Calera-Playa del Inglés Riscos de Heredia y la Mérida Acantilado del Lomo del Carretón Garajonay VALLEHERMOSO Paterna Los Órganos-Finca de Trujillo Roque Cano Roque Blanco-Tión Barranco de Erque

111 578 4 21 302 235


Pared Izquierda del Barranco del Valle Gran Rey-Barranco de Argaga Acantilado del Lomo del Carretón TOTAL

Ha.

Total

249 1.300

2.625

11.533

11.533

Fuente: Gobierno de Canarias ICONA (1983).

DESGLOSE DE ESPACIOS NATURALES SEGÚN MUNICIPIO

Municipio

Agulo Alajero Hermigua San Sebastián Valle Gran Rey Vallehermoso TOTAL

Espacios catalogados (Ha.)

Territorio municipal (Ha.) (%)

818 463 1.662 3.193 2.772 2.625

2.674 5.063 4.091 10.702 3.350 11.300

30,59 9,14 40,63 29,84 82,75 23,23

11.533

37.180

31,02

Media de afección por municipio: 36,03 Fuente: ICONA.—Consejería de Obras Públicas. Gobierno de Canarias (1983). Plan Especial de protección y catalogación de espacios naturales de La Gomera. Documento preparado para el excelentísimo Cabildo Insular. (Memoria y Mapas.)

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ALGUNAS C A R A C T E R Í S T I C A S DE INTERÉS DE LOS ESPACIOS NATURALES SELECCIONADOS EN LA ISLA DE LA GOMERA Nombre

Situación

Interés

Conjunto de Roques (Agando, etc.). Taparuchas de La Laja.

Borde Oriental de la Caldera Central. Cabecera del Bco. de La Laja.

Escarpe Norte de Echereda. Roque Cano. Los Órganos.

Pared Oiental del Valle de Hermigua. Vallehermoso. Costa Norte de la Isla.

Sector antiguo del Noroeste. Fortaleza de Chipude.

Zona entre Taguluche y Chigueré. Borde Sur de la Caldera Central.

Barranco de La Iguala. Barranco La Rajita. Barranco de la Negra. La Caldera. Barranco de Ereses. Cabecera del Barranco Benchijigua. Barranco de Chinguarime.

Costa SO de la Isla. Costa SO de la Isla. Costa SO de la Isla. Costa Sur de la Isla. Costa Sur de la Isla. Zona Centro-Sur. Costa Sureste.

Escarpe de basaltos horizontales.

Zona de Arure.

Espectaculares pitones (Roques). Diques resaltando. Importancia paisa: jística. Escarpe interior. Interés paisajístico. Roque espectacular. Pitón sálico con disyunción columnar. Único en el Archipiélago. Serie antigua muy compleja. Pitón con derrame tipo fortaleza. Interés paisajístico. Barranco encajado. Barranco encajado. Barranco encajado. Único cono volcánico. Barranco encajado. Cabecera calderiforme. Barranco encajado de fondo plano con rellenos. Apilamiento de coladas.

Fuente: Gobierno de Canarias. ICONA. 1983. Ni


RELACIÓN DE ESPACIOS CATALOGADOS PARA PROTECCIÓN 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17.

Paterna Los Órganos-Finca de Trujillo Roque Cano Roque Blanco Tión Riscos de Hermigua y Agulo Enchereda Majona Puntallana Aguajilva Barranco del Cabrito Los Roques-Cabecera de Benchijigua Roque de Imada Pinar de Imada Acantilados de Alajeró . La Caldera Barranco de Erque Ladera Izquierda de Valle Gran Rey-Barranco de Argaga 18. Punta de La Caldera-Playa del Inglés 19. Riscos de Heredia y la Merica 20. Acantilado del Lomo del Carretón 21. Garajonay TOTAL

238

111 578 4 21 451 199 1.081 164 620 735 303 2 15 176 20 302 672 7 559 107 3.949 10.076


LOS ESPACIOS NATURALES CATALOGADOS

^Los OrganosiVinca de Trujillo

Riscos de Hermigua ulo

Majoña Lomo del Carretón

La Améri

Pta.La C C1 a y a del Inglés

Valle Gráh Rey Argaga co.del Cabri to

Acantilados de Alajerd Fuente: Gobierno de Canarias. ICONA 1983.


3.

Resultados


-^i^s,.


3.1.

SECTORIZACION DEL TERRITORIO A partir de la cartografía temática disponible, se realizó un análisis de los factores ecológicos de mayor interés para la caracterización de territorios amplios: geología (litología, estructura del relieve, geomorfología, pendiente) y síntesis de clima-vegetación. Mediante superposición de la cartografía resultante, se definieron una serie de áreas o sectores de relativa homogeneidad al nivel de detalle considerado. Para la definición de dichas áreas, cuyos límites eran en muchos casos difusos, se utiüzó la fotografía aérea, haciendo coincidir las fronteras con las discontinuidades naturales más evidentes. De esta división provisional resultaron doce áreas, con una representación territorial suficiente (no se consideraron las que ocupaban territorios mínimos), correspondientes, a grandes rasgos, a los siguientes ambientes: dos a zonas altas (Monte Verde y área de Chipude); cuatro a fondos de grandes barrancos; dos a las cabeceras pobladas de los barrancos del sur y cuatro a zonas de diferente carácter en medianías y proximidades del mar (lomadas, comarca noroeste, desnivel del norte, barrancos del este). Las características (ecológicas, agrarias, poblacionales) de estos sectores fueron analizadas sobre el terreno, y posteriormente comparadas y discutidas con la división surgida del análisis de la evolución demográfica. De esta forma se llegaron a definir catorce áreas que pretenden ser homogéneas respecto a demografía, dinámica socioeconómica y condiciones ecológicas. Es de destacar la notable coincidencia existente en las sectorizaciones obtenidas con distintos criterios, lo que, en nuestra opinión, se debe a la naturaleza tan acusadamente contrastada del ambiente geofísico gomero. Las actividades humanas están así enmarcadas, determinadas por fuertes pendientes y casi infranqueables barrancos. Ga243


nar la horizontal en estas condiciones cuesta caro, y más aún el suelo fértil y regable. Podemos decir con seguridad que allí donde era posible construir suelo con técnicas tradicionales ya se ha hecho. Las matizaciones que el análisis demográfico aporta a los condicionantes físicos, suelen deberse a causas ajenas a la actividad agraria (casos de San Sebastián y Playa del Vahe Gran Rey) o bien a la aplicación de tecnologías modernas (Enclaves plataneros del sur). En el resto de los casos la evolución poblacional ha seguido en La Gomera los dictados inapelables del ambiente, de la potenciahdad productiva de los recursos. No obstante dicha evolución ha estado muy mediatizada por el mercado. Como ya se ha indicado en el capítulo correspondiente, el hundimiento de los canales de comercialización y del autoabastecimiento agrario ha sido un acicate adicional para la crisis. En las páginas siguientes exponemos las características (geofísicas, productivas, paisajísticas...) de las catorce áreas, así como las propuestas específicas para cada una de ellas. En cada caso se acompaña una tabla con datos sobre situación demográfica.

3.2. DIRECTRICES GENERALES Tomando como base los estudios realizados sobre recursos naturales, dinámica demográfica y socioeconomía, se ha dividido la isla en catorce zonas. Consideramos que para lograr la máxima eficacia en una experiencia de desarrollo ecointegrador, se debe comenzar por actuaciones en pequeñas áreas, con bajos presupuestos y mínimos riesgos, que actiien como ejemplo dinamizador. Las claves para asegurar la continuidad y eficacia del Ecoplán, superando el mero nivel de estudio, están en el diseño organizativo de las experiencias y en el protagonismo de la población. Para el conjunto de la isla y de forma general se han utilizado los siguientes criterios: — La estrategia básica de actuación consiste en la recuperación del mercado interior de productos agrarios en fresco, actualmente hundido por las importaciones del exterior. — Esta recuperación pasa por la potenciación de los productos básicos no perecederos, a través de cooperativas campesinas de comercialización para después ir creando un cooperativismo de producción que permita la diversificación del mercado en determinadas localidades claves.

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i) SECTORES HOMOGÉNEOS SEGÚN ANÁLISIS DEMOGRÁFICOS

> Tí >

A-Norte B - Noroeste C - V a l l e Gran Rey D - Meseta central E-Sur F - Bco. Aguajilva - La Laja

1 - Vertiente Norte - Costa 2 - Vertiente Norte - Resto 3 - Vertiente Noroeste - Costa 4 - Vertiente Noroeste - Resto 5 - B . V. Gran Rey-Costa 6 - B . V. Gran Rey-Resto 7 - Vertiente Sur - Costa 8 - Vertiente Sur - Resto 9 - Meseta Central 10 - San Sebastián - El Molinito 11 - Bco. Aguajilva ~ La Laja


rv)

ÁREAS DE ACTUACIÓN DEFINITIVAS Y ZONAS CONECTADAS

> >

1 - S a n Sebastián 2 - Barranco de La Laja 3 - Á r e a s plataneras del Norte 4 - Medianías del Norte 5-Alturas del Norte 6 - Comarca de Alojera 7 - Área de Arguamul - Chigeré 8 - Costa de Valle Gran Rey 9 - Barranco de Valle Gran Rey 10 - Los enclaves plataneros del Sur 11 - Lomadas del Sur 12 - Cabeceras de barranco del Sur 13-Alajeró 1 4 - C o m a r c a de Arure y Chlpude


Sustitución progresiva y parcial de la actual exportación frutícola por productos que compitan por su calidad y formas de producción. Mejora y renovación de las canalizaciones de riego, puesto que en este momento se pierde hasta el 30 % del caudal por infiltración. La potenciación de las pequeñas industrias agrarias, elaboradoras de miel de palma, quesos curados, almogrote, miel de abejas, vinos, dulcería, etc., con amplia demanda en el mercado interior y con grandes posibilidades de promoción exterior. El aprovechamiento racional y la revalorización de los agrosistemas: brezal abierto con pasto intercalado, matorral-pasto en zonas áridas, setos forrajeros entre los bancales y sistemas adehesados, con rotación de cultivos y técnicas de compostage, favoreciendo los procesos de capitalización de los ecosistemas. Desarrollo de una ganadería basada principalmente en recursos forrajeros propios, con razas autóctonas (cabra, cerdo negro) y especies de interés (ovejas en algunas áreas). Establecimiento de un plan de participación de las nuevas energías en el conjunto de la producción eléctrica de la isla (sustitución de un 40 % en un plazo de diez a quince años). Reciclado y aprovechamiento integral de los residuos urbanos e industriales con plantas de tratamiento y selección de basuras en algunas zonas. Estudio de soluciones jurídicas e institucionales a los problemas del agua del suelo agrícola y de la vivienda antigua, para racionalizar y potenciar su uso. Rehabilitación de viviendas (deshabitadas en un 40 %), ya sea con fines residenciales o con otros objetivos en íntima relación con propuestas de desarrollo agrario. En esta línea urge la recuperación de materiales de construcción tradicionales (tejeras, canteras, etc.). Estudio de las posibilidades de desarrollo de actividades terciarias como complemento de las explotaciones agrarias. Agroturismo con residencia en las viviendas rehabilitadas. Conectando diversas zonas de la isla se organizarán itinerarios y cursos que teniendo como eje el Parque Nacional de Garajonay permitan conocer la geografía, la historia y la cultura de La Gomera, participando de manera activa en las experiencias del Ecoplán. La gestión de las actividades terciarias debe ser asumida por la población local afectada. Para ello y para la puesta en marcha de 247


los nuevos tipos de explotación cooperativa, serán necesarias actividades de dinamización que faciliten al máximo la integración de la población como motor de su propio desarrollo. Análisis detallado de las carencias y necesidades de la red de comunicaciones de la isla, así como el estudio de posibilidades alternativas marítimas para comunicar las poblaciones del Sur. Revalorización de las actividades culturales, artesanía, folklore y gastronomía, a través de cursos para la enseñanza y difusión de las mismas. Asimismo, sería necesaria la organización de actividades en torno al papel histórico y geográfico de la isla y sus posibilidades de futuro.

3.3.

ÁREAS DE ACTUACIÓN Y PROPUESTAS Área 1 ÁREA DE EXPANSIÓN URBANA DE SAN SEBASTIAN El medio físico y biológico Zona de carácter urbano, abarca la margen izquierda del barranco de la Villa hasta el poblado de El Molino, incluye además el barrio de El Calvario y la lomada de San Sebastián. Clima muy árido, vegetación de tabaibales y cardonales muy alterada, fuertes vientos frecuentes por encajamiento y efecto de succión del barranco. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 4.495 (25 %) Ancianos por 100 niños: 28 % Población entre 15 y 39 años: 40 % Población de 40 y más años: 29 % Población activa en el sector primario: 8 % Población activa en la construcción: 30 % Dictamen poblacional: Muy joven

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Sinopsis El área de expansión de la capital, afecta al cauce y margen izquierda del amplio barranco de la Villa. Agrupa a la cuarta parte de la población insular, con un predominio de jóvenes. El desarrollo y consolidación de este núcleo urbano es reciente, del presente siglo, y con un grado alto de artificialidad, inducida por el ejercicio de una capitalidad efectiva y muy relacionado con el descenso demográfico y la crisis de los restantes zonas. Su relación con las poblaciones del norte y del oeste se ve muy limitada por la dificultad de los trayectos; de forma que la capital se encuentra en un relativo aislamiento territorial (rodeada por un extenso y árido despoblado), consituyendo en cierto modo una entidad cerrada, con una dinámica singular muy distinta a la del resto de la isla. La proporción de trabajadores en el sector primario es muy baja, mientras que la construcción ocupa a más del 30 %. La terciarización de las actividades es quizás la principal característica productiva. Las propuestas se concretan en actuaciones de conservación y rehabilitación del casco histórico, revalorización del ambiente (jardinería, paisaje urbano); junto con el reciclado y tratamiento de los residuos. Mayor importancia estratégica, por afectar al resto de la isla, tiene la recuperación del mercado agrario y la creación de canales de comercialización cooperativa. Las actuaciones puntuales van en la línea del aprovechamiento de la energía cólica, por ser una de las áreas con mayor potencialidad debido a los fuertes vientos, constantes durante buena parte del año. En las lomas y barrancos que rodean a San Sebastián (El Magro, Jaragan, Enchereda, etc.) se desarrolla una ganadería en condiciones muy precarias; en caseríos aislados dedicados a la cría de ovejas y cabras, con elaboración de quesos que venden en la capital. El acondicionamiento de los pequeños manantiales (minos) de los que dependen, la regulación del pastoreo y, en su caso, el apoyo; puede ser un objetivo de interés. De cualquier forma, es conveniente hacer compatible dicho aprovechamiento con la conservación de ecosistemas relevantes en esta zona (Barranco Majona, Aguajilva, El Cabrito). Actuaciones de carácter general — Plan de protección y rehabilitación del casco histórico. — Catalogación de la edificación de interés histórico o ambiental. — Construcción de jardines y tratamiento del paisaje urbano, en las zonas con perspectiva: Laderas del barranco, El Calvario, etc. 249


— Formalización de la venta cooperativa de productos agrarios provenientes del barranco de La Laja. — Instalación de plantas de tratamiento y reciclado de residuos urbanos. — Recuperación y protección del molino cólico de vela de La Lomada de la Villa. — Estudio de la viabilidad para la instalación de un aerogenerador de potencia en La Lomada de la Vüla. — Estudio de viabilidad para la instalación de eólicas de bombeo. — Ubicación de vertedero controlado insular. Área 2 BARRANCO DE LA LAJA El medio físico y biológico Barranco excavado en los basaltos antiguos con fuertes pendientes verticales en ambas laderas. Clima muy árido y vegetación propia del piso basal. En la parte alta restos de sabinar con jaras, pinares de repoblación y brezal en la cabecera. Las posibilidades de riego y la ausencia de viento en los lugares protegidos del lecho del barranco, crean buenas condiciones para cultivos subtropicales. En torno al barranco de la Villa, amplia zona despoblada con características geológicas muy limitativas (relieve abrupto, escasez de suelo cultivable, escasez de manantiales). Descripción demográfica Población (% sobre el total): 432 (2,4 %). Ancianos por cien niños: 35 %. Población entre 15 y 39 años:.32 %. Población de más de 40 años: 35 %. Población activa en el sector primario: 22 %. Población activa en la costrucción: 51 %. Dictamen poblacional: Rejuvenecida sobre una estructura envejecida. Sinopsis La cercanía y buena comunicación con el núcleo de San Sebastián, son la causa del mantenimiento y la relativa juventud de la población

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en el barranco de La Laja, si bien la mayor parte trabaja en la capital. La calidad del suelo agrícola y el regadío (acequias, estanques) permite una producción agrícola-muy diversificada (millo, papas, cultivos de huerta, árboles variados) con ganadería asociada (ovejas, cerdos y algunas cabezas de vacuno) que aprovecha los subproductos de la huerta. Las condiciones son buenas para incrementar la producción, si se salvan las barreras comerciales, debido a la seguridad de un mercado cercano. No obstante, el grado de abandono de las explotaciones es alto, especialmente en los núcleos más alejados. Es una de las pocas zonas donde es posible intensificar los cultivos subtropicales (mangos, aguacates, papaya) para abastecer el mercado interior y la demanda turística. Con todo, la línea estratégica prioritaria en el ámbito agrario se cifra en los productos no perecederos, de carácter tradicional (papas, calabaza, cebolla, ajos, etc.). Esta línea, unida a la recuperación de vivienda con vistas a la posible implantación de cierto tipo de turismo, es la primera actuación que se propone desarrollar en la isla. Actuaciones de catácter general — La Lfl/íz-Núcleo de actuación integrada. — Dehmitación de cascos. — Rehabihtación y reocupación de vivienda antigua. — Estudio del impacto paisajístico del tendido eléctrico y posibles soluciones. — Creación de líneas de comercialización agraria asociativa. — Centro específico de las fórmulas asociativas comunes a todo el barranco. — Restauración y protección de tres molinos de agua que conservan la maquinaria. Estudio de puesta en funcionamiento de uno de ellos. — Selección de cultivos subtropicales de interés, que complementen los productos básicos de comerciaHzación (papas y millo). — Ganadería extensiva de caprino en el área próxima (crestones y barrancos del sureste). Pastoreo controlado y acondicionamientos de los pequeños manantiales. — Estudio de sistemas de compostaje y reciclado de los subproductos de la producción vegetal. — Aplicación de métodos de control integrado en enfermedades y plagas en los cultivos. 251


— Inclusión en el circuito itinerante de agroturismo en conexión con los Acevinos, La Palmita y Tamargada. — Asfaltado de la pista de Los Chejelipes a La Laja (en proyecto).

Área 3

LAS ÁREAS PLATANERAS DEL NORTE El medio físico y biológico El curso bajo de los barrancos de Hermigua y Vallehermoso corresponde a afloramientos del complejo de rocas básales. El Área de Agulo capital se asienta sobre un antiguo desplome costero de los basaltos horizontales. Suelos aluviales de fondo de barranco intensamente transformados por el cultivo que se prolongan en los aterrazamientos sorribados de las laderas. Clima de carácter semiárido con leve influencia de las nieblas, ya a partir de 300 metros de altitud. Visto desde abajo, toma el aspecto de nube persistente que disminuye la insolación. Descripción Demográfica Población (% sobre el total): 3.994 (22 %). Ancianos por cien niños: 56 %. Población entre 15 y 39 años: 31 %. Población de 40 y más años: 42 %. Población activa en el sector primario: 45 %. Población activa en la construcción: 12 %. Dictamen poblacional: Moderadamente envejecida. Sinopsis Los espacios semiurbanos de Hermigua, Agulo y Vallehermoso, capitales de sus respectivos municipios, se extienden, con las entidades más dispersas asociadas a ellos, en poblamiento laxo por la parte más baja de los dos grandes barrancos del norte. Agulo ocupa en reahdad ün desplome costero unido a Hermigua. La característica común de este conjunto, radica en el antiguo auge de las plataneras y su actual decadencia. Pese a ello, aún mantienen el 22 % de la población insular y representan el segundo eje de actividad (económica, social) después de la capital.

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Suelos de calidad, construidos en parte con aportes de otras zonas (sorribas), forman una estructura de bancales que imprime carácter al paisaje de esta comarca y constituye el asiento principal de la actividad económica. Entre ellos, una compleja red de acequias organiza el riego. En general, es un área muy apta para la diversificación de cultivos de autoabastecimiento, pero en la que, por razones de mercado, han primado los de exportación. La escasa precipitación, unido a la disponibilidad, ha favorecido la extensión de plataneras (también sería posible producir otros cultivos de requerimientos semejantes), sin embargo estas áreas no son comparables con las más recientes plantaciones del sur que cuentan con la ventaja de una mayor insolación. Actuaciones de carácter general — Plan de protección de los cascos urbanos de Vallehermoso y Agulo. — Actuaciones puntuales de conservación de edificios singulares del Valle de Hermigua. — Mercado agrario regulador en Vallehermoso capital, en base a la actual iniciativa del Ayuntamiento. Se trata de potenciar un mercado de reciente creación. — Mercado subsidiario en Hermigua. — Estudio de aprovechamiento a corto plazo, de los residuos plataneros en el Valle de Hermigua y en Vallehermoso. Utilización de subproductos por el ganado de explotación famihar. Reciclado tendente a disminuir gastos de fertilizantes. — Estudio tendente a la modernización en base al aprovechamiento integral de leña y residuos energéticos agrícolas utilizados en las destilerías familiares y en los hornos de panadería-dulcería de Agulo capital y Vallehermoso. Conservación del utillaje de destilación. — Estudio que dé lugar a propuestas de aprovechamiento para producción de electricidad en los Saltos de Agulo y Monteforte. — Aplicación de métodos de control integrado de las enfermedades y plagas de los cultivos. — Estudio de viabihdad de un centro de asistencia geriátrica en Valle Abajo. — Estudio de un plan de desvío de la carretera general que atraviesa el Valle de Monteforte. 253


Área 4 MEDIANÍAS DEL NORTE El medio físico y biológico Amplia área que rodea por el norte el fuerte desnivel en torno a la meseta central, formada por los basaltos horizontales. La parte media de la «caldera» de Vallehermoso, Tamargada, Las Rosas e incluso buena parte del barranco de Monteforte se asientan sobre el complejo de rocas básales muy afectado por la erosión. La vegetación corresponde al bosque y matorral xerofítico, con predominio actual de los sabinares. El clima, de carácter subhúmedo, está ya bastante influenciado por la regulación debida a la niebla goteante, cuya mayor influencia se manifiesta a partir de los 500 metros. Descripción Demográfica Población (% sobre el total): 1.728 (9,5 %). Ancianos por cien niños: 74 %. Población entre 15 y 39 años: 27 %. Población de 40 y más años: 47 %. Población activa en el sector primario: 65 %. Población activa en la construcción: 17 %. Dictamen poblacional: Envejecida agudamente. Sinopsis Se trata de una comarca bastante heterogénea, cuya unidad deriva de una evolución socioeconómica similar. Se asienta en el dominio potencial del bosque xerofítico, del que quedan como testigos las sabinas salpicando el paisaje en muchas zonas. A ello se debe también la mayor abundancia de palmeras. En su parte alta roza ya el límite del fayal-brezal. En general, rodea por el norte a la meseta central, de la que queda separada por un notable desnivel. El número de habitantes es relativamente alto (10 % de la isla), aunque muy envejecidos y con dedicación predominantemente agraria. Pequeños campesinos y economía de subsistencia. La diversidad de cultivos posibles es bastante alta, encontrándose aquí la mayor producción de vid (en Tamargada), junto con frutales (peras), patatas y productos de huerta, además de las palmeras. Caracteres semejantes tiene el área situada al este del barranco de Hermigua (Taguluche de Hermigua), que por no tener población asentada, no ha sido incluida en la sectorización, si bien las propuestas agrarias de este área 4 serían también allí aplicables.

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Con vistas al autoabastecimiento agrario, es una de las zonas con mayores posibilidades, pues ya cumplió dicho papel en otras épocas. También lo es desde el punto de_vista turístico (rehabilitación, cursos, turismo itinerante, etc.). Se proponen varios núcleos de acción integrada. Actuaciones generales o no integradas — Potenciación preferente de la agricultura de autoabastecimiento por ser la zona con mayores posibilidades de la isla. — Estudio de los métodos más apropiados de gestión de los sabinares (bosque xerofítico), con posibilidades de crear sistemas adehesados y favorecer el desarrollo de pastos en ciertas zonas. Cultivo y reforestación con forrajeras autóctonas. — Fomento de la ganadería de ovino y caprino, con experiencias de gestión comunal. — Potenciación de asociaciones agrarias de producción y comercialización. — Recuperación modernizada del salto de Monteforte para la producción de electricidad. — Recuperación de los molinos de agua de Monforte, Banda de Las Rosas y Los Loros. — Conservación y estudio de la puesta en producción de las tejeras de Las Rosas. Tamargada-Núcleo de actuación integrada: — Estudio del estado del palmeral. — Potenciación de la artesanía (carpintería, cestería, textil). — Estudio sobre la viabihdad de una intensificación de la producción frutícola. — Potenciación de la extracción de miel de palma. — Estudio de un acceso o medio de evacuación de la producción agraria desde el barrio de Mazapeces. — Restauración de la tejera de Mazapeces. — Rehabilitación del barrio de Mazapeces, incluido dentro del circuito de agroturismo del Norte. — Rehabilitación de algunos caseríos. 255


Los Loros - Núcleo de actuación primordialmente agraria: — Reliabilitación de algunos caseríos. Epina - Núcleo de actuación integrada: — Restauración de las tejeras. — Rehabilitación del casco, incluido dentro del circuito de agroturismo del Oeste.

Área 5 ALTURAS DEL NORTE El medio físico y biológico En el límite del monteverde, vegetación poblacional de laurisilva o fayal-brezal. Clima húmedo con aportes de agua que superan, probablemente, los 1.000 mm. anuales, influencia muy constante de las nieblas y temperaturas regulada por el alisio. La mayor parte de esta zona se asienta en los basaltos horizontales y el relieve es algo más tendido que en las zonas más bajas. Suelos de tipo ándico, profundos y ricos en materia orgánica. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 418 (2,3 %), Ancianos por cien niños: 73 %. Población entre 15 y 39 años: 28 %. Población de 40 y más años: 45 %. Población activa en el sector primario: 92 %. Población activa en la construcción: O %. Dictamen poblacional: Envejecida agudamente. Sinopsis Es la única zona situada íntegramente en el dominio del monteverde. Pequeños núcleos de población que han aprovechado suelos llanos y profundos en las cabeceras del barranco, rodeados de una pujante vegetación arbórea. La variedad de cultivos y la estructura de la propiedad sugieren semejanzas con ambientes atlánticos de otras latitudes más al norte. Millo, coles, tomates, pimientos, etc., alternan con manzanos, perales y tagasastes cultivados como forraje. An-

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tiguamente contaban también con una ganadería semiextensiva (ovejas, cerdos negros y blancos, vacas) que aprovechaban pastos adyacentes, o en el interior de la laurisilva. En la actualidad la población está muy envejecida y la influencia sobre su evolución económica de la normativa que regula el Parque Natural, es bastante acusada. Por su singularidad y gran interés paisajístico y naturalístico, esta área debe recibir un tratamiento especial. De hecho engloba a los nticleos más directamente relacionados con la masa forestal y su antigua utilización. Su rehabilitación y la conservación dinámica de sus rasgos paisajísticos y culturales es un objetivo importante para el futuro uso del parque y zonas adyacentes.

Actuaciones de carácter general — Toda la zona está sujeta a actuaciones integradas a nivel de núcleo, excepción hecha de El Cedro, por su peculiar ubicación en plena; laurisilva (dentro del límite del Parque Nacional de Garajonay). — En El Cedro las actuaciones están sujetas a discusión. Las más significativas a nivel formal son la restauración de dos molinos de agua y la recuperación de la maquinaria de uno de ellos. Se requiere también una decidida actuación de restauración ambiental, pues el paisaje está bastante deteriorado en el caserío principal. Los Aceviños y La Palmita: - Núcleos de actuación integrada: — Áreas de actuación preferente de asociacionismo campesino. — Estudio de recuperación ganadera en base a la semiestabulación. — Experiencias de pastoreo controlado en áreas de fayal-brezal, con posible utilización de cerdo negro, que cabría recuperar. — Núcleos integrados en el círculo de agroturismo del Norte. — Rehabilitación parcial de la vivienda. — Restauración del moUno de agua de La Palmita. — Mejora de la pista que conecta Los Aceviños y La Palmita. — Potenciación de la artesanía de la madera.

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Área 6 COMARCA DE ALOJERA

El medio físico y biológico Comarca bien definida por estar limitada por la dorsal montañosa del Noroeste. Las pendientes suelen ser suaves en las proximidades del mar. Los barrancos tienen un recorrido corto, y están excavados en los aglomerados volcánicos y en los basaltos antiguos. Clima semiárido, con vegetación xerofítica, existiendo buenas representaciones del palmeral; hacia la costa, tabaibales muy alterados. Intensa influencia del viento por efecto del alisio que se derrama sobre la dorsal. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 857 (4,7 %). Ancianos por cien niños: 90 %. Población entre 15 y 39 años: 31 %. Población de 40 y más años: 49 %. Población activa en el sector primario: 86 %. Población activa en la construcción: 6 %. Dictamen poblacional: Envejecida agudamente. Sinopsis Las pendientes suaves y la disponibilidad del suelo facultan la extensión de cultivos de renta (tomate), apoyados en una organización cooperativa aún existente. Hoy la producción no es cooperativa y tiene serios problemas. En Tazo se conserva uno de los mejores restos del palmeral, utilizado para la obtención de miel de palma y que goza del mayor prestigio en la isla. La deforestación es bastante aguda y existen huellas patentes de erosión. Al igual que el área de San Sebastián, es ésta una zona muy afectada por los fuertes vientos, a sotavento de la barrera que la separa de la masa de niebla de alisio. Por ello es imprescindible para el éxito de los cultivos la implantación de cortavientos (de caña o setos). La zona de Taguluche, presenta como dificultad añadida, el problema de la comunicación. Las propuestas van en la línea de fomentar y mantener productos de cahdad (miel de palma, quesos), perfilando a Tazo como núcleo de actuación integrada con posibihdades de turismo.

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Actuaciones de carácter general — Reconversión y potenciación de la cooperativa agrícola de Alojera. — Reforestación con especies arbustivas autóctonas en ciertas zonas erosionadas y con fuertes pendientes. — Estudio de técnicas de compostaje de residuos agrícolas, en conexión con la ganadería de explotación familiar. — Implantación de setos cortavientos, con especies de utilidad forrajera. — Recuperación modernizada de doble uso (producción de electricidad y molienda) del salto de Alojera, actualmente utilizado para moler. — Instalación de un aerogenerador de potencia en Alojera. Tazo - Núcleo de actuación integrada: — Rehabilitación del barrio de Tazo, que forma parte del recorrido itinerante de agroturismo del Oeste. — Estudio sobre el estado del palmeral. — Potenciación de la producción de miel de palma, con especial atención a las formas y canales de comercialización. — Recuperación y modernización de la maquinaria del molino de agua. — Restauración de la tejera. — Mejora de la pista de Epina a Tazo y de la red interior de pistas.

Área 7 ÁREA DE ARGUAMUL-CHIGERE El medio físico y biológico El Roque de Arguamul, marca el límite noroccidental del complejo de rocas básales. Junto con Chigeré, representa un área definida por el aislamiento, las pendientes fuertes y su exposición directa a las nieblas. Sabinar de zonas más húmedas en límite con fayal-brezal, fenómenos patentes de erosión y pérdida de suelo en la mayor parte del área. 259


Descripción demográfica Población (% sobre el total): 50 (0,3 %). Ancianos por cien niños: 138 %. Población entre 15 y 39 años: 27 %. Población de 40 y más años: 58 %. Población activa en el sector primario: 86 %. Población activa en la construcción: 14 %. Dictamen poblacional: Envejecida críticamente. Sinopsis El caserío de Chigeré está en la actualidad despoblado. En conjunto, esta área es la que representa caracteres de marginalidad y aislamiento más acusado por dificultades de comunicación. En general, predominan las pendientes muy fuertes con graves problemas de erosión y pérdida de suelo (se observan barrancos y cárcavas recientes excavados en materiales blandos muy deleznables) que probablemente sean consecuencia de un antiguo sobrepastoreo (especialmente en los alrededores de Chigeré). Arguamul tiene un notable valor arquitectónico y paisajístico (núcleo en pendiente con barrios a distintos niveles), y se propone como actuación integrada, con algunas posibilidades turísticas. Asimismo, son urgentes actuaciones, muy adaptadas y planificadas, de lucha contra la erosión. Reforestación e implantación de mallas arbustivas (por ser zona afectada por la niebla podría ser un proceso relativamente rápido en las partes altas), para la creación futura de pastizales. Actuaciones Esta zona se compone de dos entidades, Arguamul y Chigeré (deshabitada). Arguamul-Núcleo de actuación integrada: — Rehabilitación de los tres barrios que lo componen. — Núcleo integrado en el itinerario de agroturismo del Oeste. — Mejora de la pista que la une con Epina. — Estudio de la habilitación de un acceso al mar de carácter lúdico y de equipamiento costero del mismo signo. C/í/ger^-Núcleo de actuación integrada: — Estudio de las posibihdades técnicas de detener el intenso proceso erosivo que sufren los suelos en esta zona. — Estudio sobre las posibilidades de rehabilitación de Chigeré.

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— Reforestación y creación de pastizales, sistema seto-pasto. — Utilización ganadera extensiva, muy dosificada en función de la erosión. Área 8

COSTA DE VALLE GRAN REY El medio físico y biológico Área llana con suelos aluviales originados sobre materiales de arrastre y desplomes costeros, hoy muy modificados por el cultivo. Clima muy térmico, con escasa precipitación y poco viento, apto para cultivos subtropicales. Restos de vegetación halófila costera. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 1.302 (7 %). Ancianos por cien niños: 53 %. Población entre 15 y 39 años: 34 %. Población de 40 y más años: 41 %. Población activa en el sector primario: 59 %. Población activa en la construcción: 5 %. Dictamen poblacional: Rejuvenecida sobre una estructura envejecida. Sinopsis El núcleo de La Calera en la desembocadura del barranco de Valle Gran Rey, se asienta en una de las pocas zonas llanas y con suelos aluviales que hay en la isla. La existencia de una amplia playa, ha propiciado una actividad turística, que destaca en el contexto del territorio gomero. Los cultivos subtropicales, distintos del plátano, han tenido en esta zona un cierto desarrollo y prestigio, y en la actualidad compiten con una improvisada especulación del suelo. Esta, es particularmente grave en zonas anejas a la costa, donde, además de los problemas implícitos en la expansión turística, las nuevas construcciones están deteriorando gravemente los escasos restos de vegetación halófila costera representados en la isla. Actuaciones de carácter general — Delimitación del suelo de uso urbano en un sentido estricto. — Implantación de tipologías edificatorias para edificios de nueva planta. 261


— — — —

Estudio sobre la adecuación del actual equipamiento urbano. Estricta protección del palmeral restante. Creación en La Calera de un mercado agrícola subsidiario. Selección de cultivos subtropicales de calidad diversificando la oferta. — Métodos de abonado basados en el reciclaje de residuos de control integral de plagas. — Estudio de provisiones turísticas en la zona. — Reordenación de la oferta turística actual. — Protección del edificio que alberga el molino de agua. — Restauración de la tejera de La Puntilla. — Recuperación modernizada de doble uso (producción de electricidad y molienda) del canal central de Valle Gran Rey, actualmente utilizado para moler. — Protección estricta de los enclaves que aún quedan, de vegetación halófila costera, de gran interés naturalístico y muy escasos en la isla. Área 9

BARRANCO DE VALLE GRAN REY El medio físico y biológico Barranco de corto recorrido y gran profundidad (paredes de más de 600 metros) excavado en los basaltos antiguos. Vegetación xerofítica, que llega a mezclarse, en límite con el brezal en las zonas altas. Suelos aluviales de calidad en el fondo del barranco, transformados para cultivos. Clima semiárido o subhiimedo segiín la exposición. Frecuentes manantiales y cañaverales de interés en los lugares donde el agua corre en superficie. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 1.008 (5,5 %). Ancianos por cien niños: 63 %. Población entre 15 y 39 años: 32 %. Población de 40 y más años: 40 %. Población activa en el sector primario: 68 %. Población activa en la construcción: 17 %. Dictamen poblaciona: Envejecida moderadamente.

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Sinopsis El conjunto de Costa y Barranco de Valle Gran Rey acogen a más del 12 % de la población de La Gomera, siendo su tercer eje principal de actividad. El Barranco agrupa a pequeños núcleos de población con una dedicación agrícola predominante, aunque también relacionados con las nuevas actividades que tienen lugar en la costa. Se trata de una agricultura de subsistencia pero con muchas posibilidades de diversificación para contribuir al autoabastecimiento isleño. La ganadería está ligada a la huerta y a los cultivos, habiendo desaparecido la utilización de los pastos en las zonas altas a causa de las grandes dificultades de acceso. Se proponen pequeños núcleos de actuación turística, conectados al desarrollo y promoción en la Costa. Actuaciones de carácter general — Delimitación restrictiva de cascos urbanos. — Potenciación de la zona agrícola de Guada. — Conservación de la estructura de bancales. — Atención especial a la conservación del palmeral. — Conservación del actual suelo de uso agrícola. — Protección o restauración de los molinos de agua de El Guro y La Vizcaína. Los iíeyeí-NúcIeo de preferente actuación turística: — Mantenimiento del paisaje agrario con la diversidad de usos y cultivos. — Propuesta de un micromodelo turístico diferenciado del actual tratamiento turístico del conjunto del Valle.

Área 10

LOS ENCLAVES PLATANEROS DEL SUR El medio físico y biológico Tres enclaves en la desembocadura de barrancos y la lomada adyacente. Cultivos de exportación basados en el regadío. En Playa Santiago se producen las mínimas precipitaciones de la isla, menos de 150 milímetros anuales de media. 263


Descripción Demográfica Población (% sobre el total): 1.652 (9 %). Ancianos por cien niños: 39 %. Población entre 15 y 39 años: 35 %. Población de 40 y más años: 38 %. Población activa en el sector primario: 58 %. Población activa en la construcción: 5 %. Dictamen poblacional: Joven, con tendencia al envejecimiento. Sinopsis Las tres pequeñas zonas agrupadas en este apartado tienen en común su carácter de desarrollos recientes y de tipo bastante «artificial». Es decir, poco integrados en el contexto humano y socioeconómico de la isla. Ocupan terrenos llanos en el límite sur de las lomadas, y su prosperidad se debe al cultivo de plataneras y tomates en regadío. El agua se obtiene por canalización, a partir de balsas situadas en las cabeceras del barranco. En Playa Santiago existió una cierta tradición pesquera cuyas posibilidades de recuperación habría que estudiar. Más recientemente se han iniciado en este enclave intentos de promoción y desarrollo turístico. Actuaciones de carácter general — Estudio de comunicación por mar entre los puntos principales como alternativa a la carretera. — Estudio sobre la viabihdad de recuperación del antiguo caviar gomero en base a las huevas de caballa. — Mercado agrícola subsidiario en Laguna o Playa de Santiago. — Delimitación del suelo de uso no agrícola en Playa y Laguna de Santiago, en función de un estudio de expectativas turísticas. — Regulación de la construcción y el turismo convencional.

Área 11 LOMADAS DEL SUR El medio físico y biológico La última emisión basáltica dio lugar en la zona sur de la isla a unas amplias superficies que desde los 500 metros descienden suavemente

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hacia el mar. Estas «lomadas» están separadas entre sí por profundos barrancos. La vegetación corresponde al piso basal (tabaibales y cardonales) y el clima es árido con precipitación inferior a los 300 milímetros anuales y muy iregularmente repartida entre los distintos años. Los suelos en las lomadas son profundos, arcillosos, de carácter básico, del tipo de los vertisuelos; muy aptos para el cultivo. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 261 (1,4 % ) . Ancianos por cien niños: 144 %. Población entre 15 y 39 años: 28 %. Población de 40 y más años: 53 %. Población activa en el sector primario: 56 %. Población activa en la construcción: 18 %. Dictamen poblacional: Envejecida críticamente. Sipnosis Se trata de una zona amplia con presencia de núcleos muy pequeños que pierden su población de forma alarmante. La utilización tradicional se basa en cultivos extensivos de secano, hoy en lógica decadencia, y en el pastoreo con cabras y ovejas. Los restos de vegetación natural (cardonales) son muy escasos en todo el área, debido a la gran extensión que ocuparon los cultivos en épocas pasadas; su huella ha quedado en un paisaje aterrazado de pendientes suaves. La racionalización del uso del agua, apHcando técnicas de bombeo y sistemas ahorradores para cultivos en regadío, podría ser base para poner en marcha algunos proyectos puntuales. Por todo el área es urgente realizar una intensa y cuidadosa labor de reforestación, ligada a la conservación del suelo y, en algunos casos, al fomento de la producción ganadera, con forrajeras arbustivas y plantas suculentas adaptadas. Por ser los territorios más áridos de la Isla, casi desérticos, con gran fragilidad de sus sistemas naturales, su recuperación a corto plazo es imposible. Las labores que se proponen cuentan con el medio y el largo plazo, siempre que se produzca un seguimiento continuado y cuidadoso en la restauración de estructuras productivas. Actuaciones de carácter general — Estudio sobre la viabihdad de implantación de forrajeras en las zonas de regadío que se van a crear en las lomadas de Arguayoda y Almacigos. 265


— Basándose en este mismo regadío, proyecto de recuperación de El Drago y la Manteca, entidades deshabitadas desde hace 20 años. — Recuperación agraria en conexión con Alajeró — Estudio sobre la viabilidad de la explotación de la cochinilla. Antóncojo-Núcleo de actuación integrada: — Estudio de la viabilidad de bombeo de agua, mediante técnicas cólicas, en los proyectos de expansión de regadío de las lomadas de Arguayoda y Almacigos. — Estudio de viabilidad para la instalación de eólicas de bombeo en Barranco de Santiago. — PosibiUdad de favorecer la recuperación del matorral con especies de flora autóctona. — Creación de retículos de vegetación arbustiva entre los bancales, con utilización mixta agrícola-ganadera, y aplicación de rotaciones de cultivos con especies apropiadas que ayuden a conservar la fertilidad del suelo. — Programa de selección y mejora de las especies vegetales que pueden ser utilizadas con fines de repoblación, especialmente leguminosas arbustivas. — Restauración de la tejera. — Reconsideración de la reciente pista de acceso que, siendo necesaria, ha afectado negativamente al núcleo. Área 12 CABECERAS DE BARRANCO DEL SUR El medio físico y biológico La cabecera de los barrancos más largos del sur se abre en la masa de los basaltos antiguos, formando amphas «calderas» con paredes casi verticales y difícil acceso. En el límite con los basaltos horizontales son frecuentes los pequeños manantiales. Vegetación xerofítica, sabinar de zonas secas, jarales y palmerales aislados. Fuerte insolación y precipitación escasa. Descripción Demográfica Población (% sobre el total): 437 (2,4 %). Ancianos por cien niños: 50 %.

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Población entre 15 y 39 años: 27 %. Población de 40 y más años: 39 %. Población activa en el sector primario: 74 %. Población activa en la contrucción:, 18 %. Dictamen poblacional: Moderadamente envejecida. Sinopsis En esta zona sur, con la excepción de los enclaves costeros, la mayor densidad de población se produce en las cabeceras de los barrancos. Al contrario de lo que sucedía en las lomadas, el envejecimiento no es tan crítico. Las fuertes pendientes restringen la utilización y la disposición del poblamiento, forma semicírculo en el interior de la «caldera», rodeando el tenue cauce por donde eventualmente corre el agua. Los pequeños manantiales son el fundamento de estos poblados. Entre las casas, las palmeras, de nuevo abundantes, indican la potencilidad productiva: huertas, cultivos para autoconsumo. En estas zonas la palmera no se utiliza para la fabricación de miel de palma; son menos productivas y la incisión puede matarlas. La vegetación natural es de jarales con alguna sabina aislada. En las laderas existe algo de pastoreo aunque predomina la ganadería familiar basada en el aprovechamiento de subproductos de los cultivos. Las posibilidades para diversificar la producción son, al igual que en el área anterior, muy escasas. Las mejoras deben contemplar una mayor eficacia en el uso del agua. Se proponen dos núcleos cercanos para actuación prioritaria por el grave peligro de despoblamiento. En todos los núcleos que componen este área, la calidad del paisaje es alta. Actuaciones de carácter general — Propuestas de recuperación ganadera. — Estudio que dé lugar a propuestas de aprovechamiento para la producción de electricidad del salto de Erque. — Protección de la tejera de Benchijigua. Jerduñe y Vegaipala-Núc\&os de actuación prioritaria: — Propuestas de recuperación ganadera. — Estudio sobre la viabiHdad de la explotación de la cochinilla. — Plan de rehabilitación de la edificación. — Restauración de la tejera de Jerduñe. -r- Implantación de setos entre bancales y sistemas de matorral-pasto en las zonas de mayor pendiente. 267


Área 13 ALAJERO El medio físico y biológico Núcleo de población, capital administrativa de la comarca, situado en el límite de una prolongación hacia el sur de los basaltos horizontales, ocupando zona relativamente llana. Clima árido, fuerte insolación. Descripción demográfica Población (% sobre el total): 286 (1,16). Ancianos por cien niños: 53 %. Población entre 15 y 39 años: 28 %. Población de 40 y más años: 44 %. Población activa en el sector primario: 49 %. Población activa en la construcción: 22 %. Dictamen poblacional: Envejecida. Sinopsis Alajeró es la capital del Sur. Situada en una posición estratégica entre las lomadas y las cabeceras de barranco, ocupa en realidad una «lomada alta», una prolongación meridional y más baja de la meseta. El desarrollo reciente de las zonas costeras ha dejado a esta población en desventaja. No obstante por su situación, y por ser centro administrativo, debe jugar un papel importante en la economía y organización de esta vertiente de la isla. Por ello se propone como centro para circuito de turismo itinerante y como sede de la cooperativa comarcal. Actuaciones Alajeró-Núcleo de actuación integrada en relación con Taroga: — Estudio de la viabiUdad de un circuito itinerante de agroturismo en el Sur, cuyo centro fundamental sería Alejeró capital. — Plan de protección del casco. — Centro cooperativista de la vertiente sur. — Venta en origen de productos agrarios. — Restauración de las dos tejeras de El Paso y estudio de las posibilidades de su puesta en funcionamiento.

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Área 14 COMARCA DE ARURE-CHIPUDE

El medio físico y biológico Las alturas del sureste ocupan una amplia zona de relieve suave, sobre los basaltos horizontales y sus prolongaciones a ambos lados del Valle Gran Rey y rodeando al Barraco de Erque. Clima de carácter subhúmedo o semiárido. Vegetación xerofítica con transiciones hacia codesar de altura y brezal. Este área se prolonga hacia la costa sur, por la lomada de Gerián situada a más de 600 metros de altitud.

Descripción demográfica Población (%sobre el total): 1.317 (7,2 %). Ancianos por cien niños: 66 %. Población entre 15 y 39 años: 30 %. Población de 40 y más años: 44 %. Población activa en el sector primario: 70 %. Población activa en la construcción: 16 %. Dictamen poblacional: Envejecida. Sinopsis En las áreas del Sur, el desarrollo de largos barrancos afecta a la masa central de basaltos creando un fuerte desnivel en el que se encaja la cabecera, y donde se asientan los pueblos. Dichas zonas se resisten por ello a ser denominadas como «alturas», aunque tampoco son medianías en el sentido con que este término se aplica en Canarias. Se trata en realidad de entidades cerradas, aisladas por las murallas de su barranco y sólo comunicadas fácilmente con los núcleos situados más abajo. No obstante, al suroeste de La Gomera, una vez sobrepasado el barranco de Erques y el relieve de La Fortaleza, sí hay una zona de «alturas»: las que ocupan los reheves planos y las digitaciones que en dicha dirección suroeste forma la meseta central. Junto con los que hemos agrupado en el área Sur son los únicos poblamientos, que se encaraman a la meseta, sobrepasando el desnivel más o menos aparente. 269


La comarca de Arure-Chipude ocupa una amplia zona sobre los basaltos horizontales, el clima de carácter semiárido con transición a subhúmedo, permite el desarrollo de una vegetación más pujante, con riqueza en leguminosas arbustivas (codesar, etc). La escasa pendiente favorece los cultivos. Se trata de una comarca con tradición ganadera, aunque complementada por agricultura extensiva de secano. Las tierras de labor y los pastos se abrían hasta el límite del monteverde (fayal-brezal) o se intercalaban en él, formando retículos que destacan al ser observados en foto aérea. Los pueblos mantienen aún una población relativamente alta, muy ligada, en ocasiones, a las actividades del Parque (caso de Igualero). En esta zona se proponen como principales actuaciones las encaminadas al desarrollo ganadero. Es de los pocos lugares donde aún pueden verse rebaños mixtos (ovejas, cabras, asnos y vacas, de las que los campesinos llaman de tipo criollo), así como los escasos rebaños de ovejas existentes.

Actuaciones de carácter general — Área de preferente ocupación ganadera. — Potenciación de la alfarería. — Elección de un edificio en El Cercado para su restauración, de manera que pueda alojar un centro artesanal polivalente de cerámica con tres funciones: enseñanza, fabricación y recuperación de la cerámica tradicional. Creación de una exposición permanente. — Impulsar el proyecto ya existente en El Cercado de instalación de una planta de compostaje que aproveche los residuos forestales y agrícolas. — Estudio tendente a definir un aprovechamiento integral de leña y residuos agrícolas energéticos en los hornos de cerámica. — Restauración de la tejera de La Dehesa. Las Hayas y La Dehesa-Núcleos de actuación ganadera preferente: — Implantación de retículos de matorral-pasto, con especies de la flora autóctona especialmente leguminosas arbustivas de los géneros Teline, Adenocarpus, Chamaecytisus, entre otros. — Desarrollo de experiencia de utilización ganadera del brezal en forma de «monte hueco» y anáhsis de sus efectos, con vistas a recuperar algunas modalidades tradicionales de explotación de gran interés y hoy casi inexistentes.

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4. Discusi贸n y cr铆tica: El seminario MAB-UNESCO. La Gomera, 1987



4.1.

ANTECEDENTES Y ORGANIZACIÓN Las conclusiones y propuestas del Ecoplán fueron expuestas inicialmente en el Seminario sobre el Desarrollo en las Islas del Mediterráneo organizado por el MAB en Formentera en 1985, Seminario al que fue invitada la Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (FEPMA). Desde entonces el proyecto y los estudios del Ecoplán han sido apoyados por el Comité Español del Programa MAB y el subprograma del MAB para el desarrollo en Islas del Mediterráneo. Los estudios sobre La Gomera se presentaron en los seminarios sobre «Modelos de Simulación aplicados al Desarrollo» en Kerkenah (Túnez) y sobre «Desarrollo sostenido en islas pequeñas» en Puerto Rico, ambos en 1987. En estas reuniones fue surgiendo el interés por realizar un seminario monográfico sobre el Ecoplán para discutir sobre el terreno los trabajos. El «Seminario sobre Ecodesarrollo en la isla de La Gomera» tiene lugar del 13 al 17 de marzo de 1987. En él participan doce representantes extranjeros de Francia, Grecia, Italia, Malta y Yugoslavia y un número de españoles variable entre veinte y treinta según las diferentes sesiones del programa de trabajo. Las áreas de especialización abarcaban buena parte de los temas afectados, entre otros: Planeamiento, Ecología, Agronomía, Economía, Modelos y Simulación, Turismo Internacional, Desarrollo, Sociología, etc. ( La relación de especialistas participantes puede verse en la tabla adjunta.) Además de los representantes del Programa MAB, de la Fundación para la Ecología y Protección del Medio Ambiente (FEPMA) y los expertos invitados, participaron delegados de los diferentes Organismos de las Administraciones que colaboraron en la organización del 273


Seminario: Cabildo de La Gomera, Delegación del Gobierno en La Gomera, Ayuntamiento de San Sebastián y otros ayuntamientos de la Isla, Consejería de Ordenación Territorial y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, ICONA y Dirección General de Medio Ambiente. Asistieron también algunas personas interesadas por su trabajo en la isla y por su relación con los temas que se discutían, como fue el caso de técnicos de Extensión Agraria, monitores de Escuelas Taller (INEM) y varios técnicos de las administraciones locales. La primera sesión del Seminario consistió en la presentación y explicación de los estudios y propuestas del Ecoplán. Se entregaron a los asistentes copias de la mayor parte de los trabajos (los que se presentan en los capítulos II y III de esta monografía), centrándose la discusión en aspectos metodológicos y cuestiones de planteamiento general. Los dos días siguientes se dedicaron a un recorrido por la isla visitando las distintas áreas de actuación con explicación sobre el terreno y discusión de las propuestas. El día siguiente, una vez que los asistentes contaban con la suficiente información y en función de los principales problemas suscitados en los tres primeros días, se establecieron cuatro grupos de trabajo sobre los siguientes temas: 1. Objetivos del desarrollo, 2. Planeamiento y Turismo, 3. Agricultura y Comercio y 4. Conservación y uso de Recursos..

SEMINARIO SOBRE ECODESARROLLO EN LA ISLA DE LA GOMERA (CANARIAS) 13/17 DE MARZO DE 1987. COMITÉ ESPAÑOL DEL PROGRAMA MAB Lista de participantes

FRANCIA M. Louis Brigand. Université de Bretagne Occidentale. Instituí de Geoarchitecture. 6 avenue Le Gorceu. 29283 Brest Cedex (Francia)

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M. Maurice Ledemezet. Université de Bretagne Occidentale. Institut de Geoarchitecture. 6 avenue Le Gorceu. 29283 Brest Cedex. (Francia)


M. André Manche. Directeur du Pare National de Port-Cros. 50, avenue Gambetta. 83400 Hyeres. (Francia). M. Frangois Vellas. Université des Sciences Sociales de Toulouse. Departement Developpement et Commerce. Place Anatole France. 31042 Toulouse. (Francia). GRECIA M. Nicos Margaris. University of the Aegean. 9 Kanaris Street. 10671 Atenas. (Grecia). Mme. Betty Vokov. Agrá 12. Triandria. 55337 Thessaloniki. (Grecia). ITALIA M. Sergio Braceo. Via S. Paolo. Alia Regola 27. Roma. (Italia). M. Carmelo Cavallaro. Viale Liberta, 305 Isol. 520 D. 98100 Messina. (Italia).

MALTA M. Edward Scicluna. Department of Managements Studies. University of Malta. MSIDA. (Malta). YUGOSLAVIA M. Ognien Babic. 14 rué Emile Duclaux. 75015 París. (Francia). M. Nenac Starc. Regional Activity Center. Prisvity Actions Programme. UNEP Mediterranean Action Plan. Split, Kraj. Sv. Ivana 11, (Yugoslavia). UNESCO M. Pietro Ayala. División des Sciences Ecologiques. UNESCO. 1, rué Miollis. 75015 París. (Francia). ESPAÑA Sr. D. Antonio Bello. Instituto de Edafología y Biología Vegetal. Serrano, 115 bis. 28006 Madrid. (España).

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Sr. D. Alfonso Ors. Dirección General de Medio Ambiente y de la Conservación de la Naturaleza. Avda. de Anaga, 35-planta 7. 38001 Santa Cruz de Tenerife. (Islas Canarias). Sr. D. Francisco Díaz Pineda. Departamento de Ecología. Facultad de Biología. Universidad Complutense. 28040 Madrid. (España). Sr. D. Emilio Fernández-Galiano. Comité Español del Programa MAB. Departamento de Botánica. Facultad de Biología. Universidad Complutense. 28040 Madrid. (España). Sr. D. Ramón Folch i Guillen. Casanova 142, ático 2." 08036 Barcelona. (España).

Sr. D. Julio Martín Casas. Fundación para la Ecología y la Protección del Medio Ambiente (FEPMA). Paseo Castellana, ntímero 8, 5.° izqda. 28046 Madrid. (España).

Sr. D. Antonio Gómez Sal. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Apartado 788. 24080 León. (España).

Sr. D. Ceferino Mendaro. Ecotopia. General Mola, 35-1." 38006 Santa Cruz de Tenerife. (Islas Canarias).

Sr. D. Santiago González Alonso. Dirección General de Medio Ambiente. Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Nuevos Ministerios. 28046 Madrid. (España). Sr. D. Francisco Rodríguez Martín. Jefe de Servicios de Parques. ICONA. Gran Vía de San Francisco, 35. 28005 Madrid. (España). Sr. D. Cipriano Marín. Ecotopia. General Mola, 35 1.°. 38006 Santa Cruz de Tenerife. (Islas Canarias).


Sr. D. José Merino Ortega. Departamento de Ecología. Facultad de Biología. Apartado 1095. 41080 Sevilla. (España). Sr. D. Miguel Morey. Departamento de Biología. Laboratorio de Ecología. 07071 Palma de Mallorca. (Islas Baleares). Sr. D. Juan Pedro Nicolás. Cátedra de Ecología. Facultad de Ciencias. La Laguna. (Tenerife). Sr. D. Isidoro Sánchez. ICONA. Avda. de Anaga, 35-planta 7. 38001 Santa Cruz de Tenerife. (Islas Canarias). Sr. D. Eduardo Aznar. Fundación de la Ecología y Protección

del Medio Ambiente. Paseo de la Castellana, .8. 28046 Madrid. (España). Sr. D. Alvaro García González. Delegado del Gobierno en la Isla de La Gomera. La Gomera (Islas Canarias). (España). Sr. D. Ángel Luis Castilla Herrera. Alcalde de San Sebastián de La Gomera. La Gomera (Islas Canarias). (España). Sr. D. Casimiro Curbelo Curbelo. Geógrafo. San Sebastián de La Gomera (Islas Canarias). (España). Sr. D. Erasmo Armas. Cabildo Insular de La Gomera. La Gomera (Islas Canarias). (España).

Para cada grupo se nombró un moderador que en ningún caso coincidiese con personas que habían trabajado en el Ecoplán y se especificaron las principales cuestiones a las que se debería dar respuesta. Los participantes y el contenido de los grupos quedó de la siguiente forma: 1. Componentes: J. P. de Nicolás, J. Martín Casas, C. Cavallaro, S. Braceo, M. Stark, y E. Aznar. Moderador: F. Díaz Pineda.

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Puntos principales: Metodología de los estudios sobre ecodesarroUo, Calidad y nivel de vida, Consumo y renta, Modelos dominantes. Efectivo de población deseable. Tipo de poblamiento. Metodología de los estudios de ecodesarrollo. Sugerencias y carencias. Conexión con otros temas. 2. Componentes: M. O. Babic, F. Vellas, E. Scicluna, P. Ayala, C. Mendaro, Alvaro García González, L. Brigand. Moderador: S. González Alonso. Puntos principales: Ordenación urbanística. Restauración y uso de la vivienda, Paisaje natural, infraestructuras y equipamiento. Comunicaciones y transporte. Tipo de turismo y posibilidades. Conexión con otros temas. 3.

Componentes: M. Ledemezet, Representante de Extensión Agraria, J. Merino, A. Gómez Sal, F. Gutiérrez Llarena, A. L. Arteaga. Moderador: A. Bello. Puntos principales: Autoabastecimiento agrario. Agricultura de exportación. Posibilidad de sustituciones, Ganadería, Comercialización, Pesca, Mercados y Cooperativas, Artesanía, Conexión con otros temas.

4. Componentes: M. Morey, N. Margaris, B. Boccou, C. Marín, ICONA, Representante de Medio Ambiente. Moderador: R. Folch i Guillen. Puntos principales: Gestión y aprovechamiento de: ecosistemas singulares, agua, energía, materiales, residuos; ¿Qué se quiere conservar? ¿Cómo? Conexión con otros temas. Además de los componentes citados, participaron también aunque de forma no constante en las discusiones, algunos técnicos y representantes de las administraciones locales.

4.2. RESULTADOS DEL TRABAJO EN GRUPOS Expondremos ahora de forma sintética el material elaborado por cada grupo. Su presentación fue heterogénea (esquemas, diagramas o textos sintéticos) si bien en todos los casos se resaltaron algunos puntos esenciales para discutir e incorporar a conclusiones en la sesión final.

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4.2.1.

OBJETIVOS DEL DESARROLLO El Ecoplán representa un modelo de ecodesarroUo que pretende el mantenimiento y conservación del medio rural (agrario y natural), con una población rural y urbana cuyo nivel de vida sea adecuado, con una tasa de crecimiento que impida la despoblación. Ambas cosas deben hacerse compatibles con la conservación de un medio ambiente y paisaje óptimos. La metodología se compone de objetivos y gestión, los píiíneros serían los siguientes: — Estabilizar la población, asegurando su crecimiento natural y mantenimiento. — Aumentar la calidad de vida. — Lograr un medio rural bien conservado y compatible con actividades agrarias rentables. Respecto a la gestión, han de darse las siguientes condiciones: — Programas de formación e información de las poblaciones afectadas. — Decisión política para desarrollar el modelo. — Planificación de inversiones e incentivos. Sólo con ellas sería posible realizar una serie de actividades que asegurarían el logro de los objetivos arriba mencionados. Las principales actividades que implica la gestión serían: — Agrarias (ganadería, agricultura, actividad forestal, integradas en esquemas más amplios). — Conservación profesional de la naturaleza. ^ Turismo integrado en el paisaje. — Desarrollo de infraestructuras y servicios adecuados. Las condiciones mencionadas permitirán que Tas actividades se lleven a cabo siempre y cuando exista un sistema de evaluación continua y regularización de las mismas. Algunas precisiones sobre el esquema de trabajo a) Relativas a la gestión: — Las actividades se contemplarán siempre teniendo en cuenta la reversibilidad de las actuaciones. 279


— Debe existir un marco de referencia que respalde la gestión. Este marco podría potenciarse con una consideración de Reserva de la Biosfera que afecte a toda la isla. b) Relativas a las inversiones: — Publicas: Potenciando el ambiente rural con incentivos, subvenciones y estímulos cuyo efecto sea multiplicador y en particular potenciado los atractivos turísticos. — Privadas: No solamente en el mercado turístico, sino también en industrias agroalimentarias, artesanías, servicios, etc. c) Relativas al sistema de evaluación continua de las actuaciones: — Una sectorización ambiental de la isla, con la estimación de la capacidad de acogida de estos sectores. — Una normativa jurídica adaptada a las áreas de diagnóstico delimitadas en la isla. Esta normativa contemplará una definición y cartografía precisa de • peligrosidades (actuaciones con riesgo para los objetivos de conservación y desarrollo) con una amplia gama de hipótesis sobre futuros usos del territorio; la descripción de las potencialidades, con un conocimiento detallado de aspectos funcionales y estructurales de las áreas de actuación y zonas conectadas, de acuerdo con las líneas trazadas en los estudios previos. Los criterios de la evaluación de la capacidad de acogida que justificará o argumentará la normativa jurídica, tendrán en cuenta lo siguiente: población, desarrollo económico y calidad del medio. Este conjunto de reflexiones se exponen de forma esquemática, resaltando las relaciones entre ellas, con un diagrama de flujos: Planteamiento Medio Rural conservado (= agrario, montaraz, paisaje) -I- Población («calidad de vida alta»; «urbana» —nivel de vida alto— «rural» —nivel de vida menos alto, pero más alta calidad) = MEDIO AMBIENTE ÓPTIMO.

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Método

GESTIÓN

OBJETIVOS

1.

Población estabilizada (nivel de vida aceptable).

2.

Mejora de la calidad de vida.

3.

Medio rural conservado (gestión óptima que persiga un paisaje equilibrado).

CONDICIONES

1.

Información.

2.

Formación (enseñanza y práctica, capacitación, educación ambiental).

ACTIVIDADES

1.

Agricultura integrada.

2.

Conservación «profesional» del paisaje (integración de las actividades agrarias, las áreas montaraces —parque y territorios marginales— y turismo). Turismo integrado y diversificado.

3.

Decisión política.

4.

Inversiones.

Infraestructuras. Actuaciones urbanísticas. Servicios.

NOTA: Los recintos que se destacan con trazo más grueso, recogen las propuestas con mayor interés estratégico. Esenciales para la puesta en marcha y avance del Ecoplán.

281


4.2.2.

PLANEAMIENTO Y TURISMO Por ser el turismo un sector clave y de gran influencia en las posibilidades de puesta en marcha del Ecoplán, hemos creído de interés transcribir parte de la discusión gererada en este grupo de trabajo. Como resultado de la confrontación entre concepciones opuestas en algunos temas estratégicos, el grupo elaboró un documento de síntesis que se expone a continuación de las discusiones. — C. Mondara. Expone las ideas del Ecoplán: propuesta de turismo rural basado en la rehabilitación de pueblos del interior de la isla, como medio para obtener una renta que complemente los ingresos generados para la actividad agraria, considerada básica. Realiza una crítica a los sistemas de turismo convencionales. — F. Vellos. Critica la superficialidad con que se ha tratado el turismo en el Ecoplán. Faltan estudios económicos y estadísticos, es difícil hablar sólo acerca de unas ideas. Es preciso estudiar la evolución del turismo en los últimos diez años, así como conocer la opinión de los habitantes acerca de qué tipo de turismo prefieren, contrastando los dos extremos: ejemplo del Parador Nacional (éxito turístico no convencional) y el turismo de cadenas y de Valle Gran Rey. Sobre el turismo rural opina que se debe estudiar, aunque por ser una isla debe estar conectado con el mar. Fundamentalmente los turistas vienen buscando el mar. — Bable. Le sorprende que haya muy poco análisis del problema de acceso al mar desde los pueblos. Es preciso definir los criterios para el desarrollo de un turismo rural. Hay que calcular el escenario para estancias superiores a un día, la gran diversidad de la isla (calor en invierno, pero frío en las alturas, incluso en el verano) lo demanda. Planificar excursiones, relaciones con la población, etc. Dotando el turismo de un contenido cultural. — L. Brigand. La idea de desarrollar el turismo del mar es mala. El atractivo del interior es muy superior y hay que darle prioridad. Es una isla poco favorecida de playas. Rehabilitación de núcleos como medio para fijar turismo y proteger el paisaje rural. — C. Mendaro. Las zonas buenas para el turismo son privadas. — L. Brigand. Hace falta discutir los modos de acceso, las ideas básicas del Ecoplán. — Bable. Insiste en que pese a ser interesante el turismo de interior, debe tener acceso al mar. Hay que definir bien las zonas que pueden ser núcleos de turismo rural. Hay que ser reaUstas, lo que predomina en Puerto de Santiago son parejas de alemanes con niños

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pequeños. El Cercado es uno de los lugares más interesantes (terrazas, cerámica, etc.), pero no va nadie, está lejos del mar. Otro problema es la asistencia médica, especialmente con helicóptero. • González Alonso. Parece que hay acuerdo en el turismo rural, el problema es su relación con el mar. - F. Vellos. No sólo hay que hablar de turismo rural, también de turismo convencional. Hay metodologías para tratar este turismo en islas: hacer algunos «escenarios» con diferentes tipos de desarrollo del turismo en los que se consideren diferentes factores, por ejemplo: 1. Compaginación de dos o tres grandes hoteles como el que se está construyendo en el sur, con turismo rural. Pero hay que ser realistas, el desarrollo no puede ser lo mismo que en Tenerife. Los inversores no están locos. 2. ¿Cómo se puede desarrollar el turismo en San Sebastián? No grandes hoteles, pero sí medianos (40 camas), al igual que en otros núcleos: Valle Gran Rey, Playa Santiago. La inversión puede ser incluso local. La comercialización es difícil. 3. En la actualidad, hay turismo sólo individual, en casas particulares. Puede desarrollarse un turismo verde, que necesariamente sería de élite, dada la distancia al mercado y la carestía del transporte. Es necesario ofrecer algo bueno, si se ofrece a medias o insuficientemente, no vendrían. La Gomera está lejos. Es preciso un estudio del transporte para cada «escenario» o supuesto: aéreo (tipo de aeropuerto, tipo de aviones), marítimo e interior. Valorar las posibiUdades de navegación creativa (a vela), con infraestructuras de apoyo para esta actividad. Hay que mejorar las comunicaciones marítimas en la isla. E. Sciduna. La Gomera puede ser el lugar de paso de barcos de recreo y de vela, con los equipamientos de recuperación, pintura, etc., asi como de pesca. Se echa en falta información sobre el número de barcos que llegan, su consumo, etc. Puede plantearse como un atractivo la relación entre Islas a través de la navegación. Bable. Habría que hacer una encuesta por valles con las siguientes preguntas: ¿Quieren el turismo? ¿Qué esperan de él? Dinero, cultura, sexo, relación con otras personas, visión de modernidad. ¿Posibilidad de relaciones educativas para los niños? ¿Qué opinión tiene el campesino gomero sobre su vivienda? Hay que saber cómo se gestiona el modelo de turismo rural que plantea el Ecoplán. ¿Gestión privada o pública? Con centralización de servicios, por ejemplo, comidas, lavado de ropa, varie283


dad gastronómica. Definir ¿qué va a hacer una familia que venga a La Gomera? F. Vellos. Es necesario integrar este modelo con el turismo en el Parque Nacional. P. Ayala. El turista debe ser protagonista. Ejemplo: escuelas de vela y otras actividades en zonas de interior. El mar sí, pero ¿qué mar?, un mar con actividades. Alvaro García. Todos en La Gomera quieren el turismo, pero un turismo armónico. No sólo un turismo rural, sino también selectivo, de calidad. El hotel de 800 plazas es conveniente porque da puestos de trabajo, no afecta al paisaje, es de cuatro estrellas. No se desea un turismo masivo. En San Sebastián puede haber turismo, es necesario un puerto deportivo. C. Mendaro. Respecto al transporte, considera suficientes los muelles que existen, aunque tendrán que ser acondicionados. Babic. Es difícil una respuesta unilateral al transporte. Es necesaria la diversificación. La infraestructura viaria cerca del litoral aumenta el precio del terreno. El problema es controlar el proceso más que el diseño. ¿Se puede expropiar o someter a normativa estricta los terrenos en torno a una carretera costera por el sur?, en caso negativo sería un desastre. P. Ayala. El aumento de carreteras se justifica sólo por aumento de coches. Es una dependencia grande. Por qué no ofrecer el transporte público: guaguas frecuentes e incluso funiculares como en otras zonas de montaña. Hay que hacer un estudio de estas posibilidades. G. Alonso. El funicular conlleva un gran impacto. (Ayala: también la carretera). Contando con el desarrollo turístico, ¿es necesaria la construcción del aeropuerto? F. Vellas. La red actual es suficiente, habría que adecuar autobuses frecuentes entre las zonas de expansión turística. Quizá no se necesite un gran aeropuerto, sino uno o dos pequeños para unirse con otras islas. ¿Cuáles son las inversiones necesarias para el transporte marítimo?, y sobre todo, ¿la gente lo utilizaría? L. Brigand. El transporte estará en función del usuario que se busca. Aviones de 20 plazas. Pequeños aeropuertos y aviones de uso turístico. También puede estudiarse el transporte rápido por mar, para ello hay que conocer sus condiciones medias. P. Ayala. Hay experiencias en las islas pequeñas, ejemplo Islas Vírgenes y Grecia, pequeños aeropuertos para transporte en las islas, junto a jet-foils.

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— Babic. Hay que definir las condiciones técnicas del transporte ¿hacia quién va dirigido?, ¿quién lo gestiona?, ¿público o privado? — F. Vellas. Se puede hacer un turismo cultural de seminarios y cursos, el aeropuerto sirve para pequeños grupos y complementa a los pequeños hoteles. — Alvaro García. Las previsiones turísticas son de 4.000 a 5.000 plazas para 1992. Si se hace el aeropuerto no se hará la carretera del sur. Será un aeropuerto regional de 1.000-1.200 metros de pista para aviones de 30-40 plazas. No es cierta la previsión de 15.000 plazas hoteleras que se apunta en el Ecoplán. La carretera no es necesaria porque la pista es pequeña, el objetivo es que parte de los cinco millones de turistas que llegan a Canarias, tengan acceso directo a La Gomera. Un empresario del sur dijo que cuando se traían invitados prefería traerlos por San Sebastián para que gozaran del paisaje por carretera. — G. Alonso. No se puede basar un plan en suposiciones o suspicacias. Hay que manejar datos reales y cuestionar las posibles disfunciones. — F. Vellas. Hay que saber cuál es la opción de la Administración, entonces se podrían dar respuestas alternativas. Empleo, ¿se quiere más o menos población? — P. Ayala. ¿Cuáles son los términos de esta política?, ¿pueden ser explicitados? — Alvaro García. Un sistema de desarrollo que no vaya en la dirección de los desastres ocurridos en otras islas. — F. Ayala. Entonces están más interesados en lo sectorial que en lo global, no importa qué sector genere empleo, sino que se estabilice la población y se mejore el nivel de vida. Las propuestas del Ecoplán, por el contrario, responden a Una metodología integrada. — G. Alonso. La conexión agricultura y turismo. — F. Ayala. Eso persigue el turismo rural. — Babic. ¿Qué pide la población? ¿Qué quiere la administración? ¿Cuáles son los diversos intereses? — F. Ayala. El desarrollo es siempre un desequilibrio, se trata de controlarlo. Contestando a Babic, ¿cuánto cuestan 50 plazas de turismo rural?, desde luego puede ser más que caro, pero es un problema de gestión: ejemplo, cooperativas de los propios campesinos. Hay un problema de formación. Una construcción de tipo ecológico, no sólo baja los costos, sino que es formativa. 285


F. Vellos. Los turistas quieren algo más sofisticado, hay que hacer un esfuerzo en este sentido. Los clientes tienen que hacer cosas muy precisas, actividades interesantes si se quiere que el producto sea comercializable. L. Brigand. La diversificación turística precisamente pone en funcionamiento recursos uno detrás de otro. La rehabilitación y la conservación de casas y terrazas deben conectarse con su utilización. G. Alonso. El mejor sistema para conservar el medio gomero es utilizarlo: por ejemplo, la reutilización de bancales. Elaboración de un tipo de vivienda con las sofisticaciones que se han dicho. Los criterios del Ecoplán deberían incluirse en los planes municipales. Se puede actuar sobre el paisaje mediante infraestructura: estudios de cahdad y fragilidad paisajística. Alvaro García. ¿Qué experiencias existen en otros países respecto a la habilitación de la vivienda? Babic. En Francia se crean sociedades mixtas, consorcios entre privados y la Administración. Gestión financiera de. los Ayuntamientos y empresas privadas en comlín. P. Ayala. Tomamos una casa, invertimos y nos dan el uso de la casa durante quince años, después vuelve a ser suya. Así sucede en una isla griega. C. Mendaro. Existe el problema de desplazamiento de la población rural. L. Brigand. El propietario pide la restauración, la Administración la ejecuta con el 40 % o 50 % de los gastos. La Administración toma dos o tres habitaciones para alquilar a turistas. Para la gestión hay que buscar métodos flexibles. Como ha podido apreciarse en el contenido del debate mantenido, la intervención del representante del Ecoplán (C. Mendaro) fue muy escueta. Esta actitud se estableció intencionadamente para favorecer el intercambio de puntos de vista entre personas ajenas a los trabajos y con planteamientos diferentes. La misma actitud se mantuvo en los otros grupos. CONCLUSIONES DEL DEBATE SOBRE TURISMO A la vista del anáUsis del Ecoplán de La Gomera y de las visitas sobre el terreno, la comisión sobre «turismo» ha estimado que los «es-

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cenarios» de desarrollo turístico de la isla deben apoyarse en un análisis de la diversificación de la oferta turística. A partir de este análisis se deducen tres prioridades: a) Diversificación de la oferta de alojamiento — Estudio de las posibilidades de inversión en hoteles medios ligados a las nuevas técnicas (exenciones o franquicias hoteleras, etc.) en el sector de las tres estrellas y con unas 40 camas. Ejemplos de Polinesia y Caribe. — Implantación de un turismo rural de gran calidad mediante la definición de las zonas geográficas más favorables, criterios funcionales y arquitectónicos y rehabilitación de edificios y hábitats tradicionales. El elemento motor de esta operación podría ser la creación de una sociedad de economía mixta. Ejemplo: la isla de Chalki en Grecia. b) Diversificación de la oferta de transportes — Estudios sobre las posibilidades de diversificación de los transportes aéreos (aeropuertos, campos de aviación, helicóptero) en relación con los sistemas de transporte existentes, que se han desarrollado en la isla (marítimo y turístico). Ejemplo: Islas Vanuatu (en el Pacífico). — Estudios sobre el impacto turístico de la posible carretera del sur, en los aspectos ambientales y de propiedad. — Referencias a las actuaciones de ordenación en los litorales mediterráneos. c) Diversificación de la oferta de turismo rural — Estudio de productos sofisticados relacionados con el medio rural y ligados al Parque Nacional. El modelo de base puede ser el de estancias eco-culturales en casas de campo: aprendizaje de técnicas tradicionales de construcción, de agricultura y medio ambiente, bajo la forma de cursos destinados a los escolares de Canarias, asociaciones juveniles, universidades, la tercera edad, etc. Ejemplo: Bretaña y Pirineos en Francia. —'• Estudios de productos mixtos, ligando el turismo rural y el turismo de mar: viviendas rurales con acceso al mar, organización de escalas en tierra (pequeños puertos de recreo) en los valles próximos a estos alojamientos. La asociación ÍNSULA podría asegurar transferencias de experiencia y tecnología para la realización de estudios sectoriales que 287


permitirían por una parte la puesta en marcha de aspectos considerados prioritarios y de otra, el desarrollo operacional del ECOPLAN. El desarrollo de una base de datos estadísticos se considera como un requisito indispensable.

4.2.3. AGRICULTURA Y COMERCIO La agricultura y la ganadería son sectores básicos para una estrategia que persiga mantener la población. Si bien necesitan apoyarse en un tipo de turismo no desorganizador. Con esta premisa, se asumen las propuestas del Ecoplán (generales y específicas) con ligeras modificaciones. Tomando como base los estudios realizados, consideramos de gran interés una actuación inmediata en la línea de desarrollo ecointegrado en una determinada zona o localidad. Paralelamente estudios y experiencias en áreas pequeñas que sirvan como ejemplo. Se proponen para su consideración los siguientes puntos, además de las propuestas generales de índole agrícola del Ecoplán. — Lo básico no es sólo el Parque Nacional, sino la isla en su conjunto, toda ella debe contar con una figura de protección que reconozca sus valores, se propondrá para ser considerada Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. — En esta línea se propone la creación en San Sebastián de un centro de acogida e interpretación que sirva para recibir e informar a los visitantes, facilitando la difusión de la imagen de la isla. — Las actuaciones han de coordinarse con una gestión integral (gabinete de gestión del desarrollo) que sea dinámica, armonizadora y flexible, es decir, capaz de adaptarse a los cambios que se produzcan en el tiempo. Receptora de ideas y facilitadora de iniciativas. — Conservación del paisaje, fomentar la ganadería aprovechando zonas con producción complementaria y recuperar (con experiencias previas) algunos territorios esenciales para poder pasar los períodos críticos. — Desarrollar una agricultura con base ecológica que procure productos de calidad, mediante un cuidado y mejora la fertilidad del suelo y el control integrado en la lucha contra plagas y enfermedades.

288


4.2.4.

CONSERVACIÓN Y USO DE RECURSOS En este grupo de trabajo se desarrollan unos principios generales y consideraciones específicas para cada uno de los recursos tratados. — Compatibilizar una ordenación global de los recursos de la isla con la planificación individualizada de cada área homogénea. — Necesidad de elaborar un Plan Insular que recoja estas opciones, ya que la Isla se encuentra en una deficiente situación con respecto al planeamiento. — Para conseguir una buena gestión de los recursos es necesario un doble flujo de información entre planificadores y población. Arbitrar las medidas adecuadas para que la población entienda y pueda aceptar la planificación propuesta, que a su vez habrá recogido el sentir general de la misma. — La introducción de propuestas alternativas en la conservación y uso de recursos debe ser realizada por etapas, evitando bruscos cortes en la gestión y aprovechamiento actual que dificulten su aceptación. — Canalizar lo antes posible parte del flujo en las inversiones públicas en proyectos ejemplares en el uso y gestión de recursos. — Adecuar la formación tecnológica a los nuevos criterios de usos de recursos: Formación Profesional, INEM, etc. — Dar prioridad a aquellos proyectos tendentes a aumentar el grado de autonomía productiva. — Integrar todos los ecosistemas singulares y áreas protegidas en la planificación general de recursos.

Consideraciones específicas sobre la gestión y aprovechamiento de ECOSISTEMAS SINGULARES: — Necesidad de arbitrar soluciones necesarias para conservar los ecosistemas humanizados, particularmente los bancales como elemento paisajístico de primer orden y como estructuras básicas para la conservación del suelo y del agua. — Compatibilizar la declaración de zonas protegidas con aprovechamientos agro-silvo-pastorales que no impliquen la degradación de las mismas. 289


Proponer la realización de ensayos a pequeña escala de los efectos de los distintos tipos de manejos: ganadería extensiva, aprovechamientos por entresacas, etc.

RECURSOS HIDRICOS: — Estudios de los impactos de nuevos planes de canalización sobre los ecosistemas naturales y agrícolas implicados, teniendo en cuenta especialmente los criterios tradicionales de asignación de aguas: Caso de Valle Gran Rey. — Evitar las desigualdades espaciales en el reparto del agua, especialmente la monopolización del agua por parte de la agricultura de exportación y el turismo. — Dar prioridad en los planes de inversión hidráulica a la restauración de la red de canalización (con pérdidas actuales del 30 %). — Especial atención al problema de contaminación de acuíferos y a la sahnización de pozos. — Estudio de medidas tendentes al ahorro y reciclaje de recursos hídricos.

ENERGÍA: — Evitar el impacto de la red eléctrica especialmente en paisajes singulares: tendidos y transformadores. — Potenciar sistemas de autonomía energética en cada área. Especialmente en las pequeñas entidades. Estudio de soluciones combinadas a pequeña escala (solar, eólica, fotovoltaica, etc.). — Estimular el empleo de nuevas energías, especialmente en instalaciones turísticas de envergadura y edificación pública. — Perfeccionamiento y apoyo de los sistemas de aprovechamiento energético de la biomasa, a través de recursos forestales y agrícolas: hornos, sistemas de calefacción, carbón vegetal, etc.

RESIDUOS: — Cierre inmediato de los .vertederos incontrolados actuales. — Puesta en marcha de los Planes de vertido controlado ya elaborados.

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Potenciación de las técnicas de aprovechamiento descentralizado de la biomasa agrícola: utilización del rolo de platanera, sarmientos, etc. Introducción de sistemas de compostaje a pequeña escala, ya que no se justifica por volumen y transporte la solución de planta única. Apoyo a la utilización de aprovechamiento de las posibilidades energéticas y agrícolas (materia orgánica), del fayal brezal degradado. Esta solución cumple el doble sentido de prevención de incendios y regeneración del ecosistema. Este tratamiento permite además la introducción temporal de ganado ovino. ROCAS INDUSTRIALES: — Propuesta de Plan de Ordenación de la actividad extractiva, con especial atención a los impactos sobre el paisaje: Bco. de la Laja-Valle Gran Rey. — Apoyo al uso de roca ornamental tradicional procedente de canteras de la isla.

4.3. LOS ACUERDOS 4.3.1.

LINEAS ESTRATÉGICAS La última sesión se dedica a la discusión de lo elaborado por los distintos grupos. Una vez expuesto y discutido, se definen unos puntos estratégicos que serán aprobados por todos los presentes como conclusiones de este seminario: 1. Para que la gestión del Ecoplán se pueda llevar a cabo son imprescindibles las condiciones de información (de la población, técnicos y administración) y formación (capacitación, enseñanza, dinamización sociocultural, educación ambiental). 2. Creación de un Gabinete de Gestión que actúe como instrumen to de evaluación continua y regulación de las actuaciones. Sería el encargado de proponer la realización de los estudios necesarios y creación de un banco de datos sobre la Gomera. Como 291


paso previo se propone la creación de un grupo estable de pocas personas (técnicos del Ecoplán y representantes de las Administraciones) cuyo cometido sería promover reuniones, actuaciones y recabar en su caso la colaboración de otras personas o instituciones. Este grupo estable es elemento esencial para dinamizar y procurar la puesta en marcha del Ecoplán. 3. Recuperación del mercado agrario de autoabastecimiento. 4. No solo es importante el Parque Nacional de Garajonay sino que todo el conjunto paisajístico de La Gomera constituye un monumento de integración entre el medio natural y la actividad humana. Creación de un centro de información y recepción en San Sebastián que contemple la isla en su conjunto. Se recomienda iniciar los estudios y trámites oportunos para que toda la isla sea considerada Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. 5. Es necesario un plan insular que recoja las opciones generales y específicas respecto al uso racional de los recursos y asegure su marco legal. 6. Puesta en marcha de experiencias a pequeña escala para conocer la función y estructura de los ecosistemas susceptibles de aprovechamiento, así como su respuesta y fragihdad frente a actuaciones alternativas (áreas de monteverde, bancales, sabinar, zonas áridas, etc.). 7. Procurar la coordinación y comunicación entre las diferentes competencias de la administración. Canalizar la inversión pública hacia acciones ejemplares. 8. Diversificar la oferta turística (alojamiento, transportes, actividades) pero sin superar un tamaño crítico en la construcción que se situaría en torno a las 40 plazas por hotel. 9. Es deseable la gestión cooperativa del turismo por parte de la población local, en régimen de tiempo parcial. La gestión debe ser profesional y de calidad; para lo que se requiere una formación específica. Como propuesta en la clausura, el Profesor D'Ayala informó que en varias islas del Mediterráneo se están organizando o están ya en marcha estaciones experimentales multidisciphnares sobre desarroUo que actúan como centros de estudio e iniciativas, conectadas entre sí, facilitando el intercambio de información. Una de ellas podría organizarse también en La Gomera. El Profesor De Nicolás propone como paso inmediato y célula de la futura Estación, el inicio de una biblioteca general sobre La Gomera que sería controlada por el Gabinete de gestión a la que se hace referencia en el acuerdo 2.

292


El Profesor D'Ayala propone, así mismo, la inclusión futura de La Gomera en la Organización internacional no gubernamental para el desarrollo y la protección del medio en las islas pequeñas, que sería una asociación mundial de información e intercambio entre islas y cuya creación se acordó en el Congreso Internacional sobre Desarrollo en Islas realizado en Puerto Rico.

4.3.2. ACTUACIONES RESTRINGIDAS EN UN ÁREA PILOTO: La Laja. La estrategia del Ecoplán y su particular relación con las instituciones autonómicas y locales han aconsejado restringir al máximo el número y la amplitud de las actuaciones programadas. Así pues, conscientes de las limitaciones se ha cifrado la máxima eficacia en el establecimiento de modelos puntuales que recojan lo esencial de las directrices marcadas a nivel general. De esta manera seflexibilizanlos planteamientos y se hace posible un reciclaje continuado del Ecoplán. Esta estrategia permite contar con la experiencia proporcionada por la puesta en marcha de pequeñas actuaciones que, sin excesivos riesgos, constituyen una limitada mirada hacia el futuro y enriquecen los planteamientos posteriores. Para desarrollar estas primeras propuestas se han tenido en cuenta criterios de mínima resistencia y escasa fricción estructural. La orientación se basa en el convencimiento de que son las experiencias más asequibles las que pueden permitir una aceleración de los procesos alternativos de cambio al ejemplificar en la práctica modos de actuación adaptados a las condiciones del medio gomero. Se ha considerado a LA LAJA como un núcleo más adecuado para la puesta en marcha inmediata de las primeras actuaciones. Esta elección se basa, en primer lugar, en su cercanía a la capital de la isla. En segundo lugar. La Laja presenta una notable calidad medioambiental. En tercer lugar, se trata de una zona de huertas con posibiUdades de recuperación productiva en función del abastecimiento de San Sebastián. Hay otro factor a tener en cuenta: la mejora de comunicaciones ha creado expectativas de reocupación de viviendas para uso temporal; es preciso intervenir en este proceso para evitar las actuaciones de impacto negativo que, por ejemplo, ya se han dado en zonas medias del Barranco (Chejelipes, Lomito Fragoso, El Atajo). 293


Las propuestas de actuación en La Laja se escalonan en tres fases sucesivas, de acuerdo con la estrategia marcada por el Ecoplán: I."

Creación de canales cooperativos de comercialización de productos hortofrutícolas para su venta en San Sebastián. Posteriormente se determinarán las condiciones para la creación de una cooperativa de producción que supere incluso los limites de La Laja.

1.'

Rehabilitación de la vivienda antigua.

3."

Estudio e implantación de un sistema de acogida de visitantes en casas particulares. Esta iniciativa deberá conectarse con la creación de una ruta excursionista que, bordeando el Parque Nacional de Garajonay, tenga su meta final en Tamargada (municipio de Vallehermoso), a través de Los Aceviños y La Palmita. Por otra parte será necesario diseñar actividades para eventuales estancias de una semana, en La Loja y en los otros lugares mencionados.

Para la puesta en funcionamiento de la cooperativa de comercialización se requieren las siguientes actuaciones: a)

294

Proceso de organización del campesinado autónomo de La Laja a través de un trabajo de animación sociocultural de entre tres y seis meses de duración.


b) Paralelamente, gestión de un punto de venta en San Sebastián, aspecto este que no parece ofrecer dificultades dada la postura positiva del Ayuntamiento, y gestión de créditos para la adquisición de medios de transporte' de mercancías. Con anterioridad nos hemos referido a Tamargada. Es uno de los núcleos más interesantes de todo el Archipiélago Canario desde ángulos paisajísticos y constituye un núcleo de actuación prioritaria dentro del Ecoplán. La combinación de casas, bancales y palmeras compone un conjunto de estraordinaria belleza. Sin embargo, las actuaciones agrícolas ofrecen aquí una dificultad mayor dado el alto nivel de absentismo y de aparcería. De aquí que sea necesario realizar estudios de carácter puntual sobre las posibilidades agrarias de la zona. En todo caso, dado el avanzado proceso de deterioro, sería preciso de forma inmediata la redacción y puesta en práctica de un plan de conservación y rehabilitación de Tamargada, particularmente del barrio denominado MAZAPECES, en conexión con la ruta de turismo rural en el Norte de la Isla.

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5. La continuaci贸n del Ecopl谩n


En la primera fase del Ecoplán, los objetivos de trabajo fueron obtener una información que permitiera conocer los rasgos básicos de la dinámica socioeconómica y ecológica de La Gomera y establecer las líneas prioritarias que debería seguir el desarrollo económico y social de la isla, de acuerdo con los supuestos previos que motivaron el inicio de un estudio de este tipo. A lo largo de esta fase de estudios, quedó claro que las aportaciones de carácter sectorial deberían ser reelaboradas en función de los objetivos y de las orientaciones metodológicas, siendo imposible incluirlas directamente en los esquemas del trabajo salvo como información documental de base. Esto ocurrió en particular, con información aportada por organismos de la Administración y expresamente elaborada en base a convenios de colaboración con la Fundación promotora del Ecoplán. Dichos estudios generales o sectoriales, con una orientación convencional constituyen sin duda instrumentos valiosos pero suponen más que documentos definitivos para su incorporación directa del Ecoplán, materiales de trabajo que deben ser transformados e integrados mediante un adecuado análisis. La pretensión de no convertir estos estudios en una aportación solo académica, sino en factibilizar y llevar a la práctica las propuestas, constituye un elemento fundamental asumido por el equipo técnico. Ello supondría fundamentalmente una permanente conexión con las instituciones implicadas en un programa de este tipo, así como el trabajo directo de la población afectada por el mismo. Por ello la creación de un gabinete de gestión con los cometidos que se especifican en el epígrafe 4.3.1. (encargada del seguimiento, regulación de las primeras actuaciones, creación de banco de datos y propuesta de los estudios necesarios), resulta un requisito imprescindible para la dinamización y continuación del Ecoplán. Dicho grupo estable podría también iniciar los trámites para consolidar el respaldo internacional 299


a este programa mediante alguna figura de protección para la isla en su conjunto (Reserva de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad). La información y formación de la población por la mencionada oficina, coordinando los programas, cursos e inversiones promovidos desde distintos organismos de la Administración, y recogiendo sugerencias e iniciativas. Creemos que los estudios y propuestas del Ecoplán son los primeros pasos en una dirección con futuro asegurado, que hará compatible la prosperidad y mejora del nivel y calidad de vida con la conservación del patrimonio. Estos primeros estudios han sido realizados con una cantidad insignificante de dinero y, en relación con ello, los logros obtenidos sorprendieron enormemente a todos los participantes en el Seminario MaB de Crítica y Discusión. Los resultados fueron obtenidos gracias a uií gran esfuerzo interpretativo y trabajo sobre el terreno que compensó la carencia de algunos estudios básicos (por ejemplo, los mencionados en la discusión del grupo sobre turismo —4-2-2— o sobre «la pesca»), cuya realización hubiera ocupado ya todo el presupuesto del Ecoplán. El gran atractivo de La Gomera y la urgencia y oportunidad de realizar una propuesta de desarrollo equilibrado, cuando aún existe posibilidad de evitar previsibles desastres, animaron en todo momento a FEPMA y al equipo de trabajo, para salvar inconvenientes y dificultades. De la voluntad política y del respaldo, por parte de las diferentes administraciones depende ahora la continuidad de esta Propuesta de Desarrollo.

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Anexo I: MetodologĂ­a que debe informar un proyecto de EcoplĂĄn (J. M. Naredo)


1. El término ecoplán se emplea para designar un programa de gestión de los recursos de un territorio que evite la usual disociación entre los enfoques económicos y los ecológicos, tratando de reconciliar la utilidad propugnada por aquellos con la estabilidad perseguida por éstos y, en cualquier caso, precisando con claridad el contenido y el alcance de las posibles contradicciones existentes entre ambos niveles. Pasemos, a definir los ragos metodológicos básicos que deben informar al ecoplán por contraposición a aquellos que caracterizan a los enfoques económicos corrientes y que son fuente de la disociación, para acotar las diferencias que van desde el objeto y el método de estudio hasta el instrumental analítico empleado y las metas que se proponen y que condicionan los diferentes programas de acción. 2. El ecoplán tiene que definir su objeto de estudio explícitamente señalado, que comprende todos los materiales y la energía relacionados con el territorio de referencia y los procesos vitales que en él se desenvuelven, mientras que la planificación económica corriente lo hace implícitamente al ocuparse sólo de aquellos objetos que tienen un valor de cambio —de mercado, administrado o imputado— positivo. 3. De esta manera, mientras que el anáUsis del ecoplán debe abarcar en toda su magnitud el trasiego de materiales y de energía que tienen lugar en el territorio considerado, el enfoque económico corriente se centra en aquella parte del mismo cuyos objetos tienen valor de cambio positivo, quedando el resto fuera de sus esquemas analíticos. Resto que comprende áreas tan importantes como la de los recursos existentes en su estado natural, antes de la intervención humana, y como la de los residuos que tal intervención genera. 4. En ambos casos se puede decir que el hombre constituye el sujeto al que hay que referir la gestión de recursos a planificar orien309


tándola hacia objetos formalmente utilitarios. Pero, en razón de su diferente objeto de estudio, el primero de los enfoques enunciados exige que los logros utilitarios se evalúen atendiendo a su relación o su incidencia directa sobre la vida de los habitantes del territorio en cuestión y no sólo a los valores monetarios de algunos de ellos, como suele hacer el enfoque económico corriente. Por otra parte, el ecoplán reconoce el papel activo de los procesos naturales y su interacción con las acciones humanas (erosión, formación de suelo fértil...) mientras que el enfoque económico corriente toma al hombre como el único sujeto activo de su sistema. 5. De lo anterior se desprende ya, que mientras que en el ecoplán las decisiones adoptadas han de ser fruto del anáUsis de las características específicas de los recursos concretos existentes en el territorio y de sus posibles usos, a las que se tratan de ajusfar las dimensiones monetarias, en los enfoques económicos corrientes son los objetivos expresados en términos monetarios los que ejercen un papel condicionante. Es decir, mientras en el primer caso las dotaciones de recursos y el diseño de sus posibles usos juegan el papel de variable dependiente, en el segundo se invierten los papeles, erigiéndose las variables monetarias en independientes a las que se somete implícitamente el resto. 6. En el caso del ecoplán la información concreta sobre los recursos naturales disponibles y sobre los flujos de energía y materiales relacionados con su gestión actual o posible, aparece estrechamente vinculada al territorio de referencia y, por ello, la recogida de datos ha de estar claramente territorializada (recurriendo para ello a la cartografía disponible, a la fotointerpretación etc.), y debe dar lugar a una cartografía temática en condiciones como medio adecuado de presentar sintéticamente buena parte de la información sobre la cual se pretende planificar. Por el contrario, el enfoque económico corriente, al referir todos sus razonamientos a ese mundo sin dimensiones del valor, transcurre sin problemas al margen de referencias territoriales concretas, considerando los cuadros de cifras (o su representación gráfica), y no la cartografía, como el instrumento idóneo para sintetizar la información disponible. 7. El ecoplán debe diferenciar con claridad entre los stocks de recursos disponibles y los flujos de materiales, energía e información a que pueden dar lugar o —como decían hace siglos los economistas hoy llamados fisiócratas— entre los bienes fondo y las riquezas renacientes (o renovables). Sin embargo, el enfoque económico standard, al centrar sus razonamientos sobre magnitudes expresadas en términos monetarios, hace abstracción del carácter de flujos o de stocks que tienen en términos físicos los recursos gestionados. 8. Los diagramas de flujos, con sus fuentes y sumideros, con sus re-

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troalimentaciones y reciclajes, constituyen el instrumento idóneo para representar ese trasiego unidireccional de energía, agua y materiales, en general, relacionados con la gestión de recursos actual o posible contemplada en el ecoplán. Por el contrario, el enfoque económico corriente recurre a la contabilidad en partida doble como el instrumento más adaptado y expresivo del sistema a representar. 9. Las diferencias.mencionadas entre los objetos de estudio y entre los planteamientos instrumentales empleados en la obtención, análisis y tratamiento de la información, se plasman en las distintas nociones de sistemas económicos que mantienen el ecoplán y el enfoque económico corriente. 10. El ecoplán acomoda su noción de sistema económico al tipo de sistemas empleados para describir el funcionamiento de los organismos y, en su sentido más genérico, los ecosistemas. Tal y como señala Bertalanffy en su libro ya clásico Teoría General de Sistemas ^: «... en el organismo se dan sistemas de equilibrio, pero el organismo como tal no puede considerarse como un sistema equilibrado. El organismo no configura un sistema cerrado, sino abierto» (llamamos a un sistema «abierto» cuando intercambio materia y energía con su entorno), «... el organismo —concluye Bertalanffy— es un sistema abierto en estado (cuasi) uniforme, mantenido constante en sus relaciones de masas en un intercambio continuo de material componente y energías: entra continuamente material del medio circundante y sale hacia él». De forma general podemos definir el sistema económico que toma como base el ecoplán como un sistema abierto y desequilibrado que busca, sin embargo, mantenerse en determidado estado tratando de compensar los factores que inducen a su degradación, mediante un continuo flujo e intercambio de materia y energía con su medio ambiente. 11. Por el contrario, el enfoque económico corriente toma como base de sus razonamientos una noción de sistema económico que se caracteriza por ser un sistema cerrado (en materia y energía) y equilibrado (a imagen y semejanza de los aplicados corrientemente en la explicación de los equilibrios mecánicos y químicos que se restringen por lo común a la cinética de los sistemas cerrados). Se puede hablar del sistema económico corriente como un sistema cerrado en tanto que no registra ningún intercambio con su entorno no económico ^. Por otra parte, la igualdad entre la producción y el consumo presente o diferido (acumulación) de valores monetarios que se deriva de la ley de conservación del valor por la que se rige el sistema económico corriente, hacen de él siempre un sistema equilibrado que toma como medio idóneo de representación contable, el sistema permanentemente equihbrado de la partida doble» ^. El carácter equilibrado del sistema económico corriente constituye un reflejo de la ana311


logia mecanicista que lo inspira, pues, como es sabido, la mecánica clásica se circunscribe al campo de los sistemas cerrados y globalmente equilibrados. 12. Los esquemas adjuntos sintetizan algunas de las diferencias enunciadas entre el ecoplán y el enfoque económico corriente en lo que concierne a sus respectivos objetos de estudio y a las nociones de sistema en torno a las que se articula en uno y otro caso. 13. Las diferencias entre los objetos de estudio y las nociones de sistema que los representan se refleja también, como no podía ser menos, en diferencias en los métodos de trabajo. El enfoque económico corriente al postular la independencia de los agentes económicos y al reducir su objeto de estudio a un sistema cuyos componentes son expresados en una única magnitud homogénea, cumpliendo la condición de aditividad, presenta un terreno propicio a la aplicación del método analítico parcelario. Método que opera concentrando el análisis en los elementos más simples del sistema, para reconstruir después por simple agregación de los mismos y de sus propiedades elementales. Por el contrario, el ecoplán al abarcar un objeto de estudio más amplio y complejo, compuesto por una gran diversidad de elementos que incumplen la condición de aditividad y que se encuentran sujetos a fuertes interacciones no lineales, tiene que recurrir al enfoque denominado sistémico. Este enfoque postula que el todo no es el resultado de la simple agregación de las partes, sino que centra su atención en las relaciones entre ellas, y no sobre los elementos aislados, y en las relaciones del sistema con su medio ambiente, y no en sus equilibrios internos. Es característico del primero razonar sobre sistemas cerrados que observan equilibrios estáticos, mientras que el segundo acostumbra a considerar sistemas abiertos globalmente desequilibrados y a incluir el tiempo como variable explícita en el seno de los mismos. Es también característico del primero representar su sistema mediante modelos rígidos normalmente lineales que arrojan previsiones cuantitativas exactas de las variables (p. e. los modelos econométricos), el segundo suele recurrir a los modelos como medios para establecer simulaciones sobre el funcionamiento de sus sistemas que muestren las consecuencias previsibles de cada uno de los escenarios y comportamientos considerados, arrojando resultados que no tratan de ser precisos pero sí útiles para orientar las grandes decisiones relativas a la gestión de recursos y a la tecnología (p. e. los modelos del Club de Roma). 14. El campo científico y tecnológico constituyen el área estratégica en la que se apoya la acción en el ecoplán, mientras que en la planificación económica corriente tanto la información como la acción se desenvuelven en el campo de las magnitudes expresadas en términos monetarios. En una palabra, mientras que el ecoplán busca in-

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formar la gestión de recursos de un territorio aplicando una política tecnológica específica y utilizando de modo instrumental para este fin, resortes de índole monetario, jurídico, etc., en la planificación corriente se cifran primero los objetivos en términos monetarios. 15. Mientras que el enfoque económico corriente no incluye en su objeto de estudio el flujo completo de energía y materiales sobre el que se asienta la gestión de recursos de un territorio determinado para centrarse en el análisis de los valores monetarios, el ecoplán, aunque se centre en el estudio de aquellos, no puede hacer abstracción de éstos. En otras palabras, el ecoplán además de preocuparse de buscar soluciones económicas a la gestión de los recursos del territorio en cuestión que sean técnicamente viables, ha de preocuparse también de asegurar su viabilidad desde el punto de vista financiero con los precios y demandas actuales o previsibles. 16. La búsqueda de soluciones económicamente deseables dentro del objeto de estudio del ecoplán que sean a la vez técnica y financieramente viables, se traduce a nivel teórico en que el ecoplán tiene que conjugar la igualdad básica en el valor de la producción de objetos económicos reales y el de su consumo presente o diferido (acumulación) que preside el carácter equilibrado del sistema económico corriente "* con la estabilidad del sistema de flujos de energía y materiales sobre el que se desenvuelve la gestión de recursos naturales y medioambientales. En resumen, la gestión de recursos propuesta por el ecoplán debe conciliar una aplicación estable a largo plazo del sistema descrito en la parte inferior del gráfico inicialmente presentado, referida al conjunto de los recursos naturales y medioambientales del territorio implicado, con un horizonte de equilibrio entre los valores monetarios producidos y consumidos en el seno del mismo, representada en la parte superior de ese mismo gráfico. Ciertamente en la actualidad el sistema de valores dominantes origina a veces, ya sea a través del mercado o del intervencionismo estatal, unos precios que van en contra de la estabilidad ecológica propuesta por el ecoplán —por ejemplo, subvenciones al uso de medios químicos en la agricultura y no de medios orgánicos alternativos de fertilización y control de plagas, etc. Lo cual puede hacer incompatible a corto plazo esa estabilidad en el equilibrio financiero. Por otra parte, la reconversión de la gestión de recursos propuesta por el ecoplán, podría exigir a corto plazo un esfuerzo inversor y una mayor necesidad de financiación de la que demandaría a corto plazo la simple prolongación del status quo, aun cuando a largo plazo se muestra inviable. Queda claro, por tanto, que los objetivos de la estabilidad ecológica y el equilibrio financiero propuestos por el ecoplán deben plantearse como metas a largo plazo que informen la reorientación de lo actual y no como un objetivo inmediato. 313


17. Ni que decir tiene que entre los objetivos del ecoplan no tiene cabida ese crecimiento del valor agregado de los objetos económicos reales producidos, que postula el enfoque económico corriente de forma indiscriminada y sin tener en cuenta el origen y el destino final en términos físicos de tales objetos, ni la funcionalidad vital que entraña su obtención y uso. Al no ser expresables en una única magnitud homogénea, los elementos que componen el sistema de ecoplán no pueden dar lugar a ningún saldo cuyo incremento se estime global e inequívocamente deseable. Por este mismo motivo el ecoplán no puede asumir tampoco el objetivo de «crecimiento cero» ni postular como meta un estancamiento que se revela incompatible con su propia noción de sistema económico. El ecoplán trata simplemente de proporcionar las orientaciones necesarias para que este sistema evolucione en el territorio considerado, no ya hacia la estabilidad ecológica y el equilibrio financiero que garantiza su viabilidad, a largo plazo, sino también básicamente en favor de los valores vitales de sus habitantes. Y esa evolución entrañará sin duda la expansión de ciertas actividades y la regresión de otras, la apropiación, transformación y uso acrecentado de determinados materiales y energías y el abandono de otros, todo ello claro está dentro de los límites que plantean los recursos y las tecnologías disponibles en el marco de estabilidad que se propone el ecoplán. 18. El cumplimiento de este doble objetivo de la estabihdad ecológica y el equilibrio financiero en un determinado territorio, depende en primer lugar de la relación entre los recursos y la tecnología disponibles y las exigencias de la población. En segundo lugar, de la incidencia que tiene sobre el medio natural las intervenciones humanas ejercidas hasta el presente que pueden ser favorables o desfavorables a los objetivos del ecoplán. En tercer lugar de las posibiUdades que brindan las características demográficas, sociales e institucionales vigentes, no sólo para que exista voluntad política de realizar el ecoplán, sino también para que la población pueda asumir sus objetivos y orientar sus actividades de acuerdo con ellos. Pues, así como las intervenciones orientadas a expoliar los recursos naturales de un territorio pueden imponerse coactivamente a su población, el aprovechamiento estable de los mismos difícilmente podrá salir adelante sin apoyarse en ella. 19. Aunque teóricamente la filosofía del ecoplán podría apHcarse con éxito a territorios de dimensiones muy diversas —una finca, una comarca natural, un país... el planeta entero— en la media en la que pesen sobre el ámbito de aplicación elegido condiciones naturales, demográficos, sociales o institucionales abiertamente desfavorables a esa filosofía, obviamente, su realización se verá comprometida. En consecuencia, es cometido del ecoplán analizar estos condicionantes y proponer no sólo una política tecnológica y unas orientaciones de-

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terminadas en lo que concierne a la gestión de recursos, sino también las medidas culturales, jurídicas, etc., que se estimen pertinentes para paliar dichos condicionantes. 20. La pretensión del ecoplán de establecer una estrategia que apunte a la vez a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de un territorio y a salvaguardar su estabilidad ecológica, se basa en la certidumbre de que los objetivos de mejorar la vida y su ambiente no pueden estar separados, e incluso enfrentados, como se postula desde planteamientos mecánicos y parcelarios, sino que han de abordarse conjuntamente si se quieren obtener logros duraderos.

^ Ludwing von Bertalanffy, General System Theory. Fundations, Development, Applications, G. BraziUer, New York, 1968 (Ref. Traducción del F.C.E. Madrid, 1976, p. 125). •^ La posibilidad de introducir el comercio exterior en el sistema económico no debe inducir a error respecto a su caracterización básica de sistema cerrado. En primer lugar, el razonamiento con fines teóricos o didácticos simplificadores sobre lo que los economistas denominan «sistema económico cerrado» ^<s decir, que prescinde del comercio exterior— es buena prueba de ello: si idea de «sistema económico» puede pensarse como sistema cerrado, cosa que no ocurre con el tipo de sistema que se estima representativo de organismos biológicos o de ecosistemas (inconcebibles como sistemas cerrados, ya que el intercambio de energía y materiales con su entorno aparece como característica esencial de la existencia del propio objeto de la representación). En segundo lugar, hay que advertir que el intercambio de objetos económicos —^mercancías y dinero u otros activosfinancieros—con el exterior, considerado en el caso de sistemas económicos llamados «abiertos» no busca representar sus intercambios de materia y energía en sí mismos, sino sólo en la medida en que se les atribuya un valor de cambio. De esta manera se trata sólo de intercambio entre sistemas económicos y no de éstos con su medio ambiente, haciendo que el conjunto de los sistemas económicos abiertos entre sí dé lugar a un sistema cerrado en su conjunto. ' Al equilibrio indicado entre los valores producidos y los consumidos, se suma aquel otro que se da entre la variación neta del valor de los activos reales y la de los activos financieros, que equilibra el valor de los objetos económicos reales con el de los objetosfinancierosdirecta o indirectamente respaldados por aquellos. Los desequilibrios que pueden darse entre ios valores netos producidos y consumidos en el territorio de referencia han de verse compensados por el valor de una entrada o salida neta de objetos económicos reales y por una salida o entrada neta de activos financieros de igual valor. * Si el valor del consumo presente o diferido de objetos económicos reales sobrepasa al valor de lo producido en el territorio (lo que supone una entrada neta de objetos económicos de otros territorios) el desequilibrio ha de saldarse en el terreno financiero con la subvención o el endeudamiento neto de los habitantes del territorio frente al exterior y viceversa. El ecoplán ha de rechazar soluciones que supongan una subvención o endeudamiento sistemático de las actividades del territorio objeto de estudio.

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Gráfico 1 FLUJO DE TRANSFORMACIÓN DEL VALOR Y OBJETOS ECONÓMICOS REALES A LOS QUE CORRESPONDE Objeto de estudio del enfoque económico corriente

PRODUCCIÓN Valor en pesetas

PRODUCCIÓN Objetos económicos reales ^

CONSUMO presente

diferido Valor en pesetas

CONSUMO Presente o diferido' objeto económicos reales ^

0

TERRITORIO

^ Los objetos económicos reales aparecen y desaparecen en el sistema en tanto que lo hacen sus correspondientes valores de cambio. El sistema serigepor una ley de conservación del valor, según la cual Valor de la Producción = Valor del Consumo (presente o diferido). ^. La materia y la energía están sujetas a una ley de conservación, pero también a la ley de la entropía que contempla su degradación cualitativa e irreversible.

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Gráfico 2 FLUJOS DE MATERIALES Y DE ENERGÍAS SOBRE LOS QUE SE DESARROLLA LA TRANSFORMACIÓN DEL VALOR DE LOS OBJETOS ECONÓMICOS REALES Objeto de estudio de la economía de los recursos naturales y medioambientales

RECURSOS

ACTIVIDADES DE APROPIACIÓN TRANSFORMACIÓN Y USO

DESECHOS

> Energía libre accesible

Energía dispersada 0 degradada

«PRODUCCIÓN» Objetos económicos reales

T * Materia organizada accesible

«CONSUMO» presente o diferido objetos económicos reales

Materia dispersada 0 degradada

TERRITORIO

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ANEXO II PERSONAS QUE HAN PARTICIPADO EN DIFERENTES FASES DEL PROCESO DE REALIZACIÓN DEL ECOPLAN AGOSTA TRUJILLO, María Asunción ARMAS, Erasmo. ARMAS MATALLANA, Gerardo. ARTEAGA, Luis AZNAR SAINZ, Eduardo. BABIC, Ognién. BARBERO, Ángel. BATISTA, Carlos. BELLO, Antonio. BETHENCOURT GAMEZ, Esteban. BOCCOU, Betty. BRACCO, Sergio. BRIGAND, Louis. BRITO, Virgilio. CARDELUS Y MUÑOZ SECA, Borja. CARDETTINI, Onelia. CARRACEDO, Juan Carlos. CAVALLARO, Carmelo. CUADROS, Santos. CÚRVELO CÚRVELO, Casimiro. D'AYALLA, Piergiovanni. DÍAZ PINEDA, Francisco. ENRIQUEZ VERA, Manuel. FERNANDEZ CALIANO, Emilio. FOLCH I GUILLEN, Ramón. GARCÍA GONZÁLEZ, Alvaro. GARCÍA ZANDIVAR, Ricardo. GASCO MONTES, José. GIL PLASENCIA, José. GÓMEZ, Mario. GÓMEZ SAL, Antonio. GONZÁLEZ ALONSO, Santiago. GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, José Miguel. GONZÁLEZ LAXE, Fernando. HERRERA RODRÍGUEZ, Domingo. JEREZ, Ramón. LEDEMEZET, Maurice.

LUENGO, Alberto. LUENGO, Hugo. MANCHE, Andre. MARGARIS, Nico. MARÍN CABRERA, Cirpriano. MARTIN CASAS, Julio. MARTÍNEZ, Adolfo. MENDARO CERVERA, Ceferino. MERINO ORTEGA, José MONTES, José Ramón. MORALES HERNÁNDEZ, Genaro. MOREY, Miguel. NAREDO, José Manuel. NEBRO, Joaquín. NICOLÁS DE, Juan Pedro. OLMEDO VILLAREJO, Ramón. ORS, Alfonso. PADILLA GÓMEZ, José Carlos. PLASENCIA LUG, Eliseo. PLASENCIA TRUJILLO, Antonio. PULIDO, Félix. QUINTERO ARZOLA, Enrique. QUINTERO LIMA, Antonio. RAMOS, Eloy. RODRÍGUEZ, Francisco. RODRÍGUEZ, Moisés. ROMERO MANRIQUE, Pedro. RUIZ SANZ, Juan Pedro. SAEZ LAIN, Concepción. SÁNCHEZ, Carlos. SÁNCHEZ, Isidoro. SÁNCHEZ ALMARAZ, Jorge. SCICLUNA, Edward. SORIA, Arturo. STARC, Nenad. VEGA DE LA, Alfonso. VELLAS, Frangoise.

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ANEXO i n ORGANISMOS COLABORADORES

PROMOTOR: Dirección General de Medio Ambiente. Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. FEPMA mantiene contactos y ha recabado información, asesoramiento y apoyo de las siguientes Instituciones Canarias: Presidencia del Gobierno de Canarias. Asesores de la Presidencia del Gobierno de Canarias. Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. Dirección General del Medio Ambiente. Consejería de Agricultura y Pesca. Dirección General de Investigaciones Agrarias. Delegación del Gobierno en La Gomera. Cabildo Insular de La Gomera. Ayuntamientos de la Isla de La Gomera. Comunidades de regantes de Vallehermoso y Hermigua (La Gomera). ORGANISMOS COLABORADORES: Ministerio de Agricultura. Gabinete del Ministro. ICONA: —Dirección General. Madrid. 321


—Dirección Provincial. Santa Cruz de Tenerife. —Dirección del Parque Nacional de Garajonay. DIRECCIÓN GENERAL DE ORDENACIÓN PESQUERA. IRYDA. INIA. SUBDIRECCION DE INDUSTRIAS AGRARIAS. AGENCIA DE DESARROLLO GANADERO. INSTITUTO DE EDAFOLOGÍA Y BIOLOGÍA VEGETAL. (CSIC). MADRID. MINISTERIO DE CULTURA: — Señor Ministro. — Gabinete del Ministro. — Dirección General de Patrimonio. — Dirección General del Instituto de la Juventud. — Programa «Miralcampo». MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL: — INEM. Fondo Social Europeo. Ministerio de Cultura. Programa «Escuelas-Taller» (Escuela-Taller de La Gomera). SECRETARIA DE ESTADO PARA LA PLANIFICACIÓN. MINISTERIO DE ECONOMÍA. MERCOSA. INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. INSTITUTO OCEANÓGRAFICO. EMPRESA NACIONAL ADARO. PLAN ENERGÉTICO NACIONAL. UNELCO. Canarias. UNESCO. — París. División des Sciences Ecologiques. — Marsella. División Etudes Interdisciplinaires de l'Habitat humain dans les ecosystémes insulaires. MADRID. COMITÉ ESPAÑOL DEL PROGRAMA MAB. UNITET NATIONS ENVIRONMENT PROGRAMME. — Regional Office for Europe. Ginebra. 322


MEDIO AMBIEimS

AVOPU

StCRETARI* QENERAI. TÉCNICA CENTRO DE PUBLICACIONES

P.V.P.: 1.500 Pts.


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