Ci p r i a n oMa r í n Lu i sGo r t á z a r
Turismo y Desarrollo Sostenible de la teoría a la práctica la experiencia insular Autores:
Cipriano Marín Luis Gortázar
GOBIERNO DE CANARIAS CONSEJERÍA DE TURISMO Y TRANSPORTES VICECONSEJERÍA DE TURISMO
International Scientific Council for Island Development
Edita: Viceconsejería de Turismo Consejería de Turismo y Transportes Gobierno de Canarias en colaboración con el departamento de INSULA EN CANARIAS Autores: Luis Gortázar Cipriano Marín Coordinación de la edición: Giuseppe Orlando Diseño gráfico: Luis Mir Fotografía de portada: Alberto Luengo Fotomecánica: Tenydea S.L. Impresión: Tingraf S.L. Depósito Legal: TF-146/99 Impreso sobre papel reciclado
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Índice Prólogo
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Hacia una nueva cultura del turismo en las islas El turismo sostenible, un nuevo modelo de desarrollo Las islas De la teoría a la práctica
7 10 11 13
Conceptos y Definiciones Desarrollo Sostenible Turismo Sostenible Turismo Responsable Turismo Rural Ecoturismo Turismo Verde Otros turismos Ecolabel Sistema de Gestión Ambiental Ecoauditoría Normalización Calidad Calidad Ecoturística Código ético Buenas Prácticas Capacidad de carga
15 15 16 16 16 16 17 17 18 18 19 20 20 20 21 21 21
Buenas prácticas en los establecimientos turísticos DE LA TEORÍAA LA PRÁCTICA ENERGÍA Objetivos ambientales Acciones Soluciones Minimizar el consumo de energía Maximizar la eficiencia de las fuentes de energía El papel de las renovables AGUA Objetivos ambientales Acciones Soluciones
23 23 23 24 24 24 24 26 27 29 29 29 29
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RESIDUOS Objetivos Acciones Soluciones EFLUENTES Y EMISIONES Objetivos ambientales Acciones Soluciones REDUCCIÓN DE RIESGOS E IMPACTOS Objetivos ambientales Acciones Soluciones EDIFICACIÓN, ENTORNO E INTEGRACIÓN PAISAJÍSTICA Objetivos ambientales Acciones Soluciones BUENAS COMPRAS Objetivos ambientales Acciones Soluciones RECOMENDACIONES GENERALES INFORMACIÓN Y SERVICIOS
32 32 32 32 35 35 35 35 36 36 37 37 38 38 39 39 40 40 40 40 41 42
Herramientas para la gestión del turismo sostenible Códigos de conducta Características de los ecolabels turísticos Los Manuales de Buenas Prácticas, el primer paso Sistemas de Gestión Ambiental en el sector turístico La normalización
43 43 46 52 55 57
Estrategias de futuro para los destinos insulares Planificación del turismo sostenible La gestion integrada de zonas costeras El caso del Transporte El recurso a la telemática Bases para la actuación
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Declaraciones y documentos Conferencia de Barbados - Programa de actuación Declaración de Berlín Carta del Turismo sostenible Agenda Insular Europea Declaración de Río
65 65 67 68 72 74
Bibliografía Recomendada Sitios WEB recomendados
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Prólogo L
Para ello, han resultado fundamentales las recomendaciones incluidas en la Carta de Lanzarote, que se acordó en la Conferencia Mundial de 1995.
a mayor o menor cantidad de tiempo que una caldera de un hotel invierte en calentar el agua que un cliente demanda al abrir un grifo tiene una repercusión enorme en el resultado económico de este establecimiento, tanto en ahorro de agua como de energía.
Hace años que la administración turística de Canarias se aplica con decisión en plasmar en la realidad el desarrollo sostenible, con el objetivo de que no se queden en meros documentos de intención, sino en un ejemplo para todo el mundo de respeto a las generaciones que nos sucederán en el futuro, a quienes debemos dejar un mundo en condiciones óptimas para el desarrollo armónico de la Humanidad.
Éste es tan sólo un ejemplo sencillo de cómo algunas estrategias pueden resultar de extrema importancia a la hora de hablar con seriedad y rigor de un desarrollo turístico sostenible, como el que promocionamos en Canarias y a donde deberán confluir todas aquellas empresas que, prestigiando el nombre de nuestro Archipiélago, quieran seguir compitiendo en los márgenes de calidad establecidos claramente en la Ley de Ordenación del Turismo en Canarias y el desarrollo de sus reglamentos.
Los profesionales del sector tienen en esta obra una herramienta de gran valor que incluye los objetivos mínimos que el Ejecutivo de Canarias hoy recomienda (y en el futuro exigirá sin duda alguna) no sólo a las instalaciones de nueva creación, sino a todas las que, inexcusablemente, deberán ir actualizándose para seguir compitiendo con garantías en el circuito de los mejores destinos turísticos del mundo.
Esta obra que hoy presenta la Consejería de Turismo y Transportes reúne un interesante catálogo de actuaciones que optimizan una gestión sostenible de los alojamientos turísticos ubicados en islas de gran fragilidad ambiental, como lo es Canarias, con el 42 por ciento de su superficie total declarada Espacio Natural Protegido en sus distintas variantes. Igualmente se ofrece un interesante y valiosísimo recorrido por diferentes áreas de actuación, tanto de establecimientos (agua, energía, residuos), como de destinos turísticos (áreas protegidas, infraestructuras, biodiversidad).
Juan Carlos Becerra Viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias
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Hacia una nueva cultura del turismo en las islas D
esde la celebración de la Conferencia de Rio en 1992, la estrategia del desarrollo sostenible se ha ido configurando como una opción real que impregna cada vez más al conjunto de decisiones políticas, técnicas y económicas en el mundo actual. En muy pocos años, lo que parecía una posibilidad a largo plazo se ha convertido en una realidad en multitud de actuaciones y decisiones a escala internacional. La idea de que es posible conservar nuestro capital natural y cultural sin comprometer el futuro, y que esta aspiración puede ser compatible con el desarrollo en el presente, comienza a llevarse a la práctica en los principales ámbitos de la actividad económica. Y el fenómeno turístico, al que algunos comparan en magnitud con la Revolución Industrial, no escapa a esta tendencia. El turismo ha sido quizás uno de los sectores donde la nueva sensibilidad, basada en la convergencia del negocio turístico y el medio ambiente, ha calado con mayor fuerza. Curiosamente, una actividad que hasta la década de los ochenta mantenía la etiqueta de industria agresora del medio ambiente y destructora de las culturas locales. Aunque también hay que reconocer que es una industria extremadamente joven, en realidad el concepto de turismo como lo conocemos aparece
por primera vez en 1811 en el Diccionario Inglés de Oxford. El gran cambio que se ha comenzado a operar en la actividad turística internacional, que podríamos encuadrar como un signo de madurez, se basa en el reconocimiento de las principales evidencias que rodean al negocio turístico: • El turismo constituye en la actualidad la mayor industria del planeta. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), entre 1995 y 1997 las llegadas de turistas internacionales han registrado un incremento medio del 4,5%, alcanzando la cifra de 596 millones el pasado año. Como referencia del volumen de negocios, ha de destacarse que los ingresos por turismo, excluyendo el transporte aéreo, ascendieron en 1996 a 423.000 millones de dólares. Estas cifras determinan por si solas la necesidad de un cambio de orientación en la estrategia de la primera industria mundial, tratando de conservar los valores medioambientales que soportan la actividad y que justifican una parte importante de la oferta de los destinos. Una actividad de esta envergadura podría ver amenazada su pervivencia en aquellas zonas donde los recursos turísticos básicos resulten dañados o deteriorados.
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• La demanda turística está registrando cambios profundos en el comportamiento de los consumidores. En los últimos años, la industria turística ha sufrido transformaciones profundas en su cultura empresarial en respuesta a los cambios cualitativos de la demanda. El turismo tradicional de masas, caracterizado por la producción y venta de productos rígidos, estandarizados y masivos, está dejando paso a nuevas formas de negocio donde la flexibilidad y segmentación de los productos son las características más relevantes. Asistimos en la actualidad a un auténtico despliegue de diversificación y desarrollo de productos innovadores capaces de adaptarse a los nuevos comportamientos.
tes locales del negocio turístico. Autoridades, hoteleros y colectivos sociales buscan nuevas vías para la cualificación de su zona y tratan de cribar las modalidades turísticas que puedan atentar contra la sostenibilidad de sus recursos. Para los actuales destinos maduros, los aspectos relacionados con la calidad y el medio ambiente no son valores añadidos opcionales, constituyen actualmente especificaciones esenciales del producto que marcan decididamente su nivel de competitividad. Aspectos esenciales para las colectividades locales ya que, a pesar de su carácter ambivalente, el turismo emplea a uno de cada dieciséis trabajadores del planeta y representa el 7% de la inversión de capital.
• Los propios destinos, al margen de las políticas dictadas por los operadores, comienzan a tomar conciencia del papel activo que en la planificación y toma de decisiones deben tener los agen-
• Por último, la actividad turística se está insertando plenamente en la Sociedad de la Información. Los vertiginosos avances de la telemática permiten cada vez una mayor relación directa
AGENTES DEL DESARROLLO TURÍSTICO
ESTILO CONVENCIONAL DE TURISMO
TURISMO SOSTENIBLE
Fuente: Guide for Local Planners - Organización Mundial del Turismo (OMT)
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RESPONSABILIDADES Y OBJETIVOS DE LA INDUSTRIA TURÍSTICA Y DE LOS VIAJES SEGÍN LA AGENDA 21 - Hacia Ín deÍaÍÍÍllÍ ambienÍalmenÍe ÍÍÍÍenible -
DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE TURISMO SOSTENIBLE Para establecer sistemas y procedimientos destinados a incorporar los temas de desarrollo sostenible al núcleo de la función de gestión e identificar las acciones necesarias para hacer del turismo sostenible una realidad. PRIORIDADES Y OBJETIVOS I
MINIMIZACIÓN DE LOS DESECHOS Minimización del consumo de recursos, maximización de la calidad del producto y minimización de las salidas de residuos.
II
CONSERVACIÓN Y CONTROL DE LA ENERGÍA Ahorro de energía y reducción de las emisiones potencialmente peligrosas. Introducción de las renovables.
III
CONTROL DE RECURSOS DE AGUA POTABLE Protección de la calidad de los recursos hídricos y utilización de los recursos existentes de manera eficiente y equitativa.
IV
CONTROL DE AGUAS RESIDUALES Minimización de las emisiones de aguas residuales al fin de proteger el ambiente acuático, salvaguardar la flora y la fauna y conservar y proteger la calidad de los recursos de agua dulce.
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VI
SUSTANCIAS PELIGROSAS Sustituir los productos con contenido de sustancias potencialmente peligrosas por productos benignos desde el punto de vista medioambiental. TRANSPORTE Reducir o controlar las emisiones atmosféricas peligrosas y los otros efectos del transporte perjudiciales para el medio ambiente
Fuente: WTTC, OMT, Earth Council(1995) - Agenda 21 for the Travel and Tourism Industry.
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VII
PLANIFICACIÓN DEL TERRITORIO Ocuparse de la demanda múltiple de tierras, asegurando que el desarrollo turístico no sea visualmente un intruso, sino que contribuya a la conservación del medio ambiente y de la cultura, al mismo tiempo que genera ingresos.
VIII
PARTICIPACIÓN DEL PERSONAL, INTERESADOS Y COMUNIDADES EN ASUNTOS MEDIOAMBIENTALES Proteger e incorporar los intereses de las comunidades en el desarrollo y asegurarse que lo que los equipos, turistas y comunidades han aprendido sobre el medioambiente sea puesto en práctica.
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DISEÑO PARA LA SOSTENIBILIDAD Asegurarse que los productos turísticos y las tecnologías empleadas sean diseñados de forma que sean menos contaminantes, más eficientes, social y culturalmente, así como apropiados y asequibles en todo el mundo.
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ASOCIACIONES PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE Formar asociaciones para producir sostenibilidad a largo plazo en materia turística.
EN MATERIA TURÍSTICA, LOS GOBIERNOS Y AUTORIDADES LOCALES Y REGIONALES PUEDEN: • ESTABLECER POLÍTICAS, ESTÁNDARES E INCENTIVOS • FOMENTAR Y APOYAR LA CONSERVACIÓN CULTURAL Y DE LA NATURALEZA • ESTABLECER ÁREAS Y LUGARES PROTEGIDOS
• Turistas
• Experiencias recreativas DESARROLLO SOSTENIBLE
• Intercambio exterior
culturales y educacionales • Mayor apreciación • Productos
EL TURISMO PUEDE BENEFICIAR LA COMUNIDAD
LA COMUNIDAD PUEDE PROPORCIONAR:
LOCAL POR MEDIO DE: • INTERACCIÓN CULTURAL • INFUSIÓN ECONÓMICA
• INTERACCIÓN CULTURAL • SERVICIOS A LOS TURISTAS
• TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA • EDUCACIÓN MEDIOAMBIENTAL
• PRODUCTOS LOCALES
• MEJOR USO DEL SUELO • MEJORA DE INFRAESTRUCTURAS • EMPLEO • DESARROLLO DE EMPRESAS LOCALES Fuente: OMT (1993) - Sustainable Tourism Development: Guide for Local Planners.
entre los consumidores y la oferta final, así como la posibilidad de amoldar los productos y servicios a requerimientos hetereogéneos y específicos.
gridad del medio natural, cultural y humano, es una condición fundamental para el desarrollo del turismo». A partir de este momento la mayoría de los organismos internacionales con competencias relacionadas con la actividad turística se involucran en acciones y programas que han trasladado paulatinamente este mensaje de la teoría a la práctica. Curiosamente, la Conferencia de Rio (1992), que supuso la legitimación internacional de la opción por el desarrollo sostenible, no incluyó el turismo como uno de los objetivos centrales, posiblemente debido a que la gran complejidad de esta industria permite su acercamiento desde múltiples disciplinas y competencias.
El turismo sostenible, un nuevo modelo de desarrollo. Partiendo de las resoluciones en materia de Turismo y Medio Ambiente contenidas en las Conferencias Mundiales de Turismo de Manila (1980) y Acapulco (1982), se consolida el interés medioambiental en la Conferencia de la Haya, auspiciada por la Unión Interparlamentaria y la Organización Mundial del Turismo. La Haya se convoca bajo el principio básico de que la «inte10
Las islas
Tras este período de acuerdos y declaraciones internacionales en favor de un turismo responsable en el que se sientan las bases de esta nueva mentalidad, del que destacamos iniciativas como la Carta del Turismo Sostenible aprobada en Lanzarote, comienza a configurarse un panorama en el que la propia industria turística empieza a tomar la iniciativa, avanzando en muchos casos más allá de los acuerdos intergubernamentales y de las directrices de los organismos internacionales. Empresas, asociaciones de la industria turística, administraciones públicas, investigadores, ONG’s, gobiernos y programas intergubernamentales se movilizan sorprendentemente en un corto período de tiempo, demostrando que la opción de la sostenibilidad en el turismo es algo más que una entelequia teórica. El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente desarrolla en poco tiempo una intensa actividad en favor de la «ecoeficiencia» en el desarrollo turístico. La Unesco apoya la opción del turismo responsable en todas sus dimensiones, tanto en la vertiente cultural como en la del patrimonio natural, fomentando programas y proyectos de demostración a través de programas como el MaB e iniciativas como la Década Cultural. La Ruta de la Seda o los proyectos de turismo sostenible en reservas de biosfera, responden a esta imperiosa necesidad de adelantarse a los acontecimientos. Comienzan a surgir multitud de iniciativas por parte de la industria turística y de las comunidades locales. La simple consulta de la guía de proyectos sensibles ambientalmente, elaborada por ECCONET, no deja lugar a dudas sobre la magnitud del fenómeno. Incluso, un producto específico como es el ecoturismo alberga un bagaje de experiencias exitosas realmente sorprendente. Pero, ¿cual es el papel de las islas en esta nueva visión del mundo del turismo?
Las islas constituyen una parte esencial en la estrategia del desarrollo sostenible. El capítulo 17 del Agenda 21 (Rio 92) señala que las islas constituyen un caso especial, tanto para el medio ambiente como para el desarrollo, y presentan problemas muy específicos en la planificación del desarrollo sostenible. Es importante observar que, aunque individualmente consideradas las islas constituyan territorios reducidos, colectivamente superan a cualquier identidad territorial. Pero tienden a ser ecológicamente frágiles y vulnerables. Su pequeño tamaño, la limitación de sus recursos, su dispersión geográfica y su aislamiento las colocan en situación de desventaja. El mundo real de las islas acoge una gran proporción de la biodiversidad del planeta, alberga la mayor parte de los hábitats marítimo-terrestres catalogados de interés y acuna una extrema variedad de culturas insulares muy poco alteradas. Todo
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como punto clave en el Plan de Acción de Barbados no es un hecho casual. Las islas constituyen el segundo destino turístico mundial tras el bloque formado por las ciudades históricas. Las islas, con influencia real y directa sobre un tercio de la superficie de la tierra, no son el reflejo de los mundos exóticos acuñados por los viajeros románticos del siglo XIX. La realidad es que las islas constituyen un mundo intenso cuya definición ha sido sobrevivir en el aislamiento. Territorios idealizados por los continentales pero a menudo utilizados como áreas de monocultivo intensivo, donde la opción del desarrollo sostenible del turismo se convierte más que en una opción, en una necesidad apremiante. Este nuevo escenario para los isleños presenta una situación ambivalente que es preciso afrontar de forma decidida. Por un lado, la industria turística constituye efectivamente un poderoso vector para el desarrollo y la ruptura del aislamiento, por otro, representa un riesgo sin precedentes para el mantenimiento de los recursos naturales y culturales de las islas, su capital más preciado, con una particular repercusión en el litoral y el entorno marino insular. El turismo comienza a ser uno de los principales sectores de actividad en la mayoría de las islas. Para hacernos una idea territorial del fenómeno turístico insular, podemos tomar el ejemplo de destinos insulares intensos de la Unión Europea, donde nos encontramos con densidades de alojamientos vacacionales que oscilan entre 75 y 150 plazas por kilómetro cuadrado, superiores en muchos casos a la densidad poblacional convencional de zonas pobladas de cualquier continente. El Plan Azul del Mediterráneo arrojaba para 1994 una cifra muy espectacular: las islas europeas albergan más de 1.800 km2 de infraestructuras turísticas. Pero si hacemos la com-
•
este patrimonio puede verse seriamente amenazado de no planificarse adecuadamente la actividad turística. La fragilidad de los medios isleños, así como las dificultades que sus economías presentan para abordar cambios y especializaciones bruscas, hacen necesario definir modelos de desarrollo ex profeso para las islas. Es este el contexto, que se puso de manifiesto en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Islas y Pequeños Estados Insulares, celebrada en Barbados en 1994, donde el turismo fue reconocido para muchas regiones insulares como el sector estratégico de actividad y el motor principal de desarrollo. La inclusión del turismo sostenible 12
Corfu Menorca Elba Rodas Tenerife
592 km2 720 km2 223 km2 1.398 km2 2.036 km2
truyendo el edificio del desarrollo sostenible insular en el marco de la nueva cultura turística. Por estas razones, el trasvase de información y experiencias entre las distintas islas resulta esencial. Nuestros problemas no se resuelven de la misma manera que en el continente, y posiblemente sea un error el importar soluciones técnicas y de gestión, sin su necesaria validación o adaptación alas condiciones insulares. Con el fin de ayudar a cubrir estos déficits e incentivar el contacto mutuo entre las realizaciones isleñas, Insula ha desarrollado un sistema de información que incluye experiencias responsables con el medio ambiente e iniciativas de planificación sostenible del turismo en medios insulares.
70.000 plazas 82.000 plazas 21.000 plazas 80.000 plazas 150.000 plazas
paración en términos de afluencia, los resultados son aún más llamativos: las islas griegas reciben más turismo internacional que Brasil, Baleares acoge un volumen similar al de Portugal, Hawaii recibe más visitantes que Chile y Argentina juntos, y Canarias duplica los 5.5 millones de turistas internacionales que recibe toda Sudáfrica, el gran destino emergente de Africa. Estos números nos indican la intensidad y grado de especialización que ya alcanza la industria turística en las regiones insulares, y nos advierten sobre los riesgos ambientales y sociales de unos territorios extremadamente frágiles. La Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible de las Islas Europeas (Menorca, 1997) llamaba la atención sobre estas cuestiones, reconociendo que era hora ya de pasar a fijar estrategias correctas de actuación. Los insulares no pedían seguir siendo meros espectadores de un proceso que de no controlarse adecuadamente convertiría una fuente de riqueza en un nuevo factor de crisis insular.
De la teoría a la práctica En los dominios de la planificación, la reglamentación sobre turismo y medio ambiente , así como la generación de proyectos ambientalmente respetuosos, los insulares demuestran una extraordinaria capacidad de acción. El universo de casos prácticos y realizaciones es ciertamente elevado, aunque la gran dispersión de las islas nos impida ver la magnitud global de este cambio de mentalidad. Se trata de pequeñas piedras que van cons13
EVOLUCIÓN DEL PLAN DE DESARROLLO SOSTENIBLE
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Conceptos y Definiciones D
La estrategia mundial por el desarrollo sostenible queda definitivamente acuñada en 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), también llamada cumbre de la Tierra o Conferencia de Río. El principio tercero de la Declaración de Río establece que «el derecho al desarrollo debe ejercerse de forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras». Entre las mútiples definiciones y aproximaciones al desarrollo sostenible destacamos la del economista del Banco Mundial H. Daly: «para que una sociedad sea físicamente sostenible, sus insumos globales materiales y energéticos deben cumplir tres condiciones:
esde la celebración de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992), ha surgido una importante literatura relativa en torno a la propuesta del desarrollo sostenible. En el mundo turístico, esta reciente tendencia ha reproducido conceptos específicos en función de los productos o de los objetivos tratados. En muy pocos años han proliferado nuevas expresiones relativas a la estrategia y prácticas turísticas relacionadas con el medio ambiente. Así pues, el rápido crecimiento de esta nueva terminología y la proliferación de documentos hace necesario esclarecer y, en la medida de lo posible, acotar su sentido y validez, con el fin de evitar confusiones.
Desarrollo Sostenible 1 Que sus tasas de utilización de recursos renovables no excedan a sus tasas de regeneración.
El concepto de desarrollo sostenible nació a mediados de los años 80, como consecuencia del llamado informe Brundtland, elaborado por la Comisión para el Desarrollo y el Medio Ambiente, encargado por las Naciones Unidas. La opción del desarrollo sostenible se basa en la idea de que es posible conservar nuestro capital natural y cultural sin comprometer el futuro, y que esta aspiración puede ser compatible con el desarrollo en el presente.
2 Que sus tasas de utilización de recursos no renovables no excedan a la tasa en que sus sustitutivos renovables se desarrollan. 3 Que sus tasas de emisión de agentes contaminantes sean acordes con la capacidad de asimilación del medio ambiente».
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La participación de todos los sectores implicados en el proceso turístico y en su planificación de forma integrada, junto a una apuesta por la innovación cultural, tecnológica y profesional, son objetivos prioritarios, dentro de una estrategia de desarrollo orientada a la calidad ambiental, como fórmula para preservar el destino y satisfacer las necesidades de los clientes.
Turismo Responsable Esta denominación enfatiza la asunción y reconocimiento de las responsabilidades que contrae la industria turística y los propios turistas frente al medio ambiente y al patrimonio cultural de cada destino; manteniendo el referente del desarrollo sostenible como objetivo final.
Turismo Rural Turismo Sostenible
El turismo rural se refiere a aquellas actividades turísticas implantadas en el medio rural; donde se conjugan elementos naturales, sociales y culturales, cuyas características básicas son la integración en el medio donde se desarrolla; la sostenibilidad, para permitir el aprovechamiento del recurso y su permanencia en el futuro; y el carácter amplio de la oferta, cuyas especificaciones incluyen desde la gastronomía local a las actividades en el medio. El concepto de turismo rural engloba en muchas ocasiones a una serie de segmentos de mercado especializados que se ofertan en el mundo rural, como son agroturismo, ecoturismo, turismo verde, turismo de aventura, turismo cultural o turismo deportivo.
Este concepto es consecuencia de la adaptación sectorial de la estrategia del Desarrollo Sostenible al mundo turístico. A nivel internacional se formuló por primera vez en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible celebrada en la isla de Lanzarote en 1995. Se entiende que la sostenibilidad en el turismo pasa por ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales. Para ello, el turismo debe integrarse en el entorno natural, cultural y humano, debiendo respetar los frágiles equilibrios que caracterizan a muchos destinos turísticos, en particular las pequeñas islas y las áreas ambientalmente sensibles. El turismo sostenible hará especial hincapié en la preservación del patrimonio cultural y las tradiciones de las comunidades locales, posibilitando el enriquecimiento sociocultural del destino y la mejora de la calidad de vida de la población.
Ecoturismo Es el turismo que se desarrolla en espacios naturales protegidos. Por tanto, se trata de un turismo muy especializado, en el que prima la conservación sobre cualquier otra variable. Este tipo de 16
turismo se nutre de aquellas personas que viajan a áreas naturales silvestres, con la finalidad específica de aprender y admirar ecosistemas y sus componentes, así como los rasgos culturales de la región, mediante la observación e incluso el estudio. Se trata de una aproximación estética, científica e incluso filosófica, más que meramente recreativa. En el ecoturismo prima la conservación de los espacios naturales, por lo que su planificación se subordina al interés conservacionista; planteándose en la mayoría de las ocasiones como un medio para el sostenimiento económico del área protegida y el desarrollo de las comunidades locales. Estos aspectos positivos no deben obviar la posibilidad de generar efectos negativos, como son la propia introducción de visitantes en áreas vírgenes o extremadamente frágiles. Como curiosidad baste resaltar que el término ecoturismo se comienza a utilizar precisamente en las islas Galápagos.
biental, podemos citar el turismo agroambiental, el cultural, el de aventura o el deportivo. El turismo agroambiental es una forma especializada de turismo rural, en la que los visitantes se alojan en una granja y participan en las actividades agropecuarias, integrándose en la vida de la explotación agrícola o ganadera. El turismo cultural se fundamenta en el uso del patrimonio cultural del territorio, como fórmula para permitir su preservación y fomento. Rutas temáticas, museos de sitio, fiestas y festivales tradicionales son algunos de los aspectos de este turismo, que puede localizarse tanto en una ciudad como en una aldea recóndita. El turismo de aventura ha proliferado últimamente como una fórmula para producir sensaciones de descubrimiento, mediante el uso de zonas poco alteradas, con poca infraestructura humana y escaso equipamiento.
Turismo Verde Es un tipo de turismo en el que el paisaje es el protagonista, como punto de encuentro entre las variables naturales y humanas. Se trata de un turismo que se vincula al medio rural o natural, donde se busca la integración de los visitantes con la población local. De hecho, esta última tiene un papel preponderante en la recepción de los turistas. Es un término que está a medio camino entre el de turismo rural y ecoturismo, citados anteriormente. De hecho, está cayendo un tanto en desuso, porque presenta una cierta indefinición ante la progresiva segmentación del mercado turístico.
Otros turismos El crecimiento de la industria turística ha posibilitado la aparición de nuevos tipos de actividad turística, que responden a segmentos muy concretos de la demanda. Por su incidencia medioam17
Estas características son también válidas para los «ecolabels» turísticos. Las cualidades básicas de estos ecolabels turísticos son: • Información ambiental veraz para el consumidor, que facilita su proceso de toma de decisiones para la adquisición de los productos o servicios turísticos. • Mejoras en la gestión y en las relaciones con los proveedores, mediante la disminución del impacto ambiental del establecimiento por la adopción de las medidas necesarias para cumplir con los criterios del sello y el logro de ventajas en la comercialización por el aumento de la confianza de los proveedores. • Innovación en el sector, por el compromiso aparejado de mejora continua y la lógica motivación para entrar en procesos de innovación tecnológica.
El turismo deportivo se basa en el uso de espacios rurales o naturales para la práctica de deportes al aire libre. A actividades tradicionales como la vela, la bicicleta o el esquí, se han unido últimamente formas deportivas de mayor riesgo -incluso cercanas al turismo de aventura- como pueden ser rafting, bicicleta de montaña, orientación o supervivencia.
Lo cierto es que, como instrumentos de autorregulación, estos «ecolabels» turísticos deben lograr ser atractivos para los proveedores y consumidores de productos turísticos, de tal forma que sean aceptados como instrumentos válidos de información en el mercado.
Ecolabel Son la versión turística de las etiquetas ecológicas, a las que podemos definir como instrumentos para informar a los consumidores sobre productos o servicios que tienen un impacto menor sobre el medio ambiente que sus competidores. Los objetivos de las etiquetas ecológicas son mejorar las ventas e imagen del producto etiquetado; sensibilizar progresivamente a los consumidores; ofrecer información exacta y verídica; forzar a los empresarios a asumir la responsabilidad de la incidencia de sus productos sobre el medio ambiente; y, por último y más importante, proteger el medio ambiente.
Sistema de Gestión Ambiental Una adecuada estrategia empresarial requiere de una igualmente adecuada ejecución e integración de un Sistema de Gestión Ambiental (S.G.A.), cuyo objetivo es definir e implantar la política ambiental más adecuada a la actividad, productos o servicios derivados de la actividad de la empresa, dirigida a prevenir y minimizar los efectos medioambientales, asegurando la aptitud del sistema para su control y posibilitando la demostración de esta aptitud entre las personas interesadas. 18
Un S.G.A. proporciona un marco en el que cada empresa puede gestionar su actuación medioambiental de manera activa, permanente y sistemática, de tal manera que: · Contribuye a desarrollar un enfoque activo en las cuestiones medioambientales · Permite la fijación de objetivos y metas medioambientales concretos
de gestión generalizada). Las ecoauditorías pueden ser internas o externas, dependiendo de quien la realice y cuales sean sus objetivos. En el mundo turístico, su utilización habitual se produce dentro del engranaje del Sistema de Gestión Ambiental. Aquí distinguimos dos tipos: Revisión Inicial Ambiental, que es la auditoría que sirve para conocer el estado de la empresa respecto al Medio Ambiente y sentar las bases del S.G.A., y la Revisión Ambiental, que son las auditorías periódicas que se realizan para conocer la evolución y cumplimiento de objetivos y metas del S.G.A. El plan modelo de una ecoauditoría en el sector turístico debe considerar, al menos, los siguientes apartados:
Los S.G.A. se desarrollanen cuatro grandes pasos: 1. Planificación, que conduce al establecimiento de objetivos y metas, así como las estrategias para alcanzarlos 2.Organización, que persigue el establecimiento de una estructura organizativa, con definición de funciones y responsabilidades. 3.Aplicación, que determina los resultados que obtendrá en base a su comportamiento medioambiental. 4.Control, que es el marco necesario para evaluar los resultados obtenidos, evaluar, diagnosticar y mejorar.
Consumo de Energía
Consumo de Agua
Residuos Sólidos
Aguas Residuales
Contaminación del Aire
Integración Paisajística y Urbana
Riesgos e Impactos Ambientales
Normas de Seguridad
Política de Compras
Ruidos y Olores
Ecoauditoría Una auditoría es la revisión y verificación de distintos aspectos de una empresa o actividad. Según el tema revisado, podemos distinguir auditorías contables, especiales o funcionales. La auditoría ambiental o ecoauditoría entra dentro de las auditorías especiales, como otras del tipo de dirección o de seguridad e higiene. La ecoauditoría es una gestión que la empresa realiza para conocer en un momento determinado su estado respecto al medio ambiente, englobando una amplia gama de situaciones. Pueden ser de diferente tipo, dependiendo de su objeto ( general o parcial) y de sus objetivos (conformidad a un estándar o legislación, de siniestro, de riesgos o 19
Normalización
Calidad Ecoturística
Es un instrumento de autorregulación del mundo empresarial, que consiste en la adopción voluntaria de un estándar, cuyo cumplimiento se verifica mediante un procedimiento evaluador determinado para acreditar el cumplimiento del producto o servicio. La normalización se ha extendido espectacularmente en el mundo de la Calidad, mediante la difusión de las normas de la familia ISO 9000. La normalización es una forma de complementar la tarea inspectora de la Administración y hacer más efectivo el control en el mercado, mediante organizaciones privadas que aseguran de forma externa e independiente la calidad de los productos o servicios.
Este concepto integra los aspectos medioambientales y los relativos a los recursos culturales en las características del producto o servicio, ya sea a nivel específico (ej. añlojamientos) como a nivel general (destino). La calidad ecoturística debe considerar las cinco dimensiones de satisfacción del consumidor: las especificaciones del producto, el cumplimiento de las especificaciones, la fiabilidad o cumplimiento regular de las mismas, el ratio calidad/precio y la entrega en condiciones del producto. Se inserta en los enfoques denominados de calidad total.
Calidad Es la totalidad de las propiedades y características de un producto o servicio que le confiere su aptitud para satisfacer las necesidades establecidas o implícitas. La calidad nació en el mundo de la industria, para conseguir un producto seguro, que respondiera a unas especificaciones, con una duración de vida útil determinable, un impacto ambiental, unos costes y unos plazos de entrega. Podemos decir que la definición de calidad lleva implícita la existencia de un nivel de referencia y el cumplimiento del mismo va a medir el nivel de calidad de los productos o de los servicios que se ofrezcan a los clientes. En el mundo de los servicios, en el que podemos englobar al sector turístico, la calidad es el nivel en que la empresa es capaz de cumplir las expectativas esperadas por los clientes a la vista de la forma de actuar ofertada para cubrir estas actividades, es decir, el grado de satisfacción que el producto o servicio da al cliente. 20
en cierta medida algunos gravísimos problemas ambientales mediante la adopción de lo que han denominado «Compromiso de progreso», un código de conducta cuyo fin último es anticiparse a la presión legislativa y lograr un acomodo a una situación más restrictiva de forma menos traumática que cumpliendo una normativa impuesta por la Administración.
Buenas Prácticas Los manuales de buenas prácticas son un instrumento para mejorar la gestión ambiental de una empresa o establecimiento e incluso de un destino, mediante el cumplimiento de una serie de medidas que se ponen como ejemplo y objetivo de una buena práctica. Son instrumentos muy flexibles, ya que permiten adaptarse a cada situación particular y graduar el nivel de cumplimiento. Habitualmente se les utiliza como el primer paso para la puesta en marcha de «ecolabels», ya que permiten ir adecuándose a nuevas exigencias ambientales y adquiriendo habilidades de gestión. De tal forma que llegado el momento el cumplimiento de un estándar y su mantenimiento en el tiempo es realmente factible y no excesivamente complicado.
Capacidad de carga Este concepto hace referencia a la «capacidad ambiental» de un territorio, es decir, a la capacidad para absorber la intervención y presencia humana sin entrar en un proceso de degradación irreversible. Evidentemente, es un término que se entiende con claridad, pero que es muy complicado de evaluar de una manera científica. En los últimos años surge como una herramienta aliada al concepto de desarrollo sostenible, aunque su génesis se encuentra en los estudios agronómicos sobre la capacidad de los pastos.
Código ético También llamados códigos de conducta, son instrumentos voluntarios que recomiendan líneas de actuación, sin poder reglamentario. Pueden tener carácter general o sectorial, por ejemplo, un código de conducta sobre residuos o energía. Normalmente se utilizan como primera medida para crear conciencia en un sector para enfrentarse a una problemática determinada. El ejemplo más claro es el de la industria química, que ha ido solventando
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La Organización Mundial del Turismo (OMT) la definió en 1981 como: «el número máximo de turistas que pueden visitar un mismo sitio sin provocar efectos destructivos en el medio ambiente de orden físico, biológico, económico o sociocultural, o bien un deterioro inaceptable del grado de satisfacción de los turistas». Intervienen factores muy diversos para su cuantificación: número y densidad de población, densidad de camas turísticas, frecuentación, infraestructuras, orografía, áreas protegidas, así como factores sociológicos y económicos.
En los últimos años, la aplicación de este concepto a las islas está siendo ciertamente controvertido. Las formulaciones clásicas de la capacidad de carga emanadas del mundo científico, se encuentran en las islas con serios problemas de aplicación práctica. Ello se debe a la propia complejidad de los territorios y sociedades insulares y al diverso peso que tienen los factores a medir en las políticas de desarrollo local. Sin embargo, constituyen un excelente instrumento para la gestión turística de áreas protegidas y entornos patrimoniales frágiles.
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Buenas prácticas en los establecimientos turísticos DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
las condiciones de desarrollo sostenible en las islas, son: • La energía • Los residuos • La gestión de recursos hídricos • Los efluentes y emisiones • La integración de la edificación y la conservación del paisaje • Los impactos ambientales Otro conjunto de medidas tendrían carácter complementario, tales como las que se refieren, tales como las que se refieren a la relación con los contratistas y proveedores, como las relativas a la información y formación. En cada uno de los casos, se han distribuido los apartados en: • objetivos generales a alcanzar • acciones que garantizan el cumplimiento de los objetivos • soluciones, tanto de gestión, de elección o tecnológicas y de inversión
U
na gran parte de las iniciativas responsables con el medio ambiente que contribuyen a la sostenibilidad del destino se corresponden con los alojamientos y centros turísticos, lugares que concentran la mayor parte de las actividades y que representan un punto básico de las expectativas. Por ello las iniciativas que se tomen en este ámbito son esenciales en la configuración de la imagen y cualificación del destino insular. Es preciso indicar que en una primera etapa no todos los establecimientos y centros estarían en condiciones de adoptar una política integral coherente con los principios del desarrollo sostenible, pero también podemos ver que entre el paquete de medidas sugeridas muchas se corresponden con soluciones y actitudes que afectan a la gestión, por lo tanto con coste cero de inversión, mientras que otras medidas implican inversiones a distinta escala, en función de la envergadura del establecimiento. De esta manera, la adopción de buenas prácticas por parte de la empresa o institución, podría desarrollarse marcándose una política medioambiental con objetivos a corto y medio plazo. Los campos que mayor incidencia tienen en el medio ambiente y que afectan particularmente a
ENERGÍA Los alojamientos y centros turísticos son grandes consumidores de energía. Dependiendo de la escala insular, sólo la demanda energética de los alojamientos turísticos supera en muchas ocasiones los consumos locales. 23
Este aspecto es realmente impactante para las medianas y pequeñas islas, ya que, por ejemplo, en el caso de la electricidad obliga a sobredimensionar las centrales e infraestructuras energéticas básicas. Un sobrecosto especialmente grave para aquellas islas en las que la afluencia turística es estacional.
Objetivos ambientales • Reducir la dependencia energética exterior de las islas. • Minimizar los impactos derivados de infraestructuras energéticas. • Promover el ahorro de energía. • Reducir la contaminación y contribuir a la protección de la atmósfera y de la capa de ozono.
Acciones • Minimizar el consumo de energía. • Maximizar la eficiencia de las fuentes de energía empleadas. • Identificar los vectores energéticos más adecuados. • Promover la máxima utilización de energías renovables.
Soluciones Minimizar el consumo de energía
dos para diferentes islas se ha puesto de manifiesto que el coste de implementación de soluciones pasivas en la edificación sólo repercute entre un 2% y un 5% del coste final, dependiendo de la escala.
Implica a todas aquellas soluciones de gestión orientadas al ahorro de energía, el empleo de dispositivos y las soluciones constructivas que permitan reducir el consumo. Las soluciones de ahorro energético en la edificación lógicamente sólo son en su mayoría viables en el proceso de diseño del edificio o en su remodelación. Este último aspecto es muy importante, ya que las instalaciones turísticas sufren profundos procesos de remodelación en períodos que oscilan entre los 15 y 20 años. En estudios realiza-
Adopción de sistemas pasivos en las edificaciones • Sistemas de aislamiento térmico y circulación de aire. • Promover la disposición de espacios y volúmenes de forma que permita el máximo empleo de la luz natural. 24
Iluminación
El modelo de Código energético de Hawaii Hawaii Model Energy Code
• Control de los niveles excesivos de iluminación artificial. • Empleo de pinturas y colores que favorezcan el ahorro en iluminación. • Utilización de luminarias de bajo consumo. • Utilización de balastos adecuados y mantenimiento de los mismos. • Reducción de la iluminación de impacto exterior innecesaria (anuncios, iluminación excesiva de fachadas y balconadas) • Mantenimiento correcto del sistema de iluminación. • Sistema de desconexión central de la iluminación en cada unidad de alojamiento, ya sea mediante tarjeta o interruptor, informando al cliente de la política de ahorro de la empresa. • Sistema de desconexión de las luminarias mediante sensores, lo que impediría el derroche de energía en pasillos y lugares de paso cuando no se usen. • Desconexión de frigoríficos en las unidades desocupadas y control del nivel de frigorías excesivo.
Constituye un magnífico ejemplo de iniciativa que parte de la propia administración, con la participación activa de los sectores implicados. La experiencia en Hawai se inicia en 1979 cuando se adoptan los códigos de eficiencia energética para las edificaciones en Honolulu. Posteriormente esta iniciativa se extiende a las islas de Maui y Kauai. El Código Energético constituye un estándar adoptado por el estado de Hawai, influido por el estándar ASHRAE 90.1 de California, pero que ha incorporado en su desarrollo especificaciones adaptadas a las particularidades de las islas. El código ha tenido una incidencia muy especial en su aplicación al sector de los alojamientos turísticos. El manual de aplicación del Código Modelo de Energía de Hawai provee una exhaustiva guía orientativa para arquitectos, ingenieros, constructores y contratistas en aspectos básicos de las edificaciones hoteleras como: iluminación, ventilación natural, climatización, aislamiento y agua caliente sanitaria. El objetivo esperado tras su aplicación es el ahorro de 1.1 millones de dólares sobre el consumo energético anual, lo que equivale a 11.600 megawatios/hora de electricidad o 21.000 barriles de petróleo al año.
Calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria • Optimizar la temperatura en los espacios comunes dentro de límites aceptables que permitan el ahorro de energía. • Desconectar la calefacción o el aire acondicionado de las áreas no ocupadas. • Desconexión centralizada o minimización de calefacción y aire acondicionado en las unidades alojativas cuando no estén ocupadas. • Empleo de dispositivos termostáticos para la regulación del aire acondicionado. • Emplear dispositivos desconexión de calefacción o aire acondicionado cuando las terrazas y ventanas que den al exterior se encuentren abiertas.
• Introducir técnicas constructivas y materiales que permitan la acumulación del calor de la radiación solar o la creación de corrientes para refrigeración. • Introducción de pautas bioclimáticas en el diseño.
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Club St Lucia - Caribe
y marmitas, a fin de asegurar una buena transmisión de calor. • Utilizar el sistema central de agua caliente en lavanderías con alta capacidad, evitando el sistema individualizado. • Separación de zonas de refrigeración y zonas calientes. • Garantizar el cerramiento estanco de las cámaras frigoríficas.
Los hoteles consumen en Santa Lucía el 35% del total de energía de la isla, un caso típico en las pequeños destinos turísticos insulares. De este consumo, el 80% se corresponde con el aire acondicionado. En este complejo se ha implantado un sistema automático de control del aire acondicionado, que ha reducido el consumo de energía en un 35%. Una simple medida que impide hipotecar energéticamente la isla.
Otras medidas de ahorro • Controlar y ajustar los tiempos de operación de todos los equipamientos energéticos. • En piscinas climatizadas, procurar que estén dotadas de la cobertura apropiada para evitar la perdida de calor en la noche. • Cuando las condiciones lo permitan, reemplazar los equipamientos obsoletos por otros que impliquen menor consumo.
• Evitar excesos de temperatura del agua suministrada a los baños por encima de las necesidades, e informar a los clientes de las repercusiones de un uso indiscriminado del agua caliente, por tiempos excesivos. • Todas las conducciones de calor, y especialmente la de agua caliente sanitaria (ACS) del establecimiento, deberán estar convenientemente aisladas con materiales. Vigilar que los aislantes empleados no contengan amianto o que en su proceso de fabricación se hayan empleado CFC’s y HCFC’s.
Maximizar la eficiencia de las fuentes de energía Cualquier política de ahorro y minimización del consumo energético debe ser complementada con soluciones que permitan aumentar la eficiencia de las fuentes de energía. En muchas ocasiones la mayor parte del derroche energético se produce por problemas de eficiencia energética. Básicamente por dos motivos: 1 Por deficiencias en los equipos energéticos, ya sea por su concepción y diseño, como por su grado de obsolecencia o falta de mantenimiento. 2 Por falta de adecuación del vector energético al trabajo que ha de realizar. Por ejemplo, si usamos electricidad suministrada por una central para producir agua caliente estaremos perdiendo casi el 40% de la energía original, mientras que si quemamos directamente gas para calentarla, en el peor de los casos perderemos un 10%.
Cocina y Lavandería • Limpieza sistemática de las superficies de intercambio térmico en los frigoríficos, evitando la formación de escarchas en el evaporador. • Limpieza y mantenimiento sistemático de los hornos, placas de cocina, equipos de baño maría
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Medidas de eficiencia
El caso de las islas de Sylt y Amrum
• Elegir la fuente de energía y el vector energético más apropiado a cada trabajo a realizar, valorando también el impacto ambiental de la fuente. • Implantar, cuando la escala lo permita, sistemas de reutilización de la energía residual térmica que permitan aumentar la eficiencia global del sistema (ej.: bombas de calor). • Una consideración de eficiencia ecológica global radica en la eliminación del empleo de combustibles escasos o peligrosos para el medio (carbón, fuel de alto contenido en azufre, leña de bosques escasos, ...) • Reemplazar los equipos poco eficientes energéticamente y obsoletos.
En estas islas, situadas al norte de Alemania, se ha desarrollado una interesante experiencia que consiste en integrar los sistemas fotovoltaicos en los alojamientos turísticos diseñados según la arquitectura vernácula de la zona.
El papel de las renovables La mayor parte de las islas poseen recursos energéticos renovables abundantes, especialmente sol y viento. Tal circunstancia las identifica como un objetivo prioritario en la estrategia mundial de las renovables.
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De hecho, el Programa Solar Mundial e INSULA, con el apoyo del ITER, han lanzado la iniciativa de un programa específico para las islas y particularmente para el sector turístico. La ventaja de las renovables es que se adaptan perfectamente a las propuestas de ahorro energético y a las consideraciones de eficiencias expuestas. Así tenemos: • Las aplicaciones solares térmicas, con la ayuda de captadores o paneles solares, para producir aire o agua caliente. Una tecnología sobradamente probada y de demostrada rentabilidad en cientos de hoteles insulares. • La conversión fotovoltaica, que mediante células de semiconductores transforma la luz del sol en electricidad. Una tecnología por el momento más cara que la generación convencional, pero especialmente adaptada para los requerimientos de lugares aislados y lejanos de la red, o bien, donde se quiera evitar un impacto de la misma (centros de visitantes, iluminación de monumentos, servicios aislados como telefonía, etc.) • La energía eólica. Se trata del recurso que mayor crecimiento está teniendo en las islas. Los actuales generadores eólicos permiten suministrar energía eléctrica a la red insular en condiciones más ventajosas de precio. Actualmente
existen más de cuarenta cas dotadas de parques solidados. Al contrario fotovoltaica el único se plantea a nivel tecque cuando no existe se desean montar nomos, los excegía producidos son macenar en bate-
islas turístieólicos conde la energía problema que nológico es red eléctrica y sistemas autódentes de enermuy caros de alrías.
RECOMENDACIONES • Para los establecimientos hoteleros y extrahoteleros de gran tamaño se recomienda disponer de un programa de ahorro y eficiencia energética realizado por una auditoría externa. • En cualquier caso se recomienda llevar un registro energético en todas las áreas, con el fin de conocer exactamente donde hay que actuar de manera prioritaria.
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• Garantizar los caudales naturales a los ecosistemas frágiles insulares. Una situación habitual en costas e islas es la destrucción de recursos hídricos asociados a humedales debido al uso turístico. • Evitar que los consumos turísticos de agua entren en competencia con las actividades locales tradicionales. • Evitar la contaminación de acuíferos, cursos de agua y costas.
Acciones AGUA
• Promover todas las medidas posibles tendentes al ahorro de agua. • Implantar sistemas de reutilización del agua. • Inducir cambios de actitud en el comportamiento de los turistas.
Para la mayor parte de las islas, el agua constituye un recurso escaso y estratégico. El desarrollo turístico en muchos destinos insulares ha provocado que el consumo supere con creces la tasa de renovación y disponibilidad de este elemento. De hecho, el recurso a la desalación de agua marina se está convirtiendo en una opción normal para muchas islas. Los riesgos de la sobreexplotación turística de los recursos hídricos son evidentes: agotamiento de acuíferos, disminución de la calidad del agua, competencia con actividades locales como la agricultura, encarecimiento del recurso para la población autóctona. Esto provoca que con demasiada frecuencia surjan serios conflictos entre los centros turísticos y su entorno insular. Los volúmenes de agua que necesita un hotel pueden superar en muchas ocasiones los 200 m3 por unidad alojativa al año; dado que han de contabilizarse los consumos directos e indirectos que realizan los turistas como son baños, servicios generales, cocina, lavandería y piscinas.
Soluciones • Ajustar el volumen de descarga de los inodoros al límite en el que cumplan su función. La mayor parte de las cisternas descarga volúmenes de agua muy superiores al necesario. • Incorporar fluxometros o dispositivos de apertura y cierre automático al paso del agua, limitando el tiempo de flujo en los servicios comunes del establecimiento. • Incorporar cabezales de bajo consumo en las duchas. Debe preverse una limpieza periódica de los mismos para garantizar su eficiencia. • Controlar y mantener en buen estado las tuberías y circuitos de agua para evitar perdidas.
Objetivos ambientales • Evitar consumos que afecten a las tasas de renovación local, creando situaciones críticas en acuíferos o cursos de agua.
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UN EJEMPLO DE COOPERACIÓN El Hotel Nikko Hong Kong ha elaborado una excelente guía denominada “Conservación de la energía y el agua en los hoteles” en cooperación con la Universidad Politécnica de Hong Kong y el Departamento de Construcción e Ingeniería, que ha contado con el patrocinio del “Shell Better Environment Award Scheme”, que está administrado por la Organización Internacional “Amigos de la Tierra”. Los resultados comprobados tras la puesta en práctica de esta iniciativa demuestran que se ha logrado una reducción del 24 % del consumo de agua por huésped alojado en el hotel, excluyendo los servicios de lavandería.
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• Incorporar en los lavabos y duchas colectivos pusadores de cierre temporalizado, o bien los que se activen por célula fotoeléctrica. • Implantar sistemas de riego de alta eficiencia: riego por goteo o tubos porosos. En algunas islas, el recurso a la imaginación para solventar el problema de los elevados consumos de jardines ha dado resultados sorprendentes. Este es el caso de Lanzarote donde, aplicando una capa de ceniza volcánica (lapilli) al suelo vegetal, se consigue obtener agua por condensación de la humedad ambiental. • Utilizar plantas resistentes a la sequía en el ajardinado. Una gran parte de las islas poseen
especies xerófilas especialmente adaptadas a situaciones de escasez de agua y halófilas, resistentes a la salinidad e incluso al agua del mar. Ajustar los tiempos de riego en jardinería al mínimo necesario. Implantar sistemas de recogida de agua de lluvia en la edificación, en tejados y superficies planas. Reutilizar aguas residuales para otros menesteres. Por ejemplo, estableciendo un circuito independiente para los inodoros, que se nutre del reaprovechamiento de aguas jabonosas o bien reutilización en riego de jardines, mediante tratamiento simple, de las mismas aguas. Informar e incentivar el ahorro de agua entre los clientes, sugiriéndoles medidas a adoptar y promoviendo un uso razonable del recurso en sus actividades. Establecer recomendaciones sobre la frecuencia del cambio de toallas y sábanas. Por ejemplo, si la toalla se encuentra en el suelo significa que ha de ser cambiada, o si sobre la cama se coloca el letrero indicativo para no cambiar, implicaría que no deben sustituirse las sábanas. La frecuencia de estos cambios no se justifica en muchos establecimientos desde el punto de vista de la limpieza, y representa unos consumos de agua en lavandería realmente importante. El complejo Maho Bay Campground ubicado en St. John (Islas Vírgenes) debe abastecerse de agua potable mediante camiones cisterna. Tal circunstancia ha influido en el diseño de un sistema de alta eficiencia en la distribución y consumo del agua. Pero lo más interesante es que las aguas utilizadas son tratadas en una planta de bajo consumo energético, y su producción se destina al riego de invernaderos y huertas, así como a un pequeño criadero de peces.
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EL CASO DE UN HOTEL DE LUJO El complejo hotelero Gran Wailea ubicado en la isla de Maui (Hawaii), constituye un excelente ejemplo de cómo una oferta de lujo y de lata complejidad de servicios, puede ser compatible con la implantación de un sistema de calidad ambiental. Apoyándose en consultores como el Rocky Mountain Institute y arquitectos de gran prestigio se decidieron a afrontar lo que llaman «diseñar el problema de la sostenibilidad». Como resultado de esta operación de ingeniería de gestión ambiental en un complejo alojativo de envergadura, se ha logrado en la situación actual reducir en un 21 % el gasto de electricidad, un 48 % de propano, un 45 % de consumo de agua potable y una reducción del 34 % de residuos sólidos. Estas medidas representan para el complejo un ahorro sobre los gastos de operación cercano al millón de dólares.
DESALACIÓN Existen ya muchos complejos turísticos insulares que producen el agua potable a partir de una planta de desalación de ósmosis inversa. El caso de la isla de Lanzarote constituye la máxima expresión de este fenómeno, ya que prácticamente la totalidad del consumo insular y turístico proviene de la desalación del agua del mar. No obstante, el aspecto más interesante de esta solución reside en el hecho de que una fracción de la energía necesaria para realizar este proceso procede de la fuerza del viento, es decir, de la electricidad generada en parques eólicos. Un ejemplo que cierra el ciclo de la desalación lo encontramos en el Bay Point Resort (Malta), donde tras producir el agua en una planta desaladora, se ha incorporado un sistema que permite el reciclaje de las aguas jabonosas en retretes y, tras determinados tratamientos, en el riego de jardines.
• Minimizar la renovación de agua en piscinas mediante la optimización de los sistemas de tratamiento. • Reutilizar el agua de las piscinas para otros usos. • En el caso de instalaciones costeras, optar por el uso de agua de mar en piscinas, dependiendo del gasto energético. • Ajustar los consumos de agua en lavandería estableciendo mínimos en los aparatos o adquiriendo sistemas de mayor eficiencia en el consumo.
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RESIDUOS
• Evitar fuentes de contaminación permanente que puedan alterar sustancialmente los delicados y frágiles ecosistemas insulares. • Fomentar la mentalidad de que los modelos de consumo en las islas deben ser obligadamente diferentes. Tanto para la población local como para los visitantes.
La generación de residuos constituye una auténtica pesadilla para las islas pequeñas y medianas con una alta tasa de penetración turística. En destinos vacacionales insulares masivos las tasas de generación medias duplican frecuentemente las cifras de los países de origen de los visitantes. Ello se debe fundamentalmente a que se importan los mismos modos de consumo sin considerar que tal pretensión implica embalajes adicionales. Además, en muchos casos la proporción entre población turística y local es tan alta que prácticamente algunas islas se comportan como un “resort” continental. La situación se agrava cuando comprobamos que el retorno se hace prácticamente imposible a causa de los costes de los fletes, lo que invalida incluso algunas de las opciones habituales de reciclaje, que al fin y al cabo se rigen por las leyes del mercado. Así pues, no es de extrañar que los vertederos, controlados o no, de muchas islas abarquen superficies realmente inadmisibles. En suma, esta cara del desarrollo turístico amenaza por convertir algunas islas en auténticos sumideros de materiales sin retorno.
Acciones • Prevenir la generación de residuos desde el origen. • Recuperar y reciclar los desechos generados. • Reducir la producción de residuos al mínimo estrictamente necesario.
Soluciones Los desechos que genera un establecimiento turístico son muy variados y las soluciones dependen básicamente del tipo de residuos a tratar. Entre las diferentes fracciones de residuos sólidos producidos destacamos: • Residuos orgánicos, procedentes de comidas, cocinas y jardinería. • Residuos no orgánicos de servicios del establecimiento: botellas, latas, envases, plásticos y envoltorios en general. En este contexto hay que distinguir las siguientes fracciones: vidrio, plástico, papel, cartón y especiales como los recipientes tetrabrick. • Desechos y productos contaminantes o peligrosos: restos de envases con productos químicos, combustibles, cenizas, pilas, plugicidas, insecticidas, disolventes, barnices y pinturas. • Desechos de material de oficinas y de información del establecimiento: papel, tonner, plásticos, tintas y consumibles de ofimática. • Residuos de mantenimiento y reforma: inertes, elementos metálicos, cables , paneles y vidrio.
Objetivos • Salvaguardar el paisaje y el escaso suelo insular, minimizando la escalada progresiva de cementerios de residuos insulares.
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Reducir la producción de desechos • Suministrar los productos de baño y aseo en dispensadores rellenables, para lo cual ya existe una amplia gama de utensilios disponibles en el mercado internacional. • Eliminar o reducir el uso de elementos desechables en los servicios: cuberterías, servilletas, posavasos, manteles, copas, bandejas y embellecedores. • Reducir al máximo, en la medida de las disponibilidades, el uso de productos en pequeñas porciones individualizadas, dado que constituyen una de las principales fuentes de desechos. • Fomentar el uso de envases retornables, fundamentalmente en el apartado de bebidas: vidrio, envases reciclados y retornables. • Emplear sistemas rellenables y compatibles ecológicamente en la ofimática del establecimiento: tintas y cartuchos de tonner. • Reducir drásticamente los comunicados y circulares impresas sobre información al cliente y actividades. Los medios electrónicos y los
telemáticos así como los paneles fijos suponen una buena alternativa. • Reducir la publicidad, tanto interna como externa, sobre soportes desechables: folletos, pegatinas y distintivos. • Utilizar bolsas retornables (tela u otros materiales) para la ropa destinada a lavandería y planchado. • Cuando los servicios directos o anexos requieran la utilización de bolsas o recipientes para productos, estos deberán ser retornables. • Establecer previsiones ajustadas en el suministro de alimentos, evitando el derroche innecesario aunque los precios de estas materias no sean significativos en el cómputo de gastos de la empresa. • En general, procurar ajustar las previsiones de compra a la demanda real, estando atentos a los tiempos de caducidad. • Mantener una política de aprovechamiento integral en todos los consumibles, incluyendo los materiales de mantenimiento: pinturas, químicos, aceites, combustibles y elementos de construcción.
HOTEL NIKKO HONG KONG El código de práctica de gestión ambiental desarrollado por el Hotel Nikko Hong Kong incluye bajo la sigla de «6R» la política responsable del establecimiento para la gestión de residuos. Se identifican seis líneas básicas de actuación: - Reducir - Reusar - Sustituir - Reparar - Rellenar - Reciclar
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Reciclar La aplicación de una política de reciclaje en el establecimiento turístico puede hacerse de forma directa o indirecta, es decir, reciclando y facilitando el reciclaje de materias, o bien consumiendo productos ya reciclados. • Separación en origen de los residuos orgánicos que genera el establecimiento, ya sea para su entrega en contenedores diferenciados al servicio local, como para su tratamiento y conversión en compost por parte del establecimiento o de alguna actividad agrícola concertada. • Separación del vidrio y almacenamiento en contenedores habilitados a tal efecto para su entrega. • Recogida de pilas y botones en recipientes especiales. Ha de tenerse en cuenta que la entrega de estos productos debe realizarse a un operador especializado y acreditado a tal efecto. Este aspecto constituye un grave problema en muchas islas, sobre todo cuando se hacen campañas de recogida sin identificar quién es el gestor competente para este tipo de residuos. En muchos casos acaban en el vertedero de una isla
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COMPOSTAJE Y REUTILIZACIÓN El Hotel Jardim Atlantico en la isla de Madeira composta in situ toda la fracción orgánica de la basura generada, mediante un sistema libre de aditivos químicos que, además, no produce olores. Otra interesante alternativa en esta línea ha sido la experiencia desarrollada por el hotel The Excelsior, perteneciente al Mandarin Group of Hotels. En este caso el hotel ha arrendado un campo donde se producen cultivos orgánicos que se abonan con el compost generado a partir de la basura del hotel. Las cosechas se consumen en el propio establecimiento, cerrando el ciclo de reciclaje.
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creando un foco de contaminación muy potente por su alta concentración. Las mismas consideraciones se establecen para el reciclaje de químicos (productos fotográficos, aislantes...) Separación en origen de materiales plásticos destinados a su tratamiento posterior y reutilización. Procurar la recuperación tanto interna como externa de materiales: piedra, madera o tierra vegetal. Separación de elementos metálicos para su fundición. Muy pocas islas cuentan con infraestructura y escala para la fundición de estos materiales, por lo que en ocasiones han de buscarse soluciones intermedias de reutilización, como las contempladas en el programa de gestión de residuos elaborada para las islas Shetland. Recogida y entrega para su reciclaje de los aceites usados procedentes de motores. Establecer como norma el empleo de papel reciclado, vigilando que en su proceso de fabricación no se hayan utilizado agentes contaminantes como los blanqueadores clorados. La misma consideración se establece para los envases y recipientes reciclados de cartonaje. En la medida de lo posible conviene dotarse de máquinas compactadoras, con el fin de que la entrega de las distintas fracciones de desechos se hagan con un volumen mínimo, que se traduce en el ahorro para el servicio de recogida y el establecimiento.
EFLUENTES Y EMISIONES
• Controlar la calidad y composición de las aguas no tratadas vertidas a la red o directamente al entorno, con el fin de tomar las medidas oportunas. • Controlar las emisiones de calderas, equipos de combustión y otros, con el fin de tomar medidas para reducir las emisiones de NOx, partículas sólidas, CO2, SO2 y CO.
El conjunto de actividades que se desarrollan en una instalación hotelera producen siempre emisiones de partículas no deseadas que contaminan el aire, así como efluentes cuya descarga pueden afectar a los acuíferos, cursos de agua y mares. Las fuentes de riesgo más frecuentes provienen de las descargas no tratadas, efluentes de productos químicos peligrosos, emisiones de combustibles fósiles y CFC’s.
Soluciones • Cerciorarse que los aerosoles que emplea el establecimiento no utilicen como propelentes CFC’s y que esta circunstancia esté debidamente acreditada en el producto. • Sustituir los equipos de extinción que utilicen halones, por otros inocuos como los basados en atmósfera controlada (CO2, argón) o microsprings. • Elegir equipos de frío que no utilicen CFC’s, o combinaciones halogenadas. Y cuando haya que desprenderse de los viejos equipos que usan estas sustancias, no olvidar de que han de entregarse a empresas especializadas que sepan eliminar este riesgo para la atmósfera. • Instalar filtros de carbón activo en los extractores de cocina. • Proceder a revisiones periódicas de calderas y equipos que utilicen quemadores , manteniéndolos en buen estado, lo que disminuye drásticamente las emisiones. • Instalar sistemas de tratamiento de aguas residuales en caso de que la red general no cumpla esta función . Existen múltiples soluciones tecnológicas, dependiendo de las disponibilidades del establecimiento. • Mantener en perfecto estado los tanques de almacenamiento de fuel y de sustancias con riesgo de contaminación , evitando cualquier posible fuga y filtración al medio.
Objetivos ambientales • Reducción de la contaminación del aire, recursos de agua y terrenos circundantes • Aumento de la salud ambiental del entorno del establecimiento.
Acciones • Eliminación total de los vertidos de aceites, grasas y materias de riesgo por los desagües generales y de cocinas. • Eliminación o drástica reducción de equipos o consumibles que contengan halones o CFC’s, compuestos responsables de la destrucción de la capa de ozono.
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BUENAS COMPRAS
• Reducciones de productos superfluos o innecesarios.
Cualquier estrategia de gestión medioambiental de los establecimientos turísticos que no cuente con la complicidad de los proveedores y contratistas, tendrá consecuentemente muchos mayores problemas de aplicación. Por ello, resulta esencial establecer un sistema que garantice un suministro consecuente con las buenas prácticas implantadas por la empresa.
Como ejemplo de una aplicación práctica de este concepto al destino, tenemos la isla danesa de Borkum, en el Mar del Norte, que cuenta desde 1990 con un ecolabel turístico. Una de las características destacadas es la existencia de una guía de buenas compras para los establecimientos asociados al ecolabel, estrechamente asociado a la gestión de basuras. Uno de los objetivos centrales del catálogo de criterios para la concesión del ecolabel se centra en la guía de compras. La incidencia de esta recomendación va destinada principalmente a pequeños establecimientos turísticos complementarios, donde se hace hincapié en la renuncia voluntaria a vender bebidas en latas, en la eliminación gradual de productos de un solo uso no-retornables y la preferencia por productos ecológicos y regionales, tanto por su menor impacto ambiental en su producción como en su empaquetado y distribución. Otro curiosa experiencia de elaboración de guía de buenas compras, que sirve para ejemplificar este apartado, se produjo en Canadá con ocasión de los actos de la reunión de G-7, el grupo de países más poderosos del planeta, donde se trató de crear un ambiente propicio al medio ambiente estableciendo medidas consecuentes en la acogida. Uno de los puntos clave de la organización de la reunión, desde la perspectiva ambiental, era el aprovisionamiento «verde». Para ello se elaboró una lista de requisitos a dos niveles: uno para comprobar la calidad ecológica del producto y otro la trayectoria ambiental del proveedor.
Objetivos ambientales Garantizar la eficacia y aplicación integral de las soluciones medioambientales adoptadas por el establecimiento o centro turístico.
Acciones Selección de servicios y productos compatibles con la política ambiental de la empresa, valorando las distintas alternativas posibles al alcance de la empresa. Con especial hincapié en: • Suministros de alimentación • Productos de limpieza • Equipos y mantenimiento • Cosméticos y productos de baño • Consumibles de oficina y publicidad • Servicios turísticos complementarios o subcontratados (excursiones, transporte y otras recomendaciones)
Soluciones • Establecer un sistema de selección sobre proveedores y productos susceptibles de ser utilizados. • Informar de esta decisión a los proveedores y subcontratistas. • Elaborar una guía de compras respetada por todos los departamentos de la empresa. • Establecimiento de criterios ecológicos en las compras (peligrosidad. contaminación, envases, etc.)
Los criterios que se establecieron fueron: 1 Elaborar listas de chequeo ambiental para los proveedores, con la finalidad de establecer ob40
jetivamente la situación de cada uno, a partir del cumplimiento de los requerimientos de la lista. 2 Elaborar criterios y estándares para cada servicio y producto, dando siempre preferencia a aquellos que estuviesen registrados en alguna etiqueta ambiental reconocida. 3 Establecer el grado de compromiso ambiental del proveedor, especialmente desde la perspectiva del ciclo de vida del producto o servicio que suministra. 4 Dar preferencia a los productos locales o, en su caso, a proveedores locales, con hincapié en la disminución de embalaje y coste de transporte.
acciones formativas e informativas, nombrando responsables o incentivando para que se generen, a partir de los mismos responsables, nuevas iniciativas e ideas. Ha de considerarse que una política de gestión de este tipo es fundamentalmente participativa. • Establecer alianzas con las asociaciones locales y ONG’s involucradas en el medio ambiente que siempre pueden aportar soluciones complementarias y una mayor coherencia a las iniciativas del establecimiento. • Mantener un registro especializado de todas las disposiciones legales que competen al medio ambiente en todas las vertientes de la gestión turística. Ya que el conocimiento y cumplimiento de estas disposiciones constituye el umbral mínimo de responsabilidad del establecimiento. Establecer una relación fluida con las autoridades locales y las administraciones con competencia turística y medioambiental, ya sea directamente o a través de las asociaciones turísticas, con el fin de que la implementación de estos procesos se lleve de forma armónica. Muchas de las decisiones en materia de residuos, agua, formación e información, deberían ser complementarias a las iniciativas y disposiciones de la administración local, en caso de que existieran.
En total, se elaboró un código de 34 cuestiones mínimas para evaluar la calidad ecológica de cada producto o servicio, que debía ser aportada por los proveedores para admitirse su suministro. La primera cuestión es sí el producto es necesario o se puede sustituir por otro ya existente. A partir de esa premisa, se comprueba su extracción, producción, distribución, transporte, comercialización, uso y manipulación, posibilidad de reciclado y destino final.
RECOMENDACIONES GENERALES Con el fin de que el proceso de implantación de buenas prácticas pueda ser llevado a la realidad con resultados palpables, se recomiendan las siguientes medidas de acompañamiento: • Mantener libros de registro que permitan obtener datos sobre la evolución e implantación de las iniciativas, incluyendo los resultados de ahorro y beneficio. Sin este tipo de control resultaría muy difícil evaluar los puntos débiles o fuertes de la política medioambiental de la empresa. • Involucrar al personal dependiente del establecimiento en las decisiones. Ya sea realizando 41
Herramientas para la gestión del turismo sostenible L
a incorporación de la industria turística a la estrategia del desarrollo sostenible constituye una tarea compleja que ha de hacer frente a multitud de situaciones, promoviendo sistemas de concertación eficaces entre todos los agentes implicados. Una tarea que para las islas se convierte en una necesidad más que en una opción. Este cambio general de actitud requiere la adopción de compromisos a los distintos niveles en los que opera la industria del turismo. Con el fin de incentivar y desarrollar compromisos duraderos, así como orientar la actividad turística hacia comportamientos sostenibles se han generado un amplio conjunto de instrumentos. Así tenemos desde las declaraciones y códigos de conducta, orientados a promover una nueva mentalidad en la gestión turística, hasta las guías de buenas prácticas, diseñadas para ofrecer soluciones concretas que en ocasiones alcanzan un alto nivel de detalle. Aún reconociendo los grandes avances experimentados en los últimos años por parte de muchos gobiernos insulares en el ámbito reglamentario y jurídico, nos centraremos en los instrumentos voluntarios que han demostrado en muchas ocasiones ser tanto o más eficaces que la acción reglamentaria.
Códigos de conducta En los inicios de la presente década ya existían a nivel internacional una gran variedad de códigos de conducta concebidos con el fin de promover e incentivar actitudes turísticas respetuosas con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Los códigos de comportamiento se han orientado, en función de sus objetivos, hacia los aspectos generales del fenómeno turístico, hacia destinos específicos, o bien hacia los diversos actores de la actividad turística. En este último caso, podemos distinguir entre: • códigos de la industria turística en general. • códigos que conciernen a sectores y actividades específicas. • códigos sobre el comportamiento de los turistas. • códigos orientados a las poblaciones receptoras. El ámbito de influencia de estas iniciativas depende de sus promotores. Así tenemos una amplia diversidad de ejemplos de códigos promovidos por las organizaciones internacionales, por organizaciones gubernamentales, por asociaciones de la industria turística (a nivel local, nacional, regional o internacional) o por las ONG’s.
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En relación a los códigos de carácter internacional y ámbito general, destacan los siguientes ejemplos: • Carta del Turismo Sostenible (Conferencia Mundial del Turismo Sostenible auspiciada por la UNESCO, celebrada en la isla de Lanzarote en 1995) • ICC Business Charter ( International Chamber of Commerce). De carácter general para el sector de la industria. • Principles for Sustainable Tourism (World Wildlife Fund) • Carta del Turismo Cultural – ICOMOS. Orientada a la preservación del patrimonio cultural.. • Carta del Turismo y Código del Turista aprobada en Sofía en 1985 por la OMT (Organización Mundial del Turismo). • Declaración de Berlín sobre la Biodiversidad Biológica y el Turismo Sostenible (1997) • Agenda 21 para la Industria de Viajes y Turismo (1996), promovida por la OMT, el Consejo de la Tierra y el WTTC (World Travel & Tourism Council), que agrupa a una importante representación internacional de responsables de la industria turística. (Agenda 21 for the Travel & Tourism Industry: Towards Environmentally Sustainable Development)
Algunos de estos códigos y declaraciones generales se refieren explícitamente a regiones insulares, como el caso de la Agenda 21 para la región del Mar Báltico, las llamadas «Recomendaciones de Rügen» (1997) surgidas en esta isla y que afectan a la misma región del Báltico, o la declaración de Calviá (isla de Mallorca) sobre el Turismo Sostenible en el Mediterráneo. En lo que respecta a los códigos de comportamiento de los turistas, las primeras iniciativas surgieron del segmento específico del ecoturismo. Se trata de una respuesta lógica, dado que el uso de espacios silvestres de alto valor y fragilidad y el contacto con culturas locales peculiares han hecho necesario establecer pautas voluntarias de comportamiento eco-compatibles. Por lo que se refiere a los códigos para turistas, existen una serie de pautas generales sobre las recomendaciones que se efectúan: • La elección del operador turístico, en aspectos como el empleo de personal local, apoyo a la conservación o uso de proveedores locales. • Formación del propio viajero sobre la cultura de la zona o las actividades que pueden generar molestias a las comunidades locales o degradación ambiental. • Actuar de forma responsable durante el viaje, siguiendo las recomendaciones de las guías, respetando las costumbres locales o comprando productos de artesanía. En general, garantizar que parte de los ingresos del turismo favorezcan a las comunidades locales y que no se produzca, al menos no de forma irreversible, pérdida de valores culturales y ecológicos, son los puntos esenciales de estos códigos de comportamiento, que también se fijan en el contacto con religiones diferentes o incluso en la compra de animales protegidos o en peligro, así como en los productos hechos con éstos. 44
Un ejemplo de código de comportamiento para viajeros lo encontramos en las Islas Galápagos, donde la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de Galápagos (ITGOA) transmite a sus clientes recomendaciones sobre su comportamiento en el archipiélago, siguiendo las instrucciones de las autoridades. Los propios operadores turísticos encarecen a sus clientes que mantengan hábitos compatibles con la calidad ecológica de las islas, evitando impactos innecesarios que generen perturbaciones en la vida silvestre. Al tiempo, presionan al gobierno de Ecuador para que incremente la protección ambiental en las islas, especialmente en las zonas marinas, y reduzca la presión poblacional en el archipiélago, para garantizar un turismo sostenible de bajo impacto, que continue generando recursos, tanto para la conservación como para la mejora de la calidad de vida de los residentes actuales. En muchas islas, este tipo de códigos descienden hasta actividades específicas. Tal es el caso de la Guia para la observación de las tortugas (Guide for Turtle Watching) en Trinidad–Tobago. Incluso los códigos iniciales han evolucionado hasta convertirse en disposiciones reglamentarias, como por ejemplo la Guia de Prevención de la Autoridad de Parques Marinos de las Islas Caimán, o el código de conducta para la observación de cetáceos desarrollado por el Gobierno de Canarias. En el otro extremo, es decir, sobre códigos éticos orientados a las poblaciones receptoras, no existen muchas experiencias contrastadas, si exceptuamos singularidades como el código elaborado en la isla de Mauricio. En el caso empresarial, la proliferación de códigos éticos o de responsabilidad ambiental se ha convertido en una práctica extendida que se ha utilizado como primer elemento de choque para
llamar la atención sobre estas cuestiones. Por lo general, suelen ser documentos breves que resumen en unos pocos principios las grandes líneas de prácticas eco-compatibles en la industria turística. Su carácter voluntario y generalista los convierte en ideales para generar interés en el sector y crear un cierto marco de competencia. Dentro de esta categoría de documentos, podemos destacar el Código para un Turismo Ambientalmente Responsable de la «Pacific American Tourism Asociation» (PATA). Esté código recoge en apenas un folio una auténtica declaración de lo que debe ser una empresa turística preocupada por el medio ambiente y la sostenibilidad.
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Los aspectos que recoge son los siguientes: • Identificación de prácticas ambientalmente compatibles, con especial hincapié en las energías renovables • Conservación de ecosistemas y desarrollo de áreas protegidas • Integración de las comunidades locales en el desarrollo turístico • Cumplimiento de la normativa ambiental internacional, nacional y local • Participación en el proceso de planificación, con apertura a la población local • Prevención de los impactos ambientales de la actividad turística • Implantación de medidas de gestión, especialmente en residuos, agua y energía • Formación ambiental del personal del sector • Información a los clientes sobre las prácticas ambientales y comportamientos responsables • Generación de guías de buenas prácticas para los diferentes sectores de la industria turística. En la isla de Borneo, el operador turístico «Borneo Adventures» está realizando una aplicación de este código en aspectos tales como no organizar bailes «ex profeso» para los turistas que visitan los poblados de la selva o mantener una vigilancia exhaustiva sobre la generación de basura en los ámbitos turísticos, ya que los productos no biodegradables se han convertido en una consecuencia nefasta de la visita de los turistas; un fenómeno que viene acompañado de la aparición de una mayor capacidad de consumo por parte de la población. Otro ejemplo lo encontramos en la Federación de Industrias Turísticas de Nueva Zelanda, que fue una de las pioneras en elaborar un código denominado Principios Medioambientales para el Turismo, donde se hace especial hincapié en los aspectos de vigilancia, cooperación, coordinación, educación.
Desde el mundo de los grandes operadores turísticos, también han surgido iniciativas de interés dirigidas a destinos insulares, como por ejemplo las propuestas y recomendaciones elaboradas por TUI para la isla de Fuerteventura. Se trata de propuestas que están en la línea de las Guias y recomendaciones medioambientales elaboradas por la Asociación Europea de Tour Operadores (ETOA).
Características de los ecolabels turísticos Durante mucho tiempo, la gestión del ambiente y los recursos naturales en la órbita turística se ha basado en una visión reglamentaria, centrada en la promulgación de normas que han marcado pautas obligadas. Sin embargo, esta metodología, por 46
tales como la industria, de sistemas de gestión ambiental. Se trata de integrar dentro de la gestión del negocio el medio ambiente como otro elemento más en la toma de decisiones, por razones de carácter económico dado el ahorro que supone en importantes cuentas como energía, agua y materias primas; por razones de carácter legal, ante el progresivo endurecimiento de la legislación ambiental; por razones de mercado, ante la creciente competitividad y por razones de marketing e imagen, ante la mayor concienciación de los consumidores y la necesidad de mantener buenas relaciones con las comunidades locales. La gestión ambiental es una realidad que se va imponiendo en la industria turística, caracterizada desde el principio como una voraz consumidora de recursos naturales y materias primas. Las ventajas son claras para aquellas empresas que optan por hacer el esfuerzo de integrar la componente ambiental en su toma de decisiones: · Ahorros por mejoras en la eficiencia en la gestión: energía, agua, residuos, compras. · Atracción y fidelización del personal; mejoras en la formación y disminución en la rotación. · Anticipación a las presiones del mercado y mejora de la imagen de la empresa. · Cumplimiento y anticipación a los requisitos legales. · Disminución de riesgos para aseguramiento y búsqueda de financiación. · Mejora de la calidad ambiental del destino o del entorno turístico. Dentro de la industria turística, los instrumentos más utilizados para la puesta en marcha de sistemas de gestión ambiental han sido los sellos de calidad ambiental, los «ecolabels», que han demostrado ser efectivos instrumentos de marketing, capaces de mejorar la calidad ambiental de los productos y servicios turísticos, al tiempo que
sí sola, se ha mostrado en muchas ocasiones ineficaz. El deterioro ambiental ha continuado, por encima de normas sobre el territorio, el uso de los recursos, el destino de los residuos o de los efluentes y emisiones. Si bien no debe despreciarse el papel de la normativa como un buen apoyo para mejorar la conservación y la calidad del ambiente, como condiciones básicas y favorables para el futuro desarrollo turístico. Así pues, la norma debe complementarse con otras herramientas más eficaces, eficientes y flexibles. Un papel fundamental lo puede desempeñar la autorregulación. Ello se ha puesto de manifiesto con la progresiva adopción, en primer lugar por aquellos sectores con mayores problemas ambien-
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han evidenciado su eficacia en orientar las decisiones de compra de los potenciales clientes. Las primeras señales de esta concienciación ambiental en el sector turístico han venido precisamente de la mano de los «ecolabels», a los que también podemos denominar ecoetiquetas turísticas, cuyo desarrollo más espectacular se ha producido a partir de mediados de la presente década. A pesar de su disparidad, ya que pueden referirse a una zona turística, un municipio o un establecimiento, podemos señalar algunas características comunes de los ecolabels como:
• Mejoras en la gestión y en las relaciones con los proveedores, mediante la disminución del impacto ambiental del establecimiento por la adopción de las medidas necesarias para cumplir con los criterios del sello y el logro de ventajas en la comercialización por el aumento de la confianza de los proveedores. • Innovación en el sector, por el compromiso aparejado de mejora continua y la lógica motivación para entrar en procesos de innovación tecnológica. Como instrumentos de autorregulación, estos «ecolabels» turísticos deben lograr ser atractivos para los proveedores y consumidores de productos turísticos, de tal forma que sean aceptados como herramientas válidas de información en el mercado. Para ello, no pueden ser percibidos como meros maquillajes para aumentar la clientela o atraer nuevos segmentos de mercado, lo que conlleva producir unos efectos que puedan ser percibidos externa e internamente: • Efecto amplio, que no se limite exclusivamente a establecimientos de lujo o de élite. Es necesario que el «ecolabel» logre una amplia acogida, tanto interna como externamente, de tal forma que pueda motivar a otros posibles participantes y genere un efecto de acción ejemplarizante. Por ello, los requisitos no deben ser tan exigentes que se conviertan en un obstáculo para su implementación, ya que es necesaria una masa crítica en destino de un 10 o un 20 % de establecimientos capaces de cumplir los criterios. Estos deben contemplar como aspectos básicos la reducción del daño ambiental ocasionado por el establecimiento y una reducción en el consumo de materias primas y recursos no renovables. Además, es fundamental un buen trabajo de publicidad y relaciones públicas.
• Información ambiental veraz para el consumidor, que facilita su proceso de toma de decisiones para la adquisición de los productos o servicios turísticos.
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ben estar muy preparados, lo que exige un esfuerzo previo, tanto de inversión como de investigación. Se trata de fundamentar una estructura sólida, sobre la que vertebrar un apoyo social. Este se debe buscar en movimientos de carácter social y ambiental, logrando su involucración como elementos de apoyo y credibilidad. La creación de manuales, listas de comprobación, formación y asesoramiento técnico son indispensables. Además, el reconocimiento legal, si se logra, puede ser un instrumento de gran ayuda para la propia cualificación del «ecolabel». En el sector turístico, los premios y reconocimientos en forma de sellos ambientales o
• Efecto profundo, ya que, como hemos señalado más arriba, no se pueden adoptar estrategias de mero maquillaje «verde». La lista de criterios debe significar un esfuerzo real y asumible, que vaya más allá de un simple cambio de denominaciones en la gestión. Lograr este efecto profundo debe traducirse en un aumento de la motivación y una filosofía orientada a la mejora continua, en la que el compromiso del personal debe promoverse como elemento angular del sistema. • Efecto a largo plazo, ya que no se trata de una táctica circunstancial o un truco de mercado, sino un desarrollo con un amplio horizonte temporal. Por ello, estos sellos de calidad ambiental de-
EJEMPLOS DE ECO-LABELS EVOLUCIONADOS CON IMPLANTACIÓN INSULAR Hoteles de la Biosfera (Biosphere Hotels) Tras la creación del Instituto de Turismo Responsable a finales de 1996, organización independiente que cuenta con el apoyo de la Unesco y otros organismos internacionales, se inicia el proceso de promoción de un sistema de certificación de calidad medioambiental para los alojamientos turísticos. Los requisitos de la certificación para la obtención del label ya adquieren forma de estándares. El primer territorio en el que se produce una amplia implantación de la certificación Biosphere Hotels ha sido precisamente una isla, Lanzarote, donde se ha alcanzado una masa crítica ciertamente importante. La gama de certificaciones específicas, bajo la denominación general de Hoteles de la Biosfera, es realmente amplia y adaptada a las diversas situaciones. Además de la certificación general, encontramos estándares específicos para destinos declarados Reservas de Biosfera o áreas sensibles reconocidas internacionalmente, o bien un estándar para ciudades históricas y declaradas Patrimonio de la Humanidad. Green Globe Constituye otro de los eco-labels con importante implantación insular, especialmente en Chipre, Sry Lanka y el Caribe entre otros destinos insulares. La certificación Green Globe se inserta en el programa de gestión ambiental para las industria de los viajes y el turismo, desarrollado por el WTTC (World Travel & Tourism Council). La organización SGS (Société Générale de Surveillance S.A.) actúa como organismo verificador de la certificación.
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ecoetiquetas se han vuelto muy populares. Al mismo tiempo, se está incrementando la competencia entre los diferentes reconocimientos ambientales. Esto está teniendo también un efecto perverso. Existe una jungla de etiquetas con el prefijo «eco» o el adjetivo «verde», con diferentes grados de exigencia, extensión y alcance. Lo que ha provocado que a los turistas no les suponga en algunos casos una ayuda para su elección vacacional y que se sientan completamente perdidos, intentando comprender lo que tratan de expresar los profesionales del turismo con cada ecoetiqueta o sello. El arranque de una ecoetiqueta turística es una labor que requiere preparación y cubrir diferentes etapas, para que pueda ser realmente efectiva. La edición de manuales, los acuerdos voluntarios, los premios y reconocimientos y, como último paso, la institución del ecolabel puede ser un esquema de trabajo. No obstante, la permanente evolución del sector impide la generación de recetas e incluso la adopción de un modelo general. Un primer paso suele ser la edición de manuales que proporcionan ayuda concreta para realizar acciones a favor del medio ambiente, en general, partiendo de cero. Existen buenos ejemplos en el ámbito internacional, como es el caso de la Asociación Alemana de Hoteles y restaurantes (DEHOGA), que ya en 1993 publico un folleto sobre como hacer negocios de forma respetuosa con el medio ambiente, donde se recogía un catálogo de cuarenta puntos. Ahora bien, si es relativamente fácil poner en marcha experiencias para establecimientos individuales, resulta mucho más complejo para destinos turísticos, ya que hay numerosos factores e interrelaciones a tener en cuenta. El siguiente paso se basa en la adopción de acuerdos voluntarios, en los que se vá más allá de unas recomendaciones para cada caso concreto.
Aquí entran ya otros agentes, no sólo el establecimiento -la empresa turística-, sino la población local, el conjunto del sector turístico y, también, los propios turistas. De tal forma que el operador turístico o el empresario individual informan a sus clientes por medio de una declaración voluntaria del impacto ambiental de sus productos. Este tipo de medidas de transparencia del mercado es mucho más fácil de instaurar que un «label», pensemos, por ejemplo, en el caso de un operador turístico que ofrece una variada gama de productos o viajes individuales. A un nivel similar se encuentran los premios y reconocimientos ambientales, que pueden ser instrumentos especialmente efectivos para aquellas organizaciones o asociaciones, cuyos miembros tienen pocas posibilidades para mejorar individualmente la calidad ambiental de sus productos turísticos. Este tipo de iniciativas pueden tener un gran interés en el marco de una estrategia a medio plazo. En una primera etapa, el distintivo se otorga sobre una base de requisitos posibilista. En la segunda etapa, se restringe el acceso al reconocimiento a aquellas empresas que posean HIIUMAA GREEN LABEL Hiiumaa, Estonia. A partir del proyecto EcoIslas, desarrollado para seis islas europeas y como producto de esta cooperación, surge el Hiiumaa Green Label, tomando el nombre de una de las islas que además está declarada Reserva de Biosfera por la Unesco. Se trata de un reconocimiento aplicado al ámbito de los servicios y alojamientos (accommodation) turísticos que tiene muy en cuenta la percepción de los clientes respecto al cumplimiento de los requisitos.
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rían enormemente. Otro elemento dispar es el ámbito geográfico. Un tercer aspecto de diferenciación es el proceso de concesión y control, desde los sistemas de puntuación, jurado o las visitas de incógnito. También se diferencian los ecolabels por su financiación y coste, dependiendo de sí su promoción es pública, privada o depende de un organismo no gubernamental. De hecho, hay una enorme diversidad de modelos, que podemos sintetizar en tres grandes grupos: • Labels sin coste alguno para los participantes • Labels subsidiados en su inicio por la administración, con coste para los participantes una vez establecidos. • Labels con coste desde el comienzo para los participantes. En definitiva, la hetereogeneidad viene motivada por:
algún tipo de certificación ambiental. Un ejemplo de este tipo lo encontramos en la isla de Tenerife, donde se ha instaurado por la asociación hotelera local un premio anual a la calidad ambiental del sector alojativo, mientras que en paralelo la propia asociación elabora un manual de buenas prácticas y requisitos para la gestión hotelera. Más allá de los acuerdos voluntarios y de estos premios, se encuentran los acuerdos de asociaciones, que pueden incluir un logo de reconocimiento al compromiso ambiental del establecimiento o del operador, es decir, lo que entendemos por un sello ambiental o ecoetiqueta. Por ejemplo, en la zona asiática del Pacífico, la organización turísitica regional (Asian Pacific Travel Asociation, PATA) ha elaborado un código para turismo responsable ambientalmente, que obliga a la industria a cumplir un mínimo de estándares ambientales. La hetereogeneidad es la nota dominante en los labels turísticos. De tal forma que podemos ver que se demandan características diferentes y que el peso de los criterios para su adjudicación va-
1 Diferente exigencia en los criterios para la concesión 2 Área geográfica cubierta por el label 3 Sector o actividad turística 4 Procedimiento de concesión 5 Coste 6 Promotor 7 Duración Probablemente, la mejor manera de poner en funcionamiento un «ecolabel» es mediante la constitución de una fundación, que incluya al propio sector turístico, agentes sociales y a la Administración o que, al menos, cuente con el apoyo explícito de ésta. La fundación debe servir para dar un marchamo de credibilidad el sistema, mediante la constitución de una estructura transparente y rigurosa de certificación y el recurso a una tercera parte independiente
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y profesional, para que realice las auditorías de cumplimiento de los asociados. Todas estas condiciones fueron los elementos de partida de la Bandera Azul (1987), uno de los distintivos más antiguos de Europa, orientado premiar la calidad ambiental y de servicios de las playas y puertos costeros. La heterogenidad de los labels también se manifiesta en su capacidad de indicir en actividades turísticas específicas. Desde el propio sector hemos asistido a la consolidación de distintivos de responsabilidad ambiental de ámbito internacional, como: British Airways Tourism for Tomorrow (1990), IH&RA Environmental Award (1997), The David Bellamy Conservation Award (1996), Green Key (1994), Environmentally Sensitive Hotel & Restaurant (1991).. Entre los premios que han recaído sobre destinos insulares hay que mencionar al Premio Europeo sobre Turismo y Medio Ambiente, donde encontramos las distinciones otorgadas a Kinsale, al centro histórico de Corfú y la isla de Vido. de actuación una específica para el sector turístico, promoviendo el concepto de sostenibilidad en el sector. En colaboración con la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes, ha editado guías de buenas prácticas en hoteles, así como interesantes reflexiones sobre la gestión turística de zonas protegidas. Cada manual de buenas prácticas registra diferentes conceptos y los aborda con profundidad variable, dependiendo de las características de la industria y la región. No obstante, hay algunos temas comunes a todos ellos que son la base de cualquier Sistema de Gestión Ambiental: • Gestíón del Agua • Energía • Residuos • Emisiones y efluentes • Impactos ambientales
Los Manuales de Buenas Prácticas, el primer paso El primer paso para poner en marcha cualquier sistema de gestión ambiental es contar con Manuales de Buenas Prácticas, es decir, con las herramientas para dar esos primeros pasos en identificar los impactos ambientales del establecimiento y definir las líneas de actuación. Hay que destacar el impulso dado por organismos y organizaciones internacionales hacia la acción y gestión ambiental, que se ha concretado fundamentalmente en la aparición de una prolija bibliografía de manuales y guías que facilitan el desarrollo e implementación de Sistemas de Gestión Ambiental en la industria turística. Así, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), mantiene dentro de sus líneas 52
Hemos seleccionado algunos ejemplos de manuales de buenas prácticas diferentes, con demostrada incidencia en regiones insulares, para analizar el tratamiento de los problemas ambientales que se hace en cada uno de ellos. Para ello, destacamos entre los más evolucionados el «Action Pack» de IHEI, el Manual de Buenas Prácticas del Programa Nacional de Ecoturismo de Australia, el «Enviromental Management for Hotels», elaborado también por IHEI, y la Guia para la obtención de la certificación «Biosphere Hotels». El «Action Pack for Hotels» es un manual de buenas prácticas ejemplar por su sencillez y accesibilidad. Está concebido como una guía sencilla para dar los primeros pasos en gestión ambiental en un establecimiento de alojamientos turísticos. Elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, IHA e IHEI, este manual permite iniciarse en las cuestiones ambientales en los departamentos clave de un hotel. Energía, residuos sólidos, agua, efluentes y emisiones, proveedores y contratistas, son las áreas de actuación ambiental que se proponen. Lo más interesante son los cuestionarios de inicio que ofrece para detectar los puntos fuertes y débiles de la relación del hotel con el medio ambiente, y la planificación de las acciones por departamentos, con la fijación de metas y objetivos. Su principal virtud es que puede ser utilizado por el propio personal del hotel, ya que no es necesario tener una formación específica previa en medio ambiente para su puesta en práctica. Está estructurado en forma de pasos sucesivos. En primer lugar, se realiza un chequeo de la «salud verde» del hotel, que permite conocer la trayectoria ambiental del establecimiento y establecer unas primeras prioridades. Para cada departamento ofrece una serie de metas y acciones tipo, para su adaptación a cada establecimiento.
Una vez hecha esta primera evaluación, el «Action Pack» ofrece un plan de acción ambiental, tal y como indica su nombre, fácilmente aplicable a cualquier establecimiento de características medias Se repite la misma división funcional por departamentos que en el cuestionario inicial y se ofrece un repertorio de buenas prácticas, junto a un cuadro para el establecimiento de metas y objetivos, y otro para mantener al día y registrados los logros de la gestión ambiental. De mayor nivel técnico y complejidad es el «Enviromental management for Hotels», un manual elaborado también por IHEI, pero que ya requiere de una preparación específica para su puesta en práctica. Se presenta como una guía de buenas prácticas en la industria hotelera y, a diferencia del «Action Pack», no se presenta estructurado por departamentos del Hotel, sino por los diferentes impactos ambientales que puede generar un establecimiento. Así pues, más que recetas para la acción, explica el tipo de problema ambiental, su impacto, las buenas prácticas para prevenir, reducir o hacer desaparecer ese impacto, así como una selección de casos reales que han tenido éxito. Este esquema permite, pues, conocer las características generales de cada problema, su incidencia en la industria turística y las medidas oportunas para afrontarlo. «Enviromental management for Hotels» es un manual que exige tener un rodaje en gestión ambiental para ponerlo en práctica, ya que analiza con detalle todos las posibles áreas problemáticas. No sólo agua, energía, residuos, efluentes y emisiones que son los más comunes, sino que entra en detalle en cuestiones como política de compras, almacenamiento de combustibles, calidad del aire interior, problemas de asbestos y residuos tóxicos y peligrosos, así como ruido, PCB’s o pesticidas y herbicidas. 53
Este manual presta, además, una especial atención al análisis de costes de las medidas de gestión ambiental que se proponen, especialmente a las tasas de retorno de la inversión necesaria. El manual plantea la búsqueda de alternativas en cuestiones como el suministro energético o la gestión de residuos, que exigen del establecimiento inversión y, por lo tanto, necesidades de financiación. Su mayor utilidad radica en que permite conocer al detalle la mayor parte de las cuestiones relacionadas con la gestión ambiental de un hotel y generar las herramientas básicas para enfrentarse a esas cuestiones. Sin embargo, una parte importante de sus recomendaciones no pueden llevarse delante de forma autónoma por el establecimiento, ya que se requiere el concurso, tanto de consultores externos como de proveedores. Especialmente interesante por su ámbito de aplicación es el manual australiano «Best Practice
Ecotourism». Como hemos señalado anteriormente, el ecoturismo es un tipo de turismo asociado a espacios naturales protegidos y a la conservación del medio natural como prioridad. Este manual ha sido concebido como guía para el Programa Nacional de Acreditación de Ecoturismo, que concede un «ecolabel» a las organizaciones y productos que cumplen una serie de criterios. Recoge áreas similares a las de los dos manuales anteriores, aunque hace hincapié en aspectos que normalmente pasan desapercibidos o en un muy segundo plano. Un ejemplo es el medio de transporte elegido, que evidentemente tiene un gran impacto en zonas remotas, y en donde se llega a realizar especificaciones sobre el transporte acuático. También se presta una especial atención a la generación de residuos desde el punto de vista de su prevención y minimización, ante la falta de infraestructuras adecuadas en las zonas turísticas donde se generan. La integración paisajística y ambiental de las instalaciones también es contemplada, con especial atención al uso de energías renovables y a la eficiencia de los aparatos instalados, fijándose en aspectos como el evitar el uso de bombas de agua o el aire acondicionado. De hecho, los aspectos arquitectónicos son contemplados con especial preocupación, tanto por su adaptación al paisaje como para el aprovechamiento de la energía y la iluminación naturales, para evitar el uso de aparatos que consumen energía. En principio, los aspectos sobre los que se detiene más el manual es la minimización del consumo de agua basura y energía, para lo que incluye incluso un autotest para evaluar la situación de cada establecimiento o servicio. Pero a la hora de listar los aspectos a considerar para reducir el impacto ambiental del establecimiento o actividad turística, genera un total de 25 puntos, incluyendo aspectos como la cocina, lavandería o material de oficina. 54
Aunque concebido para su uso por establecimientos y operadores de ecoturismo, este manual de «Best Practice Ecotourism» es también muy interesante para instalaciones de un carácter más convencional. De hecho, su nivel de precisión y el alcance de las recomendaciones, permiten a cualquier actividad o establecimiento tener una magnífica guía de referencia. Por último, la Guia para la Obtención de la certificación de ámbito general «Biosphere Hotels» constituye un buen compendio de la visión expresada en los anteriores manuales mencionados. El conjunto de requisitos expresados para la concesión de la certificación constituyen en realidad una auténtica guía de buenas prácticas centrada en los alojamientos turísticos. Se estructura por objetivos a alcanzar, criterios a emplear y requisitos. Los campos tratados en «Biosphere Hotels» son los siguientes: • Instrumentos de una política ambiental de la empresa. • Buenas prácticas relacionadas con la energía • Buenas prácticas relacionadas con la gestión del agua. • Buenas prácticas relativas a residuos • Reducción de riesgos e impactos ambientales • Buenas prácticas relacionadas con la prevención de la contaminación acústica • Entorno, zonas verdes y edificación • Información y servicios • Contratistas y proveedores
tica medioambiental. La orientación final de esta política debe ser el desarrollo sostenible, desde la óptica empresarial; mediante la atenuación de los impactos negativos a escala local, regional e incluso mundial. Un Sistema de Gestión Ambiental debe incluir todos aquellos aspectos de la empresa relacionados con el cumplimiento de la política medioambiental: la estructura organizativa, la planificación de las actividades, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos. En el caso concreto de las empresas turísticas no podemos olvidar que los Sistemas de Gestión Ambiental surgen en el ámbito de la industria para responder a deterioros del medio que se consideran intolerables-, la calidad del medio ambiente es la cuestión clave. Al tratarse de un sector que
Sistemas de Gestión Ambiental en el sector turístico Un Sistema de Gestión Ambiental es una parte más del sistema de gestión de una empresa. Su objetivo es disminuir el impacto ambiental de una organización, mediante la definición de una polí55
hace del entorno (paisaje, calidad del agua y el aire, limpieza, gestión de residuos, etcétera) uno de sus principales activos, la calidad ambiental es un elemento central de su oferta. Por tanto, la gestión ambiental debe prevenir los efectos no deseados de las actividades humanas. La implantación de un Sistema de Gestión Ambiental no es una labor excesivamente complicada, pero si requiere de una metodología y del cumplimiento riguroso de una serie de pasos, para lograr que esté bien fundamentado y adaptado a la realidad de la empresa. Un Sistema de Gestión Ambiental puede ser puesto en marcha de manera interna, por personal de la propia empresa, o de forma externa, por medio de consultores. Este segundo método es más usual, sobre todo si el objetivo es lograr algún tipo de certificación externa, ya sea participar en un ecolabel, o entrar en un sistema estandarizado como las normas ISO 14000. En cualquier caso, la implantación de un S.G.A. debe hacerse con el apoyo de la alta dirección de la organización, mediante una reorientación de la filosofía empresarial hacia el medio ambiente. Por ello, el primer paso es tomar el compromiso de un nuevo estilo de gestión y dejarlo patente mediante la elaboración de una Política Ambiental. Este documento recogerá los principios de actuación ambiental de la organización, que dependerán del grado de compromiso al que se esté dispuesto a llegar y de la realidad de la empresa, ya que la Política Ambiental tiene que se una guía para la acción, y no un mero catálogo de intenciones utópicas.
Elaborada la Política Ambiental, la organización deberá conocer cual su estado actual en relación al medio ambiente; qué efectos produce y que legislación le es de aplicación y como es su comportamiento respecto a ella. Este registro de los aspectos legales y medioambientales es clave para preparar la auditoría ambiental de la empresa y comenzar a detectar sus puntos fuertes y débiles. La Auditoría se realizará, una vez que se conozca la situación de partida de la organización, con el fin de captar toda la información pertinente y detectar los puntos de mejora. Con los datos recogidos, se realiza el informe de auditoría, donde se recogen los siguientes aspectos: • Legislación aplicable y grado de cumplimiento • Gestión ambiental y política de calidad existentes • Descripción de la situación actual • Propuesta de mejoras • Designación de objetivos y metas • Cuantificación y viabilidad de las mejoras Una vez aprobado el informe de Auditoría, se da el visto bueno a los objetivos, como tendencias de mejora, y a las metas, logros con especificación temporal y cuantificables, que serán los referentes para el cumplimiento de la Política Ambiental y el funcionamiento del Sistema. La puesta en marcha del S.G.A. se produce una vez que se cuenta con la Política Ambiental, los Objetivos y Metas, así como procesos y procedimientos documentados, así como los sistemas de registro del sistema. El mantenimiento de un S.G.A. hace necesaria la existencia de auditorías periódicas, normalmente de un plazo entre uno y tres años, para comprobar la evolución del sistema, y actualizar los Objetivos y Metas. Otro aspecto clave de los SGA son 56
las políticas de formación y comunicación, imprescindibles para lograr la participación de los empleados y la colaboración de los proveedores y clientes. Como método de auditoría ambiental en la industria hotelera, hay que destacar la experiencia Grecotel, una importante cadena hotelera en Grecia. En el marco del proyecto Turismo y Medioambiente, financiado por la Comisión Europea, se establecieron los procedimientos básicos a partir de la experiencia acumulada por una serie de hoteles en la isla de Creta. Hay que aclarar que este procedimiento estructurado forma parte de la concesión de determinados ecolabels. Por ejemplo, para obtener la certificación Biosphere Hotels, se contempla en su primer capítulo el establecimiento de una política ambiental de la empresa, que obviamente será auditada en relación con estos aspectos de implantación del sistema.
traste con el modelo normativo, de control y sanción, la ISO 14000 va a establecer un reto a cada organización para que asuma sus aspectos medioambientales, fije sus metas y objetivos, se comprometa con la aplicación de unos procesos eficaces y fiables, basados en la mejora continua, en la que personal y dirección se unan eficazmente en responsabilizarse del comportamiento medioambiental de la organización. La familia de normas ISO 14000 se compone de 18 normas diferentes. La más importante es la ISO 14001, que es el auténtico corazón del sistema, ya que es la que permite desarrollar y ejecutar el Sistema de Gestión Ambiental ( EMS, Enviromental Management Sistem, en sus siglas inglesas ). Junto a ella, el resto de los documentos son series de guías que ayudan a comprender la puesta en marcha del sistema. Estas otras normas abarcan aspectos como los procesos de auditorías del sistema, términos y definiciones, análisis de ciclo de vida y vocabulario, entre otros. Una ventaja muy importante de esta familia de normas, que va a permitir un buen encaje en el sector turístico, es que mantiene un carácter muy flexible y que le permite adaptarse a gran cantidad de situaciones. Ello facilitará que sea una norma de referencia internacional, pero que se pueda amoldar a la situación de cada país y, además, que posibilite la certificación tanto a las grandes empresas como a las medianas. De hecho, ya hay muchos hoteles insulares que han elegido la vía de la ISO 14000 para certificar la calidad de su gestión ambiental. Este es el caso del Hotel Shangri - La’s, de Hong Kong, que logró la certificación ISO 14001, para su sistema de gestión ambiental. Este hotel participaba previamente en un proyecto piloto sobre Sistemas de Gestión Ambiental, con otros once establecimientos de categoría de Hong Kong. Este paso previo
La normalización La progresiva importancia que está recibiendo el medio ambiente en el mundo económico tiene su reflejo en la creación de una norma internacional para la regulación de los sistemas de gestión ambiental. Se trata de la familia de normas ISO 14000, que fueron aprobadas en 1998, y están llamadas a ser el referente de la gestión empresarial en los albores del siglo XXI. En cierta manera, la ISO 14000 es una profundización sobre la ISO 9000, ya que si ésta se centraba en las características del producto y la satisfacción del cliente, la ISO 14000 lo hace sobre las características medioambientales y las exigencias de la comunidad en la que está enclavada la organización. Hay una cierta unanimidad entre los expertos en que esta norma va a abrir un campo nuevo en la protección del medio ambiente, ya que en con57
fue fundamental para que el establecimiento pudiese trabajar sobre la ISO 14001. El comité verde del Shangri-La´s identificó un centenar de buenas prácticas ambientales en el hotel. Para ello hubo de contar con asesoramiento externo y dedicar importantes recursos, sobre todo humanos. Este hotel asiático definió tres elementos básicos para la implementación de la ISO 14001. Por una parte, el estricto cumplimiento de los estándares legales y la previsión de cambios en el futuro; en el aspecto práctico, la prevención de la contaminación como principio básico de actuación; y, por último, énfasis en la mejora continua como alma del sistema. Los pasos dados por el Hotel Shangri-La fueron los siguientes: • Identificación de obligaciones legales y requerimientos corporativos. • Establecimiento y ejecución de metas para la mejora ambiental por el «comité verde» del Hotel. • Identificación de responsabilidades ambientales y asignación a personas concretas. • Impulso de la formación ambiental para el personal, incluyendo un video de presentación del sistema. • Creación de un departamento de control operacional, para la monitorización y mantenimiento de la parte técnica del Hotel. • Auditorías internas semestrales de la ejecución de las buenas prácticas, a cargo de la Dirección General.
Los beneficios detectados en el Hotel con la puesta en marcha de la ISO 14001, ya han servido para mostrar un incremento de la responsabilidad del personal, una mejora en la ejecución de las buenas prácticas, una mayor certeza de que los impactos ambientales son controlados adecuadamente, así como la creación de un mecanismo que logre auténticamente la mejora de la calidad ambiental del establecimiento. De hecho, experiencias como ésta señalan que el futuro de la certificación medioambiental en el sector turístico va a estar en la adopción de estándares y normas como ISO 14000, o certificaciones como las mencionadas. Es necesario aclarar que la opción de ecolabels como «Biosphere Hotels» o «Green Globe», no son excluyentes con la implementación de las normas ISO, sólo que en este último caso el énfasis se pone fundamentalmente en los procedimientos de gestión. Según vayan éstas mejorando su eficacia y complementándose con guías adecuadas para el sector. Además, como sucedió con las ISO 9000 y otros instrumentos de calidad, las empresas certificadas pondrán como condición a sus proveedores contar también con certificación. ¿Cuántos viajes de negocios, cuánto turismo de congresos, cuánto turismo de incentivos podrá verse afectado por estas certificaciones?
Para llevar adelante el sistema de gestión ambiental, el Hotel instauró dos sistemas de control. Uno técnico, que se responsabilizaba de todo lo relacionado con la monitorización y control de la maquinaria e instalaciones; el otro, dedicado a la gestión, se dedica a realizar las auditorías internas. 58
Estrategias de futuro para los destinos insulares L
acciones de planificación más comunes en las islas se refieren a: • Estrategias territoriales y de conservación de recursos • Gestión integrada de las zonas costeras • Sistemas de gestión de áreas protegidas • Planificación sectorial
a apuesta por nuevos modelos de turismo sostenible en las islas debe contar forzosamente con iniciativas y estrategias a nivel de destino. La fuerte interrelación territorial, económica y cultural de fenómeno turístico, nos enseña que muchas de las medidas específicas, en ámbitos o sectores concretos, sólo tienen en nuestro caso validez si se plantean de forma complementaria a las estrategias de conservación de los recursos insulares. Este es el caso de las políticas en materia de residuos, agua, transporte e incluso de energía. Por ejemplo, existen varios casos de experiencias insulares para la separación y recogida selectiva en origen de los residuos sólidos en centros turísticos, muy bien intencionadas, pero que ante la ausencia a nivel local o de gobierno insular de una solución que permita el reciclaje y recogida en las mismas condiciones, termina convirtiéndose en un fiasco, en un esfuerzo inútil.
Algunos de estos planes logran traducirse en instrumentos jurídicos y reglamentarios que establecen condicionantes al desarrollo turístico, ya sea desde el punto de vista urbanístico o adoptando estándares relativos a las diversas actividades relacionadas con la industria turística. En otras ocasiones, la planificación se concreta en documentos estratégicos que establecen una guía útil, para autoridades y responsables de la industria, sobre las principales líneas alternativas de actuación y sobre la debilidades o fortalezas detectadas. Este es el caso del proyecto ECOMOST, «La Planificación del Turismo Sostenible», desarrollado para las Islas de Mallorca y Rodas con el concurso de la Federación Internacional de Tour Operadores (FITO). Constituye un trabajo ya clásico que demuestra cómo, a partir de un documento de
Planificación del turismo sostenible Los instrumentos de planificación territoriales, sectoriales o estratégicos se manifiestan como poderosos aliados en la consolidación de modelos insulares de desarrollo sostenible del turismo. Las
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prospectiva, se suministran valiosos instrumentos y reflexiones a las autoridades y gestores locales para establecer las bases de sus decisiones en materia de planificación. ECOMOST aportaba, además, ciertas innovaciones frente a otros proyectos. Teniendo en cuenta que la relación de expectativas y percepciones se encuentran en la base de la validación de cualquier producto turístico, centró una gran parte de su trabajo en interrogar a los turistas para averiguar si tenían consciencia de cómo podría protegerse en medio ambiente. El resultado fue sorprendente, aunque obvio, ya que al no existir pautas claras en el destino sus respuestas y percepciones se encontraban mediatizadas por los patrones culturales medioambientales en origen, registrándose así importantes elementos de disparidad. Este mismo método de trabajo sobre expectativas y percepciones fue utilizado años más tarde en la isla de Lanzarote en un estudio titulado «Bases para la definición de un producto sostenible». También aquí los resultados fueron sorprendentes. Lanzarote ya tenía una muy buena imagen ambiental a nivel internacional y, por ello, los planificadores y gestores locales trataban de afianzar esta imagen introduciendo nuevos productos relacionados con la naturaleza. Pero al profundizar en el resultado de las encuestas se descubría otra realidad, si bien el medio ambiente representaba la segunda expectativa en importancia tras el alojamiento, cuando se preguntaba más detalladamente sobre las actividades en la naturaleza, se descubría que la potencialidad de este segmento era extraordinariamente baja. La respuesta estaba en los gaps que se producían entre expectativas y percepciones, donde uno de los mayores era la calidad ambiental de los centros turísticos. Es decir, los turistas que visitaban la isla no demandaban nuevas actividades y productos en el medio natu-
ral, sino que básicamente esperaban encontrar un entorno bien cuidado en los centros turísticos. Quiere esto indicar la importancia que tiene para las islas el contar con bases sólidas y datos fiables para la planificación, en el caso descrito tal circunstancia desaconseja provocar nuevas colonizaciones de espacios frágiles y no demandados y centrar los esfuerzos en la mejora de la calidad ambiental de los centros y asentamientos turísticos. Una estrategia que ha dado muy buenos resultados en Calviá, por ejemplo, municipio turístico de la isla de Mallorca, que constituye uno de los primeros casos de ciudades turísticas en dotarse de una Agenda 21 Local. Siendo ésta una via realmente interesante para muchos municipios insulares de alta especialización turística. Si consideramos la isla en su globalidad como destino, es preciso destacar dos iniciativas ciertamente ambiciosas en materia de planificación. Se refieren a las islas de Lanzarote y Menorca. Ambas fueron declaradas Reservas de la Biosfera por la UNESCO en 1993. La declaración se concedió en base a sus valiosos recursos naturales y patrimoniales y, fundamentalmente, por la excelente posibilidad que presentaban estos territorios como laboratorios del turismo sostenible. Haciendo honor a esta designación, en ambas islas se vienen desarrollando experiencias de planificación integral que constituyen hoy un excelente modelo de acción insular. En Menorca, se ha desarrollado y aprobado a nivel del gobierno local el llamado «Plan de Desarrollo Sostenible» y, en Lanzarote, el plan de similares características denominado «Lanzarote en la Biosfera»; estando ambas iniciativas cofinanciadas en el marco del Programa Life de la Comisión Europea. Pero tampoco podemos olvidar dos experiencias pioneras en esta línea: el Ecoplán de la Isla de La Gomera (1987) y el plan de las islas de Ouessant, declaradas también reserva de biosfera. 60
En el amplio panorama de experiencias insulares de planificación, conviene resaltar algunos otros ejemplos de interés: • Maldivas: «Un Modelo de Desarrollo Sostenible del Turismo», elaborado en cooperación con la Organización Mundial del Turismo. • Plan de Desarrollo de Infraestructuras turísticas de Praham Harbour (Antigua), en cooperación con la Organización de Estados Americanos (OAS). • Proyecto de Ecoturismo de Fiji, elaborado en cooperación con el Consejo Económico de Cooperación del Pacífico (PECC), destinado a crear un plan director de desarrollo orientado a la conservación de los recursos naturales y culturales de la zona. • Iniciativa de planificación turística en el mar de Waden, que constituye un excelente ejemplo de cooperación transnacional sobre turismo sostenible en el rosario de pequeñas islas que bordean este tramo de la costa europea.
cuando el máximo previsto en la planificación sostenible del territorio se sitúa en un millón. La planificación de las infraestructuras en el marco de la concepción de productos sostenibles constituye uno de los mayores desafíos actuales. Como referente de metodología a aplicar resaltamos el caso del proyecto de centro de visitantes en Teno, magnífico paraje natural situado en la costa norte de la isla de Tenerife que sufría un rápido proceso de degradación ante el continuado aumento de la frecuentación. El proyecto integra tres aspectos esenciales: planificación sostenible de los usos, integración de las infraestructuras en el territorio y definición de un producto turístico cualificado y sensible. Se emplean elementos tecnológicos de alto nivel como transporte eléctrico, arquitectura de mimetización en base a los materiales del medio, automatización y diseño pasivo en la concepción del centro de visitantes, sumergido en el terreno, recuperación de los elementos patrimoniales y masivo recurso a la electrónica en los aspectos interpretativos. Se consigue así cualificar la experiencia turística, concentrar los usos, valorizar el patrimonio cultural y mantener intacto el paisaje terrestre y marino. Esta forma de actuar es lo que se ha dado por llamar por algunos arquitectos como proyectos «astutos», capaces de cumplir los requuisitos de sostenibilidad en zonas de alta frecuentación. Un magnífico ejemplo de esta concepción infraestructural lo encontramos en la isla de Lanzarote, donde el genial arquitecto de lo insólito César Manrique logró diseñar una decena de centros de visitantes absolutamente integrados en el medio, imponiendo un modelo insular que hoy representa uno de los principales activos turísticos de la isla. Tal concepción se expresa en una de sus declaraciones: «yo trato de ser como la mano libre que forma la geología».
Un aspecto esencial a contemplar en las propuestas de planificación sostenible del turismo insular radica en el diseño y concepción de las infraestructuras insulares. Con demasiada frecuencia nos encontramos con planes de ordenación territorial que restringen los niveles de ocupación del suelo y el número de alojamientos, pero que olvidan dimensionar apropiadamente aspectos como las infraestructuras de comunicaciones (aeropuertos y puertos), el viario o el suministro energético. Se produce en muchos casos la convivencia entre un sistema proteccionista del territorio con un sistema hiperdimensionado de colonización infraestructural, y al final siempre termina venciendo este último, a causa de su mayor presión. Por ejemplo, no pueden dimensionarse aeropuertos para recibir diez millones de turistas al año, 61
La gestion integrada de zonas costeras
Fente a ello surge la necesidad de recuperar el protagonismo y valor actualizado de este gran recursos insular. Un importante ejemplo de propuesta de gestión integrada de la zona costera, centrado básicamente en el desarrollo de una propuesta de usos sostenibles de litoral, lo encontramos en Tenerife. En esta isla se ha concebido desde el gobierno insular, en cooperación con los agentes locales y particularmente con la industria turística, un ambicioso programa denominado Tenerife y El Mar. A través de esta iniciativa se está procediendo a la recuperación del espacio costero, introduciendo nuevas pautas turísticas, recuperando el patrimonio natural y cultural del mar, y creando formas de coexistencia, por ejemplo entre el turismo y la pesca, capaces de generar una oferta adaptada a las singulares características de esta isla.
El capítulo 17 de la Agenda 21 de Rio reconoce explícitamente la enorme importancia que tienen las islas en la protección de los mares y zonas costeras. Pero resulta curioso que cuando se desarrollan instrumentos de planificación en las islas, el litoral no suele ser tratado con la dignidad que merece. Es cierto que los insulares viven en muchas ocasiones de espaldas al mar y que ante la aparición del turismo, la costa se convierte simplemente en un lugar destinado al desarrollo de esta actividad, con muy pocos criterios de estrategia territorial. Un simple recorrido por las áreas insulares protegidas en el mundo nos indica claramente que la proporción de parajes litorales y marinos incluidos es ciertamente baja en proporción con las áreas terrestres.
El caso del Transporte El desarrollo de la industria turística lleva aparejado el surgimiento de infraestructuras de viario importantes y cambios sustanciales en el esquema de movilidad tradicional de las islas. Los viarios de colonización costera han sido una nefasta consecuencia en multitud de islas que se abren al turismo y, según datos de ISLENET, el coste energético del transporte representa el 60% del total en las áreas aisladas. Ante esta situación, la planificación sostenible del transporte se impone como una apremiante necesidad en los procesos de desarrollo turístico. Un caso nos puede ilustrar bien este problema. En el marco del Plan de Desarrollo Sostenible de Menorca se detectó que el impacto aparente de la red viaria era ciertamente más bajo en comparación con otras islas turísticas del entorno Mediterráneo. Sin embargo, los datos indicaban lo contrario, la densidad de 0,53 km/km2 de viario era mucho más alta que las medias de las otras islas.
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Otro frente de acción que se está abriendo en las estrategias sostenibles de transporte viene de la mano de la innovación tecnológica. Hablar hoy en día de transportes colectivos, silenciosos y de emisiones ultrabajas o emisión cero, como los eléctricos, es ya una realidad. Las islas de Rügen y Jersey ya están esperimentando la introducción de vehículos eléctricos colectivos. También en Jersey se han tomado medidas ejemplares de transporte: la velocidad máxima permitida a los vehículos de motor es de 65 km/h, se impulsa actualmente un programa de alquiler de vehículos eléctricos con una autonomía de 200 km y se establecen medidas importantes para dar prioridad a las bicicletas. En la reciente Conferencia de Salamanca sobre energía, transporte y telemática en las ciudades patrimonio (1998), se han puesto de relieve los grandes avances en los territorios insulares en materia de transportes turísticos alternativos hacia los centros y lugares históricos. Destaca por su complejidad la propuesta de movilidad para el conjunto de islas de Venecia, basada en un diseño combinado de transporte de bajo impacto terrestre y acuático.
EL CASO DE MALDIVAS Se trata 26 atolones que contienen 1190 islas bajas y 200 de ellas habitadas. Se han desarrollado un conjunto de estándares que conciernen a la capacidad máxima de ocupación territorial por isla en funcíón de la superficie y de las áreas sensibles. Se establece un control de la arquitectura e inclusión en el medio ambiente, adecuación tipológica de los embarcaderos, equipamientos para la gestión de residuos y recogida de aguas integradas en la arquitectura. Se introduce, además, un aspecto importante el control de la calidad en la percepción paisajística de los turistas en el diseño y ubicación de los equipamientos.
La respuesta estaba en el trazado, en Menorca el viario no había cambiado sustancialmente su esquema tradicional, a pesar de que se contabilizan 45 núcleos turísticos en una isla de 800 km2. Fruto de la especial sensibilidad insular, no se desarrollaron sustancialmente nuevos viarios turísticos y, además, desde las instituciones insulares se sigió manteniendo la misma tipología del camino tradicional apoyado en pared de piedra seca. Estas reflexiones condujeron a cuestionarse seriamente las nuevas demandas de comunicación que planteaban algunos sectores. De nuevo, los datos técnicos mostraron la incongruencia de tal opción desde la óptica turística. El análisis de la accesibilidad demostraba que era muy elevada (ningún punto de afluencia turística distaba de otro más de 60 minutos), pero además las encuestas a turistas indicaban su rechazo a vías rápidas de corte continental, entendiendo que el viario tradicional satisfacía mucho más sus expectativas de paseo y disfrute de la isla. 63
El recurso a la telemática
En esta línea, Insula con la ayuda de la DGXIII de la Comisión Europea ha lanzado un ambicioso programa telemático para las islas denominado Teleinsula, donde el turismo ocupa un papel importante, junto a la enseñanza y la salud pública. Como dato curioso de los resultados obtenidos en la primera fase sobre un conjunto de islas piloto, baste resaltar el caso de Lipari. En las escuelas de la isla se propuso que los alumnos desarrollaran, para su inclusión en internet, el diseño de las distintas visitas a la isla según su particular óptica insular. El resultado de este trabajo tuvo un éxito muy rápido en los medios turísticos, los operadores convencionales se encontraron de golpe con una oferta turística singular mucho más atractiva que la que ellos promocionaban rutinariamente. Un bello ejemplo de cómo partiendo de realidades, los insulares pueden recuperar el control sobre la concepción de sus propios productos turísticos.
La incorporación de las islas a la sociedad de la información, permitirá a buen seguro romper muchas de los problemas y barreras asociadas a desarrollos turísticos inducidos desde el exterior. En el marco de un mundo tendente a la globalización, las islas pueden curiosamente incorporar nuevos elementos diferenciales y de valor añadido a su producción turística. Fundamentalmente: • Consolidando ofertas horizontales interinsulares • Estableciendo relaciones directas con el cliente • Accediendo a segmentos turísticos de específicos de mercado • Abriendo nuevas ventanas a la valorización del patrimonio Se trata pues de una opción que permitirá afianzar las estrategias de planificación turística que desee cada isla, acercando la oferta y la demanda en un contexto de cualificación de servicios. 64
Declaraciones y documentos Conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de la islas y Pequeños Estados Insulares (Barbados 1994)
Programa de actuación Recursos Turísticos
Bases para la actuación
ción de los primeros es una condición importante para la protección de las segundas. 2. La inversión de capital en el turismo, particularmente para la infraestructura necesaria, es elevada. También es normal que haya una gran competencia por los recursos del suelo entre el turismo, la agricultura y otros usos del suelo. Los grandes aumentos del turismo y el desarrollo excesivo de éste en áreas particulares o en islas enteras pueden causar problemas medioambientales y culturales, y ser perjudiciales para otros sectores importantes, como la agricultura. Por ello, es imprescindible planificar cuidadosamente el desarrollo del turismo, particularmente en lo relacionado con los usos compatibles del suelo, la gestión del agua, la gestión de las zonas costeras y el desarrollo de parques y áreas protegidas. El turismo, como todas las formas de desarrollo de las zonas costeras, tiene que integrarse cuidadosamen-
1. El turismo ha contribuido en gran medida al desarrollo de los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas y, al ser una de las pocas opciones de desarrollo que tienen estos estados, seguirá siendo muy importante para su crecimiento futuro. También podría estimular el desarrollo de otros sectores. Sin embargo, si no se planifica y gestiona adecuadamente, podría degradar notablemente el medio ambiente del que tanto depende. La fragilidad e interdependencia de las zonas costeras y de las áreas que conservan su belleza natural de las que depende el ecoturismo requieren una gestión cuidadosa. Una de las atracciones turísticas especiales de los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas es la particularidad de sus culturas. La diversidad y fragilidad de sus medios ambientes se reflejan en la diversidad y fragilidad de sus culturas. La protec-
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te teniendo en cuenta las limitaciones y las oportunidades culturales y medioambientales presentes en los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas. El ecoturismo, que relaciona zonas de alto valor ecológico con turismo de bajo impacto medioambiental, puede ofrecer oportunidades importantes y ambientalmente sostenibles para el desarrollo del turismo en los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas.
(iv) Adoptar medidas de protección de la integridad cultural de los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas.
Actuaciones regionales (i) Asegurar que el turismo y el medio ambiente se apoyen mutuamente a través de planes de cooperación a nivel regional que incluyan, cuando sea apropiado, la armonización de las normas y de la legislación. (ii) Fomentar la evaluación y el desarrollo de los aspectos potencialmente complementarios entre estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas, lo que incluye el desarrollo de conjuntos de opciones dirigidas a varias islas y el fomento de programas conjuntos de comercialización y formación. (iii) Establecer o reforzar mecanismos regionales para el intercambio de información dirigida a desarrollar un sector turístico seguro y sostenible usando, cuando sea apropiado, las capacidades de las organizaciones turísticas regionales.
Actuaciones, políticas y medidas nacionales (i) Asegurar que el desarrollo del turismo y la gestión medioambiental se apoyen mutuamente. (ii) Adoptar una planificación y unas políticas integradas que garanticen el desarrollo del turismo sostenible, con particular atención a la planificación del uso del suelo y a la gestión de las zonas costeras, que requieren la evaluación del impacto medioambiental de todos los proyectos turísticos; la vigilancia continuada del impacto medioambiental de todas las actividades turísticas; y el desarrollo de pautas y normas para el diseño y la construcción que tengan en cuenta el consumo de agua y energía, la generación y eliminación de residuos y la degradación del suelo, la gestión y la protección adecuadas de las atracciones ecoturísticas, y la capacidad de carga1 de las áreas dedicadas al turismo. (iii) Identificar y desarrollar servicios dirigidos a mercados de nichos específicos, particularmente los relacionados con el ecoturismo y el turismo natural y cultural, e implicar a las poblaciones locales en la identificación y gestión de las áreas naturales protegidas reservadas para el ecoturismo.
Actuaciones internacionales (i) Promocionar el reconocimiento del valor del turismo en los estados en vías de desarrollo constituidos por islas pequeñas ante la comunidad internacional, así como la fragilidad de los recursos de los que dependen dichos estados y, por lo tanto, la necesidad de apoyo internacional que fomente su desarrollo sostenible. (ii) Facilitar, tanto a nivel nacional como regional, los esfuerzos de evaluación del impacto global de los aspectos económicos, sociales y ecológicos del turismo, para planificar el turismo sostenible y para desarrollar el ecoturismo y el turismo cultural. 66
Declaración de Berlín sobre la Biodiversidad Biológica y el Turismo Sostenible (1997) De acuerdo con la Agenda 21, los siguientes principios de turismo sostenible deberán guiar la industria de viajes y turismo: • La protección medioambiental deberá constituir una parte integrante del proceso de desarrollo turístico. • Los temas de desarrollo turístico deberán manejarse con la participación de aquellos ciudadanos afectados, y las decisiones de planificación adoptarse a nivel local. • Las naciones deberán comunicarse mutuamente para la prevención de desastres naturales que puedan afectar a los turistas o las áreas turísticas. • Los viajes y el turismo deberán utilizar al máximo su capacidad de crear empleo a favor de las mujeres y las poblaciones indígenas. • El desarrollo turístico deberá reconocer y apoyar la identidad, la cultura y los intereses de las poblaciones indígenas. • La industria de viajes y turismo deberá respetar las leyes internacionales de protección medioambiental.
• Los viajes y el turismo deberán ayudar las poblaciones a tener unas vidas saludables y productivas en armonía con la naturaleza • Los viajes y el turismo deberán contribuir a la conservación, protección y restauración del ecosistema terrestre. • Los viajes y el turismo deberán basarse en modelos sostenibles de producción y consumo. • Las Naciones deberán cooperar en la promoción de un sistema económico abierto, donde el comercio internacional de servicios de viajes y turismo tendrán lugar partiendo de una base sostenible. • Los viajes y el turismo, la paz y el desarrollo y la protección medioambiental son interdependientes. • Deberán detenerse e incluso invertir, lo procesos proteccionistas sobre los servicios de viajes y turismo.
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Carta del Turismo Sostenible Los participantes en la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, reunidos en Lanzarote, Islas Canarias, España, del 27 al 28 de Abril de 1995, Conscientes de la realidad del turismo como fenómeno de alcance mundial que implica las más altas y profundas aspiraciones de los pueblos, constituyendo un importante elemento para el desarrollo social, económico y político en muchos países. Reconociendo que el turismo es una actividad ambivalente, dado que puede aportar grandes ventajas en el ámbito socioeconómico y cultural, mientras que al mismo tiempo contribuye a la degradación medioambiental y a la pérdida de la identidad local, por lo que debe ser abordado desde una perspectiva global. Conscientes de que los recursos en los que se basa el turismo son frágiles, así como de la creciente demanda de una mayor calidad medioambiental. Reconociendo que el turismo, como posibilidad de viajar y conocer otras culturas, puede promover el acercamiento y la paz entre los pueblos, creando una consciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida. Recordando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y las diversas declaraciones de Naciones Unidas, así como los convenios regionales, sobre turismo, medio ambiente, conservación del patrimonio cultural y desarrollo sostenible.
Guiados por los principios enunciados en la Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, además de las recomendaciones emanadas de la Agenda 21. Recordando las declaraciones previas en materia de turismo, como la Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial, la Declaración de La Haya y la Carta del Turismo y Código del Turista. Reconociendo la necesidad de desarrollar un turismo que satisfaga las expectativas económicas y las exigencias ambientales, que no sólo sea respetuoso con la estructura socioeconómica y física de cada destino, sino también con las poblaciones receptoras. Considerando la prioridad de proteger y reforzar la dignidad humana, tanto de las comunidades locales como de los turistas. Conscientes de la necesidad de establecer alianzas eficaces entre los principales actores que participan en la actividad turística, con el fin de forjar la esperanza de un turismo más responsable con nuestro patrimonio común. APELAN a la comunidad internacional, y en particular INSTAN a los gobiernos, a las demás autoridades públicas, a los decisores y profesionales en materia turística, a las asociaciones e instituciones públicas y privadas relacionadas con el turismo y a los propios turistas, a adoptar los siguientes principios y objetivos de esta declaración: 68
1 El desarrollo turístico deberá fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales.
5 La contribución activa del turismo al desarrollo sostenible presupone necesariamente la solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos los actores implicados en el proceso, tanto públicos como privados. Esta concertación ha de basarse en mecanismos eficaces de cooperación a todos los niveles: local, nacional, regional e internacional.
2 El desarrollo sostenible es un proceso orientado que contempla una gestión global de los recursos con el fin de asegurar su durabilidad, permitiendo conservar nuestro capital natural y cultural, incluyendo las áreas protegidas. Siendo el turismo un potente instrumento de desarrollo, puede y debe participar activamente en la estrategia del desarrollo sostenible. Una buena gestión del turismo exige garantizar la sostenibilidad de los recursos de los que depende.
6 La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y cultural, representa un ámbito privilegiado para la cooperación. Por parte de todos los responsables, esta actitud implica un auténtico reto de innovación cultural, tecnológica y profesional, que además exige realizar un gran esfuerzo por crear y desarrollar instrumentos de planificación y de gestión integrados.
3 El turismo tendría que contribuir al desarrollo sostenible, integrándose en el entorno natural, cultural y humano, debiendo respetar los frágiles equilibrios que caracterizan a muchos destinos turísticos, en particular las pequeñas islas y áreas ambientalmente sensibles. La actividad turística deberá prever una evolución aceptable respecto a su incidencia sobre los recursos naturales, la biodiversidad y la capacidad de asimilación de los impactos y residuos producidos.
7 Los criterios de calidad orientados a la preservación del destino turístico y a la capacidad de satisfacción del turista, determinados conjuntamente con las comunidades locales y basados en los principios del desarrollo sostenible, deberían ser objetivos prioritarios en la formulación de las estrategias y proyectos turísticos. 8 Para participar en el desarrollo sostenible, el turismo debe asentarse sobre la diversidad de oportunidades ofrecidas por la economía local, garantizando su plena integración y contribuyendo positivamente al desarrollo económico local.
4 La actividad turística ha de considerar los efectos inducidos sobre el patrimonio cultural y los elementos, actividades y dinámicas tradicionales de las comunidades locales. El reconocimiento de estos factores locales y el apoyo a su identidad, cultura e intereses, deben ser referentes obligados en la formulación de las estrategias turísticas, especialmente en los países en vías de desarrollo.
9 Toda opción de desarrollo turístico debe repercutir de forma efectiva en la mejora de la calidad de vida de la población e incidir en el enriquecimiento sociocultural de cada destino. 69
10 Los gobiernos y autoridades competentes, con la participación de las ONGs y las comunidades locales, deberán acometer acciones orientadas a la planificación integrada del turismo como contribución al desarrollo sostenible
tenible, así como el fomento de la diversificación de los productos turísticos, constituyen una garantía de estabilidad a medio y largo plazo. Para perseguir este fin, es necesario asegurar y reforzar de forma activa la cooperación regional, particularmente en el caso de la pequeñas islas y áreas de mayor fragilidad ecológica.
11 Reconociendo que la cohesión social y económica entre los pueblos del mundo es un principio fundamental del desarrollo sostenible, urge impulsar medidas que permitan un reparto más equitativo de los beneficios y cargas producidos por el turismo. Ello implica un cambio en los modelos de consumo y la introducción de métodos de fijación de precios que permitan la internalización de los costes medioambientales.
15 Los gobiernos, la industria turística, las autoridades y las ONGs responsables del turismo deberán impulsar y participar en la creación de redes abiertas de investigación, difusión, información y transferencia de conocimientos en materia de turismo y tecnologías turísticas ambientalmente sostenibles. 16 La definición de una política turística de carácter sostenible requiere necesariamente el apoyo y promoción de sistemas de gestión turística ambientalmente compatibles, de estudios de viabilidad que permitan la transformación del sector, así como la puesta en marcha de proyectos de demostración y el desarrollo de programas en el ámbito de la cooperación internacional.
12 Los gobiernos y las organizaciones multilaterales deberían priorizar y reforzar las ayudas directas o indirectas a los proyectos turísticos que contribuyan a la mejora de la calidad medioambiental. En este marco, es necesario investigar en profundidad sobre la aplicación de instrumentos económicos, jurídicos y fiscales internacionalmente armónicos que aseguren el uso sostenible de los recursos en materia turística. 13 Las zonas vulnerables desde el punto de vista ambiental y cultural, tanto las actuales como las futuras, deberán recibir prioridad especial en materia de ayuda financiera y cooperación técnica al desarrollo turístico sostenible. También han de recibir tratamiento especial las zonas degradadas por los modelos turísticos obsoletos y de alto impacto.
17 La industria turística, en colaboración con los organismos y ONGs con actividades relacionadas con el turismo, deberá diseñar los marcos específicos de acciones positivas y preventivas que garanticen un desarrollo turístico sostenible, estableciendo programas que apoyen la ejecución de dichas prácticas. Realizarán el seguimiento de los logros alcanzados, informarán de los resultados e intercambiarán sus experiencias.
14 La promoción de formas alternativas de turismo coherentes con los principios del desarrollo sos-
18 Habrá de prestarse una atención especial al papel del transporte y sus efectos sobre el medio 70
ambiente en la actividad turística, así como al desarrollo de instrumentos y medidas orientadas a reducir el uso de energías y recursos no renovables, fomentando además el reciclaje y la minimización de residuos en las instalaciones turísticas.
actividad, en particular por los miembros de la industria turística. Dichos códigos pueden constituir instrumentos eficaces para el desarrollo de actividades turísticas responsables. 20 Deberán ponerse en práctica todas las medidas necesarias con el fin de sensibilizar e informar al conjunto de las partes implicadas en la industria del turismo, ya sea a nivel local, nacional, regional o internacional, sobre el contenido y los objetivos de la Conferencia de Lanzarote.
19 Con el fin de que el turismo pueda ser una actividad sostenible, es fundamental que se adopten y pongan en práctica códigos de conducta que favorezcan la sostenibilidad por parte de los principales actores que intervienen en la
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AGENDA INSULAR EUROPEA Menorca 1997 Cap. 3 HACIA UNA NUEVA CULTURA DEL TURISMO EN LAS ISLAS A. Bases para la acción
• La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y cultural de las islas representa un ámbito privilegiado para la alianza del turismo y el desarrollo sostenible. El mantenimiento de los recursos garantizará una mayor diversificación de las actividades y productos turísticos y, por lo tanto, un apoyo a la mejora de la competitividad y de la rentabilidad de la oferta turística. • Es necesario asegurar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la capacidad de las infraestructuras, equipamientos y servicios existentes o planificados, con el fin de prevenir distorsiones territoriales e impactos ambientales irreversibles. • Se impone apostar por un enfoque integrado del cuidado ambiental en los procesos empresariales de la industria turística, incorporando como objetivo inmediato los criterios medioambientales en la Gestión de la Calidad turística de las islas. • Deberá prestarse especial atención a la zonas degradadas por actuaciones turísticas obsoletas e inadecuadas, en base a las negativas consecuencias que acarrea sobre la percepción y calidad del destino turístico.
• Los destinos insulares europeos se ha desarrollado vertiginosamente en muy pocos años, superando actualmente los 40 millones de turistas al año. • El turismo se encuentra entre los sectores principales de actividad en las economías del 70% de las islas europeas. En un tercio de las islas supera el 50% del PIB. • Los procesos de deterioro medioambiental pueden afectar seriamente el mantenimiento de los productos turísticos, pagando finalmente el precio de todo producto carente de competitividad, un riesgo insoportable para las economías y territorios insulares. • Muchas islas plantean una acusada estacionalidad, por lo que en estos destinos es necesario arbitrar fórmulas y productos que permitan el mantenimiento del empleo y la vida económica en estos períodos. • La falta de integración de la industria turística en el entorno natural, cultural y humano, puede romper fácilmente los frágiles equilibrios que caracterizan a los destinos turísticos insulares, abriendo fácilmente la puerta de la vulnerabilidad económica y ecológica. 72
específicos de los planes turísticos de las islas. • Fomentar la creación de labels de calidad ecoturística desde las propias islas. • Desarrollar redes y rutas sobre elementos insulares, arbitrando sistemas de promoción y gestión conjunta entre distintas regiones insulares europeas. • Promover entre las autoridades y ciudadanos de los municipios turísticos el desarrollo de una Agenda 21 local. • Promover códigos de conducta responsable y guías de buenas prácticas, dirigidos a la industria turística y a los propios turistas. • Desarrollar proyectos de cooperación basados en las múltiples posibilidades ofrecidas por los nuevos sistemas de telecomunicaciones y las tecnologías de la información.
• La cualificación e integración de equipamientos y servicios, bajo criterios de integración ambiental y rescate de las pautas culturales locales, representa uno de los grandes desafíos técnicos y de gestión para nuestra industria turística actual.
B.
Áreas de trabajo prioritarias
• Desarrollar acciones de fortalecimiento para la mejora de la imagen común de los destinos turísticos insulares europeos. • Fomentar acciones de concertación entre todos los actores implicados en la planificación de turismo: industria turística, instituciones públicas, población local y ONG’s. • Desarrollar herramientas de planificación específicas para el desarrollo sostenible del turismo. • Definir y poner en práctica series de indicadores
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Declaracion de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
Habiéndose reunido en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992, Reafirmando la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972 a/, y tratando de basarse en ella, Con el objetivo de establecer una alianza mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación entre los Estados, los sectores claves de las sociedades y las personas, Procurando alcanzar acuerdos internacionales en los que se respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de desarrollo mundial, Reconociendo la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra, nuestro hogar, Proclama que:
Principio 3 El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Principio 4 A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deber constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podr considerarse en forma aislada.
Principio 1 Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.
Principio 5 Todos los Estados y todas las personas deber n cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
Principio 2 De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, 74
Principio 6
Principio 10
Se deber dar especial prioridad a la situación y las necesidades especiales de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los m s vulnerables desde el punto de vista ambiental. En las medidas internacionales que se adopten con respecto al medio ambiente y al desarrollo también se deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, toda persona deber tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deber n facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos. Deber proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes.
Principio 7 Los Estados deber n cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen.
Principio 11 Los Estados deber n promulgar leyes eficaces sobre el medio ambiente. Las normas, los objetivos de ordenación y las prioridades ambientales deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que se aplican. Las normas aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y representar un costo social y económico injustificado para otros países, en particular los países en desarrollo.
Principio 8 Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demogr ficas apropiadas.
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Los Estados deberían cooperar en la promoción de un sistema económico internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y el desarrollo sostenible de todos los países, a fin de abordar en mejor forma los problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial con fines ambientales no deberían constituir un medio de discrimina-
Los Estados deberían cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, e intensificando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre éstas, tecnologías nuevas e innovadoras. 75
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ción arbitraria o injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se debería evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales que se producen fuera de la jurisdicción del país importador. Las medidas destinadas a tratar los problemas ambientales transfronterizos o mundiales deberían, en la medida de lo posible, basarse en un consenso internacional.
Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.
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Los Estados deber n desarrollar la legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales. Los Estados deber n cooperar asimismo de manera expedita y m s decidida en la elaboración de nuevas leyes internacionales sobre responsabilidad e indemnización por los efectos adversos de los daños ambientales causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o bajo su control, en zonas situadas fuera de su jurisdicción.
Deber emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión de una autoridad nacional competente.
Principio 18 Los Estados deber n notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad internacional deber hacer todo lo posible por ayudar a los Estados que resulten afectados.
Principio 14 Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la reubicación y la transferencia a otros Estados de cualesquiera actividades y sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas para la salud humana.
Principio 19 Los Estados deber n proporcionar la información pertinente, y notificar previamente y en forma oportuna, a los Estados que posiblemente resulten afectados por actividades que puedan tener considerables efectos ambientales transfronterizos adversos, y deber n celebrar consultas con esos Estados en una fecha temprana y de buena fe.
Principio 15 Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deber n aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deber utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.
Principio 20 Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el 76
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desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sostenible.
La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En consecuencia, los Estados deber n respetar las disposiciones de derecho internacional que protegen al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y cooperar en su ulterior desarrollo, según sea necesario.
Principio 21 Debería movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.
Principio 25
Principio 22
La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes e inseparables.
Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y pr cticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible.
Principio 26 Los Estados deber n resolver pacíficamente todas sus controversias sobre el medio ambiente por medios que corresponda con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.
Principio 27 Los Estados y las personas deber n cooperar de buena fe y con espíritu de solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el ulterior desarrollo del derecho internacional en la esfera del desarrollo sostenible.
Principio 23 Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a opresión, dominación y ocupación.
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Bibliografía Recomendada Turismo sostenible
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Guías de buenas prácticas
Casos y proyectos
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Sitios WEB recomendados sobre turismo y medio ambiente UNEP IE - Tourism Programme http://www.unepie.org/tourism/prog.html
ISO (International Organisation for Standardisation) http://www.iso.ch/
The International Hotels Environment Initiative (IHEI) http://islands.org/ihei.htm
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Environmental Action Packs for Hotels http://www.oneworld.org/pwblf/ihei/index.htm
Sustainable Tourism Self-Audit Workbook. http://www.destination-ns.com/tians/balance.htm
World Travel and Tourism Council (WTTC) ECoNETT http://www.wttc.org/
Traveler’s Code for Traveling Responsibly Guidelines for Individuals. http://www2.pirt.org/pirt/travelcode.html
Pacific Asia Travel Association http://www.pata.org
The Eco-source http://www.podi.com/ecosource/
The Ecotourism Society http://www.ecotourism.org
Baltic21 Tourism http://www.surfnet.fi/agenda21/index.phtml
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Biosphere Hotels http://www.newtourism.com/
Directrices para el ecoturismo http://www.ecotourism.org/textfiles/spanguid.txt
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