Homenaje a Luisa Pizano Rectora del Colegio Los Nogales 17 de junio de 2013 / Bogotรก, Colombia
Palabras
Palabras del Consejo Superior del Colegio Los Nogales Junio 17 del año 2013 A nombre del Consejo Superior del Colegio Los Nogales, le quiero dar un merecido reconocimiento a Luisa Pizano por su dedicación y sus logros no solo en Los Nogales sino en el mejoramiento de la educación en el país. En el Colegio ha estado desde 1982 como cofundadora, profesora y en los últimos 23 años como rectora. Cuando fundamos el Colegio quisimos llenar un vacío que era ser un colegio Colombiano de alto nivel que le compitiera a los colegios extranjeros y por lo tanto que fuera consecuente con las necesidades del país, y así ser un modelo replicable. Luisa le ha dedicado 30 años a volver este sueño realidad. Durante su rectoría se han graduado mas de 750 bachilleres, quienes fueron educados para estar orgullosos de ser Colombianos y para tener una formación integral no solamente en conocimientos sino en apropiación de valores de vida necesarios para ser una buena persona y buen ciudadano. A nosotros en el Consejo también nos ha educado a través de los años y también nos sentimos orgullosos de pertenecer y apoyar a esta gran institución. Luisa ha sabido guiar al Colegio a desarrollar y mantener los mas altos estándares en todos los frentes, desde el académico hasta el administrativo, desde lo estético, ético y religioso, desde lo deportivo hasta lo cultural. Ha mantenido un currículo de alto nivel, logrando que Los Nogales esté entre los diez primeros colegios del país en el ICFES desde sus primeros bachilleres. Ha atraído excelentes profesores en permanente capacitación, ha fortalecido el bienestar emocional y el soporte académico de los estudiantes, y ha implementado programas que fomentan la convivencia escolar. Su excelente manejo interpersonal ha permitido solucionar complejos problemas de alumnos, profesores y padres de familia. Simultáneamente, ha llevado a Los Nogales a un sobresaliente desarrollo como entidad, consolidando un manejo organizado y responsable de las áreas administrativas y financieras, y construyendo una bella infraestructura física, dotándola con la tecnología apropiada. No podría aquí mencionar todos los logros, pues tendría que hacer un informe de gestión de los últimos 30 años que llegaría a no se cuantos cientos de páginas. Tendría que mencionar los resultados del ICFES, los de los AP, los SAT, los DELF; los rankings en las olimpiadas de mate-
máticas y ciencias, los campeonatos y copas deportivas, los festivales de arte y música, la batuta de plata. Tendría que mencionar el exitoso programa de caminatas, el servicio social, las actividades de liderazgo, el consejo de honor, las casas y sus capitanes. No podría dejar por fuera las primeras comuniones, los bazares, los días de los abuelos y tantos otros eventos que conforman la vida escolar. Gracias por hacer todo esto posible. Quiero destacar, adicionalmente, la labor de Luisa por mantener al Colegio a tono con las exigencias del mundo actual, cambiante, globalizado y pluralista. Ha fomentado la consciencia de la sostenibilidad ambiental y la cultura del servicio a los demás. Ha desarrollado la aceptación de la diversidad e incorporado en el currículo la perspectiva multicultural. Ha convertido a Los Nogales en un referente en temas de educación a nivel nacional e internacional. La ardua labor que significó la acreditación con la NEASC/CIS fue fundamental. Y con satisfacción vemos su participación en Global Connections Seminar, un espacio de colaboración y discusión entre directivas de colegios privados del mundo para tratar temas de globalización en la educación. Los Nogales tendrá el privilegio de ser la sede de este seminario en julio 2013, cuando vendrán 55 rectores de colegios del mundo para visitar instituciones educativas de Colombia y el tema será Educación para la Paz. A nivel nacional quiero mencionar dos entidades donde la presencia de Luisa ha sido esencial: La Asociación Alianza Educativa y la Fundación Compartir. En la Alianza Educativa, participó en se creación y fortalecimiento con el convencimiento de que se puede contribuir a mejorar la calidad de la educación pública en el país y ha sido miembro de su Consejo Directivo y Presidente del Comité Académico desde su fundación. Actualmente atienden mas de 6600 estudiantes, han graduado mas de 3900 y a través de ellos han logrado un gran impacto en las comunidades a las que pertenecen. En la Fundación Compartir, Luisa ha sido miembro del jurado del Premio Compartir al Maestro desde el 2007 y es actualmente miembro de la Junta Directiva de la Fundación. Allí ha aportado para que aquellos maestros de Colombia que han logrado la excelencia sean reconocidos y apoyados. Los logros profesionales de Luisa Pizano, no sobra decir, se deben no solo a su claridad mental y su capacidad de ejecución sino a una personalidad extraordinaria en su calidez, su alegría, su compasión y sobretodo en ese carisma que hace que la gente a su alrededor quiera sacar
lo mejor de si mismo. Se ha ganado un inmenso cariño y aprecio tanto de estudiantes como de padres de familia, profesores y personal administrativo de los sitios donde ha trabajado. No sé como lo logra ,pero siempre está disponible para el que lo necesite. Quiero reiterar que nos ha educado a todos y todos estamos sumamente agradecidos. Por fortuna, sabemos que este cambio no significa su despedida definitiva, sino que seguirá al tanto del Colegio desde otras perspectivas. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa. Y muchas gracias de nuevo por todo.
Palabras del Dr. Pablo Navas Fundador, miembro del Consejo Superior del CLN y rector de la Universidad de los Andes. 17 de junio de 2013 Señora Luisa Pizano Salazar Rectora Colegio Los Nogales L. C. Muy Estimada Luisa: Las distintas generaciones tienen sus hitos. Para la nuestra, este hito, es la fundación del Colegio Los Nogales. Créeme, cosas así no pasan sino una vez por generación. Como soy testigo de excepción del proceso desde que se concibió su existencia, quiero con esta nota dejar consignado, para ti, pero sobre todo para las futuras generaciones, el papel que has jugado tú en esta afortunada aventura intelectual, social y empresarial. Es así de sencillo: Si tú no hubieras existido, el Colegio Los Nogales no existiría hoy. Lo concebiste –con Julia-, lo fundaste, trajiste a Elisa y estuviste “tras bambalinas” cubriéndole los flancos que era necesario suplir. Tu presencia de autoridad en el Colegio fue fundamental durante el corto paso de Rodrigo y asumiste la Rectoría, la que has ejercido exitosísimamente desde entonces hasta hoy, cuando voluntariamente -con nobleza, generosidad e inteligencia- te haces a un lado para dejar que la institución demuestre su solidez y siga progresando por el sendero que le dejaste trazado. Sobra decir lo que es el Colegio Los Nogales hoy. Es tan evidente su progreso y el servicio que ha prestado hasta hoy, que si pretendiera mencionar algunas de sus características, no terminaría esta corta nota. Simplemente felicitaciones! Qué orgullo haber sido parte de esta institución a la que llegué gracias a tu amable invitación!
La estrecha amistad que nos ha unido no me inhabilita para decir lo anterior y menos para expresarte mi más alto sentimiento de admiración. En dos palabras, una vida dedicada al servicio de nuestra comunidad y del país. Pocas personas se pueden acostar con la enorme tranquilidad espiritual del deber cumplido a cabalidad, habiendo actuado siempre “más allá del deber”, y habiendo dejado un legado que siempre será el orgullo de tu familia y de tus amigos, y la mejor herencia que le puedes dejar al país. Mil gracias en nombre de todos los que nos hemos beneficiado de esta maravillosa gestión.
Discurso de Raúl Alvarado Coordinador del Departamento de Lenguas del Colegio Los Nogales Junio 17 de 2013 DEO-GRATIAS ¿Qué hay en un nombre? Se pregunta Shakespeare por boca de uno de sus personajes más famosos. ¿Hay acaso en el nombre de una persona un misterio que señala el significado de su existencia? ¿Sus grandes esperanzas, sus pequeñas victorias, sus historias secretas de amor o de dolor? Al menos eso parecían creer los pueblos en la antigüedad. En la historia sagrada, por ejemplo, nos enseñaron de niños que Israel significa “el hombre que luchó con Dios”. Y quizás por eso Israel representa a la humanidad entera. A todos se nos ha ido la vida luchando con Dios. Tratamos de atraparlo, subyugarlo y someterlo, pero se nos escapa siempre porque no nos cabe entre los brazos. “Danza con Lobos”, más recientemente, es el título de una laureada película que inmortaliza el nombre dado por los Sioux a un guardia fronterizo de la vida real en el lejano oeste norteamericano. Hagamos un breve experimento: Olvide usted por un momento su nombre de pila y trate de pensar en uno que cuadre con los anhelos de su alma. ¿Cómo se llamaría usted? Imagine que una de nuestras niñas hubiera adoptado este nombre: “sólida como una roca, tierna y dulce como un pastel”. Esas ingenuas palabras pueden esconder todo un programa de vida. Todos nos hemos preguntado siempre en dónde esconde esa niña el cofre de su energía inagotable, que le permite empezar el día pedaleando en su bicicleta rumbo al colegio, furiosamente como campeona del Giro para no dejarse ganar de los varones que la escoltan y terminar jornada, entrada la noche, catorce horas después, rezando las decenas del santo rosario en la intimidad del hogar de sus padres para llevarles toda su ternura y fortaleza. ¿A qué horas de esa vida hiperactiva tuvo tiempo para llenarse de tanta sabiduría y prudencia? ¿Es porque profundiza en los arcanos del espíritu cuando practica el yoga o porque explora todas las esferas del cielo y los colores del arco iris mientras interpreta en el piano alguna sonata de Chopin? Y cómo tener además, tiempo suficiente para ser una madre consentidora y una ilusionada abuela transoceánica de todas las horas, es un misterio. ¿Puede usted creer que después de entregar toda su vida con tanta devoción y generosidad a esta comunidad educativa, hubo casi necesidad
de un emplazamiento judicial para que se dejara dar las gracias? Y solo terminó cediendo ante el argumento inapelable: Todos estos que te rodean en esta mañana de despedida son tus niños… y te quieren. Y todos ellos llevan indeleble y para siempre tu marca de fábrica. Pues bien, voy a aventurar una hipótesis: La fuerza está en su nombre. En el misterio de su nombre secreto. Ella tiene un nombre como rectora, que todos conocemos, como caminante de montañas, como campesina de la madre tierra, como cuidadora de ovejas. Es el nombre que firma los diplomas, y que hoy recibe los aplausos que merece y que no quiere. Pero tiene otro nombre secreto que contiene toda su fuerza como las trenzas de Sansón. Ahí está el misterio: Ella se llama también Gracias a Dios. ¿Usted no lo sabía, verdad? Pues ahora es el secreto compartido de todos nosotros, los que fuimos tallados a fuego por ella con la madera noble del nogal. Por eso toda su vida, sin saberlo, ha sido un canto de alabanza al creador, una cítara y un címbalo, un cantar de los cantares, un himno de la alegría. Por eso, querida Gracias a Dios, te hemos creído, y te hemos seguido por largos años, y en esta mañana de lágrimas te queremos obsequiar con nuestra gratitud, nuestra admiración y nuestro amor.
Discurso de Felipe Correa - Promoción 2003 Presidente de AEXNOGALES Junio 17 de 2013 Querida Luisa: Debo confirmarte que fuimos unas personas afortunadas de que nuestros papás un día hubieran tomado la decisión de ponernos en tus manos durante 13 años para que nos educaras. Estoy seguro de que en su momento, la mayoría de ellos no se imaginó el efecto que tendría esta decisión en la vida de cada uno de nosotros. Malcom Gladwell en su libro Outliers dice “Success is not a random act. It arises of a predictable and powerful set of circumstances and opportunities” Hoy los ex alumnos del Colegio los Nogales reconocemos y admiramos como supiste alinear cada circunstancia y oportunidad durante nuestra etapa escolar… nos demostraste que tenemos la responsabilidad de hacer una diferencia. Ser Nogalista es un sello y un orgullo que nos va a durar toda la vida. Los Nogales es nuestra casa. Una casa que se ha venido construyendo durante 30 años con pasión, amor y dedicación. Cada detalle de este lugar ha sido pensado y cuestionado para que sea lo que es hoy en día… es impactante ver como los colegios son la fiel copia de sus rectores. Fuiste tú quien con tu profesionalismo y búsqueda de la excelencia lograste que nuestra casa fuera la mejor de todas… que nuestra casa fuera la que todos queríamos tener. Finalmente, te comparto un sentimiento y una reflexión en las que concordamos un grupo de Nogalistas cuando nos tocó oír lo que nunca nos imaginamos; “Luisa tomó la decisión de retirarse…”. El sentimiento esta descrito por la palabra nostalgia… una nostalgia que va más allá de una lágrima (aunque soy testigo de que se derramaron varias)… una nostalgia que deja el rompecabezas del mundo ideal sin su figura central. La reflexión gira alrededor del pensamiento ilógico e incuestionado que teníamos la mayoría de los que por aquí pasamos de que nuestros hijos también serían educados por tí… Nos queda la certeza y la tranquilidad de que dejas impregnado cada rincón y cada miembro de ésta comunidad con la huella de la excelencia, el amor, el respeto, la admiración, el ejemplo, la humildad, la bondad y ante todo la necesidad de hacer una diferencia en un país ávido de líderes educativos como tú. Muchos éxitos en esta nueva etapa de tu vida… los Nogalistas te estaremos agradecidos por siempre!!
Palabras de despedida de Luisa Pizano Salazar Rectora del Colegio Los Nogales Junio 17 de 2013 Soy muy consciente de que esta es la última vez que me dirijo a la comunidad en pleno en mi condición de rectora del Colegio. Y lo hago con muchas emociones encontradas en primer lugar para darles las gracias a todos. No solo por este acto tan conmovedor de homenaje y despedida, sino por haberme ayudado y por haberme brindado su compañía, su amistad y su confianza por tantos años. Quiero que cada uno de ustedes sepa con certeza que guardo cada detalle en mi corazón. Es cierto que siempre me he resistido a esta clase de homenajes. Hoy lo reconozco con humildad y les pido un poquito de perdón por ello. Pero tengo mis razones. El Colegio no se fundó para mí, sino para la comunidad que me escucha, y para contribuir a hacer de este mundo un mejor lugar para todos. Yo solo he sido un instrumento, una pequeña discípula obligada a reflexionar en las palabras del Maestro: que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Por esto no puedo menos que evocar en este momento a los que estuvieron conmigo en la fundación del Colegio, porque fue de ellos de quienes recibí la misión que fielmente he cumplido cada día y que es la misma que hoy dejo en sus manos: la sagrada misión de enseñar. Ese ha sido mi trabajo, esa ha sido mi vocación, ese ha sido el fruto de todo mi esfuerzo y dedicación. Esa he sido yo: una educadora. También evoco a los rectores que me antecedieron en el cargo, de manera especial a Elisa Vargas, que nos mira desde el cielo, porque fueron ellos quienes dieron al Colegio su primer impulso y marcaron la ruta. Créanme cuando les digo que gracias a ellos, siempre hemos tenido claro cuál es nuestro ideal, cuál es la meta que día tras día hemos perseguido. Gracias a cada uno de los miembros del Consejo Superior y del Comité Ejecutivo de las distintas épocas, a los miembros del Consejo Directivo y de la Asociación de Padres, a mis colegas del Consejo Académico y demás profesores, a las personas que me han apoyado desde la retaguardia de la administración y los servicios, a la presencia de la Iglesia a través de sus pastores, a los queridos y apoyadores padres de familia y por supuesto a todos los niños, nuestros alumnos y ex alumnos que son nuestra razón de ser y la fuerza del Colegio. Y de manera muy sentida, gracias a quienes organizaron este homenaje. Si no los menciono uno a uno es porque como bien sabemos, siempre se queda alguien por fuera de la lista, aunque nunca por fuera de nuestro afecto. Pero cuando les digo que hoy les transmito a ustedes la misión que recibí, es porque pienso que este hermoso árbol del nogal debe ensanchar y profundizar sus raíces. Como todo ser vivo debe seguir creciendo y renovándose para no fosilizarse y morir. Que este frondoso árbol impacte positivamente el ecosistema educativo y social en nuestro país. Porque nuestra misión va más allá del Colegio mismo, y ese es mi legado para todos ustedes en esta mañana: Es necesario llevar a la sociedad los valores que profesamos, nuestros principios, nuestras prácticas,
nuestros ideales. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de una montaña, dice Jesús, ni se enciende la luz para esconderla, sino para que alumbre a todos. Por último quiero decirles que aunque estas han sido mis palabras de despedida, como una suerte de testamento y de gratitud, quiero que sepan también que estaré pendiente del Colegio, que estaré abierta a escuchar y a aconsejar, con el mayor respeto por las personas que tomarán pronto el timón, pero con la más sincera disposición de servicio. Quiero que sepan que seguiré siempre firme y de pie frente a la brisa de la tarde.