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Acompañamiento Integral del alumno

Como parte de la formación integral brindada por la Escuela Taller a sus alumnos, les facilitó asistencia permanente para su bienestar y desarrollo personal. Recibieron acompañamiento permanente en su desarrollo psicosocial por parte de personal especializado. También el acompañamiento en el caso específico de alumnos que presentaban situaciones difíciles dentro del ámbito familiar, social y/o académico. Los estudios realizados del entorno social, económico, familiar, académico y laboral de los alumnos, permitieron optimizar la orientación y el apoyo en las etapas de formación y de inserción laboral, y fueron el punto de partida para la elaboración, por cada alumno, de su Plan de Vida, como guía para visualizar el futuro que se han propuesto y establecer los pasos que deben seguir para alcanzar sus metas.

Durante la etapa de formación, la Escuela brindó a los alumnos, a través de la Unidad Productiva, la posibilidad de realizar trabajos que les permitieran obtener ingresos económicos para su familias. Este servicio tuvo continuidad para los alumnos egresados a través del Centro de Inserción Laboral.

Los alumnos participaron en campañas periódicas de salud, reconocimientos médicos, vacunaciones, etc., ya que muchos de los jóvenes provenían de sectores de bajos recursos. Se hizo un seguimiento permanente a aquellos que se encontraban de bajas por enfermedad para asegurarles un tratamiento adecuado.

Asimismo, se promovió la interrelación entre alumnos y personal de la Escuela a través de actividades extracurriculares que generaron vínculos de pertenencia de grupo y sentido de solidaridad.

Resultados

La Escuela Taller de Lima ha permitido acceder a jóvenes de bajos recursos, a capacitación gratuita en oficios vinculados con la conservación del patrimonio cultural, permitiendo su desarrollo profesional en este campo y contribuir a la sostenibilidad al patrimonio del centro histórico.

El modelo de formación impartida por la Escuela, aplicando la metodología “Aprender Haciendo”, permitió que los alumnos y alumnas ejecutaran como prácticas asociadas obras de conservación de patrimonio edificado, puesta en valor de monumentos, rehabilitación de vivienda, espacios y equipamiento público, etc., al servicio de la comunidad, algunas tan emblemáticas como el Centro Cultural Inca Garcilaso.

El carácter integral de la formación recibida, el conocimiento teórico-práctico aprendido de los oficios, la experiencia obtenida a través de las prácticas en obra y el compromiso y responsabilidad con su trabajo inculcado a los jóvenes han sido determinantes para obtener una alta inserción laboral.

Un número significativo trabaja en instituciones públicas como el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA), con más de 70 alumnos egresados trabajando en diferentes áreas, en puestos de responsabilidad como jefes de equipos de conservación o como técnicos; el Ministerio de Cultura, con un importante número egresados trabajando en proyectos como Qhapaq Ñan, en intervenciones de conservación arqueológica como Huaycán de Cieneguilla, El Brujo, etc.; o el Museo de Arqueología de Pueblo Libre. Otro grupo ejerce con éxito la actividad privada, trabajando en equipo con otros profesionales de la restauración o a través de la creación de sus propias empresas en Perú, como “Moldura”, “Qhapaq Ñan”, etc.; o en otros países como Chile, EEUU, Francia y España.

El prestigio logrado por la escuela ha permitido que, diferentes instituciones soliciten su apoyo técnico, como la Municipalidad de Izcuchaca en la región Huancavelica, para la evaluación de su histórico puente de piedra; el Museo de Arte de Lima (MALI) para la restauración de sus fachadas, o, el BID para poner en marcha la escuela taller del Proyecto Turismo Ayacucho.

Es importante destacar el esfuerzo realizado por la Escuela Taller para incorporar a la mujer en el aprendizaje de oficios identificados cultural y socialmente como trabajos “para hombres”. Hubo un importante avance, lográndose contar con una participación femenina del 35%, aún insuficiente, pero nos marca una línea de trabajo que se debe continuar.

Gracias a estos logros, la Escuela Taller de Lima sigue siendo, tanto a nivel nacional como internacional, un referente como modelo para la formación de especialistas en conservación del patrimonio cultural.

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