Los sistemas de pensiones se han ubicado en el centro del debate sobre la protección social y, debido a los elevados compromisos de gasto público que generan, son también un eje fundamental de la política fiscal en la región. En la actualidad, cerca de 50 millones de personas en América Latina tienen 65 años o más; en 2065, alrededor de 200 millones de personas conformarán dicho grupo etario, lo que consolidará a los sistemas de pensiones como una de las principales fuentes de gasto público y uno de los ejes más importantes de las políticas de protección social.