Street Food Design
Diseño conceptual: El futuro de la comida callejera de Quito
Street food design: El futuro de la comida callejera de Quito
En este escrito: Escuela | School
Street food design: El futuro de la comida callejera de Quito
En este escrito: Escuela | School
Palabras Clave | Tags
Comida - Calle - Conceptualización - Ambientes - IndumentariaFuturo - Innovación - Quito - Ecuador - Urbano - TranceuntesEspacios - Rediseño
Food - Street - Conceptualization - Ambients - Attire - FutureInnovation - Quito - Ecuador - Urban - Pedestrians - SpacesRedesign
Autores | Authors
Paul Astudillo (Director del Proyecto | Project Manager) Giani Arico Ivanna Cova Jaime Oña
Alicia Villacrés
Christian Viteri
Edicion | Edit
Dominique Fuentes (Correción Editorial | Editorial Correction) Impreso en Editorial Metro
ISBN: 978-9942-41-040-5
Street food design: El futuro de la comida callejera de Quito
Debido a las diferentes situaciones que se han desarrollado a lo largo del año 2020, nos pusimos a pensar en cómo sería nuestro futuro cuando las cosas regresen a la normalidad, ¿Podríamos salir a comer en las “huecas” como siempre? ¿Qué pasaría con el vecino de las empanadas?, estas y muchas otras preguntas nacieron de esta simple duda. Como diseñadores no podíamos quedarnos de brazos cruzados y esperar a ver que pasa en el futuro.
Dentro de esta revista se encuentran varias de las soluciones a las que llegamos, enfocándonos en aprovechar espacios, reducir los desechos, mantener una sana distancia entre personas y sobre todo en cómo hacer más fácil este “ritual” que comprende el “Street food” dentro de la ciudad de Quito. Buscamos mantener su esencia, cultura y sobre todo ese sentimiento de compartir con las personas que nos rodean en este momento diferente.
Este taller va direccionado mantener la experiencia cultural y gastronómica que nos ofrece la comida callejera. Sabemos que hay muchos factores externos que influyen para que la comida callejera tradi cional, no sea requerida y comience a desaparecer. Es por ello que desde este documento proponemos nuevos conceptos para experimentar los sabores y con ello sentirnos parte de nuestra cultura.
Innovar los productos, servicios y experiencias relacionadas con los alimentos, dándoles nuevos signifi cados y emociones, sin perder de vista sus beneficios nutritivos, sociales y culturales. Es pensar en los alimentos como un producto comestible ligado a la variedad y a la diversidad de costumbres.
Se caracteriza por ser preparada al momento y de forma artesanal y es vendida directamente en la calle junto esta destaca por el sentimiento de la gente a la que le gusta interactuar y disfrutar de los viajes gastronómicos que hay en la calle y su entorno.
Esto apoya a pequeños comerciantes e impulsa la economía local, además es un vehículo de expansión de cultura fusionando comidas típicas locales y comidas extranjeras para facilitar su difusión.
Resuelve los problemas más complejos y desafíos de nuestro tiempo sin tener en cuenta las lim itaciones de la actualidad, es solucionar un problema que aún no se ha podido resolver o que se ha resuelto de manera insatisfactoria, es una experiencia reflexiva que está ligada o conectada al diseño, tambien es la base de la innovación.
Explora posibilidades por más descabelladas que parezcan, productos que pueden o no crearse en la actualidad con la intención de darte una visión más amplia de la problemática.
Los seres humanos siempre nos hemos interesado por descifrar el futuro y la verdad es que es im posible ya que está conformado por un sin fin de probabilidades, pero lo cierto es que podemos intuir cuál es el camino que tomará.
El Street food no se escapa de esta curiosidad, de saber cómo evolucionará en un mundo cada vez más cambiante y caótico, pero para hablar del futuro del Street food primero debemos entender su esencia y sentimiento. Por eso creemos que el Street food es más que comida callejera, es este sentimiento de caminar, observar y encontrar. Es este sentimiento de recorrer sin rumbo fijo, de hacer lo que la calle te diga, de sentir esta conexión con la ciudad y las personas. Partiendo de este sentir miramos el futuro del Street food como algo muy humano, con personas ayudándose entre si, con inventores cada vez más pendientes e involucrados en innovar y aportar al Street food para nunca perder esta costumbre de explorar en la ciudad.
Este delantal es ideal para las personas que brindan atención en los negocios de alto tránsito de gente, debido a que es necesario cuidar la higiene cuando se está en contacto con clientes. Posee bolsillos de desinfección hechos con un material impermeable de goma sobre el cual se sitúa el gel, se desprende cada que la persona los presiona con las manos y desinfecta de una manera rápida sin necesidad de mantener contacto con envases. Este un método personal y seguro ya que sólo será utilizado por quien lo porte evitando sistemas en los cuales muchas personas usan un mismo proceso de desinfección, aumentando el riesgo de infección.
Al poseer un líquido adecuado para la piel, no es perjudicial para su salud dermatológica, ya que es un proceso a repetir, se implementará el metodo de hidratación para contribuir con el cuidado de la piel, para así evitar resequedad en las manos de los usuarios.
En este producto nos centramos en hacer objetos que nos ayuden a la forma en la que comemos.
Los carritos de empanadas y bolones son el desayuno salvador para muchas personas de Quito, es una opción rica, barata y accesible porque se encuentran en casi todos los sectores, pero el problema es que a veces es bastante difícil comer y caminar con un bolón o una empanada porque es propenso a caerse y llega a mancharte de aceite. Para esto creamos dos soluciones:
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Un guante de papel que está basado en la pata de una rana y en los pliegues del origami, funciona para no mancharse cuando comes un bolón y poder limpiarte después.
• Un vaso plegable de papel que se use en vez de los plásticos desechables para el café, estos vasos se pueden plegar para apilarlos y luego es posible usarlos de maceta o cualquier uso.
Para el año 2030 diseñamos objetos pensandos en el espacio donde se podrían encontrar comidas tradicionales en la ciudad. En otras palabras incorporamos al urbanismo los conceptos de street food. Sabemos que en muchas ciudades del mundo ya se han juntado estos conceptos.
El proyecto es una Mesa Plegable que se incorpora a los postes de luz de la ciudad y funciona con un mecanismo magnético para sostenerse.
El funcionamiento consiste en una serie de acciones: halar, abrir y girar.
La mesa está plegada y guardada dentro de postre y cuando se la hala se despliega; en la grieta del poste hay un eje magnético que hace que la mesa se sostenga y las personas puedan comer con mayor facilidad en la calle.
Las mesas plegables tienen un ancho de 15 cm y un alto de 20 cm y esta pensado que sean de plástico o algún material reciclado.
Pensamos en facilitar el consumo de alimentos o de los diferentes platos tradicionales en la comida callejera, como son el mote con chicharrón, Fritada con tortillas de papa, Llapingachos o incluso el famoso hornado que tenemos en la ciudad, rediseñando los platos desechables comunes, cambiándolos por platos que sean Eco-Amigables y que posean divisiones más marcadas, pero lo más importante es que sus divisiones son plegables, para que sea fácil combinar salas, complementos o secundarios sin necesidad de utilizar las manos.
Los materiales a utilizar son eco-amigables o incluso que sean comestibles (hacerlos en base a quinua o mote) para así tambien reducir la cantidad de plástico que se utiliza en todos estos puestos callejeros.
Además, se piensa implementar un sistema de acondicionamiento en la parte superior de estos puestos, para mantener el ambiente interno fresco, a pesar del calor que puede producir preparar los alimentos.
Esta es una propuesta para la modificación o construcción de puestos de comida, donde se puede tener un espacio completamente aislado del exterior, donde el cocinero tenga el menor contacto posible con sus clientes. Aquí hemos proyectado un menú inteligente en el exterior y un muestrario lateral con platos de exhibición como ejemplares.
El ambiente donde se localiza la mayor cantidad de estos puestos de comida callejera tradicional son parques y para estos lugares se modificarán los sectores donde la comida es consumida. La propuesta es proponer cápsulas aislantes que cuenten con mesas, hasta cuatro personas y sean 100% sanitizadas, donde los transeúntes puedan alimentarse de manera sana y cómoda, ya sea con su familia o en solitario, en cualquier momento del día sin problema alguno.
Para la sanitización de éstas cápsulas las equiparemos con luces de desinfección UV, y un rociador de desinfectante. En el momento en que un usuario quiera sentarse, presionará un botón en el exterior, la cápsula se cerrará, desinfectará y volverá a abrirse para que pueda ser usada.
Para el 2021 decidimos cambiar la forma de comer el pincho, nos centramos en el principal problema que normalmente se tiene cuando se consume este alimento. La comida se derrama por todos lados. Con esta premisa quisimos modificar el palo del pincho y con esto la forma de comerlo, es por ello que lo hicimos desarmable y con extrusiones a los lados para que sostenga de mejor manera la comida, además el palo de pincho deberá ser un poco más cuadrado lo cual ayudará a que los ingredientes no roten en el palillo, haciendo el consumo más fácil.
De esta manera se puede proporcionar otro tipo de servicio, donde los ingredientes ya se encuentren divididos y se reduzca el contacto de las personas con la comida mientras se prepara.
De esta manera se ubicarán los dispensadores necesarios para los diferentes tipos de salsa que se puedan utilizar, siendo el caso de las más comunes: Salsa de tomate, mayonesa y mostaza.
Ahora que el pincho no nos traerá problemas, decidimos modificar su principal acompañante, las salsas. ¿A quién no le ha pasado que al comer un pincho y quiso ponerle un poco más de mayonesa y se terminó manchando por no poder acomodarse bien? En respuesta a ello cambiamos eso enfocándonos en las tecnologías que se pueden desarrollar de manera fácil e ideamos un dispensador de salsas automático, una idea simple pero eficaz. El sensor detectará el pincho en frente y saldrá una cantidad de salsa momentáneamente, así evitaremos cualquier mancha de salsa en tu ropa y cualquier tipo de contagio de virus o bacterias.
El comerciante tendrá puesto guantes especiales los cuales captarán todos y cada uno de sus movimientos que serán replicados por manos robóticas que estarán detrás de la parrilla en todo momento, así evitaremos el contacto directo de una persona con los alimentos antes de entregarlos al comensal, pero seguiremos manteniendo las habilidades del comerciante que le dan ese toque mágico.
Pensando en el futuro y en cómo seguir lidiando con el distanciamiento social, idealizamos para el 2030 la cocina a distancia.
El concepto del proyecto fue reinterpretar estos dos postres de la comida callejera de Quito, los higos con queso por un lado y los huevitos chilenos por otro. Se pensó en dejar de usar platos desechables y plásticos y usar la misma comida para esto, el plato es un pristiño con una reinterpretacion de su forma y a los higos con queso para darle un toque más atrevido se los transformó en helado.
En el segundo concepto se re diseño el contenedor de los huevitos chilenos en papel de orígenes sustentables para no tener que usar plásticos de un solo uso.
Se hizo un empaque en forma de cono que contiene 8 Huevitos chilenos y se puede tapar, además con esta forma se disminuye el uso de plásticos de un solo uso y el street food ya no es una opción de comida tan contaminante. El empaque es plegable y está hecho de cartón, se pensó en una alternativa accesible para producir y fácil de armar y usar.
Este tricicarrito consta de una llanta delantera y dos traseras que ayudan a mantener el equilibrio. La idea es llevar la parte trasera snacks en una burbuja o domo de vidrio por la cual es posible divisar el interior; de esta manera mostramos el producto sin que el mismo esté en contacto con el exterior ni sea sujeto de contaminación. Con este objeto conservamos mejor los alimentos, aseguramos la exhibición, hacemos más seguro su consumo y lo preservamos mejor.
Este carrito gravitatorio con laterales de vidrio que cubren la mayor parte de su superficie, presenta bocaditos dulces. La gente puede observar la variedad de dulces existentes que se mantienen calientes debido a la iluminación de las 3 fuentes de luz en la parte superior.
El carrito flota evitando el contacto con el entorno por medio de 3 turbinas colocadas en verticalmente en la parte inferior.
Este carrito busca facilitar la circulación de la gente y no dispone de asientos al ser de rápido consumo e incita al movimiento o circulación de los clientes evitando contacto no necesario.
En base a la indagación e investigación decidimos alterar el envase-plato en donde se sirve el “cevichocho”, encontramos algunos problemas como el exceso de contenido que te sirven en el plato y la mala distribución que tienen estos platillos, por lo que diseñamos un plato-envase modular con diferentes divisiones para ubicar de una manera más eficiente los ingredientes y que de este modo sea más fácil comerlo.
En el plato se añadió un lugar para la cuchara, y dos contenedores separados para chifles, tostado y limones, de manera que pueda ser transportado con mayor facilidad y se tenga la opción de separa ingredientes.
Una manera diferente y más segura que las usuales canastas de paja para el momento de transportar este servicio, un dron inteligente que proporcionará un paso más para el futuro del ecuatoriano.
Para el 2025 pensando en la situación actual y cómo la pandemia a afectado a todo el mundo, diseñamos un dron capaz de transportar los platillos de “cevichocho” a los clientes evitando el con tacto y manteniendo un sano distanciamiento social, este objeto funciona con una canasta modular y un dron adaptado para poder movilizar esta canasta, la idea es facilitar el proceso de compra y entrega del servicio, incorporando en el dron sensores y una pantalla táctil para poder ejecutar la orden.
Para el año 2030, pensamos en la modificación de un food truck de cevichochos y cómo este podría mejorar tanto en transporte, en experiencia al cliente y en seguridad. Pensamos en un trasnporte que funcione con un sistema de propulsión de hélices que además posera una mesa plegable para que los clientes puedan consumir su plato en el Food Truck. Se aumenta la bioseguridad separando a los cocin eros de los comensales por láminas de seguridad y una compuerta para entregar los pedidos.
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Instituto Superior Tecnológico Metropolitano de Diseño Quito - Ecuador