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De cómo los azulejos llegaron a Lima
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Fig.1: Azulejo de censo. Año 1731 - Colección Municipal del Ayuntamiento Sevilla Fig.2: Azulejo para zócalo (S. XVI) - Colección “De Paz” - Sevilla Fig.3: Azulejos de arista (S. XVI) - Colección “De Paz” - Sevilla, Proyecto Ataifor Azulejos Sevillanos, historia
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Como es de saber, fueron los árabes quienes introdujeron en Europa este arte proveniente de Oriente. La palabra “azulejo” deriva del árabe \al zulaycha\ el cual significa pequeña piedra pulida. De este concepto se desprende su definición: cerámica esbelta y cuadrada, siendo una de sus principales características el de tener una cara vidriada.
La llegada a Europa se dio a través de España. En Granada, se logra apreciar edificaciones originales decoradas con bellos cerámicos realizados con la técnica de alicatado. Estos azulejos demandaban gran cantidad de trabajo, tiempo y precisión. Además, estas piezas eran costosas y se desperdiciaban gran cantidad de baldosas al momento de cortarlas.
Por este motivo, se introdujo la técnica de cuerda seca para la elaboración de azulejos. Este método aceleraba el proceso aplicando directamente los distintos esmaltes de colores sobre la arcilla y separándolos mediante el dibujo de los contornos con una sustancia grasa de color negro: el óxido de magnesaso. Las decoraciones más típicas de este periodo fueron: patrones geométricos, moriscos y adornos vegetales.
Al rededor del año 1500, el proceso de cuerda seca fue reemplazado por el de arista o cuenca. Esta técnica consistía en separar los colores por finas líneas que sobresalían de la arcilla; utilizándose un molde que llevaba el patrón negativo para evitar la línea de color negro. Los principales centros de fabricación españoles fueron Málaga, Toledo y Sevilla. Se siguió teniendo decorados geométricos, y se implementó los azulejos de animales y heráldicos.
En el siglo XVII, se comenzaría a ampliar los distintos motivos para los azulejos. La caza, la guerra, escenas religiosas, mitológicas o satíricas fueron las principales inspiraciones de los distintos artistas de la época. Influenciados por el arte barroco, se comienza a explotar dicho arte en los hermosos cerámicos. Se adopta el carácter fantástico mezclándose con temas religiosos para las diversas decoraciones. Por otro lado, es la época de las colonias y del comercio con el lejano oriente. Por lo que también se tendría inspiración proveniente de la India y de China.
El arte del azulejo, alcanza su plenitud apartir de esta fecha. Los distintos artesanos empiezan a firmar con su nombre los paneles de cerámica. Se implementan decoraciones con guirnaldas, flores ángeles y elementos arquitectónicos. A su vez, el estilo rococó introdujo una ornamentación más compleja.
El decorado de iglesias y viviendas mediante cerámicos vidriados empieza a expandirse fuera de España. Portugal sería uno de los primeros países en adoptar dicha técnica, al igual que Francia.
No pasaría mucho tiempo después, para que países en latinoamérica se sumaran a dicha lista teniendo como finalidad el de decorar su arquitectura con estos bellos elementos. Claustros, columnas, suelos e incluso altares empiezan a ser decorados con esta técnica. Ejemplo de esto, lo encontramos en la capital de Perú, Lima. Siendo, en primer lugar, azulejos a pedido, elaborados en Sevilla, para luego ser exportados; y, más adelante, fabricados con un concierno limense por artesanos locales limeños. Hoy en día, se puede apreciar este arte decorativo en distintas iglesias y conventos de la capital; que no sólo enaltecen el sitio, si no, que también ilustran escenas pictóricas agregando cultura al CHL.