9 minute read

EVOLUCIÓN URBANA DE LIMA

Leonardo Mattos-Cárdenas Arquitecto Universidad de Roma La Sapienzza

La Lima prehispánica era un valle muy frondoso conformado por una serie de señoríos como el de Maranga, Sulco y Huatca. Todos estos dependían del Señor de Pachacamac, el cual regentaba a los "huno" inca de Armatambo en Chorrillos y de Maranga sobre el Rímac. Poseían un tambo al ingreso que era “Lima – tambo”, siguiendo el famoso Qhapaq-Ñan¹.

Advertisement

Los españoles fundan la ciudad de los Reyes y permiten que funcione el canal prehispánico que iba hacía Maranga y Magdalena, y edifican solares y comercios. El canal prehispánico pasaba detrás de Palacio y cerca de los solares del conquistador y capitán Jeronimo de Aliaga, quien decidió hacer allí la primera fuerza motriz de la ciudad: el molino hidráulico para cereales. Cerca de ese molino se encontraban la Iglesia y convento de San Francisco, y el estanque del marqués Francisco Pizarro, fundador de la ciudad. El estanque antiguo con un hermoso jardín que el cronista jesuita Bernabé Cobo pudo describir en detalle. A los franciscanos se les dio esta cuadra que fue tomada de los antiguos “propios”. Una calle que llegaba al río² la separaba de este jardín anexado luego al gran convento.

Entre el molino hidráulico y la iglesia de San Francisco se ubicaba el "Rastro de San Francisco" –en el Jirón Áncash sede hoy de PROLIMA- era el borde de la primera ciudad y parte de su ejido. Juan Bromley al referirse a este límite escribe: "el frente sur de esta calle correspondía a los solares [...mientras] el frente norte de esta arteria urbana sobre el rio, era de propiedad de la ciudad" y Román de Herrera en 1633, agrega³ "donde está edificada la carnicería mayor de la ciudad y [la] casa de albóndiga" o almacén municipal de cereales. Fieles a la tradición, las tiendas del "rastro" siempre emanaron ese típico olor a cuero fresco.

No obstante, la presencia española también significó, muchas veces, la destrucción de huacas y oráculos como el oráculo del valle con la "Piedra redonda" que estaba en la huaca que fue de Jerónimo de Silva –destruida, como otras, para hacer ollas y adobes. Cerca se erigió la iglesia de Santa Ana (1550) que después fue barrio, y desde donde (1574) se alimentó la ciudad de los Reyes con un ramal del “río Huatica”⁴ o también llamado Acequia grande.

El centro prehispánico fue estructurado y los propios españoles lo reconocieron cuando el Cabildo en 1535 señala: “en esta ciudad hay necesidad que, para servicio de ella, ande el agua por las calles y solares por sus acequias; como solía [ya] andar antes que la ciudad se fundara”⁵. Y el cronista Bernabé Cobo, en 1599, agrega: “los cuales [los españoles] como no pudiesen, tan en breve, tener entera noticia y experiencia de la tierra y [de] sus cualidades para escoger convenientemente sitio en que poblar, juzgaban prudentemente por el mejor y más a propósito,[el] que los naturales tenían [ya] poblado: lo uno por hallarlo ya provisto de agua, leña y otras cosas necesarias a una república, y lo otro, porque conjeturaban seria el más sano [..para poder] labrar nuevas casas, que tan poco tiempo les había de llevar”⁶.

El damero que Francisco Pizarro diseñó en la ciudad de Los Reyes fue trazado a inicios de 1535 con intervención de Juan Tello de Guzmán, quien siguió un modelo "pragmático" constituido por manzanas de 450 pasos por lado y calles con 40 pasos de ancho⁷. En las afueras del damero y habiendo el Consejo de Indias español acordado en 1551 la “reducción” de los indígenas, el virrey Marqués de Cañete tuvo que organizar en 1557, con los curacazgos de Amancaes, de Huatca y de Maranga, la "reducción de santa Maria Magdalena" fundándose -en la "huerta de san Jacinto" (1606)- una casa dominica y convento.

Un segundo enclave de reducción se edificó con el licenciado García de Castro , llamado: Pueblo de indios de Santiago del Cercado destinado a "indios forasteros" traídos a Lima por los encomenderos españoles para su servicio. Se le llamó “modelo bíblico” ya que su trazo cruciforme basado en 36 módulos⁸ estuvo inspirado en la iconografía de la Jerusalén Celeste. Al final, tuvo sólo 35 manzanas rectangulares con pequeños lotes distribuidos por proveniencia étnica como las tribus de la “Ciudad de Dios”. Esta "doctrina de indios" fue llamada "Cercado" por los muros que lo cercaban con dos puertas que se cerraban al llegar la noche y desde 1570 fue encargada a los jesuitas por el virrey Toledo. Su proyecto original tuvo relación, a nuestro parecer, con el milenarismo utópico del dominico Francisco de la Cruz quemado en 1578 por la Inquisición. La intención original se puede considerar desvirtuada en 1590 al aceptarse allí “indios locales” provenientes de la otra margen del río desalojados para urbanizar dicha zona.

Un tercer modelo “jerarquizado” o “militar”, fue el que tuvo el eje sobre la iglesia de San Lázaro levantada desde 1563⁹ inspirado en el Castrum romano; modelo que después fue aplicado en todas las reducciones jesuíticas del Paraguay.

Respecto a los puentes edificados en la ciudad, como certifican las actas del Cabildo, se deseaba desde 1549, construir uno de cantería para sustituir el "puente de criznejas"¹⁰ y frente a las Casas Reales se construye con el virrey marqués de Cañete un puente que en 1607 es destruido por una avenida del río¹¹. El actual Puente de Piedra -obra del alarife Juan del Corral- fue realizado durante el gobierno del virrey Conde de Montesclaros siendo alcalde Jusepe de Ribera¹².

En San Lázaro, el virrey Conde de Nieva (1561-1564) fue otorgando algunos lotes pero "conforme a la traza y el orden que ha de tener el pueblo que allí se funde"¹³. Finalmente, con el virrey García Hurtado de Mendoza se urbaniza -esta Nueva Triana, al estar como en Sevilla, al otro lado del rio- con manzanas cuadradas más pequeñas que las de Lima y otorga los solares al Cabildo (1591) que en sus libros III y IV da cuenta de las ventas.

La ciudad, que desde el Sur recibe sus frescos vientos Alisios; determina asi la orientación uniforme de todas sus llamadas Teatinas (ventanas o tragaluces) estructurándose en torno a estos “modelos urbanos" que fueron integrando con “tejido conectivo" formado por caminos; algunos pre-incas.

La población de origen español, desde fines del siglo XVI, urgia amurallar la ciudad debido a amenazas de los piratas y a ofertas que éstos hacian a la población subalterna. Pero fue amurallada, sólo en 1687, con más de 30 bastiones de adobe que nunca sirvieron.

En 1873 para expandir la ciudad las murallas fueron derribadas –con casi medio siglo de vida republicana- aunque su población de aproximadamente 110,000 habitantes y su consistencia urbana poco variaron durante ese siglo, que sufrió, inclusive, la ocupación chilena. Lo prueba la comparación del plano colonial amurallado de 1816 del presbitero Antonio Pereira y Ruiz –un conocido de Matías Maestro- con el plano republicano de Eugenio Abele (1890) que, en lugar de las murallas, tiene ya las avenidas periféricas Grau y Alfonso Ugarte.

Asimismo, a fines de siglo XIX el gusto miraba a modelos europeos y desde 1872 el reglamento municipal, prohibía construir balcones cerrados; aunque poco antes -en la Plaza de Armas- al completarse la campaña, para uniformar sus frentes, aparecen los balcones de “arquillos” como testimonian viejas fotografias. Teodoro Elmore (1851-1920) condena estos "arquillos en voladizo" como un absurdo estructural y en sus “Lecciones de Arquitectura" (1876) nos recuerda que: "la Municipalidad comprendiendo cuan perjudicial son los balcones para la ventilación [...] ha prohibido su uso".

A inicios del siglo XX el alcalde Federico Elguera participa de la tendencia que auspicia el urbanismo del barón de Hausmann y decide asi romper el portal de Botoneros en dos, en junio 1906, con proyectos realizados en 1904 y se abre así, este nuevo eje -materializado en el Pasaje Olaya actual y en el edificio Oeschle con mansarda parisina de 1917.

No existían aún ni los coches a motor ni el hormigón armado -que aparecen en Lima a fines del segundo decenio- material nuevo, que con el ladrillo cocido, ofrece posibilidades higiénicas, estéticas y estáticas. Se dejo de usar el adobe y la quincha y se construye finalmente en forma integral con materiales no deteriorables. Así estaban las cosas cuando el 3 noviembre de 1923 un incendio destruye la Municipalidad y deja baldío ese terreno -en la Plaza de Armas- por casi 20 años. El arquitecto Harth-Terré habia presentado en setiembre de 1923 un "Boceto de Reglamentación Municipal para el Ornato de Lima” e ingresado como “Ingeniero de Ornato” municipal, publicando un “Proyecto de embellecimiento de la Plaza de Armas” el 8 de febrero de 1924 en la revista "Mundial"¹⁴.

Por otro lado, Harth-Terré en la revista “Ciudad y Campo” del mes de julio de 1924 reiteraba:“El hormigón ha probado ser el tipo de construcción más idóneo para satisfacer las condiciones de conservación y estabilidad [...]; qué sería [...] sin el hormigón [...] los nuevos y grandes edificios de varios pisos que se han hecho [...] en esta capital”.

Así, desde 1924 Emilio Harth-Terré ofrece las bases de la actual Plaza de Armas. Ganó los concursos de proyectos de los años 30, y los realiza en la década de 40. Debido al terremoto restaura la Catedral y -corrigiendo intervenciones de fines del siglo XVIII- elimina ventanales (c/ Judios, etc.) y restituye su antigua fachada a la iglesia de El Sagrario.

Por otro lado, Harth-Terré en la revista “Ciudad y Campo” julio de 1924 reiteraba:“El hormigón ha probado ser el tipo de construcción más idóneo para satisfacer las condiciones de conservación y estabilidad [...]; qué sería [...] sin el hormigón [...] los nuevos y grandes edificios de varios pisos que se han hecho [...] en esta capital”.

Así Emilio Harth-Terré, desde 1924, ofrece las bases de la actual Plaza de Armas. Ganó los concursos de proyectos de los años 30, y los realiza en la década de 40. Debido el terremoto, además, restaura la Catedral y -corrigiendo intervenciones de fines del siglo XVIII- elimina ventanales (c/ Judios, etc.) y restituye su antigua fachada a la iglesia de El Sagrario.

El Centro Histórico es hoy patrimonio cultural de la humanidad y símbolo de la identidad de esta urbe que ya cubre este valle "que habla" y que -se espera- pueda continuar haciéndolo -cada día- más claramente.

1. El tramo de este camino inca que cruza Lima Colonial en 1982 se pudo identificar por el que escribe (Mattos, 2004: 48)/ 2. Prácticamente, es el Jirón Azángaro que cruza llegando hasta el “Parque de la Muralla”, creado en el año 2004/ 3. Bromley, J., 2005: 284/ 4. Harth-Terré, 1945: 33/ 5. CPL, 1935: I: 20/ 6. Cobo, B., 1956: 288-289/ 7. Cobo, B., 1956: 302/ 8. Modelo bíblico identificado por el que escribe (1984) situado en el Centro histórico entorno al Jirón Conchucos con tutela municipal. No es todavia parte del patrimonio mundial UNESCO/ 9. Bromley, J. : 79/ 10. CPL: III: 131/ 11. Bromley, J. : 78/ 12. Hijo de Nicolás de Ribera El viejo. Deja el noviciado jesuita de joven y se casa . Tuvo una amplia descendencia en Lima/ 13. Bromley, J.: 79/ 14. Ramos, H., 2014: 121.

This article is from: