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Imagen 34. Primera clase de mujeres oficiales en graduación / Colección FAB
brasileña se contribuyó a la construcción de identidad de la mujer, por los avances que cada vez va consiguiendo. Debido a que la mujer se ha involucrado más en el mercado laboral, ya no es correcto hablar sobre un trabajo realizado únicamente por los varones. Las primeras mujeres aviadoras cambiaron sus vidas por la profesión que decidieron seguir, y en los momentos de aprendizaje de sus profesiones, la presión estaba presente por la posibilidad de ser desconectadas del proceso de formación como resultado de bajo rendimiento (Santos y Rocha-Coutinho, 2010). Imagen 34. Primera clase de mujeres oficiales en graduación / Colección FAB Fuente: Força Aérea Brasileira (2017). Como bien sabemos, las primeras mujeres en la Fuerza Aérea de Brasil ingresaron en 1982, es momento de citar a Carvalho (1990) con su texto Casa- Caserna para profundizar el contexto del tema. Las primeras mujeres pertenecieron al Cuerpo Femenino de Reserva Aeronáutica [CFRA] conformado por dos tenientes, tres sargentos y cabos. La razón del ingreso de la mujer a la FAB por parte del coronel que estaba encargado de este primer grupo de mujeres en la FAB, expreso que para el ingreso de las mujeres fue por requerimiento del ministro de aeronáutica, acompañado de un estudio donde determino que la mujer tenía una mayor eficiencia en tareas de las aéreas administrativas y técnicas. Después de un tiempo de prueba de ocho años para determinar la viabilidad de la mujer en la Fuerza Aérea, pudo ser demostrado que las mujeres realizaban mejor los trabajos propuestos como los presentados en los cuerpos de administración e intendencia mejor que los hombres y, debido a esto, siguieron con la proyección que desde el principio se habían planteado. Existían dominios bien delimitados y establecidos para hombres y mujeres militares para el ámbito militar, en el interior de la institución y respaldado por mecanismos legales a través de leyes y decretos. Se consideró que la institución militar era un espacio donde actuaba la mujer constantemente. SOLO PARA USO ACADÉMICO La señora Teniente Coronel Débora Coelho Duarte dijo: “Yo era recién graduada en Psicología y abracé la oportunidad. El mejor lugar para ejercer mi profesión fue creado y parecía reservado para mí. Superó todos mis sueños21“ (FAB, 2017, párr. 5).
21 Texto original en portugués. La traducción es propia.
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En los primeros contactos con el curso, la Teniente Coronel dice que la motivación de los instructores contagió a toda la clase. “Siendo muy joven, no tenía la idea de hacer historia en la FAB. Nos instalaron el deseo de marcar la diferencia, de estar presentes, de sumar. Yo era una estudiante vibrante, una aspirante a oficial militar comprometida y una oficial de reserva consumada”, revela (FAB, 2107, párr. 6). Los militares creen que la entrada de mujeres causó extrañeza en su momento. “Vivimos, al principio, una fase de adaptación personal e institucional (de la FAB a nosotros). Creo que ha habido mejoras y que la presencia femenina ya no es extraña. Hemos demostrado nuestra competencia y profesionalismo. Se ha ganado la confianza y la FAB tiene razón al admitir mujeres en sus filas. Estoy inmensamente agradecida por la oportunidad. Valió la pena”, apunta (FAB, 2017, párr. 7). En 1986 veintiséis mujeres fueron seleccionadas para conformar el Congreso Federal, lo que significó un gran paso para el reconocimiento de la mujer en la sociedad. En la nueva constitución de 1988 no solo se incluyó la igualdad de derechos y deberes de los hombres y mujeres, sino que también se llevó a cabo la abolición de los derechos de los padres y la figura de jefe de la pareja, se confirmó el divorcio, la licencia de maternidad y de paternidad, se establecieron los derechos de los trabajadores domésticos y se proporcionaron mecanismos para frenar la violencia doméstica. En la década de los noventa aun eran frágiles los consejos estatales y nacionales de la mujer. Esta situación se dificultó un poco más al tener un nuevo presidente electo con una aproximación política principalmente conservadora. Esto conllevó una desestabilización de los movimientos que para ese entonces ya se habían fortalecido, sin embargo, no se desorganizaron sus bases. Igualmente, en la década de los 90 apreciaron algunos movimientos dirigidos a fomentar candidaturas femeninas. En 1996 la Aeronáutica Militar Brasileña rompió con un proceso tradicional de participación femenina, y fue el momento de admitir de manera oficial a las mujeres en el primer curso mixto de oficiales como cadetes de la Fuerza Aérea Brasileña, ellas tenían como destino de trabajo el cuadro de intendencia que era una carrera administrativa y financiera de la FAB, esto dicho por la señora coronel Débora Duarte. Anteriormente, los hombres eran la gran mayoría en la FAB, la cual funcionaba doctrinariamente con ideales netamente masculinos, especialmente en el alma mater de la FAB como lo es la Academia de la Fuerza Aérea Brasileña [AFA] (Abelha, 2017). El hecho de ser un cadete significaba pasar por un proceso de formación estandarizado, por lo que las mujeres estaban sometidas al mismo régimen que los hombres y es por esto que adquieren la posibilidad de ascender hasta el generalato. El primer grupo de mujeres conformado por 17 cadetes comenzó sus estudios en la AFA. SOLO PARA USO ACADÉMICO Durante el mismo año, la AFA estaba bajo el liderato del Brigadier del aire Flavio de
Oliveira Lencastre y el Mayor Brigadier del aire José Carlos Pereira (AFA, 2020). La AFA fue de las primeras instalaciones de la FAB donde la mujer se integró, y ya eran contadas en el parte de los alumnos. Ellas, como miembros de la AFA, en su momento generaron inconformidades en algunos integrantes del género masculino por tener que compartir un ambiente de trabajo con mujeres. María Quitéria en el mismo año recibió el título de patrona del Cuadro
Complementar de Oficiales del Ejército brasileño y fue creada la campaña llamada Mujeres sin Miedo de Poder en la ciudad de Sao Paulo, en esta campaña se fomentaba la construcción de un discurso y el conocimiento de las problemáticas de la ciudad. Contemporáneamente, en aquellos momentos de adaptación de la mujer a la institución y sus integrantes como a la sociedad, según la (OIT, 2009) en su obra “Perfil del trabajo decente en Brasil”, la mujer se desempeñaba en diversos empleos y existía desigualdad, uno de los factores que evidenció esto fue la cantidad de mujeres y hombres en los trabajos en 1996. Dentro de la totalidad de las mujeres mayores a 16 años y menores de 64 años de edad en Brasil, participaba un 56,2 % en un empleo sin contar las labores domésticas que, en su mayoría, eran informales, por lo que no hubo un dato preciso para determinar el empleo en totalidad. Sin importar el hecho de si era un trabajo formal o no, cabe aclarar que las labores domésticas en ese entonces eran realizadas en un 90 % por las mujeres. Además, una de las principales razones es la cultura como tal, un ejemplo es un horror cultural atávico de ver a las mujeres caídas en combate, pero como las demás barreras esta también se está rompiendo progresivamente (Nieto, 2015). En comparación a la cantidad de mujeres en el porcentaje anterior que participaban en empleos formales, los hombres en las mismas condiciones representaban el 87,2 % en el mismo año (OIT, 2009). Para 1998, en las Fuerzas Armadas Brasileñas, cuando fue permitida la participación femenina en misiones en barcos hidrográficos, oceanográficos y de guerra, de igual manera le fue permitido ser integrante en las tripulaciones de helicópteros (Mariuzzo, 2008). En 1999 la aeronáutica graduó al primer grupo de oficiales militares femeninos de la AFA, permitiendo a este grupo ser miembro operativo de la FAB. La Fuerza Aérea fue pionera entre las tres fuerzas, en términos de formación académica y militar de mujeres en relación con los hombres. La Mayor Larissa Caldeira Leite Leocadio, fue de las primeras en entrar a la primera clase mixta en la FAB, en la entrevista que le hizo la revista Aerovisão, ella expreso: “Fui a dirigir la Sección de Suministro del Parque de Material Aeronáutico del Galeão. Yo tenía 21 años, era jefe de 15 graduados, con años de experiencia en la FAB. Trabajaba con adquisiciones para los aviones KC-137, KC-130, C-99, R-99, AMX. Estas aeronaves, además de grandes, eran de proyección en la FAB. Yo creía muy relevante mi actividad, y creo hasta hoy, pues está directamente ligada a la actividad-fin de la Fuerza (Santos y Rocha-Coutinho, 2010). En el 2002 fue creada la Secretaria Nacional de los Derechos de la Mujer al igual que una nueva movilización para formar una plataforma política feminista con el fin de fortalecer la democracia y superar las desigualdades económicas. Del mismo modo, en la primera década del siglo XXI se inició la Marcha Mundial de las Mujeres, la cual fue adoptada por 150 países. SOLO PARA USO ACADÉMICO
Esta marcha estaba destinada a luchar contra la pobreza, el sexismo y la violencia contra las mujeres en el mundo como reflejo de la globalización y el neoliberalismo. El siguiente hecho ocurrió en 2003 cuando fue aceptado el primer grupo de 20 mujeres aviadoras de las cuales 11 se graduaron en el 2006, una de las primeras pilotos, la señora Capitán Carla Alexandre Borges, anteriormente piloto de A-29 y A-1 expresó que
Diversas personas, aún hoy, se sorprenden en saber que hay mujeres pilotos, especialmente en la aviación de caza, (…). Probamos que tenemos las mismas capacidades de cualquier otro piloto y nos dedicamos de la misma forma. Hoy, somos vistas no como mujeres aviadoras, sino como pilotos militares, listas para cumplir con excelencia las misiones que nos sean determinadas (FAB, 2017, párr. 13).
Es de gran importancia saber la opinión de mujeres que fueron las primeras pilotos de la FAB, donde solo estaban presentes los hombres, su identidad, doctrina en el trabajo y funcionamiento armonioso para un buen funcionamiento en el empleo. Por lo anterior, fue de referencia la entrevista realizada por Miranda y Rocha-Coutinho (2010). La entrevista la hicieron a seis de las once mujeres pilotos del primer grupo de mujeres del Curso de Entrenamiento de Oficiales de Aviación [CFOAV] cuando en ese momento tenían entre 22 y 25 años de edad. Las entrevistas fueron semi direccionadas y tenían una estructura invisible. Entrevista con objetivo de obtener información verídica de las primeras oficiales aviadoras en cuanto a su recorrido en la FAB desde su incorporación. Dentro del proceso de inclusión de la mujer dentro de las filas de las Fuerzas Militares de Brasil, más exactamente en el área de la aviación, se señala que las mujeres cada vez se preparan más académicamente y, por tanto, desarrollan la capacidad de ocupar un lugar en el mercado laboral y ocupar puestos de mayor jerarquía dentro de las pirámides organizacionales, asunto que del mismo modo se ve reflejado en la milicia. Otro de los factores extraídos de esta entrevista radicó en que las mujeres entrevistadas indicaron que existen algunas actividades que son más adecuadas para hombres que para mujeres, sin embargo, hay características que son propias de los hombres, pero eso no significa que una mujer no pueda desarrollarlas, por tanto, se evidenció que aún permanecen algunos rastros de la vieja idea de que existen rasgos “específicos” femeninos y masculinos. De igual modo, se enfatizó en la determinación como característica para desarrollar su profesión, mencionando también características como la disciplina, la responsabilidad, el perfeccionismo y la paciencia. Uno de los resultados más relevantes de esta entrevista fue que las aviadoras entrevistadas se encuentran felices y satisfechas consigo mismas al tener la profesión de aviadoras, y que estos sentimientos se ven motivados y fuertemente influenciados por la superación de los obstáculos que tuvieron que superar y el trabajo que tuvieron que realizar para culminar con éxito un reto que normalmente era asumido por varones. Tres de las seis entrevistadas por su parte encontraron resistencia por parte de sus familiares cuando se decidieron a iniciar el curso a aviación, a pesar de esto, hoy en día manifiestan que cuentan con el apoyo tanto de familiares como de amigos en su profesión y que estos se enorgullecen de sus logros. Por otro lado, otro de los resultados a resaltar tiene que ver con que las entrevistadas, en SOLO PARA USO ACADÉMICO su totalidad, manifestaron haber recibido una capacitación exactamente igual a la que reciben los hombres y haber tenido resultados similares a los mismos. Adicionalmente, en el estudio se establece que algunos miembros de la fuerza consideran que el trato a las mujeres es más educado, amable y más cordial, mientras que con los hombres existe mayor camaradería. En conclusión, las mujeres entrevistadas en ese proyecto creen que están hoy en día en una mejor condición dentro de la sociedad respecto a tiempos pasados, sin embargo, en el