Psicología
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Por Dayana Bustamante Psicóloga Organizacional, Aeronáutico Instructora en FFHH y CRM Salud Ocupacional @aeropsic.oficial
La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad”. La Salud mental está determinada por una serie de componentes tanto sociales, económicos como políticos. Por ejemplo, los cambios sociales de manera brusca, condiciones de trabajo estresantes o poca calidad de vida afectarán de manera significativa la salud y el bienestar del individuo. El impacto que ha generado la crisis actual en el ser humano ha traído como consecuencia una alteración de diversos factores tanto emocionales como cognitivos viéndose afectado el bienestar y la salud mental, así mismo, la calidad en las relaciones con su entorno (familia, amistades, entre otros) comprometiendo directamente el rendimiento de todas sus actividades. Pero, ¿Como la Salud Mental puede afectar al sector aéreo? La pandemia de manera inesperada ha generado la mayor crisis en la industria aérea, el tráfico aéreo disminuyó considerablemente, más, no se paralizó totalmente ya que las operaciones de carga, correo, vuelos humanitarios, entre otras han estado activas mientras se tratan de incorporar las medidas relacionadas con la salud pública en la aviación para su prevención y no afectación de las tripulaciones.
SALUD MENTAL EN AVIACIÓN Esto ha llevado a muchas de las organizaciones de la industria de la aviación a realizar restructuraciones, adecuando medidas para seguir operando bajo este contexto implementado medidas un poco drásticas afectando el talento humano como adelantar vacaciones, conceder licencias no remuneradas y hasta egresos de su personal. Este escenario ha creado una atmosfera de incertidumbre comprometiendo la estabilidad laboral de los trabajadores del sector, produciendo ansiedad, pensamientos negativos, estrés, entre otros, influyendo negativamente en su salud física y mental; a esto se le suma las altas demandas en el desempeño de la actividad área desde el punto de vista neuropsicológico afectando la toma de decisiones, alterando la conciencia situacional por la doble presencia generando una disminución del rendimiento, todo un caldo de cultivo para un efecto catastrófico producto de un error humano. Además de ello, en la aviación como un sistema existe un problema añadido ya que el resultado de una mala gestión de las emociones y de las habilidades no técnicas más el desconocimiento de los efectos devastadores del estrés, de la angustia o fatiga por la situación actual pueden poner en serio peligro las operaciones aéreas. Por otra parte, una condición inadecuada del profesional de la aviación dificulta gravemente la comunicación, la cooperación, el acatamiento de normas y procedimientos, entre otros varios requerimientos y, en consecuencia, el desarrollo de las
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