1 minute read

EL IMPACTO DE LA PALABRA

Por Freddy Lujano

Las palabras, mientras sólo están en nuestro pensamiento, son una ventana por la que podemos ver nuestros pensamientos crudos, sin filtros, sin importar su aceptación o no por otros, al fin y al cabo, nos hablamos a nosotros mismos, y eso generalmente lo hacemos sin cortapisa, sin mentirnos, en ese espacio silencioso decimos lo que realmente pensamos sobre diversos temas sin considerar otra opinión que la propia. En ese momento, no importa si lo que pensamos nos gusta o no, si nos parece correcto o no, simplemente es lo que viene a nuestra mente, total, solo afectan nuestros propios sentimientos. Claro, aquellos que sólo tienen a mano palabras duras para sí mismos, pueden convertirse en sus peores enemigos, con mensajes frenadores de su potencial, que impiden conseguir el éxito, lo cual no los hace menos peligrosos, pero su impacto se reduce a la misma persona, su felicidad, su éxito, su bienestar.

Advertisement

Otra cosa es cuando pronunciamos nuestras palabras ante otras personas, cercanas o distantes, familia, amigos, colegas, compañeros de trabajo o simplemente alguien que nos presta un servicio, como el cajero de una tienda, el que nos surte gasolina o nos sirve un café. Allí dejamos el espacio personal y nos adentramos en el mundo de las relaciones interpersonales, muy diferente, pues allí dejamos de ser los dueños exclusivos de su impacto, lo cual nos obliga, si deseamos mantener buenas relaciones con los demás, un buen clima en el hogar, el trabajo, etc., a ser más precavidos, no menos sinceros necesariamente, pero sí más cuidadosos, pues, aún sin estar conscientes de ello, las palabras tienen un gran poder en quien las escucha.

This article is from: