5 minute read

Publiciudadmcy No. 20. Marzo 2021

HOLÍSTICA

Reconocimiento de una historia

Advertisement

Inconsciente

Por Rafael A. Martínez M.

CEO de CIEMGCA - Constelador – Coaching de Bienestar

@rafaelcreador / @ciemgca

27 13

Al nacer llegamos a formar parte de una historia familiar, que está constituida por todas las experiencias de nuestros antepasados y que conforman la conciencia o memoria colectiva. Todas las situaciones vividas por ellos podrían afectarnos de forma positiva o negativa, según el tipo de decisiones que tomaron. Podemos recibir de ellos dones o virtudes, así como conocimiento debido a su aprendizaje, al igual que también recibimos cargas emocionales y asuntos inconclusos que pueden influir en nuestra vida actual. Siempre y sin importar el patrón emocional que representen, nos acompañan, parte de su energía se siente como un pequeño brillo que se incorpora a ti.

Escribió en cierta ocasión Juan de Unamuno que “toda persona tiene, en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, la sensación de ir acompañada, de llevar su existencia protegida y alumbrada…de fantasmas bienhechores, maestros en el mejor sentido de la palabra, que revelan nuestra más genuina identidad personal, al hacer surgir en los centros más activos de la conciencia, los primeros procesos de autoconocimiento. Se trata fundamentalmente de seres que de alguna manera, se nos han hecho indispensables e insustituibles, ya que ellos, y sólo ellos, nos han puesto en las manos la luminaria capaz de alumbrar el camino que conduce a nuestra sima interior donde, oscuramente, misteriosamente, alienta el enigma de nuestra condición individual”. Esta compañía debe ser honrada en todo momento, representa la historia de nuestro clan y algún ancestro o una energía desprendida de éste, se toma la tarea de ser una compañía para que vayamos por el camino concreto hacia nuestra individualidad, aunque esto no sea entendido del todo.

La principal razón para honrar a tus ancestros es que generas orden, te centras en ocupar tu lugar y así te ocupas de lo que te concierne permitiendo eso que no lleves cargas que no te corresponden, lo que te permitirá comenzar a vivir realmente tu vida y liberarte de programas de repetición, para que tu actuar sea en fluidez y tu descendencia sea a su vez, más libre y pueda seguir su camino sin ataduras o precios por pagar.

Continúa…

Continuación…

Podemos estar seguros de que existieron muchas situaciones en nuestro árbol genealógico que generaron daño y, algunos de sus miembros no supieron asimilar emocionalmente aquellos problemas o no pudieron hacerse responsables de sus actos. Estas heridas tienden a traducirse en cargas que nos corresponde sanar y de no ser así, podríamos heredar el problema a nuestros hijos y demás generaciones. A menudo es más sencillo de lo que creemos el hecho de liberarse de los secretos de familia. Puesto que aunque se trate de acontecimientos atroces, innombrables, el hecho de expresarlos, de sacarlos, hace que deje de estar en el lado oscuro de la mente. Cuando la palabra es expresada, cuando el verbo se hace activo, deja de ocupar el inconsciente y esto provoca una reacción, liberación o descarga emocional. Siendo que una vez que se va al acontecimiento vivido por nosotros y nos quedamos en él unos instantes entendiéndolo, buscándole un sentido más allá del que creemos representa daño, nos sentimos liberados, calmados y llenos de regocijo. Ahora bien, la mayor parte del tiempo, el tomar consciencia de la emoción atada al recuerdo basta para curarse, aunque sean acontecimientos muy importantes. Enfocarse en encontrar la polaridad opuesta y activarla en el momento presente, cambia el efecto que generaba el recuerdo en nosotros. Lo que da fuerza a los secretos es su carácter inconsciente, escondido, no dicho, que opera en la sombra.

Por otro lado, el trabajo para sanar el árbol se hace desde el amor. Empecemos por honrar a nuestros padres. Si ellos están en nuestro corazón, los vemos desde el amor y podremos tener una experiencia de vida plena. Esto tiene una explicación genética, si nuestros genes provienen de ellos existe una poderosa fidelidad con sus creencias, tradiciones, proyectos, que nos une a sus destinos. Aceptar a nuestros padres, es aceptarnos a nosotros mismos. Entendiendo que honrar a nuestros padres no significa llenarlos de halagos o estar todo el tiempo unido a ellos, ya que podrían existir circunstancias pasadas que no nos permiten acercarnos a ellos físicamente, pueden ser temas de violencia, ausencia física o emocional, manipulación, abuso y otras muchas. Una forma de honrarlos es comprender su comportamiento entendiendo que si atraen esto a sus vidas, es por alguna programación de daños en su infancia, que tengan que ver con carencias materiales o emocionales que tuvieron, quizá vivieron episodios de violencia o en ambientes tóxicos para su crecimiento.

HOLÍSTICA

27 14

No es cuestión de culpar a algún familiar por la programación heredada, pero sí deberíamos agradecerle por todo lo bueno que hizo en su vida, partiendo del hecho de que aunque no tengamos claridad sobre sus actos, es notable que su vida estuvo llena de aciertos y desaciertos, de traumas y satisfacciones y el hecho de reconocer esta polaridad en ella, permite liberar cargas que se encuentran inconscientes en nosotros y que aunque no sabemos qué exactamente se libera, podemos manifestar en el cuerpo, el despojo del peso energético, dejándonos una sensación de alivio y ligereza. Honrar es reconocer todo aquello que hicieron nuestros ancestros, aunque pensemos que no lo hicieron bien, hubo una razón por la cual las cosas sucedieron de esa manera. No se deben hacer juicios, se debe por el contrario, ser observador y sanador. Lo que aquí se debe entender y aprovechar, es que la fortaleza que emana de la savia del árbol, es tan intensa que cuando te empeñas en sanar tus afectaciones particulares y permites la posibilidad de que exista un enlace de esos traumas con la historia, aunque desconocida, de tus ancestros, se crea una conexión energética que tiende al equilibrio, es decir, el solo movimiento de energía, crea un ambiente de liberación y compensación de todo el sistema.

Abg. Rafael Martínez Martínez

Imagen: Miriam Antoina

This article is from: