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COYUNTURA
¿En qué consiste la Estrategia Territorial Nacional?
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ara el cumplimiento del Plan Nacional para el Buen Vivir hay un instrumento complementario que le acompaña y que es fundamental para la consecución de los 12 objetivos de desarrollo: la Estrategia Territorial Nacional (ETN), que, de acuerdo a lo establecido en los artículos 10 y 53 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (Copfp), determina a la ETN como el mecanismo que “orienta las decisiones de planificación territorial, de escala nacional, definidas por las enti-
permite desarrollar estrategias para cambiar las condiciones dadas y alcanzar el Buen Vivir en las distintas localidades del país. Los grandes lineamientos de la ETN se establecen en base a criterios de ordenamiento físico del territorio y sus recursos naturales, infraestructura, el desarrollo territorial, actividades económicas, equipamientos, y la protección y conservación del patrimonio natural y cultural, los cuales están ar-
nacional de ordenamiento territorial, que defina en términos generales los límites y acciones del resto de actores, tanto sectoriales como de los niveles territoriales. La planificación del territorio recuperó vigencia en los últimos años con la aprobación de, por ejemplo, marcos legales relacionados a partir de la Constitución de 2008. Durante este periodo se abordó una visión global de la gestión del espacio territorial nacional. El Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013, ya in-
dades del gobierno central y los gobiernos autónomos descentralizados. En su formulación se propondrán políticas integrales para zonas de frontera, la Amazonía y el régimen especial de Galápagos. La Estrategia Territorial Nacional y las Agendas Zonales se construyeron en base a cuatro ejes prioritarios: asentamientos humanos, sustentabilidad ambiental, transformación de matriz productiva y cierre de brechas”.
ticulados a los procesos de desconcentración y descentralización del Estado.
corporó como elemento innovador una primera versión de la ETN e identificó las principales intervenciones y proyectos estratégicos en los territorios. De esta manera se estableció la necesidad de reforzar la articulación entre la planificación nacional y la planificación en los territorios. Congruentemente con esta lógica, se formularon Agendas Zonales para las siete zonas de planificación existentes en aquel momento, para identificar las necesidades de la población relacionadas a las cualidades, potencialidades y limitaciones de los territorios. También se desarrolló una propuesta de modelo territorial en el que se expresaron los lineamientos para el uso del suelo y las intervenciones estratégicas articuladas a una propuesta nacional. Tanto la ETN 2009-2013, como las
Alcances de la ETN Según la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), la ETN permite articular la política pública nacional a las condiciones y características propias del territorio (a nivel continental, marino e insular). A partir de la identificación de las necesidades territoriales,
¿Por qué una ETN? En el país han existido varios esfuerzos y experiencias relacionadas con procesos de planificación y ordenamiento territorial. Sin embargo, los principales problemas han radicado en la separación entre los objetivos de desarrollo y la realidad del territorio, desconociendo sus potencialidades y limitaciones para alcanzar el desarrollo propuesto. A esto se suma la desarticulación entre niveles de gobierno (donde cada unidad política administrativa no se identifica como parte de un todo, sino que se considera independiente del resto de localidades de igual o diferente jerarquía) y la ausencia de una política
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Lunes 14 de octubre de 2013
siete agendas zonales, dieron inicio al proceso de articulación entre el Estado Central y los gobiernos autónomos descentralizados. Estos, a través de sus propios instrumentos, planes de desarrollo y ordenamiento territorial, han incorporado algunos de estos criterios. Sin embargo, aún persisten visiones unilaterales que no miran al territorio de manera integral, razón por la cual el nuevo periodo de gobierno busca profundizar la integración territorial. Para ello, se establecen directrices claras de planificación territorial, articuladas a los objetivos nacionales de desarrollo, para garantizar una efectiva articulación entre los niveles de gobierno y la consecuente gestión territorial, promoviendo los procesos de desconcentración y descentralización. Los sectores prioritarios de articulación están relacionados con el desarrollo de la vialidad, la energía y la conectividad; el desarrollo endógeno; los derechos de la naturaleza y la cali-
ambiental y de matriz productiva. En el territorio continental se definieron 14 unidades de síntesis territorial, mientras que el territorio insular se definió, además del área protegida, las zonas antrópicas o con intervención humana. Para el territorio marino se definió la zonificación en función de lo establecido en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar): aguas interiores, mar territorial, zona económica exclusiva. La ubicación de estas unidades de síntesis territorial se presenta en el Gráfico 1. La acción pública delineada a través de la ETN busca, entonces, la distribución equilibrada de la población, las actividades y las infraestructuras físicas (que viabilizan la prestación de servicios), atendiendo a las condiciones naturales, físicas y humanas del territorio, lo que conlleva a la consolidación de una red policéntrica, equilibrada y complementaria de asentamientos humanos según la capacidad
dad del ambiente; el desarrollo urbano y la universalización de servicios básicos y públicos.
de acogida del territorio (esta capacidad se define como el grado de compatibilidad en el territorio y sus recursos para soportar diferentes tipos de actividades o usos), y una adecuada y sostenible utilización de los recursos endógenos. Así los asentamientos humanos, como articuladores del aprovechamiento de los recursos rurales, pueden complementarse y cooperar entre sí para promover la reducción de brechas y la transformación de la matriz productiva (Ver la jerarquía de los asentamientos humanos en el Gráfico 2).
Unidades de síntesis territorial Para el análisis territorial de la estrategia se procesó una serie de datos primarios e información secundaria, que incluía indicadores biofísicos, socioeconómicos, de infraestructura y de amenazas naturales, que definen las unidades de síntesis territorial y que sirvieron como unidad de análisis para los ejes de sustentabilidad
Según la Senplades, la Estrategia Territoial Nacional permite articular la política pública nacional a las condiciones y características propias del territorio (a nivel continental, marino e insular).
Punto de vista La importancia de las cuentas económicas cantonales en el Ecuador Hace pocas semanas el Banco Central del Ecuador publicó, por primera vez en la historia de las estadísticas económicas, la cuentas cantonales. Son el resultado de una disposición transitoria del Cootad que manda su elaboración y de un gran esfuerzo técnico desplegado por la Dirección de Estadísticas del BCE. Serán de mucha utilidad para analizar la estructura productiva a nivel territorial y las brechas internas en los niveles de producción y productividad. Representan un insumo para la planificación de Mauricio León Guzmán la política productiva desde la perspectiva de reducir Analista económico desigualdades territoriales y generar un proceso productivo menos heterogéneo en el país y menos concentrado en las dos grandes ciudades. En la Economía generalmente se busca responder las preguntas de qué producir, cómo producir y para quién producir, pero usualmente se deja a un lado la pregunta de dónde producir. Justamente las cuentas cantonales contribuirán a la búsqueda de respuestas a esta última pregunta. Son una extensión de la contabilidad nacional, corresponden al año 2007, son consistentes con la metodología seguida en la elaboración del nuevo año base de las cuentas nacionales y permiten analizar para cada cantón el nivel de su valor agregado bruto (VAB) y su estructura con una desagregación de 14 actividades económicas. Se basan en el principio de territorialidad, es decir, el VAB se asigna al lugar donde la unidad de producción ejerce efectivamente la actividad económica y no al lugar donde ésta tiene su residencia. Así, por ejemplo, el VAB petrolero se adjudica principalmente a las provincias amazónicas. De igual manera, el VAB de empresas cuya residencia se ubica en Quito y Guayaquil pero su actividad económica la realizan efectivamente en cantones aledaños, se asigna a estos últimos. Los resultados muestran que los cinco cantones que generan mayor valor agregado bruto son, en ese orden, Quito, Guayaquil, La Joya de los Sachas, Cuenca y Orellana. En conjunto concentran el 52,6% del valor agregado bruto total. Quito concentra el 21,9%, Guayaquil el 20,3%, La Joya de los Sachas el 3,8%, Cuenca el 3,6% y Orellana el 3,0%. Los siguientes cinco cantones que más contribuyen, en total un 10%, son Shushufindi (2,6%), Lago Agrio (1,9%), Ambato (1,9%), Esmeraldas (1,8%) y Santo Domingo (1,7%). En contraste, los cinco cantones con menor contribución a la generación del valor agregado bruto total son, de menor a mayor, Paquisha, Pablo VI, Chilla, Sucumbíos y Nangaritza. En conjunto representan apenas el 0,05%. Solo 16 cantones contribuyen a la generación de valor agregado con 1% o más cada uno, el resto de los 220 cantones considerados contribuyen individualmente menos del 1%. Estos resultados muestran, por un lado, quizá un excesivo fraccionamiento de la organización político administrativa del país y, por otro, justifican la incorporación de un enfoque territorial en la estrategia nacional para el cambio de la matriz productiva que considere las disparidades territoriales.
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