Construyamos un mundo nuevo - Hugo Blanco

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CONSTRUYAMOS UN MUNDO NUEVO Hugo Blanco

Apéndice: Fragmento del “Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo” en territorio liberado zapatista

Ediciones Lucha Indígena Mayo - 2014 1


El capitalismo transnacional ataca la naturaleza En la etapa neoliberal del sistema capitalista, son las grandes compañías transnacionales quienes gobiernan el mundo. Las denominamos transnacionales porque se fusionan capitales de varios países. El objetivo de ellas es ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo posible, no les importa si para cumplir este sagrado mandamiento dañan gravemente a la naturaleza, provocan la muerte de miles de personas y hunden en la miseria al resto. Tampoco les importa que están conduciendo a la extinción de la especie humana. Actualmente los adelantos de la ciencia y la técnica, no tienen como objetivo beneficiar a la humanidad, sino aumentar las ganancias del capital, en general dañando más la naturaleza y la humanidad. La gran mayoría de los gobiernos del mundo no son más que sus sirvientes. Los gobiernos progresistas de América del sur hacen alguna resistencia, pero al final capitulan ante las transnacionales y su política extractivista.

Calentamiento global Es el más grave ataque. Consiste en la emisión de los denominados gases de efecto invernadero que conservan en la atmósfera mayor cantidad de calor emitido por el sol de la que es necesaria. Las fábricas y otras instalaciones industriales, los carros, emiten esos gases, los principales son: Dióxido de carbono (Co2), Metano (CH4), Óxidos de nitrógeno. El metano calienta la Tierra 25 veces más que la misma masa de CO2, sin embargo hay aproximadamente 220 veces más dióxido 2


de carbono en la atmósfera de la Tierra que metano, por lo que el metano contribuye de manera menos importante al efecto invernadero. El calentamiento produce el derretimiento de los cascos polares y de las cumbres nevadas, lo que a su vez redunda en la desaparición de manantiales, el adelgazamiento de los ríos y el ascenso del nivel del mar. El derretimiento del ártico, que es efecto del calentamiento, a su vez se convierte en causa, al anular el espejo que constituye el hielo y que devuelve la luz y el calor. Hay un agravante, debajo del ártico hay metano, que, como dijimos calienta la tierra 25 veces más que el dióxido de carbono, si llega a escapar acelerará notablemente el calentamiento. La disminución de agua redunda en la extinción de especies de flora y fauna y afecta negativamente a la agricultura y la ganadería. El ascenso del nivel del mar ya produjo la desaparición de una isla y muchas playas, provoca la inundación permanente de territorios costeros incluyendo ciudades. El calentamiento produce alteraciones climáticas, veranos más calientes, inviernos más fríos. Sequías e inundaciones. Ríos y aludes de lodo. Huracanes. Tiene efecto sobre la fauna, animales grandes y pequeños como los insectos. Está amenazada la supervivencia de los osos polares. Está favorecida la proliferación de mosquitos. Como ya es imposible negar la existencia del calentamiento, la ONU impulsa reuniones dirigidas por los gobiernos de los países que más contribuyen al calentamiento y en las que es notoria la influencia del gran capital. En dichas reuniones es inevitable que constaten que el calentamiento es cada vez mayor, sin embargo no se acuerda la disminución de emisiones. En lugar de eso se toman acuerdos para hacer negocios con el calentamiento. La llamada “economía verde” consiste en privatizar los ecosistemas y convertir “lo vivo” en mercancía. La REDD (Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques) consiste en el negocio de comprar el derecho a emitir dióxido de carbono pagando “bonos de carbono” a quienes reforestan bosques o selvas. Esto ha servido para prohibir a los nativos el uso del bosque y para que organizaciones supuestamente ambientalistas “reforesten” la selva amazónica con plantaciones de eucalipto, árbol australiano nocivo en América Latina pues absorbe mucha agua e impide el crecimiento de plantas menores por el ácido que emite. 3


Sin tomar en cuenta los otros ataques, con sólo el avance del calentamiento, la especie humana se extinguirá como máximo dentro de un siglo.

Deforestación

Las grandes empresas están matando selvas y bosques. Esto, además de ser en sí mismo un crimen contra la naturaleza, atenta contra la vida de humanos y otros animales, pues los árboles y otros vegetales absorben el dióxido de carbono (uno de los gases causantes del calentamiento global) y emiten oxígeno, el que respiramos. La destrucción se da con varios objetivos económicos: Probablemente el más extendido es ocupar el sitio para cultivos agroindustriales, principalmente para plantaciones de biocombustibles para alimentar a carros; ellos son la soja, la caña de azúcar, la palma aceitera y otros. La obtención de madera. La ocupación del sitio para la ganadería. La construcción de vías rápidas de comunicación. Otros.

Minería a cielo abierto La minería metálica antigua era de socavón, se extraía los metales que se encontraban en vetas en el subsuelo y se las fundía al calor. Eso, en sí mismo, no dañaba mayormente al medio ambiente, luego, cuando vinieron los europeos a América, iniciaron el uso del mercurio que es venenoso. Ahora, como ya no hay vetas, se usa la minería a cielo abierto, también llamada a tajo abierto. Consiste en hacer explosionar las rocas y la tierra para luego inyectar en los escombros gran cantidad de agua con sustancias químicas como el venenoso cianuro, para separar las pequeñas partículas del metal. 4


Dos imágenes parecidas pero contrarias

Mina a cielo abierto: LA MUERTE

Terrazas incaicas de aclimatación de plantas: LA VIDA

Esto constituye un fuerte ataque a la naturaleza ya que altera fuertemente el paisaje natural. Más aún: La gran cantidad de agua que utiliza arrebata el agua a la pequeña agricultura indígena y campesina en general. Esto es más grave cuando se hace en lo que se llama “cabecera de cuenca”, que es una zona alta que provee de agua a uno o varios valles. Ese es el caso del proyecto Conga en Cajamarca, Perú y Kimsa Cocha en Azuay, Ecuador.

Agroindustria Además de la deforestación causa otros perjuicios: Practica el monocultivo, sembrando año tras año la misma variedad de la misma especie, lo que es malo para el suelo. Los alimentos recorren miles de kilómetros antes de llegar al consumidor, el transporte es otro ataque al medio ambiente. Acaba con la diversidad alimentaria. Agroquímicos - Usa abundante fertilizante químico lo que mata el suelo, Usa insecticidas químicos y herbicidas químicos, los que matan la biodiversidad animal y vegetal, al matar los insectos también mata a las aves que se nutren de ellos. El uso de los agroquímicos envenena a los obreros agrícolas que la manipulan y a otros habitantes de la zona víctimas de las fumigaciones aéreas. Arrebata el agua de la agricultura familiar y con su potencia económica instala profundas bombas 5


de agua de una profundidad a la que los campesinos pobres no alcanzan a llegar y éstos se quedan sin agua. Los transgénicos (Organismos genéticamente modificados – OGM) Son semillas obtenidas por la manipulación de los genes, que son las células que trasmiten la herencia. En ocasiones usan genes de animales para trasmitir ciertas características a los vegetales, por ejemplo usan genes de peces de las regiones polares para crear especies vegetales resistentes al frío. Sin comprobar si los productos transgénicos hacen daño o no a la salud se distribuyen al público. Se ha comprobado, por ejemplo, que el maíz transgénico de Monsanto produce cáncer. Usan transgénicos para conservar productos que hacen largos viajes. La propiedad privada de las semillas. Por supuesto los productores de semillas transgénicas son propietario de ellas. Lo grave es que las semillas nativas, propias del trabajo durante siglos de indígenas y campesinos que crearon variedades adaptables a diferentes climas, resistentes a enfermedades o parásitos, utilizables para diferentes tipos de comida, etc., también son apropiadas por quien las patente, prohibiéndose su uso a indígenas y otros campesinos. Los indígenas y campesinos crearon variedades para favorecer a los usuarios. En cambio la biogenética que fabrica los transgénicos lo hace para aumentar las ganancias del gran capital, sin importarle si mata a los usuarios.

Extracción de hidrocarburos La extracción de gas y petróleo usados como combustibles para producir energía, envenena ríos y otras fuentes de agua, envenena a centenares de indígenas y otras personas, fundamentalmente campesinas, a las que además les privan de su alimento matando la fauna acuática e inutilizando el agua para la agricultura y ganadería. La moderna técnica del denominado “fracking”, consiste en la inyección al subsuelo de agua con sustancias venenosas que provocan la emergencia del gas.- Las sustancias venenosas contaminan el agua subterránea que provee el servicio de agua potable. Ante la escasez de petróleo éste se extrae da las arenas alquitranadas o “bituminosas”, estas arenas son trasladadas por tuberías a grandes 6


distancias para su procesamiento. Envenenan el contorno y aumentan el calentamiento global. El ataque con fracking y arenas bituminosas que está sufriendo la población de Estados Unidos nos muestra que la agresión del gran capital no se dirige sólo a nosotros los habitantes de los países neocoloniales, sino también a la población de los países centro del sistema. Como manifestó el movimiento de protesta norteamericano “Ocupa Wall Street”, es la guerra del 1% de la humanidad contra el 99% de ella.

Energía atómica El primer uso que el capitalismo dio a ella fue asesinar multitudes en Hiroshima y Nagasaki, Japón. No está excluida una guerra atómica, la que por el adelanto de la ciencia y el uso de bombas atómicas por ambas partes contendientes, tendría efectos incalculables. Sin embargo también el uso “pacífico” de esta energía significa un gran ataque a la naturaleza y a la humanidad. Hemos visto los casos de Chernobil en la ex Unión Soviética y el de Fukushima en Japón, donde por ocurrencia de accidentes murieron muchas personas y otras continúan sufriendo los efectos de la radiación atómica. Aún cuando no haya accidentes, la radiación afecta la salud de los trabajadores del ramo. Produce cáncer, hemorragias, hematomas, vómitos, quemaduras en la piel y muchos otros males. Éstos pueden producirse inmediatamente después de la exposición o mucho tiempo después de ella.

La nanotecnología Es el control y manipulación de la materia a nivel de átomos y moléculas. Los productos de ella son muy peligrosos en manos de quienes sólo 7


buscan su acumulación de dinero sin importarles la salud humana y el cuidado del medio ambiente: Pueden dañar la salud, desarrollar el armamentismo, afectar el medio ambiente, etc.

La geoingeniería Consiste en la manipulación del clima, con lo que pueden atacar países o regiones enteras.

Otros ataques Hay multiplicidad de otros ataques. Gracias a los avances de la ciencia y la técnica, cada día es mayor la profusión de ellos y cada día son más peligrosos. Mencionemos algunos: La pesca de arrastre consiste en el uso de una red entre dos barcos que barre el fondo de la mar capturando todo lo que encuentra a su paso, incluyendo crías de peces y otros animales que no han de ser utilizados y que muertos serán botados como deshechos. Los deshechos plásticos, que no son degradables, contaminan la tierra y contaminan el mar. Ya formaron enormes islas: Dos en el Océano Pacífico, dos en el Atlántico y uno en el Índico. El mayor de ellos es el del Pacífico Norte, tiene 1.400.000 km², tres veces la extensión de España. Matan muchos animales que confunden el plástico con comida. Es cierto que una gran parte de la humanidad contribuye a provocar este desastre, pero el origen está en la voracidad de ganancia del gran capital que inundó el mundo con recipientes, bolsas y otros artículos fabricados con material no degradable. . Las chimeneas de las fábricas emiten gases y partículas venonosas que matan plantas, animales y personas. Los desechos químicos expulsados de las fábricas con el agua, van a envenenar ríos y mares matando flora y fauna acuáticas. La estruendosa búsqueda submarina de petróleo mata a los delfines que tienen el oído muy sensible. Las compañías turísticas en Botsuana y otros países impulsan la caza deportiva y prohíben la caza alimenticia de los nativos.

Ataque a la humanidad: El gran capital elimina a las poblaciones sobrantes Marx denunció que el capitalismo mantiene un ejército industrial de reserva, -un ejército de desempleados permanente-, necesario para el buen funcionamiento del sistema de producción capitalista y la acumulación de capital. El desarrollo de la técnica y de la ciencia ha hecho que la población mundial rebase en forma gigantesca esa necesidad del capitalismo, y por lo tanto se convierta en una población simplemente sobrante para el 8


sistema. Más aún, esa población le estorba y por lo tanto debe eliminarla. Es cierto que los capitalistas no tienen un interés uniforme, a cada uno le interesa que sus obreros y empleados ganen lo menos posible y que los de los otros patrones ganen lo más posible para que tengan poder adquisitivo y compren sus productos. Pero hay políticas generales en que la gran mayoría de ellos está de acuerdo. Hace 20 años, en 1994, en un intervalo de menos de tres meses, cerca de un millón de ruandeses fueron exterminados porque eran tutsis o se suponía que lo eran. Pero también hay que agregar el asesinato de decenas de miles de hutus moderados. El actor directo fue la dictadura de Habyarimana, pero detrás estaban el FM y, el Banco Mundial. El dictador garantizaba una política económica de acuerdo a los dictados de ambs entidades financieras. Otro aniversario que conmemorar son los 50 años del golpe contra Goulart en Brasil, también impulsado por el FMI y el BM, y, naturalmente, por el gobierno de EEUU. El golpe produjo el aplastamiento de organizaciones sociales, la matanza de mucha gente, persecución, encarcelamiento, desapariciones, torturas, violaciones. Los golpes de estado en los países del cono sur de América que sucedieron después, y que estuvieron enlazados por el nefasto “Plan Cóndor”, significaron también esos atropellos. Esos golpes también llevaron el membrete “Made in USA”. El “Plan Cóndor” consistía en que unos gobiernos capturaran a los fugitivos de otros países que se refugiaban en los suyos y los enviaran al gobierno que los perseguía para que fueran asesinados. Esos golpes de estado fueron practicados por eficientes alumnos de la “Escuela de las Américas” dirigida por Estados Unidos para educar a militares de sus colonias latinoamericanas. Los ríos de sangre producto de esos golpes llevan el mismo membrete. La gran industria bélica se alimenta de guerras, de muerte; las necesita para vivir y crecer. Esa es la principal explicación de las guerras de Irak y Afganistán entre otras Muchos países están disminuyendo sus ejércitos, pues las masacres también son una actividad que puede ser privatizada y existen compañías privadas que aprovechan el hambre de la gente para reclutar soldados. Hubo muchos latinoamericanos muertos en Irak, por 9


supuesto los medios de comunicación no informan esto. Al gran capital que gobierna el mundo le molesta la existencia de poblaciones indígenas y otros pequeños campesinos, pues ella les impide ocupar las tierras para la agroindustria, dedicada fundamentalmente a la exportación y que matan la tierra cultivable con el uso intensivo de agroquímicos. También estorban la implantación de la minería a cielo abierto y la extracción de petróleo y gas, pues ambas envenenan el agua. Estorban la construcción de represas para hidroeléctricas porque inunda sus territorios. En pocas palabras, las poblaciones indígenas y campesinas en general, por defender sus territorios, el agua y la vida, están contra “el desarrollo y el progreso” que impulsa el gran capital, porque son “desarrollo y progreso” de sus gigantescas ganancias. Para colmo, dichas poblaciones son muy poco consumidoras de los productos del mencionado gran capital. También les estorba la población de las zonas marginales de las ciudades que sólo consume muy poco más que la población rural. Para exterminar las poblaciones sobrantes impulsan guerras civiles entre las muiltitudes hambrientas de África, masacran indígenas con el pretexto de “combatir a la subversión terrorista”, como lo hicieron en Guatemala, El Salvador, Perú y ahora lo hacen en Colombia. En el Perú la guerra entre los gobiernos y el grupo armado Sendero Luminoso produjo 70,000 muertos, especialmente indígenas. La gran mayoría de las víctimas no tenía nada que ver con ninguno de los contendientes. En Colombia es la guerra del gobierno y los militares que según dicen está dirigida contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), pero la fundamental víctima de esta guerra es la población indígena y campesina en general, de ese país, que sufre la agresión de los tres contendientes (el ejército, los paramilitares y las FARC) con el objeto de despojarles de sus tierras para dedicarlas a plantaciones de coca para la cocaína o a la palma aceitera. El expresidente Uribe está a la vanguardia de este despojo. Es verdad que en ambos países los grupos armados surgieron para combatir la opresión, pero luego degeneraron matando a quienes decían defender. En Guatemala y El Salvador también los gobiernos del gran capital masacraron poblaciones indígenas. El 5 de junio, día mundial de la defensa del medio ambiente, el gobierno 10


peruano (Presidente Alan García, jefe de gabinete Yehude Simon, Ministra del Interior Mercedes Cabanillas) llevó a cabo un sorpresivo ataque armado por cielo y tierra contra desarmados nativos amazónicos que defendían el medio ambiente. Murieron más de 200 nativos, las cifras oficiales señalan 10. Lo únicos procesados son nativos. En la época de Fujimori, en el Perú, se desarrolló un programa de esterilizaciones forzadas, fundamentalmente de mujeres indígenas quechuas, con el nombre de "Plan de salud pública". El plan fue financiado principalmente p o r l a A g e n c i a d e Hilaria Supa denunció las esterilizaciones forzadas Cooperación Internacional Estadounidense (USAID) con 36 millones de dólares y por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Entre 1995 y el 2000, 331.600 mujeres fueron esterilizadas (algunas murieron como efecto de la operación), mientras que 25.590 hombres sufrieron una vasectomía. Médic@s y enfermer@s debían cumplir una cuota de esterilizaciones o eran despedid@s. El plan se aplicó contra personas del área rural y de las poblaciones marginales de las ciudades. Hubo quienes acusaron al régimen por genocidio, pero la fiscalía peruana archivó el caso en enero de este año. En los procesos seguidos a los nazis por esterilizaciones forzadas, éstos declararon que su inspiración fue EEUU que las practicó contra indígenas y afroamericanos en 1900. La publicación “Pueblos en Camino”, de Colombia, nos informa: “Esta semana se ha denunciado desde Palestina-Israel y desde Colombia, que en los últimos 5 años han asesinado miles de niñas y niños palestinos y colombianos, quienes se han convertido en las víctimas más débiles de una guerra que extermina, despoja, desplaza, somete, con diversas estrategias, para garantizar la satisfacción de la codicia del capital transnacional. Así como en Palestina-Israel son las balas y las bombas las que arrebatan vidas, en Colombia, por ejemplo en La Guajira, no sólo la guerra, sino el hambre y la sed, consecuencia del extractivismo, son los que asesinan a nuestros niños y niñas.” En Europa se desarrollan movimientos nazi-fascistas, que así como los nazis masacraron judíos, quieren hacer lo mismo con los inmigrantes. Actualmente en Venezuela y Colombia también se desarrollan movimientos nazi-fascistas. 11


El narcotráfico que está muy entrelazado con los capitales “legales” y con los gobiernos, es un factor cada vez más importante en esta guerra contra la humanidad. Ya hemos mencionado el caso de Colombia. Otro país notable en este aspecto, es México. El gobierno dispuso que no sólo la policía debía involucrarse en la “Guerra contra el narcotráfico”, sino también el ejército. Está muriendo mucha gente que nada tiene que ver con los bandos en guerra en ese país. Hay varias bandas de narcotraficantes, ligadas a diferentes gobiernos y autoridades a todo nivel. Es lógico que los policías y soldados, con remuneraciones mayores que sus sueldos, también sean reclutados por una u otra banda. La agencia de espionaje internacional yanqui, CIA, tenía un programa de envío de armas a los narcotraficantes mexicanos; cuando eso se descubrió, explicaron que era para detectar quiénes eran los jefes de las bandas. La ONU denunció que los cultivos de opio en Afganistán alcanzaron máximos históricos, 209.000 hectáreas. Es el aporte de la invasión yanqui. En el Perú una comisión parlamentaria encontró que en el anterior período presidencial, el de Alan García, se otorgaron 5 mil 246 indultos o conmutaciones de penas, de las cuales 3 mil 207 fueron a condenados por tráfico ilícito de drogas, muchos de ellos reincidentes. Más de 100 de ellos volvieron a ser condenados por el mismo delito luego de haber sido indultados. Un juez dijo que el trabajo de la comisión era ilegal y el expresidente Alan García piensa presentarse como candidato para las próximas elecciones. El narcotráfico aprovecha el hambre y la desocupación creados por el sistema neoliberal para reclutar a jóvenes y adultos como transportadores, vendedores o sicarios asesinos. La miseria provoca que algunos pobres roben, como la policía está ocupada en cuidar a las empresas, otros pobres realizan linchamientos, muchas veces de inocentes. Éstas son algunas de las formas de exterminio de la humanidad considerada sobrante por el gran capital.

El rol de los gobiernos La absoluta mayoría de los gobiernos favorece la acción depredadora de las grandes empresas. A través de los ejércitos y policías reprime, castiga, asesina, a los defensores de la naturaleza. En la represión colaboran las mayorías parlamentarias, los poderes judiciales y las fiscalías. Los grandes medios de comunicación están en manos de las transnacionales o de sus sirvientes, mienten y cantan loas a los depredadores, e insultan, calumnian y reclaman represión contra 12


los defensores de la naturaleza. ¿Qué es el actual sistema denominado “democrático” existente hoy en el mundo?. Teóricamente el pueblo elige a sus gobernantes, pero la verdad no es así. Para ser candidato se debe cumplir requisitos que cuestan mucho dinero. También en la campaña electoral hay que invertir mucho dinero. Los grandes medios de comunicación están en manos de los poderosos. Los candidatos prometen cualquier cosa, cuando son elegidos hacen lo contrario y no sucede nada. El sistema permite que los representantes de los intereses del pueblo lleguen a los parlamentos, pero en minoría, de modo que sus proposiciones no son aprobadas por la mayoría que está al servicio del capital transnacional. Lo que nunca ha de permitir el sistema, es que la mayoría parlamentaria o el poder ejecutivo estén en manos de la mayoría oprimida. Es cierto que los gobiernos denominados “progresistas”, que precisamente han llegado al gobierno por la presión extra institucional del pueblo pobre, tienen actitudes de rebeldía contra los intereses del gran capital, pero no rompen con el sistema antidemocrático y capitulan ante las transnacionales, las que por otra parte usan el boycot económico para recuperar el poder total. Además, en último caso, usan el ejército, que es un organismo vertical a su servicio, para derrocarlos.

Las poblaciones indígenas Nota.- Al referirme a la población indígena a veces lo hago en primera y otras en tercera persona. Se debe a que soy indígena pero no vivo en una comunidad indígena. Somos rezagos de la cultura original de la humanidad, colectivista, solidaria, respetuosa de la naturaleza. Nuestra cultura choca con la ética construida a través de milenios por las sociedades de castas y de clases, cuya culminación es el capitalismo en su etapa final, el neoliberalismo. La cultura neoliberal preconiza el individualismo y el egoísmo en grado sumo, la jerarquía social, en la que unos mandan y otros obedecen. Quienes mandan tienen en sus manos el dinero y la fuerza. La razón de su vida es la obtención de más dinero, para cumplir este su sagrado mandamiento, deben aplastar a la humanidad y a la naturaleza. Hay poblaciones indígenas en todos los continentes, desgraciadamente 13


en Europa sólo quedan los Sami, pastores de renos del norte de Escandinavia (Suecia, Noruega, Finlandia) que están siendo atacados por la minería en Suecia. Los Nenets de Siberia también pastores de renos, están siendo aniquilados por las industrias madereras, petrolíferas y químicas. En América, Asia, África y Oceanía existimos muchas poblaciones indígenas. Nuestras características comunes son: - Organización colectivista. Quien manda es la colectividad, no el individuo. Donde hay indígenas hay comunidad indígena. - Amplia solidaridad, la otra persona es mi otro yo. - Gran respeto y amor por la naturaleza, que es madre de los humanos y de los otros seres, nuestros hermanos. La felicidad no la da el dinero, sino el vivir satisfactoriamente. A esta ética en varios países de Sudamérica se le ha dado el nombre de Buen Vivir (en quechua sumaq kawsay, en aymara suma qamaña en guaraní se usa ñande reko 'nuestro modo de proceder').

Colectivismo La organización comunal indígena es verdaderamente democrática, manda la colectividad, no el individuo, la máxima autoridad es la asamblea. Hay parcelas individuales y cultivos colectivos para beneficio colectivo. Las parcelas individuales también se trabajan colectivamente en forma rotativa. Este tipo de organización a veces se da a un nivel s u p e r i o r, c o n f o r m a n d o comunidad de comunidades, como en el Cauca en Colombia o el pueblo Kuna en las islas atlánticas de Panamá. En ambos casos los indígenas, con la fuerza de su organización, han logrado que ella sea reconocida por la 14


constitución de sus respectivos países. De las comunidades zapatistas hablaremos en el próximo capítulo. Hay otros casos no tan orgánicos de colectividad de comunidades. Es cierto que en algunas comunidades y en las colectividades de comunidades, hay rasgos no democráticos, de verticalismo, burocratismo. No podía ser de otra manera, pues existen dentro de una organización vertical y corrupta que les rodea, pero son organizaciones esencialmente democráticas Será diferente cuando toda la sociedad sea colectivista democrática.

Solidaridad La ética capitalista educa en el egoísmo extremo, en la competencia, no en la solidaridad. Es más importante quien tiene más dinero. Ser triunfador es un mérito. Hay que ser lo mejor en todo: El más inteligente, la más bella, el más capacitado, el mejor deportista, el más hábil. Para subir hay que pisar en la cabeza del otro. Inclusive la solidaridad familiar está subordinada al egoísmo. Se quita la herencia del hermano, se anhela que los padres mueran para quedarse con la herencia. El llamado “bullying” o acoso escolar muestra el aprendizaje desde temprana edad de esa ética. La ética indígena es completamente opuesta, tú eres mi otro yo, me siento mal si el otro está mal, estoy alegre si el otro también lo está. Los indígenas zapatistas dicen: “No existe el yo sino el nosotros”. Ese sentimiento social en Sudáfrica se denomina “Ubuntu”. Cuentan que un antropólogo europeo puso bastante fruta al pie de un árbol y les dijo a varios niños que corrieran hacia el árbol y que el primero que llegara se quedaba con toda la fruta. Los niños se tomaron de la mano, corrieron todos juntos y disfrutaron colectivamente de la fruta; cuando el antropólogo les preguntó por qué habían hecho eso, si el más veloz podía haberse quedado con toda la fruta, respondieron que si uno de ellos se quedaba sin fruta todos hubieran sufrido. Entre esos niños indígenas no existe ni asomo del “bullying” de la sociedad civilizada. Cuanto más primitiva, menos civilizada, es la población indígena, es más solidaria. Cuando un indígena amazónico caza un animal grande, no lo sala para conservarlo, convoca a sus vecinos para que todos coman. Su vivienda es una choza colectiva. En las comunidades indígenas existe el trabajo colectivo para beneficio colectivo (en quechua de Cusco Mink'a, en Colombia Minga). Inclusive cuando ya existen las parcelas individuales, éstas se trabajan colectivamente en forma solidaria (Ayni en quechua cusqueña).

Respeto y amor por la naturaleza Aunque todos los seres humanos dependemos de la naturaleza para vivir, quienes están íntimamente ligados a ella, considerándose sus hijos 15


que sin ella mueren, son las poblaciones indígenas. Por otra parte dichas poblaciones son quienes disfrutan menos de las ventajas de la civilización, del “desarrollo” y del “progreso”, en nombre de los cuales el capitalismo neoliberal ataca a la naturaleza. Los indígenas sienten, con toda razón, que el ataque a la naturaleza es un ataque a ellos, por eso la defienden aunque esto les cueste la vida. No es extraño que en las últimas décadas haya un resurgimiento del movimiento indígena mundial, puesto que se acentúa el ataque a la naturaleza y por lo tanto la actividad de dichos pueblos en defensa de ella. La población no indígena que también rechaza dicho ataque, respeta cada vez más el rol del movimiento indígena como vanguardia de la lucha ecológica. Los indígenas, discriminados como no civilizados, como salvajes, como primitivos, sufrieron el complejo de inferioridad. Cada vez más está disminuyendo ese complejo y está siendo sustituido por el orgullo de ser indígena. Nos dicen “salvajes”, eso es cierto, salvaje significa no domesticado, y somos no domesticados por la civilización depredadora (”por eso es incorrecto hablar del “neoliberalismo salvaje” pues el neoliberalismo es lo más domesticado que hay). Nos dicen que tenemos una cultura primitiva que pertenece al pasado. Eso también es cierto, conservamos la ética primitiva de la humanidad: Solidaria, colectivista democrática, respetuosa de la naturaleza. Lo que no entienden es que si es cierto que ésa fue la ética primitiva de la humanidad, la única posibilidad de supervivencia de ésta, es que recupere esa su ética primitiva: Solidaria, colectivista democrática, respetuosa de la naturaleza; pues si el mundo continúa un siglo más gobernado por las grandes empresas transnacionales, el ataque de ellas a la naturaleza extinguirá a nuestra especie. Volver a la ética primitiva no significa abandonar las ventajas de la civilización, pues mantendremos y universalizaremos todas aquellas que no afecten a la naturaleza y por lo tanto a la supervivencia de la especie. (Hay una nota sobre el tema al final del capítulo)

La felicidad no la da el dinero También en este aspecto, cuanto más primitiva es una población, es más libre de la sumisión económica. 16


Cito el ejemplo de un indígena amazónico a quien un hacendado le pidió que talara una fracción de bosque para convertirla en terreno cultivable y como pago le daría un machete. El indígena aceptó y realizó el trabajo tan bien y tan rápido que el hacendado quedó gratamente impresionado, le pagó el machete y le ofreció un negocio redondo: que talara una extensión que era la cuarta parte de la anterior y le daría otro machete. El indígena le miró extrañado y le dijo: “Si sólo tengo una mano derecha, ¿para qué necesito otro machete?”. Se fue, no quería “progresar”, sólo quería vivir. A los indígenas quechuas de la sierra peruana no les interesa cultivar el producto que más dinero les produzca. Su orgullo agricultor consiste en cultivar la mayor cantidad posible de especies, y de ellas, la mayor cantidad posible de variedades. A una mujer o un niño que está vendiendo en el suelo un producto escaso, le pregunto cuánto cuesta cada porción, me lo dice, le digo que le compraré todo sin pedirle que me baje el precio, me dice “No”, le pregunto por qué, me responde “Si te vendo todo a ti ¿Qué venderé al resto?”. Vender, para esa persona, no es sólo una forma de obtener dinero, es también una relación social

Nota acerca de “Respeto y amor por la naturaleza” Adjuntamos el informe trasmitido por Mathieu Dejean (corregido) acerca de una ONG británica que da cifras sobre la lucha indígena en defensa de la naturaleza: De acuerdo con un informe publicado por la ONG Global Witness con sede en Londres, los conflictos relacionados con el medio ambiente y los derechos de la tierra son cada vez más violentos. Entre 2002 y 2013, 908 defensores de la naturaleza murieron en 35 países diferentes. Las comunidades indígenas de América Latina se ven particularmente afectadas. En el informe publicado el 15 de abril de este año, la ONG señala que en diez años, el número de personas asesinadas por defender sus derechos territoriales y ambientales casi se ha triplicado, pasando de 51 en 2002 a 147 en 2012, haciendo un total de 908 personas que pagaron con sus vidas el defender su tierra, el agua, su bosque, su medioambiente, en contra de la extracción productivista. Las causas de muerte son múltiples. Desde 2002, 46 personas fueron asesinadas por la policía cuando protestaban contra la minería en el Perú. En mayo de 2011 los ecologistas brasileños José Cláudio Ribeiro da Silva y Maria do Espírito Santo, que se opusieron a la deforestación de la Amazonía, fueron asesinados a balazos en una emboscada. En Honduras, 93 indígenas que luchaban contra las plantaciones de palma 17


en la región altamente militarizada del Aguán fueron asesinados impunemente por mercenarios empleados por las industrias de aceite de palma, militares y por la policía desde 2010. Nativos americanos se enfrentan al extractivismo En América Latina, , el número de víctimas de este tipo de conflictos es particularmente elevado: más del 80% de los delitos registrados en el informe de la ONG (que no es exhaustiva) se han perpetrado en países de la región. Brasil tiene el récord de 448 muertes fatales en el espacio de diez años, seguido por Honduras (109 muertos) y Perú (58 muertos). La violencia de estos conflictos es alarmante. No son extremistas ecologistas ni siquiera activistas de Greenpeace los que mueren. Son miembros de las comunidades indígenas que defienden su territorio, como destaca la ONG en un comunicado. En muchos casos, sus derechos territoriales no son reconocidos por la ley o en la práctica, dejando sus territorios a merced de las operaciones realizadas por poderosos intereses económicos, acusándolos de “opositores al desarrollo”. A menudo, se enteran de que se firmaron acuerdos en contra de sus intereses cuando llegan las empresas extractivas a sus cultivos, bosques, selvas y fuentes de agua. Dos terceras partes de las muertes enumeradas por Global Witness han tenido lugar precisamente en el contexto de los conflictos relacionados con la propiedad, y el uso de la tierra y el agua. Hay varios factores que explican el aumento de la violencia en contra de estas personas. En primer lugar, las empresas que explotan los recursos naturales invaden cada vez más sus territorios. “Cuanto más lejos en el interior de la Amazonía, más se construyen presas, hay enfrentamiento con los nativos: es este choque el que es fuente de violencia, dice Jean-Baptiste Mouttet, co-autor de La Gran Venganza. Los amerindios en la reconquista del destino. Las corporaciones tienden a penetrar cada vez más en el corazón de los territorios habitados por los pueblos que se encontraban lejos de la civilización tal como la conocemos”. Según la periodista Anna Bednik, encargada del colectivo ALDEAH (Alternatives au Développement Extractiviste et Anthropocentré) la expansión de las zonas afectadas por la explotación extractivista, ha alcanzado un umbral crítico: “el 84% de la Amazonía peruana y el 75% de la Amazonía ecuatoriana se ven afectados por la explotación petrolera, y 15% de las tierras de Perú son propiedad de las empresas mineras”. Las principales compañías internacionales han conseguido leyes a su favor Los pueblos indígenas no se dejan privar de su medio ambiente sin 18


reaccionar. “Hay más enfrentamientos porque los nativos son más conscientes de sus derechos y con más facilidad que antes reclaman su territorio. Sin embargo, las grandes empresas internacionales y los grandes terratenientes, se las arreglaron para que se emitan leyes a su favor en estos lugares remotos, donde está el conflicto”, explica JeanBaptiste Mouttet El Movimiento social que se levantó en el Perú, en la región de Cajamarca, contra el proyecto minero Conga, es emblemático entre los nuevos conflictos territoriales y nativos. Los agricultores de las tierras altoandinas se oponen desde el 2011 a un proyecto de explotación de una mina de cobre y oro encabezada por la multinacional NewmontYanacocha y en el que participa el Banco Mundial, que pondría en peligro los recursos hídricos, la agricultura y la ganadería en toda la región. En julio de 2012, cinco personas han muerto en este conflicto. “Es una respuesta social al extractivismo, es decir, a la explotación masiva de los recursos naturales, que ha experimentado una significativa aceleración en los últimos años, dice Anna Bednik. El precio de las materias primas producidas en América Latina ha aumentado de manera espectacular, lo que llevó a los gobiernos de estas regiones, tanto de derecha como de Guardianes de las lagunas izquierda, a explotarlos. Hay un aumento en la exploración de petróleo, gas, carbón, metales, soya y palma africana. Todos estos centros de extracción son conectados por proyectos de carreteras y represas hidroeléctricas que dañan el medio ambiente natural, y compiten con la población nativa por los recursos que se encuentran en los territorios ancestrales de los pueblos indígenas.” La relación especial de los pueblos indígenas con la naturaleza también se hace más vulnerable, explica Jean-Baptiste Mouttet: “En Colombia, la creencia de los indios Kogi, Kankuamos y Arhuacos que viven en las montañas, la Sierra Nevada y el mar, es que deben estar conectados por la naturaleza, por el bosque. Por esta razón están tratando de recuperar sus territorios para permitir la reanudación de la naturaleza, de sus derechos a estos territorios. De esta manera, entran en conflicto con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), con el ejército, con los paramilitares y con los grandes 19


propietarios. Estas poblaciones están en situación de víctimas, ya que no pueden depender de ninguna ayuda externa. No toman partido entre las FARC, el ejército y los paramilitares: están presos por estos actores de la guerra”. En algunos países, las poblaciones indígenas son aún consideradas terroristas y entran dentro del ámbito de aplicación de leyes represivas, como la Mapuche en Chile. En comparación con esto, la impunidad de los autores de delitos en estos conflictos es impresionante: sólo el 1% de ellos han sido condenados según el informe de Global Witness. En el comunicado emitido por el representante de la ONG, Andrew Simms concluye “La protección del medio ambiente se ha convertido en un campo de batalla estratégico de los derechos humanos . “

Construcción de poder colectivo El neoliberalismo está en crisis. Es crisis económica, política, ecológica, ética. La llaman crisis civilizatoria. Es la crisis final del sistema capitalista. La única opción que existe para la humanidad es el reemplazo del gobierno mundial de las multinacionales por el gobierno mundial directo de la humanidad en su conjunto. Que el capitalismo no sobrevivirá a esta crisis, es seguro. Lo que no es seguro es cómo morirá. Pueda ser que su gobierno sea sustituido por la humanidad en su conjunto, que es por lo que luchamos, o pueda ser que la humanidad se extinga, exterminada por el ataque del sistema a la naturaleza. A continuación mostramos algunos casos de la construcción de poder colectivo alternativo al imperante. “No se trata de tomar el poder, se trata de construirlo” Sub-comandante Marcos

Las comunidades zapatistas Son comunidades de indígenas maya del estado de Chiapas, México, que tienen autonomía, se gobiernas ellas mismas, independientes del gobierno de México. El origen de su liberación fue la formación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1984. Diez años después, el 1º de enero de 1994 ocuparon ciudades de Chiapas. El gobierno de Salinas ordenó el ataque de las fuerzas armadas. . Comenzó el enfrentamiento armado. La población civil de México hizo manifestaciones en todo el país exigiendo el cese del ataque. El gobierno de EEUU se alarmó, pues como existen en ese país muchos mexicanos y chicanos (personas de origen mexicano nacidas en 20


EEUU), calculó que esta población oprimida y discriminada, también se levantaría. Ordenó al gobierno de Salinas que suspendiera el fuego, lo que éste cumplió. El gobierno preguntó a los indígenas cuáles eran sus demandas. Los zapatistas dijeron que las demandas indígenas debían ser planteadas por todos los indígenas del país, a quienes convocó a reunirse en Chiapas para elaborar las demandas, además convocó a los intelectuales indigenistas. Fue el conjunto de ellos el que elaboró las demandas indígenas y los representantes elegidos por ellos quienes fueron a sostenerlas frente a la delegación del gobierno. Luego de debatirlas llegaron a firmar ambas partes los Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena (lleva ese nombre porque la firma de estos acuerdos ocurrió en el poblado de San Andrés Larráinzar, Chiapas).el 16 de febrero de 1996, comprometiéndose el gobierno a plantear al parlamento la modificación de la Constitución Nacional para otorgar derechos, incluyendo autonomía, a los Pueblos Indígenas de México y atender las demandas en materia de justicia e igualdad para los pueblos indígenas y los pobres del país. Como los acuerdos debían tener formato de ley se encomendó a una comisión parlamentaria que hiciera esto, lo que fue cumplido por ella. Dicha comisión entregó el formato a los zapatistas, quienes lo firmaron. Lo entregó al gobierno pero éste no quiso firmarlo, incumpliendo el acuerdo. Presentó otro proyecto a las cámaras, todos los partidos capitularon ante el prepotente incumplimiento y discutieron un proyecto presentado por el ejecutivo unilateralmente, pisoteando con ello los Acuerdos de San Andrés. Ante esta traición del gobierno y de los partidos del parlamento, los zapatistas decidieron mantenerse autónomos y no tener relación con los traidores. No he de hacer una historia de los 20 años del territorio zapatista. Señalaré algunos de sus rasgos característicos: Internacionalismo Son plenamente conscientes de que el sistema neoliberal es el gobierno mundial de las grandes empresas transnacionales y que por lo tanto la lucha de los oprimidos por ellas debe ser también internacional. El “Primer Encuentro Internacional por la Humanidad y contra el Neoliberalismo” se realizó en territorio zapatista en 1996, precursor de los Foros Sociales Mundiales. Precisamente en el apéndice publicamos un pequeño fragmento de los acuerdos de él. Otra importante manifestación de su internacionalismo fue la realización de las escuelitas zapatistas en las que los indígenas zapatistas mostraron, a centenares de alumnos de diversos países del mundo, cómo están construyendo la parte que les corresponde del “otro mundo donde quepan muchos mundos” que buscamos. 21


En la carta escrita a un periodista, el subcomandante Marcos dice: “Fuimos muchos los que dimos este paso sin retorno, sabiendo ya que al final nos espera la muerte probable o el improbable ver el triunfo. ¿La toma del poder? No, apenas algo más difícil: un mundo nuevo.” La horizontalidad Una preocupación central de los zapatistas es la horizontalidad de toda la sociedad y de su propia organización. Probablemente aprendieron de la Historia que movimientos y revoluciones triunfantes, como la formidable revolución rusa de 1917, terminaron podridas desde adentro por la burocratización. En un principio el verticalismo se impone para salvaguardar la línea revolucionaria y poco a poco se desliza para salvaguardar los beneficios materiales que da el ser dirigente. Están en contra del criterio de “vanguardia”, de liderazgo (esa verticalidad es producto de la sociedad vertical de castas y clases que sustituyó a la organización colectivista de los albores de la humanidad). Ellos manifiestan que no son ellos sino la gente de cada lugar quien debe decir cuál es el mejor método de lucha. Ellos no tienen “la línea correcta” como las “vanguardias” de la izquierda. Como mencionamos arriba, quienes elaboraron las demanda indígenas no fueron ellos, sino los indígenas de todo México. Cuando Zedillo dijo que en la zona zapatista era uno sólo el que pensaba y que los otros le seguían como carneros, ellos enviaron 3 veces 1, o sea 111 indígenas a todo el país para que expusieran su pensamiento. Fueron entrevistados por periodistas, algunos con traducción pues no todos hablaban castellano. Todos se desenvolvieron sin ninguna dificultad exponiendo su pensamiento y sus demandas. Cuando fueron invitados a la Cámara de Diputados, todos esperaban que sería Marcos quien exponga, no fue así. La primera que habló fue una mujer, quien dijo: “Esperaban que Marcos expusiera, no le corresponde hacerlo por dos motivos: Él es sub-comandante, nosotros somos los comandantes. Él es militar y este no es un lugar para militares”. Lo más importante en el aspecto de la horizontalidad, es la práctica organizativa en su territorio: Los principios básicos del “mandar obedeciendo” del gobierno autónomo zapatista son 7: 1) Servir y no servirse 2) Representar y no suplantar 22


3) Construir y no destruir 4) Obedecer y no mandar 5) Proponer y no imponer 6) Convencer y no vencer 7) Bajar y no subir En la llamada “democracia” imperante, los cargos públicos son para servirse de ellos. Los “representantes” manifiestan todo lo contrario a los intereses de la gente que los eligió. En la zona zapatista es la asamblea la máxima autoridad. Los mandatarios electos no son individuos sino grupos, no hay un jefe. Hay tres niveles de organización y de autoridades: Los pueblos, los municipios y los caracoles. Estos últimos están dirigidos por las “Juntas de buen gobierno” (para diferenciarlas del “mal gobierno” de México). Ninguna autoridad gana un solo centavo. Se les da dinero para que paguen el pasaje del pueblo en que viven al lugar donde funciona el municipio o el caracol. Se alimentan con lo que se produce colectivamente. Son relevados por mitades, para que los nuevos aprendan de los antiguos Este método impide la deformación burocrática que mató otras revoluciones. El trabajo y la alimentación La mayoría realiza trabajo agrícola. Hay parcelas individuales y cultivos colectivos, también hay ganado colectivo. No usan agroquímicos, su producción es orgánica. Educación En los 20 años de existencia las comunidades zapatistas han construido educación primaria y secundaria de calidad, en que se enseña la verdad y no las mentiras oficiales, además los maestros no son sabelotodo, entienden que la enseñanza y el aprendizaje son mutuos. Un alumno zapatista de primaria, que no es memorión, está más capacitado que uno de secundaria del México oficial. Salud Hay hierberas y hierberos, hueseras y hueseros, parteras y parteros, pero como no tienen prejuicios contra la medicina “civilizada”, también tienen buenas clínicas, donde los y las zapatistas se atienden 23


gratuitamente. Los no zapatistas prefieren esas clínicas a la atención oficial que es pésima para la gente pobre, ellos tienen que pagar una módica suma por las medicinas. (Hay que tener en cuenta que el gobierno mexicano no aporta ni un centavo para educación, salud u otra necesidad social, su única intervención es enviar bandas paramilitares que hostiguen a las comunidades zapatistas y ofrecer sobornos para que abandonen el zapatismo). Mujer Hay notable superación del machismo, la prohibición del alcohol influye para que no exista la violencia familiar. En los organismos de gobierno la mitad son mujeres. Una compañera que fue elegida como autoridad y que tenía que abandonar su pueblo, cuenta que para ella fue difícil, pues tenía que cocinar para su esposo e hijos, de modo que tuvo que enseñar a éstos a cocinar. Ahora dice: “Eso fue bueno, pues las parejas de mis hijos tranquilamente pueden ejercer un cargo directivo, puesto que mis hijos ya saben cocinar.” Esta realidad es la que nos enseñaron los indígenas zapatistas a los centenares de alumnos de las escuelitas zapatistas.

Las comunidades indígenas Las comunidades indígenas, al resistir el embate de la civilización jerarquizada, al mantener la horizontalidad en la que la asamblea es la máxima autoridad, al determinar que los dirigentes nombrados no ganan sueldo y sean renovados periódicamente, al practicar la solidaridad, al luchar en defensa de la Madre Tierra, al defender su cultura contra la homogeneización neoliberal, muestran ser un germen de la sociedad del futuro. Por supuesto las comunidades de comunidades como la del Cauca y la Kuna de Panamá, muestran eso mismo en un grado más elevado.

Las fábricas autogestionadas Son un producto de la crisis del capitalismo. Cuando el patrón no puede pagar a los obreros y resulta debiéndoles mucho tiempo de salarios, los trabajadores, según las leyes del propio sistema, tienen el derecho de hacerse pago con la maquinaria y las instalaciones de la fábrica. Naturalmente esto no es automático, les cuesta mucho tiempo de lucha y pasar hambre, pero por la decisión de los obreros y empleados y el apoyo de la sociedad que les rodea, muchos logran su objetivo. Hacen funcionar la fábrica ya no en provecho de los patrones, sino de los trabajadores. En los mejores casos es la asamblea la que manda, todos tienen igual salario, la fábrica crece, toman más obreros que no son 24


empleados de los anteriores, sino también son dueños con el mismo salario y con el mismo derecho de participar en la asamblea. Retribuyen al contorno social que les apoyó brindando servicio social. Se han dado muchos casos especialmente en Argentina, donde el emblemático es la fábrica de cerámica que se llamaba Zanon y que ahora se denomina Fasinpat (Fábrica sin patrones).

Soberanía alimentaria El capitalismo neoliberal practica la agroindustria de la que hemos hablado antes, traslada alimentos a grandes distancias para ganar más dinero. Para hacerlo contamina el ambiente con los combustibles para los transportes, además debe usar transgénicos para evitar que la fruta se pudra, debe trasladar fruta verde a la que hace madurar a la fuerza. Aplasta con la competencia desleal a la agricultura familiar de indígenas y otros campesinos pobres. Afortunadamente los agricultores oprimidos se han unido internacionalmente en la organización Vía Campesina que lucha por la soberanía alimentaria, es decir que cada lugar se alimente fundamentalmente con lo que produzca la zona, como era antes. Esto, además de favorecer a la agricultura familiar, beneficia al consumidor pues le provee de alimentos sanos.

Defensores de la Madre Tierra Todos los que en el mundo luchan, arriesgando sus vidas, en defensa de la naturaleza, contra la minería a cielo abierto, contra la extracción de hidrocarburos, contra la construcción de represas, contra la construcción de vías rápidas de comunicación, etc., están luchando en búsqueda de un mundo nuevo. 25


Medicina Alternativa Los practicantes de la medicina alternativa que se oponen a la medicina como negocio de los grandes laboratorios y sus cómplices, también luchan en la construcción de un mundo nuevo.

Alimentación sana Hay cooperativas productoras de alimentos sanos conectadas con organizaciones de consumidores. Son constructores del futuro que anhelamos.

Educación alternativa La educación oficial fabrica robots productores y consumidores que buscan el éxito individual en la competencia. Hay personas y organizaciones que educan en procura de personas pensantes y solidarias.

Autodefensa y justicia interna Los estados, que supuesta-mente deben proteger a la sociedad contra la delincuencia, dejan abandonada a la gente pobre, pues la policía está ocupada en defender a las empresas depredadoras contra sus víctimas. Las autoridades encargadas de hacer justicia realizan su trabajo al servicio de los ricos e inclinándose a los sobornos. Hay sociedades que organizan s us propios cuerpos de Policía Comunitaria de Guerrero autodefensa y su propia administración de justicia. Ejemplos: La policía comunal uniformada y armada de Guerrero, México. La guardia indígena de la Coordinadora Regional Indígena del Cauca (CRIC), Colombia. Las rondas campesinas en el norte del Perú.

Criadores de semillas A la privatización de las semillas que hemos denunciado, le salen al frente personas y organizaciones que recolectan semillas de 26


diversas especies y variedades creadas durante siglos por los campesinos del mundo, las canjean y las distribuyen.

Treque y monedas alternativas Hay sociedades que canjean productos de zonas cálidas con otros de zonas frías. Los indígenas del Cauca tienen una danza al respecto, esto significa un rechazo a la sociedad del dinero. Otro rechazo es la creación de monedas alternativas que sirven para canjear productos o servicios pero no para atesorar. Un ejemplo es el Túmin en un pueblo de Veracruz, México y hay muchos pueblos en España que tienen sus monedas alternativas..

“¡Crear forjar, Poder Popular!” Es el grito que se usa en Perú en diversas luchas sociales. Esto nos muestra que cualquier lucha colectiva reivindicativa tiende a fortalecer el poder de la colectividad, es un paso en la construcción de poder. Se trata de organizar y extender esa lucha para construir la sociedad horizontal en que toda la humanidad se gobierne a sí misma.

Apéndice El “Primer Encuentro Internacional por la Humanidad y contra el Neoliberalismo” se realizo en territorio zapatista en 1996. Transcribimos un pequeño fragmento del libro de 288 páginas que publicó los acuerdos. En estas pocas líneas se puede ver la certeza de su análisis del neoliberalismo.

El poder global que todos padecemos (fragmento) En realidad el neoliberalismo es la forma ideológico-discursiva adoptada por la reestructuración mundial de la dominación del capital en este fin de milenio. Esa reestructuración que se inicia con el estallido de la crisis mundial en 1974, clausuró el viejo patrón de acumulación keynesiano que, como resolución de la crisis de los años treinta, permitió la larga fase expansiva de la segunda posguerra. Un nuevo asalto contra el trabajo, la expulsión de millones de personas del mercado laboral, la apropiación a gran escala de bienes y recursos naturales, la internacionalización de la producción, la centralización planetaria del poder y de su ejercicio en un puñado de grandes corporaciones, el control supranacional de las telecomunicaciones y la reorganización transnacional del capital han sido parte, en los últimos veinte años, de esa reestructuración. Contra lo que señala el discurso neoliberal, la nueva fase de 27


mundialización del capital –parte de cuya génesis es ser global, planetario- no es homogénea ni armónica, sino desigual y jerárquica. Supone una gran embestida del capital financiero internacional para un nuevo reparto del mundo, la reconquista de espacios, la apropiación de materias primas y de sectores productivos estratégicos de los países menos desarrollados, la transferencia desigual de trabajo y de recursos convertidos en fuentes de ganancias extraordinarias y la exclusión de una gran parte de la población mundial considerada desechable. No en todos los países, por lo demás, se han impuesto las políticas neoliberales con la misma intensidad y en los mismos grados. La configuración de un sistema internacional internamente jerarquizado sigue siendo, como hace 504 años, consustancial a un orden mundial diseñado desde y para el capital. Muchas transformaciones han operado ya, sin embargo, en los planos de la sociedad, el Estado, la cultura y la política. Una es la penetración de la lógica del dinero y la mercancía en todos los rincones del planeta. La universalización del poder del dinero y la incorporación de comunidades, países y regiones enteras a una nueva división internacional del trabajo diseñada desde los grandes centros financieros está cumpliendo, en este fin de milenio, la vieja empresa colonizadora iniciada hace quinientos años. La conversión de todo y de todos en objetos de intercambio es parte de la esencia de ese proyecto. Profundas transformaciones han operado también en la órbita del Estado. La desaparición del Estado de bienestar –en sus distintas variantes nacionales- es parte visible de ese proceso. La forma estatal, incubada en el mundo de entre guerras y consolidada en la onda expansiva de la segunda posguerra, empezó a ser disfuncional para el proyecto de reestructuración de la dominación. El progresivo desmantelamiento de los sistemas de seguridad social –en distintos ritmos y grados de intensidad según el país de que se trateafecta ya a millones de seres humanos, a los que se les ha expropiado un conjunto de derechos sociales conquistados durante el siglo. La privatización de bienes y servicios públicos clausura para millones de hombres, mujeres, niños y ancianos la posibilidad de educación,salud, vivienda, cultura, a una vejez digna y a la diversión. El neoliberalismo es la negación del bienestar y la vida. Nosotros, en cambio, nos pronunciamos por la vida, el goce y el bienestar para todos. No exigimos un retorno al Estado de bienestar (que por cierto, nunca llegó a tierras chiapanecas). Tampoco esperamos de los gobiernos políticas de asistencia social. Consideramos más bien que, frente a esta embestida, el derecho a la existencia debe ser un principio desde el cual construyamos la nueva utopía. La constitución de un poder autocrático transnacional, transestatal, por encima de los Estados y gobiernos nacionales, forma parte del nuevo 28


escenario. Hoy más que nunca, un puñado de señores de los negocios y del dinero controla y decide sobre la vida y el futuro de millones de seres humanos, convirtiendo a los gobiernos en simples ejecutores de políticas diseñadas por las instituciones financieras internacionales que encarnan el poder global: el FMI y el Banco Mundial. En el mundo de hoy, los Estados controlan cada vez menos. La economía tiende a escapar crecientemente del control de los gobiernos nacionales. Éstos cumplen ahora la función de proveer la infraestructura y los bienes públicos que los hombres de negocios necesitan a los más bajos costos. El control de los medios de comunicación, de las comunicaciones vía satélite, de los flujos de capital e incluso de las inversiones productivas, se ha ido perdiendo a nivel nacional. La disolución de la soberanía es uno de los efectos de este procesos. Un proyecto de liberación –particularmente en el caso de los pueblos de los países periféricos- deberá incorporar el rescate de la soberanía como una de sus luchas estratégicas. Para ello son menester acciones concertadas entre los pueblos que padecen la nueva dominación: restablecimiento de los controles sociales sobre los flujos de capital, eliminación de los paraísos bancarios no sujetos al fisco y gravamen de impuestos a los movimientos de dinero; en suma, controles sociales sobre las transferencias del capital internacional. Pero sobre todo, hace falta que los pueblos de los países menos desarrollados reivindiquen su derecho a establecer regulaciones sobre las inversiones peregrinas de capital y a proteger su aparato productivo frente a la competencia desigual de las grandes empresas transnacionales. No pedimos el retorno al intervencionismo estatal; tampoco esperamos que los gobiernos nos protejan del embate del poder financiero mundial. Los gobiernos son garantes y protectores de la política neoliberal. Están allí para eso y no se puede esperar que sea de otro modo. Pensamos más bien en el rescate de la soberanía, entendida como autodeterminación y como reapropiación del derecho a decidir sobre nuestra vida, nuestros recursos y nuestro futuro. Para ser efectiva, esta lucha –nacional por su forma, popular e internacional por su contenido- deberá ir acompañada de formas de solidaridad y resistencia por parte de los dominados y excluidos de los países del centro. Una nueva conexión entre el poder, los negocios, las financias y el narcotráfico ha surgido de la actual fase de reorganización mundial del capital. El narcotráfico se ha convertido en una de las formas clandestinas más exitosas de obtención de ganancias extraordinarias; según datos de la prensa norteamericana, las ganancias anuales del narcotráfico oscilan entre los 300 y 350 mil millones de dólares. Dentro de la globalización de la economía, el narcodinero es un factor clave en las fluctuaciones de los índices bursátiles y financieros. Para desarticular ese circuito perverso se propone la despenalización delas 29


drogas “blandas” y la canalización de los recursos destinados a la lucha contra el narcotráfico a la educación en torno al problema de las drogas. Ésta sería, a la vez, una forma de detener la militarización que, con el recurso ideológico del combate al narcotráfico, realiza Estados Unidos en los países latinoamericanos. Una propuesta adicional es acabar con el servicio militar obligatorio y transformarlo en un servicio social de ayuda a las comunidades y a las regiones marginadas, con trabajos que pueden ir desde la alfabetización hasta aportación de trabajo físico en labores del campo. Se propone también la reducción drástica de los gastos militares en países del Tercer Mundo (sobre todo en América Latina) y canalizar los recursos así liberados a programas para el desarrollo y el bienestar social. Hoy, el poder global está concentrado en el gran capital financiero mundial. En esas condiciones, las llamadas “transiciones a la democracia” se revela como uno más de los mitos contenidos en el discurso ideológico neoliberal. No puede haber democracia mientras exista el mando único de las corporaciones industriales y financieras. La centralización del poder, un creciente autoritarismo, formas de regulación político-militar de la vida pública, la sofisticación del control ideológico, la militarización y el perfeccionamiento de la represión ante cualquier signo de rebeldía y de protesta sociales, la conversión de los ejércitos en “guardias blancas” y la celebración de convenios de colaboración militar que incluyen adiestramiento en labores de contrainsurgencia (sobre todo en los países latinoamericanos) son, en contraste, el nuevo rostro de los gobiernos neoliberales. La violación de los derechos humanos y el desmantelamiento progresivo de derechos ciudadanos y garantías individuales forman parte de ese proceso de reconfiguración autoritaria del Estado. La recuperación de esos derechos deberá formar parte de las luchas de resistencia de los próximos tiempos. La dominación del poder global del capital se ejerce y se reproduce en distintos planos y dimensiones que abarcan toda la vida social; desde la esfera del trabajo y las relaciones laborales hasta la del Estado y las instituciones, pasando por la vida privada y la subjetividad. La reducción del salario, la expulsión del mercado de trabajo, el aumento simultáneo de la productividad laboral, el desmantelamiento de contratos colectivos, la individualización de la contratación y el salario, la flexibilidad laboral, la desarticulación de sindicatos y la reintroducción del trabajo infantil son mecanismos estratégicos de reproducción del poder del capital. En la esencia del neoliberalismo está la conversión de todo y de todos en meros objetos de intercambio.Poder del dinero y despersonalización de las relaciones humanas van de la mano. Para reproducirse, el nuevo poder global atomiza, fragmente y aísla. Toda comunión y todo 30


encuentro no mediado por el intercambio le resulta un desafío. Por ello, requiere de un proceso de regimentación cultural de alcance planetario que disuelva –en la práctica y en la conciencia- comunidades, asociaciones, organizaciones y todo tipo de identidades colectivas y lazos comunitarios. Remplaza las solidaridades e identidades comunitarias por el culto al dinero, la exaltación de la competencia y del individualismo y la ideología del éxito individual. Frente a esta tendencia fragmentadora, proponemos impulsar la recuperación de la comunidad y de la organización colectiva. Asimismo, hay que resistirse a la legitimación cultural del sistema con el fortalecimiento de la identidad cultural. Para ello se propone, entre otras medidas, impulsar mecanismos de control social de los medios de comunicación. La reestructuración mundial del capital que hoy padecemos está implicando ya en una crisis de civilización. La destrucción irracional de la vida y de la naturaleza es la expresión más perversa de este proceso. Es necesario por ello reorientar el uso de la tecnología para la satisfacción de necesidades humanas. Convertida en un instrumento de reproducción de la vida y no de generación de la muerte. En todo caso, debe respetarse la voluntad de aquellos conglomerados sociales para los que el contacto directo con la naturaleza es parte constitutiva de su identidad comunitaria y cultural. La existencia de este poder autocrático global, las limitaciones de la democracia representativa, las deformaciones burocráticas de las viejas formas partidarias, la exclusión de los ciudadanos de la vida pública y las enseñanzas contenidas en el derrumbe de la Unión Soviética y de los regímenes de Europa centro-oriental plantean la necesidad de una reconstrucción de la utopía inventando nuevas formas de ejercicio de la política y replanteándonos el problema del poder. La revaloración de la política se hace necesaria en el fin de un siglo que convirtió a la política –de derechas e izquierdas- en sinónimo de muerte, privilegios, intolerancia y exclusión. En contraste, se propone una revaloración de la política como medio de convivencia y de entendimiento social, como sinónimo de generación y reproducción de la vida, de participación y de cambio. Es necesaria la recuperación para todo el espacio público, que no la conquista del poder para unos pocos, ni la construcción de nuevos aparatos y de nueva burocracias. Esto supone 31


recuperar e inventar mecanismos de democracia directa y de democracia participativa, así como construir una nueva relación entre gobernantes y gobernados fundada en el principio del mandar obedeciendo, en formas de control y supervisión social del ejercicio del mando y en la posibilidad de la revocabilidad del mandato. La descentralización del poder y de su ejercicio pasa también por el fortalecimiento de la autonomía de pueblos y comunidades, así como por el respeto de las formas de gobierno local decididas por las propias comunidades. En otras palabras, construir, desde abajo y entre todos, un nuevo poder social que remplace al poder ajeno, extraño y hostil colocado por encima de los seres humanos. El poder del capital ha entrado en una nueva fase de mundialización que atraviesa fronteras nacionales. Para enfrentar este poder global se requiere formas de conexión y de resistencia, también internacionales. Las nuevas formas de oposición y de resistencia a ese poder ya no pueden reducirse a las fronteras nacionales. Si la fuerza de la mundialización económica descansa en la dialéctica fraccionamiento/integración, y en lo único que ha tenido éxito relativo ha sido en el fraccionamiento que no es sólo geográfico sino esencialmente social, la fuerza contraria tendrá que ser la unidad de acción internacional/nacional de los excluidos. En ese horizonte se propone impulsar el movimiento y la reorganización de la sociedad en todos los países, la creación de redes de comunicación internacional descentralizadas y construidas desde abajo, una organización global que articule las diversas luchas locales, impulsar una campaña mundial en defensa de las libertades políticas y hacer permanentes encuentros internacionales como el que hoy nos ha reunido. La reconstrucción de la utopía supone nuevas actitudes y una nueva manera de pensar las relaciones entre los seres humanos: terminar las relaciones de dominio-subordinación en todas sus formas, liquidar el reino de la mercancía y el poder impersonal del dinero, recuperar las formas de organización y convivencia comunitarias, construir la democracia desde las relaciones intersubjetivas en la vida cotidiana, impulsar –en la conciencia y en la práctica- una cultura de la tolerancia, reconocer el derecho a la existencia, a la pluralidad cultural y a la equidad en la diversidad.

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