puesto-de-trabajo@hotmail.com.ar
PRÓLOGO
Esta narración es un homenaje a mi abuela Margarita. Con el paso de los años perduran los recuerdos de nuestros juegos en la vieja casa de calle Urquiiza 3960 de Rosario hoy convertida en departamentos.
ÍNDICE
1- LA NONA 2- PRIMEROS HECHOS 3– OTROS SUCESOS 4- CONSULTA 5- QUIEN FUE?
1-
LA NONA
Supe quien era cuando tenía pocos años de edad. Viisitábamos la vieja casa que los abuelos habían alquilado cuando se radicaron en Rosario Esperábamos ansiosos la sobremesa para que la nona nos contara esas historias –-reales o fantasía?— pero siempre impactantes a nuestros oídos de niño, mientras la tenue luz amarilla de lámparas incandescentes, actuaba sobre un escenario que nos trasladaba hasta ese mundo especial. Pasaron muchos años desde que no está, y con algunos inviernos vividos, comencé a escribir lo mejor de mis recuerdos. Aparecen como una película, aquellos cuentos que durante la noche nos sensibilizaba. Ibamos a dormir corriendo esa larga galería con habitaciones en línea, perseguidos por quien sabe quien; nos acostábamos tapados hasta la cabeza escuchando el crujir del piso de madera y de los viejos muebles, hasta que finalmente nos quedábamos dormidos. Nos alegraba escuchar el trinar de los pájaros sobre los árboles frutales, porque indicaba que el nuevo día había llegado y todo era luz, olvidando la noche anterior. Cada visita era una nueva expectativa esperando algún cambio en el desarrollo del cuento, que sin embargo se repetía de igual modo cada vez que le pedíamos: “nona, nos contás lo que te hicieron?...” La nona fregaba un ala de la naríz, se acomodaba los anteojos y comenzaba su relato… Mi abuela Margarita nació en un pueblo de la provincia de Santa Fe. Piel blanca pálida y ojos claros típica de los inmigrantes italianos que se radicaron fuera de las ciudades para convertirse en agricultores. Su juventud transcurrió en el campo, y el fin de semana, el baile del sábado las preparaba a ella y a sus hermanas para
lucir lo mejor de esos tiempos. Cuenta la nona que era muy linda, con un cabello que llegaba por debajo de sus hombros y muchos pretendientes para el baile. El hijo del farmacéutico era uno de los jóvenes interesantes, el ferretero o “almacén de ramos generales”, que si bien era un poco mayor, también se acercaba y entablaba conversación con indirectas. Como ellos, los peones. —la mayoría estaban en forma temporal hacia la cosecha, y la invitaban a bailar con su mejor sonrisa, otros eran demasiados insistentes a tal punto que en alguna oportunidad se había originado un altercado que no pasaba a mayores. Pero la nona esperaba a Domingo -Mingo– hijo de otra familia de agricultores de la zona y que finalmente sería mi abuelo. Pasaron algunos meses y el casamiento se concretó . La nona contaba que hubo una fiesta en la chacra donde los invitados dejaron sus regalos , augurios de eterna felicidad y se entregaban a la copiosa comida y al interminable baile. Después ocuparon una habitación especialmente preparada para ellos donde vivirían a partir de ese momento. Los días posteriores transcurrieron normalmente hasta que comenzaron a suceder ciertas cosas que preocuparon a la nona….
2– PRIMEROS HECHOS Final de la cena donde los hombres fumaban un cigarro y las mujeres levantaban la mesa dejando todo ordenado para terminar el día. La nona Margarita ya se encontraba en su habitación cuando siente un ruido que obliga a torcer la cabeza con curiosidad; la puerta que estaba entreabierta se había cerrado de golpe. Lo atribuyó al viento y siguió arreglando su hermoso cabello dorado rojizo. De pronto siente algo quemante sobre su hombro derecho y observa un pequeño mechón de cabellos que se había desprendido de su melena y estaba prendiéndose fuego. Con un rápido e instintivo movimiento lo saca con su mano y lo tira al suelo, queda encendido hasta consumirse, dejando una marca oscura en el piso. Se levanta de la silla y comienzan a aparecer otros mechones de cabello encendidos que se adhieren a su vestido. En cada intento por separarlos, otros vuelven a aparecer y pegarse a su vestimenta como si alguien los lanzara. Desesperada sale de la habitación y llama a su padre el que acude presuroso ante los gritos de la nona. La explicación provoca el asombro del padre y al entrar a la habitación no encuentran ningún vestigio de lo sucedido. La nona Margarita queda asustada hasta que llegó el nono // Domingo. Trató de calmarla y juntos se durmieron. A partir de lo ocurrido todos los familiares quedaron afectados, con incertidumbre ante la visión de la nona. Se miraban entre ellos en un silencio interrogante. En ocasiones se hacía mención a un sueño, a un desconocido concepto de delirio, a un aviso de que algo iba a pasar. En efecto... una mañana le toca a la nona Margarita llevar el desayuno a los peones que se encontraban trabajando en medio del campo. Se dirige al lugar cargando una bolsa con pan y recipiente lleno de mate cocido. Una vez servidos y mientras
los peones se encontraban en un breve descanso, la nona Margarita se sienta a la sombra de un árbol esperando que alguno repitiera el desayuno. De pronto el retumbar de cascos de caballos y al girar la cabeza, observa muy cerca de ella pasaba un cortejo fúnebre, un carruaje mortuorio tirado por caballos negros y brillosos. Asombrada lanza un grito de miedo y se pone de pie. Acuden rápidamente algunos peones que se encontraban en las cercanías, y cuando la nona les indica lo que veía, todos quedan asombrados, porque en el lugar sólo había campo y soledad.
3-. OTROS SUCESOS Generalmente al terminar la cena, las mujeres se alejaban unos metros de la casa para orinar. Es factible que en aquellos primeros años del siglo XX se acostumbrara en el campo a realizar así estas necesidades fisiológicas. Lo cierto es que encontrándose de cuclillas, la nona observa una sombra que se acerca sin poder distinguir en la oscuridad la fisonomía de alguien de la familia. Pregunta quien era y nadie le responde. De pronto aparece la silueta del abuelo Domingo, quien sonriente se acerca estirando su brazo tratando de tocarla. La nona Margarita le recrimina -¡Mingo! -Porqué hacés esto? -Sabés que estoy asustada!...Sin responder la figura del nono Domingo repetía esos intentos de acercarse y tocarla, lo que provoca que saliera corriendo hacia la casa y al entrar a su dormitorio, encuentra al nono durmiendo profundamente. Transcurrieron varios días y la nona se encontraba muy asustada y preocupada. El padre y el abuelo no sabían que hacer. Una noche luego de la cena todos fueron a dormir, el abuelo Domingo había ido al pueblo y la nona Margarita se fue a acostar, mientras que el padre se sentó fuera de la casa bajo un añoso álamo a fumar un cigarro. De pronto observa una sombra, una figura que se desliizaba sobre la pared y desaparecía cerca del techo del dormitorio de la nona. Presuroso se levanta y acude al interior de la casa en el mismo momen to que desde la habitación suena un grito. Encuentra a la abuela asustada y sollo zando mientras explica que estando acostada aparece desde no sabe donde, una fi gura sin cabeza que intentaba acercarse a ella y tocarla. El padre asiente con la ca beza y confirma lo observado por la nona. En otro momento mientras la nona se encontraba durmiendo, comienza a escuchar
desde afuera una voz lúgubre que repetía su nombre: ¡ Margarita…...Margarita…! Al asomarse por la ventana, observa sobre el alambrado que dividía una parcela de campo, una luz redonda que se acercaba, se alejaba, subiendo por entre los árboles, Y nuevamente acercándose. Asustada llama al nono Domingo, el cual también ve esa luz: rápidamente se acerca a un armario y saca el revolver y allí desde la ventana dis para sobre la luz, la cual se apaga inmediatamente como alcanzada mortalmente. El nono Domingo y el padre de la nona con un sol de noche se dirigen al lugar donde supuestamente se apagó la luz y no encuentran nada. Especialmente las hermanas trataban de acompañarla evitando que quedara sola en muchos momentos del día, colaborando con ella en la medida que sus tareas en la chacra se lo permitieran. Otra noche luego de la cena, la nona se encargó de lavar los platos y al terminar se trasladó a otro lugar en busca del mueble donde debía guardarlos. Cerca de ella se encontraban sus hermanas realizando otros quehaceres . En la mitad del trayecto, se siente empujada con extrema fuerza trastabillando y cayendo con toda la vajilla, la cual se rompe completamente. Ante la sorpresa buscan algún obstáculo que hubie ra provocado que la nona tropezara, pero al no hallar nada que lo justificara, vuelve a la mente de todos que debía buscarse una solución con urgencia.
4- CONSULTA Ante la situación que atravesaba la nona, que ya no comía ni dormía, delgada, sufriendo y decayendo día a día, el padre y el nono Domingo decidieron buscar una solución. En esos tiempos la posible solución era consultar a un curandero que atendía en un pueblo vecino. Llevaron pollos, verduras, huevos como pago por la atención. Luego de contar lo que había ocurrido hasta ese día, el hombre les dijo sin medias palabras….¡ han hecho un daño..! —Se puede sacar ese daño…?
-Sí-
El curandero les hace saber que si bien la nona Margarita era la que padecía todos los hechos, demás familiares también pudieron observarlo. Entonces era necesario saber realmente quien tenía el daño, por lo que debían matar un gato y enterrarlo cerca del cementerio. A la noche siguiente debían volver al lugar. Y enseguida lo sabrían. Así fue que sacrificaron un gato de los muchos que había en la chacra y cumplieron lo indicado por el curandero. A la noche siguiente el padre y el nono Domingo vuelven al lugar y desentierran al gato, viendo con sorpresa bajo la luz del sol de noche, que el gato estaba allí, pero su cabeza tenía una cabellera rubia rojiza igual a la de la nona Margarita. Cubren nuevamente al animal y retornan a la casa sin hablar una sola palabra. Al día siguiente entrevistan al curandero y con extrema seguridad les dice… —Ya sabemos quien está afectada, entonces el daño está en alguno de los regalos que le han hecho para el casamiento. Como no sabemos cuál es, esta noche a la medianoche deben colocarlos a todos en el techo de la casa, que a esa hora voy a hacer la curación—
Así fue que minutos antes de la medianoche procedieron a colocar todos los objetos en el techo. Generalmente en esos tiempos los regalos consistían en vajilla: platos, copas, ensaladeras. La noche transcurría normalmente hasta que repentinamente comienza un ruido ensordecedor de copas, platos y demás regalos rompiéndose, ruidos de vidrios y loza cayendo y destruyéndose. -Adiós a todos mis regalos de casamiento– pensaba la nona. -No debe haber quedado ninguno sanoAl día siguiente el nono domingo sube al techo a fines de limpiar los restos y con sorpresa observa que todos los regalos estaban tal cual los había dejado la noche anterior, todos estaban en igual estado. Ya la nona había entrado en un estado depresivo y el padre acudía al curandero una y otra vez llevándole especies y hasta dinero, pero los hechos seguían sucediéndose Hoy han pasado muchos años y se han borrado de mi mente muchos otros sucesos que le ocurrieron a la nona y que ella contaba con lujo de detalles como si aún viviera aquel pasado Lo que recuerdo es que alguien del pueblo enterado de lo que le estaba sucediendo a la nona, le comenta al padre que el mismo curandero que trataba de sacarle el daño, era el que lo había provocado a pedido de alguna persona del lugar. El padre se dirige a entrevistar al sanador sin hacer ningún comentario , porque aquellos gringos del siglo pasado no peleaban por habladurías sino por hechos comprobables, pero buscando una reacción, lo increpa por la falta de soluciones.
5- QUIEN FUE? El curandero consideró que ya no podía seguir con las dilaciones y le dice que haría una curación definitiva y que a partir del día siguiente, la nona no tendría que preocuparse más. El padre se retira haciéndole saber que esperaba cumpliera, tomando en cuenta los innumerables obsequios que recibió por los servicios. Pero también le pidió saber quien era la persona que había hecho el daño. El curandero dijo que si quería conocerla, él sería el único que lo sabría, prometiendo que guardaría el secreto para siempre. El padre acepta esa propuesta, a lo que el cu randero le dice:
-una mañana cualquiera al despuntar el alba, aparecerá un jinete
por la chacra y solicitará comprar algo que no hay allíPasan muchos días desde aquella entrevista con el curandero. La nona Margarita fue volviendo a la normalidad, no tuvo otras apariciones. Varias semanas después un amanecer encontró al padre preparando el sulky cuando un jinete se acerca por el camino, al llegar junto a él, pregunta si tenía maíz de // guinea para vender. El padre le responde que hacía años que no se sembraba ese maíz, el jinete saluda y se retira perdiéndose por el camino. Vino a su memoria lo dicho por el curandero y recordó a ese peon temporal que alguna vez originó un altercado en el baile cuando la nona lo rechazó y que resentido por el desaire seguramente buscó de hacerle algún daño. Pasaron casi 60 años de aquel cuento y casi 100 años de lo ocurrido. Buscamos en los recursos de la mente para saber si fue real o fantasía oída y acomodada a su persona para deleite de sus nietos. Cuando leemos un cuento, una historia, una novela, o miramos una película, pene-
tramos en ese mundo de palabras o imĂĄgenes y nos sentimos inconcientes protagonistas. Lo cierto es que la nona nos trasmitiĂł hechos que se hicieron realidad a nuestros ojos y mente de niĂąos. Como ocurre con todos los cuentos e historias que nos asombran y transportan a ese lugar imaginario.
puesto-de-trabajo.blogspot.com