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introduCCión
from El jardín de rosas: la formación universitaria en enfermería en Bogotá, 1950-1970
by PUJaveriana
introduCCión
Los conocimientos con los cuales se forma a las estudiantes en enfermería se basan en saberes biomédicos, patocéntricos (centrados en la enfermedad) e instrumentales, lejanos de la producción de pensamiento y el conocimiento crítico, como resultado una amputación que evidencié en mi paso por las ciencias sociales y humanas. Por esta razón, al venir de la enfermería y de sus saberes prácticos e instrumentales, la presente obra usa fuentes inexploradas por la ciencia biomédica y acude al feminismo, en particular al feminismo posestructuralista de Liliana Vargas-Monroy, Margot Pujal, Patricia Amigot y Silvia Federici, entre otras autoras que abordan la subjetividad y su vínculo con procesos de gubernamentalidad específicos. Además de estas autoras, el libro se enriqueció con los trabajos de Michel Foucault, Judith Butler y Santiago Castro-Gómez, en la comprensión y análisis de la discusión modernidad-colonialidad, complementados con los de Arturo Escobar, Immanuel Wallerstein, Edgardo Lander, Walter Mignolo y Aníbal Quijano. Este recorrido lo realizo en diálogo con las diferentes fuentes y autores, a partir de mi experiencia como mujer y como enfermera colombiana y latinoamericana, entendiendo que todo “lo personal es político”,1 más aún en el estudio y ejercicio de la enfermería. En este transitar entendí que el estudio de la enfermería requiere que los discursos y las prácticas sean historizados y desnaturalizados, y para ello es central la propuesta de Foucault de visibilizar “los dispositivos históricamente localizados y siempre heterogéneos, que buscan unificar y normalizar a la población” (Castro-Gómez y Restrepo, 2008, p. 11). En el caso de la enfermería en Colombia, es su población la que ha sido sometida a un régimen de normalización. Como lo plantea Irigibel,
1 Andrea Franulic sostiene que la genealogía de mujeres se construye en un tiempo no lineal (es pasado y es aquí y ahora, a la vez) y en un espacio más allá de las fronteras convencionales (citada en Hanisch, 2016).
la enfermería actual requiere de una “estrategia de insurrección de los saberes sometidos, que invite al rescate de las luchas, los combates y los enfrentamientos desde donde podrían cuestionarse los paradigmas de enfermería” (2011, p. 32). Foucault afirmó que su trabajo de los últimos veinte años no había consistido tanto en analizar el fenómeno del poder y sus fundamentos como en “crear una historia de los diferentes modos mediante los cuales, en nuestra cultura, los seres humanos se han convertido en sujetos” (Dreyfus y Rabinow, 2001, p. 241). En este sentido, de la mano de Foucault y su caja de herramientas, la presente obra traza la historia de los diferentes modos como la formación universitaria en enfermería ha configurado a las mujeres enfermeras colombianas como sujetos trabajadores. Como ello implica la deslocalización epistemológica, me llevó a preguntarme por qué las enfermeras somos como somos: heterónomas, sumisas y subordinadas. Esto me hizo asumir una perspectiva crítica a partir de la cual visibilizar las subjetividades presentes en la enfermería colombiana. Se trata, entonces, de una aproximación arqueogenealógica a la configuración de las mujeres enfermeras como sujetos trabajadores a partir de la formación universitaria en las décadas de 1950 y 1960 en Bogotá, con la mirada atenta a la eventualización, que para Foucault implica pensar la historia en términos discontinuos y no lineales. Se asume la crítica, asimismo, como actitud estética existencial (Martínez Posada, 2015, p. 69) y como parresía, entendida como decir verdadero, sincero y arriesgado, como modo de vida, como nexo entre el cuidado de sí y el cuidado de los otros y como frontera donde confluyen la ética y la política y se crean nuevos espacios de diálogo (Foucault, 2004a, pp. 22-23). Con estas consideraciones en mente, la investigación se desarrolló en cuatro etapas. En la primera etapa, se realizó trabajo de archivo, recolección de documentos, revisión teórica y contextualización del problema. En cuanto a la ubicación y recolección de documentos, inicialmente se consultó el archivo de la Facultad de Enfermería de Bogotá y posteriormente el Archivo Histórico Javeriano, también en Bogotá, junto
con prensa de la época, principalmente El Tiempo y El Espectador. Paralelamente, se realizaron tareas de contextualización y de exploración teórica del problema que se iba a trabajar y se llevó a cabo una búsqueda de textos sobre la historia del desarrollismo, la salud pública, las organizaciones filantrópicas estadounidenses, las mujeres en Colombia y la enfermería, en las bibliotecas Luis Ángel Arango y las de las universidades Javeriana, Los Andes y Nacional de Colombia. Además, se realizó la búsqueda de textos sobre la historia de la salud pública y las orientaciones para la formación en enfermería en las páginas web de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, la Fundación Rockefeller y el Ministerio de Salud y Protección Social. Se tuvo acceso a las actas de la Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería (aCofaen) y a publicaciones de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (aneC). En la segunda etapa, hice entrevistas en profundidad a cuatro egresadas del programa de formación en Enfermería, mi objeto de estudio, entre las décadas de 1950 y 1960, dos de la Escuela de Enfermería y dos de las primeras egresadas de la Facultad de Enfermería (correspondientes al momento en que la Escuela pasó a ser Facultad). Las edades de las enfermeras entrevistadas oscilaban entre los 71 y los 85 años. En la tercera etapa, de organización de la información, partí de la revisión de los documentos y las narraciones y realicé la lectura, la depuración y la sistematización del archivo en formato Excel. El archivo conformado me permitió problematizar el presente en enfermería, específicamente el de la enfermera como sujeto trabajador. La disposición de este archivo hizo posible, en palabras de Ruth Amanda Cortés, la identificación de “un dominio de saber en el que es posible ver, en la dispersión de los registros, enunciados que han emergido gracias a unos modos de funcionamiento y a unas condiciones de posibilidad que le han dado existencia en un momento histórico” (2013, p. 64). Con la lectura de los registros en clave arqueogenealógica busqué establecer las relaciones de poder presentes en la formación universitaria en enfermería, visibilizar los saberes insertados que pretendieron instalar “verdades” y mostrar los efectos reguladores en
la formación de las mujeres enfermeras como trabajadoras. En esta tercera etapa se logró la conformación del archivo. En términos foucaultianos, en esta labor se buscaron registros que evidenciaran las prácticas discursivas (saber) y no discursivas, es decir, “el conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre determinadas en el tiempo y el espacio que se han definido en una época dada” (Foucault, 2008a, p. 154) —en este caso, las décadas de 1950 y 1960—, en relación con la formación universitaria en enfermería. Sin embargo, para tener un mayor contexto de estas décadas, el análisis contextual se realizó para el periodo de 1880 a 1980. Así, se llevó a cabo un inventario de los registros y la depuración del corpus. La conformación del archivo se logró a partir de la revisión de los siguientes documentos-registros: 1) currículos de la Escuela y de la Facultad de Enfermería de la universidad privada objeto de esta investigación; 2) Archivo Histórico Javeriano en Bogotá: notas de prensa, fotografías; Hoy en la Javeriana; prospectos de los programas de formación en enfermería; registro fotográfico de las estudiantes, docentes y directivas de la facultad objeto de esta investigación, así como de las edificaciones y vida universitaria de la época; 3) archivo de la Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería (aCofaen), desde su creación a finales de la década de 1960; 4) archivos digitales de El Tiempo y El Espectador;2 5) Plan de Desarrollo del presidente Alberto Lleras Camargo (1961-1970) y su concreción en salud; 6) informes de la Organización Mundial de la Salud (oMs) y/o de la Organización Panamericana de la Salud (oPs), del Comité Internacional de Expertos en Enfermería de la oMs y de la Oficina Sanitaria Internacional (1950), además de boletines, informes y guías de enseñanza de estas instituciones; 7) textos de la historia de la enfermería y revistas de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (aneC).
2 Lamentablemente los ejemplares de aquella época no se encuentran completos, debido a que el archivo se quemó en el atentado de 1989. Los artículos de prensa fueron ubicados en el archivo histórico de una universidad privada en Bogotá.
En esta labor, seguí la propuesta del psicólogo inglés Ian Parker (1996) de análisis del discurso en versión foucaultiana, a partir del cual construí unamatriz que me permitió: a) identificar en los textos los objetos y sujetos emergentes; b) descubrir las prácticas discursivas y no discursivas que se repetían y que mantenían agrupados a los objetos y sujetos emergentes; y c) describir las prácticas discursivas y no discursivas emergentes, todo ello de acuerdo con el nombre del documento, la descripción, la fecha, un apartado del texto, la temática, los objetos emergentes, los discursos, las prácticas y los análisis. En la cuarta etapa del análisis, me nutrí de los abordajes de Margot Pujal y Patricia Amigot (2009, 2010) sobre el dispositivo de género, de la propuesta de Morgan Brigg (2006) sobre el dispositivo disciplinar desarrollista y de la matriz creada por Ruth Amanda Cortés (2013) para estudiar las prácticas de ciudadanización en la escuela contemporánea. Para esta autora, estudiar las prácticas desde la perspectiva de la gubernamentalidad implica situarse metodológicamente en una matriz que nos permita visibilizar cómo se configura y opera “el campo estratégico de gobierno, procurando el cruce de racionalidades políticas, los fines éticos, y las formas de subjetivación producidas con las prácticas educativas, toda vez que estas últimas son y están atravesadas por una serie de técnicas de gobierno que operan en tres instancias: instituciones, saberes y sujetos” (2012, p. 31). A partir de estas propuestas, adopté una ruta que denomino mapa del dispositivo de género. Dicha ruta se encuentra descrita en el capítulo 1, en el apartado “Dispositivo de género”. Asimismo, del análisis minucioso del corpus emergieron cinco enunciados o formaciones discursivas en los que: 1) la enfermera aparece como una madre profesional; 2) la enfermería es vista como apostolado, sacrificio y servicio; 3) en la performatividad del género en enfermería se instala el modelamiento de la vida íntima y de “lo femenino”; 4) la enfermería aparece como asistente de la medicina y la enfermera como asistente del médico; y 5) la enfermería se construye en el discurso desarrollista como una profesión noble, útil para el gobierno de la población. Discursos mediante los cuales se imponen
ciertas “verdades” en enfermería, que se acompañan de símbolos como el uniforme blanco, la toca y la luz de la lámpara. Discursos y símbolos que nos someten y luego definen nuestra forma de vestir, de pensar, de comportarnos y de relacionarnos con el equipo de salud, con el paciente e incluso con nuestras colegas, de modo que moldean nuestros cuerpos y subjetividades como mujeres enfermeras. El libro se estructura en cuatro capítulos: el primero, “Gubernamentalidad en Michel Foucault y su pertinencia en los estudios del trabajo”, presenta el concepto de gubernamentalidad, el dispositivo y la práctica, así como el origen, antecedentes y críticas a los estudios de la gubernamentalidad como base para el estudio de la gubernamentalidad de las mujeres. También expone la propuesta de dispositivo de género desarrollada por el grupo de investigación DesSubjectant-Ges,3 de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigido por Margot Pujal, como ruta para el abordaje de las formas de gubernamentalidad en la formación de las mujeres. Termina con un análisis de la gubernamentalidad de las mujeres en los espacios de la educación y el trabajo. El segundo capítulo, “Mujer y enfermería en Colombia en las décadas de 1950-1980”, examina el contexto y papel de las mujeres a finales del siglo xIx y comienzos del siglo xx, visibilizando las prácticas estratégicas en el gobierno de las mujeres y los alcances del dispositivo de género en relación con el señalamiento de las mujeres como “cuidadoras por naturaleza”. Muestra, además, los discursos que permitieron el ingreso de las mujeres a la formación universitaria en carreras y actividades consideradas propias de ellas, como es el caso de la enfermería, y el paso de la mujer como cuidadora en el
3 Este libro es producto de una tesis doctoral inscrita en el grupo de investigación Grup d’Estudis Socials de la Subjecció i la Subjectivitat des d’una Perspectiva de Gènere Interseccional Des-Subjectant (GesPGI), del Institut Interuniversitari d’Estudis de Dones i Gènere (IIedG), Departament de Psicologia Social, del cual mi directora de tesis, Liliana Vargas-
Monroy, es integrante.
hogar a la mujer cuidadora en el ámbito público, en respuesta a las exigencias del modelo desarrollista. El tercer capítulo, “Enfermería colombiana en el desarrollismo: gubernamentalidad y formación universitaria”, analiza el dispositivo desarrollista propuesto por Morgan Brigg y su articulación con el dispositivo de género en el proceso de profesionalización de la enfermería, con el paso de escuelas a facultades de enfermería. También estudia la influencia de las misiones médicas, de las organizaciones filantrópicas y de la enfermería estadounidense en la enfermería colombiana durante el desarrollismo. Por último, observa el rol de la enfermería colombiana en el gobierno de las poblaciones, mediante prácticas de disciplinamiento en los discursos de la puericultura y la planificación familiar, entre otros. Finalmente, el cuarto capítulo, “Formación universitaria en enfermería: discursos y prácticas de feminización”, ilustra la operación del dispositivo de género en la formación universitaria en enfermería y en la ética del cuidado propuesta por Gilligan (1985). Para esto, analiza las prácticas discursivas y no discursivas al ingresar a la Escuela o Facultad de Enfermería y durante el proceso de formación, y examina cinco discursos encontrados en el currículo oculto en la formación en enfermería: 1) la enfermera como madre profesional; 2) la enfermería como modelamiento y performatividad de lo femenino; 3) la enfermería como apostolado; 4) la enfermera como asistente del médico; y 5) la enfermería como profesión, discursos que mantienen las lógicas de subordinación y sumisión en la mujer enfermera en relación con el hombre médico.