Punto Muerto No. 22

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De anuncios similares a compañías telefónicas o publicidad melosona de gaseosas

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s saber que existen hombres que mapean el cielo como Edmundo Gerling, hombres que escriben historias de amor satíricas llamados Woody. Que siembran pensamiento y nadie los detiene como José Juan Betancourt, hombres con curiosidad infinita como Blakely Morales , con incertidumbre galáctica como Edwin Vincent Mancera. Hombres encantadores de la palabra escrita como Julio Trino, Roberto Castillo. Es saber que existen mujeres que ilustran su sentir como Isabel De Lara, Montserrat Álvarez, poetas salvajes como Bárbara Agustín y Alejandra Irurzo, mujeres locuaces y soñadoras como Fer P. Cassel y Alejandra Pulido. Es saber que más de 200 hombres y mujeres han querido estarse un rato en los jardines de este Punto Muerto feliz. Hoy cumplimos 5 años de testarudez, de una travesura que nos da orgullo, que nos apasiona, que en ocasiones nos duele, que hemos querido mandar al carajo pero las personas-estrella no dejan de llover, llegan letras de otras partes del mundo con pedazos de alma incrustados, llegan ilustraciones que nos dicen tanto. Llegan nuevas voces que nos impulsan, alimento místico puro. Y ahora pasemos al bailongo, partamos el pastel y andemos esta vida que es pura maravilla. E.T 2


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30 REPLETOS DE NADA

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TE VEO .................................................................... Cine — Magia a la luz de la luna — Igor entre el cielo y la tierra TE OIGO .................................................................. Música — Una sola canción — Lhasa De Sela TE SIENTO ............................................................ Poesía — Silencio polarizado — Visita al maquinista — La cama sueña conmigo — Fotografía por Igor Nieto Joly TE LEO ..................................................................... Libros — Naturaleza y Autogestión. Parte I

APRESÚRATE LENTAMENTE .................... — Y transfrontera va...

Teatro/ Poesía Social

[CABLES] ......................................................................................................

— No. 800-22

OPCIÓN B ............................................................... Invitado — Sobre Nubes: Exploradoras. Segunda Parte VISIONES EXTERNAS ..................................... Entrevistas

— El hombre que mapeó el cielo nocturno de San Luis

REPLETOS DE NADA ....................................... Reflexiones — Cómprate un traje MENTES TORBELLINO .......................................................................

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“Un día me contó que las noches fueron hechas para sanar los corazones que sangraban ausencias”—Edwin Mancera

Magia a la luz de la luna

*Se recomienda leer este articulo acompañado de “Chinatown, my Chinatown” y música de Louis Armstrong.

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na supuesta adivina, un escéptico/ilusionista, una familia adinerada, paisajes bellos, casas lujosas, carros antiguos, un romance fuera de este mundo, una época hermosa y una fotografía inigualable son elementos clave de este largometraje que sin lugar a dudas hace justicia a su título; Magia a la Luz de la Luna. Dirigida por Woody Allen, hombre del renacimiento del siglo XX, pues además de ser cineasta es comediante, músico, actor, escritor y guionista. Ha sido nominado 24 veces al Oscar a lo largo de su trayectoria, de los cuales fue galardonado con cuatro. Su nombre es sinónimo del buen cine, y produce una película cada año desde 1969, llegando a aproximadamente 50 películas, entre las cuales se encuentran Annie Hall, Manhattan y Medianoche en París. 6


¿No es suficiente que hayas abierto mis ojos a la dicha de vivir? Conquistaste mi mente. ¿También necesitas conquistar mi corazón? El ingenioso y un tanto cínico sentido del humor de Allen hacen de Magia a la Luz de la Luna una progresión divertida de diálogos, volviéndola una comedia romántica con mucho carisma. Su peculiar estilo que mezcla la magia y la fantasía con situaciones cotidianas te mantiene enganchado desde el primer minuto hasta el final. Situada en los maravillosos años veintes, en la Riviera Francesa, la película representa una época llena de glamour. La música jazz inunda tus oídos, y esos hermosos vestidos llenos de pedrería que usaban las mujeres de sociedad, junto con bailes elegantes, horas de té, salones exquisitos te sumergen en un mundo diferente. Un famoso ilusionista, con los pies bien fijos en la tierra, se entera de que hay una clarividente prestando sus servicios a una familia adinerada. Se le comisiona la tarea de desenmascararla, pues él es conocedor de todos los trucos que engañan la mente. Cuando llega a la hermosa mansión, se da cuenta del encanto que posee dicha joven, que tiene a todos en la palma de su mano. Su cinismo y racionalidad van cediendo conforme pasa más tiempo con la adivina, que hace que tenga una postura más esperanzadora ante la vida. Ella le demuestra que hay algo más allá de lo que la lógica y la razón han establecido. Nos enseña que la magia es real si creemos en ella y que la existencia no siempre tiene que ser monótona y gris, nosotros creamos nuestros propios cuentos de hadas.

Por Alejandra Pulido 7


Igor

entre el cielo y la Tierra

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atural, existencial, antropológico, experimental, visceral; con estas palabras comienza el viaje a lo profundo del arte fotográfico de Igor Nieto Joly, nacido en San Luis Potosí en 1984, de padre mexicano y madre francesa. Igor Nieto es un fotógrafo documental que explora al individuo, la búsqueda de identidad, sus entornos, la rapidez del siglo XXI en la que se desarrolla y los cambios a los que se enfrenta la humanidad, a su vez que su mirada íntima también se transforma, como el río en el que Heráclito algún día hundió sus pies. “No decido ser fotógrafo, simplemente tomo fotos, es algo que acompaña mi vida” así nos comenta él, a través de su obra, su persona y el momento en que Punto Muerto Fanzine lo entrevista, mientras una shisha en medio de la mesa arde. Nos habla del camino, lo mutante, el cambio constante, los panoramas que ha podido capturar en sus viajes por el mundo, desde la India hasta Francia pasando por las míticas highways de los Estados Unidos, y una de sus grandes pasiones: el territorio fronterizo, el México en los límites, a partir de estas experiencias, su curiosidad acerca de la conformación de la identidad se vuelve un punto neurálgico de sus andanzas y aquello con lo que ha podido escribir mediante la luz y la sombra con su cámara. Por motivo del lanzamiento de la agenda Inilhuicatl Intlalticpac:Between heaven and earth que recoge su extraordinario trabajo literario y visual, pudimos también adentrarnos en la compilación de su trabajo, donde habla de uno los elementos clave que conforman su visión artística; The pace of change is so rapid, in fact, that the process of chasing an elusive identity has become an identity of its own.

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El Sagrado Corazón, la Virgen de Guadalupe, el culto a la muerte, los rituales, la violencia, los colores, las drogas, la compasión de su gente, México y sus contradicciones. Igor Nieto Joly logra manifestar el núcleo místico y físico de un pueblo sagrado, nuestro pueblo. Cabe mencionar la serie fotográfica Liquid Lands, donde exploró desde todos los ángulos el Caribe, con fotografías coloridas de la vida en Puerto Morelos, desde calles, personas y detalles, como los pies de una mujer con un suelo turquesa debajo, provocando una bella sensación entre la estabilidad de hacer tierra y el inseparable opuesto de volar. La serie se volvió una exposición callejera, donde Igor colocó a lado de cada fotografía un mapa de la ciudad donde se podrían encontrar más fotografías y un código QR conteniendo links a música, artículos y documentales relacionados. Otra serie interesante llamada Los niños del futuro que puedes encontrar de forma digital en igornieto.wordpress.com, explora la idea de la infancia, los primeros pasos, un mapeo de la diversión, los vínculos y el mundo de aquellas generaciones que a penas comienzan

a nacer y crecer en este mundo que habitamos. Así como la serie Nosotros o One Human un desfile mágico de retratos donde la imagen explora al “otro”, mostrando rostros sorprendidos, inquisitivos, traviesos, cansados, sonrientes, serios, tranquilos; que aparecen y van conformando un compendio de individuos que dejan de ser extraños al lente y se vuelven testigos del que los retrata y viceversa. En su texto Meditación describió a San Luis: “no es el desierto a la orilla de la ciudad, es la ciudad en medio del desierto” y es verdad que esta ciudad mágica puede ser tan árida, pero en esta ocasión es el marco líquido en el cual podemos caminar al lado de un personaje como Igor y saber un poco de aquellos temas que le apasionan, le hacen crear, fluir. La metáfora del camino es su mayor herramienta, pues al final la transitoriedad de la vida es igual a la del viaje, pero en medio de esa vorágine es nuestro trabajo intentar encontrar lugares desconocidos, encontrar las fronteras, lo indefinido, ese sitio al que se entra generalmente solo y se sale condenadamente completo: nosotros mismos.

Por Bárbara Agustín 9


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UNA SOLA CANCIÓN:

Make Me a Pallet On Your Floor

s para escucharse una y otra vez, esta versión de Entrance del álbum Wandering Stranger. Para recordar a los que se han ido. Para echar una que otra lagrimita, para atacarse de la risa por sentir el amor universal. Una sola canción, con el poder de destrucción, reconstrucción etc. Make Me a Pallet On Your Floor, traducción aproximada: hazme una canchita/ camastro/ tarima/ catre (o algo así, al parecer el mundo no tiene muy claro cómo demonios traducir esa palabrita PALLET al español, usted disculpe) en tu piso. Bueno, qué difícil, al final creo que el joven en cuestión quiere compartir su humanidad con el objeto de su deseo, con su peor-es-nada, con la persona que desvela sus ensueños. Con su cocha pechocha como quien dice. Ok, olvidemos el asunto bochornoso de la traducción y pasemos a la carnita. El origen de dicha canción es un absoluto misterio, se presume que se compuso en el siglo XlX, y es considerada un estandarte del universo blues/jazz/folk. Músicos de la talla de Louis Armstrong, Odetta and the Blues, Bob Dylan (que Diosito guarde sano por muchos años más), Sandy Denny entre otros, contribuyeron con su versión de esta canción completamente adictiva.

BUENO, MEJOR QUE SEAN DOS CANCIONES:

Make Me a Pallet On Your Floor & Who Knows Where The Time Goes...Recordando a Sandy Denny considero un deber ciudadano, recomendarle también el bellísimo tune Who Knows Where The Time Goes (Quién sabe a dónde va el tiempo)

“Las estrellas mueren en tus ojos y se desvanece el espacio de tu voz mientras beso la flor que canta el cosmos.”—Edwin Mancera

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Con esa extraordinaria voz que poseía Sandy, tan melancólica. Que evoca momentos que han quedado en el pasado y toda la nostalgia que eso conlleva, o bien que transporta a momentos por venir, y toda la expectativa y emoción que eso provoca. No sé a ciencia cierta, pero seguro que esta canción linda salió en aquella serie tan bonita: Los Años Maravillosos, en donde el carismático Kevin nos relataba su infancia y adolescencia de tal manera que uno siempre acababa por sucumbir con un discreto lagrimeo al final de cada episodio. Delicada sacralización del pasado en su máxima expresión. La queridísima Sandy, ida demasiado pronto, tenía 31 años de edad al fallecer… Y sin embargo su voz se escucha tan cerca, se escucha como si la muerte no existiera durante los 5 minutos con 37 segundos en que uno se pierde con Who Knows Where The Time Goes. No sabemos a dónde va el tiempo, pero sí que sabemos con quién y cómo pasarlo, y que cuando llegue nuestro momento de partir, se rumore que el temor sucumbió ante la enormidad del AMOR. Del amor sin culpa, del amor simple, del amor difícil, del amor con chile y limón. Del amor sin tiempo.

Por Fernanda P. Cassel 12


LHASA DE SELA

Por Bárbara Agustín

uvo que perderse para llegar a nuestro lado, la mujer que colocaba su mano en la mejilla izquierda cuando cantaba. Porque interrumpir la facilidad del silencio era su mayor talento, arrastrar las palabras, nombrar las cosas y convertirse en eco total, Lhasa de Sela fue aquella que se puso de cara a la pared para cantarle al mundo una canción infinita. Algo muy cercano a la música que seguramente suena en los sueños, plagada de ritmos lentos e intensidad, el primer disco de Lhasa titulado “La llorona” (1997), fue la gran introducción de esta mexicano-estadounidense en la música. Entre sus instrumentos sobresalientes se encuentran el harpa, el saxofón, el contrabajo, violín y otros. Con canciones en un español muy particular, influencias de jazz, klezmer y rock, se disfruta también el tributo sutil que paga a la tierra mexicana de donde provenían sus raíces paternas, en los temas: La celestina, El desierto, Pa´llegar a tu lado y De cara a la pared. “The living road” (2003), el segundo álbum de estudio lo produjo en tres idiomas, en francés, inglés y español. En este material la complejidad musical se percibe en la distancia que toma la voz de las distintas armonías instrumentales. Un corazón latiendo debajo del agua, esa sensación se contagiaba de una de sus canciones más conocidas: Con toda palabra, cercana a un ruego, un poema, a la luz de tu cara, la luz de tu cuerpo. Lhasa pasó su infancia recorriendo las carreteras entre México y Estados Unidos, sus padres acondicionaron un viejo autobús escolar y junto con sus tres hermanas, vivieron sin electricidad, ni

“Las llagas de la soledad arden solo cuándo se les permite, la mayor parte del tiempo impulsa el deseo irremediable de besar la vida.”—Edwin Mancera

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Even lost & blind I still invented love

otros convencionalismos. Más tarde, a los 19 años, ella se mudaría a Canadá y visitaría frecuentemente a sus hermanas, quienes trabajaban en un pequeño circo en Francia. El tercer y último disco que nos regaló este ángel errante se titula simplemente “Lhasa” (2009), con temas cantados en inglés, llegando a la cúspide creativa, tanto en letras como música. Se escucha resuelta, decidida, casi en paz. Un año después, Lhasa partió de este mundo para murmurar su canto desde el núcleo de los misterios. Uno de los últimos testimonios de su voz fue capturado en video, gracias a un pequeño concierto que ofreció en un apartamento en Montreal, grabado de la mano de Vincent Moon (creador de La Blogothèque). El desfile de sus canciones: Bells, Love came here, Is anything wrong, Where do you go, mientras la pequeña audiencia allí reunida parece estar hipnotizada por la belleza de su interpretación, es un tesoro que guarda en la memoria sus características más precisas, ella era inspiradora, verdadera, entraba en trance al cantar. Lhasa de Sela conmueve tal vez por su tranquilo desgarro en la voz, por sonar despacito, casi murmurando, diciéndonos al oído algún secreto que con el tiempo podremos descifrar.

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Silencio polarizado Si prestas atención, y silencias todo ruido, ahí en el silencio, podrás escuchar el susurro de la calle: ondas que viajan perdidas, sin rumbo, casi difuminadas por completo y que en conjunto crean una tenue atmósfera estática. Quizá distingas una que otra sirena, un perro ladrando o el sonido del viento que se desplaza lento a lo largo de las calles, chocando en las esquinas y perdiéndose en el olvido. Muy en lo profundo de esta suma de sonidos, se encuentra mi voz llamándote, diciéndote te quiero.

Visita al maquinista Un castillo de mulas blancas es sopesado por la amante de los lirios. Anochece. El tiempo es amnesia y el maquinista se rige en su reino. Él no la nota. Mira con recelo una cana entre sus ojos y una mancuerna hecha con engranes. Llueve. Sólo se escucha el susurro de las máquinas y un suave golpeteo sobre las láminas. Exhaló un suspiro como cierre. Murió un aparato temporal.

Rodrigo Aguilera 16


La cama sueña conmigo y yo juego con ella. Las noches, la víspera de su abandono y el mío y el de ella Para cuando amanece el sol ya me llenó de luz y ese calor que agobia, avejenta y rabia. Cuánta calma entre las sábanas y las cobijas. ¡Cuánto calor hace en verano! Me destapo y la dejo hecha nada, arrojando las telas. Con desprecio. Empapada en sudor y en ella me seco. Luego regreso en las tardes cansada. De negarla. La miro y me tiendo. Luego la destiendo y la dejo así, sinvergüenza; para llegar a la noche y molestarme ¡Es su culpa! De ella y sólo ella Que me abraza y me encuentra.

Alejandra Irurzo 17


Igor Nieto Joly FotografĂ­a

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www.igornietojoly.com

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Naturaleza y Autogestión -Parte I.

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Por José Juan Betancourt Schwarz (2014)

ací con un eterno enigma incrustado en la mente. Desde la infancia, un cuestionamiento esencial guiaba mis más profundas reflexiones. Me situaba en algún punto de mi traspatio, veía alrededor y me preguntaba ¿Cómo diferenciar qué era humano y qué no? ¿Cómo distanciar a la naturaleza de mí? Al discurrir de los años, profundizaba en la relación entre lo humano y no-humano, la interacción entre las sociedades y sus entornos, la configuración de naturaleza y cultura. Por otro lado, mi propio contexto social e histórico condicionó mis intereses y preocupaciones: Un joven, estudiante en una universidad pública de un país en crisis económica, infestado de corrupción, invadido por la violencia, empapado en discriminación, con autoridades opresoras y con una creciente devastación ambiental. La gente reacciona, los pueblos de México exudan un deseo por autonomía y claman un respeto a sus culturas y naturalezas. Mi posicionamiento y mis condiciones sociales me empujaron a tomar acción, a involucrarme y a participar directamente y en colectivo en estas problemáticas para conseguir respuestas. Fue por ello que me introduje en la Sierra de Álvarez a explorar y conocer las áreas silvestres de mi alrededor. Un buen día -entre un sótano, un encinar y un claro- conocí a un agradable grupo de mujeres que manejaban un rústico vivero de reforestación. Desde ese día, y durante los siguientes dos años, me involucré hasta el cuello dentro de las actividades comunitarias de conservación de la localidad (asambleas, fiestas populares, construcción de represas, limpieza de zonas silvestres, reciclaje de residuos, agricultura ecológica, siembra para reforestación, plantaciones forestales, manejo hidrológico, entre otras). El simbólico sitio lleva por nombre Valle de los Fantasmas. Su toponimia mística no hace mérito a lo misterioso y atractivo de su paisaje, a los personajes ficticios que moran las robustas arboledas exudando brilloso color blanco, a las estructuras rocosas que se imponen antañas, a los hongos extravagantes y las hierbas olorosas. Este lugar representó para mí un espacio de unión entre comunidades, familias, regiones, especies, personas, amigos, mi sangre, mentes y corazones. Una fuente interminable de conocimiento humano y natural. Y por qué no, hasta el perfecto rincón para un épico romance. Fue a través de esta experiencia que construí el conocimiento necesario para compartir mi aprendizaje y reflexiones sobre naturaleza y política. Redacté y publiqué –y aquí difundo- una Tesis de Investigación desde la Antropología. Descubrí que la conservación de los recursos naturales repite nefastos patrones de dominación del Estado, como las relaciones verticales, jerárquicas, tecnócratas y centralistas y que causan una dependencia económica y un paternalismo político. Pero éste resiliente grupo de trabajo defendió su fuerza para empoderarse sobre sus proyectos, su medio, su comunidad y renegociar con el Estado.

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“Y transfrontera va Por Julio Trino Blanca Vergara ...y yo aquí, querido, alimentándome de mi tamal frío, necesitando el sol que no llega a cuajar pero que emerge y se derrama en el bosque de nubes de mi cabeza de mujer, atrapada en la necesidad fotosintáctica; sin plan alguno buscando se retuerce. ...pero yo no puedo. La humedad latente del cuarto oscuro me destruye porque sabes bien que le tengo miedo a la soledad, puesto que en ella nadie me ve y soy presa de mi mentira. En todo momento siento que no soy normal y que realmente nadie acarició el cachorrito que tenía en mi regazo. Hombros de juguete de nuestra pequeña coartada en aquella última noche mantenida en vilo. Totalmente exhausta, más no la madeja de piel esquiva porque yo... ... solía limpiar y cocinar para ti pero ahora todos los enseres están muertos y la mugre, cálida, es bienvenida. El monto que mandas no basta para saciar el daño que tu poderosa ausencia me impone. No sabes nada de la tristeza de mis turbias caderas huecas. Ni de la disentería de mis vestidos coloridos y las caricias nacaradas. No hay salida hacia la calle en este ser petrificado. Me come la calamina, me carcome la cumbia... ...mi madre piensa que estoy loca como mi tatarabuela Gertrudis. Achaca a la genética el mirar torvo que me deforma los rasgos cuando enfado, anhelo chillar y llorar implosionando, pero no en este cuarto, sola con labial. No en este cuarto latente oscuro. La tuya directamente se pudre en la basura que es vivir con tu padre y sus múltiples mascotas. La cría nada sabe, como tú. Pero me estremezco ante ella y mis deseos de manipularla, de no hacerla punto cero, de verterme toda estricta. Lo que no soy conmigo: mujer padre y madre a la vez. Araño mis pechos con rabia, escupo en mi concha sufriendo por ello. Las mujeres no somos coquetas por naturaleza, olvídate... ...y recuerda que estarás con otras, más lindas, pilas o equilibradas. Pero saliste de mí y te volveré a meter dentro. Lo saben los apus y los vientos; las quebradas, mis mellizas lisiadas por las que salgo a correr en mis noches. Te cuento también que las flores de la toalla están mustias. Que el tigre de la frazada apesta. Y, para sorpresa segura, que ya no me gustan estas cortinas...”

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Sobre Nubes

II— Exploradoras. Segunda parte.

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igo caminando por el museo y mi corazón late más rápido (Chris Marker habla de la lista de ‘cosas que aceleran el corazón’), mientras me encuentro con otra serie de Henrot que para mí, una vez más, lo explica todo: “Is It Possible to be a Revolutionary and Love Flowers?” ¿Vieron ahí al Universo en acción como yo? En esta serie Henrot traduce al ikebana (es decir, en arreglos florales) a las líneas de sus libros favoritos como El Príncipe y El Origen de las Especies, “conectando así el lenguaje de la literatura con el igualmente complejo lenguaje de las flores”. Piensa en la sensación que llega cuando entras en contacto con algo, tal vez por primera vez o ya perdiste la cuenta, y de repente, como un switch, lo entiendes. Un conjunto de fortunas te hacen comprender algo que no habías visto anteriormente. Una nueva palabra que llegó a ti y que puedes sentir que se va a quedar. Lo sabes. Y se va a grabar en todo. Se siente como todo. TODO. No, aún no lo es todo. Pero es un principio.

En ese mismo viaje, un poco antes, tomé (por cuestión de suerte) un taller con Stephanie Posavec, una ilustradora de datos. Se hace llamar así porque define algoritmos (una serie de instrucciones) de manera “artesanal” y va dibujando a partir de ellas la información que usa como materia prima, en otras miles de listas y apartados. En sus muchos proyectos habla sobre conexiones –de palabras y libros, interacciones de parejas en Facebook que luego convierte a pasos de baile, biografías de políticos o comediantes– hay una que me encanta en particular, A Flowering Theory, en la que Posavec analiza la estructura gramatical presente en la conclusión del Origen de las Especies de Darwin y lo transforma en una ilustración botánica hecha con tela, costuras y colores pastel. Un texto científico y sumamente revolucionario detonándose a poesía, a mil cosas más. Con toda proporción guardada, ¿te puedes imaginar cuando Calvino aprendió a tomar un lápiz? ¿Cuál habrá sido la primera palabra que 31


Is It Possible to be a Revolutionary and Love Flowers?”

puso en papel? ¿O la primera vez que Darwin vio un animal o puso un pie en el Beagle? Antes había sido un no-muy-exitoso estudiante de medicina y después, no por mucho, un aspirante frustrado a pastor anglicano. ¿Cuáles habrán sido esos pequeños conectores y puntos de luz que fueron cambiando y definiendo? Si al final todos somos licuadoras, cada momento es ingrediente potencial. Un día después, escuché a Giorgia Lupi, hablaba sobre sus procesos y de su estudio de Diseño de Información, Accurat, en una conferencia que dio y llamó The Shape of My Thoughts, donde, de manera muy intima, explicó la importancia de sus dibujos y garabatos (ya que siempre van a empezar en bruto) para realizar su trabajo y cómo para la toma de decisiones estéticas prefiere no inspirarse en otras visualizaciones de datos, sino en voltear a ver todas y cualquier otra parte. Su trabajo puede girar alrededor de temas como finanzas, política, salud, deportes, libros y compositores, por pensar algunos, pero también puede inspirarse 32

de ellos. Guarda obsesivamente en Pinterest sus propias listas de imágenes que le inspiran, de todo. Lupi cree que el enriquecer y “decorar” su trabajo de todo esto atrae la atención de nuevos lectores y puede ayudar a detonar su curiosidad para explorar más. “Why shouldn’t our reader be able to find [work] both intellectually compelling, and rigorous data-wise, but also emotionally and ornamentally rich?” Son ellas y muchas más, siendo incisivas y femeninas a la vez (para mi van desde Matilda, Clarissa o Harriet, tal vez). Explorando espacios, referencias, disciplinas y su alrededor. Y es que todo es parte de este proceso de exploración y recepción: observar, recolectar, conectar, de ahí ir construyendo. Observar otra vez. Acumular, como nubes. Dejarse guiar por el Universo. Interpretarlo. Tratar de hacer cosas. Estar dispuesta a explotar y recombinar. Flotar. Dibujar. Y que nos sigan gustando las flores.

Por Isabel De Lara


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EL HOMBRE QUE MAPEÓ EL CIELO NOCTURNO DE SAN LUIS

-Por Blakely Morales Cruz

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as calles se han convertido en trincheras, París está sitiada por el ejército alemán; es el año 1870 y la Guerra Franco-prusiana, ha estallado. Un niño de seis años sale de su casa a buscar algo para comer. Recorre calles y avenidas entremezclándose con los soldados, observa confundido el ambiente; es hijo único y se llama Auguste François Gerling Ruze. De pronto, los obuses comienzan a surcar el cielo, Alemania ataca. La ciudad arde; Auguste corre a encontrar un lugar seguro; sobrevive. Regresa a su casa después del bombardeo entre los gritos y llantos por los caídos, cuando llega, la encuentra destruida, y a sus padres muertos. El niño se ha quedado solo y llora por lo irremediable; su condición en el mundo es ahora todavía más incierta. Al paso de las semanas el conflicto bélico empeora, pero afortunadamente para Auguste, una adinerada pareja inglesa, amigos de la familia, se enteran de su situación y se lo llevan a vivir con ellos. En poco tiempo, y con la ayuda de sus nuevos padres, el niño comienza a viajar por el mundo superando el trauma de la guerra. Viajando se interesa por aprender idiomas hasta llegar a dominar catorce. Viajando Auguste se vuelve grande, llega a Alaska, de Alaska baja a Canadá y después a Nueva York; ahí escucha hablar de la riqueza minera de México y se entusiasma. Así, Auguste llega a Zacatecas para comprar minas. Es 1900 y está convertido en un empresario minero. Ese mismo año conoce a María Lidia del Castillo Montañéz, su esposa; tienen nueve hijos. El último de ellos, Edmundo Gerling, es quien recuerda esta historia. “Mi papá tenía literatura de muchos países, viajó mucho por Europa y el mundo tratando de aprender idiomas. Había hasta de árabe, chino y japonés en su biblioteca” Narra Edmundo sentado en un antiguo mueble en la sala de su casa en San Luis Potosí, tiene 93 años al momento de esta conversación. La explosión de aquél obús que mató a sus abuelos, solo puede comprenderse si se ve como la explosión renovada y constante de una estrella a millones de años luz de su nacimiento, y del polvo que ahora se ha convertido en Edmundo, a quien ya le tiembla la voz.

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A los doce años Edmundo terminó la primaria, pero fue hasta los catorce cuando entró a la secundaria. Esos dos años fueron de flojera, confiesa, pero también de descubrimientos. Entre los libros de su padre, había dos que llamaron su atención, eran de astronomía, uno en inglés con fotografías, y uno en francés. Ambos los leyó pero su favorito es el segundo: Astronomie Populaire de Camille Flammarion: un libro hermoso de pasta dura, con ilustraciones hechas a mano con trazos muy finos. “Ese libro lo lanzó en 1888, era un libro viejo pero traía conocimientos básicos a pasto. En la cuestión de los cometas, ya hablaba

Foto: Alberto Martínez

El ingeniero, y de fondo su telescopio.

La historia de Auguste François, la cuenta por ser inevitable hilo conductor para la razón por la que lo fuimos a buscar; de no haber sobrevivido Auguste, los ojos de Edmundo no resaltarían tan vívidos en su ahora vetusta figura, y tanta gente sin saberlo, lo lamentaría. II Siendo Edmundo el último de una familia extensa, su soledad y el aislamiento respecto de sus hermanos fue notable. Cuando tenía apenas cuatro años, el segundo de aquellos ya era vicerrector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; en alguno de los velorios paternos, incluso, Edmundo recuerda con tristeza haberse sentido separado, particularmente solo. Su independencia, nobleza y determinación, le vienen dadas de su madre, a quien recuerda cariñosamente como una mujer muy bella. La convivencia con su padre fue sustancial, de él obtuvo la habilidad para aprender idiomas, y todavía más: para enseñarlos.

de que el sol tenía una fuerza desconocida que obligaba al comenta a evaporar mucho de su material y extendía hacia atrás una cola, la famosa cola cometaria. Y dice que más adelante será posible que la gente pudiera saber de qué estaba hecha esa cola”, narra apasionado. Es esa pasión y su paciencia, lo que generaciones de alumnos y alumnas recuerdan como lo más valioso de su carrera académica. En 1945, egresó de la UASLP como Químico Metalurgista, pero desde un año antes, ya daba cátedra nocturna de inglés en el Instituto de Idiomas, de la que se alejó hasta el año 2001. También desde el año 45 ejerció su profesión en la Fundición de Morales, con la compañía Asarco, hasta 1985. En todo ese tiempo, Gerling nunca dejó de estar enamorado de la bóveda celeste, “En la Fundición de Morales había un súper intendente que sabía que me gustaba la astronomía y a él también, un señor americano, y a veces platicábamos un poquito; un día me llevó un libro que decía “Cómo hacer su telescopio” y lo comencé a leer. Luego él mismo me dijo: Si quiere váyase consiguiendo material; consígase dos discos de vidrio en la vidriería, que se los

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dejen torneados al mismo diámetro y yo le doy esmeriles para que usted aprenda” Y a base de esmeriles y agua, con un disco de fierro y un cajón de madera, en 1965, Edmundo construyó su primer telescopio reflector. “Primero de grano muy grueso (los esmeriles), van bajando la medida del diámetro hasta que queda como talco impalpable; el disco lo sujeta al cajón con su tapa, lo atornilla bien de manera que no estorbe al vidrio que va encima, le espolvorea el esmeril más grueso, le echa tantita agua, con el dedo lo llena con lodito del abrasivo, y luego comienza por la astilla, por una orilla y el centro del de arriba; entonces el centro del de arriba va tocando la orilla del de abajo y usted va caminando alrededor, alrededor, da pasos, da pasos, sin dejar de tener este movimiento (círculos sobre el vidrio); así como rectas que describe el de arriba con su centro, describe rectas contra el de abajo, entonces el de abajo se va haciendo convexo y el de arriba cóncavo. El cóncavo es el que sirve para ver el cielo” Con su telescopio se podía observar hasta la Galaxia del Sombrero, a 400 mil años luz de distancia. “Es que el centro de la galaxia forma la copa, es el centro donde hay mayor concentración de estrellas, y las que están alrededor forman el ala del sombrero, ese nombre se lo dio un investigador alemán hace ya mucho tiempo”, ilustra. III Desde su época de universitario, los maestros saludaban a Edmundo con un “¡Qué tal, ingeniero!”, lo que lo confundía,

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pues él era más bien Químico. Pero así se le quedó, aunque por algún tiempo puso resistencia; ahora confiesa que preferiría que eso no se supiera, pues ya es motivo de orgullo para él que le digan ingeniero. Pero aún sin el título oficial, Edmundo es ingeniero de sus telescopios; fabricó siete, de los cuales conserva dos. La Facultad de Ingeniería, sabiendo de su amor por la ciencia de las estrellas, lo invitó a impartir un curso abierto en 1979, junto a su amigo, también amante de la astronomía, el doctor Agundis Oliva. Pero Agundis, que era oftalmólogo, tuvo que dejar el curso para atender los pacientes que dejó el doctor Salvador Nava, cuando éste se avocó a la política. Así que el ingeniero Gerling se quedó solo recibiendo a generaciones enteras de curiosos de todas las edades, que pagaban cinco pesos al mes por el curso; entre estudiantes, doctores, comerciantes, hombres y mujeres, el ingeniero organizaba salidas de observación por el rumbo de la carretera a Guadalajara, pasando Escalerillas, donde un grupo de cerros filtran la luz de la ciudad. Andando por aquellos lados, Gerling pudo observar la nebulosa Cabeza de Caballo; lo que le llenó de emoción pues según algunos astrónomos, aquél que logra verla es alguien muy afortunado. Pero lo de Gerling no solo fue buena suerte o fortuna. Dedicaba noches enteras a su observación. Con sus telescopios, hizo varios mapas astronómicos del cielo de San Luis, mapas que luego repartía en el curso. Uno de sus


alumnos, de nombre Alberto Martínez, compartió para este fanzine copias de aquellos mapas. “Somos un instante. Si estamos hablando de que la tierra tiene 4 mil 600 millones de años de existir y el universo millones y millones y millones de años, y si nos comparamos con eso, pues es un instante”, argumenta Alberto; la astronomía y el ingeniero Gerling le cambiaron la vida. “Él se apasiona tanto que casi todo lo que te dice es exacto, era tan claro que no dejaba lugar para preguntas (…)casi todos sus alumnos éramos similares pues puedes imaginarte que no es un accidente, puedes imaginarte que realmente él dejó algo sembrado en nosotros, sembró algo que está cosechando” dice Alberto conmovido. Alberto es fotógrafo de uno de los medios más influyentes de la ciudad de San Luis Potosí, es un hombre honesto, sensible y bien intencionado, que sonríe a pesar de lo demandante y apesadumbrado que puede resultar su trabajo; la curiosidad - a la que el ingeniero Gerling abonó- hace implosión dentro de su cuerpo y se expresa precisamente en su personalidad; quizá no sea el mismo Gerling quien ahora cosecha como dice Alberto, quizá sean los mundos que habitan las generaciones de alumnos de aquél curso de astronomía. “Antes no apreciábamos el universo como actualmente, entonces la palabra vida adquiere un sentido nuevo; y yo les decía a mis alumnos: estudie un curso de astronomía, y usted cambia de manera de pensar”, así respondió Gerling cuando le pregunté qué es la vida. “Uno trata de elaborar sus propias ideas; pero la vida es un estado en que el hombre de buen corazón considera la vida como el lugar a donde puede desparramar su amor, porque no hay nada como el amor en este mundo y no en vano nuestro señor Jesucristo dijo Amaos los unos a los otros, qué sentido adquiere la vida con estas palabras (...) Yo no sé, pero tengo necesidad de Dios porque es un concepto magnífico, en que no estoy solo (…) y para saber qué es el amor hay que sentir su pérdida, y estar casado con la mujer más hermosa del mundo” En un homenaje a su persona, el año pasado, en la Facultad de Ingeniería se inició el Grupo de Divulgación Astronómica “Ing. Edmundo Gerling” (al que cualquiera puede acercarse), en honor al hombre que es considerado como fundamental en el florecimiento de esa ciencia en San Luis Potosí. Edmundo Gerling dice que el homenaje le pareció exagerado, que él sólo hizo su trabajo. Pero cuando un hombre enseña a generaciones a observar el cielo para mirar hacia dentro de sí mismas; cuando un hombre se convierte en estrella, y hace explotar la curiosidad con su conocimiento y sus historias, como la renovación constante a millones de años luz de nuestra explosión fundante; como la explosión de aquél obús en París; ese hombre trasciende, se vuelve eterno.

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Repletos

“Y el viento canta los consejos que los árboles sabios alguna vez pronunciaron”—Edwin Mancera.

de nada

CÓMPRATE un traje

C

ómprate un traje y un escritorio muy grande, aprovecha, decóralo con el juego de péndulos cromados que todo ejecutivo importante debe tener junto al teléfono. Renta esa oficina en el edificio nuevo y paga para que te entrevisten muy seguido, verifica que hablen bien de ti; que exageren tus insignificantes logros y hasta tus planes más improbables. Compra algunos cuadros decorativos, a menudo se tratan de manzanas y vienen divididos en tres bastidores para armonizar con tu sofá. Anda, compra también una pluma suiza, aunque sólo la uses para firmar documentos que no redactarás. Compra algunas compilaciones de música clásica y finge que realmente

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te gusta, que creciste escuchándola; compra de paso un par de libros y aparenta que los entendiste. Procura donar migajas a los pobres y tomar fotografías de lo mucho que te agradecen el gesto, lucirán bien en las páginas de la misma biografía que algún día mandarás escribir y en la cual no aparecerán las pruebas de aquel peculado que te volvió tan próspero. Viaja, viaja mucho por el mundo a través de oportunos paquetes de agencia, conoce lo que los países quieren que conozcas de ellos y disfruta la fachada turística. En serio, cómprate un traje y ajústate bien la corbata; seguramente lograrás engañarnos casi tan bien como a ti mismo.

Roberto Castillo Rocha

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| Fernanda p. cassel |

| Bárbara Agustín |

| José Juan B. Schwarz | | A lejandra Pulido |

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| Edwin Mancera |

| Blakely Morales Cruz |


| A lejandra Irurzo | | Julio Trino B. Vergara |

| Isabel De Lara |

| Otros Créditos |

| Roberto Castillo Rocha |

Arte en portada y secciones: Diáfana (Montserrat Álvarez) moondaynoon.tumblr.com Invitado en Poesía: Rodrigo Aguilera Invitado en sección de Fotografía: Igor Nieto Joly Colaboración de Alberto Martínez *Agradecimiento especial a Edmundo Gerling por concedernos tan especial entrevista. Diseño Revista- Isabel De Lara ©

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