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DEMOCRACIA

Mtro Said Vázquez

Afinales del siglo pasado, es decir, hace más de veinte años, el sociólogo francés Alain Touraine, previendo el desgaste de la modernidad se preguntó ¿Podremos vivir juntos? El modelo clásico de la modernidad estableció la libertad del individuo.

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“El ciudadano es el hombre libre porque es definido por la ley que le reconoce el derecho de contribuir a la voluntad general”, (Touraine, 1998: 28) La organización social fundada en la racionalidad permite el desarrollo de las necesidades de lo colectivo y lo individual. La razón puede imponerse a la pasión

La sociedad moderna favoreció durante mucho tiempo la correspondencia entre el individuo y las instituciones, porque afirmaba el valor universal de una concepción nacionalista del mundo. (Touraine, 1998: 28)

La modernidad permitió al individuo incorporarse a lo universal, rompió con la visión religiosa creando un mundo regido por las leyes naturales que descubre la ciencia. El entorno del mundo moderno se hace más grande en conocimiento, en libertades por lo tanto en inclusión, pues los Estados (heterogéneos) se conformaron a través de las naciones (homogéneos) así la diversidad cultural puedo establecerse gracias a las leyes y la razón.

Para el sociólogo francés, el mundo moderno está en riesgo por la desmodernización, el proceso en el que el mundo de libertades, igualdades, democracia y pluralidad se desvanecen frente a las ideologías y nacionalismos.

La democracia fue destruida por regímenes autoritarios que se decían populares o populares, debemos definirlo en primer lugar por las libertades públicas y personales que limitad la arbitrariedad del poder (Touraine, 1998: 239)

Una democracia que no protege la libertad de las instituciones la libertad de opinión y elección siendo incapaz de responder a la demanda social de igualdad o equidad la democracia entra en crisis.

La historia de la democracia es la de la lucha entre la idea de democracia directa y la de la democracia representativa. La primera parece más popular y la segunda más política; pero es inverso.

La idea de poder popular o democracia directa tomó el relevo de la idea monárquica y alimentó la mayor parte de las ideologías autoritarias. No es cierto, a la inversa, que la democracia representativa abandone los partidos políticos una autonomía que éstos habrían transformado las más de las veces en independencia y hasta dominación. (Touraine, 1998: 241)

Lo mejor en términos sociales es cuando se forman movimientos sociales a los cuales los partidos políticos se subordinan, mientras que el poder popular suscita manifestaciones de adhesión o rechazo al poder político que se mantiene por encima del interés social.

Bibliograf A

Alain Touraine, ¿Podremos vivir juntos? La discusión pendiente: El destino del hombre en la aldea global, FCE, México, 1998.

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