Qué nos quieren imponer La nueva Ley Antitabaco que propone el Gobierno es también conocida como un “proyecto a la española”, porque repite el rigor de la normativa prohibicionista que entró en vigor a principios de 2011 en España y que prohíbe el consumo de tabaco en espacios públicos cerrados de todo tipo. Entre sus puntos principales, establece las siguientes restricciones: 1. Prohibición para fumar en lugares públicos abiertos o cerrados. Esto terminará con las áreas separadas para los fumadores, como actualmente dispone la actual ley vigente respecto a lugares de entretenimiento y ocio para personas adultas, que pueden contar con espacios cerrados o salones para fumadores. 2. Restricción para el consumo del cigarrillo en plazas o lugares públicos frecuentados por menores de edad. Además, se prohibirá la venta de tabaco en lugares cercanos a colegios. Esto también incluye el consumo en estadios, gimnasios y otros espacios públicos. 3. Eliminación de la publicidad asociada al consumo del tabaco, contemplando referencias y alusiones al cigarrillo y la realización de publicidad encubierta en medios de comunicación. El endurecimiento de la ley hacia el acto de fumar en los espacios públicos llevaría a un aumento en el consumo intradomiciliario, como lo señala el 58% de las personas consultadas en el estudio realizado por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga). Por su parte, los empresarios de bares y restaurantes han tildado este proyecto como contrario a las actividades del sector, porque no toma en cuenta la tremenda inversión, de más de US$115 millones, que tuvieron que realizar para responder a los requerimientos de la actual legislación, que estipuló El argumento de que el principal objetivo de esta prohibición es resguardar la salud de los trabajadores que están expuestos al humo del tabaco ha sido rebatido con la evidencia aportada por el estudio desarrollado por Achiga en mayo de 2011 en bares y restaurantes de la Región Metropolitana, que demostró que los tiempos máximos de exposición de los trabajadores al humo de tabaco en locales con separación de ambientes son menores al 8 por ciento de su jornada laboral. La experiencia internacional en la aplicación de legislaciones igualmente restrictivas a la que se quiere imponer en Chile ha arrojado fuertes pérdidas en el sector de ocio y entretenimiento. En Escocia las pérdidas económicas fueron del 10%, en Australia de más de un 40%, mientras que en España llegaron