ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES | ARTÍCULO ILUSTRADO N°4 AÑO N°1
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MES DEL CORAZÓN
EDITORIAL
Les damos la bienvenida al artículo ilustrado sobre las Enfermedades Cardiovasculares, conmemorando el Mes del Corazón, con la información de la Clínica Universidad de Navarra. En la revista se pudo crear la sección, pero consideramos que fue algo incompleto y quisimos crear una guía completa sobre las enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades contenidas en éste artículo serán las siguientes: • Arterioesclerosis • Arritmias • Hipertensión arterial • Infarto al miocardio Para cada una de éstas enfermedades sabremos sus causas, síntomas, diagnóstico y su tratamiento. Pero, hay mucho más. Para las personas que ya han tenido un infarto y estén en el período post-infarto, tienen que aprender a cuidarse. Les entregaremos una serie de tips para que puedan convivir con él hasta su restablecimiento físico y social. Además, podrás ver todo sobre la rehabilitación cardíaca, que te ayudará a sobrellevar la nueva vida después del infarto. Finalmente, podrás aprender sobre cómo actuar frente a una emergencia, si un familiar o persona está sufriendo un infarto. Compártelo en las redes sociales para motivarnos a realizar más trabajos como éstos. Importante: estos artículos no reemplazan la atención de un especialista.
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Arterioesclerosis: una señal de que algo va mal En éste artículo, con información perteneciente a la Clínica Universidad de Navarra, veremos qué es la arterioesclerosis, cómo se produce, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento. Esperamos que te guste y que sigas leyendo ésta sección de la revista. La arterioesclerosis por lo general causa estrechamiento (estenosis) de las arterias que puede progresar hasta la oclusión del vaso impidiendo el flujo adecuado de la sangre por la arteria así afectada. Suele empezar después de los 20 años y crece poco a poco a lo largo de la vida. Es una enfermedad caracterizada por el desarrollo de múltiples lesiones focales, llamadas placas de ateroma, en la pared de la aorta y las arterias de mediano y gran calibre. Esas placas tienen un núcleo central blando de color amarillento, formado por lípidos (colesterol) y cubierto por una placa fibrosa. Normalmente sólo ocupan una parte de la circunferencia de la pared arterial, en forma de parches. Con el tiempo, estas placas pueden llegar a calcificarse y se puede ver el calcio en un TAC torácico. Las placas se pueden romper o ulcerar. En estos casos se pone en contacto el contenido de las placas con la sangre y se puede formar un trombo (coágulo de sangre), que si ocupa todo el interior de la arteria, bloquea totalmente el riesgo sanguíneo de la zona del corazón que depende de esa arteria.
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MES DEL CORAZÓN ¿Cuáles son las causas?
¿Cuáles son los síntomas?
Para que se inicie la formación de una placa de ateroma es preciso que dentro de la pared arterial penetren sustancias y células que están en la sangre.
Los cuadros clínicos que pueden presentar las personas con aterosclerosis complicada dependen del órgano que está irrigado por esas arterias.
En condiciones normales, eso no sucede, porque la sangre está separada de la pared arterial por una barrera que es el endotelio.
• Cuando la obstrucción afecta a las arterias cerebrales pueden aparecer desde ataques de isquemia cerebral transitoria, hasta un accidente cerebrovascular agudo o ictus, con secuelas más o menos permanentes. • Cuando la obstrucción afecta a las arterias renales, puede facilitarse el desarrollo de insuficiencia renal o aparecer hipertensión, que en este caso sería secundaria a la insuficiencia renal. • La obstrucción de las arterias de las extremidades inferiores puede dar lugar a claudicación intermitente, que se caracteriza por la presencia de dolor muscular en pantorrilas, desencadenado por la marcha y que obligan al paciente a pararse durante un momento, hasta que le deja de dolor, por eso se llama “la enfermedad de los escaparates”. • La presencia de lesiones ateroscleróticas complicadas en la aorta favorece el desarrollo de aneurismas, que pueden no dar síntomas o producir muerte súbita por rotura del aneurisma. • La presencia de lesiones por aterosclerosis en las arterias coronarias (las que llevan riego al corazón) da lugar a angina de pecho (oclusión parcial), infarto agudo de miocardio (oclusión súbita total) o insuficiencia cardíaca.
Actualmente, se sabe que diversos factores pueden dañar de tal modo el endotelio que éste deja de actuar como una barrera. Esos factores son conocidos como factores de riesgo de arterosclerosis Los principales factores de riesgo modificables son cuatro: • La hipertensión arterial (presencia de cifras de presión arterial superiores a 139/89 mm./Hg.). • La hipercolesterolemia (existencia de concentraciones sanguíneas de colesterol superiores a 200 mg./dl.) y la hipertrigliceridemia (existencia de concentraciones sanguíneas de trigliceridos superiores a 150 mg./dl.) • El tabaquismo. • La diabetes mellitus. Existen otros factores modificables como la edad avanzada, el sexo y la herencia. Aunque tanto hombres como mujeres sufren aterosclerosis, los hombres la sufren 10 años antes que las mujeres. ¿Cuáles son los factores de riesgo?
Los principales factores de riesgo modificables son cuatro: • La hipertensión arterial • La hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia • El tabaquismo. • La diabetes mellitus En los últimos años, se ha demostrado que otros factores también contribuyen al desarrollo de la arterosclerosis. Es el caso de la obesidad de predominio abdominal, el sedentarismo, el estrés psíquico y la dieta inadecuada (con muchas grasas saturada). PÁGINA 4
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¿Cómo se previene? La mejor manera de combatir la arterosclerosis radica en su prevención. Para ello se debe actuar a tres niveles. En primer lugar hay que llevar una vida sana, lo que significa: • Seguir una dieta cardiovascular saludable (evitando las grasas saturadas y el exceso de calorías, y favoreciendo el consumo de aceite de oliva, verduras y frutas). La más recomendable es la dieta mediterránea. • Hacer ejercicio físico habitualmente (cada día se debe caminar no menos de una hora o correr suave, nadar y andar en bicicleta un mínimo de media hora). • Eliminar el consumo de tabaco de manera total y definitiva. • Procurar eliminar las situaciones estresantes de la vida cotidiana o, cuando no sea posible, vivirlas con una perspectiva positiva y mínimamente autolesiva. • Las personas con hipertensión arterial y/o hipercolesterolemia han de seguir tratamiento con fármacos antihipertensivos y/o hipolipemiantes de forma continuada, para mantener cifras de presión arterial por debajo de 139/89 milímetros de mercurio (mm./Hg.) y cifras de colesterol total inferiores a 200 y miligramos por decilitro (mg./dl.). El ideal es tener una cifra de colesterol LDL por debajo de 115 mg/dl. También se debe llevar un buen control de la diabetes. En los casos en los que ya han surgido manifestaciones clínicas, el médico indica el tratamiento para cada caso individualizado, a la vez que recomienda medidas de prevención secundaria (por ejemplo, aspirina a bajas dosis) destinadas a impedir la aparición de nuevas complicaciones
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MES DEL CORAZÓN Diagnóstico de la Arterioesclerosis La arterioesclerosis tarda mucho tiempo en dar manifestaciones clínicas. Por ello, es preciso detectarla precozmente, antes de que las placas de ateroma se compliquen y produzcan un daño irreversible en algunos órganos. Se deben hacer exámenes periódicos de salud (chequeos vasculares) desde los 40-50 años, especialmente, en aquellas personas con antecedentes familiares de enfermedades causadas por ateroesclerosis. En esos chequeos se presta una importancia especial al estudio de los factores de riesgo cardiovascular. Además, a través de los análisis, también se evalúan determinados marcadores de daño vascular. Con toda la información recogida en un chequeo vascular, se puede calcular de forma aproximada el riesgo de cada persona. Por ejemplo, se puede predecir con gran fiabilidad el porcentaje de posibilidades de presentar un infarto agudo de miocardio a lo largo de los 10 años siguientes. También se puede calcular la edad vascular de cada paciente. Por ej. un fumador de 40 años puede tener una edad vascular de 60, por tener una ateroesclerosis propia de personas de esta edad. Tratamiento de la Arterioesclerosis Como los medicamentos no pueden limpiar las arterias obstruidas, una arteria coronaria muy estrechada podría necesitar otro tipo de tratamiento para mejorar la calidad de vida del paciente. Una opción es la angioplastia coronaria percutánea, que consiste en la dilatación de la arteria estrechada, casi siempre seguida de la implantación de un stent. Angioplastía coronaria La angioplastia coronaria percutánea es uno de los tratamientos más eficaces para mejorar a los pacientes con isquemia o cardiopatía isquémica. El procedimiento consiste en dilatar una o más arterias coronarias mediante un catéter, en cuyo extremo distal porta un balón que se infla al llegar al lugar obstruido, permitiendo que la luz (el interior) del vaso en ese punto aumente su diámetro y se restaure de nuevo el flujo sanguíneo normal.
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MES DEL CORAZÓN El catéter se introduce mediante punción por la arteria femoral o por la radial (en la muñeca), desde donde se conduce hasta la arteria coronaria. Los stents Los stents son dispositivos metálicos de diferentes diseños. Se introducen en las arterias coronarias de forma percutánea (mediante una punción en la arteria femoral o radial) para corregir un estrechamiento del interior de luz de la arteria debido a un trombo o a una placa de ateroesclerosis denominada ateroma. Se utilizan aproximadamente en el 96% de las angioplastias. Existen diferentes tipos de stents: • Stents farmacoactivos: es el material más avanzado para tratar la cardiopatía isquémica. Proporciona excelentes resultados y su éxito reside en la reducción de la tasa de reestenosis (la reproducción del estrechamiento de la arteria). Libera la dosis exacta de fármaco que limita el exceso de crecimiento de tejido dentro de la arteria. • Stents metálicos: no llevan fármacos incorporados para evitar el crecimiento del tejido. Hay ocasiones en que está indicado usarlos debido a que el paciente no tolera la medicación que debe tomar después de la implantación de un stent farmacoactivo a lo largo de un año.
Esquema de una angioplastía
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Arritmias: cuando el corazón pide auxilio En éste artículo, con información perteneciente a la Clínica Universidad de Navarra, veremos qué son las arritmias, cómo se producen, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento. Esperamos que te guste y que sigas leyendo ésta sección de la revista. Una arritmia es una alteración del ritmo cardíaco. Este se divide en dos fases: diástole, el músculo cardíaco se relaja y la cavidad se llena de sangre, y sístole, el músculo se contrae y expulsa la sangre al torrente circulatorio, manteniendo el flujo sanguíneo y la presión arterial. Este proceso ocurre de una manera regular y rítmica, al estar gobernado por un sistema eléctrico denominado sistema de excitación y conducción. Cuando se altera ese sistema, aparecen las arritmias o trastornos del ritmo cardíaco. Existen dos grandes grupos de arritmias, las arritmias lentas o bradiarritmias y las arritmias rápidas o taquiarritmias. También se consideran arritmias los latidos prematuros o extrasístoles. Por su repetición, se pueden dividir en crónicas (permanentes) o paroxísticas (ocasiones puntuales). Es crucial el correcto diagnóstico del tipo de arritmia que presenta el paciente para establecer el tratamiento más adecuado en cada caso. ¿Qué tipos de arritmias existen? Las arritmias se producen por un fallo en el sistema eléctrico del ritmo cardíaco, denominado sistema de excitación y conducción. Este sistema puede fallar por alguno de estos tres motivos: Uno de los mecanismos eléctricos falla por falta de generación del impulso eléctrico. El impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo. Los caminos para la conducción eléctrica están alterados. Se produce un “cortocircuito” en el sistema eléctrico.
¿Cuáles son los síntomas? Las palpitaciones y síncopes son los principales síntomas de las arritmias. Pueden presentarse estos y otros síntomas (mareo, dolor torácico, pérdida de conocimiento…) o bien pasar inadvertidos y solo observarse cuando se realizan pruebas diagnósticas. Las palpitaciones producen una sensación subjetivamente anormal de los latidos cardíacos, que pueden ser percibidos como latidos fuertes, latidos adelantados, latidos irregulares o latidos taquicárdicos. Los síncopes son pérdidas de conocimiento debidas a la disminución del flujo cerebral. Aunque gran parte de ellos obedecen a causas distintas a las arritmias, cuando estas provocan un síncope, generalmente obedecen a una causa grave. ¿Cuáles son las causas? Las arritmias se producen por un fallo en el sistema eléctrico del ritmo cardíaco, denominado sistema de excitación y conducción. Este sistema puede fallar por alguno de estos tres motivos: Uno de los mecanismos eléctricos falla por falta de generación del impulso eléctrico. El impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo. Los caminos para la conducción eléctrica están alterados. Se produce un “cortocircuito” en el sistema eléctrico.
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MES DEL CORAZÓN Diagnóstico de las arritmias Cuando el paciente tiene síntomas, el diagnóstico se hace generalmente por medio de electrocardiograma. El diagnóstico de la mayor parte de las arritmias precisa de dos fases. Una, en la que se descarta la presencia de cardiopatía estructural y, otra, para la caracterización específica del tipo de arritmia. Una de las herramientas diagnósticas más útiles es el holter o registro electrocardiográfico ambulatorio. Se trata de una exploración incruenta y de realización muy sencilla. Consiste en el registro continuo del electrocardiograma a lo largo de un período prolongado de tiempo, habitualmente de entre 24 ó 48 horas hasta 7 días. Capta los latidos del corazón uno o más días y de esta manera se conoce el tipo y frecuencia de las arritmias. Respecto a ésta técnica diagnóstica, la Clínica Universidad de Navarra ha sido uno de los nueve centros pioneros en España en la implantación del holter subcutáneo más pequeño, dispositivo indicado para monitorizar a distancia arritmias y otras incidencias cardiacas durante un período de hasta tres años. Cuando el electrocardiograma no es suficiente, puede ser necesario un estudio electrofisiológico de la conducción intracardiaca mediante catéteres, que se introducen por una vena de la pierna. Así, se puede estudiar el tipo y mecanismo de la arritmia mediante estos electrodos en el corazón. Tratamiento farmacológico
España. Este tratamiento requiere controles frecuentes de laboratorio. La prueba más utilizada es el tiempo de protrombina, que permite obtener un parámetro denominado INR. Cada paciente necesita un INR determinado y cada laboratorio ajustará la dosis de Sintrom® para mantener el INR en el rango adecuado. En la actualidad existen nuevos anticoagulantes orales que, a diferencia del Sintrom®, no requieren controles periódicos. La mayor complicación del tratamiento anticoagulante es la hemorragia, que está en relación con la dosis del fármaco y la edad del paciente (mayores de 75 años). Técnicas para solucionar las arritmias
• Ablación mediante radiofrecuencia Los anticoagulante son sustancias que impiden el • Cierre de la orejuela izquierda • Crioablación proceso de coagulación de la sangre. • Marcapasos cardiacos Existen determindas arritmias, como la fibrilacion • Desfibriladores automáticos implantable auricular, que tienen riesgo de producir accidentes cerebrovasculares. Este riesgo se puede evitar mediante el uso de los anticoagulantes orales, como el Sintrom®, el más conocido y usado en PÁGINA 9
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Hipertensión arterial: lo que debes saber La hipertensión arteriales un tema mundial, porque es un factor de riesgo directo a un infarto al miocardio. Es necesario cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos. En éste artículo de la Clínica Universidad de Navarra, veremos todo acerca de ésta enfermedad crónica. Un 20-30 % de la población adulta española tiene hipertensión arterial y en mayores de 60 años la frecuencia sube a un 40-50%. La tensión arterial es la presión de la sangre que circula por las arterias. El corazón bombea la sangre hacia la aorta por donde se distribuye hacia otras arterias que se van dividiendo en sucesivas ramas arteriales que llegan a todos los órganos. La presión se mantiene por la elasticidad de la aorta y de las arterias principales. Esta elasticidad va disminuyendo con el paso de los años, por eso es tan frecuente encontrar cifras altas de presión arterial en personas mayores. Las consecuencias de la hipertensión pueden ser muy variadas. Son peores cuando coexisten otros procesos: hipercolesterolemia, diabetes, etc. La tensión arterial sigue un ritmo circadiano. Generalmente hay un pico de subida tensional cuando uno se levanta por la mañana de la cama. El resto del día hay cambios dependiendo de la actividad física y psíquica. Durante el sueño lo normal es que baje la tensión arterial, tanto la sistólica como la diastólica, al menos un 10% respecto a la tensión diurna. Cuando no baja durante el sueño es un signo de peor pronóstico. ¿Cuáles son los síntomas? La sintomatología que puede acompañar a la hipertensión arterial es muy variada. Puede ocurrir que la hipertensión arterial no dé ningún síntoma y su descubrimiento sea casual (por revisiones médicas, cirugías, etc..). En otras ocasiones se descubre a raíz de la presencia de dolores de cabeza frecuentes, hemorragias nasales espontáneas, sensación de inquietud,
nerviosismo, etc. y, de forma menos frecuente, por dolor de cabeza intenso, sensación de frialdad y angustia, palpitaciones y temblor. Cuando estos síntomas ocurren junto a una elevación importante de las cifras de tensión arterial, se llama crisis hipertensiva. ¿Cuáles son las causas? • Hipertensión arterial esencial o de causa desconocida: es el tipo de hipertensión arterial más frecuente, alrededor del 90 al 95 por ciento. Suele presentarse por encima de los 50 años y existen con frecuencia antecedentes familiares de hipertensión. • Hipertensión arterial secundaria: es aquella hipertensión de la que se conoce la causa que la provoca. Dicha causa puede ser muy variada, siendo la más frecuente la vasculorrenal, es decir, la producida como consecuencia de una falta de flujo a nivel de los riñones, por arteriosclerosis o por una malformación vascular, que desencadena hipertensión arterial en respuesta a la señal de mala perfusión que recibe el riñón afecto.
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MES DEL CORAZÓN Otras causas son la existencia de una coartación de aorta, una enfermedad renal parenquimatosa, endocrinas, etc... ¿Quién puede padecerla? La hipertensión arterial no es una enfermedad hereditaria típica en cuanto a transmisión de padres a hijos. Su génesis es multifactorial, digamos que se hereda una mayor predisposición a padecerla que, unida a diversos factores medioambientales, puede desencadenar su aparición. ¿Cuál es su pronóstico? Las complicaciones de la hipertensión arterial pueden ser: • Agudas: Una subida brusca e importante de la presión arterial puede producir síntomas muy variados como alteraciones de la visión, dolor torácico o alteraciones neurológicas, encefalopatía, etc. Solo se habla de crisis hipertensiva cuando hay síntomas acompañantes de la subida de tensión arterial. Sin embargo, el hecho de encontrar unas cifras muy altas en un paciente que no presenta síntomas no es motivo de alarma y ese paciente no debe ir a urgencias. Bastará con que aumente el tratamiento antihipertensivo y lo comente con su médico de familia. • Crónicas: Las complicaciones crónicas derivadas de la hipertensión arterial dependen del control que se haya hecho de ésta o de que se asocie a otras enfermedades, principalmente metabólicas. A nivel cardiaco, aumenta el grosor de la pared del ventrículo y aparece cierta rigidez que dificulta su llenado, comprometiendo ambas alteraciones la irrigación del músculo miocárdico y favoreciendo, junto a un deterioro de las coronarias, enfermedades isquémicas (por falta de riego) del corazón. En el riñón se deterioran las arterias que lo riegan, generándose isquemia de sus unidades funcionales (nefronas) que, junto a la hipertensión transmitida a dichas unidades, genera una destrucción progresiva e irreversible. Esta hiperprePÁGINA 11
sión favorecerá un aumento de eliminación de proteínas por la orina, que podrá valorarse como marcador de daño renal. En el sistema nervioso central se pueden producir enfermedades derivadas de fenómenos trombóticos (infartos cerebrales de forma episódica o crónica, pudiendo llevar a una situación de demencia) o hemorrágicos (hemorragias cerebrales). Estas enfermedades dan lugar a una gran morbilidad por la repercusión que tienen sobre el paciente. Finalmente, el daño vascular que genera la hipertensión arterial puede dar lugar a enfermedades derivadas de una mala perfusión que pueden afectar a cualquier territorio (intestino, extremidades, ojos, etc.). Diagnóstico de la hipertensión arterial La hipertensión arterial suele diagnosticarse en
MES DEL CORAZÓN una revisión médica. Hay que hacer varias mediciones y constatar que realmente existen cifras altas de presión arterial. En ocasiones, se descubre al aparecer alguna de sus consecuencias nocivas o complicaciones: problemas de corazón, insuficiencia renal o lesiones cerebrales. El estudio de la hipertensión arterial va dirigido a determinar la causa, la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular (hipercolesterolemia, hiperglucemia, etc...) y su repercusión en diferentes órganos. Se comienza por un interrogatorio médico completo, exploración física y los estudios analíticos. La hipertensión arterial casi siempre es esencial (sin causa aparente), pero puede ser secundaria a otras enfermedades. Cuando se sospecha que hay una enfermedad causante de la hipertensión arterial es conveniente completar el estudio cardiológico con otros estudios orientados a encontrar dicha causa. Se dispone también de otras pruebas que evalúan la repercusión que la hipertensión arterial produce en los órganos diana (corazón, riñón, cerebro, ojos). Tratamiento convencional • Medidas higiénico dietéticas. Son fundamentales. Deben agotarse antes de iniciar el tratamiento farmacológico. Si la hipertensión es grave se ponen en práctica al mismo tiempo que se inicia el tratamiento con fármacos. Las medidas generales son las siguientes: • Peso adecuado. La mejor medida es el índice de cintura/talla: para ello se divide el perímetro de cintura por la estatura en cm. Está aumentado cuando es superior a 0,50, en cuyo caso hay que aconsejar al paciente que pierda peso. • Caminar a paso rápido, durante un mínimo de 45 minutos, todos los días. • El colesterol LDL no debe superar los 115 mg./ dl. Si es superior hay que aconsejar una dieta mediterránea: baja en grasas saturadas y con abundante fruta, vegetales, pescado y aceite de oliva. • Alcohol: no ingerir más de 30 g./día. de eta-
Foto: Ed Yourdon (CC)
Foto: Ed Yourdon (CC)
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MES DEL CORAZÓN nol (no sobrepasando los 300 ml. de vino, 720 ml. de cerveza ó 60 ml. de whisky). Generalmente se aconseja a los hombres que no beban más de dos vasos de vino al día y a las mujeres no más de uno. • Inicialmente, dieta estricta sin sal durante dos semanas. Si no se disminuyen las cifras de TA se puede continuar con una dieta baja en sal (4-5 g./día). Tratamiento farmacológico • Diuréticos: favorecen la pérdida de sodio por la orina y de agua. Efectos secundarios, las anomalías metabólicas. • Beta-bloqueantes: acción cardiodepresora y vasodilatadora. Efectos secundarios, anomalías metabólicas. Recomendable vigilar su empleo en pacientes con insuficiencia cardíaca, diabéticos o personas con enfermedades pulmonares. • Calcio antagonistas: gran capacidad vasodilatadora, aunque algunos tienen también acción cardiodepresora. Efectos secundarios: dolores de cabeza, edemas en extremidades y sensación de calor. • IECAs: actúan sobre un eje hormonal involucrado en el manejo del sodio a nivel renal y la contracción de los vasos periféricos. Reducen la pérdida de proteínas por la orina. Pueden producir anomalías metabólicas e influir negativamente en la función renal. • Antagonistas de los receptores de la angiotensina: bloquean la acción final del eje renina-angiotensina. • Alfa-beta bloqueantes: bloquean receptores alfa y beta simpáticos. Acción cardiodepresora y vasodilatadora. • Agonistas centrales alfa adrenérgicos: actúan sobre el sistema nervioso central, disminuyendo el tono simpático con aumento del vagal. Favorecen la vasodilatación periférica. • Bloqueantes alfa 1 adrenérgicos periféricos: acción vasodilatadora periférica arterial y venosa. Pueden producir una caída excesiva de la tensión arterial al ponerse de pie. • Vasodilatadores: Suelen producir un aumento del vello y un aumento del pulso. • Respecto a los fármacos hipotensores, se recomienda empezar por diuréticos y betabloqueanPÁGINA 13
tes, salvo que existe alguna característica que indique algún otro tratamiento. HTA resistente al tratamiento Cuando un paciente no consigue controlar su hipertensión tomando al menos 4 fármacos (uno de ellos diurético), se puede tratar mediante lo que se llama la denervación renal. Este tratamiento consiste en interrumpir el funcionamiento de los nervios que llegan a las arterias renales, mediante radiofrecuencia. Con este procedimiento mejora mucho la hipertensión y se puede controlar con menos fármacos.
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Infarto al miocardio: emergencia vital En éste artículo, con información perteneciente a la Clínica Universidad de Navarra, veremos qué es un infarto al miocardio, cuáles son sus síntomas, su pronóstico, quiénes pueden padecerlo, qué hacer en caso de emergencia, el diagnóstico y su tratamiento. El infarto agudo de miocardio es una entidad englobada en el grupo de síndromes coronarios agudos. Todos ellos se caracterizan por la aparición brusca de un cuadro de sufrimiento isquémico (falta de riego) a una parte del músculo del corazón producido por la obstrucción aguda y total de una de las arterias coronarias que lo alimentan. El infarto de miocardio es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo el mundo. Muchos de los factores de riesgo cardíacos son modificables, de modo que muchos ataques del corazón pueden evitarse si logra mantenerse un estilo de vida más saludable. ¿Cuáles son los síntomas? El infarto se reconoce por la aparición brusca de los síntomas característicos: dolor intenso en el pecho, en la zona precordial (donde la corbata), sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello. Hay que advertir que aproximadamente la mitad de los infartos aparecen sin síntomas previos, o sea, que el infarto es la primera manifestación de la cardiopatía isquémica. Otras veces, en cambio, unos meses antes de tener el infarto el paciente presenta molestias precordiales, sensación de malestar, cansancio, mayor irritabilidad, etc, o incluso en ocasiones molestias de estómago, que hacen confundir los síntomas de infarto con los procedentes de otros órganos.
¿Cuál es su pronóstico? La mayoría de los pacientes que padecen un infarto agudo de miocardio se recuperan con rapidez y lo suficiente como para poder desempeñar una vida prácticamente normal. Los pocos que no lo consiguen también pueden ser sometidos a procedimientos de revascularización percutánea o ser intervenidos, con lo que se consiguen recuperaciones muy aceptables. La única diferencia entre el paciente que ha presentado un infarto respecto del que no lo ha tenido es que se debe ser mucho más estricto en lo relativo al abandono del tabaco, la práctica de ejercicio físico regular, la alimentación adecuada (incluyendo restricción de grasas de origen animal y mantenimiento del peso correcto) y el control de las cifras de tensión, del colesterol y de azúcar en sangre. Generalmente hay que tomar medicinas después del infarto. Aunque la recuperación del infarto sea satisfactoria, la persona que lo padeció debe prevenir la aparición de otras complicaciones cardiovasculares (otro infarto, accidente cerebral, aneurismas, etc), a las que es ligeramente más PÁGINA 14
MES DEL CORAZÓN propenso que otras personas sin infarto por razón de sus factores de riesgo particulares. ¿Quién puede padecerlo? Buena parte de los infartos de miocardio aparecen en personas que tienen los denominados factores de riesgo. Estos son, aparte de una cierta predisposición familiar y de la edad, el tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes y las alteraciones de las grasas en sangre (colesterol). ¿Qué hacer si padece o cree padecer un infarto agudo al miocardio? Toda persona que presente un dolor precordial acompañado de malestar general, debe acudir lo más rápidamente posible a un Servicio de Urgencias. Lo más adecuado es avisar al Servicio de Atención Urgente Domiciliaria que corresponda.
Foto: Wikimedia Commons
La razón es que el riesgo principal del infarto agudo de miocardio está en la fase extrahospitalaria (es decir, antes de ingresar al hospital): la mortalidad en esta fase supera el 40%. Una vez ingresado en el hospital, si se hace con la debida antelación (antes de las cuatro horas idealmente), los tratamientos modernos (angioplastia, trombolisis) permiten una recuperación satisfactoria del infarto y las complicaciones son relativamente poco frecuentes. Diagnóstico El infarto se reconoce por la aparición brusca de los síntomas característicos: dolor intenso en el pecho, en la zona precordial (donde la corbata), sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello. Se debe acudir inmediatamente al médico, si se tiene un dolor extraño en el pecho (más intenso que el de una angina típica) que dura 5 minutos o más. Con un electrocardiograma se demuestran alteraciones evolutivas típicas, y con analítica se valora la elevación de los niveles en sangre de las enzimas cardíacas. Se debe realizar también una radiografía de tórax para ver si el corazón esta agrandado o si hay líquido en los pulmones.
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Tratamiento Algunos tratamientos se inician de inmediato si se sospecha un ataque cardíaco, incluso antes de que se confirme el diagnóstico. Entre ellos están: • Oxígeno. • Aspirina, para evitar más formación de coágulos de sangre. • Nitroglicerina, para disminuir el trabajo del corazón y mejorar el flujo de sangre a través de las arterias coronarias. • Para el tratamiento de un ataque cardíaco se pueden usar varios tipos distintos de medicinas. Entre éstas están: • Trombolíticos: Se usan para disolver coágulos que estén bloqueando las arterias coronarias. • Betabloqueantes: Disminuyen el trabajo que tiene que realizar el corazón y sirven para prevenir otros ataques cardíacos. • Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina: Bajan la presión arterial y disminuyen el esfuerzo que tiene que hacer el corazón. • Anticoagulantes: Hacen que la sangre sea menos espesa y previenen la formación de coágulos en las arterias.
• Antiagregantes plaquetarios: impiden que las plaquetas se junten unas con otras y formen coágulos indeseados. Tratamiento no farmacológico • Angioplastia con balón: se puede usar para abrir arterias coronarias que están bloqueadas por un coágulo. • Bypass coronario: Se toma una sección de una vena o una arteria de otra parte del cuerpo y se cose a la arteria coronaria por encima y por debajo del área estrecha o bloqueada.
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Cuidados en casa: convivir con el infarto Una vez el paciente ha superado la fase aguda y puede salir de la unidad coronaria, pasará una fase sub-aguda de hospitalización en donde se realizarán un grupo de pruebas para estudiar el estado en el que ha quedado el corazón (estratificación de riesgo). La mayoría de los pacientes permanecen internados aproximadamente una semana o menos. Durante el primer mes post-infarto los especialistas recomiendan: • Evitar el sedentarismo y caminar a diario. Nunca realice ejercicios bruscos • La dieta ha de ser equilibrada, pobre en sal si se es hipertenso y en colesterol • No conduzca o realice viajes largos en avión, por el efecto negativo de la inmovilidad sobre la circulación de las piernas • Olvídese del trabajo. Es un periodo en el que el paciente debe descansar y concederse unas merecidas vacaciones • Tome todos los fármacos que le ha prescrito el especialista, si tiene algún problema o reacción adversa consulte con su médico • Lleve consigo el informe de alta hospitalaria, ya que puede ser útil a los médicos que le atiendan en una urgencia • Es recomendable llevar siempre a mano medicamentos vasodilatadores para casos de emergencia • Si aparecen síntomas nuevos o inexplicables no dude en acudir a un centro de urgencias • Después del primer mes aumente progresivamente la actividad hasta llegar a la normalidad • La exigencia física y el estrés de la vida laboral serán los que determinen si se puede volver o no al trabajo tras un infarto Según su estado de salud, puede tomar desde unas pocas semanas hasta 2 o 3 meses reanudar todas sus actividades normales y reintegrarse al trabajo. Se considera que un paciente se ha restablecido completamente cuando reanuda sus actividades normales. Esto dependerá de su nivel de actividad física antes de sufrir el infarto, la gravedad del mismo y la manera en que el cuerpo reacciona al infarto. PÁGINA 17
• Podrá restablecerse más rápidamente si evita el estrés, las temperaturas extremas y las condiciones que entrañan un mayor esfuerzo para el corazón. • Algunos estudios han demostrado que los pacientes que han sufrido un infarto recientemente tienen un mayor riesgo de presentar un síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS). Debido a esta relación, el médico puede recomendarle que se realice estudios dedetección del SAOS. • Las personas que sobreviven a un infarto tienen que estudiar su estilo de vida en forma detenida e imparcial y tomar decisiones que afectarán a su salud futura. Dejar de fumar, cambiar la dieta y comenzar un programa de ejercicio son tres medidas importantes que pueden considerarse en primer lugar. • Algunos pacientes posiblemente deban examinar su trabajo y sus responsabilidades o su actitud hacia su carrera y su empleo. Si no cambian sus hábitos, podrían encaminarse directamente a otro infarto, que podría ser mortal. • La persona que sobrevive sigue teniendo el riesgo de sufrir problemas cardíacos futuros. Para empezar, el paciente aún tiene la obstrucción arterial que dio lugar al ataque cardíaco. Podría ser necesario un bypass coronario, interven-
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Foto: Flickr (CC) Heart Industry
ciones transcatéter o medicamentos para reducir el riesgo de sufrir infarto. • Cualquiera sea su plan de acción tras un ataque cardíaco, su salud futura dependerá en gran parte de que siga los consejos que le den sus médicos, entre ellos la implementación de cambios en su estilo de vida y el tomar los medicamentos según se lo hayan indicado. Cómo encarar sus sentimientos • El infarto puede ocasionarle sentimientos intensos. La negación, el enojo, el temor, la ansiedad y la depresión son emociones comunes entre las personas que han sufrido ataques cardíacos. Se trata de reacciones normales y es importante que hable de estos sentimientos con el médico. • La depresión puede durar hasta 6 meses. Síntomas comunes de depresión son los trastornos del sueño, la falta de apetito, el cansancio extremo, la falta de interés en las cosas que antes eran importantes y una autoestima baja. Algunos pacientes podrían necesitar asistencia profesional o medicamentos para la depresión. • Su familia, sus amigos y sus compañeros de trabajo también se verán afectados. Les preocupará su futuro y tendrán preguntas sobre su estado de salud. La implementación de cambios en su estilo de vida e incluso algo tan sencillo como una dieta nueva podría ocasionar tensión en su familia. Una actitud positiva hacia su restablecimiento y tratamiento puede ser de gran ayuda al tratar de hacer frente a sus sentimientos.
El restablecimiento físico no es el único tipo de restablecimiento que puede comenzar en el hospital. El restablecimiento emocional y mental también puede comenzar allí. Cuando esté usted listo, el médico le hablará sobre lo que sucedió y le explicará por qué sucedió y cuáles son los tratamientos posibles. El entender y aceptar su enfermedad son los primeros pasos hacia una actitud mental positiva. También es muy importante contar con el apoyo de familiares y amigos. Los sentimientos negativos que pueda usted tener desaparecerán a medida que se restablezca y vuelva lentamente a realizar sus actividades normales. Muchos hospitales y clínicas ofrecen programas de rehabilitación cardíaca que incluyen programas de ejercicio, estrategias para reducir y controlar el estrés e información sobre la alimentación, la actividad sexual, la necesidad de tratamiento adicional y otros temas. Los programas de rehabilitación cardíaca también le dan la oportunidad de hablar con otros pacientes sobre sus inquietudes, problemas y sentimientos. Muchos pacientes que han participado en esta clase de programas se ofrecen como instructores voluntarios de nuevos pacientes, siendo su experiencia personal muy instructiva y su restablecimiento muy tranquilizante para estos pacientes.
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Cuidados en casa: rehabilitación cardiaca El experimentar enfermedades del corazón debe ser el comienzo de un estilo de vida nuevo y más saludable. La rehabilitación cardiaca le ayuda de dos maneras: haciendo que su corazón se recupere mediante programas de ejercicio físico y le da información sobre posibles cambios en su estilo de vida, que le ayudarán a mantener un corazón más sano. En primer lugar los pacientes que presentan alguna cardiopatía deben extremar la vigilancia de los factores de riesgo, ya que su corazón es más vulnerable que el de una persona sana. Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta las probabilidades de que usted sufra una enfermedad del corazón. Factores de riesgo Los factores de riesgo más importantes son el colesterol alto, la hipertensión arterial y la diabetes. La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el páncreas no fabrica insulina suficiente o cuando ésta no consigue actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo. Los pacientes cardiovasculares que padecen este trastorno presentan mayor riesgo de agravar su estado de salud. El diagnóstico precoz de la diabetes en pacientes con enfermedad cardiovascular es importante para reducir las complicaciones y disminuir la mortalidad. Es imprescindible controlar la glucemia y mantener a raya los demás factores de riesgo cardiovascular, especialmente la hipertensión, el colesterol y el tabaquismo. Uno de los objetivos más importantes para los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio es conseguir que las cifras de colesterol plasmático se mantengan bajas, por debajo incluso de los niveles considerados aceptables para la población general, lo que evitará que progrese la arteriosclerosis ya existente. La hipercolesterolemia se puede prevenir siguiendo algunas recomendaciones:
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• Alimentación equilibrada y sin grasas saturadas. La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas. • Programa de ejercicio aeróbico. (caminar, carrera suave, ciclismo, natación…), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos. • Una vez diagnosticada la dislipemia, y si la dieta y el ejercicio físico no logran reducir los niveles, el médico optará por un tratamiento con medicamentos. Los cardiópatas con problemas de colesterol o triglicéridos altos deben mantener un seguimiento metabólico y controlar posibles alteraciones en el perfil lipídico. Además, en los casos de dislipemia se realiza un estudio de los familiares cercanos para analizar su estado y evitar que en el futuro presenten un episodio cardiovascu-
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lar agudo. Es imprescindible mantener los niveles de presión arterial bien controlados para evitar la sobrecarga de trabajo del miocardio ya dañado por el infarto. Las cifras de tensión arterial de los pacientes infartados deben ser más bajas que en la población sana. Así, como norma general, en prevención secundaria se persigue que los niveles máximos de presión arterial sistólica nunca sean inferiores a 130 mmHg de sistólica (alta) y 80 mmHg (diastólica (baja). Para ello, en un porcentaje importante de casos habrá que recurrir al tratamiento farmacológico, además de insistir en el cumplimiento de las medidas dietéticas (como la reducción de peso y la restricción de sal) y de estilo de vida (práctica regular de ejercicio físico). Para rebajar las cifras de tensión arterial es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable. Estilo de vida cardiosaludable • Controlar el alcohol. • No fumar. El tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Los efectos positivos de dejar de fumar son superiores a cualquier fármaco para la hipertensión. • Vigile su peso. El sobrepeso aumenta la tensión. Rebajarlo reduce la presión arterial y disminuye el riesgo coronario y de diabetes. • Ejercicio. La práctica de ejercicio físico regular logra rebajar las cifras de presión arterial, ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo cardio-
vascular. • Dieta cardiosaludable. Los hipertensos tienen que reducir el consumo de sal y alimentos que la contengan. Además, deben consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales. Por último, hay que utilizar el aceite de oliva como grasa principal e incrementar la ingesta de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas. Ejercicio Los beneficios del ejercicio físico están totalmente demostrados en pacientes cardiovasculares, constituyendo uno de los componentes terapéuticos principales de los programas de rehabilitación cardiaca. El tipo de ejercicio, su intensidad, duración, frecuencia y control son las variables que tenemos que definir a la hora de planificar un programa de entrenamiento. En las personas con enfermedades cardiovasculares siempre se ha recomendado realizar fundamentalmente entrenamiento aeróbico (caminar, correr, nadar o montar en bicicleta). Sin embargo, en los últimos tiempos se ha demostrado que la introducción de ejercicios de tipo isodinámico (con pesos leves y muchos movimientos) puede ser beneficiosa para aumentar la fuerza y potencia muscular. En personas de muy baja forma física, estos ejercicios mejoran su capacidad para realizar tareas cotidianas. Antes de iniciar la práctica de ejercicio físico, los cardiópatas deben someterse a una valoración previa que incluirá la realización de una prueba PÁGINA 20
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de esfuerzo o ergometría. De esta manera, el especialista podrá prescribir el ejercicio de forma segura y efectiva. En los programas de rehabilitación cardiaca se realiza inicialmente una estratificación del riesgo para decidir el grado preciso de supervisión cardiológica, así como los cuidados del resto de personal sanitario que interviene en el entrenamiento. Según esta valoración, se establece también el tiempo de vigilancia mediante sistemas de telemetría en los que se controla el ritmo cardiaco del paciente durante las sesiones de ejercicio. Además, diariamente se mide la presión arterial y la frecuencia cardiaca en reposo, comentando con el paciente su situación física y la presencia de posibles síntomas. Lo más sencillo es empezar caminando. Debe iniciarse con un ejercicio poco intenso e ir progresando lentamente. La periodicidad ideal de las sesiones es entrenar la mayoría de días de la semana (cuatro como mínimo). La duración empezará siendo corta, por ejemplo 20 minutos, e ir aumentando hasta 45-60 minutos. También podemos realizar dos sesiones al día pero de periodos más cortos, (por ejemplo, 30 minutos). Por supuesto, también puede realizar otros tipos de ejercicio (nadar, bicicleta…) o combinar varias actividades. Si practicaba algún deporte concreto, pregunte a su especialista si puede reanudarlo y a qué intensidad. Cuando lleve cierto tiempo entrenando de forma PÁGINA 21
habitual, puede añadir algún ejercicio en el que movilice pequeños pesos (1-2 kilos). Consulte siempre con su especialista esta posibilidad. Si durante el entrenamiento presenta dolor de tipo anginoso, detenga la actividad inmediatamente y siéntese a descansar. Si no desaparece, utilice nitratos sublinguales. Cualquier otra sintomatología (palpitaciones, fatiga excesiva, etc.) también debe ser comentada. El entrenamiento debe mantenerse en el tiempo si queremos obtener beneficios. Si lo suspendemos, en poco tiempo perderemos la forma física y los efectos positivos que hayamos adquirido. Medicación • Medicamentos que se utilizan más frecuentemente para tratar los trastornos cardiovasculares: • Los vasodilatadores que pueden disminuir la presión arterial permitiendo que los vasos sanguíneos se relajen y ensanchen. • La aspirina que reduce la probabilidad de que se formen coágulos de sangre • Las estatinas que sirven para bajar el colesterol y, además, parecen tener un efecto sobre la regresión de la placa de ateroma. • Los betabloqueantes que relajan el musculo cardiaco permitiéndole al corazón bombear sangre con más facilidad. Tabaquismo El consumo de tabaco es el factor de riesgo car-
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diovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. La posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo. Entre los pacientes fumadores de 65 a 74 años, el riesgo de muerte por enfermedad coronaria se incrementa en un 52%. El peligro experimenta un notable descenso entre 1 y 5 años después de abandonar el tabaco. Si no somos capaces de dejar de fumar por nosotros mismos debemos acudir a los profesionales de la salud para que nos asesoren sobre el mejor método a seguir en nuestro caso. Psicología Existen algunos aspectos psicológicos de las personas que han demostrado predisponer a la aparición de enfermedad coronaria, e incluso, aumentar la frecuencia de arritmias y muerte súbita. Entre ellos destacan el patrón de conducta tipo A, la ansiedad, la depresión, y el estrés. La incidencia de alteraciones psicológicas también es muy frecuente tras sufrir un episodio cardiovascular. Aunque estos trastornos van a depender de la personalidad previa del paciente y de la evolución de la enfermedad, hay que reconocer que existen una serie de respuestas habituales muy bien diferenciadas.
En los Programas de Rehabilitación Cardiaca se realiza una valoración de las reacciones psicológicas, ya que se considera que este tipo de alteraciones merecen ser evaluadas dentro del contexto del proceso cardiológico. Además, en las Unidades de Rehabilitación Cardiaca multidisciplinarias se utilizan distintas técnicas para el control de la posible afectación psicológica. • Charlas informativas. Tratan diferentes aspectos, desde ofrecer información sobre los problemas psicológicos, hasta enseñar a modificar hábitos de conducta o a controlar el estrés. • Psicoterapia de grupo. Sesiones en la que cada enfermo cuenta a los demás sus sensaciones, miedos, esperanzas... Se trata de estimular la expresión de los sentimientos, compartiendo experiencias y dudas que pueden ser respondidas por otros miembros del grupo. • Técnicas de relajación. Su objetivo es restablecer un estado de equilibrio y armonía, tanto a nivel corporal como psicológico. Van a proporcionar mejoría de la ansiedad y adiestramiento sobre cómo prevenir y afrontar las situaciones de estrés. • Psicoterapia individual o familiar. Ayuda a afrontar la situación desde un punto de vista personal o grupal. En los casos necesarios el psiquiatra instaura el tratamiento farmacológico preciso. Al finalizar el Programa de Rehabilitación Cardiaca se reevalúa nuevamente al paciente para valoPÁGINA 22
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rar su evolución y recomendar las pautas a seguir. Los Programas de Rehabilitación Cardiaca, con sus diferentes actuaciones, han demostrado en numerosos estudios disminuir los niveles de ansiedad y depresión de los pacientes, así como mejorar la respuesta al estrés. Vuelta al trabajo Es importante saber que nuestra reincorporación laboral tras haber sufrido un episodio coronario suele producirse con absoluta normalidad, salvo en aquellos casos en que el cardiólogo lo desaconseje debido a la gravedad de las lesiones, las especiales características del trabajo o la exigencia física que éste requiera. Los programas de rehabilitación cardiaca aumentan las posibilidades de retomar la actividad profesional en mejores condiciones físicas y emocionales. Sexualidad Los pacientes con enfermedad cardiovascular tienen más posibilidades de padecer disfunción sexual, dada la presencia de una afectación vascular, las alteraciones psicológicas asociadas y la medicación que precisan para su tratamiento. Los programas de rehabilitación cardiaca multidisciplinares son muy efectivos en el tratamiento de la disfunción sexual. Por una parte, al existir una relación médico-paciente más estrecha durante varias semanas, se consigue ofrecer más y mejor información, así como aclarar las dudas que pueden surgir durante ese tiempo. Además, el entrenamiento físico y las actuaciones psicolóPÁGINA 23
gicas que se realizan en las Unidades de Rehabilitación Cardiaca consiguen ampliar la capacidad física y disminuir la incidencia de depresión y ansiedad frecuentes tras un episodio cardiovascular. Sólo con estas medidas, se logra que un alto porcentaje de pacientes cardiacos reanude su vida sexual sin ningún tipo de problema. Cualquier tratamiento para tratar la disfunción sexual, ya sea farmacológico o no, debe ser valorado cuidadosamente por el médico, especialmente en pacientes con angina de medianos a pequeños esfuerzos o patologías no controladas como arritmias, insuficiencia cardiaca o hipertensión arterial. En estos casos, la actividad física, y por tanto las relaciones sexuales, pueden estar contraindicadas.
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Primeros auxilios: Reanimación Cardiopulmonar (RCP) La reanimación cardiopulmonar es el conjunto de maniobras que se realizan para asegurar el aporte de sangre oxigenada al cerebro. Es fundamental que se realice de una manera rápida, exacta y eficaz. En primer lugar, hay que hacer un diagnóstico del nivel de conciencia de la persona. Para eso se le estimula preguntándole si se encuentra bien y se le mueve por los hombros para ver si reacciona. Si la persona está inconsciente, se deberá activar el Sistema de Emergencia. Para ello, se solicitará que una persona pida ayuda, mientras nosotros nos quedamos atendiendo a la víctima. A: Permeabilidad de la vía aérea Para observar si una persona respira: MIRO -> la expansión del tórax ESCUCHO -> ruidos respiratorios SIENTO -> aire en mis mejillas - Si respira, se le colocará en posición lateral de seguridad. - Si no respira, entonces: Colocación de la cabeza: Si la persona está inconsciente, es probable que la lengua obstruya la vía aérea, impidiendo el paso de aire. Para ello realizaremos estas maniobras: • Hiperextensión frente-nuca ó frente-mentón: se colocará una mano sobre la frente de la víctima y la otra en la nuca o en el mentón, después se empuja, con la mano de la frente, hacia atrás. • Triple maniobra, en el caso de que se sospeche lesión cervical: se agarran los ángulos de la mandíbula y se elevan con ambas manos hacia delante, teniendo cuidado de no mover la cabeza ni el cuello. Limpieza de la vía aérea: La limpieza se llevará a cabo con un “barrido digital”, para ello colocaremos el dedo índice en forma de gancho
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y desde de la garganta hacia la lengua realizaremos una limpieza de la vía. Se deben retirar la dentadura postiza si existiera, chicles, caramelos. Si existieran secreciones o vómitos, se limpiaran con un pañuelo. Se realizan dos respiraciones boca-boca. Si tras realizar estas maniobras no existe permeabilidad de la vía aérea, se ha de sospechar la existencia de algún cuerpo extraño en la garganta, para sacarlo realizaremos la maniobra de Heimlich. B: Control de la respiración La ventilación tiene como objeto el hacer llegar oxígeno hasta los pulmones, para ello realizaremos la respiración boca-boca ó boca-nariz: • Se deberá hiperextender el cuello, para ello se puede colocar debajo del cuello una chaqueta o una toalla. • El auxiliador se coloca a la derecha de la víctima, tapa la nariz con el pulgar y el índice de su mano izquierda y con la mano derecha se sujeta la mandíbula, abriendo la boca. • El auxiliador inspirará profundamente, sellará con su boca la boca del accidentado, observará que el tórax de la persona se eleva y después se PÁGINA 24
MES DEL CORAZÓN retira para permitir el vaciamiento pasivo de los pulmones. • Se realizarán dos ventilaciones. • Después de realizar dos ventilaciones, es el momento de controlar el pulso. C: Control de la circulación: Hay que comprobar si existe pulso central: • Para palpar la arteria carótida, la localizaremos entre la traquea (nuez) y el músculo esternocleidomastoideo. • Si no tiene pulso, se debe empezar con las compresiones torácicas. • Compresiones torácicas: el paciente debe estar boca arriba y sobre una superficie dura. Se palpan las costillas hasta localizar la punta del esternón. Se colocan dos dedos de la mano derecha y a continuación el talón de la mano izquierda. Entonces, situamos la mano derecha sobre la izquierda, agarrando los dedos. • Los brazos deben estar rectos, no hay que doblar los codos, de modo que la compresión del tórax sea perpendicular al esternón y la fuerza se haga con el cuerpo. Las manos no deben separarse del tronco y no ser cambiadas de posición. Cuando finalizar la R.C.P • Cuando tras 30 minutos de reanimación no haya resultados positivos. • Cuando tras haberse iniciado la R.C.P básica se confirma que era el final de una enfermedad incurable. • Si el paciente recupera la circulación y ventilación espontáneas efectivas. Cuando no realizar la R.C.P • Cuando la muerte sea evidente: p.ej. salida de masa encefálica por fractura cerebral, rigidez, livideces, etc. • Evolución terminal de una enfermedad incurable del paciente. • Cuando se sepa que han pasado más de 10 minutos de parada cardiorrespiratoria, a excepción de ahogamiento, hipotermia e intoxicación barbitúrica. PÁGINA 25
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• Si no se tiene seguridad de que se cumplen estos requisitos, ante la duda se iniciaran las maniobras de resucitación. ¿Cómo se realiza? En adulto: • Se realizan 30 compresiones torácicas (2com / sg.) /2 ventilaciones boca a boca (6 sg./ 2 ventilaciones) • Se deben realizar 4 ciclos completos en 2 minutos. En niño de 1 a 8 años: • Se realizan 5 compresiones toracicas /1 ventilacion boca a boca. • Las compresiones se hacen con una mano. Las ventilaciones se hacen sin dar soplidos grandes, completos y fuertes. En lactantes hasta 1 año: • Se realizan 5 compresiones toracicas /1 ventilacion boca a boca y nariz. • Las compresiones se hacen con dos dedos. Las ventilaciones se hacen sin dar respiraciones, grandes completas y fuertes. • Despues de 1 minuto, revisar de nuevo si hay señales de circulación. Si no se recupera, hay que seguir con la reanimación y comprobar si tiene pulso cada minuto.
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