LiBÉRNAGA
Teresa di pietro
LiBÉRNAGA
Unas italianas me contaron que en un país lejano había una libélula que rezaba a las estrellitas y que… Bueno, mejor contarlo de otra manera: Una libélula nació, y desgraciadamente su madre murió. Su padre no sabía del nacimiento de la hija, por eso Libu (la libélula) se quedó a vivir con sus abuelos. Un día sus abuelos le dijeron que su madre se encontraba en las estrellas. Por eso Libu rezaba a las estrellitas para hablar con su madre. Pero ella quería verla así que voló hacia las estrellas. Al llegar le entraron tentaciones, las estrellas parecían tan sabrosas, y probó una. Mmm… Estaban tan buenas… Sabían a vainilla. Cuando miró alrededor para coger otra estrella ya no había ninguna. ¿Cómo podría haber pasado esto? Así, ya no podía hablar con su madre… Sabiendo que no podría hablar con su madre cogió un lápiz amarillo y empezó a dibujar estrellitas, estaba a punto de anochecer, tenía que tener el cielo preparado hasta las ocho. Al final lo consiguió pero no encontraba el camino de vuelta, como estaba todo tan oscuro… Pero como había comido tantas estrellas, empezó a brillar y encontró el camino. Sus abuelos le preguntaron donde había estado, ella les dijo que había estado por ahí y les guiñó el ojo a las “estrellas”.
Fin