¿Qué cuentos me cuentas?

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¿QUÉ CUENTOS ME CUENTAS?

3º PRIMARIA CEIP ALTOS COLEGIOS MACARENA



RAFITA Y EL LEÓN RAFA AGUILERA



RAFITA Y EL LEÓN Érase una vez un pueblo al lado de un bosque donde había un niño muy mentiroso, un niño pastor. Pero… ¡no!, no era un pastor de ovejas. Era un pastor de gacelas. Un día se le ocurrió hacer como si un león fuera allí y tuvo mucho éxito porque todo el pueblo acudió mientras el niño gritaba: -¡Que viene el león! ¡Socorrooooo! -¡Ya vamos, Rafita! ¡Ya vamos, león!- decía un vecino. Y cuando llegaron vieron al niño partiéndose de risa diciendo: -Ja, ja, ja. Os lo habéis creído. ¡Qué gracia! Al día siguiente, cuando a todos se les había olvidado el hecho, el niño gritó de nuevo: -¡Que viene el león! ¡Que viene el león! ¡Socorrooo, ahhhh! Todo el mundo fue con tridentes y cuchillos. -¡Corre, Rafita, corre!- le dijo un vecino. Cuando llegaron vieron al niño burlándose de todos. -Ja, ja, ja. ¡Habéis picado otra vez! Y todos se fueron muy enfadados. Pero un día fue verdad que un león fue allí. El pastor y las gacelas estaban muy asustados y salieron todos corriendo.


El león les perseguía. Rafita gritaba: -¡Socorro, socorro, el león me quiere comer! ¡Venid corriendo! ¡De verdad que viene el león! Buaaa, voy a morir. Hasta que apareció el indorraptor que Rafita había domado y le dijo al león: -¡Sayonara, baby león! El indorraptor se comió al león y desde aquel día no volvió a decir mentiras.


TRIPOCHO DANIEL AMARO



TRIPOCHO Había una vez un muñeco de madera llamado Tripocho. Lo fabricó un carpintero de nombre Geppetto que sólo quería que su muñeco cobrara vida. Geppetto estaba muy solo y un día una brujita buena convirtió a Tripocho en un niño de carne y hueso. A Tripocho, lo que más le gustaba era jugar al fútbol y hacer travesuras con sus amigos pero empezó a portarse mal y su barriga empezó a crecer cada vez que hacía una travesura. Con la tripa cada vez más gordita apenas podía moverse y, mucho menos, jugar al fútbol. Pensando en qué podía hacer para volver a jugar al fútbol empezó a portarse bien y su barriga cada vez se hizo más pequeña, tanto que otra vez pudo jugar a todo lo que le gustaba. Geppetto se puso muy contento porque su comportamiento cambió y término

apuntándolo en un equipo de

fútbol. Y así termina esta historia de Tripocho. Daniel Amaro



LA OVEJA DIFERENTE Y FEROZ NORA BECERRA



LA OVEJA DIFERENTE Y FEROZ Había una vez unas ovejas que vivían muy felices. Pero había una diferente. Esa oveja no le tenía miedo a los lobos ni a los osos. Además, no era herbívora, sino que era carnívora. Lo que más le gustaba era la carne de lobo. Su madre, en cambio, no le dejaba que se acercase a los lobos. Una noche se escapó. Se fue al bosque y allí se disfrazó de lobo. Había cogido un disfraz muy realista en la tienda del pueblo y se encaminó al poblado de los lobos. Cuando llegó, los lobos se sorprendieron. Nada más llegar pensó: - Ahora salgo y me zampo uno. Pronto volvió y la recibieron como una súper heroína . Al cabo de unos años se convirtió en la guardiana del pueblo y vivieron felices para siempre.



ยกSOY UN DRAGร N! ADAM BENHMINOU



¡SOY UN DRAGÓN! Mamá volvió a decir: -¡No es no! Entonces empecé a refunfuñar. Cuando refunfuño no quiero sentir las manos de mamá aunque me acaricie con suavidad la mejilla. Mamá dice que cuando estoy enfadado parezco de piedra. Me convierto en un dragón gigante que destroza todo a su paso. La furia arde dentro de mí y tiene que salir. Sin pensarlo, escupo las palabras terribles. Porque los dragones no piensan. Un dragón no tiene amigos. ¡Ya no conozco a nadie! Ni a mis peluches, ni a mis juguetes, ni a nada de lo que quería cuando todavía era un niño pequeño. Mamá y papá intentan cogerme en brazos para que vuelva a ser como antes pero un dragón es muy grande y fuerte y, sobre todo, muy peligroso. Así que mamá y papá se enfadan mucho conmigo pero es inútil. Un dragón no oye nada ni a nadie y además, un dragón no habla el lenguaje de las personas. Al final me quedo solo con mi culo gordo de dragón sobre las ruinas de mi cuarto. Papá y mamá me dan un gran achuchón. Ya vuelvo a sentir sus manos en mi mejilla y oigo muy bien sus palabras de consuelo. El dragón ha desaparecido. He vuelto a ser un niño pequeño.



NEGRACEBRAS JUAN CARABALLO



NEGRACEBRAS Había una vez una chica llamada Negracebras y era muy simpática con la gente. Un día Negracebras salió a jugar con un ogro que se encontró en el bosque. - No nos vayamos muy lejos que allí hay un oso que te da una pizza picante, picante que te mueres- dijo el ogro. Negracebras no le hizo caso al ogro y se fue. Entonces la chica se tomó la pizza picante, picante y se murió. FIN



EL LOBO Y LAS TRES OVEJAS IONA CATTANO



EL LOBO Y LAS TRES OVEJAS

Érase una vez una familia de ovejas. La casa en la que vivían era muy pequeña y entonces la madre de las tres les dijo que se tenían que construir una casa. La más pequeña se construyó una casa de paja; la mediana, de palos y tornillos; y la mayor, de ladrillo. Cuando vino el lobo cerraron rápido las puertas. El lobo empezó por la casa de la pequeña. El lobo sopló y sopló hasta que la casa se derrumbó. La oveja pequeña se fue a la casa de la mediana. Y el lobo se encaminó también a la casa de la oveja mediana. Y el lobo sopló y sopló hasta que la casa derrumbó. Las dos corrieron a la casa de la hermana mayor. Y el lobo las siguió a la casa de la oveja mayor. Y sopló y sopló, pero la casa no se derrumbó. Entonces el lobo se metió por la chimenea. Las tres ovejas prepararon una caja abajo. El lobo cayó y ellas la cerraron y después enviaron la caja a África. ¡Y nunca más volvieron a saber del lobo!

FIN



LOS TRES AMIGOS YIHANG CHEN



LOS TRES AMIGOS Los tres amigos eran muy listos. Un día construyeron un castillo y les encantaba. Había sombras en el bosque y se escondieron en el castillo. Los zombis querían entrar pero ellos eran tan listos que hicieron flechas pistolas y ganaron y mataron a los zombis.



LOS DOS ELECTROENCEFALOGRAFISTAS MARCOS GALBARRO



LOS DOS ELECTROENCEFALOGRAFISTAS Una vez vio un electroencefalografista a otro y se hicieron muy buenos amigos. Se lo pasaron muy bien, pero había un ladrón muy malvado que les quería “ROBAR”. Uno se construyó una mansión de oro y no le robó. Pero el otro era muy vago y se construyó una casita de plástico y le robó. Por último ganaron tres millones de euros y se hicieron multimillonarios. Segunda parte: Se fueron al bosque con un Maserati y se cagaron literalmente porque vieron a un oso pardo. Se fueron a un millón de kilómetros por hora y se compraron un “PHOSKITO” y RACABUMBA se desmayaron porque TANTANTÁN la mansión estaba ardiendo. Soltaron su “PHOSKITO”. Tenían un sistema de láser para los ladrones y tiraban bombas atómicas. Pero su casa era la de enfrente. El “PHOSKITO” no se podía comer porque estaba lleno de tierra.



EL PATITO FEO SE PUSO AZUL ÁNGEL GARRIDO



EL PATITO AZUL

El

patito

feo

se

puso

AZUL.



SIETE CABRAS MUY CABRAS MARTÍN GIRELA



SIETE CABRAS MUY CABRAS Había una vez una casita del campo donde vivían una mamá cabra y sus siete hijos. Un día la madre se fue a comprar al MEDIA MARKT porque era el Black Friday. Cuando se fue de compras les dijo: -

Me voy a de compras, no abráis a nadie y menos al Cerdo Feroz.

-

Vale mami, pero ¿podemos ver la tele?

-

¡No, claro que no! En vez de cuernos os van a salir antenas.

Cuando se fue el cabritillo más pequeño dijo: -

El mando está en el cajón del cuarto de mamá.

-

¿Pero ese cajón no tiene llave?

-

¡Exacto!

-

¿Pero dónde está?

-

¡En la estantería del salón!

-

Pondremos la mesa alta y una silla encima para subirnos.

Cuando estaban a punto de conseguir la llave… -

Toc, Toc, oink, soy mamá, oink.

Las cabras perdieron el equilibrio. -

¡Vete ya cerdo asqueroso!

-

Uff, lo volveremos a intentar.


Y cuando por fin la tenían…el cerdo dijo con voz aguda: -

Toc, Toc, oink, soy mamá, oink.

Y las cabras perdieron el equilibrio, otra vez. Las cabras se enfadaron tanto que salieron detrás de él. -

¡No volveré más OINK, lo prometo.

FIN Martín Girela


EL FLAUTISTA RAFAEL GÓMEZ



EL FLAUTISTA El flautista era un millonario que se hacía pasar por un pobre para ganar más dinero. Era un egoísta. No compartía nada con nadie, ni con los pobres. Un día por ser tan malo y tacaño se cayó y se dio en el esternocleidomastoideo. Tuvo que ir al hospital y aprendió la lección de no tratar a nadie mal jamás porque en el hospital le trataban genial. FIN



LOS SIETE CERDITOS BENITO GONZÁLEZ



LOS SIETE CERDITOS

Érase una vez en un pueblo de la Sierra Norte sevillana siete cerditos que vivían con su madre en una zahúrda. Un día la madre tuvo que ir a buscar bellotas y dejó solos a los cerditos. Les avisó que no abrieran la puerta a nadie. Justo cuando se fue llamaron. ¡Toc, toc!. Era el lobo. -Abridme la puerta, soy vuestra madre. -No te creemos, enséñanos el hocico. El lobo se fue sin rechistar y volvió con un viejo enchufe en la nariz. -¡Abridme! Soy mamá. -No te creemos, enséñanos el hocico. Vieron el hocico de cerdo pero como no estaban seguros le pidieron que les enseñara el rabo y el lobo se tuvo que ir gruñendo. Volvió al rato con un oxidado muelle en el trasero. ¡Toc, toc, toc! -Abridme soy vuestra madre. - No te creemos, enséñanos el rabo-. Cuando vieron el rabo abrieron la puerta y el lobo se los comió de un bocado a todos menos al pequeñín que estaba escondido debajo de la mesa.


La madre llegó con las bellotas y solo vio al más pequeño. Este le contó lo que había pasado. La madre corrió en busca del lobo con una aguja, hilo y unas tijeras. Lo encontró durmiendo la siesta debajo de una encina. Sin despertarlo le rajó la barriga, sacó los seis cerditos vivos, se la llenó de bellotas y se la cosió. Cuando el lobo despertó estuvo haciendo caca todo un mes… ¡sin parar!

FIN


BLANCAFLOR JULIA HERNÁNDEZ



BLANCAFLOR Blancaflor vivía con su madrastra, una reina vanidosa quien ordenó a un cazador que matara a su hijastra. El cazador, compadecido, la dejó libre y le aconsejó que se escondiera de su madrastra en el bosque. Blancaflor llegó a una casita lejana. Era el hogar de unos amigos suyos. Pero un día la madrastra apareció en el bosque. Blancaflor pensaba que su madrastra había cambiado. Pero no, no había cambiado. Le dio una fresa envenenada y la pobre cayó al suelo. Cayó cerca de la casa de sus amigos y cuando llegaron de trabajar la vieron tirada en el suelo. Todos lloraban por la muerte de Blancaflor. Pero al poco tiempo se acercó un príncipe por allí y la besó y Blancaflor se despertó. Se casaron y fueron felices y comieron perdices..



LENTEJITA IRENE HERRERA



LENTEJITA

Había una vez una niña que se llamaba Lentejita. Tenía dieciséis hermanos y un padre y una madre. Vivían en una casa en la ciudad y a Lentejita le gustaba ir con su padre a la granja para ordeñar las vacas. Un día Lentejita estaba ordeñando una vaca y se cae a una planta. La vaca ve la planta y se la come. Sus padres no le encontraban y decían: - Lentejita, Lentejita, ¿dónde estás? Después de días fueron a buscarla y Lentejita decía: - ¡Mamá, papá, estoy en la barriga de la vaca, donde no llueve ni nieva! Sus padres al fin supieron donde estaba. Hicieron reír a la vaca y salió volando. Al final fueron a su casa cantando: "¡Pachín! ¡Pachín! ¡Pachín! A Lentejita no piséis. ¡Pachín!¡Pachín!¡Pachín! Tened cuidado con lo que hacéis."



LOS CINCO CERDITOS JORGE JIMÉNEZ



LOS CINCO CERDITOS Había una vez cinco cerditos. Uno hizo la casa de oro, el otro cerdo de plata, el tercero construyó una mansión, el siguiente una casa de cristal y el último cerdo, de madera. Un día los cinco cerditos fueron de compras y vieron un lobo feroz que tenía hambre. El lobo los persiguió y ellos se escondieron en sus casas. El lobo se tropezó con los enanitos y estos se enfadaron muchísimo y consiguieron un bate y le dieron en la barriga y vomitó.



FUTBOLÍSIMOS RAFA LEÓN



FUTBOLร SIMOS Mi corazรณn late tan deprisa que parece que me va a estallar en cualquier momento. Nunca en mi vida he corrido tan rรกpido, ni siquiera cuando me dan un pase largo y tengo que dejar atrรกs a los defensas y llegar al balรณn antes que el portero. Llevo corriendo tanto tiempo que ya ni me acuerdo cuando empezamos.



LOS SIETE LOBITOS Y SU AMIGUITO MESIERET MANÉ



LOS SIETE LOBITOS Y SU AMIGUITO Un día lobito quería ir al pueblo y su padre dijo: -¡No vayas al parque o te matarán! El lobito no le hizo caso. Creía que se lo inventaba. Un día, por la noche, se acercó al pueblo. Cuanto más y más se acercaba, más callado se quedaba hasta que un niño lo vio. El lobito no sabía qué hacer. El niño no quería hacerle nada y se lo dijo. Empezó a confiar en él y le dijo el lobito: -Yo quiero ser tu amigo. El niño dijo que sí y le presentó a sus seis hermanos y hermanas. Su amiguito no se lo podía creer. El lobito le informó: -Somos los siete lobitos. ¡Y te vamos a comer! Su padre muy orgulloso asintió: -Vamos a comerte sí o sí. ¡A por él! Y tal como dijo el padre, fueron a por él. El niño tenía la casa de colores. Le persiguieron hasta su casa y le rompieron el esternocleidomastoideo. ¡Y se comieron al niño! Basado en “Los siete cabritillos”.



LOS OCHO CABRITILLOS JULIA MARTÍNEZ



LOS OCHO CABRITILLOS Érase una vez ocho cabritillos que vivían con su madre. Un día su mamá se fue a comprar. Vivían en una ciudad. Durante su ausencia llegó un lobo que llamó a la puerta. Los cabritillos dijeron: -No, no podemos abrirte, si quieres que te abramos asoma la patita por debajo de la puerta. Y el lobo la asomó. Pero los ocho cabritillos eran muy listos y exclamaron: -No te vamos a abrir porque… ¡eres el lobo! Y el lobo se marchó. Volvió a llamar a la puerta y volvieron a contestar diciendo: -Si quieres que te abramos, asoma la patita por debajo de la puerta. Como el lobo se había puesto harina en las patas los ocho cabritillos se pensaron que era su madre y le abrieron la puerta. Era el lobo y se los comió. Cuando volvió la madre vio al lobo tan gordo que se figuró que se los había comido. Cogió unas tijeras y le abrió la barriga y salieron tan contentos. FIN



CAPERUCITA AZUL VIOLETA NEBOT



CAPERUCITA AZUL Había una vez una niña llamada Caperucita Azul. Su madre le dijo que fuera a darle la comida a su abuelita. Entonces se fue a la casa de su abuelita, y por el camino se encontró a un ogro. El ogro le dijo: -Ve por ese camino. Yo iré por este. Te echo una carrera. La niña fue por el camino que le dijo el ogro. Entonces el ogro llegó antes que la niña, porque él quería pasar al rascacielos de la abuelita pero no le dejaron los guardas de seguridad porque la abuela era millonaria. Los guardas de seguridad le dispararon con una pistola eléctrica por eso le dolía el esternocleidomastoideo. Al cabo de un rato, llegó Caperucita Azul. Entró y se dio cuenta de que se le había acabado la comida de la abuelita, porque se la había comida. Pero resulta que la abuelita tenía poderes. Al usar sus poderes apareció una pizza muy caliente en su cesta y la abuelita se la comió. Al comérsela le empezó a salir fuego por la boca, porque quemaba muchísimo la pizza. Entonces Caperucita Azul le echó un cubo entero de agua. La abuelita estuvo una semana sacándose agua de las orejas.



EL GUITARRISTA DE LAS PERSONAS LUCAS PÉREZ



EL GUITARRISTA DE LAS PERSONAS Érase una vez un señor que tocaba muy bien la guitarra. Un día llegó a un pueblo y vio muchas ranas. El rey estaba dispuesto a dar mucho dinero a quien se llevara las ranas del pueblo. -Yo puedo- dijo el señor que tocaba la guitarra. Se llevó a las ranas de allí y le pidió el dinero al rey, pero este le dijo que no. Al guitarrista le entró muchísima rabia y entonces se llevó a las mujeres. Al día siguiente los hombres no encontraban a sus mujeres. -Como no me des el dinero no traeré a las mujeres. De esta forma consiguió que le pagaran y trajo de vuelta a las mujeres.



LOS CUATRO LOBITOS DANIEL RODRÍGUEZ



LOS CUATRO LOBITOS Érase una vez cuatro lobitos. Un día, los cuatro lobitos fueron al bosque y se encontraron con un oso feroz. Cada uno se fue por su cuenta y cada uno se hizo una casa. El más pequeño se hizo una de trigo pero el oso feroz sopló y sopló hasta la que la casa derribó. El lobito pequeño se fue con el segundo lobito, el cual se la había construido una vivienda con palos. Pero… el oso feroz le persiguió. Así que sopló y sopló hasta que la casa derribó. Después los lobitos fueron a por el tercero. Tenía una casa de cuarzo por lo que el oso feroz no podía destrozar la casa. Así que, con sus garras, cogió una roca gigante y la destrozó. Entonces fueron a por el cuarto lobo. Su mansión era de diamantes. El oso feroz encontró un cubo de lava gigante. ¡¡¡Claro!!! No podía destrozarlo pero antes de eso el mayor cogió un hacha y le empezó a dar al oso. Al final, le rompió el esternocleidomastoideo. Así que los cuatro lobitos se quedaron en una sauna y empezaron a chulearse.



LOS SIETE CABRITILLOS Y EL LOBO SERGIO RUIZ



LOS SIETE CABRITILLOS Y EL LOBO Érase una vez una mama cabra que tenía siete hijos pequeños. Ella tenía que ir a pescar al río y le dijo a sus hijos que no abrieran la puerta a nadie y que se portaran bien. Los cabritillos se aburrieron y se pusieron a jugar a los pistoleros, uno se subió a un armario y se tiro de boca y le sangró la boca. Los otros hermanos cuando lo vieron se asustaron y salieron de la casa a pedir ayuda. En esos momentos pasó un lobo muy bondadoso y cuando lo vio sangrar le dio un poco de agua y se lo llevó al centro de salud y allí le pusieron dos puntos y lo trasladaron a su casa. En esos momentos llego la madre con una gran cantidad de pescado y cuando vio que el lobo había ayudado al cabritillo, le invitó a cenar. Y… colorín colorado… ¡este cuento se ha acabado! Sergio Ruiz Garrido



LOS TRES ENANITOS LUKAS TSCHERNKO



LOS TRES ENANITOS Había una vez tres enanitos que jugaban por el bosque. Un día llegó un zorro feroz acercándose a la casita del enanito más pequeñito. Cuando él lo vio gritó y sus hermanitos lo escucharon y le pegaron al zorro. Pero cuando le pegaron salió corriendo detrás de los otros dos enanitos. La casita del pequeño era de hierba, la del medianito era de madera y la del grande era de ladrillo. El zorro quería entrar en la casa del mayor que era el sitio donde estaban todos. Sopló y sopló hasta que se quedó sin aire. Se puso a toser y se fue a beber agua. Se ahogó y se murió. FIN



EL BIZCOCHO MÁGICO SARA VENTURA



EL BIZCOCHO MÁGICO Era una vez dos niños que no hicieron los deberes. Su padre se enfadó mucho. Los niños se escaparon, fueron al bosque y se perdieron. Al día siguiente se encontraron una casita que estaba hecha con chucherías y chocolate. Como no había nadie, se pusieron a comer y les entró mucho sueño. Cuando se despertaron, estaban en una jaula con una bruja. Como lo bruja tenía mucha hambre la niña le dijo que ella hacía un bizcocho riquísimo. La bruja le dejó hacer el bizcocho. La niña sabía que la levadura hace crecer el bizcocho y le echó un saco entero. Metió el bizcocho en el horno y empezó a subir, subir, subir, subir y subir. Hasta que la bruja se quedó metida en el bizcocho, la niña liberó a su hermano, cogieron un trozo de bizcocho y se fueron a su casa a pedirle perdón a su padre por haberse escapado.



NEGRANIEVES RODRIGO VERA



NEGRANIEVES En un castillo vivía una princesa llamada Negranieves y su malvado padrastro la quería matar. Un día le dijo a uno de sus cazadores que matara a la princesa . El cazador encontró en un bar a la princesa borracha porque se había tomado diez cervezas y, borracha como estaba, la princesa cogió un vaso y lanzándolo contra el cazador lo dejó K.O. Cuando el padrastro se enteró de lo del cazador se hizo pasar por anciano y dándole veinte cervezas la emborrachó y tan borracha estaba que cogió la espada de decoración y se puso a hacer esgrima . Negranieves, con la espada, tiró al padrastro por la ventana y por pura potra no murió. Cuando la madre de Negranieves se enteró dejó al padrastro en la calle al lado del cubo de basura del castillo.



FIN


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