Animales fantásticos y donde encontrarlos es la mejor película de Pokemón jamás hecha. La nueva cinta Fantastic Beasts and Where to Find Them, la primera entrega de la nueva serie de cinco películas que tomó a todos aquellos que nos vestíamos de magos y nos pintábamos un rayo con marcador permanente en la frente por sorpresa, se estrenó el 18 de noviembre en México y ya lleva más de 600 millones acumulados en todo el mundo Cabe mencionar que el guión no fue escrito por Steve Kloves, quien escribió las siete películas anteriores, sino que fue la misma autora de Harry Potter, J. K. Rowling, quien accedió a escribirlas con la condición contractual de que nadie más que ella, mucho menos el estudio, pudiera meter mano a sus ideas. Por supuesto, siendo la mujer mas rica de este lado de la galaxia y la autora de la quinta mejor franquicia de todos los tiempos, aceptaron. ¿Pero valió la pena este experimento? La Warner Bros trató con muchísimo cuidado este proyecto, reclutando al ganador del Oscar Eddie Redmayne, a los establecidos y talentosos Katherine Waterston y Ezra Miller, y al director David Yates, quien ya había dirigido cuatro películas de Harry Potter. ¿Qué puede salir mal? Tiene todos los ingredientes impuestos por Marvel para una apuesta segura, ligeramente predecible pero entretenida. La película se arriesga un poco rompiendo las regla impuesta por las anteriores de utilizar solamente a actores británicos, y aunque la historia toma lugar en América, vemos actores ingleses como Katherine Waterstone y Collin Farrell interpretando personajes americanos y viceversa. Se reconoce la función de la cinta de expandir la ya genial mitología de Harry Potter. Se reconoce el amor que la autora tiene por estas historias y sus personajes. Pero es dentro de esta subjetividad donde se percibe un ligero prejuicio contra los Estados Unidos, como la escena en aduanas al comienzo, la clase política norteamericana malvada y estúpida, la xenofobia y los grupos radicales de ultra-derecha similares a los que se ven hoy en día. El tema principal de la cinta es la aceptación de uno mismo, muy claramente representado con Ezra Miller, quien pasa casi toda la película ocultando su naturaleza mágica para complacer a su madre, prototipo de la mamá de Carrie, emergiendo de él una obscuridad destructiva, producto del odio a si mismo, visualmente grandioso, pero temáticamente hueco al culminar en una secuencia de acción casi sacada de Transformers. Parece que J.K. Rowling quiere sermonearnos sobre los peligros del bullying. Ten cuidado a quien llamas fenómeno en la escuela, podría convertirse en una nube de humo y matarte. Mientras tanto, los protagonistas, Newt Scamander y Tina, se teletransportan con sus varitas por la película, ajenos a la trama principal hasta que es hora de enfrentarse al villano y decir adiós.