Reseña de ‘Tiempo compartido’. “Tiempo compartido” es una película de Sebastián Hoffman que nos sumerge en las entrañas de un complejo turístico ubicado en una paradisiaca playa de México. La trama se centra en dos familias, una de huéspedes de un tiempo compartido, conformada por Pedro, Eva y su hijo, y otra de empleados del hotel integrada por Andrés y Gloria. Ambas parejas sufren el duelo de una pérdida reciente y lidian con las secuelas, el cambio y el siniestro plan de un conglomerado hotelero. El hotel, además de la locación, es también un personaje con una meta: vender tiempos compartidos. Para lograrlo manipulará a los huéspedes y empleados del resort y para crear la “experiencia vacacional ideal”. Pedro, el protagonista, buscará recuperar el rol dentro de su familia, pero llegando a niveles psicóticos, esto se complica cuando por un supuesto error administrativo, una familia más numerosa termina compartiendo la suite de su tiempo compartido. Andrés, el otro protagonista, es una figura quebrada por la tragedia que deambula medicado por los pasillos hoteleros, hasta que decide recuperar el control de su vida y sabotear los planes del hotel desde adentro, exponiéndolo a los ojos de Pedro como en realidad es: un ente manipulador. Al mismo tiempo, tenemos a Tom, la personificación del hotel. En su introducción apreciamos un recurso utilizado por Alfred Hitchcock de mostrar el perfil de un personaje en primer plano para enfatizar que guarda un secreto. Cuando vemos el perfil izquierdo de Tom, nos cuenta una historia inspiradora sobre cómo el hotel cambió su vida. Es hasta que vemos su “otro perfil” cuando se revela que la historia, como mucha de la filosofía del hotel, es una ilusión. De esta forma encontramos el eje temático de la cinta: la fantasía contra la realidad. La familia de Pedro vive la experiencia hotelera perfecta, mientras que Andrés y Gloria son parte de los oscuros engranajes que conforman el mundo de arriba. Superficialmente la cinta trata sobre la lucha de Andrés y Pedro contra los planes del hotel, pero hay aspectos que podemos analizar que enriquecen la narrativa. Desde el inicio se establece a Gloria y a Eva como afectadas por la pérdida de un hijo, y en ambos casos su manera de lidiar con el trauma difiere de la de sus esposos. Ambas optan reinventarse gracias a las oportunidades que el hotel les ofrece. Eva logra un vínculo emocional con la familia con quién comparte su suite y Gloria consigue crecer profesionalmente vendiendo tiempos compartidos.
En contraste, AndrĂŠs y Pedro buscan el control de sus vidas al arruinar una conferencia sobre tiempos compartidos a la que asisten Gloria y Eva. Los arcos argumentales de ellas son saboteados por sus esposos al exponerse la vil naturaleza del hotel y ambas historias concluyen con el fin de la relaciĂłn. Al final la cinta nos hace cuestionarnos si vale la pena la felicidad que ofrece un conglomerado a un mĂłdico precio, o si es mejor aceptar la realidad tal y como es.