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Proporción C:N
Cuando describimos la materia orgánica, usamos la proporción carbono-nitrógeno o proporción C:N. El carbono se utiliza para construir los cuerpos de los organismos del suelo, y el nitrógeno se utiliza en proteínas y enzimas responsables del metabolismo de otros organismos del suelo. Si fuéramos a tomar una bacteria del suelo, moler su tejido, y medir su contenido de carbono y nitrógeno, tendríamos una idea de la proporción de carbono a nitrógeno necesaria en el suelo para que crezca la bacteria. Es por esto que utilizamos la proporción C:N para entender la calidad de la materia orgánica para el crecimiento de los organismos en el suelo.
Todos los organismos típicamente requieren más carbono que nitrógeno. Sin embargo, una proporción alta de C:N (mas alta que 24:1) no presenta suficiente nitrógeno para soportar el metabolismo de los microbios del suelo. A pesar de que haya suficiente carbono para que crezcan sus tejidos, serán incapaces de llevar a cabo las reacciones necesarias para crecer. Los organismos usarán el nitrógeno que ya está disponible en el suelo, el cual puede limitar la cantidad de nitrógeno disponible para las plantas. Esto tambien causara mas perdida de materia orgánica.
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Cuando la proporción C:N es baja, los organismos liberan el exceso de nitrógeno en la materia orgánica y lo distribuyen en el suelo para que sea lo puedan usar las plantas. El exceso de nitrógeno puede ser problemático si se lixivia del suelo y es arrastrado por la escorrentía a las vías fluviales, causando contaminación.
A veces también vemos la mención de la proporción C:P (fósforo) y proporción C:N:P:S (fósforo y sulfuro) . Estos son conceptualmente los mismos que C:N. Ciertas plantas y microbios tienen diferentes requisitos para los nutrientes, relativamente a sus necesidades de carbono.
Suelos de tierras secas tienden a ser bajas en C (carbono) y N (nitrógeno) ya que el crecimiento de plantas es limitado por el agua. La proporción C:N puede variar, dependiendo de la historia de uso del suelo y el tipo de vegetación presente. Es importante recordar que el carbón en el suelo proviene principalmente del material de las plantas, ya sea por su crecimiento o el mantillo orgánico. El nitrógeno disponible para el uso de las plantas proviene de microorganismos del suelo o insumos humanos. Estos dos elementos son esenciales para el bienestar del suelo, pero las rutas por las que entran al ecosistema del suelo son muy diferentes.
Nota: El ver los ciclos de los nutrientes nos provee una manera de entender como los suelos están conectados a otros ecosistemas, la atmósfera, la disponibilidad de nutrientes, y las dinámicas de depleción.