SEMANARIO No. 236 | 27 Abril 2012 | Editado por COMUNICACIONES - SJ
Otra mirada de la realidad
» Rafael Alegría, Vía Campesina
Más de 300 mil familias están sin tierras E
l abandono del campo por parte de los gobiernos hizo que muchos hombres y mujeres, sobre todo jóvenes, se vinieran para el área urbana, abandonando la tierra para dedicarse a otras labores que le permitieran subsistir. Esta migración interna conllevó al abandono del campo hasta quedar sin la fuerza laboral.
Pero en los últimos años hemos visto como los campesinos han iniciado un proceso de recuperación de tierras para volver a producir los granos básicos y las hortalizas que les permitan garantizar los alimentos, en primer lugar para su familia y para salvar de la crisis alimentaria al país. Pero esta lucha enfrenta serias trabas por parte de los terratenientes que junto a los órganos represores del Estado persiguen y asesinan a los campesinos sin tierras. “El problema es que hemos tenido por 20 años consecutivos una política de reconcentración de la tierra, una política de liberalización, de mercantilización de la tierra y hoy se habla de extranjerización de la tierra. Eso significa que la tierra nacional que es del Estado, la tierra ejidal que es de la municipalidad, la tierra fiscal que le han donado o comprado al Estado, prácticamente están en manos privadas y las tierras privadas tienen inafectabilidad del régimen, es decir que no se pueden tocar esas tierras”, dijo a Radio Progreso Rafael Alegría de Vía Campesina.
Un fuerte contingente de policías y militares fueron utilizados para desalojar a los campesinos en el Valle de Sula.
que se instalaron en el país. Es el caso del Valle de Sula. “Hemos investigado y estamos enterados que éstas hectáreas de tierras no le pertenecen a ninguna azucarera sino que son del Estado y por eso las estamos pidiendo para nosotros poder cultivarlas, las queremos para reforma agraria” reclamaba un campesino desde el sector conocido como Cowle en el Valle de Sula. Rafael Alegría de la organización Vía Campesina.
y medio. Las reuniones y acuerdos se quedan plasmados en papel mientras tanto la realidad no cambia en el Aguán.
Lucha nacional
“El incumplimiento de los acuerdos que firmamos con el gobierno de don Porfirio Lobo Sosa y el Movimiento Unificado Campesino del Aguán, Muca, podría agravar la problemática agraria en el Bajo Aguán” dijo Yonny Rivas, vocero de dicha organización campesina.
Los conflictos por el acceso a la tierra se presentan a nivel nacional. Aunque en los últimos años el foco de atención ha estado puesto en el Bajo Aguán en el departamento de Colón donde suman 57 campesinos asesinados en los últimos dos años
En el sur la cosa no pinta nada bien, al igual que en oriente y occidente, las tomas de tierras se desarrollan en aquellos lugares dónde hay tierras ociosas o que perteneciendo al Estado las pelean potentados diputados o empresas transnacionales
Represión como respuestas Al menos 136 campesinos fueron detenidos tras el desalojo violento de unas tierras nacionales acaparadas por las azucareras del Valle de Sula. “Fuimos desalojados y no nos dejan decir la verdad de lo que está pasando, no hemos cometido un delito, estamos recuperando lo nuestro” explicaba a Radio Progreso un campesino desde la celda de detención en San Pedro Sula. Unos 13 grupos campesinos exigen al régimen de Porfirio Lobo que les entreguen unas 4,000 hectáreas de tierras para cultivarlas. El comisario de Policía, Juan Róchez, dijo al momento del desalojo que los campesinos están acusados de usurpación y daños. Mientras tanto las organizaciones campesinas ad-
vierten que regresarán a ocupar de nuevo las tierras hasta lograr ser escuchados. “Hasta hace algunos años nosotros contabilizábamos 300 mil familias sin tierras, y ahora, el 17 de abril, sólo 3 mil familias son las que por la vía de la recuperación ocuparon esas tierras, ósea que estarían pendientes 297 mil familias y con este “lloriqueo” que tienen los empresarios sobre unas pequeñas parcelas de tierra que tienen ocupadas los campesinos, yo me preguntaba qué tal si fueran 20 mil familias, 50 mil familias, a saber qué pasaría en este país” reflexionó Alegría. El dirigente dijo que de cada 100 campesinos, 40 están en extrema pobreza, en indigencia de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina, Cepal. “Honduras es el país que vive con más exclusión social, con más pobreza y sin ninguna esperanza en el área rural de mejorar las condiciones de vida, entonces ante esa situación lo que cabe es la lucha”. Seguridad Alimentaria Según Rafael Alegría, Honduras enfrenta serios problemas para pro-
“Hoy estamos importando alrededor de 16 millones de quintales de maíz, más de un millón y medio de quintales de arroz y más de un millón de frijoles. Las hortalizas en su mayoría también son importadas. Estamos importando el 70% de los alimentos en Honduras”. Rafael Alegría.
ducir el alimento que consume su población. “Tenemos una acumulación terrible de la seguridad alimentaria. Hoy estamos importando alrededor de 16 millones de quintales de maíz, más de un millón y medio de quintales de arroz y más de un millón de frijoles. Las hortalizas en su mayoría también son importadas. Estamos importando el 70% de los alimentos en Honduras”. Actualmente el agro hondureño está en peores condiciones al no funcionar la reforma agraria que recibió el tiro de gracia por parte del gobierno nacionalista que dirigió Rafael Leonardo Callejas al aprobar en 1992 la ley de modernización agrícola. “No existe una política pública agrícola para reordenar el campo. Qué significaría eso, contar los recursos que tenemos y darle a cada quién lo suyo, porque aquí no está escrito en una ley que la tierra le pertenece a los Rosenthal, los Kafati, a los Larach, a los Abufele, o que los recursos naturales le pertenecen a diez familias, no hay nada de eso”, se quejó Rafael Alegría de Vía Campesina.
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