テ[bito Revista de literatura y arte Zaraza, Guテ。rico, Venezuela/ Nツー 1/ Agosto - Septiembre 2013
SUMARIO 3 EDITORIAL POR MIRIAM MAURA MALLORQUIN 4 LEONARDO ALEZONES LAU 6 SEBASTIAN ARISMENDI 7 JAIRO ROJAS ROJAS 10 LUIS EDUARDO AYALA PÁEZ 11 LUZ MARINA ALMARZA 12 MIRIAM MAURA MALLORQUIN 13 RAMIRO ROSÓN MESA 14 ANTONIO JIMÉNEZ PAZ 15 JOHN SWAIN 16 RICHARD SABOGAL 18 CLAUDIA SIERICH 19 ALAN DALLOUL 20 CAMILO FERNÁNDEZ COZMAN 21 MIGUEL MÁRQUEZ
FOTÓGRAFOS QUE PARTICIPAN EN ESTA EDICIÓN:
JOSE LUIS LLANES, JOHN SWAIN Y LUIS EDUARDO AYALA PÁEZ
Foto: Jose Luis Llanes
EDITORIAL Aventurarse, a producir una revista literaria en el mundo de internet es una proeza, contactar los escritores, solicitarles los diferentes textos y ubicarlos en una entrega, no es menos que un acto de amor, considerando las diversas visiones y criterios, cuidando los detalles, sin tener preferencias, abriendo las puertas y ventanas del hacer escrito, es sencillamente un hecho apasionante. Solicitarme la escritura de la primera Editorial significó un reto y una invitación, insoslayable. El trabajo del editor al reunir los textos, acomodarlos en su interior, ubicar las ilustraciones, sobre todo respetando su contenido, es muy parecido a decir: “soy un ser humano, y a través de la palabra, te reconozco como tal”. Es la viva prueba de que en esta revista se reconoce el oficio de escribir y se le valora como expresión de humanidad, de latitudes disonantes pero encontradas en las líneas que siguen nuestros ojos. Particularmente, siento que hay que tomar en cuenta la importancia de estar al lado de tantas expresiones libres, brindar lo mejor, buscar la autenticidad y el oficio en la escritura. Imaginar ¿a cuántas personas podremos llegar con nuestra palabra? ¿a cuántos corazones alentará uno de nuestros versos? ¿cuántos cerebros dormirán inquietos ante el uso de un adjetivo, que a veces, sentimos que es “nuestro”? Pensar, en el hecho de que al poner uno de nuestros escritos, en manos del poeta Rafael Ayala Páez, (creador de esta revista y emprendedor en este proyecto), dará vueltas por el mundo, es como lanzar un boomerang al infinito. Con esta simple decisión, definitivamente, dejamos de ser bentos y nos desprendemos al espacio virtual y, tal vez, universal. Alegre por ello, apoyo esta primera edición de Ámbito, esperando reciba la aceptación de los cibernéticos lectores, sugerencias y comentarios. Decía Abreu Gómez, en el prólogo del libro Viaje al Amanecer de Mariano Picón – Salas, que “La poesía es la preponderancia de las facultades aprehensibles de lo emocional, de lo que flota, de lo que no cuaja en la cápsula de la palabra, de lo que no cabe en el régimen del idioma lógico. La poesía es el martirio gozoso que los hombres sufren por hacer que ese lenguaje interior, se sienta más allá de los límites de las palabras y de sus combinaciones”. Hoy este joven poeta quiere que viaje por el espacio ese sentir, que las palabras toquen a los lectores, vibrando más allá, produciendo el temblor de las páginas… Miriam Maura Mallorquin Poeta y profesora universitaria
► Poesía
► Entrevistas
► Narrativa
► Traducciones
► Fotografía
► Y mucho más
► Pintura ► Ensayo
Foto: Luis Eduardo Ayala Páez
Leonardo Alezones Lau PÁJARO ANTIGUO una vida no basta el fuego se encargará de la memoria elevándose por encima del oxígeno hasta apagarse como el pájaro antiguo quemando el tronco de un árbol y fauno lo mira entre las hojas muertas las que arden ante su llama inexplicable con la misma gracia del rocío a contraluz elude la brisa en el tornado desde un ala finamente terminada por la llama que iluminó los campos de trigo ya al fin del abrazador recuerdo de su partida las ninfas reanudan la música de las esferas haciendo estallar la ceniza en resurrección COLLAGE ¡padre ignacio! ¿por qué hizo subir al niño a su habitación? “puedo dejarlo cuando quiera” un vigilante viendo la t.v. jóvenes molestos entonando la misma melodía frenesí para los sentidos hace rato tarareamos otra canción de cuna volvamos al panorama cada vez alcanza para menos el sueldo quiero ser el primero en incendiar todo cuando el pasaje aumente (harina en los supermercados) mandar a reencauche mi mandíbula sucumbir ante la xenofobia las gárgolas no dieron suficiente tormento al alma de ese párroco que se maquilló en lo oscuro ARRIBO amor de amargos y besos nadie podrá apartarte al esperar tu arribo en la otra orilla con santos en cada peñasco la niña que amamantó tan pronto como le permiten la tibia y el peroné cerca (entre urinarios de gasolinera) a veintiún mil leguas de los árboles donde alguien grabó para ti
EN EL ACTO me canso de ver a tus ojos buscando algo que dé sentido a la existencia si ahí no hay ángeles no crecen naranjas ni florecen estrellas ¿para que se intensifican con tus respiros? como si tratarán de justificar tal acción A SILENCIOS cada vez que voy en busca de una revelación la página aparece traída por los ángeles desertores colgándose de mi espíritu con ganchos de carnicería helados tan dorados como el semen de un abuelo él fue rey antes de enloquecer mirándolos fijamente beneficiándolos para reír al fin diciendo que se trataba de aves de corral teme que no te asusten un día siente su aleteo dentro del estómago un hambre de llenar los espacios sangre plumas la luna son insuficientes al llegar a la casa donde ningún techo sostiene estrellas cuando callas todo lo escrito ANÓNIMO ningún hombre ha sido capaz de forjar su sol todos han caído bajo el látigo de la aurora en espera del favor de los dioses unos querrán meterlo en los costados del ángel para irrumpir con ese calor en la ciudad durmiente de las pieles que se apartan durante las vetas de mármol
COSAS QUE NO SE PUEDEN HACER EN POESÍA dirigirse a la gerencia cuando no se está contento con lo leído buscar el minuendo de la emoción hacer rebotar el verso como un cheque sin fondos cotizando ante el seguro social cada línea escrita desde el amor de los vasallos anticipando a dios en paráfrasis crónicas vívidas para darse cuenta al fin de la pureza y el ruin estatuto del viejo cuaderno de matemáticas
Leonardo Alezones Lau (Valencia, Venezuela, 1983) Poeta y Artista Plástico, Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena 2002-2005. Ha participado en diversos recitales de poesía y es autor del poemario “Arcada” publicado por la editorial El Perro y La Rana en el año 2007, y “Amalivaca” por Negro Sobre Blanco Editores 2012. Su poesía ha aparecido en diferentes diarios y revistas como Pez de Plata, Fanzine Dos Puntos, Letra Inversa Notitarde, La Tuna de Oro y Poesía. Y en diferentes libros colectivos. Actualmente alterna su obra con el periodismo cultural dentro del proyecto editorial de Negro Sobre Blanco.
Sebastian Arismendi Deja mi vida. Yo te encuentro y te observo, Te observo entre el cielo y la tierra, Te observo reír y llorar, ¿Estarás presente ahora? ¿O serás tú los pensamientos de mis recuerdos que esperan? Yo, te hablo siempre y veo cómo te vas, Te vas a la oscuridad y a la luz y regresas, Dejas mi mano y te lanzas al precipicio, ¿Volverás?, Dentro de mis pensamientos yo sé tú regresarás.
Te veo bailar y pasearte en nuestra casa, Tú, estás siempre presente pero yo sé que te irás el día de mañana, Pero ahora Éros nos desnuda y nos une, Y los infiernos te vienen a buscar, Yo sufro por tus idas y venidas, Dime si esta vez, bailarás conmigo en mi infierno.
Tú sabrás ya si la memoria me engaña, Tú sabrás ya si mis años me alcanzarán, Si mi vista se irá o si mi vida terminará, Y yo, yo no sabré como haré para olvidarte, Yo no sabré como haré para borrarte, Porque tu estas en cada pensamiento y en cada lugar, Y tú me vuelves loco, tú estás atormentando mi vida.
Adoro cuando vienes, pero sufro cuando te vas, Porque yo sé que tú no volverás, Porque yo sé que solamente en mis pensamientos estás, Deja mi vida y mis recuerdos te lo pido, Deja mis tiempos y pronto, estaré en los tuyos.
Laissez ma vie. Je te rencontre et je te regarde, Te regarde entre le ciel et la terre, Te regarde pleurer et rire, Serais-tu présent maintenant? Ou serais-tu les réflexions de mes souvenirs qui attendent? Moi, je te parle toujours et je vois comment tu t’en vas, T’en vas dans l’obscurité et dans la lumière et tu reviens, Laisses ma main et tombes dans le précipice, Est-ce que tu reviendras? Dans mes réflexions je sais que tu retourneras. Je te vois danser et te promener chez nous, Toi, tu es toujours présent mais je sais que tu t’en iras le lendemain Mais maintenant Éros nous déshabille et nous unit, Et les enfers viennent te chercher, Je soufre par tes allers et tes venues, Dis-moi si cette fois, tu danseras avec moi dans mon enfer. Tu sauras déjà si la mémoire me trompe, Tu sauras déjà si mes années m’atteindront, Si ma vue s’en ira ou si ma vie terminera, Et moi, je ne saurai pas comment je ferai pour t’oublier, Je ne saurai pas comment je ferai pour t’effacer, Parce que tu es dans chaque réflexion et dans chaque lieu, Et tu me rends fou, tu es en train de tourmenter ma vie. J’adore quand tu viens, mais je souffre quand-tu t’en vas, Parce que je sais que tu ne reviendras pas, Parce que je sais que seulement dans mes réflexions tu es. Laissez ma vie et mes mémoires s’il vous plaît, Laissez mes temps et bientôt, je serai dans les tiens.
Sebastian Arismendi (Puerto La Cruz, Venezuela). Poeta y novelista. Ha publicado reseñas en varias páginas culturales del país. Recientemente ha publicado su primer libro de poemas titulado
(Versión en francés escrita por el propio autor)
Cachalote. Página wed: http://sf-diamond.blogspot.com/
Leonardo Alezones Lau Foto: John Swain
Jairo Rojas Rojas Agujeros Con el primer billete se viene un plato de peltre donde entra el cielo y la muerte de una vaca, blanco con negro, que es un número, porque todo es número. Yo soy 15295465. Miren. Miren. Carne roja de sangre vieja y agónica en el vasto y breve cielo que tengo al frente donde también hay huellas de moscas, dolor futuro. Una fila india que dura una hora de eternidad bajo cielos de cartón; ayudados por la basura, siempre, para un arroz que viene de otro país y un aceite que no debería existir. Verdes ramas que son el milagro más explosivo de hoy en la tierra infesta de dinero y veneno. Bledo, chayota, maíz, ocumo, chirimoya, caraotas; y hasta ahí. Rece y agregue agua. Comida ancestral. Fuera de contexto. Lo peculiar jamás será bienvenido en este mundo aspirante a lo homogéneo, al control y la vigilancia. Mi cabeza se vuelve sangre que bulle cuando termina la semana. Con el segundo billete pago las deudas en una pequeña ciudad cuyo aire se aleja de las alturas y su nombre no proyecta luz en países verdaderamente fríos; los ojos de siempre no se cansan del engaño que es todo. Miren. Miren. Ella es el caos y el cariño sobre la cual los ángeles lloran y debajo de esas lágrimas un suelo grietado y debajo de este asfalto heces de todos los tipos que es donde todo todo todo termina. ¿Termina? Debo pagar todo para seguir vivo, debo pagar todo para que me odien menos. Ahí están las monedas que se contemplan a sí mismas, ubicuas, retando a Dios. Me recuerdan la muerte, la gente que muere y que tanto envidiamos por un puñado de monedas, llenas de sangre, me miran para que las mire y también me arrastre llenando mis huellas de lágrimas. Sus golpes me abren la sed y de una vez me hacen una tumba en la nada.
-¿Es acaso esos golpes los que levantan a toda la noche insomne? -Sí, obvio
Con el tercer billete digo: “menos mal y existe lo inútil”. No le tengo respeto a la música de las monedas cayendo; me duermo profundamente, me da hambre. Compro instantes como si sirvieran para algo. Porque Dios y yo hablamos de lo inútil porque en las noches de la gran aridez sobre esta pequeña ciudad conversaremos de cosas que no sirven porque vi que los poetas morían en la escuela porque uno llega olvidar lo que un profeta escribió porque hay una etapa de este camino donde sólo podemos ir y llegar solos porque lo invisible tiene otra forma a la que siempre hemos pensado porque siempre preferiremos cantar que vivir correctamente porque lo que siempre se ha buscado es abandonar el mundo utilitario y ser imagen. Ver-ComprenderTrascender. He allí nuestro defecto, dicen.
El espejo es eso que parece otra cosa La realidad difiere de su apariencia, me dice negrem deftier. Mira ese cuerpo conocido que yace ahí —me indica— y ahora mira el reflejo en el espejo. No hay uno sino tres cuerpos, parpadeo y no son tres sino un cuerpo conocido, color carne, menudo, de apetito insidioso, hirsuto en su corona, con sonrisa brillante, de miembros enjuntos, furtivo de energía, ¿ese cuerpo son todos los cuerpos? —pregunto—, pero negrem me obliga a callar y señala el cuerpo y pide concentración y miro que los pensamientos flotan como colores y mueven al cuerpo como un gran instrumento que se mira al espejo. Entiendo que las cadenas son para aprender a volar, entiendo que la brevedad de la vida origina la magia, entiendo que todo esto balbuceado es oponerse a algo brillante que es la insignificancia de lo perecedero. Si miro bien todas las cosas invisibles de pronto son colores: anaranjado, gris, rojo escarlata, rosa pálido, amarillo, azul claro, verde brillante y azul, azul, azul que llama y hace que el cuerpo corcovee ¿Ese cuerpo es el mío? ¿es el de la sociedad? ¡sscchh! Ahora lo veo sufrir para aprender la lección, ahora gozar para aprender la lección. Pero no puedo soportar tanta realidad. Entiendo que hay una gran lucha adentro de él aunque no se vea, pero vi que todo lo que no se ve es legión y los ojos no pueden soportarlo. Si miro bien a ese cuerpo no le hacen falta muchas cosas y si salen mariposas de su estómago sus pies lo saben, si el espejo se rompe y rasga un cabello las uñas lo padecen. Entiendo que si se parte el espejo me duelen mis huesos. Me provoca llorar. Porque la realidad difiere de su apariencia y de pronto veo que el color es el pensamiento que es la emoción que son los brazos que se alzan y que el espejo refleja a la humanidad completa y holgada en esa habitación que es la ventana que acaricia todas las mañanas que es toda la opaca historia de todos y también un día recién nacido. Y así jamás sabremos dónde comienza y termina algo. Esa es la idea —dice negrem— /sonriendo/ Hesicasta Heme aquí junto a lo más odiados / del día: inactivos, silenciosos, en ayunas, sólo eso, adentro, donde se oye todo junto a un tambor solo en la habitación contigua esperando esperando junto a granos de polvo que jamás serán silencio junto a una pared blanca donde un hombre apoya su oído pendiente de ese tambor que espera sacar su música junto a una ventana con huellas, llena de tierra de un vasto suelo que se llena de rezo y sangre luchando, que avisa de que afuera hay una ciudad como una pareja conflictiva donde mueren cuerpos pero no ideas sangre sangre sangre en los bancos, en las escuelas, en las esquinas mal iluminadas donde hay zapatos abandonados sangre sangre sangre en las manos de las madres que forman esta tierra, abrazadas, y levantan estas montañas, para la sombra y el mar de lo alto ¡qué gran familia! pidiendo dinero en la calle pidiendo dinero en la calle cuando hacen música rodeados de estampitas de santos, mártires, criminales, heme aquí rodeado de ángeles más bien ebrios que saben hablar que comprenden el barro, las cenizas, el polvo, las aguas, la sangre que llora sus cuerpos jóvenes, los insectos que suben por el cáliz esa cruz en mi frente soy feliz aunque esté triste es divertido porque se sufre adentro y afuera en geografías donde se quiere hacer lo que en verdad hay que hacer, heme aquí en ese antiguo suelo iniciando (…) dos habitaciones ya conocidas, un baño minúsculo, un pasillo lleno de corotos baratos, una cocina donde estaba toda la familia, hablando de la carestía y cantando a los demás, gratis y más nada
sin embargo, siempre encontraban la habitación
donde nos encerrábamos los hermanos todos
donde nos encerrábamos los hermanos todos por años y años allí tras la puerta, no encendíamos la luz para aprender los paisajes más vastos para sentir la tierra oscura, llena de barro, y tantear con ello los rostros tristes, de mucho antes de llegar, nosotros, a la oscurana escogida para el cuarto y para conocernos en fin venidos cada uno por su cuenta a esa habitación , algo cansados del valle inundados de preguntas o lágrimas, —no lo sabíamos con exactitud—
del valle donde mucha gente amontonada y sola hablaba de sí misma escuchándose, aburridos, masturbándose de 3 a 4 veces antes del mediodía, riéndose con comida en la boca, rascándose la barriga enorme, sin ánimo de acabar, con Fuego, todo aquello que les rodeaba su aire, y era enfermedad, esas manos sucias, ensangrentadas, la mirada ida, resignada cabíamos Todos donde se buscaba un bombillo entre tanta pobreza, donde refugiados del calor infernal escuchábamos, con todo y eso, los corazones, sus tambores, el temblor del cuerpo sentado o acostado esperando por mí por usted por nosotros encontrarme encontrarse encontrarnos pero salíamos, al final, con el rostro hermoso a mirar el atardecer sin culpa, con amor, aún, ligeros, como antes (…) acá entran todos el hombre donde yacen todos
y sus sombras Grandes los soles
entra donde nada es explícito, los lenguajes del silencio caben nos construyen acá entra tu palabra plena, aunque afuera renieguen y no seamos dignos llega la pobreza con todos sus paraísos y éstos pasan deliran en comunión con nosotros pero también heridos por palabras inventadas, repetidas desde lo oscuro sólo hay una puerta única sin afuera, no hay otra orilla en la casa que suena con una ventana que da directo al mundo que no esconde su intimidad y hace lo posible por ser visto
Jairo Rojas Rojas (Mérida, Venezuela) Licenciado en Letras con mención en Historia del Arte. En el año 2011
acá hay mucha gente por quien puede llorarse y todos los consejos que me diste mientras dormía en mi silla me despiertan la casa, ésta, donde mis padres cantar sólo saben y nos protegen del sol con sus cuerpos cansados llenos de toda una historia del silencio con su idioma otro, el alfabeto que dice los nombres antiguos mis amigos únicos de la casa número dos, tan sonora, que nada tiene y me llama por mi nombre todo es visible en esta habitación, se escuchan los colores vivos y enseñan a ser “violentos” con el mundo afuera lejos (raro)
gano la IV Bienal de Literatura Ramón Palomares con el libro La rendija de la puerta. Se ha desempeñado en la producción
cinematográfica;
ha
participado
en
las
producciones: Machera: El Robín Jú de Mérida y El misterio de las lagunas. Fragmentos andinos.
Recientemente ha publicadado La O azul, ganador en el III Concurso Nacional de Poesía de Venezuela (2012).
Luis Eduardo Ayala Páez II Mueve tu fuego fuera de ti. Haz tuyas las verdes moras y las azules noches. Reclama para ti el silencio de la luna, ese cántico fascinante y oculto.
Anekantavada El agua no se enturbia por mis manos Ni la piedra se adolece por mí Ni el vuelo de mis pensamientos hace crujir el viento Ni abro heridas al otro que palpita cruje o ladra.
La vida se nutrió de mi sombra Todo el universo en un gemido me reveló lo que buscaba. Largamente he permanecido mirando las blancuras de sus arenas la infinitud de sus orillas el encanto de sus olas. El invierno puede venir un día y nutrir la tierra pero nada lo hará mejor que nuestras lágrimas. Bajo nuestras sombras y silencios crecerán los amaneceres y las estaciones y se nutrirá la noche cilíndrica y espesa. Las lágrimas de Eros En ese mundo no hay cielos, sin embargo llueve.
Luis Eduardo Ayala Páez (Zaraza, Guárico, 1988). Poeta y escritor venezolano. Licenciado en Educación Integral, mención Lengua y Literatura por la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR). Sus poemas han sido publicados en diversas revistas literarias nacionales y extranjeras. Ha publicado: Azul Lejano. Su segundo poemario El camino de los nirgranthas se encuentra en imprenta. Es miembro fundador de la Red Municipal de Escritores de Zaraza y del Colectivo literario “Corriente Alterna”. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés e italiano.
Jozef Emiel Borrenbergen Reflex, Belgium, 1934
Luz Marina Almarza I Sueltas ráfagas de luz Como hebras Visten la sabana inconclusa. Chispas de sol y estiércol diseminados en los pastos. III Bebiéndome el cansancio las manos se me ahuecan como una tapara. IV Migajas de promesas esparcidas como pájaros y piedras arrojadas al olvido V Los caminos delgados como jamelgos no regresan todavía. me hastío de soñar con el mismo viento en abandono. VI El río con su siseo alienta a dejar secretos que no van a devolverse para acusarnos VII Mi ausencia resuena en el galope monótono, va dejando sus pisadas en esta tierra desapegada. VIII Una lluvia penetrante y el olor a mastranzo anega los corredores. En la intemperie de estas horas perseguidas el chinchorro se hace compañero de la apatía. El silencio se atraviesa.
(Yaracuy, Venezuela, 1961). Poeta. Nació en Chivacoa, Edo, Yaracuy, en 1961. Pero siempre ha vivido en Barinas. Desde niña le gustó siempre leer y se entretenía leyendo novelas y clásicos infantiles. Estudió en la UCAB, licenciatura en Letras, graduándose en 1988. Allí forma parte del taller literario coordinado por el poeta y escritor Leonardo Padrón y años más tarde con los poetas Armando Rojas Guardia y Harry Almela Obras publicadas: Una ranura en el cielo (1999), Siguiendo el rastro de una lagartija (1999), Frágil luz deslumbradora (2006), La vocación del pájaro (Premiado con el IV Bienal de literatura Orlando Araujo, 2008). Página wed: cantosdealondra.blogspot.com
Giorgio de Chirico, The painter’s family, 1926
Miriam Maura Mallorquin MI TERQUEDAD Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mí, a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan. Pablo Neruda A mi terquedad de todos los días, a mi repetirte las cosas… A mi búsqueda en tu mirada, Cuánto sacrificio por algo de amor… Y por tanta compañía, por espacios tan especiales, por los besos y caricias… A mi terquedad de todos los días. Mi lengua que no cesa… CÓMPLICE Vagué por bosques y caminos, Sin descanso seguí tus pasos, Aun sin que supieras de mí Estuve cerca de ti, tantas veces… Te presentí y acompañé por las tardes Me adecué y estuve a la par de tu mirada. Y cuando tu cuerpo me dio amor Ya conocía tus caricias, Cuando me abrazaste aquella noche, Ya tu olor me había recorrido el cuerpo. Por eso, ya sé, ya entiendo y ya vengo. Tu mirada es para mí libros abiertos, Tu voz jazmín de invierno, Florecido bajo la luna llena de junio. Tus manos mensajes de amor Mil veces descifrados… Tu inteligencia, mi compañera y cómplice del amor que te regalo.
Miriam Maura Mallorquin (Caracas, Venezuela, 1957). Poeta y docente universitaria. Licenciada en Letras.
Obra: Antología Propia, Aroma de orégano, Los versos de la Chef, Aguaceros y Niño soñador.
Ramiro Rosón Mesa LA LUZ DEVUELTA Tú me devuelves, con tus manos tibias, la luz que yo perdí sin darme cuenta y creía perdida sin remedio. Has andado las calles recogiendo los mil fragmentos de la luz quebrada, que los vientos, airados, dispersaron en todas direcciones. Asiéndome a tus manos, desando los caminos de la angustia; vuelvo a los manantiales de la alegría clara. Como un hilo invisible, tu voz me va mostrando la salida del negro laberinto de mis desolaciones. Mis ojos, en los tuyos, descubren una aurora desconocida, nueva. Sólo tú me devuelves la esperanza, que ayer agonizaba, moribunda, y ahora cobra fuerza, más que viva. TENO Como sonoras láminas de jaspe, las olas acarician el basalto de los acantilados escabrosos. Bajo mis pies, las rocas se desnudan, abriéndome feroces verticales, indomables aristas. Como trozos de nieve inalterada, los asfódelos brotan de las húmedas yerbas del camino. Pronto recibo su mensaje blanco: la pureza fulgura desde la soledad inmarcesible, desde la inhabitada lejanía. Sobre las altitudes que laceran ramalazos de vientos y de lluvias, ahora guardo un trémulo silencio, mirando las aristas de los acantilados y la suave planicie de las aguas. Y me siento borracho de un vértigo indecible, como si poseyera la salud infinita de los dioses.
Ramiro Rosón (Santa Cruz de Tenerife, 1989). Es licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna. Escribe poesía lírica y teatro. Ha publicado “La desgracia de Orfeo y el desdén de Colombina”, libro que recoge dos obras teatrales, y el poemario “Tratado de la luz”, ambos en Ediciones Idea. Ha publicado poemas en la revista “Nexo”, del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, y en la revista “Fábula”, de la Universidad de La Rioja. Ha participado en la antología virtual de poesía “Las afinidades electivas” con varios poemas. Ha colaborado con el escultor Román Hernández en su proyecto “Armario de luces y sombras”. Forma parte de los autores traducidos al griego para la antología de poesía hispánica contemporánea que próximamente publicará la editorial helena Vakxikon. En 2012, ha participado en el congreso “Contextos críticos. Poesía canaria contemporánea”, en el marco del VI Encuentro Internacional de Literatura 3 Orillas. En mayo de 2013, ha intervenido en el marco del ciclo de lecturas poéticas “Autolecturas”, organizado por el Ateneo de La Laguna. También es un melómano amante de la música clásica, el blues y el rock. Blog personal: http://cuadernodefulgores.blogspot.com/
Joan Miró, Drawing-Collage, 1933, Conté crayon, postcards, sandpaper, and printed paper on flocked paper
Antonio Jiménez Paz 1. Un paseo largo de arboledas turbias. Me fui solo a diluirme lento. Tu certera cabellera se inclinaba hacia el monte como red inmensa, astral. Me enfrentaste con tus parótidas de melaza y retorcí mi lengua una y otra vez siguiendo las instrucciones de tus ojos ovíparos. De la luz manaba luz, de tus parótidas un torrente de persecución. No pude diluirme lento. Elevé ojos a tus ojos. Tronché la rosa de los amantes quietos, dedos bajo la mandíbula, sentados uno frente a otro. Violé ese intermedio trenzado de moscas y me acerqué a tus parótidas dulces antes que el aire secara lo húmedo y los insectos robaran la sustancia. Ya ves, preferí contigo un paseo largo de arboledas turbias. 2. LA INFANCIA EN DÍAS NORMALES Las alondras eran de plástico y nosotros con pies en las nalgas simulábamos el vuelo por un viejo corredor de tea palmeado con virutas verdes. Qué suerte, siempre una salomé nos sorprendía en bragas, sin tetas, hecha trompo, los lunes, los martes, y el resto de días que no eran fiesta. 9. Ahora miro el árbol y me acuerdo de ti. Y me pregunto por qué el árbol atrae al pájaro. No encuentro respuesta más que mirándote.
ANTONIO JIMÉNEZ PAZ nació en las Islas Canarias (España) en 1961. Es licenciado en Filosofía y titulado en Planificación y Gestión Cultural por la Universidad de La Laguna. Como escritor es fundamentalmente poeta. Ha publicado los poemarios: Los Ciclos De La Piel (1992), Tratado De Ornitología (1994), Diario De La Distancia (1996), la antología personal Tren De Vida [1992-2002] (2003), donde no sólo recoge poemas de sus libros anteriores a esta fecha sino otros dispersos en revistas hasta entonces, y Casi Todo Es Mío (2008). Aparece recogido en distintas antologías, entre ellas Poesía Canaria De Los 80 (Cádiz, 1996) y Los Transeúntes de los Ecos (La Habana, 2001). Para diciembre de 2009 está prevista la edición de una muestra de su obra bajo el título Zoo Sin Fauna, en la colección Velarde (Cuadernos Amerhispanos) de San Luis Potosí (México).
John Swain
SYNCHRONY LENS
Nightfall uncalm and hiding I took comfort in splinters And the bricks of a chimney, The summer bed grew into moons Below the honeysuckle.
Pinned like red silhouettes, You were invisible as me, Fireflies lanterned the road Beside the traveling stream
I jumped from a high rock And the water let me become you, Then I saw your daughter Singing in a different valley With a seek of whippoorwills. LENTE DE SINCRONÍA Al anochecer, sin calma y escondido Me reconforté con las astillas Y los ladrillos de la chimenea, La cama del verano creció en las lunas Por debajo de la madreselva. Fijado como unas siluetas rojas Eras invisible como yo, Las luciérnagas viajaban Por el camino junto al arroyo. Salté desde un peñasco altísimo Y el agua me dejo ser tú, Entonces vi en la cierra a tu hija Cantando en un valle diferente Con una búsqueda de chotacabras. Del libro White Vases/ Floreros blancos (Crisis Chronicles Press, 2012) Traducción: Rafael Ayala Páez
John Swain (Kentucky, Estados Unidos). Poeta y fotógrafo. Ha publicado los chapbooks: Prominences and Sinking of the Cloth (Flutter Press); Set Apart Before the World Was Made (Calliope Nerve Media); The Feathered Masks and Burnt Palmistry (Full of Crow); Handing the Cask (erbacce press); Fragments of Calendars (Thunderclap Press); y White Vases (Crisis Chronicles Press).
Su trabajo ha recibido nominaciones para el Pushcart Prize, Best of the Net y Best of the Web.
Richard Sabogal 9:02 PM
"Que no daría yo por la memoria De que me hubieras dicho que me querías Y de no haber dormido hasta la aurora, Desgarrado y feliz" Jorge Luis Borges Elegía del recuerdo imposible
La prostituta que pasó a su lado rozó levemente la chaqueta de cuero con el dorso de su mano. Era una caricia suave, a la altura del hombro, una sutil invitación a ser el próximo cliente. Desvió la mirada y se fijó en su compañero: un viejo canoso. Tenía la piel un poco tostada a pesar que desde hace años trabajaba a la sombra. Parece la de los marineros que conservan un tono dorado. Su bigote tipo mostacho ocultaba su labio superior con los vellos blancos y abrazaba el pico de la botella a cada sorbo. El viejo le miró cómplice, dibujó una sonrisa tímida con un deje de orgullo y resopló un “¡Ja!” que parecía peyorativo pero era una aprobación de admiración por el interés de la prostituta. Camilo dio un largo sorbo a su cerveza y se levantó en búsqueda de la mujer. Tras una mesa, sentada en el taburete de madera, Diana fuma un cigarro mientras finge oír a sus colegas, mira el reloj, las 9:08 PM, aún le quedan seis horas de trabajo y por lo menos ocho clientes para que la noche sea fructífera. Acaba de tentar a un joven, guapo, una táctica para quedarse con los mejores, buscando siempre no ser solicitada por un viejo que le provoque náuseas, algunos la han pedido y no ha tenido opción. A sus 23 años, envuelta en la crisis económica y con ganas de terminar su carrera de Arquitectura, viviendo sola con su madre y desempleadas ambas, metió planillas de empleo en infinidad de empresas, fue llamada a algunas entrevistas, nadie la contrató a pesar del historial de empleos, de su dedicación. Nada, ninguna. Los meses pasaron y la necesidad apremió, su amiga, Susy, le dio una opción. No soportando sentirse inútil la tomó, temporalmente, de esto seis meses ya. No se ha salido, tampoco ha metido más hojas de vida en ningún lugar. Camilo se acerca a la mesa, todas las mujeres lo miran sugerentemente. Él le hace una seña con la cabeza a Diana, ésta se levanta con aire triunfador, lo toma de la mano y se lo lleva por un pasillo oscuro, los veinte minutos de felicidad han comenzado. Dentro de la habitación. La que fue adjudicada a Diana y comparte con Melissa los fines de semana, se mantiene cierto toque de hogar. Un matero con una planta que enseña una flor blanca, de esas que nacen una vez al año, el colchón, sobre una meseta de cemento está cubierto perfectamente por una sábana colorida. Sobre una mesa de madera descansa una lamparita infantil que contrasta con el ambiente de la habitación de paredes beige. El baño tiene algunas cremas para el cuerpo y un jabón Moncler azul que huele bien. Encima de la mesa, junto a la lámpara descansa una cartera de marca reconocida que a leguas demuestra es imitación, Camilo se fija en el libro que reposa sobre ella. Borges, Poesía. Todo esto lo ve, mientras Diana, quien previamente con voz amable, pero firme, le ha pedido se desnude, le lava su pene que poco a poco ha cobrado una erección. ¿Lees a Borges? Le pregunta Camilo, sinceramente sorprendido. Ella le mira desde abajo, le regala una sonrisa cómplice, sabe que atinó al elegir a ese cliente, guapo e inteligente. Me encanta Borges, disculpa ¿cómo te llamas mi amor? Camilo ¿Y tú? Llámame Sasha. Y sí, ese es mi autor preferido. Me encanta su obsesión con el tiempo. Cómo demuestra que el tiempo nos da y nos quita, desde que entraste has mirado el reloj tres veces, no quieres terminen estos veinte minutos de felicidad. Mientras yo espero terminen para volverlo a repetir y continuar la rutina del tiempo, el tiempo está en todas partes y en ninguna. ¿Y sabes algo más? El tiempo corre y tú y yo lo perdemos hablando. Vamos a lo que vamos. Lo tumbó en la cama y acarició su miembro. Rápidamente recobró la erección, con maestría lo montó y comenzó a cabalgarlo, con ardiente deseo pero a su vez con un toque mecánico, rutinario, un movimiento que desequilibraba a los hombres y para ella no era más que la consecución de un empleo. Durante cinco minutos lo repitió, vio el rostro de Camilo, estaba enrojecido, dio un giro rápido poniéndolo encima de ella, Camilo fue acelerando sus movimientos, Diana (o Sasha) le miraba con sensualidad fingida, cada tres segundos gemía, sacaba su lengua y acariciaba sus labios, estaban resecos, le miraba, sus movimientos se hacían cada vez más desenfrenados, sus músculos se tensaron largos segundos, ella rozó su espalda con las largas uñas y parte de sus manos obsequiándole una última caricia de despedida. Pronto se relajó y cayó sobre ella. Le empujó y le pidió se vistiera advirtiéndole que ya habían pasado 25 minutos y si tardaban mucho tendría que pagarle el doble. La función había terminado. De regreso a donde le esperaba el viejo. Éste lo recibió con una mirada orgullosa. Su sexo había sido mecánico, había despilfarrado el dinero en matarse la cabeza luego de las únicas palabras que había cruzado con la prostituta. Se sumergió en el tiempo, en Borges, cómo podía una prostituta saber de Borges, conocer su mundo e incluso manejar con pericia el tema del tiempo. Inmerso en sus cavilaciones se percató de que el viejo le invitaba una cerveza fría. La necesitas, le dijo.
Agradeció y dio un largo sorbo, comenzó a mirar la gente, sus rostros: al final de la barra, un hombre blanco, de nariz larga y cabellos revueltos le miraba con morbo, era indudablemente un homosexual que buscaba un rato de pasión y de aliviar la soledad, a pocos metros estaba una mujer que reía a carcajadas, le faltaban algunos dientes y cada seis palabras decía una grosería. Le acompañaban dos hombres que la miraban con deseo, los hombres parecían camioneros. Al lado de ellos, solo, un hombre estaba clavado en la barra, miraba su trago, parecía recordaba sus penas que intentaba ahogar, y justo a su lado estaba el viejo, quien callado, al parecer con algo de tristeza, bebía pausadamente, sin buscar embriagarse, sólo bebiendo con la experiencia que dan los años en las cantinas y manteniendo cierto grado de aristocracia. En ese viejo detuvo su relación con el tiempo, su padre, el canoso que le acompañaba a su lado era un completo desconocido para él. Este momento, donde compartían bebidas era un compromiso no grato para Camilo, que veía al viejo como un desconocido con quien intercambiaba las palabras de rigor y quien consideraba era un desconocido para él. ¿Cuándo comenzaron a ser tan diferentes? ¿No debía ser el padre y los hijos amigos por siempre? ¿Qué papel juega estar sentado allí, bebiendo cerveza cuando no se comparten experiencias? Hace tantos años que no ve a su padre, hoy lo celebran bebiendo en un burdel con música alta y hedor a cerveza rancia, mientras cada quien cavila en su mente y juega con sus propios pensamientos, sin siquiera afectar la comunicación de ambos. Recuerda a Borges y las palabras de Sacha ¿Por qué es esclavo del reloj? Si el tiempo es puente y abismo, el tiempo es inmortal y desechable, dice una frase que la vida es corta pero otros dicen que no la aprovechamos y por eso parece corta ¿Por qué soy esclavo del reloj? Se pregunta mientras ve son las 9:55 PM ¿Cuánto tiempo fue necesario para que el viejo que a su lado bebe, que es su propia sangre, se convirtiera en un extraño para él? Es el tiempo el culpable de tejer los conflictos de la existencia, el futuro, el pasado y el presente. El pasado lo obliga a ser esclavo del momento, de la mirada muerta del hombre que está por entrar a la ancianidad y parece ignorarle, pero se somete al muro que ambos crearon y en el que fingen sentirse bien. Almas que fingen disfrutar la plenitud del presente y la ubicuidad de lo ocurrido. ¿Será posible contar lo que no ha sido o el destino está escrito y nada podrá cambiarse? Mira a su padre, siente una presión en su pecho, apura un trago de cerveza. Él lo mira y con una sonrisa cansada le pregunta ¿Qué tal la tipa? ¿Buena? Me han dicho que es la mejor, que mueve el culo rico. Camilo sonríe, se mira reflejado en el espejo que hay en el fondo y ve a Sasha acercarse hacia donde él está, se detiene junto a su banca, le estampa un beso en la mejilla y sigue su camino hacia una mesa del fondo, donde un hombre solo acaba de llegar y le sonríe con deseo. El viejo mira a Camilo, tan lejos y tan cerca, el tiempo en su mente hace un regreso. Hace nada lo vio corriendo con la pelota, jugando metras, trompo, aprendiendo a manejar bicicleta, la que orgullosamente compró con el sudor de su frente y su hermano le enseñó a manejar. Se sintió un buen padre por ello, a pesar que meses después ésta fue la responsable de marcarlo de por vida en el rostro, una pequeña cicatriz en el mentón y diente desviado. Es un buen padre, jamás le faltó nada a su hijo. Ahora lo ve adulto, hecho y derecho, se siente orgulloso, le pide otra cerveza para congraciarse, mientras en el fondo sin saberlo extraña el calor de un abrazo sincero. Tomado del libro Al filo del reloj
Richard Sabogal (San Cristóbal) Periodista y escritor venezolano (1984). Autor de los libros de cuentos Cuentos para morir leyendo, La muerte disfruta su propia inseguridad y Al filo del reloj; sus escritos salieron publicados en las antologías: Líneas & Versos para incitar al vuelo VI Aniversario (México); Primeros exiliados (Argentina); Colección de cuentos postmodernistas I (Venezuela), Antología Poética Venezolana Siglo XX (Venezuela). En el ámbito de la promoción literaria, es fundador de Negro sobre Blanco, Grupo Editorial. Ha impulsado autores noveles por el medio digital e impreso, así mismo es organizador del concurso “Por una Venezuela Literaria”, también ha compartido en distintas páginas como promotor de autores noveles. Es compilador de varias obras narrativas y poéticas.
Su labor editorial la combina con la periodística colaborando en distintos medios impresos y digitales.
Website: http://negrosobreblancoonline.wordpress.com/
Eadweard Muybridge Sequenced image of a rotating sulky wheel and self portrait, ca. 1887, Gelatin silver print
Claudia Sierich NIÑA CON MAR y se resiste a ser dosificada con prudencia. Inútil pretender (…) encauzar sus afectos: no hay fórmulas que valgan. MAGDA SZABÓ Esta dicha dislocada no se ajusta. ¡Esta red suelta peces, vuela elipsis sobre el albergue! Avienta cardúmenes como nubes de Chagall, lámparas blancas que encienden cielo, un cielo que quiero sabor a mora. Mira: ahora se aleja como un globo. Se lleva la bruma, el puerto, las tazas en el aire, se traga el cuarto por la ventana y comienza a fulgurar… La dicha no tiene dónde dormir. Imagina cómo le construyo un lecho. Pero un cauce. No, delta. ¡Océano! Esta niña no quiere calar. Imagina cómo va de aire de onda de medusa imaginando. Son diminutas barcas esparcidas. Su polvo de oro. EL SENTIDO DE LAS COSAS Ve bebiendo el fondo oscuro. Como mar anoche ondulado. Las linternas errantes ve viendo. Errantes anoche como tú, afortunado. Presta atención. La deriva. Los tenues conos de luz. Señas danzando nada. Dos lunas truncas no culminan su redondez, su mengua. Una barca sola busca estela y sucumbe. ¿Qué se aferra a la bruma? ¿Qué resta, resiste, vuelve? Todavía… un mientras. Reservo del quizá. En el punto más difícil de la suma. Un capullo de aire se abre, musical.
Claudia Sierich (Caracas, Venezuela, 1963). Poeta, traductora literaria, intérprete de conferencia. Es una de las poetas más originales e interesantes de la actual poesía venezolana. Ha publicado los poemarios: Imposible de Lugar (2008), Premio de Poesía del Concurso para Autores Inéditos y dicha la dádiva (2011).
Alan Dalloul LAS ALAS DE ELISA
Elisa era un ángel normal, pero no tenía alas. Tenía los cabellos negros y los ojos marones, la piel clara y bien proporcionada. Era alta y delgada, caminaba valiente y simpática, pero no le importaba si no tenía alas. No había sido lo suficientemente buena en su vida para lograr sus alas o su aureola, así que debía redimir sus pecados diez veces para lograr tenerlas. Cuando su corazón fue pesado en la balanza de los cielos, supo que había pecado 10 veces en su vida, así que debía hacer 100 buenas acciones normales para un ángel, pero sin la ayuda de sus alas. Pasaron los días, y Elisa se acercaba siempre a sus alas, pero el tiempo se agotaba y las alas se acababan. Tenía sólo un año desde que llegó al paraíso para lograr tenerlas. Cuando faltaba sólo una buena acción, lloró como nunca, pues debía ir a la tierra y necesitaba sus alas para ello. Los arcángeles se compadecieron de ella y le dijeron que podría llevar a un amigo a acompañarla para que la ayudase a moverse. Pero, ¿Quién querría estar con alguien como ella? Sin embargo, preguntó a todos los ángeles del paraíso por dos meses, y todos se negaron. Elisa se sintió mal, pero no renunció. Con barras de metal formó unas toscas alas y las cubrió con nubes para flotar y estrellas fugaces para volar. Se fue al borde de su hogar y se lanzó. Cuando regresó, sus alas se habían dañado, pero en su estancia en la tierra las había reparado como pudo, sin embargo, las nubes y estrellas ya no cabían en ellas y sólo podía ponerle tela de arañas. A la final había terminado la misión.
Alan Dalloul (Ciudad Ojeda, 1995). Poeta, narrador y fotografo. Universidad Católica Cecilio Acosta,Maracaibo.
Blog personal:http://Tintanocturna.blogspot.com
Camilo Fernández Cozman UTILIDAD DE LA POESÍA
Alguna vez un amigo científico que se dedicaba al estudio de la física contemporánea me dijo: “La poesía no sirve para nada”. Dicha frase me dejó perplejo, pues, en ese momento, escribía un ensayo sobre el gran poeta surrealista peruano César Moro. ¿Tenía razón mi amigo al afirmar el carácter inservible de la poesía? ¿O estaba equivocado en sus apreciaciones? El Centro Vasco sobre la Cognición, el Cerebro y el Lenguaje (BCBL) difundió, a inicios de 2012, los resultados de una importante investigación. Llegó a la conclusión de que “cuanto menos natural es la expresión, más recursos requiere -el cerebro- para ser procesada por la parte frontal izquierda, área relacionada con la actividad intelectual”. En tal sentido, el cerebro de una persona trabaja más si esta es expuesta al desciframiento de metáforas y de otras figuras literarias, contenidas en un poema: “Entre los análisis –dicen los científicos del BCBL-- primó el estudio de la figura literaria “oxímoron”, que consiste en el uso de conceptos de significado opuesto, que generan uno diferente (“un instante eterno”, “desacuerdo unánime”). Universitarios entre 18 y 25 años se enfrentaron a frases neutras y listas de figuras retóricas mientras se medía su actividad cerebral con electroencefalograma para extraer información sobre el procesamiento de las figuras”. Nicola Molinaro, quien guía esta investigación, precisa que los resultados de esta pesquisa podrían servir para aplicaciones terapéuticas, pues “indica que casos de demencia fronto-temporal, que impide a los pacientes percibir la realidad con sus sentidos, podrían enfrentarse a “entrenamientos” cerebrales a través de la exposición a figuras retóricas con resultados positivos”. En consecuencia, la lectura atenta de poemas hace que nuestro cerebro trabaje más al descifrar unos versos y permite potenciar un ámbito de este vinculado al desarrollo intelectual. Además de ello, la lingüística cognitiva de George Lakoff y Mark Johnson ha demostrado que el pensamiento del ser humano es, en gran parte, metafórico. Por eso, en uno de sus libros se dedican al análisis minucioso de las metáforas de algunos poemas. La idea no deja de ser sugestiva. Por ejemplo, la civilización capitalista y moderna se comprende plenamente sobre la base de una metáfora fundamental: “El tiempo es dinero”. Y si hablamos de la perspectiva premoderna y aristocrática de Luis XIV, no podemos dejar de mencionar otro giro metafórico atribuido al monarca francés: “El Estado soy yo”. La poesía, sin duda, constituye, en grado sumo, la expresión más elevada del carácter metafórico del pensamiento humano. Un texto de Pablo Neruda, por ejemplo, está lleno de metáforas: “Residencia en la tierra” es un título metafórico y ambiguo: ¿se habla de la tierra como planeta o como sinónimo de naturaleza? He ahí una interrogante que estimula la curiosidad del lector. Hay otra razón que es, sin duda, fundamental y se manifiesta, con claridad meridiana, en la poesía moderna. Según Umberto Eco, esta última formula la poética de la obra abierta, vale decir, un poema de Charles Baudelaire o de Stéphane Mallarmé constituye una obra inacabada cuyo sentido debe ser completado por la imaginación del lector. En otras palabras, el receptor se convierte en un creador al imaginar el sentido completo que tiene un texto. Por ejemplo, César Vallejo afirma: “”Amado sea el niño, que cae y aún llora/ y el hombre que ha caído y ya no llora!”; el lector, en dichos versos, tiene que imaginar a qué niño se refiere el poeta y por qué este último se contrapone al hombre adulto. En consecuencia, la lectura de poesía incentiva la capacidad de análisis y la conciencia crítica del lector. Ahora puedo comprobar que mi amigo científico no comprendía el valor ni la utilidad de la poesía para el procesamiento de la información que realiza nuestro cerebro. En tal sentido, un poema es siempre una invitación a emplear creativamente nuestras facultades cognitivas. Enseña a razonar y nos hace partícipes de una experiencia subjetiva a través de la magia del lenguaje.
Camilo Fernández Cozman Es Miembro de Número de la Academia Peruana de la Lengua y profesor de la Universidad de San Marcos, de la Universidad San Ignacio de Loyola y de la Universidad de Lima. Ha sido conferencista en Madrid, Salamanca, Burdeos, Roma, Florencia, Siena, Bérgamo, Bolonia, Rímini y Zurich. Ha publicado "Las ínsulas extrañas de Emilio Adolfo Westphalen" (ensayo,1990), "Ritual del silencio" (1995), "Las huellas del aura. La poética de J.E. Eielson" (1996), "Raúl Porras Barrenechea y la literatura peruana" (2000), "Rodolfo Hinostroza y la poesía de los años sesenta" (2001), "El cántaro y la ola. Una aproximación a la poética de Octavio Paz" (2004), "La soledad de la página en blanco" (2005), "La poesía hispanoamericana y sus metáforas" (Murcia, 2008), "Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe" (2009), "La poesía es como el aroma" (Buenos Aires, 2009), "Casa. Cuerpo. La poesía de Blanca Varela frente al espejo" (2010), "Sujeto, metáfora, argumentación" (2011) y "César Moro, ¿un antropófago de la cultura?" (2012).
Marcel Mariën, 42 collages on a copy of André Breton’s Nadja, 1938
ENTREVISTA CON EL POETA MIGUEL MÁRQUEZ Rafael Ayala Páez: ¿Qué es la poesía para Miguel Márquez? Miguel Márquez: Esta pregunta, siempre necesaria, siempre resbaladiza. Cada quien en su momento la aborda y se desborda, ve cómo la percepción musical, sintáctica, visual, sensible de sus palabras, es una interrogación fecunda, pues le permite andar detrás de sí como anda uno entre los sueños, en otra realidad, en este caso hecha con palabras que de algún modo refieren a eso que está fuera de quien escribe, pero no hacen más que conformar, objetivar, dibujar, expresar, dar cuenta de lo que llamamos una interioridad, un modo de sentir, de pensar, de recordar. La poesía es la forma que algunos hemos conocido para vivir con una dignidad, con un tono, con una intensidad tal vez, que es de la mayor exigencia espiritual, pues nos conduce por momentos a una plenitud creadora, desde diferentes planos y enfoques, que le otorga al oficio una satisfacción imponderable, que por fortuna pocos ven. Pues se trata también del difícil arte de las imágenes, del resurgimiento, del renacimiento, de la aparición novedosa de aquello que conocimos bajo la intuición del presentimiento, y ahora, pasados ya bastantes años en su trato, es una experiencia caudalosa por lo que tiene de abundancia, y de síntesis provisional que nunca sabremos agradecer como queremos o es debido. Se da el poeta a ella, a la poesía, con desmedida atención, con pasión por la vida, con inventiva, rebeldía, inconformidad, crítica (de la irracionalidad del mundo, de su injusticia, de sus falsos lenguajes, de sus falsos orgullos, de la inmensa hipocresía, de la falta de autenticidad, de la avaricia, de los discursos institucionales que buscan la legitimación de las desigualdades entre los hombres y mujeres, de la poesía que trata de pasarnos gatos por liebres). Poemas para entender qué nos pasa, para caer en la cuenta, para hacer conciencia, para admirar; es preciso dejar las respuestas usuales, la fofa inconciencia de no pensar, la esclavitud de quien no tiene cerebro y actúa como por costumbre, es necesario hundirse en la grieta personal y social (como decía Álvaro Mutis), en la separación, en la distancia, tener los ojos abiertos (ese es el título de la autobiografía de Margaritte Yourcenar) y con la fuerza necesaria para dar con el tono, para reflejar el movimiento de los astros que nos interesan y son nuestra verdadera familia. RAP: ¿Qué poetas han influido en su obra como poeta? ¿Hay libros de poesía en particular que han tenido una profunda influencia en usted? MM: Son muchos los poetas y los libros en las diferentes etapas de la vida, así como el cine, la música, la pintura. Yo creo, con tantos, que uno es varios y esto se multiplica a lo largo de la existencia. Entonces uno se convierte en caja de resonancia, de magnetismo y de revelación, en el sentido que uno afina sus palabras en el encuentro de esos otros modos de decir que parecieran nuestros, o mejor, que en ellos uno entra en conciencia de tantas cosas que buscábamos y ahora están ahí convocándonos, exaltándonos, convidándonos. Como decía Elías Canetti, lo importante es llegar a tiempo a los libros que aguardan por nosotros, y en las diferentes etapas de nuestra vida agregaría. Y más que libros, me gustaría responderte hoy diciendo que la poesía venezolana en especial me ha acompañado y me acompaña cada vez más. Adoro esta tradición de modulaciones preciosas de la lengua de la que yo quiero formar parte, para darle continuidad desde el lugar que me corresponda, y para satisfacción de mi propia vida.
RAP: ¿Cuál es la historia de la creación de la Fundación El Perro y la Rana? MM: La historia de esta editorial, masiva y popular, nació del deseo de democratizar de manera efectiva el acceso al libro por parte de quienes estaban tradicionalmente al margen del circuito de la lectura. Con la llegada del pueblo al poder, después de muchos años de exclusión, Hugo Chávez, lector como pocos, le dio desde el comienzo una importancia, un sentido muy específico a la vida intelectual, en su sentido más abarcante, el de entrar la mayoría en contacto con las ideas, con las interpretaciones de la historia, con las raíces de la nacionalidad, con la conciencia de clase, con las tradiciones, con la historia patria y universal, con las ficciones que han interpretado su época, con la poesía, con la novela, con el teatro… Con Chávez conocimos la efervescencia del entusiasmo intelectual como patrimonio común, pues esta actividad, la de pensar, de leer, de escribir, encontró en él un gran pedagogo, y pronto fue reconocida Venezuela como tierra libre de analfabetismo, y comenzaron las otras misiones educativas, y creo que por primera vez en nuestra historia la imagen de alguien con un libro en la mano, digo, la de cualquier paisano, urbano o rural, se convirtió en metáfora de un país ganado para el entendimiento. Por esta vía, después de la donación que nos hizo Cuba de veinte millones de libros, justo después de la Misión Robinson, comenzó a gestarse, en las mentes de Farruco Sesto, Gustavo Pereira, Benito Irady, la idea de producir nosotros esos textos. Previamente hicimos veinte millones de libros de la Biblioteca Básica Temática, y luego Farruco me pidió que pensara en qué se necesitaba para montar una editorial que hiciera, con la gente y los equipos y las maneras de hacer las cosas, trescientos sesenta y cinco títulos al año como mínimo, “cada día un libro” y bueno, con este extraordinario impulso nació el año 2005 la Fundación Editorial El Perro y la Rana. RAP: ¿Cómo ve el estado de la poesía venezolana contemporánea? MM: Yo leo muchos jóvenes poetas desde hace unos diez años, y veo muy buena poesía, poetas que quieren dar lo mejor de sí. Y esto es algo magnífico. Además, tenemos conciencia de esto gracias a editoriales como El Perro y la Rana, pues ha cambiado el panorama de la literatura venezolana de una manera radical. Hoy tenemos un catálogo muchísimo más amplio de la literatura venezolana. RAP: Armando Rojas Guardia ha dicho que su libro Poemas de la Independencia y del escarnio se trata de “un experimento estilístico donde toma textos históricos y crónicas del período de la Independencia, y los somete a un tratamiento rítmico musical que los redimensiona, de la misma manera en que Cardenal toma algunos textos de los cronistas de Indias: Fernández de Oviedo, Bernal Díaz del Castillo, Bartolomé de las Casas, y obtiene de ellos un valor netamente poético”. ¿Es el regreso del poeta al mundo de la historia para reconocerse en ella? MM: Ya lo que citaste de Armando me parece un inmenso elogio, gracias entonces. Y en cuanto a un regreso al mundo de la historia, creo, como dice el manifiesto, que toda poesía es de transición, jamás se queda inmóvil. Así que entiendo tu pregunta en el sentido de un reencuentro con los discursos de la historia, de lo narrativo, de la oralidad, de la conversacionalidad, y sin duda es así, sin olvidar que escribí un libro que lleva por título Fragmentos de la batalla, donde el tono y el tema es el poema no solo histórico, sino directamente político, militante, que me gusta mucho. RAP: Finalmente, ¿en qué proyectos actuales está trabajando? MM: En poemas muy breves, de cuatro y tres versos. Hay un libro en prosa onírica, a veces ficción, otras autobiográfica, como un collage, que espero salga este año, se llama Los eclipses también cantan. De los cuartetos (libres en su composición) ya publiqué un adelanto con Reserva y esplendor(2011), y los tercetos (más libérrimos aún) espero que continuemos un buen tiempo con este radical entusiasmo.
Miguel Márquez (Caracas, Venezuela, 1955). Poeta, editor y promotor cultural. Curso estudios de Filosofía en la Universidad Católica Andrés Bello. Fue miembro fundador del grupo literario Tráfico. Ha dedicado gran parte de su vida a faenas del libro, trabajando como investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos y participando como colaborador de la Biblioteca Nacional, la librería Ateneo de Caracas, Monte Ávila Editores y la Fundación Kuai-Mare. Ha sido incluido en diversas antologías, entre ellas Antología de la Poesía Venezolana, de Rafael Arraiz Lucca. Es uno de los organizadores del Festival Mundial de Poesía de Venezuela.
Ha publicado Cosas por decir (Premio Fernando Paz Casillo, Celarg Arte 1982), Soneto al aire libre (Fundarte, 1986), La Casa, el paso (Monte Ávila Editores, 1992), Poemas de Berna (Pequeña Venecia, 1991), A salvo en la penumbra (Mucuglifo, 1999), Linaje de Ofrenda (2004), La memoria y el anzuelo (2006), entre otros.
REVISTA ÁMBITO Zaraza, Guárico, Venezuela/ N° 1/ Agosto - Septiembre 2013 Diseño y edición: Rafael Ayala