Esta pequeña publicación pertenece a una serie numerada y limitada a 200 ejemplares, encuadernados y editados por mí, en mi pequeño estudio en Granada. Todo el contenido de esta publicación está bajo una licencia Creative Commons con atribución, compartir igual y sin uso comercial. Esto quiere decir que puedes usar sus contenidos como te plazca, siempre que nombres a su autor, lo que hagas lo compartas con la misma licencia y no ganes dinero con ello, aunque esta última clausula la podemos discutir, si quieres, escribiéndome a pajarossobrelacabeza@gmail.com; las demás clausulas son irrenunciables e innegociables. Puedes descubrir más sobre este proyecto en: www.pajarossobrelacabeza.com
No es por hacer el juego de palabras, pero, Rafael García Artiles (de aquí en adelante “el Rafa”), tiene muchos pájaros en la cabeza. Él dirá que no es lo mismo “en” que “sobre”, y yo voy a tratar de explicar la diferencia.
La cabeza del Rafa es como un árbol, donde los pájaros estaban escondidos tímidamente entre las hojas, callados, sombríos, tratando de pasar desapercibidos. De vez en cuando alguno volaba atravesando el ramaje y haciéndose visible, rápido, torpe, yo los he visto más de una vez, y se iba y se perdía, o se quedaba chocándose contra las esquinas del salón hasta que alguien abría una ventana. Hoy los cuida más, sabe que los tiene y trata que no se les escapen, les deja comida, los acicala, deja que luzcan sus colores, que chillen, parloteen, charlen, canten todo lo que quieran, él los cuida para que vayan aflorando sobre su cabeza, como un pequeño ecosistema de cantos de ideas, cada pájaro pregonando la suya, algunos haciéndolo en grupo, otros discutiendo. A veces se agobia y se corta el pelo, para que no tengan tanta superficie sobre la que posarse, para poder escuchar más claramente el canto de los pocos pájaros que se dejó albergados. A veces se cansa y los manda a todos a volar, sabe que volverán. ¿Y quién soy yo para hablar así como si supiera? Baste decir que Rafa es de mis mejores amigos.
Nicolás Ramajo Chiachio Granada, cinco de Diciembre del dos mil doce
1 de Agosto del 2013, estoy en Las Palmas de Gran Canaria, mi ciudad natal, de “vacaciones”, aunque desde hace 7 años vivo en Granada. Me levanto en la habitación que la casa de mi familia tiene en la azotea, y que me aporta esa intimidad a la que me he acostumbrado al vivir fuera de casa. Hago unos ligeros ejercicios que aprendí jugando con la consola de juegos que tiene mi familia, me pongo a dibujar la viñeta del día en un cuaderno que me hizo mi amigo Nicolás, escaneo el dibujo, lo maqueto en el ordenador, la cuelgo en mi blog y la comparto en Facebook, esperando esos me gusta que tanta satisfacción me dan.
Bajo a la casa, desayuno, juego con mi sobrino un rato, hasta que me hace enfadar con sus caprichos, veo un debate político en la tele que me da mucho asco, miro el móvil a ver si alguien me llama, pero la gente ya no llama, manda whasaps, y yo no tengo de eso. Como, veo alguna serie, miro mi listas de contactos a ver a quien llamar, decido no molestar a nadie, mando tímidos mensajes, ya llamarán, me propongo ir a la playa en un rato, total está dos calles más abajo, recibo una llamada, es un amigo que quiere quedar conmigo mañana, me hago el reticente, me convence y quedamos. Me pongo a mirar internet, descubro como piratear la consola de juegos yo mismo y tener todos los juegos que quiera, se me va toda la tarde en eso, se me hace de noche y al final no voy a la playa, pero tengo la consola pirateada y mañana he quedado con un amigo para hacer algo. Ceno, me veo alguna serie y me acuesto temprano, me llaman por teléfono para salir a tomar algo, les digo que estoy acostado y me reprochan que sean solo las 10:30 de la tarde. No salgo. 2 de Agosto del 2013, me levanto y hago por la mañana lo mismo que el día anterior, excepto el debate que lo sustituyo por una sesión de consola, en la que descubro el hecho terrible de que ya no
me enganchan como antes. Recibo un mensaje en mi móvil, los planes con mi amigo se cancelan, no me enfado, pienso en ir a la playa, miro por la ventana, panza de burro1, me pongo a dibujar y a escribir. Tocan el timbre, es un amigo, me dice de ir a tomar algo, cojo algunos euros y salgo.
Nos tomamos algunas cervezas en la avenida que da a la playa, me quedo encandilado con el hermoso paisaje y me siento afortunado, me digo que debería salir todas las tardes a nadar y a leer a la playa. A mi amigo le cuento que ya terminé mis estudios universitarios, y que al contrario que muchos de mis compañeros, tengo un plan que no pasa por seguir en la universidad, a la cual he cogido, tras el máster, mucho más asco. Le cuento que mi plan se llama “Pájaros sobre la cabeza”, y que llevo casi un año colgando (casi) diariamente una viñeta en el blog. Que “Pájaros sobre la cabeza” es un proyecto de ilustración dentro de los marcos de auto-gestión y cultura libre. Que hice el máster de dibujo sabiendo que era una porquería, con la única intención de que me dieran la beca y poder estar un año desarrollando este proyecto. Le confirmo que el máster es una porquería, aunque alguna cosa se salva, que me hicieron perder mucho tiempo y que habían calificado mi proyecto con un sobresaliente, pero que eso tampoco significaba mucho porque la media de las notas era de 9. Le digo que para sacar dinero estampo camisetas y las vendo, y que tengo intención de sacar publicaciones en papel. Mi amigo me compra un par de camisetas que a mí me hubiera encantado regalarle y hablamos largamente de lo mal que está todo, de que es el momento de que cambien muchas cosas, empezando por nosotros mismos.
1. Panza de burro: fenómeno meteorológico que se da en el norte de la isla Gran Canaria y que hace que el cielo se encuentre completamente nublado y gris durante la mayor parte del mes de Agosto. Puede provocar entre sus habitantes estados de melancolía y tristeza.
5 de Diciembre del 2013 Estoy terminando de escribir este texto introductorio para la primera publicación de “Pájaros sobre la cabeza” cuando tocan el timbre, abro la puerta sin mirar por la mirilla, me encuentro con una señora mayor y otra más joven, enseguida sé que quieren hablarme de la biblia, me preguntan qué si creo que dios debe bajar a solucionar los problemas del mundo, y le digo que sí, mientras, imagino al dios Thor2 versión Marvel, en una manifestación abriendo camino al pueblo hacia el congreso, a
martillazos, reconociendo mi exceso de imaginación le digo también que no podemos esperar a que le dé la gana de bajar, la señora no sé si por el vicio de las personas mayores de no escuchar, pero querer que les escuchen, me corta, y empieza a contarme que las respuestas están en la biblia, me lee un críptico pasaje de un tal Isaías y me dice que lo que quiere decir es que las soluciones a nuestros egoísmos están en la biblia, me da una revista y me invita a leerla, me dice que en unos días se pasarán de nuevo a resolver las dudas que pueda tener, les digo que será un placer, y realmente lo pienso así, aunque con la esperanza de tener una conversación distinta a las habituales y no recibir un sermón, si empiezan a sermonearme las largaré con amabilidad. Decido incluir esta pequeña anécdota en la introducción sin saber muy bien con qué fin pero con el convencimiento de que en algún momento tendrá una lógica. Tal como ha ocurrido con las viñetas que dibujé y escribí en el mes de Agosto del 2013, pues ahora, maquetándolas para esta publicación he descubierto su lógica y, cómo funcionan de espejo de lo que en aquellos días me estaba pasando.
2. Dios de la mitología nórdica que se caracteriza por su espíritu guerrero y su arma, una poderosa maza capaz de destruir y construir. También es un superhéroe del universo marvel.
Soñó con un montón de viajes, y se despertó con un montón de pies ¿Que mejor señal podía esperar?
Embarcose en una discusión consigo mismo en algún puerto de Aburrimiento, y navegó a la deriva, y atravesó grandes tormentas, y estuvo atrapado en la inmovilidad de un mar en calma. Pero un día se cruzó con un gran barco, y vio en ese gran barco a mucha gente, todos bailando la misma Fiesta, del mismo modo, el timón atado con un ritmo Fijo y los motores en andante. Entonces volviose a puerto de Aburrimiento, organizose una gran Fiesta, contose todas sus aventuras, contose su encuentro con el gran barco lleno de gente. Y a continuación cada uno contó una canción, y cada uno la bailó como le vino en gana, y con quien le vino en gana, y todo eso en ese puerto al que la gente del gran barco llama de Aburrimiento.
LUJÁN, PILAR, CARLOS, RAUL, HELENA Y MARIPILI, se levantaron ese día sin ninguna sensación especial, cosa que a los 6 les tenía preocupados.
LUJÁN tomó su desayuno de todos los días, pero por cambiar probó a mojar su tostada de mantequilla en el café, para su sorpresa el café no quedo engrasado de mantequilla. PILAR fue como cada día laboral a su trabajo, pero decidió hacerlo caminando en vez de hacerlo en coche, por lo que, para que le diera tiempo, tuvo que dejar de escuchar las noticias. Para su sorpresa, y la de sus compañeros, llegó de buen humor al trabajo. CARLOS decidió ese día no saludar a la gente que entraba a su autobús, para su sorpresa la gente seguía saludándole sin mirarle a la cara.
RAÚL, al llegar a su casa después de su jornada laboral decidió no sacar el mismo al perro, le abrió la puerta y le dijo que fuera él solo. Para su sorpresa el perro salió y volvió, con una bolsa, de lo que presupuso que era su mierda, atada al cuello. HELENA decidió ese día saltarse la dieta en la cena, se tomó de postre dos onzas de chocolate, tuvo lindos sueños que no pudo recordar, pero que de alguna manera supo que eran lindos. MARIPILI se levantó al día siguiente con una sensación especial, y pasó el día entero esperando a que algo especial pasase. No pasó nada.
HERNANDO es una persona joven, de jovial espíritu, con curiosidad de recién nacido. Sincero hasta decir
¡¡MARAVILLOSO!! y tan
TERRIBLEMENTE iMPERFECTO,
que da gusto estar a su lado.
PERO HERNANDO VIVE en un lugar donde no pasa de ser un anciano molesto, ya casi muerto, sin más nada que aprender, sin intención de enseñar nada, y tan celoso de su perfección que la gente del lugar le ha concedido una distancia de seguridad de exactamente:
10,5 metros.
¡¡OHHHH!! CABEZA DE LATA, que triste pérdida. Que indeseable infortunio. ¿Quién llenará ahora mis mañanas con pensamientos preconstruidos? ¿Quién me dirá, ME PREVENDRÁ, contra mis nefastas ideas propias? ¿Quién?, a última hora del día, preparará mis sueños de consumo. ¿Quién será? Me pregunto…¿QUIÉN PODRÁ? ¿Y AHORA QUE? ¿Tendré que volver a fantasear como un niño? ¿A soñar cosas imposibles? ¿Volver a descubrir el mundo?.
Se me ocurri贸, era una idea genial, la quise atrapar, con la mano...
...cuando abr铆 la mano, ya solo quedaban plumas.
La cordura solo se mantiene por el continuo aletear de ese pájaro que se nos posó sobre la cabeza. Pero todo peligra cuando nos empeñamos en ponernos sombreros para evitar que el pájaro nos pinche con sus garras. Entonces el caer depende de lo bueno que sea la cuerda que sujeta el sombrero a nuestra cabeza. Eso si se le puso alguna, claro. Al contrario de lo que se suele pensar, lo contrario de la cordura no es la locura... ...es la estupidez.
Es una persona a la que la gusta pasear. Pasea desde que se levanta hasta que se acuesta y solo para cuando: o bien tiene que hacer sus necesidades, o bien, tiene que acostarse para dormir sus siete horas estipuladas.
Un dĂa tuve la osadĂa de interrumpir su pasear con una pregunta impertinente...
¿POR QUÉ PASEAS TODO EL TIEMPO?
Para mis sorpresa se paró, me miró de arriba abajo, se Fijó en mis pies, se fiFijó en mis manos, Fijó su mirada en mis ojos… y eso ya, no lo pude soportar. Comencé a caminar y ya solo paro cuando: o bien tengo necesidades que hacer, o bien tengo que dormir mis siete horas estipuladas.
Algo se asomaba en el horizonte, Pero no se dejaba ver más. Por un momento pensé que era mi imaginación, pero por largo tiempo estuvo ahí, en el horizonte, Inalcanzable. Me lancé al mar y salí a su encuentro, al del horizonte.
Seguía en el horizonte, siempre siguió en el horizonte,
y yo detrás. A la justa medida de un horizonte.
En la orilla otra persona miraba al horizonte, y veía algo. Se lanzó al mar, en busca de lo que veía, allá, en el horizonte. Y así con otras 11 personas… Llego la doceava, miró el horizonte, vio algo, se quiso lanzar al mar para alcanzarlo. Pero no pudo, no quedaban barcas. Llego aún una treceava, vio a una persona mirando el horizonte, le preguntó: ¿Qué buscas? No, ya nada, había algo, en el horizonte... ...se me escapó.
Héctor no es un tipo especialmente guapo. Tampoco es un tipo que se pueda decir que tiene buen gusto. A veces es tan soez y vulgar que dan ganas de enjaularlo. Incluso a ratos le dan ataques de mezquindad, pero una mezquindad tan inocente que no hace daño. Y lo peor de todo, le huele el aliento. Pero, tiene un pájaro tan hermosamente sencillo sobre la cabeza, que logra que olvidemos todo lo demás.
Antenio baila, ¡baila Antenio! y no pares. Da igual que todo oscurezca. Tu baila y no pares. Porque si tu paras la oscuridad petriFicará, y quedaré atrapado, en ella.
“Pasajes desnudos en días grises. El paraíso se convierte, como siempre, en lugar de desgana” Es la hora de desayunar cuando este pensamiento se pasa por la cabeza de Clavelino. “quizás hoy sea mejor tomar algo de fruta troceada” Se dice a si mismo mientras se viste con su pijama de pasar las mañanas. Espino, que mira a Clavelino desde la ventana de enfrente mientras desayuna un bol lleno de fruta troceada mezclado con un yogur natural azucarado, le dice sin que le escuche. “Hay Clavelino, querido amigo desconocido, que vida más aburrida que llevas.”
El desierto es un lugar lejano................... El desierto es un lugar apartado............. El desierto es un lugar conocido.............. Lo conocĂ en la tele, en postales, en recuerdos de otros...................................
Lo identifiquĂŠ en mis sentimientos..........
Nunca estuve en un desierto, aunque hay dĂas en los que me siento en uno.................................................................
Yació ese día en la oscuridad de su lecho en aquella cueva abandonada, intransigiendo la realidad que le empujaba a salir. Obviando que la luz del Sol era de vital importancia para la continuidad de la vida de una idea. Una idea que no se concretaba, una idea que se empeñaba en crecer y crecer. Pero ese día la luz del Sol no iluminaría esa idea. Ese día no crecería. ¿Esperaba quizás que se concretase encerrándola en la oscuridad? Quedose en la oscuridad una semana más, y se hubiera quedado más si no es porque alguien entró en la cueva con una linterna. Al ver la luz se acordó de la idea, o más bien recordó que tenía una idea que intentaba concretar. De la idea ya no quedaba nada.
Este libro ha sido autoeditado por Rafael GarcĂa Artiles a fecha de: