Digitalización audio

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Digitalización de archivos sonoros analógicos Una guía práctica

Señal de audio restaurada Consejería de Comunicación e Información de la UNESCO para América Latina – Sede San José


© UNESCO San José Oficina de la UNESCO para Centroamérica y Panamá Tel. +506-220-4400 Esta guía es una producción de RNTC bajo contrato de la UNESCO

070.194 D571d

Digitalización de archivos sonoros analógicos: una guía práctica / Alberto Sierra Mejía [et al.] – 1a ed. – San José, Costa Rica: Radio Nederland Training Centre, 2007. 80 p.: 16x21 cm.

1. RADIO - TECNOLOGÍA. 2. RADIO - MANUALES. 3. TECNOLOGÍA EDUCATIVA. 4. MEDIOS DE COMUNICACIÓN I. Título.

ISBN: 978-9968-903-31-8

Presentación de Alejandro Alfonzo, Consejero de Comunicación e Información de la UNESCO para América Latina (sede San José, Costa Rica). Los capítulos 1, 2, 4 y 5 fueron escritos por Alberto Sierra Mejía y Luz María Gómez con aportes de Amable Rosario y Carlos Eduardo Cortés S. El capítulo 3 fue escrito por Carlos Eduardo Cortés S. Edición: Amable Rosario y Carlos Eduardo Cortés S. Ilustraciones: Luz María Gómez Diseño y diagramación: Gloria Díazgranados Los autores son responsables por los contenidos de la presente guía y sus opiniones no comprometen necesariamente a la UNESCO.

Digitalización de archivos sonoros analógicos


Contenido

Presentación Alejandro Alfonzo

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Capítulo 1: La Fonoteca Un espacio para el recuerdo Los soportes analógicos y digitales El almacenamiento

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Capítulo 2: El sonido Los primeros registros El deterioro de los soportes

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Capítulo 3: Digitalización y sociedad de la información La revolución digital La radio digital Bits y Bytes El reto de la transferencia digital

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Capítulo 4: La digitalización del sonido El almacenamiento en computadora Pasos para la captura del audio Equipos para la digitalización Pasos para digitalizar sonidos Contenido

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41 43 45 47 49 49 52 55 60


Capítulo 5: La remasterización La recuperación del patrimonio sonoro Sistemas digitales que limpian el sonido Normalizar después de restaurar Los formatos de audio más usados Soportes o contenedores de sonido

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Bibliografía

75

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Presentación Digitalización y conservación del patrimonio intangible

C

uando hablamos de patrimonio cultural es muy común pen­ sar en lo que se denomina “patrimonio tangible”; es decir, ciertos bienes materiales, concretos que –como señala la UNESCO– tienen valor histórico, estético, arqueológico, científico, etnológico o antropológico.

Estos bienes pueden ser elaborados ya sea por nuestra relación diaria con el entorno y nuestra incidencia permanente para transformar e incluso alterar la naturaleza, o por ciertas expresiones artísticas plasmadas en soportes materiales físicos como la arquitectura, la pintura y la escultura. Sin embargo, hoy reconocemos que la cultura no se agota en esas manifestaciones. También disponemos de saberes y prácticas cotidianas, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidas de generación en generación, formas sociales de convivencia ligadas a oficios, música, baile, creencias, comidas, expresiones artísticas, rituales e incluso lugares o recorridos con valor simbólico. Es decir, manifestaciones culturales que se expresan de forma intangible o inmaterial. La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural –adoptada por los Estados Miembros de la

Presentación


UNESCO en la Conferencia General de la Organización celebrada en París en noviembre de 1972– concernía exclusivamente a la preservación del patrimonio material. Por eso, en 1997, la resolución 23, adoptada por la Conferencia General de la Organización en su 29ª Sesión, estableció –y con ello avanzó– la “Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad”, con el deseo de extender aquella protección al patrimonio cultural inmaterial, cuya índole frágil y perecedera resulta esencial para la identidad cultural de los pueblos. Al crear esta nueva distinción internacional, la UNESCO tambien quiso alertar a la comunidad internacional sobre la urgente necesidad de tomar en consideración este patrimonio y salvaguardarlo, pues las formas tradicionales de expresión de varias sociedades están siendo alteradas o modificadas por, entre otros fenómenos, el de la globalización. Hoy cabe a los expertos en el tema, y a los historiadores, definir cuándo una manifestación cultural inmaterial llega a ser una obra de arte. Pero lo intangible, sin entrar en esas consideraciones, se vuelve más cercano y comprensible cuando se expresa –y conserva– a través de un soporte material. Incluso, más allá de calificaciones artísticas o de patrimonio cultural, la preservación de lo inmaterial es también el centro de atención de nuevos modelos de negocio que implican la supervivencia de los medios analógicos tradicionales en el nuevo entorno digital multimedial y aun en la nueva era de la radiodifusión.

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Los siguientes capítulos de esta guía práctica, planteada por la UNESCO desde su programa de comunicación para América Latina con sede en San José, y encomendada por la Organización para su producción a Radio Nederland Training Centre – Latino­américa, tienen como objetivo central asistir a los radiodifusores de toda Latinoamérica en los procesos de transfe­ rencia a formato digital. Sin duda, tan actual iniciativa y excelente factura profesional constituye un aporte sustancial que ofrece información útil, amigable y de fácil didáctica para cualquier trabajo de recuperar las memorias sonoras contenidas en las diversas y numerosas fonotecas y otros archivos de emisoras de radio y centros de producción radiofónica de América Latina.

Alejandro Alfonzo Consejero de Comunicación e Información de la UNESCO para América Latina, sede San José, marzo del 2007

Presentación


Digitalizaci贸n de archivos sonoros anal贸gicos


Capítulo 1: La Fonoteca

Un espacio para el recuerdo

U

na famosa cadena de radio en un país de Sudamérica, decidió actualizar sus archivos al ser adquirida por una empresa transnacional. Pronto llegó la orden de limpiar el archivo para darles cabida a los nuevos discos. Luego de evaluar lo que allí había, se arrojaron a la basura las antiguas grabaciones que la radio mantenía arrumadas en una bodega, en los bajos de la emisora. El nuevo administrador ordenó deshacerse de ese material porque tenía mal sonido y era muy viejo. Tiempo después, en el aniversario número cincuenta de la radio, alguien sugirió recuperar la historia de la emisora. Cincuenta años al aire era algo que bien valía celebrar. Cuando quisieron producir algunas series sobre la historia de esa radio y sus aportes al país, ya el archivo había sido vendido por kilos a recicladores de aluminio y plástico, dos años atrás, y era imposible recuperarlo. La historia de esa radio era también la historia del país. Fue un patrimonio perdido en el afán de modernizar la emisora, sin tener en cuenta la riqueza sonora con la que se contaba. Allí se perdió todo aquel patrimonio intangible. Se dice que la lista era larga y nunca fue valorada: había cintas abiertas, acetatos de gran valor testimonial de toda una época, algunos cilindros sonoros, varios rollos de alambre con entrevistas, casetes de los noticieros, grabaciones de programas diversos... Todo, absolutamente todo, se perdió. La fonoteca


Desde la década de 1940, los programas de esa radio se guar­daban de cualquier manera. Cuando se dieron cuenta del error cometido, se creó el departamento de archivo, llamado discoteca, ya que ahí básicamente se guardaban los discos. Así comenzó a funcionar realmente el archivo de la discoteca, llama­ do posteriormente fonoteca al darse cuenta de que en ese lugar se guardan, de manera ordenada, no solo los discos, sino también todos los demás soportes con sonidos y documentos considerados como el patrimonio cultural intangible de la emisora.

Los soportes analógicos y digitales En algunas emisoras, para conservar las informaciones o archivos y documentos sonoros originales que poseen en sus discotecas o fonotecas, todo el material sonoro analógico, así como los documentos escritos, se comienzan a transferir a sopor­tes digitales, pues así tienen una mayor duración en el tiempo. Cuando hablamos de soportes nos referimos a cualquier material en cuya superficie se registra información, como el papel para los impresos, la cinta magnética para audio y vídeo, el CD (disco compacto) o el DVD (disco versátil digital), que contienen sonidos e imágenes. Los soportes analógicos registran la señal del sonido o la imagen de manera continua en el tiempo. Por ejemplo, en una cinta magnética es necesario avanzar o retroceder para encontrar una porción específica. Los soportes analógicos más comunes en la actualidad son: el disco de vinilo, el casete de audio y la cinta de carrete abierto. Por el contrario, los soportes digitales registran las señales o imágenes sin variación continua; es decir, sus cambios se captan en unidades o en muestras de 16 bits separadas por 10

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mi­crosegundos, mediante el uso del código binario o de dos esta­dos descritos con los dígitos 1 y 0. De ahí el nombre “digital”. Sobre esto volveremos a hablar en los capítulos tres y cuatro de esta guía. Hoy en día, entre los soportes digitales de audio más co­munes encontramos la cinta magnética, como Digital Audio Tape (DAT): sin embargo, se prefieren los discos, como el MD (Mini­disc), el CD (disco compacto), el DVD y, más recientemente, los reproductores de formatos de compresión de audio como el MP3.

Soportes antiguos La siguiente relación contiene algunos formatos que solo se usan entre los coleccionistas. Se incluyen por su valor histórico y patrimonial, y como una manera de conocerlos y saber algunas de sus características. Cilindro de cera: Fueron los primeros soportes para el registro de audio y se usaban en los fonógrafos. Estos soportes eran llamados ortofónicos; no se usaba electricidad para su grabación, y hoy existen muy pocos. Carrete de alambre magnético: Son máquinas de los años 1940. Usaban un carrete de alambre que hacía la función de la cinta magnética. Su sonido era claro y brillante. Disco de acetato (pasta, vulcanita o ebonita): Son los discos duros con alma de aluminio que todavía suenan y se mantienen archivados en algunas radios o fonotecas. La mayoría está en manos de coleccionistas, sonaban a una velocidad de 78 RPM (revoluciones por minuto) y en ellos solo se podía grabar una canción por lado. La fonoteca

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Soportes en desaparición Disco de vinilo: Es la evolución del disco de acetato, pero con mayor capacidad y menor velocidad, 33 1/3 de RPM (revoluciones por minuto). Traía seis o siete canciones por lado, hoy casi han desaparecido del mercado. Cinta de carrete abierto: Venía en dos presentaciones: dura, que por lo general era de acetato y se usaba para trabajos finales; y de textura blanda o de poliéster, usada para trabajo de edición. Casete de audio: Es el más popular. Está en el mercado desde los años 1960 y todavía se comercializa. Desplazó la cinta de carrete abierto y fue la competencia de los discos de vinilo. Por su bajo costo y popularidad, todos podían usarlos para guardar su propia información. Sigue siendo de gran utilidad en regiones apartadas y emisoras con bajos recursos. Cartucho de cinta de ocho pistas: Usado en las radios para la promoción de los éxitos musicales y también para grabar las tandas con los anuncios o spots. En los Estados Unidos varias compañías trataron de popularizarlo con equipos de sonido domésticos, pero no dio resultado por su gran ta­maño.

Soportes en uso Digital Audio Tape DAT (cinta de audio digital): Es la evolución del casete y la cinta de carrete abierto. Para uso en máquinas

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digitales, su elaboración magnética entrega sonido limpio y de alta calidad. Se popularizó en las radios, las disqueras lo usan para ampliar su multipista. Disco compacto: Es la última evolución del soporte para audio. Logra mayor capacidad y es de fácil almacenamiento. Comenzó a salir desde las disqueras, pero se popularizó de tal forma que ahora se pueden encontrar discos con la posibilidad de ser grabados varias veces. Minidisco compacto: Es la evolución del disco compacto. Por su tamaño y gran capacidad permite mejorar el espacio en la discoteca o fonoteca de la radio. Archivo de audio: Reside en la memoria magnética de una computadora o en nuevas memorias sin partes móviles como las reproductoras de MP3. El sueño de todo radiodifusor es poder tener su programación a la mano para su emisión. El archivo de audio en disco duro, casi lo logra en cierta forma. En realidad es un disco duro de computadora, dispuesto para grabar allí toda la programación de una radio. Puede almacenar la programación completa para una semana. Reproductor de MP3: Es un pequeño microcircuito o chip que registra y lee datos digitales, en el cual se almacena música o imágenes en cantidades importantes. Comienzan a ser populares y de bajo costo.

La fonoteca

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El almacenamiento Sin importar la dimensión del cambio tecnológico, los contenidos siguen y seguirán siendo el eje de la función social y comercial de los medios. Digitales o no, los medios de comunicación del siglo XXI enfrentan un mismo reto: un adecuado sistema de almacenamiento para la conservación de las cintas magnéticas de audio y de video. Y la razón es simple: en las mejores condiciones de baja humedad y temperatura, las cintas magnéticas no duran más de 20 años.

Discoteca o fonoteca En las discotecas o fonotecas se almacenan los archivos sonoros y los documentos importantes, ya sea por su contenido temático o bien por la importancia o naturaleza de la persona o personas que han dejado en ellos algún tipo de declaración. Por tanto, un objetivo que nos guiará en este manual es guardar los documentos sonoros como testimonios del acontecer histórico de la radio. Las fonotecas se nutren de todos los materiales sonoros que llegan a la emisora: los materiales sonoros (declaraciones cortas de gran valor histórico, fragmentos musicales, cuñas, jingles y spots en general), programas especiales (series de gran acogida, programas de diversos formatos, ligados a la programación de la emisora, programas de emisoras internacionales, etc., e informaciones como guiones, entrevistas, testimonios, noticieros y noticias, etc.). En fin, a la fonoteca, almacén o archivo llegan todos los documentos sonoros de las emisoras. Es allí donde se organizan 14

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y conservan. Dichos documentos son la expresión sonora de la vida en la comunidad o el país. Esos fonogramas, según el investigador Jesús Martín-Barbero, “son la memoria a viva voz del mundo cotidiano”, y son el documento vivo de un hecho real e importante. Por tanto, los fonogramas son el registro del patrimonio intangible o inmaterial relacionado con los sonidos y la voz humana. Y su importancia justifica el mantenerlos organizados, inventariados, conservados y catalogados de manera clara y estricta, por dos razones básicas: se conservan las grabaciones para la posteridad y, z reposan en ella documentos de gran valor testimonial, pues guardan el sonido, expresión propia y natural de la vida misma. z

Inventario Es conveniente mantener la discoteca o fonoteca de los archivos sonoros en orden y organizada, inventariando con cuidado los fonogramas. El inventario es un documento que nos proporciona información completa, detallada y ordenada sobre cada uno de los fonogramas y documentos existentes en la emisora. La función y propósito de los inventarios pueden variar, así como sus características. Por tanto, las fonotecas se consideran archivos desde dos puntos de vista: z

La conservación de las grabaciones obliga a preservar, para la posteridad, el mayor número posible de fonogramas y soportes grabados.

La fonoteca

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z

El fonograma como documento, resulta de gran valor documental para la investigación, el disfrute, la formación y la enseñanza, fomentando de alguna manera la cultura y preservando el patrimonio de la comunidad.

Clasificación De manera cotidiana, en la medida en que los documentos sonoros y los programas van llegando a la emisora, se van escuchando, inventariando y clasificando. He aquí un ejemplo de clasificación referida a programas: propios de terceros z musicales z no musicales z originales no comerciales (que sirven como fuente permanente de material para los programas) z copias de grabaciones de originales de otras instituciones z transcripciones z programas completos z obras de guionistas, productores, actores intérpretes y personajes diversos z grabaciones de emisiones en directo z ediciones sonoras institucionales, de carácter cultural o comercial... z z

Otro tipo de clasificación de uso universal, establece dos criterios básicos que pueden servir como inicio del trabajo: la música y la palabra. Así:

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Palabra Palabra

ra

b Pala

Música Música

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ica Mús

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El grupo que contiene música se separa por los distintos géneros: Popular, Clásica, Rock, Pop, Metálica, Otra. En la categoría “Otra” se coloca lo que no se logra ubicar en un género definido. El grupo que contiene palabras, se puede separar así: Palabra: aquellos documentos no musicales de carácter per­manente y no permanente. En esta categoría estarán entrevistas, noticias, comentarios, microprogramas, infantiles, especiales, etc. z Efectos: sonidos y fonogramas por sintonías, anuncios publicitarios y efectos de sonido, spot de audio en campañas internas o externas, identificaciones, etc. z Drama: documentos literarios, de ficción, radionovelas, seriados y otros que tengan ese carácter de serie y en el que la voz humana tiene su protagonismo. z

Formatos y contenidos Cuando no existían las computadoras, en las discotecas o fonotecas se utilizaban fichas. En las fichas encontramos el contenido sonoro e histórico de nuestra radio, por ejemplo: qué información contiene, soporte, formato, estado físico del material, año en que se grabó y entró a la fonoteca, duración, velocidad (en el caso de las cintas magnetofónicas), también se puede encontrar información exacta sobre las fechas y horas en que se ha transmitido el material o sobre la época o momento en que se puede utilizar. Por ejemplo:

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estado de conservación del audio: bueno, regular, inau­ dible... z formato: entrevista, documental, reportaje, noticia... z tipo de programa o género: musical, especial, en vivo, boleros, rock, pop, reguetón, metálica... z Además, se le pueden agregar datos para encontrarlo después en el archivo: el área, el estante y un número se­ cuencial. z

¿Cómo organizar la información para inventariarla?

Soportes Soporte digital

Soporte analógico +Rollos de pianola +Discos de pizarra +Casetes +Vinilos +Cinta magnetofónica

Música

Videos DAT CD Mini - disc Magneto óptico

Palabra

Palabra

Música

Palabra Géneros Popular Clásica Otra

Efectos

Anuncios Promociones Sintonías Efectos sonoros

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Documentos

Géneros Popular Clásica Otra

Entrevistas Noticias Literatura Series

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Ficha de registro Como en todo archivo, para cada audio o soporte, existe una ficha de registro. Con ella se ubica la grabación o documento que se requiere y con la descripción que aparece ahí se sabe el contenido del mismo. Esta ficha puede ser mejorada con su información y adaptada a su propio sistema de organización. Contiene información dispuesta en el siguiente orden: Título Autor Producción (nombre, lugar y fecha) Descripción física (formato del soporte, cinta, estado físico, bueno, regular, inaudible, duración y contenido) Observaciones (breve resumen del contenido / palabras clave / género / créditos / duración e idioma. Esta ficha también puede ser mantenida en la computadora. Hay en el mercado programas organizadores de documentos, verdaderos archiveros digitales de fácil uso, muchos de ellos con versiones gratuitas que pueden ser obtenidas en la Web, para crear una base de datos. He aquí el ejemplo de una ficha:

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Casete 1

e

ista

Entrev

Alcald con el

Casete 2 Banda del

pueblo 20

06

Casete 1 x

Casete ¿Cúal es el nombre de este contenido, o qué otro nombre preciso se le puede poner? Nombre del autor intelectual, Ciudad - País ¿Cúando se hizo la grabación? ¿Qué contiene esta grabación? Una entrevista, un evento local

Están grabados 20 minutos del lado A. La cinta se encuentra empolvada. Requiere digitalización

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Base de datos El inventario se puede organizar en una tabla o base de datos, físico o digital. Es prudente llegar a un acuerdo sobre los criterios que se utilizarán para guardar los datos, de esa forma se podrá tener acceso fácil e inmediato a la información. La base de datos estará, siempre que sea posible, en manos responsables y en un soporte digital o en lugar seguro, como texto escrito. Más abajo encontrará un ejemplo de formulario para hacer su inventario, en caso de no tener acceso a un formato digital. Si tiene los recursos y maneja el programa Excel, usted puede diseñar su propio formulario. Igualmente puede ampliar los ítems y mejorar la información. Esta es solo una sugerencia y puede ser la base para iniciar la organización de su fonoteca. Contenido Palabra

Producción

Título

Soporte

Música

Análogo

Digital

Entrevistas

Efectos

Casette,

CD,

Literatura

Anuncios

Vinilo

DAT

Noticias

publicitarios,

Series

Sintonias

se designa uno

Nombre

Lugar

Observaciones Fecha

El título

El nombre de

Breve resumen del

de la

quien tiene la

contenido / palabras claves

publicación o si

responsabilidad

/ género / créditos /

no lo tiene,

intelectual

duración e idioma

Del inventario al catálogo Cuando ya se ha identificado el material sonoro, es posible hacer un catálogo. Existen varias normas al respecto: Reglas de Catalogación Angloamericanas, Reglas de Catalogación de la Asociación Internacional de Archivos Sonoros y Audiovisuales o la Norma Internacional de Documentación, entre otras; pero usted puede adaptar la información básica a sus necesidades. 22

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Es importante aclarar que el contenido de los documentos fonográficos es, en primera instancia, responsabilidad de su creador o autor. Sin embargo, la transmisión de dichos contenidos en la radio es responsabilidad del productor o realizador del programa. La responsabilidad intelectual le otorga a su creador derechos de autor, que protegen la creación como patrimonio propio. No obstante, otras personas o entidades que colaboraron con dicha creación, como intérpretes, ejecutantes, músicos, ingenieros de sonido, grabadores, investigadores, fotógrafos, productores, guionistas, locutores, conductores, entrevistadores, entre otros, así como las instituciones, empresas y organizaciones, se encuentran también reconocidos y protegidos por los derechos patrimoniales que les sean autorizados por el creador o autor de la obra. Generalmente, las fichas de los catálogos fonográficos suelen tener los datos siguientes: Título: Si no está a la vista, se analiza el contenido del audio para identificar el título principal. No importa que pertenezca a una serie, investigación o proyecto, el título se debe colocar como viene en la fuente o grabación. Si no existe, se busca el más apropiado para identificar claramente el archivo sonoro. En muchas ocasiones los programas se reconocen por nombres genéricos, “el musical de los Beatles” o “el romántico de Raphael” o quizá “la serie del hospital”; y en muchos casos los programas del padre o del alcalde. Estos apelativos ayudan a identificar el programa cuando no tiene título. Autor: Si no existe un responsable y creador del contenido sonoro, entonces el autor es la persona o institución que hizo la producción. Tenga en cuenta que se debe destacar que es La fonoteca

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el productor y no el autor. El resto de participantes en la producción del fonograma irán en el espacio o casilla denominada “Notas”, con una mención secundaria. Los datos para el autor del contenido serán: Nombre de la persona o grupo y/o Institución u organismo. Cuando hay varios autores, se deben poner al menos tres de ellos. Si son grupos sociales, se debe aclarar la etnia, en el caso de los indígenas, así como la región, el país y la cultura. Si el dato no existe se le atribuye al documentalista, previa investigación. En otros casos, el autor será el productor o realizador. Los demás participantes en la producción del archivo sonoro se colocan en la casilla “Notas”, como mención secundaria. Producción: La información estará relacionada con el lugar, nombre del editor o distribuidor y fecha de todas las actividades que se refieren a la publicación, distribución, emisión y edición. Estado físico: Aquí se registra el estado en que está el material. Las características físicas de un archivo sonoro son: duración, velocidad de grabación, tipos y formas del soporte. También se acostumbra mencionar la calidad del sonido, bueno, regular o inaudible. Soporte y forma: Identifica la forma en que se presenta el archivo sonoro y el tipo de forma que tiene. En el soporte se coloca el nombre del material o sustancia en la que se grabó el contenido sonoro o la grabación, por ejemplo: cinta de “poliéster dura”, “casete de cinta metálica”. En caso de no tener la certeza del material o sustancia, se sugiere anotar marca y año de fabricación del soporte, si lo tiene. De lo contrario se puede hacer una breve descripción.

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En la duración se incluye el dato de la extensión total de la reproducción del soporte físico, expresado en minutos y se­ gundos. Velocidad de grabación: Este dato sirve para ubicar el aparato de reproducción, como tocadiscos o casetera, en la velocidad adecuada de reproducción, para cuando se digitalice la grabación. Puede darse el caso de que un mismo ítem esté grabado en dos velocidades diferentes, de manera que se puede hacer una nota para colocar la segunda velocidad. Serie o proyecto: Este nombre identifica un conjunto de archivos sonoros unificados en un proyecto o propósito similar. Notas: Aclaran dudas, aseguran datos y proveen información sobre faltantes o registros de ese archivo, en otros sitios del catálogo. Resumen: Es una descripción breve y clara del contenido. Se logra luego de una audición en la que se analiza el documento escuchado y se sintetiza. Tema / Palabra clave: Es una palabra o frase que sirve para identificar el contenido del archivo sonoro. Género: Clase o categoría de la producción. Así se logra reconocer la grabación por su estructura expresiva, su contenido, su propósito o su forma de producción. Créditos: Aquí se registra la lista de personas que han contribuido a la producción artística y técnica de un archivo sonoro

La fonoteca

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y que no han sido nombradas en el área de autoría intelectual. Conviene anteponer a cada nombre o grupo de nombres una mención de la función. Pero no suele haber espacio para incluir asistentes, asociados, ni personas que solamente hayan hecho contribuciones menores. Participantes: Personas que por su participación incidental en testimonios, entrevistas u opiniones registradas en grabaciones hechas en exteriores, son importantes para ser incluidas dentro del registro de un archivo sonoro publicado o no publicado y radiofónico. Tiempo de duración de la grabación: Es el tiempo total del con­te­ nido grabado, de inicio a fin, de cualquier obra o archivo sono­ro. Se indica en forma de horas, minutos y segundos: hh:mm:ss. Idioma: El idioma en el cual está el documento sonoro. Todos estos ítems de organización sirven de base para iniciar la clasificación de soportes y contenidos que se convertirán en la fonoteca de una radio.

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Capítulo 2: El sonido

Los primeros registros

L

os primeros intentos de registrar el sonido fueron analógicos. La grabación en discos de acetato, cilindros de estaño, cintas de casete y carretes abiertos, fue un esfuerzo por guardar fragmentos de la vida. Después de 1945, luego de la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes lograron mejoras importantes en los procesos, mediante el estudio de sus defectos, para lograr reducir las fallas en el audio, buscando siempre la mayor fidelidad en la reproducción. Con las nuevas tecnologías digitales se ha logrado en parte ese sueño. Por un lado, las nuevas tecnologías de comunicación e información, TIC, dejaron de existir como actividades productivas separadas o sin asociación, y hoy tienen una completa vinculación con los sistemas de telecomunicaciones telefónicas y satelitales. Por consiguiente, en la medida en que las imágenes, los textos y los sonidos convergen hoy en un lenguaje único para todos los medios masivos: el digital, la tecnología de la digitalización se aplica indistintamente en diversos campos: audio y video digital, fotografía y cine, telecomunicaciones, impresos y, por supuesto, grabación, procesamiento y almacenamiento del sonido.

El sonido

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La física del sonido Como lo define Stanley Alten, “el sonido es una fuerza: emocional, perceptual, física. Puede excitar los sentimientos, expresar intenciones y, si es lo suficientemente alto, vibra el cuerpo. El sonido es omnidireccional; está en todos los sitios”. Como puede deducirse de esa definición de Alten, el sonido no solo nos envuelve, sino que además nos estremece. El sonido es la sensación que se produce en nuestros oídos cuando la vibración de un objeto produce movimientos ondulatorios en un medio, como el aire o el agua. Esas ondas llegan al tímpano y allí se convierten en energía bioeléctrica que a su vez llega al cerebro. El cerebro descodifica esa información y la convierte en esa sensación a la que llamamos “sonido”. El sonido se propaga por el aire, a nivel del mar y a una temperatura de 20 °C, a una velocidad de 344 metros por segundo (unos 1.238 kilómetros por hora). Aunque esta es una velocidad alta, es mucho menor que la de la luz que se propaga a 300.000 kilómetros por segundo. En el vacío, donde no hay aire, como el espacio exterior, el sonido no se propaga; por tanto, no escuchamos nada. En el agua, el sonido se propaga más rápido que en el aire. Y aún más rápido en un medio sólido, como el acero o el vidrio, e incluso en el mismo suelo que pisamos. La razón es que cuanto más unidos estén los átomos del cuerpo transmisor, mayor será la velocidad del sonido, al no encontrar ninguna interrupción en su camino. El sonido se difunde en ondas que son la transmisión de una vibración que genera energía. Un ejemplo típico es cuando tiramos una piedra en un estanque de aguas tranquilas. Se produce

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el efecto de unos círculos que se alejan del punto donde cayó la piedra. Dichos círculos llevan energía. Existen dos clases de ondas: mecánicas: necesitan un medio material para propagarse. Por ejemplo, las ondas sonoras de una campana se transmiten por el aire; z electromagnéticas: no necesitan un medio material para propagarse. Las ondas de radio o de televisión, por ejemplo, son electromagnéticas y no requieren aire para su transmisión, de manera que pueden viajar en el espacio. z

Cualidades del sonido Frecuencia: Es el número de crestas de onda que pasan en un segundo por un punto medio cuando se transmite la vibración. Se mide en hercios (unidad cuyo símbolo es Hz) que significa un ciclo por segundo. Es decir, una onda de un hercio de frecuencia, al pasar por el punto medio formará una única cresta cada segundo. Como el hercio es una unidad muy pequeña, al hablar de la frecuencia de onda, se usan múltiplos del hercio, en especial el kilohercio (KHz), que equivale a mil hercios, y el megahercio (MHz), que equivale a un millón de hercios. Los sonidos de frecuencias muy bajas son considerados infrasonidos que no los puede escuchar el oído humano. Los de frecuencias muy altas, son ultrasonidos, y tampoco son perceptibles para el oído humano. El ser humano escucha sonidos entre 20 y 20.000 (Hz) y produce sonidos entre 85 y 1.100 (Hz).

El sonido

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Velocidad: Como ya se ha dicho, la velocidad o rapidez de propagación de la onda sonora depende de las características del medio en el cual se propaga, y de la temperatura en el caso del aire. La velocidad se mide al dividir la distancia que recorre la vibración transmitida por la onda, entre el tiempo que ha transcurrido. Longitud de onda: Es la distancia que recorre la onda sonora en un ciclo completo. La longitud de onda viene a ser lo que también se llama amplitud o tamaño de la onda. La amplitud es una medida de la fuerza o intensidad de la onda: cuanto mayor sea la fuerza, mayor será su amplitud. Por otra parte, cuanto menor sea la frecuencia de un sonido, mayor será su longitud de onda y viceversa. Psicológicamente, la longitud, tamaño o amplitud de onda la percibimos como volumen del sonido, siendo mayor cuando aumenta la amplitud o tamaño de la onda. Intensidad: Es la fuerza con que se percibe el sonido, y se mide en decibelios (dB). En relación con su intensidad, mayor o menor amplitud de onda, se habla de sonidos fuertes o débiles. Ejemplos de algunas intensidades de sonido: Fuente de sonido Una hoja al caer Una conversación normal Unas risas Un tren al pasar Un concierto de rock Un trueno

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Intensidad entre 0 y 15 dB entre 29 y 40 dB entre 40 y 55 dB entre 70 y 80 dB unos 100 dB entre 100 y 140 dB

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Tono: Es una parte del sonido que está asociado a la frecuencia. Psicológicamente, percibimos la frecuencia como tono, por eso hablamos de la tonalidad relativamente alta o baja del sonido. Por tanto, mientras más vibra una fuente de sonido, su tono será más alto, lo que quiere decir que cuando se aumenta la frecuencia, se produce un tono más agudo y viceversa. Timbre: Es la cualidad del sonido que nos permite distinguir qué fuentes están produciendo los sonidos, aunque tengan la misma intensidad y la misma frecuencia. Por ejemplo, si escuchamos los sonidos emitidos por un piano y una flauta, al tocar la misma nota con la misma intensidad, estos tendrán un timbre o color muy distinto. En realidad, el timbre es lo que le da carácter al sonido, permitiendo distinguir un sonido de otro. Duración: Es el tiempo en segundos de la vibración del objeto, instrumento o voz. Por ejemplo, podemos escuchar sonidos largos, cortos o muy cortos. Al hacer sonar una campana, su sonido se transmite en todas direcciones en línea recta, pudiendo reflejarse en la superficie de los obstáculos que encuentra en su camino, tales como muros, casas, edificios o montañas. Si a causa de estos choques o reflexiones, un sonido nos llega de vuelta, se produce lo que llamamos eco. El tiempo que transcurre entre el sonido de la campana y el momento de escuchar su eco, depende de la distancia a la que se encuentra el obstáculo con el cual choca el sonido. La mayoría de los sonidos que oímos son una mezcla de sonidos originales y ecos que chocan con obstáculos cercanos. En una habitación vacía, el sonido rebota en las paredes, pero como nuestro oído solo puede distinguir sonidos que lleguen

El sonido

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separados más de 0,1 segundos, y en este caso tardan mucho menos, la reflexión o choque en las paredes no produce eco.

Aparatos que oyen y hablan Podemos grabar o registrar el sonido, así como almacenarlo, procesarlo y reproducirlo, gracias a soportes físicos como la cinta magnética en casete y en bobina, el disco de vinilo o circuitos eléctricos y electrónicos.

Señal análoga

En el caso de las grabaciones en cinta, la onda sonora produce una vibración en el aire captada por un micrófono, que es como un oído. Este convierte la vibración en una señal eléctrica que viaja por un cable hasta el aparato grabador.

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


En esa máquina, la grabación se produce mediante unas cabezas grabadoras / reproductoras que fijan los impulsos electromagnéticos en la cinta, cuya superficie está cubierta por una emulsión especial con limadura de hierro. Una vez grabados esos impulsos, luego se pueden volver a escuchar al pasar la cinta por la cabeza reproductora. La reproducción genera desgaste en los soportes, ya se trate de cintas o de discos de vinilo. El desgaste puede ser grave o leve según el uso que se le dé al soporte. Es el caso cuando sacamos una copia de un casete, cinta abierta, o disco de vinilo: si lo hacemos muchas veces, el desgaste del material con el roce de la aguja o las cabezas reproductoras, hará que la calidad de dicha grabación sea regular o muy mala. Esto no parece tan grave cuando se usa una vez cada cierto tiempo, pero es un problema cuando en una emisora ese casete, disco o cinta abierta se pasa muchas veces al día. Esto nos lleva a pensar cómo guardar aquellas grabaciones en formato analógico, al pasarlas a un formato que permita una alta duración y preserve el soporte original.

El sonido digital Pasar una grabación analógica a un soporte digital es una tarea que requiere tiempo, conocimiento y paciencia. Para iniciarla, la UNESCO sugiere realizar dos pasos para su digitalización: z

Empezar por los documentos sonoros que se usan con más frecuencia. z Luego, seguir con documentos almacenados que no son muy utilizados. El sonido

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El proceso, en la práctica, resulta muy sencillo y no requiere de grandes conocimientos, pero sí de mucho cuidado. Puesto que toda la información digital es una secuencia de números binarios, el sonido digital es una copia fiel e idéntica del sonido analógico. Además, la reproducción de grabaciones en formato digital no produce el desgaste de las analógicas, porque su lectura no se hace con la cabeza reproductora o la aguja del tocadiscos. La mayoría del sonido digital se reproduce sin contacto físico con el soporte, ya sea mediante un rayo láser lector o un software reproductor de un archivo digital, como por ejemplo un MP3. En la actualidad existen dispositivos para almacenar sonido digital que son de uso común: Minidisco, DAT, CD, DVD, discos duros, disquetes, discos ópticos como el ZIP o JAZZ, el reproductor de MP3 y la memoria USB.

Señal digital

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


El deterioro de los soportes Cuando se graba un sonido en cintas magnéticas de casete o de carrete abierto, el cabezal de grabación o cabeza de la grabadora genera una fuerza magnética proporcional a la señal. Dicha fuerza es aplicada a las partículas de hierro que conforman la superficie rojiza de la cinta, produciendo un campo magnético que disminuye a medida que se mueve la cinta y fija así la señal de onda del sonido grabado. Ese campo magnético lo que hace es alinear las partículas de hierro de cierta manera y según la intensidad de la señal de audio original. Así, cuando la cinta pasa por la cabeza de reproducción, esta genera una corriente que se convierte en onda de audio, igual a la grabada, dejando escuchar nuevamente el sonido guardado. En cuanto al disco de vinilo o acetato, lo que sucede es que la punta que labra el surco del disco, graba en el material las ondulaciones de la onda sonora. A mayor sonido, más profundo será el surco. Cuando colocamos el disco en el tocadiscos, la aguja de diamante reproduce esas ondulaciones y las convierte en señales eléctricas, que luego se podrán escuchar. El principal enemigo de los formatos de audio analógico es el desgaste y la degradación a las que los somete el medio ambiente. Si se quiere extender su vida útil, son imperativos un manejo y almacenamiento correctos. Por su misma naturaleza, hay factores que pueden degradar los soportes físicos en los que se registra el sonido.

El sonido

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Humedad y temperatura Como lo explica John W. C. Van Bogart, uno de los principales expertos mundiales en el tema, la causa del deterioro de las cintas es la hidrólisis: un proceso que consiste en la degradación química de los polímeros con los cuales fabrican los contenedores de las cintas, que reaccionan a la humedad quebrando la cadena del poliéster, de manera que produce ácidos orgánicos que aceleran la descomposición hidrolítica. Como resultado, los ácidos atacan las partículas magnéticas de las cintas y las degradan hasta producir fallas. Es decir, el agua es el principal agente que deteriora los polímeros. Ella está presente en la humedad del ambiente, y cuando su porcentaje es muy alto, más arriba del 65 por ciento, también favorece el crecimiento de los hongos. El alimento favorito de los hongos es la capa de pigmento magnético de los soportes, ya sean de vinilo, plástico o limadura de hierro. Los casetes y las cintas de carrete abierto, son atacados hasta cristalizar el plástico y borrar toda la información. Pero no solo la humedad es dañina en una fonoteca. La temperatura es responsable de los cambios en la forma de los discos y las cintas. Y los cambios drásticos de temperatura generan mezclas químicas en los componentes de los soportes ya sean discos, cilindros, cintas o casetes, que acaban destruyéndolos. Según las estimaciones especializadas, la cinta magnética debe almacenarse alrededor de 18 grados Celsius y 40% de humedad relativa. Pero las mejores condiciones posibles no pueden garantizar más que 20 años de vida útil de las cintas, lo cual de hecho excede la vida útil de las propias tecnologías de grabación. El problema es que la cinta magnética expuesta a altas temperaturas y humedad no dura más de dos años. 36

Digitalización de archivos sonoros analógicos


Sugerencias Como se ha visto, es muy posible que nuestros archivos de audio y de video estén desapareciendo ante nuestros propios ojos por el tiempo y el uso. Por tanto, he aquí algunas sugerencias para el almacenamiento y preservación de los materiales sonoros. z

A mayor temperatura, y mayor humedad, los archivos sonoros se deteriorarán más rápido.

z

Evite los cambios bruscos de temperatura, tanto en los estudios de grabación, de locución y en las cabinas, como en los sitios de almacenamiento de cintas, discos y ca­setes.

z

Mantenga en lugar fresco y seco todo el material; busque buena ventilación y evite la luz solar.

z

De ser posible, disponga de algunos deshumedecedores en la discoteca o fonoteca. Son económicos y prácticos. Si es viable, instale un buen sistema de aire acondicionado a una temperatura promedio de 19 grados centígrados.

z

Otra forma de evitar deterioros en los soportes de audio, es manteniendo en buenas condiciones los equipos reproductores. Disponga de un buen número de agujas para los tocadiscos y cabezas para las grabadoras, por ejemplo.

z

Procure que las cintas permanezcan planas, es decir, rebobinadas correctamente, para prevenir rupturas o deterioros de los bordes.

El sonido

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z

Recuerde que las cintas se deben almacenar verticalmente y los casetes deben estar rebobinados por completo y guardados en sus cajas con la debida identificación.

z

Aunque los discos de goma, laca o vinilo de 78 RPM ó 33 1/3 RPM, son menos propensos a la inestabilidad por humedad, en su mayoría están expuestos a daños severos por hongos provocados por la humedad.

z

Mantener los discos analógicos es fundamental para su óptimo funcionamiento. Un rasguño o rayón hace que la información guardada se pierda o distorsione.

z

Los discos, y los soportes mecánicos o cilindros de cera, deben almacenarse verticalmente, con excepción de algunos muy blandos, como los discos impresos en mate­rial plástico, usados en los años 1980 para fines publicitarios.

z

El polvo y la suciedad evitan el contacto con las cabezas de los reproductores. Esto impide la recuperación de la información. Incluso las partículas del humo del cigarrillo pueden dañar la información contenida e incluso deteriorarla en formatos magnéticos modernos.

z

Una partícula de polvo o suciedad puede desviar la aguja con punta de diamante de su trayectoria y causar grietas, rasguños o rayones y mermar así la calidad del sonido.

z

Las huellas digitales se consideran suciedad, puesto que añaden grasa, sales o sudor a la superficie del soporte. Y estos elementos generan hongos y taponamiento que producen mal sonido. Digitalización de archivos sonoros analógicos


z

Cuando vaya a reproducir un disco de vinilo, para digitalizarlo, limpie los surcos con un trapo húmedo y déjelo secar antes de usarlo. Si está muy rayado, ponga el disco en el tocadiscos y riegue alcohol suave para que la aguja pase por los surcos. Esto le dará un sonido menos deteriorado a la hora de digitalizarlo.

La prevención evita pérdidas El aseo en el área de almacenamiento, la humedad reducida y el constante cuidado con el polvo y la suciedad, pueden preservar en buen estado los soportes mecánicos analógicos, pero no evitarán que lleguen al término de su vida útil. Por ello es urgente digitalizarlos, para no perder la información. Otro enemigo de los soportes sonoros, en especial los contenidos en cintas abiertas o casetes, son los campos magnéticos. Ellos son el enemigo natural de la información magnética. Entre las principales fuentes de campos magnéticos peligrosos se incluyen: z

micrófonos; altavoces y sistemas dinámicos de las cabezas de las grabadoras, e z imanes, usados para los tableros de aviso magnéticos o borradores magnéticos. z

Por su naturaleza, las grabaciones de audio analógico, incluyendo pistas de audio en cintas de video, son las más sensibles a los campos magnéticos.

El sonido

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Digitalizaci贸n de archivos sonoros anal贸gicos


Capítulo 3: Digitalización y sociedad de la información

La revolución digital

H

asta hace pocos años, imágenes, textos y sonidos –los tres sistemas de signos que dieron lugar a los principales medios de difusión masiva como la televisión, la prensa y la radio– estaban dispersos en diferentes aparatos (televisor, radio) y soportes (papel). De hecho, era común que las tecnologías de información y comunicación (TIC) de entonces existieran como actividades productivas separadas o sin asociación completa, y que no tuvieran mayor relación con los sistemas de telecomunicaciones telefónicas y satelitales. Por otro lado, las computadoras eran el privilegio de los go­biernos, las grandes empresas y las universidades, y solo podían manejarlas aquellas personas capacitadas para programarlas mediante complicadas combinaciones de instrucciones. En la década de 1980 nacieron las computadoras personales. Y, con ellas, los sistemas operativos fáciles de usar, los cuales permitieron que aquellas personas “no especializadas” pudieran usar estos aparatos. Hoy se habla de “revolución digital” y de “digitalización de las TIC” como el proceso mediante el cual las imágenes, los textos y los sonidos convergen en un lenguaje único para todos los medios: el digital. Y este es llamado así porque se basa en el lenguaje binario de las computadoras, el cual consiste en combinar exclusivamente dos dígitos: el uno y el cero. Digitalización y sociedad de la infor mación

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Pero ¿qué pasa cuando cualquier texto, sonido o imagen, una vez digitalizados, pueden reproducirse con un solo lenguaje binario? Pues nos enfrentamos al gran logro tecnológico de fines del siglo XX: la multimedialidad. Por ejemplo, es gracias a esa posibilidad que las personas pueden hoy navegar por Internet para leer la edición electrónica de un periódico, escuchar una emisora de radio o mirar un videoclip musical o de noticias. Por otra parte, como resultado de la convergencia de las telecomunicaciones, la radiodifusión, los multimedios y las TIC, se han generado nuevos productos y servicios así como nuevas formas de hacer negocios y operaciones comerciales. Quizás nos hemos acostumbrado mucho a ellos pero recordemos que hace poco tiempo no existían los discos compactos, ni los teléfonos celulares, ni las tarjetas de débito o crédito con banda magnética, ni los cajeros automáticos, ni los café Internet, entre otras muchas innovaciones. Al mismo tiempo, a medida que se abrieron los mercados a la competencia, a la inversión extranjera y a la privatización, en la mayoría de los países del mundo surgieron nuevas oportunidades comerciales, sociales y profesionales, aunque las aperturas económicas exacerbadas condujeron a la generación de más formas de pobreza ligadas a la llamada “brecha digital”. Para bien o para mal, y sin importar la perspectiva con que se la mire, estamos todos presenciando el surgimiento de una nueva sociedad. Algunos la llaman “sociedad de la información”. Otros, “sociedad del conocimiento”. En muchos casos se destaca también el cambio tecnológico que las hizo posibles: “era digital”, “era de las redes”. Y todas estas denominaciones apuntan a describir cómo dicho cambio “está evolucionando a un ritmo alucinante. [...] El mundo moderno está experimentando una transformación fun-

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


damental a medida que la sociedad industrial que marcó el siglo XX deriva a gran velocidad hacia la Sociedad de la Información del siglo XXI. “Este proceso dinámico anuncia un cambio fundamental en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la difusión de los conocimientos, el comportamiento social, las prácticas económicas y empresariales, el compromiso político, los medios de comunicación, la educación y la salud, el ocio y el entretenimiento. Nos encontramos sin duda en medio de una gran revolución, tal vez la mayor que la humanidad haya experimentado”. Con esas palabras, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) justificó la pertinencia de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información –desarrollada de manera conjunta con la UNESCO– la cual ha constituido uno de los principales foros planetarios para reflexionar y generar acuerdos mundiales respecto al cambio y sus consecuencias.

La radio digital Dentro de esta panorámica, la radio vive su propia transformación como industria y como medio. La actual radio digital es un producto de esa mencionada convergencia digital. Desde los años 1990, nuevos dispositivos electrónicos de recepción y reproducción digital, incluyendo ciertos teléfonos celulares, se comunican entre sí, en los entornos de redes, mediante sencillas interfaces. Por esta razón, ofrecen ventajas antes inexistentes en los medios analógicos. A partir de sistemas de adquisición y producción digital, que comenzaron como simples cintas de audio digital (DAT), la evolución tecnológica nos ha conducido hasta completas infraestructuras de transmisión existentes hoy. Digitalización y sociedad de la infor mación

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Por ejemplo, el material de programación se puede usar y reempaquetar a través de diversas plataformas como radio, telefonía móvil e Internet, de manera que no solo surgen nuevas relaciones de apoyo entre estas industrias antes separadas, sino que se multiplican las oportunidades de mercadeo transversal entre dichas plataformas. La más generalizada de estas innovaciones es el llamado audio en flujo, resultado del uso y el abuso de los medios en flujo (streaming media), que incluyen el acceso gratuito o pagado a archivos de datos, video o música, desde diversos portales y sitios Web. De hecho, las nuevas TIC interconectadas permiten la aparición de nuevos modos de audiencia gracias a la flexibilidad de los datos digitales y a la acelerada disminución en el precio de los chips de memoria. Como resultado, hoy es posible aplicar la exitosa experiencia de grabadoras de video digital como TiVo, al negocio de la radio. Un usuario de servicios digitales puede almacenar programas en el disco duro de su receptor, o en su reproductor digital de música, como el iPod, para reproducción posterior. Y puede recibir la información básica sobre el título y el intérprete de una canción, así como permitir su compra en línea. De igual manera, hoy es posible personalizar el tipo de datos (clima, tráfico, datos de la economía, titulares de noticias...) que se puedan visualizar en la pantalla del receptor. Todo está hoy disponible y en pleno despegue, y todavía parece lejano el día en que deje de existir la radio analógica, tal como la conocemos. Sin embargo, durante esa transición es muy posible que desaparezca la mayoría de las fonotecas y otros archivos de emisoras de radio y centros de producción radiofónica de América Latina.

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


Uno de los grandes logros de las tecnologías digitales es contar con soportes físicos mucho más estables y con mayor capacidad para almacenar información. Decir que son mucho más estables no significa que no fallen ni se deterioren, pero lo hacen de una manera mucho menos significativa que las cintas magnéticas o los discos de vinilo. Por otro lado, los sistemas de compresión de información digital permiten aumentar la capacidad de almacenamiento a magnitudes inimaginables incluso a fines del siglo XX. El problema es que aún nos cuesta mucho imaginar las cantidades de información que ya estamos manejando a diario.

Bits y Bytes A pesar de que ya hemos adoptado en nuestro lenguaje cotidiano términos como ‘gigas’, ‘bytes’ y ‘bits’, rara vez los vinculamos con las dimensiones físicas que involucran: es decir, con las potencias de diez. ¿Qué es, a fin de cuentas, un gigabyte? Una respuesta directa sería que un gigabyte (GB) equivale a mil megabytes (MB). Pero, ¿qué representa esa magnitud? Veámoslo a la luz de la cantidad de información representada en potencias de diez. Cada una de las letras del alfabeto o cada uno de los diez dígitos (del 0 al 9), que forman la base de nuestra matemática de base diez, nacida del hecho de contar con nuestros diez dedos, equivale a un byte (pronunciado bait, en inglés). Cada byte está representado por ocho bits. Una palabra tiene diez bytes. Cien bytes equivalen a la extensión de un telegrama. Un kilobyte (mil bytes ó 103), equivale a menos de una página mecanografiada. Diez kilobytes, a una

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página de una enciclopedia o una página Web estática. Una fotografía de baja resolución tiene cien kilobytes. Un megabyte representa un millón de bytes (106 bytes), y equivale a una novela corta o un disquete de 3,5 pulgadas. Una foto en alta resolución tiene dos megabytes. Las obras completas de Shakespeare ocupan cinco megabytes, los cuales equivalen a la cantidad de información de un comercial de 30 segundos de video. Un minuto de sonido de alta fidelidad tiene diez megabytes. Una enciclopedia en dos volúmenes, o un metro de libros colocados en un estante, tienen cien megabytes. Un CD-ROM tiene 500 megabytes. Un gigabyte (mil millones de bytes ó 109), es equivalente a la carga de una camioneta Pick Up llena de papel, o una sinfonía en sonido de alta fidelidad, o una película de televisión. Veinte metros de libros en un estante equivalen a dos gigabytes. Y cien gigabytes es lo que ocupa un piso entero de periódicos académicos o una sola cinta de almacenamiento digital ID-1. Un terabyte (un billón de bytes ó 1012), equivale a 50 mil árboles convertidos en papel impreso, o al contenido textual de un millón de libros. Una biblioteca de investigación académica contiene dos terabytes de información. Toda la colección impresa de la famosa Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tiene diez terabytes. Un petabyte son mil billones de bytes ó 1015. Toda la información disponible hoy en la Web equivale a ocho petabytes. Un exabyte es un trillón de bytes (1018). La producción total anual de información mundial en soporte impreso, fílmico, óptico y magnético suma (según estimación para 1999) alrededor de 2,12 exabytes. Todas las palabras pronunciadas por la especie humana equivalen a cinco exabytes .

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El reto de la transferencia digital ¿A cuántos bytes equivalen todas las palabras pronunciadas y almacenadas en una emisora de radio de tamaño pequeño? Evidentemente, el problema en este caso no es la cantidad de información, sino su calidad y su durabilidad. ¿Cuánto tiempo más tenemos para preservar una fonoteca o un archivo de audio antes que esas palabras y sonidos se pierdan para siempre? Evidentemente muy poco, si consideramos que las cintas magnéticas (de carrete abierto, de cartucho y de casete) se vienen usando desde los años 1950. ¿Cuántas de esas emisoras o instituciones cuentan con un archivo almacenado en condiciones bajas de humedad y temperatura? Sabemos que no son la mayoría. Por tanto, podemos concluir fácilmente que nuestros archivos tienen sus días contados y que la transferencia a un soporte digital más estable y durable resulta hoy urgente y necesaria. Por ejemplo, un DVD grabable sencillo puede almacenar unos 4,7 GB y puede costar alrededor de US$1 dólar. Y su vida útil se estima entre 30 y 100 años. Los siguientes capítulos nos permitirán entender la evolución tecnológica y las posibilidades de digitalización de audio que están hoy a nuestro alcance. Se trata de una visión panorámica que busca ofrecer información útil y expresarla en la forma más sencilla posible. Ver: Kyle Eischen, “Information Technology: History, Practice and Implications for Development”, Center for Global, International and Regional Studies. Paper CGIRS-2000-4, Santa Cruz, CA: University of California, Santa Cruz: noviembre 1 de 2000. Peter Lyman & Hal R. Varian, “How Much Information”, Berkeley: School of Information Management and Systems at the University of California at Berkeley, 2000. Extraído de http://www.sims.berkeley.edu/how-much-info en julio de 2003. 1.

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El reto es evaluar lo que tenemos en nuestras fonotecas, categorizar el grado de importancia y la necesidad de preservación, para lanzarnos a transferir esa información a soportes digitales que consideremos mejores o más accesibles. No son soluciones permanentes e igual tendremos que enfrentar la desactualización de las tecnologías de reproducción. Pero, sin duda alguna, la digitalización de nuestra memoria radiofónica permitirá aumentar la vida útil de todo ese patrimonio intangible y nos dará unos años adicionales de ventaja, hasta que resulte necesario reiniciar el ciclo.

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


Capítulo 4: La digitalización del sonido

El almacenamiento en computadora

C

ualquier sonido, imagen o texto que incluyamos o capturemos en una computadora será parte de un proceso de digi­ talización. Cuando captamos el sonido con un micrófono, la señal eléctrica que se genera es convertida en datos numéricos, en combinaciones de “Unos” y “Ceros”, mediante una tarjeta de sonido, es decir: un convertidor analógico/digital que está dispuesto entre el micrófono y la computadora. Este proceso de conversión de señal en datos numéricos o digitales se realiza varias veces por segundo y se llama muestreo digital del sonido o “sampling”. La frecuencia de muestreo se mide en kilohercios (kHz) o kilociclos. En los discos compactos de audio, esta frecuencia es de 44,1 kHz, también llamada “calidad profesional”. En la computadora y en los CD-ROM, “la frecuencia de muestreo” puede ser menor a 22 kHz, que es suficiente para grabar música, y de 11 kHz cuando queremos grabar la voz en una locución. Estas posibilidades las dará el programa de software que se use para digitalizar. Los expertos recomiendan trabajar con la mayor frecuencia de muestreo posible, de manera que sea posible reducirla al final de la grabación según la ne­cesidad. La resolución del sonido digital puede ser de 8, 16, 24 ó 32 bits. A mayor resolución, mayor espacio ocupará el archivo, La digitalización del sonido

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pues se guardan todas las frecuencias del sonido analógico. Las computadoras suelen trabajar a 8 ó 16 bits de resolución, más conocida como grabación en formato WAV, que es ideal para pasar grabaciones antiguas a soportes digitales. El sonido digital también se puede generar en la propia computadora. Existe un formato estándar llamado MIDI (Musical Ins­ trument Digital Interface o interfaz digital de instrumento musical), que permite guardar las “instrucciones” de reproducción de sonidos musicales.

Ventajas del sonido digital El sonido digital tiene dos ventajas importantes frente al sonido analógico: z

La edición del audio digital no tiene que ser lineal; es decir, podemos tener acceso a una porción sin recorrer todo lo grabado antes.

z

Cada copia que se saque del original o master mantendrá la calidad.

En este cuadro se pueden observar los formatos de grabación de audio digital y comparar sus ventajas :

Basado en el artículo de Víctor Mas, El sonido digital, Barcelona: Postgrado de especialista en Nuevas Tecnologías Multimedia y Educación, Universidad Autónoma de Barcelona, s.f. Extraído de: http://dewey.uab.es/pmarques/ntic/sonido.pdf.

1

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Aplicación WAV Es el más usado en computadoras con sistema operativo Windows. El sonido no está comprimido, por lo cual es ideal para transferir archivos musicales o de programas de radio antiguos. MID Usa al máximo patrones que ya están activos en la tarjeta de sonido. MUS Parecido al MID pero es específico para programas de tratamiento de archivos en Midi. AIF Formato estándar en las plataformas Mac (también se puede escuchar en Windows). MP3 Trabaja en formato WAV pero comprimiendo aquellas partes o frecuencias que pueden resultar inaudibles. Reduce mucho el tamaño de los archivos. RM Usado en Internet por el estándar de la empresa Real Audio. Posee la característica de flujo (streaming), que no requiere descargar todo el archivo en el disco duro, para comenzar a escucharlo.

La digitalización del sonido

Tamaño de Archivo Muy grande y pesado, pero ideal pues guarda todos los rangos de las frecuencias del sonido analógico. Muy pequeño. No soporta el paso del sonido analógico. Muy pequeño Es el paralelo con el WAV. Muy grande y

pesado, ideal para pasar archivos analógicos a formatos digitales. Pequeña, pesa poco, no es ideal para archivos de los considerados como tesoros sonoros, pues corta frecuencias de información. Muy pequeño y de buena calidad, pero para sonidos cortos que están en una página Web.

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Pasos para la captura del audio El paso de un sonido analógico a uno digital no tiene secretos. Los nuevos soportes y sistemas de grabación están al alcance de quien desee explorar el mundo del sonido y tenga por objetivo pasar sonidos analógicos a soportes digitales. Al intentar iniciar el trabajo aparecen pequeños problemas. Por ejemplo, verifique si tiene los reproductores originales de cada soporte, como grabadoras de carrete abierto y tocadiscos. Generalmente, esos reproductores no se pueden conectar a ningún aparato de audio moderno. Entonces, la solución es usar la técnica llamada de captura sucia.

La captura sucia La técnica de captura sucia consiste en grabar de manera mecánica, no de reproductor a grabador digital, sino mediante un micrófono exterior para captar el sonido. El siguiente gráfico nos muestra los elementos que necesitamos para capturar y grabar el audio de forma mecánica o de “captura sucia”, por ejemplo, en el caso de un cilindro de principios del siglo XX. Igual método se puede aplicar a un gramófono o vitrola, cuando se trata de discos muy antiguos y cuyo reproductor no funciona a la velocidad estándar de 33 1/3 RPM ó 78 RPM. El micrófono se coloca de frente a la fuente sonora, de manera que capture el sonido, dejando en lo posible la mayor cantidad de ruido ambiente afuera, por lo tanto un micrófono unidireccional será ideal para la “captura sucia”.

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


Soporte análogo

Cilindro de cera

Disco compacto

Fonógrafo

Reproductor

Soporte digital

Captura de Sonido Análogo Sucia

Computador

Convertidor A/D

Micrófono Amplificador

La captura limpia En el caso de otros reproductores analógicos que son más modernos, es posible lograr conectarlos directamente con los aparatos digitales, y la grabación digital de los archivos sonoros puede hacerse sin emplear micrófonos externos. Este tipo de captura de aparato a aparato por medio de cables, se llama captura limpia.

La digitalización del sonido

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Soporte Alambre Cinta de carrete abierto Discos de vinilo Cartucho Casete

Reproductor Dictáfonos y telégrafos Magnetófono o grabadoras Tocadiscos Cartuchera Casetera

Siguiendo los pasos que se observan en el gráfico es posible recuperar diversos tipos de archivos. Por supuesto, es muy importante no exponer a malos tratos los soportes ori­ginales. El gráfico nos muestra los elementos necesarios para capturar y grabar audio mediante una captura limpia, en el caso de un casete. Soporte digital

Soporte análogo

Disco compacto

Computador Disco de vinilo

Reproductor

Captura de Sonido Análogo Limpio

Tornamesa

Cornvertidor A/D Amplificador

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


Como hemos visto, cada soporte de audio analógico tiene su propio reproductor. La calidad de la reproducción es directamente proporcional a las condiciones en que se encuentren el equipo reproductor y sus dispositivos. Estos dos aspectos son importantes en el momento de considerar la restauración y recuperación de grabaciones de la discoteca o fonoteca.

Equipos para la digitalización Actualmente los equipos diseñados para la reproducción del sonido son de alta calidad. Esto nos garantiza un sonido impecable cuando pasamos de analógico a digital. Cuando digitalizamos archivos, muchas veces pensamos en restaurarlos o remasterizarlos. Para ello existen programas muy sencillos y de buena calidad que están disponibles en la red. Además, la tecnología digital proporciona herramientas útiles, como filtros y frecuencias que reducen el ruido propio del roce de agujas o cabezas reproductoras en los soportes analógicos. Estas resultan de gran ayuda en el momento de remasterizar una grabación, pues permiten mejorar el sonido analógico.

El amplificador Es importante que al pasar de sonido análogo a digital, utilicemos un buen amplificador, la razón es que este aparato incrementa la corriente, el voltaje y la potencia de una señal de audio, que al final se refleja en la calidad del sonido. El amplificador realiza esa función tomando potencia de una fuente de alimentación y controlando su salida, para hacer coincidir la forma de la señal de onda que entra, con la señal de La digitalización del sonido

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onda que sale, pero con una amplitud mayor, dando como resultado un sonido con buen cuerpo, claro y de buena calidad. Si la emisora en la que usted trabaja no dispone de amplificadores, será suficiente pasar el sonido del soporte análogo por el ecualizador en posición estándar o media y de allí a la computadora. Existen también aparatos que graban de análogo a digital, sin pasar el sonido por el amplificador, la consola o un computador. Estos resultan muy útiles para emisoras con bajos recursos, ya así podrán entregar buena calidad de sonido al final de la grabación.

Las conexiones Sea cual sea el tipo de conexión de la salida de audio del reproductor, los puertos de conexiones sirven de puente para pasar el sonido analógico a digital. A continuación se ofrece una relación de los conectores más populares. DIN: Se encuentra normalmente en antiguos equipos de audio hechos en Europa. Es popular pues venía en las famosas grabadoras de cinta marca Uher y Philips.

Conector DIN 56

Digitalización de archivos sonoros analógicos


RCA: En muchas ocasiones se encuentra en equipos modernos de audio. Viene con otras conexiones como adaptadores: macho, hembra y reductores.

Mini-jack: Quizás el más popular, en muchas ocasiones se encuentra en reproductores portátiles, radios y grabadoras, y se les denomina plug. También se pueden encontrar reductores para todos los tamaños.

La digitalización del sonido

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La computadora Para recuperar el material sonoro de la fonoteca, no se necesitan grandes inversiones de dinero en programas de software ni en otros equipos. Este trabajo se puede hacer fácilmente en una computadora de uso corriente y con especificaciones mínimas. Si usamos una computadora para digitalizar grabaciones analógicas, es bueno que el equipo cumpla algunos requisitos mínimos, por ejemplo: z

PC Pentium II de 350 MHz o superior. z 128 MB de memoria RAM. z Disco duro mayor a 10 GB, y de alta velocidad. z Monitor de 17 pulgadas con resolución mínima de 1.024x768 y 256 colores (mejor 16 bits). Si el trabajo no es muy detallado, la tarjeta de sonido que trae el equipo resulta suficiente. Una tarjeta de sonido típica tiene un chip incorporado con el convertidor Analógico-Digital, el cual traduce formas de ondas grabadas o generadas digitalmente en una señal analógica y viceversa. La señal se puede conectar a un amplificador y a un altavoz o audífonos. La mayoría de las tarjetas tienen un conector de entrada (Line In), que recibe cualquier tipo de señal, ya sea de tocadiscos, caseteras, micrófono, etc. Esta ventaja permite digitalizar casi cualquier sonido y guardar dicha información en la computadora. Por lo general, las tarjetas de sonido tienen un estándar de reconocimiento que consiste en asignarle un color a cada conector externo, sea de entrada o salida:

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


z z z z z

Rosado: entrada analógica para micrófono Azul: entrada analógica (Line-In) Verde: salida analógica para la señal estéreo principal Negro: salida analógica para altavoces traseros Naranja: salida digital, usada como salida analógica para altavoces centrales

Si el interés está en restaurar o remasterizar algunos de esos sonidos, es importante tener en cuenta que una tarjeta de sonido con buena capacidad, será de gran ayuda. De igual forma, resulta prioritario un programa de edición con herramientas diseñadas para limpiar sonido; este debe estar configurado en la computadora, para tener acceso directo a él. Estos son algunos de los programas que se usan actualmente y que están disponibles en la red, en versiones de prueba que pueden ser usadas durante un tiempo corto, de una semana o un mes, según el fabricante, y son de gran versatilidad y eficiencia: z z z z z z z z

Audacity (Gratuito) Audition (PC/MAC) Cool Edit Pro (PC/MAC) Gold Wave (PC) Pro Tools (PC/MAC) Sound Forge (PC/MAC) SoundTrack (MAC) Wavelab (PC)

Audacity puede editar sonido digital y se consigue de forma gratuita como software libre. Tiene la ventaja de que puede grabar sonidos, reproducirlos, importar y exportar archivos WAV, AIFF y MP3 y algunos otros sistemas de audio actual. Es de La digitalización del sonido

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gran utilidad en una radio sin muchos recursos económicos. Por ejemplo, edita sonidos con las funciones de “Cortar”, “Copiar” y “Pegar”, tal como lo hacemos normalmente en un programa de texto como el Word. Por otra parte, Audacity tiene la función de “Deshacer” (Control Z) muchas veces, la cual es de mucha utilidad cuando queremos eliminar lo ejecutado y regresar al estado original. También mezcla pistas y aplica efectos a las grabaciones y trabajos de audio que tengamos. Además, dispone de un editor de buena amplitud, que sirve para analizar la frecuencia de grabación, filtros para usar a la hora de restaurar o remasterizar una grabación y reductor de ruido.

Pasos para digitalizar sonidos Luego de conocer las herramientas necesarias para transferir sonido analógico a digital, se puede empezar el proceso de digitalización. Para ello, proponemos los pasos siguientes: Paso uno Verifique la tarjeta de sonido de su computadora.

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Digitalización de archivos sonoros analógicos


Paso dos Conecte el reproductor (grabadora o tocadiscos), a la entrada de sonido de su amplificador. Por ejemplo, al conectar un tocadiscos, antes de iniciar el trabajo, conviene conectar un cable de tierra desde el tocadiscos hasta el amplificador, para reducir el ruido o zumbido (Hiss) que se produce cuando se conecta el plato giratorio con la entrada del plug. Paso tres Conecte la salida de sonido del amplificador a la entrada de sonido de su computadora, mediante la toma azul o línea de entrada. Línea de salida (Line out) Tornamesa

Soporte análogo Tornamesa Línea de entrada (Line in) Amplificador

Cable RCA Encendido de línea de entrada

Amplificador (atrás)

Amplificador (frente)

La digitalización del sonido

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Paso cuatro Conecte el tocadiscos al amplificador. Use cables RCA. Amplificador (atrás)

Línea de salida (Line out) Amplificador

Computador básico (atrás)

Detalle Tarjeta de sonido

Cable convertidor RCA / Mini-Jack (stereo)

Línea de entrada (Line in) Para conexión análoga Línea de entrada (Line in) Para micrófono Línea de entrada (Line out) Para parlantes

Paso cinco Con la computadora apagada, conéctela al amplificador. Paso seis Encienda la computadora y abra el programa que recibirá el audio. Paso siete Verifique el indicador de la fuente de la señal, vea que el nivel sea el adecuado en el monitor de niveles. 62

Digitalización de archivos sonoros analógicos


Paso ocho Defina el formato que usará para guardar el archivo, es decir, los canales mono o estéreo. Por ejemplo, elija grabar en WAV y después escoja la frecuencia de muestreo. Paso nueve Presione REC en la pantalla, en el sitio correspondiente al programa que está usando. Así podrá ver la onda resultante, que indicará la entrada de sonido. Paso diez Inicie la reproducción en el tocadiscos o grabadora. De esta forma se captura toda la extensión del soporte analógico, sin perder segundos al inicio, evitando cortes que generan mal sonido. Al final esos espacios se pueden editar.

La digitalización del sonido

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Paso once Si es necesario, elimine los ruidos molestos (cortes, carraspeos, toses, malos cortes, etc.). Esta pequeña edición permite darle calidad al producto final. Nunca quite los espacios de silencio en la imagen de onda que le muestra el programa, pues se daña la calidad del sonido y se desmejora el archivo. Paso doce Para guardar el archivo resultante ya digitalizado, haga clic en “Guardar como” (Save as... ), y déle un nombre al archivo. Dicho nombre debe ser corto, pero suficientemente específico para volverlo a identificar distinguiéndolo de todos los demás archivos. Paso trece Almacene el audio digital en un disco duro o en un disco compacto, y déjelo en su estuche para el archivo o fonoteca. Paso catorce Guarde el material o archivo sonoro analógico original en la forma más conveniente.

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Capítulo 5: La remasterización

Recuperación del patrimonio sonoro

E

n los capítulos anteriores conocimos valores, ejemplos, gráficos y algunos pasos para digitalizar el sonido analógico con calidad de disco compacto. Ahora, para no perder ese patrimonio intangible de la comunidad que constituyen los archivos sonoros ya digitalizados, el paso siguiente consiste en la remas­ terización. Al mejorar y remasterizar los archivos sonoros, nos aseguramos de que los materiales originales se conservarán por mucho más tiempo, pero para eso es conveniente almacenar el sonido digitalizado en discos duros o en discos compactos de buena calidad y guardarlos en sus estuches de manera correcta. Para tener un buen sonido de disco compacto, la frecuencia debe ser de 44.100 hercios. De ahí que el estándar sea 44.100 hercios, con reducciones en 22.050 hercios y 11.025 hercios. El tamaño de la muestra es el número de bits necesarios para grabar el sonido con buena amplitud de banda. Con 16 bits se logra un sonido con calidad de disco compacto de audio. Por ejemplo, la tarjeta llamada Sound Blaster de 128, no significa 128 bits. Esa cifra se refiere al número de instrumentos o sonidos diferentes que puede contener para una grabación. El sonido digitalizado ocupa espacio en una memoria digital. Por ejemplo, un sonido de cinco segundos ocupará 0,5 mega­ bytes de memoria. Esa cantidad en tiempo equivale a dos minuLa r emasterización

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tos o lo que es igual a ocupar la tercera parte de un disquete de tres y media pulgadas. De ahí que los mejores formatos sean los que almacenan sonido sin comprimirlo y sin hacer ninguna modificación. Pero sus archivos presentan un inconveniente: son muy grandes, pues ocupan entre 2,6 y 10,4 megabytes. En tal sentido, los archivos WAV tienen el mejor sonido. Este se puede comparar al sonido del CD: es decir, entre16 bytes y 44,1 Kilohertz con sonido estéreo. Por ejemplo, una canción convertida a WAV, puede ocupar fácilmente entre 20 y 30 Megabytes. Si se comprime, ocupará un espacio menor. Un cuadro típico de formatos digitales para grabación presenta la siguiente relación en hercios: DAT CD-audio Trackers Tradicionales Telefonía

48.000 Hz 44.100 Hz 8.363 Hz 8.000 Hz

Sistemas digitales que limpian el sonido Hoy las compañías de software diseñan y elaboran programas que tienen la capacidad de limpiar el sonido antiguo y eliminar ruidos y cortes. Esos programas, disponibles en Internet, toman la señal analógica, la identifican y dejan por fuera aquellas frecuencias audibles y sanas, mejorando los tonos agudos y bajos y rebajando frecuencias que generan ruidos o zumbidos (Hiss) o los rayones que ocasionan saltos de aguja. Para digitalizar el sonido analógico de los soportes de nuestra fonoteca, podemos usar una computadora normal con las características que mencionamos en el capítulo anterior. 66

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Programas como Cool Edit Pro permiten trabajar con archivos WAV a 16 bits y 44,1 kHz, que son los más populares. En el mercado se encuentran procesadores superiores a 400 MHz, memorias RAM de 128 KB, disco duro con 4 ó 5 GB de espacio libre y una tarjeta de sonido llamada Sound Blaster 32, que resulta más que suficiente para hacer un buen trabajo de remasterización. Conviene hacer el trabajo con una copia digital del original, a fin de evitar que se pierda la información si ocurre algún daño severo. El proceso de restauración digital se realiza en tres momentos. z

Encontrar los segmentos en los que aparece el ruido. z Borrar los segmentos con ruido. z Rellenar los espacios cortados con sonidos del mismo archivo.

Encontrar los segmentos en los que aparece el ruido: Aquí buscamos aquellos sonidos que desmejoran la calidad auditiva del archivo, tales como ruidos, cortes abruptos y silencios muy prolongados, entre otros.

Amplitud

Veámoslo con más detenimiento:

Tiempo (seg.)

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Amplitud

Borrar los segmentos con ruido: Al detectar el ruido, procedemos a eliminarlo. Para ello, seleccionamos el fragmento y oprimimos “borrar”. Luego, continuamos con el siguiente ruido. Seamos cuidadosos con este trabajo, pues la grabación se puede dañar si se exageran los cortes.

Tiempo (seg.)

Amplitud

Rellenar los espacios cortados con sonidos del mismo archivo: Esto se logra pegando fragmentos de sonido semejante al cortado o en secuencia, si estos no son palabras o ambientes. Esta operación requiere cuidado y se recomienda practicarla antes de intentarla en forma definitiva.

Tiempo (seg.)

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En esta secuencia de gráficos se pueden ver algunas pistas restauradas. Esta gráfica tiene una señal en la que aparecen muchos golpecitos o clics.

* Golpes o clics Esta es la misma gráfica luego de borrar los clics. Esos espacios se reemplazaron con ambientes secos, sin música o voz, y ahora se ve así:

Señal de audio restaurada La r emasterización

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Si ampliamos la onda en el visor del programa, uno de estos ruidos se observa así:

Amplitud

Clic ampliado

Tiempo (seg.)

Normalizar después de restaurar Todos los programas pueden normalizar la grabación del sonido. Muchos de ellos lo hacen automáticamente, justo al pasar el sonido analógico a digital y sin comenzar a restaurar. Sin embargo, muchas veces el resultado es un volumen muy bajo. Para solucionar este desfase sonoro se tiene un normalizador llamado Average Output con el que se ajusta e iguala el volumen de la grabación, pues éste mide la cantidad de sonido y no el punto máximo de volumen. Solo unos pocos programas tienen este método. Entre ellos están el SoundForge, el Pro Tools y el Audiograbber. Para hacerlo, basta seguir las instrucciones del programa y tendremos un

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volumen de buena calidad en todas las grabaciones remasterizadas. Finalmente, recordemos que limpiar una grabación es un trabajo arduo que exige paciencia y calidad. Pero se trata de una posibilidad muy importante: mantener y restaurar el patrimonio intangible de una comunidad.

Los formatos de audio más usados Se pueden distinguir tres formatos digitales generales: Formatos de onda: Guardan el sonido tal como lo capta el micrófono. Almacenan la amplitud del sonido y su frecuencia cada cierto período de tiempo. Este período de tiempo se conoce con el nombre de frecuencia de muestreo del archivo de audio. La medida del archivo está en el número de muestras que se toma de la señal del micrófono por segundo. La escala de esas medias, por lo general, están entre 11 kHz, 22 kHz y 44 kHz. Cuanto mayor es el número, mejor será la calidad del sonido. Formatos de secuencia: Como su nombre lo indica, el formato MIDI (Interfaz Digital para Instrumentos Musicales), fue elaborado para mantener el sonido propio de diferentes instrumentos. Los sonidos son grabados en diferentes frecuencias y colocados en canales distintos. Por ejemplo, el piano se coloca en el canal cero y así cada instrumento en uno diferente. Formatos mixtos: Es casi una técnica de grabación. Estos formatos guardan al comienzo un ejemplo de cómo sonará cada ca-

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nal, muy parecido a lo que hacen los formatos de onda de audio y luego graban una secuencia de las notas para cada canal. El ejemplo típico de este formato es MOD, el cual funciona en varios sistemas, por su capacidad para generar una excelente calidad de sonido y al mismo tiempo ocupar un espacio de disco muy pequeño a la hora de guardar el sonido en este formato.

Los nombres de los formatos Los archivos de audio se pueden conservar en diferentes formatos, dependiendo de la herramienta, aplicación o programa usado y el objetivo con el cual fueron creados. Al trabajar con una determinada aplicación o programa, el software asigna una extensión, dependiendo del tipo de archivo que se haya creado. Así se puede identificar posteriormente. Existen muchos tipos, pero todos tienen capacidades semejantes, veamos algunos: Audio Interchange File Format (AIFF): Creado por Apple, se usa en las computadoras Macintosh y sus aplicaciones multimediales. Su extensión es conocida como: .aif o .snd. Audio for Unix (AU): Es un formato de uso corriente en el trabajo de muestras sonoras y no es muy comprimido; pertenece a una empresa llamada Sun. Es muy usado en plataformas UNIX; se reconoce por sus extensiones: .au, .uLaw o .MuLaw. Audio-Video Interleaved (AVI): Es un sistema que contiene el sonido tal y como es su onda sin recortarlo o comprimirlo. Viene en la plataforma de Microsoft. Se denomina: .avi. 72

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Director (DIR): Es un programa para creación de sonido, se conoce como Macromedia Director. Se denomina: .dir y .dxr. MIDI (MID): Music Instrument Digital Interface es generado por sintetizadores para los computadores; los archivos son notas e información en secuencia para la síntesis de la música. Se conoce como: .mid. MOD (MOD): Diseñado por Commodore para la música y sus instrumentos ejecutantes, se conoce como: mod y .dxr. MPEG Audio: Fabricado por MPEG o Motion Pictures Experts Group. Se creó como un estándar de formatos de compresión de audio. Se comporta en tres fases diferentes como codificador y descodificador de la señal de audio. MPEG-1: Codifica imágenes en movimiento y audio; está asociado con medios de almacenamiento digital hasta de 1,5 Megabits/segundo. MPEG-2: Codificación genérica de imágenes en movimiento con información de audio. Puede lograr altas formas de comprensión de audio. MPEG-3: Tiene las mismas características del MPEG-2, y su uso es solo para ciertos formatos. Sus características logran comprimir audio y video sin que se pierda calidad en las imágenes. MPEG-4: Codifica objetos audiovisuales y puede registrar música y video al mismo tiempo, en canales separados.

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Soportes o contenedores de sonido El disco compacto nació a principios de los años 1980. Su desarrollo, basado en lectura óptica de la información mediante un rayo láser, trajo un cambio radical en la forma de reproducir sonidos e imágenes. Un locutor colombiano, Carlos Pinzón, acuñó la frase que mejor refleja el cambio en la forma de escuchar y ver la música grabada: “La luz hace la música”. Los reproductores láser se hicieron tan populares como en su época el casete y las grabadoras portátiles. Existen soportes muy sofisticados, pero la mayoría son de uso popular, como: CD-R (Recordable Compact Disc o Disco Compacto para gra­ bar): Es un disco que se puede grabar una sola vez. CD-RW (Rewritable Compact Disc o Disco Compacto Regra­ bable): Se pueden grabar en repetidas ocasiones y cambiar la información guardada. HDCD (High-Definition Compatible Digital o alta definición digital compatible): Es una mejora en la codificación de audio que solo se puede percibir en reproductores de CD con esa cualidad. DVD Audio: Este formato trabaja con una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 192 kHz. Esto trae mayor calidad de sonido y gran capacidad de almacenamiento.

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