Tema1

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1 Introducción: ¿Q ué es la memoria? Todo en la vida es memo ria salvo el delga do filo del presente:

Michael Gazza.niga 1. 1.

El valor de la mem oria

La mem oria: como la ~alud, Y como tanta s otras cosas en la vida, parece que sólo se valora cuand o se pierd e o, mas exact amen te, cuan do nos asalta la inqui etant e sospe cha de que tal ve:z ~tam o~ empe zand o a perde rla. Aunq ue las cosas parec en estar camb iando , todav ía predo~m a la idea, entre la gente en gener al, de que la mem oria tiene poca impo rtanc ia para la vida; de que, a lo sumo , la mem oria sirve para apren der cosas al pie de la letra, como un núme ro de teléfo no, la letra de una canci ón o la lista de la comp ra. Qué poco le cuest a a la gente confe sar públi came nte que tiene n "una mem oria malísima'' y con qué frecu encia se prese ntan a sí mism os en cualq uier tipo de ambi ente públi co o social como "un desastre total" en asunt os de mem oria. Ante tal comp ortam iento , uno se siente tenta do a pensa r que tras esas estra mb6t icas confe sione s públi cas se escon den, al meno s, dos creencias falsas: por un lado, que la mem oria vale realm ente para muy poco, y, por otro, que la atribu ción de tener "una mem oria fatal" les confi ere un aire o un interé s espec ial, conve ncido s quizá s de que eso de tener una mala mem oria les equip ara al estere otipo de sabio despistado: una perso na muy inteli gente y genia l, pero un desas tre en el terren o social, al que se le olvid a siemp re dónd e deja las gafas o cómo se llama la perso na que acaba n de presentarle . Aunq ue en los últim os años se empi eza a notar cierto camb io de actitu d frente a esa valoración negativa de la mem oria, aún se sigue consi deran do mayo ritari amen te que para lograr el triunf o en los estud ios, en el traba jo o en la vida en gener al, lo que ~mpo rta es la inteligenc_ia, que, por cierto , se asum e -y ésta es otra idea errón ea muy exten didaque poco o nada nene ver con la mem oria. Sin emba rgo, la incid encia cada vez mayo r de e~fer meda des ne~ro degen erativ as en la · d d Socie nte exten a actual y e1 cono c1·mi·e nto empí rico y ampl iame dido de. que much as de , , . e dad · n mani· cestán dose a rraves de fallos de tal es enrer mem ona, me esta hacie ndo es comi enza ri

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Manual de psicología de la memoria · " pare ce ser más imp caer en la cuenta a n1ucha gente de que eso d e "l a memo na orta nte de \o que se pensab a. Es un hecho proba do que la devast adora ~~ferm edad de Alzhe ime r es diagno sticada , en \a mayor parte de \os casos, porqu e los familia res de la person a a_fectada en1pie zan a sospec har y a alarma rse de tal posibi lidad al observ ar fallos de memo ria «rnás frecue ntes de \o habitu al'' en e\ día a día de esa person a, y entien den que lo que proced e es acudir a \a consu lta de\ médic o. No hay duda de que la asocia ción que el ciudad ano de a pie ha estable cido, de un tiempo a esta parte, entre olvido s y posibl es disfun ciones cerebrales, atribui das habitu almen te a una probab le enferm edad de Alzhe imer más que al proceso natura l de enveje cimien to, está en el origen de una cada vez mayor toma de concie ncia de que la n1emo ria juega un papel clave en la existencia human a. En el prime r capítu lo de su obra autobi ográfic a Mi último suspiro, el genial directo r de cine Luis Buñue l nos ofrece un magní fico ejempl o de lo que estamo s dicien do, cuand o con eviden te pesar confie sa: "Pero, a medid a que van pasand o los años, esta memo ria, en un tiempo desdeñ ada, se nos hace más y más precio sa[ ... ] Hay que haber empez ado a perder la memo ria, aunqu e sea sólo a retazos, para darse cuenta de que esta memo ria es lo que constituye toda nuestr a vida". Y es que la memo ria, en efecto, constit uye una parte esencial de nuestr a vida. La memo ria es el eleme nto indisp ensabl e y básico para la realización de cualqu iera de las numer osas activid ades que integra n nuestr o quehac er cotidia no. Todo lo que hacem os, inclus o lo que pensam os hacer y luego no hacem os, exige la partici pación de nuestr a memo ria. Desde el preciso instan te en que desper tamos cada mañan a, nuestr a memo ria entra en acción (sin contar el ~ap_el que puede llegar_ a d~sem peñar durant e el sueño) y, gracias a la partici pación del conoc1m1ento y de la expene nc1a acumu lados en ella, podem os interp retar y entend er 1~ alarma del desper tador que interru mpe abrupt amente nuestro sueño, recono cer de inmediato .el lugar en el que nos encont ramos y todos los muebles y obJ. etos que nos r d , . , dar s1 es un d1a labora ble o festivo y que es lo que tenemo s que hacer a conti·o ean,· recor, , , , l , . nuac1o n, as1 como donde esta e cuarto d e b ano, como asearno s y vestirn os, cómo prepar ar el d · d al. , . y que, upo o e 1mentos son los mas apropi·ad os para esa pnmer a comid a del día s· esayun l • · l · · · m a mtervenció n d e la memo na en e preciso mstant e en que nuestro cerebro pasa del suenl . . , 1 d d l lia, no entend enamo s abso utame nte na a e o que ocurre a nuestro alrede dor o a a v1g1. . , , , y, en consecuen cia, n1 sa b namos que h acer m. po d namos actuar d e una maner a eficaz O ada . Esa funció n de guía de nuestr a condu cta la está cumpl iendo la memor ia ptativa . - a a la noc h e, d a mome nto d eI d' mente de la manan perma nent en ca 1a, todos los días de e, . . vid En ocasio nes, somos consci.entes d el servici o que nos presta, como cuando d nuestra .d. a. .. , . mar por teléfon o a nuestro s pad res o a nuestra h ip y, con un mmim o esfuerzoeci irnos 11 a•e d , record con toda precisi ón y en el orden correct o las nue:'e curas e su númer o telefónico D am_os modo que cuand o nos cruzam os en el trabaJo con un compa ñero y nos p · el mismo , . al . . dºL". . regunr , la reunió n con el Jefe, record amos mstant e y sm incuha d dicho a com nos fue 0 .d encuen tos del día, po l h acemo s un relato detalla do de lo sucedi o. En. otros momen tro y le ., re co tam 6 1en está siendo gui· d ntrario no nos percatamos de que nuestr.o, compo rtamie.nto , l a o sab · ' s que 00 tamen te por nues tra memo ria· Saber qUienes somos, qmenes son as persona l . múltip les obJ.eros con los que nos re ac1onamos en s rodean, dón d e estamo s o qué so n los tod 0 rnorne n2


Ca¡,ítulo 1: Introdu cción: ¿Qué es la m em oria?

ro serían algun05 de los interm inables eJ·empl os en 1 . .d

1 b · d 1 · d · .. d d. os que e tra aJo e a memoria pasa es~neret 6 I o. v. sm em b argo, na a e ellos f · . . . ~.. ' er a nt remo tam ente pos ible s1 nuestra memo ria intervin iese. Como 0 tam poco sería posibl · r, conduc ir, n · 1r . · de . e escn·b·1r, 1eer, habl ar, camina sa al rrabaJO v del traba10 a casa etcér , emos • Cl5 · De •. . , era, s1· d e repente nos quedas sin memo ria. echo. el traba10 no co nsciente de nuest h · supera h b. · consra memo ria a 1tual mente al trabaJo tal vez por ello 0 .ente y. poíique frecuen t . . . ' . ememe 1a gente ni· sospec ha que 1o que esta, hac1·enITT""aaas do es posible a su memo · so' Io sirve . ::, · en con.na.' abund a 1a creenci·a d e que 1a memor ia r.idas o~iones. Ese d escono cimi ento cas i general ace rca del im p rescind ible papel de la memona en todas Y cada una d e las activid ades human as (y animal es, en general ), se encuen tra. sin duda, en la base de esa actitud o de esa tenden cia, tan extend ida en nuestra sociedad. a infravalorar e incluso negar el valor de la memor ia.

1.2.

Definición de memor ia

Si la memoria es algo sin lo cual no podemos hacer nada, ¿qué es la memoria y cómo definirla? A decir verdad , todavía no es posible dar una respuesta totalmente satisfactoria a esa pregunta, pero 105 científicos dedicados a su estudio llevan años descubriendo aspectos muy interesantes de la memoria. Así, actualm ente disponemos de potentes y elegantes teorías que nos hablan de las estruau ras y de los procesos básicos, así como de los mecanismos que intervienen en el trabajo de la memor ia; de ciertas reglas que rigen su funcionamiento; de las regione sy esrruauras cerebrales que parecen desempeñar un papel clave en dicho funcionamiento, o de que lo apropiado es hablar de diferentes memorias o sistemas y no de Úl memoria, porque la memoria, como se verá más adelante, no es una sola cosa. Hoy día, el conocimiento acumul ado acerca de la memor ia es abunda nte y sólido, lo que permite, asimismo, establecer predicciones sobre qué ocurrirá o cómo funcionará nuestra memoria bajo los efectos de determinados faaores, inocuos unos y nocivos otros. Sin embargo, al mismo tiempo, el estudio científico de la memoria, que ya hace años sobrepasó un siglo de investigación, y que no deja de revelar sus infinitos secretos , desvela que ésta es un fenómeno de una complejidad extraordinaria; tanto, que -como ha señalado recient emente el gran teórico Endel Tulving 1 - , el grado de complejidad de la memor ia excede con creces lo que cualquier científico podría imaginar. Steven Rose, neurob iólogo británi co y autor de The making of memory, escribió en el Prólogo de ese libro: "Dura nte la mayor parte de mi vida ,como in~esr,ig~dor, he conte~ plado a la memor ia como uno de los más desafiantes fenomenos biologICos y human os . Richard Thomp son y Stephe n Madigan, dos psicólogos estadounidenses de recon~ ido prestigio por sus abunda ntes y brillan tes aportacione~ en ~ste campo , abren su re~ient e obra Memory: The key to consciousness subray ando esa misma t~~ con e,5tas palabras: La memoria es el fenóme no más extraor dinario del mundo natural . Y en !mea con todo ello, el destaca.do investigador de los mecanismos molec~lar~ de la memoria ~ary L:~ch, asegura que la memoria es el mayor misterio de roda la biolog1a y de toda la p~tcologia . , Todo el mundo queda fascinado y perplejo cuando s~ acerca mcelec~ualmente al fe~~rneno d e 1a memon·a, cuan d o ,· nrenta entend er los entresiJOS de esa capacidad para adqum r 2 /


inform,Kión m1e,-:t. lo que supo ne beneficiarse de la experienci a y, de esa manera, au ment:tr sus prohahilidades dt· superviven cia. Porque ésa es, en el fondo , la gran contribuci ón de h memoria: permitirnos sacar prove cho de todo lo vivido. L'l memoria está diseñada para adquirir. gu:u·\ br y retener. y devolvernos punt ualm ente regis tros de infor maci ones y de expe-rienci ts pa~1.das que nos ayudarán a resolver con éxito los problemas actuales. Por todo d lo. h memoria podría definirse como la capacidad (de Los anim ales) parn adq1Jirir, almau 11.,r_l' rec11prmr dferrntrs ápos de conoámiento y habil idades. 1. J.

La mem oria es ,,sombrosa y desconcertante

La memoria es increíble, asombrosa. Piénselo un mom ento o, mejor, sígame y lo comp ro-

bar..1. En este instante, si usted quiere, puede recordar sus días de escuela: su prim er maestro. su compañero de pupitre, el patio de recreo y un mont ón de anécdotas más de aquellos años de la niñez,. aunq ue hayan trans curri do muchos años. Asim ismo , si lo desea , pued e recordar su primer amor, aquella primera vez en que se sintió locam ente enan1orado de aquella jovencita a la que nunc a se atrevió a habla r direc tame nte. Tam bién pued e recor dar a Yolunrad su primera cita o su primer baile en público. ¿Y qué me dice del prim er día de uniYe.rs.idad o de aquella primera mañana en que acudió a su prim er trabajo? Esro~, seguro de que en cuan to ha ido leyendo las frases anteriores han ido apareciendo en su conciencia mont ones de imágenes, una verdadera avala ncha de imágenes del niño o de la niña que fue, del adolescente apasionado y desconcertado ante la vida que se le abría de par en par, o de la jovencita que entra ba en la universidad cargada de proyectos e ilusiones. No obsta nte, ahí no se acaba el fascinante trabajo de su mem oria, porq ue al evocar rodo eso también habrá comp robad o que, al mismo tiempo, se sená a trans porta do a aquellos escenarios y a su ambiente, y volvía a experimentar las sensa ciones, las luces y los sonidos, el color de aquellos días, incluso los olores y, con una inten sidad especial, las emociones y los sentimientos que envolvieron aquellas experiencia s. Hace años que T ulving nos dijo que "recordar" es sinón imo de "viajar hacia atrás en el tiem po". Y es que, en ekcto. cada vez que evocamos un episodio de nuestro pasado, empr ende mos, literalmente, un vi~lje ment al a través del tiemp o subjetivo que nos trans porta desde el mom ento presente :1 un punt o conc reto de nuest ra vida pasada. Ese milagro, esa proeza de nues tra mem oria. nos perm ite, cada ve:z que lo deseamos, reexperimentar, volver a vivir y volver a sentir, at.'O nrecimientos ya vividos . .La memoria es sorpr ende nte, sin duda . Pero es que, además, al perm itirno s revivir t'pisodios de nuestro pasado, está rompiendo el principio inan1ovibl e de alro tan solemne t.-orn0 la irreversibilidad del flujo del tiempo. Esta genial observación se la d:be mos, como r.mrn-, 0 ~ descubrimientos acerca de la memoria, a la profu nda perspicacia del profesor Tulvin~'. 51 en ~te mom ento pensa mos en lo que hicim os ayer, inme diata ment e nues tra mem ori.t tuerce la .flecha del e· l' · · ' l · iemp o» , que es recta por d en111 · c1on, y a conv ierte en un bucle ~tpuntando hacia atrás. EsrO · ·l' d d signm ca que, ca a vez que recor damo s un suceso de nuestro .1 ~ p. :-J o, estamos quebranrarido una de las leyes fund amen tales de la natur aleza , la de la un iJi22

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C 11,ír11/o 1: l11trod11u ió11: ¿Q ué l'S la mem oria ?

reccion:il~dad del tiempo. Naturalmente. raJ hazaíta no tiene lugar en b realidad física, sino en la realidad menta]: aunque. como se sabe. b realidad mental es tan importante para los seres humanos como la realidad física. C u:mdo se cae en la cuenta de esa peripecia, cuando se toma conciencia de ello, resulta muy difícil no sentirse maravillado, abrumado, atónito, ante el fen ó meno de la memoria. porque no sólo nos revela que ést:1. es de naturaleza excepcional, sino porque esa portentosa vuelta atrás en el tiempo es algo que estamos realizando ca_si permanentemente en nuestra vida cotidiana. Asombrado )' hechizado por el "milagro" de la memoria, a la que caJifica de verdadero regalo de la naturaleza, no es de extrañar que TuJving haya escrito pasajes tan hermosos )' conmovedores como el siguiente: Cuando la Madre Naturaleza contempla cómo sus criaruras favoriras dan la vuelca. dentro de sus cabezas, a una de sus leyes inmutables, debe de sentirse orgullosa de su propia creatividad (Tulving, 2002, p. 2).

¿Cómo hace girar la flecha del tiempo?, ¿cómo se las arregla nuestra memoria para transformar una experiencia de apenas un minuto en un recuerdo que puede durar toda la vida?, ¿cómo organiza todo lo que guarda para no agotar jamás su capacidad de almacenamiento?, ¿cómo es posible que en milésimas de segundo recupere y nos traiga a la conciencia justamente la información que necesitamos? Éstas y un sinfín más de cuestiones relacionadas, para las que apenas existen hoy respuestas científicas satisfactorias, ilustran el carácter asombroso y enigmático de la memoria. Mas la memoria resulta a la vez desconcertante, porque ¿cómo se explica que la misma experiencia pasada, el mismo recuerdo, nos venga hoy a la mente espontáneamente, sin contar con nuestra intención o nuestro deseo, cuando estamos pensando en otra cosa, y en cambio ayer eludió todos nuestros esfuerzos y los muchos intentos que hicimos por recuperarlo? , ¿por qué algunas experiencias sucumben al paso del tiempo o a otros factores y, aparentemente al menos, desaparecen de nuestra memoria y otras, por el contrario, persisten hasta el punto de convertirse en recuerdos perturbadores que nos persiguen durante años?, ¿por qué algunas vivencias se olvidan fácilmente y otras, que desearían1os olvidar, se convierten en una pesadilla?, ¿por qué ·algunos recuerdos se distorsionan y deforman, a veces hasta límites irreconocibles, y otros, sin embargo, se conservan con una fidelidad asombrosa a lo largo de la vida?, ¿por qué el funcionamiento de la memoria parece a veces perfecto y otras frustrantemente imperfecto? Todas las preguntas formuladas, las del primer grupo y las del segundo, y muchas más. sirven para poner de manifiesto varias cosas. En primer lugar, que la memoria es un proceso cognitivo, o una facultad mental como tradicionalmente se la ha denominado. que asombra, fascina y desconcierta a codo aquel que decide entrar en su territorio con curiosidad de científico, y, en segundo lugar, que las preguntas planteadas sirven para alertarnos sobre b extraordinaria complejidad, ya mencionada, de nuestro objeto de estudio. Naturalmente. 3 lo largo de este libro, trataremos de dar respuesta a rodas y cada una de ellas.

2.3


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C1p1111/o I : l11trocl11C"ci(>11: ¿Q11é e:- la 11wmo ria?

ignorar o eludir la invese~ra ~apac ida~ cogni tiv·~· Esa limiración de objetivos ha signific tdo otras palabras. la psico n~ct ón relanv a a .qué funci ón o funci ones cump le la memo ria. En cuestiones del tipo ¿por log1a de b mem ona no se ha phrnteado. o lo ha hecho tímid amen te. memoria? o ¿qué fun ción qu¿ Y parn qué te1~emos memo ria los animales?. ¿para qué sirve la huma na? cwnp le la mem ona dentr o de la globalidad y comp lejida d de la mente iando y es un hed10 En los últim os años. no obsta nte, parece que esa tendencia está camb la memo ria. Hace unos que en la actua lidad existen varias propu estas sobre la funci ón de ser huma no [y a los aniaños, manif esté que la "func ión de la memo ria es propo rcion ar aJ 1994. p. 95). Cuan do males] una base de conoc imien to para ser utiliz ado" (Ruiz-Vargas, puest os de la mode rna enton ces abord é, por prime ra vez, estas cuest iones desde los presu ión naturaJ ha teniteoría darwi nista de la evolu ción, llegué a la concl usión de que la selecc a que le permita adqui do que equip ar al sisterna cognitivo huma no con un poderoso sistem ar los niveles óptiri r, reten er y recup erar inform ación sobre el mund o, para poder akanz el hecho incuestionable mos de adaptación que frecuentemente alcanza. O lo que es lo mismo, los ambientes más hetede la extrao rdina ria capacidad de adaptación de la especie huma na a lejísimo conju nto de sisrogéneos y camb iantes no sería posible sin la e.xistencia de un comp temas de memo ria. invariable, es decir. Com o he señal ado en trabajos previos•í. si viviésemos en un mund o jese ningu na novedad. en un mund o dond e nunc a camb iase nada. dond e nunca se produ no necesitarírunos sisdond e todo, absol utam ente todo, fuese fijo, inrunovible y previsible, , nuest ro mund o fuetemas de apren dizaje y memo ria como los que tenemos. Si, en efecto necesaria para sobrevivir se un medi o estáti co e inmu table, bastaría con que la inform ación filogenética. Did1a estuviese codif icada a nivel de genes en una memo ria de inform ación de respuestas lo sufimem oria sería comú n a toda la especie y conte ndría un reper torio adecu adam ente ante ciente ment e ampl io y diverso, aunq ue finito , como para reacc ionar én finito. Sin emba rcualq uier situac ión posible dentr o de un rango. por definición, tambi mund o está regido por go, las cosas no son así, porqu e el hecho incuestionable es que este te, en un ambie nte tan el camb io, la variedad y la transformación permanentes. NaturaJmen la pertu rbaci ón de todo prope nso a la noved ad, a la renovación, indus o a la alteración y a de las capacidades que lo existe nte, sus criatu ras tienen necesarirunente que estar equip adas nes establecidos para les perm itan ajusta r sus condu ctas a cualq uier variación de los patro radas para sobrevivir. poder mante nerse y no ser dimin adas; esto es, tienen que estar prepa sos los seres vivos es Pues bien, esa adapt ación o renovación conti nua en la que viven inmer a las m,ís altam ente d orige n y el moto r de todas las adaptaciones, desde las m.:is elementaJes especializadas, como , por ejemp lo, los sistemas de memo ria. ria son la respuesta Lo que trato de sefialar con todo ello es que los sistemas de memo un medio extra ordin abioló oica, la soluc ión evolu cionis ta, a las exigencias adaptativas de es lo que mejor car.tc terian1e~te variable e imprevisible. En definitiva, y porqu e el c.1.mbio los animales. riza a la vida sobre la tierra, tenem os memo ria nosotros )' el resto de mi tr.tbajo citado . la •Cuál es, enton ces, la funci ón de la memoria? Com o ya sefüué en ge1~eral- e~ "dota r a los fun; ión prima ria de la memo ria huma na - y la_ de los animales. en ativa con mdcp cnden individuos del conoc imien to necesario parn guiar su condu cta adapt

2.J


M a mw 1de

P~·•,·c·o lot,.ºfa de la memori a

.

.

,, 'b·de p 94). jidad d e \as S\tua Si te n e m o s e n c\ on esh (i t m , c u e n ta q ue los mentos causales al . . ele. d e cu q mer co n d u ct a u m a n a se c o n cr et an e n u n a a m p li a v a ri e d a d d e pro . l . cesos y operaC.\o { \ tales -" Ue m e w d . nes r an a efinición d e u n o b je ti v o , u n 1 '1 z.ar\o. u n a evalua men e . P a n ºb \ p a ra alea d \os costes-ben e:. • ció n d e \os recurs os chspom es y enc1os, p ro ce so d · • n. razo n am ien to y s e Juicio, ~ se ll o s u ti li z a n solució n d e pro g ra n d e s c a n ti b\e~1as- q u e conocimiento al d a d es de to ~e n o sólo \a tr as ce n d en ci ria para \a su p ermacen~d o ~n memo~\~, sel ace a d e la m emov ivenC\a, sm o ta fª m b \e n e p ap e :e ;c i~ q u e ju e g a d e n tr o d e com p k¡id ad d e e la g lo b a lid ad y \a men te h u m an a. D e to do ello m . d e\ a e\ d e ''gu {~ e m teresa estacar la fa nct'ón directi.va a tn.b mºd " q u e \a m em o a a la m e m o ri. . d . ri a a, c u m p le e n los a ap~e~dizaje . en . d des alecdir, n i~ a le s d o t~ d ge n eral , y en lo o s d~ ~apac1 s seres h u m a n o a n uestra cap acid a re . e s e n p~~ucular. ad d e memoria, L a _1 de ~ b a n st u estro cerebro u e a es q u e , g ra ci b ase d e co n ocim n h z a la ex p er ie as iento de d o n d e n ci re a cu p ~ perar la respues ra y ése es e\ p u n to d ~ ~ ar se d e u na ta ad ec u ad a a c d e p a n id a d e n a d a si tu ac 1 o n c uestro c o m p o rt n o p ued e h acer o n c re ta. a m ie n to ad ap ta frente co n éxito ti v o , y a q ~ e "E a u n a extraordin nes porqu e cuen l se r_ h u ~ a aria d iv er si d ad ta co n u n a base y c o m p le p d a d d e co n o ci m ie n tu al men te ilim d e ~1tuac1?to recuperable itada y la p ro p ie q u e ti e n e u n a d ad d e reorgarú c pp. 7 6 -7 7 ) . a p a c id a d v irzarse c o n ti n u a m e n te" (R u iz -V Resulta reconfo ar g as , 2 0 0 2 , rtar\te co m p ro b ar q u e, reciente m e esa m isma id mente, Jeff H a w ea, sino q u e la co k in s (2004) n o nsidera d e tal re li d ad , "el cereb só lo as u levancia co rn o ro n o c o m p u ta p a ra p o st u la r q las respuestas a m em o ri a" (p. 8 u e , e n realos p ro b le m as , 6). Esta es la tesi si n o s q ce u e n la tr al d e su sugeren s re c u p e ra d e n:ien~ que el ce rebro no es u n o la te o b ra O n in te rdenador sino u ll ig en n en cias p ar a p o ce , d o n d e ~ a rg usi~terna de m em d er hacer co n st o ri a q u e al m ac en an te m en te pred m ir o a mi alred a tc la ct s ex p eones sobre lo q ed r u e p er ci b im o s. . • or -e bsc ri b e H aw k in s (p. l 0 6 )10rmar pred ic " C uando m ci i cerebro está u on es so re 1o q u · . ti e li es za p n er a vo d e la m em o · d o a ex re cu u p en m en ta r an te d er d n a re l s e q u e suceda" n.a- p re di cc.io, n,, . s d ta , lpor tanto, det er m .m an te E l d o sdºp a ra gtra to o e co m p ar a la v . · id a: sobre ese siste p o e r 1recp o rt am ie n to .m 1· Esta concepci ó d te tgente. n fu n ci m a e "m e m o o n al d e la m em o ri neuroci enúfico a está ca d a vez s. Marcu más presen te tad os te o' n·cos en l ' bs Raichle, de la Universidad d e b. . W e d as am h l in g to n , y u n tadm , tto e a neuro1· el papel cruci.al fu l te n e ? tr e lo s m agen ncional O d e la m e m o n.a h a . d es ta en la generació e ca cerebro. d e o hsasm as re p u n d e predic' cion o e n re c es la f, • , u n ct. o, n p · re ci en te s n m o r d .tal d e l El ce reb ro fu n ci o na cia d e \a co mple

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co mo u n m o to d is en ad o pa ra r d e in fere nc ias ge ne ra r p red ic -esc ribe Rai hl . ci ' o n es d so cto n es a m o o d b re el fu tu ro. A . . , l pa rcir d , c e an tt c1po en e m e (~0 06 , p . 12 escul p1.d o po r l o men to d el na . . 50)a ci ex pe n en c1a pa m ie n to (g e u-)n co nJ u . d ra re l 1 p re e am b 1enre y, se 1 n to n ta r en e in d p re d· tr ín se cam enc en e caso e los l es , ' e. ce reb se res h u m an os , pa ra h acer Pe a m eJo r s ro. es d e ic, d' u cs La m e m o n.a, p u p os1ció n ' spb re ic c1.o nes so o r ta n to , es u n " d . b al so re , ,, b ' l a a a p tac1. on arnm es u n a b re el fllt ase d e co no c1. m . 10 ó g ica c u yo d ' 1e nco q u e si.rv e llro para g ui a r su co · n d u tsedn of, p ro 0 P rcio n

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et a e o rrn a ef i aa •caz e . lo s •n te-


D

<:.Opítu lo

I : /11t roduc o6n: ;Qué es la m em o rra:'

las que cradic ionaJm enre ligem e. Lo <.ual _no significa nega r a la memo ria propi edades con o la fi esta de fin de :-.e le ha w ra cienz ado , co rno, por ejemp lo, reco rdar los días de coleg jo ares y amigos, recocur_.,o del pasad o año; así como record ar los nomb res de nuest ros famili r para ir desde casa al noce~ sus cara_,, record ar los núme ros de teléfono o qué camin o segui nas record amos excelenrrabaJO . l:.5 rá fuera de roda duda que g-racias a la memo ria las perso sin memo ria no podrí acemen re rodas esas inform aciones y much ísimas más, así como que la evolu ción no parece mos d~ em_peñar práct icame nte ningu na activi dad. Sin emba rgo, ria única mente para eso, haber mcl u,do en el d iseño huma no uno o varios sistemas de memo ita al anima l huma no sino para construir una base de experiencia y conoc imien to que perm a fin de poder desplegar dispo ner de un reper torio condu crual extrao rdina riame nte flexible eta. Esa sería su funci ón en codo mom ento la cond ucta más ajusta da a la situac ión concr oductos de la memo ria, básica; rodas las demá s deber ían considerarse, en mi opini ón, subpr anida por otros aucoalgo secun dario o deriv ado de la funci ón prima ria. Esta idea es comp les de la memo ria huma res5, de modo que se asum e que muy pocas de las funcio nes actua na puede n consi derar se como "'adap tacion es genui nas"6 .

1 .6.

Los límites de la memoria

serie de restricciones bioComo todo sistem a evolu ciona do, la memo ria está some tida a una iento , lo que significa lógicas y funci onale s cuyo objet ivo es garan tizar su buen funci onam la adecu ada conservaque existen diversos meca nismos y procesos encargados de velar por diane s" es el de impeción d.e los sistem as de mem oria. Básic amen te, el papel de esos "guar bien actúa n como filtros dir que los sistem as se sobre carge n de inform ación , para lo cual o , o bien elimi nan lo que selecc ionan lo relev ante y signif icativ o y desca rtan lo irrele vante sabem os más acerca de superfluo que con frecu encia entra en nuest ra memo ria. Cada vez can los procesos de contales procesos prote ctore s de nuest ra memo ria, entre los que desta sueño REM , entre otros. solida ción y difere ntes meca nismo s a su servicio como la fase de is, eso es algo que reserNo obsta nte, ahora no nos deten drem os en su descr ipción y anális vamos para más adeJa nte. cargasen de inforl{esul ta lógico supon er que si nuest ros sistemas de memo ria se sobre s o cocamos a lo largo mación (algo que ocurr ida, por ejemp lo, si codo lo que vemos, oímo do en nuestra memo del día, indep endie nteme nte de que fuese relevante o no, queda ra reteni tra memo ria, en generaL ria), dichos sistem a.~ no podrí an funci onar adecu adam ente. Nues ence, los efectos de la sobrecarga de inforé8 un sistem a muy delica do que acusa, inmediacam o trabaj o, el viernes por mación y la de much os otros factor es. Si, eras una sema na de much iencia que existe una la Larde usted se encue ntra al borde del agocamienco, sabrá por exper el nomb re de algun os de sus con~a)t;i proha hílida d d e que no recue rde e inclus o confu nda rar unos yogures de cam1J)afícros o de que olvide que tenía que pasar por el merca do y comp de much o estrés, habrá comp robad o que se 110 a casa. Sí wtcd está pasan do por una época craneal, no es extra.ñ o le.: olvida n má~ cosas de Jo habit ual. Si algui en sufre un crauma cismo 411 '= l<:nga lap~os o pérdi das significativ as de memo ria, aunq ue sólo sea por un perío do cor-

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r olcHU1l <¡e M«flll,1 I ' Je f,,ic '

l.i 111emo n,1

. . , ufi·e un a in terve nc ió n qu . 5 irú rg ica en la qu e se le ex 1 na s ro de nempa. un·:l perso tirp• al b al d . d us lób ulo _ s . tem ne s cer po e r I rJ. es es , es e s ta m en te pr obable ºL an dctir n11na as porcio . · d I er.1c1ón un a am nes·,a grave. To do s es tos eJ. em p los no s . .. sir ve n pa ra ie surra,i parnr e a op ¡ ·· . .de t1u e est ra me mo ria o , co m o di ·f sro tres ce el pr or es or Da ni el Scha Pone d e ma~• ie_ losd, lln cter Ir , • h Universidad e Han ra rd . e l "fráoil po de r" de la me mo ria um an a, as í co m o el hech , Ce\ o di d. fu . especi.a1sens1.61.11.d,ad de la• memoria a los efectos pe rtu r ba d o e\¡ or es o ts nc 1onales de fact , ., º ' fal ta de ate nc ió n, un a pr eo de narura1ez.a. psi·co lo'Oo·1ca (e ·o· ) Ott¡ cu pa c1 0n , etc L · 1· · . y de natural , un QO lpe en la ca beza , un tu ) 0 DIO og1ca ,e. ,.,.. e14 mo r ce reb ral , etc.. ~ No obs~nre. no se sabe si los · · d límites de nu es tra m em o na · _vienen ete rm ma do s por un problema de capaci dad de los propios sistemas de alm ac en am ien to , po r un proble momento del registro, po r un ma enel pr ob lem a en el m om en to de l re cu er do o po r to do ello. Los psi cól ogos esradounid enses El izabeth y Ro be n Bj or k (19 8_ 8) ha n _llamado la aten~ión sobre esre particular y han puesto de manifiesto qu e la ten de nc ia do m m an te es a considerar a la memo ria hu ma na co mo un me ca nis mo es pe cta cu lar de al m ac en am ie nt o pe ro como un mecanismo nada fiable de rec uperación. En pocas pa lab ras , es to sig ni fic arí a qu e, en condiciones de normali dad y de bu en a salud , nu es tra me mo ria no tie ne , o ap en as tie ne, limitaciones para registrar informac ión pe ro , po r el co ntr ari o, pr es en ta mu ch as lim ita cio nes hora de recuperar lo almacena a la do. A nivel de la vid a co tid ian a, cu alq ui er a pu ed e co que "sus problemas de memo mprobar ria", en realidad , se re du ce n a los m om en to s en qu e debe recordar algo, pero no quiere o al he ch o de ap re nd er cosas . Po r ot ro lad o, si los pr ob la hora ?e recordar se deben lemas a a qu e la inf or ma ció n qu e ne ce sit am os se ha de sv an ec ~~ mo na o, po r el contrario, ido de la sigue es tan do ret en ida pe ro no la en co nt ra mo s, es un ao n que trataremos en otro a cuescapítulo más avanzado. . Sin em bargo , cuando se pro fundiza en estas cuestiones na relativas a los lím ite s de la a se com pü ca. . el pa p la noram · mp l memo, . ·iste b dan or eJe .d o, ex .a aa s a pracaca, perso nas con a un . te ev t en c1 ex pe nm un en tal de que, gra. . el . mernona e m uso a los · di ·d ª me mo na no rm al pu ed en 11egar a su pe rar a los "expertos" en . han vern·d eat· d m ~i uos co n un a me mo na prodigiosa. De sd e la dé ca da r izan o estudios ex · esrud· de 19807, se . penmen tales en 1os qu e se iantes Uegaban a me mo nz ar ha de mo . str ad o có m o gr up os de dígiros en un orden d . d , tras un tiemp o adec . ua do de pr ác tic a, listas de blecer cómo media ntete¡rmma O Lo 10 · t má d s de cie n . d · eresante e est os est ud ios es ' e e uso a ecu qu zación de la inf ad e o ha d n pe rm iti do esraormación uaJ . · d • . e rategias e codificació · n, c qw er perso naest rec od ro en el uso de su memo'ria ifi ca ció n y organi" al" d e 11 • l II rm pue e egar a ad qu iri co ns1ºderados como "mem · me uso egar ano r un nivel de expe rsu pe r d d. . . · . ar en su ren d im ~ ores excepcio ien igiosa, a su vez, sigue sieon to a alg un os ind ivi d uos nal " El nd d l . . .l las es · tem a e o un misterio pa r 1 · exp icar proezas de memo ria • d a m em or ia excep cio na l o proue al . ª. ~s mv eSt1ga ores, que discre pa n condiciones excepcionales pla a la ho ra de nt q gu nos md1viduos realiz an ª. voca· a sab En áJ cu alq uie r caso , to das estas ean ' n un · a pre El asu er, ¿cu es el límite su•rer . gunca para la qu e t odav ía h , no ay un a res pues ta un1nro de · i res d 1 tor - s1 es. q ue ex ist d 1 co nc reto l / ' · los• lím ee a me mo . ria hu ma na ? , . , e rmue mferior escáe ª memo n a es co m l · . p eJo y m uy so rp re nd en ~rav1s11110 de memo ria de bid nícid te, au nq ue , en o ge a~ ence de fin id o po r la am nes ia pr of un da un e ma ne ra crítica en el fu ncio, d éfi cit ,~e ra me ne reb rales en regio nes i~ vo na m1en ro de lae, a da ño s. ce l d ( uc ra as me mo n a e.g., el hi po ca m po y ot ras es tru c-

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Capítulo 1: lntroducción: ¿Qué es la memoria?

ruras del l6b~o temporal), y que se caracterii.a por la imposibilidad para formar recuerdos nuev~s a _p arnr del momento de la lesión y, en muchos casos, además, para recupera.r las ~penenc1as del_ pasado. Entre ambos límites, superior e inferior, podría establecerse un cono~uo con l?s niv~les de normalidad en la parte central, aunque la realidad nos muestra que dicho conun~o nene u~as fronteras difusas, tal y como lo demuestran algunos casos partic~ares recog1?os _e~ la literatura científica, ya sea de pacientes con alguna forma de amnesia, ya sea de md1v1duos con memorias excepcionales y, en algunas ocasiones, dotados de una memoria que más que de excepcional habría que calificar de extraña. A continuación, se presentan seis historias que ilustran, cada una a su manera, la complejidad de la memoria humana y sus límites. Todos y cada uno de estos casos serán retomados, en mayor o menor medida, en diferentes capítulos más avani.ados.

• HM, un hombre sin memoria El paciente HM es, sin duda alguna, el caso más famoso de amnesia. Su historia clínica comienza poco antes de que cumpliese los 1O años, el día que fue atropellado por una bicicleta, cayó al suelo y se golpeó en la cabei.a. Aunque aquel accidente, aparentemente al menos, no tuvo más consecuencias, un año después comenzó a sufrir pequeñas crisis epilépticas (llamadas petit mal) y, justo el día que cumplió 16 años, tuvo su primer ataque de grand mal. El problema de HM es que su epilepsia resultó ser bastante refractaria al tratamiento medicamentoso, razón por la cual los médicos aconsejaron un tipo de intervención quirúrgica que, en la década de 1950, gozó de gran consenso para el tratamiento de la epilepsia entre los neurólogos y neurocirujanos: la extirpación bilateral de la parte interna del lóbulo temporal. El 1 de septiembre de 1953, cuando HM contaba 27 años de edad, fue sometido a tal operación de neurocirugía, que le reportó una notable mejoría de los síntomas epilépticos pero que, sin embargo, le produjo la pérdida de su capacidad para formar memorias a largo plazo. Desde entonces, este hombre padece lo que se llama una amnesia anterógrada, una condición que no le permite registrar absolutamente ninguna experiencia nueva en su memoria. HM puede mantener una conversación, aparentemente normal, con cualquiera, pero, pasados unos minutos, no recordará nada de lo hablado ni con quién estuvo conversando, ni siquiera que mantuvo una conversación. HM no reconoce a nadie con quien se haya encontrado o visto desde 1953. Su memoria es sólo del momento presente, lo que significa que puede repetir, por ejemplo, cinco o seis dígitos en el mismo orden en el que se le dicen, pero, en cuanto deja de repetirlos o se distrae con otra cosa, todo desaparece de su memoria. HM ha mantenido intacta su memoria a corto plazo, al igual que sus memorias para el aprendizaje de habilidades. Por ejemplo, este paciente puede aprender a dibujar en espejo, a jugar al tenis o a cualquier otro juego, con la particularidad de que cada vez que reanude una cualquiera de dichas actividades dirá que él no conoce al profesor, que él no ha dibujado nunca en aquel aparato, o que él no ha aprendido nunca a jugar al tenis. Su amnesia anterógrada le impide recordar jumunente los llamados episodios de aprendizaje y, en consecuencia, su vida se reduce al momento presente.

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Capítulo 1: Introdu cción: ¿Qué es la m emoria?

ocasión en la que él haya estado allí ni nada de lo que allí le ha sucedido. KC juega con frecuencia al ajedrez, juego que conoce desde antes del accidente, pero no tiene ningún recuerdo de haber jugado alguna vez con alguien. KC sabe que tiene un coche y conoce la marca, el modelo y el color, pero no puede recordar ni un solo viaje realizado en su coche. En resumen, este paciente posee mucho conocimiento sobre sí mismo y sobre su pasado , pero es incapaz de evocar un solo episodio de su vida en el que se vea a sí mismo. Su conocimiento es un tipo de conocimiento impersonal, objetivo, público, similar al que posee sobre las demás personas de su entorno. En otras palabras, es un conocimiento de la propia vida desde el punto de vista de un observador y no desde el punto de vista del propio yo; es un conocimiento, en suma, semejante al que cualquiera tiene de los amigos o de los familiares. El daño cerebral convirtió la vida de KC en una vida sin recuerdos.

• Prisionero de un "ahora" perpetuo En marzo de 1985, Clive Wearing9, un excepcional músico británico, productor de música antigua para la emisora de música clásica de la BBC, maestro de coro de la London Sinfonietta, director de una extensa agrupación de música renacentista, y una de las mayores autoridades mundiales sobre el compositor del siglo XVI Orlando Lasso, fue víctima de una encefalitis herpética que le afectó especialmente a ambos lóbulos temporales así como a las regiones inferiores y posteriores de los lóbulos frontales. Gracias al tratamiento rápido con medicación antiviral, Clive salvó su vida, pero las graves lesiones cerebrales anularon virtualmente todo el funcionamiento de su memoria autobiográfica. U na vez superada la fase crítica de la enfermedad, Wearing estaba confuso y desorientado, y presentaba un comportamient o errático y desordenado. Su capacidad de comprensión sufrió una merma muy significativa, su habla no tenía sentido, repetía frases carentes de significado y era incapaz de responder a preguntas muy sencillas, del tipo ''¿Qué es un árbol: algo que se come, una prenda de vestir o algo que da frutos? ". Transcurridos los dos primeros meses, se comprobó también que tenía dificultades para comprender el material escrito: podía leer palabras pero no podía definirlas, y se quejaba de que las palabras habían cambiado sus significados. Su esposa Deborah se dio cuenta, además, de algo muy extraño, y es que Clive articulaba y deletreaba palabras hacia atrás, y lo hada a tal velocidad que la gente no podía descifrarlas. Por ejemplo, a ella la llamaba "H arobed,, . Respecto a su memoria, en aquellos primeros meses ya se observó que Clive era incapaz de retener nada, más allá de un brevísimo momento, lo que producía en él la sensación de que el entorno estaba en un constante estado de flujo. Ese permanente estado cambiante de las cosas le llevaba a preguntar un a y otra vez, ''¿Cómo lo hacen?". Un día, para someter a prueba ese fe nómeno, hizo lo siguiente: se puso un bombón en una mano y lo tapaba y destapaba repetidamente co n la otra. Lo dramático de aquel "experimento,, fue que, si bien se daba cuenta de que el bo mbón no se movía, cada vez qu e lo destapaba le parecía que era un bombón distinto. Clive Wearin g había quedado atrapado en un ahora perpetuo, eterno, atenazador. En un cuadern o en el que escribía lo que sentía, en un intento por detener, por fij ar su ambien-


Manual de psicología de la memo ria

pm: Acabo de recuperar la anentemente cambiante, este ho1nbre había escrito: ."3.15 2'5" así 15" sust1tu1'do por ''3.20", "2 h d "2 , y J. te perm y J. o a tac cía apare ón nuaci conti a y conciencia", letad o hasta octubre sucesivamente. En los nueve "Diarios" que este pacie nte había comp vez, cientos, miles de de 1993, práctica.mente sólo aparece la misma observación una y otra tos: "Now 1 am awaveces , siempre precedida por la hora del dfa y con intervalos de minu pasab a de ser más ke ", que refleja su preocupación perm anen te por apreh ende r lo que no que una sensación tan repetitiva como fugaz de "Acabo de despertar". infección vírica, Como consecuencia de las graves lesiones cerebrales produ cidas por la yo imposibilitala mente de Clive qued.ó incapacitada para conectar, unir, pegar nada, y su había desaparecido. do pára sentir la continuidad de la vida, porque la sensación de tiemp o muerto': En unas Según sus propias palabras, su vida era "el infierno en la tierra; es como estar ipción del "infierdeclaraciones a la BBC, su esposa Deborah Wearing hiw la siguiente descr no" de Clive: sin pasad o en el que anclar lo y El mund o actual de Clive consis te en un momento, ve lo que tiene enfrensin futuro al que mirar. Cada mome nto es como un parpa deo. Él Nada queda registrate, pero en cuant o esa inform ación llega a su cereb ro, se esfum a. usted o como yo, pero do. Todo entra perfec tamen te bien ... él percib e su mund o como , es algo así como en cuant ~ lo ~a percib ido y mira a otro lado, desap arece. Por tanto una conc1enc1a de mome ntos ... vacía de tiemp o.

• Ho m bre blanco no identificado Bruce , un homb re de _ El 2 d~ Julio de 2003 , alred edor de las 7 de la maña na, Doug las un vagón del Metr o de Nuerremt a y cmco años de edad, toma conci encia de que está en quién es. Éste es un caso va York. No s~be adónd e va ni de dó~d e viene , ni tamp oco sabe e todo el conte nido de su real d e r:,mnesia_ retr~grada, el caso real de un homb re que pierd qued ado sin pasad o. La desm ~mon ~,auto b1?g~ áfica, el caso real de una perso na que se ha exper iencia tan terrib le, queo n enrac 1~n, el verng o, el terror , que proba bleme nte gener a una ta, justo una sema na despu és danl rebfle1adods.dcon toda crude za en las palab ras del prota gonis 1 d e 1.a er per 1 o todo su pasad o º:

[desde el vagón de metro en el que toma conci encia de sí mis] Lo prifero que , 1 Lo uto .1· mo es un ugar en e qu e no record aba dhaber estado nunca en absol .... Jarnas , · d · bJo · os y decen orado s edific ·tos ue veo son un os m 0 eStos,, unos, antigu tsos e ues q P, . q . , d h e orm1 go n y ... apenas s1 hab1a gente en J met; . Lo cuda J cambi·,en me p~o,du jo g~an desasosiego. Adem ás, no sabía adónde iba·~ O donque, e repen te, pense : ;De ' e mo de he salido ~' Es ca's en u '1 I u ga r d o n d e no · d · . · pue es onen tarte, no conoc es nada. ¡Es d . acerrador! Es se ncillam enre t esrado 1 ... _] Intent as recor.d ar qué puede s haber hacien do o dónde cenaste. 1-ª errah o1.ancen d • I b , é q or O noc e u esta as 1ac1en o o qué ... •,y no. re , ,da e ac uerd as de nada'. T ra ras e a, errarc e. a algo . Es, un poco como estar a oscur as e ir ~ . . . uen tas, gui ánd ore n e1 tacto . 1 1 ene ar mtent e , sin ,or . o. ontra r a go a o que agarra rte pero conseg uirl

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Capítulo 1: Introducción: ¿Q ué es la memoria?

En aqu ell a sit ua ció n de tot al des ori ent aci ón res pec to a sí mi sm o al to,. Do ug se da cu en ta de qu e y am b'1ente, d e pro nlle va alg o sob re los .ho mb ros . ·. la mo chi 'la . Reg1·s t ra su con nid o, pe ro na da de lo qu e co . tenti en e le da nin gu na pis ta ace rca de qu ién . í "M d' . es él. ya c po l te a. d l e tce n -co ntt nú a rel ata nd o Do ug , N é u e a -, ·é '·Q ué " po de mo s ayu dar le? ' y resp d . S'a ~ s1. o s qm n soy • ~~ro la po . ' , lic ía fra cas a en su int en to po r on 1, ide nti fic arl o, po r lo qu e o. d_e tra sla da rlo al se~ vtc to de urg dec ien cia s del ho spi tal de Co ne y Isl and . Tra s las pre gu nta s de ng or Y ~as explor_ac1ones op ort un as pa ra co mp let ar su his tor ia clí nic a, y, an te la falta abs o~uta ~e mf ~rm ac1 ón ace rca de aqu el ho mb re, el mé dic o de gu ard ia rel len a el apa rta do sob re 1dent1~~ac1ón c? n ~a de no mi na ció n "Hombre blanco no ide ntificado". De allí es tra sla dad o al servte10 de ps1 qm atr ía, do nd e es som eti do a má s pru eba s médicas. En un mo me nto det ermi na do , co nti nú a rel ata nd o Do ug , ... me dic en, ' ¿Puede firmar esto?' y cojo el boli y ... es como si algo hiciese así (mueve con rapidez la mano con la que esc ribe) y empiezo ... y digo 'Joder, si puedo. ¡Soy alguien! ¡Tengo un a firma!' y ... la cosa es complicada, por que mi firma consiste en poco más qu e un garabato, es bastante ileg ible, pero me doy cuenta de que la primera letra es una D, y ¡llevan tod o el día llamándome Johnny! Me preguntaron '¿Cómo quiere que lo llamemos, qui ere qu e lo llamemos John?', y dije 'Sí, vale, está bien', y, de pronto, ¡me di cuenta!, y dije 'M ire n, ¡soy alguie n!'. En ese an gu sti oso tra nc e se en cu en tra este ho mb re cua nd o, tra s mirar, bu sca r y exp lorar con ver dad era ans ia tod os y cad a un o de los rincones de su mo chi la y de su ropa, enc uen tra en el bo lsi llo de atr ás de su pa nta lón un pap eli to en el qu e sól o fig ura un nú me ro de tel éfo no; no hay no mb res , s6l o nue ve dígitos. La lla ma da telefó nica a ese nú me ro va a sup oner el ini cio de su co ne xió n co n el mu nd o de qu ien es aca bar án ide nti fic ánd olo . La his toria es lar ga y roc am bo les ca pe ro ten drá un fin al feliz; al me no s, en lo qu e se refiere a su ide nti fic aci ón , po rqu e Do ug Br uce co nti nú a tod aví a ho y sin rec ord ar abs olu tam ent e nad a de lo viv ido des de su na cim ien to has ta el mo me nto en qu e se des cub re a sí mi sm o en el Me tro de Nu ev a York. Co n la ayu da de am igo s y con oci do s, aca bar á ree nco ntr ánd ose co n su pad re y co n sus do s her ma nas , qu ien es rel ata n alg un os hec ho s significativos en la vid a de Br uce . Al mi sm o tie mp o, est e ho mb re acu de a varios especi alistas mé dic os qu e le realizan diversas exp lor aci on es neu rol óg ica s. El res ult ado es sie mp re negativo: no hay nin gú n sig no vis ibl e de qu e en su cer ebr o hay a oc urr ido nad a qu e pu ed a exp lic ar su pér did a de me mo ria ret róg rad a. . . . Ta nto los mi em bro s de su fam . . . ilia co mo diversos especialistas en psi cología y ps1qmatría, con los qu e en tró en con tac to Bruce, ha n coi nci did o en señ alar, co ~o un a hip oté tic a explicación de la am nes ia de est e ho mb re, la mu ert e de la ma dre , do s ano s antes, tras un a terrible enf erm eda d. Se gú n el tes tim on io del pad re y de las he~ma ~as, Bruce había..ma nte nid o sie mp re un a relación mu y estrecha con su ma dre , para ~u ien siempre ~ue su htJO favorito , y la mu ert e de ést a hab ía pro du cid o en_ él un pro fun ~o 1mpac t~ emoc1on~. Los casos de am nes ia po r estrés tra um áti co son conocidos en la literatura científica desde ant igu o y serán ana liz ado s má s adelante.

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'a de la

I de psico fogt Manua

,nernoria

bla 0 /vidar

der R. Lur ia nos ha"dlega do el extraord·tna.r 1· hombre q,1,e no sa e . 0 .Alexan • M · n o com o S), "un hºrnb 0 test'Irere e ent dam via b ( tc viét . ól O 50 . " y que tuv d re ct1y h ky11 a árepot ent es jam ás esc nta og c s1 s f a e EI neuroP ó Sheres evs que o tre las m sdes esp eradam ent e e1 mo d o d e olvidar l n ten. n . d salorn ria d figura en . a. h¡ 1110 1110 e 1d o can bus d . o el la.b storia mem en tó sen d' ·osa pre se que en í~ e o, del asado sigl 0 pro ,g1u·excepcio nal aptttu . es com o peri d' ra10onc ent ba aJa trab S ria. emo P te vein rarse ª s. . za en los afios h b' . quieon tstahYe! . ,. . evaluasen su m de S con11 en . . a ta sido to, ien Io ab· extr ano com por tam . d . d L ria y pidi ó que 1 d 1 . ci

~ vista e su El pro ble ma sal.to, a 1a uz e a siguiente la 11 'ó no e u b t rio. r rnane a n, b l ror de su secc t .J . b ~l I y ores O e a ora o orad reoac a co ent re sus ción dist ribu ía el trad ªJº es e1e d l . . ni mado a pres.entars~ b, sec a e tod s 1efe I ntra Mie ar. ngu a ave tan e d d d herían ir y lo que"b' roda.s la.s mafia.nas , e d en su bl oc. Naturalrn eossu·'. e sao a dl os lugare b ne na ta n esc no S d tes notas, nte, a, una lista e d 11 S d ., an aten la rle a un ama e to ,., s tomaban d'ó pun a vo estu c1on. 1 . . companero sorpren I el co mpo rtam ient o e y S efe le a que rep itie se o que les habí.. a dich ú redactor-1. fu , mayor cuando, al ped irle d An l a perplejidad cr· h b' te o. a ero su sorpresa edaun arg enc ta a les e· . d P reco rdo, con to a precisión todo cua nto c éste mosrr se S , ona mem su e tas ace rca cienre del redactor, que continuó haciéndole pre gun fues e pos eed or de una memoria exce~ exrrañado y manifestó que nunca había pen sad o que de la de los dem ás. cional, ni siquiera de que su memoria fuese dist inta trei nta año s "llenos de experimenLuria inició con S una relación que dur aría más de ento s con sist iero n en la presemacióc tos, charlas y correspondencia''. Los prim eros exp erim as, que el exp erim enta dor le leía desde listas de palabras, series de números o series de letr o en el ord en exa cto en que se le habi-.; pacio o bien le daba por escrito. S lo reco rdab a tod ella ave ntu ra: presentado. Así describe el propio Luria part e de aqu d

le pres enta ba 30, 50 ó 70 palabr: d' ~ume~té el número de elementos en cada serie, d 1' ét e-. ul tad al gun a para él S no tenía que apren er a.s . se d'u1c o igttos sm que esto sup USie

. nÓL'~· . le leía la lista de Pal ªbras O d e d'1g1t me escuchab a con ate Jr. memoria; , acio desp os a veces ped' , . ma pala bra d'1cha cuand°dud. . 1a ulti se o que 1e repi.tiese ia queb'me para . o nur.t . de haberla oíd o ten. H abnu b al nto rune expe el ante dur ojos los a mente, cerra ba a un punr o ri · U s unap.1u, . , n, ped1,a que h .. vez termin ªd a 1a presentac1o amo ..;, tcter lJo. na al d [ sene'" sa, comprobaba menr mente l0 reteni·d o y, a con tinu ació n, reproducía ro ª ª . errores n1 titub eos. ~ . [, rga c(ill Los experimentos demo stra a ~ ,st;1,,; mism f ·1· que era capaz de repr odu cir una bhsra. 1oun , d ª. ac1idad en orde . rso ron desd l e-. al al principio; no le costa a nu r, ~1¡nJ.' n inve zo ecn q , pal e nn . ftre . ue abra seguía o cua;1 preceed' d [ ·] Le en ,,ún i b · l · 1 a la a que cion nte men bra pala una a ª 1 s pa a ras, los n, nificad . ros las si'l ab as o 1os son idos tuvi.esen o. not ar-que.~1(', o, que se Ie presentasenume d e ' ti elemeneo d I e 1orma o ral o por escrito· tan so'l o nece-sttaodao.s,. 0>i' ser· a e iese n estuv te , experimenrador separado d l sa de 2 ó 3 segu 1 s ¡¡sea,s-· pau una por otro e . . se en é tard no _ ' 1" s~ponfa par S 0 de a. nttl1 , , nttrm e cad a vez mas d stJ ng, ent ªlí n1 aum El . ria . fuso con erzo no tenía . un esfu e ciUo l"'.'. or, y tuve que adm itir que la amplitud -~º' un psicó logo~ltes _definid os Mmay seo rnás . e sentí i . tned,r 1 u11i1' r a é ~ lern prob el lver reso e ? az 5 ª capacidad de la ncap memoria de un individuo. Cit L·.

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<:a/JÍ/11/0 I: /11trod11 cció11: ¿Qué es la m e,noria? d_:1 )' lll\:I tl'l\._'tT:1 Vl''I.. Dl'spués. estas citas li1cro11 su cedi é ndose a lo la rgo de muchos afios. l~ntl't' algunas tr:rnst:urril'rol\ días y semanas; entre otras, aÍlos 1 . . . 1 Llegué a la concluSh\ n de l}Ul' la llll'l\\oria de S 110 tenía límites dd1nidos ni respecto a su capacidad ni resPl'Cto a la dm:tc il\ n (_k· las lrndbs retenidas. Los experimentos d e mostraron que podía n.:prndu c ir. sin l·sliicr,.o visihk. c ualquier lista larga de palahras que se le hubiese preSl' lll:tdo origin:tlml'ntc una semana, un mes, un aÍlo o mu c hos años anres. Algunos de taks l'Xpnimcntos, que siempre llnali1,aha11 con (\pl'imos resultados, ruvieron lugar 15 ,r., 1ú af\ os (!) después de la prncha de mc11HJrización y sin que se le hubiese avi sado previ:rnH.' ntc. E n estos casos, S tomaba asiento, cerraba los ojos, hacía una pausa y deda: 'S (. sí. . . eso oc urril\ en su anrigua casa ... Usted estaba scnrado ante la mesa y yo en la mcccdor:t. .. Llevaba usted un traje gris y me miraba fijamente ... Pues bien, veo lo que me decía . . . · y seguidamente repetía sin error la lista de palabras que le había leído afios :nds (Luria, 1973; pp. 20-23).

L1 excepcional memoria de S se combinaba, además, con tma compleja actividad sinestésica, lo que significa que cada sonido le provocaba espontáneamente sensaciones de luz y color o de gusto y tacto. Cuando escuchaba con atención a alguien, S experimentaba reacciones sinestésicas: "¡Qué voz tan amarilla y desmenuzable tiene usted!", dijo en cierta ocasión a L.S. Yigotski, durante una conversación. "Hay gente, sin embargo, que habla pol ifónicamente, por decirlo así; hacen pensar en una composición, en un ramo de flores", dijo en otra ocasión. "Hasta la fecha -confesó una vez a Luria- no he podido liberarme de ver el color de lo que oigo ... Primero se me aparece el color de la voz, luego se aleja, porque interfiere ... Si alguien dice una palabra, yo la veo, pero si de pronto resuena alguna voz extrafia, aparecen manchas, irrumpen otras sílabas y acabo por no enterarme . .. " (p. 33). Tras varios años de trabajo en el periódico, S desempeñó otras profesiones hasta acabar trabajando como mnemonista profesional en un teatro, donde se ganaba la vida asombrando al público con su capacidad para recordar cantidades ilimitadas de información. Fue entonces cuando S comprobó que su excepcional memoria era también la causa de su p rincipal problema: su incapacidad para olvidar. En efecto, el gran problema de este hom bre era que no sabía cómo olvidar la información de cada una de las sesiones previas de su espectáculo. Como había días en que tenía hasta tres sesiones seguidas, S comprobó aterrorizado que, cuando llegaba el momento de demostrar a.l público su capacidad para recordar la pizarra de letras y números que le acababan de mostrar, en su men1oria aparecían la información de esa pizarra más la información de todas las pizarras de las sesiones anteriores, con la consiguiente dificultad que suponía distinguir y separar lo que correspondía a cada sesión. S no sabía cómo borrar de su memoria las imágenes y la información que ya no le eran necesarias. El problema de no poder olvidar se convirtió, según palabras del propio Luria, en "uno de los más dolorosos para S", y lo obligaría a poner en práctica toda una larga serie de técnicas, trucos y procedimientos para aprender "el arte -desconocido y dificilísimo para S- de olvidar". Volveremos sobre este caso en el capítulo sobre el olvido.

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Manual de psicología de la memoria

• La mujer que lo recuerda todo En la todavía escasa literatura sobre la llamada "memoria superior" -escasa, sobre todo si la comparamos con la abundante información existe~te_s~bre el síndrom~ amnésico ; otros trastornos de la memoria-, es frecuente encontrar md1v1duos con capacidades prodigiosas para recordar interminables listas de palabras, letras, números o cualquier otro elemento. El caso S descrito por Luria es un buen ejemplo, aunque hay muchos más. Como VP, un hombre que podía jugar 60 partidas simultáneas de ajedrez sin tomar ninguna nota, que a los 5 años de edad había memorizado el callejero de Riga, su ciudad natal de 500.000 habitantes, que, después de leer sólo dos veces "La guerra de los fantasmas" de Bardett, fue capaz de reproducirla casi al pie de la letra y la volvió a recordar, con la misma exactitud un año después y sin previo aviso. Por otro lado, en 1981, Rajan Srinivasan Mahadevan recitó correctamente los 31.811 primeros dígitos del número 7t (pi) en 3 horas y 49 minutos; aunque, esa hazaña absolutamente asombrosa, fue superada en 1987 por Hideaki Tomoyori, quien fue capaz de recordar sin el más mínimo error los 40.000 primeros dígitos de pi, empleando 17 horas y 21 minutos. Anécdotas de proezas extraordinarias de memoria realizadas por expertos en campos concretos como el ajedrez, la música o los decimales del número pi son numerosas. Sin embargo, es interesante señalar que en ninguno de los casos conocidos de memoria superior se ha observado una "memoria autobiográfica'' superior, en el sentido de que tales personas se sientan permanenteme nte invadidas por recuerdos de sus experiencias personales. De hecho, se tiene constancia, como en el caso concreto del sujeto So de VP, de que no tenían ninguna conciencia de ser poseedores de una memoria extraordinaria. Hasta que, en 2000, el profesor James L. McGaugh, experto neurobiólogo de la memoria, recibió por correo electrónico el siguiente mensaje:

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Querido Dr. McGaugh, Mientras pienso por dónde empezar a explicarle el motivo por el que les escribo a Vd. y a su colega (Larry Cahill), lo único que deseo es que me puedan ustedes ayudar. Tengo 34 años y desde que tenía 11 he tenido una capacidad increíble para recordar mi pasado. Mis primeros recuerdos son de cuando estaba en la cuna (alrededor de 1967); sin em~argo, P_~edo coger una [echa, enrr_e 1974 y hoy, y decirle en qué día cayó, qué hice ese dÍII Y, st ocurno algo de gran importancia en esa fecha (e.g., la explosión del Challenger, Martes, 28 d~ En~ro de 1986), se lo puedo describir también. No necesito mirar previamente el calendario m consultar el diario que escribo desde hace veinticuatro años. En cuanto veo aparecer una fecha en la televisión (o en cualquier otro lugar) automáticament e me voy a ese día y recuerdo dónde estaba, qué estaba haciendo, qué día de la semana era, etc., etc., etc. Es algo imparable, incontrolable y totalmente agotador. Algunas personas me llaman ''el calendario humano" mientras otros salen corriendo astJS· tados, pero la reacción común a todos los que descubren este "don" es de asombro total. Enton· c~s, empiezan ~ decirme f::chas con el fin de P,/llarrne . . . No me han pillado jamás. La rnaJ~ na lo llaman un regalo , pero yo lo llamo una carga". Cada día recorro mentalmente rn vida entera y ¡j'¡me vuelvo loca!!!...

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El grupo d e M cG augh ha entrevis tado y evaluad o la memori a de esta m · (AJ) d 12 1 1 d • . UJer urante cmco a ños ; e 1a ~ a m1111 st rado pn1 eh:1 s es tand :ui1.ad as y nu evas, d e memor ia, incluyendo desde tests scnc1llo s d e recuerd o d e list:ts d ~ palabras a pru ebas neurops icológicas específi cas; ha n escucha do el rel ato de sus cxpcn c nc1:1s pe rson ales, y han probado su memori a para num erosas f~chas y ~vc n~o~ públi cos. l ,a conclus ión ha sido muy clara: AJ es poseedo ra de una m em o n a supe_n o r d1stm ta de los casos hasta ahora conocid os, en el sentido de que no está d ot~d a pa ra codifi ca ~· y recu1~e rar listas intermi n ables d e núm eros o dígitos pero, sin em ba~go, tt ene un a m e m o ri a autob1o gdfi ca superi o r qu e ·se ma nifi esta en un a portent osa capaod ad pa ra rec~ rda r tod o aqu ell o d e su pasad o perso nal qu e d esperta ra su interés. En palabras d e la pro pia AJ , " Mi m e mo ri a gobiern a mi vid a. Es como mi sexto sentido . Siempre estoy pensa ndo en mi pasad o ... es como una pel ícul a qu e pasa sin parar ... Estamos aquí senta~o s y y~ l_e estoy habla ndo a Vd ., pe ro en mi cabeza estoy pe nsando en aJgo que me ocu rnó en D1c1embre d e 1982, el 17 d e D iciembre de 1982, que era viernes, y fue el día en q ue come ncé a trabaja r e n los alm acenes G s ... Estoy todo el ti empo pensand o en fechas. E n cuanto oigo una fecha , la veo; el día, el mes, el afio ... Puedo retorna r a cuaJqui er fecha d esd e 1980 ... ,, AJ nació en 1966 y cuando contaba 8 años de edad su familia se trasladó de la costa este a la oeste d e los EE. UU . Según explica AJ, "aquel traslado me traumat izó" y, después del m ismo, comenz ó a "organi zar su memori a", elabora ndo listas de sus amigos del este, mirand o fotograf ías de su antigua casa y pensand o "un montón " en el pasado. Tras el cambio de residenc ia, sus recuerd os se volviero n "más claros". Cuando cumplió los 1O años, en 1976, empezó a escribir un diario (que ha manten ido hasta los 34 años de edad) y, según la protagonis ta, fue a partir de los 12 años cuando empezó a tomar concien cia de su minucio sa memor ia, que, desde los 14 años en adelante , se ha vuelto "automá tica": " Dígame un día y lo veré. E n cuanto me dice un día, vuelvo a ese día y lo veo y lo que estaba haciend o". Por ejemplo , cuando se le dijo: "27 de Abril de 1997'', respond ió inmedia tamente : "Era miérco les. Es muy fácil; sé dónde estaba exactam ente. Estaba en Florida. Me habían llamado para que fuese a dar el último adiós a mi abuela porque pensaba n que se moría, aunque luego se recuper ó. Mi papá y mi mamá fueron a Nueva York a una boda. D espués, mi mamá se fue a Ba1timore a ver a su familia. Yo llegué a Florida el día 25 , que era lunes. Ese fue también el fin de semana que fall eció Nixon. D espués, yo regresé a casa y mi papá se fue a Baltimore con mi mamá" . Sin embarg o, esta extraord in aria memori a para lo~ a~ontec imiento s persona les no ~arece que le fuese muy útil en la escuela, dond e su rend1m1 ento fu e muy no rmal (en su libro escolar abunda n los Aprobados, con algunos Notables y algún que otro Sobresaliente). " Mi memori a no sirve para eso - di ce AJ- ; tuve que e~tud~ar rnuch?. No_ soy un genio" , y añade que tuvo pro blem as para memo rizar las fechas histó ricas, la antrnét 1ca o las lenguas extranjeras. AJ afirm a qu e t iene que esta r interesa d a po r algo para poder recorda rlo. AJ insiste en que el traslado de residenc ia de 1~ costa este a_ la oeste supuso para ella un ~erdadero trauma y que fu e ese trauma el que ca mbió su memori a. James McGaug_h y su eqwpo llevan décad as estudi ando los efectos de las ho rmo nas del es trés y de las emocio nes sobre la memori a y, de hecho , su pri mera hipótesis sobre la espectac ular memori a aurobiográfica de AJ ·

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Manual de psicología de la memoria

fue que los recuerdos de esta rnujer contenían tanta carga em . al do b di h . oc1on que no pod' s. dm,, ~m largo, c a hipótesis ha sido descartada a la vista de que "la mu· ian sel r olvida.. d a to o 1nc uye en su . __j • Jer que . h s recue1uos tanto eventos importantes como detalles tr·1 ·a1 0" recuer. d e una n1u1er - a señalado · · v1 es. Se tiene recuero h recientemente McGaugh- que tiene recuerdos muy fuert trata do ella le di' os mualy dtíert~ ~e cosas de las que yo no recuerdo nada en absoluto". Cornes, pero JO que a s1gwente d d 1 . . o cuan. él había l d . Al . e una e as entrevistas que mantuvieron hace varios ~ vo a o a emama "·Yt l di' Vd al . . . . anos ni vo mismo d d. ~ o e Je a . que día sigwente v1aJarfa a AJemania? ·Per '. , me acuer O e qué afi h' . . AJ . ,, 1 os, McGaugh h val d o ice ese viaJe a emania! . Como señala el equipo d que a e ua o a AJ est . de1que existen . informes . d ' e caso es e1prunero científicos a e ca e una persona con esta fonna de memoria autobiográfica superior. . cer-

I. 7.

Recuerdos falsos

~s ~sos coi:nentados Y nuestras propias experiencias nos ayudan a vislumbrar la extraord1nana amplitud pero también la indefinición de los límites de la memoria humana. Nuestra capacidad para registrar y recuperar lo vivido se vuelve sorprendente tanto en casos de dramáticas pérdidas como en casos de insospechadas hazañas. Pero la sorpresa no se agota con los déficits y con los "excesos", porque la memoria, como ya se ha comentado, es um fuente permanente de admiración. Nuestra memoria es extraordinaria, y lo es por muchz rawnes: por las ya expuestas y también por su especial vulnerabilidad a los errores. Nuesm memoria es extraordinaria, pero no es perfecta. La memoria, como iremos viendo con detalle a lo largo de esta obra, es constructiva fX>I naturaleza. No guarda copias exactas de lo que ocurre a nuestro alrededor ni nos devuelve ~ exactas de lo que originalmente guardó. El contenido de nuestra memoria no es algo estático e inalterable, sino que está sometido a una dinámica permanente que lo cambia, lo modifica O lo deforma hasta niveles que lo pueden hacer irreconocible. Más aún, nuestra memoria puede ~ ocasiones ser la depositaria de "recuerdos" de acontecimientos que nunca llegamosª ~penmentar; en cuyo caso se trataría de recuerdos personales de algo que nunca llegó a ~urnr. . Aunque resulte extraño, este fenómeno es mucho más frecuente de lo que a pnmera V\S· . parecer. E n 1a ¡·tteratura c1ent1 · 'fi1ca, pro babl emente el caso mas ' conocido de recuer· ta pud 1era . , del do falso sea el referido por el eminente psicólogo Jean Piaget. En su libro La formae1o,i símbolo en el niño, Piaget rememora un episodio personal falso que ilustra cómo,ª veces, l · · · e nuntJ cua q~uer persona puede llegar a creer y a recordar que vivió acontecuntento s qu ocurneron en realidad.

d w Está además -escribe Piagec (op. cit., p. 257)- la cuestión de los recuerdos que ~ den de _otras personas. Por ejemplo, uno de mis más antiguos recuerdos se remonr -~ó11 fuera . cierro, ª mi· segundo año de vida. Veo todavía en efecto, con una grai1 preCI-cado visual la escen s. . , 1 15 - s· iba sen J ' ª iguiente en la que he creído. hasta alrededor de os ano · 1Gfl!JJOd en un cochecito de 11100 . . d Elí ( rea de PaJ . ) empuja o por mi niñera por los Campos seos ce al ra t' a1s , cuando . d ' 'd . d la tU un 111 tvt uo quiso raptarme. La correa d e cuero aJusta ªª

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<:a¡;ítu/() 1: Introduccírín- , Q ue' es la · ,: ·

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mis caderas me retuvo mien tras la ni fiera I rala ha val . . hombr e y yo (hasLa recihió algun , fi , , , ,c.:rosam en te de.: in terponerse <.:ncre d .reme). os Se íorrn6 u 1 , ara azos que.: aun pucd 0 rc.:cord ar vagamc.:ntc.: en su 'blanco, se acercó, na ag omc.:rac1ón y un agc.:ncc d. ¡- í lo que hizo huir al . d ' 'd " . <.: pdo 1~ a, con capa corta y un bastón 1izo cerca d . 1 • . . in 1v1 uo. veo to av1a toda la escena y ha,c¡La la locau na ca rt d ~ a ·c,sta~1ón d~I Metro. C uando tenía unos 15 años, mis padres rccihicron . , ª e m 1 anugua nificra en la que: lc.:s anunciaha su conversión al Ejército de Salvac1on. 0 esca 6 a confesa r su · e· · 1 ' s an 1guac¡ era 1tac¡ y, en part1cu ar, dc.:volvcr el reloj recibido como recomp ensa de esta h1' 5·t · · 1 • d d,I . . . ona, coca men te inventa a por e: Jla (incluyendo el detalle: e_ os arafiazos). He debido , pues, de escucha r de nifio el relato de los hechos en los que ~ 15 pad_res creyeron Y lo proyecté en d pasado bajo la forma de un recuerdo visual que es, po r tanto, falso. Muchos recuc.:rdos son, sin duda, del mismo tipo.

Este elocue nte caso de recuer do falso saca a la luz no sólo el carácte r constru ctivo de la ~ emoria sino su fra~ilid ad y maleab ilidad, esto es, su sensibi lidad y vulnerabiJidad al cambio, a la trans~o rma~1? n e incluso a la implan tación de recuerd os sin corresp ondenc ia algun~ co~ la realida d v1v1da. La memo ria human a trabaja siempr e bajo los efectos de una gran ~1vers1dad de factore s que hacen que lo que se codifica, o lo que se guar~ sólo sea una versión person al de lo ocurrid o; y eso significa que en el mome nto de la codificación lo que la m emoria registra es el resulta do de filtrar lo ocurrid o a través de un tamiz forma.do por nuestro conoc imient o acerca del mundo , nuestra s expect ativas y prejuic ios, nuestro s conven cionali smos cultura les, actitud es y estereo tipos, nuestra s metas, valores y creencias, nuestro estado de ánimo y, cómo no, nuestra s motivaciones, emocio nes y sentim ientos. Todos estos factore s y mucho s otros no dejan de influir en lo que finalm ente queda alm.acenado, de m odo que el conten ido de la memor ia va a estar perma nentem ente someti do a los efectos cambi antes o deform antes de esas variables. Pero aún hay más, porque la historia de cualq uier huella de memo ria pasa genera lmente por otro mome nto crucial, aquél en el que la evocam os y narram os la histori a que contie ne. Es el mome nto de la recupe ración, es el m oment o del recuerd o, y entonc es, de nuevo, nuestra memor ia tiene que volver a constru ir o, mejor, recons truir el relato de lo sucedi do en un pasado concre to. Como veremos más adelan te, se dispon e de abund ante eviden cia empíri ca que demue stra que, en ese proceso cognit ivo de recons trucció n de un episod io _de ~uescro pasado personal ~ue supone_ todo acto de recorda r, volverá n a estar presentes eJerc1endo sus efectos esa multttu d de vanable s señalad as, variabl es que provie nen de diferentes esferas o do~ini os personale~ (~.g., 1~ propia memor ia, la person alidad o las emocio nes) y del compleJo y vanado domin io social.

I.8. La memo ria no es perfec ta, pero sí fiable El

, · d I memor ia plantea de inmedi ato la posibilidad de que ésta conten caracterdc_reatt~o e a cormaciones e incluso, como acabamos de ver, recuerdos roralga errores , 1stors1ones, transn . . al _, ·d d e_, · no es perfect a ya lo hemos dicho. Sm embarg o, t cuau a no m ente raisos. La memo na ' . fi )' d • • • 'd · uente muy va 10sa e m val1da ni su conten l o ni su funció n sino que se convie rte en una h d 1 . e ., los científi cos interes ados en su estudio. El hec o e que a memon.a sea m rormac 1on para 39


Manual de psicología de la m em oria

ent e, la rne111 V!lr la idea d e que la 1ne mo ria (es pec ialm o. • . . ·· r· ªPº a par recu e to, sirv tan res por erro ni, los a s pro pen sa s de los suc eso · iend íd eo. La s1gu rob,·ogr·.1. ft ca) no gua rd:i cop ias laterale I b d . v e ª ora ... a gra au o una a ría son _ na per o lo rep rod uci tal)' com . pera o reco nstr uye e1_Pasa do " . . lo. re historia real nos ofre ce un bue n eJe mp enc arc elad o tras ser ide ntif ica do erró nea me nte por Ma rian o A. fu e acu sad o de ase sin ato )' ten ía "la cara Al p:irece r, los testigos se bas aro n en. que siete restigos rom o aut or de los hechos. Mariaqui en fue cap tura do por la policía cua ndo ino, ases iro ént aut del la o rom ela" viru de picada asLUne que este erro r serí a el resultado de se te, men ual Act n. ió pris en es mes tres no A. llevab,1 ya ras de viru eos de dos epi sod ios dife ren tes ("las pic adu com bin ar y uni r tro ~ e.'\.ractos de recuerd neo. ela'' del acu sad o) en un solo rec uer do erró viru de ras adu pic ''las y sino ase del cara la'' de la ádo, lo que nue stra me mo ria aut ob iogr ran ost dem está ica ntíf cie n ió gac esti Co mo la inv nes de infor. con stru cci ón resu ltan te de uni r por cio una a ás m ece par se ra upe rec )' rda gua fica con en la que la rea lida d pas ada que da fijada fía gra foto w1a a que tes ren dife ntes fue mación de dos por tro ws de info rma ció n en lugar ma for n está dos uer rec s stro nue qué roda precisión. ¿Por Pregun tas ilar es a las de una gra bad ora de víd eo? sim ado pas del es ion ucc rod rep er ten de con de la ént ico eni gm a par a los inv esti gad ore s aut un re mp sie de des o uid stit con com o ésta han o a pro porcioestu dio s mu y rec ien tes está n em pez and mem oria ; sin en1bargo, com o se ver á, la me mo ria fun cio na de este mo do. qué por er end ent a par as pist s era prim nar las ema la me mo ria hum ana pue de ser un sist o com o ativ cre tan a em sist ¿un n, Aho ra bie gac ión el mo me nto , val ga con señ ala r que la inv esti fiab le? Este es un asu nto com ple jo. Por a con tede ma nif ies to que los rec uer dos tien den en pon os cas de s lisi aná el y al ent experim ifér ico s de la exp erie nci a que se evo ca, per s alle det los a to pec res res erro y ner ine xac titu des la ese nci a de ent e pre ciso s y fiab les en lo toc ant e a pero, sin emb arg o, son ext rao rdi nar iam tiema mu y pod ero so y mu y frágil al mis mo em sist un es ana hum ria mo me La o. lo ocu rrid ndo sus his tori as con det alle s inexacena rell ad ilid fiab la de ma ble pro el po, que ha resuelto za tan to del fun ció n mu y clar a: aum ent ar la con fian una n ple cum s mo últi s esto que por tos La la his tor ia que se evo ca y se com par te. en or cut rlo inte su de la o com a erd sujeto que recu viv ido , pero. nto no gua rda cop ias lite rale s de lo mem oria no es per fec ta en tan to en cua eña n, es un sist em a alta me nte fiab le. ens nos a vid pia pro la y ión gac esti inv como la •

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.9. Com ent ario final

, ico so b re I·.i · nttf · er est udi· o cie d e I pnm ·, bl. l d ~ 125 o n plid c1o cum 1ca En 20 10. se han ano s e a pu · d0 J , ceJa · han d no a nci d cie es de s onc bre ent de memo na. Des ' ecenas e ps1co ogo s y 1·otr os hom · _ en s d s 111reble era um inn rañ ar los de s cho mu r u emp enol por des ent 1ca . ' com pre n er Y exp · -. . cien rroganres que , · · 1 o d udi · est el A en os cita sus ram na ent ª me mod , l · par ur e s1gu1e·nte cap itul o t1fico de esta s · 'e o rest d d del aci o cap e larg lo a r orp ren ent l liza ana a par roc ogn 1t1 va d. ' esre volumen los gran d es P ant eamªie neu , · ,ga par y os tod mé los , les ' con cep tua Y s nco teo s nto fi c. m, I les ~as experim enta 1a d ore s sob re la est ruc tur a y e rll w , az hall los y es, icac e as d c,onami ma s reve dt' . enro e la mem ori a h um ana qu ( ·gos · ., o larg lo a ndo sta qui 5 su siglo e ª mv e nga c1o n ha ido con Y cua no de histori a.

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