Lección 16 haikú el universo en una gota de rocío

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LECCIÓN 16 HAIKÚ: EL UNIVERSO EN UNA GOTA DE ROCÍO

¿Qué es el haikú? Según Bashô –uno de sus más asiduos cultivadores-­‐ “Haikú es lo que sucede aquí y ahora.” También decía: “Aprende de los pinos, aprende de los bambúes.” Aprender quiere decir unirse a las cosas y sentirlas como si uno estuviera en ellas. Diecisiete sílabas forman el haikú, distribuidas en tres versos de 5-­‐7-­‐5 sílabas, aunque no necesariamente se siga tal medida: Un relámpago y el grito de la garza, hondo en lo oscuro. Basho Admirable aquel que ante el relámpago no dice: la vida huye. Basho -Para comenzar, expón todo lo que te sugieren los poemas, pero no aparece escrito. El haikú posee la magia de la síntesis, el poder de la concreción, decir mucho en poco. Lee entre líneas, capta lo que ocultan las palabras, lo que a ti te dicen y cómo te conmueven. Imagina que en una gota de rocío cabe la inmensidad del universo. Que en los ojos de un gato puedes ver el tiempo que pasa. Que hay una puerta que da a todos los sitios posibles al mismo tiempo. O un espejo que te muestra el presente, el pasado y el futuro. Eso es el haikú. Observa el siguiente:

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Si la libélula tropezara en mis manos: sol, tierra y cárcel. Ángel Ketz Chan Hay aquí una riqueza sugestiva propia de los que sueñan despiertos: el sol es el brillo de las alas de la libélula; la cárcel, las manos que la atrapan; la tierra, el color de esas manos. Y la libélula pudiera ser la poesía que las manos persiguen vanamente. Pueden haber otras interpretaciones. ¿Cuál es la tuya? José Juan Tablada trajo a México estas miniaturas. Su espíritu inquieto capturó muchas de estas instantáneas: Por nada los gansos tocan alarma en sus trompetas de barro.

Aunque jamás se muda, a tumbos, como carro de mudanzas, va por la senda, la tortuga. (Tablada da mayor importancia a la captura del momento y a la imagen poética que al número de las sílabas.) Fue Mastsuo Basho quien elevó esta género poético a su mayor altura, aunque hubo otros cultivadores no menos notables: Sokan, Buson, Issa, Shiki. Matsuo Bonefusa adoptó el seudónimo de Basho porque sus discípulos lo llamaron con el nombre de un árbol muy apreciado en Japón. Y bajo sus ramas atendieron sus lecciones de amor a la naturaleza. Los puedo imaginar caminando por el bosque detrás de su maestro o sentados en torno a él. De improviso una libélula se posa en un gajo, el más despierto de sus alumnos exclama: Exenta de alas esa roja libélula sería gajo. A lo que el maestro responde: "¡No! ¡No!", y corrige: Si un par de alas brotaran a ese gajo sería libélula.

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Octavio Paz1, Premio Nobel de Literartura, al comentar esta forma poética breve, afirma: Desde un punto de vista puramente retórico el haikú se divide en dos partes, separadas por una palabra cuchillo: kireji. Una da la condición general y la ubicación temporal y espacial del poema (otoño o primavera, mediodía o atardecer, un árbol o una roca, la luna, un ruiseñor); la otra, relampagueante, debe contener un elemento activo. Una es descriptiva y casi enunciativa; la otra, inesperada (...). El haikú se convierte en anotación rápida, verdadera recreación de un momento privilegiado: exclamación poética, caligrafía...

Ejemplifico: Elemento descriptivo

Bosque adentro: se escuchan

o enunciativo:

hachas de leñadores,

Elemento activo

pájaros carpinteros.

o inesperado

Buson El haikú, comenta Octavio Paz, se transforma y se convierte en anotación rápida, verdadera recreación en un momento privilegiado, exclamación poética, caligrafía, pintura y escuela de meditación, todo junto. Mi casa en ruinas sólo tiene por techo la enredadera. Issa Ese mendigo con el cielo y la tierra tejió un vestido. Kikaku A veces el haikú describe lo que el título anuncia:

1 Martínez, José Luis. China/Japón. El mundo antiguo. SEP Cultura, 1984. p. 240.

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CARACOL Mínima cinta métrica, con que mide el campo Dios. Jorge Carrera

ALACRÁN Sale de un rincón en medio de un paréntesis y una interrogación. Carlos Gutiérrez Cruz Otras veces se construye sobre dos ideas contrarias: Si baja al fondo, sabe que sube el buzo a cielos hondos. ¿Por qué resoplas? Soy yo quien tiene frío, dragón-­‐tetera. Ramón Suárez El regalo del haikú a nuestras vidas consiste en detener nuestra vertiginosa carrera para poder contemplar una flor que aroma la orilla de un estanque, armarnos de saludable paciencia para recorrer con los ojos del alma los hilos de la telaraña que se irisa con el sol mañanero, degustar la gota de miel de sus tres renglones. Qué remanso para nuestro vivir acelerado este prodigio de orfebrería verbal que nos legó Japón. Escribir haikú apacigua. Para crearlos hay que ejercitar una aguda observación, paciencia y amor por plantas, animales y paisaje. La simplicidad rinde los mejores frutos; la metáfora debe emplearse moderadamente. Y en el momento en que escribía estas consideraciones bajó una mosca a la página llena de tachaduras, flechas, enmiendas y asertos. La mosca es un haikú viviente, ubicua criatura de la muerte y de la vida. Recordé uno de la escritora mexicana Gabriela Rábago Palafox:

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Caligrafía camino de la mosca sobre la tinta. Y encontré uno más de Shiki: ¿Venís a picar mis ojos aún con vida? ¡Moscas, callad!

-Se me ocurren algunos ejercicios para iniciarse en la escritura de estos colibríes verbales: 1. Imagina que sabes hablar y escribir en japonés. Inventa algunos haikús en ese idioma, como los que están escritos a la izquierda de la hoja. (De lo que se trata es de dominar el manejo de la métrica y el ritmo: 5/7/5). Por ejemplo: hi / no / hikari2 kesa / ya / iwashino kashira / yori (Buson) kono / michi / wa3 yuku / hito / nashi / ni aki / no / kure (Basho) Oshi / no / ha / ni4

Usu / yuki / tsumoru Shizukesa / yo (Shiki) 2. Ahora traduce (claro, con tu imaginación) los textos anteriores y los que tú creaste: 3. Termina los haikus siguientes con ayuda de las palabras que se te proporcionan: 2 Toda la luz del día / brilla en la trompa / de las sardina. 3 4

Este camino / ya nadie lo recorre, / salvo el crepúsculo. En las plumas del pato / cae tenue la nieve: / serenidad.

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Invasión de ______________ ; Un río en llamas, Noche flotante. (Chiyoni)

______________ visita con armas iguales a la rosa. (Arturo González Cosío)

Trozos de barro, por la senda en penumbra saltan _______________. (José Juan Tablada)

Fruto maduro de la fronda más alta _______________. (Efraín Bartolomé)

Cayó del cielo ___________: peces de luz por todo el río. (Álvaro Álvarez Delgado)

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_____________, señora que remienda en el campo el traje de los bueyes. (Luis E. González Hernández)

Labor del ____________: con hachazos de luz partir la noche. (Jorge Hernández Utrera) (la guacamaya / las hormigas / el sol / luciérnagas / la luna / faro / garza / los sapos/ la abeja) -Sal a caminar e intenta escribir. Recuerda lo que leíste. Observa la naturaleza y di algo de ella. Te proporciono algunos inicios (inventa otros): -Hay tanto frío… -Es la llovizna… -Jaula vacía… -Besar la luna… -Todo lo quiero… Fíjate en estos haikús que hice del mundo infantil: PAPALOTE A mi cometa -pájaro de papelle até una pata.

LIBÉLULA Con un alambre fabriqué ( y cuatro lágrimas) esta libélula.

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Un camino al haiku es plantear la simultaneidad de elementos lejanos; que lo que suceda en el cielo pase en la tierra, como cuando el poeta Masaoka Shiki escribe: Horas largas, nocturnas. Y un mono que planea echar mano a la luna. O cuando Matsuo Basho exclama: La luna de la montaña ilumina también a los ladrones de flores.

También emplea el adosamiento de realidades contrastantes, cuando junto a una realidad se coloca otra que le es contraria. Yosa Buson lo expresa en estos dos textos: Blanco rocío. Cada púa en la zarza tiene una gota. Dos velas arden. Una enciende a la otra. Arde el ocaso. El haiku es una práctica lúdica de la escritura y una nueva mirada sobre lo que nos rodea, llena de ironía y compasión. Kobayasi Issa lo dice de este modo: No aplastes a esa mosca. ¡Mira cómo levanta sus manos hacia ti! En los siguientes haikus, indica si se usa la simultaneidad, el adosamiento o ambos, y explica por qué: Un hombre, una mosca y una enorme habitación. Issa

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Los grillos cantan. ¿Quién podrá sospechar que a su muerte le cantan? Basho Vuela una trucha. En el lecho del río nadan las nubes. Chitsura Cañas del patio en el espejo de mi tazón de caldo. Raiza Este mundo de rocío, mundo sin duda de rocío, aunque siendo rocío… Issa La luminosidad del agua que recojo y alzo hacia la luna. Santôkan Río abajo, alguien tira una red. Cielo arriba la luna se empaña. Taigi En el Japón antiguo, los creadores de haikus, muchas veces solían acompañarlos de pinturas a la acuarela que se integraban al texto. Estas pinturas recibieron el nombre de Haigas. ¿Y si ilustras algunos de los poemas que leíste?

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En 1990 la línea aérea japonesa Japan Arilines5, convocó a los niños de todo el mundo a un concurso de haikus. Y como resultado publicó los mejores poemas de los participantes en un libro titulado “Haiku by the children”. Los criterios para seleccionarlos fueron la inocencia de la visión infantil, la emoción, el contraste y la belleza cuando lograban captar un momento fugitivo pero eterno en los tres versos de esta composición poética. Transcribo algunos entre los que incluyo a niños quintanarroenses que obtuvieron mención honorífica: Lanzo un hechizo: la flor del pensamiento es mariposa. Satoshi Watanabe/9 años/ Japón Derrama lava el pequeño volcán de las hormigas. William E,. Ávila Pérez/13 años/México La telaraña es el hilo de plata que teje el viento. Carlos Tun Ruiz/11 años/México 5 Haiku by the children ’90. Published by JAL Foundation, 1991.

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El caracol con su música azul arrastra el mar. Omar Suárez Mcliberty/8 años/México Llueve y hay frío. Me tapo con la noche y tengo miedo. Guadalupe Fuentes Allen/12 años/México Escribe tus haikus tomando en cuenta todo lo que leíste.

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