Tributo a la Madre….
Edición Especial Mayo 2014
Email: Poetassinfronteras@hotmail.com Blog: http://poetassinfronterass.blogspot.mx
Todas las publicaciones son con pleno conocimiento del autor, para ser publicadas las ediciones en medios electr贸nicos, sin objeto de lucro.
LE CANTO CON AMOR Por: Richardy Vázquez Puerto Rico
Canto a la mujer que me dio la vida Mujer divina que me da alegría Esa Mujer la que me inspira a vivir cada día con ilusión Le canto desde el corazón
MADRE Rosa Caldevilla España
Por esos desvelos tuyos por mil noches sin dormir por todos esos disgustos que sin saber yo te di. Siempre a mi lado estabas cuando yo necesité esa ayuda que me dabas que no supe agradecer. Ahora que yo soy madre más valoro tu quehacer ese cariño entrañable con total desinterés
LUCES DE NEÓN (NIÑOS DE LA CALLE) Eduardo campos País: Venezuela
Luces de neón en la noche lluviosa, Frio y soledad enmarcan el camino Mismo que me llevara a otro día de luchas Entre oscuras y tenebrosas pesadillas Sonidos de autos a mi alrededor Que me indican que debo proseguir, Con periódicos en la mano y desilusión en la mirada Busco un sitio, niño de la calle, un ser invisible Canto una canción que resuena en mi mente Una brisa que me adormece, el ladrido de un perro Me arropo con las sabanas de alguna tela arrojada Cual será mi única posesión en la noche que me llama Miró la ciudad, los autos, la gente, la lluvia Mientras el estupor se apodera de mí Lo he conseguido, otro día en un mundo inhumano Pensando en ti; y aunque no pueda verte más, mamá
ROL DE MADRE José D. Morelos Colombia
En sus brazos comprendí la ternura y el susurro de sus lágrimas en su pecho discerní el amor el mismo que se ofrece en sacrificio en sus palabras tiernas entendí el cariño ese idioma frágil y comunicación secreta en su mirada compasiva sentí su afecto siempre sutil y sus gestos mimosos En sus regaños aprendí a entenderla no quiere que nada malo me suceda en sus sonrisas conocí su devoción aquella alegría brotando de su vientre en sus actos asimile su bondad hará cualquier cosa para verme bien en su preocupación interiorice su lealtad a pesar de la dificultad su papel de madre no terminará
A TI MADRE Lourdes Lagardery País: Puerto Rico
Desde lo más profundo de mis sentimientos te escribo este poema, Madre Mía, Alzaste el vuelo con el viento, Quedándose mi alma muy vacía; Madre, Madre Mía Querida, Hoy yo me encuentro herida Pues no estas junto a mí, Madre, Madre Mía del Alma ya no encuentro la calma Porque no estas aquí. Quiero en mis versos decirte Que en la vida no existe Otro Amor como Tú, Madre, La más Pura y más santa, Hoy mi lira te canta y te muestra Su Amor!.
ACABAN DE PASAR LOS ÚLTIMOS TRENES José cuervo
Acaban de pasar los últimos trenes, las carretas de latón golpean los martillos en la travesía al campo rojo agarrotado en el alambre el apetito es un venado, que cuando deja sus huellas en Opal suelta su sangre al polvo y al aire hace apenas cinco minutos para las siempre el segundero se ha congelado, y una foto sepia abrió los dientes y se ha tragado una aldea no hace falta arqueología, los cadáveres están en todos lados. El vapor deja una cicatriz alarmante en el cielo
y un graznido que ha espantado a los perros de la tarde la despedida de los enamorados ya no será desde los trenes los pañuelos hoy enfundan almohadas y computadoras Opal y sus vías de acero fermentado, con un traje de verde oxido y hiervas que crecen en el aire de entre los escalones de madera que los unen al cielo cenizas de tabaco y arena un muerto olvidado, la plata se ha extinguido en Zacatecas y hoy todo es dedo de fantasma señalando las profundidades de las minas apiladas en los huecos rellenos de aire Zacatecas ciudad esdrújula tradición de guerra y jinetes con frio de doble filo y enjarre verde de capa de santo de pueblo en el figón de tu corazón duerme un chichimeca arrodillado con un arco y una flecha en cada mano, con los parpados bien cerrados
para evitar la entrada del tiempo veo tus ojos y escucho los trenes de Opal en un mundo aparte en un nudo de desiertos con cimientos de limbo con los pies desnudos el sudor de los niĂąos olvidados al sol, los violines desafinados en las cantinas el cuajo de metal en los dientes de los ancianos, y la tierra, siempre tierra, siempre sed entre los parpados, siempre rimando con el hambre, y los desiertos y su golpe de arena en el rostro, siempre arena robusta siempre palos de roca diminuta aunque ocasionalmente, como un trĂŠbol de dos hojas, un corto falo de agua la penetra y permanece un nudo de cuerdas humanas lo suficiente para parir las plumas y la dieta de los zopilotes en los esquelĂŠticos jardines de dunas eternas.
Pueblo entre la jungla de marte porque el desierto también es naturaleza, la nada es una sombra desdentada en un hueco, un trozo de saliva ajena en la vulva ¿que llorar si ya todo sequia? ¿el calor, la muerte, los besos?. También eso es agua. Solo había dos libros en opal uno fue la biblia desde luego, el otro don quijote de la mancha pero en opal los molinos son de tierra y las aspas se han tragado a los héroes con sus giros en opal solo hay dos piernas largas de metal y un tren que las violaba dos veces al día, los claveles a la entrada del cristo en la capilla el sol los mordió hasta las espinas y afuera los huizaches están amarrados a los caballos mientras los jinetes entran y posan en la estantería de la cantina hombres nerviosos de duro hormigueo con vinagre en el cuerpo,
se quedan inmóviles sosteniendo los vasos, una mirada errónea y una bala emerge de entre el piso de brasas pero Irene, con un maniquí detrás de los ojos y un par de correas paseando a sus perros la capital de este minúsculo país, una mínima rebanada de tabique con duras faldas eclesiásticas, el campo y su trago amargo de sequía, el cielo esta tan limpio, sabanas azules de seda pastel se tendieron por los aires y se extendieron de horizonte a horizonte cubriéndolo todo los suplementos dominicales la risa, el pecado, la tuerca, el plato de frijol con tortilla y el olor a fogata de los fantasmas en los bosques la enorme migaja en efervescencia del Porfiriato aun hoy son trozos de incomible pan entero rellenos de lagañas repartidos de Chetumal a
Tijuana y de Nayarit a Veracruz los hombres con sombrero de fuerte olor a aguardiente y hierva sueltan su mirada triste por la tarde Irene tú lo viste todo pero no observaste nada, las grandes guerras pasaron frente a tus ojos de océano gris, tus ojos de noche, los mismos ojos de magdalena, viste por ejemplo recorrer tangencialmente el ejército en el rio buscando cristeros el cristero detrás de las yuntas y los burros y los huizaches que enmarañan la vereda, un semigaucho con un arma sujeta entre pierna y cinturón y en el pecho un Cristo empañado desteñido por la sangre de otros, por el dios del contario
olvidó que el soldado federal en silencio también le va a Cristo Irene tus manos tan llenas de trabajo manos duras con callos de metal, manos recias que detienen tigres, tormentas, incendios, manos duras que no acarician sin herir. De repente se acumulan los hombres y todo es un tapiz de bigotes largos en la plaza, todo es un mosquete de ojos desde el aire y el licor, nunca puede faltar el licor, fluye como rio entre las arterias de la pequeña plazuela por qué bajo este sol todos son negros pero tú no Irene, tu eres blanca y tienes quince años, tu piel es de cebada mezclada con girasol y centeno los hombres te voltean a ver cuando pasas tu vestido blanco es la cortina de la tarde Irene, Irene blanca, miro la foto donde tienes diez y seis
y ya eres una anciana, aun escucho tus cantos españoles a la hora de los frijoles pálidos esos cantos que remiten a toreros, a pueblos de la guerra civil española, miro tu estuche de vidrio con dulces amargos, veo tus damas chinas de la época de Confucio, de la muralla China tu a mi edad tenias el olor a puerco carbonizado en la estufa, los trucos de galeno a muchos problemas médicos, el llanto de las plañideras y las parteras arrebatando a las madres de las bases de los pirules los hijos algunas leyes inscritas al reverso de las pistolas y los machetes gobernaban Y el vado de las sombras. Eres contemporánea de Hitler de Carlota y André Breton,
de Dali, de Gandi, eres contemporánea de Napoleon de Moctezuma, tu viste el último clavo de cristo saltar de la cruz, tú lo pusiste de vuelta entre su mano y la madera, sabías que tenía que ser así tu lloraste con magdalena, tu elaboraste los misterios dolosos, tu viste nublar el último aliento de las tropas villistas porque somos villistas hasta la fecha tus ojos y los míos son del mismo material, estamos unidos por la misma mirada, la misma materia de mar y trozos de infinito por eso te quiero en silencio, porque te miro desde dentro hoy Opal tiene 259 habitantes no hay registros fidedignos en los libros de historia, posiblemente mañana se erosionaran las ultimas vías.
MADRE Grabiel Jiménez México
Máxima obra de amor que dios realizo, eterno tu amor es, madre mía, con ninguno otro Igualable, siempre tú serás, el amor más hermoso , que dios te llene de bendiciones, por el amor, que nunca me negaste, y por la vida, que tú me diste, y por tu amor acrisolado, que recibí , aun sin conocerme, eterna , yo quisiera , que tu fueras, para que jamás, de tus caricias, de tus besos , yo no padeciera, a dios yo le agradezco, tener la dicha y la felicidad, de que estés, tu a mi lado, a tus 90 años, madre amada, nunca cambio, el amor y el cariño,
que tú me das, madre mía, desde que era un niño, me gusta, mirar tus manos cálidas, que me han dado muchas veces el consuelo a mis penas o me sanaron , de las caídas en mi infancia eres mama mi vida entera, la que aconseja la que me guía, en esta vida gracias mama por todo el amor, que tú me entregas, aunque en alguna ocasión me fui lejos, tu recibimiento fue con besos y abrazos jamás con enojos ,que feliz estoy, de poder abrazarte y besarte, en tu cumpleaños mama, que la pases muy contenta, con el amor , sincero de todos tus hijos y nietos, te queremos mucho mama.
MAMA LUZ Ramón de J. Hdez Olivares País: México Ayer, desperté exaltado, tu recuerdo vino a mí, cerré mis ojos, para tocar tu mano. Hoy, en esta habitación iluminada por la luna, recuerdos de antaño sueños violetas aromas de jazmín. Un ave en el árbol entona su sinfonía, solo una nota mágica para invitarme a perderme en vuelos imaginarios. De mi fotografías, tú imagen mi mano… temblando, lloré estremeciéndose mí pecho, y en el corazón bese tu mano… ¡te extraño!
Caminar en las penumbras de la vida incierta, donde hay sueños y tristezas iluminas el sendero con polvo dorado, para vivir extasiado de tu amor tú entrega de madre. Si en un rincón lloro desolado, cubres mi cuerpo con tu abrazo, y tomas mí mano, me das regazo, besas mi frente y cantas un “adagio”. Si tengo frío, tocas el piano, y con un devoto llamado, cae la paz en mis manos, me cubro en un abrazo y la habitación se obscurece, ¡te llamo! acudes sin reparo. Iluminas mi rostro al tocarme, cuidas mi sueño dormiré tranquilo, hay luz, no tengo miedo.
LA MADRE. Nor Liz. México.
(Basada en una reflexión de un escritor anónimo.) Encontrase un ángel cierto día, admirando la obra del creador y al mirarla por fin, ya concluida, inquiere de este modo a su Señor: ¿Qué ser es, que ostenta tal nobleza, que irradia tanta luz, tan gran fulgor, que tiene de la roca la grandeza y en dulce dualidad tu gran amor? El autor de todo lo creado lo mira con mirar muy fijo: -Es la madre- responde dulcemente. -Pero.... espera- exclama el ángel impaciente -¿Y esa perla que de sus ojos ha brotado?-No lo hice yo.... Sino sus hijos-
EN EL DIA DE LAS MADRES. Nor Liz. México.
En el hogar donde la madre impera, donde vive de todos respetada, donde es ella la sabia consejera, la buena y complaciente camarada ahí, en donde en amar es la primera, todo es luz y fragancia y armonía; es todo bienestar, paz y alegría El dolor y la muerte, al darnos vida, ella arrostra con alma y faz serenas, en su tibio regazo nos anida nos nutre con la sangre de sus venas, si enfermamos, solicita no cuida, Si sufrimos, endulza nuestras penas y a brindarnos del bien toda excelencia, consagra por entero su existencia. Los que tesoro tal hemos perdido, los que hemos visto a nuestra madre yerta, llevamos ¡Ay! el corazón transido,
mas nuestro labio trémulo no acierta a expresar el dolor que hemos sentido, ante el cadáver de la dulce muerta dolor sin par, dolor de los dolores, como es ella el amor de los amores. ¡Oh santas madres! Todo os lo debemos, Lo nuestro es bien poco para honraros, según lo merecéis y lo queremos y a falta de algo más que tributaros, bello como las flores que os traemos, venimos presurosos a ofrendaros, nuestros fieles, devotos corazones, rebosantes de amor y bendiciones… .
A MI MADRE Isidoro A. Gómez Montenegro. México
No sé cuánto estuve de hinojos dentro del vientre de mi madre. Que alegría al sonreír ella, yo… descubría el Mediterráneo. Ahí estuve mucho tiempo sin trasvasar las horas. Me separé, me fui alejando… pertinaz como la lluvia, no fue ingratitud lo sé.
Fue la vida disipada que llevé, me descarrié. Hoy no sirve arrepentirme el hubiera…debo borrarlo. Me queda poco de vida para contar sus suspiros, sus palabras… acompañarla. Tengo instantes para estar con ella, velar su sueño… como ella veló el mío. Dios me permita tenerla mucho tiempo. Que pueda levantarse para sentir el aire apoyada en mí… cada mañana.
Ante Diem (Latín: Día anterior). Hiram Flores Ovando País: México De algo estoy seguro: -Te quiero Te quiero, durante tres tiempos... Pasado, presente y futuro.¡Te quiero con todos mis sentimientos!
AMOR MATERNAL Carmen Marisol Sotomayor Puerto rico LA MATERNIDAD EN UNA MUJER Es como una rosa abierta, Anhelados sentimientos entre ambos BENDECIDO POR EL CREADOR AL SER UN REGALO DE amor Uno hermoso y sublime como la frescura de una flor. Irradias luz, ternura, amor, dentro de mi ser Donde se abriga la fe para seguir con tolerancia. Eres mi aliento en este caminar arduo De ensue単os y esperanzas.
Amor maternal lo eres todo, Al recordar los primeros pasos y bellas palabras. Tenerte en mi vientre es terciopelo suave Al sentir tus movimientos audaces y maravillosos. Gracias dios por la maternidad Es el mejor regalo de la humanidad El cual es bendecido por dios y por eso soy feliz.
Agradecemos infinitamente su amor a la lectura el gusto por compartir sus sentimientos hechos poesía, teniendo en su corazón un himno de amor a nuestras madres.
Ramón de Jesús Hernández Olivares Director y Editor